Observatorio Electoral

Dominicano (OBSEDO) Foro Permanente de Partidos Políticos

de la República Dominicana

Boletín #4, Junio 5, 2020 Dirección de publicaciones Versión en línea

Debates presidenciales supeditan el carisma personal a la efectividad de los
equipos de apoyo y la explotación visual
De acuerdo al artículo 43 numeral 1 de la Ley de Partidos, los candidatos deben limitar
la propaganda electoral a su participación en medios de comunicación, reuniones en
recintos cerrados, visitas casa por casa, la producción de material promocional y la
divulgación de mensajes en las redes. Es obvia la referencia legal a los debates como
forma de participación de los candidatos en eventos públicos, que suelen ser organizados
por organismos empresariales si bien pudieran serlo por universidades u otros centros
de conocimiento especializado. En todo caso, tiende a creerse que la participación de los
candidatos y el éxito que puedan tener en los debates depende tanto del carisma personal
como del control de los medios, dado que éstos suelen presentar a los participantes
como ganadores o perdedores.
Debate y control de exposición 2006), y, en fin, […] “tiene un alto valor y
del candidato utilidad cívico-democrática, puesto que les que
Como criterio general, los asesores permite a los votantes ejercer un voto razonado y
profesionales de campañas presidenciales consciente, basado en información
intentan controlar al máximo todas las suficientemente detallada y comparada”
apariciones públicas de sus candidatos, sin (Berelson, 1956).
importar el grado de aparente espontaneidad Por tanto, no se trata solamente de que el
con que se manejen. La exposición pública, candidato posea las herramientas necesarias
sobre todo si es en vivo, suponen un contacto para enfrentarse públicamente a otros
demasiado cercano con el televidente, en el candidatos, eventualmente eso podría
que juegan papel estelar la creatividad, el hacerlo bien cualquier demagogo
conocimiento preciso de una variedad medianamente organizado: el problema real
impresionante de temas conflictivos, acerca es el equipo del candidato, la calidad de sus
de cada uno de los cuales se debe tomar una asesores, la preparación consciente y
posición predeterminada, estudiada por consistente para definir con precisión los
equipos de apoyo, que provean datos objetivos del evento y que durante su
verosímiles para que el candidato los desarrollo, el candidato pueda exponer sus
exponga de manera creible. ideas sin comprometer el apoyo de los
En otras palabras, “[…] es posible concebir el votantes. Que tenga o deje de tener el apoyo
debate como un formato audiovisual que de un gobierno que domine los mecanismos
proporciona conocimiento a los ciudadanos de los de formación de la opinión pública puede
aspectos fundamentales que están en juego en una resultar de crucial importancia… o puede
campaña electoral, y que, aunado a las amplias resultar inútil, dependiendo del
audiencias que genera su difusión y cobertura incumplimiento de los aspectos previamente
periodística” (Kim, Khang, y Lee, 2008) o […] reseñados y de la capacidad de los
“el acceso igualitario a los medios que les provee contrincantes para dejar en ridículo a
a los candidatos” (William Benoit & Sheafer, determinado candidato.
Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana
Boletín Electoral y de Campaña del FOPPPREDOM
Coordinación general: José Francisco Peña Guaba Dirección técnica: Sergio Ortiz
Valenzuela
 El debate Nixon-Kennedy: enseñanzas
políticas fundamentales
Probablemente el debate presidencial más
famoso es Nixon y Kennedy, el 26 de
septiembre de 1960. El formato adoptado,
en líneas generales, fue el de una
declaración inicial de ocho minutos para
cada candidato. Luego, un moderador
(Howard K. Smith) y cuatro participantes
cuestionaron a los candidatos sobre política
interna, educación, atención médica
agricultura, economía y trabajo. Al cierre,
tras noventa minutos de debate, cada
candidato hizo una declaración final de tres
minutos de duración . Fue presenciado por
setenta millones de ciudadanos
norteamericanos, por televisión. Nixon,
presidente a cargo y con buena gestión.
Kennedy, joven promesa. La leyenda
cuenta que Nixon llegó a los estudios
demacrado, con ojeras, mal vestido (traje
gris) y ni siquiera fue bien maquillado.
Kennedy, perfectamente maquillado,
excelentemente vestido, bronceado… y con
la teoría aprendida al pie de la letra.
Kennedy trajo, durante ese debate, la
primacía de la buena imagen, del candidato
amigable, bien presentado, que sabe estar y
decir ante las cámaras. Kennedy trajo el
espectáculo a la política.
Esa opinión debe matizarse, dado que las
frases que pronunció, estudiadas,
calculadas y medidas tuvieron impacto y
trascendencia, repetidas en lo adelante
como mantras políticos. El redactor de sus
discursos fue Ted Sorensen -a quien
Kennedy llamaba su “banco de sangre
intelectual” y quien los escribía bajo el
esquema de las cuatro reglas: “brevedad,
ligereza, caridad y claridad”. Según esta
estructura, los discursos de Kennedy
tendían a ser claros en la estructura y el
contenido; a ser breves, alabando a la
audiencia y con un toque liviano, empatizar
con ella. Además, por primera vez se
convirtieron los debates más que en un tema
de ideas, en uno de sentimientos: con
Kennedy la familia y la vida privada
pasaron a ser parte de la estrategia de
comunicación política. Fue la primera
familia en el Despacho Oval, con los hijos
correteando por la oficina presidencial (lo
que repetirían Reagan, Clinton y Obama).
Fue el primer candidato en enviar a su
esposa con un mensaje del candidato para
electores de minorías (Jackie habló en
español en un anuncio político, el primero
de su tipo).
Lo dicho hasta aquí puede ser suficiente
para demostrar que los debates
presidenciales son parte de la comunicación
política del candidato, uno más de los
elementos de un contexto que exige
creatividad, oportunidad y coordinación.
Un ejemplo podría bastar: durante la
campaña de 2004 los demócratas iban a la
delantera de Bush hijo, republicano. Kerry
había ganado, con ligera ventaja, todos los
debates televisados. Además, recibió apoyo
de todo su partido, incluyendo al afamado
Al Gore, destacado ambientalista. Pero Karl
Rove, “el fabricante de realidades” de Bush,
ideó un anuncio de televisión que pudo
definir toda la campaña. Se llamó “el anuncio
de los lobos hambrientos”. En él, una manada
de lobos merodeaba nerviosa en un bosque
frondoso, enseñaba los colmillos
amenazantes y se movía hacia la cámara.
Los lobos estaban preparándose para atacar
Estados Unidos, o eso insinuaba el anuncio,
si John Kerry era elegido presidente. Por si
la imagen no fuera suficientemente violenta,
las palabras remarcaban el mensaje: “La
debilidad atrae a aquellos que están esperando
para hacer daño a América.”
No cabe esperar mucho de los debates
presidenciales en curso en la República
Dominicana, quizás reiteraciones de lo ya
dicho, con candidatos que se apresuren a
atrincherarse en sus posiciones fuertes para
tratar de conservar el electorado propio,
convencer a los indecisos (que en nuestro
medio actual podrían definir la elección) y
no permitirle al contrario tomar ventaja.
Para eso no sirven los salamis, llenar
bombonas de gas o prometer la construcción
del asombroso aeropuerto internacional de
Villarpando.