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Andrea del Rosario Ruiz Guerrero - Seminario Análisis de Políticas Públicas

Maestría en Educación - Semestre II

¿QUÉ ES POLÍTICA? Perspectiva de Hannah Arendt

Hannah Arendt, filósofa alemana, reconoce la política partiendo de la preocupación


por el mundo y no por el hombre, asegura que nace en la relación que existe entre los
mismos a partir del estar juntos, reconociendo la diversidad y la pluralidad como
elementos que garantizan la existencia de un espacio para el ejercicio de libertad y
participación.

Es comprensible que en una sociedad se generen conflictos a raíz de los


intereses propios del ser humano, sin embargo la política es la oportunidad para llegar
a acuerdos y poder encaminar las acciones hacia el bien común. En tanto, pensar en la
política también implica la acción, es decir conocer y motivar desde dentro la
participación ante determinado tema social; Arendt es contundente en reconocer la
autonomía del individuo y expresa su oposición ante la idea de un sujeto controlado o
subordinado, por el contrario reconoce al humano como un ser libre que requiere
cambiar el imaginario de mantenerse en la necesidad como dependencia de otros, y
propone asumirla como potencialidad para que sea él o ella misma quien satisfaga sus
propias necesidades.

Asimismo, la política está buscando el bien común, asumiéndolo como un


compromiso con la sociedad y ésta será efectiva cuando los derechos, principios y
valores de los seres humanos sean la pauta de la misma. Vivir en comunidad debe
permitir la creación de acuerdos desde la participación y en la pluralidad, dichos
componentes permitirán tomar decisiones frente a lo posibilitará mejoras sociales.

Adicionalmente, Arendt plantea una crítica a la sociedad moderna, aquella que


ha limitado las posibilidades de crear por parte de los seres humanos y la ha
transformado en un producir de acuerdo con la esfera del mercado y consumo. Esta
nueva era que, entre muchos otros problemas, ha fomentado el individualismo,
competitividad e indiferencia como características de las relaciones sociales que ha
encaminado la participación política hacia una democracia representativa, es decir un
dirigente decide sobre los grupos sociales, en vez de retornar al origen que se basa en
una democracia participativa, en donde todos-as hacen parte de la toma de decisiones,
sin generar una lucha de intereses particulares sino sociales, es decir un acuerdo que
beneficie al colectivo.
Dicho mal contemporáneo deja de lado: derechos, principios, valores humanos,
que son precisamente los que permiten crear condiciones favorables de vida. Por tales
razones, se requiere de un Estado que sirva a la comunidad, que garantice un Estado
social de derecho y haga efectivos los principios posibilitando la participación de todos-
as en las decisiones que afectarán evidentemente la calidad de vida de los ciudadanos.

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