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Ensayo del libro el principito.

El principito, famosa novela escrita por el aviador y escritor Antoine de Saint-


Exupéry donde existe un estrecho paralelismo ya que el personaje también es aviador.
Es una crítica a la sociedad moderna y a los ideales del hombre civilizado que lleva al ser
humano a perder los valores más elementales, impidiéndole que sea capaz de discernir la
relevancia de su propia existencia. Los adultos son los hombres serios, personas que viven
sin plantearse lo que hacen cada día con su vida. Se quedan en lo superficial, en las
apariencias. Carecen por completo de imaginación y han perdido la sabiduría que
tuvieron cuando eran niños. El autor muestra cómo la sociedad y los valores impuestos
por ella conducen irremediablemente a distintas formas de obsesión como son: el poder
sobre los demás, la búsqueda de la admiración y el dinero, la competitividad en el trabajo
o el alcance de las metas profesionales e intelectuales. Los personajes que el principito
conoce en los asteroides encarnan estos aspectos del ser humano. Para ellos la vida es
sufrimiento, abnegación y dolor. Los asteroides son la representación del aislamiento que
sufren', un aislamiento que les impide relacionarse con nadie más y por tanto salir del
círculo vicioso en el que se encuentran se hace totalmente imposible. Se pregunta por qué
las cosas son así, será por tanto quien ponga de relevancia los aspectos negativos de los
adultos. Desde su mente no contaminada por la sociedad moderna, porque es pura e
infantil, es capaz de discernir lo que es correcto y lo que no. También se encuentra sólo en
su planeta hasta que la rosa aparece. A partir de la relación que se establece entre ellos
surgen los conflictos que hacen que el principito tome conciencia de su falta de madurez.
Afirma no entender a la rosa porque es demasiado joven para saber amarla. Necesita
experimentar para aprender qué significa esa relación de amistad y amor. Pero para llegar
a entenderlo debe salir de su propio mundo.
Todo comienza con una pequeña muestra del mundo de los adultos. Utilizando un
lenguaje sencillo explica que se siente como un niño que ha crecido. Cuenta que cuando
era pequeño dibujaba boas de la selva que habían engullido a un elefante, pero ningún
adulto llegó nunca a entenderlo, pensando que se trataban de sombreros.

“Las personas mayores no entienden nunca nada por sí mismas, y es cansador, para los
niños, darles una y otra vez explicaciones.”

El aviador sufre una avería en el desierto del Sáhara. Se encuentra sólo, con agua para
ocho días, y debe buscar una solución para conseguir arreglar el motor. Aparece un niño,
el principito, pidiéndole que le dibuje un cordero. Él dibuja la boa con el elefante en su
barriga. El principito reconoce el dibujo y le dice que no quiere una boa que se ha comido
un elefante, sino un cordero. El aviador dibuja varios corderos, pero no le gusta ninguno,
así que al final el aviador le dibuja una caja y le dice que el cordero que quiere está dentro.
El principito se queda contento.

Intrigado por la aparición repentina del principito, el aviador intenta averiguar de dónde
proviene. Sin embargo, no consigue sacarle mucha información sobre su planeta, sólo que
es pequeño, y que no hace falta atar al cordero porque no tendría dónde ir. A medida que
tienen conversaciones llega a averiguar que el principito viene del asteroide B 612, que fue
descubierto por un científico turco el cual no obtuvo reconocimiento hasta que repitió su
demostración con un traje muy elegante. El aviador reflexiona sobre cómo los adultos
necesitan números y datos para creer en las cosas.

“Si uno dice a los adultos: Vi una bella casa de ladrillos rosas, con geranios en las
ventanas y palomas en el techo... no logran imaginársela. Hay que decirles: Vi una casa de
cien mil francos. Entonces exclaman: ¡Qué lindo!"

El principito le explica que quiere el cordero para que coma los arbustos de su planeta y
así evitar que crezcan árboles baobabs. Si creciera un baobab sus enormes raíces
acabarían destrozando el planeta. El principito reflexiona sobre lo importante que es
cumplir con las obligaciones diarias, antes de que se acumulen, y crezcan como los
baobabs y sea totalmente imposible deshacerse de los problemas que generan.

“A veces no hay problema en dejar el trabajo para después. Pero en caso de tratarse de
baobabs, es siempre catastrófico.”

Un día el principito se da cuenta de que el cordero puede comerse a la rosa, y le pregunta


al aviador por qué lo hacen, aunque las rosas tengan espinas. Como el aviador se
encuentra muy ocupado arreglando una pieza del motor, y preocupado porque casi no
queda agua, se ofusca con el principito y le dice que tiene que ocuparse de cosas serias.
Entonces el principito argumenta lo importante que es para él su flor.

“Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar en los millones y
millones de estrellas, eso basta para que se sienta feliz cuando las mira. Se dice: Mi flor
está allá en algún lado... Pero si el cordero se come la flor, es para él como si, de golpe,
¡todas las estrellas se apagaran! ¡Y eso no es importante!”

A raíz de lo ocurrido el principito comienza a narrar la razón por la que se fue de su


planeta y cómo fue su viaje. Un día nació en el planeta del principito una flor diferente a
las demás. Era coqueta y vanidosa, y pedía constantemente la atención del principito. Él
le procura toda clase de atenciones, pero no consigue entenderla, lo que finalmente
provoca que abandone su planeta aprovechando una migración de pájaros salvajes. Al
despedirse de la flor, ella le pide perdón por haber sido tan tonta, pero le recuerda que él
también lo fue.

Así es cómo el principito comienza su viaje, pasando por diferentes planetas donde
habitan personajes solitarios, hasta llegar a la Tierra. Llega a un asteroide donde conoce a
su único habitante, el rey. Él le dice que gobierna todo el universo, pero cuando el
principito le pide ver una puesta de sol, el rey le explica que solamente se puede ser un
buen monarca si se piden cosas que son razonables y que por tanto esperé a la tarde. Pero
el principito se marcha. Llega al planeta del vanidoso. El vanidoso sólo quiere que el
principito le aplauda y halague, lo cual él hace durante un rato, pero se acaba aburriendo
y decide irse, no sin antes complacer al vanidoso quien le pide que le diga que le admira
por ser el hombre más guapo, rico y mejor vestido del planeta.

“Porque, para los vanidosos, los demás hombres son admiradores.”

Al marcharse del planeta del vanidoso, el principito llega al planeta del bebedor, que bebe
para olvidar que siente vergüenza por beber. El círculo vicioso en el que se encuentra el
bebedor le causa una gran pena al principito. Decide abandonarlo y así llega al planeta del
hombre de negocios, el cual lleva toda su vida dedicado a contar las estrellas con el fin de
poseerlas. El principito no puede entender la utilidad que tiene dedicarse a poseer las
estrellas.

“Yo poseo una flor que riego todos los días. Poseo tres volcanes que deshollino todas las
semanas. Porque deshollino también el que está apagado. Nunca se sabe. Es útil para mis
volcanes, y es útil para mi flor, que yo los posea. Pero tú no eres útil para las estrellas.”

El siguiente planeta que visita es el del farolero. Enciende y apaga su farol cada minuto,
porque su planeta gira muy rápido. Sin embargo, el principito respeta mucho al farolero,
porque es el único que, hasta el momento, no se ocupa solamente de sí mismo, y aunque
le gustaría ser su amigo, se va del planeta porque no hay sitio para los dos. Así es como
llega al último planeta que visita antes de llegar a la Tierra. Es el del geógrafo, un planeta
diez veces más grande que los anteriores. El geógrafo se dedica a recibir a los
exploradores y registrar sus descubrimientos, pero no explora por él mismo. Así que,
aunque tiene un planeta muy hermoso, no sabe si en él hay océanos, ciudades o ríos
porque no se ha levantado de su escritorio nunca. El geógrafo se interesa por el planeta
del principito, y él le explica que tiene volcanes y una flor. Pero el detalle de la flor no es
importante ya que según el geógrafo no se recoge información sobre las cosas efímeras. El
principito no sabe lo que significa que algo sea efímero. Cuando consigue entenderlo se
siente muy arrepentido de haber dejado su planeta y a su flor sola.

Como el geógrafo le recomienda visitar la Tierra, el principito se dirige allí. Al llegar


conoce a la serpiente del desierto que le cuenta que es más poderosa que el dedo de un rey
ya que puede devolver a la tierra de donde ha venido a quien toca. También le dice que
podría devolverlo a él a su estrella porque es puro.

“Me pregunto si las estrellas están iluminadas para que cada uno pueda algún día
encontrar la suya.”
El principito comienza a recorrer el desierto. Se sube a la cumbre de una montaña, pero
no ve nada más que más picos afilados, lo que le lleva a pensar que toda la Tierra es así.
Encuentra un jardín con muchas rosas y se da cuenta de que su flor no era única en el
universo.

“Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres
volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para
siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe...”

Conoce al zorro, quien le pide que le domestique porque quiere tener un amigo. Gracias a
él, se da cuenta de que su rosa es especial, porque al domesticarla la hizo su amiga. El
zorro le enseña el sentido del amor y la amistad.

“Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es
invisible a los ojos.”

Tras el tiempo pasado con el zorro el principito tiene un encuentro con un guardagujas y
un vendedor de píldoras que quitan la sed. Estos encuentros muestran cómo son las vidas
marcadas por horarios y por acciones repetidas.

De vuelta a la narración del aviador, en el desierto, ya no tienen casi agua y hablan sobre
la posibilidad de morir de sed. Pero el principito cree firmemente que hay un pozo en el
desierto, por lo que deciden ir a buscarlo.

“Lo que hace al desierto tan bello – dijo el principito – es que esconde un pozo en algún
lado.”

Milagrosamente encuentran el pozo y el agua que tanto necesitaban. El principito le


cuenta al aviador que se va a cumplir un año desde que llegó a la Tierra y le pide que
dibujé un bozal para que el cordero no se coma a su flor. Cuando el aviador termina de
arreglar el avión se entera de cómo va a volver el principito a su planeta porque lo
encuentra hablando con la serpiente, la cual es muy venenosa. Esa misma tarde la estrella
del principito estará exactamente sobre ellos y él podrá regresar. El aviador intenta
convencer al principito de que no se vaya dejándose morder por la serpiente, pero no
consigue convencerlo. El principito le explica al aviador que siempre que mire a las
estrellas escuchará su risa, que él se reirá también, y las estrellas se harán así suyas.

“Es como con la flor. Si amas a una flor que está en una estrella, es placentero mirar el
cielo por la noche. Todas las estrellas están floridas.”
El principito se marcha al encuentro con la serpiente venenosa seguido por el aviador que
pretende impedirlo. Pero en un instante el principito queda blanco como la nieve y
muere. El aviador se va y al volver al día siguiente no encuentra su cuerpo. Al final del
cuento el aviador se pregunta si el principito volvió a su planeta, con su rosa y el cordero.

La llegada del principito a la Tierra le lleva a entablar nuevas relaciones que le permiten
acceder a las experiencias de la amistad y el amor. La diferencia fundamental entre la
Tierra y los anteriores asteroides radica en que es suficientemente grande como para
poder albergar muchos individuos que ya no tienen por qué estar físicamente aislados
unos de otros. La relación que surge entre el principito y el zorro es una de las más
importantes de toda la obra. Supone el encuentro de las respuestas que el principito
buscaba cuando huyó de su planeta. El zorro quiere que el principito lo domestique, pero
él no quiere. Sin embargo, el zorro le explica que domesticar no es crear una relación de
superioridad del hombre sobre el animal, sino que consiste en crear vínculos de amistad
inamovibles, domesticar significa crear lazos, le dice el zorro, para mí no eres todavía más
que en muchachito semejante a 100.000 muchachitos. Y no te necesito, y tú tampoco me
necesitas, no soy para ti más que un zorro semejante a 100.000 zorros, pero, si me
domésticas, tendremos necesidad el uno del otro, serás para mí único en el mundo, seré
para ti único en el mundo. Es a partir de estos lazos que el autor nos hace sentir la forma
más pura de la concepción de la amistad. La amistad le da sentido a la existencia, hace
que sea plena. Además, crea lazos de necesidad entre ambas partes. Gracias a las
enseñanzas del zorro, el principito se da cuenta de que la rosa lo domesticó a él, y que la
rosa es especial entre millones de rosas precisamente por ese lazo que los une. Esto es
decisivo para que el principito tome conciencia de la necesidad que tiene de volver a su
planeta con ella.

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