La Bruja Verónica

Dos hermanas llamadas Sunny y Vilma, cansadas de estar encerradas haciendo deberes, siendo
las 6 de la tarde, deciden salir a jugar al escondite en el patio de su casa, su primo Aaron les
observa desde su ventana y les pregunta:

¿Qué hacen pequeñas locas?

Ellas responden:

¿Jugando al escondite, quieres venir con nosotras?

El responde:

Si sí, estoy muy aburrido ya bajo.

Efectivamente Aaron bajo para jugar con sus primas, cuando sin darse cuenta llegaron a la
famosa casa de la bruja Verónica, una vez allí, les dio curiosidad y querían entrar, despistaron a
los perros de la bruja y entraron sigilosamente por la cocina, pero lo que no imaginaron es que
la bruja vivía con su hija Carolina, cuando fueron descubiertos Carolina les preguntó:

¿Quiénes son ustedes y que buscan aquí?

Los niños respondieron: Nada nada, solo teníamos curiosidad de ver a la bruja, pero ya nos
vamos.

Carolina les responde: Por supuesto que no van a salir de aquí, quien entra por esa puerta no
sale vivo.

Carolina forceja con los niños y los amarra en un cuarto para que no puedan huir, ella y su
madre eran dos locas brujas malvadas, que no estaban bien de la cabeza, los niños corrían
peligro y nadie podía salvarlos, porque nadie sabia que habían salido de sus casas para jugar,
sus padres pensaban que estaban haciendo tareas.

Carolina corre avisar a su madre la bruja Verónica y le dice:

¡Mamá mamá tenemos tres malditos niños que han entrado a nuestra casa!

Verónica responde: Maldita sea, esos mocosos no pueden descubrir el trabajo que estoy
haciendo. ¡Podemos morir Carolina si esto se llega a saber!