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NADA

Capítulo I
Andrea es una joven que llega en tren a Barcelona, llega de madrugada y no la espera
ninguno de sus familiares en la estación debido a que ha cogido otro tren al inicialmente
previsto. Llega llena de ilusión y observa con excitación las calles y el ambiente que
respira en la ciudad aún de noche. Coge un coche de caballos hasta la calle Aribau donde
se encuentra la casa de sus familiares. Arrastra una pesada maleta con libros.
Sube las escaleras y toca la puerta de la casa. Una voz le pide que espere y cuando
finalmente la abre, toda su ilusión se desvanece y vislumbra un ambiente de pesadilla.
La recibe su abuela que la confunde con otro habitante de la casa en un recibidor oscuro
y polvoriento. Andrea se presenta, pero la abuela sigue presa de la confusión. Al
momento, aparece su tío Juan y después un par de mujeres detrás, todos con un aspecto
siniestro: Son la criada y Gloria, mujer de Juan. Detrás de Andrea aparece Angustias,
también tía suya, bastante más alta que ella y con tono autoritario reprochándole el
cambio de tren y que por tanto no llegara de mañana y fuese en balde al recibirla a la
estación.
Pide una ducha, pero le avisan de que no hay agua caliente. Le da igual. La ducha le
anima y aunque el baño esté lleno de suciedad, se siente un poco mejor. Finalmente la
instalan en un diván en el salón para dormir donde no hay más que muebles
abandonados y amontonados abriendo una puerta puede ver las estrellas de la noche
que la vuelven a animar.

Capítulo II
Andrea se despierta con frío y permanece en su lecho. Oye el ruido de los tranvías en la
calle y le traen el recuerdo en las calles en su primera visita a la casa cuando era niña. le
parece un milagro estar en Barcelona, tanto lo ha soñado. Abre los ojos y ve a su abuela
y abuelo jóvenes en un cuadro. Piensa en la ilusión que tenía en habitar aquella nueva
casa hace muchos años ya y en cómo se fue llenando de los 8 balcones con cortinas y las
habitaciones con muebles. Recuerda la alegría de la casa entonces, como la trataban con
dulzura a sus habitantes y siente temor por lo que va a encontrarse ahora.
Un problema económico ha obligado a vender la mitad de la casa y por eso han
amontonado todos los muebles en la parte restante.
Se levanta a la vez que un gato que también se despereza. Sale al recibidor y de allí al
comedor donde hay un loro chillando. No hay nada de comer, de comida solo se ve los
bodegones en los cuadros. De una habitación la llama su tía Angustias que tras un
momento de silencio, le dice que se acerque. Le advierte del riesgo que una chica joven
como ella se aventure en Barcelona, que tiene que seguir sus órdenes en todo momento
siguiendo con su tono autoritario y le reafirma que ha venido a estudiar letras a la
universidad. Le dice que va a ser gracias a ellos que podrá estudiar dada a la escasa
pensión, según ella, que recibe de los parientes de su madre así pues Andrea es
huérfana. Angustias la advierte de sus tíos y sus hermanos que viven en la casa, han
perdido los nervios en la guerra le dice. Le advierte a sí mismo sobre Gloria, esposa de
Juan, que ni se le ocurra hacerse amiga de ella, es su acérrima enemiga.
A pesar de ser autoritaria no es desagradable físicamente. Andrea vuelve al comedor y
se encuentra a Gloria dando de comer a un niño pequeño y a su tío Román, limpiando
una pistola y con un perro que se llama Trueno.
Le echa en cara a Gloria como mira y enseguida aparece Juan y se meten en una violenta
discusión a causa de ello en la que también entra Gloria. Juan tira el plato del niño y
aparece la abuela, Angustias y la criada con una mueca de cruel de triunfo como
demostrándole a Andrea que no todo lo que decía tenía razón, que están todos medio
pirados en esta casa.

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