Había una vez una niña llamada Isabel vivía en un ranchito
llamado Cortez, pero para ella era la primera vez que iría a ese rancho y no sabía lo que pasaba ahí por las noches, esa misma noche después de haber jugado y cenado, se fue a lavar los dientes y mientras se lavaba los dientes en el reflejo del espejo empezó a notar como pasaba una sombra por detrás de ella y pensó que era su hermana y por eso no hizo caso, después se fueron ella y su hermana a acostar y en medio de la noche se levantó Isabel porque se escuchaban ruidos extraños y pensó que era su hermana jugando pero no era su hermana, sino una sombra que estaba en su cuarto tratando de llevarse a su hermana, ella pudo detener a esa sombra y en la mañana siguiente les conto a sus papas lo que había pasado esa noche y los papas la tomaron a loco y siguieron haciendo sus cosas, esa noche ella les pidió que si se podían dormir en su cuarto y ellos aceptaron solo por esa noche, esa noche no pasó nada y los papas le dijeron a Isabel “Ya vez no era nadie, esta noche duermen en su cuarto” y esa noche la hermana de Isabel y ella durmieron juntas, mientras tanto la sombra volvió a aparecer, pero esta vez la sombra se las llevo y los papas nunca jamás volvieron a ver a sus dos hijas.