CODIGO PE/GP - 09

ANTROPOGEOGRAFIA Y GEOGRAFIA POLITICA

FRIEDRICH RATZEL 1844-1904

Geógrafo nacido el 30 de Agosto de 1844 en Karlsruhe, Friedrich Ritter

desarrolla la herencia de los geágrafos alemanes del siglo XIX (Carl Ritter,
Robert Jannasch, Ferdinand von Richthofen, Alfred Kirchhoff, Theobald Fischer
y Friedrich Fabri) luego sienta las bases de la geopolítica moderna (Kjellen,
Mackinder, Haushofer, Maull, Spykman, etc.) Les debemos el famoso concepto
de Lebensraum (espacio vital) que encontrará varias interpretaciones en el
transucrso de los hechos del siglo XIX. El punto de partida de los estudios
geográficos de Ratzel es biológico, en cuadro completamente dominado, en la
época, por Darwin y su discípulo alemán Ernst Haeckel. En efecto, Ratzel en un
principio estudió farmacia y zoología. Su estudio de las personas, y los
territorios que ocupan, es influenciado por las ideas ecolucionistas de Darwin
sobre la migración de las especies. Correspondiente a Koelnische Zeitung en
América en 1873, Ratzel adquiere Ultra-Atlántico las bases empíricas y
prácticas de sus gestiones ulteriores. Al observar el territorio americano,
inmenso y en vía de rentabilización, situado entre dos océanos que se alista a
dominar, Ratzel lanza toda una serie de lecciones políticas. Su estudio sobre
China y las migraciones chinas (Die chinesische Auswanderung, 1876)
demuestra las intenciones pacíficas de la geografía política de Ratzel. La
colonización interior de China, explica admirado, se hace por la agricultura y el
comercio no por la guerra: este es el modelo que deben seguir las personas
expansivas y enérgicas, entre las cuales se encuentra el pueblo alemán. De
1875 a 1886, enseña en la Universidad Técnica de Munich, luego de 1886 a
1904, en la Universidad de Lipzig.
La obra de Ratzel es una tentativa para superar una geografía puramente
compilatoria y elaborar, para el uso de los diplomáticos y militares, una
“tecnología espacial”, sostenida por un “sentido del espacio” (Raumsinn). Een
algo de esquematismo, es posible resumir la obra de Ratzel en seis puntos
principales:

1. Los Estados son organismos vivientes, que nacen, viven, envejecen y

mueren.
2. El crecimiento de los Estados en calidad de organismos está
determinado de antemano. El geógrafo y el estadista tienen por tarea
entonces descubrir y escribir las leyes eternas que gobiernan este
crecimiento;
3. El paisaje histórico y geográfico marcan a los hombres, los naturales de
un Estado;
4. La noción del “espacio vital” (Lebensraum) es central;
5. La oposición entre las “potencias continentales” y las “potencias
marítimas” cubren una importancia de primer plano en las relaciones
entre las personas (cf. Das Meer als Quelle der Voelkergrobe, 1900).
6. La “geografía política” encubre una dimensión subjetiva que Ratzel
denomina el “sentido del espacio” (Raumsinn) y la “energía vital”
(Lebensenergie).
7. Ratzel muere el 9 de agosto de 1904 en Ammerland.

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ANTROPOGEOGRAFIA, 1882 (1899, 2da.ed)

Desde su introducción a esta obra maestra, Ratzel plantea una declaración de

principio: la vida es unidad (es su profesión de fe monista) y existe unidad de
fuerzas vitales, lo que permite hablar de biogeografía. Ratzel se refiere en
seguida a varios autores que han estudiado la influencia de las condiciones
naturales sobre la evolución de la humanidad. Montesquieu con el “Espíritu de
las leyes” (1748), Voltaire con su “Ensayo sobre los muertos y el espírut de las
naciones (1756), Buffon con su Historia natural del hombre (1749), Kant,
Reinhold, Forster, Pallas, E.A.W. Zimmermann, Herder y, por supuesto, Carl
Ritter, san olvidar la idea de medio ambiente en Lamarque, Comte y Taine.
Como ya lo había demostrado Hume, la naturaleza ejerce influencias diversas
sobre los hombres: influencias sobre el cuerpo o el espíritu de cada individuo,
incidencias activantes o dilatadoras sobre la expansión espacial de las
poblaciones, incidencias sobre la estructura social. De la multiplicidad de estas
influencias e incidencias, se puede deducir la variabilidad de las personas,
cuyas cualidades adquiridad demoran, igual en el caso de la migración o la
transplantación. De hecho estas influencias múltiples causadas por las
condiciones naturales, buen número de personas es politípica (mehrtypisch),
toda persona contemporánea, prosigue Ratzel, es el producto de una mezcla
determinada entre dos o más fragmentos de personas, lo que se observa
sobretodo en los comerciantes y marinos; las personas no mezcladas son
monótonas, inmóviles y no progresan, explica Ratzel, como lo fue el caso en
Egipto antiguo. En cuanto a las personas bitípicas, son inestables porque, para
ellos, nunca existe dominación definitiva de un tipo sobre otro. Cietras mezclas
raciales pueden dar buenos resultados en el proceso de aculturación de un
territorio: la mezcla entre Indios y Tramperos europeos (francés e inglés)
permitió una buena explotación de los territorios vecinos de la Bahía de Hudson
en Canadá, la mezcla de indios con esclavos negros en México permitió
ejecutar lasa planicies secas y las zonas foráneas húmedas de América
Central.

EL FACTOR “SUELO”

El factor “suelo” juega una función de primer plano en la política. No podemos

imaginar ni el Estado ni la sociedad sin el suelo. Los sociólogos que consideran
al hombre como desprendido de la Tierra están en un error, la célula principal
de toda sociedad, ya sea la familia monógama con sus hijos, viven de un suelo
que cultiva y sobre la cual caza. La creciente demográfica postula la
rentabilización de más suelos y provoca la diferenciación entre los diversos
componentes de una sociedad, ya que existe desigualdad de suelos. Las
familias terminan por formar una red de relaciones ligadas por un suelo, que
será sucesivamente el clan (la Sippe) luego el Estado.
Ratzel explica en seguida los métodos de antropogeografía, ciencia descriptiva
que procede por clasificación, inducción e historia Unblick (una vista
panorámica sobre historia);esta antropegeografía tiene límites: no profundiza
necesariamente los elementos de la geografía física; por tanto no es toda la
geografía.

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MOVILIDAD Y PATRIAS ORIGINALES

La antropogeografía abarca la historia, como movimiento histórico. Las

personas lo han percibido en su movilidad. La movilidad es una caracterítica
de todas las personas, comprende las que son aparentemente menos móviles.
Esta afirmación ratzeliana de la movilidad de las personas se opone a la
búsqueda contemporánea de los Ursitze (de las patrias originales). Para
Ratzel, no existe lugar original que haya estado en cierto clase de paraíso
identitario, donde la gente vivía en paz. El objeto de la antropogeografía no es
por tanto describir los suelos independientemente de los movimientos que
sobrevienen, sino estudiar la relación entre el suelo y los elementos
cambiantes que se desplegan. De allí, esta optica que privilegia el movimiento,
el territorio de la gente es percibido también como cambiante que las personas
mismas. La movilidad es el fruto del crecimiento demográfico que exige en
principio de las personas la colonización interior, es decir la explotación
sistemática de su territorio por intensificación de la cultura, lo que refuerza e
interioriza cada vez más el enlace material, afectivo y psíquico en el suelo,
Cuando existe agotamiento de recursos y crecimiento ininterrumpido, la
movilidad se exterioriza por emigración, separada de un cambio de carácter
(así, el Turco es diferente en Asia Menor y en Altai o sobre los límites de la
Caspienne). Los periodos de apaciguamiento no significan ni pausa definitiva ni
muerte histórica. Ratzel señala también las migraciones espirituales, como las
de Egipto antiguo que inspira las culturas de Asia Menor y de Chipre.

TRIBUS PENETRANTES Y TRIBUS PENETRADAS

En el estado inicial primitivo, las personas son pequeñas y repartidas de

manera dispersa sobre el territorio, por tanto, entre las zonas habitadas,
subsistentes de los espacios desocupados donde pueden, en el caso que
venzan, introducirse los elementos alógenos. Los Indios de Américanos eran
poco numerosos y repartidos sobre inmensos territorios, lo que favoreció la
colonización del abolengo europeo, que penetraban en las zonas
abandonadas. Las sociedades primitivas conservan generalmente la mitad del
suelo desocupado en reserva. No cuentan con muchos nacionales y estos son
móviles y no quedan por mucho tiempo fijos en un suelo. Esta movilidad de las
sociedades primitivas plantean el problema en los estudios prehistóricos, como
lo muestra el estudio de Quatrefages sobre los guaraníes, donde las tribus
penetrantes se juxtaponen en tribus penetradas, entremezclando la clase
poblaciones heterogéneas sobre un mismo territorio.
En el estado superior, la antropogeografía de Ratzel constata una relación más
compleja en el suelo; la que es más fuertemente rentabilizada, la población allí
está más sujeta. Existe otra desaparición progresiva de espacios vacíos entre
las aglomeraciones, también rudimentarias. En este contexto, la movilidad
adquiere una nueva dimensión: la de Verkehr (la circulación). Ratzel se da
cuenta que Verkehr se observa ya en los Aborígenes australianos o los
Esquimales pero son provocar una aceleración de la historia y de sus
comunicaciones por la construcción de rutas durables.

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NOMADISMO Y COMUNICACIÓN

Los tipos de movimientos de personas son variados: movimiento interior,

migraciones inconscientes, migraciones desordenadas, guerras, huidas ante
los invasores, movimientos pacíficos, nomadismo, colonizació, etc. Las
reflexiones de Ratzel sobre el nomadismo son de una gran pertinencia. El
nomadismo, formado por pastores coaccionados de errar cuando el crecimiento
de sus tropas lo exigen, postula una organización guerrera permanente. Los
nacionales de estas poblaciones de pastores están siempre dispuestos a
afrontar lo peor y comprenden su inestabilidad territorial por una jerarquización
estrcita de sus sociedades. Sus aportes culturales son modestos pero unen a
las personas por su sentido de la disciplina y se hacen así vectores de ideas,
comunicadores.
La sedentarización marca la interrupción de la movilidad de tipo nómade.
Comienza así la era de la colonización consciente. Las emigraciones ya no son
dictadas por los factores como la rarefacción de las culturas o el crecimiento de
las tropas sino por la disidencia religiosa o ideológica (los disidentes religiosos
ingleses que se fijan en América), donde predominan los elementos jóvenes y
masculinos.
En esta optica sedentaria, el crecimiento de la población debe ser canalizado y
dirigido por el Estado. El estado debe velar por disponer suficientemente del
suelo para garantizar el crecimiento y la permanencia de un pueblo. La pérdida
del suelo pone en marcha un proceso de regresión. La historia nos muestra
que existieron vasatas percepciones de espacio y percepciones reducidas del
espacio. Los romanos han evolucionado de un espacio reducido en el Latín a
una concepción de Orbis, ya que sus esfuerzos estaban guiados por una
vasta concepción del espacio. Los griegos, por el contrario, tenían una
concpeción estrecha del espacio, intentando preservar su especificidad al evitar
la dispersión sobre el territorio muy vasto. Tal concepción del espacio se situa
igualmente en las personas habituadas en un ecosistema montañoso o
extraño. Para ellos, existe riesgo de fragmentación si se desbordan en el llano,
territorio de tipo profundamente diferente, más abierto en Verkehr.

OEKUMENE EN CRECIMIENTO CONSTANTE

En el segundo volumen de su Antropogeographie, Ratzel definió lo que

entiende por oekumene, ya sea la zona habitada por los humanos sobre el
planeta Tierra. En el transcurso de la historia, el oekumene reducido de los
Antiguos se incrementó sin cesar para cubrir rápidamente el conjunto de la
superficie del globo, haciendo desaparecer las zonas an-oekuménicas, que
comprendía las últimas islas inhabitadas de los Océanos Indico y Pacífico. La
conquista europea de América hizo que nosotros nos acostumbremos a percibir
América como un Extremo Occidente, mientras que la América precolombina
ignoraba el manejo del fierro, a manera de las culturas polinesias. Esta es la
razón de la caída de las civilizaciones amerindias. Desde esta perspectiva,
América era un Extremo Oriente del espacio pacífico.
Ratzel examina enseguida la relación entre la densidad de la población y el
nivel de cultura. La débil densidad, dispersa es índice de un nivel civilizacional
bajp; la densidad fuerte, es índice de un anclaje, de un arraigamiento de larga
duración, es decir de un nivel civilizacional elevado. El colapso de una
densidad indica un retraso. Las personas del nivel civilizacional bajo ceden

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generalmente el terreno a la civilización (en la época de Ratzel, Europa). Es

una consecuencia de la ampliación del oekumene y de la europeización del
planeta. Este proceso se acompaña de destrucciones de personas por
violencia, mezclas y confiscación de tierras.
Las personas de nivel civilizacional bajo se autodisuelven, se autodestruyen,
principalmente a causa de la ciertas prácticas culturales y culturales como el
canibalismo, el infanticidio ritual, las castraciones por motivos religiosos, la
prohibición para las muejeres y los ñiños de consumir ciertos alimentos richos,
etc. Los monoteísmos, los factores de progreso, han puesto fin a estas
prácticas, según Ratzel.
Los dos volúmenes de Antropogeographie de Ratzel, más allá de las
reflexiones sobre el hombre que hemos puesto en ejercicio aquí, contienen
vastos capítulos que tratan sp}obre geografía física.
Voelkerkunde (Etnología) 3 vol), 1885/88 (2 vol. Revisados y corregidos), 1894.
En el captulo introductorio a esta voluminosa obra de dos tomos, Ratzel definió
la tarea de su Voelkerkunde, de su etnología: probar la cohesión de la
humanidad, la unidad final del género humano. Esta no está dividida en
entidades (raciales) distintas, separadas por pozos insuperables sino al
contrario enlazadas entre ellas por “diferencias de grados”. El objeto de la
Voelkerkunde es por tanto estudiar los pasos, pasarelas, entre estas diversas
entidades y mostrar la cohesión interna que les es subyacente. Para Ratzel, la
humanidad constituye un todo cerrado de diversidades y reunida en un
oekumene. En el centro de este oekumene viven, al margen, los Naturvoelker,
más dependienres de la naturaleza que los Kulturvoelker. La diferencia entre
Naturvolk y Kulturvolk no reside en el grado de civilización sino más bien en el
tipo relación con la naturaleza. La cultura es la liberación de las gravedades
naturales: no desprende definitivamente ni completamente al hombre de la
naturaleza sino que instaura entre ellos los vínculos más diversificados y
complejos, menos inmediatos por tanto menos frágiles. Para Ratzel, la cultura
es la suma de todas las experiencias culturales dadas en un momento preciso
de historia. Define enseguida el idioma como un don general de la humanidad,
como un fenómeno propio al conjunto de razas humanas, como un reflejo de la
vida en cambio constante. Su Voelkerkunde contienen toda una serie de
interesantes especulaciones sobre los idiomas, su nacimiento, su crecimiento y
su declive, sobre las palabras fósiles, los dialectos, las relaciones entre el
idioma y el nivel de cultura, etc.

EL ORIGEN DE LA FAMILIA

La obra contiene igualmente importantes reflexiones sobre el origen de la

familia y de la sociedad que se compararán útilmente con las especulaciones
de su época, las de Bachifen, Morgan, Marx y Engels. Para Ratzel, la familia es
el punto de partida de toda vida social y política. La poligamia ocurre cuando
hay más mujeres que hombres (luego de las guerras por ejemplo); la
poliandria, cuando existe ventaja de esclavos masculinos que femeninos en
una sociedad. El matriarcado encuentra su origen en los matrimonios de grupo
donde la única maternidad podía estar determinada con exactitud. La exogamia
y el secuestro de mujeres son tratados con igual precisión. Ratzel anula el
propósito de Marx demostrando que no existe pueblo comunista en el estado
puto pero suficientemente “comunismo” en los Naturvoelker para que este

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constituya un freno a su europeización así como un factor de indolencia que

impide su despegue económico.
En su capítulo sobre el Estado, Ratzel recuerda que todas las personas viven
encerradas en los vínculos políticos más o menos estrictors. Los estados se
desarrollan por la doble acción de los cultivadores y los pastores. En las
sociedades primitivas dobde existen estratos de pescadores, las cualidades
requeridas para dirigir esquifes rudimentarios se transforman en características
políticas: El estado, también embrionario, se dirige como un buque o flotilla de
barcos. Los agricultores, que trabajan más solos, muestran una propensión
menos grande a crear Estados. Pero la continuidad de sus obras, terminadas
con paciencias, la proximidad de sus granjas, crean un tejido de recuerdos y
una red de intereses comunes, determinado por el suelo que ocupan. Si las
poblaciones de agricultores tienden a crear Estados enanos, las poblaciones de
pastores y de nómades construyen muy rápidamente Estados gigantescos,
unidos por la disciplina adquirida en el transcurso de las transhumancias de las
castas. La familia patriarcal de las poblaciones de pastores denuncia ya esta
cohesión que las circunstancias transpondrán a las ruedas el estado eventual o
imperio. Las poblaciones de cazadores eligen el más fuerye como jefe,
mientras que las poblaciones de pastores, el más antiguo, el que conserva un
máximo de recuerdos. De allí, las tendencias a la oligarquía militar o a la
gerontocracia. En los estados sedentarizados, los residuos del nomadismo son
reprimidos a las fronteras, en las zonas amortiguadoras transformadas en
territorios de caza o en reserva de tierras a colonizar.
Ratzel prosigue sus reflexiones etnológicas evocando la guerra, que en las
sociedads primitivas, es menos sangrienta pero más larga que las guerras
europeas y así el objetivo es la exterminación definitiva del adversario. El
estado extrae al hombre de su aislamiento infecundo.
El grueso de dos volúmenes de la Voelkerkunde está constituido de capítulo
que tratan una por una cada una de las razas y subrazas de la humanidad.

GEOGRAFIA POLÍTICA, 1897

La Obra más conocidad de Ratzel, Politische Geographie se compone de

nueve partes. La primera estudia las relaciones entre el suelo y el Estado. Para
Ratzel, el Estado es un organismo relacionado a un suelo (bodenstandig), en
un terreno preciso. Esta relación orgánica permite hablar de “biogeografía”.
Desde esta perspectiva biogeográfica, todo Estado es una parcela de la
humanidad relacionada a un suelo dado, la cual es la materia que le da
cimiento. Sin suelo, imposible de pensar en el hombre, pero si en en Estado.
En el relieve, Ratzel da una definición de población (de Volk): es un
reagrupamiento humano unido políticamente y consituido por grupos de
individuos que no están necesariamente emparentados sobre los planos
étnicos y lingüísticos pero anclados en un suelo común. Esto es entonces el
espacio (Raum) que hace al pueblo (Volk). El Estado se desarrolla
desplegando las características de su suelo. Los caracteres del Estado
proceden por tanto de la conjugación de características del pueblo (o de
pueblos) que lo animan y el suelo que lo sostiene.

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POLÍTICA TERRITORIA Y POLÍTICA NO TERRITORIAL

A partir de estas definiciones, Ratzel distingue una “política territorial” y una

política “no territorial”. La “política territorial” apunta a adquirir del suelo y
rentabilizarla. La “política no territorial”, practicada por las potencias
estrictamente comerciales, solo enfoca la explotación pura y simple sin
perspectiva en el largo plazo. Sin preocupación de zócalo, esta “política no
territorial” permanece efímera. El suelo constituye igualmente la problemática
de los conflictos sociales interiores: a causa de la repartición desigual de las
tierras o a causa de las diferentes maneras de entrever su explotación.
Ratzel, luego, estudio las “potencias sin suelo” (Landlose Machte), los “pueblos
sin suelo” y los “territorios sin pueblo”. Las potencias sin suelo buscan un suelo
donde anclarse: son con frecuencia potencias espirituales en búsqueda de un
territorio para modelar según sus concepciomes (califato, pontificado católico
romano, teocracia tibetana). Los pueblos sin suelos resurgen dos categorías:

1. Los pueblos en hordas, que son fundadores del Estado porque buscan
establecerse;
2. Los pueblos en diáspora (Judíos, Tziganos) que no fundan Estado. Las
potencias sin suelo y los pueblos sin suelo se asocian a veces como en
el caso del califato que utilizan las energías del pueblo o del papado
católico-romano que pone a los Normandos a su servicio. Ratzel
distingue en seguida la posesión del suelo de la dominación del suelo.
Poseer un suelo no significa dominarlo. Dominar un suelo significa
anclarse siempre allí, arraigarse por el trabajo agrícola.

ANCLAJE Y ARRAIGO

Esta noción ratzeliana de anclaje y arraigo conduce a una definición de la

cultura como dominio del suelo por desecación de las huertas, por el trabajo
lento y paciente de varias generaciones, por el arado. La conquista ideal es por
tanto la conquista pacífica por la agricultura. Los estratos sociológicos están
determinados también por la relación al suelo. Las jerarquías sociales surgen
de una repartición desigual de las tierras. El objetivo de todo Estado sano es
limitar los vientos de las tierras, la enajenación del suelo, por herencia o
dispersión y enfocar así un tipo de igualdad entre los pares. Este ideal del
antiguo europeo es retomado a la superficie en Argentina (Rotos, Gauchos), en
los Estados Unidos y en los Squatters de Australia.
En sus capítulos sobre las relaciones suelo/Estado, Ratzel analiza el
nomadismo y la oposición entre los pastores y los agricultores. La zona que se
extiende de Jordania al Amor está dominada por el nomadismo del desierto y
de la estepa. Los pueblos nómades practican la economía de la razzia y se
organizan gracias a la disciplina militar rigurosa de sys “colonos a cargo”. Pero
esta disciplina y este rigor son efímeros debido a grandes despilfarradores de
energías vitales que no han girado hacia la rentabilización de un suelo. La
sedentaridad de los agricultores es vector del debilitamiento moral pero
consolida la cultura. Ratzel describe las cualidades morales superiores del
nómade, debidas a su “pureza racial” (Beduinos, Mongoles, Kirghizes) y a su
fidelidad a la palabra dada, y las oponen a la corrupción de los sedentarios y
sedentarizados urbanos. Pero, al mismo tiempo, afirma la superioridad
económica del agricultor sedentario que conquistan lentamente el suelo en

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abandono donde erra el nómade (El chino conrta el mongol, el ruso contra los
pueblos turcos de Asia Central, el anglo.celta contra el amerindio). Los
sedentarios fijan la cultura, trampolín hacia las grandes realizaciones humanas.
En su segunda parte, Ratzel estudia los movimientos históricos y el crecimiento
del Estado. Los movimientos históricos son para él los movimientos de los
hombres sobre la Tierra, movimientos que obedecen a un conjunto de leyes;
analizar estos movimientos y poner estas leyes en ejercicio, ese es el objeto de
la antropogeografía”. La historia, como la vida, es movimiento, es el conjunto
de movimientos y contramovimientos suscitados por el hombre. Entre estos
movimientos, la guerra es el medio más violento; llevada por el elemento
primitivo, viril, voluntario y dominante de la humanidad, cuya acción es
generalmente efímera, contrariamente a los valores femeninos de paz, que son
conservadores y constructivos, consolidadores de agriculturas adquiridas.

LA GUERRA: MODALIDADES DIVERSAS

La guerra conoce varias modalidades: la guerra de aniquilación es la más

primitiva y la más inútil ya que se limita a destruir sin construir nada. La guerra
de razzia destruye menos pero no construye nada más. La guerra de conquista
bruta no destruye nada pero no resuelve ningún problema de orden cultural. A
los ojos de Ratzel, todo movimiento, guerrero o no, solo es positivo si se
aumento el valor del suelo. La historia procede por diferenciación. La
diferenciación es el conjunto de múltiples factores que convergen por
incrementar el valor del suelo, desarrollar sus virtudes. Por este proceso de
diferenciación el mundo se complexifica sin cesar. La división del trabajo es
una faceta del proceso general de diferenciación, fruto de la sedentarización.
Ratzel estudia en seguida los fenómenos de conquista y de colonización.

LA COLONIZACION INTERIOR

Cuando un pueblo conoce un crecimiento demográfico importante, la necesidad

de tierras nuevas surge. Entonces se pone en marcha, en una primera fase, el
proceso de “colonización interior”, donde el pueblo en crecimiento rentabiliza su
espacio vital a ultranza. Es un proceso que el historiador puede observar en
China y en Alemania, con las roturaciones de la Edad Media y la puesta en
marcha de los valles alpinos en el siglo XII. La instalación de los colonos y
sajones en Transilvania compiten del mismo proyecto de “colonización interior”
así como la política de la “era agronómica”, comenzada en Francia hacia 1850.
Cuando la “colonización interior” alcanza sus límites, el pueblo en crecimiento
debe resolverse a practicar la “colonización exterior”, recurriendo a la guerra o
a la conquista (pacífica en el caso chino o en el caso alemán en Transilvania y
en Posnania). El pueblo supera así su Naturgebiet inicial. Ratzel procede en
seguida a una clasificación didáctica de los diferentes tipos de colonización.
Las colonias de poblamiento rechazan a los autóctonos y rentabilizan la tierra
(USA, Tasmania); las colonias de plantación o explotación minera utilizan la
mano de obra indígena; las colonias comerciales o de explotación general
dejan intactas las estructuras sociales autóctonas; las colonias de conquistas
se limitan a ocupar los centros nerviosos urbanos. En las colonias de tramperos
(Canadá); los aventureros se mezclan con los indígenas y crean por mezcla un
tipo humano nuevo. El desarrollo de las colonias conduce a una europeización

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de la Tierra. El heroísmo pacífico, no militar, de los colonos provoca un

rejuvenecimiento de los espíritus, comprendidos en la metrópolis.
Al final de la segunda parte, Ratzel trata el territorio del Estado y el territorio
natural, de su estructura interior y de sus relaciones recíprocas. Estas
relaciones crean la esfera de la comunidad cultural que puede alargarse más
allá del Estado, al nivel del oekumene. Un oekumene de este tipo yace en la
adhesión a un sistema de derecho público, tal como existía a fines del siglo XIX
en Europa, con una extensión formal a Turquía desde el Congreso de Paris en
1856 y ua extensión de hecho al Japón y a China. La visión ratzeliana de
desarrollo de la humanidad parte de una definición de Naturgebiet, derivada de
Carl Ritter. Al comienzo de un Naturgebiet determinado, un pueblo trabaja y da
cohesión a un territorio. En un momento dado, sobrepasa su Naturgebiet inicial
y comienza un proceso de colonización exterior.
En la tercera parte de la Geografía Política, Ratzel estudia el crecimiento
espacial de los Estados, no solamente recalcando el impacto de los factores
geográficos sino omitiendo evocar los factores de orden religioso y la dinámica
de las ideas nacionales. Explica que los Estados son pequeños a los estados
culturales inferiores (ciudades-Estado de 100 habitantes en India, pequeñas
islas polinesias divididas en entidades políticas rivales) y ampliando a medida
que la cultura se extiende. Cronológicamente, explica Ratzel, el crecimiento del
Estado sigue al crecimiento de otros factores, económico y/o religiosos. Las
ideas religiosas y filosóficas trascienden las fronteras y favorecen los
reagrupamientos humanos.

CENTRO Y PERIFERIA DE LOS OEKUMENES

La cuarta parte de la obra trata de la situación de los Estados en general, de su

posición sobre el planeta. Ratzel evoca también en sus capítulos la función de
los factores climáticos. Cuando trata de los oekumenes, pone en evidencia las
diferencias entre el centro y las periferias. Alemania, con algunas otras
naciones, ocupa el centro del oekumene europeo. Esta posición exige la
solidez de los anclajes políticos, mientras que las zonas periféricas de los
oekumenes pueden satisfacerse de los vínculos políticos más flojos,
construcciones políticas más frágiles (administración rusa de la zona del rio
Amour y de Yakoutie o la administración británica de los territorios del Noroeste
canadiense). Los centros de los oekuemens están densamente poblados. Las
periferias tienen poblaciones dispersas.
La quinta parte de Geografía Política, trata del espacio propiamente dicho.
Ratzel aborda la noción de espacio, el Raumsinn (el sentido del espacio), en el
espíritu de los pueblos y estudia el impacto del elemento espacial en la
grandeza histórica. Esta procede de la visión que tenemos los hombres del
Estado del espacio: esta visión puede ser grande o estrecha pero siempre debe
intentar valorar las posibles que encubren el suelo. La guerra es la escuela del
espacio, ya que confronta las masas humanas con la realidad territorial. La
especificidad de los pueblos se percibe y se mide en la forma de dominar el
espacio. Ratzel emite en seguida toda una serie de reflexiones sobre los
Estados en los espacios reducidos, cuyas ciudades-estado, y sobre la densidad
de las poblaciones que, según las circuntancias, puede revelarse fuerza o
debilidad.
Muy interesantes son sus especulaciones sobre la esencia de la circulación. La
circulación interpela tres factores espaciales: dos lugares geográficos, el lugar

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de partida y el lugar de destino, y el camino recorrido. Su esencia está por

consecuencia condicionado por la geografía. La circulación es una forma
particular del movimiento histórico, creadora de armonía y aceleradora de la
historia. La circulación es condición previa del crecimiento del estado.
La sexta parte de Geografía Política trata las fronteras, productos de los
movimientos históricos y expresiones del tipo de movimiento que les dio
nacimiento. El objetivo de los hombres de Estado debe ser simplificar el trazo
de las fronteras, dar a su territorio una morfología simple, lo que facilita la
defensa territorial y fronteriza.
La sétima parte de la obra trata de las costas, islas y penínsulas. La octava del
mar, elementos espirituales que animan las talasocracias, motivos
continentales y oceánicos que han favorecido al desarrollo de las potencias
marítimas: todas las ideas que se han recopilado en Das Meer als Quelle der
Voelkergroebe (1900). La novena parte trata de la fisionomía de los llanos y las
montañas.

 Das Meer als Quelle der Voelkergroebe (el Mar como fuente de la grandeza de
los pueblos) 1900.
Pequeña obra concisa que aborda el mar, su inmensidad y su uniformidad.
Ratzel describe los mares periféricos e interiores, los mares cerrados, los
estrechos, los finisterres y las penínsulas. La obra nos revela en seguida la
esencia de la talasocracia y los poblados marinos. El mar, explica Ratzel, es
vía, camino, es pasividad pero no siempre es completamente sumiso; es pura
naturaleza, la más pura naturaleza a la cual se enfrenta el hombre. De allí, los
pueblos marinos, que hacen frente a esta inmensidad elemental, conocen
mejor el mundo y todas las vías que conducen a ellos. Cruzan
considerablemente el horizonte político por su Weitblick (la visión que tiene
sobre lo lejano).Este era el casi de los alemanes de la Hanse, de los Grecos de
Atenas y los italianos de Venecia. El mar creó las potencias mundiales
precisamente porque es la vía que lleva por todo el mundo. Es por tanto
portador de progreso. De allí Ratzel deduce la difercnia entre los poblados
marinos y los pueblos que han renunciado al mar como los egipcios y los
chinos. Estos últimos han tenido una historia larga pero uniforme, sin
contradicciones fertilizantes. Ratzel describe estas civilizaciones no marinas
como Halbkulturen (semi-culturas) a las cuales les falta un elemento
dinamizante. El único elemento dinamizante que ellos han conocido, es la
amenaza de los poblados de pastores nómades de más allá de sus fronteras,
hostiles en toda forma y que practican la guerra de razzia.

FRAGILIDAD Y TALASOCRACIA PURA

Ratzel describe lo que entiende por “talasocracia pura”. Una talasocracia pura
es una potencia que no percibe o solo el mar como vía, camino y no una fuente
de poder. Si un pueblo domina el mar exageradamente, descuidado cualquier
otro factor de poder, es, en principio de curso, el mar quien terminará por
dominarlo. Este proceso proviene del hecho que el poder de la talasocracia ya
no yace en el suelo sino en la flota sobre las aguas: una tempestad puede
ponerle fin de la noche a la mañana (La Armada del Rey de España en 1588).
El poder marítimo, como mostramos el desarrollo del Imperio británico, cree
muy rápido pero descuidando la adquisición de territorios. Las potencias
litorales o insulares consideran que la posesión del suelo es una desventaja.

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Las potencias terrestres, por el contrario, crecen muy lentamente pero más aún
de manera segura. El ejemplo de Atenas muestra claramente que los territorios
urbanos de fuerte densidad depender alimentariamente de graneros de trigo y
de vastas zonas portadoras de materias primas indispensables para la cida.
Las reservas de Atenas se sitúan en la zona póntica y la fuerza de la ciudad
greca residía en el dominio marítimo de las vías de acceso al Puente. Cuando
Felipe de Macedonia recorta estas vías de acceso, Atenas cae entre las
manos. La fragilidad de las talasocracias reside en el hecho que el alejamiento,
la distancia deben siempre ser superadas. Toda talasocracia sucumbe al
monopolismo, que se enfoca en la eliminación de los competidores.Esta ha
sido la política inglesa. Pero, en la historia, jamás una sola potencia ha reinado
sin distribución sobre el conjunto de las tierras conocidas.
El mar, res nullius, noconoce ni tratados ni fronteras. Los tratados que buscan
reglamentar la distribución de las aguas o impedir la circulación de los buques
de una potencia precisa en ciertas zonas marítimas nunca son de larga
duración; la potencia ascendente está forzosamente tentada a sobrepasar las
cláusulas y constuir su monopolio marítimo. El dominio de los mares permite
contener por mucho tiempo a todo adversario que no los domine: varios
ejemplos históricos lo prueban, principalmente el de Venecia que tiene a la
cabeza el Imperio Otomano o el de Inglaterra que termina por vencer a
Napoleón. Mejor: las guerras entre potencias continentales favorecen al
desarrollo del poder marítimo que toma tiempo para controlar las vías
oceánicas y el comercio mundial. Los Estados insulares están predestinados a
convertirse en talasocracias poderosas. Los estados peninsulares o litorales
siempre corren el riesgo de ser barridos por la potencia terrestre de su
hinterland (Hanse, Holanda, Dinamarca). Este estado de cosa explica el
formidable desarrollo de Inglaterra y la rápida asecensión del Japón.
La irrupción del Japón y de su flota sobre la escena mundial prueba que existe
multiplicación constante de las potencias marítimas cuya desaparición del
monopolio del poder dominante, lo que significa, en la época de Ratzel,
retroceso del Imperio británico. Las potencias continentales puras, como el
Imperio de Carlomagno o el Reich medieval alemán, son de allí en adelante
recuerdos de la historia. Los franceses y los alemanes se han constituido en
flotas y, preve Ratzel, varios países de América latina seguirán, antes Australia
y Africa del Sur. La gran potencia del futuro combinará a partir de allí la
potencia terrestre y la potencia marítima. Ya no podrá tener distinción absoluta
entre la potencia continental y la potencia marítima.

LA TIERRA Y LA VIDA 1901

Esta obra de dos grandes volúmenes de Ratzel constituye el manual de base

de la geografía política. En los primeros capítulos, el autor aborda la prehistoria
y la historia de los conocimientos geográficos, que se han elaborado sobre las
base de los relatos de viaje, fuentes griegas y romanas, informes de
misioneros, descubrimientos de los portugueses, de Colón, etc. En el siglo XIX,
la geografía se convierte en una ciencia gracias a los trabajos de Humboldt y
de Ritter. Ratzel en los dos volúmenes de Die Erde und das Leben, trata
sucesivamente de la tierra y de su entorno (el sistema solar), de la vulcanología
y de la corteza terrestre, los continentes y los océanos, las costas (fiordos,
deltas, lagunas, etc), la geología, intemperies y erosiones, formas del suelo,
hidrografía (con estudio de las propiedades químicas y físicas de las aguas

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dulces y marinas y reflexiones sobre la significación histórica del mar y de la

lucha de los hombre contra el), el aire y el clima (influencia de la temperatura
sobre el cuerpo y el alma del hombre). En la parte consagrada a la
biogeografía, Ratzel, biólogo de profesión, insiste en la unidad de la vida
(enfoque no dualista), sobre el desarrollo de las materias orgánicas (influencia
de Haeckel), sobre la organización de las sociedades botánicas y animales,
sobre la lucha por la comida, antes de darnos una definición del Lebensraum,
la cual puede ser vasta o limitada, pero siempre es objeto de conflicto e
influencia de los organismos. Disponer de vastos espacios es una garantía de
supervivencia. En cuanto a la parte consagrada de la antropogeografía,
contiene reflexiones generales sobre la humanidad, sobre sus orígenes, sobre
las razas que la constituyen y las combinaciones entre estas razas. Ratzel
constata que existe un choque conflictual entre las diversas razas de la
humanidas desde que la europeización del mundo se aceleró y amplificó.
Ratzel no se hizo apóstol de una teoría de la pureza racial y estima que los
conflictos interraciales se apaciguarán con el tiempo. Reitera sus tesis en
cuanto a la relación del hombre con la Tierra, a la circulación como mejor
expresión del movimiento histórico, a la cultura cuya base es la agricultura.

NACIÓN Y NACIONALIDAD

En los capítulos dedicados al pueblo y al Estado, repite su definición de pueblo

como comunidad de habitat, demuestra que no existe pueblo sin Estado y que
esta es tan antigua como la familia y la sociedad. Luego de haber operado una
distinción entre, por un lado, los pueblos que dirigen y fundan los Estados, y
por otro lado, losa pueblos que obedecen, y haber reflejado una vez más el
fenómeno de la guerra, Ratzel da mucha importancia en la diferencia entre
“nación” y “nacionalidad”. La nación es un pueblo independiente políticamente
o capaz de asumir su independencia. La nacionalidad es una parte del pueblo
pero una parte que es políticamente dependiente. Así, los lituanos y los
eslovenios no son nacionales sino nacionalidades. Los polacos y los irlandeses
son naciones en proceso, capaces, según Ratzel, de asumir plenamente su
independencia política. La nación ya no es más un concepto de orden
genealógico, nos explica. Esto era cierto en la fase de la ciudad-estado, donde
todos los habitantes descendían de un ancestro común y estaban ligados por la
sangre. Definir la nación según la genealogía solo es posible sobre un espacio
reducido. La guerra y la circulación reducen a la nada las purezas raciales. Los
grandes espacios son por definición heterogénea sobre el plano étnico y esta
pluralidad es una fuerza. Ratzel la requiere para probar la influencia fecundante
del elementos germánico en los países romanos, del elemento esclavo en
Prusia y los elementos judíos y alemanes en Rusia.

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BIBLIOGRAFÍA

OBRAS DE RATZEL:
  
Sein und Werden der organischen Welt. Eine populäre Schoepfungsgeschichte,
Leipzig, 1869 (2ième éd., 1877); Wandertage eines Naturforschers, Band I,
Zoologische Briefe vom Mittelmeer. Briefe aus Süditalien,  Band II,
Schilderungen aus Siebenbürgen und den Alpen, Leipzig, 1873-74; Die
Vorgeschichte des europäischen Menschen,  Munich, 1874; Städte- und
Kulturbilder aus Nordamerika,  vol. I et vol. II, Leipzig, 1876; Die chinesische
Auswanderung. Ein Beitrag zur Kultur- und Handelsgeographie, Breslau, 1876;
Die Vereinigten Staaten von Nordamerika, Band I, Physikalische Geographie
und Naturcharakter, Band II, Kulturgeographie der Vereinigten Staaten von
Nordamerika unter besonderer Berücksichtigung der wirtschaftlichen
Verhältnisse, Munich, 1878/80 (2ième éd., 1893); Aus Mexiko. Reiseskizzen
aus den Jahren 1874 und 1875, Breslau, 1878; Die Erde, in 24
gemeinverständlichen Vorträgen über allgemeine Erdkunde. Ein
geographisches Lesebuch,  Stuttgart, 1881 (4ième éd., 1921); Wider die
Reichsnoergler. Ein Wort zur Kolonialfrage aus Wählerkreisen,  Munich, 1884;
Voelkerkunde,  Band I, Die Naturvoelker Afrikas,  Band II, Die Naturvoelker
Ozeaniens, Amerikas und Asiens,  Band III, Die Kulturvoelker der Alten und
Neuen Welt, Leipzig, 1885/88, (2da ed. Completamente revisado y corregido en
dos volumenes, 1894-95); Grundzüge der Voelkerkunde, Leipzig & Vienne,
1895; Anthropogeographische Beiträge, herausgegeben von Fr. Ratzel, Leipzig,
1895; The History of Mankind, traducción inglesa de A.J. Butler, Londres,
1896/98; Politische Geographie,  Munich & Leipzig, 1897 (3ra ed. revisada y
completada por Eugen Oberhummer, 1923); Deutschland. Einführung in die
Heimatkunde, Leipzig, 1898 (6ième éd., Berlin, 1932); Beiträge zur Geographie
des mittleren Deutschland, herausgegeben von Fr. Ratzel, Leipzig, 1899; Das
Meer als Quelle der Voelkergroeße. Eine politisch-geographische Studie, 
Munich, 1900 (2ième éd. 1911); Der Lebensraum. Eine biographische Studie, 
Tübingen, 1901; Die Erde und das Leben. Eine vergleichende Erdkunde, 2 vol.,
Leipzig & Vienne, 1901/02; Über Naturschilderung,  Munich & Berlin, 1904 (2da
ed. 1906); Glückinseln und Träume. Gesammelte Aufsätze aus den
Grenzboten, Leipzig, 1905; Kleine Schriften. Ausgewählt und herausgegeben
durch Hans Helmolt, 2 vol., Munich et Berlin, 1906; Raum und Zeit in
Geographie und Geologie, herausgegeben von Paul Barth, Leipzig, 1907; Bilder
aus dem Kriege mit Frankreich, Wiesbaden, 1908. 

ANTOLOGIAS DE TEXTOS DE RATZEL: 

Erdenmacht und Voelkerschicksal. Eine Auswahl aus Fr. Ratzels Werken, 

herausgegeben und eingeleitet von Generalmajor a. D. Prof. Dr. Karl
Haushofer, Stuttgart, Alfred Kroener, 1937; Friedrich Ratzel, La géographie
politique. Les concepts fondamentaux.  Elección de textos y traducción del
alemán por François Ewald. Prólogo de Michel Korinman, Paris, Fayard, 1987. 

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TEXTOS SOBRE RATZEL: 

 Viktor Hantzsch, "Friedrich Ratzel", en Biographisches Jahrbuch und

deutscher Nekrolog,  hrsg. v. Anton Bettelheim, IX. Band, 1904, Berlin,
Georg Reimer, 1906.
 Michel Korinman, "Friedrich Ratzel, Karl Haushofer, "Politische
Ozeanographie"", en Hérodote,  32, enero.-marzo 1984, Paris, ed. La
Découverte. 
 Nombreuses références à Ratzel dans Jean Brunhes et Camille Vallaux,
La géographie de l'histoire. Géographie de la paix et de la guerre sur
terre et sur mer,  Paris, Félix Alcan, 1921. 
 Nombreuses références dans Michel Korinman, Quand l'Allemagne
pensait le monde. Grandeur et décadence d'une géopolitique, Paris,
Fayard, 1990. 
 Nombreuses références dans Adolf Grabowsky, Raum, Staat und
Geschichte. Grundlegung der Geopolitik,  Carl Heymanns Verlag,
Koeln/Berlin, 1960. 

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