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ME

MOMemoria individual /
Memoria colectiva

RIAS
Es común encontrar en la literatura relacionada con el tema de memoria la alusión a ‘trabajo
de memoria’. Esto cobra sentido cuando se comprende que en tanto el trabajo de memoria no
es espontáneo subyacen o se explicitan unas preguntas y que de la respuesta a las mismas se
desprenden consideraciones sobre la memoria individual y la memoria colectiva, los contenidos
del recuerdo y las maneras de hacer memoria. Así dice Garrido (2005):
Preguntas nucleares de un ejercicio de memoria laboriosa (Ricoeur) o trabajo de
memoria, que pretende trascender la tenencia pasiva del recuerdo o el encuentro
meramente casual con él, para ir más activamente en su búsqueda. ¿De quién es
la memoria? ¿De qué hay recuerdo? Entre una y otra pregunta, hay un largo trecho
por recorrer y este trecho no es otro que el del cómo se recuerda. (p.206)

¿De quién es la memoria? Memoria individual


o memoria colectiva

Trabajo de memoria
¿Cómo se recuerda? Maneras de hacer memoria
(no espontáneo)

¿De qué hay recuerdo? Contenidos del recuerdo


LA
MEMO
¿De quién es
la memoria?

RIA
La respuesta a esta pregunta ha llevado a consideraciones importantes sobre todo desde la
sociología, que enfatizan en la memoria colectiva o enmarcada socialmente. Con la memoria
colectiva se caracteriza la memoria individual; no obstante, y reconociendo estos polos, Ricoeur
alude a un plano intermedio de referencia, dando lugar a lo que el autor denomina plano de
relación con los allegados.
¿No existe entre los dos polos de la memoria individual y de la memoria colectiva,
un plano intermedio de referencia en el que se realizan concretamente los intercambios
entre la memoria viva de las personas individuales y la memoria pública de las
comunidades a las que pertenecemos? (Ricoeur, 2000, p.171)

¿De quién es la memoria?

Plano de relación
Memoria colectiva Memoria individual
con los allegados

Según Elizabeth Jelin (2001):


El ejercicio de las capacidades de recordar y olvidar es singular. Cada persona tiene
“sus propios recuerdos”, que no pueden ser transferidos a otros. Es esta singularidad
de los recuerdos, y la posibilidad de activar el pasado en el presente —la memoria
como presente del pasado, en palabras de Ricoeur (1999:16)— lo que define la identidad
personal y la continuidad del sí mismo en el tiempo. Estos procesos, bien lo sabemos,
no ocurren en individuos aislados sino insertos en redes de relaciones sociales, en
grupos, instituciones y culturas. De inmediato y sin solución de continuidad, el pasaje
de lo individual a lo social e interactivo se impone. Quienes tienen memoria y recuerdan
son seres humanos, individuos, siempre ubicados en contextos grupales y sociales
específicos. Es imposible recordar o recrear el pasado sin apelar a estos contextos.
Dicho esto, la cuestión —planteada y debatida reiteradamente en los textos sobre
el tema— es el peso relativo del contexto social y de lo individual en los procesos
de memoria. (pp.19-20)

Contextos sociales y grupales

Singularidad
Yo Recordar
del recuerdo

Identidad personal

Para Ricoeur (2000), “la fenomenología del mundo social penetra de lleno en el régimen del vivir
juntos, en el que los sujetos actuantes y sufrientes son de entrada miembros de una comunidad
o de una colectividad” (p.169). La memoria colectiva tiene que ver con la existencia de rasgos
del ejercicio de la memoria que llevan la marca del otro. Así afirma que:
En su fase declarativa, la memoria entra en el ámbito del lenguaje: una vez expresado,
pronunciado, el recuerdo es ya una especie de discurso que el sujeto mantiene consigo
mismo. Ahora bien, el pronunciamiento de este discurso se hace en la lengua común,
lo más a menudo en la lengua materna, que —es preciso decirlo— es la lengua de los
otros. (pp.167-168)
Bajo la premisa de la experiencia del mundo compartido, la cual descansa en un tiempo y
un espacio, tiene sentido la relevancia del mundo de los contemporáneos, predecesores y
sucesores, fenomenología de la memoria compartida que da cabida al reino de los allegados,
de los anteriores, sobre todo a los contemporáneos, y allí a los próximos por el vínculo de la
amistad, que acerca los polos del individuo solitario y del ciudadano definido por su contribución
a la vida de la ciudad. De manera muy bella, Ricoeur incluye en sus allegados a quienes aprueban
o desaprueban sus acciones pero no su existencia.

REFE
Referencias bibliográficas
RENCIAS
Garrido Lecca, J. (2005). Reseña de “La memoria, la historia, el olvido, 1. ed. en español” de
P. Ricoeur. Persona, (8), 205-210.
Jelin, E. (2001). Los trabajos de la memoria. España: Siglo XXI Editores.
Ricoeur, P. (2000). La memoria, la historia, el olvido. Argentina: Fondo de Cultura Económica.

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