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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE INGENIERÍA DE PROCESOS


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA
METALÚRGICA

“CONFLICTO SOCIAL CASO


TAMBOGRANDE”
METALURGICA-CONFLICTOS EN MINERIA Y MEDIO AMBIENTE 

DOCENTE:
 ING. VICTOR VICENTE BUSTINZA RIVERA

PRESENTADO POR:

 BARRIGA LIZANA, JEAN PIERRE


 SANCHEZ GUTIERREZ, BRAULIO
 CCASA SAICO, JUAN CARLOS
 MAMANI MAMANI, DANIEL HECTOR
 LIVISI QUISPE, DENNIS BENJE

AREQUIPA – PERÚ
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2020

INTRODUCCIÓN

Perú es un país con una larga historia de explotación minera que data de tiempos
prehispánicos. Sin embargo, a partir de la colonización española de nuestros territorios, la
minería adquirió un papel distinto que ha marcado la relación entre los países en vías de
desarrollo con los industrializados. Esta historia, especialmente desde la época
republicana, está teñida de muchos cambios y variaciones, que van de la constitución de
enclaves y las posteriores nacionalizaciones de empresas mineras, hasta llegar a la
situación actual, en la que se mantiene un patrón de extracción de productos primarios
por empresas transnacionales asociadas a grandes capitales nacionales, y un gran
impulso e interés de los gobiernos latinoamericanos por promover esta actividad. Esto
último configura dos tipos de relaciones entre los diferentes actores involucrados; por un
lado, relaciones armónicas y de convivencia entre el Estado y las empresas mineras
transnacionales; y por otro, relaciones conflictivas entre los primeros y los trabajadores y/o
pobladores de zonas en explotación.

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CASO TAMBO GRANDE

En la actualidad, el gobierno peruano, en su interés por promover la actividad minera y


las inversiones de grandes capitales transnacionales para financiar su caja fiscal, compite
a su vez con otros países latinoamericanos por conseguir estos inversionistas. Todo ello a
costa del relajamiento de sus reglamentos de control ambiental, de la posible pérdida de
zonas adecuadas para otro tipo de actividades, así como de los daños ya ocurridos al
medio ambiente y a la población de zonas aledañas a las explotaciones mineras. El
sistema de toma de decisiones centralista, la casi nula intervención del Estado en la
mediación de los conflictos generados alrededor de estas actividades, así como el
paquete de medidas de corte neoliberal aplicado en los años noventa, han creado un
ambiente que promueve la persistencia de conflictos de difícil resolución entre pobladores,
trabajadores y empresas mineras. Así, estas medidas colaboran para generar un clima
para la promoción de inversiones y el mantenimiento de las relaciones Estado-compañías
mineras que les permiten conseguir sus objetivos macroeconómicos y mantener sus
gastos fiscales en un ambiente de debilidad y segmentación de la sociedad civil. El
propósito de esta investigación es estudiar un caso de conflicto previo al establecimiento
de una compañía minera en el distrito de Tambogrande, departamento de Piura, en Perú.
Se trata de una zona conocida por ser principalmente agrícola, rodeada de valles
productores de frutales para la exportación así como de bosques y caracterizada a su vez
por su frágil ecosistema. El estudio del conflicto y de las políticas públicas del gobierno
peruano nos servirá para ilustrar cuál es la implicancia en un caso específico de la
actuación del Estado ante determinados conflictos, así como de la promoción de las
inversiones intensivas de capital financiero típica de las medidas de corte neoliberal en
Latinoamérica. Esta problemática engloba muchos aspectos entre los cuales destacamos
los temas legales, ambientales, de participación ciudadana y de modelos de desarrollo. La

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primera parte del presente informe consta de un breve recuento de la historia minera en
Perú, que procura mostrar continuidades y rupturas en las relaciones entre el Estado y las
compañías mineras así como la naturaleza de dicha explotación en el país. Además, se
incluye un examen de la legislación de promoción minera y agrícola para mostrar el vacío
y las aparentes inconsistencias dadas entre las políticas de los sectores mencionados. En
la segunda parte se presentan las particularidades de la zona de estudio, la narración del
conflicto y una caracterización de los principales actores involucrados. Finalmente, en
Gina Alvarado Merino 69 el tercer apartado se presentan algunos cuestionamientos a la
actuación del Estado y las reflexiones que el caso suscita.

¿DÓNDE ESTÁ UBICADO?


El principal depósito del mineral está justo debajo de Tambogrande, pequeño pueblo
agrícola en el valle de San Lorenzo, departamento de Piura, en la costa norte peruana. En
todo el Valle de San Lorenzo hay numerosas concesiones mineras esperando ser
exploradas, y a los ciudadanos les preocupa que el proyecto de Manhattan en
Tambogrande pueda abrir toda la región a la actividad minera

Tambogrande Población de la ciudad de Tambogrande: 16,000. Población del distrito de


Tambogrande: 70,000. Porcentaje empleada en la agricultura: 75%. Ubicación: A 50 km
de la frontera del Perú con Ecuador, a 60 km de la capital del departamento de Piura
(población 325,000) y a 1,000 km de Lima, la ciudad capital del Perú.

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VALLE DE SAN LORENZO

 Población:
100,000
habitantes.
 Porcentaje
empleadapor la
agricultura: 75%.
 Número de
hectáreas del
valle: 57,000.
 Número de hectáreas irrigadas: 42,188.
 Porcentaje de tierra agrícola cultivable de
Piura localizada en San Lorenzo: 17.
 Geografía natural: Bosque tropical seco, caracterizado por
matorral seco del desierto y bosque espinoso. El agua es
escasa y la agricultura sólo es posible gracias a un proyecto de
irrigación a gran escala

OBJETIVOS Y ALCANCE
Objetivos:

 Descripción de la problemática en el proyecto minero Tambogrande.

Alcance:

 El proyecto minero tambogrande se iba a dar gracias a estas dos corporaciones


Centromin Perú S.A., y Manhattan Minerals Corp desde 1999.
 La minera Manhattan tenia como compromiso presentar el estudio de impacto
ambiental para el año 2002. No obstante, la minera presento un mal estudio, mala
comunicación con la población.
 Desencadeno que la población este un 95% en contra de la minería en la región.
Buscaron el apoyo no solo regional sino de la zona central del país.
 Muerte de Godofredo García.
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 En 2005 la empresa Manhattan desiste del contrato
 Y de la operación minera Tambogrande

CONFLICTO MINERO:
Antecedentes

El año 1999 Minero Perú (empresa estatal), hoy Centromin Perú S.A., y Manhattan
Minerals Corp. celebraron un contrato de opción en el que se comprometían a constituir
una empresa para ejecutar el proyecto minero Tambogrande. En esa sociedad Centromin
Perú S.A. aportaría sus concesiones mineras. El contrato de opción permitió a Minera
Manhattan presentar la Evaluación Ambiental de la fase de exploración para el TG 1, y
luego el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para la fase de explotación, el 9 de diciembre
de 2002. Previamente a ello, minera Manhattan dio a conocer el proyecto y el
hidrogeólogo norteamericano Robert Morán hace un estudio de la línea base del EIA
dando a conocer sus muchas deficiencias. La mayoría de agricultores, liderados por
Godofredo García, iniciaron movilizaciones en contra de la mina en el pueblo de Tambo
Grande y en Piura, obteniendo el apoyo no solo de la población del lugar, sino de gente
de Lima y del extranjero, y de organizaciones como la Comisión Episcopal de Acción
Social y otras ONGs como Oxfam. Se recurrió además a una ingeniosa campaña de
promoción; “Sin Limón No Hay Ceviche”, que busco tocar una de las fibras más sensibles
de los peruanos. Las cosas tomaron otro tono cuando en el 30 de Marzo del 2001,
asesinaron a Godofredo García. Un encapuchado lo mató cerca de sus campos, cuando
estaba viajando en su auto acompañado de su hijo. Este lamentable hecho está
oscuramente relacionado con la Manhattan y nunca ha sido esclarecido, sin embargo sus
orígenes son evidentes. La presión social de las comunidades, impulsó a la empresa a
sostener que si la población se manifestaba en contra del proyecto no lo realizaría. Es por
ello que, el 02 de junio del 2002, la Municipalidad Distrital de Tambogrande realizó una
Consulta Ciudadana sobre la pertinencia del desarrollo de actividad minera en el distrito.
El 95.24% de la población opinó que no quería minería en su localidad. La voluntad del
pueblo se hizo escuchar aunque la empresa y el Estado nunca lo reconocieron
explícitamente. Esto llevó a que finalmente el Estado diera fin al contrato establecido con

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la minera multinacional Manhattan. El proceso de evaluación del EIA presentó muchas
irregularidades. El EIA fue presentado en inglés, de manera incompleta. Faltaban, como lo
advierte INRENA el 12 de diciembre del 2002 y luego un funcionario de la Dirección
General de Asuntos Ambientales del MEM el 6 de enero de 2003, 21 tópicos de
información relevante. Para que la empresa cumpliera con adjuntar la información faltante
la Dirección General de Asuntos Ambientales suspendió el procedimiento
indefinidamente. Luego de esta suspensión hubo otras que se justificaron en la necesidad
de informar a la ciudadanía, algo que no ocurrió. En noviembre del año 2003 se
programaron las audiencias públicas, parte necesaria del procedimiento de evaluación del
EIA. La población de Tambogrande decidió no participar de ellas y expresar su rechazo al
proyecto minero en las calles de Piura. En este contexto el Ministerio de Energía y Minas
decidió suspender las audiencias. El 10 de diciembre de 2003, Centromin Perú, comunicó
formalmente a Minera Manhattan Corp. la resolución del contrato de opción celebrado por
ambas, debido a que esta última había incumplido con dos obligaciones establecidas en
dicho contrato. Es decir, al 1 de diciembre de 2003, Manhattan no logró acreditar, de
manera suficiente, el tener en operación un complejo minero con una capacidad de
tratamiento promedio equivalente a 10,000 TM/día de minerales y un patrimonio neto de
US$ 100 millones. No conforme con esa decisión, Manhattan Minerals Corp., en virtud de
lo establecido en el contrato de opción para la solución de controversias, solicito el
arbitraje del Instituto Nacional de Minería, Petróleo y Energía a fines de enero de 2004. La
solicitud fue planteada fuera de plazo. En febrero del 2005 la empresa decidió desistir de
la explotación en Tambogrande y anunció el retiro de Perú. La compañía indicó, según
noticia del diario la República, que no encontró un socio que le permitiera “cumplir con las
exigencias del Estado peruano y superar la férrea oposición del pueblo de Tambogrande.
No obstante, dentro de la localidad de Tambogrande han existido esfuerzos por parte de
agentes privados por retomar las actividades mineras de la zona, donde se ha planteado
la realizacion de un proyecto llamado " El Algarrobo", el cual no es otra cosa que el
yacimiento TG-3, uno de los tres que formaron parte en su momento del controvertido
proyecto Tambogrande, el cual no considera la mineralización del TG-1 (Mina a tajo
abierto) ubicado debajo del pueblo de Tambogrande por las implicancias sociales,
ambientales y de seguridad que representaría su explotación, privilegiando la extraccion
subterranea. Este proyecto considera un area de influencia de alrededor de 11.962.2
hectareas, afectando un total de 15.000 habitantes de las localidades de Locuto,
Angostura, San Martin de Angostura, Ocoto Alto, La Greda Nueva, La Greda Antigua y el
Carmen. Se dio a conocer que se trata de una iniciativa privada autosostenible (IPA), que
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podría ser adjudicada en el tercer trimestre del 2019, en la cual aún no se obtiene
informacion sobre cuales serán las concesiones.

NECESIDADES BÁSICAS DE LOS POBLADORES.

El siguiente cuadro muestra la posición relativa de Piura con relación al resto de


regiones en algunos indicadores considerados básicos para el desarrollo de las
personas. La mejora de muchos de estos indicadores son hoy prioridad del gobierno
y se traducen en metas a alcanzar al 2011 y en acuerdos internacionales firmados.
Al evaluar los indicadores sociales por regiones se aprecia que Piura ocupa en
general puestos intermedios, con el siguiente detalle:
a) El puesto 15 en la tasa de desnutrición crónica infantil (2000): 24,1 por
b) ciento.
c) El puesto 13 en la tasa de desnutrición crónica en escolares (2005): 24,3 por
d) ciento.
e) El puesto 10 en la tasa de analfabetismo (2005): 10,5 por ciento.
f) El puesto 10 en el porcentaje de alumnos de quinto de secundaria que alcanzó
g) rendimiento “suficiente”8
h) en la prueba de matemática, (2004): 2,6 por ciento.
i) El puesto 11 en el porcentaje de viviendas con acceso a servicios de agua
j) potable por red pública, (2005): 55,5 por ciento.
k) El puesto 10 en el porcentaje de viviendas con acceso a servicios de desagüe
l) por red pública, (2005): 39,5 por ciento.
m) El puesto 14 en el porcentaje de viviendas con acceso a alumbrado eléctrico
n) (2005): 60 por ciento.

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La Agricultura en la Región Piura, es una actividad fundamental, es fuente de riqueza
permanente para sus pueblos, porque da trabajo al 37% de la población económicamente
activa de la región. La economía regional gira en torno al agro, ya sea directamente a
través de la producción ó indirectamente a través de industrias que procesan cultivos
tradicionales como arroz, algodón y café, y no tradicionales como limón, mango, plátano y
marigold.

Debido a lo previamente mostrado la mayoría de la población depende de una actividad


económica distinta a la minería. Debido a esto la población rechazaba el proyecto minero
Tambogrande, por no dar a conocer las medidas y cuidados apropiados para realizar esta
actividad.
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CASO TAMBOGRANDE: ASPECTOS Y FACTORES DEL CONFLICTO

La entrada, en 1997, de la empresa minera canadiense Manhattan Minerals Corporation


en el Municipio de Tambo- grande supuso el desarrollo de un conflicto entre ésta y la
población local que se oponía a su proyecto de extracción de oro y otros minerales.
Nuestra perspectiva de estudio nos a llevado a definir este conflicto como socioambiental
entendiendo que los conflictos socioambientales son aquellos producidos por la
interacción de una sociedad con el medio en el que vive y consecuencia de decisiones
que generan desacuerdos entre los diferentes actores entorno al uso de los recursos
naturales de este medio.

En el caso de Tambogrande encontramos diferentes factores que nos permiten definir su


carácter socioambiental:

- En primer lugar, el conflicto surge debido a la intención de explotar unos recursos


minerales (agotables a corto plazo) porque este uso entra en competencia con el
aprovechamiento del medio ya establecido en la zona, el agropecuario. Las dos
actividades económicas compiten en espacio y en recursos naturales como el
agua o la tierra. Encontramos dos focos con intereses distintos sobre el ambiente y
esta controversia es la base del conflicto: la disputa entre dos opciones de
aprovechamiento económico de los recursos naturales de Tambogrande (mineros
o agropecuarios) que se deriva de intereses contrapuestos.

- Otro factor determinante son los potenciales impactos ambientales y sociales que
conlleva la nueva actividad. La población percibe un riesgo de contaminación
sobre los ecosistemas (Bosque Seco y Valle) y los recursos naturales que son la
base de su subsistencia y no está dispuesta a asumirlo. Las compensaciones para
que la población acepte riesgos ambientales de este tipo, básicamente el canon
minero, han sido consideradas insuficientes.

Los dos puntos anteriores, competencia por los recursos y potenciales impactos, son los
principales argumentos que utiliza la oposición al proyecto para defender su
determinación de considerar la minería incompatible con la agricultura, la ganadería y el

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desarrollo sostenible en la zona. Por otro lado, la empresa MMC, intenta convencer a la
población de que las dos actividades pueden coexistir armónicamente.

El hecho de que los actores basen su discurso en argumentos de temática ecológica es


un factor más que sustenta la caracterización del conflicto como ambiental. Sin embargo,
es importante no dejar de lado el fuerte componente social del conflicto derivado del
derecho exigido por parte de la población de Tambogrande a que se respete su opinión
en relación a la incorporación o no de la actividad minera. Este factor pone de manifiesto
un nuevo choque de intereses, que en este caso no se da entre empresa y población
opositora sino principalmente entre gobierno central, representando los intereses
económicos a nivel nacional, y población local. Esta nueva faceta del conflicto es común
en la minería y en otras actividades que se caracterizan por generar fuertes
externalidades a nivel local y beneficios perceptibles básicamente a escala nacional.

Por último, el conflicto de Tambogrande ha sido también discutido en base a argumentos


de tipo económico gracias a la importancia de la agricultura del Valle de San Lorenzo en
el mercado de exportación y que estos argumentos han sido claves para la oposición ya
que podía presentarse frente a actores indecisos con una alternativa a la minería con
valor de mercado. El aprovechamiento del Bosque Seco es otra de las actividades que
permiten la subsistencia de la población y la actividad minera supone un riesgo sobre este
ecosistema. Su valor ecológico también ha sido utilizado por los opositores al proyecto de
Manhattan, pero con menor intensidad. Aún falta un largo camino por recorrer para que
las actividades no remuneradas o prácticamente sin interacciones con el mercado
nacional e internacional (aprovechamiento del Bosque Seco, en este caso) y el valor
ecológico de los ecosistemas, tengan la misma fuerza argumentativa que aquellas
actividades que sí interaccionan con el mercado.

En cambio, a diferencia de otros conflictos mineros en el Perú, no se ha usado el


argumento de defensa de territorios indígenas ni tampoco se ha apelado al valor sagrado
del lugar, ya que se trata de una población costera y colona con una cosmovisión
radicalmente diferente a la de las comunidades indígenas andinas.

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ASPECTOS DE UN CONFLICTO SOCIOAMBIENTAL RECONOCIDOS EN
EL CASO TAMBOGRANDE

Es importante señalar que existen mecanismos de manejo de situaciones de conflicto


probables en circunstancias en las que coinciden colocaciones mineras con centros
poblados ya existentes. Estos mecanismos varían según la etapa en la que se encuentre
el desarrollo del proyecto. Por ejemplo, en la fase exploratoria, que coincide con la fase en
la que se encuentra el estudio de caso de Tambogrande, se han identificado las
siguientes causales de conflicto:

- Balances de poder entre la comunidad y la compañía minera.


- Habilidades técnicas inadecuadas para trabajar temas mineros.
- Divisiones y disenso en las comunidades o entre ellas.
- Falta de transparencia de las corporaciones y del Estado en los procesos.
- Regulación inadecuada para realizar un proceso de control de los gobiernos y las
compañías.

El proceso actual de conflicto no es nuevo para la localidad, en la medida en que la


identificación de los recursos mineros de Tambogrande data de gran antigüedad. Es así
que esta población ha entrado en conflicto con autoridades y otras compañías mineras en
varios períodos de su historia. Sin embargo, no existe mucha información sistematizada al
respecto y generalmente esto permanece en la memoria de los pobladores y autoridades.
Conflictos anteriores con compañías francesas, alemanas y otras nos muestran
reacciones similares por parte de la población, pues la mayoría no considera la posibilidad
de la convivencia entre las actividades mineras y las agrícolas.
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El problema actual tiene sus orígenes en 1978, año en que según registros legales se
publica el Decreto Supremo Nº 22672, en el que se declara área de reserva nacional el
distrito de Tambogrande y a su vez se reconoce que la explotación minera de la zona
conviene a los intereses del país. Este decreto es seguido por el DS Nº 021-79-EM-DGM,
que autoriza al Bureau de Recherches Géologiques et Minières a efectuar un estudio
de prefactibilidad en el Prospecto de Tambogrande, dejan- do claramente establecidas
las intenciones del Estado de impulsar la explotación minera en la zona.

Estos estudios de prefactibilidad fueron seguidos por intentos de establecer una Empresa
Minera Especial, acordándose determinar las bases para la constitución de dicha empresa
con capitales priva- dos peruanos durante el gobierno de Fernando Belaunde en los años
ochenta. Tales intentos fueron motivo de disputas en su época, debido nuevamente a las
negativas de la población y, en cierta forma, a las voces de protesta que tuvieron eco en
el Congreso.

Hace dos décadas, sin embargo, marcó un nuevo hito en la medida en que las
discusiones respecto de la explotación minera en el distrito fueron retomadas por el
Congreso. Como resultado surgieron las voces de alarma, desde uno de los diputados
regionales hasta el alcalde de Tambogrande, quien convocaría a un Cabildo Abierto en el
que se acordó la constitución de un Frente de Defensa de los Intereses de Tambogrande.
Los miembros del Frente organizaron protestas y paros cívicos, entre otras acciones.
Esas protestas fueron escuchadas por la Asamblea Regional y por funcionarios del
Ministerio de Agricultura, y se creó una comisión para que se encargara del problema.

En 1996 se intentó sentar un precedente de participación al circular un Acta Informativa y


de Diálogo entre representantes del distrito y de la Empresa Buenaventura SA, sobre
exploración minera. Dicha acta, que fue firmada por algunos representantes de las
organizaciones civiles de la zona, dejaba en claro que no existían oposiciones de estas
autoridades para la minería y que los estudios de exploración minera podían llevarse a
cabo “si es que no se daña ni causa perjuicios a la agricultura, ganadería y medio
ambiente”. No obstante, este último acuerdo ha sido considerado como carente de
legitimidad por la población, que cuestiona al alcalde por haber firmado dicha acta.

En 1999, durante el gobierno del presidente Alberto Fujimori, se publica el Decreto


Supremo 014-99-EM, declarando de necesidad pública la inversión privada en la actividad
minera y permitiendo la venta de derechos de concesiones mineras, que fueron
compradas por la empresa canadiense Manhattan Minerals Corp. (10 mil hectáreas en
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Tambogrande). El 14 de mayo del mismo año, se crea la sociedad anónima del proyecto
minero de Tambogrande, integrada por Manhattan Minerals y Minero Perú mediante el DS
015-99-EM. Manhattan compra al Centro de Investigaciones BRGM sus derechos de
concesión y estudios preliminares y el Estado peruano le concede derechos de
exploración en las 10 mil hectáreas por un período de cuatro años a partir del 6 de mayo
de 1999.

El caso de la concesión de las tierras de Tambogrande es un ejemplo de toma de


decisiones centralizada, sin consideración de las necesidades locales ni de los planes de
desarrollo de cada región y/o localidad. Esta decisión fue tomada por la COPRI sin
realizar ninguna consulta a organismos en el ámbito regional o provincial, ignorando de
esa forma la capacidad y el derecho de los pobladores de participar en la toma de
decisiones a través de sus representantes. Durante los años noventa se realizaron
estudios de factibilidad y prospecciones en un ambiente de opiniones divididas de la
población y de fomento de la inversión extranjera en minería por el lado del gobierno.

ELEMENTOS DEL CONFLICTO


PERSONAS

MAGNITUD
Según el censo poblacional (1993) la población del distrito en esa fecha era de 63 183
habitantes, se estima que actualmente la población del distrito es aproximadamente de
142 420 habitantes.

Comunidades afectadas

 Habitantes de Tambo grande AGRICULTURA


 Agricultores del valle de San Lorenzo AGRICULTURA
Actores Involucrados

 Asociación de productores de mango del Valle de San Lorenzo AGRICULTURA


 Frente de Defensa Tambogrande CONSERVACION DE RECURSOS

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LAS NECESIDADES

Como se recuerda, la canadiense Manhattan Minerals pretendía explotar el yacimiento de


Tambogrande, empezando por la zona localizada debajo del poblado del mismo nombre,
conocida como TG-1. Se trataba, no obstante, de una iniciativa fuertemente cuestionada
ya que en el Valle de San Lorenzo se había implantado con éxito, desde mediados de la
década del 50 del siglo pasado, una próspera actividad agrícola conectada a importantes
mercados de exportación. Desde un inicio los agricultores de Tambogrande percibieron al
proyecto minero como una amenaza a la importante producción agrícola del valle,
principalmente limones y mangos, entre otros productos.

Además, “El desarrollo de esta propuesta implicaba el reasentamiento del centro poblado
de Tambogrande, la reubicación del cementerio, la alteración del cauce del río Piura, la
afectación de áreas de cultivo con gran impacto ambiental (…) Esto motivó el rechazo de
la población al proyecto”, según reconoce Pro Inversión.

LA COMUNICACIÓN
ProInversión señaló que el proponente del proyecto deberá desarrollar varias iniciativas
sostenibles antes de ejecutar la inversión, como la generación de agua para consumo
humano y la promoción de un parque industrial agropecuario. Asimismo según la propia
agencia, a diferencia del proyecto fallido que contemplaba una mina a tajo abierto, este
nuevo proyecto sería subterráneo. “El proponente plantea la extracción subterránea de la
mineralización de la zona denominada TG-3, que se encuentra en la margen izquierda del
río Piura, con mínimos impactos paisajísticos de áreas superficial”, señala ProInversión.

ACTITUDES
Por todo lo expuesto por parte de la empresa minera, la población de Tambogrande lo
utiliza como la oposición al proyecto para defender su determinación de considerar la
minería incompatible con la agricultura, la ganadería y el desarrollo sostenible en la zona.
Por otro lado, la empresa MMC, intenta convencer a la población de que las dos
actividades pueden coexistir armónicamente.

CULTURA
La principal actividad económica que
llevan a cabo sus pobladores es la
ganadería de caprinos y ovinos. Los
cultivos de limón y mango son los de
mayor importancia económica en el valle
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de San Lorenzo, sin embargo la agricultura es una actividad económica con un elevado
potencial para alcanzar un desarrollo sostenible que permita a largo plazo el
aprovechamiento de los recursos naturales de la zona.

PROBLEMA (Causas del conflicto)


En primer lugar, el conflicto surge debido a la intención de explotar unos recursos
minerales (agotables a corto plazo) porque este uso entra en competencia con el
aprovechamiento del medio ya establecido en la zona.

Otro factor determinante son los potenciales impactos ambientales y sociales que conlleva
la nueva actividad. La población percibe un riesgo de contaminación sobre los
ecosistemas (Bosque seco y valle) y los recursos naturales que son la base de su
subsistencia y no está dispuesta a asumirlo.

PROCESO
SURGIMIENTO

Entrada de Manhattan e inicio del conflicto

La primera etapa del caso comienza cuando Manhattan adquiere las primeras
concesiones mineras en el distrito de Tambogrande en 1996. A partir de este momento el
Estado peruano pone en marcha diferentes mecanismos políticos y legales a favor de la
empresa canadiense para hacer posible la inversión minera en Tambogrande. En 1999
Manhattan ingresa en Tambogrande avalada por la Municipalidad, silenciosamente y sin
buscar diálogo abierto con la población.

ESCALADA DE CONFLICTO
INCOMODIDAD
Esta actitud genera rechazo y reacciones violentas entre una parte de los tambograndinos
que perciben el proyecto minero como una interferencia que pone en peligro su lugar y
medio de vida. A raíz de este desequilibrio, los tambograndinos convocan una reunión
para informarse sobre el proyecto minero, donde se invita al alcalde, a representantes de
la empresa minera y a Godofredo García Baca4 como destacado entendido en los
argumentos que fundamentan la no sostenibilidad de la actividad minera en
Tambogrande.

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INCIDENTES
El alcalde y la empresa no se presentan y Godofredo tiene la oportunidad de exponer de
forma clara en que consiste el proyecto de la Manhattan y qué implicaciones puede tener
para el pueblo y la agricultura. Sus argumentos convencen a la población de que debe
organizarse y ésta forma el Frente de Defensa del Valle de San Lorenzo y Tambogrande
(FDVSLT), en agosto de 1999. La organización del FDVSLT crece y esto se materializa
en una invitación para dialogar por parte de la empresa donde Manhattan reconoce al
Frente como interlocutor legítimo y se compromete a respetar la opinión de la población.

MALENTENDIDOS
En esta etapa el caso se eleva a escala nacional y provoca la entrada de nuevos actores,
uno de ellos es la Defensoría del Pueblo nombrada anteriormente que adopta un rol de
mediador promoviendo una Mesa de Diálogo. El Arzobispo de Piura se posiciona
fuertemente pidiendo que se respete la opinión de la población y la Mesa Técnica se
consolida y pasa a jugar un papel crucial en la generación de información técnica que
permite dotar de argumentos sociales, económicos y ambientales a la oposición al
proyecto de MMC. La MT, genera toda una serie de documentos y encarga estudios
concretos como el Análisis Costo Beneficio del Valle de San Lorenzo elaborado por Juan
Aste6 y las críticas al Estudio de Línea de Base de Robert Morán.

TENSIONES
Paralelamente, el FDVSLT busca apoyos externos y solicita asesoría a Diaconía,
institución de la Iglesia que depende del Arzobispado de Piura. A iniciativa de esta
organización se formó la Mesa Técnica de Apoyo a Tambogrande (MT), constituida por
varias ONG de Lima y clave en el conflicto por brindar asesoría técnica y legal al Frente y
por elevar el caso a escala nacional. Las tensiones en Tambogrande alcanzan su punto
más crítico cuando, después de varios intentos de diálogo entre empresa y FDVSLT y una
declaración del Viceministro de Energía y Minas «recordando» la posibilidad de aplicar
servidumbre, el Frente convoca un paro el 27 y 28 de febrero del 2001, que termina con la
quema y destrucción de las instalaciones de Manhattan en Tambogrande. Un mes más
tarde, el 31 de marzo, Godofredo García Baca es asesinado por un encapuchado cuando
iba a trabajar con su hijo.

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CRISIS
Los niveles de violencia alcanzados generan una serie de reacciones que buscan
establecer alternativas y llevar el conflicto a otros escenarios. La Defensoría del Pueblo de
Piura promueve una Mesa de Diálogo que el FDVSLT abandona, después de varios
encuentros, en noviembre del 2001, entendiendo que las conversaciones se centran en
cómo se realizará la evaluación de impactos y no poniendo en cuestión el desarrollo del
proyecto.

DESESCALADA
Finalmente, el 10 de diciembre del 2003, el gobierno de Perú decide retirar a Manhattan
del proyecto Tambogrande con la resolución del contrato de opción entre la empresa y
Centromín, en base al no cumplimiento de los requisitos de patrimonio y capacidad
operativa que exigía la cláusula octava del contrato. De esta forma el MINEM resuelve el
caso indirectamente a través de Centromin, sin reconocer los fallos del EIA ni la
importancia de la movilización social que ha generado el caso. Con este hecho se
corrobora el rol que juega el gobierno peruano, concretamente el MINEM. Éste actúa
según su único interés que es el desarrollo y la inversión minera, dejando totalmente
anulados los intereses y las necesidades reales de la sociedad civil a la que no se ha
dignado a escuchar ni reconocer en todo el conflicto, aunque ésta ha demostrado ser una
fuerza política de peso ya que gracias a sus estrategias de unión y organización de
alianzas, ha conseguido presionar al gobierno hasta el punto de que éste se viera con
obligación de paralizar el proyecto.

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