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2019

Elaborado por: Subsecretaria de Gestión


de la Información y Análisis de Riesgos

PROPUESTA METODOLÓGICA PARA LA


ELABORACIÓN DE CARTOGRAFÍA DE AMENAZAS
POR INUNDACIÓN

Propuesta metodológica para el análisis de amenaza ante inundaciones en Ecuador Continental


El desarrollo de esta guía metodológica demandó la participación de profesionales con amplia
experiencia y conocimiento en geología, geomorfología, edafología, sensores remotos y sistemas
de información geográfica.

Propuesta por:

Ing. Agr. Darwin Yánez Borja


Ing. Geog. Jorge Hurtado Pidal
Ing. Geol. Marcelo Cando Jácome
ÍNDICE

I. ANTECEDENTES ........................................................................... 5
II. INTRODUCCIÓN .......................................................................... 6
2.1. Objetivos............................................................................... 6
2.1.1. General ........................................................................................ 6
2.1.2. Específicos .................................................................................... 6
III. MARCO TEÓRICO ......................................................................... 8
3.1. Aspectos conceptuales........................................................... 8
3.1.1. Definición de términos ................................................................ 8
3.1.1.1. Desastre ................................................................................ 8
3.1.1.2. Etapas del desastre ................................................................. 8
3.1.1.3. El manejo de las cuencas y los desastres ................................... 8
3.1.1.4. El riesgo ................................................................................ 9
3.1.1.5. Amenaza ............................................................................... 9
3.1.1.6. Vulnerabilidad ........................................................................ 9
a. Vulnerabilidad natural .................................................................. 10
b. Vulnerabilidad física ..................................................................... 10
c. Vulnerabilidad ecológica ............................................................... 10
3.1.1.7. Gestión del riesgo ................................................................. 10
3.1.1.8. Actividades para un enfoque integral de la gestión de riesgos ..... 10
3.1.1.9. Medidas para la reducir el riesgo ............................................. 11
3.1.1.10. Medidas activas de mitigación................................................. 11
3.1.1.11. Medidas pasivas de mitigación ................................................ 11
3.1.1.12. Mitigación con base comunitaria ............................................. 12
3.1.1.13. Normalización de los factores ................................................. 12
3.1.1.14. Método de comparación por par Saaty ..................................... 13
IV. metodología .............................................................................. 16
4.1. Factores de análisis y su evaluación .......................................... 16
4.1.1. El Modelo digital del terreno (DTM) ................................................ 16
4.1.2. Concentración de flujo de agua ..................................................... 17
4.1.3. Uso del suelo y cobertura vegetal .................................................. 18
4.1.4. Permeabilidad ............................................................................. 18
4.1.5. Precipitación (Isoyetas) ................................................................ 22
4.1.6. Saturación .................................................................................. 24
4.1.7. El mapa de amenazas .................................................................. 25
4.1.7.1. Leyenda de la amenaza por inundaciones................................. 26
V. CONCLUSIONES ......................................................................... 26
VI. RECOMENDACIONES .................................................................. 27
VII. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................... 28

iii
LISTA DE CUADROS

Cuadro 3.1. Matriz de consistencia de los juicios. ........................................... 14


Cuadro 3.2. Matriz de comparación de pares. ................................................ 15
Cuadro 3.3. Rango de pendientes. ............................................................... 18
Cuadro 3.4. Uso y cobertura del suelo. ......................................................... 18
Cuadro 3.5. Características litológicas. ......................................................... 20
Cuadro 3.6. Permeabilidad en los suelos en base a su textura. ........................ 21
Cuadro 3.7. Principales características climáticas ........................................... 23
Cuadro 3.8. Valores aproximados del angulo de fricción interna y cohesión. ...... 24

LISTA DE FIGURAS

Figura 3.1. Esquema gráfico de variables..................................................... 16


Figura 3.2. Mapa de saturación. ................................................................. 24
Figura 3.3. Mapa de amenazas por inundación. ............................................ 25

iv
I. ANTECEDENTES

Debido a fuertes estaciones invernales que sufre el Ecuador, las cuales han
ocasionado importantes inundaciones, principalmente, en la zona costera del
país, se torna imprescindible dimensionar el nivel que alcanzan las pérdidas por
estos eventos.

En respuesta a los impactos ocasionados por eventos climáticos en décadas


pasadas y teniendo en cuenta la conveniencia de adelantar el estudio del evento
dentro de un esfuerzo regional y global, Ecuador, a través de la SGR se ha
institucionalizado y consolidado como una entidad integral y multidisciplinaria
para el estudio del evento, dentro del cual participan las instituciones nacionales
de investigación en los campos oceanográficos (físico y químico) y
meteorológico.

Su objetivo principal es lograr un mejor entendimiento de las causas y


características del Evento, con miras a mejorar la capacidad de pronóstico de sus
efectos y consecuencias sobre el clima regional.

Al respecto, se hace uso de herramientas SIG para identificar las pérdidas


ocasionadas por las inundaciones en la zona costera del país. Específicamente, se
ha empleado información temática generada por instituciones públicas. La
presente aplicación ha sido efectuada en combinación con la información satelital
de radar provista por SIGTIERRAS e IEE, la cual data del año 2012.

Durante estos 3 años la Secretaria de Gestión de Riesgos, ha venido


desarrollando una propuesta metodológica para elaborar mapas de amenaza por
inundaciones, de esta manera prevenir los daños causados por la misma.

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II. INTRODUCCIÓN

Los fenómenos naturales han estado presentes en toda la historia de la evolución


de nuestro planeta y hoy en día causan muchos daños en cuanto a pérdidas de
vidas humanas, económicas y alteraciones en el ambiente (CEPAL, 2000).

La evaluación del riesgo conlleva disponer de un conocimiento detallado de las


características cuantitativas y cualitativas del riesgo, como también de los
factores que lo determinan y de sus consecuencias físicas, sociales, económicas y
ambientales. Esto es un primer paso necesario para cualquier estudio serio de las
estrategias de reducción de desastres.

La metodología desarrollada por la SGR propone evaluar la amenaza por


inundaciones según el esquema y la formula (adjunta). De acuerdo al escenario.
Para ello, se deben expresar los factores o parámetros de análisis en diferentes
mapas rasterizados y reclasificados, en función de pesos asignados según su
importancia.

Posteriormente con el Raster Calculator o Weighted Overlay, herramientas de


Spatial Analyst, a cada uno de los mapas se le atribuye un porcentaje cuya suma
total equivale al 100 %.

El método considera 5 factores, cada uno de ellos representados por un


parámetro valorado en la mayoría de los casos entre 1 y 5 y expresados en
mapas. Cada factor de análisis se afecta por un factor de ponderación o peso,
repartido de acuerdo a su valoración. Posteriormente, para obtener el valor de At
se suman los mapas.

At = [saturación]* 0.52 + [permeabilidad]* 0.20 + [zonas de acumulación]*


0.10 + [uso del suelo]* 0.10 + [precipitación]* 0.08

2.1. Objetivos

2.1.1. General

Elaborar una guía metodológica para generar mapas de amenazas por


inundación, utilizando el método multicriterio.

2.1.2. Específicos

 Análisis de la situación actual de la cartografía de amenaza de inundaciones


en Ecuador.

 Optimización de los métodos para analizar los parámetros y metodologías


utilizadas para el análisis de inundaciones aplicado en diferentes sitios del
Ecuador.

 Determinar por medio de Sistemas de Información geográfica (SIG) las


zonas amenazadas por inundación.

6
 Fortalecer la capacidad de gestión de las instituciones y organizaciones
locales de desarrollo, dotándoles de estrategias participativas para la
reducción de la vulnerabilidad ante posibles impactos de desastres
(inundaciones).

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III. MARCO TEÓRICO

3.1. Aspectos conceptuales

3.1.1. Definición de términos

3.1.1.1. Desastre

Perturbación en el funcionamiento de un sistema, declarada como tal por la SGR,


su manejo es, por mandato constitucional, de competencia exclusiva del estado
central con la acción concurrente de las demás entidades públicas y privadas. el
desastre es una de las casuales para la eventual declaración de un estado de
excepción (Manual del Comité de Gestión de Riesgos, 2014).

3.1.1.2. Etapas del desastre

Ninguna de las etapas es más importante que otra, porque cada una tiene su
objeto y su significado. De hecho, la mitigación, la preparación, la respuesta y la
recuperación constituyen un círculo que se repite, tomando la experiencia de los
sucesos y corrigiendo errores para el futuro. (Jiménez, 2004).

Las etapas a menudo se traslapan o pueden ocurrir simultáneamente, pero son


útiles como patrones conceptuales, siendo estas las siguientes:

 Mitigación: Conjunto de acciones cuyo objeto es impedir o evitar que sucesos


naturales o generados por la actividad humana causen desastre. Esta
reducción se hace cuando no es posible eliminarlos.
 Preparación: Medidas y acciones que reducen al mínimo la pérdida de vidas
humanas y otros daños, organizando oportunamente y eficazmente las
acciones de respuesta.
 Respuesta: Conduce operaciones de emergencia para salvar las vidas y
propiedades, atendiendo oportunamente a la población.
 Recuperación: La recuperación es el esfuerzo de restaurar la infraestructura,
la vida social y económica de una comunidad a la normalidad, reconstruye las
comunidades.

A corto, mediano y largo plazo.

3.1.1.3. El manejo de las cuencas y los desastres

Las cuencas hidrográficas por ser las unidades físicas en las cuales tienen lugar
todos los procesos naturales, son así mismo la unidad natural y lógica para el
desarrollo agrícola, ambiental y socioeconómico. Con el crecimiento demográfico
y el aumento de las necesidades de urbanización, industrialización y producción
de alimentos, los efectos de la actividad antropogénica ya no se limitan a zonas
pequeñas ni a una comunidad en particular; deben examinarse en el contexto
más amplio en el que ocurren.

Los recursos físicos y biológicos de las cuencas hidrográficas proporcionan bienes


y servicios a las poblaciones humanas, incluida la protección de las fuentes
hídricas, mitigación de los desastres naturales mediante la regulación de la

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escorrentía, la protección de los recursos costeros y la pesca, la protección de las
zonas edificadas (vivienda, transporte y demás infraestructura económica y
social) y la protección de la agricultura en tierras bajas de alta productividad. La
cantidad y calidad de estos servicios se ven afectadas por los desastres
naturales, tales como inundaciones, huracanes, terremotos, sequías y erupciones
volcánicas.

3.1.1.4. El riesgo

Es la probabilidad de exceder un valor específico de consecuencias económicas,


sociales o ambientales en un sitio particular y durante un tiempo de exposición
determinado. Se obtiene de relacionar la amenaza, o probabilidad de ocurrencia
de un fenómeno con una intensidad específica, con la vulnerabilidad de los
elementos expuestos. El riesgo puede ser de origen natural, geológico,
hidrológico o atmosférico o, también, de origen tecnológico o provocado por el
hombre. Para que exista un riesgo, debe haber tanto una amenaza, como una
población vulnerable a sus impactos (Lavell, 1996).

El riesgo también se puede ver como el numero esperado de pérdidas humanas,


heridos daños a la propiedad, al ambiente, interrupción de las actividades
económicas, impacto social debidos a la ocurrencia de un fenómeno natural o
provocado por el hombre, es decir el producto de la amenaza por la
vulnerabilidad, por lo que el modelo conceptual del riesgo se puede expresar de
la siguiente forma: Riesgo = Amenaza * Vulnerabilidad (Wilches-Chaux, 1989).

3.1.1.5. Amenaza

Fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa que puede


ocasionar la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, así como daños
materiales, sociales económicos o ambientales.

La amenaza o peligro, o factor de riesgo externo de un sujeto o sistema,


representado por un peligro latente asociado con un fenómeno físico de origen
natural o tecnológico que puede presentarse en un sitio especifico y en un
tiempo determinado, produciendo efectos adversos en las personas, los bienes
y/o el ambiente. Matemáticamente se expresa como la probabilidad de exceder
un nivel de ocurrencia de un evento con una cierta intensidad en un sitio
específico y en un determinado período de tiempo (Wilches-Chaux, 1989).

3.1.1.6. Vulnerabilidad

Debido a la creciente importancia de los desastres, ha adquirido relevancia y


actualidad el término vulnerabilidad. Desde el punto de vista general, puede
definirse como la probabilidad de que una comunidad, expuesta a una amenaza
natural, según el grado de fragilidad de sus elementos (infraestructura, vivienda,
actividades productivas, grado de organización, sistemas de alerta, desarrollo
político-institucional y otros), pueda sufrir daños humanos y materiales. La
magnitud de esos daños, a su vez, también está relacionada con el grado de
vulnerabilidad (CEPAL, 2000).

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a. Vulnerabilidad natural

Es la vulnerabilidad intrínseca a la que está expuesto todo ser vivo, determinada


por los límites ambientales dentro de los cuales es posible la vida y por las
exigencias internas de su propio organismo.

b. Vulnerabilidad física

Está referido directamente a la ubicación de asentamientos humanos en zonas de


riesgo, y las deficiencias de sus infraestructuras para absorber los efectos de
dichos riesgos.

c. Vulnerabilidad ecológica

La definen las condiciones ambientales y ecológicas presentes en una zona, esto


es, cuanto mayor sea la degradación ambiental y cuanto menos sostenible sea el
uso dado a los recursos naturales presentes, mayor será la vulnerabilidad
ecológica. Por ser la naturaleza un sistema en constante actividad que desarrolla
dentro de sí ciclos, es posible afirmar que así como ingresa energía a ésta, así
mismo expulsará la misma cantidad con el fin de mantener el balance interno e
incluso externo.

3.1.1.7. Gestión del riesgo

Se puede definir como el proceso estratégico idóneo para que los actores sociales
insertos en la dinámica de un territorio determinado, puedan concertar el
contexto y la lógica de los esfuerzos, las capacidades y los recursos que se
dispondrán de forma correctiva y prospectiva, para llegar a niveles aceptables de
seguridad humana (Leonelli, 2000).

La gestión del riesgo es el arte de unir fuerzas en función de la vida y el


Desarrollo Humano Sostenible, actúa sobre las causas y mecanismos que
facilitan y estructuran el riesgo de perder la vida y el patrimonio, ver dañados o
destruidos los recursos materiales y no materiales de subsistencia, vivir en la
incertidumbre de no poder procurarse los elementos mínimos para el desarrollo
humano sostenido, generando ansiedad y miedo (PRODESAMH, 2000).

3.1.1.8. Actividades para un enfoque integral de la gestión de riesgos

Un análisis detallado de los factores que transforman un fenómeno natural en un


desastre humano y económico revela que los problemas fundamentales del
desarrollo de la región Centro Americana son los mismos que contribuyen a su
vulnerabilidad hacia los efectos catastróficos de las amenazas naturales. Las
causas principales de la vulnerabilidad de la región son la urbanización rápida y
no regulada, la persistencia de la pobreza urbana y rural generalizada, la
degradación del medio ambiente causada por el mal manejo de los recursos
naturales, la política pública ineficiente y los rezagos y desaciertos de las
inversiones en infraestructura. En la región se invierte muy poco en la mitigación
de amenazas naturales, puesto que la política en materia de desastres se ha
centrado principalmente en la respuesta a situaciones de emergencia (BID,
2004).

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Para anticiparse a los desastres en la región y reducir sus efectos, se necesita un
enfoque más integral que abarque tanto la reducción de los riesgos antes de los
desastres como la recuperación posterior, enmarcado en nuevas políticas y
mecanismos institucionales que propicien una acción eficaz. Este enfoque abarca
los siguientes tipos de actividades (BID, 2004):

 Análisis de los riesgos para determinar su clase y gravedad para la población


y las inversiones en desarrollo.
 Medidas de prevención y mitigación para abordar las causas estructurales de
la vulnerabilidad.
 Preparativos e intervención en situaciones de emergencia con el propósito de
que los países estén mejor preparados para hacer frente de forma rápida y
eficaz a las situaciones de emergencia.
 Rehabilitación y reconstrucción después de los desastres para facilitar la
recuperación eficaz y crear salvaguardias contra desastres futuros.
 Sistemas de alerta temprana.

3.1.1.9. Medidas para la reducir el riesgo

En la mayoría de los riesgos asociados con amenazas naturales, existen limitadas


oportunidades para reducir la amenaza. En estos casos, el objetivo de las
políticas de mitigación debe ser la reducción de la vulnerabilidad de los
elementos y actividades en riesgo. Las medidas de parte de las autoridades a
cargo de la planificación o desarrollo para reducir la vulnerabilidad pueden
clasificarse de manera amplia en dos tipos: activas y pasivas (Jiménez, 2004).

La reducción de riesgo se logra a través de la implementación de medidas de


protección, que basen en los resultados del análisis y de la clasificación de
riesgo.

3.1.1.10. Medidas activas de mitigación

Son aquellas por medio de las cuales las autoridades promueven medidas
convenientes ofreciendo incentivos, a menudo asociados con programas de
desarrollo en áreas de bajos ingresos. Las medidas activas, aunque pueden ser
más costosas al inicio, suelen producir mejores resultados en algunas
comunidades porque tienden a promover una cultura de seguridad que se
perpetua por sí misma, algunas de estas medidas son: planificación del control
de distribución, capacitación y educación, subsidios para equipos seguros
(material de construcción), diseminación de información al público, fomento de la
toma de conciencia y creación de organizaciones comunitarias (alerta temprana)
(Jiménez, 2004).

3.1.1.11. Medidas pasivas de mitigación

Son aquellas por medio de las cuales las autoridades promueven medidas no
convenientes usando controles y multas; estas medidas son usualmente más
apropiadas para autoridades locales bien establecidas en áreas de mayor ingreso
entre ellas están: requisitos que se amolden a los códigos de diseño, verificación
del cumplimiento de los controles en el lugar mismo, control de uso de la tierra,

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negación de servicios e infraestructura en las áreas donde el desarrollo es
indeseable, seguros obligatorios (Wilchez Chaux, 1989).

3.1.1.12. Mitigación con base comunitaria

Se ha argumentado que los gobiernos y las principales agencias de desarrollo


tienden a adoptar un enfoque piramidal en la planificación de la mitigación de
desastres. Este enfoque lleva a que los beneficiarios reciban soluciones diseñadas
para ellos por los planificadores, en vez de ser ellos mismos los que las
seleccionen. Los programas de mitigación con base comunitaria tienen mayor
probabilidad de resultar en acciones que son respuesta a las necesidades reales
del pueblo y a contribuir con el desarrollo de la comunidad, de su conciencia de
las amenazas que se enfrentan y a su capacidad de protegerse a sí mismo en el
futuro (Jiménez, 2004).

3.1.1.13. Normalización de los factores

En cualquier estudio en el que se pretenda integrar distintos factores, variables o


criterios e, independientemente del método de evaluación a utilizar, es deseable
que dicha evaluación se realice sobre escalas comparables en tipo, rango de
extensión, unidad de medida, eventual posición del cero, dispersión, etc. (Barba-
Romero y Pomerol, 1997). por otro lado los valores absolutos de las distintas
variables pueden ser muy diferentes, por lo que es muy necesario una
normalización para evitar soluciones sesgadas hacia las variables que alcancen
los valores más altos (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

Una de las opciones es llevar a cabo un ajuste lineal mediante el cual se


reescalen los valores originales entre unos límites mínimo y máximo
determinados (consiguiendo así, una cierta homogeneidad de los datos). estos
límites mínimos y máximos suelen ser de 0 a 1. en este ajuste lineal, la ecuación
que representa la intersección de la línea de regresión seria:

Donde la pendiente se calcula como:

Finalmente los nuevos valores serian calculados mediante la ecuación:

Podemos decir que esté uno de los métodos más utilizados. por otro lado, en
algunos SIG, se puede realizar esta normalización de manera automática, pues
es contemplada como una operación muy habitual. no obstante, existen otros
métodos que también suelen utilizarse en la EMC. uno de ellos sería el que
aparece en la siguiente ecuación, que asegura que el peor valor coincidiera con

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el mínimo y el mejor con el máximo, pero no respeta la proporcionalidad
(Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

Donde:
mi = factor normalizado.
xi = factor a normalizar.
min.xi = valor mínimo del factor.
max.xi = valor máximo del factor.

También es posible llevar a cabo un proceso de normalización relativamente


sencillo dividiendo cada valor por el máximo o por la suma de todos ellos
(Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

Revisando la literatura sobre estos temas en los últimos años, podemos observar
el creciente interés y preocupación por integrar en estos estudios el problema de
la incertidumbre y la pertenencia borrosa. aunque nos detendremos más
adelante en las técnicas basadas en estos conceptos, apuntaremos que también
es posible utilizar como métodos de normalización aquellos basados en funciones
de pertenencia a un conjunto borroso (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

Para llevar a cabo esta normalización se utilizan "números borrosos" (fuzzy


number), que se encuentra en el dominio de los números reales y cumplen las
propiedades de normalidad (el valor máximo y mínimo de pertenencia a un
conjunto borroso es 1,0) y convexidad (los valores de la función de pertenecía no
aumentan a medida que se realiza un desplazamiento tanto a la derecha como a
la izquierda del valor mayor de la función). Las funciones que se utilizan para
realizar esta normalización pueden ser varias (trapezoidal, triangular, etc.)
(Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

3.1.1.14. Método de comparación por par Saaty

Este procedimiento parte de establecer una matriz cuadrada en la cual el número


de filas y columnas está definido por el número de factores a ponderar, así se
establece una matriz de comparación entre pares de factores, comparando la
importancia de uno sobre cada uno de los demás (aij), posteriormente se
determina el eigenvector principal, el cual establece los pesos (wj) y el eigenvalor
que proporciona una medida cuantitativa de la consistencia de los juicios de valor
entre pares de factores (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

por otra parte cabe destacar que en este procedimiento la matriz que se produce
es reciproca, es decir, los valores asignados a ambos lados de la diagonal son
inversos, siendo esto lógico si consideramos que i el factor C es 3 veces más
importante que B, entonces B será en este caso 1/3 veces menos importante que
C. por lo tanto, la asignación de juicios de valor en esta matriz se reduce a la
diagonal y mitad inferior izquierda (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

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La escala de medida establecida para la asignación de los juicios de valor (a ij), es
una escala de tipo continuo (ratios o razón) que va desde un valor mínimo de
1/9 hasta 9 (Saaty 1977, 1980) tal y como aparece representada a continuación:
Basándose en esta escala, podemos asignar a cada par de factores (a ij) un juicio
de valor de importancia relativa frente a una actividad propuesta. En Saaty
(1980) se platea una serie de cuestiones acerca del diseño de esta escala, sin
embargo, no entraremos en ellos ya no es el objeto de este apartado.

1/9 1/7 1/5 1/3 1 3 5 7 9


Fuerte Fuerte
Extrema Moderada Igual Moderada Extrema
Menos importante Más importante

En relación con la matriz de comparación, a partir de una serie de juicios de valor


entre pares de factores, el asunto concierne ahora al cálculo de una serie de
pesos (wj) que describen en "términos aritméticos precisos" (Saaty, 1980) como
deberían relacionarse con los juicios (aij), es decir, las características que deben
describir los pesos en relación a los juicios establecidos.

Una vez establecida los juicios de valor en la matriz de comparación por pares, el
procedimiento estable el cálculo del eingevector principal de la matriz, el cual
representa el orden de prioridad de los factores (éstos se indican para los
ubicados en las filas), mientras que el eigenvalor máximo ) de la matriz es
una medida de la consistencia de los juicios (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

Cuadro 3.1. Matriz de consistencia de los juicios.

FACTORES A B C D Eigenvector ppal


A ea
B eb
C ec
D ed

El eigenvector principal es posteriormente normalizado para así obtener el vector


de prioridades. El cálculo del eigenvector puede llevarse a cabo a través de
diferentes procedimientos aritméticos, sin embargo, todos redundan establecer
una relación entre los juicios iníciales y los valores del eigenvector principal
obtenido (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

El procedimiento más usual para obtener el eigenvector principal, consiste en


primer lugar en obtener los valores de la matriz de comparación normalizados
por columnas, esto es Na11 = a11 / ∑a 1j. Así el valor normalizado para cada celda
se obtiene a partir del cociente entre cada valor (aij) y el valor de la sumatoria de
cada columna, posteriormente los valores normalizados se suman por filas
obteniendo el eigenvector principal, el cual se normaliza, dividiendo cada uno de
los valores de dicho vector entre n (número de factores), obteniendo de esta
manera el eigenvector principal normalizado que representa los pesos (wj) de
cada factor (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

El paso siguiente a la obtención del eigenvector principal es sin duda unos de los
aspectos importantes e interesantes del MJA. Éste diferencia la método de los
demás de asignación de pesos, ya que indica un dato cuantitativo acerca de la

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consistencia en la asignación de los juicios de valor aunque se base en criterios
sólidamente establecidos, siempre lleva una cuota más o menos importante de
incertidumbre o subjetividad, ya que en todo proceso de decisión humano estos
factores son inevitables (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

Cuadro 3.2. Matriz de comparación de pares.

eigenvector eigenvector ppal.


FACTORES A B C D
principal normalizado (wj)
A ∑ A ∑ A/n
B ∑ B ∑ B/n
C ∑ C ∑ C/n
D ∑ D ∑ D/n

Así, este procedimiento permite el cálculo del eigenvector máximo a través del
cual se establece una medida operativa de la consistencia en la asignación de los
juicios de valor (aij), lo que asimismo permite reconsiderar dicha asignación en
caso de que no se considere consistente (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

El valor que ofrece este procedimiento para el cálculo de la consistencia es la


razón de consistencia (consistency ratio, c.r.), dicho valor se establece a partir
del cociente entre el valor del índice de consistencia (consistency index, c.i.) y el
índice aleatorio (radium index, r.i.) (c.r. = c.i./r.i.), concretándose así que para
valores de c.r. mayores o iguales a 0.10 los juicios de valor deben ser revisados,
ya que no son lo suficientemente consistentes para establecer los pesos (wj). Si
por el contrario el c.r. es inferior a 0.10 podemos considerar satisfactorios los
juicios de valor asignados (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

El c.i. es un valor obtenido a partir del eigenvalor máximo (MAX) de la manera


siguiente: c.i. = (MAX - n)/(n-1), siendo n el número de factores en la matriz de
comparación, mientras que el valor del eigenvector máximo (MAX) se obtiene a
partir del producto del eigenvector principal normalizado por la matriz de
comparación de los factores. así se obtiene un nuevo vector, el cual se dividen
cada uno de sus componentes entre su correspondiente en el eigenvector
principal normalizado, obteniendo un segundo nuevo vector, en el cual se suman
sus componentes y se dividen posteriormente entre n, obteniendo así el
eigenvector máximo ( MAX), éste se utiliza en la estimación de la consistencia
como un reflejo de la proporcionalidad de las preferencias implícitas en los juicios
de valor asignados, así mientras más próximo sea MAX a n, más consistente será
el resultado de la matriz de comparación (Gómez, M.; Barredo, J. 2005).

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IV. METODOLOGÍA

4.1. Factores de análisis y su evaluación

Figura 3.1. Esquema gráfico de variables.

4.1.1. El Modelo digital del terreno (DTM)

Las herramientas clásicas y habituales de la matemática, del cálculo y del


algebra entre otras ramas, van a ser nuestros medios básicos para extraer toda
la información posible que celosamente guardan los MDT de las zonas físicas que
representan. Más aun, el adjetivo computacional, el empleo de métodos
numéricos y conceptos similares sea quien nos abra las puertas al estudio que
pretendemos llevar a cabo, basado siempre en esa entidad - numérica ella
misma en su totalidad - que es el modelo digital del terreno.

Dar un tratamiento numérico riguroso a la información de que disponemos es,


por tanto, el siguiente paso a efectuar en este recorrido. así, aproximar la
información contenida en el MDT, sujeta por su parte a la propia estructura que
le hemos confiado de malla rectangular, a los conceptos matemáticos sencillos
pero potentes que serán nuestra fuente de resultados sucesivos, es el objetivo
de este apartado en el que se establecerán las definiciones y elementos con que
trabajamos seguidamente.

comencemos con una definición primera sumamente sencilla. consideremos una


función que represente a nuestro modelo digital del terreno y cumpla la siguiente
identidad.

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Donde:
x = Columna
y = Fila
z = cota de la celda

Donde x e y representan respectivamente la columna y la fila de una celda dada,


y z la cota de dicha celda, es decir, el valor de la misma en el MDT. de existir una
función como esta y poder disponerse de una expresión explicita de ella, está
contendría en si toda información del MDT.

Parece lógico pensar, sin embargo, que las formas naturales del terreno no son
definibles con dicha sencillez en prácticamente ninguna ocasión, y es por ello por
lo que debemos recurrir a alguna estructura de datos para almacenar la
información sobre un territorio, tal y como venimos haciendo mediante el empleo
de un MDT en cualquiera de sus diversas formas que en su momento fueron
analizadas. No obstante, lo anterior nos sirve para ver que nuestro camino debe
ir guiado a la obtención de algún tipo de aproximación mediante una formulación
explicita ya que ésta, además de una simplificación, permitirá el análisis al
permitir la aplicación de todos los conceptos matemáticos de que dispongamos
para tratar una superficie como la que constituye un MDT, y que no son en
absoluto pocos.

Resulta de interés recalcar esta peculiar notación matemática que se va a utilizar


de aquí en adelante para las mallas de datos con las que se trabaje,
independientemente de si se pretende o no aplicar algúna formulación dada
sobre dichos datos. Como mero elemento de notación y definición de una malla
cualquiera, esta se considera como una función de la forma

Donde:
f = subconjunto
N = columnas
M = filas

4.1.2. Concentración de flujo de agua

Con el modelo digital de Elevación (MDE) a partir de la topografía digitalizada de


cada zona de estudio, se genera la pendiente del terreno así como posibles líneas
de recorrido de flujos de agua determinando la densidad de los mismos en
función de la Línea de Máxima Pendiente. El modelo digital de elevación se
exporta en formato surfer grid donde se hace la interpolación.

La interpretación del resultado de la densidad se hace en base a los valores de


densidad, valores bajos corresponde a relieves altos a fuertes (vertientes o
cimas), estos resultados indican muy baja susceptibilidad a la inundación
mientras que valores altos de densidad corresponden a un relieve bajo (red

17
hidrográfica), lo cual indica alta susceptibilidad, es decir posibles zonas de
anegamiento.

Cuadro 3.3. Rango de pendientes.

CLASES DE PENDIENTES
Categoría Clase (%) Peso
Muy suave 0-5 5
Suave 5 - 12 4
Media 12 - 25 3
Media a fuerte 25 - 40 2
Fuerte 40 - 70 1

4.1.3. Uso del suelo y cobertura vegetal

Para la determinación de este factor se considera el uso actual del suelo y la


cobertura vegetal para la asignación del peso. Se clasifica el uso del suelo en 5
clases y a cada una se le atribuye un valor entre 1 y 5, como se muestra en la
tabla adjunta. El valor 1 significa que la clase va a tener menor influencia en la
generación de zonas susceptibles a inundaciones, mientras que el valor de 5 es
indicativo que la clase va a tener mayor influencia en la generación de zonas
susceptibles a inundaciones.

En general las microcuencas los cultivos agrícolas anuales permanentes y a la


ganadería son las actividades que se presentan como la base de la economía
local, ocupando estos rubros una gran área dentro de la misma, además estas
actividades productivas como aprovechamiento forestal y los cultivos anuales.

Cuadro 3.4. Uso y cobertura del suelo.

USO DEL SUELO Y COBERTURA VEGETAL


Clase Peso
Bosque nativo
1
Paramo
Bosque Intervenido (plantaciones forestales)
Matorrales 2
Arboricultura
Pasto natural
3
Cultivos permanentes
Cultivos de ciclo corto 4
Suelos desnudo
Área urbana 5
Cuerpos de agua
4.1.4. Permeabilidad

Este factor requiere para su evaluación de conocimientos de la litología del país,


experiencia geológica de campo y conocimiento de las características ingenieriles
de los materiales. Por lo tanto debe ser valorado por profesionales con
experiencia en este trabajo. Para obtener mejores resultados. Es recomendable
que utilice información geológica adecuada (información primaria, escala

18
adecuada, etc.) para determinar lo mejor posible las características de la
geología del basamento y los depósitos superficiales.

El tamaño de los poros del suelo reviste gran importancia con respecto a la tasa
de filtración (movimiento del agua hacia dentro del suelo) y la tasa de
percolación (movimiento del agua a través del suelo). El tamaño y número de los
poros guarda una estrecha relación con la textura y estructura del suelo y
también influyen en su permeabilidad.

Una característica asociada a la porosidad es la permeabilidad o facilidad que


tiene el suelo para dejarse penetrar por los fluidos. No solo los valores absolutos
de porosidad bastan para estimar la permeabilidad del suelo sino algunos otros
factores como la geometría del sistema poroso. Así una estructura hojosa deja
una gran porosidad pero dificulta notablemente la circulación del agua, al igual
que sucede cuando no existe una buena interconexión entre los componentes de
la macroporosidad.

Se indica por la velocidad de circulación del agua de gravedad o conductividad


hidráulica, y es tanto más elevada cuanto la porosidad no capilar sea más
grande. Esto se explica fácilmente si recordamos que el agua de gravedad circula
a través de los macroporos del suelo, esto es de los huecos no capilares del
mismo.

El fenómeno de la permeabilidad admite varias acepciones según el punto de


vista bajo el que se considere. Para un agricultor la permeabilidad es el tiempo
que su suelo exige para secarse. El edafólogo considera la misma propiedad
desde el punto de vista del lavado y de las migraciones descendentes de los
elementos del suelo. Por último para el que riega, la permeabilidad representa la
facilidad de penetración del agua en el suelo y la rapidez con que avanza el
frente de humectación. Tanto si se mira bajo el prisma del agua que penetra,
como de la que escurre, siempre el factor común es la velocidad del proceso.

Sobre la permeabilidad influyen tres factores primordiales del suelo: la textura,


la estructura y el contenido en materia orgánica.

Los suelos con estructuras estables son en general permeables, mientras que los
suelos con estructuras inestables o degradadas, son poco permeables, sobre
todo cuando la composición física del suelo, su granulometría, está mal
equilibrada. Los suelos arenosos pueden presentar también, en ciertos casos,
una permeabilidad reducida, debido a la colmatación de los poros grandes por
partículas de limo y por la ausencia casi total de materia orgánica. Así Feodoroff
(1961), ha comprobado que una arena situada en una columna de percolación y
humedecida en superficie, no se seca incluso después de cinco meses. Ehvzald
(1961) señala las irregularidades de infiltración de las aguas de lluvia en los
suelos arenosos. Perigoud, muestra la débil permeabilidad de los horizontes E
hidromorfos, decolorados, con textura muy arenosa, en ciertos pseudogleys.

19
Cuadro 3.5. Características litológicas.

Valor del
Litología Calificativo
parámetro
Aluvión grueso, permeable, compacto, nivel
freático bajo. Calizas duras, permeables. Rocas
intrusivas poco fisuradas, nivel freático bajo.
Basaltos, andesitas ignimbritas y otras rocas
Baja 1
efusivas, sanas, permeables y poco fisuradas,
nivel freático bajo. Materiales sanos con poca o
ninguna meteorización, resistente al corte
elevada, fisuras sanas, sin relleno.
Rocas sedimentarias no o muy poco alteradas,
estratificación maciza (disimétrica o métrica),
poco fisuradas, nivel freático bajo. Rocas
intrusitas, calizas duras, lavas, ignimbritas,
rocas metamórficas poco o medianamente
Moderada 2
alteradas y fisuradas. Aluviones levemente
compactos, con proporciones considerables de
finos, drenaje moderado, nivel freático a
profundidades intermedias. Resistencia al corte
media a elevada, fracturas cizallables.
Rocas sedimentarias, intrusivas, lavas,
ignimbritas, tobas poco soldadas, rocas
metamórficas, mediana a fuertemente alteradas,
coluviales, lahares, arenas, suelos regolíticos
Media 3
levemente compactos, drenaje poco
desarrollado, niveles freáticos relativamente
altos. Resistencia al corte moderado a media,
fracturación importante.
Depósitos fluvio-lacustres, suelos piroclásticos
poco compactos, sectores de alteración
hidrotermal, rocas fuertemente alteradas y
fracturadas con estratificaciones y foliación a Alta 4
favor de la pendiente y rellenos arcillosos,
niveles freáticos someros. Resistencia al corte de
moderada a baja.
Materiales aluviales, coluviales y regolíticos de
muy baja calidad mecánica, rocas con estado de
alteración avanzado, drenaje pobre. Se incluyen
Muy Alta 5
los casos 3 y 4 con niveles freáticos muy
someros, sometidos a gradientes hidrodinámicos
elevados. Resistencia al corte baja a muy baja.
Fuente. (Tomado de Mora y Vahrson, 1993).

El tipo de humus es otro factor que influye en la permeabilidad, los humus


forestales son generalmente permeables, pero esta permeabilidad depende
mucho del grado inicial de humedad; en estado húmedo se hinchan fuertemente
y retienen mucha humedad; los horizontes A de mor, en particular, llegan a
interceptar, gracias a su fuerte capacidad de retención, la casi totalidad de las
aguas de lluvia, de manera que el sustrato mineral esta apenas humedecido.

20
Esto no se produce en los mull, ya que al tener menor capacidad de retención
permiten la infiltración de agua favoreciendo su distribución a lo largo del perfil.

Después de un periodo seco prolongado, la permeabilidad de los horizontes


humíferos desecados, ya sea mull o mor, debe ser muy elevada en razón del
rehumedecimiento muy lento de la materia orgánica.

La presencia de coloides en el suelo afecta indirectamente a la permeabilidad,


pues favorece la formación de agregados dejando espacios lagunares por los que
el agua puede circular fácilmente. Según la ley de Poiseuille, el flujo a través de
un capilar es proporcional a la cuarta potencia del radio del mismo, lo que hace
que disminuya de forma enorme dicho flujo al disminuir la luz del capilar. Así en
el suelo el tránsito gravitacional no es posible más que en los huecos capilares
cuyo diámetro sea superior a las 30 mm. En los suelos muy porosos, la
permeabilidad se reduce, pues se comportan como esponjas, reteniendo una
gran cantidad de agua por influencia de sus fuerzas de unión. En la mayoría de
los suelos la permeabilidad depende de la estructura, como ya vimos, y de todos
los factores que la condicionan. Así cuando existen coloides, además del factor
formador de estructura ya considerado, hay que tener en cuenta su
hinchamiento a causa de la humectación.

La impermeabilidad de los horizontes minerales puede conducir a una saturación


total por el agua de lluvia, de los poros del suelo, sobre todo en periodos
húmedos. Los medios desprovistos de aire, resultan asfixiantes o reductores; el
hierro pasa parcialmente al estado ferroso y el suelo o el horizonte con exceso de
agua toma propiedades particulares, son los llamados suelos hidromorfos. Se
pueden distinguir dos tipos de hidromorfía temporal, debida a la permeabilidad:
hidromorfía de superficie e hidromorfía de profundidad.

Cuadro 3.6. Permeabilidad en los suelos en base a su textura.

Clases de permeabilidad
Clase textural Peso
de los suelos
Muy lenta
Arcilloso 5
Lenta
Suelos arcillosos
Arcillo-arenoso, Arcillo-
Moderadamente lenta 4
limoso, Franco arcilloso
Franco arcillo-arenoso,
Moderada
Franco arcillo-limoso
3
Franco, Franco limoso, Suelos francos
Moderadamente rápida
Limoso
Rápida Franco arenoso 2
Arenoso, Areno
Muy rápida Suelos arenosos 1
francoso

La hidromorfía de superficie se da en la capa superficial cuando el suelo presenta


una textura arcillosa y una estructura suelta. En estas condiciones con la lluvia
de las estaciones húmedas el horizonte superficial se satura en agua con lo que
se crea un ambiente reductor que hace que todo el hierro se reduzca y pase a
hierro ferroso, que se denota por el cambio de color de rojizo a grisáceo. Como la
capa es superficial, puede perder el agua por evaporación con lo que tendremos

21
de nuevo un medio aireado y un ambiente oxidante que hace que la forma
estable sea ahora el hierro férrico. Esto hace que se formen unas zonas
alternantes rojizas y grisáceas y se dice que el horizonte se ha marmorizado.

4.1.5. Precipitación (Isoyetas)

El factor precipitación expresa la influencia de las lluvias como factor causal


preparatorio o desencadenante de inundaciones. Se podrá expresar de dos
maneras, de acuerdo a los datos disponibles: como la intensidad de
precipitaciones máximas en 24 horas o como isoyetas anuales de la zona de
estudio.

En el primer caso, para determinar las intensidades potenciales de las lluvias, se


utilizan los valores de lluvias máximas diarias para un periodo de retorno (Tr) de
100 años, aplicando la distribución Gumbel a series temporales de lluvias
extremas con tiempo de registro de 10 años.

En el primer caso, para determinar las intensidades potenciales de las lluvias, se


utilizan los valores de lluvias máximas diarias para un periodo de retorno (Tr) de
100 años, aplicando la distribución Gumbel a series temporales de lluvias
extremas con tiempo de registro de 10 años. En la tabla 3.5 adjunta se observa
la ponderación de los valores para series mayores y menores de 10 años, tal
como lo propone Chrales Huttel en el libro Paisajes naturales del Ecuador Tomo I.

El worldclim es una interpolación espacial por medio del cual se estima los
valores de algún elemento del paisaje en sitios no muestreados dentro de un
área usando un conjunto de observaciones.

La resolución temporal y espacial de los datos geográficos tiene que empatar con
la de los datos biológicos. Los datos obtenidos por percepción remota son
ponderosos, pero su cobertura temporal es limitada, comparada con los datos
obtenidos por interpolación.

Existe una gran variedad de métodos para la clasificación de los climas del
Ecuador, siendo estos simples o complejos, de los cuales, ninguno es realmente
satisfactorio para las realidades climáticas del país. para el presente trabajo se
recomienda la clasificación climática propuesta por el Dr. Pierre Pourrut,
investigador de la ex ORSTOM que trabajo por muchos años en el país. esta
clasificación está basada en parámetros escogidos por su simplicidad y cuyos
valores están subdivididos en un número limitado de categorías como se muestra
en el cuadro 3.5 (CLIRSEN. 2010).

El ecuador está ubicado en el cinturón de bajas presiones ecuatoriales, en la


zona de oscilación del FIT (frente intertropical llamado también zona de
convergencia intertropical) que hace alterar, sobre la mayor parte del país,
masas de aire continental seco y relativamente fresco desde mayo-junio hasta
septiembre-octubre, con masas de aire oceánico húmedo y caliente el resto del
año. La progresión del FIT, zona de inestabilidad generadora de precipitaciones y
sus efectos en las condiciones climáticas, no son idénticas en todo el país y
afectan en diversas formas a las tres grandes regiones (Huttell, C. 1997).

22
Para realizar este factor se utiliza el mapa de worldclim, el mismo que es un
conjunto de capas climáticas globales (redes clima) con una resolución espacial
de aproximadamente 1 km2. Los elementos considerados para la elaboración de
este raster es: la precipitación mensual, la media, mínimo, y la temperatura
máxima.

A este raster se le hace un resampleo para ajustar el tamaño de pixel ejemplo 10


m, utilizando la herramienta Resample (management) de ArcGis, el resultado de
esta capa es utilizado como variable para el análisis multicriterio, ya que no se
dispone de mapas de precipitación.

Cuadro 3.7. Principales características climáticas

Pisos altitudinales Bajo Intermedio Alto Muy alto


1600 (1800) - 2800 (3200) -
Límites 0 - (1600) 1800 m > 3600 m
(2800) 3000 m 3600 m

Temperatura promedio anual > 20 °/22 ° 13 °- 20° /22 ° 10 ° - 13° < 10 °


Zonas de humedad N
P < 300 mm
Árida 12
D > 1000 mm
P 300 - 600 mm 700 - 1000 mm
Muy seca 10 - 11
D 850 - 1000 mm 300 - 800 mm
P 500 - 2000 mm 400 - 1000 mm < 600 mm
Seca 8 - 10
D 500 - 850 mm 150 - 600 mm > 500 mm
P 600 - 2500 mm 800 - 1500 mm 600 - 1200 mm 600 mm
Húmeda 4- 8
D 250 - 500 mm 100 - 300 mm 50 - 150 mm 140 mm
P 1000 - 2000 mm
Húmeda con garua 4- 8
D 250 - 500 mm
P 1000 - 4000 mm 700 - 3000 mm 600 - 2000 mm 1100 mm
Muy húmeda 1- 4
D < 250 mm < 150 mm < 50 mm 20 mm
P 1800 -4000 mm 800 - 3000 mm 600 - 2000 mm 1100 mm
Muy húmeda con neblina 1- 4
D < 250 mm < 250 mm < 50 mm 20 mm
P 3000 - 6500 mm 1000 - 1500 mm 100 - 3000 mm* 1000 - 2000 mm
Hiperhumedas 0
D 0 mm 0 mm 0 mm 0 mm
P 2500 - 6500 mm 2000 - 4000 mm 100 - 3000 mm* 1000 - 2000 mm
Hiperhumedas con neblina 0
D 0 mm 0 mm 0 mm 0 mm

N: Numero de meses secos por año * El residuo número de estaciones climatológic as y pluviométricas
P: Precipitac ión, total anual solo permite dar indicac iones aproximadas
D: Déficit hídric o, total anual

Fuente. Charles Huttel 1997.

23
4.1.6. Saturación

Se obtiene atreves del software Arcview donde se analiza parámetros hidrofísicos


del suelos como ángulo de fricción interna y cohesión del suelo estas variables
determinan la capacidad de retención de agua por el suelo.
Finalmente el software hace una reclasificación en cinco clases de acuerdo al tipo
de material litológico marcando las zonas de mayor saturación.

Figura 3.2. Mapa de saturación.

Cuadro 3.8. Valores aproximados del angulo de fricción interna y cohesión.

Angulo de fricción Cohesión


Tipos de suelo
interna en grados C.
Arena suelta 30
Arena de capacidad media 32.5
Granulares Arena densa 35
o no Grava 35
cohesivas Grava arenosa heterogénea 35
Bloques de piedra escolleras
35
(sin presencia de arena
Arcilla semidura 15 0.25
Arcillas firmes 16 0.1
Arcillas blandas 17 0
Arcillo-arenosa firme 22.5 0.05
Suelos Arcillo arenosa blanda 23.5 0
Cohesivos Limo firme 24.5 0.02
Limo blando 25.5 0
Arcilla orgánica, limo y cieno,
10 0
no fibroso
Turba 15 0

24
Para la elaboración de este mapa es necesario realizar un análisis de la textura
del suelo, la misma que nos indican el ángulo de fricción de los suelos y su
cohesión como se indica en el cuadro 3.6.
4.1.7. El mapa de amenazas

Una vez obtenido los mapas de los factores se procede a determinar la amenaza,
que debe ser considerada más bien, en este caso, como una evaluación de la
susceptibilidad, sumando los mapas, para obtener un valor de At mayor que 0 y
máximo igual a 1, según el algoritmo diseñado en la propuesta metodológica de
la SGR.

Se entiende que el peso o factor de ponderación atribuido a cada factor o


parámetro, es en este caso, determinado por la experiencia de los proponentes,
e la zona de trabajo o en varias zonas similares. Si los factores de ponderación
de los parámetros han sido obtenidos para zonas similares a las zonas de estudio
se puede intentar poner otros pesos, considerando que en la mayoría de los
métodos que utiliza esta técnica los factores más relevantes son: la litología. La
pendiente o relieve, el clima (lluvias). Para un primer ensayo y se podría utilizar
los pesos indicados en la propuesta metodológica de la SGR.

Los valores de At deben ser reclasificados en 5 clases (Muy baja, Baja, Media,
Alta y Muy Alta) considerando intervalos de acuerdo a los valores de At. Estas
clases representan la zonificación de la susceptibilidad por Fenómenos de
Inundaciones en el área de estudio.

Figura 3.3. Mapa de amenazas por inundación.

25
Los resultados del mapa de susceptibilidad requieren verificación en el terreno,
con un mapa de ocurrencia de inundaciones. En todo caso se están realizando
ensayos de esta propuesta y su validación en varias zonas del país, la
ponderación de los parámetros es válida solamente en cada zona.

4.1.7.1. Leyenda de la amenaza por inundaciones

Sin Amenaza
En las partes altas de los relieves. Pendientes >25%.

Amenaza Baja
En terrazas medias y/o indiferenciadas de zonas altas en precipitaciones
excepcionales anormales.

Amenaza Media
En zonas inundables con pendientes entre 0 - 5 % y 5 - 12 % por lluvias
torrenciales y crecidas de ríos.

Amenaza Alta
En zonas (bacines y depresiones, valles indiferenciados) con pendientes entre 0 -
5 % que permanecen inundadas más de 6 meses durante el año. La acumulación
de las aguas puede ser producto de las precipitaciones y por la crecida de los ríos
en tiempo de invierno.

Amenaza Muy Alta


En valles aluviales, cauces abandonados, cuerpos de agua de transición con
pendientes de 0 a 2 %. Presentan muy alta amenaza al anegamiento con
períodos de retorno anuales.

V. CONCLUSIONES

Las modelaciones de mapas de inundaciones es una buena herramienta para


discutir y reflexionar acerca de los beneficios, usos, manejos y limitaciones de
los recursos naturales de una comunidad o zona determinada, el método
presentado en este documento no solo le permite a un extremo aproximarse a
las dificultades de una comunidad, sino que le permite discutir con ella y
desarrollar una estrategia para cambios a futuro.

26
VI. RECOMENDACIONES

 Respecto al riesgo por inundación se requiere de un estudio a detalle del


comportamiento hidrodinámico del área de estudio, que conlleve a la
valoración de alternativas de protección, sean obras de protección o
control de los cauces (dragado o disminución de pendiente), o bien de
obras civiles, como dique u otros.

 Mejorar la red de medición climática del área, de tal forma que permita
contar con datos puntuales de la zona.

 Considerar la creación e implementación de programas de educación


ambiental, formal e informal, dentro de las organizaciones comunales y
centros educativos dentro del área de estudio, como una forma de
sensibilización social con respecto a los problemas de riesgo e que están
inmersos.

 Establecer un sistema de alerta temprano como método de mitigación y


preparación ante inundaciones.

27
VII. BIBLIOGRAFÍA

1. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 2004. Gestión de riesgo a


desastres naturales. Consultado el 07 de nov. de 2004.
Disponible en internet www.iadb.org/sds/ENV/site_2493_s.htm.

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reducción de la vulnerabilidad un tema de desarrollo. 45p.

3. Federación de Municipios del Istmo Centroamericano (FEMICA). Libro de


texto. Programa de capacitación municipal: “Prácticas exitosas
sobre manejo de servicios ambientales para poblaciones
vulnerables a desastres ambientales en ciudades de América
Central” 64p.

4. Gómez, M.; Barredo, J. 2005. Sistemas de Información Geográfica y


evaluación multicriterio en la ordenación del territorio. ISBN
84-7897-673-6 publicada por Ra-MA, Madrid España. p 80.

5. Jiménez. F. 2004. Apuntes clase del curso de Manejo de Desastres


Naturales. CATIE 2004.

6. Jiménez. F.; Faustino. G.; Velásquez. S. 2004. Análisis integral de la


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de América Latina. CATIE.

7. Lavell. A. 1993. Ciencias sociales y desastres naturales en América Latina:


un encuentro inconcluso. Los desastres no son naturales.
Marskey. A. comp. CO. La Red. 111-127p.

8. Leonelli. M. 2000. Prevención, atención y mitigación de desastres: un


enfoque global. Taller de mitigación de desastres naturales.
San Pedro Sula Honduras del 7-9 diciembre 2000. 85p.

9. Salgado, R. 2005. Análisis integral del riesgo a deslizamientos e


inundaciones en la microcuenca del río gila. Copán Honduras.
177 pp.
10.Gómez, M.; Barredo, J. 2005. Sistemas de Información Geográfica y
evaluación Multicriterio en el Ordenamiento del Territorio.
segunda edición actualizada, alfa y omega Grupo Editorial.
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11.Wilches-Chaux. G. 1993. La vulnerabilidad Global. In Los desastres no son


naturales. Marskey. A. Comp. CO. La Red.

12.Winckell, A. 1997. Los paisajes naturales del Ecuador, Las condiciones


generales del medio natural, volumen 1. Centro Ecuatoriano de
Investigación geográfica, Quito. 61-67 p.

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