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Ensayo

Participación Política, Ciudadanía


Nombre: César Gonzalo Torres Mollo Cui: 20180637
Curso: Realidad Nacional Grupo: B
La participación ciudadana es un componente fundamental de los sistemas democráticos, es
por ello que en este ensayo analizaremos el concepto de ciudadanía.

El pueblo, tiende a velar por el bienestar social, pero este grupo no es por completo el que
participa en la toma de decisiones o en la elección de gobernantes, si no, es un grupo mas
pequeño que posee estos derechos que son los ciudadanos

El concepto de ciudadanía, con el paso del tiempo fue teniendo diferentes percepciones en
varias partes del mundo, uno de esos conceptos fue dado en Grecia donde Aristóteles en su
libro de La Política «El ciudadano, pues, que los es absolutamente... se distingue tan bien como
en el participar del público juicio y del público gobierno» (p. 109), donde se colige que para
Aristóteles solo es ciudadano si es que participas en los poderes públicos, para poder gozar de
los derechos cívicos se debía participar en los asuntos políticos, al no participar se le castigaba
con la perdida de derechos ciudadanos.

En Roma la ciudadanía se vivió de manera diferente, donde se tenía que cumplir la existencia
de reglas para alcanzar la condición de ciudadano y gozar de los derechos que esto implicaba.
Dentro de estas reglas y obligaciones se puede observar el dar servicios a la república. Las
ideas de Grecia y Roma sobre la ciudadanía coinciden en la obligación de los ciudadanos en su
participación para asuntos públicos. Despareciendo esta noción con la llegada del cristianismo.
En donde se une la visión politica y religiosa, para dar forma a estructuras de gobierno en las
que la autoridad religiosa y política se complementan. Estableciéndose como requisito para
pertenecer a un grupo la profesión y tenencia de la fe. Dándose la perdida de la noción
ciudadana para darle paso al pueblo, la vida política pierde importancia mientras que la vida
religiosa la gana, por esta razón la participación política se restringe a los señores feudales.

Con el paso del tiempo aparece la clase media con poder económico, pudiendo acceder así a la
educación dándose cuenta así que no poseen poder político, pero si económico dando paso a
los pensadores como Marisilio de Palua y Maquiavelo, este último expuso su idea republicana
de gobierno, donde se observa la necesidad de los ciudadanos con dinero, para que el Estado
se fortalezca, por esta razón Maquiavelo, dice que los ciudadanos son los que se involucran en
las decisiones políticas dando tres condiciones, asuntos políticos, el pago de impuestos y en la
defensa del Estado.

Las revoluciones de Inglaterra, Estados Unidos y Francia, apoyan a la idea de ciudadanía como
un factor para buscar el bienestar de la población, esto implica el desarrollo de una serie de
derechos que volvieron al ciudadano, con ese acontecimiento el teórico ingles Thomas H.
Marshall, sostiene que los derechos ciudadanos fueron dados en tres partes, civil, político y
social. En los primeros tenemos derechos como el de la propiedad y la libertad de tránsito, en
los segundos encontramos derechos como el de la libre asociación y la posibilidad de votar o
ser electo para un cargo popular, y los terceros hay derechos como a la educación a un trabajo
digno a la salud. Además, ve al ciudadano como elemento político como el que tiene «el
derecho a participar en el ejercicio del poder político como miembro de un cuerpo investido de
autoridad política, o como elector de los miembros del tal cuerpo» (Marshall 1949. p. 302.)
Ensayo

También debemos agregar ciudadanía multicultural como señala Adela Cortina (2009) una
ciudadanía multicultural, dada «la diversidad de culturas que hace que la ciudadanía se
compleja, pluralista y diferenciada y, en lo que se refiere a sociedades en que conviven
culturas diversas», (p. 152). Dándonos a entender que la ciudadanía se vive de manera distinta
por la diversidad de cultura y el entorno en el que se vive, pero el tipo ideal que expone Adela
Cortina es la ciudadanía cosmopolita, en la que todos los habitantes se sepan y sientan
ciudadanos del mundo, con derechos reconocidos, como los de la ciudadanía social y
multicultural.

Después del término de las dictaduras en América Latina, entro en debate que democracia
haría que el país se desarrolle, la llamada democracia procedimental, en ésta la participación
ciudadana se reduce al ejercicio del voto, lo que se traduce en un ciudadano mínimo, que
terminada las elecciones y designado el nuevo gobernante se concentra en los asuntos de su
vida privada. Otra opción es la democracia participativa, pero esta requiere de un tipo de
ciudadano diferente al ciudadano de la democracia procedimental, exige un ciudadano activo
en los asuntos de la comunidad. Un ciudadano que está preparado para asumir el reto de la
participación política, que tiene la voluntad de participar y posee el conocimiento de sus
deberes y obligaciones, y asume como suyo el reto de involucrarse en la solución de los
problemas de la sociedad. Esto implica la transformación de hombre común en «ciudadano».

Pero esta práctica de ciudadanía se dio de manera fragmentada e inacabado


sorprendentemente los mayores avances en el terreno de la ciudadanía según Esteban Castro
se han dado en aquellos países en donde los sistemas autoritarios, eran dictaduras militares,
que negaron a las personas todos sus derechos, lo impulso a la sociedad a exigir esos derechos.
(Esteban Castro, 2002).

Como bien se puede observar, el concepto de ciudadanía fue cambiando con el paso del
tiempo y los diferentes lugares donde se daba el concepto, también se colige que después de
cada hecho histórico se daba un cambio a la ideología de participación ciudadana, por ejemplo
el cristianismo, las revoluciones y el fin de las dictaduras, en Europa, se practicaba con
responsabilidad los derechos ciudadanos mientras que en América Latina, se tergiverso el
concepto dándose una mala aplicación y practica a estos derechos ciudadanos como lo dice
Mario Vargas Llosa “Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del
estado de derecho y neopopulismo.” Llegando al punto de inferir que no solo los ciudadanos
son los que hacen mal en la práctica si no también el mismo estado por la poca
responsabilidad y conciencia social, al afrontar los problemas que se suscitan en la actualidad.

Bibliografía
 Aristóteles, La Política: Traducción de Pedro Simon Abril. Madrid: Ediciones Nuestra
raza.
 Cortina, A. (2009), Ciudadanos del Mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía. Tercera
Edición. Madrid: Alianza Editorial.
 Esteban Castro, J. (2002), El retorno del ciudadano. Los inestables caminos de la
ciudadanía en América Latina. Periles Latinoamericanos.
 Marshall, T. (1949), Ciudadanía y Clase Social. Traducción Casado, Mª Teresa y Noya
Miranda Francisco Javier. Reis 79/97, pp 297-344. Consultado en septiembre 07 de
2014 http://catedras. fsoc.uba.ar/isuani/marshall.pdf. Marshall, T. (1998), Ciudadanía
Ensayo

y clase social, Madrid: Alianza.

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