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CICLO ECONÓMICO

En economía, se denominan ciclos económicos, ciclos comerciales o fluctuaciones


cíclicas de la actividad económica a las oscilaciones recurrentes de la economía en las que
una fase de expansión va seguida de otra contracción, seguida a su vez de expansión y así
sucesivamente. La contracción genera como resultado una crisis económica que afecta en
forma negativa la economía de millones de personas.

Para Wesley Mitchell, los ciclos económicos son fenómenos específicos de las economías
basadas en el dinero y la actividad comercial, en las que la actividad económica está
organizada mediante empresas que buscan maximizar sus beneficios. Todo lo que afecta
a la economía, desde las lluvias hasta la política, ejerce su influencia afectando al factor
básico: el lucro.

Para la corriente del keynesianismo, los ciclos económicos son inevitables pues son el
resultado del cambio cíclico en la eficiencia marginal del capital, pero mediante ciertas
medidas, como el incremento del gasto público, se pueden suavizar y aminorar sus costos
económicos en el conjunto de la población.

Para la corriente austriaca, en general, el ciclo económico deviene de una expansión


económica artificial, es decir, no respaldada por ahorro voluntario previo y gestada a través
de una manipulación a la baja de tipos de interés, que tiende a aumentar inversiones y crear
un falso auge económico, debido a una distorsión en precios relativos por la mayor masa
de dinero circulante. Estas inversiones, que serían inexistentes o distintas de no ser por la
mencionada distorsión, sobreutilizan los bienes de capital acumulados, desviándolos a
proyectos no rentables.

Tales burbujas inevitablemente acaban estallando. Cuando la emisión de nuevos medios


fiduciarios cesa, las tasas de interés artificiales se acomodan a su verdadero nivel,
generalmente muy superior al establecido por los bancos centrales.

El ciclo económico se define como el periodo que cumple una serie o conjunto de
fenómenos económicos en un orden determinado. Se define como un movimiento de la
producción capitalista a través de fases que guarda entre sí una relación de sucesión siendo
su fase la crisis o fondo de reanimación o recuperación cima o auge.

Definición

La definición clásica de A. F. Burns y W. C Mitchell (1946) es la siguiente:

Los ciclos de los negocios son un tipo de fluctuación en la actividad económica


agregada de las naciones cuya actividad está organizada principalmente en
empresas lucrativas: un ciclo consiste de expansiones que tienen lugar
aproximadamente a la vez en muchas actividades económicas, seguidas por
recesiones, contracciones y recuperaciones igualmente generales que confluyen en
la fase de expansión del ciclo siguiente; la secuencia de cambios es recurrente pero
no periódica; en duración los ciclos de los negocios pueden variar desde poco más
de un año hasta diez o doce años; no son divisibles en ciclos más cortos de carácter
similar con amplitudes parecidas.

Aspectos generales
Medición estadística

Desde el siglo XIX, los estudiosos de la economía notaron dramáticas caídas de la


actividad económica a intervalos variables de 7 a 10 años. En 1863, el francés Clement
Juglar demostró con pruebas estadísticas que las crisis no eran fenómenos aislados,
sino parte de una fluctuación cíclica de la actividad comercial bursátil e industrial y que
los períodos de prosperidad y crisis se seguían unos a otros. Desde perspectivas
distintas, tanto la economía marxista como la escuela austríaca han profundizado en el
estudio de las causas estructurales del ciclo económico y las crisis.

Como los ciclos económicos son irregulares, como las demás fluctuaciones cíclicas,
son oleadas recurrentes de expansión y contracción que no tienen un lapso fijo. Se
distinguen de las fluctuaciones estacionales por la naturaleza de su ritmo: las
estaciones (por ejemplo las estaciones del año) tienen ritmo fijo o regular, en cambio
las fluctuaciones cíclicas tienen un ritmo variable o irregular, aunque un modelo fácil de
reconocer.

Aun cuando los ciclos no se desenvuelven en períodos fijos de tiempo ni en secuencias


regulares de sucesos, pueden ser medidos, tal y como lo han demostrado las
investigaciones de Kydland y Prescott (1982, 1990, 1995). Las sucesivas fases de
expansión (o prosperidad, o auge) y contracción (o recesión, o depresión, o crisis)
pueden medirse y estudiarse mediante los métodos de la estadística y la econometría,
que proporcionan recursos para diferenciar las estaciones de los ciclos y para descartar
de una serie cronológica las tendencias a largo plazo y aislar así las fluctuaciones
cíclicas (v.g el Filtro de Hodrick-Prescott) y además permiten diferenciar las variables
que influyen o determinan el ciclo y aquellas independientes de él.

Aunque los estudios a largo plazo pueden encontrar la duración promedio de


determinada fluctuación cíclica, es imposible predecir la duración de cada ciclo, la cual
no puede deducirse del promedio, ni de la duración del ciclo anterior ni de la de algún
grupo de ciclos precedentes. En cambio es posible investigar y determinar la compleja
interrelación de componentes necesarios y aleatorios que caracterizan las fluctuaciones
cíclicas de la vida económica.

Fases del ciclo

Muchos autores de la teoría del ciclo consideran que cada ciclo constituido por cuatro
fases:
• Recuperación o Expansión: es la fase ascendente del ciclo. Se produce una
renovación del capital que tiene efectos multiplicadores sobre la actividad
económica generando una fase de crecimiento económico y por tanto de
superación de la crisis. La economía está en expansión cuando la actividad general
en la fase de recuperación supera el auge del ciclo económico inmediatamente
anterior.
• Auge: es el momento el cual la economía llega a su más alta etapa, utilizando todos
los factores de producción; a su vez provocando una sobre-producción y saturación
del mercado, disminuyendo el ritmo económico
• Recesión: corresponde a la fase descendente del ciclo. En la recesión se produce
una caída importante de la inversión, la producción y el empleo. Una crisis es una
recesión particularmente abrupta. Si además durante la recesión la economía cae
por debajo del nivel mínimo de la recesión anterior estamos frente a
una contracción.
• Depresión: el punto más bajo del ciclo. Se caracteriza por un alto nivel de desempleo
y una baja demanda de los consumidores en relación con la capacidad productiva
de bienes de consumo. Durante esta fase los precios bajan o permanecen estables.

No obstante, hay mucha imprecisión en el uso de estos términos. A menudo se


usa depresión simplemente para indicar una recesión particularmente intensa, por
ejemplo si la tasa de desempleo excede del 10%.

Diversas variables económicas y sociales cambian en relación con las fases del ciclo.
Se denominan procíclicas las variables que profundizan los efectos del ciclo
económico, es decir que aceleran las expansiones y agravan las recesiones. Las más
típica de estas variables son el producto interno bruto, que suele ser tomado como
referencia del momento del ciclo económico y el consumo, que se ve estimulado por un
crecimiento del producto bruto interno, empujando aún más la fase ascendente, y es
contraído por la crisis, de manera que la reducción en el consumo conduce a la recesión
y agrava los efectos del ciclo en la producción. Otras variables procíclicas son por
ejemplo las horas de trabajo semanal promedio insumidas en la industria, la actividad
industrial, la recaudación fiscal o el consumo de energía.

Se denominan contracíclicas las variables que tienden a actuar de contrapeso durante


la fase de expansión y como estímulo durante la contracción.

Se denominan acíclicas las variables cuyos cambios no están asociados a los cambios
de la actividad económica.

Cuando una variable o indicador cambia de forma procíclica o contracíclica, la variación


puede darse de forma adelantada, cuando la variable se adelanta al ciclo general, del
que el PIB suele tomarse como índice (por ejemplo, son variables procíclicas
adelantadas las ganancias empresariales y las horas semanales promedio insumidas
en la industria). En cambio, se dice que una variable es retardada cuando cambia con
un desfase o retardo respecto al ciclo general (por ejemplo, la tasa de desempleo suele
moverse contracíclicamente con un retardo de uno o varios trimestres con respecto al
ciclo general). Si dos variables cambian simultáneamente con respecto al ciclo, se
dicen coincidentes.

Clases de ciclos

Se han descrito diversos tipos de ciclos económicos generales y ciclos sectoriales. Los
generales serían:
• Cortos, pequeños o de Kitchin, con una duración promedio de 40 meses.
• Medios o de Juglar, 8 años y medio en promedio; se distinguirían por la presencia
de auges y crisis cíclicas.
• Largos, ondas largas o ciclos de Kondratiev, de 50 o 60 años de duración: durante
la expansión los ascensos son prolongados y más fuertes, las crisis son suaves y
las recesiones, cortas; durante la depresión, los ascensos son débiles y cortos, las
crisis muy fuertes y las recesiones, prolongadas, hasta alcanzar el grado de
depresiones económicas generales.
Esta taxonomía de los ciclos es cuestionada por muchos investigadores, debido sobre
todo a la ausencia de teorías que puedan explicar la existencia de periodos de duración
preestablecida en la actividad económica. Así, por ejemplo, en la cronología
generalmente aceptada del National Bureau of Economic Research los ciclos solo se
definen por sus fases de expansión y recesión sin que nadie en general se preocupe
de indagar si se trata de ciclos de Kitchin o de Juglar.

Ciclos sectoriales que algunos investigadores señalan son por ejemplo el del sector de
la construcción, que tendría 18 años en promedio. Por otra parte, Ralph Nelson Elliott,
al observar las fluctuaciones de la Bolsa de valores, encontró dentro de cada ciclo (del
más largo hasta el más corto) ocho "ondas": tres impulsos de ascenso con dos
correcciones y luego dos descensos con una corrección.

Teoría del ciclo

Las primeras sistematizaciones generales de las diversas investigaciones previas sobre


el ciclo económico se le deben a Wesley Mitchell, quien expuso magistralmente el
desarrollo cíclico,y a Schumpeter (1939) quien definió el "modelo tricíclico".

La Gran Depresión obligó a profundizar los estudios científicos sobre este tema, pero
una vez terminada la II Guerra Mundial, al producirse la expansión de un nuevo ciclo
largo, se descuidó el estudio del ciclo y se llegó a generalizar la creencia según la cual
era posible erradicar las crisis del crecimiento económico, incluso entre economistas
tan notables como Paul Samuelson. Fueron la excepción trabajos como los de James
Arthur Estey (1956), Ernest Mandel, Jan Tinbergen y Stanislav Menshikov.

Las ilusiones dieron paso a la realidad después de 1968 y especialmente tras la crisis
internacional de 1973. Desde la perspectiva de la Nueva economía clásica, Robert
Lucas (1975) formulo un modelo del ciclo económico. Mandel y otros economistas
marxistas multiplicaron sus análisis sobre las crisis cíclicas. Nuevos e importantes
estudios sobre el ciclo económico han sido producidos desde entonces y han ayudado
a entender la crisis internacional de 2001 y la reactivación de 2003 y nutren el debate
sobre el futuro de la economía mundial.

Ciclos frente a fluctuaciones aleatorias

El interés de la teoría económica se ha desplazado desde la teoría del ciclo, que


algunos consideran determinista, hacia el estudio de las fluctuaciones económicas
aleatorias, aunque se siga usando la expresión ciclo económico, ya que siempre se ha
distinguido las fluctuaciones cíclicas de aquellas estrictamente determinadas, como las
estaciones.

Defensores de la teoría de las expectativas racionales sostienen que no puede existir


ningún "ciclo determinista" puesto que eso conduciría a oportunidades de arbitraje que
serían aprovechadas por agentes económicos racionales y por tanto acabarían con la
dinámica de ciclo. La teoría del ciclo económico ilustra en cambio, cómo la actuación
de tales agentes termina por reforzar las causas de las fluctuaciones cíclicas.

Sin embargo, la suposición clásica o liberal de que la economía está cercana


al equilibrio, parece difícilmente compatible con la existencia de ciclos. Por tal razón las
formulaciones alternativas han mantenido interés y se han enfrentado a las teorías del
ciclo desde el siglo XIX.

Series temporales y modelos estocásticos

Así ciertos modelos estocásticos de media móvil conducen a series temporales que
mostradas en gráficos muestran fluctuaciones similares a las observadas en series
históricas reales de valores de inflación, empleo o inversión. Según estos enfoques,
esos procesos estocásticos generan gráficos que presentan mayor similitud con las
series de tiempo reales que cualquier teoría de ciclos basada en fórmulas deterministas.

En 1900 el matemático Louis Bachelier (Théorie de la spéculation) propuso que las


fluctuaciones en ciertos precios seguían un paseo aleatorio, siendo totalmente
aleatorios y sin componentes cíclicos. Siendo un trabajo pionero, el modelo de Bachelier
fracasó al explicar las grandes fluctuaciones como la Gran Depresión.

Benoît Mandelbrot (1963), propuso un modelo mejorado basado en el "vuelo de Lévy"


(un caso más general de paseo aleatorio) que aplicó a los precios del algodón. El uso
de la distribución de Lévy buscó explicar las grandes fluctuaciones en los mercados.
Finalmente en 1995, R. Mantegna and H. Stanley analizaron cerca de un millón de
registros del mercado de valores de los cinco años anteriores y encontraron que la
distribución estaba a medio camino entre un paseo aleatorio gausiano y un vuelo de
Lévy. También encontraron distribuciones simlares independientes de la escala
temporal, esta propiedad de autosimilaridad está asociada a funciones fractales.0

Fluctuaciones financieras

Otras hipótesis insisten en lo inexorable de las fluctuaciones. Así, la investigación


de Hyman Minsky se centró en la fragilidad financiera intrínseca a la marcha normal de
la economía y en la comprensión de las crisis financieras. Minsky mostró cómo
evoluciona la inestabilidad de los mercados financieros y cómo interacciona con la
economía. Al hacerlo, incorporó algunos de los hallazgos de Irving Fisher y otros
economistas. Los ciclos Minsky describen los patrones de la inestabilidad de los
mercados financieros.

Minsky demostró que en tiempos de prosperidad se desarrolla una euforia especulativa


mientras aumenta el volumen de crédito, hasta que los beneficios producidos ya no
pueden pagarlo, momento en que los impagos producen la crisis. El resultado es una
contracción del crédito, incluso para aquellas compañías que sí pueden pagarlo,
momento en que la economía entra en recesión. Una característica fundamental de
nuestra economía" escribió Minsky en 1974, "es que el sistema financiero oscila entre
la robustez y la fragilidad, y esa oscilación es parte integrante del proceso que genera
los ciclos económicos."1

Teoría del ciclo real

Partiendo de ese tipo de enfoques, aplicados a fluctuaciones de la demanda


agregada, Finn E. Kydland y Edward C. Prescott (1982, 1990 y 1995), ganadores del
premio Nobel de economía de 2004, han realizado sus estudios sobre la teoría del ciclo
real. Sus investigaciones estadísticas y econométricas han permitido determinar qué
factores o variables se correlacionan directa o inversamente con las fluctuaciones
cíclicas. Algunas de estas variables son exógenas o inducidas, que agudizan o suavizan
las oscilaciones y pueden ser controladas o provocadas por la política económica, en
tanto otras forman parte del carácter mismo de la ganancia capitalista y son, por
consiguiente, motores del ciclo económico, destacando los "choques reales" por sobre
los "choques monetarios". Además, el enfoque del ciclo económico real recoge la
diferenciación entre fuentes de perturbación y mecanismos de propagación, propuesta
por Ragnar Frisch a comienzos de la década del treinta.

Según el modelo de Kydland y Prescott, ante un choque favorable sobre la tecnología,


el producto aumentará, la demanda de trabajo se expandirá, y el salario real se elevará,
porque se incrementa la productividad de los factores, trabajo y capital, hasta que se
incurra en una acumulación excesiva de capital durante el auge. Entonces el auge podía
conllevar las semillas de la recesión.

Teoría del ciclo real y grandes depresiones

Algunos economistas de pensamiento neo-clásico (Cole & Ohanian 1999, 2000, 2001
& 2002) han utilizado la teoría del ciclo real y su instrumental matemático y
metodológico para ofrecer una explicación alternativa a la Gran Depresión de 1929, que
golpeó a Estados Unidos y al resto del mundo.

Se define una gran depresión como una caída acumulada de la producción real de más
del 20%. Utilizando la metodología de los ciclos económicos reales, sus defensores
atribuyen al menos un 40% de la pérdida de producción real a una disminución brusca
de la productividad total de los factores, argumentando que el resto de explicaciones
ofrecidas en la literatura es poco satisfactoria.

Según esta línea de pensamiento, podemos aprender más en término de economía


preguntándonos por qué la producción tardó tanto tiempo en recuperarse más que por
qué se produjo la caída en la producción en primer lugar.

Microeconomía

La teoría del ciclo económico ha sido más eficaz en la planificación microeconómica,


en la cual apoya la preparación de los escenarios de gerencia de riesgo y de
sincronización de la inversión, especialmente en el capital de infraestructura que
amortizable en períodos largos, y que debe financiarse por movimientos de efectivos
en últimos años de la inversión. Al planificar tales inversiones grandes es útil anticipar
el ciclo económico como línea de fondo, para eliminar proyecciones no razonables,
como suponer un crecimiento exponencial constante.

Problemas de medición

Algunos critican que las investigaciones del ciclo económico midan a menudo el
crecimiento, usando indicadores defectuosos de la producción agregada, o el Producto
interno bruto PIB real, que no es útil para medir el bienestar o la calidad de vida de la
población. Se argumenta que hay un desajuste entre la forma como percibe el estado
de la salud económica la mayoría de la gente y como lo perciben los banqueros o los
economistas. Independientemente de las consideraciones sobre el desarrollo
macroeconómico a largo plazo, los economistas y los banqueros pueden tener razón
utilizar el PIB verdadero al estudiar los ciclos económicos. Después de todo, son las
fluctuaciones en el PIB real, no aquellas que miden el bienestar, las que causan
cambios en el empleo, las tasas de interés, y la inflación, es decir los indicadores
económicos que son la preocupación principal de los expertos del ciclo económico. Por
otra parte los grandes teóricos del ciclo económico proponen al utilizar series del PIB o
de los precios, fijarse más en indicadores como la tasa de ganancias, el rendimiento
marginal de la inversión, el incremento de la inversión, el ritmo de innovación, y el valor
agregado, a la hora de medir las fluctuaciones cíclicas.

Relación con el ciclo inmobiliario

Los ciclos económicos hasta ahora explicados, tienen una relación directa con los ciclos
inmobiliarios y la formación de burbujas inmobiliarias en las fases expansivas como se
ha puesto de manifiesto en la última década en USA y España. Al parecer el valor de
los inmuebles comienza a degradarse cuando el PIB no crece a niveles alrededor del
2%.Los ciclos inmobiliarios suelen durar de 7 a 10 años, siendo la fase recesiva siempre
más larga que la expansiva. Los incrementos/decrementos de valor vía
disminución/aumento de yields se neutralizan durante los ciclos, siendo el valor que
permanece el asociado al incremento de rentas.

Teorías del ciclo en diferentes escuelas

La teoría crítica de los ciclos económicos largos

Artículo principal: Onda Kondratiev

La existencia de ciclos económicos largos en la historia constituye una teoría tratada


por numerosos en las cuales la industrialización llegaba a nuevos países, zonas o
ramas de la producción y ondas largas depresivas en las cuales se agotaba el efecto
explosivo de las nuevas conquistas. En 1913 el economista holandés J. Van Gelderen,
a partir de las variaciones de los precios, postuló la existencia de ondas largas y dio
una explicación de orden interno económico, la formación de nuevas ramas industriales
o a su modernización tecnológica. Se considera al ruso Nikolái Kondrátiev (1892-1938)
el fundador y primer expositor sistemático de la teoría del ciclo económico largo. Su
divulgador fue Joseph Alois Schumpeter (1883-1950).

Desde la teoría crítica y el materialismo histórico diversos autores han tratado los ciclos
económicos y sus consecuencias sociopolíticas mundiales. Aparece en la teoría
del tiempo histórico de ciclo largo de Fernand Braudel (1902-1985), y en los trabajos
conjuntos de Georges Modelski y William R. Thompson.

Giovanni Arrighi, en su libro The Long Twentieth Century (El largo siglo XX), y en Chaos
and Governance in the Modern World System, escrito junto con Beverly J. Silver, hace
una reinterpretación de la historia del capitalismo como una serie de alternancias entre
'expansiones materiales' o productivas y 'expansiones financieras'. Giovanni Arrighi,
muy influenciado por la perspectiva del sistema-mundo de Immanuel Wallerstein,
construye una de las teorías de los ciclos largos más completa. Analiza los grandes
ciclos de acumulación de capital que se iniciaron con posterioridad al imperio
español y portugués, concretamente en las ciudades-estado italianas del norte, donde
comienza, para Arrighi, el primer mercantilismo o capitalismo mercantil. Pero serán tres
países los que sean capaces de crear y usar en su beneficio una red de comercio y
finanzas por todo el mundo: Holanda, Reino Unido y Estados Unidos. Cada uno de ellos
tiene su ciclo de hegemonía y cada ciclo tiene una primera fase de expansión comercial,
una fase de expansión financiera y una última de crisis y lucha hegemónica con otra
potencia que resultará a la postre ganadora.

Teoría austriaca del ciclo económico

Artículo principal: Teoría austríaca del ciclo económico

Desde fines del siglo XIX los autores principales de esta escuela (Eugen von Böhm-
Bawerk, Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek) pusieron especial interés en
demostrar la imposibilidad del socialismo y los peligros potenciales inherentes a las
políticas del estado del bienestar. Para Hayek, políticas como el establecimiento de
seguros de salud o fondos de jubilación públicos son los primeros pasos que llevan
hacia la pérdida de la libertad (Camino de servidumbre, 1944).

La teoría austríaca del ciclo económico fue desarrollada por economistas de la


llamada escuela de Viena, cuyo fundador fue Karl Menger, seguido luego por Eugen
von Böhm-Bawerk y Friedrich von Wieser. La teoría del ciclo fue elaborada en particular
por Ludwig von Mises ("Teoría de la Moneda y de los Medios de Circulación", 1912, "La
Acción Humana - Tratado de Economía", 1949), F.A. Hayek ("Precios y Producción",
1931, y "Teoría Pura del Capital", 1941) y Murray Rothbard ("La Gran Depresión",
1963). Mises y Hayek huyeron de Austria por el nazismo. Mises enseñó en Ginebra y
Hayek en Inglaterra. Luego ambos enseñaron en los Estados Unidos. Economistas más
jóvenes que habían sido alumnos de Mises o Hayek en Viena o conocido sus trabajos
desarrollaron y discutieron aspectos de esta teoría. Algunos de los más activos en el
siglo XX fueron John Fetter, Lionel Robbins, Gottfried von Haberler, Wilhelm Ropke,
William Hutt, John Hicks, Fritz Machlup, Henry Hazlitt y Murray Newton Rothbard.

La teoría austriaca explica la relación entre la "estructura temporal" del capital social
(partiendo de la teoría del capital de Böhm-Bawerk , el crédito bancario, el crecimiento
económico y los errores de inversión masivos que se acumulan en la fase alcista del
ciclo, explotando con la burbuja y destruyendo valor).

Sostiene que una expansión “artificial” del crédito, es decir, no respaldada


por ahorro voluntario previo, tiende a orientar la inversión a largo plazo en direcciones
equivocadas, debido a que los precios relativos y las tasas de interés de mercado han
sido distorsionados por la mayor masa de dinero circulante en la economía. Se generan
inversiones de alta intensidad de capital que no hubieran sido emprendidas de no ser
por la mencionada distorsión, se sobreutilizan los bienes de capital acumulados
socialmente, y tarde o temprano las tasas de interés artificialmente bajas se acomodan
a su verdadero nivel de mercado, generalmente muy superior al establecido por los
bancos centrales, dada la escasez relativa de bienes de capital. Esto corta más o
menos abruptamente el flujo de crédito barato, y las inversiones que parecían rentables
con precios inflados ahora dejan de serlo: la crisis estalla y se efectúa la
natural liquidación de las inversiones erróneas.

Teoría keynesiana del ciclo

Artículo principal: Keynesianismo


Para John Maynard Keynes, el ciclo económico es causado principalmente por las
fluctuaciones de la eficiencia marginal de capital, la cual define como "la tasa de
descuento que aplicada a la serie de rendimientos futuros que se calculan para toda la
vida de una cantidad adicional de capital, nos da un valor actual de todos esos
rendimientos, equivalente al costo de tal cantidad adicional". Para Keynes la
rentabilidad esperada por el capital adicional invertido fluctúan y al desarrollarse un
auge económico comienza a disminuir debido a la desilusión que provoca el crecimiento
de los inventarios de mercancías; el pesimismo se extiende, la inversión se reduce y se
produce finalmente la crisis. Una vez desencadenada la crisis debe pasar un tiempo
para que se eliminen los sobrantes de capital y mercancía y se recuperen la demanda
agregada, el consumo y la inversión hasta establecer la recuperación.

Keynes observaba cómo tras la crisis se disminuye la propensión marginal al


consumo y se aumenta la preferencia por la liquidez, lo cual causa una mayor reducción
de la inversión y puede alargar el período crítico y llevar hasta la depresión con su
característica trampa de liquidez.

Keynes explicó que en la depresión en el desempleo no se reduce con la baja de


salarios, lo cual fue sustentado más ampliamente por Michal Kalecki. Con base en las
investigaciones de Richard Kahn sobre el efecto multiplicador del crecimiento del
empleo en las obras públicas, Keynes formuló los conceptos de multiplicador del
empleo y multiplicador de la inversión, afirmando que entre mayor fuera la proporción
de ingreso nuevo dedicado al consumo mayor será el incremento del empleo causado
por una nueva inversión. Así, para contrarrestar la depresión propuso una política de
gasto público y consideró que era poco probable que la caída de la eficiencia marginal
del capital fuera necesariamente cíclica, siendo en cambio una variable en juego que
podía influirse con políticas económicas adecuadas, la intervención económica del
estado y estímulos psicológicos y objetivos.

Teoría marxista del ciclo

Artículo principal: Crisis cíclicas

Marx retomó las consideraciones de los economistas clásicos que lo precedieron


(Smith, Ricardo, etc.) y usando conceptos clásicos y conceptos acuñados por él mismo
("composición orgánica del capital", "tasa de plusvalía") formuló una teoría de las crisis
que aunque dispersa en varias de sus obras, es una teoría relativamente completa de
los ciclos de expansión-contracción, en opinión de autores tales como Henryk
Grossman, Paul Mattick, Maurice Dobb o Anwar Shaikh. Richard Goodwin desarrolló
modelos matemáticos de los ciclos comerciales a partir de las ideas de Marx.

En la teoría de Marx la masa de ganancia (s) aumenta durante la expansión económica,


pero la tasa de ganancia (r = s/[c+v]], donde c es capital constante, es decir maquinaria,
materias primas y otros insumos, y v son salarios) tiende a disminuir debido a que
aumenta la composición orgánica del capital (es decir, c/v, que es el valor de la
maquinaria y las materiales primas por unidad de gasto en salarios). Siendo la tasa de
ganancia r = s/(c + v), puede ponerse también como ε/(ω + 1) siendo ε = s/v la tasa de
plusvalía y ω = c/v la composición orgánica del capital, de forma que el aumento de ω
tenderá a hacer caer la tasa de ganancia r. En la visión de Marx la baja de la tasa de
ganancia y la acumulación acelerada son los dos aspectos en que se manifiesta el
mismo proceso de desarrollo de la capacidad productiva. El rendimiento de
la inversión en forma de ganancias es el resorte propulsor de la producción capitalista
y el crecimiento acelerado al reducir la rentabilidad general del capital, conduce al
descenso de la inversión. El conflicto de estos factores se abre paso periódicamente en
forma de crisis.

Las condiciones del crecimiento capitalista se restablecen mediante la destrucción de


capital que tiene lugar en las crisis. En las quiebras empresariales tienen lugar la
destrucción de capital, que deja de funcionar como tal. Los capitalistas que no quiebran
se hacen con el mercado de sus anteriores competidores y pueden adquirir a precios
muy bajos sus empresas, su plantas, su maquinaria o sus inventarios. La destrucción
económica de carácter más agudo es la referida al capital invertido en los títulos
valores, que representan el derecho a una ganancia futura.

Debido al aumento masivo del desempleo, la crisis presiona a la baja los salarios, lo
que contribuye junto a los factores anteriores a que el capital que supera la crisis pueda
dar otra vez altos rendimientos. La crisis termina cuando la misma destrucción de capital
provocado por ella conduce al alza general de la tasa de ganancia y la economía se
reactiva. La paralización de la producción prepara su ampliación posterior, de la misma
forma que el crecimiento prepara la crisis. Así se reanuda el ciclo.

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