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Derechos del

MERCOSUR

Derecho de
Integración
Regional
Mercosur

En el Mercosur, las fuentes normativas se encuentran definidas por el


art. 41 del Protocolo de Ouro Preto, que específicamente menciona las
siguientes:

• El Tratado de Asunción, sus protocolos y los instrumentos


adicionales o complementarios
• Los acuerdos celebrados en el marco del Tratado de Asunción y
sus protocolos
• Las Decisiones del Consejo del Mercado Común, las Resoluciones
del Grupo Mercado Común y las Directivas de la Comisión de
Comercio del Mercosur, adoptadas desde la entrada en vigor del
Tratado de Asunción.
Por su parte, el artículo siguiente se ocupa de precisar que “Las
normas emanadas de los órganos del Mercosur previstos en el
Artículo 2 de este Protocolo tendrán carácter obligatorio y, cuando
sea necesario, deberán ser incorporadas a los ordenamientos
jurídicos nacionales mediante los procedimientos previstos por la
legislación de cada país”.
Sostiene Freeland (1996) que la enumeración que se hace en el Art.
41 no es taxativa sino meramente enunciativa. Es decir que ella no
impide que a la hora de completar las lagunas que todo ordenamiento
jurídico presenta, el intérprete del derecho positivo del Mercosur
recurra por ejemplo, a los principios generales del derecho
comunitario y del derecho internacional, a la costumbre, a los laudos
de los tribunales arbitrales o del TPR, a la doctrina de los autores, etc.

El Derecho Primario.
Está conformado por las fuentes citadas en los apartados I y II del art.
41 del Protocolo de Ouro Preto, a saber:
• El Tratado de Asunción, sus protocolos y los instrumentos
adicionales o complementarios; y
• Los acuerdos celebrados en el marco del Tratado de Asunción y
sus protocolos.
Es decir, se incluyen dentro del Derecho Primario no sólo el Tratado
de Asunción, sino además los Protocolos de Brasilia, Ouro Preto y
Olivos, estudiados en la Unidad 3.
Señala Freeland (1996) que el Tratado de Asunción se encuadra
dentro de la categoría de los tratados “marco o constitución”, es decir,
que contienen reglas de carácter programático que deben ser
desarrolladas por los órganos comunitarios a los que atribuye
competencia normativa. Pero también contienen normas que
recogen simples obligaciones de hacer o de abstenerse, dirigidas a los
Estados miembros, como los Arts. 4 y 7.

El derecho primario del MERCOSUR, ¿goza de las características


de primacía, efecto directo, aplicabilidad directa?

Para Freeland, los tratados que componen el Derecho Primario del


Mercosur tienen primacía sobre el resto del ordenamiento jurídico
comunitario y presentan la característica de rigidez a la que nos
referimos al hablar del Derecho Primario de la Unión Europea.
Además, son directamente aplicables, es decir que una vez
ratificados por los Estados miembros, conforme a sus respectivos
procedimientos internos, no necesitan de otro acto de incorporación
para desplegar sus efectos. Respecto a estos efectos, Freeland (1996)
señala que como toda norma de Derecho Primario, los tratados
despliegan efectos directos, verticales y horizontales, siempre que
contengan un mandato claro, preciso e incondicionado de hacer o de
no hacer determinada cosa.
En el caso de la Argentina (y también en el Paraguay), las normas del
Derecho Primario tienen además primacía sobre todo el
ordenamiento interno, excepto sobre el constitucional (Art. 75 inc. 24
CN), lo que de acuerdo con Freeland (1996), puede acarrear en el
futuro seguras dificultades.
Al igual que en el caso europeo, esta primacía supone que cualquier
norma de derecho interno que se oponga a una comunitaria debe
recibir, por lo menos, la misma sanción que en la Unión, es decir, la
no aplicación por el juzgador en beneficio de la regla comunitaria.
Además, implica una obligación por parte de los Estados miembros
de adecuar sus legislaciones internas a la legislación común (primaria
y derivada), derogando o modificando la ley, el decreto o el acto
normativo interior que impida o dificulte su plena eficacia y
cumplimiento (Art. 38 POP).

El Derecho Secundario.
Al igual que en el caso del Derecho Secundario de la Unión Europea,
es posible aquí también distinguir entre actos típicos y atípicos.

Actos típicos
Los actos típicos son los enumerados en el artículo 41 del POP, y
comprenden por lo tanto a:
• Las Decisiones del Consejo del Mercado Común
• Las Resoluciones del Grupo Mercado Común y
• Las Directivas de la Comisión de Comercio del Mercosur.
Muchos de estos actos jurídicos tienen alcance general y contenido
normativo, dentro del territorio del Mercosur, y todos son adoptados
en ejercicio de las facultades que los Estados miembros le han
conferido a los órganos del Mercosur, cuya nómina y competencias
hemos tratado en la Unidad 3. Su regulación se encuentra prevista
por el Capítulo III del Protocolo de Ouro Preto, en los Arts. 37 a 39.
Como principio, todas las decisiones deben tomarse por consenso y
con la presencia de todos los Estados Partes (art. 37).
Una vez aprobadas, rige el compromiso asumido por los Estados
miembros de “adoptar todas las medidas necesarias para asegurar,
en sus respectivos territorios, el cumplimiento de las normas
emanadas de los órganos del Mercosur”, debiendo informar al
respecto a la Secretaría Administrativa del Mercosur (art. 38).
La jerarquización vista en oportunidad de tratar la estructura
orgánica del Mercosur es la que le confiere a estas normas su grado
de prelación.
• De allí se sigue que las normas derivadas de mayor jerarquía son
las Decisiones, dictadas por el Consejo del Mercado Común;
muchas de ellas reglamentan las fuentes originarias con carácter
general, aprueban proyectos de tratados y coordinan la labor
técnica de los restantes órganos.
• Las Resoluciones del Grupo Mercado Común están mayormente
destinadas a cumplir y reglamentar Decisiones del Consejo, como
asimismo a coordinar la labor de armonización de las distintas
áreas a cargo de los sub-grupos de trabajo.
• Por último, las Directivas de la Comisión de Comercio tienen por
característica revestir carácter eminentemente técnico y posee un
rango inferior a las demás normas mencionadas.
En todos los casos, el texto de estos actos normativos debe ser
publicado en el Boletín Oficial del Mercosur. Igual criterio se adopta
con cualquier otro acto al cual el Consejo del Mercado Común o el
Grupo Mercado Común entiendan necesario atribuirle publicidad
oficial.
En cuanto a su alcance, la característica de estar dirigidas a la
generalidad y no a destinatarios determinados aparece con mayor
claridad en el caso de las directivas. Las resoluciones, por las
características y competencias del órgano que emanan (GMC) serán
generalmente de ejecución y de reglamentación de las decisiones del
Consejo. En cuanto a las directivas, se encuentran demasiado debajo
de la escala normativa como para que pueda predicarse de ellas esta
característica tan propia de las leyes (Freeland, 1996).
El Derecho Secundario del MERCOSUR, ¿goza de las características
de primacía, efecto directo, aplicabilidad directa?

Mientras que Ekmedjian (1996) sostiene que el Derecho Derivado del


Mercosur carece de estas características, Freeland (1996) por el
contrario se las reconoce, aunque con algunas limitaciones, que
analizaremos a continuación:
Respecto a la primacía, a partir de la sanción del Art. 75 inc. 24 de la
Constitución Nacional, no pueden caber dudas de que en la
Argentina, las normas derivadas de los órganos del Mercosur
prevalecen sobre las leyes internas: “las normas dictadas en su
consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes”. Es decir, en el
ámbito nacional, el Derecho Derivado goza de primacía sobre el
derecho interno, con excepción de las normas constitucionales
(Freeland, 1996).
Respecto al efecto directo, Freeland (1996) sostiene que los actos
jurídicos que componen el Derecho Derivado crean derechos y
obligaciones tanto para los Estados miembros como para los
ciudadanos, y que los poderes internos del Estado tienen la
obligación de garantizar o hacer cumplir. Ello es así siempre que las
normas sean claras, precisas e incondicionadas o cuando el Estado
parte obligado no desarrolle, en tiempo oportuno, la norma que
confiere derechos u obligaciones en su derecho interno. Es decir que
para este autor, las normas típicas dotadas de las características
apuntadas, tienen efectos directos.
Respecto a la aplicabilidad directa, la cuestión presenta algunas
complejidades. En efecto, para la entrada en vigencia de las normas
derivadas se ha previsto el régimen que la doctrina ha calificado como
de “aplicación o vigencia simultánea”, que sería una alternativa a la
aplicabilidad directa propia del Derecho de la Unión (Freeland,
1996). Esto implica la adopción de un sistema de recepción normativa
de tipo complejo, previsto en el artículo 40 del POP. Una vez
aprobada la norma por los órganos del Mercosur, ella debe ser
incorporada por los Estados Miembros e informar a la Secretaría
Administrativa del Mercosur.
Cuando los cuatro Estados Miembros concluyeron con dicho trámite,
la Secretaría Administrativa expide una comunicación oficial a cada
estado miembro. Las normas entrarán en vigor simultáneamente en
los Estados Partes 30 días después de la fecha de esta comunicación
(art. 40 inc. iii).
Ahora bien, el requisito de la incorporación expresa de las normas
derivadas no rige en todos los casos. Ello es lo que resulta del art. 42
del Protocolo de Ouro Preto, que luego de sostener que este tipo de
normas derivadas “tendrán carácter obligatorio”, agrega que “cuando
sea necesario” deberán ser incorporadas a los ordenamientos
jurídicos nacionales mediante los procedimientos previstos por la
legislación de cada país.
Ello nos permite sostener que, dentro de las fuentes jurídicas
derivadas del Mercosur, hay dos categorías: a) Normas de “vigencia
simultánea”, que requieren de un procedimiento complejo para su
entrada en vigencia, con recepción expresa en el derecho interno de
cada uno de los Estados miembros y posterior intervención de la
Secretaría Administrativa del Mercosur (y que por consiguiente, no
gozan de efecto directo); y b) Normas de “aplicabilidad directa”, que
no requieren de este procedimiento de tipo complejo y, por lo tanto,
tendrán carácter obligatorio para los Estados miembros a partir de su
aprobación en el seno del órgano del Mercosur, de acuerdo con lo
dispuesto por la primera parte del art. 42 del POP.
Esta distinción se ha visto confirmada con la reglamentación del art.
42 del Protocolo de Ouro Preto que ha hecho el Consejo Mercado
Común, mediante Decisión N° 23/00. El art. 5° de la Decisión
reglamentaria, reconoce la existencia de una categoría de normas
derivadas de aplicabilidad directa, las cuales “entrarán en vigencia a
partir de su aprobación”. En sus dos incisos, el artículo se refiere a las
dos sub-categorías de este tipo de normas: a) aquellas cuyo contenido
trata asuntos relacionados al funcionamiento interno del Mercosur, a
las que podemos denominar “de organización”; y b) aquellas otras
cuyo contenido ya estuviera contemplado en la legislación nacional
de un estado parte, que podemos llamar “de reconocimiento”.
Cuando se trata de normas “de organización”, la decisión exige que
dicho carácter sea explícito en el texto del documento, dejándose
constancia de su efecto directo, esto es, que la norma no necesita ser
incorporada en un posterior procedimiento de recepción y rige, como
hemos visto, desde su aprobación.
Para las normas “de reconocimiento”, rige un trámite simplificado. El
Estado sólo debe informar a la Secretaría Administrativa del
Mercosur la existencia de la norma nacional que incluye el contenido
de la norma del Mercosur en cuestión.
En ambos casos, la norma derivada puede establecer condiciones
especiales en torno a la fecha o plazos para su incorporación,
prevaleciendo en tal supuesto, la regulación particular.

Actos atípicos
Son aquellos que no se encuentran enumerados en el Art. 41 el POP.
Como en el caso de la Unión Europea, algunos tienen un carácter
meramente interno, mientras que otros despliegan efectos jurídicos
fuera del ámbito comunitario:
• Actos internos: Esta categoría incluye a) los relativos a la
organización y al funcionamiento de las instituciones y órganos
(reglamentos internos); y b) los proyectos normativos
preparatorios, tales como las propuestas de decisiones del GMC al
CMC, las propuestas de la Comisión de Comercio al GMC (Art. 20
POP), las recomendaciones del FCES al GMC (Art. 29 POP), entre
otros.
• Actos sui generis: comprenden los programas de trabajo o de
acción que el CMC y el GMC pueden elaborar (Arts. 8 y 14 del
POP) y los informes y rendiciones de cuentas, como los de la
Secretaría Administrativa del GMC (Art. 32 VIII, POP).
El siguiente cuadro sintetiza la clasificación presentada:

El Derecho Complementario.
El Derecho internacional general
El Mercosur, por ser una organización internacional, está sometido al
igual que la Unión Europea a las reglas del Derecho Internacional
General que le serán aplicadas en la medida en que no posea una
reglamentación particular (por ejemplo, en materia de tratados, de
privilegios e inmunidades, etc.).

Los acuerdos concluidos por los Estados miembros entre sí

Esta categoría incluye a los acuerdos anteriores a la vigencia del TA o


que, posteriores a su entrada en vigor, vinculan a algunos miembros
del bloque entre sí y con terceros Estados.
Tales acuerdos no tienen naturaleza comunitaria ni son actos de las
instituciones regionales, pero en el Mercosur tienen una gran
importancia. Por ejemplo, los Tratados de Montevideo de 1960 y
1980, constitutivos de la ALALC y la ALADI (este último aún vigente).

Estos tratados, en caso de ser anteriores al TA, deben adaptarse a él,


eliminando las incompatibilidades que se observen, y si son
posteriores, deben evitar contradecirlo, al igual que al resto de las
normas del Derecho Primario y Derivado.

Los acuerdos celebrados por el Mercosur con otros


esquemas de integración, países, grupos de países u
organizaciones internacionales.
Estos acuerdos, posibles a partir del reconocimiento de personalidad
jurídica de derecho internacional al Mercosur por parte del POP (Art.
34), están subordinados a las normas de derecho originario, pero
prevalecen sobre las normas de Derecho Derivado (Freeland, 1996).
Dentro de los acuerdos que celebra el Mercosur con terceros países,
es importante destacar los denominados Acuerdos de
Complementación Económica, firmados entre el bloque regional y
cada país que decida adquirir el rango de “Estado asociado”. En ellos
se establece un cronograma para la creación de una zona de libre
comercio y la gradual reducción de las tarifas arancelarias entre el
Mercosur y los países firmantes.
• Chile formalizó su asociación al Mercosur el 25 de junio de 1996
con la suscripción del Acuerdo de Complementación Económica
Mercosur–Chile.
• Bolivia lo hizo el 17 de diciembre de 1996, mediante la firma del
Acuerdo de Complementación Económica Mercosur–Bolivia. A
fines de 2006 vehiculizó su pedido de admisión como miembro
pleno.
• Perú, en tanto, formalizó su asociación en 2003 con la suscripción
del Acuerdo de Complementación Económica Mercosur–Perú.
• Colombia, Ecuador y Venezuela formalizaron su asociación en
2004, mediante el Acuerdo de Complementación Económica
Mercosur–Colombia, Ecuador y Venezuela.
• Venezuela se integró como Estado Miembro el 4 de julio de 2006,
habiendo sido previamente Estado Asociado en el período 2004–
2006.
Además de estos acuerdos, el Mercosur ha firmado tratados de libre
comercio con la Comunidad Andina, Israel y Egipto, y Acuerdos
preferenciales de Comercio con la India y la Unión Aduanera de
África Austral (SACU), para mencionar los más importantes.
Además, lleva a cabo tratativas para realizar acuerdos comerciales
con la Unión Europea, con Corea del Sur, con el Consejo de
Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes
Unidos, Kuwait, Qatar y Omán), con Jordania, con Turquía, con Siria
y con los Territorios Palestinos.

Otras fuentes normativas.


Los principios generales del Derecho
Son aquellos ampliamente admitidos y reconocidos en las
jurisdicciones internas, como los de proporcionalidad, el de
enriquecimiento sin causa, el de buena fe, el de legalidad y el de
seguridad jurídica, entre otros.

La jurisprudencia
Incluye los laudos del Tribunal Permanente de Revisión creado por el
PO, y el de los tribunales arbitrales ad hoc creados a partir del
Protocolo de Brasilia, así como también la jurisprudencia de los
tribunales internos.

La doctrina
Comprende los trabajos de los especialistas en Derecho de la
Integración Regional, nacionales y extranjeros, que son tenidos en
cuenta a la hora de decidir un laudo arbitral, o de que el Consejo fije
el alcance de alguna norma, o cuando se invoquen normas
comunitarias ante las jurisdicciones domésticas.

La pirámide jurídica del Mercosur


Para finalizar la exposición relativa al derecho del Mercosur,
presentamos en el siguiente cuadro el esquema de la pirámide
normativa correspondiente a dicho bloque regional:

Otras fuentes

Actos atípicos (D. secundario)

Directivas (Comisión de Comercio)

Resoluciones del GMC

Decisiones del CMC

Acuerdos entre el Mercosur y terceros Estados o entre los


Estados miembros
Derecho originario o primario (tratado constitutivo, protocolos, anexos y
modificaciones)

Elaboración propia a partir de Freeland (1996)


Bibliografía

• Ekmekdjian, M. A. (1996). Introducción al Derecho Comunitario


Latinoamericano (2ª Ed.). Buenos Aires: Depalma.

• Freeland López Lecube, A. (1996). Manual


de Derecho
Comunitario (1ª Ed.). Buenos Aires: Ábaco.

Bibliografía ampliatoria

• Borchardt, K. (2002). El ABC del Derecho comunitario.


Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las
Comunidades Europeas.

• Borchardt, K. (2010). The ABC of European Union Law.


Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de la Unión
Europea.

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