Proceso de transformación:

La materia prima sigue siendo la misma que entonces: grafito, arcilla y agua. La cantidad de
grafito y arcilla utilizados, determinan la dureza de la mina. Cuando la mezcla está lista, se
introduce en un horno que evaporará la mayor cantidad de agua; así se forma una piedra que
es triturada.

El polvo se compacta hasta formar un cartucho de grafito que se coloca en una máquina, de
donde surgirán varias barras delgadas que se cortan a la medida del lápiz. Entonces vuelven a
ser horneadas para secar el agua que aún tengan. 

El cuerpo de madera del lápiz se forma por tablas delgadas a las que se les hacen varias
ranuras; en ellas se colocan las barras de grafito; se cubren con otra tabla, también con
ranuras. Las tablas se colocan en una prensa donde permanecen un día completo. 

Transcurrido este tiempo, se separan para dar forma a los lápices que son lijados, barnizados,
decorados y, en algunos casos, coronados con goma o funda de metal, se empacan y llegan a
las vitrinas de papelerías y mostradores de centros de autoservicio.