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Liderazgo y Contexto

Paulina Rosas Bahamonde

Liderazgo y Trabajo en Equipo

Instituto IACC

15. OCTUBRE.2017
Desarrollo

A través de un ejemplo usted deberá explicar cómo el contexto determina el proceso de liderazgo

de una persona o de un grupo de personas.

Cabe destacar que al momento de hablar de liderazgo, hay muchas ideas que se nos vienen a la

cabeza, asociándolo a nuestras vivencias y a las personas con las que nos relacionamos día a día,

discriminando si dentro de ellas hay o no líderes positivos a los cuales seguir.

Cuando se habla del contexto, por definición obtendremos que este término se refiere a todo

aquello que rodea, tanto física como simbólicamente, un acontecimiento, pudiendo así interpretar

o entender un hecho. Es decir, que en nuestro diario vivir podemos observar que transitamos por

variados contextos, de felicidad, tristeza, enojo, entre otros.

Ahora bien, ¿qué pasa con el líder cuando se enfrenta a diversos contextos?

Es sabido que el líder tiene y debe tener cualidades y ciertas características que lo hagan

definirse como tal. A mi parecer, una de las más importantes es el conocimiento y la experiencia,

porque cuando una persona tiene conocimiento es capaz de tener una visión más amplias de las

cosas, considerando que sabrá de qué hablar o qué pasa cuando se tocan temas en particular, y la

experiencia en relación a las vivencias que ha pasado, ya que los hechos marcan a las personas

entregando aprendizajes positivos y alertas en cuanto a lo negativo; todas estas cosas ayudan a

que uno forme una esencia como persona, que lo hará única y especial.
Si ilustro un ejemplo, puedo tomarlo desde mi misma experiencia. Yo soy oficial de Ejército y

aunque la Institución sea respetada y jerarquizada por los cargos que uno desempeña, en ningún

lado de la formación te enseñan a cómo relacionarte con la gente, pero si te inculcan el concepto

de liderazgo que, como oficial, uno debe llegar a su gente porque del papel de la unidad en

conjunto, dependerá el cumplimiento de la misión, sabiendo liderar a su gente, explotando cada

uno de las cualidades y habilidad del equipo.

Nos situamos en el contexto de la recepción del contingente, soldados conscriptos, que

voluntariamente, en teoría, deciden realizar su servicio militar y se inscriben en el cartón de

reclutamiento que les corresponde. Es así que, a lo largo de todo el país, son cientos de jóvenes

que deciden cumplir con su deber como ciudadano chileno.

Pues bien, a las unidades llegan estos jóvenes a cumplir con su servicio militar, donde, por

ejemplo, en Punta Arenas, llegan jóvenes de diferentes regiones del centro y sur del país, entre

Santiago y Punta Arenas.

Ya podemos observar que, cuando se recepcione al contingente, nos veremos expuestos a

distintos contextos, que los propios conscriptos nos pondrán en frente, porque liderar un grupo

tan diverso de culturas, no es tarea fácil, ya que se debe llegar a un equilibrio para que toda la

unidad reme para el mismo lado.

Es aquí donde el líder, con el pasar de los días, debe estudiar a cada soldado que está bajo su

mando, conocer cada uno de las realidades de donde provienen, conversar con ellos y ver qué tan

sólida es su formación personal en cuanto a educación, valores, espiritu, entre otros. Muchos de

los escenarios con los que el líder debe trabajar hablan de jóvenes con algún tipo de riesgo social
o inestabilidad emocional, por parte del núcleo familiar. Todos estos aspectos de detalle el líder

debe manejarlos para planificar cómo parará a su unidad y cómo logrará que estos desarrollen y

aprendan las exigencias de la formación militar.

Llega un punto en que el líder se inserta tanto en su unidad que, como nosotros lo llamamos, se

crea el espíritu de cuerpo y la cohesión de la unidad, ya que un buen mando, desde el ejemplo, le

enseña a sus subordinados y codo a codo van creciendo como unidad.

Los líderes pueden crear de diversas vivencias contextos de alegría, demostrándole a sus

soldados que hay otro tipo de vida, muy diferente de la cual llevaban día a día en sus hogares,

logrando que entiendan en su conciencia de que aunque se sufra física y mentalmente, todo dolor

pasa, porque el cuerpo siempre da, y cuando se cumple la misión, con la satisfacción del deber

cumplido, uno empieza a disfrutar de la vida y no a sufrir ni a sobrevivir como generalmente

pasa con la mayoría de las personas.

Quien logre no contagiarse de la situación emocional de las personas con las que se relaciona,

podrá liderar al momento de empatizar con las mismas y comprender qué es lo que están

sintiendo, pero un buen líder nunca convertirá las emociones de otros, en propias.  


Bibliografía

1. IACC (2017). Liderazgo y Contexto. Liderazgo y trabajo en equipo. Semana 2.

2. Emoción positiva. (2015). Liderazgo en distintos contextos. enero 20, 2015, de EP Sitio

web: http://emocion-positiva.com/liderazgo-en-distintos-contextos/

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