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NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA

DESATA NUDOS
Guía para rezar la Novena a María Santísima Desata nudos
1. Hacer la Señal de la Cruz
2. Recitar el Acto de Contrición (Pedir perdón por nuestros pecados con real
arrepentimiento, y en fe prometer no volver a pecar): “Jesús, mi Señor y Redentor,
yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo
corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no
volver a pecar y confío en que por tu infinita Misericordia, me has de conceder el
perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna. Amen.” - (Se puede rezar
en alternativa el Acto de Dolor).
3. Recitar las 3 primeras decenas del Rosario.
4. Leer la meditación propia de cada día (del Primero al Noveno día).
5. Recitar las 2 últimas decenas del Rosario.
6. Terminar con la Oración final a María que desata los nudos.
[Un nudo = una novena]
LA NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DESATA NUDOS
DÍA PRIMERO

Santa Madre mía amada, Santa María, que desatas los «nudos» que oprimen a Tus hijos,
tiende Tus Manos misericordiosas hacia mí. Te doy hoy este «nudo» (nombrarlo si es
posible) y cada consecuencia negativa que ese provoca en mi vida. Te doy este «nudo»
que me atormenta, me hace infeliz y me impide unirme a Ti y a Tu Hijo Jesús Salvador.
Recurro a Ti María que desatas estos nudos porque tengo Confianza en Ti, y sé que nunca
has desamparado a un hijo pecador que Te suplica ayuda. Creo que Tú puedes desatar
estos nudos porque eres mi Madre. Sé que lo harás porque me amas con amor eterno.
Gracias Madre mía amada.
«María que desata los nudos», ruega por mí.
Quien busca una gracia, la encontrará en las manos de María.

DÍA SEGUNDO

María Madre muy amada, llena de Gracia, mi corazón se dirige hoy hacia Ti. Me
reconozco pecador y necesito de Ti. No tuve en cuenta Tus Gracias a causa de mi
egoísmo, de mi rencor, de la falta de generosidad y de humildad. Hoy me dirijo a Ti,
«María que desata los nudos» para que Tú pidas por mí, a Tu Hijo Jesús la pureza de
corazón, el desapego, la humildad y la confianza. Viviré este día con estas virtudes. Te las
ofrezco como prueba de mi amor para Ti. Repongo este «nudo» (nombrarlo si es posible)
en Tus Manos porque me impide ver la Gloria de Dios.
«María que desata los nudos», ruega por mí.
María ofreció a Dios cada instante de su vida.
DÍA TERCERO

Madre Mediadora, Reina del cielo, en cuyas Manos están las riquezas del Rey, dirige a mí
Tus Ojos misericordiosos. Repongo en Tus Manos Santas este «nudo» de mi vida
(nombrarlo si es posible) y todo el resentimiento que resulta de esta atadura. Dios Padre,
Te pido perdón por mis pecados. Ayúdame ahora a perdonar cada persona que
deliberadamente o inconscientemente, ha provocado este «nudo». Gracias a esta decisión
Tú podrás desatarlo. Madre mía amada delante de Ti, y en nombre de Tu Hijo Jesús mi
Salvador, que fue tan
ofendido, y que supo perdonar, perdono ahora a estas personas........................y también a
mí mismo por
siempre. «María que desata los nudos», te agradezco porque desatas en mi corazón el
«nudo» del rencor y el «nudo» que hoy te presento. Amen.
«María que desata los nudos», ruega por mí.
Quien quiere las gracias se dirija a María.
DÍA CUARTO
Santa Madre mía amada, que acoges a todos aquellos que te buscan, ten piedad de mí.
Repongo en Tus Manos este «nudo» (nombrarlo si es posible). Me impide ser feliz, de
vivir en paz, mi Alma está paralizada y me impide de caminar hacia mi Señor y servirlo.
Desata este «nudo» de mi vida, oh Madre mía. Pide a Jesús la curación de mi Fe
paralizada que tropieza en las piedras del camino. Camina conmigo, Madre mía amada,
para que sea consciente que estas piedras son en realidad amigas; que deje de murmurar y
aprenda a dar gracias, a sonreír en cada momento, porque tengo confianza en Ti.
«María que desata los nudos», ruega por mí.
María es el Sol y todo el mundo beneficia de Su calor.

DÍA QUINTO
«Madre que desatas los nudos» generosa y llena de compasión, me dirijo a Ti para
reponer, una vez más, este «nudo» en Tus Manos (nombrarlo si es posible). Te pido la
sabiduría de Dios, para que yo consiga, a la Luz del Espíritu Santo, desatar este cúmulo
de dificultades. Nadie Te ha visto nunca enojada, al contrario, Tus palabras son tan llenas
de dulzura que se ve en Ti el Espíritu Santo, líbrame de las amarguras, de la cólera y del
odio que este «nudo» me ha causado. Madre mía amada, dame Tu dulzura y Tu sabiduría,
enséñame a meditar en el silencio de mi corazón y así como lo has hecho en el día de
Pentecostés, intercede con Jesús para que reciba en mi vida el Espíritu Santo, el Espíritu
de Dios que venga sobre mí.
«María que desata los nudos», ruega por mí.
María es Omnipotente con Dios.
DÍA SEXTO
Reina de misericordia, te doy este «nudo» de mi vida (nombrarlo si es posible) y te pido
un corazón que sepa ser paciente hasta que Tú desates este «nudo». Enséñame a escuchar
la
Palabra de Tu Hijo, a confesarme, a comulgar, por esto quédate conmigo María. Prepara

mi corazón a festejar con los Ángeles la Gracia que Tú me estas obteniendo.


/

«María que desata los nudos», ruega por mí.

Eres hermosa María y ninguna mancha está en Ti.

DÍA SÉPTIMO
Madre purísima, me dirijo hoy a Ti, te suplico de desatar este «nudo» de mi vida,
(nombrarlo si es posible) y de liberarme de la influencia del mal. Dios te ha concedido un
gran poder sobre todos los demonios. Hoy renuncio a los demonios y a todos los lazos
que tuve con ellos. Proclamo que Jesús es mi único Salvador y mi único Señor. Oh,
«María que desatas los nudos» aplasta la cabeza del demonio. Destruye las trampas
provocadas de estos «nudos» de mi vida. Gracias Madre tan amada. ¡Señor, Libérame con
Tu preciosa Sangre!
«María que desata los nudos», ruega por mí.
Eres la Gloria de Jerusalén, eres el Honor de nuestro pueblo.
DÍA OCTAVO
Virgen Madre de Dios, rica de misericordia, ten piedad de mí, tu hijito, y desata los nudos
(nómbralo si es posible) de mi vida. Yo necesito que Tú me visites, así como has hecho
con Isabel. Llévame a Jesús, llévame al Espíritu Santo. Enséñame el coraje, el gozo, la
humildad, y como Isabel, lléname de Espíritu Santo. Quiero que Tú seas mi Madre, mi
Reina y mi amiga. Te doy mi corazón y todo lo que me pertenece: mi casa, mi familia,
mis bienes interiores y exteriores. Yo te pertenezco a Ti para siempre. Pon en mí Tu
Corazón para que yo haga todo lo que Jesús me dirá hacer.
«María que desata los nudos» Ruega por mí.

Caminemos llenos de confianza hacia el Trono de la Gracia.


DÍA NOVENO

Madre Santísima, Nuestra Abogada, Tú que desatas los «nudos» vengo hoy a agradecerte
de haber desatado este «nudo» (nombrarlo si es posible) de mi vida. Conoces el dolor que
me ha causado. Gracias Madre mía amada, te doy gracias porque has desatado los
«nudos» de mi vida. Envuélveme en el Tu Manto de Amor, protégeme, ilumíname con Tu
Paz.
«María que desata los nudos», ruega por mí.
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
QUE DESATA LOS NUDOS
(de recitar al final del Santo Rosario)
Virgen María, Madre del Bello Amor, Madre que nunca ha abandonado a uno de sus hijos
que implora por tu ayuda. Madre cuyas manos trabajan sin tregua por sus hijos tanto
amados, porque son empujadas del Amor Divino, y de la infinita Misericordia que sale de
Tu Corazón.

Vuelve hacia mí tu mirada llena de compasión. Mira el cúmulo de «nudos» en mi vida.


Conoces mi desesperación y mi dolor. Sabes cuánto me paralizan estos nudos María,
Madre encargada de Dios, de desatar los «nudos» de la vida de sus hijos, pongo
nuevamente la cinta de mi vida en tus manos. En Tus Divinas Manos no hay «nudo» que
no pueda ser desatado. Madre Omnipotente, con la gracia y Tu poder de intercesión con
Tu Hijo Jesús, mi Salvador, Recibe hoy este «nudo» (nombrarlo si es posible) por la
Gloria de Dios te pido desatarlo, y desatarlo para siempre. Espero en Ti.

Eres el único consuelo que Dios me ha dado. Eres la fortaleza de mis fuerzas precarias, la
riqueza de mis miserias, la liberación de todo lo que me impide de estar con Cristo.
Acoge mi llamada. Presérvame, guíame, protégeme, se mi refugio.

María que desata los nudos, ruega por mí.

Madre de Jesús y Madre nuestra, María Santísima Madre de Dios; Tú sabes que la vida
nuestra está llena de nudos pequeños y grandes. Nos sentimos sofocados, aplastados,
oprimidos e impotentes en resolver nuestros problemas. Confiamos en Ti, Virgen de Paz
y de
Misericordia. Nos dirigimos al Padre por Jesús Cristo en el Espíritu Santo, unidos a todos
los ángeles y a los santos. María coronada de doce estrellas, que aplasta con Tus
Santísimos Pies la cabeza de la serpiente, y no nos dejas caer en las tentaciones, libéranos
de cada esclavitud, confusión e inseguridad.
Danos Tu Gracia y Tu Luz para poder ver en las tinieblas que nos rodean y seguir la justa
calle.
Madre generosa, te presentamos suplicantes nuestra petición de ayuda.

Humildemente Te Suplicamos:

Desata los nudos de nuestras molestias físicas y de las enfermedades incurables: ¡María
Escúchanos!
Desata los nudos de los conflictos psíquicos dentro de nosotros, nuestra angustia y miedo,
la no aceptación de nosotros mismos y de nuestra realidad: ¡María Escúchanos!
Desata los nudos en nuestra posesión diabólica: ¡María Escúchanos!

Desata los nudos en nuestras familias y en la relación con los hijos: ¡María Escúchanos!

Desata los nudos en la esfera profesional, en la imposibilidad de encontrar un trabajo


decoroso o en la esclavitud de trabajar con exceso: ¡María Escúchanos!
Desata los nudos dentro de nuestra comunidad parroquial y en nuestra Iglesia qué es Una,
Santa, Católica, Apostólica: ¡María Escúchanos!
Desata los nudos entre las varias Iglesias cristianas y confesiones Religiosas y danos la
unidad en el respeto de las diversidades: ¡María Escúchanos!
Desata los nudos en la vida social y política de nuestro País: ¡María Escúchanos!
Desata todos los nudos de nuestro corazón para poder ser libres de amar con generosidad:
¡María Escúchanos!

María que desatas los nudos, ruega por nosotros a tu Hijo Jesús Cristo nuestro Señor.

Amén.
f Imprimatur Arzobispado de Paris, 09-04-2001
MARÍA SANTÍSIMA DESATANUDOS
HISTORIA

María Santísima Desatanudos es una advocación de la Inmaculada Concepción con la


luna bajo sus pies, y se festeja por lo tanto el 8 de diciembre.

En una antigua iglesia de Alemania se encuentra una imagen cuya copia llegó a Argentina
en el año 1984 a través de un sacerdote que se sintió conmovido al observar en su lugar
de origen la fe y culto que rendían a la advocación de María en ese país europeo.

La imagen de Nuestra Señora Desatanudos es un cuadro pintado por un artista alemán al


principio del siglo XVIII. En la misma se puede mirar a María rodeada de pequeños
ángeles protegida por la Luz del Espíritu Santo en el símbolo de una paloma sobre su
cabeza. Se encuentra de pie pisando la cabeza de la maldita serpiente fomentadora del
pecado y causa de todos esos nudos. Un ángel a su izquierda le alcanza las cintas
anudadas, y otro ángel a su derecha recoge las cintas estiradas, sin nudos. Abajo del
cuadro se nota a un hombre caminando guiado por un ángel, el cual nos hace recordar a
San Rafael guiando en su camino a Tobías durante su viaje para cobrar una deuda.

Esta imagen también la se puede interpretar como la guía celestial por parte de los
ángeles, auxiliares de Dios, en los caminos oscuros de la vida terrenal. La imagen de
Maria Desatadora de nudos tiene una clara referencia a los problemas humanos que
bloquean el normal flujo de comunicación entre Dios y sus hijos, los ser humanos, y son
representados en cintas que la Virgen desata y destraba con la ayuda de los ángeles.

Esta imagen es conocida en Alemania como “Nuestra Señora de Knotenloserin”, y el


cuadro original se encuentra en la iglesia de San Peter am Perlach, ciudad de Augsburgo
de la zona pre-alpina. En su culto de América, más precisamente en Argentina, es
conocida como “Nuestra Señora Desatanudos”. Son muchas las personas que se
acercan a esta advocación tratando de encontrar un alivio a sus males; su veneración es
relativamente nueva en América.

Cuando comenzó su culto a través de pequeñas imágenes que las personas recibían,
también se propagaron las noticias de ser muy milagrosa cuando la invocaban y pedían
Gracias. Numerosos testimonios de personas afirmaban haber recibido por la Inmaculada
Concepción, bajo la advocación de Nuestra Señora Desatanudos, milagros de curaciones,
nuevas oportunidades, paz a sus hogares, y muchos otros testimonios. Pero, no existía un
lugar donde rendirle culto, entonces el mismo pueblo argentino de Buenos Aires y
alrededores solicitó a las autoridades eclesiásticas para que pudiesen donarle un sitio a la
imagen de María, para venerarla y concentrarse en propias oraciones. La Iglesia se mostró
en favor, y además encargó a la artista Ana B. de Verti realizar la reproducción del cuadro
original que se encuentra en Alemania, en modo de colocar la imagen en una iglesia de
Buenos Aires.

La Virgen Desatanudos fue entronizada en la iglesia de la parroquia de San José del Talar
(Buenos Aires) el 8 de diciembre de 1996. Después, el culto se difundió muy velozmente
en toda Argentina y por todo el mundo también, con numerosas iglesias que ahora tienen
a la Virgen Desatanudos en veneración pública.
Hasta hoy son cada vez más numerosos los testimonios de fieles de todo el mundo que,
habiendo pedido ayuda a la Virgen María a través del título de “María desatanudos” han
recibido beneficios y gracias espirituales.

La primera versión de la novena a María Santísima Desatanudos la escribió en el año


1998 el sacerdote argentino Juan Ramón Celeiro, párroco de San Juan Bautista en la
periferia de Buenos Aires.

La novena se difundió rápidamente en todo el mundo y en todas las lenguas durante los
años sucesivos recibiendo además aprobaciones eclesiásticas.
LA NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DESATANUDOS: LA “NOVENA QUE
DERROTA AL DIABLO”

La novena a María que desata los nudos es también conocida como la “Novena que
derrota al diablo” o “Novena que destruye el diablo”. Estas definiciones nacieron
gracias a un exorcismo del Padre Michele Bianco, un sacerdote exorcista italiano con
importantes dones carismáticos, Cura del Santuario de San Ciriaco de Torre Le Nocelle,
pueblecito de la provincia de Avellino en el sur Italia. En efecto, ha sido el mismo diablo,
durante ese exorcismo, quien confesó que fue aquella novena - rezada por la mujer de un
hombre poseído - la que destruyó el diabólico plan homicida hacia el pobre
desafortunado. Desde aquel momento el exorcista aconsejó a todos los devotos que se
encomendaran a la Virgen María rezando esta Novena particular, porque es la que
destruye los planes del diablo.

De esa revelación sobre la Novena, dio importante testimonio la escritora italiana Patrizia
Cattaneo, biógrafa del Padre Michele Bianco, la cual estuvo presente justo durante ese
exorcismo. Después escribió un artículo y un libro, contando acerca de esa importante
experiencia, y en este modo la Novena se difundió rápidamente en toda Italia.

Así escribe Patrizia Cattaneo:

“Yo estaba en Torre Le Nocelle (provincia de Avellino, Itaba), durante una misa de
exorcismo del Padre Michele Bianco. ... Delante de mí una poseída reaccionaba a las
oraciones con fuertes gritos y estrépitos. El demonio, por medio de ella, se quejaba por
una quemante derrota, repitiendo como un disco roto: «¡Tenía que hacerle saltar el
cerebro a aquel hombre, pero Ella lo ha salvado!» Y después, refiriéndose a la Virgen,
de la cual nunca pronuncia el nombre, añadió con rabia: «¡Ha sido aquella Mujer que me
ha arruinado! ¡¡¡Ha sido aquella novena, aquella maldita novena que lo ha salvado!!!
¡¡¡La novena de aquella Mujer!!! ¡¡¡De todas las novenas que su esposa recitó para él,
aquélla es la más potente, es aquélla que lo ha salvado!!!» La cantilena se prolongaba
aún más, suscitando en mí, ni por decirlo, un considerable interés. Cual novena pudiese
ser tan potente por destruir un plan de muerte, me preguntaba yo. Mentalmente revisaba
las novenas marianas más famosas, pero el demonio no daba alguna información para
identificar aquélla que lo había derrotado. Me consolaba pensando que de todas maneras
cualquier oración a la Virgen María tiene un impacto devastador sobre el reino de las
tinieblas, y que por lo tanto su afirmación estimulaba a emplearla más frecuentemente.
Pero, no me di por vencida: ¡quise saber!
Entonces comencé a suplicar en mi corazón al Señor, para que obligase a satanás a revelar
por boca de aquella poseída el nombre de la novena que había arruinado sus planes, y al
final, con mi gran sorpresa, me atendió.

Hacia el final del exorcismo, el demonio reveló: «¡Es la novena a “Aquella que desata
los nudos” que ha destruido mis planes y que lo ha salvado! ¡Tenía que hacerle saltar el
cerebro a aquél! ¡Es la novena más potente entre todas las que recitó su esposa, había
hecho ya tantas, pero ésta me arruinó!»

¡Por fin, a través de autorización Divina, supe cual novena recomendar a todos!

También Félicité de Suiza afirma haber descubierto el Santuario de San Ciriaco (donde
fue liberada de las fuerzas ocultas), después haber recitado la Novena a “María que desata
los nudos”.

Esta devoción consiste en el recitar el Rosario, intercalando en el tercer misterio una


súplica, que debe ser recitada por nueve días consecutivos.

Los «nudos» representan los problemas que paralizan nuestras vidas y nos procuran
padecimientos; aquellas situaciones difíciles y sin solución humana, que sólo la mano de
Dios puede desatar.

Pero, ¿por qué la intercesión de María, molesta mucho al adversario? Durante un


exorcismo el mismo demonio dio la respuesta: «Porque, ¡Su Hijo corre inmediatamente
cuando Ella ruega!»”.
Extracto del libro: “II diavolo in ginocchio” ("El diablo de rodillas”), de Patrizia
Cattaneo, 2007, Ed. Segno.
LOS NUDOS QUE LA VIRGEN DESATA

Los «nudos» son todos los problemas que muy frecuentemente no sabemos como
solucionarlos. Son por ejemplo todos los problemas que conciernen el entorno familiar,
como: peleas, incomprensiones entre padres e hijos, resentimientos entre esposos, falta de
respeto, falta de paz y de alegría, angustias varias, violencia, desesperaciones de los
esposos que se separan, separaciones familiares, el dolor provocado por un hijo que se
droga, o que está enfermo, o que ha dejado la casa, o que se ha alejado de Dios. Los
nudos son todos los vicios (como por ejemplo: alcoholismo, droga, lujuria, etc.), nuestros
vicios y los vicios de aquéllos que queremos. Los nudos son todas las heridas causadas a
los demás, los rencores que nos atormentan dolorosamente, los sentimientos de culpa, el
dolor por haber abortado, las enfermedades incurables, la depresión, el desempleo, la
soledad, la incredulidad, la soberbia, los miedos, y todos los demás pecados de nuestras
vidas.

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