Rezo del Santo

Rosario
I. ORACIÓN INICIAL
Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos
líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Acto de Contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos
los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de
todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios
tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y
confío que por tu infinita misericordia me has de
conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a
la vida eterna. Amén.
Oración
¡Oh Dios!, tú único Hijo nos ha conseguido con su muerte
y resurrección los bienes de la salvación eterna:
concédenos que, venerando estos misterios en el Santo
Rosario de la Virgen María, imitemos aquello que
contienen y obtengamos aquello que prometen.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Te Suplicamos, ¡Oh Dios Omnipotente!, que asistáis con
tu divino favor a los que hemos rezado el Santo Rosario
de la bienaventurada Virgen María, para que, así
contemplado estos sagrados misterios en la vida,
merezcamos recibir el fruto de ellos en el cielo. Amen.
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de nosotros no
apartes. Ven con nosotros a todas partes y nunca solos
nos dejes. Ya que nos proteges tanto como verdadera
Madre, Haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo. Amén.
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
II. MISTERIOS DOLOROSOS
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Dios, Hijo, Redentor del
mundo,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Hoy contemplaremos los misterios dolorosos, en los que
meditaremos algunos momentos de la Pasión, con la
convicción que ellos son el culmen de la revelación del
amor y la fuente de nuestra salvación. Los misterios
dolorosos llevan al creyente a revivir la muerte de Jesús
poniéndose al pie de la cruz junto a María, para
penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al
hombre y sentir toda su fuerza regeneradora.
Ofrezcamos en este Santo Rosario nuestras vidas,
nuestra comunidad, los enfermos, nuestra nación y el
mundo entero para que vivamos con fe en Cristo, estos
momentos difíciles de la Pandemia, confiando en la
intercesión de nuestra madre la Virgen María.
En el primer misterio contemplaremos la oración de
Jesús en el Huerto.
Oh Dios, omnipotente y misericordioso, que en el huerto
de los Olivos abandonaste a tu Hijo a una amarguísima
agonía para expiación de los pecados de los hombres;
convierte a ti, suma bondad, nuestras frágiles
voluntades para que, detestando el pecado, nos
convirtamos a la santidad y a la justicia. Por Jesucristo…
Ofrecemos este misterio por los pobres y por todos los
que sufren: Para que el Señor los auxilie en sus
necesidades, aprendan a descubrir la dimensión Ofrecemos estas tres Dios te Salve por las intenciones del
reconciliadora del dolor y encuentren en todos los Santo Padre, el Papa Francisco y las que llevemos en
miembros de la Iglesia un testimonio de amor solidario. nuestro corazón.
Padre Nuestro… Dios te Salve María… Padre Nuestro…
→ Dios te Salve María, Hija de Dios Padre, la más
Jaculatorias poderosa, llena eres de gracia…
V/ Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. → Dios te Salve María, Madre de Dios Hijo, la más sabia,
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los llena eres de gracia…
siglos de los siglos. Amén. → Dios te Salve María, Esposa del Espíritu Santo, la más
V/ ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos amable, llena eres de gracia…
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu III. CONCLUSIÓN.
misericordia. Amén. Concluimos el rezo del Santo Rosario dirigiéndole a
Nuestra Madre, con amor filial, el rezo de la Salve: Dios
En el segundo misterio contemplaremos la flagelación te salve, Reina y Madre...
de nuestro Señor. Letanías
Señor, ten piedad
Dios de infinita bondad y de eterna justicia, que
Cristo, ten piedad
toleraste la pena dolorosa de la flagelación de tu divino
Señor, ten piedad.
Hijo para que su sangre lavase las miserias de los
Cristo, óyenos.
hombres; imprime en nosotros sentimientos de vivo dolor
Cristo, escúchanos.
por nuestros pecados y confirma el sincero propósito de
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Tres Dios te salve
En el quinto misterio contemplamos la muerte de Jesús
en la cruz.
Imploramos, Oh Señor, tu misericordia infinita, por la
muerte en la cruz de tu amado Hijo, obediencia
suprema a tu designio divino; para que sea dignamente
honrada tu justicia y los hombres puedan entrar a gozar
de tu presencia en la casa paterna. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Ofrecemos este misterio por el aumento de nuestro
amor filial a Santa María: Para que amándola como el
Señor Jesús la ama, María nos acerque más plenamente
a su divino Hijo.
Padre Nuestro… Dios te salve María…
Jaculatorias
V/ Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
V/ ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de
misericordia. Amén.
repararlo generosa y sinceramente.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Ofrecemos este misterio por el Santo Padre, el Papa
Francisco: Para que el Señor que lo ha elegido como
sucesor de San Pedro, lo cuide y ayude en todo
momento, a fin de que sea para la Iglesia principio y
fundamento visible de la unidad de la fe y de la
comunión en la caridad.
Padre Nuestro… Dios te salve María…
Jaculatorias
V/ Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
V/ ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros
pecados, líbranos del fuego del
infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas
de Tu misericordia. Amén.
Tu
 En el tercer misterio contemplamos la
coronación de espinas.
Sabiduría eterna de Dios, que no ahorraste
a tu divino Hijo, nuestro Salvador, el
tormento de la corona de espinas para que expiase
especialmente los pecados de impureza y de orgullo
del hombre; sálvanos de las tinieblas del mal.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Ofrecemos este misterio por todas las familias de nuestra
comunidad: Para que las relaciones de los padres con
sus hijos y de los esposos entre sí estén vivificadas por el
amor, la comunicación y el respeto.
Padre Nuestro… Dios te salve María…
Jaculatorias
V/ Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
V/ ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu
misericordia. Amén.
En el cuarto misterio contemplamos a
Jesús con la cruz a cuestas
Oh Dios, que manifestaste tu amor en la
admirable redención del hombre y que
de la penosa subida al Calvario de tu divino Hijo sacaste
plena satisfacción por las culpas de la humanidad
entera; convierte a los pecadores al verdadero camino,
para que vuelvan a recorrerlo, aceptando de buen
grado el peso de la cruz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Ofrecemos este misterio por todos los pueblos de la
tierra: Para que iluminados por la sabiduría del Espíritu,
reconozcan al Señor Jesús como el Hijo amado que el
Padre ha enviado para salvación de todos.
Padre Nuestro… Dios te salve María…
Jaculatorias
V/ Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
V/ ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu
misericordia. Amén.