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DIAGNÓSTICO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

El diagnóstico de la hipertensión arterial (HTA) se ha de considerar cuando una


persona presenta cifras de presión arterial sistólica (PAS) y/o diastólica (PAD)
superiores o iguales a 140/90 mmHg. Pero para que éstas sean clínicamente
valorables han de tenerse presentes ciertos aspectos, que se consideran a
continuación.

La hipertensión arterial puede diagnosticarse a partir de:


Antecedentes
 Antecedentes de los familiares: HTA, enfermedades cardiovasculares,
 Antecedentes personales: Edad, hábitos tóxicos, ejercicio, otros factores de riesgo
cardiovascular asociados, historia previa de la hipertensión .
 
Exploración física
 Peso, talla, índice de masa corporal y estado de la piel.
 Examen cardiovascular: ritmo, frecuencia, tonos, soplos, pulsos,etc.
 Examen respiratorio: auscultación, frecuencia, signos de insuficiencia cardíaca.
 Exploración abdominal: masas renales, soplos, hepatomegalia.
 Fondo de ojo.
 Examen neurológico: focalidad, reflejos.
 Palpación tiroidea.
 
Exploraciones complementarias
 Analítica: hemograma, bioquímica sanguínea, orina.
 Electrocardiograma.
 Posteriores.
 Radiografía de tórax.
 Ecocardiografía.
 
TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Numerosos estudios han demostrado la eficacia del tratamiento, tanto farmacológico
como no farmacológico, en la reducción de la mortalidad cardiovascular.

1. Dieta
La dieta DASH (Dietary Apaches to Stop Hypertension) es una dieta rica en frutas,
verduras y productos lácteos desnatados, con un contenido bajo en grasas saturadas y
total.

La restricción en la ingesta de sal reduce la presión arterial.

El alcohol está demostrado que aumenta la PA.


El tabaco constituye un factor de riesgo cardiovascular importante y se debe
abandonar.

2. Ejercicio físico
Hacer ejercicio es cardiosaludable. Hacer una actividad física aeróbica habitual, como
caminar deprisa al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana,
puede reducir la PA. El ejercicio isométrico, como levantar pesas, puede tener efectos
negativos.

3. Medicación
Se debe utilizar el fármaco más eficiente, con acción durante las 24 horas.

Diuréticos: Generalmente es la primera elección en el tratamiento de la hipertensión


arterial, debido a su fácil manejo y a su bajo coste. Hay 3 grupos de diuréticos, siendo
más usados los tiazídicos.

Betabloqueantes: reducen la TA en pacientes hipertensos, pero no en personas


normotensas; actúan bloqueando el efecto estimulante de la adrenalina sobre el
corazón, con lo que éste late más despacio.

Calcioantagonistas: actúan inhibiendo la entrada de calcio en las células musculares


lisas de las arteriolas (arterias pequeñas), con lo que éstas se dilatan y disminuyen las
resistencias vasculares periféricas y las cifras de PA.

Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAs): actúan impidiendo


la formación de una sustancia del organismo llamada angiotensina II, sin la que no se
puede producir renina (que eleva la TA y contrae las arterias).

Los IECAs están actualmente considerados fármacos de primer escalón, también han
demostrado ser eficaces en la prevención de eventos cardiovasculares en pacientes
con HTA no complicada.

Antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II): producen un bloqueo


del sistema renina-angiotensina, pero a un nivel distinto a los IECAs.

Alfabloqueantes: el único que se usa actualmente en el tratamiento de la HTA es la


doxazosina. Se suelen usar asociados a cualquier otro grupo de antihipertensivos y,
además, producen un descenso del LDL-colesterol (colesterol “malo”), y mejoran la
sintomatología de la hiperplasia benigna de próstata.

Vasodilatadores: actúan directamente sobre las células musculares lisas de las


arteriolas, dilatándolas y, consiguientemente, disminuyendo las resistencias vasculares
periféricas.
CONCLUSIONES
 La hipertensión arterial (HTA) es una de las enfermedades más frecuentes del
mundo.
 La hipertensión arterial (HTA), es el principal factor de riesgo para los accidentes
cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y cardiopatía coronaria.
 La hipertensión tiene remedio y su control logra salvar vidas, también reducir
significativamente las limitaciones funcionales y la discapacidad en las personas
de edad.
 Los estudios epidemiológicos sugieren que una prevalencia entre 50% y 70% de
hipertensión en las personas de 60 años de edad y más.
 La hipertensión no debe considerarse una consecuencia normal del
envejecimiento.
 Los pilares fundamentales del tratamiento son los cambios en el estilo de vida,
dieta y ejercicio físico, y el tratamiento farmacológico.
 El paciente hipertenso debe ser revisado para conseguir las cifras de presión
arterial prefijadas por su médico
 El mejor método de conseguir la adherencia terapéutica por parte del enfermo es
mediante una buena relación médico-enfermo, dando normas y esquemas de
tratamiento lo más simple posibles.

BIBLIOGRAFÍA
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es el fármaco ideal. JANO 24-30 Junio 2005; LXIX (1.571):15.

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Guías clínicas para la detección, prevención, diagnóstico y tratamiento de hipertensión


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Hipertensión arterial. Guía para la prevención, diagnóstico y tratamiento. La Habana:
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Arguedas QJA. Hipertensión arterial resistente.  Actualidad Médica Periódica. 2007.

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