Está en la página 1de 158

Lanove Presenta:

Autor: Hajime Kanzaka Ilustrador: Rui Araizumi


Traducción al español: Lanove
(http://lanove.blogspot.com/ - http://aisakataiga.blogspot.com)
¡Slayers! Vol: 3

Traducción: Shilon
Adaptación: Shilon
Corrección: Shilon
Ayudante de traductor: Shineya
Diseño y Maquetación: Marck

Esto es una traducción hecha por y para aficionados, sin ánimo de lucro.
No distribuyas esta edición sin nombrar a sus creadores ni hagas venta de
ella.

Se ha traducido partiendo de la versión oficial inglesa realizada por


TOKYOPOP, la de Inverse.org y la original en japonés, intentando lograr
un resultado lo más fiel posible a la versión original. Cualquier posible
duda entre las versiones se aclara con notas de traductor a pie de página.

Esta novela está plagada de momentos en los que el personaje principal,


que relata la historia, desvela sus pensamientos interiores. En esos casos
se verá representado entre comillas y en cursiva.

Nada más, espero que disfrutéis leyendo esta historia tanto como yo
disfrute traduciéndola. ¡Un saludo y hasta el próximo número!

Shilon
Índice
Capítulo 1
Me tocas la cara y te rajo la tuya.............................................................8
Capítulo 2
El largo, largo camino a Sairaag...............................................................44
Capítulo 3
Soportando el constante asedio..............................................................82
Capítulo 4
Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos .................115
Epílogo ................................................................................................151
Anexo....................................................................................................153
Autor: Hajime Kanzaka
Ilustrador: Rui Araizumi
Capitulo 1:
Me tocas la cara y te rajo la tuya.

A
hí estaban ellos, postrados firmes frente a nosotros, diez
guerreros portando brillantes armaduras, alineados
como una ilustración de un cuento de hadas. El sol
brillaba con fuerza a su alrededor, reflejado en las hojas
de sus espadas, tan intensamente cegador que el
plateado metal comenzaba a verse blanco. Era realmente deslumbrante.

Gourry y yo suspiramos, ambos sabíamos que el mismo


pensamiento rondaba nuestras mentes: vaya un montón de imbéciles.

-¡Al fin os encontramos, villanos! – gritó su líder, extendiendo su


dedo índice en nuestra dirección. “¿Acaso no sabe que es de mala
educación señalar?”

“Allá vamos otra vez…” Hemos estado topándonos con estos


grupos de “héroes” con demasiada frecuencia últimamente.

-¡Vosotros, Lina Inverse y Gourry Gabriev, sucios y conocidos


criminales! ¡Escuchad! ¡Os aseguro que vuestras fechorías terminan
aquí!

“¡Uau! ¡Intentad decir eso cinco veces más rápido. Nos asegura
que nuestras fechorías terminan aquí, ¿eh?”1

El viento azotaba mi capa mientras Mr. Estúpido farfullaba de


nuevo. Y otra vez, y otra, y otra…

… ¡Y otra más! No había forma de interrumpirle. De todos modos,


jamás escucharía a un “Sucio y Conocido Criminal” como yo.

¿Cómo llegamos a este punto exactamente? Bueno, todo empezó


días atrás…

***

Como la chica inteligente que soy, me di cuenta de que había sido


capturada en el momento en que, esto… recuperé el conocimiento.

(1) En este fragmento Lina se burla del lenguaje callejero del bandido que en la traducción no se
ve reflejado.
Hajime Kanzaka Slayers

“Si, capturada. Definitivamente capturada. Definitivamente.”

Oh, callaos. ¡Intentad pensar vosotros en algo inteligente el día en


que vuestras extremidades estén doloridas y atadas y la cabeza os
vibrara como si tuvierais un ogro bailando entre vuestras orejas! ¡Y
amordazada! ¡¿He mencionado que estaba amordazada también?!

Al menos sentía el frío suelo de roca bajo mi mejilla.

No esa clase de frío agradable del otro lado de la almohada, no,


pero considerando que el lugar era húmedo, asfixiante y olía a moho
tóxico, no era de esa clase de fríos incómodos tampoco.

Lo más exacto que podría decir, es que estábamos en una


pequeña bodega, un lugar destinado a almacenar… ¿moho quizás?

Miré a mi alrededor, esperando avistar algo que pudiera


ayudarme a aclarar mi situación. Vi a dos hombres, guardias para ser
exactos, mirándome fijamente desde el otro lado de la sala. Estaban
firmemente en pie, al lado de lo que parecía haber sido un pozo, ambos
armados con un burdo garrote.

-Buenos días cielo.

“¿Quién dijo eso?” Me volví. “¡Gourry!”

Incluso atado de pies y manos y privado de su famosa espada,


seguía siendo el viejo Gourry: hermoso como un lienzo y bobo como un
zombi.

¿Qué? Vale, de acuerdo, ¡lo reconozco! He exagerado: la verdad


es que Gourry es muy inteligente comparado con un zombi. ¿Así mejor?

Mirad, Gourry es probablemente el mejor espadachín que he visto


en mi vida, pero no va a ganar jamás ningún premio por agilidad
mental. Ya sabéis a que me refiero ¿verdad?

Y, vale, lo admito, había algo ciertamente divertido en verle


completamente atado. ¡Je, je!

Me pregunto porque a él no le han amordazado, es como si me


dieran una patada en la entrepierna. Quiero decir, aquí estamos los dos,
ambos atados y yo soy la única que... ¡¡¡Agahgahgahhh!!!

¡¿Por qué estaba bromeando?! ¡Estábamos en apuros!

-¡Nmmh! ¡Nmmmmh! – de pronto me entró el pánico y luché por


liberarme de las ataduras. Por desgracia, cuanto más me retorcía, peor
iban las cosas.
-9-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-La chica se ha despertado – alertó el Guardia A al Guardia B.

-Ah… si – confirmó el Guardia B que en realidad no sabía lo que


supuestamente debía de hacer con esa información.

-¿Sabes? Ella no parece de ese tipo – reflexionó.

“¿No parece de QUE tipo?”

-Eso es exactamente lo que la hace peligrosa – sonrió el Guardia


A como si fuera alguna clase de experto en Lina Inverse–, no vayas a
bajar la guardia dejándote llevar por su aspecto.

El Guardia B asintió sabiamente.

-Eh muchachos – dijo Gourry alzando la voz–. ¿Podrían decirnos


exactamente por qué nos están reteniendo aquí? – preguntó
manteniendo un tono tranquilo, como si estuviera pidiendo la hora.

Y aun así, A y B se quedaron perplejos y patéticamente… bueno,


patéticos.

-A quien estás tratando de engañar – gruñó el Guardia A mientras


sus ojos se encogían y agarraba con fuerza su garrote.

“Una excéntrica reacción.”

-Espera, sería demasiado fácil ahora – intercedió el Guardia B.

-Sí, tienes razón – respondió el Guardia A atenuando su tono


malhumorado a regañadientes.

Ese habría sido un momento ideal para resolver la situación con


un encantamiento y con ingenio, y lo habría hecho de no ser por esa
estúpida mordaza en mi boca.

El Guardia A dirigió sus ojos reptando hacia mí. Reptando es la


palabra exacta, describía su mirada, que adquirió de pronto un aspecto
lujurioso.

“¡Puag! ¿Qué estás mirando pervertido?”

-Que desperdicio, entregar a una chica como esta ante la ley, ¿No
crees?

“¡Oh! ¡Sabia que algo como esto iba a suceder!”

-10-
Hajime Kanzaka Slayers

Quiero decir: si con desperdicios se refiere al cóctel de mis tóxicos


atributos físicos que unidos pueden describirse como atractivos, o
incluso irresistibles, o, en el peor de los casos, “bastante sexy para una
chica de poco pecho”… si, es cierto. Aún así, un caballero no debería
mirarla lascivamente.

“¡Espera un momento! ¡¿Entregarme ante la ley?!”

Me han llamado bastantes cosas horribles últimamente: Asesina


de Bandidos, Rey del Hades… (Nunca he entendido este último
realmente, ¿debería ofenderme?) Pero estos, no eran más que apodos
que las malas personas me ponían por miedo.

No hay ninguna razón, absolutamente ninguna por la que yo deba


estar en contra de la ley.

A menos que…

“¡Gourry!”

Oh, seguro, parece un buen chico, pero ¿Cómo puedo estar


segura de ello? Tan sólo hemos estado viajando juntos durante unos
meses, y la verdad es que no se mucho de él. Tal vez hay alguna
nefasta razón por la que nunca haya hablado de sí mismo. ¿Quizás esté
ocultando algo oscuro de su pasado? ¡Ah, sí! Tiene que ser eso. Es todo
culpa suya. Estoy segura.

Entonces, ¿Por qué “Don Reptante” me mira a mí y no a Gourry


eh?

-¿Qué has hecho esta vez? – me preguntó Gourry, obviamente en


contra de mi teoría.

“¿Yo? ¡Gourry, me has decepcionado! ¿Cómo puedes dudar de mí,


después de todo lo que hemos pasado juntos?”

Habría sido divertido fingir un par de lagrimitas y reprenderle por


dudar de mí, pero no podía sollozar adecuadamente con esa mordaza
en mi boca.

“Una lástima…”

-¿Que quieres decir?, ¿Por qué un desperdicio? – Preguntó B. Su


tono sugería que ya sabía la respuesta.

-Desde que la capturamos, es sólo cuestión de tiempo que acabe


sin cabeza ¿no? Así que, bueno, si jugamos con ella un rato, ¿a quién
iba a importarle?

-11-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

“¡A mí!, ¡Yuju!, ¡Por aquí! ¡A mí me importaría! ¡Me importaría


bastante! Graciaaaas.”

Si yo no fuera yo y Gourry no fuera Gourry, entonces ellos


podrían haberse equivocado de personas ¿no? ¡Nada entonces tendría
sentido! Pero puesto que el “¡Oh vaya, tío, tienes a la chica
equivocada!” probablemente no iba a arrojar un jarro de agua fría sobre
los planes de A, el principal problema seguían siendo aun mis manos.

-No estoy muy seguro de que sea una buena idea.

¡Así que B estaba de mi lado! ¡Bien B! Vale, seguro, ha sonado


más a miedo que cualquier escrúpulo moral, pero considerando las
circunstancias, no quería meterme en más problemas. Tenía a un
defensor.

“¡Díselo B! ¡Enséñale a ese A quien manda aquí! ¡Tú puedes B!”

-Bien – exclamó A–, tú mantente en tu puesto. Si hace la más


mínima estupidez, golpéala hasta la muerte.

-Si… si, de acuerdo. Ya lo suponía.

“¡No! ¡¡No, nada de “lo suponía”!! ¡Vamos B! ¡No te rindas!”

-Relájate, ¿vale? No voy a desatarla ni nada parecido. No puede


hacer nada en ese estado. Eh, no había pensado en eso. Bueno, en ese
caso tal vez voy a…

“¡Oh no! ¡No te cambies de bando! ¡Eres mi última esperanza!”

B sonrió. No era la clase de sonrisa que estaba esperando.

“¡¿Qué haces ahí sonriendo con ese pervertido?! ¡Eh, vamos!


¡Manteneos alejados de mí!

Ambos se acercaron. Me retorcí y pataleé, pero atada como


estaba, no podría aguantar mucho en una pelea. Seamos honestos:
incluso si no hubiera sido atada, no es que destaque en el ámbito de la
fuerza bruta exactamente. Desde luego, siendo ambos un espadachín y
una hechicera, podría hacer más incluso que únicamente con mis
hechizos, pero con una mordaza en mi boca, no podía defenderme en
condiciones.

El Centinela A me agarró la barbilla con su enorme mano. Deseé


poder escupir.

-¿No te gusta, eh? Pensaste que ibas a huir impune de todas tus
fechorías ¿no?

-12-
Hajime Kanzaka Slayers

“¡¿Que fechorías!?”

-Bueno, sigamos – A me acercó hacia su cara…

-¡Ya es suficiente! – Gritó Gourry. Continuaba atado, pero habló


con tanta autoridad que ambos guardias retrocedieron un paso–. Si
osáis ponerle una mano encima… – durante un glorioso instante, los
guardias se congelaron.

“Lo dejo en tus manos, Gourry. Es una poderosa fuerza de


voluntad la que tienes.”

La tensión se olía en el ambiente. Ambos permanecíamos


inmóviles y en silencio, esperando para ver quien haría el siguiente
movimiento. Y entonces…

-¡Eh! Sonrió el guardia A haciendo añicos mis esperanzas.

“¡Maldición! ¡La gran Lina Inverse a merced de villanos como


estos! Esto apesta”.

Lo peor de todo era que seguíamos sin saber porque estábamos


prisioneros, ¡o por quien!

-N… ¡No te tenemos miedo! – exclamó B, haciendo un esfuerzo


por sonar de forma convincente.

“Con esa voz temblorosa, nadie se está creyendo tu mala


actuación de tipo duro, estúpido.”

-Y si le ponemos una mano encima ¿Qué? – preguntó A–, ¿Qué


crees que vas a hacer al respecto? ¡Estáis completamente atados!

-Si osas ponerle una mano encima a esa chica…- Repitió Gourry
de forma calmada.

-¿Entonces qué? – replicó A mientras se reía.

-… te contagiarás de todo lo que tiene.

A dejó de reír. Gourry sonrió en su lugar.

Por momentos desee poder matarlos a todos con mi mente.

Despacito, los dos hombres retrocedieron. Sus cuerpos


mostraban un gran esfuerzo físico y tensión para no entrar en pánico.
Parecía como si desearan lavarse las manos. Con cepillos de limpieza y
lejía.

-13-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-14-
Hajime Kanzaka Slayers

Mis ojos se redujeron a simples puntos.

-Yo, esto… – A trataba de ocultar lo más profundo de su horror y


no estaba haciendo un buen trabajo–, yo creo que deberíamos tomar
precauciones. Ya sabes, por si acaso. ¿Entiendes?

-S… si, las precauciones siempre son buenas. Me gustan las


precauciones – hubo una pausa embarazosa, y entonces, ambos
estallaron en carcajadas como si todo hubiera sido una estúpida broma.
Sus risas terminaron en un par de profundos y largos suspiros.

-¿Nos vamos fuera? ¿Qué dices? – le preguntó A a B.

-Buena idea, buena idea. Hay algo de humedad aquí dentro. No


queremos coger ninguna cosa, ¿sabes a que me refiero?

“Oh, por favor…”

Ambos se me quedaron mirando hasta que pusieron rumbo hacia


el exterior.

-Menos mal. Pensé que nunca nos dejarían en paz… – dijo Gourry
riéndose entre dientes.

“¡Grrrr!”

Lo fulminé con la mirada mientras reptaba silenciosamente hacia


él, arrastrando mi vientre como un gusano.

-¡Oh, vamos Lina! No estarás enfadada ¿no? Fue lo mejor que se


me ocurrió en estas circunstancias.

Me acerqué lentamente.

-Lo importante es que estas bien, ¿no? Quiero decir, ¡vamos, te


he salvado! ¡Lina… espera, no lo…!

Hundí mis pies en su cara tan fuerte como pude.

“Ahora me siento mucho mejor, gracias.”

-No tenias porque pegarme – se quejó Gourry justo antes de tirar


de mi mordaza con los dientes.

-No, no tenía porque hacerlo ¡pero lo estaba deseando! ¿No


podías decir algo mejor que sugerir que soy contagiosa?

-¡Fue la primera cosa que se me ocurrió!

-15-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

Le miré furiosa.

-¿Qué se supone que debía hacer? ¿Dejar a esos hombres…


trabajarte mientras yo pienso algo más favorecedor?

-¡No! Quiero decir… – tuve que admitir que tenía razón.

-¿Lo ves?

-¡Esta bien! Bueno… vale… ¡muy bien! Puede que tengas razón…
¡ésta vez!

Esa fue mi versión de una disculpa.

-¿Eso es lo que llaman una disculpa? – rugió Gourry.

“Por supuesto idiota. Baja el volumen, esos dos estúpidos van a


oírte.”

-En serio Lina, a mí puedes decirme la verdad: ¿Has sido criada


por lobos?

-¡Oh cállate! ¿¡Qué más da eso!? Concentrémonos en salir de aquí


¿de acuerdo? Esto debería de ayudarnos… ¡Colmillos de Viento! (Bram
Fang)

Colmillos de Viento (Bram Fang), en caso de que no os sea


familiar, es un hechizo que conjura flechas de viento que golpean a su
objetivo, triturándolo, en efecto, con aire. Bueno, en realidad, podría
estar exagerando un poco. El objetivo tendría que ser bastante endeble
como para que el hechizo Colmillos de Viento pudiera triturarlo. Podría
provocar rasguños en la piel de un oponente humano, pero no haría
daño en absoluto a alguien que llevara, digamos, una armadura de
cuero. Las hechiceras que me enseñaron el conjuro Colmillos de Viento
lo recomendaron como un repelente de maníacos sexuales, y es muy
útil en ese sentido, pero he descubierto que si lo lanzas varias veces
sobre un sólo punto, es lo suficientemente fuerte como para cortar algo
así como, bueno, una tosca soga por ejemplo.

Una vez había liberado a Gourry, el me devolvió el favor, a la


antigua usanza, por supuesto.

-Necesitamos encontrar nuestras armas – dijo mientras me


ayudaba a desatar mis pies.

-Sí. Y después tenemos que averiguar qué está pasando.

-De acuerdo.

-16-
Hajime Kanzaka Slayers

Habíamos llegado a una aldea, situada justo al borde de una


cordillera, justo la noche anterior.

Creo que los aldeanos nos habían recibido con un cierto grado de
hostilidad, a la que honestamente no había prestado mucha atención.

Veamos, hemos estado viajando más o menos a lo largo de la


“Gran Vía del Halcón”, una larga travesía que se había creado hace
alrededor de cinco años. Hubiéramos seguido cerca del trasegado
camino, pero aun así, cada vez que pasábamos por una aldea, teníamos
esa punzante sensación de estar siendo observados. Nos ocurrió lo
mismo en esta aldea, pero habíamos llegado tarde, estábamos agotados
y no podríamos asustarnos fácilmente, así que alquilamos una
habitación en la primera posada que vimos.

Cenamos y poco después nos quedamos dormidos bajo el encanto


de Morfeo.2 Lo siguiente que recuerdo, es que fuimos capturados.

-Ésta es la parte en que me vas a explicar, despacio y de forma


clara, porque nos estabais reteniendo – susurró Gourry al oído del
Guardia A desde su retaguardia. A la vez que yo le lanzaba una mirada
desafiante, él le retorcía el brazo, sujeto tras su espalda.

-No alces la voz – le advertí–, si lo haces…

-¡Tened piedaaaad! – sollozaba el Guardia A intentando no gritar


de dolor.

“¡Guau! Eso ha sido muy fácil.”

El Guarda B, que estaba tendido en el suelo justo al lado de un


pozo, permanecía en silencio.

Gourry puso un dedo sobre la nuca de A presionando un poco –No


seas nenaza – dijo. Creo que eso fue algo embarazoso para el tipo–.
Tranquilo, tu amigo no está muerto ni nada parecido. Tan sólo se ha
desmayado – le explicó en un tono usualmente reservado para los
niños.

Fueron patéticos, pero no os equivoquéis, seguimos adelante no


sin antes dejarlos atados por si las moscas. Y también porque es una
venganza justa después de todo.

(2) En esta ocasión Tokyopop utiliza el término “Sandman”, que en la mitología americana es un ser que
vierte arenas sobre los ojos de las personas para que se duerman. He optado por utilizar a otro ser
mitológico llamado Morfeo para adaptarlo, ya que la leyenda de Sandman solo existe en EEUU.

-17-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

***

Estaba oscuro. Las estrellas en el cielo y una luna tan delgada como un
fino hilo plateado proporcionaban la única iluminación. Las siluetas de
las casas de la aldea se distinguían sobre el oscuro horizonte. Ni una
sola luz brillaba en ninguna de las ventanas. Eso significaba que los
habitantes permanecían dormidos.

-Entonces ¿Cuál es la historia? ¿Eh? ¿Qué queríais de nosotros? –


pregunté.

-¿Qué… qué queríamos? La recompensa, por supuesto. ¡Hay una


gran recompensa por vuestras cabezas, ya sabes!

Gourry y yo nos miramos intentando averiguar si uno de nosotros


tenía idea de dónde podría haber surgido tal cosa. No lo hicimos.

-Se trata de un error… – supuse–, bueno, probablemente. Yo soy


Lina Inverse y él es…

-Go… Gourry Gabriev… o algo parecido… – murmuró A.

“¿Eh?”

Miré a Gourry de nuevo. No tenía sentido ninguno para él, al igual


que para mí. Bueno, vale, alguien debe de haber cometido alguna mala
acción en nuestro nombre, dando lugar a una recompensa puesta sobre
nuestras cabezas debido a nuestra… fama. Era sólo una conjetura, pero
era algo que no podíamos descartar de ninguna manera.

-Sea como sea, ¿Quién ha puesto ésta orden? – preguntó Gourry.

-No… no tengo ni idea… pe… pero la orden dice que la recompensa


solo es válida si sois capturados vivos… – contestó A.

“¿Sólo si somos capturados vivos?”

Eso era aun más extraño. ¿Quién nos busca tan intensamente a
Gourry y a mí como para querernos vivos? En todo caso, sería inútil
interrogar más allá a ese par de payasos.

Así que cambie de asunto. –Vosotros nos desarmasteis. Así que,


¿donde están nuestras armas?

-En… en la casa del alcalde del pueblo… allí es donde las dejamos.
Supongo que siguen allí.

-18-
Hajime Kanzaka Slayers

El miedo se fue disipando y nuestro hombre estaba demostrando


ser bastante hablador.

-Genial. ¿Dónde está la casa del alcalde entonces?

Él no dudó en responder. De modo que, si hubiéramos sido


villanos de verdad, habría puesto la vida de su alcalde en peligro. Por lo
menos sabíamos con qué clase de hombre estábamos tratando. Era
débil frente al fuerte, fuerte frente al débil y sólo se preocupaba por su
propio pellejo.

“Encantador…”

-Muy bien, gracias entonces. Has sido de gran ayuda, sapo.


Gourry, vamos.

-De acuerdo – tan pronto como Gourry desataba a nuestro ex


guardia le dio a este un rápido pero intenso golpe en la nuca con la
yema de su dedo. Un movimiento especial, suficiente como para
noquearlo.

“Dulces sueños, estúpido.”

Dejando a los dos aspirantes a acosadores atrás, seguimos sus


indicaciones hacia la casa del alcalde.

-¡Estate calladito! – le dije a Gourry al llegar a la casa.

-No podría alzar la voz ni aunque quisiera… – susurró Gourry


tembloroso. El allanamiento de morada siempre le ponía nervioso.

Por su parte, el anciano no pareció sorprenderse de tener


invitados. Se incorporó de la cama con facilidad, dejando a un lado la
oscuridad con la luz de su lámpara.

-Oh, sí. Ahí están… – exclamó, sonando como si estuviera


esperándonos.

Nos quedamos bastante sorprendidos, para ser sinceros.

-He… hemos venido a por nuestras espadas.

El anciano asintió con la cabeza lenta y amablemente ignorando


mi tartamudez. –Están en el armario, en el estante superior –
respondió–, tómenlas y váyanse.

Inmediatamente Gourry estaba buscando en el armario (yo no


podría haber llegado antes si lo hubiera intentado) y encontró nuestras
espadas justo en el lugar donde debían estar.

-19-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-Pero… ¿por qué? – eso fue todo lo que se me ocurrió preguntar.

-Al enterarme de vuestra inminente llegada, ordené que vuestra


comida fuera drogada, y ustedes desarmados y puestos bajo custodia.
Sin embargo, Mientras les veía dormir, no pude dejar de preguntarme si
había cometido un grave error.

“Los grandes pensadores siempre están de acuerdo, anciano.”

-Ustedes no poseen esa clase de aura que sólo los malhechores


tienen. Si bien es cierto que, por supuesto, hay personas en este
mundo que pueden realizar grandes maldades y parecer la viva imagen
de la inocencia, por lo general hay algo en sus auras que indica que son
personas en las que no se puede confiar - el anciano movió la cabeza
tristemente–, ustedes no.

-¿Puede abrir el cajón que hay debajo del estante dónde estaban
las espadas? – le dijo a Gourry dándole instrucciones–. Sí, ese mismo
¿puede buscar al fondo por favor? Ahora saque el papel que encontrará
ahí.

Gourry siguió sus instrucciones e inclinó la lámpara de forma que


tanto él como yo pudiéramos echar una mejor ojeada al folleto.

-Es… es… – Gourry y yo no dábamos crédito. El documento que


teníamos en las manos era un cartel de “Se Busca” ¡a nosotros! Peor
aún, la recompensa que se ofrece por tres personas era diez veces más
de lo que cabria esperar por cinco.

“¡Si hubiéramos matado a un rey, ni si quiera habrían puesto esta


cifra sobre nuestras cabezas!”

Y para que no haya dudas en cuanto a nuestras identidades,


incluyeron nuestros retratos, por supuesto, dibujados para hacernos
parecer como si hubiéramos matado cachorros a sangre fría y como si
disfrutáramos de ello. Pero a pesar de las expresiones de locos, eran
definitivamente nuestras caras. Y debajo, nuestros nombres: Lina
Inverse y Gourry Gabriev.

“Eh…”

Lo que realmente me sorprendió, sin embargo, fue la tercera


persona en busca y captura. Solo habíamos coincidido con él en un
incidente…

“Espera, ese no puede ser… ¿verdad?”

-Eh, Lina, este tipo… – Gourry señaló al tercer individuo que había
en el poster–. Juraría que lo he visto antes en alguna parte.

-20-
Hajime Kanzaka Slayers

“Demasiado astuto para un zombie ¿eh?”

-Gourry, ¿Cómo demonios te las arreglas para olvidar a alguien


con una cara como esa? – no podía creerlo.

-La recompensa era el problema – interrumpió el alcalde–. Por


una suma como esa, la aldea entera podría vivir con grandes lujos
durante el resto del año. ¿Cómo le digo ahora a mi pobre gente,
“sospecho que los villanos son inocentes”?

Eso no habría salido muy bien. Podía entender sus razones.

-Hay algo más que deberían saber: la recompensa es ofrecida por


un hombre de… bueno, yo ni siquiera lo conozco personalmente, es un
hombre de la más noble reputación.

-¡¿Entonces sabes o no quien ha puesto la recompensa?! – No


podía esperar más por oír de quien se trataba.

-Es uno de los grandes sabios de su época… – asintió el alcalde


con la cabeza–. El Gran Sabio Errante, Rezo el Monje Rojo. Seguro que
usted habrá oído hablar de él ¿no es así?

“Oh. No. Claro que no.”

Mi boca todavía seguía abierta, y no había forma de que se lo


pudiera explicar. Incluso si hubiese querido explicarlo todo otra vez,
cosa que no quería, contarle toda la historia me habría tomado mucho
tiempo.

Además, si yo hubiera escuchado la historia por otra persona, no


la habría creído.

Aquí va la versión corta:

Dos meses antes, más o menos cuando Gourry y yo nos


conocimos, cierto objeto cayó en mis manos, algo en lo que cierto
grupo de indeseables tenía los ojos puestos.

Susodicho grupo de indeseables estaba comandado por un


hombre que recibía el nombre de Rezo, el Monje Rojo, y su entonces
leal mano derecha Zelgadiss, hechicero y espadachín.

(Además, no había en mi mente duda alguna de que el tercer


retrato en el cartel de "Se Busca" era el de Zelgadiss.)

Después de muchas batallas, Zelgadiss traicionó a Rezo, pero el


objeto fue a parar a las manos de éste.

-21-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

El Monje Rojo respondió transformándose en el apocalíptico


Mazoku. Claro, ya sabes… ¿qué otra cosa podría hacer?

Pero en una terrible batalla que casi nos destruyó a todos, y al


resto del mundo incluso, Gourry, Zelgadiss y yo fuimos capaces de
vencer al Mazoku. Bueno, abreviando, Rezo no podría estar vivo. Y
puesto que la gente muerta no puede pagar recompensas, ese cartel
debía ser falso.

-Bueno, éste cartel ya no es válido… – le dije–, el Monje Rojo fue


hallado muerto hace dos meses – por supuesto, no añadí que nosotros
le derrotamos. Eso habría agrandado el problema ya que la verdadera
naturaleza de Rezo seguía siendo desconocida para el público general.
Todos creían que él era un hombre, si bien no directamente santo,
incorruptible.

-¿Hace dos meses? – el anciano me miró dubitativamente–. Éste


cartel fue entregado hará una semana. La recompensa misma fue
declarada una semana antes de eso, por lo tanto debe de haber algún
error

"¿Dos semanas?" Gourry y yo nos miramos. "No puede ser...


¿puede ser?"

-Entonces, ¿sabe dónde se encuentra el Monje Rojo en estos


momentos? – pregunté, pensando en si podríamos estar tratando con
un impostor.

-No lo sé – el anciano negó con la cabeza–. De todas formas, si


realmente sois inocentes, ir hacia el oeste, a la ciudad de Crimson. Allí
podéis preguntar por detalles, ya que es allí donde se paga la
recompensa. En Crimson puede que encontréis al Monje Rojo y resolver
este... malentendido.

Comenzaba a tener la duda de si realmente era un malentendido,


pero de todas formas asentí.

-Los malentendidos aumentan ésta melancolía... – musitó el


anciano, suspirando fuertemente mientras se alejaba.

“Pobre viejecito. Me pregunto qué estará recordando."

Pero no teníamos tiempo para pensar en el roto corazón del


alcalde.

-Gracias, señor – dijo Gourry en un tono apacible. Obviamente, el


anciano había dejado en él una buena impresión.

-No deseamos molestarle por más tiempo… – dije, haciendo una

-22-
Hajime Kanzaka Slayers

pequeña reverencia–. Así que por favor discúlpenos.

-Por supuesto – asintió el anciano.

Y con eso, Gourry y yo nos pusimos de camino a la Ciudad de


Crimson.

***

Cuando levantamos el campamento a la mañana siguiente, estábamos


hambrientos. Estuvimos despiertos casi toda la noche, poniendo toda la
distancia posible entre nosotros y nuestros captores antes de caer
dormidos. Seguíamos avanzando mientras tomábamos un desayuno
tardío.

-Entonces, ¿qué piensas de todo esto? – pregunté–. Osea, no


quiero decir nada concreto, pero si tuvieras que suponer...

-¿Quieres decir que Rezo el Monje Rojo puede estar vivo?

Asentí.

-Bueno, algunas cosas que puedan ser... – dijo Gourry, con los
brazos cruzados.

Seguí a unos pasos por detrás de él, dejándole componer sus


pensamientos. La empedrada carretera se extendía ante nosotros todo
lo que alcanzábamos a ver. Verdes cumbres de montaña aparecieron en
el horizonte. Una agradable brisa sopló a través de los campos de
hierba. Podía oír cantar a los pájaros desde algún lugar cercano.

"Emmm... ¿hola?"

-Gourry... no has estado pensando en nada todo este tiempo, ¿o


sí?

-No – sonrió brillantemente mientras se rascaba la cara.

"¡¿No!?"

-¡Si nunca piensas en nada, tu cerebro se convertirá en salsa


tártara! – grité, por razones que tienen tanto sentido para mí como
pueden tenerlo para vosotros.

-¿Eh? ¿Qué es salsa tártara? – dijo Gourry sin venir a cuento.

-23-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

"Los zombies te están alcanzando, Gourry. Grrrrr."

-Es verdad que hay varias posibilidades obvias… – continué,


ignorando su pregunta–, la que tiene más sentido es que el Rezo que
ofrece la recompensa sea impostor. Alguno de sus subordinados puede
estar usando su nombre para intentar vengarse de nosotros por matar a
su maestro… – ésa es la que estaba más arriba en mi lista de
posibilidades, de cualquier modo.

-Por supuesto, si ese fuera el caso, sólo mancillar nuestros


nombres no sería suficiente; alguien que busca venganza debería
querer destruirnos con sus propias manos, y eso podría explicar por qué
el cartel especificaba que debíamos de ser entregados con vida.

-Cualquier otra posibilidad es poco probable. Hubo una diferencia


de varios días desde el tiempo que pasé huyendo con Zelgadiss hasta
que me encontré contigo de nuevo, así que Rezo podría haber ordenado
a un siervo poner una orden de arresto durante ese tiempo. Y luego,
por alguna razón, tal vez burocracia del gobierno, no haya aparecido
hasta casi dos meses después.

-No, no puede ser. No tendría sentido el que quisieran


capturarnos vivos – pensé en voz alta.

-Hay otra posibilidad – exclamó Gourry, sonando alarmantemente


serio.

Le mire a los ojos y supe lo que quería decir. Había otra


posibilidad, mi última y favorita de todas las explicaciones posibles…

-Rezo, el Monje Rojo está vivo – murmuré en voz baja mirando el


despejado cielo azul–, si ese es el caso… no ganaremos ésta vez.

***

A pesar de mi sobrecogedor deseo de masacrar al Sr. Muy-Estúpido en


venganza por someternos a una aburrida lectura plagada de “eeesto” lo
“oootro” y lo de “mas allaaa”, la verdad es que no éramos asesinos,
después de todo. Así que les permitiremos vivir tanto a él como a su
panda de cursis.

“Eso no significa que no vaya a chamuscarlo completamente de


todas formas.” Una chica debe de tener algo de diversión.

Desde que dejamos la aldea, nos encontramos con más grupos de

-24-
Hajime Kanzaka Slayers

"héroes" intentando dictar "sentencia" cada día. ¡Y todavía nos faltaban


seis días para la Ciudad de Crimson! De acuerdo con mis toscos
cálculos, si el número de héroes continuaba aumentando como hasta el
momento, nos habríamos enfrentado a trescientos equipos para el día
de nuestra llegada.

"Esto apesta."

Puse todo mi empeño en no pensar en ello, sentía la oscuridad


como un demonio, si lo fuera.

-Es nuestro destino, nosotros, los Brillantes Caballeros Plateados


del Ducado de Lenos…

"Este caballero no sabe cuando callarse."

Todavía pensaban que éramos los malos, (¡encima de ponérselo


fácil!) si realmente hubiéramos sido tipos malos, habrían recibido algún
poderoso ataque mágico y estarían en apuros, pero no tenían pinta de
poder apreciar la diferencia.

Traté de mantener la calma dándome unos golpecitos en la


espalda.

“Mis felicitaciones Lina, una vez más has demostrado el nivel


necesario de misericordia para no acabar con ninguno de ellos. Eso
incluye las muertes accidentales y las heridas incurables. ¡Hurra! ¡Lina
la Misericordiosa!”

No os riais. En mi casa tenemos un dicho: A veces una muestra


de misericordia es necesaria para quebrar una roca. ¡Y es cierto! Ya
sabes, hay un montón de gente temeraria y poderosa corriendo por ahí
que no entienden eso. Yo, esto… quizás pude haber tardado bastante en
aprenderlo por mí misma.

(Tal vez éste sea un buen momento para mencionar que en casa
mi hermana mayor es un poco más calmada de lo que soy yo, y… no,
tal vez no debería mencionarlo. No estoy segura de cómo reaccionaría
ella al ver esto impreso. Da lo mismo. Sigamos. No tiene importancia.)

-¡Ay de mi! Si me hubierais pillado con diez años menos,


villanos…

Fulminé con la mirada al hombre que ladraba como un perro


mientras recitaba un pequeño hechizo, ¡Bomba Explosiva! (Bomb Sprid)

¡BOOM!

-¡Aaaargh! – Los siete caballeros gritaron mientras eran

-25-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

alcanzados por mi ataque misericordioso.

“¿Eh? ¿No eran ocho? Bueno, en cualquier caso ya está todo


hecho.”

-Lina… he estado pensando… ¿sabes cuál es el verdadero


significado de la palabra misericordia? – Gourry me estaba mirando
como si acabara de abofetear a su madre.

-¡Por supuesto que lo sé!, ¡Si no hubiese mostrado misericordia


ahora mismo, lo único que quedaría de esos siete, emm, ¿ocho?, serian
pedacitos de armaduras en llamas!

-Si, seguro, todavía están vivos, pero... – la voz de Gourry se fue


apagando mientras observaba, con ojos compasivos, a los caballeros
tendidos en el suelo.

Estaban gritando y chillando cosas medio incomprensibles del tipo


"¡No estábamos preparados!" y "¡No ahora! ¡No aquí!" o "¡Vamos
compañeros! ¡No se mueran!" antes de golpearse sin contemplaciones
contra el suelo. Algunos incluso rebotaban.

"Vale, está bien, puede que me pasara un poquito."

-Ya sabes, no son malos tipos… – me recordó Gourry. Sonaba


cansado–. No podrías simplemente....

Le señale y moví el dedo. -Eh, estoy usando hechizos ofensivos


suaves, ¿Vale?

Gourry dejo salir un largo bostezo.

No hablamos mucho el resto de la noche.

***

Sin tener sueño giré y giré, incapaz de dormir ni un solo instante.

Por suerte, aun cuando estábamos huyendo de la ley, pudimos


entrar en una gran ciudad, conseguir las provisiones necesarias y
alojarnos en una de las numerosas posadas.

Pero aun así, por alguna razón, tenía una extraña sensación en mi
pecho, un dolor agudo.

-26-
Hajime Kanzaka Slayers

Éste había ido creciendo en los últimos días, haciéndose más


notable cada vez que nos encontrábamos en una posada. Casi no podía
dormir en absoluto, noche o día.

En el fondo de mi corazón, sabía el porqué.

Pensé en Gourry, que probablemente seguía durmiendo en la


habitación de al lado. Era la primera vez que tenía éste sentimiento
desde que nos conocimos.

“¿Tal vez esté aun despierto?”

El dolor en mi pecho se volvió más y más fuerte al pensar en ello.

“Ains…”

Me di por vencida en mi triste intento de dormir y me levanté de


la cama. Suavemente, acaricié la fría pared que separaba nuestras
habitaciones. El debía de estar dormido. Posé mi oído sobre la
superficie, pero no podía oírle respirar.

“Es probable que esté durmiendo profundamente.”

-¡Durmiendo! – estaba tan emocionada que lo dije en voz alta.


¿Por qué no había pensado en eso antes?

Y entonces, lancé mi hechizo a través de la pared. Ni si quiera el


alarido de una banshee o el rugido de un dragón podrían despertarle
antes del amanecer.

“¡¡Perfecto!!”

Satisfecha por fin, sonreí y comencé a vestirme: túnica blanca,


pantalones negros, ¡comprobado! cinta para la frente, botas, guantes
largos, ¡comprobado! Hombreras de escama de dragón y mi capa negra
como la noche, además de mi espada corta en la cadera. ¡comprobado,
comprobado y comprobado!

¡Armadura completa!

"Jaa jaa...ja ja ja...."

Una sonrisa se diseminó en mi cara. ¡Esto puede curar mi dolor de


cabeza!

“¡Sí! ¡Eso es!”

Desde que conocí a Gourry, no he tenido tiempo de cazar


bandidos. ¡He estado negando a mi verdadero yo! Y en pocas palabras,

-27-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

no podía esperar más. Como uno de esos caballeros diría, ha sido una
mala mañana para hacerse bandido.

Terminé de vestirme y me dirigí al comedor donde algunos de los


otros huéspedes intercambiaban chismorreos sobre grupos de bandidos
actuando en las inmediaciones. Parecía que no era la única que estaba
impaciente.

Era capaz de hacerme una idea de dónde se escondían los


bandidos, en base a lo que escuché en la posada.

"Sólo un loco sale corriendo para perderse en el camino.”

Me adentré en el bosque bajo el manto de la noche y corrí a lo


largo de lo que parecía más un sendero de cazadores que un camino.

No había posibilidad de error, pensé; estaba siguiendo la pista


correcta.

Poco después, aviste llamas rojas y naranjas en la dirección de


unas antiguas ruinas.

“¡Un campamento de bandidos!”

Había un gran número de ellos reunidos alrededor de una


hoguera. Todos portaban cimitarras y vestían oscuras túnicas. Habían
estado bebiendo y de vez en cuando alguno de ellos chillaba y saltaba.

“Bandidos borrachos brincando alrededor de una hoguera de


campamento… muy original chicos.”

No había duda de que tenían guardias apostados no muy lejos de


la hoguera. Las ruinas detrás de ellos parecían ser su fortaleza.

Habría sido divertido ir a la carga y volarlos por los aires a todos,


pero usar mis hechizos más destructivos podría destruir las ruinas, y
aquí viene lo importante, enterrar cualquier tesoro que hubiera en su
interior, quedando totalmente fuera de mi alcance. Así que el reto era
atraerlos lejos de la zona.

Me deshice de mis hombreras y mi espada corta, envolviéndolos


en mi capa. Agarrándolo con ambas manos con una devoción que
podría llamarse religiosa. Comencé a volver por el mismo camino.
Después, tome aire profundamente…

-¡Socorrooo! – grité con todo lo que mis pulmones me


permitieron, y eche a correr tan rápido como pude. Cuando ya habían
puesto todos sus ojos en mí, protagonicé una espectacular metedura de
pata, aterrizando justo entre sus guardias. Sin dejar en ningún

-28-
Hajime Kanzaka Slayers

momento lo que llevaba en mí capa envuelto, por supuesto.

-¡Ayuda… ayuda por favor! – lloriqueé, aferrándome al bandido


más cercano y respirando con dificultad.

Parecía que la cosa había funcionado.

-¡Eh! ¡Qué ocurre! – preguntó el bandido en el que me cobijaba.


Estaban todos perplejos.

“Perfecto.” -¡Se está acercando! ¡Él… por favor! ¡Tengo que


esconderme! ¡Va a matarme! ¡Me matará, estoy segura! ¡Se que lo
hará! – seguí escupiendo frases entrecortadas, sin sentido y tan rápido
como podía idearlas.

Los guardias se miraron el uno al otro, tratando de decidir qué


hacer. No era un buen grupo con iniciativa. Por fin, uno se decidió -¡Voy
a echar un vistazo en los alrededores! – y corrió adentrándose en el
bosque.

Yo seguía envuelta en los brazos de uno de ellos, temblando


débilmente y musitando palabras que serian absolutamente
incomprensibles para cualquier persona normal.

Quiero decir, estaba murmurando un hechizo rápido, Mega Bomba


(Mega Brand).

¡BOOM! Una explosión cercana envió un espectacular rugido por el


aire.

-¡¡Qué dem...!! – El grupo entró en pánico.

-¡Es él! ¡Está aquí! – grité, señalando a la arboleda cercana.

-¡¿Dónde?! – Alguien gritó.

-¡¿Quién anda ahí?! – Se unió otro al coro.

Silenciosamente, pasé a mi siguiente hechizo.

-¡¿Qué está pasando aquí?! – Exigió saber el compañero que


parecía ser el líder de los bandidos. Un momento después, el resto de la
banda salió de las ruinas para investigar el alboroto. Conté diez
hombres.

Procedí a tomar venganza en aquel caos con el hechizo Cañón de


Llamas (Vice Flare).

-29-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-30-
Hajime Kanzaka Slayers

¡GA-GA-GAB-BOOOOOOOM! El fuego se esparció por todas partes,


alcanzando las botellas de bebida y causando más explosiones.

"Precioso."

-¡¿Qué dem...?!

-¡Esto es un infierno...!

Era un hermoso caos. Sin tener ni idea de lo que estaba pasando,


los bandidos huyeron a los bosques. Algunos se dispersaban, otros
parecían pelear, pero ninguno se acordó de quedarse y guardar su
botín.

Lo que significaba... que todo lo que ellos tenían era mío. En


buena lid. Te duermes, pierdes: perdedores.

Dentro de las ruinas, estaba efectivamente, el cofre del tesoro.


Estaba bastante lleno, casi lo que se esperaría de un gremio de
mercaderes.

"¡Jaa jaa, aquí hay mas incluso más de lo que pensaba!"

Más de la mitad de los bandidos habían sido asesinados en el


proceso de crear el gran alboroto que hizo a los otros huir. Así que
estaba bastante segura de poder indagar por el sitio. Extendí mi capa y
comencé a atar una cuerda de cáñamo que revestía un bolsillo secreto.
Tirando de la cuerda a lo largo del contorno y atando los cabos juntos...

"¡Voíla! ¡Un sencillo macuto!"

Ahora el problema era decidir qué y cuánto coger. Apilar todo lo


de valor en el saco lo haría demasiado pesado y la cuerda se podría
romper. ¡Si era avariciosa, lo perdería todo! Así que, comencé a buscar
los objetos de más valor (cosas como piedras preciosas, algo de valor
artístico, objetos mágicos...)

Estaba escarbando entre los escombros cuando una furiosa voz


desde mi espalda gritó. -¡Eh! ¡¿Qué estás haciendo ahí?!

"¡Cachis!”

Casi se me escapa el alma.

Si el oponente hubiera sido un simple bandido, entonces cualquier


hechizo de ataque podría haber deletreado un f-i-n. Sin embargo, me di
la vuelta muy, muy despacio y la cara que vi fue, por desgracia, justo la
que me temía.

-31-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-¡Oh! Eh… ¡Hola! ¡Qué grata sorpresa verte por aquí, Gourry!
¿Qué te trae por aquí? – puse mis manos sobre mi boca, haciendo una
gran actuación con mi sorpresa. También parpadeé bastante. Eso
siempre ayuda.

-¿Qué Qué estoy haciendo aquí? – dijo sin valorar mi gran


actuación ni si quiera un instante–. Quisiera saber qué es lo que tú
estás haciendo.

-¿Quién yo? Ji,ji ¿Por qué? Es un s-e-c-r-e-t-o.

-Ya basta, Lina.

“Ups… Bueno, si eso no va a funcionar…”

Cogí aire y declaré con orgullo: -Soy una cazadora de bandidos.

-No estoy de broma. Deja de actuar, Lina.

“Yo tampoco estoy de broma. ¿Qué se supone que debo decir?”

-¡Olvídalo! – suspiré–. Vámonos de aquí.

Con un murmullo en voz baja, Gourry me cogió la mano y


comenzó a tirar de mí tras él mientras caminaba.

-¡Eh, Espera! ¡Espera un momento! ¡Mi tesoro! – protesté. El no


se detenía–. ¡Vamos! ¡Esto está yendo demasiado lejos! ¡¿No crees?!

Gourry continuó tirando de mí por el camino de vuelta al bosque.

-¿A qué te refieres con ir demasiado lejos? – me contestó


mirándome a los ojos sin detenerse.

“Oh oooh, esta cabreado de verdad.”

-¡Huir hacia el bosque, sola, en medio de la noche! ¡Por los Dioses


Lina! ¡¿En que estabas pensando?! ¡¿Piensas alguna vez?!

-Estaba haciendo planes para un futuro radiante – contesté


impasible–. Sea como sea, ¿Qué hay de malo en cazar bandidos? ¡Son
sólo criminales que viven a costa de robar a los demás! Si les dejo
campar a sus anchas, ¿Quién sabe qué será lo próximo que roben?
¿Qué estragos causaran sin duda alguna? ¡Eh!... estoy haciendo un
servicio a la comunidad, ¡maldita sea!

-Oh, vale, de acuerdo… así que ¿esto no tiene nada que ver con
robarles sus tesoros? – dejó escapar un profundo suspiro.

-32-
Hajime Kanzaka Slayers

-¿Qué se supone que debo hacer? ¿Dejarlos allí para que se


pudran? No sabemos quiénes son los dueños legítimos, así que no
podemos simplemente devolverlos y ya está. Si los dejara donde están,
pronto algún gobierno le pondrá las manos encima, y sólo podrá traer
más problemas. Al menos si yo los tomo prestados, y los vendo, estaré
promoviendo la economía social – le expliqué.

-¿Alguna vez te oyes a ti misma?

-¿No deberías estar durmiendo? – chillé exasperada. No pregunté


cómo pudo evadir mi hechizo de sueño. Oh, por supuesto que no. ¿Qué
era yo, una suicida?

-Bueno, estaba durmiendo, pero me tuve que levantar para ir al


baño. Escuché sonidos provenientes de tu habitación, y cuando volví a
mi dormitorio, te vi por la ventana. Parecía como si estuvieras usando
algún tipo de hechizo de levitación para llegar al suelo. Y entonces,
comenzaste a correr.

Ah. Así que era eso. Eso explica porqué no le escuché respirar tras
la pared.

"Hmmm. Pura suerte."

-En todo caso... – una voz desde la oscuridad nos dejó helados.

“¿Quién dijo eso?”

Mire alrededor y afine el oído. Los insectos zumbaban débilmente


en la distancia. La luz de las estrellas se colaba suavemente por los
huecos de las hojas. No pude ver ni escuchar nada inusual.

-¿Cómo habéis estado? – continuó la voz de forma


despreocupada. Procedía de las profundidades del bosque.

La mano de Gourry se deslizó hasta la empuñadura de su espada.

-Veo que las cosas no han cambiado. Necesitáis un pequeño


cambio, ya sabéis – en ese momento sonaba como si estuviera justo
detrás de nosotros.

"Imposible."
Seguíamos sin detectar alguna presencia. Los dos nos giramos,
aturdidos. Estábamos perdidos.
Una silueta roja emergió de la oscuridad... un monje solitario
llevando una túnica roja como la sangre. Su capa se agitó suavemente
en el aire. Estaba encapuchado, pero pude ver que los dos ojos estaban
firmemente cerrados. Incluso con su cara parcialmente oculta, era
claramente...

-33-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-Rezo el Monje Rojo – susurré al verlo, atontada.

-Ha pasado algún tiempo ¿me equivoco? Parecéis estar bastante


bien, considerando… – dijo. No había expresión alguna en su rostro–,
considerando lo cansados que debéis de estar. Atacados por asesinos
día y noche. Debe de ser complicado.

-Sí. Alguien ha puesto precio a nuestras cabezas – mientras


hablaba, me di cuenta de algo: a pesar de que la forma de Rezo estaba
justo detrás de nosotros, seguía sin notar su presencia.

“Bajo esas circunstancias, ni siquiera él debería de ser capaz de


ocultar completamente su aura.”
-¿Precio? Ah sí, yo prefiero pensar en esas recompensas como mi
invitación escrita. Actualmente, estoy residiendo en la casa del Sumo
Sacerdote de Sairaag.

“Sairaag…”

Sairaag era una ciudad que estaba a cinco días de viaje hacia el
norte. A pesar de que ahora era conocida sobre todo como una capital
de la magia, fue conocía como La Ciudad de los Espectros durante un
largo periodo tras la destrucción de la Bestia Mágica Zanaffer hace ya
un centenar de años. El árbol, plantado por el héroe que destruyó a
Zanaffer, ha seguido creciendo hasta hacerse enorme y era el símbolo
de la ciudad. La ciudad, en sí misma, había florecido también. Pero, eso
no venia al caso. ¿Cómo podía Rezo estar en Sairaag si estaba también
tras nuestra pista?

-Visión… – susurré el nombre del encantamiento que era usado


para proyectar una imagen de uno mismo a grandes distancias,
haciendo posible comunicarse a través de millas, era un hechizo
bastante útil.

El caso era que, “Visión” necesita una terminal, que podría ser
otro hechicero, en el lugar de destino. En otras palabras, tenía que
haber un hechicero bajo el estrecho mandato de Rezo.

-¿Así que estás tratando de encaminarnos a Sairaag, eh? –


respondió Gourry.

-Venid, o no – respondió el Monje Rojo–. Es vuestra elección.


Quizás, si no venís, puede que simplemente paséis el resto de vuestras
vidas como fugitivos

-¡Simplemente, dice! – no pude evitar reírme–. No sé cómo será


para Gourry, pero para mí no sería nada simple.

-Para mí tampoco – masculló Gourry.

-34-
Hajime Kanzaka Slayers

-Esperaré vuestra visita, entonces. Y espero con interés el día en


que podamos considerar éste asunto resuelto – y con eso, su espectro
se desvaneció.

Gourry me miró en busca de una explicación

-Una transmisión – expliqué. Mi voz sonó sepulcral–. Estoy


segura.

-De hecho, ha sido transmitido – dijo otra voz desde atrás.

Una vez más nos giramos aturdidos. Ésta vez la presencia no era
escurridiza, ni siquiera difícil de percibir.

Vimos una única figura, un hombre de mediana estatura que


llevaba una capa negra con capucha, las clásicas ropas de hechicero.
También parecía tener enormes rubíes incrustados en la punta de sus
pulgares, lo que no era para nada típico.

Ese hechicero debía de ser la terminal, escondido aquí desde el


inicio, transmitiendo la conversación con Rezo, tal como sospechaba.

Eché un vistazo al hombre y pude ver por sus ojos que era de
tercera categoría.

-¿Alguien como tu haciendo de lacayo de Rezo? – le desafié.

-Deja de parlotear, mocosa – ladró tras soltar una carcajada–. El


gran Rezo no tiene necesidad de preocuparse por vosotros. Mi nombre
es Vrumugun, y como servicio a mi señor, voy a deshacerme de ti aquí
y ahora.

“Eh, espera un momento.”

Después de que Rezo se tomara tantas molestias invitándonos a


Sairaag ¿Este tipo va a ignorar completamente los deseos de su
maestro? No era sólo que me pillara por sorpresa, es que me pilló por
sorpresa y es estúpido.

“Este tío es imbécil. Los imbéciles son problemáticos.”

-Lárgate, Sparky – dije agitando mi mando despectivamente–, Es


genial que nos hayas encontrado y todo eso, pero “enfrentarte a
nosotros” queda fuera de tus capacidades.

-Te agradezco esa especie de felicitación, pero no sois difíciles de


encontrar, ya sabes. Parece que eres incapaz de pasar más de un día o

-35-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

dos sin meterte en problemas, igual que un mocoso. Tus payasadas


pueden verse a leguas de aquí.

“Oh, ¿Perdona? ¿Me acaba de llamar mocosa?”

-Dices que mis habilidades no son suficientes – bramó–,


probemos esa teoría tuya–. Al terminar estas palabras, su mano
derecha estaba situada tras su espalda. Lo siguiente fue…

-¡Agh! – me abalancé hacia atrás, esquivado el negro objeto que


arrojo hacia mi cabeza.

Con un sonido hueco, el tronco del árbol que se encontraba justo


detrás de mí (que por cierto era el doble de delgado que uno de los
brazos de Gourry) se partió en dos.

-¿Un látigo de cadena? – Gourry identificó el arma


inmediatamente.

Como el nombre lo sugiere, es un aparato poco elegante por


cierto, compuesto por una cadena y una pequeña pesa al finalizar ésta.

Tal cual ha sido demostrado, es muy poderosa, pero en manos de


un principiante, es más peligrosa para el usuario que una cuchilla.

Vrumugun empezó a recitar un hechizo mientras hacia una serie


de ataques con el látigo de cadena

“La rima de ese hechizo... la reconozco. ¡¿Bola de Fuego?!”

Bola de Fuego (Fireball) es un hechizo de ataque que expulsa una


esfera de luz, que explota al impactar, propagando las llamas
indiscriminadamente por todo el área.

¡¿En qué demonios estaba pensando aquel sujeto, usando una


Bola de Fuego en medio del bosque!? Si las llamas se salían de control,
él seria parte de la barbacoa.

“¡Grrr! ¡Idiota! ¡Incompetente! ¡Imprudente!”

Comencé a recitar mi contraataque.

-¡Bola de fuego! – Gritó, y una bola de luz carmesí fluyó de la


mano de Vrumugun.

-¡Bala de Hielo! (Freeze Bullet) – contraataqué.

Dejamos fluir nuestras esferas y las dos impactaron de lleno entre


nosotros.

-36-
Hajime Kanzaka Slayers

¡Shhhhhhhhrrrr! Hubo un fuerte sonido similar al de algo siendo


destrozado, después… nada.

-¡¿Qué?! ¿Qué has hecho? – Señaló Vrumugun como un bebé.

“¿Quién es el mocoso ahora, eh?”

Los efectos de los dos hechizos se anularon mutuamente, un


pequeño truco que descubrí por accidente trabajando con otras
hechiceras.

Permitidme un momento para haceros comprender que conjurar


un hechizo de elemento contrario no garantiza que se produzca este
efecto. Dependiendo de cómo los combines, el poder del primer hechizo
puede verse sumamente amplificado. Esto quiere decir, que
combinando una Bola de Fuego (Fireball) con una Bala de Hielo (Freeze
Bullet) de cualquier manera puede acabar desembocando en un infierno
de fuego. Aunque la investigación de los efectos de combinación de
varios hechizos es un campo interesante, es un trabajo muy arduo para
cualquier persona, incluso para las hechiceras “super-geniales” como
yo. La hechicera con la que estuve trabajando en este tema se fue por
su cuenta un poco antes de que conociera a Gourry. En cualquier caso,
es un área de investigación especializada, y la mayoría de los
hechiceros no conocen mucho del tema. Vrumugun, por tanto, estaba
anonadado.

Estaba muy desconcertado, de hecho, estaba ahí quieto, sin


moverse.

Gourry tomó ventaja de su desliz y arrebató el látigo de cadena


de sus manos y lo lanzó al aire.

-¡Maldito seas! – chilló Vrumugun y salió corriendo presa del


pánico. Gourry se lanzó a su persecución.

Comencé a conjurar mi siguiente hechizo.

El hechicero echó las manos hacia atrás como si pudiera tirar algo
más, pero Gourry lo golpeó en la boca del estómago.

-¡Argh! – el cuerpo del hechicero se plegó mientras gritaba.


Entonces yo acabé con él.

-¡Lanza de Elmekia! (Elmekia Lance) – exclamé, y Vrumugun se


colapsó por completo.

La Lanza de Elmekia daña la mente del enemigo. Cuando es


usada al nivel máximo sobre un ser humano, el hechizo debilita

-37-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

muchísimo el intelecto del enemigo, a menudo causa un estado similar


al coma o a un muy, muy profundo sueño.

Sin embargo lancé el hechizo modificándolo un poco por debajo


del máximo nivel. Había cosas que quería preguntarle a Vrumungun, y
un hombre comatoso no es precisamente un buen voluntario para dar
respuestas.

Tal como había planeado, él estaba de espaldas, completamente


paralizado. No podía atacar físicamente ni controlar un hechizo en su
estado. Pero todavía estaba consciente.

-Si no estuviera tan cansada y de mal humor, podríamos intentar


esto cientos de veces y siempre acabaría contigo a mi merced – dije,
mirando hacia abajo a la cara del hechicero–. Esto es lo que pasa
cuando sobreestimas tus capacidades.

Gourry estaba a mi lado, en guardia y prestando mucha atención.


Estaba preparado para hacer morder el polvo a Vrum-paleto si
intentaba cualquier jugarreta. Gracias a su apoyo, podía concentrarme
en un interrogatorio directo.

-¿Quién era ese tipo? – exigí saber, yendo al grano.

Las sorprendentemente delgadas cejas de Vrumugun se


enarcaron en sorpresa.

-¿Qué intentas decir? ¿Qué quién era ese? ¿Estás segura de que
no conoces a Lord Rezo?

-Nosotros… destruimos… a Rezo – dije, hablando lentamente,


pronunciando cada palabra con el suficiente cuidado de que se
comprendiera–, hará cosa de dos meses.

-¡Eso es una necedad! Si lo hiciste, entonces ¿quién era el de


antes?

-No lo sé, ¡por eso te estoy preguntando, imbécil! – repliqué.

Por lo que sabíamos, ese idiota creía que estaba trabajando para
el Rezo real, por eso valía la pena.

-¡Lo que dices no tiene sentido! ¿Cómo podrían unos novatos


como vosotros vencerle? – casi parecía ofendido.

Considerando la facilidad con la que le pateamos el culo, no tenía


derecho a burlarse. ¡Novatos, incluso!
-¿De veras? ¿Exactamente en qué punto ves que fallamos?

-38-
Hajime Kanzaka Slayers

Vrumugun me miró fijamente a los ojos y dijo… -Pechos.

No estoy muy segura de cuán lejos lo mande volando. Pero lejos,


os lo aseguro. Muy, muy lejos.

***

Gourry y yo llegamos a la posada justo a la madrugada. Después nos


pasamos otra mañana caminando juntos todo el camino. Nos cubrimos
con una mortaja intentando disfrazarnos un poco. Estábamos
exhaustos, pero nuestro enemigo sabía exactamente dónde estábamos
y hacia dónde nos dirigíamos, lo mejor era seguir en movimiento.

Vrumugun, por otro lado, dejó finalmente de volar cuando chocó


contra un árbol. Por supuesto, podríamos haberlo matado en ese
momento, pero acabar con un oponente completamente incapacitado no
era mi estilo.

-Entonces… ¿qué piensas, Gourry? Quiero decir… acerca de todo


lo que pasó anoche con “Rezo” – mi pregunta pareció sumergirle en
profundos pensamientos.

“No te vayas a hacer daño, amiguito.”

-Para ser honesto, esa cara… bueno, no parecía que estuviéramos


hablando con un completo extraño ¿sabes?

Lo sabía. Ciertamente él lo había cogido. De todas formas…

-Si ese no es él, y no es un completo desconocido, eso sólo deja


una opción, ¿cierto?

-¿Quieres decir… algún tipo de pariente?

-Bueno, vale, dos opciones, entonces. Estaba pensando si podría


ser una copia de Rezo.

-¿Una copia? – Gourry me miró como si estuviera borracha.

-Sí, un clon. Te acuerdas de todos los homúnculos de la Ciudad de


Atlas, ¿verdad?

-Uh, creo recordar – dijo sin mucha convicción–, no, ¿Qué son
esas cosas?

-39-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

Ahora que Gourry lo mencionaba, me di cuenta de que realmente


no le había explicado eso para nada.

-Es una persona que ha sido creada artificialmente. Los hacen


utilizando sangre humana; Sus habilidades son exactamente iguales a
las de la persona a la que pertenecía la sangre.

En realidad, clones, golems, homúnculos y otras varias


marionetas mágicas eran al principio creadas con fluidos corporales
humanos, pero hay nuevos métodos que han sido descubiertos en los
últimos años. Muchos experimentos han sido realizados con huesos de
animales, destilando esencias de diferentes criaturas y mezclándolas
con sangre humana en diferentes proporciones.

De todas formas, dejando a un lado esos extraños casos por el


momento, lo único que era importante señalar es que un hechicero
podría crear con sangre humana un ser artificial que fuera idéntico al
cien por cien en apariencia y habilidades al ser humano que proporcionó
los materiales necesarios.

Como acabo de decir, el tipo y forma de producción de los


homúnculos varía. Aunque los hechiceros que desarrollan nuevos
métodos de producción podrían inventar otros nombres que encuentran
más adecuados. El sentimiento predominante de "¿Qué hay de malo con
homúnculo?" ha hecho que la mayoría de la gente siga refiriéndose a
ellos con el mismo nombre.

Para complicar más las cosas, los productos de antiguos métodos


son llamados “sencillos”, mientras que aquellos de los más novedosos
experimentos son conocidos como “copias”.

Copias, como son llamadas las nuevas versiones, son


comúnmente utilizadas para experimentos con humanos y como
guardias (los cuales han aumentado el número de problemas con los
derechos humanos en los últimos tiempos.)

Aunque su apariencia y habilidades no son diferentes del resto de


humanos normales, la copia homúnculo completada no tiene voluntad ni
memoria por sí misma y por lo demás, sin notables diferencias a un
Gólem de carne.

-Así que, si alguien usara mi sangre para crear uno de esos,


¿llegaría a tener un soldado que podría luchar contra mi hasta el
empate?

Negué con la cabeza.


-Las habilidades básicas (fuerza, velocidad, reflejos) serian
ciertamente las mismas. Pero el homúnculo no puede ser capaz de
igualar tus habilidades en esgrima o con tácticas de batalla. Eso quiere

-40-
Hajime Kanzaka Slayers

decir, que incluso un duplicado con las mismas habilidades básicas no


tendría la misma personalidad, ni patrones de movimiento o patrones
de conversación. El homúnculo no tiene el beneficio de la experiencia,
así que ahí están los límites. No es lo mismo que el original. Aunque,
supongo que podrías copiar los mismos patrones de dialogo de una
persona si tienes relación con ella.

-¿Entonces intentas decir que ese aficionado que conocimos la


noche anterior pudo haber creado ese Rezo?

Asentí. Eso era algo que valía la pena considerar.

-Mira… – suspiré–, no hemos tenido suficiente trato con Rezo


como para poder decir si ese Rezo era un clon impostor o un pariente
cercano. Además, como fue proyectado por la magia de “Visión”, no
pude obtener una lectura de su aura tampoco.

-¿Pero estás segura de que es un farsante?

-Bastante segura. Quiero decir, incluso si el auténtico siguiera


vivo, ¡ya no sería Rezo! – exclamé recordando a Gourry la
transformación de la que ambos fuimos testigos.

-Si – asintió. No era algo que se pudiera simplemente borrar de


su memoria con facilidad–. ¿Entonces, que dice tu instinto?

-Bueno, es sólo una teoría, pero creo que es uno de los secuaces
de Rezo utilizando una réplica del Monje Rojo para enviar a otros
secuaces a la vez y atraernos hasta Sairaag. Probablemente quieran
vengar a Rezo y, en su defecto, arrastrar nuestros nombres por el
fango.

“No era increíblemente plausible, pero era la mejor teoría que


tenia.”

-Hmmm... – Gourry dejo su mirada clavada en el horizonte y se


frotó la barbilla con la mano.

-¿Qué? ¿No estás de acuerdo?

-Eh, estoy pensando otra posibilidad. ¡Sólo porque tú pienses así


no hace que sea verdad! – Gourry se estaba poniendo irritable.

“¿Oh, sí? Vale, ¿qué tienes tu, genio? ¿Nada? Eso es lo que yo
pensaba.”

-De acuerdo. Pero, en cualquier caso, la respuesta está en


Sairaag.

-41-
Capitulo 1 Me tocas la cara y re rajo la tuya

-Pues me temo que debemos ir a Sairaag - suspiró Gourry.

-Me temo que si – afirmé.

Gourry se giró para contemplar la tenue luz del amanecer en el


horizonte y una mirada de aprehensión se estableció en su rostro.

***

-¡Plom!

Así fue el sonido del primer contacto del puño de Gourry con el
abdomen de un hombre.

Yo conjuré mi hechizo Lanza Elmekia (Elmekia Lance)


simultáneamente, poniendo a un hombre menos en la cuenta.

Este fue el sexto grupo de supuestos héroes que nos hemos


encontrado durante el día.

-Esto empieza a aburrir… – dijo Gourry con un tono


aparentemente cansado–. Sexto grupo hasta el momento y ni si quiera
es mediodía… ¿Cuántos de estos “Aliados de la Justicia” vamos a tener
que combatir antes de llegar a Sairaag?

-Tal vez ¿deberíamos mejorar nuestro disfraz? De lo contrario, no


vamos a tener fuerzas cuando lleguemos allí.

-Suena bien… pero antes de eso… tenemos más compañía –


Gourry parecía que no sabía si reír o llorar.

-Sí, ya lo sé – dije mirando hacia el camino mientras hablaba.

La carretera se torcía antes de desaparecer detrás de una colina


poco elevada con rocas azuladas en su superficie. De acuerdo con el
último posadero que conocimos, seriamos capaces de ver la siguiente
ciudad una vez que la hubiéramos alcanzado.

Vislumbré una pequeña área arbolada a mano derecha de la


carretera y algunos campos de trigo. También vi una hilera de picos
montañosos en el horizonte, más allá de la colina.

Mientras echaba una ojeada, detecté lo que parecía ser ¿una


única sombra negra a ambos lados de un árbol?

-42-
Hajime Kanzaka Slayers

No, era un hechicero de negros ropajes, su capucha ocultaba sus


ojos.

-¡Muy bien, sal de ahí, quien quiera que seas! – dije, mientras
caminaba hacia delante con un pavoneo que probablemente sería más
acertado describir como “un aire de desesperación”.

-Tengo una deuda con vosotros por la anterior noche – dijo el


hechicero. Tenía voz de chico joven.

“¿Eh?”

¿La noche de ayer? Ciertamente nos enfrentamos a un hechicero


la noche anterior, pero él estaba sólo…

-¿Seguramente no habéis olvidado a Vrumugun tan pronto?

-Emmm, bueno… – arqueé mis cejas. Gourry, que estaba justo a


mi lado, hizo lo mismo.

Por supuesto que recuerdo a Vrumugun, recuerdo el encuentro de


la noche anterior perfectamente. Pero esta voz… bueno, él suena
diferente.

Se acercó, y fui capaz de ver su rostro. Era Vrumugun,


definitivamente era él, y no algo parecido.

“Por otra parte, ¿quién querría hacerse pasar por alguien con el
nombre de Vrumugun? Y aemás, ¿Cómo podía habernos seguido?”

-Ya veo – exclamó Vrumugun, sonando decepcionado con mi


respuesta.

-¡Dios! No aprendes, ¿verdad amiguito? ¿No habrás olvidado ya


como te pateamos el culo no?

Vrumugun se sonrojó un poco. -No lo he hecho. Y hoy he traído


conmigo algo de ayuda. Vamos, sal – gritó.

Estaba a punto de preguntar a Vrumugun si conocía la frase “¿Tú


y quien más?” pero en el momento en que abrí mi boca para hablar, su
“ayuda” salió de entre los árboles.

-¡¿Tú…?! – me quedé sin habla, mi mandíbula colgaba de la


sorpresa.

-43-
Capitulo 2:
El largo, largo camino a Sairaag.

uanto tiempo sin verte, chiquilla… – dijo el hombre-lobo


a la bella dama.

¿A qué os referís con quien? ¡Yo! ¿Pensareis que soy bella no? ¿O
creeréis al menos que soy una dama? No, mejor no respondáis a eso.
Es mejor mantener la boca cerrada y nadie saldrá herido.

El hombre-lobo, lobo-hombre, hombre-bobo, o como queráis


llamar a un sujeto que es mitad lobo, mitad troll y además feo, estaba
cargando una cimitarra en su espalda y burlándose en un tono familiar.

“Ah, qué suerte. Y yo que pensé que no nos volveríamos a ver.”

El perfil genético de mi viejo y perdido amigo era más o menos


así:

Se mantenía erguido como un hombre, pero tenía la cabeza de un


lobo y los poderes regenerativos de un trol. De hecho, lo vi alguna vez
curarse por completo de la herida de una espada justo delante de mis
ojos. También tenía el ingenio e intelecto de un charco de fango, pero
supongo que eso es lo que hay.

-Veo que aun eres perro ladrador y poco mordedor, hombre-lobo…


– me mofé.

El lobo no dijo nada.

“Maldición. Eso ha sido fácil.”

-No te atrevas… – replicó Vrumugun.

-Oh, pues me atrevo a decir que me atreveré. Es lo que suelo


hacer. Quiero decir, soy atrevida, así que me atreveré…

-¡Silencio! – bramó Vrumugun.

-Pssst – Gourry llamo mi atención desde atrás–, ¿Tu sabes quién


es ese tipo? Esto… quiero decir, ¿el perro... lobo... hombre... cosa?

“Típico.”
Hajime Kanzaka Slayers

-Ese es Dilgear, Gourry. ¿Lo recuerdas? Dilgear. ¿El que era parte
del juego con Rezo y compañía?
-Ah sí, claro... – estiró un poco el cuello y entrecerró los ojos,
luego se dio por vencido–. Lo siento, es que todos los hombres-perros
me parecen iguales, supongo.

“Ese no es un comentario nada evolucionado para ti, Gourry.” Oh


bueno. ¿Qué podía a hacer? ¿Detenerme y darle una charla sobre la
sensibilidad entre las diferentes especies? De cualquier forma, Dilgear
parecía que se había recobrado de lo anterior y mi atención se dirigió al
asunto que me tenía preocupada desde hace un rato. “¿Hay alguien
más ahí?”

No pude distinguir más que una cara frente a mí, pero se parecía
a....

“Oh no.”

Oh si: El hombre pez. Y cuando digo "hombre pez" me refiero a lo


que estáis pensando, así tal cual: Un pez... que también es un hombre.

¿Aun con problemas para entender la idea? Vale, imaginad un


pez. Ahora imaginad al mismo pez con una estatura parecida al de un
ser humano. Ahora imaginad ese pez largo con pies y brazos que salen
de su cuerpo de pescado. ¿Entendisteis la idea? Vale, pues esa es la
idea. Eso es un hombre pez. ¿Suena absurdo, verdad? Los hombres pez
son muy populares entre los críos de la ciudad, que por lo general
coleccionan pequeñas figuras de hombres pez y las intercambian con los
amigos que los adoran. Estos niños normalmente creen que sería genial
conocer a un hombre pez... hasta que realmente conocen a uno. Y más
tarde vienen los gritos, llantos y pesadillas. Hay que tener cuidado con
estos seres. Es todo lo que diré.

En todo caso, esto estaba empezando a parecerse a una granja de


animales deformes.

-No me digas que aun sigues con este montón de perdedores,


señor Noonsa… – titubeé un poco.

El hombre pez, miraba alrededor de él, como si estuviera


hablando con alguien más. Cuando se dio cuenta que no era así, se
volvió hacia mí y se me quedó mirando fijamente. ¿Alguna vez habéis
visto a un pez mirar fijamente? No son buenos parpadeando.

“Ya basta, hombre-pez. Es espeluznante.”

-¿Noonsa, has dicho? – murmuró el hombre-pez al fin.

-45-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

“Emmm… ¿sí?”
Me llevó un minuto, pero al final pude figurarme que estaba
ocurriendo: el no era Noonsa. He confundido al hombre-pez que tengo
delante con otra person… esto, hombre-pez. ¡No puedo distinguir a los
hombres-pez! Aun le falta mucho a mi capacidad de distinción entre
especies. Lo más importante, es que no se sintió ofendido. Todo lo
contrario, estaba halagado.

-¿Conoces al apuesto y refinado al que llaman Noonsa? ¿Conoces


a Noonsa… pe…pe…personalmente?

“¡¿Apuesto y refinado?!”

Vale, llamadme insensible, pero el hombre-pez que conocía como


Noonsa se parecía exactamente al mismo tipo al que estaba mirando a
las branquias. Y no es por ofender, pero yo no llamaría a ninguno de
ellos atractivo. Y nada que huela como eso podría ser jamás
considerado refinado en lo que a mí respecta.

-Yo… yo… yo… me siento alagado de que tú puedas tan siquiera


considerar mi modesto físico similar al de alguien tan atractivo como
Noonsa – balbuceó el hombre-pez.

“Eh, tranquilo, pececito. Preferiría no tener que considerar tu


físico más de lo justo.”

-Mi nombre es Rahanim – anunció el hombre-pez–, te lo diré sólo


una vez, harías bien en no confundirnos. Aunque Noonsa sea hermoso,
yo, gracias a Lord Rezo, soy capaz de nadar incluso por el cielo.

No tenía sentido lo que decía, pero parecía disfrutar realmente


con el sonido de su propia voz. No me habría importado si no fuera
porque sabía que al final acabaríamos teniendo que luchar contra ellos.
Habría preferido pasar a la acción directamente.

-¡Si, eso es cierto! – Interrumpió Dilgear a Rahanim–. Y yo soy


más fuerte aun que la última vez que nos encontramos. Así que
apreciaría un poco de respeto, o haré que te tragues esas palabras.

-Comeros mi bola de fuego, ¡majaderos! – Ya había tenido


suficiente cháchara, así que envié una bola de fuego contra los tres
charlatanes.

“Eso servirá para comenzar la fiesta.”

Por supuesto, era consciente de que no abatiría a los tres con un


solo disparo, pero me imaginé que podría empezar las cosas con el pie
derecho, ¿sabéis? Poner las cosas en nuestro favor.

-46-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Eh! ¡No estábamos preparados! – bramó Vrumugun mientras


caía hacia atrás. Cómo si tuviera que avisarlos primero.

“Esto es una pelea, idiotas.”

Rahanim se había escapado. Lo sorprendí en medio de un campo


de trigo. Y Dilgear estaba… ¿Dónde estaba Dilgear?

“Oh, ese de ahí es él. En llamas. ¡Buen tiro!”

-¿Qué crees que estás haciendo? – chilló el hechicero al hombre-


bestia. Su humeante cuerpo (que apestaba a barbacoa), acababa de
parar de convulsionar.

“Apuesto a que eso duele.”

-¡Rahanim! ¡Ven! – llamó Vrumugun.

-¡Entendido! – gritó Rahanim, y mientras lo hacía, ¿parecía


crecer?

No, no estaba creciendo, sus pies se elevaban sobre el suelo.


¡Estaba levitando!

“Oh, así que puede nadar por el cielo. Ya entiendo.”

El hombre-pez se giró, y menos de un segundo después estaba


detrás de Vrumugun. El hechicero señaló con su mano derecha hacia el
vientre del charlatán hombre-pez. -¡Ve! – ordenó–. Córtalos en
rodajitas.

Por córtalos, pienso que se refería a nosotros.

-Como ordenes – dijo el hombre-pez.

Rahanim no parecía lo suficientemente rápido como para


acorralarnos a mí y a Gourry. Vrumugun estaba subestimando nuestras
habilidades otra vez.

“Quizás ese bromista tuviera algún tipo de… deseos de morir.”

-¡Lina! – gritó Gourry justo en el momento en que me sentía


satisfecha de mi misma.

Miré a mi alrededor. Rahanim se había desvanecido. De pronto,


una ráfaga de viento muy fuerte sopló por mi flanco derecho.

-¡¿Pero que dem…?! – Perdí el equilibrio y caí de costado sobre el


campo de trigo. Gateé hasta ponerme en pie lo más rápido que pude.

-47-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-48-
Hajime Kanzaka Slayers

¡De ninguna manera la gran Lina Inverse iba a permanecer tirada


en un campo de trigo, con sus mejillas sobre la hierba, os lo aseguro!

“Maldición.” Cuando volví a ponerme en pie, me di cuenta de que


mi estilosa hombrera derecha tenía un profundo corte y la superficie del
rubí allí incrustado estaba gravemente dañada.

“Mierda, mierda, mierda. Adoro estas hombreras.”

-Hmmm, mi intención era cortarle la cabeza… – susurró Rahanim,


aparentemente insatisfecho con el daño que había causado. Comenzó a
dar círculos a mí alrededor, acechando.

Tan pronto como había empezado su ataque, los movimientos del


hombre-pez habían pasado de lentos como el fango, a ser tan rápidos
como la luz. ¡Había perdido su pista por completo! Nada podía moverse
tan rápido, y menos un hombre-pez. Supuse entonces que Vrumugun
debía haber envuelto su cuerpo en una barrera de viento. Era lo único
que podía explicar su repentina rapidez.

Parecía que esta vez había sido yo la que subestimé a mi


oponente. “Ups, vaya.”

-¿Has visto eso? – le pregunté a Gourry manteniendo la vista en


dirección a Rahanim, por precaución.

-Solo su sombra… – respondió desanimado.

Lo he dicho antes, y me reitero: La técnica de esgrima de Gourry


es, sin duda alguna, de lo mejor incuestionablemente. Si Rahanim
siguiera moviéndose tan rápido que Gourry no pudiera alcanzarlo…

“Esto no tiene buena pinta.”

En un espacio abierto como ese, un hechizo de ataque


indiscriminado no era nuestra única opción, pero por lo visto era
probablemente la que mejor podía funcionar. Excepto por el hecho de
que no podíamos asegurarnos de quien más podría ser alcanzado en la
pelea.

“Eso sólo nos deja una opción…”

La silueta de Ramahin desapareció de nuevo en un “fiuum.”

¡Yiaaa! – Gourry y yo gritamos a la vez mientras nos


agachábamos.

“…correr por nuestras vidas.”

-49-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

Una ráfaga de viento pasó rozando mi cabeza. Rahanim no era


capaz de maniobrar muy bien a esa velocidad de vuelo, y nosotros no
éramos capaces de seguir sus movimientos lo suficiente como para
intentar cualquier tipo de contraataque. Lo único que podía hacer él, era
lanzarse hacia delante, y todo lo que nosotros podíamos hacer era…
esquivar.

El desarrollo de la batalla, era muy triste.

-Quietos – murmuró Rahanim mientras giraba otra vez.

Si no pensaba en algo, estaríamos haciendo el mismo baile una y


otra vez hasta que uno de nosotros olvidara agacharse o cara-pez se
cansara. Así que pensé en algo.

Comencé a conjurar un hechizo.

-¡Cría insensata! ¿Realmente crees que serás capaz de


alcanzarme? – cuando terminó de hablar, su figura se desvaneció de
nuevo.

“No. Pez insensato, ¿realmente crees que necesito hacerlo?”

Terminé de recitarlo en el mismo momento en que él desaparecía.


Un instante después, envistió directo contra mí por el medio del campo
de trigo.

¡WHUM! Una poderosa onda expansiva siguió al sonido. Enfaticé


mi posición, pero de todos modos salí despedida varios metros. Aun así,
la barrera de viento que puse alrededor de mi cuerpo desvió la suya,
desorientando al Señor Cara-pez y protegiéndome de cualquier daño
real.

“¡Ahora es mi oportunidad!”

Mientras el hombre-pez luchaba por no perder la compostura,


comencé a recitar mi siguiente hechizo. Rahanim giró y se dirigió hacia
Gourry.

¡Gourry respondió con un destello plateado!

Todo lo que consiguió hacer la espada de Gourry fue segar unos


cuantos tallos de trigo, pero debió de hacer que Rahanim se mareara un
poco, porque el hombre-pez se dio la vuelta débilmente y se elevó en el
cielo. Nadó en círculos un minuto, centrándose en algo lejano.
Entonces, su estado cambió y volvió a mirarnos a Gourry y a mí.

Fuera lo que fuese lo que hizo ahí arriba, me concedió el tiempo


suficiente para completar mi siguiente conjuro.

-50-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Torbellino Fulminante! (Bram Gash) – grité, lanzando


enérgicamente mi flecha de energía eólica concentrada. Aunque su
efecto varia de un objetivo a otro, si mi flecha alcanzaba su meta, tenía
el suficiente poder como para pulverizar un muro de ladrillo.

Voló recta y segura hacia el montículo donde Vrumugun debería


estar, y… “¡Golpe directo!”

Yo… esto, omitiré los detalles en deferencia de quienes de


vosotros queráis comer algo en un futuro cercano, o simplemente,
alguna vez más en vuestra vida. “Agh”. Digamos que era asqueroso y
dejémoslo ahí.

-¡Señor Vrumugun! – gritó Rahanim lleno de pánico.

Conjuré mi siguiente hechizo mientras él estaba distraído. –Alas


de Rayo (Ray Wing) – dije, mientras los vientos a mí alrededor me
elevaban en un “zas”.

Alas de Rayo (Ray Wing) es un hechizo que crea una barrera de


viento alrededor del que lo conjura, habilitándolo a él o a ella con una
gran velocidad de vuelo. Aunque, es más difícil de controlar que la
Levitación, puedes conjurarlo si lo que quieres es más velocidad. Con
Alas de Rayo, podrías interceptar un pájaro fácilmente en pleno vuelo.

-¡Gourry! ¡Agárrate! – desactivé la barrera unos instantes.

-¡¿Qué estamos haciendo?! – Preguntó mientras lo cogía y lo


trasladaba desde el centro del campo de trigo.

-Estamos huyendo.

-¡Maldita seas! – gruñó Rahanim.

¿Alguna vez habéis oído a un hombre-pez gruñir? Es un poco raro.


A lo que íbamos…

Ansioso de venganza, se abalanzó sobre nosotros.

-¡Uf! “Que pesado.”

Aun sin Vrumugunbécil, el hombre-pez se estaba moviendo


increíblemente rápido. El conjuro del hechicero debía ser de un tipo de
duración determinada, alguno que pudiera llegar más allá del estúpido
que lo había conjurado. No sería difícil de patear su cara de pez una vez
su hechizo de vuelo se haya colapsado, pero como no tenemos ni idea
de cuándo ocurrirá eso, seguiremos danzando de aquí para allá y
esperando como estúpidos.

-51-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

Alcanzamos entonces la cima de la siguiente colina y, tal como


dijo el viejo posadero, pudimos divisar un pueblo justo delante.

Rahanim aceleró y nos envistió de nuevo.

“Esto empieza a aburrir.”

-Bueno, ¡no estamos logrando huir! – gritó Gourry, agarrando mis


caderas de una forma que me habría sonrojado si hubiera pensado en
ello en ese momento.

La velocidad del hechizo Alas de Rayo es proporcional al peso


cargado y a la capacidad mágica de aquel que lo conjura. Con Gourry
colgado de mí, no podríamos movernos suficientemente rápido como
para perder al hombre-pez.

“Si tan solo pudiéramos llegar a la ciudad…”

-Gourry, ¡lo tengo! – dije–, vamos a utilizar disfraces. El hombre-


pez probablemente nos diga algo. Se breve en tus respuestas y por
supuesto ¡NO me llames por mi nombre real! Habla tan sólo lo
necesario, ¿entendido?

-Ese es tu plan, ¿no hablar?

-No hables, no desenvaines tu espada y trata de mantener la


calma ¡¿entendido?!

Gourry no respondió.

“¿Podría ser que a veces dude de mi genio? Na… eso sería


estúpido.”

***

Atravesamos las puertas de la ciudad tan rápido que le pasamos por


encima a una anciana vendiendo frutas y verduras cerca de la entrada.
Las naranjas cayeron al suelo cual canicas, y los peatones volaron en
todas direcciones como gallinas en una pelea de taberna.

Yo tampoco tengo idea de lo que significa eso. Dejémoslo así.

-¡Eh, eh, eh! ¡Lina!

-52-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Gourry, podrás presentar una queja después! – arrasamos la


calle principal, mis ojos buscaban de derecha a izquierda…

“¡Ese es el lugar, allí mismo!”

Echamos el freno y chocamos contra Rahanim aplastando con él


varios puestos. Sin parar, nos conduje al fondo del callejón y allí
cancelé el hechizo Alas de Rayo.

Estábamos en una carpintería. Allí había tablas, trozos de madera


maciza y árboles recién cortados apilados en el suelo contra el muro de
piedra.

-¡Gourry! ¡Deja toda nuestra armadura encima del montón de


madera! ¡Y no olvides lo que te dije antes! No hay tiempo para
explicaciones, solo hazlo, ¡rápido! – mientras hablaba, me quité mis
hombreras y mi capa, me quité mi espada corta, y me deshice de
ambos guantes. Puse mi capa sobre Gourry y oculté el resto, junto con
su armadura, en el otro lado del montón de madera. Para acabar,
guardé la cinta de mi frente en el bolsillo del pantalón y me senté
tranquilamente al lado de Gourry.

-No hables más de lo necesario – le recordé. Estaba tratando de


calmarme cuando…

La forma de Rahanim apareció en la entrada del callejón. El


hombre-pez hizo una pausa y dijo:

–No hay escapatoria – en un tono monótono.

-Perdone… ¿Qué? – le miré y actué como si no tuviera ni idea de


a qué se refería. No soy mala actriz, si me permitís decirlo.

Tal como predije, Rahanim se quedó en silencio y pensó un


momento.

-Es inútil intentar engañarme, Lina Inverse – dijo finalmente.

Pestañeé. -¿Lina qué?

Cara-pez, nervioso e inquieto, miró alrededor.

-Parece que ha habido un error – suspiró–, ¿Han pasado por aquí


una hechicera de pelo rojo y un espadachín de pelo amarillo
recientemente?

-Hmmm… León, ¿pueden haber sido ellos? – le dije a Gourry.

-¿Eh? ¡¿Qué?! – Gourry fue pillado completamente desprevenido.

-53-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-¡¿Los habéis visto?! – Habló otra vez Rahanim antes de que


Gourry pudiera superar su estupidez.

-Oh, sí – respondí–, delante de nuestros ojos, ZAS, eran dos,


¿verdad? Se fueron volando por ahí – señalé hacia el otro extremo del
callejón–. Creo que fueron… casi dos manzanas abajo… y giraron a la…
izquierda.

-Discúlpeme – seguidamente, se fue a toda prisa en la dirección


que había señalado callejón abajo.

“¡Ji, ji, ji, ji!” Rompí en carcajadas. “¡Conseguido!”

-Em… ¿Qué ha ocurrido? – preguntó Gourry, su cara parecía un


rompecabezas. El hombre pez fue buen chico y desapareció.

-Incapacidad de diferenciación individual – expliqué.

-Incapacidad… individual… ¿Qué?

-¿Recuerdas en la colina, cuando viste a Dilgear y dijiste que no


podías diferenciar a los hombres-perro? Bueno, lo mismo le pasa a él,
realmente no sabe distinguir a unos humanos de otros. Por eso nos
metimos en el callejón, para que nos perdiera de vista por un minuto.
Nuestro color de pelo es el mismo, y aunque nos ha visto la cabeza,
nuestras ropas son distintas. Y no tenía sentido para el que pudiéramos
estar aquí sentados tan tranquilamente. Por eso dijo “No hay
escapatoria” sin dirigirse a nadie en concreto ¡porque no estaba seguro
de que fuéramos nosotros! – afirmé–, y como no podía estar seguro,
por eso me creyó.

-Emm… – Gourry frotó su barbilla, aparentemente como si no


pudiera entenderlo aun.

-¿Es realmente tan difícil? – preguntó–. Quiero decir, yo puedo


distinguir dos razas de gato fácilmente.

-Bueno, claro, eso es porque son de razas diferentes – aclaré–.


Los tamaños, patrones, formas y colores son todos diferentes. No es lo
mismo en absoluto distinguir dos gatos de la misma raza. ¿Entiendes?

-Sí, bueno.

-Sin embargo, los Hombres-Lobo nos pueden diferenciar por el


olfato…

-¡Sssh! – interrumpió Gourry. La razón fue evidente al instante:


una sombra había aparecido al fondo del callejón. Una intrigante
sombra en forma de pez.

-54-
Hajime Kanzaka Slayers

“¡¿Rahanim?! Tal vez nos ha descubierto. No, espera…”

-¡Eh! – el hombre-pez se dirigió a mí–. ¿Estás segura de que eran


dos manzanas abajo y a la izquierda?

No, no nos había pillado.

-Hmmm, bueno, ahora que lo menciona, no estoy segura. Puede


que fueran tres manzanas abajo – mentí descaradamente.

-Ya veo… entonces, discúlpenme – el hombre-pez desapareció


callejón abajo una vez más.

-¿Ves? – dije sonriendo, y solté una pequeña carcajada mientras


lo veíamos irse.

***

-Uf, los hechiceros deben de estar muy deprimidos teniendo que llevar
esto encima todo el tiempo… – murmuró Gourry mientras removía su
comida.

-Oh, deja de gimotear. Si ayuda a no arriesgar tu vida en una


batalla innecesaria, es un pequeño sacrificio entonces ¿no crees? – le
dije fulminándolo con la mirada.

Tras nuestro éxito librándonos de Rahanim, Gourry y yo habíamos


visitado al sastre local para perfeccionar nuestros disfraces.

Yo llevaba la túnica blanca de una sacerdotisa. Me até el pelo en


una coleta alta, y llevaba mi cinta en la frente como de costumbre. Tiré
mis tan amadas hombreras que Rahanim había rajado, y guardé mis
guantes y mi capa en un zurrón. Mi espada corta estaba atada a mi
espalda. Ningún curioso habría sido capaz de descubrirla bajo mi capa
de sacerdotisa.

Gourry había cubierto su coraza de serpiente de hierro con una


larga capa. Llevaba también una diadema y un colgante talismán con
cositas tintineantes aquí y allá. Parecía un hechicero, excepto por…
bueno, su peinado era un tanto conservador para un hechicero, y el
bulto de la espada a la altura de su cadera podía distinguirse incluso
estando cubierto por la capa.

Además, tenía una expresión en su rostro que decía a gritos esto


es una desgracia.

-55-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

“¡Menudo llorica! ¡Como si la hechicería fuera algo peor que la


muerte!”

Yo terminé como hechicera porque era demasiado debilucha para


destacar con la espada y mi temperamento no era exactamente
adecuado para una vida de pacifismo, y de todos modos, ninguno de
estos papeles me atraía en absoluto.

-Lo sé, pero aun así… – murmuró Gourry melancólicamente,


encorvado bajo su capa–, ¡Esto son trajes, no disfraces! Cualquiera
podría darse cuenta.

-No, eso dependerá de quien esté haciendo la búsqueda – bebí un


trago de soda y cogí aliento–. Mira, todos esos “héroes” han dado con
nosotros porque íbamos igual que en esos desagradables carteles de
“Se Busca”. Después de un cambio de ropa y peinado, no hay forma de
que nos puedan reconocer por nuestros retratos. Esos completos
desconocidos, los cazadores de recompensas por ejemplo, no podrán
reconocernos – sonreí y saqué mi pecho hacia fuera con seguridad
mientras hablaba. Fue entonces cuando la voz de un hombre se dirigió
a mí.

-¡Eh, eh pequeña Lina! Tan alegre como siempre ¿eh?

Abrí los ojos ampliamente encogiendo las pupilas.

La voz provenía de un mercenario que estaba justo detrás de mí.

No parecía tener ninguna mala intención.

Tenía la misma edad de Gourry, o tal vez un poco más joven. Su


pelo era rojo como el fuego y su rostro muy atractivo, pero llevaba una
barba de chivo muy poco apropiada para su edad, rebajando al mínimo
todo lo positivo que podía haber en él (en lo que aspecto se refiere).

Por supuesto, estoy segura de que el no estaría de acuerdo.

-Eh… – exclamó Gourry con un pequeño saludo–, ¿Cómo has


estado?

-Oh, como siempre… – respondió el hombre, devolviéndole el


saludo.

“Que demon…”

Yo era la única que estaba fuera de onda. ¿No odiáis que os pase
eso?

Me incliné sobre la mesa y le susurré a Gourry en voz baja…

-56-
Hajime Kanzaka Slayers

-¿Quién es ese?

-¿Qué quieres decir? Es Lantz… ¿no?

-¡¿Lantz?! – Giré mi cabeza de nuevo hacia atrás y le eché otra


larga, e intensa ojeada a su rostro–. ¿Qué te parece? Su barba es más
larga aun.

Gourry y yo conocimos a Lantz, otro viajero mercenario, en


nuestras recientes aventuras en la Ciudad de Atlas. Era un
excelentísimo espadachín, ciertamente de la mejor categoría, por no
decir lo mejor de lo mejor. No lo reconocí en un principio por la barba.

Que mala idea ha sido esa de la barba.

-¿La barba os ha desconcertado? Si, pensé en dejarla crecer


mientras estaba en cama recuperándome de mis heridas. Bueno,
supuse que podría cambiar de aspecto.

-¿Aspirabas a ser feo? ¿O simplemente ocurrió sin más? – me


pregunté en voz alta.

-Eh, como si vosotros fuerais los más indicados para hablar… – rió
Lantz entre dientes.

“¿Qué? ¿¡Pero como…!? ¡Ya no respetan a nadie, os lo aseguro!”

Me di la vuelta para estar sentada frente a la mesa y me centré


en mi comida, mordiéndome la lengua tanto literalmente como en
sentido figurado.

“¡Au!”

Sintiendo mi mirada enfurecida mientras llenaba su boca de


comida, dijo: -Eh, estoy bromeando. Quiero decir, ese traje luce mejor
tus senos. No se puede discutir eso.

Oh, estupendo. Eso es justo lo que una chica quiere oír, ¿verdad?
Supongo que Lantz es un buen tipo después de todo… claaaaro.

“Grrr…”

Levanté mi mano antes de alzar mi voz. -¡Camarera, dos platos


del entrante que tiene en el menú por favor! – grité.

-Dinos la verdad, pequeña… – Lantz se inclinó y bajo su voz hasta


un susurro–. ¿Eres un demonio?

Yo le miré furiosamente. “Furiosa, furiosa, furiosa.”

-57-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-Vaya, vaya. Pobre jefe1. Deberían de darle una medalla por pasar
día a día contigo.

Lantz había sido tan impresionado por la destreza con la espada


de Gourry que había decidido llamarlo “jefe” como un signo de respeto.
Los nombres que a mí me ponía eran mucho menos adorables.

-Eh, no es tan malo – Gourry salió en mi defensa–, es decir, vale,


ella come mucho. Y si, siempre nos mete en problemas. Tiene una
forma grosera de decir las cosas, por supuesto, y no es exactamente
atractiva…

-¡¿Qué?! ¡Tú comes mucho más que yo! ¡No te sientes ahí
asintiendo y dándole la razón a todo lo que dice! – comencé a perder el
control.

-Está bien, cálmate… – Gourry intento tranquilizarme–, olvidemos


eso por un minuto. Lantz, ¿puedo hacerte una pregunta?

-¿Que sucede?

-Cuando nos viste, nos reconociste inmediatamente, ¿no es


cierto? Es decir, no es que hubiéramos estado usando… esto… disfraces,
ni nada parecido.

Lantz tomó un respiro, lo contuvo y luego exhaló lentamente,


como si no supiera cómo respondernos. Me gustaría pensar que tenía
miedo de ofenderme, pero probablemente ese no era el caso.

-Jefe… – respondió–, no quisiera faltarte al respeto, pero... eso no


son disfraces, son más bien trajes. Os reconocí enseguida.

-Ya veo… – Gourry se dio la vuelta y me miró como si quisiera


decirme te lo dije.

“Ah, ¿y qué? ¿Vas a creerle a él antes que a mí, pedazo de


holgazán?”

-Bueno, y si… ¿Y si no nos conocieras personalmente, eh? Me


refiero, a que nos hubieras tenido que reconocer de un… esto… ¿un
retrato, por ejemplo? ¿Nos habrías reconocido entonces? – preguntó y
apresuradamente añadió–. Hipotéticamente, claro está.

Lantz se rio y se me acercó. -Cuando dices retrato, ¿no te estarás


refiriendo por casualidad a los carteles de “Se Busca”, verdad?

(1) En la versión de Tokyopop, Lantz llama a Gourry “Big Brother”. Aquí utilizamos “jefe”, ya que
capta mejor el sentimiento de admiración y respeto que la traducción literal “Hermano Mayor”.

-58-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡¿Tú?! - me detuve y baje el tono de mi voz–, ¿Los has visto?

-Bueno, si – Lantz rió entre dientes–, ¿Tenéis idea de cuál es el


precio que han puesto sobre vuestras cabezas? No puedo avanzar dos
pasos sin escuchar a alguien hablando de ello. Todos quieren saber qué
fue lo que hicisteis para poder alcanzar semejante cantidad. Quiero
decir, yo se que debe de haber un error, pero la mayoría de los
compañeros aseguran que vosotros dos sois el mismo demonio.

-Entonces, ¿qué ha ocurrido? ¿Qué fue lo que hicisteis para ser


parte de semejante recompensa del rey?

“Quién, ¿nosotros? Oh nada en especial. Salvamos al mundo y


exterminamos la fuente de todo caos. Eso es todo.”

-Bueno... esto y aquello… – dije.

-Así que estáis tratando de evitar al hombre que puso la


recompensa, ¿no?

-No, de hecho, estamos aceptando su invitación a Sairaag –


Gourry muy voluntariosamente respondió.

“¡No ondees en detalles, Gourry! Lantz no tiene porqué enterarse


de nuestros asuntos”.

-Un contraataque, ¿eh? Tiene sentido – Lantz asintió–. Entonces,


jefe, que dices si os acompaño a Sairaag ¿eh? Con todos mis respetos
hacia vuestro disfraz, no creo que vaya a lograr mantener lejos a los
caza recompensas. ¿Qué decís?

Tenía que admitirlo, no era algo que esperaba escuchar del viejo y
querido Lantz. La última vez que tuvimos la oportunidad de trabajar
junto a él, nos dio la espalda y huyó tan pronto supo que había
demonios involucrados.

-Espera un segundo… – intervine antes de que Gourry tuviera la


oportunidad de decir algo estúpido–, es realmente fácil ofrecerse para
esto… pero quien sea que esté al final de esta pelea, y aun no sabemos
todos los detalles, pero quien sea que esté detrás de todo esto, no será
una batalla fácil.

-Entiendo, no tienes ni que decirlo – Lantz respondió


concienzudamente–. Escuchad, os debo una, chicos, pero no prometo
que lucharé contra este sujeto con vosotros. Solo... planeaba ir a
Sairaag. ¿De acuerdo?

-¿Ir a Sairaag? ¿Pero no venias de allí? – pregunté perpleja. Lantz


nos había comentado que él iba para Sairaag cuando dejó la Ciudad de

-59-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

Atlas, que fue hace más de una semana atrás. Supuse que una vez
terminó con sus asuntos en la Ciudad de Atlas, se fue para el otro lado.

-¿Que sucedió? – preguntó Gourry.

Lantz hizo con su rostro una expresión extraña. -Bueno,


sucedieron muchas cosas...

“¡ja ja ja ja ja ja ja ja! ¡Una chica quizás!”

En fin, lo que sea.

-¿Estás seguro de que quieres hacer esto? El tipo con el que


lucharemos ésta vez es mucho más fuerte que el de la última ocasión –
le expliqué.

Lantz se quedó sin habla por un minuto. “Típico.”

-Bueno… – suspiró–, me imagino que solo tengo que hacerme a


un lado, en el momento en que se empiecen a complicar las cosas.

-Si eso es lo que quieres hacer, no tengo ningún problema –


contesté, y lo miré fijamente a los ojos–. Pero no voy a endulzar las
cosas cuando el momento llegue, así que te aconsejo que corras tan
rápido como puedas. Ésta vez no podemos garantizar que aquel que
nos acompañe salga ileso.

Su rostro se puso rojo y serio, tragó saliva, y asintió.

***

A la mañana siguiente el clima no estaba nada mal. El camino que


escogimos recorrer era fácil y al paso que íbamos calculamos que
llegaríamos a Sairaag en la tarde.

Fueran estúpidos o no, nuestros disfraces y nombres falsos


parecían estar funcionando. Desde nuestro cambio de imagen, los caza
recompensas, o Aliados de la Justicia, (o lo que fuera que quisieran
llamarse a sí mismos) y los secuaces de Rezo habían desaparecido.

Bueno, no diría que los echaba de menos exactamente, pero, ya


sabéis a que me refiero.

-Parece que vamos a llegar sanos y salvos – dijo Lantz con un


molesto tono alegre que podría haberla calificado como impertinente.

-60-
Hajime Kanzaka Slayers

-Bueno, aun no hemos llegado. No nos descuidemos – le recordé.

-A la orden – respondió Lantz insultantemente.

“¡¿A la orden?!”

-Antes tendremos que atravesar este bosque… – señaló Gourry–.


Lo llaman el Bosque de Miasma. Hay algún tipo de extraña presencia
que se cierne sobre él, haciendo imposible detectar a los enemigos una
vez estás dentro. Si alguien tiene pensado atacarnos, seguramente lo
haga allí.

Lantz y yo nos detuvimos instantáneamente y ambos miramos al


frente. Entonces un pensamiento invadió mi mente…

-Gourry, ¿Cómo sabes eso? Quiero decir, sobre ese bosque


llamado El Bosque de Miasma y todo eso.

Yo conocía bien la leyenda del bosque. La historia habla sobre un


espadachín que uso la Espada de Luz para acabar con la bestia mágica
Zanaffer y vengar la destrucción de la antigua Sairaag. Se dice que el
monstruo sangró tanto que el bosque se sumergió completamente en
un lago de sangre hasta que finalmente la bestia pereció. El lago
finalmente retrocedió, pero desde entonces, una extraña presencia se
ha asentado en el bosque. Ya sea por lo que dice la leyenda o por los
múltiples crímenes cometidos en él desde entonces, la mala fama del
Bosque de Miasma es aún mayor que la de los suburbios de la ciudad
portuaria de Freib.

Freib, como supongo que sabéis, no es exactamente la clase de


lugar al que iríais para tomar un té y unos bollitos, ¿Sabéis a lo que me
refiero?

La Leyenda del Bosque de Miasma es bien conocida entre los


hechiceros, pero Gourry no sabía realmente ni la mitad de dónde se
encontraba. Sí, bueno, es un descendiente del Espadachín de la Luz,
pero aun así, no me lo imagino muy ducho en el conocimiento de
leyendas locales.

-Yo, eh, me deje caer por aquí hace un tiempo – la mirada en su


rostro decía claramente: No quiero hablar sobre ello.

-Eeh… – murmuró Lantz.

-No digas nada… – añadí. Ni Lantz ni yo éramos muy buenos


tomando una indirecta. Ambos miramos fijamente a Gourry.

-¿Qu… Qué? ¡¿Por qué os quedáis ahí mirándome?! – balbuceó


Gourry.

-61-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-Ahora que lo pienso, No parecías nada emocionado cuando


decidimos poner rumbo a Sairaag… – reflexioné.

-¡Oh tío! ¡Qué canalla! – exclamó Lantz–. Apuesto a que hay una
larga cadena de corazones rotos en la ciudad con tu nombre en todos y
cada uno de ellos, ¿me equivoco?

-¡Oh! Tal vez haya un montón de pequeños Gourrys correteando


por ahí en la ciudad, balanceando sus espadas de juguete en las
sombras, ¿eh? – añadió.

-Apuesto a que tienes razón – intervine–. “¡Papi ven a vernos!”


diría un grupito, y entonces, otra manada aparecería: “¡No! ¡Ese es
nuestro papi!”

-Sí, ¡y entonces pelearían! ¡Múltiples armadas de rubios


diminutos! – espetó Lantz a carcajadas.

Estaba honestamente asombrada de que Lantz conociera la


palabra diminuto. No está mal.

-Eh, vosotros… – suspiró Gourry.

Lantz y yo sonreímos.

***

El Bosque de Miasma podría haberse llamado fácilmente El Bosque


Silencioso. ¿O El Bosque del Silencio tal vez? No sé cuál de los dos le
sería más apropiado. El caso es que no había nada en esos árboles que
sonara igual a los bosques normales que podríais encontraros. Oh, pero
olía bien; un aroma a perfume natural flotaba en el ambiente (como la
esencia de la mismísima frescura), y la brisa era genial también, pero
los árboles… los árboles eran densos, y sus troncos eran tan negros
como la propia oscuridad.

-Espeluznante – exclamó Lantz, su cuerpo temblaba levemente.

-Si… y curioso – añadí, refiriéndome a la extraña presencia que


todos sentíamos.

El lugar realmente tenía el nombre bien merecido; una extraña


sensación abarcaba el largo y ancho del bosque. El silencio… era un
silencio de los que te atrapan. Uno esperaría escuchar el canto de un

-62-
Hajime Kanzaka Slayers

pájaro o el zumbido de un escarabajo, pero no había nada de eso.


Incluso las ramas caídas que crujían bajo nuestros pies parecían tener
demasiado miedo para hacer ruido. Era como si aquel lugar fuera algo
así como un sueño. El bosque entero estaba muerto, no había nada
salvo por aquella extraña presencia. Podíamos sentirla entre nosotros,
en las copas de los arboles, observándonos desde los matorrales, y
esperando entre la maleza. La presencia era encarnada por el propio
bosque.

-Es igual que en la leyenda… – dije, más por oír mi propia voz que
cualquier otra razón–, la presencia es tan fuerte que entumece los
sentidos. Sería imposible notar la presencia de un enemigo al acecho.

De pronto, un crujido de hojas se escuchó en un matorral


cercano.

-¿Que ha sido eso? – Gourry dio un salto.

-¡Allí! – señaló Lantz. Ambos desenvainaron sus espadas.


Temiendo una trampa, me di la vuelta inmediatamente y fijé mi
atención en la dirección contraria. Si supiéramos con certeza que había
bichos en esos árboles, me habría librado de ellos con un repentino
hechizo ofensivo sin habérmelo pensado dos veces. Pero ¿Y si se tratara
de alguien inocente? ¿Y si era alguien que se había perdido?

La maleza estaba en calma.

Nosotros, seguíamos a la espera.

-¿Y ahora qué? – susurró Gourry finalmente.

-Por lo que sabemos, podría haber sido un conejo – respondió


Lantz. Y tenía razón. Por aquella extraña presencia en el ambiente, no
podía saber con seguridad si aquel sonido fue producido por un
humano.

“Bueno, no podemos quedarnos aquí observando eternamente.”

-Ummm, hmmph… – el sonido continuó.

-¡Shhh! ¿Habéis oído eso? – susurré.

-Hmmph… – era un débil gemino que venía en la misma dirección


que el crujido. La voz era joven… y femenina.

-Eh, es una chica – dijo Lantz animándose de repente, y se dirigió


a los matorrales.

-¡Eh, Lantz! – exclamó Gourry inquieto.

-63-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

Pero Lantz ya estaba encaminado en dirección a los matorrales.


Tristemente, está en la naturaleza del hombre el olvidarse de que las
mujeres pueden ser un peligro.

-Está bien… – respondió Lantz–, no pasa nada, tan sólo se acaba


de desmayar.

Gourry y yo nos miramos el uno al otro y sacudimos la cabeza


antes de seguir a Lantz hacia los matorrales. Allí nos encontramos a
una mujer joven, tendida boca abajo.

De hecho, habría sido más exacto llamarla chica. No podía ser


mucho más mayor que yo, si es que lo era. Vestía una túnica de manga
corta con… esto… unos shorts. Llevaba unos guantes largos en ambos
brazos y unas finas medias. Tenía el pelo castaño, corto y bajo una
bandana de color rojo brillante. Un gran cuchillo colgaba de su cintura.

Parecía algo así como un aprendiz-de-bandido. El vestuario juvenil


en realidad le quedaba como anillo al dedo; quiero decir, yo no lo habría
escogido, pero ya sabéis, era mono. Aun así, debía de estar pasando
frio, con su abdomen al descubierto de esa manera.

“¿Son sus tetas más grandes que las mías? ¡Maldita sea!”

Los tres nos quedamos mirándola a escasa distancia.

-¿Qué hacemos ahora? – preguntó Gourry.

-Bueno, si tienes que preguntarlo jefe… mejor déjame a mi


primero. Je, je…

-¡Agh! ¡No hay tiempo para bromas pervertidas! – le espeté a


Lantz–, por lo que sabemos esto puede ser una trampa, pero si no fuera
el caso… bueno, no podemos dejarla aquí así.

-Entonces, la ayudaremos. Las chicas guapas no pueden ser


malas, ya sabes. No tendría ningún sentido – dijo sin quitarle ojo de
encima.

“Lantz, eres idiota.”

-Tiene sentido – Gourry se unió al coro de estúpidos.

“¿Tú también, Gourry? ¿Tú también?”

-Eh, ¿qué estás haciendo aquí chica? ¿Quieres decirnos qué


diablos ha pasado? – Lantz hablaba despacio mientras la ayudaba a
ponerse en pie. Sus movimientos eran lentos y torpes; parecía confusa.
Como si hubiera sufrido un golpe en la cabeza.

-64-
Hajime Kanzaka Slayers

“Al menos tienen algo en común.”

-Uff… hmmm… eh…aaah… – se quejó la muchacha repetidamente.


Cuando finalmente abrió los ojos, lo hizo como un gatito que ve el
mundo por primera vez. Era completamente ajena a lo que sucedía.

-Mmm… ¿eh? – dijo, primero mirando fijamente a Lantz, y luego


echando una ojeada alrededor.

Al fin, chasqueó los dedos.

-Él me atrapó – murmuró–, ¡Maldito Zelgadiss!

-¡¿Zelgadiss?! – exclamamos Gourry y yo a la vez.

-¡¿Conoces a Zel?! – pregunté.

-Por supuesto, le conozco, Yo… ¡Aaaaaaaaah! ¿Lina Inverse?


¿Qu… Qué…? – se quedó sin poder articular palabra y comenzó a hurgar
en los bolsillos de sus shorts tratando de coger algo.

Era un cartel de Se Busca. Lo sostuvo en alto mirándolo una y


otra vez a él y a nosotros, a nosotros y a él, etc…

-¡Lo sabia! – gritó–, ¡Lina Inverse y Gourry Gabriev! ¡Lina Inverse


y Gourry Gabriev!

-¡Y otro que no es nadie importante! – añadió al final.

-¡Eh! – se quejó Lantz, con el ceño fruncido.

“Has herido sus pequeñitos2 sentimientos.”

-Lo siento, señorita – le dije, sonriendo forzadamente–, pero creo


que nos ha confundido con esos sinvergüenzas. No te sientas mal, a
cualquiera le podría ocurrir, pero nosotros no tenemos que ver
absolutamente nada con esas personas – se me da bien mentir
descaradamente.

Lástima que no se lo tragara. Sostuvo el poster en su mano


izquierda y nos señalo con la derecha, gritando: -¡N… no! ¡No me he
equivocado! ¡Serás capaz de engañar a principiantes con esas
estupideces, pero yo, Eris, una caza recompensas de renombre
mundial, no puedo ser engañada tan fácilmente!

(1) En la versión de Tokyopop aparece la palabra “widdle”, una forma infantil de decir “Little”
(Pequeño.

-65-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-¿De renombre mundial? Nunca he oído nada de ninguna Eris la


Caza Recompensas – miré a Lantz.

-Yo tampoco – dijo girándose hacia Gourry.

-Noo… – respondió Gourry encogiéndose de hombros.

-Bu… bueno, ¡Seré conocida mundialmente! ¡Ésta captura me


dará reconocimiento! ¡JA, JA! Qué suerte he tenido ¡¿eh?! – dijo
agarrando su cuchillo con su mano izquierda y saltando hacia mí–. Te
aconsejo que no pongas resistencia.

“Si claro, por supuesto. En tus sueños cría.”

La agarré de la muñeca y se la retorcí fuertemente.

-¡Auuuu! ¡Au! ¡Au! ¡Au! ¡Eh! ¡Suéltame, bestia! – exclamó Eris la


algún-día-cazadora-de-recompensas-de-renombre-mundial luchando sin
fuerzas por liberarse de mis manos.

-¡¿Qué!? ¡As cogido un cuchillo y te has abalanzado sobre mí! ¡¿Y


me has llamado bestia?!

-Quien pierde tiene derecho a decir quién es el bestia aquí – gritó


ella.

“No se puede discutir con una lógica como esa.”

-Tal para cual ¿eh? – rió Lantz.

-¡LANTZ! ¡Ni se te ocurra…! ¡Y tu GOURRY, si crees que no puedo


verte sonreír por ahí atrás, estás completamente equivocado! Y ahora
Eris… – hice una pausa para coger aire–, hay algunas cosas que me
gustaría que me explicases.

-Preferiría morir antes que hablar con unos criminales… – escupió


Eris, añadiendo una pequeña risa estridente como puntuación.

-Eso se puede arreglar… – respondí.

-Eh, espera, para el carro… – dijo riéndose–. ¡Estaba bromeando!


¿Qué te gustaría saber?

“Así que no es tan estúpida. ¿Os habéis fijado?”

-¿Qué sabes de Zelgadiss? – pregunté, sin soltarle su delicada


muñeca.

-66-
Hajime Kanzaka Slayers

-Bueno, he estado tras su pista desde que ese cartel de “Se


Busca” salió a la luz… ¡eh, eso duele! Llegó a Sairaag hace unos cinco
días y ha estado tratando de encontrar a Rezo el Monje Rojo desde
entonces. Supongo que quiere hablar de la recompensa.

-¡Espera un momento! ¡¿Así que Rezo el Monje Rojo está en


Sairaag ahora?! – le pregunté, interrumpiéndola a la mitad de la frase.
Me miró como si fuera retrasada.

-Por supuesto que sí – suspiró. Después, con una mueca en su


rostro como si acabara de saborear algo horrible, preguntó:

-¡¿No me digas que habéis venido a matar a Rezo, también?!

Me di cuenta por el tono de su voz de que ella, como el resto del


mundo, se dejó engañar completamente por la astucia de Rezo el Monje
Rojo y, como la mayoría, lo consideraba un santo. Lo que, por
supuesto, significaba que nos había visto como unos asesinos-de-santos
en potencia. Si me hubiera importado lo que ella pensaba en lo más
mínimo, debería haberme molestado. Pero no lo había hecho. De todos
modos, no había tiempo para explicar toda la situación… y en todo caso,
no nos habría creído. Así que, cambié el enfoque.

Mira, estás equivocada. Esos carteles de "Se Busca" son la prueba


de que alguien esta incriminándonos para llevarnos hacia el Monje Rojo.
Todo esto es un enorme y ridículo malentendido, ¿entiendes? Vinimos a
Sairaag a solucionar las cosas. Eso es todo. Sé que no me vas a creer,
pero tienes que hacerlo.

“Mentiras, mentiras y más mentiras... si que soy buena en esto.”

-El caso es que Zelgadiss, se separó de nosotros hace un tiempo


atrás, y no tenemos idea de que es lo que se propone. Quizás también
este detrás del Monje Rojo, y eso es otra razón por la que deberíamos
hablar con él. Así que por favor, dinos que ocurre en Sairaag en este
momento.

-Verás… – se rascó la cabeza con la mano que tenía desocupada y


empezó a hablar–, no estoy segura de que es lo que realmente queréis
saber.

-Todo.

-El Monje Rojo llegó a Sairaag hará un mes. Tan pronto como lo
hizo, recorrió toda la región en la que se encontraba, en compañía del
gran sacerdote, para poder encontraros a vosotros tres. Después de
eso, aparecieron los carteles, y luego supongo que vi a Zelgadiss… en
un área que estaba justamente fuera de la ciudad, y lo seguí –

-67-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

continuó Eris–. Zelgadiss está viajando con la hija del gran sacerdote,
tratando de quitarle la vida al Monje Rojo.

-¡Espera! – la detuve nuevamente–, de Zel puedo entenderlo,


pero ¿por qué la hija del gran sacerdote desearía eliminar al Monje
Rojo?

Eris se encogió de hombros. -¿Cómo voy a saberlo? De todas


formas, no lograron deshacerse de él, hay un gran escándalo en la
ciudad por este asunto.

-Eso explicaría muchas cosas – le dije.

“Maldita sea, Zelgadiss.”

Me prometí que le daría un buen tirón de orejas la próxima vez


que lo viera.

-En efecto, como no había lugar para esconderse en la ciudad, los


seguí hasta aquí, al bosque del Miasma – explicó Eris.

-¿Los viniste siguiendo tu sola? – le pregunté sorprendida–, ¿Por


qué no pediste ayuda?

-¿Y compartir la recompensa? ¿Acaso te parezco idiota? Supuse


que tendría más oportunidades de pasar desapercibida si iba sola. Pero
aparentemente, me han descubierto de todos modos... ha sido una
emboscada por lo que veo.

-Entonces creo que tu plan ha salido a pedir de boca – me reí


entre dientes.

“Soy lo peor.”

-Oh, cállate – Eris no lo encontró gracioso.

-Bueno, creo que tenemos suficiente información, en cualquier


caso. Ahora, tenemos que idear un plan acorde a esto… ¿de acuerdo
Gourry?

-¿Si? – Gourry me miró como si no tuviera ni idea de lo que


acababa de decirle–. Oh, lo siento, ¿se supone que tenía que estar
escuchando?

-¡¿Tu… eh… aah…?! – Perdí los nervios–. ¡SI! ¡Se supone que
tenías que estar escuchando! ¿Contamos con tu atención ahora?

Gourry asintió.

-68-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Bien! Vale, Zelgadiss está en alguna parte de este bosque…


¡¿debería de repetirlo despacio o lo has entendido?!

-Lo tengo: Zelgadiss anda por aquí – repitió Gourry alegremente–.


¿Por qué no vamos a buscarlo?

“¿Por qué no…?”

-¿Y como se supone que vamos a hacer eso? – pregunté.

-Hmmm… no había pensado mucho en esa parte aun.

-Tú no piensas mucho en NADA, ¿o si Gourry? – podía sentir mi


frustración al límite.

“Respira… respira hondo…”

-Ponerse así de roja no puede ser bueno Lina – respondió Gourry,


sonando genuinamente preocupado.

Lantz observó nuestra pequeña gresca con la boca completamente


abierta.

-Vosotros dos deberíais actuar de aldea en aldea – dijo riéndose.

“Ya vamos de aldea en aldea, listillo.”

-Bien, este es el plan – continué–. Antes de dirigirnos a la ciudad,


encontraremos a Zelgadiss y descubriremos con quién estamos
tratando. Primero Zel, luego Sairaag. ¿Entendido?

Gourry y Lantz asintieron.

-¡Eh, espera! ¿Qué hacemos con ella? – exclamó Lantz, señalando


a Eris.

-¿Yo? Eh... esto… bueno… eeh… – Eris comenzó a reírse de forma


entrecortada y nerviosa–, creo que debería irme ya.

“Tú no te vas a ninguna parte.”

-Si la dejamos marchar, avisaría a toda la ciudad de nuestra


llegada – razoné–. Si la llevamos con nosotros, nos retrasaría. Pero ya
que no es nuestro enemigo, no podemos matarla y ya está… ¿no?

-No, pero podemos darle un buen mamporro y dejarla aquí –


sugirió Lantz.

-Eso suena bien… – intervino Gourry.

-69-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-Es… esperad un momento – gritó Eris–, de ninguna manera


dejaré que me noqueéis y me dejéis aquí. No si yo… quiero decir…
bueno, para empezar, yo…

Antes de que Eris pudiera terminar sus balbuceos, algo crujió en


los matorrales.

Todo el mundo se puso a cubierto. Gourry y Lantz saltaron a un


lado, y justo cuando lo hicieron, una lanza blanca salió disparada
alcanzando justo el espacio que había entre ellos. Dejé a Eris y me di
media vuelta. Los chicos habían desenvainado ya sus espadas.
Rápidamente Gourry se quitó de encima la capa negra de su disfraz.

-Hmmm… guerreros ágiles, por lo que veo – la voz provenía de la


silueta de un hombre detrás del tembloroso matorral.

Eris tiritó silenciosamente un momento, entonces chilló: -¿Qu…


qué es eso?

Su reacción no era del todo sorprendente, considerando…

La silueta era claramente la de un hombre de excelente físico.


Mientras se acercaba, pudimos darnos cuenta del hecho de que iba
completamente vestido de negro y que su cara (el lado izquierdo, al
menos) era atractivo, un poco glacial.

En el otro lado, sin embargo (en el lado derecho) su cara… no


estaba. No había nada ahí: ni cejas, ni pelo, ni ojo, oreja. Nada de
nada.

Todo desde el centro de su cara a la derecha (su nariz, labios y lo


demás) simplemente… desaparecido. No había absolutamente nada
salvo una masa lisa, carne pálida.

-Mazoku – pronuncié con un susurro, entonando la palabra con


todo el respeto que merecía.

-Soy Vizea, un sirviente de Lord Rezo – dijo–, es un placer


conoceros.

-A pasado tiempo… – respondió Gourry–, ojalá hubiera pasado


aun más.

El único lado con frente del Mazoku se contrajo.

-Vaya, vaya. Esto no me lo esperaba – la mitad de sus labios se


inclinaron, formando una media sonrisa–. Ciertamente ha pasado
tiempo.

-70-
Hajime Kanzaka Slayers

-71-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

Eris tiró del dobladillo de mi guante un par de veces.

-¿Qué? – pregunté sin darme la vuelta.

-¿Acabas de decir… Mazoku? – me preguntó con una voz


temblorosa.

-Sí.

-Pe… pero, una vez me encontré con un demonio lesser y no se


parecía en nada a eso – Eris estaba horrorizada.

-Ese es una variedad de un rango superior… – expliqué.

-¿Co… como de superior?

-Como la diferencia entre un tigre y un gatito.

-¡¿Un tigre?! – Eris soltó un chillido mientras echaba a correr.

No tenía ninguna intención de detenerla. Era mejor así, de hecho.


No había posibilidad ninguna de luchar y protegerla al mismo tiempo.

Pero…

-¡Waah! – Eris dejó escapar un extraño grito desde alguna parte


detrás de nosotros. Me giré para observar.

Una araña gigante se alzaba ante ella, bloqueando su única vía de


escape.

-¿Vas a alguna parte, pequeña? – la araña se relamió mientras


hablaba.

“Una araña gigante. Por supuesto. ¿Qué esperabais?”

Tenía ocho patas y un enorme tórax arácnido. En todos los


aspectos, era exactamente como podrías imaginar a una araña gigante,
exceptuando por su… piel y su cabeza humanas.

Omitiré el resto de detalles anatómicos, deduciendo que


posiblemente echaríais a perder vuestro almuerzo.

Lo único que me importaba era que, dada su naturaleza híbrida:


¿podría tejer una telaraña? Si pudiera… bueno, eso podría complicar las
cosas.

-Déjala irse, Baaz – gritó una voz diferente–, ella no es una


amenaza. Puedes jugar con humanos al azar en tu tiempo libre.

-72-
Hajime Kanzaka Slayers

La tercera voz manaba de un hechicero vestido con un hábito


negro. Aunque no había nada que destacar de su rostro y su vestuario,
tenía un rubí incrustado en su frente que, por alguna razón, atrajo mi
atención.

-Hmmm… – soltó el hombre-araña–. Como deseéis, Vrumugun.

-¡¿Qué?! – Gritamos Gourry y yo al unísono.

El hechicero sonrió y rompió a reír.

-Ésta vez… – dijo–, la victoria será mía.

-¡Espera un momento! – objeté–, ¡Tú no puedes ser Vrumugun!


¡Vrumugun está muerto!

-Oh, vamos… – rió el hechicero entre dientes–, ¿No creerías en


serio que tu hechizo fue suficiente para acabar conmigo, verdad?

“¿Su… suficiente? Bueno, sí, lo hice, incluso…”

El día en que él, Rahanim y Dilgear nos atacaron… bueno, sé que


mi hechizo le golpeó de lleno. ¡Gourry y yo habíamos visto los
resultados con nuestros propios ojos! No importa si fuera un dragón, un
troll o una cucaracha, no había forma de que nadie pudiera haber
sobrevivido a ese impacto.

-¡Uau! Sigue vivo. Que insolente el pequeño ¿eh? – exclamó


Gourry con un tono casi de admiración.

Insolente no era la palabra que yo habría utilizado, pero serviría.

-Bueno, supongo que ahora es un tres a tres ¿eh? – hice un


esfuerzo por sonreír con valentía mientras Eris se congelaba por
momentos bajo la atenta mirada del hombre-araña.

-No, lo siento… pero no – Vrumugun sonrió en silencio, moviendo


un dedo que apuntaba al cielo.

Una sombra bailona fue tejiendo su camino a través de la luz del


sol que se filtraba entre las ramas de los arboles.

¡Rahanim!

Miré de reojo a Eris. –Entonces, ahora parece que es un cuatro


contra cuatro.

-¡Eh! ¡De ninguna manera! ¡No me metas a mí en esto! – protestó


Eris.

-73-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-Oh, parece que aun os encontráis en una situación de clara


desventaja… – susurró una voz.

“…Oh, VAMOS. ¿Otro más?”

Una criatura se materializo tras Vizea. Tenía el pelo despeinado,


una robusta constitución, y parecía el amado y feo hijo de un troll y un
demonio blow. Podría haber sido perfectamente una quimera de algún
tipo.

-¿No está de acuerdo, Señor Vizea?

-O, si. Totalmente – mientras el Mazoku hablaba, alzo su mano


derecha hacia el cielo y chasqueo los dedos.

El miasma en el bosque se intensificó… susurros… los árboles


parecía que nos comenzaban a rodear. De pronto...

-¡Aaaah! – Eris dio un pequeño grito. Gourry y Lantz se


congelaron, y sentí como un frío recorrió mi espalda.

Uno por uno, demonios lesser (lesser demons) emergieron del


bosque. Alcanzaban quizás la docena.

Si lo pensabas detenidamente, todo tenía sentido: Ya fuera un


impostor o el auténtico, Rezo estaba en Sairaag. Por supuesto que
podría tener esa clase de ejército a su disposición. Probablemente
escuchó que Zelgadiss merodeaba por el bosque y envió tropas. Y luego
Vrumugun, que de alguna manera sobrevivió a nuestro último
encuentro, irrumpió en escena por casualidad... y ¡voilá! Ahí
estábamos, rodeados.

Nunca creí que el hechicero sobreviviría, pero, tenía al hombre-


pez de su lado, y a diferencia de Rahanim, podía reconocernos con un
solo vistazo.

“Definitivamente era la posibilidad más lógica.”

En cualquier caso, nuestros disfraces quizás no fueron los más


efectivos.

Por supuesto, también existía la posibilidad de que Vrumugun


fuera alguna especie de nombre de familia y que éste tipo estuviera
familiarizado con "Lina" y "Gourry" proviniendo de la fuente de un
intermediario.

Por otra parte, nada de esto importaba. La única situación que


había que contemplar era como podíamos vencerlo… a quien quiera que

-74-
Hajime Kanzaka Slayers

fuera él. Aquí y ahora. Y parecía posible, si no fuera por ciertos


demonios lesser que se nos acercaban. Si no hubiera sido por ellos,
hubiéramos podido romper el hielo y luchar contra él.

Y ahora, un pequeño intermedio: Los demonios de bajo rango, o


demonios lesser (lesser demons) como su propio nombre indica, son
demonios de baja categoría dentro de los seres conocidos como
Mazoku. Es casi lo mismo, los guerreros normales y hechiceros no son
contendientes para ellos. Los hechizos shamánicos de tierra, fuego,
agua y viento tienen poco efecto sobre ellos. Mientras que, en teoría,
los ataques físicos son efectivos, sus defensas son más fuertes que las
escamas de dragón.

Y aunque no eran problema para mí, la más brillante y atesorada


hechicera de mi era… ¡el problema era que había demasiados!

-¿Dónde están mis modales? – dijo el demonio troll mientras nos


miraba directamente–. No me he presentado aun.

Oh, bueno. ¿Como si no tuviera suficientes problemas? Ahora


tengo que recordar los nombres de los demonios también.

Detrás de nosotros, Bazz el hombre-araña se movió de costado


silenciosamente.

-Mi nombre en vuestra lengua humana es Goluas… – el demonio


agregó–. Mi verdadero nombre es...

Abrió su boca y dejó salir de ella un estruendoso rugido. Las


copas de los arboles se agitaron violentamente, soltando hojas verdes
por todas partes. La fuerza de la onda hizo que se nos estremecieran
los huesos.

Nuestros gritos fueron opacados por el aullido del demonio.


Aunque no nos causara serios daños, el efecto de la onda fue suficiente
como para hacernos perder el sentido. Estábamos completamente
aturdidos.

Antes de que tuviéramos tiempo de recuperar el sentido, ¡un


grupo de lanzas blancas comenzaron a atacarnos! Los proyectiles
habían brotado de la carne del lado derecho del rostro de Vizea.

La batalla había comenzado.

***

-75-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-¡Eeeeh! – Eris dejó escapar un desgarrador y estridente chillido a la


vez que esquivaba los pálidos proyectiles. Las lanzas de carne se
clavaron en el suelo justo a su lado y se estremeció. Gourry interceptó
las lanzas dirigidas hacia él mientras éstas seguían aun en el aire. Lantz
cortaba cosas en las inmediaciones.

Salté hacia atrás sobre Eris y en dirección a Baaz el hombre-


araña. Desenvainé mi espada y le ataqué mientras conjuraba un
hechizo en voz baja.

-¡JA, JA! – rió de placer el hombre-araña mientras saltaba hacia


arriba sobre el tronco de un árbol cercano. Su cabeza miraba hacia
abajo y su barrigón hacia arriba. Su posición era de muy mal gusto.
Aproveche la oportunidad para huir.

-¡Yaah! – Baaz saltó hacia mí. Garras afiladas como pequeños


cuchillos emergieron de cada una de sus ocho patas. No había forma de
que pudiera esquivarlas todas.

Me agaché y di una voltereta. Me las arreglé para evadir el ataque


de Baaz, pero bajo el precio de interrumpir mi hechizo.

Cuando recuperé la posición, me encontré cara a cara con una


bola de luz ardiente en mi dirección.

-¡Aaaah! – mi cuerpo instintivamente se echó al suelo. La bola de


luz pasó a toda velocidad, dispersando llamas carmesí por toda la
arboleda a nuestras espaldas.

¡Vrumugun había lanzado una bola de fuego!

Rahanim fijó a Lantz como objetivo y descendió hacia él tan


rápido como podía sin chocar contra los árboles.

Gourry saltó a un lado y se puso de cuclillas, sacó una aguja


delgada de su bolsillo, y pinchando con ella la empuñadura de su
espada liberó el mecanismo de metal que sostenía la hoja en su lugar.

-¡Gaa! – Goulas corrió hacia él. Una espada normal y corriente


podría ser capaz de dañar a Goulas, pero no haría daños importantes.

Sin embargo, tan pronto como vio la espada desmantelada,


aprovechó la situación para envestir contra el desarmado Gourry.

Pero lejos de huir, Gourry giró para encararse a su atacante frente


a frente.

-76-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Luz! – clamó, y una hoja de luz brillante emergió de la


empuñadura hueca. Eso si era absolutamente capaz de destruir a un
mazoku. ¡Gourry alzo la legendaria Espada de Luz!

-¡Gruaaah! – contrariamente a su nombre, el demonio-troll soltó


un tímido gemido de cachorrito mientras se venía abajo.

¡Uno menos!

Pero antes de que pudiéramos celebrarlo como es debido, Gourry


saltó a la izquierda, y una docena de flechas ardientes abrasaron el
lugar justo dónde había estado hace un instante.

Los demonios lesser se habían unido al ataque.

“¡Oh, cielos! Justo cuando estábamos haciendo progresos.”

Miré alrededor y discerní a Lantz guiando al pez volador en una


especie de maniobra de balanceo. Casi parecía que se lo estaba
pasando bien… o al menos tan bien como vosotros podríais pasarlo
corriendo por vuestras vidas de un lenguado volador, imagino.

El tío-araña venía hacia mí otra vez. Lo esquivé, de alguna


manera acabando encima de Eris, que trataba de escabullirse
silenciosamente del área mientras ambos bandos la ignoraban.

“Si tan sólo tuviera tiempo para darle una lección a esa chica.”

El siguiente ataque de Baaz me hizo correr otra vez. Odiaba estar


corriendo continuamente, pero sabía que no podía ir a por una criatura
con ocho extremidades con mi espada corta… y ganar.

El hombre-araña aligeraba hacia Eris. A cada paso, o lo que fuera


que daba, miraba en su dirección.

“¿Se cree que no me doy cuenta de que está fijándola como


objetivo?”

-Bueno, ¡aquí estoy! – dijo, alzando una de sus patas frente ella
mientras la contoneaba.

Eris se quedó helada.

Entonces…

¡¡Te dije que estuvieras quieto, Baaz!! – gritó Vrumugun tan


fuerte que sus mejillas casi arden.

-77-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

Baaz se detuvo por un instante, relamiéndose -¡Vamos! Al menos


déjame tener a ésta. Es pequeña… la engulliré entera y estaré de nuevo
en el combate antes de que te des cuenta.

-¡Tu objetivo está huyendo! – chilló Vrumugun demasiado tarde.

Su disputa fue una buena oportunidad como para dejarla pasar.


Eris me había dado el tiempo suficiente como para completar mí
hechizo -¡Explosión de Ceniza! (Blast Ash)

¡DOOOOOOOOM! Con un fuerte sonido, el hechizo que lancé


transformó a dos demonios lesser, junto con Vrumugun, que estaba
justo a su lado, en indefensos pequeños montones de ceniza negra.

La expresión de la cara de Baaz cambió al darse cuenta del calibre


del oponente al que se enfrentaba. Sus numerosas piernas empezaron a
temblar.

Eris volvió en sí y rápidamente se hizo a un lado.

Aunque estábamos en desventaja, la suerte nos sonrió.

-¡Uaaaah! – Baaz dejó salir un frenético grito de guerra. Esquivé


sus acometidas una y otra vez, acercándome cada vez más a Lantz.

Estaba deseando que pudiera darme el suficiente tiempo para


conjurar otro hechizo, pero Lantz estaba ocupado en su propia lucha.

Evadir los ataques de Rahanim por su propia cuenta no hubiera


sido tan agobiante (con los árboles perdían velocidad) pero los
demonios lesser se habían unido a la refriega, lanzando hechizos
esporádicos desde sus escondrijos.

“Cobardes piojosos…”

La situación de Gourry era incluso peor.

Hablando en una fantasmagórica lengua demoníaca, Vizea estaba


dirigiendo a sus invertebrados soldados a provocar ataques a cuatro
bandas mientras él lanzaba sus hechizos contra Gourry. No sé si habrá
otro guerrero en el mundo capaz de evadir todos ellos.

-¡Goulas! ¡Onda de choque! (Shockwave) – ordenó Vizea.

“¡¿Goulas?! Pero él…”

Aparentemente, Goulas había conseguido evadir casi todo el peso


del ataque de Gourry. Asintió a su maestro, después tomó aire

-78-
Hajime Kanzaka Slayers

profundamente y se giró hacia Lantz, que todavía seguía ocupado con


Rahanim y los demonios lesser.

“Lantz no lo ve.”

-Lan… – antes de que pudiera terminar, Baaz saltó a mi cara.


Goulas, justo detrás de Lantz, abrió su boca ampliamente y…

¡PLASH! Su cuerpo se esparció por todas partes.

-¡¿Qué demo..?! – gritó Vizea mientras unos de los demonios


lesser se convirtió en un destello de luz y desapareció… ¡pof!

“¿Cómo pudo…? Ha tenido que ser un conjuro de exorcismo. Eso


requeriría de un monje de alto rango para conjurarlo…”

“Ohhhhh. Bonita entrada.”

-Siento haberos hecho esperar – dijo el hombre que acababa de


aparecer detrás de nosotros. Era joven, con el pelo plateado y el cuerpo
cubierto con un poncho blanco puro. Su tez era de color y textura de
una piedra negro-azulada, pero no era un gólem. Hace tiempo, bajo el
pretexto de otorgarle poder, El Monje Rojo transformó a éste hombre
en una quimera, combinándolo con un gólem y un demonio blow. Con
gran dolor y pesar, se volvió en contra de su maestro y unió fuerzas con
nosotros.

-Llegas tarde, Zelgadiss – sonreí a nuestro viejo amigo desde


detrás del hombre-araña.

-¡Hmmm! – cansado y asustado, Baaz se dio la vuelta


salvajemente y vino derecho hacia mí.

Reí mientras daba un simple paso a mi derecha. El homo arácnido


se escurrió por mi flanco, se tambaleó y cayó al suelo como si yo
hubiera llenado el suelo del bosque de cáscaras de plátanos.

-¿Qu… qué ha pasado? – gimió Baaz. Salvo por unos pequeños


temblores, era completamente incapaz de mover su cuerpo.

Baaz había cometido el error de no percibir a su nuevo oponente,


que había conjurado un sagrado Blindaje de Semilla de Lafas (Lafas
Seed Shield) sobre él en ese momento.

Acabé con Baaz con un Mono Rayo (Mono Volt), al mismo tiempo
que una bella mujer de unos veinte años apareció de entre los árboles.
Supuse que sería la hija del sumo sacerdote que estaba trabajando con
Zel.

-79-
Capitulo 2 El largo, largo camino a Sairaag

-Las presentaciones tendrán que esperar para más tarde… –


exclamé, con una sonrisa.

Llevaba un traje de terciopelo, tenía el pelo largo, moreno y si yo


fuera un hombre, caería enamorado de ella al instante.

***

La batalla había tornado decisivamente a nuestro favor, pero Vizea,


Rahanim y un demonio lesser seguían activos.

-¿Y ahora qué? – Zelgadiss se dirigió a nuestros enemigos–,


aunque no tengo ninguna intención de facilitarte la huida, tampoco
tengo ningún interés en rematar a alguien tan debilitado.

-¿Huir yo? – Vizea se burló–. Lo mismo te digo.

-Admiro tu confianza… – rió Zelgadiss–, pero seguramente verás


que tu situación es penosa, teniendo en cuenta vuestro reducido
número.

-Lo es, pero… – Vizea sonrió.

“Oh, no…”

Rápidamente interrumpí mientras el demonio asentía.

-Zel, él no parece estar preocupado por su número.

-¿Quieres decir que espera refuerzos? – Zelgadiss rió de nuevo–.


Es un farol. Vosotros sois los únicos esbirros que Rezo ha dejado en
Sairaag.

-¿Esbirros, has dicho? – clamó una voz en el bosque.

“Oh… mierda…”

Cada uno de nosotros, Gourry, Zelgadiss y yo misma, nos


quedamos helados. Un escalofrío recorrió mi espalda. Todos conocíamos
esa voz perfectamente.

-Mis disculpas por la tardanza, Sr. Vizea.

-No son necesarias… – respondió el Mazoku, haciendo una gran


reverencia.

-80-
Hajime Kanzaka Slayers

Lentamente, nos dimos la vuelta hacia él… un solo hombre vestido


en ropajes rojos como la sangre.

El Monje Rojo… Rezo.

-81-
Capitulo 3:
Soportando el constante asedio.

R ezo! – La sacerdotisa que había aparecido junto a


Zelgadiss pronunció su nombre como si de una maldición
se tratase.

-Vaya señorita Sylphiel – reprendió el Monje Rojo, señalándola


con su mano derecha mientras que la izquierda sostenía su báculo de
sacerdote. Una campana en lo alto del bastón hizo un suave tintineo.

Aquél Rezo apareció al igual que la ilusión que habíamos visto


antes en el bosque. Con los ojos firmemente cerrados y su rostro
cubierto por una capucha de color rojo.

-Si hubieras continuado como la calladita Sacerdotisa de Sairaag


que eras, te habrías ahorrado todos estos problemas… – se burló Rezo.

-¿Debería haber dejado que me drogaras para someterme, al


igual que hiciste con mi padre? ¡No digas tonterías! – Sylphiel se mostró
desafiante.

-Esas acusaciones son muy feas – el Monje permaneció impasible


a pesar de la ira en el rostro de Sylphiel.

-No… – dije para mis adentros.

-No ¿Qué? – dijo volviéndose hacia mí y sonriendo.

-No, tú no eres Rezo – le grité, señalándole mientras hablaba. Si,


ciertamente su aura coincidía con la de Rezo hasta donde podía
recordar, pero había algo diferente.

-Oh, ¿en serio? ¿Seguro? – el Monje Rojo arqueó una ceja. No se


inmutó, de hecho, le hizo gracia.

-No puedes ser el verdadero Rezo – insistí.

“Ahí lo tenéis. Se lo dije sin más.”

-Bueno, a pesar de lo divertido que encuentro este serio debate –


dijo, apuntando con su bastón en mi dirección y enfatizando su gesto
con un leve tintineo de este–, parece que hay un asunto aun más
importante que discutir si soy en realidad quien afirmo ser. A saber, si
podéis o no derrotarme.
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Podemos! – le contesté sin dudar ni un instante–, podemos y lo


haremos. Seas quien seas, no puedes ser más poderoso que el
verdadero Monje Rojo.

-¿Eso es lo que crees? – gruñó. La ira se reflejó en su tono de voz


por primera vez–, ¡Probadme!

Yo había comenzado a recitar un hechizo, y el hombre que se


hacía llamar a sí mismo Rezo, simplemente esperó, observando.

-¡Bola de Fuego! – grité.

Quería ser la primera en probarle. Si era en realidad un impostor


indigno del nombre de Rezo, entonces, un simple disparo sería
suficiente para acabar con él, sin necesidad de un exceso de habilidad.
Él no mostró reacción alguna. Ni miedo, ni desprecio… tan sólo se quedó
allí quieto. En silencio.

“Hmmm…”

Yo no iba a bajar la guardia de esa forma.

La esfera de luz que había lanzado, voló a toda velocidad directa


hacia el supuesto Monje Rojo.

-…₣… – el impostor murmuró algo totalmente desconocido.


Después, apuntando hacia el frente con su bastón, dibujó un círculo en
el aire. Justo en el momento en que la bola de fuego contactó con dicho
círculo, se desvaneció, dejando no mucho más que un montón de
cenizas en su lugar.

-Seguro que puedes hacer algo mucho mejor que eso – dijo en un
tono extraordinariamente satisfecho de lo que acababa de hacer. Yo no
sabía que decir.

Y entonces, escuché a alguien en el viento recitar un hechizo.

“Zelgadiss.”

-¡Toma esto! – bramó Zel–, ¡Impacto Oscuro! (Goz Vu Row)

Seguidamente, una sombra negra apareció en el suelo que había


entre ellos, y comenzó a avanzar hacia el impostor.

El falso Monje Rojo respondió, apuñalando la sombra con su


bastón en el momento justo en que ésta llegó arrastrándose hasta su
posición. Hubo un sonido parecido el chisporroteo del agua sobre un
metal caliente, y la sombra se desvaneció.

-83-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-Mi turno – declaró el falso Rezo, y se dispuso a recitar un conjuro


que me era familiar. Ese es el Mega Bomba (Mega Brand)…

Tan pronto como ese pensamiento rondó mi mente, el Sacerdote


añadió: -Si, es el Mega Bomba, pero creo que estarás de acuerdo en
que lo he mejorado en algo.

Mega Bomba (Mega Brand) es un conjuro conocido por crear una


gran explosión bajo tierra. Aunque algún desgraciado pudiera morir de
un golpe directo o a consecuencia del derrumbe consecuente, no es un
conjuro que cause heridas mortales usualmente. Sin embargo, no es
algo que haya que tomar a broma.

-¡Chicos! ¡Poneos a mi alrededor! – exclamé–, ¡Zel, voy a usar el


hechizo de Viento!

-¡De acuerdo! – asintió Zel. Habiéndose anticipado a mi plan,


había comenzado a recitar un hechizo.

Eris, que había aprovechado para intentar escapar, se encontró a


si misma arrastrada hacia la seguridad por Gourry, que la había
agarrado de la nuca.

Por su parte, Sylphiel estaba recitando un hechizo sagrado


defensivo.

La tierra comenzó a retumbar bajo nuestros pies.

Terminé en primer lugar de recitar mi hechizo, y el viento


comenzó a envolvernos. Al momento, la energía defensiva de Sylphiel
rodeó la barrera de viento. Por último, Zelgadiss concluyó su hechizo,
multiplicando el poder de la barrera.

Aun así, no las teníamos todas con nosotros. Una Mega Bomba
venía directa hacia nuestros pies. Independientemente de su poder, no
hay barrera defensiva que fuera suficiente contra una explosión justo
debajo de ella. De modo que comencé a recitar un hechizo de levitación
que nos elevara del suelo y completar así nuestra defensa. La idea era
elevarnos todos juntos lentamente en el aire en una enorme burbuja
hecha de viento.

Pero el falso Rezo terminó su conjuro antes de tiempo.

“¡Maldita sea! Sólo un poquito más y…”

No dejaba de pensar que era todo culpa mía. Tendría que haber
encargado a Zelgadiss la barrera de viento mientras yo conjuraba la
Levitación.

-84-
Hajime Kanzaka Slayers

Me preparé para la acometida, pero no atacó. Era como si


esperara a que estuviéramos listos.

Terminé mi hechizo. Inestable y torpemente, la barrera de viento


comenzó a elevarse hacia el cielo. A medida que se iba elevando
lentamente, pude ver a nuestro enemigo alzar su báculo en el aire para
posteriormente clavarlo fuertemente en el suelo.

La tierra retumbó. El suelo se partió en dos, saliendo despedido


hacia arriba. Hojas, troncos de árboles y arbustos volaban
violentamente por el aire junto con raíces, piedras y todo lo demás.
Tierra, rocas y un sin número de pequeños escombros impactaron con
fuerza contra nuestra burbuja, y podíamos sentirlo.

Vizea y Rahanim no aparecían por ninguna parte. Imaginamos


que debían de haber escapado cuando el falso Rezo apareció en escena.
Nuestra barrera-burbuja comenzó a sacudirse violentamente por la
tremenda fuerza del impacto de los restos de un viejo carro.

-¡Au! – gritó Lantz de repente.

-¿Qué ha sido eso? – preguntó Gourry, y después se calmó así


mismo diciendo: -Ha sido una piedrecita… sólo una piedrecita. Todo va
bien.

“Espera un minuto…”

Obviamente, el color de la cara de Zelgadiss no podía decirme


nada, pero el color del rostro de Sylphiel, había cambiado por completo.

“…la barrera se ha roto.”

Tenía que haber usado una barbaridad de poder para destruir esa
defensa. Quienquiera que fuera ese tipo, no se andaba con tonterías.
Un Mega Bomba perfeccionado de algún modo era una modestia más
que considerable. Ese hechizo podría haber derribado a un wyvern1.

La tierra continuó retumbando mientras un humo negro se


elevaba desde sus entrañas constantemente. Un cráter de tierra roja se
había tallado en la superficie del bosque, y en el centro, la solitaria
silueta rojiza. Como si nada, el hombre que decía ser el Monje Rojo
levantó la cabeza en silencio.

(1) Los Dragones Heráldicos o guivernos son unas criaturas legendarias de la mitología medieval.
Su apariencia es la de reptiles alados de la familia de los dragones de nivel inferior, pero con la
capacidad de lanzar conjuros.

-85-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-Sería aconsejable una retirada temporal – sugirió Sylphiel.

-Si… desde luego – dije en un casi inaudible acuerdo. Teníamos


tres personas con nosotros que no tenían defensa alguna contra la
magia. Y por ellos, así como por nosotros mismos, parecía que no
teníamos otra opción.

Por supuesto, Gourry era capaz de esquivar los hechizos más


pequeños y probablemente podría deshacerse de algunos más con la
Espada de Luz, pero Lantz y Eris… Lantz y Eris eran demasiado
vulnerables. Teníamos que ponerlos a salvo y pensar en un plan.

-¿A dónde, entonces? – pregunté en voz alta–, ¿Puede alguien


pensar dónde escondernos?

Sylphiel me miró y sonrió. -Yo conozco el lugar perfecto – dijo.

-Esperemos que podamos llegar sanos y salvos – intervino


Zelgadiss, refiriéndose al falso Monje Rojo que seguía aun allí abajo.

En la mirada de Zel podía verse con claridad como el miedo y la


presión de la batalla contra el verdadero Rezo aun pesaba en su
corazón. Y después de ser testigo de la titánica muestra de poder
mágico que acabábamos de ver, la idea de que nuestro oponente podía
ser un artículo genuino debía de haberle pasado por la cabeza. Por la
mía, lo había hecho.

-En cualquier caso, tenemos que intentarlo – dije, dirigiendo la


dañada burbuja mágica lo mejor que podía.

Pero… ¿Por qué el Monje Rojo no nos perseguía? Tan sólo estaba
ahí quieto, observando, permitiéndonos la huida. No podía entenderlo,
pero sabía que era inútil reflexionar sobre ello. Por alguna razón, nos
estaba dando aquella oportunidad; y no tuvimos más remedio que
tomarla. Reuniendo toda la fuerza mental que podía, conseguí de
alguna forma incrementar nuestra velocidad, y por breves instantes, el
viento alzó la capucha que envolvía al Monje Rojo ocultando parte de
sus características. En ese momento, creí vislumbrar algo de un color
rojo brillante en medio de su pálida frente.

“Hmmm…”

***

-86-
Hajime Kanzaka Slayers

Para cuando sentí que era suficientemente seguro como para tomar
aliento, nos encontrábamos en algo así como una pequeña sala. El
ambiente tenía ese aire frío y húmedo que encontraríais en una
caverna. En realidad, era una especie de cueva. Gracias al musgo
fosforescente que crecía por paredes y techo, y las almas de
innumerables hadas revoloteando, la sala era brillante como el día.

Bueno, vale, no como un día súper soleado ni nada parecido. Pero


ya sabéis, era brillante. Para una cueva.

¿Estáis todos familiarizados con las almas de las hadas? Así es


como llamamos a las pequeñas esferas de luz que deambulan por las
cavernas como ésta. Tienen más o menos el tamaño de la yema de un
dedo y se parecen a las luciérnagas.

Cuando era pequeña, me ponía muy triste al llegar el otoño y ver


como desaparecían las luciérnagas, así que mi hermana mayor me
llevaba a lugares como éste para verlas.

No tengo ni idea de si son realmente almas, como su propio


nombre indica. Nadie lo sabe. Creo que el Gremio de Hechiceros lo está
investigando, pero realmente, ¿a quién le importa? Son inofensivas y
muy monas, eso es todo. Aquella cueva en particular albergaba más de
las que había visto nunca. Debía de ser una especie de nido para ellas.

En cualquier caso, habíamos escapado (o nos habían dejado


escapar) y, siguiendo las instrucciones de Sylphiel, caminamos rozando
la muerte serpenteando túneles que nos llevaban de izquierda a
derecha y cada vez más profundo hasta que, finalmente, acabamos en
este lugar. Cuando por fin me sentí a salvo (o medio a salvo al menos)
era el momento de hablar.

-Así que, me has estado siguiendo de nuevo – comenzó Zelgadiss


dirigiéndose a Eris, la autoproclamada cazadora de recompensas.

-¡Oh, cállate! No estoy aquí por mi propia voluntad. ¡Él me


arrastró! – dijo señalando a Gourry–, ¡Yo estaba tratando de largarme
de allí!

Había tratado de huir mientras el Monje Rojo se encontraba


recitando su hechizo.

-Sí, bueno – tartamudeó Gourry a la defensiva–, pensé que sería


un poco tarde como para que una huida de ese tipo funcionase.

“Estaba tratando de salvarte el culo, estúpida.”

-87-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-88-
Hajime Kanzaka Slayers

-Estoy de acuerdo – dijo Sylphiel–, no habría podido huir a pie


llegados a ese punto.

El rostro de Eris reflejó tal puchero que me dieron ganas de


soltarle un guantazo, luego suspiró y se volvió hacia otro lado.

Gourry miró a Sylphiel, y ésta le respondió con una profunda


reverencia. -Querido Gourry – dijo–, me alegra verle después de tanto
tiempo. Por favor, perdóneme por no habérselo dicho antes.

-Oh, vale, no pasa nada – respondió Gourry humildemente


rascándose la nuca.

-¿Os conocéis vosotros dos? – le pregunté.

-Más o menos – respondió Gourry sin más.

“¿Más o menos?”

-Cosas terribles parecen haber ocurrido desde que os vimos por


última vez. ¿Ha oído hablar de Padre? – continuó Sylphiel.

-No, nada – Gourry parecía mirarla con compasión.

-¿Padre, has dicho? – interrumpí.

-Me pareció oírte decir que estaba drogado – prosiguió Gourry,


ignorándome por completo.

“Emm… ¿hola? ¿Puedo tener un poco de atención por aquí?”

-Así es, drogado… – dijo Sylphiel (haciendo también caso omiso a


mi pregunta, debo añadir)–, probablemente con extracto de raíz de
vydess.

-Eh, Gourry – dije tratando de captar su atención.

-¿Por qué alguien haría algo así? – continuó sin inmutarse.

“Grrr…”

No debería haberlo hecho. Quiero decir, en serio, no debería.

Pero lo hice.

-¡Maldita sea, vosotros dos! – gritó Lantz.

Lantz, no yo: Lantz.

-89-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-¡No nos ignoréis de esa manera! – continuó.

-¡Todos aquí están hablando y dejándonos a los demás en la


completa ignorancia! Como nuestras vidas están en juego, ¡¿No crees
que deberías explicarnos quién es quién y que ha hecho (empezando
por ella) antes de que vosotros dos os pongáis al día sobre los viejos
tiempos?!

-¡Si, eso mismo! – intervine, ayudándole con mi parte. Ya sabéis,


como un equipo.

Gourry se disculpó y explicó que había conocido a Sylphiel y su


padre, el sumo sacerdote de la ciudad, en una previa visita a Sairaag.
Al parecer, había ocurrido algún tipo de incidente complicado. Ni él ni
Sylphiel nos dieron más detalles, sólo, que no tenía nada que ver con el
actual conflicto.

“No hay problema. Le sonsacaré la historia a Gourry más tarde.”

En cualquier caso, en relación al actual conflicto…

El supuesto Rezo el Monje Rojo había llegado a Sairaag un mes


atrás con el hechicero Vrumugun escoltándolo, y todo comenzó a ir
cuesta abajo desde entonces.

Sin conocer el verdadero rostro de Rezo, tan sólo las historias del
Sabio Errante, el sumo sacerdote, es decir, el padre de Sylphiel, había
dado la bienvenida al visitante en su casa con los brazos abiertos.

Suplantar la identidad de alguien famoso cuyo aspecto no es muy


conocido ha sido siempre una buena forma de matar el hambre con una
comida gratis.

Al parecer, el sumo sacerdote picó completamente.

Quiero decir, es genial ser generoso y todo eso, pero si no puedes


percatarte de algo extraño cuando un archi-villano se presenta en tu
puerta, estás buscándola, y es justo lo que te mereces.

Por supuesto, no iba a decir aquello delante de Sylphiel ¿Qué soy


yo, una desalmada?

Y de todos modos, para ser justos el archi-villano en cuestión


estaba demostrando ser un actor bastante bueno.

Por lo tanto, no mucho después de haber llegado a la ciudad y con


todo el mundo convencido de que era un santo viviente, habló con el
sumo sacerdote para poner una recompensa sobre nuestras cabezas. El
sumo sacerdote y Sylphiel se sorprendieron por completo. Dos de las

-90-
Hajime Kanzaka Slayers

personas del cartel eran desconocidos, pero el tercero, Gourry Gabriev,


era considerado nada más y nada menos que el salvador de la ciudad.

“¡Eh, así se hace Gourry!”

El personaje de Rezo les concedió algunas líneas acerca de como


estuvo bajo el control de una hechicera demoníaca, ¡refiriéndose a mí!

Sylphiel interrumpió la historia llegados a este punto. –También


dijo que la hechicera, que tenía el aspecto de una joven, era en realidad
una anciana de unos noventa años de edad. ¿Es eso cierto? – preguntó
ella parpadeando con sus enormes pestañas en mi dirección.

-¡NO! ¡Maldita sea! ¡Tengo dieciséis! ¡DIECISÉIS! – chillé.

-Pensé que habías dicho que tenías quince ¿no? – preguntó


Gourry, desconfiado.

-¡Ya ha pasado mi cumpleaños! Cielos, me estoy haciendo vieja,


¡ya sabes! Soy humana.

-Lo dudo – murmuró.

Maldito sea ese supuesto Rezo, actuando tan humilde y agradable


y al mismo tiempo difundiendo esas horribles mentiras sobre inocentes
jovencitas. “¡Me las pagaras por esto, Monje Rojo! ¡Me las pagaras!”

-¡Lo siento mucho! Parece poco probable ¿no? – siguió Sylphiel,


dándose cuenta de mi enorme cabreo–, es sólo que había oído que eras
conocida como la Asesina de Bandidos o la Bruja Negra, y que habías
destruido castillos enteros y asesinado a reyes. Pensé que alguien con
esa reputación sería más anciano que tú.

“Tienes que aprender cuando callarte, amiga.”

De todos modos, con la recompensa por cuenta de Sylphiel y su


papá, y gracias a que éstos estaban preocupados por Gourry, el
impostor de Rezo incluyó la condición “los quiero vivos”.

Desde el principio, todo aquello había sido un autentico dolor de


cabeza para Zelgadiss. Fue una verdadera desgracia para él estar cerca
de Sairaag cuando aquella espectacular recompensa fue anunciada, ya
que aquello, había hecho que innumerables cazadores de recompensas
fueran apareciendo detrás de cada esquina. Y Eris, era una de ellos.

Ella y Zelgadiss se habían encontrado el uno al otro una y otra vez


(sobre todo porque él se había contenido y no había usado todas sus
fuerzas, lo que le habría librado de ella permanentemente).

-91-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

Después de haber oído que alguien de Sairaag, que se hacía


llamar a sí mismo “Rezo”, había puesto una recompensa sobre su
cabeza, se dirigió hacia la fuente, perseguido obstinadamente por Eris.

Fue poco después, cuando Gourry y yo nos enteramos de la


recompensa que habían puesto sobre nuestras propias cabezas. Y al
mismo tiempo, algo extraño sucedió en Sairaag: el sumo sacerdote
cayó enfermo. Empezó a perder peso rápidamente y a murmurar
incoherencias para sí mismo. Usualmente visitaba la habitación donde
se hospedaba Rezo. Su aspecto mejoraba cuando recién salía para
después hundirse aun más profundamente en la enfermedad. Sylphiel
comenzó a sospechar que Rezo había estado drogando a su padre, por
lo que envió a varios sacerdotes para investigar; sin embargo, todos y
cada uno de ellos se pusieron de parte del recién llegado. Su carisma
había forjado a más de la mitad de los habitantes en fanáticos
seguidores.

O podría haber usado la magia ¿Quién sabe?

En cualquier caso, el Monje Rojo comenzó a reunir un ejército


muy poco ortodoxo, que incluía un hombre-pez e incluso un mazoku.
Nadie en la aldea había mostrado objeción o preocupación alguna.

Y entonces, justo cuando Sylphiel comenzaba a sentirse


completamente sola y desamparada, apareció Zelgadiss.

Los dos, planearon asesinar a la figura de Rezo. Pero Vizea el


Mazoku apareció frustrando sus planes, por lo que huyeron juntos hacia
la ciudad de Sairaag. Tras asestar el duro golpe que puso fin a la
búsqueda de ¿Eris?, se adentraron más profundamente en el bosque,
dónde escucharon una serie de explosiones de hechizos ofensivos que
decidieron investigar. Y así es como nuestros caminos se cruzaron.

-Sabía que te habrías informado de la recompensa y acudirías


tarde o temprano – dijo Zelgadiss.

-¡Eh, yo soy la verdadera víctima aquí! – exclamó Eris


interrumpiendo nuestra pequeña fiesta–, quiero decir, ¿por qué tengo
que ser arrastrada hasta este lugar con vosotros? No es que pensara
que el Monje Rojo iba simplemente a pagarme mi recompensa y
dejarme marchar, pero tampoco tenía ningún problema con él. Quiero
decir, ¡no debería estar aquí! Me voy, ¿Cuál es el camino de salida?

Zelgadiss le dirigió una mirada helada. -Por desgracia, no


podemos permitir que te vayas.

-¿Po… por qué no? – preguntó Eris, intimidada.

-Porque les dirías dónde nos encontramos – suspiró.

-92-
Hajime Kanzaka Slayers

-No, no lo haré – se quejó ella.

-¿Qué no lo harías? Los secuaces de Rezo deben de estar


peinando la zona ahora mismo – explicó Zelgadiss–, te encontrarían,
capturarían, interrogarían y, si te negaras a hablar, te torturarían. No
podrías soportarlo.

Eris se había quedado sin palabras. Musitó algunos pequeños


ruidos dentro de su boca y murmuró en voz baja antes de volver a
sentarse a regañadientes.

-¿Bueno, dónde estamos? – me pregunté–, no puedo aferrarme a


mi instinto de la orientación aquí abajo.

Sylphiel sonrió con picardía. -Estamos en el corazón de Sairaag,


metafórica y literalmente hablando. Nos encontramos dentro del
Flagoon, el Árbol Sagrado.

-¿Estamos dentro del árbol? – repetí como un loro.

-Así es. El Espadachín de la Luz (el gran antepasado de Gourry


muchas generaciones atrás) y la Bestia Mágica Zanaffer se enfrentaron
en una cruda batalla a muerte en esta ciudad. A pesar de que la Bestia
pereció, la leyenda cuenta que un inagotable miasma fue liberado de su
cuerpo moribundo.

-El espadachín, montado en un dragón, plantó una semilla en el


cadáver de la Bestia para absorber y purificar el miasma a medida que
iba creciendo. Y así lo ha hecho llegando a ésta gran altura en nuestros
días y convirtiéndose en el Árbol Sagrado, símbolo de nuestra ciudad.

Yo ya conocía la historia, pero era la primera vez que Lantz y Eris


la habían escuchado.

-Oh, así que eso es lo que ocurrió – contestó Gourry, sonando


impresionado.

Parpadeé. “No puedes estar hablando en serio.”

-Gourry, ¿cómo es posible que no conozcas esa historia? ¡Se trata


de tu propio antepasado! – dije golpeándome la frente para dar un
mayor énfasis.

-No sé. Creo que mi padre me contó la historia cuando era


pequeño – dijo–, pero no estaba escuchando.

“Algunas cosas nunca cambian.”

-93-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-Como decía – dijo Sylphiel, ignorándonos y continuando con su


relato–, las raíces fueron crecieron en las profundidades de Sairaag
formando numerosas cuevas como ésta en la que nos encontramos.
Todos los pasadizos por dónde nos hemos ido moviendo han sido
creados por las raíces del Flagoon.

-Entonces ¿no se sabe si los seguidores de Rezo conocen algo


acerca de éste lugar? – razoné.

-Creo que aquí estaremos bien – respondió entre risas–, este


árbol es considerado completamente sagrado por los habitantes del
pueblo. A pesar de que creo que conocen la existencia de éstas cuevas,
nunca entrarían en ellas en circunstancias normales. Y, por supuesto,
no hay mapas, por lo que incluso si llegaran a penetrar en las cuevas en
nuestra busca, nunca serían capaces de encontrarnos. Conozco el
camino porque me he pasado toda mi infancia explorando el interior de
éste árbol.

“Sylphiel debe de haber sido muy traviesa cuando era niña.”

-No entiendo como puede ser tan grande – dije, maravillada por
el tamaño de la sala dónde nos encontrábamos. Ni los árboles que han
vivido durante miles de años llegan a tener este tipo de espacio en su
interior. Y, de acuerdo a la leyenda del Espadachín de la Luz, éste árbol
no ha estado aquí tanto tiempo.

-Señorita Lina, ¿echó un vistazo a la ciudad desde la burbuja


mientras huíamos? – preguntó.

-Por supuesto. Y lo vi – había echado un vistazo a Sairaag en el


camino. La ciudad emergía alrededor de un enorme bosque central con
una extensa llanura a su alrededor, llena de hileras de casas. Era una
ciudad con forma de rosquilla, con un bosque por agujero.

“Espera. No… no puede referirse a…”

-En el centro de la ciudad se encuentra nuestro Árbol Sagrado.


Muchas son las personas que lo confunden con un bosque la primera
vez que lo ven.

-¡¿En serio?! – gritamos Lantz y yo al mismo tiempo.

-¡¿Qu… qué edad tiene esa cosa?! – Yo no daba crédito.

-Éste árbol se alimenta de la maldad y el odio para su


crecimiento. Cuanto mayor es el misma, mayor es su alimento,
haciéndole crecer más y más rápido – explicó.

-94-
Hajime Kanzaka Slayers

-Espera un momento, ¿no debería la esencia de la malvada Bestia


Mágica dañar al árbol y marchitarlo? – preguntó Lantz.

Le respondí yo misma. -No se marchitará. Al menos no al paso


que lo hará la gente que vive aquí, no.

Sylphiel asintió tristemente mientras Lantz trataba de analizar


desesperadamente lo que acababa de decir.

-Desde que la humanidad comenzó a existir, dimos vida a los


conflictos, la tristeza y la ira. Es una carga que todos los seres vivos
estamos destinados a soportar – explicó Sylphiel–. Por ejemplo, el
pescado que comí en la cena de ayer debió de haber sentido miedo y
desesperación en el momento en que fue arrancado del agua, su hogar.
Esas emociones negativas, a su vez, proporcionan alimento para el
árbol.

-Hay una cosa que está rondando mi mente, sin embargo… –


continuó Sylphiel, bajando la voz–, ¿podría compartirlo con ustedes?

A petición suya, fuimos todo oídos.

Y de pronto lo escuchamos. Lejanamente. Fue un fuerte crujido.

Ése es el sonido que emite el árbol cuando crece – Sylphiel me


miró, luego a Gourry, y finalmente a Zelgadiss–, desde que Rezo llegó,
ha ido creciendo cada vez más rápido. Por favor, decidme… ¿Qué es él?

Nadie dijo entonces ni una sola palabra.

De ninguna manera iba a contarle la verdad. No era cuestión de si


confiaba en ella o no. No quería que entrara en pánico. Además, la
cuestión de si él era el verdadero Rezo, no se había resuelto.

-Eso no puede hacerlo la maldad ni el odio de un simple ser


humano – continuó ella–, la mente de una persona no es capaz de
segregar el nivel de hiel que es necesario para que el árbol crezca a
este ritmo.

-Para ser honestos, no estamos completamente seguros de que o


quien es en realidad – respondió Gourry en un tono alegre.

“Bueno, no es que esté mintiendo exactamente.”

No sabíamos a ciencia cierta si era el verdadero, o un impostor. Y


si realmente era un impostor, ¿Quién era y que es lo que quería?

-Sea lo que sea – dijo Gourry de forma serena–, al final no


tendremos más opción que luchar… y ganar.

-95-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-Bueno, la verdad es que... – respondió Sylphiel. La expresión de


su rostro me hizo saber que se percató de la omisión de detalles en
nuestra historia. Pero nos respetaba lo suficiente como para dejar las
cosas como estaban.

Cambié de tema. –De todos modos, ya que no tenemos más


remedio que luchar, hay algunas cosas de las que deberíamos
preocuparnos antes. Como por ejemplo, que vamos a comer y dónde
vamos a conseguirlo.

Mis palabras parecían haber azotado a Gourry y a Zelgadiss.

-Jamás pensé que diría algo como eso – dijo Lantz.

-Ni yo – intervino Eris en un tono cortante.

-No creo que tengamos que preocuparnos – continuó Sylphiel–,


hay multitud de setas que crecen un poco más abajo. Estoy segura de
que son comestibles.

-¡Genial! ¡Setas! – grité.

-Así que, ¿supongo que iremos todos a recoger setas? – Lantz


parecía perplejo.

-¿No deberíamos idear un plan por primera vez? – se aventuró


Zelgadiss, echando por los suelos mi ilusión con las setas.

-¡Tiene razón! – coincidió Gourry–. Tenemos que resolver ciertos


asuntos antes de seguir adelante.

-Estoy de acuerdo – añadió Sylphiel–, las setas seguirán estando


allí una vez hayamos decidido que hacer.

-Precisamente – dijo Zelgadiss, sonando complacido–. No nos


hemos ganado el lujo de llenar nuestros estómagos por el momento.

-Bueno, yo no estoy precisamente muriendo de ganas por ir a


coger setas – ofreció Eris. Debía de sentirse excluida y se puso de su
lado, la muy bruja.

Me rendí ante el peso de la repentina oposición. –Está bien, está


bien. ¡Por los dioses! ¡No es necesario que os echéis encima de mí como
lobos! ¿Queréis planear nuestro próximo movimiento? Vamos a planear
nuestro próximo movimiento entonces.

Mi estómago rugió y yo estaba enfadada. -¿Cuál es nuestra


situación? Bueno, no sabemos la verdadera naturaleza de nuestro
enemigo. Todo el mundo en la ciudad está de su parte, y las

-96-
Hajime Kanzaka Slayers

posibilidades de ser descubiertos son peligrosamente altas. Bueno


chicos, esa es nuestra situación. Ahora, ¿Qué deberíamos hacer bajo
estas circunstancias? Quiero decir, además de esperar a nuestro
oponente para realizar el siguiente movimiento.

-Eh… bueno… – Zelgadiss estaba pensando.

-¿Sylphiel? – miré a su alteza.

-Esto… bueno…

-Así que estás de acuerdo con Zel ¿no? Genial… – miré a Lantz y a
Eris, que negaron con la cabeza antes de que pudiera dirigirme a ellos.

“Señor…”

Tan sólo me quedaba Gourry.

-Gourry probablemente no ha pensado en todo – suspiré.

-Tengo una opinión – dijo él en un tono lleno de confianza.

“¡Oooh!”

Todo el mundo lo miró atentamente.

-¿Qué tipo de opinión? – pregunté.

-Gourry movió un dedo en el aire en respuesta a mi pregunta. –Mi


opinión es que deberíamos ir a coger setas.

-Estrellé mi pie contra su cara.

***

¿Por qué yo? ¿Por qué estas cosas siempre tienen que pasarme a
mí? – se quejó Eris.

-¿Por qué no puedo tener una agradable acogida de vez en


cuando? Realmente he metido la pata ésta vez – se quejó Lantz a nadie
en particular.

-Tal vez estoy apuntando demasiado alto, pero si no me exigiera


tanto, no me metería en estos líos – murmuró Eris para sus adentros.

-97-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-Quiero decir, un Mazoku. ¡Un Mazoku! – continuó Lantz–, ¿En


serio tenemos suficiente poder como para enfrentarnos a un tipo que
controla a una docena de de demonios lesser sin sudar ni una gota?

-¡Esto es una mierda! – concluyó Eris.

-¡Ya está bien! – grité, deteniéndome en el sitio–, ¡Lantz!, ¡Eris!


¡Sois patéticos!

-Pero…

-Eh…

Ambos me miraron como si les hubiera traicionado.

“¡Señor!”

Una vez las cosas se habían calmado, Sylphiel nos mostró el lugar
dónde podíamos recoger setas. Ésta cueva era un poco más grande y la
iluminación un poco más débil que la anterior, lo que daba al lugar una
lóbrega sensación.

-Es bastante triste, sin duda – se quejó Zelgadiss, lo cual era raro
viniendo de él.

-Bueno, supongo que no es habitual que los guerreros, las


sacerdotisas y las hechiceras salgan a recoger setas juntos – agregó
Sylphiel en un tono melancólico.

-¡Dejad ya de quejaros! ¡Ah, Zelgadiss! – exclamé mientras


seguía recogiendo setas–, olvidé preguntarte acerca de Vrumugun.

-¿Qué ocurre Eris? – Lantz se había percatado de la mirada


amarga en el rostro de Eris.

-Nada, sólo un estúpido insecto – dijo, golpeando al aire como un


gatito.

-Lantz, Eris ¿podéis estaros quietecitos un minuto? Estoy


hablando de algo importante.

Ambos se encogieron de hombros y continuaron recogiendo setas.

Volví mi atención hacia Zelgadiss.

-Había un hechicero con Rezo llamado Vrumugun ¿no? ¿Sabes


algo acerca de él? – le pregunté. Al menos debería haber oído hablar de
ese hechicero antes. Después de todo, él mismo había servido al Rezo
real.

-98-
Hajime Kanzaka Slayers

-Ah, él – dijo en un tedioso tono.

-¿Lo conoces?

-Se algo acerca de él. Bueno, ¿Cuántas veces le has matado? –


preguntó Zelgadiss.

-¡¿Quieres decir que…?!

-No tiene características distintivas en absoluto. Quitando el


nombre que él mismo reclamaba y el rubí implantado en su frente, no
sé nada acerca de él. Cada vez que estoy convencido de que lo he
destruido por completo, vuelve a aparecer de forma inesperada. Ocurre
una y otra vez – continuó Zelgadiss con un tono de resignación en su
voz.

-¿Lo has matado varias veces también?

-Cinco… no, ¿seis veces tal vez? – Zelgadiss miró hacia arriba y
contó de memoria–. Una vez no sólo confirmé su muerte, sino que
reduje sus restos a cenizas con una Bola de Fuego (Fireball) y tiré esas
cenizas al río.

-Yo no había llegado hasta ese punto – dije impresionada.

-Pensé que podría ser un no-muerto – explicó Zelgadiss.

Así que eso fue todo.

El termino no-muerto no sólo se refiere a los zombies de bajo


rango sino también a la clase de vampiros que se niegan a morir, sin
importar la cantidad de veces que los hayáis matado. Zelgadiss había
tratado de asegurarse de que ese tipo no pudiera volver a revivir,
aunque fuera un no-muerto.

Por supuesto, algunos no-muertos tienen la fuerza suficiente


como para que, incluso quemando sus cadáveres y realizando una
ceremonia mágica sobre sus cenizas, no sea suficiente para impedir que
vuelvan a la vida. Para destruirlos realmente se requiere del hechizo de
exorcismo de un sacerdote o, al igual que con un Mazoku, puedes
atacar su propio origen desde el plano astral.

-¿Pero volvió, sin importar lo que hiciste?

-Así es – suspiró Zelgadiss–, la verdad es que sólo he oído a Rezo


mencionar el nombre de Vrumugun una vez.

-¿A sí?

-99-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-Sí. Fue en un momento en el que creí que iba a felicitarme. En su


lugar, me advirtió: “No vuelvas a mostrar tal vanidad. Hay dos
hechiceros bajo mi mando cuya destreza mágica es mucho mayor que
la tuya.”

-¿Y Vrumugun era uno de ellos? – pregunté.

-Sí, pero nunca dijo ni una sola palabra más sobre él.
Sinceramente, fue en ese momento cuando comencé a darme cuenta de
que esperaba acabar con él algún día.

-¿Y el otro hechicero?

-Nunca mencionó el nombre.

-Hmmm, ya veo – había todo tipo de hipótesis rondando mi


cabeza–, así que, antes de este incidente, ¿nunca habías conocido a
Vrumugun en persona no?

-Jamás.

-Por lo tanto, si el Vrumugun contra el que hemos estado


luchando no fuera el auténtico, no lo notarías ¿no? – Finalmente estaba
empezando a comprender la verdadera naturaleza de los brujos.

-¿Qué quieres decir? – preguntó Zelgadiss perplejo.

-Piensa un poco – respondí–, ¿Cuáles son sus rasgos distintivos?


Mediana estatura, capa negra, y una gran capucha que podrías comprar
en una tienda de ropa usada de cualquier pequeña aldea ¿cierto?
Además está el rubí de su frente. Excepto por ese rubí, ninguna de esas
características tiene nada de especial. De hecho, se plantea la cuestión
de si se han hecho así de simples a propósito.

“Soy un genio. Realmente lo soy.”

-Sí, ya veo – dijo Zelgadiss, reconociendo finalmente mi genio–,


el rubí.

-Sí, el rubí.

-¿Qué pasa con el rubí? – preguntó Lantz ansioso por saber–, no


lo entiendo.

“Oh vaya. Olvidé que habían más personas escuchando.”

-Ah, sí – dije carraspeando antes de continuar (para darle énfasis,


ya sabéis)–, estoy sugiriendo que tal vez los Vrumuguns contra los que

-100-
Hajime Kanzaka Slayers

hemos estado luchando, sean todos copias y el verdadero esté


controlándolos a través de los rubíes implantados en sus frentes.

-¿Puede hacer eso? – Lantz parecía horrorizado.

-Puede – contesté con la mayor naturalidad.

Es una forma de control mental. La mente de una persona puede


ser dirigida a través de una maldición de Magia Negra, o mediante la
unión de un objeto a su cuerpo y la realización de un extenso ritual.

La víctima generalmente vuelve a la normalidad si el realizador de


la maldición deja de concentrarse en él. Pero eso no sucedería si, por
ejemplo, uno tuviera un rubí hechizado implantado en la frente.

-Cuando Rezo dijo que la destreza mágica de Vrumugun era


mayor, no significa necesariamente que pudiera utilizar hechizos
ofensivos más poderosos. Desde el primer momento en que mis ojos se
cruzaron con Vrumugun supe que era un hechicero de tercera. Sin
embargo, con toda probabilidad el poder del verdadero Vrumugun es
mucho mayor al de aquellos que controla con sus rubíes. De modo que,
el verdadero ha estado enviándonos copias de Vrumugun con idénticas
características que nos acosan continuamente haciéndonos creer que
son la misma persona ¿Entiendes?

-Entonces ¿Quién es el verdadero Vrumugun? – preguntó Eris.

-No podemos saberlo en este momento, pero creo que el


verdadero podría tener un rubí implantado en su cuerpo para controlar
a las copias, y estoy bastante segura de que vi algo rojo incrustado en
la frente de ese tipo que se hace llamar Rezo. Bien, meditemos sobre
este asunto: Tenemos a un hombre que se hace llamar Rezo que no
puede ser el verdadero, ya que el Rezo real tiene que estar muerto.
Tenemos también a un mago cuyo rostro nos es desconocido que se
conoce como Vrumugun. ¿Qué os sugiere todo esto? – Planteé al grupo.

-¿Quieres decir que el falso Rezo es el verdadero Vrumugun? –


dijo Gourry, en nombre de todos.

“¡Puedes pensar tontorrón! ¡Estoy tan orgullosa!”

-¿No estás olvidando algo? – dijo Lantz, mordisqueando una seta


horneada sobre un hechizo de fuego de mi cosecha–, quiero decir,
¿Cómo vencerlos?

La cueva se inundó de una luz parpadeante y el aroma a setas


horneadas ahogó al resto de los otros olores.

“¡Maldita sea Lantz! Tienes razón.”

-101-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

Después de haber descubierto quien era Vrumugun en realidad,


todo lo que habíamos hecho hasta ahora había sido recoger setas. Visto
así, pareció estúpido.

-Creo que deberíamos volver… – dijo Zelgadiss mientras miraba a


Lantz y Eris–, a la cuestión de cuanta capacidad de lucha tienen estos
dos.

-Eh, espera un… – Lantz espetó a Zel una furiosa mirada–, ¡¿no
estarás sugiriendo que ella y yo acabemos con esos tipos no?!

-Si es así, ya puedes olvidarlo – respondió Eris, sacudiendo la


cabeza con nerviosismo.

-Eso no es lo que estoy sugiriendo – dijo Zelgadiss con


naturalidad–, porque a pesar de vuestro alarde, no disponéis de los
medios para enfrentaros a un enemigo cuya armada principal se
compone de un mazoku. A menos, claro está, que hayáis estado
ocultando un arma secreta.

Lantz quedó en silencio.

“Maldita sea Zel, te has pasado.”

Sin embargo, tenía razón. Zelgadiss, Sylphiel y yo disponíamos de


la magia y Gourry podría combatir a los Mazoku con la Espada de Luz.
Sin embargo, Lantz… Lantz no había sido capaz de aportar nada al
combate anterior ya que no disponía de un arma eficaz contra un
Mazoku.

-¡No te preocupes! – dije tratando de reforzar su confianza– ¡tú


puedes con cualquier cosa si tienes agallas!

-Sí, por supuesto – Lantz sonó francamente abatido.

-¡En serio! – exclamé, pero la expresión de su rostro permanecía


adusta–. Lantz, en serio, mírame. No estoy bromeando – supongo que
mi tono alegre le hizo pensar que me burlaba de él.

-¿En serio? – repitió.

-Por supuesto – le dije con seriedad–. Mira, los Mazoku existen


principalmente en el plano astral. Es por ello que los ataques físicos no
les hacen ningún daño. Son prácticamente invencibles en la lucha
cuerpo a cuerpo. La única forma de derrotar a un Mazoku es
destruyendo su espíritu. Así que por ejemplo, si fueras capaz de
concentrarte en la intención de destruir al Mazoku en el momento en
que le atacas con la espada, si eres capaz de enfocar ese sentimiento
de voluntad en ella, conseguirás hacerle algún daño. Incluso si se trata

-102-
Hajime Kanzaka Slayers

de un Mazoku de gran poder mental. Por eso es por lo que las armas de
plata son efectivas contra los fantasmas y ese tipo de seres, porque la
plata canaliza la voluntad mucho mejor que el acero. ¡Y así es como
funciona la Espada de Luz de Gourry! Se necesita fuerza de voluntad
humana, y la amplifica para formar la hoja.

-¿En serio? – dijo Gourry mientras miraba la espada en su cadera


como si la viera por primera vez.

“Me pregunto si se dio un buen golpe en la cabeza de niño… eso lo


explicaría todo.”

-Por lo tanto, cualquier cosa que amplifique el poder mental de


una persona funcionaria entonces ¿no? – preguntó Lantz, para
asegurarse de que me estaba siguiendo.

-Esa es la versión corta, si – dije dando una palmada y cortando a


Sylphiel mientras trataba de decir algo.

-Estoy de acuerdo – agregó ella.

-¿En serio? – la mirada de Lantz se iluminó.

“En serio, tío.”

-Hace mucho tiempo, una espada fue descubierta dentro del


Flagoon – se aventuró Sylphiel–. Se dice que la espada había nacido del
mismo árbol sagrado y que es capaz de purificar y amplificar la
voluntad de aquel que la empuñe. Fue presentada a la ciudad en el
templo, pero…

-¿Pero qué? ¡Vamos! ¡No se puede dejar a una chica a medias!

-Pero… cuando era niña, la robé y la escondí en la cueva como


una pequeña broma – continuó.

“Uau, realmente fuiste una granujilla ¿verdad?”

-¿Y no se volvió loca toda la ciudad? – le pregunté con ansiedad.

-Sin duda, la ciudad entera se volvió loca – respondió


torpemente–. Yo estaba tan asustada y abrumada por la reacción que
tenía miedo de devolver la espada y arriesgarme a que me
descubrieran. Sin embargo, ahora parece que mi travesura infantil
sirvió de algo.

Para alguien que hablaba con tanta educación y buenas formas,


Sylphiel estaba resultando ser todo un personaje.

-103-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-104-
Hajime Kanzaka Slayers

-Muy bien, ¿Qué estamos esperando? ¡Vayamos todos a buscarla!


– dije reuniendo a la tropa.

-No – exclamó Sylphiel, haciendo rápidamente que la idea se


fuera al traste–, no creo que eso sea lo mejor.

“Justo cuando estaba empezando a caerme bien esta chica.”

-Hay muchos pasajes estrechos que, como éste, están mal


iluminados y es difícil abrirse paso a través de ellos. Si fuéramos todos
y algo desafortunado llegara a suceder, nos pisotearíamos los unos a
los otros en el curso de una batalla o de una huída – explicó–. Yo iré
con otra persona, mientras el resto de vosotros espera atrás. Querido
Gourry ¿me acompañas?

-¿Yo? – preguntó Gourry mirándome a mí por alguna razón.

“Le guuuustas, le guuuustas! Je je je. Sobre gustos no hay nada


escrito, supongo.”

-Deberíamos ponernos en marcha – dijo Sylphiel poniéndose en


pie–. Será mejor terminar con esto cuanto antes.

Gourry, sin dejar de mirar poco entusiasmado, se levantó y puso


una mano sobre mi hombro –No hagas ninguna estupidez en mi
ausencia – dijo.

-¿Quién yo? Estaré bien. Confía en mí – dije entre risas. Era muy
dulce por su parte el preocuparse.

-No eres precisamente digna de confianza – respondió.

Borrad lo de dulce ¿entendido?

-Muy bien, de acuerdo… cuanto antes nos vayamos, antes


volveremos – dijo, ofreciéndome un torpe guiño mientras se iba con
Sylphiel. Los cuatro restantes nos quedamos observando cómo se iban,
y con las setas ya consumidas por completo, nos vimos de repente sin
nada que hacer.

-Bueno… ¿y ahora qué? – preguntó Eris, sentándose con las


piernas cruzadas.

-Eeeh… si ¿y ahora qué? – repitió Lantz como si estuviera absorto


en sus pensamientos cuando en realidad no podía apartar la vista de
sus piernas.

-105-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-No podemos hacer nada más por el momento que esperar –


explicó Zelgadiss con naturalidad–, si salimos ahí fuera e intentamos
algo por nuestra cuenta y sale mal, no habrá vuelta atrás.

-¿No podríamos pensar en algún plan? – preguntó Lantz,


comiéndose aun con los ojos las piernas de Eris.

-Recordad lo que dijo Lina antes – suspiró Zel–, todo lo que


podemos hacer ahora es conservar la calma, recuperar fuerzas y
esperar al enemigo para hacer cualquier movimiento. A pesar de la
preocupación de Sylphiel por Gourry, apuesto a que Rezo puso el “Se
busca” con la condición de “vivos” para así poder derrotarnos él mismo.
Así que, definitivamente vendrá él en persona, probablemente con un
pequeño número de secuaces.

-Bueno, me aburro – solté después de unos instantes–, tiene que


haber algo que nosotros podamos hacer ¿no?

-¿Cómo por ejemplo? – Lantz se aburría también, podía verlo.

-Podríamos recoger más setas.

-¿En qué diablos estabas pensando dándole una oportunidad para


decir una sandez como esa? – le espetó Eris a Lantz a la vez que le
pateaba.

-Recoger setas empieza a aburrir – añadió Lantz, agarrándose la


espinilla.

Les hice recoger setas de todos modos. Es genial ser la reina.

-Mira, esto garantiza que tendremos suficiente comida para


cocinar – expliqué mientras examinaba una clase de setas
particularmente abundantes–. Si realmente lo odias tanto deberías
haber dicho que no desde el principio y haberte quedado al margen al
igual que Zelgadiss.

-Pero… – objetó Eris, sabiendo que en realidad no le habría


permitido sentarse sin más.

-Me he dado cuenta de que esperar sin hacer nada habría sido
aun peor – razonó Lantz.

-Esto es una mierda – exclamó Eris.

-Venga, échale ganas – Lantz empezaba a estar molesto con ella,


también.

-¡No me digas como tengo que recoger las setas! – chilló ella.

-106-
Hajime Kanzaka Slayers

Y vosotros pensasteis que Gourry y yo estábamos mal ¿eh?

-¡Ya está bien! Vosotros dos, ¡basta! ¿Qué es esto? ¿Una pelea de
críos? Si seguís así, ¡voy a comerme todas las setas yo solita y no
dejaré nada para vosotros! – amenacé mientras seguía recogiendo
setas.

¿Qué pasa? Una chica en edad de crecer necesita alimentarse, y


además, no puedo trabajar con esas quejas constantes.

-¡Estáis actuando como niños pequeños! Bueno, yo también soy


joven… – en ese preciso instante, sentí una presencia detrás de mí y me
di la vuelta.

-¡Lantz!

-Lantz aun seguía en pie, pero se apoyó en la pared más cercana


para sostenerse. Aparentemente no tenía ninguna herida, pero se
estaba frotando la frente con su mano izquierda y su rostro reflejaba
una expresión de dolor.

-¿¡Que sucede!? – un escalofrío recorrió mi espalda. No podía


expresarlo con palabras, pero sabía que algo iba mal. La capa resbaló
de mis manos, dejando que las setas rodaran por el suelo.

-¡Son ellos! – murmuró él.

-¿Quién? ¡¿Dónde?! – dije avanzando hacia él. Otro escalofrío.


Retrocedí un paso sin pensar, y algo caliente me golpeó en el
estómago. ¡Había sido atacada! Me apoyé en la pared para poder
comprobar mi herida. Había sido apuñalada un poco a la izquierda de mi
ombligo. No podía hablar.

-¡Aquí! – dijo con una voz llena de odio.

Eris tenía la misma sonrisa macabra en la cara y también su


propio rubí implantado. ¿Cuánto tiempo había estado escondiéndolo
bajo su bandana? En su mano, también portaba un cuchillo.

-Soy yo, Vrumugun – gruñó Lantz a través de su sonrisa.

Podía soportar la sensación de ardor, pero la herida no dejaría de


sangrar…

-¡Ugh! – pude esquivar la siguiente envestida de Lantz, pero


estaba al borde de desplomarme. Mi herida era grave.

“Esto no pinta nada bien.”

-107-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

Tenía que encargarme de él pronto, pero no podía simplemente


deshacerme de ellos de un golpe, ¡no sabían lo que estaban haciendo!

Tambaleante, comencé a acercarme despacio recitando un


hechizo de sueño en voz baja.

-¡Oh no, no lo harás! – Lantz se abalanzó sobre mí. Me las arreglé


para esquivarlo, pero al precio de interrumpir mi hechizo.

“Ugh…”

Sentí algo caliente en el fondo de mi garganta.

“Definitivamente esto no pinta bien.”

-Parece que hasta aquí has llegado – dijo Eris con una irónica
sonrisa en sus labios–, no se puede recitar un hechizo mientras estás
tosiendo sangre.

“¡Cállate mocosa!” Gritó mi alma con todas sus fuerzas. Si perdía


la esperanza, entonces sí que sería mi final. Con mi mano izquierda
saqué mi espada corta de su vaina.

Acorté la distancia entre Lantz y yo, tambaleándome


bruscamente.

¡Uf! Perdí el control cuando un fuerte dolor recorrió mis brazos y


mi espada se deslizó de mis dedos hacia el suelo. La única opción que
me quedaba era correr. Lantz me pisaba los pies mientras avanzaba
más profundamente en la cueva. Un fuerte sonido metálico repicaba a
mis espaldas.

-Di adiós, Lina Inverse – gritaba Lantz por detrás–, deberías


rendirte y aceptar la venganza de Vrumugun.

Eris, que había golpeado con una piedra el brazo con el que
sostenía la espada, se acercaba a mí con un cuchillo en la mano.

Me tambaleé, y algo se enganchó en mi pie haciéndome perder el


equilibro y cayéndome a plomo de espaldas.

“Eso es todo…”

Perdí el conocimiento.

***

-108-
Hajime Kanzaka Slayers

Cuando recuperé la consciencia, vi una luz brillante… y sombras.


Los oía murmurar el uno al otro.

-Oh, callaos – gemí.

Una de las sombras dijo algo, ¿Qué era? Ah sí, decía que no
hablara.

No podía enfocar la vista. Abrí y cerré los ojos, lenta y


repetidamente. Poco a poco, fui capaz de distinguir el contorno de la
sombra con la luz blanca brillando sobre ella.

“¿Sylphiel?”

Estaba recitando algo. Era el hechizo Resurrección (Resurrection)

He de decir que el hechizo no devuelve realmente a la vida, como


su propio nombre indica. Para los humanos, la muerte es definitiva.
Resurrección, sin embargo, está varios pasos por encima del hechizo de
Recuperación (Recovery), el cual no solo es altamente conocido por los
sacerdotes y sacerdotisas, sino también por los hechiceros viajeros,
algún que otro guerrero, bardos y comerciantes incluso.

Con una petición de buenas maneras y una pequeña donación es


suficiente para conseguir que un sacerdote os enseñe el hechizo. En
realidad, yo también se usarlo.

De todos modos, Recuperación aumenta temporalmente la


velocidad del proceso natural de curación de una persona, pero reduce
gradualmente la resistencia del cuerpo frente a la gravedad de la lesión.

Resurrección, sin embargo, actúa como intermediario para el


envío de energía y fuerza obtenida de las formas de vida que rodean al
cuerpo herido. En consecuencia, incluso una persona cuya resistencia se
ha agotado por completo, se puede curar. Un sacerdote de alto nivel
puede usar el hechizo incluso para regenerar miembros perdidos.

Si tuvo que utilizar el Resurrección, es que se trataba de una


situación desesperada.

-¿Lina? ¿Estás bien? ¿Te duele? – Gourry, mi autoproclamado


guardián, sonaba desesperado.

Asentí con la cabeza mientras tosía. Zelgadiss estaba mirando


desde detrás de Gourry.

Al otro lado estaban Lantz y Eris. No había ni rastro del rubí en


ninguno de ellos.

-109-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-110-
Hajime Kanzaka Slayers

Lantz parecía que podría echarse a llorar en cualquier momento


mientras que Eris observaba con una triste expresión en su rostro.

No sabía cómo, pero había sobrevivido.

-Un poco después de haberte ido, escuché el sonido de una


espada golpeando el suelo – murmuró Zelgadiss–. Al principio pensé
que me lo había imaginado, pero de pronto tuve un mal presentimiento,
así que fui a investigar. Entonces, te encontré en el suelo y a ellos con
rubíes incrustados en sus frentes. Sólo después de haberlos bloqueado
y atado para que no se pudieran mover, fui consciente de la gravedad
de tu herida. Habría estado en apuros si hubiera estado sólo, pero
afortunadamente, Gourry y Sylphiel regresaron antes de lo esperado.

El sonido de mi espada golpeando el suelo al caer hizo eco a


través de la cueva y alertó a Zel.

“Pero, si eso es cierto, significa que…”

-Cuanto tratamos de hablar con Lantz y Eris, éstos cayeron en un


profundo sueño – continuó Zel–. Sylphiel rompió el hechizo y retiró los
rubíes de sus frentes. No se acordaban de nada de lo sucedido.

-He estado muy preocupado – susurró Gourry.

-Mmm… – esbocé una leve sonrisa.

-¡Lina, lo siento mucho! – se Lamentó Lantz al fondo, destrozando


mi momento de ternura. Yo le negué con mi mano. No había sido culpa
suya. Vrumugun era el responsable.

Todos, excepto Sylphiel se quedaron en silencio mientras el canto


de su hechizo resonaba por los túneles de la cueva. Yo no tenía la vista
puesta en nada en particular cuando de pronto se posó sobre la espada
empuñada en las manos de Gourry.

-¿Es… esa? – me las arreglé de alguna forma para preguntar.

-Puedes hablar – se alegró Sylphiel con un pequeño suspiro,


pausando por un momento su encanto–. Me alegro mucho, pero te
ruego no hablar más de lo necesario, por el momento.

-Esa espada… si, es la espada nacida del Flagoon. La llamamos la


Espada Sagrada.

-Explícaselo después – dijo Zelgadiss en un tono monótono como


de costumbre–, concéntrate en su curación ahora. Vrumugun sabe
dónde estamos. Tenemos que salir de aquí tan pronto como se pueda
mover.

-111-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-¿De qué serviría? – preguntó una voz desde lo lejos. El eco trajo
consigo las palabras por el túnel hasta nosotros. ¡Era Rezo!

-Podéis oírme, ¿no es así? Me abriré camino hasta vosotros en


breve. Habéis sido advertidos.

Luego, silencio.

-¡Agachaos! – gritó Zelgadiss. Todos nos echamos cuerpo a tierra


al mismo tiempo, haciendo lo posible por ponernos a cubierto.

Una luz mucho más brillante que el musgo fosforescente se abrió


paso hacia la sala en forma de cúpula dónde nos encontrábamos.

“Lo sabía.”

Fue entonces cuando lo supe a ciencia cierta.

***

Cuando al fin pudimos levantar la cabeza, había un pasaje justo a


nuestro lado que era lo suficientemente grande para un adulto de gran
altura. Alguien muy alto. Como un ciclope o algo así.

Gourry se acercó a investigar.

-Lantz – gritó dándose la vuelta y lanzándole la Espada Sagrada.

-¿Si? – respondió él alzando el arma.

-Voy a entrar. Cuida de Lina.

-Lantz le miró a los ojos y luego asintió con firmeza. –Cuenta con
ello.

-¿Nos vamos? – Zelgadiss pasó al lado de Gourry y se adentró en


el túnel con su particular sable colgando de su mano. Mientras
caminaba nos hizo un gesto sin darse la vuelta.

-Bueno, no pienso dejar que se lleve él toda la diversión –


exclamó Gourry a modo de adiós, y se fue caminando con Zel.

Un par de trolls salieron del túnel. Gourry derribó a uno de un solo


golpe, mientras que Zel destruyó al otro con un hechizo ofensivo.

-112-
Hajime Kanzaka Slayers

Después… desaparecieron en la oscuridad del túnel. Podíamos oír


el ruido de espadas y explosiones, pero se hicieron cada vez más
distantes.

-Señorita Sylphiel – clamó Lantz–, sigue trabajando en el hechizo


sobre Lina, por favor. Saldremos de aquí tan pronto como se pueda
mover.

-Por favor, sea paciente. Tardará un poco más – respondió


Sylphiel.

-Vale, de acuerdo… – Eris fue la siguiente en alzar la voz–. Lo


siento mucho, pero ésta es mi oportunidad de escape. De todos modos
no he hecho más que ser una carga para vosotros.

-¡Eris! – estaba ya en camino cuando una fuerte voz la detuvo en


el sitio. La voz era la mía.

-No. Estarás en peligro si logran capturarte – le dije de forma


tajante.

-Pe… pero… – Eris protestó de nuevo.

-No. Que alguien me ampare o…

-Lina tiene razón – exclamó Lantz, interrumpiendo mi amenaza.


Eris se quejó una vez más y se rindió.

Di un suspiro de alivio y miré hacia la boca del túnel. –Estarán


bien esos dos… ¿verdad?

-Deberías preocuparte por vuestras propias vidas, si me lo


preguntas.

Nos dimos la vuelta hacia la fuente de aquella voz. Una figura


vestida de negro se alzaba ante nosotros.

“Vizea.”

-Creo que esta es una oportunidad perfecta para enfrentarme a


vosotros – dijo riendo entre dientes.

-No voy a… permitirte… – traté de levantarme, pero a pesar de


que el dolor había desaparecido, estaba demasiado débil.

-No, aun no – Sylphiel me sujetó.

-Lantz… Lantz, lo siento. Necesito un poco más de tiempo. Sólo


hasta que me recupere…

-113-
Capitulo 3 Soportando el constante asedio

-No te preocupes, lo entiendo – lentamente, Lantz se puso en pie


con la Espada Sagrada en sus manos. Había un brillo nuevo en sus ojos.

-No sólo voy a ganar tiempo, Lina. Te debo una y he hecho una
promesa al “jefe”, también. Así que… – Lantz alzó la espada delante de
él–. Voy a acabar con ésta cosa.

-114-
Capitulo 4:
Tan sólo el viento sopla a través de la
Ciudad de los Muertos.

i tus posibilidades no fueran tan ínfimamente pequeñas.


Podría ser incluso divertido – se burló Vizea en un tono
completamente despectivo. El que alguien creyera que
un guerrero humano tuviera la más mínima posibilidad
de derrotarle parecía insultarle.

-¡Lantz! – grité–. Tan pronto tengas una oportunidad, ¡ataca! ¡Pon


toda tu voluntad en ello! ¡Puedes hacerlo!

-Tonterías – se rió Vizea.

“Cállate tú. No te rías, no tiene gracia.”

Sé por experiencia cuán difícil resulta mantener completa


concentración en un combate cuerpo a cuerpo. Todo lo que Lantz
necesita es una mínima oportunidad, un pequeño descuido por parte de
ese demonio. Con el poder de su voluntad infundido en la Espada
Sagrada, tendría una oportunidad. Sin embargo…

Lantz no era precisamente conocido por su gran voluntad.

Por supuesto, comparado con una persona normal, aunque sea el


peor de los mejores, sigue siendo uno de los mejores. Por lo menos
tenía una oportunidad aun mejor que la de ser un guerrero promedio.
No tenía ni idea del poder que poseía la Espada Sagrada, pero si podía
aumentar su poder un poco por encima de las defensas de Vizea…

-Morirás – prometió Vizea.

-Con el tiempo, estoy seguro – le espetó Lantz logrando una


carcajada.

“Un gran espectáculo, amigo.”

-Cuando haya terminado contigo, no quedarán ni restos que


identificar – continuo Vizea con su asquerosa palabrería.

-¡Demuéstralo! – le retó Lantz. En ese momento, innumerables


tentáculos blancos con forma de tirabuzón surgieron de la parte derecha
de la cara de Vizea.
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-¡Hmm! – gruño Lantz mientras los hacía desaparecer con la


Espada Sagrada. Lantz se acercó al Mazoku.
-¡Enhorabuena! – exclamó Vizea saltando tan alto que se agarró
al techo como un insecto gigante–. Puede que seas mucho más
entretenido de lo que esperaba.

-Oh, no creo que puedas disfrutarlo durante mucho tiempo.

-¿Ah sí? – Vizea abandonó el techo lanzándose directamente hacia


Lantz. Más látigos blancos salieron disparados de uno de los lados de su
cara.

-¡Uaah! – Lantz se apartó de su trayectoria. Los tentáculos de


carne de Vizea se enterraron profundamente en el suelo. Sus pies
aterrizaron en ese mismo lugar instantes después.

-¡Maldita sea! ¡Eso es trampa maldita rata!

-No soy una rata – respondió Vizea entre risas–, soy un Mazoku.

Tan pronto dijo esto, el suelo a los pies de Lantz comenzó a


dividirse.

-¿¡Que demon…?!

Los tentáculos del Mazoku subían sigilosamente desde debajo.


Rápidamente, Lantz saltó hacia atrás, esquivándolos. No obstante, uno
logró perforarle la pierna.

-¡Aaah! – gritó blandiendo su espada. Incluso cercenado, el


tentáculo continuó perforando su cuerpo–. ¡Bastardo! – ladró–. ¡Te voy
a destrozar! – Ésta vez volvió a la carga, y cuando la Espada Sagrada
tocó los tentáculos, éstos se desvanecieron con un fuerte crujido.

“Genial. Su voluntad crece con su ira.” Por desgracia, la de Vizea


también estaba creciendo por momentos.

-¿Qué sucede? ¿Duele? – Se burló Vizea. De repente, la pared que


había al lado de Lantz reventó, saliendo más tentáculos del interior.

Lantz alzó su espada para cortarlos.

Ver la forma de ataque de Vizea me estaba poniendo enferma.


Decidí que no volvería a comer pasta en una buena temporada.

-¿Eh? – Lantz se detuvo. El Mazoku estaba tirando de la espada


hacia él. Un fino tentáculo se había enrollado en la Espada Sagrada y
estaba tratando de alejarla de Lantz.

-116-
Hajime Kanzaka Slayers

-Este juego ha ido demasiado lejos – bramó Vizea–. En primer


lugar, vas a darme esa espada.
De repente, un pequeño gemino resonó con eco en la cueva.
Parecía provenir del mismo Flagoon.

Por un instante, Vizea miró sospechoso con su ojo alrededor, pero


pronto volvió su atención hacia Lantz.

-Verdaderamente, es una buena espada – dijo con admiración–, la


mayoría de las espadas se rompen fácilmente con un solo golpe de mis
tentáculos.

No había forma de que esa espada pudiera romperse. Tal como


Sylphiel había explicado, estaba formada de la esencia del mismo
Flagoon. Para romperla, habría que romper el árbol. A pesar de que era
un Mazoku, Vizea no era una amenaza para ese árbol. De hecho, era
todo lo contrario.

-Si no puedo romperla, entonces me la llevaré – se burló tirando


fuertemente con el fino tentáculo.

Lantz dejó escapar un pequeño grito. Fue arrastrado varios pasos


hacia adelante, pero había logrado mantener la hoja en sus manos.
Cada vez se acercaba más y más a Vizea, que tirana de él con un solo y
fino tentáculo.

-Oh… ¡nooooo! – la espada escapó de las manos de Lantz. La


fuerza de retroceso envió volando hacia atrás al Mazoku.

-¡Yagh! – La espada que tanto había deseado Vizea salió volando


hacia él, con la punta en su dirección.

-¡Tack! – La Espada Bendita se hundió profundamente en el torso


del Mazoku.

-¡Toma ESO! – gritó Lantz. El gemido de Vizea invadió la caverna.

-Grr… ghh… - Vizea alzó su mano derecha lentamente. ¡Había


sobrevivido al ataque!

-¡Vamos! ¡Oh, venga vamos! – Lantz estaba tratando de sacar la


espada enterrada en el abdomen del Mazoku.

La mano derecha de Vizea tembló y continuó moviéndola.

-¡Maldita sea! ¡Mierda! – exclamó Lantz en total exasperación.

-¡Ahh! – el cuerpo de Vizea de estaba doblando hacia atrás.

-117-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

Lantz soltó la espada y se alejó. Ésta seguía en el vientre del


Mazoku.
-Ghh… Fhh… Ahh… – el Mazoku respiraba con dificultad, pero una
sonrisa terrible se estaba formando en su rostro.

-Bien hecho – dijo–. Ahora voy a devolverte el favor.

A continuación, avanzó dando un impresionante paso hacia Lantz.


Éste se arrastró hacia atrás. El Mazoku extendió sus brazos, moviendo
la espada aun enterrada en sus entrañas, y apuntando con ella a Lantz
como un desafío.

-Parece que has olvidado algo – dijo entre dientes–. ¿No quieres
recuperarla? – Vizea acortaba distancias por momentos–. ¿Qué vas a
hacer ahora, eh? – ladró casi alcanzándole.

Sin la Espada Sagrada, Lantz no tenía ninguna posibilidad. El


Mazoku lo sabía, y continuó mofándose de él.

Lantz dio el todo por el todo y tomó su última opción, cargó a


toda velocidad justo hacia el amenazador Vizea, agarrando la espada
aun sumergida en él y enfocando toda su voluntad hacia el Mazoku. Si
fuera alcanzado por los ataques de Vizea antes de conseguirlo, perdería.
Si Vizea lograra resistir su voluntad… bueno, perdería también en ese
caso.

Era una dura batalla para ambos.

La espalda de Lantz golpeó la pared. Deslizándose al suelo se


llevó consigo el musgo fosforescente de la pared, dejando a la luz una
de las gigantes raíces del Flagoon. El impacto hizo que cientos de
esporas brillantes danzaran en el aire.

-¡Ven a mí! – bramó Vizea.

-Descansa en pedazos, ¡monstruo! – Lantz aulló con todas sus


fuerzas.

En ese mismo instante, el cuerpo del Mazoku estalló en mil sucios


trozos.

-¿Oooh…? – las partes de Vizea se extendían por todo el suelo. Su


cabeza miraba alrededor, incapaz de comprender lo que había sucedido
al resto de su cuerpo.

En lugar de sangre, un polvo amarillento del color del queso


brotaba de sus miembros, llenando el ambiente de nubes espesas. Las
contracciones fue el único movimiento que pudo hacer.

-118-
Hajime Kanzaka Slayers

Con un zumbido como el del canto de un pequeño enjambre de


insectos, su carne se desintegró por completo. Tan sólo un poco de
polvo y la Espada Sagrada permaneció.

Lantz había transferido su voluntad hacia el mismo Flagoon,


utilizando el árbol como vehículo para hacer al Mazoku pedazos.

Miró en nuestra dirección. -¿Eris? ¿Estás bien? – dijo sacándola de


su ensimismamiento–. ¿En qué pensabas?

-Esa es una peligrosa pregunta, si me permitís decirlo.

-Ah… ¿eh? Esto… estaba pensando que nunca antes había visto a
un Mazoku morir de esa forma – respondió en un tono más que
extraño. Justo como esperaba.

***

-¡Yiaa! – Gourry partió a un demonio brass (brass demon) en dos


con un destello de su Espada de Luz. La batalla estaba más que
decidida.

El túnel que Rezo había abierto en el Flagoon, continuaba


directamente hacia el centro de Sairaag. Una enorme plaza rodeaba el
árbol con casas grandes y pequeñas que se alzaban alrededor de ella en
filas ordenadas. Pudimos ver a una multitud de espectadores
observando desde allí.

“Debe ser genial ser una de esas personas que se quedan allí al
margen, de pie, observando. Espera un segundo… naah.”

-No voy a perdonaros – dijo Rahanim, girando lentamente por el


cielo y centrando su atención en Zelgadiss.

-Zelgadiss ¡Cuidado! – gritó Gourry en el momento en que la


forma de Rahanim se desvaneció.

Zelgadiss lo esquivó instintivamente. La fuerza del viento que dejó


tras de sí le cortó en la mejilla.

-Ya veo – dijo, lamiéndose los labios. Había despertado su interés.


Sangre roja brotó de la herida superficial que había en su mejilla, dura
como una roca.

-119-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-¡Ten cuidado! ¡Este tipo nos ha dado problemas! – advirtió


Gourry.

-¿Problemas dices? ¿Tú y Lina habéis tenido problemas contra


este hombre-pez? – Zelgadiss parecía que podría reírse en cualquier
momento.

-¿Qué? ¡Se mueve tan rápido que es imposible verlo para atacarle
con la espada! – explicó Gourry.

-¿Quién necesita verlo? – preguntó Zelgadiss. Alardeante, colocó


su espada justo en la dirección de Rahanim mientras el hombre-pez
flotaba en el aire–. ¡Vamos amigo! Hoy cenaremos pescado.

-¡Ya lo veremos! – la cola del hombre-pez comenzó a aletear y al


momento, su forma desapareció una vez más.

Zelgadiss se movió al mismo tiempo, levantando su espada en


vertical, enfatizando su posición, y poniendo todo su peso hacia delante.

“¿Por qué no se me ocurrió a mí eso?”

El cuerpo de Zelgadiss se inclinó hacia atrás tan pronto


escuchamos un asqueroso desgarrón. Rahanim había caído al suelo muy
por detrás de él. Lo había partido en dos partes exactamente iguales.

Ciertamente, la velocidad que poseía el hombre-pez era


impresionante, pero, por otro lado, no tenía capacidad alguna de
maniobra. Por lo tanto, si alguien se apartaba en el momento justo en
que desaparecía, podía esquivar el ataque sin problemas. Y sin esa
capacidad de maniobra, no pudo desviarse para esquivar la hoja que se
había interpuesto en su trayectoria.

Era fácil cuando pensé en ello.

-¿Ves? – dijo Zelgadiss.

Los ojos de Gourry se volvieron pequeños puntitos.

-¡Buenas! – Zelgadiss alzó una mano en nuestra dirección.

-¡Holaaaa! – le devolví el saludo con alegría.

Gourry finalmente se percató de nuestra presencia. -¿Ya estás


recuperada? – gritó.

-Sí, ¡excelente! – contesté añadiendo un pequeño guiño.

-¿Cuánto tiempo lleváis ahí? – preguntó Zelgadiss.

-120-
Hajime Kanzaka Slayers

-El suficiente para verte enfrentarte a Rahanim. No puedo creer


que no se me ocurriera eso.

No fue hasta después de la batalla de Lantz contra ese demonio,


cuando mi herida se recuperó completamente. Las heridas de Lantz
fueron curadas poco después y Sylphiel, Eris, Lantz y yo nos fuimos en
busca de los otros dos.

-Vrumugun volvió a aparecer… – nos informó Zelgadiss de lo


sucedido–, y fue derrotado. Eso sólo nos deja al Mazoku Vizea.

-Oh, bueno, Lantz ya se ha encargado de él – respondí con


indiferencia.

-¿¡Lantz!? – gritaron sorprendidos al unisonó Zelgadis y Gourry.

Lantz alzó su pulgar junto con un guiño.

-Eso nos deja… – Zelgadiss dirigió su mirada del montón de


cadáveres de berserker y de trolls cerca de él a una silueta de color
rojo–. A él, parece ser…

Gourry dejó escapar un grito ahogado involuntariamente.

Saqué mi espada corta de su vaina y en silencio la puse contra su


espalda. –Creo que es hora de acabar con esta farsa, ¿No crees, Eris
Vrumugun?

Gourry y Zelgadiss dirigieron su atención hacia ella rápidamente.

-¿Qué? – exclamó Gourry.

-¡¿Qué significa esto Lina?! – exigió Zelgadiss.

Por su parte, Eris rió entre dientes. -¿Cuándo lo descubriste? –


preguntó ella, percatándose de que era inútil seguir actuando y sin la
menor intención de negarlo.

Su mano, sin embargo, fue hacia el cuchillo que colgaba de su


cadera.

-Será mejor que no te muevas – la advertí. Y lo dije en serio.

Ella ignoró mi advertencia y agarré su vaina, lanzándola a una


distancia considerable.

-Zelgadiss, sigue vigilando a “Rezo” por allí – exclamé–, ¡si


intenta algo divertido házmelo saber!

-121-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

“Bien, y ahora…”

-Tú misma te delataste cuando Lantz y tú me atacasteis allí abajo


– le expliqué.

-Oh ¿Y cómo fue si puede saberse? – dijo dándose la vuelta para


encararme, con ambas manos en los bolsillos, desafiante.

-Zel vino a rescatarme cuando escuchó el ruido que hizo mi


espada al resbalar de entre mis dedos. Así que, ¿por qué Vrumugun no
le detuvo? Quiero decir, para poner esos rubíes en vuestras frentes,
tenía que estar cerca ¿no? Y si él estaba cerca, ¿Por qué no acabó
conmigo? Ni si quiera habría tenido que enfrentarse a mi. Un hechizo
ofensivo de corto alcance habría sido suficiente.

-Así que Vrumugun estaba allí para poner los rubíes, pero poco
después, Zelgadiss apareció. Puede que se hubiera ido por un pasaje
diferente, lo cual es poco probable, o… que él era uno de vosotros. A
Lantz lo conozco de antes y…

-Pero a mí no me conoces – mientras hablaba, se llevó la mano


izquierda a la frente, dónde el rubí había sido implantado antes–. Aun
así, hay algo en lo que estás equivocada ¿sabes? El rubí que había en
mi frente no tenía efecto alguno. Hubiera tenido que ser colocado un
poco más arriba, justo dónde lo tenía Lantz. No, su propósito era un
simple señuelo. Lo necesitaba para engañar a Zelgadiss haciéndole
pensar que también estaba siendo controlada. Pero fue demasiado
rápido recitando ese hechizo de sueño. Me percaté tarde de ello. Ese
fue mi gran error.

-¡¿En serio?! – Lantz no podía creer lo que estaba escuchando.

Eris, ignorando completamente a Lantz, lanzó otra pregunta.

-Entonces ¿qué es lo que confirmó tus sospechas?

-Cuando Rezo atacó al Flagoon con su magia. Si realmente


Vrumugun nos había visto dentro de las cuevas, podría haberse ido
fácilmente y haber vuelto con Rezo y sus mascotas. Además, el objetivo
de su disparo de energía fue un poco… demasiado certero. No debería
de haber ninguna forma de apuntar de una forma tan fiable hacia una
cueva llena de eco, lo que significa que alguien de nosotros, tenía que
estar conectado a la consciencia del Monje Rojo – señalé a la silenciosa
forma de nuestro viejo enemigo con mi mano libre–. Puedes controlarle
por el rubí de su frente ¿verdad? Es un impostor.

Eris se quedo en silencio, sonriendo, sin mostrar ningún signo de


lo que estaba tramando.

-122-
Hajime Kanzaka Slayers

-Ahora que lo pienso, había otras cosas. Como cuando Vrumugun


trató de protegerte del hombre-araña que, probablemente no sabía que
erais aliados – continué.

-Bueno, ¡Yo no sería capaz de reunir un ejército bajo el nombre


de Erisiel Vrumugun! – sonrió mientras hablaba–. Pero, con mi rubí
implantado en ese títere, podría reunir legiones enteras bajo el nombre
de Lord Rezo.

Dirigió una mirada llena de odio hacia su marioneta mientras


hablaba. –Sabéis que mi señor era ciego ¿verdad? Esa es la copia
homúnculo de Lord Rezo, creada para trabajar e investigar sobre él en
la curación de sus propios ojos.

-Aunque esté verdaderamente capacitado, carece de voluntad


propia – suspiró, casi con nostalgia–. No importa cuántos aliados
hubiera reunido, habría sido todo en vano si hubieras logrado escapar
¿no es así? De modo que, haciéndome pasar por una cazadora de
recompensas, seguí a Zelgadiss desde el primer momento en que me lo
encontré. Recibir un golpe en el estómago no era mi idea de un
encuentro perfecto, pero si así acabé dando contigo… bueno, no podría
haberlo hecho mejor ni habiéndolo planeado.

-¿Tal es la magnitud de tu deseo de pasar a la historia como la


hechicera que superó a Rezo, el Monje Rojo? – exclamó Zelgadiss
mirando al pobre desgraciado que había sido modelado bajo la forma de
su antiguo maestro.

-Oh, claro. Está eso también. Pero en realidad hay algo más –
suspiró, poniendo su vista en la distancia por un instante–. Yo le
amaba. A Rezo, quiero decir. El original…

“Sólo el pensarlo me producía nauseas, francamente.”

Su mano se movió entonces sutilmente dentro de su bolsillo. Sacó


algo de dentro, y lo arrojó hacia mí con un dedo.

“¡Un rubí de control!”

¡Plop! Golpeó justo en el centro de mi frente.

-¡¿Pero qué…?!

-Esa, no había sido yo. Fue Eris. El rubí rebotó en mi frente,


precipitándose al suelo entre mis pies.

-Lo siento – le dije sonriendo y señalando mi frente–. Ésta es una


cinta hecha a mano.

-123-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

Había sido tejida a partir de la barba de un dragón negro y


fusionada con un pequeño talismán enjoyado con piedras preciosas en
el centro. Mientras esté presionando contra mi frente, el talismán actúa
enfocando mi energía mental mientras esté lanzando hechizos. Y no me
dolió, ya que estoy segura de que sería suficientemente fuerte como
para resistir un despiadado ataque de un espadachín de tercera. Pero
tampoco es que muera de ganas por comprobarlo ni nada.

-Bueno, os rendiréis pacíficamente y retiraréis la recompensa


¿verdad? – pregunté inocentemente.

-¡Hmmm! – Eris huyó de nuestro alcance a la velocidad de un


rayo.

“¿Gourry? ¿Lantz? ¿Qué hacéis ahí parados mirando al vacío?”

-Nuestra batalla no ha hecho más que empezar – se rió ella–. Ven


a mí, mi marioneta.

Al oír la voz de su dueña, la inmóvil silueta roja volvió a la vida.

“Oh, por favor.” Si vamos a pelear, no voy a perder el tiempo


jugando con muñecas.

Silenciosamente, el triste experimento de Rezo se colocó justo


detrás de su dueña. El bastón de sacerdote repicó en sus manos.

“Dos contra cinco. Está chupado.”

-No me subestimes – se quejó Eris–. Estamos en el centro de la


ciudad de Sairaag. No puedes hacer ninguna tontería o usaré a ésta
buena gente como escudo.

“Soy yo ¿o suena como un villano melodramático incrementando


su nivel de maldad?”

-Puede que sea un vulgar clon del verdadero, pero sus


capacidades son enormes – ladró ella–. Con mi experto control mental,
podemos más que igualarte a ti y a los tuyos.

-Me parece que no. Tan sólo serías un estorbo – dijo una voz
familiar.

-¿Eh? – Eris se dio la vuelta, sin habla.

¡ZUMMM! La copia de Rezo lanzó un rayo de energía ardiente que


se abrió paso directamente a través del cuerpo de Eris.

-124-
Hajime Kanzaka Slayers

-125-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-¡Aaaaah! – Eris miró con incredulidad el agujero que había


quedado en su estómago. Luego, ella y su marioneta se miraron el uno
al otro directamente a los ojos.

-¿Te resulta extraño? ¿Lo es? Que yo, un homúnculo, un juguete,


¿podría demostrar orgullo? Puede que te parezca imposible. Mi orgullo,
mi espíritu independiente, mi alma, si tú te despertaras… si te hubieras
despertado durante cierto experimento… uno del que tú misma fuiste
testigo.

-Ugggh – se quejó Eris. Sus rodillas temblaban.

-Yo no puedo desarrollar todo mi potencial, ni satisfacer mi orgullo


como un juguete a tu servicio – dijo arrojando resentimiento con cada
palabra–. ¿No te pareció extraño que Vizea se convirtiera en mi aliado
tan fácilmente?

-Los demonios no hacen pactos a la ligera. Obedecen únicamente


a aquellos cuyo poder es mayor al que ellos poseen. ¿De verdad
pensaste que un Mazoku de su clase podría confundirme con mi amo y
no darse cuenta de tu charlatanería?

-Parece que has sido tan estúpida, que nunca lo has considerado
– su voz rebosaba desdén–. Bueno, a lo que Vizea obedecía, era a mi
poder. Su pacto fue conmigo.

El Monje Rojo se deshizo del rubí de control que había en su


frente sin dificultad, y con la ayuda de una fuerza imperceptible, lo
aplastó entre su pulgar y su índice.

-Transmitirte información, hacer recados de ida y vuelta,


tratándote con respeto… Espero que lo hayas disfrutado. Debe de haber
sido muy cómodo para ti.

Las rodillas de Eris se combaron. Su antiguo señor se acercó y


agarró su cara extendiendo una mano. Un débil gemido de dolor escapó
de sus labios.

-No, no… aun no. Aun no he acabado contigo ni por asomo –


amenazó a la flácida forma de Eris–. ¿Entiendes? ¿Entiendes de qué va
todo esto?

Ella no respondió.

-Sí. Venganza. Con el fin de experimentar con magia curativa


para poder corregir la ceguera de sus propios ojos, Rezo necesitaba una
copia homúnculo. Así que me creó. Sin embargo, mientras sus
experimentos lograron que yo abriera los ojos con facilidad, en él
seguían siendo inútiles.

-126-
Hajime Kanzaka Slayers

Por supuesto que sí. Ya que los ojos del Monje Rojo fueron
sellados con el fin de contener un poderoso demonio. Aunque ni el Rezo
original en sus días, ni el Rezo que se haya ante nosotros ahora, sabía
eso entonces.

Pero, si los experimentos de Rezo fueron un éxito, ¿Por qué los


ojos de su súbdito siguen cerrados por completo?

-Aunque no había signos de ello en su rostro, se llenó de ira, rabia


y un odio feroz hacia mi – continuó la Copia de Rezo–. Estaba siendo
consumido por los celos de que yo, su propia sangre, hubiera ganado el
don de la visión, mientras el permanecía encerrado en la más profunda
oscuridad.

-Y entonces, me reutilizó en una variedad de ensayos en el


nombre de la brujería experimental. Después, durante una prueba de la
que tú misma fuiste testigo, despertó algo dentro en mí. Llámalo mi
voluntad, mi orgullo…

-No puedo estar seguro de ello, no más que cualquier otra cosa…
de que sea realmente mío. Pero si de verdad es mío, entonces quizás es
simple odio lo que despertó en mi. Odio hacia mi señor por hacer todo
aquello, en mí.

“¿Eh?”

Así que, Lord Rezo y su clon no podían soportarse el uno al otro.


Ese es el quid de la cuestión ¿no?

Pero, ya que Rezo está muerto, Vrumugun, es decir, Eris pasó a


convertirse en el blanco de su venganza. Razón por la cual ha hecho un
discurso tan largo.

-He soñado durante mucho tiempo con matar a Rezo con mis
propias manos. Yo creía que podría derrotarle incluso a él. Pero antes
de que pudiera ver cumplido mi deseo, mi señor desapareció. Y
entonces – el falso Rezo suspiró–, llegó la noticia de su muerte.

-¿Lo entiendes, Erisiel? ¿Puedes entender la desesperación que


sentí en ese momento? Deberían haber sido mis propias manos las que
acabaran con su vida. Viniste a mi entonces, diciendo que podrías
utilizarme para vengar a nuestro señor. Al pronunciar ante mí el
nombre de Rezo, el dolor se extendió por mi pecho y un ardid comenzó
a formarse en mi mente.

-Sabía que algún día te mataría por tu parte en aquel


experimento, pero primero… – de pronto pareció preocupado–. ¿Erisiel?
¿Me estás escuchando?

-127-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

Tras una larga pausa, soltó la cara de Eris. Su cuerpo hizo un


pequeño “plom” al caer al suelo.

Ni si quiera mostró una contracción nerviosa.

-Se ha ido – dijo encogiéndose de hombres en nuestra dirección.

-Bueno… se acabó entonces – dijo Gourry–, deshazte del busca y


captura que hay sobre nosotros.

-¿Por qué? – su expresión daba a entender que no tenía idea del


por qué debería considerar semejante locura–. Mi venganza contra el
Monje Rojo aun no ha terminado.

“Lo sabía.”

-Rezo ya está muerto – dijo Gourry con lástima.

La Copia de Rezo se echó a reír. –Sí, lo sé. No tengo ninguna


intención de desafiar a su cadáver, si es que existe. Sin embargo, aun
hay una forma de poder superarlo.

-Luchar contra nosotros, aquellos que acabaron con el original, y


vencernos – dije.

-Precisamente – asintió.

“Esto va a ser un verdadero coñazo.”

Cuando nos lo encontramos cara a cara por primera vez en el


Bosque de Miasma, dejó pasar la oportunidad que tuvo de deshacerse
de nosotros y de Eris. Ya que ella no tenía control sobre éste desde
hace mucho, podría habernos volado por los aires fácilmente
terminando su hechizo antes de que yo pudiera conjurar la Levitación
sobre la barrera de viento.

Y no lo hizo. Probablemente porque no tenía intención de


matarnos mientras no estuviéramos al cien por cien de nuestras
posibilidades.

Mi mal juicio respecto a lo que acontecía y el tener que cuidar de


Lantz y de Eris hizo que no pudiera estar al cien por cien con mis
poderes. No habría podido superar al Rezo original si nos hubiera
derrotado en esas circunstancias.

-Esto es absurdo – bramó Zelgadiss.

-Por supuesto. Comprendo cómo te sientes – dijo el falso Monje


Rojo, sonando realmente simpático–, precisamente por eso no puedo

-128-
Hajime Kanzaka Slayers

cancelar la recompensa ahora. Sin embargo, si me derrotáis, el “se


busca” será nulo, ya que no habrá nadie que pueda pagar la
recompensa.

Su bastón hizo un pequeño ruido al chocar contra la tierra. La


campana resonó.

-¿Comenzamos? – sonrió.

***

Zelgadiss dio el primer paso, cargando mientras blandía su gran


espada.

El clon de Rezo se movió.

El ataque vertical de su espada pasó por el flanco derecho del


cuerpo de su objetivo. La capa roja ondeó en el viento. Seguidamente,
la Copia de Rezo respondió atacando el abdomen de Zelgadiss, y
utilizando la misma fuerza, continuó con un golpe dirigido directamente
hacia la sien.

De alguna manera, Zel se las arregló para esquivar ambos


ataques.

-Me estás tomando el pelo ¿no? – rápidamente, Zelgadiss se


abalanzó sobre él reduciendo el espacio que había entre ellos y atacó
con su espada en el momento en que la réplica de Rezo bajó la guardia.
Un fuerte y agudo sonido retumbó.

La punta del bastón de la copia bloqueó la embestida de


Zelgadiss. Luego, con la mano en que lo sujetaba actuando como un
eje, el bastón giró en la dirección opuesta, terminando en un fuerte y
directo golpe en el estómago de Zelgadiss.

-¡Ugh! – el cuerpo de Zelgadiss salió despedido con la misma


fuerza que había puesto en su propio ataque. La Copia de Rezo tan sólo
había bajado la guardia como cebo con el objetivo de alcanzar a
Zelgadiss.

“Es bueno, por supuesto.”

-Vamos, tómatelo en serio – dijo la Copia de Rezo sonando


molesto.

-129-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-¿Quieres probar ahora conmigo, entonces? – le preguntó Gourry.


Habiendo disipado la Espada de Luz, Gourry alzó su espada bastarda
aun de pie cerca de una pila de berserkers que, probablemente, había
destruido con ella.

-Me niego – negó firmemente con la cabeza el falso Rezo.

-Gourry, no va a luchar a menos que tengas la Espada de Luz – le


expliqué mientras se quedaba ahí sin habla, sintiéndose insultado y
vagamente confuso.

-Precisamente.

-Oh, vale – suspiró Gourry, murmurando para sí mismo lo


tremendamente divertido que era tener que volver a sacar la hoja de
acero de la empuñadura.

-E… espera un minuto – dijo un enardecedor Zelgadiss–, no he


terminado aun.

-Como quieras. Acabaré con vosotros de uno en uno o con todo el


equipo, lo que prefieras.

-¡No te burles de mi! – gritó Zelgadiss.

Ya sea con espada o con magia, la Copia de Rezo consigue repeler


cualquier ataque mano a mano o con un simple movimiento de su
bastón.

No estoy bromeando, este tipo era bueno. Y aun no había


comenzado a pelear de verdad. Ya fuera de uno en uno, o todos a la
vez, no podíamos permitirnos el lujo de vacilar ni un segundo.

Dicho esto, si no tuviera cuidado con mis hechizos, la ciudad


podría convertirse completamente en un desierto sin vida, una vez más.

-Señorita Lina – Sylphiel se dirigió a mí en voz baja–, había oído


del Señor Zelgadiss que… que posees la habilidad de usar el conjuro
que es incluso mayor al Mata Dragones (Drag Slave).

Se refiere al… Súper Conjuro (Giga Slave).

“¡Eh! ¿¡Que haces contando eso por ahí Zelgadiss?!”

El Mata Dragones (Drag Slave) se dice que es el más poderoso de


los hechizos, su poder reside en el Señor Oscuro que gobierna sobre el
caos de este mundo, Ojos de Rubí Shabranigdu. Por supuesto, una
súper hechicera genio como yo podría utilizar este hechizo.

-130-
Hajime Kanzaka Slayers

Aunque en gran parte es similar al Mata Dragones, el Súper


Conjuro (Giga Slave) es un hechizo que toma el poder del Rey de reyes
de todos los Lord Mazoku, aquel que gobierna la absoluta oscuridad en
el tiempo y el espacio: El Señor de las Pesadillas.

Siendo un conjuro ultra poderoso, es natural que existan riesgos.


Si pierdo el control del mismo, la totalidad de mi existencia
probablemente sería absorbida, acabando con mi vida.

-No debes usar ese hechizo de ninguna manera – declaró Sylphiel.

-¡Espera un minuto! – exclamé–. Nadie tiene porque decirme que


no use un hechizo ofensivo como ese sin criterio. Yo jamás utilizaría un
hechizo como ese en medio de una ciudad. No, mientras exista otra
posibilidad.

-No, no lo entiendes – interrumpió Sylphiel con decisión–. Te


estoy pidiendo que no vuelvas a usarlo por el resto de tu vida.

Mis ojos se abrieron ampliamente ante su sincera petición. -Pero,


¿Por qué?

-¿Sabes lo que ocurriría si pierdes el control sobre el hechizo? –


preguntó.

Bueno, no exactamente. Nunca he conocido a nadie a parte de mí


que haya utilizado ese hechizo alguna vez, y por ende, nadie que haya
fracasado usándolo. Así que, vale, hay ciertas cosas que no sabía de él.

-Probablemente me moriría – respondí. Eso lo sabía con certeza.

-No es nada tan insignificante, en realidad.

“¿¡Insignificante?! ¿Mi muerte es insignificante para ti?”

-Si la profecía es correcta – dijo–, entonces el mundo entero sería


destruido.

“¿El mundo… sería… destruido?”

Eres consciente de que profetizar es una de las habilidades de las


sacerdotisas ¿verdad?

Asentí.

Profetizar, es la habilidad de comunicarse con los dioses u otros


seres superiores para descubrir aquello que es inescrutable.

-131-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

A pesar de que había oído que era una habilidad útil, está fuera
de control de la persona que posee dicha habilidad. Una sacerdotisa no
tiene absolutamente ni idea de cuándo, dónde o qué tipo de profecía va
a sucederle. Además, no todas las profecías están relacionadas con
asuntos de gran importancia.

Por ejemplo, si experimentaras una visión sobre alguien sentado


en un inodoro que sueña con un complot para tener a toda una nación a
sus pies… bueno, no sería una visión útil o apetecible ¿no? Quiero decir,
¿Quién puede asegurar que dicho manifiesto en el aseo llegue a hacerse
realidad? No puedes culpar a un hombre por soñar mientras caga.

Bueno, creo que es un ejemplo exagerado, pero sabéis a que me


refiero.

Sin embargo, sólo porque una profecía revele un asunto de poca


importancia, no significa que sea falso. Si tuvierais una profecía de
alguien sentado en un inodoro soñando con un complot para hacerse
con toda una nación a sus pies, bueno, entonces puedes estar
completamente seguro de que alguien ahí fuera está sentado en un
inodoro soñando con un complot para tener a una nación a sus pies.
¿Me seguís?

-Ese es un hechizo que invita al vacío a este mundo – explicó


Sylphiel–. Es el poder de extinguir la energía y transformar la materia
en la nada. El portador de la nada se convierte en su encarnación. Al
perder el control, no sería raro que el mundo que te rodea se convierta
en la personificación de la nada que hay en tu lugar.

“Así que este asunto es realmente serio.”

Hice una pausa en silencio por un momento para considerar las


consecuencias.

Y, tras una cuidadosa consideración, decidí que no era el


momento para pensar seriamente sobre el asunto. No tenía ninguna
intención de usar el hechizo en las circunstancias actuales, con profecía
o sin ella.

-Entiendo. No voy a usarlo – dije. Haciendo una promesa sin la


debida consideración como acostumbraba, volví mi atención a la lucha
entre Zel y el clon de Rezo una vez más.

Zelgadiss respiraba con dificultad, y la Copia de Rezo no se


inmutaba en lo más mínimo. Los dos se miraron mutuamente.

No es que Zelgadiss fuera débil. La Copia de Rezo era demasiado


fuerte.

-132-
Hajime Kanzaka Slayers

-¡Maldita sea! – Zelgadiss se deshizo de su espada y comenzó a


recitar un hechizo.

“¡Ese hechizo! ¡Espera!”

-¡Si, si! ¡Hazlo! ¡A menos que no puedas! – murmuró el clon.

¡¿En qué demonios estaba pensando?!

Aullido Ígneo (Vlave Howl) es un hechizo que convierte un área


determinada en lava fundida. A pesar de que es direccional, y por lo
tanto aquellos que estén detrás del que lo conjura no deberían ser
alcanzados por él, gran parte de los bienes de la ciudad de Sairaag que
se encontraban tras la Copia de Rezo no estarían a salvo, ciertamente.

Incluso si no destruyera completamente la ciudad, el fuego


resultante si podría.

-¡¿Vas en serio Zel?!

Él se volvió hacia mí mientras le gritaba.

-¿Tienes la más remota idea de lo que eso hará a la ciudad si lo


usas aquí?

-¡Es una pena! – exclamó el falso Rezo con un tono de


consternación–, que no puedas ocuparte de mí en estas circunstancias.
Derrotarte en virtud de tus restricciones no tendría ningún significado.

Su altiva arrogancia no era de ningún modo simple palabrería.


Estaba empezando a pensar que era verdaderamente posible que
poseyera una mayor capacidad mágica que yo y una mayor capacidad
de combate que Gourry.

-¡Ah sí! Por supuesto – sonrió la Copia de Rezo–. Entonces haré


esto.

Iluminado con la misma sensación de divertimiento de un niño


que acaba de decidir cubrir al perro de la familia con harina y dejarlo
correr por la casa, la réplica golpeó duramente la tierra con su bastón.

-ΛŦFſđ. . . – palabras que eran o un galimatías sin sentido o un


extraño hechizo, fueron derramadas de los labios del Monje Rojo.

Al instante, un muro mágico débilmente resplandeciente nos


envolvía a los seis de nosotros.

-¿Qu… qué es lo que intenta hacer? – preguntó Lantz a nadie en


particular.

-133-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-Estoy deshaciéndome de las trabas en el camino – respondió la


réplica–, tú y la señorita Sylphiel sois suficientes testigos para ésta
batalla.

¡No puede ser…!

-. . .ǾM₣. . . – las palabras resonaron en el viento una vez más.

-¡Para! ¡Por favor para! – le supliqué.

“Demasiado tarde.”

Alzó su bastón en lo alto, y una luz deslumbrantemente brillante


redujo a pedazos todo lo que había más allá de la barrera.

La Espada Sagrada hizo un ruido como una serie de pequeños


estallidos en manos de Lantz.

-¡Que demon…!

-¿Qué? ¡¿Qué ha pasado?!

-¡¿Qué ha sido eso?!

Alcé mi vista hacia nuestro enemigo. Sólo ambos lo entendíamos.


En ese instante, Sairaag se había convertido en la ciudad de la muerte,
una vez más.

La luz que brillaba más allá de la barrera disminuyó y


comenzábamos a poder ver.

La primera en gritar fue Sylphiel.

Su angustia se hizo eco a nuestro alrededor, acaparando la


atención sobre el silencio del mundo que había ahí fuera. Mientras las
ondas de energía que nuestro enemigo había creado permanecían, no
escuchábamos nada más allá de la barrera.

Rocas del tamaño de un melón volaban como el papel, chocando


unas contra otras y despedazándose. No podíamos ver mucho debido al
humo y la tierra en el ambiente, pero no era esencial para darse cuenta
del poder de aquellas ondas de energía mística. Probablemente era aun
más poderoso que el Mata Dragones (Drag Slave). La Ciudad de Sairaag
había simplemente… desaparecido.

-Es imposible – murmuró Zelgadiss. Su voz sonaba ronca.

Sylphiel se había desmayado. Lantz corrió hacia ella.

-134-
Hajime Kanzaka Slayers

Cuando el humo se disipó en torno a la barrera, el espectáculo era


aun más dantesco de lo que podríamos haber imaginado. Era un
auténtico páramo desértico.

No había ni rastro de la ciudad, su gente, sus sonrisas, su


alegría… nada de lo que poco antes había existido.

Tan sólo quedaba una cosa…

De alguna manera, el Flagoon había sobrevivido. Aunque no


quedó nada de su gruesa corteza y sus ramas, como una estaca
gigante, el tronco desnudo todavía se alzaba desde el suelo.

-Tal vez me he pasado un poco ¿no? – preguntó el falso Rezo–.


Bueno, ahora sois libres de luchar sin nada que os detenga – su tono de
voz sonaba despreocupado.

-¿Ti… tienes la más remota idea de lo… de lo que acabas de


hacer? – pregunté totalmente sin palabras.

Él sonrió tiernamente mientras yo me ahogaba en mis palabras.

-Sí – respondió–. Pero me da igual. Lo único que me importa es


que seas capaz de combatirme con todo tu poder y así pueda derrotarte
sin condiciones. Así aliviaré la carga del fantasma de Rezo, El Monje
Rojo, que aun pesa sobre lo más profundo ser.

-No pienso ayudarte en tu búsqueda de la paz y la tranquilidad –


le dije con los dientes apretados–. Te daré todo lo que tengo, pero te
derrotaremos. ¡Y tu alma arderá en llamas! – mientras hablaba, llevé
las manos a mi pecho y comencé a recitar un hechizo muy oscuro.

-Es ese el Mata Dragones ¿verdad? – exclamó vertiginosamente.


Una vez más, un conjuro que mis oídos no podían comprender escapó
de sus labios.

Quizás esperaba disparar su hechizo contra mí antes de que yo


pudiera terminar de recitar el mío propio, pero no iba darme por
vencida tan fácilmente.

Vos más oscuro que el crepúsculo

Vos más rojo que la sangre que fluye.

En vuestro gran nombre en las corrientes del tiempo


sepultado

juro aquí ante la oscuridad,

-135-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

que todos los necios que se interpongan en nuestro camino

por el poder que ambos poseemos

¡serán destruidos por completo!

Las Palabras del Caos como las aquí utilizadas, gobiernan la causa
y efecto en el mundo, mientras que las Palabras de Poder liberan el
poder mental contenido en la mente del hechicero. Tan solo, ya sabéis,
en el caso de que os lo estuvierais preguntando. De todos modos…
terminé mi hechizo.

-¡Mata Dragones! (Drag Slave)

-₣ĬЮ.

Ambos hechizos fueron liberados al mismo tiempo.

“¡No!… ¡Igual que antes!”

En el momento en que ese pensamiento invadió mi mente, una


profunda niebla roja surgió a su alrededor, donde el hechizo Mata
Dragones debería haber causado una explosión masiva.

Mientras él estaba allí, indiferente, la niebla se disipaba


lentamente… y eso fue todo.

-Se han cancelado mutuamente – musitó defraudado–. He


bloqueado tu Mata Dragones.

Yo ni tan si quiera me moví.

“Esto no es divertido.”

Éste hechizo era más que capaz de destruir a un poderoso


Mazoku. Ningún ser humano, ni tan si quiera un gran hechicero, sería
capaz de defenderse contra él.

Y sin embargo… él lo había hecho.

-No deberías estar tan sorprendida – aclaró categóricamente,


mientras la niebla roja se había disipado por completo–. Un hechizo
ofensivo que se nutre del poder de Shabanigdu, Ojos de Rubí, puede ser
derrotado por un hechizo ofensivo aprovechando el mismo poder de
Sabranigdu. No es nada complicado.

Hablaba igual que si estuviera explicando cómo hacer un guiso de


atún.

-136-
Hajime Kanzaka Slayers

Su teoría tenía sentido, por supuesto, pero el Mata Dragones


utiliza la capacidad máxima de energía que los seres humanos son
capaces de manejar. Para bloquearlo, ¡un hechizo ofensivo basado en la
misma fuente de alimentación requeriría una mayor potencia de la que
un humano puede poseer!

-Y ahora… – el heredero de Rezo alzó su bastón lentamente


mientras recitaba un hechizo.

-¡₣!

La luz me pasó rozando.

Gourry se lanzó, y con un destello de la Espada de Luz, se las


arregló de alguna manera para bloquear el ataque del Monje Rojo.

“El bastón…”

-¡Tú serás el siguiente! – exclamó el Monje Rojo con crispación en


su rostro. Una luz plateada destelló, y el hábito desgarrado del Monje
Rojo comenzó a ondear en el viento. Deshaciéndose de él furiosamente,
el Monje Rojo retrocedió un poco, acercándose cada vez más hacia el
Flagoon.

-Siento entrometerme – dijo Zelgadiss con una sonrisa.

Zelgadiss le había atacado por la espalda sin previo aviso, como


un villano.

Por otra parte, teniendo en cuenta lo que el Monje había hecho


con mi Mata Dragones, ¿Quién era yo para discutir lo que era justo e
injusto?

-¡Zelgadiss! – le reprendió Gourry.

-Estás cometiendo un grave error, Gourry – exclamó Zel, sin


quitarle un ojo de encima al enemigo–. Él no es un rival que debamos
combatir limpiamente, uno por uno.

-Pero…

La traición en la guerra era un concepto difícil para Gourry.

-Por favor, venir los dos a la vez – bromeó el Monje Rojo–. Será
mucho más interesante para mí de ese modo. Vamos, señorita Lina, ¿es
que no vas a unirte a tus compañeros en la batalla?

Me negué.

-137-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

No vayáis por ahí contando a la gente que yo dije esto, pero


aunque estoy bastante segura de que mi nivel de destreza con la
espada es lo suficientemente bueno como para despachar a una docena
de guerreros, no podría compararme ya sea con Gourry o Zelgadiss.
Tan sólo les incordiaría.

Y antes de que digáis que podía ayudarles con mi magia, os


recuerdo que estar pendiente de cuatro personas en la batalla es
complicado, corría el riesgo de alcanzar a alguno de ellos por error.

De ninguna manera – le respondí–, yo soy el cerebro, no la


fuerza.

-Ya veo. Como quieras – se volvió para plantarles cara una vez
más.

Por supuesto, yo estaba haciendo algo más que jugar a ser una
animadora. Estaba pensando. No estaba llegando a una conclusión,
pero estaba pensando, no obstante.

Si puede defenderse del Mata Dragones (Drag Slave), entonces el


único hechizo que me quedaba era…

“El Súper Conjuro.” (Giga Slave)

No había ninguna razón de que conociera la existencia del Súper


Conjuro, así que, incluso aunque utilizara el mismo hechizo defensivo
otra vez, el Súper Conjuro era más que suficientemente poderoso como
para abrirse camino a través de él. Sin embargo, estaría rompiendo la
promesa que le hice a Sylphiel.

Bueno, ella seguía inconsciente, así que ni si quiera sabría que lo


he usado. No es que eso fuera el mayor problema.

La batalla entre los tres hombres había comenzado mientras


estaba inmersa en mi dilema.

El Monje Rojo había bloqueado la hoja de Gourry de alguna


manera, saltando a una razonable distancia, mientras que Zelgadiss le
apuntaba con un hechizo.

-¡Ю! – gritó él.

Ambas voces resonaron en el viento, pero éste se hizo


terriblemente más fuerte. La Copia de Rezo inició su primer ataque.
Diez bolas de luz del tamaño de un puño aparecieron al instante a su
alrededor.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

-138-
Hajime Kanzaka Slayers

“Eso… eso no puede ser la Bomba Expansiva (Blast Bomb) ¡¿no?!”

Hasta donde yo sabía, sólo un mago en toda la historia escrita ha


usado ese hechizo: Lei Magnus, el antiguo sabio creador del Mata
Dragones (Drag Slave). Una vez me sumergí en la investigación de ese
hechizo, pero mi esfuerzo resultó infructuoso.

El hechizo genera múltiples bolas de fuego en miniatura que


explotan con el impacto al igual que la Bola de Fuego (fireball). Sin
embargo, su nivel de energía está en una categoría completamente
diferente. Según la leyenda, cada una de las bolas de luz de una Bomba
Expansiva tiene un poder destructivo varias veces mayor al de una Bola
de Fuego (Fireball).

-¡Salid de ahí! – grité.

El Monje Rojo lanzó las esferas al mismo tiempo que grité. Gourry
y Zel saltaron a toda prisa ¡pero no hubo tiempo! Las luces explotaron
en varios flashes que iban aumentando.

Gourry y Zelgadiss se vieron envueltos en llamas carmesí.

Un grito silencioso se escapó de mi corazón. Ambos habían sido


completamente consumidos por las llamas. Mis rodillas temblaban, no lo
podía creer.

“Gourry… Zelgadiss…”

Cuando las llamas y el humo se iban apaciguando, pude verles a


ambos allí en pie, atónitos pero ilesos.

El Monje Rojo volvió su atención hacia mí. No estaba contento.

No. Su mirada no era hacia mí, era detrás de mí.

-Yo no poseo el poder de derrotarte, pero puedo y debo hacer


algo.

Me giré hacia la voz. -¡Sylphiel!

Ya recuperada del shock, había colocado una barrera defensiva


delante de nuestros muchachos. Fue un hechizo muy poderoso. Sus
hombros se alzaban y caían pesadamente.

-¡Señor Gourry! ¡Señor Zelgadiss! Se lo ruego – gritó–. Mientras


el hechizo defensivo siga en pie, ¡vengad la Ciudad de Sairaag! ¡Vengad
a mi padre!

-139-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

Ambos hombres se abalanzaron sobre el Monje Rojo al mismo


tiempo. Zelgadiss lanzó un conjuro a distancia. Rezo absorbió su poder
con la mano izquierda. Un instante después, su bastón detuvo el ataque
descendente de Gourry con su Espada de Luz.

Entonces, en un destello de la espada de Zelgadiss el cuerpo del


Monje Rojo se arqueó. Mientras estaba parando la hoja de Gourry,
ejecutó una patada giratoria que se estrelló contra la muñeca de
Zelgadiss, haciendo que la espada se le escapara de las manos.

Gourry aprovechó la oportunidad para realizar otro fuerte ataque


con su espada, pero el Monje Rojo lo bloqueó con su bastón una vez
más.

Habiendo perdido su espada, Zelgadiss parecía haber perdido a su


vez la cabeza corriendo hacia el Monje Rojo armado únicamente con su
fuerza.

En el instante en que sus cuerpos se encontraron, un foco de luz


ardiente hizo que Zelgadiss saliera despedido hacia atrás.

-¡Uf! – un pequeño gemido se filtró a través de sus rocosos labios.


Sin embargo, Zelgadiss sonrió mientras intentaba ponerse de nuevo en
pie. Su mano izquierda agarró un cuchillo que había escondido en algún
lugar. Había sangre en la hoja.

El Monje Rojo dirigió una mirada de odio hacia Zelgadiss. En ese


momento, Gourry golpeó fuertemente la barbilla de Rezo y se abalanzó
sobre el Monje caído sin dudarlo ni un instante. Los pies de Gourry
cayeron sobre las manos del Monje, dejándolo con las piernas
separadas y la Espada de Luz colgando y apuntándole. La Copia de Rezo
luchaba inútilmente para deshacerse de Gourry, pero la Espada de Luz
le hizo volver al sitio.

Parecía que la batalla se decidiría allí mismo, sin que mi


intervención llegara nunca.

-¡Mátalo! – ordenó Zelgadiss. Sin embargo, Gourry no se movió.

-Jura que cancelaras la recompensa del Busca y Captura y que


nunca vendrás tras nosotros de nuevo – exigió Gourry amenazante
sobre Rezo.

-¡No! ¡Gourry! – gritó Zelgadiss.

-No me gusta pelear de esta forma – Gourry continuó–, y no mato


a nadie si no tengo que hacerlo.

-Tienes que hacerlo – escupió Zel disgustado.

-140-
Hajime Kanzaka Slayers

-Yo soy – dijo sonriendo el Monje Rojo–, ¡mucho más fuerte de lo


que piensas!

Por un momento, me pareció escuchar un eco en su voz.

Gourry salió despedido con estas palabras. Fue volando unos


metros hacia atrás antes de aterrizar… no, de estrellarse. Rodó varias
veces tras el impacto dejando salpicaduras de sangre roja a su
alrededor.

“Que demon…”

La silueta roja se levantó lentamente.

-¡No! – exclamó Zelgadiss involuntariamente.

-Esto, es lo que Rezo el Monje Rojo me hizo – ofreció el clon.

Lantz gritó lo suficientemente fuerte como para sacudir el mismo


cielo. Sylphiel se quedó sin aliento.

Y entonces lo vi (lo que Rezo había hecho en la cara de su pobre


creación).

Sus párpados se abrieron.

¿Los párpados? No… no exactamente…

Las cuencas estaban llenas de pequeñas protuberancias blancas,


mientras que lo que parecían alargados látigos escarlata brotaban de la
profunda oscuridad rojiza en su interior. Con toda probabilidad, se
trataba de lo que había lanzado a Gourry por los aires. Necesitaba un
momento para digerir lo que estaba viendo.

No eran ojos lo que había abierto, en realidad. Dónde los ojos


debían estar, había dos bocas llenas de pequeños colmillos… y estaban
sonriendo.

“¿Qué demonios te ha hecho?”

La capucha que llevaba tapando parte de su rostro se elevó ahora,


dejando a la luz un enorme y azul ojo vertical que observaba en medio
de la frente de la criatura.

-Rezo el Monje Rojo y Vrumugun la bruja me hicieron esto – dijo


una sola boca.

-Ellos fusionaron mi cuerpo con el de un Mazoku – dijo otra.

-141-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-142-
Hajime Kanzaka Slayers

-Fue ese acto el que despertó mi orgullo, mi voluntad, mi odio. Es


ciertamente irónico ¿verdad? – Las tres bocas de aquella criatura
estaban conversando unas con otras.

-Me pregunto si este orgullo es mío – continuó la primera boca.

-Quizás sea el orgullo del Mazoku – respondió la segunda.

-Ni yo lo sé – dijo la tercera.

El ciego Monje Rojo, celoso de su propia sangre, fusiono el clon


con un Mazoku. En venganza… y probablemente también por diversión.

Y entonces comprendí como la criatura era capaz de realizar


hechizos de tal magnitud. Eran todas las técnicas que se encontraban
dentro de la inmensa capacidad mágica de un Mazoku.

Sylphiel dijo que el Flagoon había estado creciendo más


rápidamente desde que la criatura había llegado. Tiene mucho sentido
si lo pensáis. La autentica naturaleza de un Mazoku reside en un odio
extremo. No es de extrañar que el aura nacida de esa naturaleza
pudiera estimular tal crecimiento.

Pero, en ese caso…

Me puse a su lado. -Sylphiel – susurré–, vamos a vengarles… a tu


ciudad y a tu padre… te lo prometo.

***

-Bien, ya es hora de que la estrella tome el escenario – dije


avanzando lentamente.

-Lantz, cuida de Gourry – dije tomándole prestada la Espada


Sagrada mientras hablaba–. Sus heridas no son mortales, pero
necesitará atención.

La plateada espada tenía una serie de grietas a lo largo de la


hoja, una prueba directa de su sintonía con el herido Flagoon.

Eché un vistazo al Árbol Sagrado.

Aguanta Gourry. Esto terminará pronto.

-143-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

-¿Un exhibición de magia ésta vez? – se rió la criatura–. Poseo las


capacidades y aptitudes de un Mazoku en recompensa por este
repugnante aspecto. Seré justo con esta advertencia: perderás.

-No lo sabremos hasta que no lo intentemos ¿verdad? Vamos allá


Zelgadiss.

-De acuerdo – respondió Zel, arrojando a un lado su daga.

Ninguna daga sería suficiente contra una criatura hibrida mitad


Mazoku.

-¡Lina! – gritó Gourry llamándome–. ¿No vas a necesitar esto? –


preguntó ofreciéndome la Espada de Luz.

-Dásela a Zel – dije levantando la Espada Sagrada por encima de


mi–. Yo voy a usar esta.

-De acuerdo – Gourry sonrió y lanzó la Espada de Luz hacia


Zelgadiss.

-¿Estáis listos? – preguntó la criatura. Zel y yo asentimos con la


cabeza.

-¡₣! – las tres bocas de Rezo comenzaron a recitar diferentes


hechizos simultáneamente.

“La capacidad de un Mazoku y la habilidad hibrida de lanzar


hechizos…”

Saltamos. Plasma azul salió despedido por la superficie de la


tierra. Habríamos caído presa de él si no hubiéramos saltado. Terminé
mi hechizo en el momento en que tocamos el suelo.

-¡Impacto Oscuro! (Goz Vu Row)

Una sombra negra avanzó por el suelo hacia la criatura. Si le


alcanzara, sufriría graves daños desde el plano astral.

“Podemos ganar esto…”

-¡Es inútil! – exclamó la criatura mientras alzaba su bastón,


preparándose para clavarlo en la sombra y detenerla como había hecho
antes.

“No tan rápido, anormal…”

¡SNAP!

-144-
Hajime Kanzaka Slayers

Chasqueando los dedos creé una enorme ola con la sombra que
alteró su curso en consecuencia. La criatura supuso que el Impacto
Oscuro (Goz Vu Row) era un hechizo unidireccional, y lo era
normalmente. Pero era posible una pequeña modificación.

-¿Qué? – la criatura saltó hacia atrás mientras que la sombra le


persiguió tenazmente.

-¡. . . Ø!
Con la punta de su bastón trazó un arco sobre el suelo mientras
recitaba un hechizo.

¡Psssh! La sombra fue hábilmente eliminada al entrar en contacto


con el círculo.

Zelgadiss aprovechó la oportunidad y se abalanzó sobre uno de


los flancos de la criatura. Ésta se apartó sin inmutarse de la estocada de
la Espada de Luz.

Zel cargó contra la criatura de nuevo. Una nueva hoja de luz


surgió de la empuñadura entre sus manos. Intentó atacar con la espada
mientras el bastón de la criatura seguía aun recuperándose del primer
ataque.

Sin embargo, ¡la criatura bloqueó la espada mágica con su mano


desnuda para después mover su bastón contra Zel!

¡PLAM! Zelgadiss fue alcanzado de lleno y salió despedido con


fuerza.

Yo me puse detrás de él rodeándolo, con mi hechizo casi


completado. La criatura, dándose cuenta de ello, se apresuro a recitar
un contra hechizo… pero yo fui más rápida.

-¡Furia Eléctrica Dynast! (Dynast Brass)

Seguidamente, numerosos relámpagos cayeron sobre la criatura


formando un pentagrama. Tan pronto como se formaron, comenzaron a
estrecharse atacándole desde todos los flancos.

La criatura alzó su bastón mientras completaba su hechizo. Pero


entonces…

¡Crack! Su bastón se desintegró ruidosamente.

Probablemente, mi hechizo ofensivo y la energía defensiva de la


criatura unidos, hicieron simplemente que el bastón no pudiera soportar
tanto esfuerzo.

-145-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

¡El rayo cayó directamente sobre la criatura!

-¡Uaaaaaaah! – las tres bocas gritaron a la vez.

El símbolo del pentagrama voló en pedazos. Había contrarrestado


mi hechizo únicamente con la fuerza de su poder mental.

-No está mal – concedió la criatura, reconociendo mis habilidades.

Zel, ya recuperado, se lanzó en otro ataque que la criatura


esquivó, pero le obligó a retroceder más hacia el Flagoon. Allí, la
criatura comenzó a recitar un nuevo hechizo.

Ya que no tenía ni idea del conjuro que se nos venía encima, lo


mejor era apartarse de su camino. Pero como no sabía si sería un
hechizo terrestre o un ataque aéreo ¿Cómo podríamos esquivarlo?

“Maldición.”

Me quedé inmóvil en mi posición con un nudo en el estómago. Era


inútil tratar de predecir a la criatura sin entender qué le motivaba. Tenía
que confiar en mi instinto.

-¡Ю! – la criatura extendió sus brazos al terminar de recitar su


hechizo. Una luz cegadora salió despedida de su cuerpo. Ni si quiera
hubo tiempo de gritar. La luz blanca nos golpeó a Zel y a mí con toda su
fuerza.

Cuando se desvaneció, me caí al suelo de rodillas. Por lo que pude


ver, Zelgadiss estaba en las mismas condiciones. Levanté una mano
hacia Gourry y Lantz, ya que parecían preocupados. Sylphiel no
aparecía por ninguna parte. Al parecer se había ido durante la pelea.

“Bueno, ya es hora de asentar las cosas.”

-¿Estás bien Zel? – dije poniéndome en pie.

Alcé la Espada Sagrada. La criatura se encontraba entre el arma y


el Flagoon.

El hechizo con el que nos había alcanzado era algún tipo de Lanza
de Elmekia (Elmekia Lance) a gran escala. Inflige daños directamente
en la mente, debilitando temporalmente las facultades mentales de un
oponente.

Cuando digo a gran escala, me refiero a su alcance más que a su


fuerza. En lugar de la habitual lanza de luz, ésta versión disparó una
onda de luz enorme. Por supuesto, eso supone un sacrificio de poder.
Un golpe no era suficiente para paralizar el sistema nervioso hasta el

-146-
Hajime Kanzaka Slayers

punto del colapso, pero nuestras fuerzas se debilitaron


considerablemente. No importa lo mucho que me esmerara, detener
ahora un hechizo poderoso iba a ser complicado.

Zelgadiss estaba en las mismas. La hoja de la Espada de Luz, la


manifestación física de la energía del portador, había disminuido
considerablemente.

-Sea como sea, ¡vamos allá! – dije echando a correr.

Zelgadiss me siguió muy a su pesar.

Era consciente de que la criatura podría deshacerse fácilmente de


cualquier maniobra que fuéramos capaces de realizar en ese estado. Si
bien era posible que pudiéramos derribarlo con la Espada Sagrada y la
Espada de Luz, las habilidades cuerpo a cuerpo de la criatura eran
superiores a las de Zelgadiss y las mías propias.

Al alcanzar a la criatura ambos atacamos con nuestras espadas al


mismo tiempo. Él esquivó fácilmente nuestras embestidas y lanzó una
patada giratoria a Zelgadiss que eludió por los pelos. Seguidamente nos
reagrupamos en la base del tronco del Flagoon.

-¿Qué vamos a hacer? – preguntó Zel–. ¿O estamos luchando sin


un plan?

-A mi señal – le dije–, píllalo desprevenido con una Bola de Fuego


y échate a un lado.

-Entendido – Zelgadiss no dijo ni una palabra más.

-¡Vamos allá! – exclamé y eché a correr una vez más.

“Si no terminamos con esto aquí…”

-Es hora de acabar con esto – ladró la Copia de Rezo, extendiendo


sus manos hacia nosotros.

-¡Zel!

“A mi señal…”

Zelgadiss disparó varias bolas luminosas hacia la criatura, una


detrás de otra y a toda velocidad.

-¡Aaah! – El Monje Rojo movió su mano izquierda causando una


gran explosión en el aire. Había destruido las Bolas de Fuego
canalizando directamente la energía mágica. Flashes de luz y humo

-147-
Capitulo 4 Tan solo el viento sopla a través de la Ciudad de los muertos

obstaculizaban nuestro campo de visión, pero los ojos de la criatura


veían a través de ello.

-¡Flojo! – se burlaba la criatura.

Comenzó a reunir energía en su mano lanzándola posteriormente


hacía el lugar dónde había estado un instante antes. Me había
escabullido hasta su retaguardia.

Ya sea porque percibió mi movimiento o sintió mi presencia,


volvió su cabeza hacia atrás. Pero ya era demasiado tarde. Estaba justo
enfrente de su cara.

Habiendo hechizado la Espada Sagrada con un conjuro de viento


la lancé con todas mis fuerzas. Volando a toda velocidad como una
lanza, ¡fue a clavarse directamente en el pecho de la criatura!

-¡Aaaaagh! – gritó la Copia de Rezo. La hoja se hundió


profundamente en él hasta la empuñadura. La fuerza empaló su cuerpo
contra el Flagoon a sus espaldas.

Cuando las Bolas de Fuego estallaron, había utilizado mi hechizo


Alas de Rayo (Ray Wing) para volar sobre la criatura y aterrizar a sus
espaldas.

¡Se acabó!

-¡Aun no! – exclamó Zelgadiss.

-¿Crees que esto es suficiente para acabar conmigo? – bramó la


criatura agarrando la espada con la que había sido empalado.

Con la Espada Sagrada lejos de mis manos, no tenía nada


suficiente para afectar a su vitalidad demoniaca. Sin embargo…

-¡Sylphiel! – grité. Había estado esperando su turno para actuar


detrás del Flagoon.

¡Craaaaak!

El Árbol Sagrado vibró fuertemente. Su crujido junto con el


gemido de la criatura llenaban la tierra baldía en la que Sairaag se
había convertido.

Sylphiel había lanzado un hechizo sobre el Flagoon a mi orden.


Era un conjuro común, uno usado para aumentar la fuerza vital y
acelerar el proceso natural de curación del ser sobre el que se lanza el
hechizo.

-148-
Poco a poco, la corteza perdida del Flagoon, sus ramas y sus
hojas comenzaron a crecer de nuevo. Para ello se necesitaba una gran
cantidad de energía. Había una fuente de primera mano, una poderosa
fuente de miasma… la Copia de Rezo.

El Flagoon continuó recuperándose a un ritmo vertiginoso. Su


gruesa corteza se regeneró ante nuestros ojos, con tallos que brotaban
de un lado a otro. Las hojas crecían de las ramas en un abrir y cerrar de
ojos.

La criatura continuaba gimiendo sin parar. El miasma, la fuente de


vitalidad del Mazoku, estaba siendo drenada de su cuerpo. El árbol
estaba consumiendo la parte Mazoku de la criatura. Todo lo que quedó
era su humanidad. Pero, con su pecho atravesado…

La Copia de Rezo tosió y escupió sangre.

-¿Co… como? – gimió en voz baja–. ¿Cómo he podido…? ¿Cómo


he podido perder? ¿Por qué… no he podido… superar a mi Maestro?

-¿No te das cuenta? – Mi pregunta le hizo caer en un profundo


silencio durante un instante.

-Yo… nunca pude ver más allá de él. Por eso es por lo que…

-Si – susurré.

“Ssssshh”

El viento se hizo eco a través de las hojas del Flagoon.

La criatura tosió escupiendo más sangre.

-¿Qué epitafio quieres para tu lápida? – preguntó Zelgadiss.

-No es necesario – respondió la criatura sonriendo–. Éste árbol


debería ser mi tumba – dicho esto, abandonó nuestro mundo con un
suspiro.

…Y varias copas del árbol de un verde frondoso se balancearon


con el viento.
Epílogo

-Realmente hay un montón de guardias por aquí – dije


mordisqueando algo de cordero. Estábamos en una posada cerca de la
Ciudad de Saillune, la capital del Sagrado Reino de Saillune (qué fue lo
que la hizo sagrada no lo sé)

-Saillune es un lugar exuberante de gentío ¿no? – dije


retóricamente.

-Bueno, si todo va bien, estaremos allí mañana – respondió


Gourry. Tenía un muslo de pollo en cada mano.

-Muchas gracias por todo – intervino Sylphiel. Su tono de voz


sonaba fresco–. Siento mucho todo este problema.

-Querido Gourry, gracias por escoltarme todo este camino – dijo,


y volviéndose hacia mí, añadió:

-Y… señorita Lina. Gracias a ti también.

-Eh, tú también nos ayudaste ¿Recuerdas? – respondió Gourry


sonriendo. Bueno, eso es cierto.

Después de solucionar el incidente en Sairaag, Sylphiel, quien sin


lugar a dudas había sufrido el más duro golpe de todos nosotros, lo
llevaba muy bien. Por supuesto, había llorado un poco y había vomitado
un montón. Pero después, viajó con nosotros hacia la siguiente ciudad
para ayudarnos con las formalidades para borrar el Busca y Captura.

Habiendo perdido su hogar, decidió viajar hacia la Ciudad de


Saillune y quedarse con sus parientes que allí vivían. Como el camino
era peligroso, nos pidió que fuéramos sus guardianes en el viaje.

Sinceramente no quería aceptar esa petición. Yo albergaba una


profunda aversión al primer heredero de la corona de Saillune (no le
llaméis Príncipe, ni si quiera por descuido) desde que le conocí.

A cualquier otra persona le habría dicho que no, pero a Sylphiel…

Lantz se separó en el camino para viajar solo.

-No creo que vaya a tener una larga y prospera vida junto a
vosotros, chicos – dijo–, no os ofendáis.

“No te preocupes.”
Epilogo

Zelgadiss nos dijo que iniciaría una “búsqueda de los medios para
devolver su cuerpo a su estado humano.” Por lo que sé, podría haber
una forma en Saillune, pero cuando le invité a acompañarnos, Zel
rehusó. Pensó que sería una mala idea por alguna razón.

“Me pregunto cual podrá ser.”

Cuando volví a mis pensamientos, había una escena de la


aventura en Sairaag que invadió mi mente: El Flagoon, silencioso y
mecido por el viento en medio de aquel baldío. Y allí, en la base de su
tronco, el hombre sin nombre, aquel al que Rezo el Monje Rojo le había
dado tanto la vida como la carga de su existencia, dormía… bajo una
agrietada y vieja espada en lugar de una lápida.

-152-
Anexo

Hajime Kanzaka + “L”

Autor: Ho… hola. Aquí el autor.

ECHA UN VISTAZO SOBRE SU HOMBRO CON CAUTELA

L: Deja de retorcerte. No he traído al Esbirro S conmigo ésta vez.

A: ¿De verdad?

L: Si, de verdad.

A: Mmm… esto… bueno, finalmente te has dado cuenta de que esos


ataques fuera de lugar no sirven para nada ¿no? Vale, entonces no hay
de qué preocuparse.

EL ROSTRO DE L MUESTRA PEQUEÑOS TICS.

L: De… de cualquier modo, felicidades por publicar tu tercer trabajo.

A: Oh, eso es gracias a todos estos lectores. ¡Gracias gracias!

[ESO ES LO QUE VERDADERAMENTE PIENSA EL AUTOR. BROMAS


APARTE]

L: Ya veo, creo que si supieran cuan a menudo gritas “¡Oh no!”,


siempre que alguien señala una de tus meteduras de pata mientras
escribes, te lanzarían como a una patata caliente.

A: Eh… ejem.

L: Ah, hablando de meteduras de pata: has dicho que el Mata Dragones


(Drag Slave) es un conjuro que usa el máximo de la capacidad de un
hechicero, pero Lina los lanza uno tras otro en la Dragon Magazine.

A: Ah, eso. Usar toda la capacidad de una persona no es como usar


todo tu PM (Poder Mágico) de una vez, como en un videojuego. Es como
el límite de capacidad de un cubo de agua para vaciar toda una piscina.
Sin embargo, el Súper Conjuro (Giga Slave) si drena todo el PM.

L: Una explicación bastante sospechosa ¿no?

A: Eh. No pienses demasiado sobre eso.

L: Oh, vale. Siguiente pregunta.


Anexo

[Silencio…]

A: Oh, no…

L: ¡Agh! ¡Esto se está convirtiendo en la guía de un videojuego o algo


parecido!

A: Por favor, no lo pongas así…

L: ¿Qué pasa? En fin, es el momento del bizarro y popular Rincón del


Concurso de Lectores de L. La última vez fue la fecha (A/M/D) del
cumpleaños del autor. Ésta vez…

A: ¿Lo estás haciendo otra vez?

L: Eh… es popular…

A: Lo es. Pero siento la necesidad de una repentina autodestrucción


cuando veo la montaña de respuestas que salen de la nada. De modo
que, sintiéndolo mucho voy tener que dejar de responder solicitudes.

L: Oh, a propósito. La respuesta era 19640717. Creo que esto era más
complicado que la Esfinge o Da Vinci.

A: Soy más viejo que los vientos del caos ¿eh?

L: Bien, siguiente pregunta…

A: ¡Espera un momento! ¡Déjame ver esa hoja de preguntas!

EL AUTOR ARRANCA LA HOJA DE LAS MANOS DE L.

Pregunta de opción múltiple: ¿Quién es el personaje principal de


la serie Slayers?
1) Lina __verse 2) Hom __ni 3) Fus ___n
Las primeras cien personas que respondan correctamente
¡¿recibirán una respuesta escrita de la mano del autor?!

L: Esto… bueno, supongo que lo de la opción múltiple es un poco


inusual.

A: Eh… si.

L: Bueno está claro que dos de ellas son obviamente incorrectas.

A: ¡Aaaaah! ¿Qué haces poniendo una recompensa que me desquicia?

L: ¡Vamos! No es así en absoluto.

-154-
Hajime Kanzaka Slayers

A: Quizá no… ¡¿pero qué es eso de las primeras cien respuestas?!

L: Bueno, yo solo quería complacer a los lectores.

A: ¡Oh claro! Incluso aunque eso pueda MATARME, ¡¿no es así?! ¡Eh,
lectores! ¡NO RESPOINDAIS A ESA ÚLTIMA PREGUNTA! ¡¡¡POR FAVOR!!!

L: Que coñazo… bueno, ¿Qué te parece entonces un concurso de


fanart?

A: Bueno, eso está mejor, supongo.

L: BIEN, ¡Haremos el concurso de dibujo! Profesionales o principiantes,


jóvenes o mayores, aquellos completamente desarrollados trece
segundos después de nacer, los que tengan cuatrocientos años, o
personajes principales súper lindos ¡se pueden apuntar todos!

Todos aquellos dibujos encantados mágicamente SERÁN descalificados.

Puedes pintar en cualquier material pero las vidrieras serán


descalificadas. Además, no enviéis nada tan grande como para que el
Sr. Editor no pueda manipularlo.

A: Esto… ¿estará bien todo esto? Sin siquiera preguntarle a alguien…

L: ¿Cómo voy a saberlo? Sea como sea, el tema para los dibujos es
cualquier personaje que no haya sido dibujado en la Dragon Magazine o
en las novelas.

A: Eh. ¡Espera un maldito…! ¿Cómo van a pintarlos?

L: Eh, si fuera algo normal, sería aburrido. Podéis dibujar personajes


que hayan sido tan solo esbozados. No vamos a rechazar a nadie, no
importa lo buenos o malos que sean los resultados. Nosotros usaremos
nuestro juicio subjetivo y le daremos uno al Autor como regalo una vez
al mes. Si los colecciona o los usa como papel de váter es su problema…

A: Hmmm. Ya veo, estás desafiando a los lectores. ¿Realmente está


bien hacer esto?

L: Ya te lo he dicho, no tengo ni idea. Bueno, como decía, esto incluye


personajes como Zorom, durahans, Daymia y Rithahn, buenos retratos
de Rod y Rodimus, un Zolf no-momia y demás.

Tal vez el dragóll (troll-dragón) de la Ciudad de Atlas también. Cosas


como la cara de Seigram (con o sin máscara) y el Dios Dragón del Agua
(aunque sea sólo la huella) van contra las reglas. Por supuesto, si de
verdad queréis ganar, podéis dibujar a ¡vuestra queridísima vecina “L”!
(Ponerme guapa, por supuesto.)

-155-
Anexo

…por cierto, ¿no es hora de que yo intente escribir algo?

A: ¡Ni lo sueñes!

L: ¿Por qué no? ¡Si me dejaras podría terminar la serie en treinta


páginas!

A: ¡Aaaah! ¡Por eso mismo es por lo que no te dejo!

L: ¿Qué ha sido eso?

[LA SIGUIENTE ESCENA HA SIDO OMITIDA DEBIDO A UNA BARBARIE


QUE EXCEDE LOS LIMITES STANDARD MORALES DE LA SOCIEDAD.]

L: Hmm, parece que el autor se encuentra incapacitado para continuar


debido a un ataque de asma con los típicos síntomas de su enfermedad
crónica.

Pido disculpas en su nombre.

Bueno, supongo que esto es el final…

Muchas gracias a todos.

-156-
¡¿Están ofreciendo una recompensa por nuestras cabezas?!

Lina y Gourry se enteran de que son buscados después de ser atrapados en


un pueblo que visitaban por primera vez. Tras lograr escapar de la crítica
situación en la que se encontraban, se sorprenden al enterarse de que todo
aquello ha sido planeado por Rezo, "El Monje Rojo". ¡Sí, el mismo Rezo que
derrotaron tras una pelea a muerte! ¿Es una equivocación? ¿Es un impostor?
O acaso...

Lina y Gourry se dirigen a Sairaag (donde dicen que se encuentra Rezo) para
averiguar la verdad. Sin embargo, son el blanco de los "héroes de la justicia".

¿Quién es "Rezo" en realidad? ¿Cuál es su objetivo? ¡Aparece un nuevo


enemigo!

¡¡El tercer tomo de la cada vez más popular serie de humor y fantasía!!
Visítanos en:
http://lanove.blogspot.com/

-158-

También podría gustarte