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VIGILIA DE PENTECOSTES EN CONFINAMIENTO HOGAREÑO.

Observación: Se pueden colocar referentes o signos para colocar de fondo cuando la


imagen no es visible y sólo es audio…y también para comenzar la celebración. Cirio
pascual, signo del Espíritu Santo, una jarra con agua, pan…La Biblia, candelabros…
flores…

Canto de entrada:
Cuando rezamos, cuando cantamos,
cuando la fiesta es
un celebrar gozoso es el día
grande: Pentecostés.
Cuando llevamos en nuestras manos
un resplandor de luz
/ en nuestro pecho vive y palpita,
el que murió en la cruz. / (2)

CUANDO EL SEÑOR, ALIENTA EN NOSOTROS,


SIEMPRE ES PENTECOSTÉS.
CUANDO EL AMOR, NOS LANZA A LA VIDA,
SIEMPRE ES PENTECOSTÉS.

1. Monición de entrada, (general que explica que es pentecostés, leída por uno).
La imagen en los signos referentes y se escucha parte de la introducción con esa
imagen de fondo y luego aparece la imagen del que habla.

Monición General.

La palabra Pentecostés viene del griego y significa “el día quincuagésimo”, es


decir el 50. Y ese día se cumplen 50 días después de la Pascua, es decir, después
del Domingo de Resurrección. Así pues, en el domingo de Pentecostés se pone
término al tiempo pascual. Y todo se confirma con la venida del Espíritu Santo. Es
hasta entonces, que los Apóstoles acaban de comprender para qué fueron
convocados por Jesús; para qué fueron preparados durante esos tres años de
convivencia íntima con Él.
Debemos destacar la Fiesta de Pentecostés, viene a ser como el “aniversario” de la
Iglesia: El Espíritu Santo desciende sobre aquella comunidad naciente y temerosa,
infundiendo sobre ella sus siete dones, dándoles el valor necesario para anunciar la
Buena Nueva de Jesús; para preservarlos en la verdad, como Jesús lo había
prometido (Jn 14.15); para disponerlos a ser sus testigos; para ir, bautizar y enseñar
a todas las naciones. Resumiendo; El fondo histórico de tal celebración se basa en la
fiesta semanal judía llamada Shavuot, durante la cual se celebra el quincuagésimo o
los 50 días de la aparición de Dios en el monte Sinaí. Cuando Dios entrega los
mandamientos al Pueblo de Israel. Los primeros cristianos son judíos y estaban
reunidos en ese día del Pentecostés judío cuando el Espíritu Santo descendió sobre
ellos.
La Biblia, narra así el acontecimiento: “Cuando llegó la fiesta de Pentecostés,
todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar. De repente, un
gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa
donde ellos estaban. Se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron,
y sobre cada uno de ellos se asentó una. Y todos quedaron llenos del Espíritu
Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía que
hablaran”. Hechos 2, 1-4

2. El celebrante inicia(sacerdote)…
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…Amén...
La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión
del Espíritu Santo que hoy es comunicado a la Iglesia como en el día de
Pentecostés, esté con ustedes.

3. (un joven explica y convida)


En el Cenáculo, Jesús resucitado, enviado por el Padre, comunicó su mismo Espíritu
a los Apóstoles y con su fuerza los envió a renovar la faz de la tierra. Aquí nació la
Iglesia, y nació en salida. Desde aquí salió, con el Pan partido entre las manos, las
llagas de Jesús en los ojos, y el Espíritu de amor en el corazón.
El ser enviado, irse, no quiere decir olvidar. La Iglesia en salida guarda la memoria
de lo que sucedió aquí; el Espíritu Santo Paráclito le recuerda cada palabra, cada
gesto, y le revela su sentido.

El Cenáculo, nos recuerda el nacimiento de la nueva familia, la Iglesia, nuestra


Santa Madre Iglesia jerárquica, constituida así por Cristo resucitado. La iglesia que
es una familia que tiene una Madre, la Virgen María. Las familias cristianas,
nosotros, EJE Escoge y JAR en la Parroquia de la Sagrada Familia de los agustinos
recoletos somos esta gran familia, y como gran familia encontramos en ella luz y
fuerza para caminar y renovarnos, mediante las fatigas y las pruebas de la vida que,
en este tiempo de estar encerrados en casa, ha estado en nuestro corazón y en
nuestra mente como referente. Desde aquí, nosotros los jóvenes de los grupos
juveniles de la Sagrada Familia, invitamos a otros jóvenes a venir con nosotros a
hacer familia de Cristo, les recordamos que todos somos invitados y llamados a ser
los hijos de Dios, todos hermanos e hijos de un único Padre que está en los cielos.
Hoy nosotros somos parte la Iglesia en salida, que utiliza las redes sociales como
una manera de llegar a ustedes, animada por el soplo del Espíritu y recogida en
oración con la Madre de Jesús, queremos revivir la esperanza de una renovada
efusión del Espíritu Santo: Envía, Señor, tu Espíritu, y renueva la faz de la tierra.

Que nos sintamos todos en el “nuevo Cenáculo” de nuestra Iglesia parroquial de la


Sagrada Familia, para vivir esta, nuestra Vigilia de Pentecostés, para meditar en la
misericordia de Dios que nos ha dado en su Espíritu la luz de la vida y la fuerza para
caminar en la fe.
4. (joven toma el cirio o lo muestra encendido…se puede mostrar el cirio con el audio
de fondo o los dos en la imagen). Te presentamos, Señor, esta luz que encendida en
la noche de pascua y que en este tiempo de vacío, de silencio, de enfermedad en el
mundo y de preocupación por tantos hermanos nuestros que padecen a causa de la
pandemia del coronavirus, sigue encendida y ya nos deja ver la salida de este túnel,
que con la ayuda de todos…haremos que, “continúe ardiendo para disipar la
oscuridad que se haya quedado en nosotros como secuela de la noche pandémica y
nos recuerde a Jesucristo, tu Hijo, que resucitado de entre los muertos brilla sereno
para el género humano”, y nos ha prometido el Espíritu Santo como luz que llena
de vida al mundo. Amén.

5. (en este momento se escucha una canción de fondo y con la imagen en el cirio
encendido, luego se difumina para ir apareciendo en la imagen de todos los jóvenes
con sus velas encendidas en las manos, entendiendo que la han tomado del cirio…
ojalá que toda la familia eje y escoge y allegados puedan aparecer para motivar y
animar a todos… Cada uno dice algo, otros solo la muestran)
 Esta es la luz de Cristo; yo la haré brillar.
 Esta es la luz de Cristo; yo la haré brillar.
 Soy cristiano y esta luz, yo la haré brillar.
 Soy cristiano y esta luz, yo la haré brillar.
 Soy cristiano y esta luz, yo la haré brillar.
 Llevo mi luz por la ciudad, yo la haré brillar.
 Llevo mi luz por la ciudad, yo la haré brillar.
 Llevo mi luz por la ciudad, yo la haré brillar.
 Nunca la ocultaré, yo la haré brillar.
 Nunca la ocultaré, yo la haré brillar.
 Nunca la ocultaré, yo la haré brillar.
 Siempre la defenderé, yo la haré brillar.
 Siempre la defenderé, yo la haré brillar.
 Siempre la defenderé, yo la haré brillar.
 Toma hermano esta luz y hazla tú brillar.
 Toma hermano esta luz y hazla tú brillar.
 Toma hermano esta luz y hazla tú brillar.
 Esta es la luz de Cristo; yo la haré brillar.
 Brillará,
 (el último dirá) …y brillará, sin cesar.

6. ACTO PENITENCIAL (con una canción de fondo, puede ser el instrumental de


BAUTIZAME, SEÑOR, CON TU ESPÍRITU y la imagen en el referencial de
entrada o en la imagen del Espíritu Santo o en el cirio…o en aguas como símbolo de
purificación, de limpieza, de baño…se invita al perdón) En este momento les
pedimos a todos que recojamos nuestro espíritu para dejar que el agua del Señor nos
limpie, nos purifique, para que dejemos ante el Señor nuestras debilidades y
pecados… En el principio el Espíritu de Dios se cernía sobra las aguas y de ellas,
por la voz de Dios brotó la vida.

 (lo lee un joven) Hoy, al celebrar este momento con el Espíritu Santo, en la
espera de un renovado pentecostés, pidamos que el agua purificadora del
perdón nos renueve en la gracia del Señor, y nos recuerde que, por el
Bautismo fuimos purificados y santificados. SEÑOR TEN PIEDAD
 (lo lee un joven) Pidamos con humildad a nuestro Dios y Señor, que nos
perdone, que nos renueve a fin de permanecer fieles al Espíritu Santo que
hemos recibido. CRISTO TEN PIEDAD

 (lo lee un joven) Pidamos que esta pandemia que ha sometido al mundo
entero, que no ha respetado clase social ni culturas, que ha muerto mucha
gente sin darnos la oportunidad de despedir a los muertos y ni acompañar
como debemos a los enfermos, que salgamos de este sometimiento con la
mirada en la misericordia de Dios. SEÑOR TEN PIEDAD

7. (un joven hace el salmo 25, hace la siguiente monición y el salmo)

Pidamos perdón con el salmo 25 y digamos todos:


 
A TI SEÑOR LEVANTO MI ALMA Y DIRIJO MI ORACIÓN:
 
Dios mío en ti confío, no quede yo defraudado.
Que no triunfen de mí mis enemigos,
pues los que esperan en ti no quedan
defraudados, mientras que el fracaso
acompaña a los que son infieles.
 
Señor: enséñame y muéstrame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
guíame por tus senderos.
 
Haz que camine con lealtad, según la verdad.
enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando.
 
Recuerda Señor que tu ternura y tu misericordia
son eternas. No te acuerdes de los pecados ni
de las maldades de mi juventud. Acuérdate de
mí con misericordia, por tu bondad Señor.
 
El Señor es bueno y es justo, enseña el buen
camino a los pecadores y dirige a los humildes
hacia la santidad.
 
Los caminos del Señor son misericordia y lealtad
para los que cumplen sus pactos y sus
mandatos. Por el honor de tu nombre, Señor,
perdona mis culpas que son muchas.
 
¿Hay alguien que teme ofender al Señor?
Él le enseñará el buen camino que debe seguir.
Su alma vivirá feliz y sus descendientes
poseerán el país.
 
El Señor confía en sus fieles
y les da a conocer sus pactos y su alianza.
siempre dirijo mis ojos hacia el Señor
porque El me libra de todo peligro.
 
Mírame, oh Dios y ten piedad de mí, que estoy
solo y afligido. Ensancha mi corazón oprimido
y sácame de mis tribulaciones.
 
Mira mis trabajos y mis penas y perdona todos
mis pecados. Mira cuantos son los enemigos
de mi espíritu. Líbrame, sálvame la vida.
No quede yo defraudado de haber acudido a ti.
 
La rectitud y la santidad me acompañaran
porque espero en ti. Salva oh Dios a tu pueblo
y líbralo de todas sus angustias.

8. (lo lee un joven) Hagamos todos juntos el Gloria, la alabanza que todos los
cristianos hacemos para reconocer la grandeza de Dios Padre Hijo y Espíritu Santo.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo
único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

9. LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO (Un joven lee la monición de los dones del
espíritu)
Recordemos que como en el primer pentecostés el Espíritu Santo de Dios se derrama
sobre el mundo y renueva la tierra, viene a nosotros y habita en nuestro corazón. Es
nuestro divino Huésped, que en esta situación especial que estamos viviendo, rompe
nuestra soledad y si le abrimos la puerta de nuestra vida, el viene a cultivar nuestro
huerto interior, a embellecer nuestra existencia, a dar fuego y calor a nuestra alma,
para que las manifestaciones de nuestra vida cambien con el viento fresco del
espíritu que penetra hasta los tuétanos del alma. Dejemos que el Espíritu Santo
venga a llenar los cántaros y las tinajas y a hacernos sentir su ternura y su amistad.
Será para nosotros defensor y compañero, médico y maestro, consejero y animador.
Será para nosotros consuelo y alegría, fuerza y esperanza, fuente de los mejores
sueños. Abramos de par en par las puertas al Espíritu de Dios para que sea siempre
tu mejor compañero y amigo. Él es el único que puede llenar tu vida de luz, de
libertad y de paz.

10. DON DE SABIDURÍA (lo lee un joven)

Es el don de entender lo que favorece y lo que perjudica al proyecto de Dios. Él


fortalece nuestra caridad y nos prepara para una visión plena de Dios.
El mismo Jesús nos dijo: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o
qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el
que hablará en vosotros” (Mt 10, 19-20).
La verdadera sabiduría trae el gusto de Dios y su Palabra.

11. lo lee un joven) Dios de amor, regálanos la Sabiduría. Que con el amor que nuestros
mayores nos enseñan, a trabajar con paciente esperanza para que nuestra vida
forjada en la paciencia se convierta en construcción de paz y de alegría.

12. DON DE CONSEJO (lo lee un joven)


Es el don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar y
escuchar. Es la luz que el Espíritu nos da para distinguir lo correcto e incorrecto, lo
verdadero y falso. Sobre Jesús reposó el Espíritu Santo, y le dio en plenitud ese don,
como había profetizado Isaías: “No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de
oídas. Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de
la tierra” (Is 11, 3-4).

13. (lo lee un joven) Dios de amor, danos el don del consejo, así sabremos mostrar el
camino del bien a nuestros hermanos, podremos mostrar el camino de la fe a todos y
podremos aprender a dejarnos conducir por el camino del amor de Dios con el
consejo oportuno que forma en el creyente un camino de verdad y de esperanza.

14. DON DE CIENCIA (lo lee un joven)


Es el don de la ciencia de Dios y no la ciencia del mundo. Por este don el Espíritu
Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues
“nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11).

15. (lo lee un joven) Danos, Dios de amor, el don de la Ciencia, para que ilustrados en
los valores de la fe verdadera, sepamos guardar en el corazón tus enseñanzas que
superan todo saber y podamos mostrar a cuantos han caído en el error, la vía
luminosa de tu verdad.

16. DON DE FORTALEZA (lo lee un joven)


Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día a día
de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe. Recordemos el valor de los
mártires. Nos da perseverancia y firmeza en las decisiones.
Los que tienen ese don no se amedrentan frente a las amenazas y persecuciones,
pues confían incondicionalmente en el Padre.
El Apocalipsis dice: “No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a
algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación
de diez días. Mantente fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap
2,10).

17. (lo lee un joven) Dios de amor, la fuerza que de ti procede para ser capaces de dar
aliento y paz a los que sufren, de poner en el corazón herido por el dolor de la
violencia y del desamor, el bálsamo de la fortaleza que sana y consuela, que alienta
y restaura la vida.

18. DON DE ENTENDIMIENTO (lo lee un joven)


Es el don divino que nos ilumina para aceptar las verdades reveladas por Dios.
Mediante este don, el Espíritu Santo nos permite escrutar las profundidades de
Dios, comunicando a nuestro corazón una particular participación en el
conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la intimidad del mismo Dios.

19. (lo lee un joven) Danos, Dios de amor, que nuestra inteligencia, iluminada por el
esplendor de la verdad, construya la vida y transforme el mundo con tu amor para
que podamos enseñar con acierto, iluminar el entendimiento, abrir la ventana de tu
gozosa verdad al corazón que yace en sombras y dolor.

20. DON DE PIEDAD (lo lee un joven)


Es el don que el Espíritu Santo nos da para estar siempre abiertos a la voluntad de
Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría.
Si Dios vive su alianza con el hombre de manera tan envolvente, el hombre, a su
vez, se siente también invitado a ser piadoso con todos.
En la Primera Carta de San Pablo a los Corintios escribió: “En cuanto a los dones
espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis que cuando
erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os
hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es
Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo” (1Co
12, 1-3).
21. (lo lee un joven) Danos, Dios de amor, la piedad verdadera, el amor profundo y
humilde, la capacidad de glorificarte con nuestra vida, infunde en el alma de tu
Iglesia el anhelo de santidad y de gracia. Haz de la Iglesia una casa de Misericordia
en la que la oración por todos sea Encuentro con tu amor y dispensadora de paz y de
vida para todos.

22. DON DE TEMOR DE DIOS (lo lee un joven)


Este don nos mantiene en el debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su
voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar.
Por eso, Jesús siempre tuvo cuidado en hacer en todo, la voluntad del Padre, como
Isaías había profetizado: “Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de
sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor
de Yahveh” (Is 11,2).

23. (lo lee un joven) Danos, Dios de amor, la gracia de tu santo temor, el propósito de nunca
ofenderte, la voluntad de seguir tus mandamientos, el firme deseo de ser fieles a tu
voluntad para que, del mismo modo, podamos ofrecer el consuelo del perdón a quienes
nos han hecho sentir las espinas del dolor, de modo que seamos en todas partes signos de
esperanza y de reconciliación. Una vez dispuestas todas las luces, puede entonarse un
canto de alabanza.

24. ORACION COLECTA (el sacerdote).}

Dios de amor, que en este día grande, nos concedes acoger tu Espíritu de amor,
haz que la Iglesia extendida de uno a otro confín de la tierra, con las puertas de los
templos cerrados pero la Iglesia desde los hogares y desde las redes sociales
manifestando la fe y esperanza en medio del mundo dividido por odios y
discordias, amenazada por el nuevo orden mundial y los intereses de los poderosos,
nos ayude a mantenernos unidos y ser siempre instrumento de tu paz y vínculo de
amor para todos los pueblos, sin aparcar tus exigencias de la instauración del reino
de Dios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo, que vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo, Amén.

25. INTRODUCCIÓN A LA LITURGIA DE LA PALABRA (Lo lee un joven)


Vamos a acoger y escuchar la Palabra que el Espíritu Divino grabo en el alma de los
profetas, del salmista y del apóstol Pablo y pidamos que abra nuestro corazón a este
don maravilloso de tener la capacidad de comprender con el alma, corazón y mente,
lo que Dios nos quiere revelar con su PALABRA en este tiempo especial de
cuarentena y confinamiento, donde él ha querido enseñarnos y alimentarnos para ir
transformando al mundo y especialmente darnos a todos el amor verdadero que
transforme con eficacia nuestras vidas.

26. Canto alusivo a la Palabra de Dios, y se alterna la imagen del referente altar con el
cirio y la Biblia…
27. (la lee un joven) Monición a la primera lectura
El Espíritu Divino viene para permitir un lenguaje fácil, como el del amor, en el que
podamos expresarnos, con la libertad de los hijos de Dios. Es el lenguaje del amor,
porque es el idioma de Dios, del Dios de la vida. Él nos ofrece en la palabra que
vamos a escuchar, una invitación a buscar la unidad, el amor auténtico y verdadero
que supera toda división y nos une en la verdad y en la esperanza.

28. (la lee un joven) Lectura del libro del Génesis 11,1-9
Toda la tierra hablaba la misma lengua con las mismas palabras. Al emigrar (el
hombre) de oriente, encontraron una llanura en el país de Sanaar y se establecieron
allí. Y se dijeron unos a otros: «Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos.»
Emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de cemento. Y dijeron:
«Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance al cielo, para hacernos
famosos, y para no dispersarnos por la superficie de la tierra.» El Señor bajó a ver la
ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres; y se dijo: «Son un solo
pueblo con una sola lengua. Si esto no es más que el comienzo de su actividad, nada
de lo que decidan hacer les resultará imposible. Voy a bajar y a confundir su lengua,
de modo que uno no entienda la lengua del prójimo.»

El Señor los dispersó por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad.


Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y
desde allí los dispersó por la superficie de la tierra.
Palabra de Dios.

29. (reflexión del sacerdote)

30. (lo lee un joven) SALMO RESPONSORIAL.

ALABADO SEA EL NOMBRE DE DIOS

¡Alaben, siervos del Señor,


alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,


su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono y se abaja
para mirar al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,


alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.

31. (la lee un joven) Monición a la segunda lectura


La Segunda lectura nos pide que dejemos que la acción de Dios renueve la creación
y pidamos que el Espíritu Divino transforme nuestras vidas y llene con su poder el
vació que reina en tantos corazones.

32. Lectura del Profeta Ezequiel 37, 1-14 (la lee un joven)
En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí, y con su Espíritu el Señor me
sacó y me colocó en medio de un valle todo lleno de huesos. Me hizo dar vueltas y
vueltas en torno a ellos: eran innumerables sobre la superficie del valle y estaban
completamente secos. Me preguntó: —Hombre mortal, ¿podrán revivir estos
huesos? Yo respondí:
—Señor, tú lo sabes. Él me dijo: —Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y
diles: ¡Huesos secos, escuchen la Palabra del Señor! Así dice el Señor a estos
huesos: «Yo mismo traeré sobre ustedes espíritu y vivirán. Pondré sobre ustedes
tendones, haré crecer sobre ustedes carne, extenderé sobre ustedes piel, les infundiré
espíritu y vivirán. Y sabrán que yo soy el Señor.»

Y profeticé como me había ordenado, y a la voz de mi oráculo, hubo un estrépito, y


los huesos se juntaron hueso con hueso. Me fijé en ellos: tenían encima tendones, la
carne había crecido y la piel los recubría; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo:
—Conjura al espíritu, conjura, hombre mortal, y di al espíritu: Así dice el Señor:
«De los cuatro vientos ven, espíritu, y sopla sobre estos muertos para que vivan.»
Yo profeticé como me había ordenado; vino sobre ellos el espíritu y revivieron y se
pusieron en pie. Era una multitud innumerable. Y me dijo: —Hombre mortal, estos
huesos son la entera casa de Israel, que dice: «Nuestros huesos están secos, nuestra
esperanza ha perecido, estamos destrozados.» Por eso profetiza y diles: Así dice el
Señor: «Yo mismo abriré sus sepulcros, y los haré salir de sus sepulcros, pueblo
mío, y los traeré a la tierra de Israel. Y cuando abra sus sepulcros y los saque de sus
sepulcros, pueblo mío, sabrán que soy el Señor. Los infundiré mi espíritu y vivirán;
los colocaré en su tierra y sabrán que yo, el Señor, lo digo y lo hago.» Oráculo del
Señor.
Palabra de Dios.

33. (reflexión del sacerdote)

34. Se canta un cántico de aleluya….

35. (lo lee un joven) Aleluya


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de
tu amor. Aleluya.
36. Monición al evangelio (la lee un joven)
Jesús en el evangelio de San Juan nos va a mostrar que su Espíritu con el del Padre
están en el Espíritu Santo que culmina el cumplimiento del plan de Dios.

37. (lo lee el sacerdote) Lectura del santo Evangelio según San Juan 7, 37-39
El último día, el más solemne de las fiestas, Jesús en pie gritaba: —El que tenga
sed, que venga a mí; el que cree en mí que beba. (Como dice la Escritura: de sus
entrañas manarán torrentes de agua viva.)
Decía esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él.
Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.
Palabra del Señor

38. (Reflexión del sacerdote)

39. El Celebrante Hagamos ahora nuestra profesión de fe:


Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
 
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
 
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.

40. (lo lee el Sacerdote) ORACIÓN DE LOS FIELES


Reunidos para celebrar la plenitud de la revelación del amor de Dios, en este día
gozoso de Pentecostés presentamos nuestras necesidades diciendo todos: Oh, Señor,
escucha y ten piedad.

41. Por la Iglesia, para que unida al Papa Francisco en la caridad, sea constructora de
paz en medio del mundo, Roguemos al Señor. (la lee un joven)
42. Por nuestros pastores, para que, imitando la mansedumbre y la bondad del Pastor de
los pastores, hagan crecer en la esperanza a cuantos les han sido encomendados,
Roguemos al Señor. (la lee un joven)

43. Por los sacerdotes y diáconos, para que, enriquecidos con la Prudencia, sigan
sirviendo al Pueblo de Dios que se les ha confiado, en especial en estos tiempos de
pandemia. Roguemos al Señor. (la lee un joven)

44. Por los que gobiernan las naciones para que, movidos por la paciencia, sean
servidores de la unidad y de la reconciliación, en medio de un momento en que
necesitamos honestidad y concertación nacional. Roguemos al Señor. (la lee un
joven)

45. Por los hogares, para que, valorando la modestia, la castidad, trabajen unidos en el
gozo de la fe y alienten a todos a soportar estos momentos difíciles y a vivir en el
amor de Dios en todo momento y lugar, Roguemos al Señor. (la lee un joven)

46. Por nuestra comunidad Parroquial, para que, al estar tantos tiempos separados
físicamente, pero unidos en la fe y en la oración y en la esperanza, sea enriquecida
especialmente con los dones del Espíritu y demos frutos de gracia y podamos ser
mensajeros de esperanza y de vida, Roguemos al Señor. (la lee un joven)

47. (el sacerdote) Acoge, Señor, nuestras súplicas confiada y concédenos la alegría de
servirte con limpio corazón, por Cristo, nuestro Señor. R. Amén.

48. Padre Nuestro (el sacerdote)


El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos
ha dado; movidos por ese mismo Espíritu digamos con fe y esperanza la oración que Jesús
enseñó a los apóstoles y en la historia y de diversas maneras hemos aprendido todos y ha
llegado a nosotros…digamos…

Padre nuestro, que estás en el Cielo,


santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. AMEN.

49. (el sacerdote) Oremos.


Señor y Dios, que nos has reunido hoy en esta celebración diferente, pero unidos en
un mismo sentimiento de fe, una sola alma y un solo corazón en Dios… Danos la
fuerza para seguir unidos y que juntos perseveremos con los grupos de nuestra
Parroquia de la Sagrada Familia en esta diócesis de David y comunidad Chiricana
en nuestro país, Panamá, Corazón del universo, Por Jesucristo Nuestro Señor…
Amén
El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Bendición solemne… Inclinen la cabeza un poco para recibir la bendición


solemne…

Dios, Padre de las luces, que en este día se dignó iluminar la mente de los discípulos
con el don del Espíritu Paráclito, los alegre con sus bendiciones, y los enriquezca
con los dones de su mismo Espíritu.
Amén

El mismo fuego que descendió sobre los Apóstoles, con su fuerza poderosa
purifique sus corazones de todo pecado y los ilumine con su claridad.
Amén

Y que quien congregó las más diversas lenguas en la confesión de una sola fe, les
conceda perseverar en esta misma fe, y, por ella, los haga pasar de la esperanza a la
gloria.

Amén

…Y la bendición de Dios todo poderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, desciendan


sobre ustedes y permanezca siempre…Amén.

Podemos seguir en Paz, Aleluya, aleluya…


Demos gracias a Dios, Aleluya, Aleluya…

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