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Posibilidades y límites
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Fernando GIL CANTERO
No cabe duda que “(c)ualquier intento Vamos a pasar ahora a dar cuenta de
de aumentar sus capacidades educativas en algunas de las causas de esa desprofesio-
la cárcel y después de que hayan sido pues- nalización educativa en el ámbito peni-
tos en libertad tendrá un impacto en su tenciario.
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dad de las actividades dentro de las pri- con especialización en malos tratos, viola-
siones las ponen en macha las ONGs que, ciones, toxicomanías, pederastia, violen-
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Los educadores de las ONGs que, por sujetos se sientan agentes de sí mismos,
propia iniciativa, se encargan de asistir a condición indispensable para el trabajo
los internos las primeras semanas de rehabilitador.
libertad o en los permisos de salida, rela-
tan como uno de los efectos más devasta- Para completar adecuadamente este
dores, el estado de pusilanimidad y apartado debemos tratar, aunque sea bre-
dependencia que provocan las prisiones. vemente, el otro lado de la desprofesiona-
La falta de asunción de responsabilidades lización educativa de las prisiones. Me
por parte de los presos, continuada, siste- refiero a las dificultades conceptuales —
mática y durante años termina por provo- teóricas y prácticas— que los mismos pro-
car sujetos inmaduros, con nulas iniciati- fesionales de la educación u otros con acu-
vas, apáticos, a los que, desde esas aso- sados intereses pedagógicos ponen a las
ciaciones, les tienen que enseñar a valer- posibilidades educativas en entornos de
se por sí mismos. reclusión (Bautista, 2002; Ríos y Cabrera,
2002a; Ayuso, 2003; Gil Villa, 2004;
Desde la perspectiva criminológica tal Baratta, 2004; Ríos, 2005; Sánchez
vez quepa considerar así el cumplimiento Concheiro, 2006). Hay que reconocer que
de la condena, pues “(...) la necesidad de todavía la tarea educativa es vista, por
rechazar un tratamiento impuesto contra muchos, con una áurea de romanticismo
la voluntad del afectado se basa en que no místico, roussoniano, o en clave más
cabe imponer una agravación de la conde- moderna, foucaltaniana, por la que tien-
na que se le haya impuesto a un delin- den a aproximarse con entusiasmo al
cuente por exigencias de la resocializa- mundo de las prisiones pero desde posi-
ción” (Rueda Martín, 2007, 73). Pero, ciones tan críticas, de “deconstruccionis-
desde la perspectiva pedagógica, si lo que mo penitenciario”, que terminan por favo-
buscamos es la reeducación entonces hay recer, por cierto, no la supresión de las
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anuncia más de lo que es (cfr. Redondo, humanizadores donde los sujetos se sien-
2008, 84-85), sin embargo, apunta una tan reconocidos en su identidad y aspira-
dirección interesante. En efecto, quienes ciones. No se trata sólo de lograr ”un
están en contacto continuo con las expe- mejor estado de salud psicológica”
riencias personales de vida de los delin- (Carcedo et al., 2007, 76; Perlman y
cuentes, saben que la reeducación pasa Russel, 2004, 585 y ss.; cfr. Tong y
por retomar, positivamente, la propia Farrington, 2008). Buscamos, desde la
vida. educación, una comprensión ética de las
situaciones personales penitenciarias. “Se
“El inadaptado vive un ‘presentis- trata de gobernar a los presos a través de
mo galopante’. El pasado es una mera su subjetividad (…)” (Kaminski, 2007,
suma de frustraciones, y el futuro (…) 38). Por eso, “(l)a herramienta privilegia-
un negro paredón. Las expectativas da al servicio de la reinserción social (...)
requieren despertar la capacidad de no es otra que el encuentro personal”
soñar y de retomar la conducción de la (Segovia, 2003, 2), con la figura real, cer-
propia vida. Es preciso descubrir el cana y ejemplificante de los educadores
sentido de la propia existencia, como (cfr. Garrido y Alba, 2005, 191 y ss.;
condición para soportar frustraciones Redondo, 2008, 67-71; Barlow, 2005, 9;
y luchar contra la adversidad” (Vitoria Valverde, 2002).
et al., 2003, 61).
La obligación de la prisión es conver-
Por eso, la propuesta de Ward es inte- tirse en una institución que trasmita una
resante. profunda mediación valorativa sobre los
modos adecuados de conducirse en la
“Desde una perspectiva educativa, vida. Se trata de revalorizar la acción del
el Good Lives Models nos reclama que interno. No reduciéndole a ser un mero
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estamos sólo para enseñar a los delin- que pesa y pasa el tiempo. Hay que
cuentes a leer, manejar dinero, ser tomarse en serio sus posibilidades de
mejores padres o conseguir un trabajo. cambio y para ello hay que creer en el
Estamos para ayudarles a alcanzar sentido educativo y moral de la acción.
unas vidas más plenas, responsables y Junto a todos los programas necesarios,
satisfactorias como buenos ciudada- técnicamente estructurados, de aprendi-
nos, padres, compañeros y trabajado- zajes de conocimientos, habilidades, acti-
res” (Barlow, 2005, 6). tudes, valoración de riesgos sociales y
personales, etc., hay que sostener sin
El enfoque pedagógico tiene diferen- complejos la pregunta radical de la reedu-
tes niveles de actuación. Uno de ellos es cación del delincuente: “¿Cómo puedo yo
favorecer, precisamente, climas más vivir mi vida de un modo diferente?”
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Dirección para la correspondencia: Fernando Gil Cantero. que, entre el personal especializado, se cuente con la
Departamento de Teoría e Historia de la Educación. presencia de pedagogos: “En la medida de lo posible el
Facultad de Educación. Centro de Formación del personal debe estar integrado de un número de espe-
Profesorado. C/ Rector Royo Villanova s/n. Ciudad cialistas suficiente, tales como psiquiatras, psicólogos,
Universitaria. 28040 Madrid. Correo electrónico: gcan- trabajadores sociales, pedagogos, instructores técni-
tero@edu.ucm.es cos, profesores o monitores de educación física y
deportiva” (Disponible en internet:
Fecha de recepción de la versión definitiva de este artículo: http://www.coe.int/t/cm/adoptedTexts_en.asp
19.V.2009 (Consultado el 26.II.2009).
derechos humanos de los presos no pueden justificarse sexuales, han visionado una película comercial sobre
en base a la escasez de recursos. 5. La vida en prisión violadores y violaciones. Es muy interesante observar
debe aproximarse lo más posible a los aspectos positi- las reacciones de los diferentes sectores sociales. En
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vos de la vida en comunidad. 6. La prisión debe facilitar cualquier caso, para nuestros argumentos no nos ha de
la reintegración en la sociedad libre de las personas extrañar que pase esto si, como hemos apuntado, se
que hayan estado privadas de libertad. 7. Debe promo- vacía de perspectiva educativa la selección de activida-
verse la cooperación con los servicios sociales del des. Si el criterio es únicamente la ocupación en activi-
exterior y la implicación de la sociedad civil. 8. En la dades de entretenimiento esta es la consecuencia lógi-
selección y formación del personal de prisiones se ca. Es interesante que la Secretaria General de
debe tener en cuenta la necesidad de mantener altos Instituciones Penitenciarias declare a diversos medios
niveles de calidad en el cuidado de los internos. 9. que estas actividades “están fuera de lugar y que no se
Todas las prisiones deben ser objeto de inspecciones corresponden en absoluto con lo que se tiene que
gubernamentales regulares y de supervisión por parte hacer en los centros penitenciarios”. Exacto, esa es la
de instancias independientes (Disponible en internet: pregunta: ¿Qué es lo que sí corresponde que los inter-
http://www.coe.int/t/cm/adoptedTexts_en.asp nos hagan en prisión?
(Consultado el 26.II.2009).
[6] Es cierto que quienes pretenden establecer cierta pers-
[3] Resulta llamativa esta ausencia cuando las Reglas pectiva educativa, matizan constantemente que los tér-
Penitenciarias Europeas proponen en su artículo 89.1 minos “terapias”, “rehabilitaciones”, “tratamientos”,
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etc., no han de considerarse redes conceptuales aleja- BARLOW, S. (2007) The Good Lives Model. Paper presentado
das de intenciones educativas sino simples traspasos en European Prison Education Association Conference,
terminológicos de campos afines y, sobre todo, de la Learning for Liberation, Dublin, June 2007. Disponible
bibliografía internacional (cfr. Garrido Genovés, 2005, en internet: http://epea.org/images/11conf/ws/the_-
21; Redondo, 2008, 25). El propósito es loable pero good_life.pdf (Consultado el 26.II. 2009).
ciertamente infructuoso. Las palabras crean mundos.
La referencia a rehabilitaciones psicosociales, terapias BAUTISTA, A. (coord.) (2002) La mirada encerrada (Madrid,
comportamentales, etc., son habituales para entender Ediciones la Torre).
la intervención psiquiátrica, médica y psicoterapéutica.
Cuando se busca la acción educativa no hace falta usar- BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES. (2007)
los, salvo que la concepción de la delincuencia y el Recomendación 121/2007, de 13 de noviembre, del
preso sea otra. Defensor del Pueblo, IX Legislatura, Serie A, Núm. 14.
[7] El cambio de mentalidad, desde la perspectiva crimino- CARCEDO, R. J.; LÓPEZ SÁNCHEZ, F.; ORGAZ, Mª B. y
lógica y penitenciaria, se observa también en ciertos FERNÁNDEZ ROUCO, N. (2007) Incidencia de la vida en
debates sociales en torno a la puesta en libertad de prisión sobre las necesidades sociales, emocionales y
sujetos que, con informes del equipo de tratamiento sexuales de los presos, su salud psicológica y reinser-
contrarios a su excarcelación, e incluso con declara- ción, en CARCEDO, R. J. y REVIRIEGO, F. (eds.) (2007)
ciones de los mismos presos manifestando no estar Reinserción, derechos y tratamiento en los centros
“rehabilitados”, el sistema jurídico se ve impotente para penitenciarios, (Salamanca, Amarú), pp. 55-78.
tomar medidas que, sin ampliar, la encarcelación, obli-
guen al sujeto a participar en actividades de tratamien- CEREZO, A. I. y GARCÍA ESPAÑA, E. (coords.) (2007) La pri-
to. Puede verse un análisis muy ponderado de esta sión en España. Una perspectiva criminológica
cuestión en la Recomendación 121/2007, de 13 de (Granada, Comares).
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Summary:
The pedagogical action in jails.
Possibilities and limits
The article proposes pedagogical
recover in prisons. The educational per-
spective is being lost. The author discuss-
es some causes. On the one hand, the
treatment is considered a set of activities
to entertain the prisoners. For another,
the treatment is considered a highly spe-
cialized set of therapies for certain crimes
with a high social impact. This approach
is reflected in the European Prison Rules.
These rules do not mention the terms of
re-education, rehabilitation or resocial-
ization. The activity of prisons are carried
out, especially volunteers. There is no a
professional educational diagnosis. This
article also analyzes the theoretical diffi-
culties to be able to think the educative
possibilities about closed environments.
Our proposal is that reeducation suppos-
es to promote the principle of activity in
the prisoner and to understand the sen-
tence like a time of activity very con-
trolled. As examples of this line are men-
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