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El lucro de vender

pruebas rápidas a
costos excesivos y sin
autorización
Por Mayté Ciriaco 23 MAYO, 2020
Con un sistema sanitario colapsado, muchas clínicas y laboratorios privados
están ofreciendo pruebas de COVID-19 en el Perú. Sin embargo, esto solo ha
generado un servicio abusivo e inseguro en el que los precios por cada prueba
son exageradamente altos. Sin supervisión del Estado, los usuarios no tienen
otra opción que comprar en estos establecimientos y exponerse a exámenes que,
en algunos casos, no cuentan con protocolos de seguridad.
LABORATORIOS AUTORIZADOS PARA REALIZAR
PRUEBAS DE DESCARTE
Al menos siete laboratorios a nivel nacional están autorizados para realizar pruebas
rápidas y moleculares. Estos establecimientos privados cobran hasta 23 veces más
del precio original de venta de cada prueba.

LABORATORIO SEDE TIPO DE PRUEBA COSTO

Unilabs Miraflores Molecular S/400*

Suiza Lab Varias sedes en Lima y Chiclayo Rápida S/220*

Roe Laboratorio Clínico Varias sedes en Lima y Arequipa Molecular S/700*

Medical Asistant Norte y Sur Rápida S/207

Gestión, trabajo y salud San Miguel Rápida S/158,5

SYNLAB** Jesús María Rápida S/230*

Laboratorios Integrados** Lince Rápida S/190*

* El precio está sujeto a variación según la demanda. / ** Inicia operaciones a fines de mayo.
Fuente: Ministerio de Salud
Tras varios minutos de espera, Irma pudo comunicarse finalmente con una
operadora de Suiza Lab:

— Nosotros solo hacemos pruebas rápidas. Las hacemos a domicilio. El costo es


de 220 soles por persona más 70 soles por ir a la casa, le dijo el encargado que la
atendió.

— ¿Cuándo vendrían?

— En tres días. En realidad, tenemos cupos para dentro de cinco días, pero en
vista de que toda la familia tiene síntomas, le doy la opción de atenderlos en tres
días.

— ¿En cuánto tiempo tendré los resultados?

— En 24 horas, le aseguraron.

Aquella respuesta y la tos incontrolable de su hijo menor que se oía hasta su


habitación, le bastaron para aceptar el servicio. Tenía la esperanza de que tal
vez, antes de que pasaran esos tres días y tuviera que gastar mil soles, alguien
del MINSA llegaría a atenderlos, pero no fue así.

Tal como dijeron por teléfono, al tercer día un técnico de Suiza Lab llegó a su
casa para realizar los exámenes. Para entonces Irma se sentía tan mal que,
mientras le sacaban sangre de un dedo, no pensó cuán fiables eran las pruebas
rápidas de Suiza Lab, quién analizaría sus resultados, dónde tendría que
atenderse en caso saliera positivo, entre muchas otras dudas. Pero un día
después, cuando le llegaron los resultados por correo, todas estas preguntas
cayeron sobre su cabeza como una tormenta: su esposo, su hijo menor y ella
tenían la COVID-19.

Llamó al laboratorio para saber qué debían hacer. Pero ahí solo le dijeron que se
acercara a un centro de salud o a una clínica privada. “El trabajo del laboratorio
solo es brindar los resultados. El análisis de ellos y el tratamiento a seguir lo
debe dar un especialista”, narra la señora Irma por teléfono desde su casa en
Barranco.

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