Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Además de los impulsos agresivos, otro producto derivado del conflicto es la ansiedad.
La ansiedad es un estado interno de tensión que surge cuando alguien percibe un peligro
inminente. Aparece cuando un sujeto cree que sus impulsos y necesidades van a ser
frustradas. Debido a que la gente en conflicto anticipa la interferencia de los otros, es
probable que la ansiedad aparezca hasta que se crea que todas las partes están
interesadas en alcanzar acuerdos que satisfagan las necesidades de todos. Si no existe tal
creencia, o si se considera que el otro no acepta sus necesidades como legítimas, la
ansiedad irá creciendo a lo largo del conflicto.
La ansiedad también puede surgir de los juicios que la gente hace sobre sí misma. La
gente tiene fuertes tendencias comportamentales basadas en necesidades e impulsos
internos, pero, además, el superyo ofrece la capacidad de juzgar dichos
comportamientos. La ansiedad resulta cuando la gente se siente incómoda con sus
comportamientos y considera que no actuaría normalmente de ese modo. Incluso
desaprobando su comportamiento, la gente puede continuar realizándolo porque
considera que hay algún motivo o razón importante que lo legitima. Pueden, por
ejemplo, estar salvando la cara, o pueden considerar que ciertos métodos cuestionables
se justifican por lo valioso del objetivo a alcanzar. La ansiedad que la gente experimenta
al realizar estos comportamientos que se desaprueban pueden, paradójicamente, impedir
que se dejen de realizar: la ansiedad puede nublar el pensamiento e impedir entender la
ambivalencia.