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Departamento

Lenguaje y Comunicación
Prof. José Castillo Pizarro

Guía de Aprendizaje
Comprensión Lectora
PSU IV° Medios A-B-C
Nombre: Macarena Flores Fecha: Lunes 04 al Curso: IV°A
viernes 09 de mayo

Puntaje: 8 puntos Contenido a Evaluar: Comprensión lectora.


Objetivo Aprendizaje: Comprender textos Habilidades a Desarrollar: Inferir, analizar,
literarios. describir, sintetizar.

Instrucciones:
Lee el siguiente texto y responde las preguntas que se plantean a
continuación.

TEXTO 1

Aquella tarde, cuando tintinearon las campanillas de los teletipos y fue


repartida la noticia como un milagro, los hombres de todas las latitudes se
confundieron en un solo grito de triunfo. Tal como había sido predicho doscientos
años antes, finalmente el hombre había conquistado la inmortalidad en 2168.
Todos los altavoces del mundo, todos los transmisores de imágenes, todos
los boletines destacaron esta gran revolución biológica. También yo me alegré,
naturalmente, en un primer instante.
¡Cuánto habíamos esperado este día!
Una sola inyección, de cien centímetros cúbicos, era todo lo que hacía falta
para no morir jamás. Una sola inyección, aplicada cada cien años, garantizaba
que ningún cuerpo humano se descompondría nunca. Desde ese día, solo un
accidente podría acabar con una vida humana. Adiós a la enfermedad, a la
senectud, a la muerte por desfallecimiento orgánico.
Una sola inyección, cada cien años.
Hasta que vino la segunda noticia, complementaria de la primera. La
inyección solo surtiría efecto entre los menores de veinte años. Ningún ser
humano que hubiera traspasado la edad del crecimiento podría detener su
descomposición interna a tiempo. Solo los jóvenes serían inmortales. El gobierno
federal se aprestaba ya a organizar el envío, reparto y aplicación de la dosis a
todos los niños y adolescentes de la tierra. Los compartimentos de medicina de los
cohetes llevarían las ampolletas a las más lejanas colonias terrestres del espacio.
Todos serían inmortales.
Menos nosotros, los mayores, los formados, en cuyo organismo la semilla
de la muerte estaba ya definitivamente implantada.
Todos los muchachos sobrevivirían para siempre. Serían inmortales, y de
hecho animales de otra especie. Ya no seres humanos; su psicología, su visión,
su perspectiva, eran radicalmente diferentes a las nuestras. Todos serían
inmortales. Dueños del universo para siempre. Libres. Fecundos. Dioses.
Nosotros, no. Nosotros, los hombres y mujeres de más de 20 años, éramos
la última generación mortal. Éramos la despedida, el adiós, el pañuelo de huesos y
sangre que ondeaba, por última vez, sobre la faz de la tierra.
Nosotros, no. Marginados de pronto, como los últimos abuelos de pronto nos
habíamos convertido en habitantes de un asilo para ancianos, confusos conejos
asustados entre una raza de titanes. Estos jóvenes, súbitamente, comenzaban a
ser nuestros verdugos sin proponérselo. Ya no éramos sus padres. Desde ese día
éramos otra cosa; una cosa repulsiva y enferma, ilógica y monstruosa. Éramos los
que morirían. Aquellos que esperaban la muerte. Ellos derramarían lágrimas,
ocultando su desprecio, mezclándolo con su alegría. Con esa alegría ingenua con
la cual expresaban su certeza de que ahora, ahora sí, todo tendría que ir bien.
Nosotros solo esperábamos. Los veríamos crecer, hacerse hermosos,
continuar jóvenes y prepararse para la segunda inyección, una ceremonia -que
nosotros ya no veríamos- cuyo carácter religioso se haría evidente. Ellos no se
“Spes est in perfectum” – “En la perfección está la esperanza”
encontrarían jamás con Dios. El último cargamento de almas rumbo al más allá,
era el nuestro. ¡Ahora cuánto nos costaría dejar la tierra! ¡Cómo nos iría
carcomiendo una dolorosa envidia! ¡Cuántas ganas de asesinar nos llenaría el
alma, desde hoy y hasta el día de nuestra muerte!
Hasta ayer. Cuando el primer chico de quince años, con su inyección en el
organismo, decidió suicidarse. Cuando llegó esa noticia, nosotros, los mortales,
comenzamos recientemente a amar y a comprender a los inmortales.
Porque ellos son unos pobres renacuajos condenados a prisión perpetua en
el verdoso estanque de la vida. Perpetua. Eterna. Y empezamos a sospechar que,
dentro de 99 años, el día de la segunda inyección, la policía saldrá a buscar a
miles de inmortales para imponérsela.
Y la tercera inyección, y la cuarta, y el quinto siglo, y el sexto; cada vez
menos voluntarios, cada vez más niños eternos que implorarán la evasión, el final,
el rescate. Será horrenda la cacería. Serán perpetuos miserables.
Nosotros, no.

José B. Adolph, Nosotros No, Hasta que la muerte, Lima, Moncloa-Campodónico


Editores Asociados. 1971, págs. 65-67

Responde las siguientes preguntas en torno al texto leído:

1.- ¿Qué era necesario realizar para mantener la inmortalidad?

A) No tener ideas suicidas.


B) Ser un joven menor de 20 años.
C) Inyectarse cada 100 años.
D) Matar a una persona no inmortal.
E) Ser ciudadano de la federación.

2.- ¿Qué era lo que aseguraba la inyección a quién la usara?

A) Que su cuerpo no se descompondría.


B) Que sería inmune a accidentes.
C) Que viviría para siempre.
D) Que no podría ser abuelo.
E) Que no vería a Dios.

3.- ¿Cuál era la restricción para alcanzar la inmortalidad?

A) Tener implantada la semilla de la muerte.


B) Ser una persona religiosa.
C) Ser menor de veinte años.
D) Pertenecer a una colonia terrestre.
E) Desear la vida eterna.

4.- Según el texto ¿Por qué los mortales serían los últimos que verían a
Dios?

A) Porque los inmortales no quieren ver a Dios.


B) Porque los mortales son los últimos religiosos.
C) Porque los inmortales son iguales a Dios.
D) Porque la inmortalidad es un desafío a Dios.
E) Porque es necesario morir para ver a Dios.

5.- ¿Qué representó el suicidio del joven inmortal para los mortales?
“Spes est in perfectum” – “En la perfección está la esperanza”
A) La posibilidad de una inversión en la jerarquía social terrestre.
B) La visión de un mundo en que los inmortales serían perseguidos.
C) La prueba de que vivir para siempre es una condena eterna.
D) La posibilidad de que la vida eterna no sea mejor que la muerte.
E) La respuesta a los sufrimientos de los mortales por ser despreciados.

6.- Una inferencia válida a partir de la siguiente frase: “Los compartimentos


de medicina de los cohetes llevarían las ampolletas a las más lejanas
colonias terrestres del espacio.” sería...

A) La inyección de inmortalidad sería enviada a todos los humanos del planeta.


B) En las colonias del espacio hacían falta ampolletas para iluminarlas.
C) En el futuro propuesto por el autor la humanidad vive fuera de la Tierra
D) La Federación es un gobierno centralizado que solo se preocupa por la Tierra.
E) Los astronautas que pilotan los cohetes no serán inmortales.

7.- Luego del suicidio del joven, ¿cuál es el nuevo significado de la


inmortalidad para los mortales?

A) Una tortura.
B) Un ideal.
C) Un premio.
D) Una vergüenza.
E) Una amenaza.

8.- ¿Cuál es la intención del autor en este texto?

A) Recordar al hombre su lugar en el mundo.


B) Dar respuesta a las preguntas existenciales.
C) Cuestionar un sueño humano no alcanzado.
D) Entregar una moraleja a través de la historia.
E) Presentar otra mirada a una problemática.

NOTA: La retroalimentación de esta guía se realizará a través de un video


realizado por el profesor. Este será subido el día viernes 08 de mayo a las 16:00
horas a través de aula virtual, con el nombre “Retroalimentación semana 04-05”.
Mucho éxito y no se copien, porque no tiene sentido el trabajo de proceso.

“Spes est in perfectum” – “En la perfección está la esperanza”

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