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Te presentamos el primero curso acelerado o guía definitiva sobre cómo domar un caballo. Si sigues paso a
paso nuestros ejercicios y tienes en cuenta los consejos que te daremos en este tutorial, deberías, con
paciencia, poder domar tu potro sin problemas.
Es importante que tengas en cuenta antes de emprender esta tarea, que amansar un caballo no es una
tarea fácil, ya que no sólo implica mucha técnica y discreción, sino que también significa el trato con caballos
en estado salvaje, los cuales pueden presentar reacciones inesperadas y riesgosas. Es por esto que te
recomendamos precaución, y de ser posible, asistencia profesional.
Debemos mencionarte que este es un curso para domar a un caballo sin violencia o maltrato, también
conocida como doma india. Creemos en hacer que el animal sea tu amigo, no en someterlo mediante el
miedo. ¡Empecemos!
Domar, amansar o adiestrar a un caballo es una tarea clave y determinará la docilidad del animal a la hora de
montarlo. Un buen adiestramiento se basa más en el respeto y en la lealtad, que en la imposición y el
miedo.
Un caballo que no está domado o amanzado se llama asalvajado o chúcaro. Todos los caballos nacen de esta
manera, ya sea que se encuentren libres o no.
No existe una edad correcta para domar un caballo. Algunos de los ejercicios que te enseñaremos pueden
aplicarse desde el nacimiento del animal y otros solo pueden realizarse a partir del año y medio como
mínimo, que es cuando el animal ya tiene condición física para ser montado, antes no es recomendable.
Por último, los ejercicios que te vamos a explicar son aplicables a cualquier raza de caballos. No importa si
tienes un caballo criollo, cuarto de milla, árabe o purasangre, aplica para todos.
Índice del artículo [Ocultar]
1 ¿Cuánto tiempo se necesita para domar un Caballo?
2 ¿Cómo domar un caballo? – Guía definitiva
o 2.1 Paso 1: Ganarse la confianza del caballo
o 2.2 Paso 2: Trabajo con ramal o bozal
o 2.3 Paso 3: Conducción y trabajos desde el suelo
o 2.4 Paso 4: Montar sin montura o en pelo
o 2.5 Paso 5: Incorporación de montura
o 2.6 Paso 6: Trabajo con estribos
o 2.7 Paso 7: Montar al caballo con montura
3 Bonus track – Consejos finales para domar un Caballo
Con esto se quiere decir, que no existe un tiempo determinado e invariable de duración que indique
cuánto tardará un potro en educarse. Los caballos son seres vivos, con personalidad y psicología, por lo
tanto, cada uno manejará tiempos y reacciones diferentes.
Existe gran cantidad de factores que afectan a esta variable, por lo tanto, no es posible establecer una
cronología específica. Por tanto, cabe destacar, que cualquier tipo de temporalidad que se presente en el
siguiente artículo, es de carácter estimativo.
A modo de referencia, se puede establecer un período de doma de entre 3 y 6 meses, con una ejercitación
de 3 veces por semana, con sesiones de aproximadamente 45 minutos.
3 ¿Cómo domar un caballo? – Guía definitiva
A continuación, te presentaremos una guía precisa y detallada de cómo domesticar a estos animales, de
modo que los resultados que obtengas sean los más óptimos posibles.
4 Paso 1: Ganarse la confianza del caballo
Sin confianza, es imposible lograr un entendimiento o comunicación con el caballo. Crear un vínculo
amistoso y personal con el caballo antes de domarlo es fundamental.
Recuerda que, para el animal, los seres humanos son agentes extraños, por lo que su instinto les indica que
deben protegerse de los mismos. Es normal, por lo tanto, que se muestren temerosos e inquietos ante la
presencia de los hombres.
Por este motivo, es necesario que le demuestres al animal, que no tiene porqué percibirte como una
amenaza, y que tienes buenas intenciones para con él.
TIEMPO Y CONSTANCIA: Como en toda relación, sólo es posible crear vínculos sólidos y duraderos, si
el contacto establecido es constante. Pasa el mayor tiempo que puedas con el animal, que se acostumbre a
tu compañía y presencia. Visítalo si es posible, una vez al día para que te reconozca y se familiarice contigo.
SER PACIENTE: Lograr confianza implica tiempo, por tanto, se requiere de mucha paciencia para
poder lograr persistencia, y para poder sobreponerse a las posibles respuestas negativas del animal sin
desanimarse. Además, una actitud calma y paciente, favorecen a que el caballo reaccione de igual manera.
ACERCAMIENTO: Los caballos son animales con vista periférica, con lo cual sus puntos fuertes de
visión se encuentran a sus lados. Para que el animal no se asuste con tu presencia, debes acercarte a él
desde los lados, de tal manera que te encuentres dentro de su campo de visión, y pueda reconocerte sin que
lo tomes desprevenido. El lado izquierdo suele ser el más indicado para encarar al potro sin perturbarlo.
TONO DE VOZ: Aunque a muchos parezca absurdo, hablar al animal y permitirle reconocer nuestras
voces, es fundamental para incrementar la confianza. Establecer “conversaciones” en donde tratemos con
cariño y voz tierna y suave al potro, será una pauta fundamental y de gran ayuda para entablar un vínculo
aún más fuerte.
COLABORAR EN SUS CUIDADOS Y ALIMENTAR: Ser partícipe de los cuidados y tratamientos que se
realizan al caballo, y ser quien lo alimenta y atiende a sus necesidades, permitirá que el animal te asocie con
su bienestar, y te considere bueno para él, aumentando así el respeto mutuo.
CARICIAS: En la medida en que el potro te lo permita, acarícialo suavemente, sóbale el lomo, dale
leves palmadas en el cuello, y si es que te lo permite, cepíllalo periódicamente. Estas actitudes tranquilizan y
relajan al animal, aumentando su docilidad y dando lugar a que te asocie con situaciones positivas.
6 Consejos importantes para ganarse la confianza del Caballo
Algunos puntos a tener en cuenta en esta etapa son:
No insistas de forma violenta si el animal te está rechazando. Ten paciencia y espera a que se
acostumbre a tu presencia.
Es importante que, en este momento, evites los movimientos bruscos y los ruidos estruendosos,
porque de lo contrario, el caballo te asociará con estos componentes que le generan miedo, y se volverá más
difícil entablar un vínculo con el animal y ganarse su confianza.
La nuca o cuello del caballo, es desde donde debes partir para enseñarle a seguir órdenes. Ésta es la parte
del animal que lo vuelve más flexible, y es la que volveremos más dócil para darle indicaciones.
La idea del ramal, es empezar a habituar al caballo a los instrumentos para cabalgar, sobre todo al cabezal
y enseñarle a seguir indicaciones a partir de este.
8 Ejercicios para el trabajo con el ramal o bozal
A continuación, te presentaremos los ejercicios que deberás realizar con el ramal, para comenzar con el
adiestramiento propiamente dicho:
9 Ejercicio de confianza con el ramal
En la medida de lo posible, dirige al animal a un corral redondo de aproximadamente 18 metros de
diámetro. De no contar con ello, cualquier corral cerrado que evite la huída del caballo, te será de utilidad.
El ejercicio comienza con el caballo libre en el corral, y contigo dentro del mismo con actitud de liderazgo .
Esta actitud no debe ser agresiva o amenazante, sino de dominio y firmeza, demostrando que tu eres quien
manda, pero a la vez asegurando al animal que no tienes intenciones de hacerle daño. De esta forma es
que nos colocaremos en el centro del corral, y lo haremos que dé vueltas alrededor del mismo.
Al cabo de un tiempo, el potro comenzará a ceder ante tu presencia y empezará a relajarse. Será en este
momento en donde tomarás una actitud menos dominante, y te presentarás de forma más pasiva ante el
animal. Esto llevará a que el potro adquiera confianza y se acerque hacia ti, presentando una actitud de
“amadrinamiento”, es decir de seguimiento voluntario de la persona.
Luego de acariciarlo un buen rato, le acercarás el ramal, le dejarás que lo observe, olfatee, y que se
habitué a su tacto, y luego de unos minutos, se lo colocarás suavemente y lo invitarás a que camine detrás
de ti.
Después de unas cuantas vueltas, notarás que el animal te ha aceptado como guía, e inclusive continuará
siguiéndote sin el ramal puesto.
Será en este momento cuando hayas concretado tu objetivo, y hayas conseguido una actitud de respeto y
confianza por parte del caballo.
Al cabo de unos minutos, comenzaras a notar que las reacciones del animal frente a estos accesorios, se
van apaciguando y los va recepcionando de manera más relajada.
No fuerces demasiado al animal: Seguramente estás tentado a empezar a exigir al potro debido a
que ya estás viendo progreso. No lo hagas. Recuerda, paciencia, el caballo todavía está aprendiendo.
Evita el uso de la fusta: En la medida de lo posible trata de evitar la fusta o el látigo. A veces parece
necesaria, pero un movimiento mal hecho y podríamos generar un miedo o una maña en el animal que luego
es difícil de quitar.
19 Paso 4: Montar sin montura o en pelo
Una vez ejercitado el animal desde el piso, desensibilizado, y acostumbrado a tu presencia, llegó la hora de
predisponerlo para la monta.
Este es un proceso lento y gradual, en donde la caricia constante es fundamental, y la atención a las
reacciones del caballo serán nuestro punto de referencia para medir tu trabajo.
20 Ejercicios para montar a pelo
En primer lugar, debes buscar que sienta tu peso sobre su lomo, para ello, se comenzará por rodearlo con
los brazos, y lentamente ir colgando mayor cantidad de peso sobre él. La zona del caballo que mejor
responde a la monta de las personas es la cruz.
Progresivamente y con el permiso del animal, se irá girando la pierna sobre el mismo, permaneciendo
echado sobre el lomo en un primer momento, para finalmente y al cabo de un tiempo y de caricias
permanentes, incorporarse sobre el potro.
21 Consejos importantes para montar a pelo
Discresión en esta etapa, sobretodo si no eres un profesional:
Todo este procedimiento debe ser realizado quitando los estribos, ya que éstos suelen asustar al
caballo con mayor facilidad, por lo que colocárselos implicará otra labor de adiestramiento más amplia.
La cincha debe ser ajustada sólo tiempo después de haber logrado una buena familiarización de la
montura, y su ajuste debe ser gradual, día a día y prestando mucha atención a la reacción que el caballo
tenga de la misma, sin forzarlo a recibir tensiones que no se encuentre dispuesto a recibir.
31 Paso a paso para montar al caballo con montura
1. Comienza por inclinarte sobre el lomo, del mismo modo que lo has hecho en la monta a pelo :
Rodéalo con tus brazos y apoya sólo la parte superior del torso. Ejerce un poco de presión sobre el mismo,
quédate unos instantes, y luego déjalo por un rato. Repite este procedimiento unas cuantas veces, y cada
vez coloca una mayor proporción de tu cuerpo arriba del caballo.
2. Agarra las riendas y un mechón de crin con la mano izquierda, y con la derecha sostente del borren
trasero de la montura. Da pequeños saltos todavía sin incorporarte sobre el animal, simplemente para que
éste empiece a acostumbrarse a tu movimiento de subida.
3. Salta e incorpórate sobre el lomo del caballo, apoyando únicamente tu cintura sobre el mismo.
4. Mientras te mantienes en esta posición, utiliza la mano derecha para acariciar el lomo del caballo.
Quédate un tiempo en este paso, hasta lograr tranquilizar al potro.
5. Una vez que notes al caballo relajado, caminando a paso tranquilo contigo boca abajo sobre él,
deberás frenarlo y comenzar a pasar lentamente la pierna derecha hacia el otro lado.
6. Una vez con ambos pies, uno a cada lado, antes de incorporarte, mantente con la espalda gacha y
acariciando suavemente al caballo. Al cabo de un tiempo, endereza lentamente la espalda hasta quedar
completamente erguido. Todos estos movimientos deben ser acompañados de constantes caricias al
animal.
7. Haz girar el cuello del animal hacia la izquierda, mantenlo 5 segundos en dicha posición y luego
enderézalo nuevamente y prémialo con caricias. Repite el mismo procedimiento hacia el lado derecho.
8. Una vez que notes que el caballo está dispuesto a avanzar, hazlo dar unas cuantas vueltas en
círculos. Asegúrate de llevar un paso lento, y de no presionar al animal.
9. Detente, acaricia al potro para demostrarle que hizo un buen trabajo, y luego bájate lentamente.
32 Consejos importantes para montar al caballo con montura
Presta mucha atención a los detalles en esta etapa. Ya tiene que haber una conexión fuerte entre tí y el
animal. Eres su domador. No olvides lo siguiente:
En la primera monta, es recomendable dejar los estribos de lado, de tal modo que no molesten al
caballo, y que te permitan bajarte rápido del mismo ante cualquier situación de peligro.
A medida que pasen los días, y vuelvas a montar al caballo, podrás probar con agilizar el paso, y
subir sin tantos detenimientos. Lo ideal es que el cambio de aire en el caballo se dé de forma natural, y que
él solo vaya dando lugar al trote y posteriormente el galope.
Es importante que, si el caballo se muestra reacio ante tu accionar, no lo fuerces a proseguir con el
siguiente paso. La clave siempre estará en que el animal se deje montar, y no que sea obligado a hacerlo.
De ser posible, trata de disponer de un ayudante que sostenga al caballo con un ramal durante el
proceso. Si no está a tu alcance, no te preocupes, es una tarea que puede hacerse solo sin inconvenientes.