Está en la página 1de 4

EL CORAZÓN DE DIOS EN TI

Nosotros tenemos que hacer más que simplemente estar de


acuerdo con la Palabra de Dios; tenemos que aprender a
vivirla.
Nosotros determinamos los pensamientos que queremos
tener.

El corazón es la parte más íntima de nuestra mente, el


asiento de la vida personal, las profundidades más íntimas de
nuestro ser.

Hay dos cuestiones que enfrentamos hoy en día.


¿Podemos controlar nuestro corazón; o es controlado por
otras cosas? ¿Cómo se puede saber lo que está en el corazón?

Proverbios 23:19 “Endereza tu corazón al camino” Es un


mandamiento de Dios y si Él manda algo, eso significa que
somos capaces de hacerlo. Dios no nos pediría nada que no
fuéramos capaces de hacer.

Proverbios 3:1-5 Dios cuenta con que nosotros obedezcamos


sus mandamientos. Nosotros podemos controlar nuestro
corazón para guardar sus mandamientos y si lo hacemos
obtendremos grandes beneficios. Lo que a nosotros nos toca
hacer es arraigarnos a la Palabra y entonces tendremos
gracia, paz, etc.
La Palabra es vida y salud para nuestro cuerpo. La Palabra de
Dios nos promete vida en abundancia si seguimos los
mandamientos de Dios.
Tenemos que guardar en nuestro corazón los pensamientos y
las palabras de Dios.

Proverbios 4:20-23
¿Quién determina lo que hay en el corazón?

1
Nosotros determinamos lo que hay en nuestro corazón. Del
corazón mana la vida.
¿Y que clase de vida tendremos? ¿Abundante? ¿Miserable?
¿Mundana? o una Vida digna de Dios. Depende de lo que
nosotros hayamos puesto en nuestro corazón.

Esdras 7:10 Para inquirir, para enseñar y para cumplir.


2ª. Crónicas 12:13-14 La palabra dispuso significa “no
preparó” Es un ejemplo de alguien que no preparó su corazón
y se trata de Roboam, el hijo de Salomón.

Dios nos ha dado su Palabra para que nosotros podamos


enderezar, controlar, guiar nuestro corazón.
Con frecuencia usamos y escuchamos expresiones como: “Me
enfureció”;”No pude más”; “No quise hacerlo”
Nadie puede enfurecernos, ni puede hacer que perdamos el
control. El enfurecernos es una decisión que nosotros
tomamos. No debemos reaccionar, sino pensar. La reacción
no es el fruto de una vida controlada.
Se habla también del destino; nosotros determinamos nuestro
propio sendero y nosotros podemos enderezarlo, todo
depende de nosotros. No somos dependientes de ningún
destino sino de nuestra propia decisión voluntaria, lo que
nosotros decidamos hacer.
Dios nos ha dado el libre albedrío para que nosotros podamos
honrarle, amarle, andar con ÉL conforme a la Palabra y
conforme a nuestra decisión amorosa.

2
Salmos 119:10 Si queremos andar con Dios, guardamos sus
mandamientos.
Salmos 119:32 Dios ensancha mi corazón pero yo tomo la
decisión de prepararlo.

La segunda pregunta ¿Cómo se sabe lo que hay en el


corazón?
La vida que llevamos indica lo que hay en nuestro corazón.

1a. Corintios 4:5 Un día Dios va a manifestar las intenciones


de los corazones y entonces cada uno recibirá su propia
alabanza de Dios.

Si la vida de Dios marca mi existencia, yo sé que tengo la


Palabra de Dios en mi corazón.

1ª. Corintios 2:11-16 El corazón del hombre determina la


decisión que va a tomar.

Proverbios 23:7 = Mateo 12:34 b “porque de la abundancia


del corazón habla la boca”

Proverbios 15:7-8; 13-15; 28-30

Proverbios 16:23 Las palabras indican lo que hay en el


corazón.

Mateo 15:8-11,20 Las palabras indicaban una cosa pero su


corazón estaba apartado de Dios.

Proverbios 2:9-10 Tenemos que vigilar nuestro corazón


siempre.

Salmos 12:1-2 Hay gente que habla con doblez.

Santiago 1:8 Habla de la sencillez de corazón (sinceros)

Efesios 6:6 Tenemos que disponer nuestro corazón


correctamente.
3
Cuando la Palabra de Dios está en mi corazón, mis palabras y
mis acciones van a estar de acuerdo con la Voluntad de Dios.

También podría gustarte