La Corte Suprema de Colombia acaba de condenar en última
instancia a Luz Mary Giraldo, poetisa jubilada de la Universidad Nacional de Colombia y miembro destacada del circulo cercano a Antanas Mockus, a una pena de dos años de cárcel, la inhabilidad para el ejercicio de prerrogativas y funciones públicas y una multa de cinco salarios mínimos legales vigentes por el delito de violación de los derechos morales de un autor, en fallo proferido por el Tribunal Superior de Bogotá. Giraldo plagió un artículo de una de sus alumnas en una revista mexicana dedicada a la literatura de su país. LMG, nacida en Ibagué hace sesenta años, es conocida en el mundo editorial colombiano por haber inventado, desde las universidades donde laboraba, una burbuja financiera llamada La Nueva Novela Colombiana, uno de los camelos literarios más rentables de los últimos tiempos, con autores como Andrés Hoyos, Darío Jaramillo, Enrique Serrano, Fernando Cruz, Germán Espinosa, Héctor Abad Faciolince, Jorge Franco, Mario Mendoza, Laura Restrepo, Octavio Escobar, Oscar Collazos, Piedad Bonet, RH Moreno Duran, Roberto Burgos, Santiago Gamboa o William Ospina, cuyas obras, habitualmente una o dos cada año, son colocadas en las bibliotecas públicas de los municipios de los países latinoamericanos a través de una cadena de comités, integrados por empleados marginales de las mismas editoriales y de las gerencias culturales de los bancos centrales donde en desvencijados locales se acumulan hasta la podredumbre.
Giraldo ha recorrido así, como agente de grandes empresas
como Norma, Planeta, Alfaguara y Fondo de Cultura Económica numerosas ciudades y festivales literarios promoviendo el engendro, donde ha recibido como prima pírricas audiencias para su poesía femenil en los Hay Festival, Internacional de Poesía de Bogotá, Internacional de Poesía de Medellin, Casa de la Luz de Florencia, Casa de América de Madrid, Casa de las Américas de La Habana, Casa de la Poesía de Caracas, etc., etc., donde también se ha prestado para el otorgamiento a dóciles poetas y poetisas colombianas numerosos Premios Nacionales de Literatura. Pero su gran hazaña, en los últimos tiempos, fue la mascarada de servir de dama de industria para que, junto a la mexicana Maria Beranda, la tiranía venezolana regalara Cien mil dólares a Jose Mario Arbelaez y su carnal el Catire Hernandez, el tercer jurado del Premio Valera Mora de Poesía.
Adicta a la servidumbre voluntaria, uno de sus más
recientes actos, antes de la condena y estocada final de la corte suprema, consistió en asistir, del brazo de la prestigiosa intrigante Gloria Triana, a una cena literaria en honor a Noemí Sanín, la derrotada candidata de la caterva reaccionaria colombiana a la presidencia de la república que acaba de ganar el Doctor Juan Manuel Santos Calderón.