La sociedad se haya constituida desde una dimensión individual donde se
establecen estructuras indispensables para el desarrollo humano con su entorno, a pesar de que toda dentro de ella parte desde ideas individuales, se terminan de consolidar en lo colectivo. Esto quiere decir que todo lo que se haya en ella tiene una fuerza propia actuando casi como un ente vivo. El Estado surge desde esta perspectiva, tiene como objeto no sólo regular la actividad humana, sino más bien es el mayor impulsor de la misma. Toda la individualidad se mantiene separada de toda la colectividad, pero aun así se mantiene un lazo estrecho que los mantiene paralelos. Anteriormente se tuvieron muchas concepciones diferentes del papel de Estado, desde una perspectiva religiosa hasta una perspectiva aristocrática, pero a medida que se lee la historia, se ve cómo los intereses individuales de cada ser humano se fueron anteponiendo a los dioses y a los reyes. A través de este movimiento se redefine completamente el papel que debe cumplir el Estado. El Estado se muestra nuevo en sus funciones, ya que tienen como prioridad satisfacer los intereses y las necesidades de los individuos, lo cual, según se creía, eran derechos con los que el ser humano nacía, pero esto no es así, sino que es el mismo órgano gubernamental quien se encarga de crearlos y dárselos a la población en general, los cuales debe luchar para poder garantizarlos. Existen dentro de toda sociedad los llamados grupos secundarios, a pesar de su variabilidad, siempre todos tienen un objetivo, el cual es el regular las funciones del Estado para evitar que abuse de su poder y en respuesta, el Estado, monitorea las actividades de dichos grupos, de esta manera es que se mantiene una dinámica social que le permite a todo individuo llegar a desarrollarse plenamente. El Estado tiene como deber expandirse hasta llegar a los individuos, las sociedades modernas son el ejemplo más claro de lo amplio que pudo llegar a ser este órgano, pero no siempre es así, ya que, aunque en algunas sociedades se cumpla con este criterio el Estado y los individuos no han llegado a relacionarse de forma completa. Cuando el Estado logra establecerse en los individuos, estos se sienten parte de ella, y así el mismo puede ejercer fácilmente sus funciones. Como árbitro de la sociedad, el Estado eventualmente ser debe ir posicionando en cada aspecto de la vida particular, mucho más allá de la dinámica política y económica. En este sentido, los individuos, podrán irse integrando los uno a los otros y llevando consigo a la siguiente parte de la evolución social. Dentro de las muchas formas que ha tenido el Estado, la más adecuada para este órgano gubernamental, es la democracia, pero no como el gobierno de todo y mucho menos siguiendo fines particulares con respecto a un grupo político, sino como la que es capaz de establecer ese lazo entre lo colectivo y lo individual. Su principal fin en el cual se maneja es la comunicación. Si el Estado llega a todas las partes correspondientes y su presencia se hace fuerte dentro de cada grupo e individuo, es porque existe una comunicación recíproca entre lo colectivo y lo individual. Esto es gracias a que el sistema democrático se está llevando a cabo de manera efectiva. La democracia es la emancipadora de los seres humanos, pero puede caer en el error de convertirse en el absolutismo, por esto se entiende todo gobierno establecido que se apropia de las estructuras y las ejerce bajo sus intereses partículas, el Estado se vuelve lejano a los individuos y se genera toda una situación de intercambio referentemente a las necesidades e intereses de los gobernantes y los gobernados, esto se debe evitar si se desea que la naturaleza de todos los elementos que componen a la sociedad se desarrollen como es debido.