UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CAMPECHE

FACULTAD DE HUMANIDADES

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

SEXOLOGÍA EDUCATIVA

“Sexualidad y humanismo”

Docente:
Jennyfred Martínez Vela

Autora:
Daniela Rojas Siliceo
Sexualidad y humanismo

Introducción

La sexualidad en la actualidad ha sufrido un cambio de perspectiva, ha pesar de

que es lenta esta variación, la sexualidad ahora es vista desde otros puntos más
que solo el erótico o placer. Esta característica humana ha sido liberada de
dogmas, prejuicios, así como tabúes, sin embargo, el camino para que esto sea
una realidad para todos, es un amplio camino el que falta. El humanismo ha sido
un gran lente para ver de otra vista a la sexualidad, siendo esta una característica
que beneficia ampliamente al desarrollo adecuado de todo ser humano.

Sexualidad

Según la Organización Mundial de la Salud (2020) define a la sexualidad como:

“un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca
al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la
intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa
a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores,
|puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se
vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la
interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”

En el que podemos ver que la sexualidad no solo se refiere al hecho de placer o

erotismo, sino que es un englobe total del ser humano y entender esto hace ver a
la sexualidad como una aliada, una compañera que nos va a durar toda la vida
que nos acompañara, es erróneo pensar que la sexualidad se va desvaneciendo
con la edad, sino evoluciona, se transforma y se adapta.

Mientras que Focault (1985) menciona que, considera a la sexualidad una

experiencia históricamente singular constituida por tres ejes: la formación de los
saberes haciendo referencia a los sistemas de poder que regulan su práctica, las
formas según las cuales los sujetos pueden y deben reconocerse como individuos
de esa sexualidad.
Humanismo

American Association of Humanistic Physcology (AAHP) define al enfoque como:

“La psicología humanística puede definirse como la tercera rama

fundamental del campo general de la psicología y como tal trata en primer
término de las capacidades y potenciales humanos que no tienen lugar
sistemático ni en la teoría positivista ni en la conductista, o en la teoría
clásica del psicoanálisis.”

Sin adentrarme tanto en los conceptos que definen la psicología humanística, me

gustaría recalcar que el humanismo define al ser humano como un ser holístico,
es decir, que tiene muchos aspectos que lo hacen solo uno, por lo tanto, el
humano es humano por lo que está a su alrededor y en su interior en una
interacción interminable.

Lo mismo sucede con la sexualidad, es la interacción de la persona consigo

mismo como con su medio ambiente. Mi sexualidad, como la expreso, como la
miran, con que juicios emito esta característica esta obligadamente ligada con mi
alrededor. Por ejemplo, la manera en que la sexualidad es expresada, vivida y
pronunciada en España puede ser de una manera muy diferente a la que
podemos expresar en el México. Para los mexicanos y nuestras costumbres el ser
muy abiertos con el tema de la sexualidad aún se puede pensar que puede ser un
impulso para ser activo sexualmente o “lujurioso o lujuriosa”. Es entonces, esta
con el próximo, la sociedad una de la medida con la expresaremos y viviremos la
sexualidad.

Abraham Maslow, manifestó en su pirámide que para poder llegar a la

autorrealización el sexo era uno de los primeros pilares para alcanzarla. Sin
embargo, el mero acto del sexo no garantiza esta. Para disfrutar totalmente de la
sexualidad hay muchos aspectos que han de tomarse en cuenta. Me gustaría
agregar desde mi punto de vista que este puede referirse como salud sexual, pero
¿Qué la salud sexual?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que es:

“un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad.

Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las
relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales
placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.”

Es decir que no solo depende de uno mismo esta salud sexual, si bien parece
complicado ya que en algunas ocasiones puede estar en manos de las personas a
nuestro alrededor, de la sociedad y si esta es una no tan abierta a una vivencia de
la sexualidad que genere salud sexual.

Siguiendo la definición de la OMS podemos extraer que, como había mencionado

con anterioridad, no es solo el vivir experiencias sexual, sino que estas también
tienen que ser placenteras, poder expresar la manera en que uno mismo vive la
sexualidad libremente, sin sentirse juzgado, criticado o señalado será de gran
importancia para el bienestar integral de cada ser humano.

Conclusión

Dejar de ver la sexualidad como solo una actividad erótica, en la que se busca
solo el placer hará entender que esta es gran parte del desarrollo, así como del
bienestar de todo ser humano. Cada uno de nosotros puede identificar de
diferente manera la forma en que se vive la sexualidad, la empatía y la tolerancia a
la diferencia hará una convivencia más saludable.

Referencias
Foucault, M. (1985). La historia de la sexualidad. La voluntad de saber. Madrid. España: Siglo
Veintiuno.

Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Acceso. Recuperado 22 de mayo de 2020, de

https://www.who.int/es

World Health Organization. (2015, noviembre 12). Salud sexual. Recuperado 22 de mayo de 2020,
de https://www.who.int/topics/sexual_health/es/