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Capítulo VII DE LA Competencia

7.1. GENERALIDADES

Eduardo Couture La competencia es una medida de la jurisdicción. Todos los jueces tienen jurisdicción; pero no todos
tienen competencia para conocer en un determinado asunto
La competencia es la atribución o potestad que tienen los órganos judiciales de aplicar la jurisdicción a un caso concreto.

7.2. FACTORES DE COMPETENCIA

La competencia se distribuye por razones prácticas entre los distintos órganos judiciales, teniendo en cuenta varios
criterios o factores determinantes:
1. Factor objetivo: tiene en cuenta la naturaleza del asunto y la cuantía.
 La naturaleza del asunto la determina el objeto de la pretensióny la significación económica del negocio.
La cuantía se viene determinando en función del salario mínimo, dependiendo del quantum de las pretensiones
los asuntos serán de única o de doble instancia.
2. Factor subjetivo: tiene en cuenta la calidad de las partes intervinientes en el proceso, para determinar el órgano
competente. Tiene importancia cuando intervengan personas de derecho público (nación, departamento).

NOTA: A los jueces municipales de pequeñas causas y competencia múltiple, podrán conocer de procesos laborales de
única instancia mientras que a los jueces civiles municipales les continúa vedado el conocimiento de tales procesos.

3. Factor territorial: se circunscribe la competencia de cada órgano judicial a una parte del territorio, al tiempo que se
define el lugar donde debe tramitarse el asunto. El territorio nacional para efecto de administrar justicia, se ha dividido
en Distritos Judiciales y éstos a su vez, en circuitos judiciales que están integrados por un grupo de municipios. Todos
ellos componen el mapa judicial

4. Factor funcional: se refiere a la asignación de competencias a los distintos órganos judiciales, como jueces de
instancia.
En materia laboral y de seguridad social, la única y la primera instancias corresponden por regla general a los jueces
Laborales y a los Jueces Civiles del Circuito. La segunda instancia corresponde siempre a los Tribunales Superiores de
Distrito Judicial.
A Los tribunales con respecto a calificación de suspensiones o paros colectivos de trabajo, se les asignó el conocimiento
en primera instancia de éstos procesos. Sus fallos son susceptibles del recurso de apelación y la segunda instancia
originada en dicho recurso se surtirá ante la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia.

5. Factor de Conexión: se refiere en la mayoría de los casos a las pretensiones. Cuando existen pretensiones que tienen
relación entre si y cuya competencia de acuerdo con los factores está asignada a diferentes jueces, se autoriza que se
tramiten y decidan mediante un solo proceso. Incluso se permite que varias pretensiones se acumulen en una misma
demanda aunque no sean conexas, siempre que se cumplan los requisitos

6. Otro factor de Competencia: Jurisprudencialmente la reclamación administrativa obligatoria se da cuando la


demandada es la nación, las entidades territoriales o cualquier entidad de la administración pública, constituye un factor
de competencia, puesto que si el juez encuentra que no se ha cumplido con dicha reclamación, no puede abocar su
conocimiento, por falta de competencia
Se refiere a la Exigencia de agotamiento de la vía gubernativa que debe estar satisfecha en el momento de la
admisión de la demanda.

7.3. REGLA GENERAL DE COMPETENCIA: artículo 5º del C. P. del T. y S. S. mod por el art 3º de la Ley 712 de 2001 en
materia laboral, la competencia por razón del lugar o domicilio, se determina por el último lugar donde se haya
prestado el servicio, o por el domicilio del demandado, a elección del demandante.

7.4. COMPETENCIA EN PROCESOS CONTRA ENTIDADES DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAl art 11 del C. P. del
T. y la S. S., modificado por el artículo 8º de la Ley 712 de 2001, se determina por el lugar del domicilio de
la entidad de seguridad social demandada o por el lugar donde se haya surtido la reclamación del
respectivo derecho (en salud, pensiones o riesgos profesionales), a elección del demandante. Esta regla no
tiene excepciones puesto que es aplicable a todos los asuntos de esa índole.

En relación con esta competencia respecto de los asuntos de seguridad social integral, la Corte se ha pronunciado,
cuando quiera que el demandante incoa su demanda en lugar diferente de aquél en el que presentó su reclamación y la
contraparte no propone oportunamente la excepción previa de falta de competencia. ha dicho la Corte:
tal circunstancia conlleva a consentir que el asunto objeto de controversia sea dirimido por el juez que
admitió la demanda, no obstante no corresponder al de su domicilio ni al del último lugar donde fue
prestado el servicio.
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El operador jurídico no puede proceder en forma oficiosa a fulminar la nulidad de todo lo actuado como
erradamente se hizo en este asunto, cuando la parte demandada ningún cuestionamiento hizo a ese
respecto en las etapas procesales pertinentes.
“Pero una vez admitida la demanda no le es posible al juez renegar a su arbitrio de la competencia que por el
factor territorial ya ha asumido, pues por tal aspecto queda sometido a la actividad de las partes, como
quiera que un nuevo pronunciamiento sobre esa materia sólo viene factible en la medida en que el
interesado cuestione el punto invocando la excepción previa correspondiente; tópico sobre el cual luce
conveniente añadir que al no ser controvertida la falta de competencia diferente de la funcional en el
término y oportunidad legales, saneada como queda esta nulidad, seguirá el juez al frente del proceso
(artículo 144 numeral 5º del ordenamiento procesal citado, en armonía con los preceptos 148 inciso 2º. y 143
inciso 5º ibídem)”. (Auto 05/02/2003. radicación 022901. Sala de Casación Civil)

7.5. COMPETENCIA EN ASUNTOS CONTRA LA NACIÓN si la nación es parte será competente el Juez Laboral del
Circuito del último lugar donde se haya prestado el servicio o el del domicilio del demandante a elección de éste,
Cuando en el lugar no hubiere juez Laboral del Circuito, conocerá de éstos asuntos el Juez Civil del Circuito. (Aplicación al
factor subjetivo)

7.6. COMPETENCIA EN ASUNTOS CONTRA LOS DEPARTAMENTOS será competente el Juez laboral del Circuito del
último lugar donde se haya prestado el servicio, dentro del respectivo departamento o el de su capital, a elección del
demandante, cualquiera sea la cuantía. Cuando en el lugar no hubiere juez Laboral del Circuito, conocerá de éstos
asuntos el Juez Civil del Circuito. (Opera el factor subjetivo).

7.7. COMPETENCIA EN ASUNTOS CONTRA LOS MUNICIPIOS competente el Juez laboral del Circuito del lugar donde se
haya prestado el servicio. En los lugares donde no haya juez laboral, conocerá el respectivo juez del Circuito. (Aquí opera
el factor objetivo).

7.8. COMPETENCIA POR RAZÓN DE LA CUANTÍA

El artículo 12 del C. P. del T. y la S. S. mod. por la ley 712 de 2001 y mod. la ley 1395/2010 en su art 46
“Artículo 12. Competencia por razón de la cuantía. Los jueces laborales de circuito conocen en única instancia de
los negocios cuya cuantía exceda del equivalente a veinte (20) veces el salario mínimo legal mensual vigente, y en
primera instancia de todos los demás.
Donde no haya juez laboral de circuito, conocerá de estos procesos el respectivo juez de circuito en lo civil.
Los jueces municipales de pequeñas causas y competencia múltiple, donde existen conocen en única instancia de
los negocios cuya cuantía no exceda del equivalente a veinte (20) veces el salario mínimo legal mensual vigente”.
(Negrillas fuera del texto).

La norma arriba transcrita señala que los Jueces Laborales del Circuito conocen en única instancia en asuntos cuya
cuantía no exceda de 20 salarios mínimos y en primera de todos los demás. Dispone igualmente que en los lugares
donde no haya Juez Laboral del Circuito conocerá el Juez Civil del Circuito.
Desde la reforma introducida por la ley 712 de 2001, se habían excluido los jueces civiles municipales del conocimiento
de los asuntos laborales. Pero la ley 1395/2010 en su art 46 introdujo como novedad el inciso tercero de la norma
transcrita, que atribuyó a los jueces municipales de pequeñas causas y competencia múltiple, el conocimiento de asuntos
laborales y de seguridad social, de única instancia. Es entendible que estos jueces solamente podrán actuar en aquellos
municipios donde no haya Jueces Laborales, o Civiles del Circuito.
7.9. COMPETENCIA EN ASUNTOS SIN CUANTÍA conocerán en primera instancia –de acuerdo con la previsión del
artículo 13 del C. P. del T. y la S. S.–, los Jueces laborales del Circuito y en su defecto, los Jueces Civiles del Circuito.

7.10. PLURALIDAD DE JUECES COMPETENTESCuando la demanda se dirija contra dos o más personas con domicilios
diferentes y por lo tanto tengan competencia para conocer de ella dos o más jueces, será el demandante quien escoja
ante cual demanda. (Artículo 14 C. P. del T. y la S. S.).

7.11. ASUNTOS DE QUE CONOCE LA SALA DE CASACIÓN LABORAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Lit A del art 15 del C. P. del T. y la S. S. mod por el art 10 de la ley 712 de 2001 y por el art 451 del C. S. del T., a
su vez mod por el art 2º de la ley 1210 de 2008, en concordancia con el artículo 129A del C. P. del T. y la S.S,
introducido por el artículo 4o de ésta última, conoce de los siguientes asuntos:

1.- Del recurso de casación: procede contra las sentencias de segundo grado proferidas por los Tribunales Superiores
de Distrito Judicial en procesos ordinarios y también contra las sentencias de primer grado dictadas por los Jueces
Laborales del Circuito o por los Jueces Civiles del Circuito, en los mismos procesos.
2.- Del recurso de anulación de los laudos proferidos por tribunales de arbitramento que decidan conflictos colectivos
económicos.
3. Del recurso de queja contra los autos que nieguen el recurso de casación o el de anulación.
4. De los conflictos de competencia que se susciten entre tribunales de dos o más distritos judiciales, entre un
tribunal y un juzgado de otro distrito judicial y entre juzgados de diferente distrito judicial.
Es imposible que se dé un conflicto de competencia entre un tribunal y un Juzgado, ya que los Tribunales son por regla
general –que solo tiene una excepción, en el caso de los procesos para calificación de huelgas– jueces de segunda
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instancia, mientras que los jueces del Circuito (laborales o civiles) son jueces de única y de primera instancia. Los otros
conflictos de competencia si pueden darse en la práctica.
5. Del recurso de revisión que no esté atribuido a los Tribunales Superiores de Distrito Judicial: referido a las
sentencias ejecutoriadas de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial y a las expedidas por la propia Corte, de
conformidad con lo previsto por el artículo 30 de la ley 712 de 2001.
6.- Del recurso de apelación contra las sentencias de primera instancia dictadas por los Tribunales Superiores de
Distrito Judicial, en los procesos especiales de calificación de la suspensión o paro colectivo de trabajo (artículo 4º de la
ley 712 de 2001, por el cual se introdujo un nuevo artículo al C. P. del T. y la S. S., el 129A).

7.12. COMPETENCIA DE LAS SALAS LABORALES LOS TRIBUNALES SUPERIORES DE DISTRITO JUDICIAL

lit B del art 15 del C. P. del T. y la S. S.


1. Del recurso de apelación contra los autos y sentencias proferidas en primera instancia.
2. Del recurso de anulación de los laudos proferidos por tribunales de arbitramento que decidan conflictos de
carácter jurídico.
3. Del grado de consulta en los casos previstos en este código.
4. Del recurso de queja contra los autos que nieguen el recurso de apelación o el de anulación.
5. De los conflictos de competencia que se susciten entre dos juzgados del mismo distrito judicial.
6. Del recurso de revisión, contra las sentencias dictadas por los jueces de circuito laboral.
7. De la Primera instancia en los procesos especiales de calificación de la suspensión o paro colectivo de trabajo
(numeral 2, artículo 4 de la ley 1210 de 2008). Asunto éste que resulta novedoso, toda vez que los Tribunales Superiores
de Distrito Judicial, que habían sido exclusivamente jueces de segunda en virtud de su competencia funcional, entran a
conocer de éstos procesos especiales en primera instancia.

7.13. RECLAMACIÓN ADMINISTRATIVA OBLIGATORIA

artículo 6º del C. P. del T. y la S. S., por artículo 4º de la que consagró la ley 712 de 2001
“ARTÍCULO 6º. Reclamación administrativa. Las acciones contenciosas contra la Nación, las entidades territoriales
y cualquiera otra entidad de la administración pública sólo podrán iniciarse cuando se haya agotado la
reclamación administrativa. Esta reclamación consiste en el simple reclamo escrito del servidor público o
trabajador sobre el derecho que pretenda, y se agota cuando se haya decidido o cuando transcurrido un mes
desde su presentación no ha sido resuelta.

Mientras esté pendiente el agotamiento de la reclamación administrativa se suspende el término de prescripción


de la respectiva acción.

Cuando la ley exija la conciliación extrajudicial en derecho como requisito de procedibilidad, ésta reemplazará la
reclamación administrativa de que trata el presente artículo”.

“vía gubernativa” se agota con la formulación de la reclamación pertinente, ante la entidad que corresponda. La
reclamación deberá guardar directa relación con las pretensiones de la demanda, es decir debe estar referida a los
mismos derechos, los cuales deben quedar claramente determinados.
Ahora a esta actuación se denomina actuación administrativa relativa a los recursos de reposición y apelación
la reclamación administrativa obligatoria, no es otra cosa que una solicitud escrita que apunta al reconocimiento de uno
o varios derechos y debe presentarse ante la entidad estatal con anterioridad a la presentación de la demanda cuando
ésta debe concurrir como demandada, más no cuando debe hacerlo en otra calidad, como verbi gratia en virtud de un
llamamiento en garantía
En cuanto a la naturaleza jurídica de la reclamación administrativa obligatoria, de acuerdo con la Corte hemos sostenido
que se trata de un factor de competencia que constituye a su vez un presupuesto procesal, pues en cuanto no se haya
satisfecho dicha reclamación, el juez del trabajo no puede abocar el conocimiento de la situación problemática o
conflictual.
Por su parte la Corte Constitucional sobre ésta figura ha manifestado:
Con dicha institución se le da la oportunidad a la administración de ejercer una especie de justicia
interna, al otorgársele competencia para decidir, previamente a la intervención del juez, sobre la
pretensión del particular y lograr de este modo la composición del conflicto planteado. Por su parte,
para el particular se deriva una ventaja o beneficio, consistente en que puede obtener a través de la
referida vía, en forma rápida y oportuna, el reconocimiento de sus derechos, sin necesidad de acudir a
un largo, costoso y engorroso proceso judicial

CAPÍTULO VIII DEL MINISTERIO PÚBLICO

La intervención del Ministerio Público en los procesos laborales y de la seguridad social, no está definida en el C. P.
del T. y la S. S. De esa manera quedó plasmada en la más importante reforma a ese estatuto que se hizo mediante la ley
712 de 2001.
Es de anotar que la intervención del Ministerio Público en los procesos laborales no ha tenido ninguna relevancia
Dada la indefinición legal que se presenta respecto de la intervención del Ministerio Público en los procesos
laborales, esta podrá darse en los eventos que consagra la Constitución Política. Dicha intervención se encuentra
determinada por el artículo 277 de la C. N. #7:
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“Artículo 277. El Procurador General de la Nación, por si o por medio de sus delegados y agentes, tendrá las siguientes
funciones:
7. Intervenir en los procesos y ante las autoridades judiciales o administrativas, cuando sea necesario, en defensa del
orden jurídico, del patrimonio público, o de los derechos y garantías fundamentales .

 En virtud del vacío legal, a solicitud de alguna de las partes o de manera oficiosa, el Ministerio Público podrá
intervenir en los procesos del trabajo y la seguridad social
 actualmente el Ministerio Público no tiene ninguna intervención de carácter imperativo u obligatorio en los
procesos que se adelantan ante la Jurisdicción del Trabajo y la Seguridad Social.
 Es de anotar que el Ministerio Público tiene entre sus atribuciones, la titularidad o la legitimidad para demandar
la suspensión o cancelación de personerías a las asociaciones profesionales de conformidad con lo dispuesto
por el numeral 3 del artículo 450 del C. S. del T., subrogado por el artículo 65 de la ley 50 de 1990, que
textualmente dice: “El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Ministerio Público, o el empleador afectado,
podrán solicitar a la justicia laboral la suspensión o cancelación de la personería jurídica del sindicato, conforme
al procedimiento señalado en el artículo 52 de esta ley”. Lo anterior es viable cuando la causal de invocada para
cancelar o suspender la personería, sea la Declaratoria de ilegalidad de una suspensión o paro colectivo de
trabajo

CAPÍTULO IX DE LA CONCILIACIÓN
La conciliación es uno de los mecanismos de solución directa o autocomposición de conflictos.
La autocomposición se presenta cuando las partes en conflicto, le encuentran solución a la situación
problemática que existe entre ellos, sin que medie la intervención de un tercero que les imponga resultados.
En materia laboral, los instrumentos de autocomposición que se utilizan son la conciliación y la transacción.
La conciliación es un mecanismo de autocomposición por medio del cual las partes en conflicto, lo
componen con la intervención de un tercero imparcial llamado conciliador, quien actúa de manera proactiva
para proponer fórmulas de arreglo y buscar un arreglo amigable. Puede ser prejudicial o judicial, como se verá
más adelante.
Según Maynard “Vale más un mal arreglo que un buen pleito”.

9.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA CONCILIACIÓN

El Tribunal Supremo del Trabajo, del 15 de diciembre de 1948, se refirió en los siguientes términos a los antecedentes
históricos de la conciliación:
“En Roma: La ley de las XII Tablas daba en uno de sus textos fuerza obligatoria a los acuerdos que convinieran las
partes al ir a juicio.
En la Iglesia: La iglesia siempre ha considerado los pleitos como fruto de las pasiones humanas, peligrosos para las
fortunas y las familias y contrarios al espíritu de paz, de caridad y mansedumbre evangélicas.
En el fuero Juzgo: En la ley 15, título 1°, libro II, del Fuero Juzgo se habla de los mandaderos de paz y avenidores,
pero estos funcionarios no eran una institución permanente, si no que eran nombrados en cada caso por el rey
para avenir y conciliar los pleitos que éste les indicaba determinadamente.

Las Partidas, no se encuentra en ellas regulada la conciliación o avenencia, aunque sí existe la institución de los
avenidores o amigables componedores, que presenta su analogía con aquella, pero que difiere en que la amigable
composición es un verdadero juicio en el que los litigantes eligen sus jueces que han de decidir por medio de una
sentencia o laudo.
Los anteriores puede decirse que son apenas unos precedentes de la institución, pues en su forma actual la
conciliación tuvo su origen en el SIGLO XVIII y se generalizó con la revolución francesa, que la prohijó con
entusiasmo.
La revolución, en efecto, dispuso por medio de ley del 24 de agosto de 1790 que no se admitiría demanda civil
alguna sin previo intento de conciliación y que a éste no podrían concurrir curiales o apoderados.
Sin embargo, El Código Ginebrino de 1819, se separó de este precedente y admitió el acto de conciliación como
voluntario.
En España tuvo su origen como medida general en la Constitución Nacional de 1812. En algunas leyes especiales,
principalmente de orden mercantil, como las Ordenanzas de Bilbao, se previene que no se tramite juicio alguno
antes de que los cónsules llamen a los interesados y propongan una transacción entre los mismos, y hagan lo
posible para que esta transacción sea aceptada. Esta disposición fue reproducida en las matrículas de marina
respecto de los matriculados o desaforados o aforados, imponiendo también a las autoridades de marina la
obligación de citar a los matriculados o aforados para avenirlos.
Además de los antecedentes históricos mencionados en la providencia transcrita, se plantea por otros que los orígenes
de la conciliación, se remontan a la antigua China, pues Confucio sostenía que la resolución óptima de las discrepancias
se lograba mediante la persuasión moral y el acuerdo, no bajo coacción.
Lo cierto es que éste mecanismo tiene antecedentes marcados en las antiguas civilizaciones que han influido en los
sistemas normativos vigentes. En Atenas, los Thesmotetas realizaban una labor disuasora respecto de las intenciones
litigiosas o “espíritus en crisis” de los ciudadanos, buscando avenir a las partes de un posible proceso para que transaran
el conflicto o, cuando menos, se comprometieran a someterlo al conocimiento de árbitros.
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El origen más próximo a la institución de la conciliación de nuestros días hay que buscarlo en el siglo XvII, en la
revolución francesa, que por mandato legal impuso que no se admitiera la demanda si previamente no se intentaba la
conciliación.

9.2. LA CONCILIACIÓN EN COLOMBIA

En nuestro país el antecedente normativo data del año 1920, cuando se estableció en el art 1º de ley 21 de ese año,
la obligación de intentar la conciliación antes de cualquier suspensión colectiva de trabajo. El art 6º reguló el
procedimiento conciliatorio. Posteriormente el art 37 del Decreto Legislativo 2350 de 1944, consagró por primera vez la
conciliación en los procesos laborales atribuyendo dicha competencia a los Tribunales del Trabajo, quienes debían
intentar la conciliación antes de adelantar el procedimiento de instancia. La ley 75 de 1945 en su art 3º, #2º, estableció:
“Los jueces del trabajo obrarán siempre como conciliadores antes de adelantar el procedimiento de instancia”. El decreto
reglamentario 969 de 1946, estableció que en la primera audiencia del proceso se intentaría la conciliación.
El Código Procesal del Trabajo expedido por medio del Decreto Legislativo 2158 de 1948, que posteriormente se
adoptó como legislación permanente por medio del decreto 4143 del mismo año, reguló la conciliación en sus artículos
19 a 24.
La ley 23 de 1991 denominada ley de descongestión judicial, se refirió entre otros temas a los mecanismos
alternativos de resolución de conflictos, entre ellos a la conciliación y la estableció para otras disciplinas jurídicas
(Derecho Penal, Derecho de familia, Derecho Administrativo). En cuanto a la conciliación laboral, la reguló en los
artículos 22 a 40, consagrándola en el primer artículo mencionado, como requisito de procedibilidad. Es importante
anotar que esta ley en cuanto a la legislación laboral nunca entro a regir, pues su entrada en vigencia se hizo depender –
cosa bastante atípica por cierto– de una condición: La modificación de “la estructura del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social para garantizar el adecuado funcionamiento del sistema de conciliación obligatoria” (artículo 167 de la
ley 23 de 1991). Como quiera que esa condición no se dio pues el gobierno del doctor virgilio Barco no reestructuró el
Ministerio de Trabajo, el capítulo correspondiente a la conciliación laboral no entro en vigor.
En nuestro criterio el hecho de que la ley 23 de 1991 no entrara a regir, resultó positivo, porque podría decirse que
algunas de sus normas eran un adefesio jurídico. Quizás el único aspecto negativo fue el hecho de que la conciliación
laboral continuara prohibida cuando en el proceso intervenían personas de derecho Público, lo que no ocurrió en otras
áreas como en el Derecho Administrativo en la que gracias a la conciliación extraprocesal, se han podido componer
muchos conflictos y se han ahorrado importantes sumas de dinero al Estado.
En el año 1991, se promulgó la Constitución y en ella se le dio gran importancia a la conciliación y al arbitramento,
como mecanismos alternativos de resolución de conflictos. El numeral 3º del artículo 116 de la C. N. así lo consagró:
“Los particulares pueden ser investidos transitoriamente de la función de administrar justicia en la condición de
conciliadores o en la de árbitros habilitados por las partes para proferir fallos en derecho o en equidad en los
términos en que lo determine la ley”. (Se ha destacado con negrillas).

Es necesario advertir que en el inciso transcrito el constituyente incurrió en el error de considerar que los
conciliadores administran justicia, cosa ésta que no es posible, dada su calidad de facilitadores del acuerdo conciliatorio,
la que solo les permite acercar proactivamente a las partes a un arreglo, sin que puedan entrar a decidir el conflicto,
como si sucede en el caso de los árbitros.
A continuación de la Asamblea constituyente, la Comisión legislativa que sesionó en remplazo del Congreso de la
república que había sido revocado por ella, expidió el decreto 2651 de 1991, que entre otros aspectos, reguló de manera
amplia la conciliación. La vigencia de este decreto se prorrogó hasta el 10 de julio de 1998.
La ley 446 de 1998, adoptó como legislación permanente las disposiciones que regulaban la conciliación en el decreto
2651 de 1991. Esta ley fue reglamentada por el Decreto 1818 del mismo año, denominado “Estatuto de los Mecanismos
Alternativos de Solución de Conflictos”. No deja de resultar extraño que esta ley derogara 14 artículos y modificara otros
tres artículos de la ley 23 de 1991, que nunca formaron parte del ordenamiento jurídico, pues no entraron en vigencia.
La Corte Constitucional por medio de la sentencia C-160 de 1999, declaró inexequibles los artículos 68, 82, 85 y 87 de la
Ley 446 que regulaban éste mecanismo prejudicial de solución de conflictos laborales.

La ley 640 de 2001, que reguló aspectos de la conciliación laboral, también derogó 4 artículos de la ley 23 de 1991,
que previamente habían sido modificados por la ley 446 de 1998 y que jamás habían estado vigentes.
La Corte Constitucional mediante sentencia C-893 de 2001, con ponencia de la magistrada Clara Inés vargas
hernández –cuya fundamentación compartimos– declaró inexequibilidad de los artículos 12, 30 y 39 de la ley 640 de
2001, en la cual hizo las siguientes consideraciones:
“Para la Corte las normas trascritas son inconstitucionales en los apartes que se acusan, puesto que
dada la naturaleza voluntaria de los mecanismos alternativos de solución de conflictos en general, y de
la conciliación laboral, en particular, el legislador no podía establecerla como un requisito obligatorio
de procedibilidad para acudir ante la jurisdicción laboral, además porque al hacerlo desconoce el
derecho de los particulares de acceder libremente a la administración de justicia para solicitar la tutela
judicial efectiva de sus derechos.

Actualmente el artículo 77 del C. P. del T. y la S. S., modificado el artículo 39 de la ley 712 de 2001 y por el artículo 11
de la ley 1149 de 2007, regula lo concerniente a la conciliación judicial, cuyo texto es como sigue:
“Artículo 77. Audiencia obligatoria de conciliación, decisión de excepciones previas saneamiento y fijación del litigio.
Contestada la demanda principal y la de reconvención si la hubiere, o cuando no hayan sido contestadas en el término legal, el
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juez señalará fecha y hora para que las partes comparezcan personalmente, con o sin apoderado, a audiencia pública , la cual
deberá celebrarse a más tardar dentro de los tres (3) meses siguientes a la fecha de notificación de la demanda.
Para efectos de esta audiencia, el juez examinará previamente la totalidad de la actuación surtida y será él quien la dirija.
En la audiencia de conciliación se observarán las siguientes reglas:
Si alguno de los demandantes o de los demandados fuere incapaz, concurrirá su representante legal.
Si antes de la hora señalada para la audiencia, alguna de las partes presenta prueba siquiera sumaria de una justa causa para
no comparecer, el juez señalará nueva fecha para celebrarla, la cual será dentro de los cinco (5) días siguientes a la fecha
inicial, sin que en ningún caso pueda haber otro aplazamiento.
Excepto los casos contemplados en los dos (2) incisos anteriores, si el demandante o el demandado no concurren a la
audiencia de conciliación, el juez la declarará clausurada y se producirán las siguientes consecuencias procesales:
1. Si se trata del demandante se presumirán ciertos los hechos susceptibles de confesión contenidos en la contestación
de la demanda y en las excepciones de mérito.

2. Si se trata del demandado, se presumirán ciertos los hechos de la demanda susceptibles de confesión.
3. Las mismas consecuencias se aplicarán a la demanda de reconvención.
4. Cuando los hechos no admitan prueba de confesión, la no comparecencia de las partes se apreciará como indicio
grave en su contra.
5. En el caso del inciso quinto de este artículo, la ausencia injustificada de cualquiera de los apoderados dará lugar a la
imposición de una multa a favor del Consejo Superior de la Judicatura, equivalente a un (1) salario mínimo mensual vigente.
Instalada la audiencia, si concurren las partes, con o sin apoderados, el juez los invitará para que en su presencia y bajo su
vigilancia concilien sus diferencias, si fueren susceptibles de solución por este medio, y si no lo hicieren, deberá proponer las
fórmulas que estime justas sin que ello signifique prejuzgamiento y sin que las manifestaciones de las partes impliquen
confesión. En esta etapa de la audiencia sólo se permitirá diálogo entre el juez y las partes, y entre estas y sus apoderados con
el único fin de asesorarlos para proponer fórmulas de conciliación.
Si se llegare a un acuerdo total se dejará constancia de sus términos en el acta correspondiente y se declarará terminado el
proceso. El acuerdo tendrá fuerza de cosa juzgada. Si el acuerdo fuese parcial se procederá en la misma forma en lo
pertinente.
Parágrafo 1°. Procedimiento para cuando fracase el intento de conciliación. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo total,
el juez declarará terminada la etapa de conciliación y en la misma audiencia:
1. Decidirá las excepciones previas conforme a lo previsto en el artículo 32.
2. Adoptará las medidas que considere necesarias para evitar nulidades y sentencias inhibitorias.
3. requerirá a las partes y a sus apoderados para que determinen los hechos en que estén de acuerdo y que fueren
susceptibles de prueba de confesión, los cuales se declararán probados mediante auto en el cual desechará las pruebas
pedidas que versen sobre los mismos hechos, así como las pretensiones y excepciones que queden excluidas como resultado
de la conciliación parcial. Igualmente, si lo considera necesario las requerirá para que allí mismo aclaren y precisen las
pretensiones de la demanda y las excepciones de mérito.
4. A continuación el juez decretará las pruebas que fueren conducentes y necesarias, señalará día y hora para audiencia
de trámite y juzgamiento, que habrá de celebrarse dentro de los tres (3) meses siguientes; extenderá las órdenes de
comparendo que sean del caso, bajo los apremios legales, y tomará todas las medidas necesarias para la práctica de pruebas
en la audiencia de trámite y juzgamiento; y respecto al dictamen pericial ordenará su traslado a las partes con antelación
suficiente a la fecha de esta audiencia”.

Del artículo citado se desprenden varias cosas importantes:

o Que el papel del juez en la audiencia de conciliación es relevante.


o “En esta etapa de la audiencia sólo se permitirá diálogo entre el juez y las partes, y entre éstas y sus
apoderados con el único fin de asesorarlos para proponer fórmulas de conciliación”. (!). Con esa redacción
pareciera que los asesorados fueran los apoderados y no las partes. Craso error el que se margine a los
apoderados de intervenir activamente en la conciliación. Es como presumir que los apoderados son quienes
sabotean cualquier posibilidad de arreglo conciliatorio, lo cual en nuestro criterio atenta contra la integridad
profesional y ética de los abogados.
o consecuencias de la inasistencia de las partes a la audiencia cuando el juez debe declararla clausurada, pues
la presunción de certidumbre respecto de los hechos de la demanda o de la contestación –según el caso–
deben conducir a la correspondiente declaración del juez en tal sentido y a que se abstenga de practicar
determinadas pruebas, como consecuencia de haber dado aplicación a la presunción y de paso contribuirá a
agilizar el trámite del proceso.
o la conciliación extrajudicial laboral, se podrá adelanta, “…ante los inspectores de trabajo, lo delegados
regionales y seccionales de la Defensoría del Pueblo, los agentes del Ministerio Público en materia laboral, A
falta de todos los anteriores, en el respectivo municipio, esta conciliación podrá ser adelantada por los
personeros y por los jueces civiles o Promiscuos municipales”.
9.3. FINES DE LA CONCILIACIÓN

Mecanismo alternativo de resolución de conflictos. la conciliación cumple los siguientes fines:


 Si es extraprocesal, le pone fin a un conflicto y de esa manera se evita el proceso.
 Si es procesal, le pone fin al conflicto y como consecuencia se termina anticipadamente el proceso. Esa
terminación anticipada no puede considerarse una forma anormal de terminación del proceso, si el acuerdo
conciliatorio tiene ocurrencia dentro de la audiencia de conciliación, decisión de excepciones previas y
fijación del litigio (artículo 77 del C. P. del T. y la S.S.), Si al arreglo conciliatorio se llega posteriormente, en
cualquiera de las instancias, cuando las partes de común acuerdo lo hayan solicitado, constituye una forma
de terminación anormal, pues no es lo más corriente que así ocurra.

9.4. LA CONCILIACIÓN Y OTRAS FIGURAS JURÍDICAS

 la Conciliación es una institución creada por el legislador para la solución conflictos, en el proceso como
antes de él.
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 Si es extraprocesal, es facultativa
 si es procesal, constituye una etapa procesal obligatoria, que no preclusiva, pues como se vio antes,
si fracasa en la audiencia del artículo 77 del C. P. del T. y la S. S., puede realizarse, siempre que lo
soliciten las partes de consuno, en cualquiera de las instancias el proceso.
 Es una institución de orden público, porque está regulada por el C. P. de. T. y la S. S., normas publicas
 La transacción es un contrato bilateral en virtud del cual las partes terminan extrajudicialmente un litigio
pendiente o precaven un litigio eventual, mediante recíprocas concesiones (artículo 2469 del C.C.). Se
perfecciona con el mero acuerdo de voluntades de las partes y produce efectos desde su celebración

SIMILITUDES ENTRE TRASANCCION Y CONCILIACION

• Las dos constituyen formas de autocomposición, pues apuntan a ponerle fin a un conflicto y consecuentemente
al proceso cuando éste se ha iniciado.
• Ambas figuras jurídicas encuentran su fundamento en el artículo 116 de la Constitución Nacional y tienen la
calidad de principios del derecho del trabajo, de acuerdo con lo previsto por el artículo 53 ibídem.
• Las dos figuras se aplican para solucionar situaciones problemáticas o conflictuales que se refieran a derechos
que tengan el carácter de inciertos y discutibles.
• Tanto la conciliación como la transacción, son manifestación del principio de la autonomía de la voluntad y
deben cumplir para su validez, con los requisitos del art 1502 C.C.: Capacidad, consentimiento exento de vicios,
objeto y causa lícitos. puede demandarse su nulidad cuando no se cumplan.
• Ambas prestan mérito ejecutivo, si contienen obligaciones claras, expresas y exigibles

DIFERENCIAS:

• La transacción es un negocio jurídico contractual, mientras la conciliación es una institución que lo contiene.
• La conciliación es un arreglo amigable al que llegan las partes para componer un conflicto, con la colaboración de
un tercero que funge como conciliador, mientras que a la transacción llegan las partes o sus apoderados, sin que
medie intervención de otra persona.
• La conciliación (judicial) es una etapa procesal obligatoria, mientras que a la transacción se llega por voluntad de
las partes, quienes son las que celebran el acuerdo.
• La conciliación como etapa procesal obligatoria le puede poner fin anticipadamente al proceso –si al acuerdo de
voluntades se llega dentro de la audiencia respectiva–, y solo de manera anormal si a ella se llega en una
audiencia posterior en cualquiera de las instancias; mientras que la transacción si se celebra estando en curso el
proceso, constituye una forma anormal de terminación del mismo.
• La conciliación tiene una formalidad consistente en la aprobación por parte del funcionario (administrativo o
judicial) ante el que se realiza el acuerdo, mientras que la transacción se perfecciona por la firma de las partes.
• La conciliación como se verá más adelante tiene valor de cosa juzgada, mientras que la transacción no.

9.5. NATURALEZA JURÍDICA DE LA CONCILIACIÓN

 Una institución reglada por el Derecho Procesal del Trabajo y la Seguridad Social.
 la conciliación extraprocesal que se adelanta ante los funcionarios administrativos del Ministerio de
Protección Social (antes denominado del Trabajo), la jurisprudencia del Consejo de Estado, ha dicho:
La conciliación ante los funcionarios administrativos del Ministerio de Protección Social, no contiene una
manifestación unilateral de voluntad de la administración y por ende no es un acto administrativo. Por
consiguiente, no cabe contra el Acta de Conciliación, recurso alguno de la vía gubernativa.

9.6. EFECTOS DE LA CONCILIACIÓN

1. hace tránsito de cosa juzgada


2. presta mérito ejecutivo
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