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RESUMEN
La Diabetes mellitus es una enfermedad con una gran afectación a nivel mundial, que a la vez es un factor de
riesgo para la aparición del pié diabético.
El pie diabético conlleva pérdida de calidad de vida y elevados costes para el paciente y el sistema sanitario.
El adquirir los conocimientos adecuados por parte de paciente se refleja en una importante reducción del riesgo
de formación de lesiones y evitar finales traumáticos.
Para que el paciente se encargue de su propio autocuidado y se haga responsable es necesario que los
profesionales sanitarios hagan una gran labor para que transmitan los conocimientos y a la vez el paciente los
domine y los ponga en práctica.
Enfermería es el profesional que mayor contacto tiene con el paciente diabético, por lo tanto es una pieza
fundamental para la promoción de hábitos saludable y capacitar al paciente para que los logre.
INTRODUCCIÓN
El pie diabético según la OMS (organización mundial de la salud) es la presencia de ulceración, infección y/o
gangrena del pie asociada a la neuropatía diabética y diferentes grados de enfermedad vascular periférica, como
resultado de una gran variedad de factores inducidos por una hiperglucemia mantenida.
La diabetes mellitus encabeza como primera causa de amputación no traumática de miembros inferiores, 7 de
cada 10 amputaciones no traumáticas se deben a la diabetes mellitus.
En España la prevalencia de la diabetes mellitus gira en torno al 13% de la población mayor de 18 años.
La prevalencia a nivel mundial de la patología del pie diabético varía entre el 1,3% -4,8%.
Se estima que entre el 15% y el 25% de los diabéticos desarrollarán una ulcera en el pie en proceso de su
enfermedad. Afecta a la población diabética entre 45 y 65 años.
Dada su incidencia es imprescindible valorar esta patología desde un punto de vista multidisciplinar, donde cada
profesional tiene su importancia en las actividades que le son propias tanto de prevención, de promoción,
curación o rehabilitación.
ETIOLOGÍA
El origen del pie diabético es una triada de afectación neuropática, vascular e infecciosa.
La neuropatía diabética es un factor de riesgo para presentar pie diabético que aparece, sobre todo por pérdida
de la sensibilidad. A su vez ese déficit de sensibilidad favorece deformidades, presión anómala, heridas y úlceras.
2. Factores desencadenantes o precipitantes: son los que hacen debutar la lesión. A la vez estos factores se
pueden clasificar en:
2.1 extrínsecos: que son de origen mecánico: zapatos mal ajustados, andar descalzado, caídas, accidentes; de
origen térmico: uso de agua demasiado caliente, bolsas de agua caliente, exposición a una fuente de calor como
estufa, brasero, y de origen químico: uso inadecuado de agentes queratolíticos como los callicidas.
2.2. intrínsecos: son alteraciones biomecánicas a consecuencia de deformidad del pie como dedos “en garra”,
“Hallus valgus”, pérdida de almohadilla plantar, o limitación de la movilidad articular que condicionan un
incremento de la presión plantar máxima en esa zona provocando formación de callosidades , que a su vez
incrementa el riesgo de herida y de ulceración.
3. Factores agravantes o perpetuantes: aquellos que en un pie diabético ya establecido va a facilitar la aparición
de complicaciones, como puede ser la infección o isquemia que determinará la evolución, cronicidad y pronóstico
de la lesión. Suelen ser úlceras sobreinfectadas por microorganismos como estafilococos y estreptococos
pudiendo ocasionar celulitis.
4. Factores predisponentes: en los inicios del pie diabético se combina la atrofia de la musculatura progresiva y la
sequedad de los pies asociada con la isquemia en diferente grado, en dicha situación ante cualquier traumatismo
el resultado será una úlcera.
SINTOMATOLOGÍA
Sensación de hormigueo, frialdad y acorchamiento desde los dedos de los pies hacia los tobillos y las
piernas.
Dolor intenso en las piernas y los pies principalmente en reposo en la cama.
Pérdida de sensibilidad.
CLASIFICACIÓN DE LA ÚLCERAS DIABÉTICAS
De forma habitual las úlceras se localizan en la planta del pie y la clasificación más usada es la Escala de
Wagner:
RIESGO DE PADECER PIE DIABÉTICO
Si la detección y categorización de riesgo son factores sumamente claves para el diagnóstico del pie diabético, no
es menos importante la labor de la enfermería en la aplicación de programas de prevención de lesiones y úlceras
en este tipo de pacientes.
Por ello la enfermera en una pieza angular como primer eslabón en prevención y cuidados del pie dirigida a
pacientes y familiares con el fin de disminuir las complicaciones.
Historia clínica/ hábitos de vida: edad, tipo de DM, años de evolución, recogida de factores de riesgo
como: ejercicio físico, índice de masa corporal, tabaco, hipertensión, tipo de alimentación, antecedentes
de presencia de úlceras, cuidados habituales del paciente.
Exploración física: búsqueda exhaustiva en los pies, estado de las uñas, presencia de hiperqueratoris,
deformidades de dedos, estado de la piel en dorso, planta, talón y espacios interdigitales.
Detección de neuropatía: se usan instrumentos específicos como el Monofilamento de Semmes-
Weinster y el diapasón.
Detección de enfermedad vascular periférica: con la palpación de pulsos y con el índice tobillo/brazo.
La clasificación del riesgo de padecer el pie diabético nos indica la frecuencia con la que se debe realizar una
nueva valoración:
QUÉ DEBE DE SABER EL PACIENTE CON DIABETES EN RELACIÓN AL PIE DIABETICO
Lave sus pies diariamente, realizando un baño breve (no más de 10 minutos), con agua templada entre
36-37ºC y jabón neutro, comprobando la temperatura previamente con la mano o con termómetro,
secarlos cuidadosamente en especial en las zonas interdigitales con toalla suave a toques evitando la
fricción.
Evitar la humedad en los pies, en casos de sudoración usar talco.
Hidratación diaria con crema hidratante o con emulsiones de ácidos grasos hiperoxigenados. No aplicar
en los espacios interdigitales.
Revisión diaria de los espacios interdigitales, plantas, talones en búsqueda de posibles callos, durezas,
ampollas, cortes, úlceras o signos de infección. Si es necesaria se debe ayudar con un espejo o recurrir a
otra persona para su exploración.
UÑAS:
Cortar con tijeras punta roma y en línea recta sin apurar demasiado el corte para evitar que se encarnen.
Recomendado cortarlas después del baño para que estén más blandas.
Si el corte resulta dificultoso acudir al podólogo.
Limar para mantener la longitud y pulir bordes con limas de cartón.
Ante cualquier lesión acudir al médico y//o enfermera para valoración, sin usar antisépticos, ni cremas por
cuenta del paciente sin previa valoración.
PROTECCIÓN:
CALZADO:
Usar zapatos de piel, cómodos, flexibles, antideslizantes y transpirables. Comprobar previamente que el
zapato no tenga nada que roce o pueda molestar. Tener otro para de calzado para cambiarlo con
frecuencia y evitar los mismos puntos de fricción.
Tacón de 2-3 cm. Máximo de 5 cm. para los tacones. Evitar los zapatos estrechos o con punta fina,
sandalias, zuecos que dejan parte del pie al descubierto.
Usar siempre con los zapatos calcetín de algodón, que transpire, que no tenga costuras y que no
compriman la circulación. Cambiarse el calcetín a diario.
No caminar nunca descalzos, ni por la playa tampoco.
CONCLUSIONES
El profesional de enfermería está capacitado para la valoración del pie diabético y valorar el impacto que
producen estas lesiones. Además realizará el seguimiento del paciente junto con el resto de profesionales,
llevando a cabo un trabajo en equipo.
Se precisa de una gran implicación de enfermería para la prevención de esta patología, ya que en la mayoría de
las veces la educación sanitaria se lleva cabo cuando ya hay alguna lesión, debido a la sobrecarga de trabajo.
Resaltar que es importante valorar el riesgo que cada paciente tiene a nivel individual cada paciente para dar una
educación sanitaria personalizada, y esa información adaptarla lo mejor posible a cada individuo.
Es una patología que afecta al núcleo familiar ya que el paciente según el grado va perdiendo autonomía para
realizar los cuidados, por lo que hay que involucrar al resto de familia para prevenir nuevas lesiones.
El pie diabético es el nombre que recoge todas aquellas características particulares de la diabetes
que afectan específicamente al pie.
Por qué?
La diabetes conlleva un aumento de los niveles de azúcar en sangre, lo que dificulta el proceso
natural de cicatrización y además compromete la correcta circulación de la sangre, especialmente
en las extremidades inferiores (los pies).
Por ello el pie diabético es una de las principales preocupaciones del profesional de enfermería en
todos los centros de salud.
Síntomas del pie diabético
Uno de los primeros síntomas que padecen los pies diabéticos es la perdida de sensibilidad en la
planta del pie, perdida de sensibilidad al tacto y también una perdida de sensibilidad a los cambios
de temperatura.
Esta pérdida de continuidad de la piel supone una puerta abierta de entrada para los
microorganismos.
La principal actividad de enfermería respecto al cuidado de pie diabético, aunque parezca obvio,
es el control y seguimiento de la glicemia capilar, ya que unos números elevados de azúcar en
sangre, complicarían toda la gestión del cuidado futuro del pie diabético.
La enfermera por ello deberá profundizar en la técnica de la entrevista para hacer un buen
seguimiento y control de la dieta del paciente así como detectar sus posibles errores en dicha
dieta.
Cuidado de las uñas del pie, la enfermera debe supervisar el buen estado general y cuidado
de uñas del pie diabético y su seguimiento.
Respecto a los cuidados específicos del pie, si es necesario y el paciente no pudiese, los
profesionales de la salud deberán asistir en la medida de lo posible, al corte de las uñas del pie, o
bien derivar esta técnica a un podólogo, que es el profesional más específico para el
mantenimiento y cuidado del pie.
La higiene del pie debe ser diaria y exhaustiva, hay que dedicar aunque sea 5 minutos a la higiene
del pie con agua abundante.
Sobre la utilización de cremas hidratantes en el pie, los podólogos son partidarios de su uso en la
zona de la planta y el dorso del pie a excepción de las zonas interdigitales, es decir entre los dedos
del pie seria mejor no colocar productos hidratantes porque es una zona de fricción y que tiene
movimiento necesario para producir una pequeña lesión si están excesivamente hidratadas.
Los precios de este tipo de zapato diseñados prácticamente a medida, suponen una gran inversión
inicial en comparación con el uso y coste de un zapato normal, pero si lo miramos a largo plazo,
realmente son útiles, ya que el riesgo de tener una herida en el pie puede ser mucho mayor que el
coste del zapato específico para el pie diabético.
1- Cirugia Endovascular
Es un tipo de cirugía que consiste en dilatar el vaso o arteria obstruido a nivel del pie para facilitar
la correcta llegada del riego sanguíneo al mismo.
Es una técnica quirúrgica que se basa en comunicar la parte sana de la arteria a nivel superior
[proximal] con la parte dañada de la misma en la parte inferior [distal] mediante un bypass que es
una nueva canalización creada de manera artificial paralela a la arteria lesionada, normalmente se
crea con un vaso sano del propio paciente o bien con una prótesis.
Bibliografia:
Caballero Barturen. Elena, Plan de Cuidados individualizados de paciente con pie diabético, 2010
España.
BIBLIOGRAFÍA
1. Boada A, Baro M, Hernández T, Pie diabético y manjeo del dolor neuropático. Programa formativo para
enfermería. P9-29, 2012.
2. Cuidados en los pies diabéticos antes y después de intervención educativa. 1ª edición. Enfermería Global.
2013.
3. Educando al diabético en Atención Primaria. La visión enfermera. Manual elaborado en el marco del
Convenio de Colaboración, entre la Consejería de Salud y la Asociación Andaluza de Enfermería
Comunitaria (ASANEC). Junta de Andalucía. 2002.
4. Lázaro JL. Abordaje práctico del tratamiento de las heridas. Módulo 5: diagnóstico y tratamiento integral
del pie diabético. Colopast. 2016
5. Rovira a, Vázquez C, Torreiglesias M. Historia e importancia de la diabetes. Todo para la diabetes.1ª
edición. Madrid: Santillana 2007.
ABORDAJE DEL PIE DIABETICO
Las alteraciones de la macrocirculacion es decir de los vasos de calibre grande, mediano y pequeño, asi como
alteraciones de la microcirculacion que afectan a los capilares.
Las infecciones de los pies, generalmente por hongos, debidas a falta de higiene, humedad constante en los
pies, contagio etc.
La maceración de los espacios interdigitales entre el cuarto y el quinto dedo.
Las alteraciones óseas de los pies, debido a malformaciones óseas y/o condicionada por la neuropatia motriz.
Disminución de la flexibilidad cutánea y el consecuente incremento del riesgo de deterioro de la misma.
Disminución de la sensibilidad y con ello la disminución de la percepción dolorosa.
Por ello, será fundamental trabajar sobre la prevención en la aparición de estas lesiones educando al
paciente a reconocer no solo los riesgos sino lo que es mas importante las medidas preventivas que el mismo
puede poner en practica para evitar asi la aparicion de estas lesiones que son dificiles de curar y que con
frecuencia tienen una gran facilidad para desarrollar complicaciones.
(1) El tratamiento de la ulceración en el pie de los pacientes diabeticos debe orientarse inicialmente contra su
causa, concretamente contra la presion. El alivio de la presion plantar puede conseguirse con el reposo en cama
y evitando apoyar en lo posible el pie.
Ademas del alivio de la presion, la ulcera debe desbridarse con regularidad, con la eliminacion de todo el
callo y del tejido no viable formado alrededor de la ulcera. Esto facilita la formacion de una herida con tejido de
granulacion sano que cura a partir de la base y no meramente a partir de los bordes
En caso de evidencia de insuficiencia vascular el paciente debe enviarse a un cirujano vascular para que
proceda a su evaluacion. Esto es particularmente importante en ausencia de signos de curacion al cabo de 6
semanas. Deben realizarse radiografias para evaluar el pie precozmente en el curso de la ulcera y repetirse si
estuviera clínicamente indicado, por ausencia de curacion o presencia de una infeccion profunda, para detectar
una alteracion osteomielitica.
La actitud habitual consiste en instaurar el tratamiento antibiotico ante la mas minima sospecha clinica de
infeccion Es probable que la ulcera esté colonizada por multiples microorganismos, algunos de los cuales son
probablemente la causa real de una infeccion invasiva, por lo que los frotis de la herida suelen proporcionar un
beneficio escaso Se requieren antibioticos de amplio espectro con cobertura aerobica y anaerobia, incluyendo
estreptococos y estafilococos, como amoxicilina-acidoclavulanico, clindamicina o ciprofloxacino (aunque este
ultimo posee una cobertura antiestafilococica deficiente y antiestreptococica limitada, penetra en los tejidos
perfectamente)
La hospitalizacion esta indicada cuando no sea posible conseguir el reposo del pie en condiciones
ambulatorias con el subsiguiente fracaso de curacion, y/o en caso de infeccion grave sin controlar. En los
pacientes hospitalizados no es absolutamente necesario administrar antibioticos por via intravenosa, aunque en
infecciones graves, en ausencia de resultados de cultivos basados en muestras obtenidas en la profundidad de
las heridas (como las que se obtienen en el desbridamiento quirurgico) o de hemocultivos, debe considerarse la
administracion de ampicilina y metronidazol en combinacion.
La cuestion de la elección de apositos para las ulceras en pies diabéticos es incluso mas polémica que la
cuestion de la eleccion de antibioticos. Los apositos secos constituyen todavia la piedra angular del tratamiento
de la ulceracion en el pie diabetico en numerosos servicios. No obstante, se cree que los apositos activos v los
medios humedos para las heridas poseen ventajas claras sobre los apositos secos. El aposito apropiado puede
tambien modificarse durante el curso de la ulcera o debido a la presencia de infeccion.
(1) Dr. Matthew John Young Reino Unido.1993 Foro Wound Care.
Lavar el pie con agua y jabón, secar muy piel la piel sana y entre los dedos.
Introducir un hisopo para comprobar la profundidad y tejidos afectados.
Fundamental el desbridaje inicial y continuado de la lesión, eliminando hiperqueratosis, tejido necrótico y si lo
hay, el foco infeccioso "flemón diabético" dejándolo abierto para drenaje.
Tomar cultivo del exudado mediante aspiración o biopsia, para el adecuado y necesario tratamiento antibiótico
sistémico.
Curas frecuentes, continuando el desbridaje de tejidos no viables y haciendo en los primeros dias lavados a
fondo con antisepticos (polihexanida-betaina PHMB) de los tejidos abiertos con elevada carga bacteriana,
explorando y drenando posibles nuevos focos infecciosos.Existe evidencia de la efectividad de los apositos con
plata y de la PHMB en la reducción de la carga bacteriana en heridas con colonización crítica, infección oculta o
retraso en la cicatrización.
No usar apósitos hidrocoloides ante signos o sospecha de infeccion local.
El uso de pomadas enzimaticas, los hidrogeles y el gel de polihexanida, facilitan el desbridamiento químico.
En lesiones infectadas muy exudativas. pueden usarse productos no oclusivos como los alginatos, la hidrofibra
de hidrocoloide con plata, el cadexómero yodado, soluciones super oxidadas o los apósitos de plata nanocristalina o
las mallas de carbon activado y plata. Productos con alta capacidad de absorción y propiedades antimicrobianas.
Una vez tengamos abundante tejido sano, ser menos agresivo y usar productos que mantengan un medio
humedo que favorezca la cicatrizacion total.
Hacer radiografia del pie para descartar de osteomielitis.
Evitar el apoyo de la zona del pie afectada.
Tratar el dolor si lo hay.
Evitar el edema del miembro.
Hidratar frecuentemente la piel sana.
El diagnóstico preliminar siguiente, incluiría unas pruebas mas específicas y extensas para establecer un
cuadro más claro de estado de la herida, estas pueden ser:
Y como manejo local de la herida la propuesta para una buena práctica clínica incluiría:
Con bastante frecuencia es necesaria la existencia de un equipo multidiciplinario es para proporcionar de
forma concomitantemente las condiciones optimas de perfusión, tratamiento de la infección y realización de
elementos ortóticos de descarga adecuados. Incluso en casos en los que exista un enlentecimiento y
estacionamiento de la cicatrización de la herida pueden ser necesarias reevaluaciones y adopción de medidas
teratéuticas mas avanzadas. En este sentido el Dr. Falanga manifestó tambien que "recientes adelantos
tecnológicos han llevado a descubrimientos muy prometedores en el tratamiento del pie diabético herido y otros
tipos de heridas crónicas," entre ellos incluyó:
Para finalizar su artículo el Dr. Falanga hizo especial hincapié en que "una vez sanada le herida es vital el hecho
de prevenir la reulceración, por lo que aconseja una vigilancia constante, un exaustivo control de las cifras de
glucosa, y el uso de elementos de descarga que se deberán de utilizar diariamente".
Debe instaurarse antibioterapia de amplio espectro hasta que se reciban los resultados del cultivo. En las
infecciones leves por vía oral y en las moderadas y graves por vía oral y parenteral, basado en el antibiograma, el
germen más frecuente y la respuesta clínica.
En principio, un correcto drenaje de los focos infecciosos y un desbridaje de la lesión son las mejores medidas
contra la infección en el pie diabético junto con la correcta antibioterapia sistémica.
Siguiendo la clasificación de Wagner (ver tabla 2) para establecer conductas: Grados 1 y 2 pueden ser tratado
ambulatoriamente, Grados 3, 4 y 5 hay que ingresar al paciente en un centro hospitalario, consultando con un
equipo para evaluar flujo, infección, apoyo y tratamiento local (8).
Deformidades (hallux valgus, dedos en martillo, pie cavo,...): valorar la posibilidad de prótesis de silicona o
plantillas y preferiblemente cirugía ortopédica.
Uña incarnata: como regla general no se deben cortar nunca las uñas sino limarlas; el calzado no debe comprimir
los dedos. Si esta es recidivante el tratamiento es quirúrgico.
Micosis, pie de atleta: Suele aparecer entre los dedos y en la planta como una zona enrojecida con maceración y
ruptura de la piel. Se trata con antimicóticos tópicos y evitando la humedad del pie.
Grado 1:
Úlcera superficial: reposo absoluto del pie lesionado, durante 3-4 semanas. Limpieza diaria con suero fisiológico
(a cierta presión) y mantener medio húmedo. Valorar la lesión cada 2-3 días. Se han propuesto varias sustancias,
entre ellas las soluciones antisépticas, los factores de crecimiento derivados de las plaquetas o los productos con
colágeno.
Grado 2:
Úlcera profunda: reposo absoluto del pie lesionado. Debe sospecharse la posible existencia de infección que se
evidenciará principalmente por los signos locales, Celulitis, linfangitis, crepitación, afectación ósea, exudado
purulento, fetidez, profundidad, fístulas, gangrena...
Se realizará un desbridamiento quirúrgico minucioso, eliminando los tejidos necróticos, así como la
hiperqueratosis que cubre la herida; para los esfacelos que no puedan ser retirados mediante bisturí podemos
ayudarnos de productos como las enzimas proteolíticas o los hidrogeles (Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 1745-
9990)..
Tópicamente ante signos de infección estaría indicado el uso sulfadiacina argéntica o determinados apósitos con
plata y en lesiones muy exudativas el uso de productos absorbentes (9), tales como los apósitos de hidrofibra de
hidrocoloide (10) y los alginatos (11).
Se instaurará siempre tratamiento antibiótico sistémico tras la toma de una muestra de la úlcera para cultivo y
antibiograma.
Localmente ante una úlcera que no sigue una evolución satisfactoria, se sospecha osteomielitis (hacer siempre
radiografías de la zona).
Grado 3:
Ante zona de celulitis, absceso, u osteomielitis, o signos de sepsis, el paciente debe ser hospitalizado de forma
urgente para desbridamiento quirúrgico y tratamiento con antibióticos vía parenteral.
Grado 4:
Gangrena de un dedo / dedos del pie: El paciente debe ser hospitalizado para estudiar circulación periférica y
valorar tratamiento quirúrgico (by-pass, angioplastia, amputación)
Grado 5:
Como ya se ha descrito, en las enfermedades de oclusión arterial se requiere un tratamiento diferencial, que
depende principalmente del estado vascular y del resultado de la revascularización. En contraposición con la
lesión neuropática del pie, raras veces se puede llegar a evitar la amputación.
Para la limpieza del lecho de la herida será necesaria la extirpación quirúrgica de la necrosis, una amputación en
la zona colindante con una amplia cicatrización secundaria de la herida, así como también amputaciones
siguiendo las pautas clásicas de amputación con una cicatrización primaria de la herida. Para establecer las
correspondientes medidas del tratamiento se requiere poseer experiencia clínica. La decisión debería llevarse a
cabo tras una madura reflexión y no de forma precipitada (como por ejemplo en el servicio de urgencias). El
objetivo último del tratamiento de las úlceras diabéticas es la conservación de las extremidades (12).
· Pie de Charcot
La prevención de la destrucción y de las deformidades adicionales del pie en la fase aguda es la meta
fundamental del tratamiento. Es por lo tanto esencial prevenir. El apoyo principal del tratamiento actual está en el
uso de un molde para evitar la presión.
Si se trata tempranamente, el pie no alcanza grandes deformidades y evitar la ulceración.
Si no se trata el pie afectado por la artropatía de Charcot se vuelve muy se deforme y es propenso a la
ulceración. El tratamiento es paliativo, terapia pediátrica regular y la limitación de actividades. La Amputación se
requiere a veces debido a la ulceración es insuperable. Por lo tanto diagnosticar en la etapa aguda " de un pie
hinchado " es esencial.
No hay tratamiento farmacológico específico probado, ha habido un informe de que un grupo de drogas
conocidas como los bifosfonatos pueden ser útiles. Se están experimentando actualmente ensayos clínicos (13).
Enfoque resumido del tratamiento del pie diabético (14): (ver tabla 1)
Diagnóstico
Terapia causal
-Evitar las recidivas con una correcta educación preventiva que debe incluir las siguientes medidas mínimas: (ver
recomendaciones de prevención)
* Inspección diaria de los pies para detectar modificaciones (callosidades, infecciones fúngicas, de las uñas, etc.)
* En el cuidado de los pies no utilizar instrumental cortante, bañar los pies sólo a temperatura corporal, no
caminar con los pies descalzos.
* Control periódico por el podólogo que recomendará zapatos ortopédicos adecuados que tengan una adecuada
distribución de la presión.
- Tabla 1 -
CONCLUSIONES
Los tres componentes patológicos, neuropatía, enfermedad vascular periférica e infección, sobre
los que gira la etiopatogenia de las lesiones que se desencadenan en el pie del diabético pueden
traer consecuencias graves a estos pacientes. Una exploración detallada puede dar claves para
diagnosticar la enfermedad o para confirmar el avanzado estado de esta. El control de la diabetes y
el tratamiento adecuado de las úlceras, infecciones, deformidades músculo esqueléticas,
proporcionará al paciente una mejor calidad de vida.
El papel del profesional de enfermería es fundamental dentro del equipo multidisciplinar que debe abordar este
grave problema de salud; la educación sanitaria diabetológica, las recomendaciones de prevención, la
identificación de riesgos, el establecimiento de un plan de cuidados individualizado y el curetaje local de las
úlceras constituyen los pilares sobre los que se asienta este rol.
Las úlceras de origen diabético deben ser correctamente etiquetadas dependiendo de su origen, para realizar el
correcto tratamiento local.
Las medidas terapéuticas locales en las úlceras diabéticas constituyen una etapa más del proceso global de
diagnóstico etiológico y de tratamiento integral del paciente con pie diabético; siempre debe considerarse
individualmente cada caso ya que cada enfermo nos ofrecerá perspectivas distintas de abordaje.
La introducción de nuevos productos terapéuticos (hidrogeles, alginatos, hidrofibras, apósitos con plata, factores
de crecimiento, colágenos, etc.), para la cura local de este tipo de heridas, de evolución tórpida y de carácter
recidivante, desde hace relativamente poco tiempo, ha supuesto tanto para el paciente, como para el profesional
de enfermería, un cambio radical en su enfoque práctico.
Sin embargo es necesario seguir investigando y haciendo las pertinentes evaluaciones clínicas de las nuevas
terapias, para conseguir cada vez productos más eficaces que aceleren los procesos de cicatrización en las
úlceras del pie diabético.
El reto para el enfermero, es enfrentarse a estas lesiones con la suficiente preparación y conocimientos
profesionales, y usar los productos a su alcance de la manera más adecuada, para dar los mejores cuidados
posibles, que restauren la salud del diabético y restablezcan en el menor tiempo posible la integridad de la piel,
evitando así el mayor número posible de amputaciones, siguiendo la Declaración de St. Vincent (15).
BIBLIOGRAFÍA
El número de personas con diabetes ha aumentado de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014
La prevalencia mundial de la diabetes en adultos (mayores de 18 años) ha aumentado del 4,7% en 1980 al
8,5% en 2014
La diabetes es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente
cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
Los datos publicados hasta el momento indican claramente, que las lesiones de pie en personas con
diabetes, en los países en desarrollo tienden a ser predominantemente neuropáticas en su origen. La
Neuroartropatía de Charcot tiene una prevalencia de 1 cada 680 pacientes diabéticos.
La enfermedad Vascular Periférica es de 2 a 6 veces más frecuente en los diabéticos que en la población general
y es responsable del 20% de los ingresos por úlceras del pie. (Shaw J, Boulton A: The pathogenesis of diabetic foot
problems. Diabetes 46:94-98, 1998)
Un estudio a nivel europeo mostró que el 58 % de los pacientes que acuden a una clínica del pie con una nueva
úlcera presentaban una herida clínicamente infectada.
Asimismo, según un estudio monocéntrico de EE.UU., el 56 % de las UPD estaban clínicamente infectadas. Este
estudio también demostró que el riesgo de hospitalización y de amputación de una extremidad inferior era entre 56 y
155 veces superior en pacientes diabéticos con una infección en el pie, que en el caso de aquellos que no la tenían.
(International Best Practice Guidelines: Wound Management in Diabetic Foot Ulcers. Wounds International, 2013).
Se estima alrededor de un 85% de los diabéticos que sufren amputaciones previamente han
padecido una úlcera.
Un paciente amputado tiene un riesgo de sufrir una nueva amputación del mismo lado en el 40% y del lado
contra lateral en el 30% de los casos seguidos durante un periodo de tiempo de 5 años. (Monica Ortegon, William Ken
Redekap and Locus Wilhelmus Niessen. CostEffectiveness of Prevention and Treatment of the diabetic foot. Diabetes
Care 27: 901-907.2004)
El riesgo de que un enfermo diabético sufra una amputación menor y/o mayor en la extremidad inferiores muy elevado
con respecto a la población no diabética. Numerosos estudios aseveran que la incidencia acumulativa de amputaciones
en la población a la que se diagnostica la DM antes de los 30años y con una evolución de más de diez, supera el 5%
en la DM tipo I y el 7% en la DM tipo II.
En el estudio de Rochester, el riesgo acumulativo de sufrir una amputación después de un período evolutivo de la DM
igual o superior a 25 años es del 11%.
En este mismo estudio, y con un seguimiento superior a los 20 años, su incidencia era de 7 a 9enfermos por 100.000
enfermos diabéticos y año.
En pacientes con DM tipo 2 (DM2) se ha observado, en un estudio realizado en Espana˜ a nivel nacional, un aumento
significativo de amputaciones menores y mayores de miembros inferiores (9,2-10,9 y 7,1-7,4 por 100.000 personas,
respectivamente) . Existe un alto riesgo de desarrollar pie diabético si el paciente presenta alguna de estas
manifestaciones: úlcera previa, pérdida de la sensibilidad, deformidad en el pie o compromiso circulatorio .
Diabetes Care. 2011
Según los datos de prevalencia en Europa, se estima que los costes asociados al tratamiento de
UPD podría alcanzar los 10000 millones de euros al año.
El tratamiento de las complicaciones del pie diabético absorbe el 15%-25% de los recursos invertidos en atender a
esos pacientes. (OMS)
Se calcula que el tratamiento y atención básicos de la diabetes permitirían prevenir hasta el 80% de las
amputaciones de pies diabéticos. (OMS)
Resumiendo:
Bibliografía:
Consenso Internacional sobre Pie diabético.Grupo de Trabajo Internacional sobre el P.D.
Tratado de pie diabético. Marinel.lo R et al.
Levin ML. Preventing Amputation in the Patient With Diabetes. Diabetes Care 1995; 18: 1383-1394. Roche E , Callejas
JM. El pie diabético. 1997
Introducción
La polineuropatía es una complicación frecuente de la diabetes: puede aparecer en al menos un 20% de las
personas diabéticas. El diagnóstico precoz es importante porque más de la mitad de estos pacientes pueden estar
asintomáticos, y tienen un mayor riesgo de presentar úlceras, infecciones y amputaciones. Se recomienda realizar
una exploración del pie a todos los pacientes diabéticos para detectar una polineuropatía; anualmente, o con
mayor frecuencia si la persona tiene un riesgo alto de padecer úlceras.
Pérdida de la sensibilidad:
o Breve historia clínica.
o Monofilamento de Semmens-Weinstein.
o Diapasón de 128 Hz.
o Reflejo aquíleo: su negatividad o asimetría indica una alteración de la sensibilidad propioceptiva, pero
su positividad no la descarta.
Deformidades del pie
Hallux valgus.
Dedos en garra, dedos en martillo.
Aspecto y alteraciones de la piel
o Piel seca, eccema, micosis.
o Grietas, heridas, úlceras.
Enfermedad periférica vascular arterosclerótica
o Síntomas de claudicación intermitente
o Presencia o ausencia de los pulsos tibiales, poplíteo y femoral
o Soplos en la arteria femoral común y la aorta abdominal
o Temperatura y coloración de los pies
o Eco-Doppler bidireccional: índice tensional tobillo-brazo
Aumento de la presión plantar
o Eritema
o Callosidades
Uñas de los pies
o Onicomicosis y otras alteraciones ungueales
o Cómo están cortadas: deben cortarse con una tijera roma y en línea recta
Para realizar la exploración con el monofilamento, el paciente debe colocarse tumbado, con los ojos cerrados. Se
presionará con el filamento perpendicularmente a la piel en la zona plantar, hasta que éste se doble en parte (equivale
a ejercer una presión de 10 g), durante 1-2 s (fig. 2), y se pregunta al paciente si lo siente. Las zonas que deben
explorarse son el primer dedo del pie, y la base del primer, tercer y quinto metatarsiano (fig. 3). No se aplicará el
monofilamento sobre zonas con hiperqueratosis, cicatrices o úlceras, ya que pueden inducir a error. La incapacidad de
percibir la presión que se ejerce con el monofilamento se asocia con una alta probabilidad de padecer una neuropatía
y, secundariamente, úlceras, que en estadios avanzados pueden provocar amputaciones.
Tiene una sensibilidad del 95-100% y una especificidad del 80%.
El monofilamento no debería utilizarse en más de 10 pacientes sin un período de recuperación de éste de 24 h.
Para realizar la exploración con el diapasón de 128 Hz, éste debe colocarse sobre el primer dedo del pie o sobre el
relieve óseo de la cabeza del primer metatarsiano, y el paciente debe notar su vibración. Tiene una sensibilidad del
80% y una especificidad del 60%.
El índice tensional tobillo/brazo se calcula midiendo, con la sonda del eco-Doppler, la presión arterial sistólica en
ambos brazos en la arteria braquial, y se utiliza la medida más alta. La sonda del eco-Doppler se coloca sobre la
arteria, y se infla el manguito hasta que el sonido del Doppler desaparezca. Se desinfla el manguito hasta que el sonido
reaparezca (presión sistólica). De la misma manera, se mide la presión arterial en el tobillo, en la arteria tibial posterior
y dorsal pedia, del lado donde la presión del miembro superior ha sido mayor, utilizando también la presión que
hayamos obtenido más alta. Se divide la presión arterial obtenida en el tobillo entre la obtenida en el brazo. Si es < 0,9,
indica una sospecha de enfermedad vascular periférica. Se consideran dentro de la normalidad los valores > 1. Tiene
una sensibilidad del 93% y una especificidad del 90%.
Si se detecta algún paciente de riesgo, se ha de incidir en la utilización de calzado adecuado: debe ser cómodo,
flexible, de piel, sin costuras internas, ligero, transpirable, con una suela que no resbale. Se deben evitar los zapatos de
tacón y los que terminen en punta. También es muy importante realizar una cuidadosa inspección diaria de los pies,
visitar al podólogo periódicamente, controlar de forma intensiva la diabetes, la presión arterial y los lípidos, y aconsejar
la abstención tabáquica y la disminución del consumo de alcohol. Todos los pacientes diabéticos deberían estar
vacunados correctamente frente al tétanos.
Bibliografía general
Boulton AJ, Vinik AI, Arezzo JC, Bril V, Feldman EL, Freeman R, et al. Diabetic neuropathies: a statement by the
American Diabetes Association. Diabetes Care. 2005;28:956-62.
Marinel·lo J, Carreño P, Estadella B. Procedimientos diagnósticos en el pie diabético. En: Marinel·Io J, Blanes JL,
Escudero JR, Ibáñez V, Rodríguez J. Tratado del pie diabético. Madrid: Jarpyo Editores; 2002.
Mueller MJ. Identifying patients with diabetes mellitus who are at risk for lower-extremity complications: use of
Semmens-Weinstein monofilaments. Phys Ther. 1996;76:68-71.
Singh N, Armstrong DG, Lipsky BA. Preventing foot ulcers in patients with diabetes. JAMA. 2005;293:217-28.
Autores Aránzazu Cabrera García et al. Médico de Familia. CS Mar Báltico. Área 4. Madrid
Desde el punto de vista práctico, es esencial para el profesional, hacer un correcto diagnóstico diferencial entre
las lesiones neuropáticas y las isquémicas, ya que su enfoque terapéutico, será totalmente distinto.
En la siguiente tabla podemos comprobar las características más llamativas de unas y otras.
RADIOLOGÍA
Aspectos radiológicos en pie diabético
EXPLORACIÓN
Cada vez que veamos a un paciente, debemos deducir mediante una simple encuesta y examen clínico, la
presencia de uno o más de los riesgos descritos, y a continuación, al menos una vez al año. Una vez considerado
de riesgo, este debe ser explorado en cada consulta, sobre todo intentando detectar déficits neuropáticos y un examen
de los pulsos de los pies; así mismo evidenciaremos deformidades óseas y áreas de presión plantar, tales como
cabezas metatarsianas prominentes.
El umbral protector se define como el punto crítico en el cual el sistema sensitivo no puede proteger el tejido
blando.
No se correlaciona generalmente con las parestesias.
El paciente puede no tener conciencia de la misma a pesar de haber perdido más del 50% de las terminaciones
nerviosas de la piel.
PROCEDIMIENTO PARA LA APLICACIÓN DEL FILAMENTO
1. Mostrar el filamento al paciente y tocarle con él en el brazo o la mano para demostrarle que no duele.
2. Realizar el test con el filamento en las áreas indicadas en cada pie. Nunca aplicarlo en una úlcera, callo, piel
necrótica u otra lesión.
3. Aplicar el filamento perpendicularmente a la piel, empleando siempre movimientos uniformes.
4. Ejercer la presión suficiente para que el filamento se doble.
5. Retirarlo de la piel. No realizar movimientos rápidos. La aproximación, el contacto con la piel y la retirada del
filamento no debe durar más de 1½ segundos.
6. No permitir que el filamento se deslice sobre la piel ni hacer contactos reiterados sobre un lugar de test.
7. El paciente responderá "sí" si siente el filamento. Si no responde al contacto en un área concreta del pie,
continuar en otro sitio. Cuando se haya completado la secuencia, repetir las áreas donde el paciente no haya indicado
que siente el contacto del filamento.
8. Usar una secuencia aleatoria para aplicar el filamento, para evitar que el paciente imagine donde le va a tocar.
9. Indicar con un signo "-" las zonas en las que no ha respondido al contacto con el filamento.
LA PÉRDIDA DE LA SENSIBILIDAD PROTECTORA EN ALGUNO DE ESOS LUGARES INDICA UN PIE DE ALTO
RIESGO.
Fuente:
DIRECTRICES SOBRE LAS MEJORES PRÁCTICAS: TRATAMIENTO DE ÚLCERAS DE PIE DIABÉTICO
Diabetic foot ulcers, Wound bed preparation
Best Practice Guidelines: Wound Management in Diabetic Foot Ulcers. Wounds International, 2013.
Disponible en: www.woundsinternational.com
EVALUACIÓN DEL RIESGO PARA EL PIE DIABÉTICO MEDIANTE LA MEDIDA DE LA PRESIÓN ARTERIAL
SISTÓLICA POR DOPPLER EN EL BRAZO Y EL TOBILLO.
La permeabilidad de la circulación puede establecerse mediante la determinación de la presión arterial sistólica (PAS)
en brazos y tobillos utilizando un Doppler.
Indicaciones:
Método:
Interpretación de los resultados:
Calcificación arterial:
La PAS del tobillo es superior a 300 mmHg.
La PAS del tobillo es superior en 75 mmHg a la obtenida en el brazo.
La relación T/B es >1’3.
Insuficiencia arterial:
HUELLA PLANTAR
La planta del pie es una de las zonas de mayor riesgo. Utilizamos la pedigrafía para ver la silueta plantar normal:
anterior, istmo y posterior.
Consiste en pisar sobre una plancha de goma de látex que lleva en la cara inferior una trama, que se empapa con tinta
por medio de un rodillo. Debajo de ella colocaremos una hoja de papel blanco. El paciente debe caminar y pisar sobre
la superficie de látex. Los puntos más oscuros nos indican zonas de mayor presión
Puede ser necesario el uso de plantillas especiales. Otras veces la redistribución de las fuerzas que sobrecargan el
pie hace recomendable el uso de calzado especial, con suelas moldeables tipo plastozote que absorben la energía.
A veces, es necesario adquirir zapatos especiales que se adecuen a la forma del pie. Si la deformidad es muy grande,
hay que diseñar incluso el calzado para cada paciente.
Se valorará también (con el paciente en decúbito supino) la existencia de posibles asimetrías, la movilidad
articular y posibles dismorfias óseas o musculares. Se observarán las posibles alteraciones de la marcha (como por
ejemplo la cojera).
Los enfermos de riesgo deben de recibir completa información sobre cómo cuidar sus pies, y en su caso remitirlos al
ortopeda o podólogo para que les indique el calzado a usar y las necesarias plantillas de descarga de los puntos de
presión.
A los pacientes en los que se detecten signos de insuficiencia vascular, es decir, pulsos ausentes, dolor en las
pantorrillas inducido por el ejercicio, piel pálida delgada, brillante, seca, ausencia de vello, uñas engrosadas, descenso
de temperatura, palidez a la elevación y eritrocianosis en declive,
debemos remitirlos a un cirujano vascular para su correcta evaluación y tratamiento.
Evaluación vascular mediante Doppler: Documento de Dionisio Martos. (pdf 95 Kb)
Recomendamos la lectura de http://www.guiasalud.es/egpc/diabetes/completa/documentos/apartado11/Pie
%20diabetico.pdf
Ulcera Neuropática
Definida como la existencia de ulceración en un punto de presión o deformación del pie, presenta tres
localizaciones prevalentes: primer y quinto metatarsiano en sus zonas acras, y calcáneo en su extremo posterior.
Son ulceraciones de forma redondeada, callosidad periulcerosa e indoloras.
Existe una alteracion de la sensibilidad.
La perfusión arterial es correcta, con los pulsos periféricos conservados.
Ulceras neuropáticas
Ulcera Neuro-Isquémica
Necrosis inicialmente seca y habitualmente de localización latero-digital, que suele progresar de forma rápida a
húmeda y supurativa si existe infección sobreañadida .
Generalmente los pulsos tibiales están abolidos y existe una neuropatía previa asociada.
Dolorosas aunque depende del grado de neuropatia coexistente.
Localizacion mas habitual en el primer dedo, superficie lateral de la cabeza del quinto metatarsiano y talón.
Úlcera neuroisquémica
Celulitis Superficial: en un porcentaje superior al 90%-95% está causada por un único germen patógeno
gram positivo, que generalmente es el estafilococo aureus o el estreptococo. Puede cursar de forma autolimitida, o
progresar a formas más extensas en función de la prevalencia de los factores predisponentes.
Infección necrotizante: afecta a tejidos blandos, y es polimicrobiana. Cuando se forman abcesos, el proceso
puede extenderse a los compartimentos plantares.
Osteomielitis: su localización más frecuente es en los 1, 2 y 5 dedo, y puede cursar de forma sintomática,
pero no es infrecuente que falten los síntomas y signos inflamatorios, siendo a menudo difícil de establecer su
diagnóstico diferencial con la artropatía no séptica. En este sentido, la exteriorización ósea en la base de una
ulceración tiene un valor predictivo del 90%.
Sospecha de osteomielitis asociada: Hueso visible o palpable con estilete metálico, Deformidad inflamatoria de los
dedos del pie (“dedo en salchicha”), Úlcera mayor de 2 cm2 o con una profundidad mayor de 3 mm, Úlcera que no
cierra a pesar de curas y medidas ortopédicas de descarga local (especialmente si se localiza sobre prominencias
óseas o si se acompaña de leucocitosis o de VSG > 70 mm), Evidencia radiológica de destrucción ósea (puede no ser
evidente en las primeras 2-4 semanas; si persiste alta sospecha clínica, derivar para realización de IRM)
Pie infectado Ulcera diabética con osteomielitis
Artropatía neuropática
Clínicamente se manifiesta por existir fracturas espontáneas que son asintomáticas.
Radiológicamente se objetiva reacción perióstica y osteólisis.
En su fase más avanzada o final da lugar a una artropatía global (Charcot), que se define por la existencia de la
subluxación plantar del tarso, la pérdida de la concavidad medial del pie causada por el desplazamiento de la
articulación calcáneo-astragalina, asociada o no a la luxación tarsometatarsal.
Presenta una fase precoz no infecciosa, con eritema y edema, sin cambios radiologicos.
Tiene una alta prevalencia de úlcera asociada.
Escala de Wagner
Otra clasificación de uso extendido es la de la Universidad de Texas y la Clasificación de Brodsky
Clasificación de las úlceras diabéticas según la Universidad de Texas
Clasificación de Brodsky
Profundidad
0 : pie en riesgo; ulcera previa o neuropatía con deformidad que puede causar nueva ulceración.
1 : ulceración superficial no infectada.
2 : ulceración profunda con exposición de tendones o de articulaciones (con o sin infección superficial)
Isquemia
A : no isquemica.
B : isquemia sin gangrena.
C : gangrena parcial del pie (antepié).
D : gangrena completa del pie.
Intervención o tratamiento
0 : educación del paciente, examen regular, uso de calzado apropiado.
1 : alivio de la presión externa: yesos de contacto total, ortesis para deambulación, zapatos especiales, etc.
2 : debridación quirúrgica, cuidados de la herida, alivio de la presión si la lesión cierra y se convierte en grado 1
(antibióticos prn.
3 : debridación quirúrgica; amputación de rayo o parcial, antibióticos IV, alivio de la presión si la herida se
convierte en grado 1.
A : observación.
B : evaluación vascular (Doppler, arteriografía TcPo², etc.), reconstrucción vascular en caso necesario.
C : evaluación vascular, reconstrucción vascular (bypass proximal o distal o angioplastia), amputación parcial del
pie.
D : evaluación vascular, amputación mayor de la extremidad (TT o SCF) con posible reconstrucción vascular
proximal.
Pie Diabético: Prevención
PREVENCIÓN
Recomendaciones específicas de PREVENCIÓN de lesiones en el diabético de la Sociedad Española de
Angiología y Cirugía Vascular
1. Inspección diaria del pie para detectar lesiones ampollosas, hemorragias, maceraciones o escoriaciones
interdigitales. Se utilizará un espejo para la inspección de la planta y talón.
2. Antes de proceder a calzar el zapato, inspeccionar con la mano su interior para detectar resaltes, costuras
con rebordes o cuerpos extraños, que deberán ser eliminados,
3. El calzado idóneo es aquel que cumple estos principios básicos:
Por tanto, el tipo de calzado debe ser siempre extraprofundo y ancho; cuando no existe deformidad se asociará a
plantillas blandas para distribuir la presión y, si existe deformidad, a órtesis rígidas para disminuir y distribuir las
presiones anormales.
4. Las zapatillas de deporte que tengan estas características son las más adecuadas para los paseos.
5. Cambiar los calcetines y los zapatos dos veces al día.
6. No caminar nunca sin calzado. Utilizar zapatillas amplias en lugares como la playa o piscina.
7. No utilizar nunca bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas para calentarlos.
8. No utilizar nunca la resección de uñas encarnadas o callosidades. Acudir al podólogo,
9. No apurar el corte de las uñas, sino hacerlo de forma recta y limarlas suavemente.
10. Lavar los pies con agua y jabón durante cinco minutos. Proceder a un buen aclarado y un exhaustivo
secado, sobre todo entre los dedos.
11. Antes de utilizar agua caliente en la higiene de los pies, medir la temperatura con el codo.
12. Aplicar crema hidratante después del baño.
13. Notificar a su enfermera o médico la aparición de hinchazón, enrojecimiento o ulceración aunque sea
indolora.
¿Cuáles son las medidas preventivas más eficaces para prevenir complicaciones
del pie diabético?
J.M.Comas
NIVELES DE EVIDENCIA Y GRADOS DE RECOMENDACIÓN
En el caso del tabaco se realiza el test de Fagerström para medir el grado de dependencia y el cuestionario de
Richmond para determinar el grado de motivación para dejar de fumar. La cantidad de alcohol se mide en
frecuencia y cantidad (diaria, semanal, mensual).
Consumo de Fármacos para su Enfermedad
Debe valorarse si el paciente conoce los fármacos que toma para la diabetes, realización de la administración
correcta, conocimiento de los posibles efectos secundarios y otros fármacos que interactúan con su
tratamiento.
RIESGO DE INFECCIÓN
Definición: Aumento del riesgo de ser invadido por microorganismos patógenos
R/c defensas primarias inadecuadas, enfermedad crónica (Diabetes Mellitus), destrucción tisular y aumento de
la exposición ambiental
NOC: Estado inmune
Indicadores: temperatura corporal / integridad cutánea / integridad mucosa / detección de infecciones actuales
Determinar la capacidad mental y cognitiva del individuo para hacer un acuerdo sobre el autocuidado.
Acordar con el paciente los objetivos de los cuidados de los pies.
Ayudar al paciente a desarrollar un plan para cumplir con los objetivos y colaborar con el paciente en
la elaboración de un plan terapéutico para cumplir con los objetivos
Facilitar la implicación de los seres queridos en el proceso, si así lo desea el paciente.
Brindar la redacción de un documento por escrito que incluya todos los elementos acordados con el
paciente.
Instruir al paciente en los diversos métodos de seguimiento y registro de las conductas.
Ayudar a la persona con diabetes a identificar sus habilidades y afrontarlas.
Facilitar el contacto con personas diabéticas que hayan superado con éxito la misma experiencia.
Patrón 2: NUTRICIONAL – METABÓLICO
Valoración
Se comprobará que la piel se encuentre bien hidratada, con temperatura y color normal, sin grietas, ni
deformidades y un correcto estado del vello.
Es imprescindible explorar las posibles lesiones, ya que debido a la neuropatía pueden producirse
heridas: (Riesgo de deterioro de la integridad cutánea o Deterioro de la integridad cutánea) sin ser
conscientes de ellas que, debido a las alteraciones en la circulación, pueden infectarse (Riesgo de
infección; PATRÓN 1) o evolucionar en úlceras, que serán clasificadas según su estadío.
Para evaluar la correcta perfusión sanguínea, se debe comprobar los pulsos periféricos, así como calcular
el Índice Tobillo-Brazo (ITB); que mediante la toma de presión de las arterias braquiales y tibiales
posteriores, detectará alteraciones en la circulación de las extremidades inferiores.
Tras tomar dichas presiones, se calcula el cociente de la presión sistólica máxima del tobillo y la presión
sistólica máxima del brazo. El valor de normalidad de este cociente se encuentra entre 0,91,2.
Si el valor es inferior a 0,9 hay una obstrucción que puede ser leve (0,70,9), moderada (0,40,7) o severa
(<0,4).
Mientras que los valores por encima de 1,2 indican una posible calcificación de la capa media arterial,
debiendo contrastarse con otras pruebas.
NIC: Educación sanitaria
Actividades:
Informar y formar al paciente para que realice su propio test de glucemia ajustando la cantidad de
insulina que se debe administrar, dónde y cómo se la debe inyectar, reconocer signos de la
hipo/hiperglucemia y que sepa actuar en consecuencia.
Favorecer el abandono del tabaco y el alcohol con el fin de prevenir complicaciones metabólicas y
vasculares derivados de su consumo.
Fomentar la realización de ejercicio físico, de esta forma se favorece una buena circulación.
Promover el autocuidado teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada paciente.
NOC: Estado nutricional
Indicadores: relación peso – talla / Hidratación
NIC: Asesoramiento nutricional
Actividades:
Informar sobre la alimentación que debe llevar y los alimentos que tendría que evitar (dulces,
alimentos con mucha sal y con mucha grasa) y ayudar en la pérdida de peso en caso de obesidad.
NOC: Integridad tisular: piel y membranas.
Indicadores: temperatura de la piel / Sensibilidad / Hidratación / Perfusión tisular / Integridad de la Piel
Proporcionar información sobre las pautas del cuidado de los pies y realizar un seguimiento y
vigilancia periódica, teniendo en cuenta la valoración inicial de cada paciente.
El enfermero debe educar al paciente para detectar la disminución o pérdida de la sensibilidad en el
pie, inspeccionar la planta de los pies, revisar los espacios interdigitales, coloración de la piel.
Instruir al paciente en cómo realizar una buena higiene y cuidado de los pies: El paciente debe
conservar la higiene diaria lavándose con agua templada (35º) y jabón neutro, secar los pies con una
toalla de algodón, sin frotar, insistiendo entre los espacios interdigitales y pliegues, hidratar la piel con
vaselina salicilada al 10 %, crema a base de lanolina o urea una vez al día y usar talco para evitar la
humedad y la micosis.
Utilizar protector solar en los pies si se toma el sol. Usar la piedra pómez para eliminar las durezas.
Deberá inspeccionar, con un espejo en las zonas que no alcance a ver, si hay irritación, grietas,
lesiones, callosidades deformidades o edema en los pies
Enseñar cómo cortar las uñas: Se deben cortar rectas, utilizando tijera de punta roma, limar los
bordes afilados y acudir al podólogo en caso de dificultad.
Incidir en la importancia de utilizar un calzado adecuado: El calzado adecuado será de piel,
transpirable, cerrado, sin costuras y pliegues y de horma ancha, con el interior suave, suela
antideslizante, no demasiado gruesa, de goma, mejor sin tacón, y sería aconsejable cambiar el calzado
cada día y alternarlos.
Si el paciente presenta deformidades se utilizaran prótesis de silicona o plantillas. Los calcetines o
medias serán de fibras naturales (lana, hilo, algodón), limpios, sin apretar, se utilizaran incluso con
sandalias o zapatillas y no se recomiendan las medias hasta la rodilla.
Se recomienda no andar descalzo, para evitar pinchazos, golpes o cortes y evitar las bolsas de agua
caliente, estufas o mantas eléctricas para prevenir quemaduras. En caso de viajes no llevar zapatos
nuevos.
Informar sobre los métodos de conservar la temperatura de los pies, evitando los cambios bruscos de
temperatura, la presión sobre los dedos, prominencias óseas y talones en la cama, dejando las sábanas
flojas.
Precauciones circulatorias: Aconsejar elevar las piernas durante la noche y al sentarse y no cruzar las
piernas al sentarse para favorecer el retorno venoso. Evitar lesiones en la zona afectada.
DETERIORO DE LA INTEGRIDAD CUTÁNEA
Definición: Alteración de la epidermis, la dermis o ambas.
R/c hipoperfusión tisular, deterioro de la sensibilidad, factores mecánicos y/o deterioro del estado metabólico
NOC: Curación de la herida: por primera intención
Indicadores: aproximación de los bordes de la herida / formación de cicatriz / secreción de la herida
Se tomarán las constantes vitales y los datos antropométricos y se tendrán en cuenta la comorbilidad.
Se valora las actividades básicas de la vida diaria utilizando la escala de Barthel o el índice de Lawton y
Brody para determinar el grado de dependencia y evaluar la posibilidad de realizar una actividad física.
Se puede realizar un cuestionario Mundial sobre la actividad física (GPAQ) recomendado por la OMS, que
recopila información sobre la participación del paciente y el comportamiento sedentario en el trabajo,
desplazamiento y en el tiempo libre.
DETERIORO DE LA MOVILIDAD FÍSICA
Definición: Limitación del movimiento independiente, intencionado, del cuerpo o de una o más extremidades.
R/c lesiones en el pie, dolor, disminución de la fuerza y/o masa muscular, deterioro sensoperceptivo,
neuromuscular o musculo esquelético
NOC: Nivel de movilidad
Indicadores: Función muscular / Conocimiento: actividad prescrita / Consecuencias de la inmovilidad:
fisiológicas
Explicar los beneficios y riesgos del ejercicio físico y las complicaciones a las que puede llegar el
paciente si no lo realiza.
Indicar hacer ejercicio físico en los periodos postprandiales, evitando las horas de mayor efecto
insulínico.
Cuando sea posible, recomendar el ejercicio aeróbico de 30-60 minutos, mínimo 3 veces a la semana,
con ropa y calzado adecuado y ajustando la dieta al tipo de ejercicio que se está realizando.
Instruir al paciente acerca de de los ejercicios de estiramientos correctos antes y después de la
actividad física.
En caso de hipoglucemia se ingieren suplementos azucarados e hidratos de carbono de absorción lenta
y no se reanuda el ejercicio.
Evitar realizar alguna actividad física en un entorno de alto grado de humedad, frío o de calor
extremo.
Tratar de no realizar ejercicio físico en el que se levantara peso y se recomienda la natación, ciclismo,
remo, caminar, pero no de manera prolongada y ejercicios de las extremidades superiores.
Aconsejar elevar las piernas durante la noche y al sentarse, para favorecer el retorno venoso.
Enseñar a realizar ejercicios en la casa, descalzo sin calcetines y sentado en una silla, colocando una
hoja de papel debajo de los pies e intentar cortarla por la mitad con los pies, repitiendo la maniobra 2
veces. Con los trozos de papel formará pelotillas que va intentar tirarlas lo más lejos posibles, sin
olvidar en todo momento que lo va realizar todo con los pies. Otro tipo de ejercicio sería la
flexoextensión y rotación del tobillo y rodilla.
Remitir al paciente a un centro de rehabilitación, si se precisa.
Revisión e higiene diaria de los pies y siempre al terminar el ejercicio para evaluar la aparición de
heridas, ampollas o infecciones.
RIESGO DE DISFUNCIÓN NEUROVASCULAR PERIFÉRICA
Definición: Riesgo de sufrir una alteración en la circulación, sensibilidad o movilidad de una extremidad
R/c diabetes, inmovilizaciones, obstrucción vascular, compresión mecánica
NOC: Perfusión tisular: periférica
Indicadores: temperatura de extremidades caliente / Fuerza de pulso / llenado capilar de los dedos de los pies /
debilidad muscular
NIC: Terapia de ejercicios
Actividades:
La enfermera debe realizar una valoración global de la circulación periférica (ej. comprobar los
pulsos periféricos, edemas, color y temperatura) y de la capacidad sensorial (entumecimiento,
hormigueo, hiperestesia, hipoestesia).
Vigilancia de la piel y se instruye al paciente o a la familia en detectar precozmente los signos de
pérdida de integridad de la piel, observando si hay fuentes de presión, fricción, si existe un cambio en
el color del pie, calor, pulsos y textura o presencia de signos de inflamación, edema, úlcera.
Aplicar vendaje compresivo para favorecer el retorno venoso y elevar la pierna afectada 20º o más por
encima del nivel del corazón.
Terapia de ejercicios activos y pasivos para conseguir resistencia, fortaleza y flexibilidad.
Colaborar con el fisioterapeuta, terapeutas ocupacionales y de recreación en el desarrollo y ejecución
de un programa de ejercicios, si procede.
Para obtener estos resultados se puede realizar una serie de pruebas que aportan información sobre la
actividad neurológica como la prueba del Monofilamento de Semmes-Weinstein o la del algodón.
También se valorará la sensibilidad visual (oftalmoscopia, tonometría), estas pruebas serán realizadas por el
oftalmólogo o el médico de Atención Primaria. Los resultados nos darán el grado de afectación que se tiene en
los ojos.
Explicar todos los procedimientos, incluyendo las posibles sensaciones que se han de experimentar
durante el proceso.
Tratar de comprender la perspectiva del paciente sobre una situación estresante.
Tranquilizar al paciente y fomentar la comunicación activa.
Instruir al paciente en técnicas de relajación.
Animar la manifestación de sentimientos, percepciones y miedos.
Identificar los cambios en el nivel de ansiedad.
Determinar la capacidad en toma de decisiones del paciente.
TRASTORNO DE LA IMAGEN CORPORAL
Definición: Confusión en la imagen mental del Yo físico
R/c enfermedad, lesión.
NOC: Aceptación: Estado de salud
Indicadores: Expresa consideración por sí mismo positiva / expresa sentimientos sobre el estado de salud /
realización de tareas de cuidados personales / calma / tranquilidad.
Ayudar al paciente a discutir los cambios causados por la enfermedad o cirugía si procede.
Colaborar con el paciente a discutir los factores estresantes que afectan a la imagen corporal debidos a
estados congénitos, lesiones, enfermedades o cirugía.
EVALUACIÓN
El paciente evitará las conductas que empeoren la diabetes y aprenderá hábitos saludables.
Realizará ejercicio físico moderado, sabrá cómo debe hacerlo y adaptará su dieta a la actividad física.
Evitará factores de riesgo que intervengan en la aparición del pie diabético.
Tomará precauciones circulatorias y se realizará una adecuada higiene de los pies.
Sabrá detectar signos de pérdida de integridad de la piel, malformaciones de los pies o disminución de
la sensibilidad para poder actuar cuanto antes.
El enfermero realizará una nueva valoración y exploración física periódica asegurando que no han
aparecido nuevas complicaciones: lesiones e irritaciones, estado de uñas y pliegues, exploración
vascular y neurológica.
Aprenderá a valorar el dolor y a auto administrarse analgésicos prescritos.
Será capaz de aceptar los cambios físicos y psíquicos que puede producir la enfermedad.
Se le pasará al paciente un cuestionario para evaluar los conocimientos y comportamientos adquiridos
al inicio del plan de cuidados, a los 6 meses y al año.
Información del autor
1. Enfermeria Buenos Aires
2. https://enfermeriabuenosairesar.blogspot.com/2017/03/pie-diabetico-parte-2.html
3. Lorena Plazas, Lic. en enfermería. Técnicas, plan de cuidados y diagnósticos empleados en clínica
médica. Trabajo propio
4. https://pxhere.com
Última actualización: [27/10/2019]
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1 Introducción
2 Causas
3 Factores de riesgo
4 Grados o estadios del Pie Diabético
5 El papel de Enfermeria
6 Escalas de valoración y de clasificación
o 6.1 Edmonds
o 6.2 Meggitt-Wagner
o 6.3 IDSA
o 6.4 Cuestionario de Fagerström
o 6.5 Test de Richmond
o 6.6 Escala de Barthel
o 6.7 Escala de Lawton y Brody
o 6.8 Escala EVA
o 6.9 Cuestionario Mundial sobre la Actividad Física (GPAQ)
o 6.10 Escala de Glasgow
6.10.1 Información del autor
Introducción
Se define el Pie Diabético como una alteración clínica de base etiopatogénica neuropática inducida por una
hiperglucemia mantenida en la que, con o sin coexistencia de isquemia y desencadenante traumático,
produce lesión y/o ulceración del pie.
A su vez el Consejo Internacional de Pie Diabético y la OMS definen esta enfermedad de la siguiente forma:
“El pie diabético es la infección y destrucción de tejidos profundos asociado con alteraciones neurológicas y
varios grados de enfermedad vascular periférica en la extremidad inferior”.
El pie diabético, constituye un grave problema de salud que se incrementa año por año y que provoca grandes
repercusiones a nivel sanitario y socioeconómico, tanto para el individuo como para la sociedad.
Su prevención cobra gran importancia ya que se ha demostrado que, haciendo hincapié en ella, se logran
reducir las amputaciones hasta un 85%.
Pie
diabético
Causas
La principales causas de su desarrollo es:
Obesidad abdominal asociada a un IMC elevado
Niveles de glucemia mal controlados
Tiempo de evolución de la diabetes
Edad avanzada
Género
Antecedentes familiares
Etnia
Bajo peso al nacer
Ausencia de la lactancia materna
Alimentación
Falta de ejercicio físico
Alcohol
Tabaco
Higiene deficiente de los pies
Sedentarismo
HTA
Úlceras o amputaciones previas
Insuficiencia renal
Microalbuminuria
Estado socioeconómico bajo y aislamiento social
Factores de riesgo
Los tres factores fundamentales en la aparición y desarrollo del pie diabético son:
Neuropatía
La limitación en la movilidad del pie
Enfermedad Vascular Periférica (EVP)
En función de estos factores, el riesgo de los pacientes puede ser clasificado y su evaluación se realiza
mediante:
Hidratación
de la piel
Escalas de valoración y de clasificación
Edmonds
Clasifica las úlceras de pie diabético, según su etiopatogenia, en pie neuropático y en pie neuroisquémico
dependiendo de sus características y complicaciones que pueda tener.
Meggitt-Wagner