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El secreto de la vida

Hola... El día de hoy me acerco a ti a través de una historia que llegó a mis
manos hace ya algún tiempo. Si bien el autor es anónimo; sin embargo, en el
texto se relata una breve historia que podríamos contarla de esta manera.

Érase una vez un anciano que, presintiendo su muerte, quiso entregar el


secreto de su vida a alguien que pudiera continuarlo hacia la eternidad. Llamó
a un niño y le comentó que él, próximo ya a morir, quería hacerle un regalo
consistente en dos cofres: uno de ellos se llamaba MENTE y el otro CORAZÓN.
El sabio anciano le dijo al niño: Si quieres ser feliz, tienes que abrir ambos
cofres y en ellos encontrarás aquellos pasos que debes seguir camino al éxito.

El primer paso es saber que existe Dios en todas las cosas de la vida y, por lo
tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.

El segundo paso es que debes quererte a ti mismo y todos los días, al


levantarte y al acostarte, debes afirmar: Yo soy importante, yo valgo, soy
capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo
que no pueda vencer.

El tercer paso es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres. Es
decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que
eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu
cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces
proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.

El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que
es. Ellos alcanzaron su meta, logra tú la tuya.

El quinto paso es que no debes guardar rencor hacia nadie; ese sentimiento no
te deja ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia y tú perdona y
olvida.

El sexto paso es que no debes maltratar a nadie. Todos los seres del mundo
tenemos derecho a que se nos respete y a que se nos quiera.

Levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y


descubre todas las cosas buenas que hay en ello; ayuda a los demás, sin
pensar que vas a recibir nada a cambio, mira a las personas y descubre en
ellas sus cualidades y dales también a ellas el secreto para ser triunfadoras y
felices, al igual que tú.

El anciano sonrió al niño entregándole los dos cofres de la sabiduría: la MENTE


y el CORAZÓN.

Al encontrar en este relato aquellos pasos que hicieron feliz, a lo largo de su


vida, a aquel sabio anciano, no nos cabe sino pensar que ese privilegio de la
felicidad a nadie se nos ha negado. Todos tenemos una mente para pensar y
todos tenemos un corazón para descubrir el lado bueno de la vida, dependerá,
pues, de cada uno de nosotros el descubrir dentro de nuestra mente y dentro
de nuestro corazón, aquellos espacios en los cuales cada día podamos
construir nuestra realidad como seres humanos.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos
bendiga!

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