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REMEDIOS, LA BELLA: UN SER DE OTRO MUNDO EN CIEN AÑOS DE

SOLEDAD.

“Úrsula decidió apartarla del mundo, preservarla de toda tentación terrenal, sin saber que
Remedios, la bella, ya desde el vientre de su madre, estaba a salvo de cualquier contagió.”
(Cap. X)

En la novela cien años de soledad publicada en 1967 y escrita por el colombiano Gabriel
Garcia Marquez, se narra la historia del incio de macondo, una aldea fundada por José
Arcadio y Ursula Iguaran, la cual contaba con veinte casas de barro y donde cosas carecian
de nombres; hasta el fin de la misma. En el desarrollo de la historia se encuentran
personajes de suma importacia, tal es el caso de Remedios, la bella, que genera interes,
duda y suspicacia. En el siguiente texto se analizará a Remedios, la bella, como simbolo de
pureza, asuxualidad y rebelion a las normas.

Remedios, la bella, nacida en plena guerra entre liberales y conservadores, producto del
encuentro entre Santa Sofia de la Piedad y Arcadio “por la epoca en que arcadio fue
nombrado jefe civil y militar, tuvieron una hija” (Cap VI), de esa noticia solo se enteraron
José Arcadio y Rebeca; Ursula, la abuela de Arcadio se enteró a los seis meses, de que
Santa Sofia de la Piedad quien vivia en union libre con Arcadio, tenia 6 meses de embarazo
y que a su vez, estaba en cinta nuevamente. Antes de que Remedios, la bella, naciera,
Arcadio fue fusilado y en el momento del fusilamiento pensaba en su hija que estaba en el
vientre de su madre y aún no tenia nombre, en ese momento, cuando le preguntaron sobre
su última voluntad, les pidió que a su hija le pusieran el nombre de Ursula, en honor a su
abuena “Diganle a mi mujer -contestó con voz bien timbrada-que le ponga a la niña el
nombre de Ursula -hizo una pausa y confirmó-: Ursula como su abuela”(Cap. VI). Pero
luego en el momento que le disparon, decidió cambiar de opinión y pedir que a su hija de 8
meses, que estaba sin nombre, le pusieran Remedios “¡Ah, carajo! -alcanzó a pensar-, se
me olvidó decir que si nacía mujer la pusieran Remedios”(Cap. VI). Tras la muerte de
Arcadio, Ursula recoge a Santa Sofia de la Piedad “Ursula habia recogido a Santa Sofia de
la Piedad, con la hija mayor y un par de gemelos que nacieron cinco meses despues del
fusilamiento de Arcadio”(Cap VI). A lo largo de la vida de Remedios, la bella, se conocen
sus diferentes e interesantes fasetas.

Remedios, la bella, comenzó a ser conocida con ese adjetivo por la belleza heredada de su
madre, aunque su belleza no era solo fisica, su belleza consista en la pureza de su alma, su
inocencia y falta de maldad, por tal motivo en muchas ocasiones fue considerada como
retrasada mental “Llegó a los veinte años sin aprender a leer y escribir, sin servirse de los
cubiertos en la mesa, paseándose desnuda por la casa, porque su naturaleza se resistía a
cualquier clase de convencionalismos”(Cap. X). Lo curioso de la pureza de Remedios, era
su impermeabilidiad de los agentes externos que intentaban influenciar, ella crecia en su
mundo lleno de sencillez, por tal motivo ella no encontraba ningún tipo de interés en temas
domesticos, sentimentrales o sexuales. Remedios fue creciendo en una adolecencia en la
cual luchaba contra el formalismo, contra aquello que estaba impuesto, contra las normas y
lo que se suponía que debía cumplir, por ende, Remedios es un simbolo de rebelión a las
normas, de no cumplir los roles o lo que está prestablecido; así su inocencia que no le
dejaba ver maldad en cosas como la desnudez, la llevaron poco a poco a desprenderse y
desarrollar una mentalidad en la cual primaba la sencillez, por eso cuando intentaron
obligarla a peinarse, hacerse moñas y usar trajes apretados, ella optó por raparse y hacerle
pelucas a los santos y usar unos un traje holgado que le daba frescura en medio de las
fuertes temperaturas que se vivian en macondo:

“Se estancó en una adolescencia magnifica, cada vez más impermeable a los
formalismos, más indiferente a la malicia y suspicacia No entendía por qué las
mujeres se complicaban la vida con corpiños y pollerines, de modo que se cosió un
balandrán de cañamazo que sencillamente se metía por la cabeza y resolvía sin
más trámites el problema del vestir, sin quitarle la impresión de estar desnuda, que
según ella entendía las cosas, era la única forma decente de estar en casa. La
molestaron tanto para que se cortara el cabello de lluvia que ya le daba a las
pantorrillas, y para que se hiciera moños con peinetas y trenzas con lazos
colorados, que simplemente se rapó la cabeza y les hizo pelucas a los santos. Lo
asombroso de su instinto simplificador, era que mientras más se desembarazaba de
la moda buscando la comodidad, y mientras más pasaba por encima de los
convencionalismos en obediencia a la espontaneidad, más perturbadora resultaba
su belleza increíble y más provocador su comportamiento con los hombres.” (Cap.
XII)

“Cada vez que aparecía en el comedor, contrariando las órdenes de Úrsula,


ocasionaba un pánico de exasperación entre los forasteros. Era demasiado
evidente que estaba desnuda por completo bajo el burdo camisón, y nadie podía
entender que su cráneo pelado y perfecto no era un desafío, y que no era una
criminal provocación el descaro con que se descubría los muslos para quitarse el
calor, y el gusto con que se chupaba los dedos después de comer con las manos.”

Remedios la bella hace una ruptura entre lo que ella es como mujer y lo que deberia ser,
según la sociedad en la que se encontraba; las mujeres de macondo representan un destino
marcado: procrearse y atenter a los hombres. Remedios, cambia esta perspectiva en la
medida que es una mujer que encuentra simplicidad en aquellos hombres que intentan
seducirla y que no siente, en ningun momento, algun tipo de deseo sexual o malicia hacia
los hombres pero tampoco hacia las mujeres. En este punto, se puede considerar a
Remedios, la bella como un simbolo de la asexualidad 1, dicha marca es considerada por la
sociedad como una muestra de pureza y un regalo divino, pero a su vez, deja ver esa
inutilidad a la que es señalada por no cumplir con el rol femenino impuesto “Hasta el
último instante en que estuvo en la tierra ignoró que su irreparable destino de hembra
perturbadora era un desastre cotidiano” (Cap. XII). Ese destino, que marcó a las mujeres
del pueblo a la soledad, desdicha e infelicidad no fue replicado por Remedios, por ende,
Úrsula la abandonó a su suerte cuando se dio cuenta que no podía hacer nada para que

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Falta de atracción sexual hacia otros, o el bajo o nulo interés en el deseo de actividad sexual.
Remedios pudiera entender cuál era el rol que debía cumplir como mujer “Úrsula no volvió
a ocuparse de ella. En otra época, cuando todavía no renunciaba al propósito de salvarla
para el mundo, procuró que se interesara por los asuntos elementales de la casa”. (Cap.
XII)

La extremada belleza y asexualidad de Remedios pudo de cierto modo desencadenar ese


lado “malvado” que señalan en la obra, aunque esa maldad carga con la inocencia de
Remedios que nunca se da por enterada de esos dotes de muerte que le señala los habitantes
del pueblo. Los hombres que intentaban tener algún tipo de encuentro con Remedios,
terminaban muertos; cuatro ejemplos se ven citados en la obra, de destinos manchados de
sangre a causa de un deseo feroz por Remedios la bella. Pero, más allá de ser culpa de una
joven inocente, puede decirse que los culpables eran aquellos hombres que no les interesaba
brindarle amor a Remedios, solo sentían un deseo atroz por ella. Por ende, esas muertes por
las que quisieron culpar a Remedios, no fueron ocasionadas por ella, sino más bien, por la
terquedad y falta de razonamientos de los hombres. La inocencia de Remedios, no le
permitía ver la maldad con que los hombres la miraban, el primer hombre que intentó
seducirla y acercarse a ella fue un joven comandante de la guardia, en el cual ella encontró
tal simpleza, que no le interesó en lo absoluto, y estos desplantes llevaron a que el
comandante de guardia apareciera muerto afuera de la ventana de Remedios “Cuando el
joven comandante de la guardia le declaró su amor, lo rechazó sencillamente porque la
asombró su frivolidad. “Fíjate que simple es –le dijo a Amaranta-. Dice que se está
muriendo por mí, como si yo fuera un cólico miserere.” Cuando en efecto lo encontraron
muerto junto a su ventana, Remedios, la bella, confirmó su impresión inicial. –Ya ven-
comentó. Era completamente simple.”(Cap. X); La segunda muerte ocasionada según, por
la belleza de Remedios, fue la del caballero del cual nunca se supo su procedencia, pero
contaba con una belleza extraordinaria, pasó de ser limpio y pulcro a ser un pordiosero,
pero Remedios nunca se fijó en el “lo más triste de su drama era que Remedios, la bella,
no se fijó en él, ni siquiera cuando se presentaba a la iglesia vestido de príncipe” (Cap. X).
La tercera muerte fue la de un hombre que subió al techo del baño donde Remedios estaba
teniendo su ritual de ducha, que normalmente se prolongaba por mucho tiempo, en esa
ocasión cuando ella se percata de que un hombre la mira, su reacción fue tan inocente que
hizo confundir a ese hombre, ella solo se preocupó de que él podía caer y morir y, cuando
escucha las suplicas por parte de ese hombre, ella simplemente lo rechaza con una sencillez
dulce porque consideraba que era un hombre muy básico como para quedarse sin almorzar
solo por ver una mujer bañándose:

“Un día, cuando empezaba a bañarse, un forastero levantó una teja del techo y se
quedó sin aliento ante el tremendo espectáculo de su desnudez. Ella vio los ojos
desolados a través de las tejas rotas y no tuvo una reacción de vergüenza, sino de
alarma.

- Cuidado -exclamó-. Se va a caer.


- Nada más quiero verla -murmuró el forastero.
- Ah, bueno -dijo ella-. Pero tenga cuidado, que esas tejas están podridas.

“Las tejas podridas se despedazaron en un estrépito de desastre, y el hombre apenas


alcanzó a lanzar un grito de terror, y se rompió el cráneo y murió sin agonía en el piso
de cemento. Los forasteros que oyeron el estropicio en el comedor, y se apresuraron a
llevarse el cadáver, percibieron en su piel el sofocante olor de Remedios, la bella”
(Cap. X)

La cuarta muerte fue la del hombre en la plantación bananera, que mientras Remedios
jugaba con sus amigas, él aprovecho el tumulto de personas para intentar sobrepasarse,
logró agredirle el vientre y luego en la plaza presumía lo que había hecho y ese mismo día
encontró su muerte, un caballo le destroza el pecho con una patada:

“Remedios, la bella, no le contó a nadie que uno de los hombres, aprovechándose el


tumulto, le alcanzó a agredir el vientre con una mano que más bien parecía una
garra de águila aferrándose al borde de un precipicio. Ella se enfrentó al agresor en
una especie de deslumbramiento instantáneo, y vio los ojos desconsolados que
quedaron impresos en su corazón como una brasa de lástima. Esa noche, el hombre
se jactó de su audacia y presumió de su suerte en la Calle de los Turcos, minutos
antes de que la patada de un caballo le destrozara el pecho, y una muchedumbre de
forasteros lo viera agonizar en mitad de la calle, ahogándose en vómitos de sangre.”
(Cap. XII).

Esas muertes, para algunos habitantes, eran muestra clave de los poderes malvados y de
muerte que Remedios la bella tenía, junto con su aroma o fragancia que dejaba impregnado
por los lugares que ella recorría y, que más allá de la muerte, seguía atormentando a los
hombres; pero quizás lo que pudo haber evitado todo eso era el amor, cabe resaltar que
entre las personas asexuales existen diversos tipos, y a pesar de no sentir atracción sexual,
sí pueden experimentar atracción romántica que puede estar dirigida hacia uno o ambos
sexos, puede que el narrador nos intente dar a entender que Remedios la bella mediante el
amor, sí pudo haber tenido un destino diferente.

“La suposición de que Remedios, la bella, poseía poderes de muerte, estaba


entonces sustentada por cuatro hechos irrebatibles. Aunque algunos hombres
ligeros de palabra se complacían en decir que bien valía sacrificar la vida por una
noche de amor con tan conturbadora mujer, la verdad fue que ninguno hizo
esfuerzos por conseguirlo. Tal vez, no sólo para rendirla sino también para
conjurar sus peligros, habría bastado con un sentimiento tan primitivo y simple
como el amor, pero eso fue lo único que no se le ocurrió a nadie.” (Cap. XII)

A medida que Remedio va creciendo, va quedando en el olvido, experimenta el abandono


por parte de su familia y se pierde en sí misma, en su mundo simple, en lo que solo existía
en algunos momentos “Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad,
sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños
interminables, en sus comidas sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin
recuerdos”(Cap. XII). Lo cual da paso a su ascenso al cielo, en ningún momento se habla
de la muerte de Remedios, solo se especifica que ascendió a los cielos, como aquel alma
pura y santa que siempre fue; aunque algunos vecinos sí creyeron la versión de su santidad
y ascendencia al cielo, otros en cambio, pusieron en duda ese testimonio y pensaron que su
santidad había terminado. La muerte de Remedios la bella fue olvidada con rapidez ya que
se le dio importancia a la muerte de los Aureliano, viéndose nuevamente la prevalencia de
lo masculino ante lo femenino:

“Apenas había empezado, cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella,


estaba transparentada por la palidez intensa.

- ¿Te sientes bien? -le preguntó


Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una
sonrisa de lastima.
- Al contrario -dijo-, nunca me he sentido mejor.

Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerinas y trató de


agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella,
empezaba a elevarse. Úrsula, ya casi ciega, fue la única que tuvo serenidad para
identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced
de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el
deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella
el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde
terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos
aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria(Cap. XII)

Para finalizar, Remedios la bella se convierte, en un signo de ruptura entre lo convencional


y lo diferente, aquella mujer que llegó a Macondo con una belleza física y espiritual que
traspasó limites, una mujer que iba en contra del convencionalismo, intentaba buscar la
sencillez en todo lo que hacía, y aunque su inocencia no le permitía ver más allá de literal y
la maldad, mantuvo su postura. Remedios la bella me representa, en la medida de ese signo
de diferencia y se buscar la sencillez en aquellas acciones que normalmente la sociedad
hace complicada. Ella sube al cielo con su santidad, en señal de pureza; su asexualidad le
da un toque fresco al personaje y le da un realismo mágico que lo hace único; aunque
muchos la consideraban como retrasada o boba, ella era todo lo contrario.
“El coronel Aureliano Buen Dia seguía creyendo y repitiendo que Remedios, la bella, era
en realidad el ser más lúcido que había conocido jamás, y que lo demostraba a cada
momento con su asombrosa habilidad para burlarse de todos, la abandonaron a la buena
de Dios” (Cap. XII)

ANGIE MARCELA RODRIGUEZ NORIEGA

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