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Parcial psicología y familia

Milena Álvarez Montoya

Estefanía Madrid Vélez GRUPO: 751 JUEVES 4-6

Laura Sofía Ramírez Mejía

Marzo 2020

Institución Universitaria de Envigado

Antioquia

Psicología y familia
¿Cómo se piensa la familia en la contemporaneidad?

La familia en la contemporaneidad se piensa como aquella caracterizada por la diversidad de


sus formas, relatos y creencias. por esto hoy no pareciera posible hablar de la familia, sino de
las familias, conformadas por personas que pueden o no convivir en el mismo lugar,
conectadas por lazos afectivos de cuidado y protección o lazos consanguíneos, ambos
mediados por el lenguaje. Pueden identificarse dos tipos de estructura familiar: la interna y la
externa, esta última se refiere a los lazos de filiación, parentesco, afinidad o afecto y la
interna es representada por las relaciones en su interior, así como por el manejo del poder,
reglas y roles, jerarquías y límites dentro de un sistema, cada tipología familiar emerge de un
contexto sociocultural: en las tipologías tradicionales como lo son la nuclear, extensa,
ampliada y monoparental lo que importa es el vínculo consanguíneo; mientras que en las
nuevas tipologías lo que importa son los cambios socioculturales, fenómenos como la
violencia, desplazamiento, las reivindicaciones sociales, de comunidades o los avances en la
biotecnología (Correa y Hernández, 2008).

Hoy en día se piensa la familia bajo el criterio relacional-emocional de acuerdo a las


elecciones subjetivas, es así como la familia realiza una labor configurativa, dado que cada
una de ellas se narra, construyendo su propia historia a partir de su vivencia cotidiana, por lo
tanto, ya no se recorre un hilo histórico único, sino que los relatos de la familia son verdades
construidas a partir de un contexto sociocultural particular. Por esto la familia ideal no existe,
las posibilidades de narración para cada familia y de subjetivación para sus miembros no es
desde un deber ser sino desde el mundo de la vida del ser humano (Correa y Hernández,
2008). Por esta razón es que la modernidad es una propuesta de volver al sujeto y sus formas
de relacionarse, de incluir a los sujetos en contextos de igualdad y equidad a partir de
connotaciones políticas y participativas (Viveros y Edison, 2010).

En las familias lo que se transmite por medio del lenguaje es el síntoma, es decir, la salud o la
enfermedad mental, tanto entre parejas como entre otros miembros de la familia, haciendo
una transmisión a los hijos así estos sean responsables de sus propios actos. Es la familia la
que decide si pone la patología y la disfunción por encima de la autorrestauración y
crecimiento o viceversa; las posibilidades de salud mental están referidas en la resiliencia
familiar, es decir, en las actitudes de apoyo emocional, la fomentación de sentimientos de
coherencia, eficacia y confianza, y la capacidad de evaluar lo nuevo como posibilidad de
aprendizaje. La familia contemporánea entonces es pensada como experiencia narrativa e
intersubjetiva basada en la ética relacional y comunicativa, cada uno se ve como un sujeto y
no como un objeto y esto promueve la salud mental familiar (Correa y Hernández, 2008).
El rol es un vínculo que el individuo establece para comunicarse y
enfrentarse con el mundo, y que de esta forma le permite cumplir con
diferentes funciones, deberes y derechos que se han introyectado en el
núcleo familiar. La familia como institución social hace posible que el
individuo, a través de su proceso de socialización, conozca e interiorice
los roles que existen en el complejo sociocultural en el que se
encuentra. Todos los individuos ocupan una posición dependiendo no
sólo de sus cualidades personales, sino de la valoración que la sociedad
les otorga. Los roles se van transformando debido a que el hombre está
siempre expuesto e influenciado por el medio social y las problemáticas
que esta tiene (Amarís, 2011).

Rol del padre: A pesar de que el hombre de hoy se ve con la necesidad


de participar en actividades del hogar que antes eran consideradas
obligaciones de la madre, aún sigue anclado a las tareas tradicionales,
como lo son el trabajo y la estabilidad económica del hogar. El hombre,
Roles aunque ya apoya a la madre en las situaciones del hogar, él realiza
acciones que no necesitan de mayor esfuerzo, pues la madre es quien
está obligada a solucionar problemas domésticos. El padre está ahora
mucho más comprometido con temas como la educación de los hijos,
pues del cuidado de ellos se debe encargar la madre (Amarís, 2011).

Rol de la madre: En la familia contemporánea aún la madre se ve


preocupada y atenta ante las necesidades y el cuidado de sus hijos, pero
ahora es una mujer un poco más libre, pues ya puede participar en
actividades políticas, estudiar y trabajar. Pasa de ser un envoltorio para
engendrar hijos y criarlos, a tener criterio, decidir por ella misma y
tener una ganancia laboral. La mujer ya no es medida por la maternidad,
sino que ya prefiere vivir su propia vida y gozar de su sexualidad.

La interacción con la familia se da por medio de procesos


comunicativos, los cuales construyen su realidad, permeada por el
entorno social, cuyas relaciones se tejen en un mundo de símbolos y
significados. En la contemporaneidad las familias y sus funciones se
comparten con agentes externos al grupo familiar como dejar los hijos
al cuidado de otras personas, en la escuela o guardería, incluso llevarlos
al lugar de trabajo, resuelven los asuntos de cuidado, crianza y
protección de los hijos, además cumple una función social de
Funciones
transmisión de valores éticos-culturales, y juega un importante papel en
el desarrollo psicosocial de sus integrantes. Ayudando a ser una
instancia mediadora entre la persona y la sociedad, además de esto para
la mayoría de las personas es la red de apoyo social más grande que se
tiene en momentos de conflicto y crisis vitales. (Agudelo 2012).

Función del padre: al tener una declinación en la función paterna las


funciones del padre han cambiado, actualmente el hombre no solo es el
proveedor económico sino también emocional ya que entrar a la casa lo
hace buscar un sitio en el hogar, esta nueva situación provoca un
desconcierto, por un lado, implica estar más en familia, participar en el
trabajo doméstico, aunque aún no sabe dónde se encuentra su lugar.
(Bermúdez, 2019). Algunas de sus funciones son tener sentimientos y
conductas responsables sobre sus hijos, aunque algunos padres las
evadan y huyan, ofrecer apoyo material para sustentar las necesidades
del niño, y ejercer influencia en las decisiones relativas a la crianza del
hijo, estas funciones permiten al padre un mayor acercamiento con el
hijo. (Vicuña, 2002)

Función de la madre: la madre actualmente ha tenido una función de


salir del hogar y trabajar, con lo cual ha tenido una mayor
independencia en el cual tiene que luchar contra la igualdad salarial, un
trato digno y respetuoso, sus funciones han cambiado y ahora provee la
familia económicamente, aunque sigue teniendo un rol importante en la
familia ya que se hace cargo en gran medida de la crianza de los hijos,
debe de ser físicamente accesible, soportar las necesidades del niño,
comprometerse emocionalmente y activamente con el hijo, tener un
hogar limpio y organizado. (Vicuña, 2002).

Principalmente el status está referido a la posición que ocupa un


individuo en la estructura familiar (Martínez, 2014). Pueden ser:
Status asignado: es inalterable y atiende a fundamentos biológicos (sexo
y edad) (Martínez, 2014).
Status adquirido: a raíz del esfuerzo personal el individuo toma la
posición (Martínez, 2014).
Status dominante: aquel que mejor define la identidad social y que tiene
mayor influencia (Martínez, 2014).

El status en las familias contemporáneas se veria mas reflejado hacia un


status adquirido o un status dominante, ya que cada estructura familiar
es distinta y no siempre está referido al padre como se puede ver con las
familias tradicionales. Esto nos hace pensar que más allá de ser una
Status jerarquía, las familias contemporáneas intentan manejar status donde la
principal función sea la de guiar y encaminar a sus miembros hacia la
ética y hacia los horizontes sociales. Por ejemplo, podemos ver que en
estos tipos de familia la mujer toma un status dominante o adquirido lo
cual refleja que ella, en la modernidad, ha ganado un lugar de sujeto en
vez de objeto, es un ser capaz de pensar y por lo tanto un ser que puede
asumir una posición.
Incluso podemos apreciar que en las familias contemporáneas el status
no siempre está referida al adulto, es decir, no siempre es
adultocéntrica. Esto deja entrever que existe una posibilidad de ser
familias con una diferenciación gradual y saludable, no demandan
autorización para la independencia, se confía en el vínculo y el apoyo y
la privacía y autonomía no son percibidas como opuestas a la intimidad
y la sexualidad (Krauskopf, 2010).
Hay que tener en cuenta que al ya no hablar de familia sino de familias, los roles, funciones y
status se manejan de diferente forma de acuerdo al tipo de familia.
Estas tres características se mantienen durante el tiempo pero son independientes de las
diferentes familias, es decir, no es lo mismo la familia nuclear donde el rol de padre lo
cumple el padre, su función es la de mantener y mandar en el hogar, el rol de la madre lo
cumple la madre y su función es de sometimiento, doméstica y reproductiva (Viveros y
Edison, 2010) y la función de los hijos es de mantener el patrimonio y el nombre del padre,
donde respecto al status tanto la cabeza familiar como persona de referencia será el padre; a
una familia adoptiva y homosexual, que tiene las mismas funciones, roles y status que una
familia nuclear pero se cumplen de distinta forma, no siempre están referidas a una línea
patriarcal.
De este modo, sabemos en general cómo funcionan las tres características en las familias
contemporáneas, pero es nuestro deber saber cómo ubicarlas en cada una de ellas.
Referencias
Amarís Macías, M. (2011). Roles parentales y el trabajo fuera del hogar. Psicología
desde el Caribe, 15-28.
Chavarría, E. F. V. (2010). Roles, patriarcado y dinámica interna familiar: reflexiones
útiles para Latinoamérica. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (31), 388-406.
Correa, M. V. B., & Hernández, M. B. (2008). La familia contemporánea: relatos de
resiliencia y salud mental. Revista colombiana de psiquiatría, 37(3), 344-354.
Josefina Vicuña- Maria Victoria Reyes. (2002). El rol del padre y su influencia en sus
hijos. 2002, de Fundación Chile Unido
Krauskopf, D. (2010). Los procesos de la adolescencia en las familias
contemporáneas. San José: Universidad de Costa Rica.
Luz Miriam Agudelo Gil. (2012). Realidades familiares contemporáneas: A propósito
de algunas contingencias en la estructura, vistas desde una investigación realizada en
Medellín, 2012. 2012, de Institucion Universitaria de Envigado

https://www.redalyc.org/pdf/806/80611205005.pdf

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