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-para hablar de dispositivo paródico en Balzac hay que tener una conciencia amplia, en
sí ya su afán totalizante escriturario, encarnado en esa hiperactividad casi maniática, es en sí ya
bastante paródico, respecto a la finitud del hombre y las característica de la literatura como
instrumento fallo para lidiar con esta. A nivel onomástico, el corpus honoratense 1 es un reflejo
circense del inexpugnable poema florentino, la divina comedia. La comedia humana acentúa
un tercer nivel de caída desde la pretérita tragedia griega, a un segundo nivel en la comedia
(levemente divinizada y políticamente caricaturizada, hasta el bajo y lodoso fondo de las Rues
parisinas, en que el éxodo joven campechano lucha por granjearse dotes. El juego intertextual
se hace aun más claro con respecto a Rey Lear, del que Balzac toma ciertos motivos y gran
parte del eje argumental, pero no es una simple copia propia de la plasticidad técnica de un
cierto espacio histórico, como señala (Castro Arenas, 1999):
Hay una tersgiversación, una conciencia literaria, que toma y expande motivos. Ya no
es un rey, se degrada a fabricante de pastas en una pensionsucha, que remarca con afán casi
sardónico, el fallo del proceso revolucionario y la fantasmal vuelta de los modos monárquicos,
la finura y el enriquecimiento parasitario. Es el devenir del pasionario cursi, antes validado por
sus blasones, envuelto en una manía bizantina, a viejo loco y mal oliente, cuyas implicaciones
como mal revisaremos en breve.
En Papá Goriot puede leerse el dispositivo paródico desde un esquema formal y léxico,
tal como lo reseña (Palacios, 1985. P. 35-47) en el caso de esplendor “lustre”, que se convierte
dentro del contexto descriptivo en “misere”. Y el “spectacle” paródico encarnado en Vauquer.
1
El man se llama Honorato so… eso.
conjunto. Lo paródico suele acentuarse dentro de una periodicidad específica, comúnmente
ligada al tiempo del carnaval. Aunque es posible hablar de carnavalización en la novela,
requeriría que nos adentráramos a profundidad en aspectos mimético- filosóficos, por lo que
limitaremos el enfoque a la primera noción. Papá Goriot es un campesino, que surge gracias a
la crisis de harina durante la revolución, trayendo y mercadeando insumos logró codearse y
ascender, distribuyendo a sus hijas en matrimonios con la baja nobleza. Goriot es la
representación de la decadencia, el viejo hiede, pero es un mal necesario, gracias a su capital.
Las hijas, Vauquer y Rastignac necesitan en mayor o menor medida usufructuar de él. Es
paródico porque el modelo burgués positivista requiere de las arcas romántico pasionarias de
Goriot, que sin conciencia de su anacronía mancha las pretensiones pequeño burguesas
“cuando me llaman papá me parece que las veo todavía chiquitas y me revuelven todos mis
recuerdos. Soy mas padre suyo. ¡Creo que todavía no son de nadie!” (244). En definitiva han
crecido, Goriot se manda discursos marcados de Pathos romántico, de Pathos revolucionario e
Idealista, el poder del imperativo categórico, que ahora funciona al motivo del progreso sin
paragón ve de soslayo a ese último bastión. Goriot es la parodia total, ya que es tergiversado
dentro de la obra la moral moderna, de la burguesía lo inquina y empareja hipotéticamente con
sus hijas. Otro nivel de parodia surge desde la sintomatología, es un enfermo del tiempo, del
anquilosamiento, pero al mismo tiempo permite la renovación de los espacios. Es famosa la
anécdota de Napoleón, qué pletórico de ego ingiere excesivas cantidades de veneno para
debilitar su portento. Lo mismo hacen la gente de la pensión, las hijas y los prestamistas. Papa
es el pharmakhon girardiano, que cura y enferma y debe ser purgado a través de un acto ritual,
en este caso el ritual hipócrita de apariencia, que resulta demasiado sutil corrosivo para el
fabricante de pastas, que muere purgando y parodiando. Pensemos nuevamente en Dante, y
en Ugolino, cuyos hijos se hacen ingerir para su supervivencia. En la parodia, las hijas comen al
padre metafóricamente.
Papá Goriot es el Rey Lear de la Francia del siglo XIX. (12/9/99). Panamá
América.