EL HAMBRE COMO PROBLEMA

GLOBAL
[Subtítulo del documento]

COLOMBIA EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL

EAFIT 2018
 EL HAMBRE COMO PROBLEMA GLOBAL

Para hacer una proyección frente a este problema se ve la necesidad de responder

las siguientes cuestiones, ¿Si toda persona tiene derecho a no pasar hambre porque
cada vez este problema se incrementa y es más difícil cumplir el objetivo de
eliminarlo?, ¿Porque la población rural es la más desnutrida si de este sitio
provienen la mayoría de los alimentos?, si lo que más se desea es alcanzar la paz
mundial y para esto se necesita acabar con el hambre, ¿porque cada vez este
proceso es más lento y empeora?
A modo de respuesta a estas preguntas se puede afirmar que sobre esta pandemia no
ha existido más que intentos en lugar de acciones comprometidas y decididas a su
erradicación como lo hacen con otros problemas tendientes a contagiar, y es
precisamente por el hecho de que ésta a simple vista parece solo causar daños
individuales que no se toma el hambre con la seriedad e importancia que se merece
y como un factor desencadenante que se ve estancado por problemas de acceso, de
voluntad política y el desequilibrio que sufre el sistema agrícola mundial. Se desafía
nuestra compasión, creando una crisis cívica y moral, puesto que no pensamos en el
bien del otro el cual ha pasado a ser una gran amenaza para la humanidad, alejando
la paz y seguridad mundial.
La desigualdad en términos de alimentación es uno de los peores males que se
tienen hoy en día, sobre todo en determinadas poblaciones que son más vulnerables
debido a su difícil acceso, zonas de violencia, y demás, por lo que se cuestiona si tal
desigualdad incrementa tras malas decisiones políticas o corrupción en las
diferentes regiones a nivel mundial o si las organizaciones encargadas de parcializar
esta pandemia se dejan corromper por políticos o medios que le impiden llegar a
este fin.
El hambre es un problema que afecta a la población internacional, por lo que
creemos que deberían buscarse estrategias que permitan solucionarlo
conjuntamente, pues siendo esta una situación que concierne al mundo entero, las
medidas deberían igualmente ser tomadas de forma general y, quizás, no de manera
específica como se ha venido haciendo.
Siendo más específicos en el problema, la desnutrición infantil es uno de los peores
males a los que se enfrentan millones de niños en todo el mundo. Tiene
consecuencias devastadoras como el retraso en el crecimiento, secuelas para toda la
vida e incluso la muerte, y en Colombia 13 de cada 100 niños sufren de
desnutrición. Pero no todo parece ser corrupción o falta de compromiso e
importancia, Unicef es una organización que se enfoca en el desarrollo de
programas que promueven la garantía de los derechos de la infancia para así
ofrecerles mejores oportunidades, esta cuenta con herramientas sencillas para
acabar con esta lacra y 8 de cada 10 niños que reciben tratamiento contra la
desnutrición aguda se recuperan. Unicef en el país tiene 3 objetivos fundamentales
para cambiar este panorama, la prevención de las violencias, la disminución de
inequidades y la gestión de políticas, presupuestos y leyes en favor de la niñez, la
pregunta es si hay apoyo suficiente del Estado para esto.
¿Será la humanidad capaz de acabar con el hambre en las próximas décadas?
El hambre seguirá siendo un tormento si no se cambian las tendencias actuales e
incrementan las inversiones públicas a favor de los sectores más vulnerables,
desarrollando su agricultura y garantizándoles el acceso a los servicios básicos.
Para concluir, el final del hambre depende de dos variables: dinero y voluntad
política. Dependiendo a esto el mundo será capaz de producir unos suministros per
cápita suficientes, gracias a un incremento de los rendimientos agrícolas derivado
de avances en el uso de los insumos, la tecnología y demás. Sin embargo, también
se requiere un crecimiento económico orientado en favor de los pobres, sería
posible reducir el problema mediante políticas e inversiones de gran carácter que
permitieran incrementar los suministros en los países pobres deficitarios, y, sobre
todo, erradicar la pobreza. Por supuesto, la aceleración del desarrollo agrícola no
será una solución si, al mismo tiempo, no se dedican más esfuerzos a mejorar la
estabilidad política y asegurar la paz.