Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El 13 de Septiembre del 2019, el diario ABC publicó un artículo que mostró la negación de
la existencia del lenguaje sexista, según la Real Academia Española (RAE). El
ayuntamiento Leganés (España) había metido un documento en el que se hacía uso de la
palabra alumnas para referirse a todos los participantes de un curso académico. Un usuario
en Twitter le preguntó a la academia si era correcto que este usará el término mencionado
para referirse a los estudiantes debido a que la presencia femenina era superior al de la
masculina. La RAE le responde señalando que era incorrecto debido a que“el femenino, al
ser el término marcado de la oposición de género, solo puede referirse a mujeres. Es una
cuestión de funcionamiento del sistema gramatical, que nada tiene que ver con un supuesto
sexismo” según la Rae (2019). Es decir, la palabra alumnos engloba a los dos géneros y no
deja de lado a ninguno. Por lo tanto, se debe reconocer que el lenguaje no es sexista, solo
se guía bajo el orden gramatical que se le ha asignado.
En los sustantivos que se refieren a seres animados existe la posibilidad del uso genérico
del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin
distinción de sexos. Se evidencia esto en el siguiente ejemplo: Todos los ciudadanos
mayores de edad tienen derecho a voto. Así pues, la mención explícita del femenino solo se
justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto, por ejemplo: El desarrollo
evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al
desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra
el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Ignacio
Bosque afirma que es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra
sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y
mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible". Sin embargo,
es "una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible":
"suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita
sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente
sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían 'la
visibilidad de la mujer'". Por tanto, debe evitarse el desdoblamiento léxico, que genera
dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y
lectura de los textos.