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la fotografía como

documento social
Giséle Freund

FOTO GG RAFfA
la fotografía como documento social

Giséle Freund (Berlín 1 908 París 2000) abandonó Alemania en 1933 y se ins­
-

taló en París. donde se doctoró en Sociología. Su abundante y notable obra


como fotógrafa y retratista de la élite Intelectual europea, asi como su Impar­
tanta reflexión teórica sobre este medio le han procurado presligto y fama re­
conocidos en todo el mundo.
En el año 1936, presentó en ta Sorbona (y más tarde publicó} su tesis doctoral
La fotografía y las clases meda i s en Francia durante el siglo XIX. Ensayo de
SOCIOlogía y de estéttca. en unos años en que este tipo de trabajos n o era ha­
bitual, y mucho menos firmados por una mujer. Fue también autora de Franca
(1945), Mexique Précolombien (1954). James Joyce in París. His Anal Years
(1965), Le Monde et ma Caméra (1970) y Mémo1res de I'Oe11 (1977). Los retra­
tos que realizó a James Joyce, Henrí Matisse y Virginia Woolf acabaron convir­
tíéndose en tconos. También realizó célebres reportajes alrededor del mundo
para las revistas Time· y Ufe entre otras.
la fotografía como
documento social
Gisele Freund

C ORU��!VtRSITARIA
S,BL,OTECA

Editorial Gustavo Gili, SL


RoMclló, Si-89. Tel. 93 :�22 81 61 08029 Barcelona
\'alle de Bravo. 21. Tel. 55 60
60 11 México. Naucalpan 53050
P1"01ceta Noticia� da Amadora, n· -1-B Td. 21 491 ()l.) 36 Portugal, 2700-606Amadord
FOTO GG RAFÍA
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Titulo original
Photographie er Société

Versión castellana: Josep Eljas


O)
Revisión general: Joaquim Romaguera i Ramió r:
Diseño de la cubierta: Estudi Coma

Las relaciones entre las formas artísticas y la sociedad 7


Precursores de la fotogratia l3
1• edición. 12" tirada. 2006 La loLOgrafía bajo la Monarquía de Julio (1830-1848) 23
Los primeros fotógrafos 35
La lotografia bajo el Segundo Imperio ( 1851-1870) 55
Quedlt prohibitlu. salvo excepción prevista en la ley, la reproducción Los mo\'imicmos � la actitud de Jos artistas de la época con
(electrónica. quimica, mecanica. óptica. de grabación o de fotocopia}.
respecto a la fotografía 67
distribución, comunicación pública y transformación de cualquier
parte de esta publicación -incluido el diseño de la cubierta- sin la Expansión y decadencia del oficio de fotógrafo ( 1870-1914) 79
previa autorización escrita de los titulares de la propiedad intelectual La fotografía, medio de reproducción de la obra de arte 87
y de la EditoriaL La infracción de los derechos mencionados puede La fotografía de prensa 95
ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270
Nacimiento del fotoperíodismo en Alemania 99
y siguientes del Código Penal). El Centro Español de Derechos
Reprográfícos (CEDRO) vela por el respeto de los citados derechos. Mass- media magazines en Estados Unidos 123
La fotografía, instrumento político 141
La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni implícitamente. respecto La fotografía y la ley 157
a la exactitud de la información contenida en este libro. razón por la
La prensa del escándalo 163
cual no puede asumir ningún tipo de responsabilidad en caso de error
u omisión. La fotografía, expresión artística 171
Los fotoaficionados 177
Conclusión 185
© Éditions du Seuil. París. 1974 Notas 191
y para la edición castellana
Bibliografía 200
© Editorial Gustavo Gilí. SL, Barcelona, 1993
Fuentes de las ilustraciones 207

Printed Úl Spain
lSBN-13: 978-84-252-1881-1
JSBN-10: 84-252-1881-0
Depós ito legal: B. 10.560-2006
l mpresión : Hurope. si, Barcelo n a

03'70:16
Las relaciones entre las formas artísticas y la sociedad

Cada momento histórico presencia el nacimiento de unos


particulares modos de expresión artística, que corresponden al ca­
rácter político, a las maneras de pensar y a los gustos de la época.
El gusto no es una manifestación inexplicable de la naturaleza
humana, sino que se forma en función de unas condiciones de vida
muy definidas que caracterizan la estructura social en cada etapa cie
su evolución. Cuando, bajo Luis XVI, la burguesía se volvió prós­
pera, se recreó en dar a sus retratos, al máximo de sus posibilidades,
un carácter suntuoso, pues los gustos de la época se hallaban de­
terminados por la clase en el poder, es decir, por la nobleza.
A medida que subía la burguesía, y que se consolidaba su
poder político, cambiaba la clientela y el gusto se transformaba.
El tipo ideal deja de ser suntuoso: en su Jugar aparece el rostro
burgués. Levita y sombrero de copa reemplazan el traje de encajes
y la peluca, el bastón sustituye a la espada. La civilización corte­
sana, que había encontrado su mayor expresión artística en los
cuadros y pasteles de La Tour y de Watteau característicos por su
ligereza y alborozo, cede el sitio a la cultura burguesa y a los
colores grises, macizos y pesados de un David. El dibujo de Ingres
con sus contornos precisos responde a las tendencias realistas de
la época y al gusto de una burguesía convencional, ajustada a su
dignidad y consciente de sus deberes. Así ocurre que cada sociedad
produce unas formas definidas de expresión artística que, en gran
medida, nacen de sus exigencias y de sus tradiciones, reflejándolas
a su vez.
Toda variación en la estructura social influye tanto sobre
el tema como sobre las modalidades de la expresión artística. En el
siglo XIX, en la era de la máquina y del capitalismo moderno, se
vio cómo se modificaba no sólo el carácter de los rostros en los

Ü C OR��Y,����ARIA 7
retratos, sino también l a técnica de la obra de arte. Esta comenzó namientos de la vida material, el hombre se siente cada vez m�
a transformar los modos de expresión de una manera desconocida nos aludido por el juego de los acontecimientos y relegado a w1
hasta entonces. Así se produce la aparición, con el progreso mecá­ papel cada vez más pasivo. Hacer fotos se le antoja como una
nico, de una serie de procedimientos que alcanzarían una conside­ exteriorización de sus sentimientos, una especie de cración. Así se
rable influencia sobre la ulterior evolución del arte. Con la lito­ explica el creciente número de fotógrafos aficionados que hoy se
grafía, inventada en 1798 por Alois Senefelder, e importada a Fran­ cifra por cientos de millones y que tiende a incrementarse cada
cia años más tarde por Philippe de Lasteyrie, que abrió taller en vez más.
París, se había dado un gran paso hacia la democratización del El presente estudio expone la inmensa importancia de la
arte. La invención de la fotografía fue decisiva en esa evolución. fotografía en tanto que procedimiento de reproducción y el papel
En la vida contemporánea, la fotografía desempeña u n que dcsempci'íó en sus orígenes dentro de la volución del retrato
papel capital. Apenas existe actividad humana que n o l a utilice individual, y luego dentro de la del retrato colectivo, es decir la
de uno u otro modo. Se ha vuelto indispensable tanto para la prensa. Se extiende desde la epoca de la publicación de la inven­
ciencia como para la industria. Es punto de arranque de mass ción de la fotografía, es decir, del tercer decenio del siglo XIX
media tales como el cine, la televisión y las video-cassettes. Se hasta nuestros días. Ciento treinta y cinco años de su historia.
desarrolla diariamente en los miles de periódicos y revistas. Hoy, Jos usos de la fotografía están tan diversificados que
Desde su nacimiento la fotografía forma parte de la vida he debido hacer una selección entre sus innumerables aplicacio­
cotidiana. Tan incorporada está a la vida social que, a fuerza de nes. Por ejemplo, no he tratado en esta obra del papel de la foto­
verla, nadie lo advierte. Uno de sus rasgos más característicos es grafía en la prensa femenina, ni de la publicidad. No obstante,
la idéntica aceptación que recibe de todas las capas sociales. Pe­ salvo raras excepciones, todas las fotos publicadas en l a prensa
netra por igual en casa del obrero y del artesano como en la del y revistas de todo tipo secunda un objetivo publicitario, aun supo­
tendero, del funcionario y del industdal. Ahí reside su gran impor­ niendo que éste no sea inmediatamente discernible. En este libro
tancia política. Es el tipico medio de expresión de una sociedad, procuro aclarar dicho papel mediante ejemplos concretos, saca­
establecida sobre la civilización tecnológica, consciente de los ob­ dos en su mayor parte de mis propias experiencias.
jetivos que se asigna, de mentalidad racionalista y basada en una Al estudiar algunos aspectos de la historia de la fotografía.
jerarquía de profesiones. Al mismo tiempo, se ha vuelto para dicha intentamos dilucidar la historia de la sociedad contemporánea, a
sociedad un instrumento de primer orden. Su poder de reproducir fin de demostrar, mediante un ejemplo concreto, las relaciones
exactamente la realidad externa -poder inherente a su técnica­ que provocan una mutua dependencia entre las expresiones artís­
le presta un carácter documental y la presenta como el procedi­ ticas y la sociedad, y de qué modo las técnicas de la imagen foto­
miento de reproducir más fiel y más imparcial de la vida social. gráfica han transformado nuestra visión del mundo.
Por eso, más que cualquier otro medio, la fotografia po­
see la aptitud de expresar los deseos y las necesidades de las capas
sociales dominantes, y de interpretar a su manera los acontecimien­
tos de la vida sociaL Pues la fotografía, aunque estrictamente unida
a l a naturaleza, sólo tiene una objetividad facticia. El lente, ese ojo
supuestamente imparcial, permite todas las deformaciones posi­
bles de la realidad, dado que el carácter de la imagen se halla
determinado cada vez por la manera de ver del operador y las
exigencias de sus comanditarios. Por lo tanto, l a importancia de la
fotografía no sólo reside en el hecho de que es una creación sino
sobre todo en el hecho de que es uno de los medios más eficaces
de moldear nuestras ideas y de influir en nuestro comportamiento.
En la actualidad, dominada por la tecnoestructura cuyo
objetivo persigue la creación incesante de nuevas necesidades, el
desarrollo de la industria fotográfica es uno de los más rápidos
entre el de todas las industrias. La imagen responde a la necesidad Hiladora de algodón (Lewis W. Hine, 1910)
cada vez más urgente en el hombre de dar una expresión a su .indi­ Fábrica en 1857
vidualidad. Hoy, y a pesar de los crecientes e incesantes perfeccio- La Comuna,1871

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Precursores d e la fotografía

El retrato fotográfico corresponde a una fase particu­


lar de la evolución social: el ascenso de amplias capas de la so­
ciedad hacia un mayor significado político y social. Los precur­
sores del retrato fotográfico surg�eron en estrecha relación con esa
evolución.
El ascenso de esas capas sociales ha provocado la nece­
sidad de producirlo todo en grandes cantidades, y particularmen­
te el retrato. Pues «manda•·sc hacer el retrato» era uno de esos

actos simbólicos mediante los cuales los individuos de la clase


social ascendiente manifestaban su ascenso, tanto de cara a sí
mismos como ante los demás, y se situaban entre aquellos que go­
zaban de la consideración social. Esa evolución transformaba al
mismo tiempo la producción artesana del retrato en una forma
cada vez más mecanizada de la reproducción de los rasgos huma­
nos. El retrato fotográfico es el grado final de esa evolución.
Hacia 1750 comienza a esbozarse, por impulsos sucesivos,
la subtda de las clases medias en el mismo interior del aparato
social que hasta ahora reposaba sobre una base aristocrática. Con
el asccn!>o de las capas burguesas y el incremento de su bienestar
material, aumenta la necesidad de hacerse valer. Honda necesidad
que encuentra su manifestación característica en el retrato y que
�e halla en función directa del esfuerzo de la personalidad por
afirmar ·e v tomar conciencia de sí misma. El retrato, que en Fran­
cia cr::t, desde hacía siglos, privilegio de algunos círculos, se some­
te, con el dl.'splaznmicnto social, a una democratización. Ya desde
antes de la Revolución francesa, la moda del retrato comienza
a cxtcndt:rse en los medios burgueses. A medida que se afit·maba
la necesidad de representarst• a sí mismo, esa moda creaba nuevas
formas y nuevas técnicas con objeto de satisfacerla. La fotografía

El [i sionot razo, inven�ado en 1786 por Gilles.Louis Chrétien

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!
que, en Francia, fue del dominio p ublico en 1839, e debió, en una cinco pinwn:::. miniaturislas, de los que sólo dos apenas gozaban de
ancha medida su desarrollo técmco y su expans1on. _ cierta reputación ni ejecutar más o menos unos cincuenta retra­

Aun a í. durante ese periodo de transición, mientras se iba tos por año. Tales ar1 istns ganaban lo justo para '>Ub\'enir a su
consumando la de�composicion del mundo feudal bajo el efecto de existencia y a la de los suyos. Unos años más tarde, habría en esa
nuevos modos de producción y de la serie de trastornos políticos, ciudad de cuarenta a cincuenta fotógrafos que en su mayoría sc
las clases ascendentes seguían sin encontrar su propio medio de dedicaban a la industria del relrato foLOgráfico, obteniendo benc·
expresión artística. Se adecuaba� todavía . a la aristocracia que ya ficios más remuneradores que los alcanzados por los pinlorcs mi­
no desempeñaba papel alguno m en pohtlca m_ en economta _ pero niaturistas de fama. Cada uno producía anualmente un promedio
que aún marcaba el tono de la buena sociedad. Adaptaron ��� con­ de mil a mil doscientos chichés que \'end•an a 15 francos Ja pieza,
ceptos artísticos de la noble7-<l y sus formas de represcntac1on <>n o sea unos jngresos de 18.000 francos que en su conjunto consti­
general, modificándolos según sus necesidades. IUlan un movimiento negociable de casi un millón. E igual desarro­
En presencia de la clientela burguesa, el pintor retratisla llo podemos comprobar en todas las graneles ciudades de Francia
se veía enfrentado a una doble tarea: por un lado, imitar en sus y en el mundo.2 El fotógrafo podía, a un precio dkz veces menor,
retratos el estilo a la moda de los pintores cortesanos, por el otro sunünist1·ar retratos que no sólo se ajustaban a los medios de la
suministrar retratos a precios que se ajustaran a los recursos eco­ vida burguesa por su baratura, sino que además rcspond1an a los
nómicos de esa clase. «La búsqueda de un parecido en el retrato gustos de la burguesía.
del cliente francés bajo Luis XV y Luis XVI puede definirse por la En su origen y su e\·olución. todas las formas de arte re­
tendencia general a fulsear, y hasta a idealizar cada rostro, in­ velan un proceso id�nlico al desarrollo interno de las formas so­
cluso el del paqueño burgués, para que se pareciera al tipo huma­ ciales. En los esfuerzos artísticos de la época que nos ocupa, en­
no dominante: al Pnncipc.» • contramos las tendencias democráticas de la Revolución francesa
u nobleza crn una clientela difícil. Exigía un oficio per­ de 1789 que habían reivindicado «lo� derechos del hombre y del
fecto. Con objeto de satisface•· el gusto de la época, el pintor in­ ciudadano». El ciudadano re\'olucionario que había tomado la Bas­
tentaba C\ilar los colores francos v los sustituía por tonos más tilla y que, en la Asamblea Nacional, defendía los derechos de su
delicados. La tela no podía bastar por sí sola a esa pretensión; c:lase, era el mismo que posaba como modelo para los fisiol1otra­
hacían falla materiales má� apropiados para los efectos de tercio­ cislas de Puris.
pelo y seda. Ya en tiempos de Luis XIV se había inventado un nuevo
Una forma de retrato correspondía parlicularmente a tales procedimiento para hacer re1ratos. Constituía una diverl>ión re­
exigencias: el retrato mi11iatura. Bajo la forma de tapas de pol­ cortar en papel de charol negro el perfil de los amigos. Este proce­
n:ras, de dijes, cnbía siempre la posibilidad de Jlc,•ar consigo los re­ dimiento dio origen a un oficio que muchas personas hábiles ejer­
tralos de lo� ausente�. de la familia. del amigo, del amante. Los cieron en todas las fiestas de cierta importancia, desde Jos bailes
retratos miniatura. de moda en los medios aristocráticos y más cortesanos hasta las ferias populares. Recibió el nombre de
por acentuar el encanto de la per..,onalidad, fueron una de las silhot�etle, inspirándose en el Ministro de Finanz.as de esa época,
primeras formas de retrato aJoptadas por la capn ascendente de y bajo dicha denominación alcanzó una gran popularidad, no sólo
Ju burguesía; significaron para esta una manera de expresar su en Francia sino en el extranjero.
culto ele la inclividunlidad. Fácilmente adaptable a la nueva clien­ El señor De Silhouettc no tuvo nada que \'Cr con la crea­
tela, el retrato miniatura, a medid¡¡ que se extendía, se fue con­ ción de los recortes que luego incluirian su apellido en el lenguaje
\irtiendo en el arte menor más en boga. Buen número de miniatu­ corriente, tal como se suele creer, hasta el punto de escribirlo
rbtas se ganaban la 'ida tras haber ejecutado en un año de treinta como nombre común. Su inventor \'erdadcro nos es desconocido.
a cincuenta relrato<.,, que cobrabnn a precios modicos. Aunque las La palabra silueta, que �in·c para designar por extensión toda
cla'>es medias lo hubiesen ndaptado a sus propias condiciones, el figura colocada claramente de perfil, nació a mediados del si­
retrato miniatura conservaba aún dcmentos aristocráticos. Eso glo La historia de su nacimiento es bastante curiosa.
XVIIl.
explica que muri�ra hacia 1850, a ra1z del definitivo osentamicnto Nombrado, en 1750, Interventor General, dicho de otro
del orden de lo sociedad burguesa ) despué-, que la fotografía modo, Ministro de Finanzas, en un momento en que éstas se halla­
privara a esa artt:�::�nia de todu po�ibilidad de supen ¡,·encía. Por ban tan deterioradas que Francia corría a la quiebra, el señor De
dar una id�a de la rapidez d� su desaparición. bal>ta el �iguiente Silhoueuc impuso, no sin dificultades, determinadas tasas públicas
�jemplo: que ingresaron algún dinero en las arcas del Estado y al instante
Había en Mnrsclln, h:1cia 1850, un má.,.imo de cuatro o se volvió muy popular. La gente le consideraba el sal\'ador. Sin

14 15
que se vio obli�a :I.o a retrasar
embargo el déficit era tan enorme _
un dibujo. Un estilete entintado seguía los desplazamientos del
o a suspen der otros. La opm10n, d� mme­ primer estilete y reproducía el dibujo a una escala determinada
ciertos pagos, e inclus
rrota» ; su popula ndad se
d'ato se alteró. Le llamaron «El Banca por su posición relativa. Dos puntos principales distinguían al
� �
e fu ó. Cundió entonce s la malign idad del público . Aca?ab a de fisionotrazo. Aparte de su valor poco común, se desplazaba por

.
nes e�trechos sm pliegues � un plano vertical y se hallaba provisto de un visor que, al reem­
surgir una nueva moda, a de los gaba,
servtan las faltnqueras s1 plazar la punta seca, permitía reproducir las líneas de un objeto
tle los calzones sin bolstllos: ¿de que _ _
va nadie tenia dinero para guardar dentro? Esas pr�ndas rectbte­ va no a partir de un plano sino del espacio. Tras haber situado el
te. Asimismo, de una
i·on el sobrenombre de ropa a la Silhouet modelo, el operador, subido a un tabw·ete detrás del aparato, ma­
da en �apricho
[aotasía, imaginada no se sabe por quién, converti . niobraba visando, y de ahí el nombre de visor, los rasgos que
y que sólo era la imagn de una sombra, se dtJO -y se había que reproducir. La distancia del modelo al aparato, al igual
de multitudes
Inter 'entor
sigue diciendo- que es una silhouette. El brillante : que Ja posición del estilete trazador, permitían la obtención de una
, ya no era en efecto roas que
General de otrora, valiente e instruido imagen tanto a tamaño natural como a cualquier escala.4
una sombra de sí mismo.3 Si, en el retrato miniatura, el valor artístico y la personali­
El déco�tper de silhoztette se mantuvo en boga hasta los dad del pintor desempeñaban una función importante, las mismas
años de Bonaparte. En los bailes públicos del Directorio y del cualidades se reducían en el cortador de siluetas a una simple habi­
Consulado había mercachifles que, como los de nuestras actuales lidad manual; como máximo su talento podía evidenciarse en los
ferias, se ganaban la vida practicando ese arte. Los propios art stas � retoques de los rasgos de un perfil. El fisionotrazo ni siquiera exigía
comenzaron a ejercer ese nuevo género de retratos. Se las mge­ esa habilidad. Bastaba con dibujar los contornos de la sombra y
niaron para perfeccionar las formas recortadas retocándolas Y trasladarlos a una placa de metal para grabarlos. Una sola sesión
grabándolas con una aguja. era más que suficiente. Así se obtenían retratos a un módico pre­
. ,
La silueta es una forma abstracta de representacJOn. El cio que se vendían por series. En 1788, Chrétien fue a París para
retrato- silueta no exige ningún estudio especial de dibujo. El explotar su invento en la capital. Se asoció con un pintor de mi­
público lo apreció sobremanera en razón de su rapidez de ejecu­ niaturas llamado Quenedey; éste no tardó en abandonar al ver
ción y de sus módicos precios. el éxito alcanzado por el nuevo oficio, y se pasó a la competencia
. .
La invención de la silueta que, por su mismo procedi­ montando un negocio similar.
miento no podía originar ninguna industria de gran envergadura, Exgrabadores y expintores de miniaturas adoptaron la
provocó el nacimiento de una nueva técnica, popular en Francia nueva técnica, pues su agonizante profesión ya no les ofrecía nin­
entre 1786 y 1830, conocida bajo el nombre de fisionotrazo. gún medio de existencia. Entre ellos, Quenedey, Gonord y Chrétien
Su inventor fue Gilles-Louis Chrétien, nacido en Versalles eran Jos más conocidos. Los dos primeros se establecieron en las
en 1754. Su padre era músico de la corte real. El hijo había empe­ galerías del Palais-Royal, que por esos tiempos era el centro del
zado siguiendo las huellas del padre, pero no tardó en preferir el París mundano. Chrétien se instaló en la rue Saint-Honoré.
oficio de grabador, con la esperanza de ganarse mejor l a vid� . Poco después el todo París corría a visitar a los fisionotra­
Tal elección no le llevó muy lejos, pues abundaba la competenc1a cistas. Las más célebres personalidades de l a Revolución, del Im­
y la ruda tarea de grabador al buril exigía mucho tiempo y afán. perio y de la Restauración, al igual que muchos desconocidos,
Los escasos retratos que lograba grabar no le procuraban gran posaron delante del fisionotrazo que les copiaba el perfil con una
cosa, en razón del tiempo que consumía. Pocos eran los encargos exactitud matemática. En las obras de Chrétien aparecen los sem­
con relación a los gastos que ocasionaban. Su situación económica blantes de Bailly, de Marat, de Pétion, decorados con el lazo trico­
le forzó a imaginar un medio capaz de aumentar el rendimiento lor, de Robespierre y de muchos más. Quenedey realizó los perfiles
de su técnica. Había que ganar en rapidez. En 1786, consiguió in­ de Madame de Stael, de Luis XVIII, de Saint-Just, de Elisa Bona­
ventar un aparato que mecanizaba la técnica del grabado Y per­ parte y de numerosas personalidades políticas y mundanas.5
mitía ganar bastante tiempo. La invención combinaba dos modos . Los fisionotracistas no tardaron en perfeccionar su téc-
distintos del retrato: el de la silueta y el del grabado, creando así mca y realizaron pequeños retratos sobre madera, medallones, re­
un arte nuevo. Calificó su aparato de {isionotrazo. tratos sobre marfil, por la cantidad de tres libras, que sólo vendían
El fisionotrazo se basaba en el principio tan conocido del a un mínimo de dos por persona, con la obligación de pagar l a
.
pantógrafo. Se trataba de un sistema de paralelógramos articula­ mitad por adelantado.6 Eran buenos negociantes.
dos susceptibles de desplazarse por un plano horizontal. Con Por seis libras vendían relratos que denominaban siluetas
.
ayuda de un estilete seco, el operador seguía los contornos de a la 111glesa, añadiéndoles peinados e indumentaria. La pose sólo

16 C ORU �l"ERSlTARIA
.. 17
E'iiBl OTECA.
duraba un minuto. Gonord también hizo camafeos y retratos en traducida por un artista que tuviera l a intuición d e un carácter, y
miniatura inspirándose en las siluetas; �sas silue!as c�l�readas, asimismo la ejecución y la minuciosa coloración del retrato se li­
como él las llamaba, se vendían a doce hbras y solo exigian una mitaban simplemente a un buen trabajo artesanal.
,
pose de tres minutos.7 •
. . E l fisionotrazo puede considerarse como símbolo de un
Las imágenes obtemdas mediante fiswnotrazo reduc1an
período de transición entre el antiguo y el nuevo régimen. Cons­
cada vez más las posibilidades de éxito del pintor de miniaturas
tituye el precursor inmediato del aparato fotográfico en una línea
y del grabador. En el Salón de 1793 fueron expuestos cien retra­
evolutiva cuyo logro más reciente es, hoy en día, el procedimiento
tos hechos por el fisionotrazo, y en el año IV fueron reservadas
:t �
para dicho arte doce salas que cont�nían ca a una cin�ue ta re­
conocido comercialmente bajo el nombre de photomaton y, para
el color, el polaroid. Del mismo modo que el fisionotracista de 1790
tratos presentados al público por fiswnotrac1stas notono� .
era un manufacturador de retratos, el fotomatonista de nuestra
Los fisionotracistas, particularmente los tres mas cono­
época corresponde a la gran industria automatizada. Desde el
cidos, Quenedey, Gonord y Chrétien, practicaban entre sí una
punto de partida, el desarrollo prosigue en línea continua, hasta
competencia encarnizada. Cada un? le r eprochaba al otro el ha­
. _ . . la última fase, forma poderosamente mecanizada del arte del
berle hurtado sus últimos perfecciOnamientos, y hac1an publicas
retrato.
sus disputas en los periódicos de París.9 Median:e anuncios e�
Gracias al fisionotrazo, una gran porción de la burguesíd
donde cada uno se proclamaba el inventor exclusivo de esos di­
pudo tener acceso al retrato; pero el procedimiento no respondía
versos procedimientbs técnicos, intentaban ganarse el favor del
aún lo suficiente a los deseos de las amplias capas de la burguesía
público . Gonord amplió su taller con u n negocio de apa:fatos que
. . media, y menos aún de la masa del pueblo; no parece que se lle­
vendía a los aficionados. Todos se ennquec1eron gracias a esa
gara a practicar en provincias. El trabajo manual individual domi­
invención pues mucha gente, deseosa de que le hicieran el retrato,
naba todavía en exceso ese nuevo género de ejecución. Hubo que
prefería visitar a un fisionotracista que pidiera un precio modera­
. esperar a que la técnica impersonal se volviera preponderante -es
do, que sólo hiciera posar durante breves mstantes y que ofre­
decir, con la llegada de la fotografía- para que el retrato alcanzara
ciera casi una auténtica miniatura. De este modo los retratos de
una democratización definitiva.
los fisionotracistas se convirtieron en un sucedáneo de la miniatura.
El fisionotrazo no tiene nada que ver con el descubrimiento
Parecida tendencia se reflejaba en otros dominios de la
técnico de la fotografía. Sin embargo, se le puede considerar como
vida social. El género y la calidad de las mercancíás en curso
su precursor ideológico.
variaban con el aumento del número de compradores. La mer­
cancía de imitación, más barata, sustituía la mercancía de calidad
superior, más cara. El lujo, aunque el lujo barato, era ?ara el co­
merciante la garantía más segura de u n buen negociO.
Hemos tratado hasta aquí el aspecto social y técnico de
esa evolución. No obstante, desde el punto de vista estético, ¡qué
diferencia entre el arte delicado y precioso de la miniatura, que
exige que el artista se pase días y semanas reproduciendo u n rostro
minuciosamente, y esa técnica nueva, ya casi mecanizada, de la
reproducción! El único valor del retrato mediante fi.sionotrazo
reside en su carácter documental. Al examinar la obra bastante
extensa del fisionotrazo, comprobamos que todos los retratos
poseen una expresión similar: rígida, esquemática y chata. Aunque
las obras de un miniaturista sólo fueran trabajos de artesano,
siempre reflejan un nexo entre el modelo y la copia. El artista
podía expresar en su obra lo que se le antojaba como rasgo �ás
característico de su personaje y dar así, a la vez que el parecido
externo, un cierto parecido moral. La técnica del fisionotracista
figura exactamente en el lado opuesto. Por más que el aparato re­
produzca los contornos del rostro con una exactitud matemátic?,
ese parecido (!Uedaba desprovisto de expresión, pues no vema

18 19
• •

•• j 1
' '

Retrato:. con fisionotrazo

,_-

Caricatura (T.-H. Maurisset, 1840) � LA OAGUERRÉOTYPOMANIE


20 21
La fotografía bajo la Monarquía de Julio (1830-1848)

El 15 de junio de 1839, un grupo de diputados propu!>o a


la C:.imnra que el Estado adquirietu el invento de la fotografíu y lo
hicks�: público.10 De este modo, la fotografm ingre1>aba en la vida
publica. No es indiferente 5:tbcr qul.! partidos y grupos sociales
fueron los que !>e preocuparon por tomar causa y par1ido cn fa\or
tlr.: la lotogralía. Veremos entonces, desde un nue\o angulo, las
rclac.::ione!> que unen la e\'olucwn de l.t lotogralta a la c.lc la so­
dcuad.
Las rc\o
· lucioncs del siglo \1\ �urgieron de la tran!>forma­
cton �ocial que pro\oca en Fr�mcia el �..rccuniento c.lcl captlali!>mo.
La re\oluc.:ion liberal de 1830. que dc,trono la mma pnmogcnila
de la dina�tia lt:gaima � la pri,·o de tod.t csp�..·r.tn/a uc re�taurnción.
contribu,·ó a los e!>fucrzos de h.1 ocicdad burguesa por e�tablcccr
u poder uatural. Francia !>e enc.:ontrab.l en esa la'c etonómica �
octal en donde la manufacturn \a cediendo paulatinamente u
sitio a la empresa indu!>trial. E�a!> do lorma� cconomacas coe..¡i!>­
llan aun durante lo!> primero!> decenio-. del siglo '''· �in embargo.
una 'e hallaba en regresion � la otaa en aumento. L.t� maquinas
lhtituaan gradualmente el trabaJO manu�tl. La huelga de loe; im­
pt e.,on:s de Pans, en 1830. prO\ocada pot la in�talación de máqui­
�n' pcrh:ccionadns que dejaron "n empleo :.1 un gr<m número dt!
tmpte,ore� o redujt!ron su salario a In mitad, no fue m;,-, que uno
d� lo� signos del nue\o desarrollo.'' El numero de hiladoras mc­
L..tniuh creció de 446 000 en 1828 a 819 000 c..'ll 1851; el número dc
teJedoras mecánicas que en 1825 �>Óio et·n de 250, alcanzaba va
12 1 28 en 1851.1� E!>tos no son mñs que nlgunw, ejemplos de una
.
r.lctonulización que, instalándose poc:o a poco, -.usciló cnmbios pro­
lundos en la constitución de In -.ociedac.l.
Una parte del artc-.anado cuyo en 1!1 proletariado cuyas

23

condiciones de vida se caracterizaban por una miseria extrema y p¡ctarios, había dejado de ser predominante. En cambio, la opo­
que además, a principios de la industri ización. no dese�peñaba sición republicana era un elemento importante de la vida politica.
. . .
aún más que un ins1gmficante papel pobttco. Por el contrano, bastó Disponía de gran inOuencia en la prensa. Su órgano parisino,
que comenzaran a prosperar la industria y el comercio para que
Le National, pasaba por ser tan respetable, a su manera, como el
la pequeña burguesf� �anase ter�eno y amplias cap�s de la bur­
Joumal des Débats. Sus representantes procedían de la élite inte­
guesía media se com•Jrt•cran en pilares del orden soc1al. h.:ctual burguesa: burgueses de tendencias republicanas, escritores,
El 28 de juüo de 1 8 3 1 , un parisino expuso su retrato al abogados, oficiales, funcionarios y otros. Su actitud política se
mismo tiempo que el de Luis Felipe, acompañándolos de la si­
basaba sobre todo en el sentimiento nacional; se alzaban en contra
guiente inscripción: �<Ya no existe distancia alguna entre Felipe del tratado de Viena y vivían del recuerdo de la vieja República.'5
y yo; él es rey-ciudadano, yo soy ciudadano-rey.» Esta anécdota En toda época. Loca a los imclectuales desempeñar un
pone de manifiesto la nuc\·a conciencia qUt: de sí misma había ad­ papel en la historia y cumplir unas particulares funciones en la
quirido la pequeña burguesía cuyas ideas y sentimientos se habían -;ociedad. Distinguidos de la masa y calificados por el saber y la cul­
vuelto hondamente democráticos.u tura, pueden llegar a In noción de su propia relatividad y elegir su
Tenderos, merceros, relojeros, sombrereros, drogueros y camino. Por tal motivo, pueden hacerse del mundo una visión más
toda clase de gentes que no disponían, en su mayor parte, más hbre, a l a que no accederán los representantes de otras capas so­
que de un pequeño capital y sólo poseían una instrucción primaria c1alcs, más estrechamente unidas por su situación económica y
suficiente para llevar su contabilidad, gentes «encerradas en el política a unos hechos determinados.16 Así ocurrió que, en el Par­
estrecho horizonte de una tienda», pequeños funcionarios en fin, lamento, dichos intelectuales fueron los representantes por exce­
tales fueron lo:. elementos de esas capas de la burguesía media que lencia de la tendencia humanitaria y liberal de la burguesía. El ca­
encontraron en la fotografía el nuevo medjo de autorrepresentación rácter del grupo que constituían concordaba con la postuTa por
conforme a sus condiciones económicas e ideológicas. Su situación ello:, manifestada bajo la Monarquía constitucional. No formaban
social determinaría, años más tarde, el cariz y la evolución de la un grupo netamente delimitado de la burguesía. Sólo eran sus
fotografía. Fueron ellos quienes crearon por vez primera una base representantes más avanzados. Frente al régimen politico existen­
económica sobre la que podía desarrollarse el arte del retrato acce­ te, .que, consciente de su endeblez, debía ocultar aún su poder a la
sible a las masas. wrona•. no oponían más que las reivindicaciones del republica­
No obstante, de igual forma que la moda 3rranca en su nismo burgués. Por su actitud de oposición, ese grupo de intelec­
planteamiento de las capas superiores de la sociedad, siendo adop­ tuales no se hall3ba directamente unido a la política reinante del
tada por ellas antes de bajar poco a poco a las capas inferiores, rermi11o medio y se mantenía sin cesar alerta.17
igual ocurrió con la fotografía; en un principio se vio adoptada por La fe en la posibilidad de desarrollo intelectual y moral del
la clase social dominante, la que tenía en sus manos el poder ver­ ser humano es lo que define el espíritu liberal. La fe en el progreso
dadero: industriales, propielarios de fábricas y banqueros, hom­ encierra un esfuerzo por asimilar y profundizar lo concreto, por
bres d� Estado, literatos y sabios y todo aquel que pertenecía a conocer e l llic ec 11wzc de la época.18 Por su posición política. aún
los medios intelectuales de París. Y poco a poco, fue descendiendo mal crbtalizada, esa porción de la burguesía intelectual, a la que
a las capas más profundas de la media y pequeña burguesía, a me­ 'e adhirió la élitc artística con motivo de la revolución de 1848, re­
dida que se incrementaba la importancia de esas formaciones sulto ser la más receptiva, la mf1s dispuesta a emprender cualquier
sociales. reforma, cualquier busqueda que f:Horeciera los objetivos espiri­
La población global de Francia se elevaba por entonces a tuales) científicos de c:.a época, la m:h apta también para medir las
unos treinta y cinco millones de habitantes, de los que solamente posibilidades de futuro de las nuc\·as empresas. Por consiguienle,
trescientos mil tenían derecho a voto.'4 no debe asombramos en exceso que nnzcn precisamente en ese me­
Bajo Luis Felipe, que gustaba pasearse de civil, empuñan­ diO la idea de proponer al Estado que alquicra el invento de la foto­
do el paraguas, la forma de gobierno era una monarquía constitu­ grafía y que la dé a conocer al püblico de manera oficial.
cional. En la Cámara se sentaban los representantes de un reducido . . La oposición democrática era el ala izquierda de la opo-
número de electores, compuesto principalmente de industriales Y SICión republicam1.19 Su jefe era Fran�ois Arago, notable a la vez
comerciantes. como ·abio y como hombre político. "Este sabio que Europa entera
Aparte del partido gubernamental, e.xistía en las Cámaras nos envidia, es al mismo tiempo uno de los más enérgicos defensa­
una oposición legitimista y una oposición republicana. La primera, re:;; de las libertades públicas y de los intereses populares», escribe
que representaba los intereses de los nobles y de Jos grandes pro- un periodista de su tiempo. «Desde que está en la Cámara, ha prac-

24 25
ticado la oposición a todos los gabinetes y ha combatido en la tri­ '•ivía en el campo, tropezaba con las mayores dificultades para
buna todas las medidas violentas y reaccionalias.>> 20 Arago era uno rocurarse las piedras indispensables. Así fue como se le ocurrió
de los ejemplos más típicos de intelectual burgués, impregnado de
esa convicción liberal, empeñado en estimular todo lo que pueda
�eemplazar las piedras por una placa de metal y el lápiz por la luz
solar.22 • •

::.er\'ir al progreso. Por tanto, fue el primero en reconocer la ex­ Tras múltiples e mfructuosas tentatnras, obtuvo por vez
traordinaria importancia que con el tiempo habría de cobrar la rimera, en 1824, un resultado decisivo.23 No obstante, el procedi­
fotografía en la!> ciencias, en la!> artes y aún en otros dominios.
Eso le llevó a proponer, en la Cámara de Diputados, la adquisición
� iento inventado por Niépcc era aún muy primario. Corresponde
al pintor Daguerre, quien por su invento del diorama había llegado
por el E¡,tado de la fotografía. Com ienc subrayar que, si Arago
al estudio de Jos efectos luminosos, el mérito de haber perfeccio­
estimulaba la fotografía, lo hacia sobre todo en consideración de nado el procedimiento descubierto por Niépce hasta el punto de
su utilidad científica. voh·erlo accesible a todos.24 Niépce murió el S de julio de 1833 en
Toda invención está wndicionada, en parte.; por una serie de plena miseria y su obra, a la que había consagrado, durante su
experiencias y conocimientos antcriore::. y en parte por ias necesida­ vida entera, toda su fortuna y todos sus esfuerzos, sufrió un deseo·
des de la sociedad. Añadamos la parte de genialidad personal y, a nacimiento total.25 Daguerre, que había conocido a Niépce, estipuló,
menudo, de acierto fortuito. Así fue como, en 1 824, Nicéphore a Ja muerte de este último, un contrato con su hijo, Isidore, quien,
Niépce �� innmtó la fotografía. El inventor había nacido en 1769, por toda herencia, no h�bía recibido de su padre más qu� la pro­
en Chalon - sur. Saóne. Su familia, a causa de su fortuna y de sus .
piedad del invento. En v1rtud de ese contrato, explotanan JUntos el
contactos con la nobleza, pertenecía a los medios más encopetados r.léscubrimien to. 26
de Borgoña. Su padre era abogado. Niépce procedía por consiguien­ Niépce se había pasado años en vano buscando socios que
te de la mejor burguesía, la b\lrguesía intelectual. Gracias a su aportaran fondos. Al principio, las tentativas de Daguerre tampoco
¡,ituación social, podía disfrutar de todo el tiempo libre que nece­ resultaron muy afortunadas. Una suscripción pública quedó sin
sita el inventor en sus búsquedas. Las tradiciones culturales de su efecto. No había manera de interesar a los comerciantes. Los posi·
familia y las posibilidades de instrucción que se le ofrecieron du­ bies socios no querían arriesgar su fortuna por un invento que aún
rante su juventud eran primicias suficiente!> para permitir que les parecía poco digno de confianza, pues las primeras pruebas foto­
prosiguiera sus trabajos científicos. Niépcc era esa clase de semi­ graficas no permitían apreciar su valor. Había que sostener la
sabio que por esa época abundaba en los castillos y casas solarie­ placa metálica a contraluz para poder distinguir en ella alguna
gas de la burguesía acomodada. E n tales ambientes era de buen imagen. La falta de iniciativa en los comerciantes, tan poco dis­
tono dedicarse a experiencias científicas. Entre las ciencias exactas. puestos a estimular la fotografía, es un signo característico de esa
la Química estaba particularmente de moda. Una diversión muy época. Sucede que su mentalidad aún no estaba acostumbrada a
frecuente, entre otras, mitad experimento científico, mitad juego la especulación. El vasto florecimiento de la industria sólo se efec­
de sociedad, consistía en colocar sobre papeles ya preparados me· tuó a partir de los diez primeros años de la segunda mitad del
diante sales de plata objetos tales como hoja!>, llores. etc., y ex­ siglo. E l comerciante de 1 830 se limitaba a negocios cuyos resulta­
poner el conjunto a la luz solar. Así se obtenían sobre el papel los dos pudiera prever con plena seguridad y los cursos de la Bolsa no
contornos de esos objetos, marcados por los contrastes de negro y eran 1odavía el barómetro de la riqueza.
blanco; empero, no tardaba en desaparecer la imagen, pues aún se Daguerre, hombre de negocios, capaz y ambicioso, había
desconocía el secreto de la fijación. Era aquella una época en que pedido que su nombre apareciera con grandes titulares en la pu­
las tradiciones más sólidamente apuntaladas comenzaban a flojear. blicidad dada al descubrimiento y, como exdirector de un diorama,
El período de transición hacia una vida nueva por completo, tras sabía lo que se llevaba entre manos. En los ambientes de la buena
la revolución de 1789, había conferido a la vida misma el carácter sociedad , en los salones, logró que su invento fuera el tema favo­
de una experiencia. Sin embargo los nobles "] las personas de ten­ rito de las conversacioncs.27 No fue seguramente ninguna casuali­
dencias monárquicas, como Niépce, que preferían retirarse a sus dad que, a finales del primer tercio de siglo, cuando las ciencias
tierras y que, por Jo demás, se hallaban cada vez más excluidos exactas empezaban a coger un amplio impulso, Yarios sabios se
de la vida política, disfrutaban de una holganza suficiente para interesaran por la fotografía. Y tuvieron que pasar quince años
dedicarse a experimentos científicos. Tales investigaciones presa­ ?esde su nacimiento, para que el gran público se enterara de aquel
giaban ya la aparición de la fotografía. La invención de la litografía, mYento.
importada a Francia en 1814, sugirió a Niépce los pasos que queda­ Todo lo que ocurre al progreso de la civilización, al bienes­
ban por hacer. Si quería realizar pruebas li tográficas, Niépce que tar físico y moral del hombre, debe ser objeto constante de la so-

26 27
CORUNIVERSITARlA
RIAL OTECA
licitud de un gobierno ilustrado, :1 la altura de Jos destinos que se lctica, declaró: «Por lo demás, cuando los observadores aplican
Je han confiado; y quienes, tras afortunados c�fuerzos, secundan un nue\O instrumento al estudio de la naturaleza, lo que han espe­
esa noble tarea, deben encontrar honrosas recompensas por su rado siempre es poca cosa con relación a la serie de descubrimien­
éxito.» zs Nada c:lracteríza mejor la orientación moral de los libe. tos que \'a proporcionando ese instrumento. En ese aspecto, lo que
ralcs y su adhesión a la idea de progreso que estas palabras pro­ particularm.ente debe contar e� lo imprel'isto ··n
� .
nunciadas por el sabio Gay - Lussac, cuando presentó a la Cámara El mlormc de Arago fue un acontcctmtento de la vida pa·
de los Pares el mismo proyecto úe ley que, seis semanas antes, .-i'iina y todos los periódicos lo comentaron con vivo interés.� Du­
Arago había propuesto a la Cámara de Diputados. El proyecto de rante la.-, semanas que siguiero n , París. según la prensa, ofreció
tev concedia al imcntor del daguerrotipo, el pintor Daguerre, una t:.l espectáculo, desconocido hasta entonces, de una ciudad dctima
renta vitalicia de seis mil francos y al hijo de su excolaborador, u� la enfermedad de la «experimentación». Cargados de aparatos
Nicpce, otra de cuatro mil francos.2� E l proyecto recibió la acepta­ que casi pesaban cien kilos, de instrumentos y accesorios, los pari·
ción de las Cámaras por unanimidad. De esta forma el Estado fran­ ..,inos se iban a la búsqueda de Lemas. Unos y otros observaban ca­
cés adquiría el invento; dio publicidad al procedimiento en el trans­ riacontecidos cómo se ponia en el sol en el horizonte, llevándose
curso de una sesión de la Academia de Ciencias, el 1 9 de agosto consigo la materia prima de la experiencia. Pero tan pronto \'olvía
de 1839.!0 Hecho frecuente en esa época: cuando se realizaban in­ :.1 hacerse de día, las ventanas se llenaban de experimentadores que

ventos, el Estado renunciaba a toda monopolización y abandonaba intentaban, con toda clase de precauciones aprensivas, captar,
t::l descubrimiento a la libre iniciativa de quien quisiera explotar­ �obre una placa ya preparada, la imagen de la claraboya vecina o
lo..ll Por eso la actitud del Estado con respecto a la fotograCia no la p..:r�pccth a ue una población de chimeneas. A los pocos días.
tiene nada de asombroso. Ese invento, además, chocaba con dificLd­ en las plazas de Pans, la gente no hacía más que ver aparatos apun­
tades jurídicas relativas a la patente, pues el procedimiento, en sí, tando monumentos. Los físicos y sabios de la capital ponían en
era tan simple, que resultaba muy difícil protegerlo. práctica, con un éxito total, las indicaciones del inventor.J9 Ya había
La élüe intelectual de París, compuesta por los sabios y qUJen predecía la ruina de los grabadores, mientras la gente ase­
artistas más conocidos de la época, había acudido en su totalidad a diaba las tiendas de óptica donde se hallaban expuestos los pri­
la Academia de Ciencias. <•A las once de la mañana, la afluencia ya m�ros aparatos. El daguerrotipo constituía el tema inagotable de
.
era considerable. A las tres, un verdadero alboroto obstruía las lo� salones. Parí:. , i\ ía enriquecido por una nueva sensación.
puertas del Instituto . . . Todo París se estrujaba en los bancos re­ Tan pronto la fotografía fue.: del dominio público, surgieron
servados al público.�> JZ La presencia de sabios extranjeros demostró inventores que reclamaban el mérito de la invención. En Francia,
el considerable interés que el invento había suscitado en tan poco el Iuncionario Bayard, y en Inglaterra, el sabio Talbot, ya habían
tiempo, más allá de las fron tcras (rancesas.ll E l propio Arago e:xpu­ encontrado ambos un procedimiento de fotografía sobre papel, el
so detalladamente la técnica del procedimiento. Hizo notar a su primero a base de yoduro de plata, el segundo a base de cloruro.
atento auditorio qué extraordinarios servicios podía prestar l a fo­ E'io prueba que la fotografía respondía a las necesidades de la
tografía en el campo científico. « ¡Cómo se iba a enriquecer la ar­ �.·poca.
queología gracias a la nueva técnica! Para copiar los miiJones y mi· El nuc\o invento había despertado la atención y el interés
llones de jeroglíficos que cubren, en el exterior incluso. los graneles de �asi todos los medios sociales; sin embargo, su imperfección
monumentos de Tebas, de Memfis, de Karnak, etc., !iC necesitarían técmca y los extraordinarios gastos que requería en sus principios
veintenas de años y legiones de dibujantes. Con el daguerrotipo, un sólo la hacían accesible, de momento, a la burguesía acomodada.
solo hombre podría Jle,·ar a buen fin ese trabajo inmenso.» :w El ar­ Unicamenle unos cuantos aficionados ricos y algunos sabios podían
tista ha de encontrar en el nuevo procedimiento un precioso auxi­ permitirse ese lujo. El procedimiento Daguerre resultaba bastante
liar, y el propio arte se verá democratizado gracias al dagucrroti­ Incómodo. En primer lugar la placa metálica, sensibilizada a la
po.lS Arago dio lectura a un comunicado del pintor Delaroche. La lu�. no podía utilizarse sin una previa exposición a vapores de yodo,<Nl
.
ciencia astronómica quedaría enriquecida a su vez por esa inven­ La dificultad principal consistía en que no se podía preparar la
ción: « . . .cabe esperar, decía Arago, que se podrán hacer mapas placa más que poco antes de usarla y había que revelarla en seguida
fotográficos de nuestro satélite. Es decir, que en pocos minutos se después de su exposición a la luz solar. El mismo periodo de pose
ejecutará uno de los trabajos más largos y más delicados de la as­ sol�a durar más de media hora. Arago indicaba en su informe de
tronomía».36 E l panorama de esas múltiples consecuencias esbo¿ado trcmta minutos a tres cuartos de hora sólo en preparativos.�1 Si
por Arago en su discurso, permite medir todo el alcance del in· se �rataba de paisajes, había que llc\'ar grandes tiendas y labora­
\'ento. La grandeza de Arago se m:lnifestó cuando, con mirada pro- tortas ambulantes, pues todos Jos preparativos químicos tenian que

28 29
h:H:cr�c ;, .\1111. Sa se u·ataba 1.k retrato�. la prolongada duracaon Daguern: CO\ iaba un �eprescntante a Estados Unidos: fran�01..,
�udor '� d�<o­
de.• la po-.c era un c:ah ario p:u ;.� la \le lima. Gota-. de Gournuu Su tarea con .l'>tla en org�nitar exposiciones de daguerro­
lilaban por la frc.ntc ) la-. mcjiiJn.,., dejando en e l rostro cmpuhado
tipo ) dar conferencras sobre drcho procedimiento. Tema que
regueros puco agradable.. a la ' ¡.,ta, ) c.•,o-, 1 a-.tro... ..e reflejaban
e umular la \Cnta de aparatos y equipo, fabricados bajo la direc­
tlc.•hm:ntc l'l1 la amagcn}! \paa t....· de e-.a., t.hlkul tade!>, la daguea roti·
ción de Oagucrre por la firma Alphonse Giroux y Cia. de París.
paa ,ufaaa auc.:ma-. de u n anc.:oll\c.'llienLe lundamcnlal : no era capa1 .
El 1ntcre., comerctal de D�guerrc c.xplica sin duda sus pno;as por
de propun.aonar copia!.. La cama a a o'>l.lll.l no produ<.. a a nunc" ma.. .
dar u conocer �u procedrmrento en el extranjero.
de uno. imagen. Eso e"plica que.• la dag.w:rrotip in no pudiera con·
Fn 1840, la sociedad norteamericana no se hallab:l aun
\l'l'lirse en una andustna impua t.mtc. Lo'> primc.•rus ap.uato�. \en­
mente estratificada. La., posibilidades de crecamicnto depcn­
didu., en P:ms por el óptaco Garuu'\. \ con-.ta uido-. por Dagul·rrc, eran ragida
gramk-. L' informe� " pc'>aban, cun todo<, <,us accesor ao-., cincuenta d nn l'nteramcnte de la i�i�iatint personal. Entre 1840 y 1860,
kilo., rwto., El precio o..dlaba l'nln tn:.,cicnto-. ) c.uatrocil'ntos épOC'n ln que la daguerrollpa a Oorec1a en América, é<.ta Sl' trans­
1t anco">, �asto <:.uantioso que ptX:a gcnh: podta pcrmitit '"'· formaba d� una s�h:dad agnc�la en una sociedad industrral, gra·
El i nteres dl'l publko por la fotogralaa ' la impurt.�nciit c1n� a un <.rnfm de. m\en.tos tecmcoc;, resuJtado del genio amcncano,
_
economica que <.e le r<.:COilOc.IU lksde u n plincipiO, (,1\ Ofc.'<.ll'I'On tales como la rdngcrnc1on. la máquma segadora, Jos nue\OS méto·
lo-. l'!>fUl'rtO tendente'> a mc.¡urar una tccnica hasta l'1 punto d.: do de fabncneton en serie, el aumento de la red de ferrocarriles,
que, :.1rio-. rni.t!> tardl!, se logra¡ 1.1 una da-.minución l'n el precio de los ctcctcr .

�rccran las ca.udade-. E<> la época de la fiebre del oro )
ap:lrato., \ de todo'> sus accc�oriu... del nacamrento de las CIUdades del Oeste. La joven nación se Sl'ntia
Lu-. perft:ccion�micntu-. l'mpctaron por 1� optk� '1 .1 fina· orgullosa de sus logros, ) encontraba l'n la fotografra un medio ideal
1�·, de 1839, el bnr6n Séguicr t:unstruaa un aparato cu\u peso � vo­ parn inmo�talitar:.e. Yanquis cmpn:ndcdores e ingeniosos C'>Labk·
lumen rcprcc;cntaban 1� tercera parte tk lo!> dl' Dagul.'rre.11 Como eleron vanos saloo11 fotográficos en las ciudades, 0 rccorr ieron
c<.o., apJtatos -.oto pesaban catuacc J.. ilo'-, l.'ran. en rigUJ, portátalcs. el campo v ...us ranchos en carromatos, transformado� en talleres
Los optico-. Chc\éllier, Suleil, 1.'-·rc\bour-., Buron ' \1ontmiaél no de daguun�t rpaa. Se ha calc.ulado que en 1850 ya c:-.i<,tian dos mil
tardaban en con<.truir, hacaa 1840, nue\O'> ap:lr�Hos, de costl' mU\ dngUl'rr'Utlpl�tas. E n 1853, !>C cifra en tres millones las foto., toma­
reducido. Ln 1841, coc;taban d�o• 2�0 a �00 franco.,. La.. placa<. que da� por �ño. La produccion total entre 1840 y 1860 superaba lo
un año �lntc., -.e habaan \l.:ndtdo d�o· 3 a 4 franco-.. co.,taban ahora trcmtn m a l lones de fotos. Lo'> precios dependían del formato v \a·
d"· 1 � 1 .50 franco... En 1 �46, l.r \'l.'nta anual c.•n P•H ,.., alc�ullaba nnban entre 2,50 y 5 dólarc.... Se calcula que los norteamericano�
pla�o.·as. rt nu­
�lflru'\imad.tmentl.' lo!> 1000 apar<Ho-. ' un�" 'iOO 000 gastnrun �n t rc 8 ) 1 2 m illones de dólares en 1 850 sólo en rl'tratos,
mero de i nteresado<. se hall�b.t ,\Un ·
rc. .,tringido a cau-.a dd ptccto.
que c�n.,t�tutan el 95 °o de la producción fotográfica.• En la JO\Cn
Finalmente, el ubjeti\·o con... truado po1 d optico Voigtl.llldcr ..upu.,o .
dcmouacra ameracana, ese nuevo medio de autorrcprcsent�ción
unn clara compl.'lcncia para lo., .rp<trato\ lrancc.·-.�.· "· h:"t,l el punto corre�pondia pca-rectamenlc al afán de los pioneros, orgullo.,os de
<k qu�o:. b.lJO la prc'>ión de t:'':l ri\ alidad, hubo que 'ender lo-. ap�· su é\ltu.
r<Hos f r<lllll'St:., m<ts barato-., ' !1.1 jo la �o· uqucta tk ,¡\lt IIW ah mcm.
No ob�tante. hubo que espcrar al momento en que la placa
U n catalogo del optico Ll'l'l''bull l '- del .ü io 1842 indk.lba p.m1 dicho me, 1�
• lac.� de Dagucrre, que no podaa servir para la reproducción
apat ato d precio de 200 f1: :u1eu' ·�
se \lera ubsiJtuida po1 nt:gata\o-. dl' \ldrio,
para que quedaran col'
rt pcrkuiooamll'nto tll\o por resuhado la rcduccion del adas 1::\s condiciones indispensables que planteaba
tÍl'mpu de po:.e. En 1839, añu dl· 1.1 irn�·nción de la lutograla.t, el ; .
el dc<,arrollo
e la lndustraa del retrato. El procedtm iento al colodrón descu·
tiempo lll't:e.,ario de expo-.icion de la placa a la luz dl· un \OI res
btcrto P1r el pmtor
pl�ndccrl•ntc era de quinc�,;• minutu.... Un año dl•-.pues, b�st.tban trect' le Gra\. abna e l camino al retrato fot�gr.1fico
}, al ma�mo llt;mpo. al desarroll
minutos .1 1:1 �ombra. En 1 8 4 1 . c.''" dur.tcaon ' � quet.la ¡�,;•ducada a o de c1erta� ramas de la indu.,trra
como la construcción de aparatos
uu-. o tn.'<. minuto-., ) en 1842 <.olu '>C r�quierl!n l'ntrc H'inll• ,. cua· y la indu.,tria químaca rclacio�

nnda con la fabncacaon · ··
n:nt.r �cgundos. Lno o du" �no-. mü-. tarde. la duraeion de la po e de placas. Jgual ocurrió con la industria
de1 �apel que '>C
hnhta dejado de ser un ob,tac:ulu para la rc:llitación del retrato enriqueció mcdaante esa nue\a espccaaladad )' así
prol 1 feraron peq · .
· d usu Uls como por eJemplo ' .
fotogrMaco. uen�s- 10 ' ' la coofcccaón

•e maacos espccm
Fn todos los pai'l'' lk Eurupn, la d:tgu�.:rrotipi:t tu\ u un <
. · 1es Y de álbumes. Oc este modo, poco a poco, fue
d rcc rcndo la daguerrotipia y, simul táneamente, ccmenzaba
1."\ito con<.idcrablc, pero luc -.uhn.• todo en ort�aml•rica donde : ���
1 h o a ra .
t.'ttli<.O furor y originó un comercio llorc.·l"icnte. Ya a tinalc' de 1839. de la fotografra propiamente dicha.

30 31
D�.:�dc entonces, la fotografía adquirió una importancia lo
bastante g•ande para que los problemas que de ella dependían
cobrasen un cariz de urgencia a principios de la segunda mitad
d(') .,¡._,¡() "'"

f'..:h' Tournachon (llamado 1'-.adar)


en la barquilla de '>U globo
•Le (u:an t• ( 1863)

Prlnu•ras fotografí
a::,
1� primero foto del mundo, por Joscph Nicc..·phmc N h:p<.·c en 1826
El luuv1c (Louis-Jacques-Ma
ndc Uaguenc ll!3'>l
'
O¡¡guerrotipo (hacia
1840)

33
32
Los primeros fotógrafos

Todo gran descubrimiento técnico ongma siempre cnsts


v catástrofes. Desaparecen los viejos oficios y surgen otros nuevos.
Su nacimiento, en todo caso, significa progreso, aunque las activi­
dades amenazadas por ellos se vean condenadas al naufragio.
En el momento de la invención de la fotograffa, comenzó
una evolución durante la cual el arte del retrato, bajo las formas
d� la pintura al óleo, de la miniaturn y del grabado, tal como se
ejercía en fin para responder a la demanda de la burguesía media,
quedó casi totalmente desbancado. Esa evolución se realizó con
una rapidez tan extraordinaria, que los artistas que operaban en
esos últimos géneros perdieron casi todos sus medios de existen­
cta. Por ende, de entre ellos salieron los primeros que se dedicaron
a In nueva profesión. Y los artbtas que, aun la misma \ íspera,
atacaban la fotografía como instrumento de un oficio c:.in alma ni
intención• que nada tenía que ver con el arte, fueron los mismos
que, al \'er rota su oposición por necesidades de índole económica,
cayeron en la cuenta de someterse a la nueva profesión para ir uti­
li7.ándola paulatinamente como medio de expresión. La experiencia
d"• loe; oficios que acababan de abandonar les sirvió de mucho. En
decto, no solo a sus cualidadés de artistas, sino también a su ca­
pacidad de artesanos debemos la elevada calidad de su producción
!ot?gráfica.46 El descubrimiento Lécnico de la fotografía les inspiró
1� � t ea de una nue\·a forma artística que, a su vez, suscilaba una
tc cmca, le dnba una orientación y le imponía unos deberes.
Fn los primeros tiempos del retrato fotográfico, se pone
de manifiesto un hecho de extraordinario interés. La fotografía,
l.'n e l mismo umbral de su desarrollo, cuando aún poseía una técni­
�� �uy primitiva, goza de un acabado artístico excepcional. A me·
tda que se va produciendo ese desarrollo, asistimos a un deterioro

35
34
que se agrava cada diez años. «Seguramente encierra un profundo sus hijos debían dedicarse al estudio. Mandaron a Félix Tour­
.
sentido el hecho de que la acti\'idad de los primeros artzstas fotó­
grafos se ejerce durante los cüez primeros años que preceden a su ���hon a París donde estudió: en �1 colegio Bourbon, con �bjeto de
.
inareso en la Unn·erstdad. Alejado de la fam!lta,
- _ la
sm
pre arar su
industrializadón•.�7
pr �
de la ;'
utoridad paterna, siguió sus e�tudios con gran irre­
Esos primeros fotógrafos no tenían ni�guna pr�te�sión de
hacer art�. trabajaban con la mayor frecuencia para SI m1s�os y
�aridad. Cuando m�s tarde, sometiéndose a 1� Yoluntad de sus
ión

sólo un restringido círculo de amigos conocían sus obras. Qu1enes �


p dres, estudió medicma .en la Escuela secund�na d� Lyon -pue�
.
médico estaba bien nsto por la buena soctedad-, se mtereso
en realidad manifestaban esa pretensión de hacer arte eran los un
ás por la literatura que por l a anatomía. Pero de golpe esa exis­
comerciantes de la fotografía, pues a mecüda que disminuía la ca­
lidad de sus trabajos hasta perder todo carácter artístico, espera­
� ncia tocó a su fin. El padre quebró a raíz de los grandes gastos
ocasionados por la publicación de una edición de lujo de Buffon
ban, adornando su mercancía con l a etiqueta de arte, atraerse aún . de un léxico en siete lenguas.3ol Esa circunstancia supuso la inte­
más al público.
Muchos de esos primeros fotógrafos salían de un ambiente
�rupción de los estudios. Lo más se�uro e� que Félix Tournachon
_
'?
que suele conocerse bajo el nombre de ?he�ia; pintores que no
no se sintiera muy apenado. Aun as1, se vc1a obhgado a encontrar

habían conseguido crearse u n a reputac10n, hte�atos 9u� m s o � una manera de ganar dinero. Se inclinó hacia el terreno que, ya en
el colegio, era el de sus preocupaciones, la literatura. A los dieciocho
menos sobrevidan escribiendo artículos de ocasrón, mmtatunstas
años, bajo el pseudónimo de Nadar, comenzó escribiendo bre\'eS
y grabadores arruinados por la nueva invención, en s�ma, todo
. artículos. Colaboró en el Joumal et Fa11al de Commerce y en el
tipo de talentos regulares y �edt?cres que, �n su mayona, �o ha­
Elllr'acre Lyomwis.'1 A los veintidós años regresó a París, centro
bían podido abrirse paso, se mclmaron hacta el nuevo ofic1o que
de la vida social e intelectual. Su número de habitantes, que era
les prometía una subsistencia mejor.48
• • • •
A principios de la segunda m1tad del s1glo, la tecmc a_ e � de 600 000 en 1776, había aumentado hasta superar el millón en
1840.�= A la corriente de población que, salida de provincias, irrum·
la fotografía se había completado lo bastante como para no ex1g1r
pía en la ciudad, pertenecían vados intelectuales, atraídos por la
ya de sus profesionales unos conocimientos especiaJizado� . La fo­
. . vida más aYenturera de la gran ciudad y dispuestos a encontrar
tografía había salido de los dominios de la expenment�c�ón cten­
. estímulos y posibilidades de encumbramiento. Nadar era de éstos.
tífica. Industrias especializadas fabncaban ya los utenstllos nece­ Acaso confiaba en poder crearse relaciones en los ambientes de
sarios. La preparación de baños de revelado y fijado ya n? recla­
artistas, gracias a su pariente, el caricaturista Gavarni, colaborador
maba unos particulares conocimientos de química. Cualquier per· titular de un periódico humorístico, famoso por entonces, Le Cha­
sona podía procurarse aparatos de formato �iverso en las muchas rivari (que sin·ió para consolidar los mayores triunfos de Dau­
ópticas que existían. Se publicó toda una sene de �a�uales de fo­ mier). Ga\·ami le incitó seguramente a que se ejercitara, también
tografía, accesibles a todos los p�of�os, que sum1 ms� raban una él, en la caricatura. Nadar, que no tenía dinero para asistir a una
_
descripción exacta de los procedtmlcntos. Se podía tnstalar un escuela de dibujo, se formó por su propio trabajo y no tardaron en
taller fotográfico por unos cien tos de francos. aparecer sus primeras caricaturas. AJ mismo tiempo escribía ar­
Al mismo tiempo, como ya hemos señalado, e l retrato fo­ tículos para las re,·istas Vague, Le Négociareur, L'Audie11ce, y em·
tográfico seguia desarrollándose según dos direcciones opuestas
?
pezaba a estudiar p i n tu ra. Todo lo que se refería al arte le intere­
que, examinadas desde el punto de vista estético . representa an saba. Poco después aparecieron sus primeros cuentos en Le Cor­
.
una un ascenso ,. la otra un decliYe. Este capítulo ttene por obJefo saire.53 No tardó en unirse a un grupo de compañeros
de su edad
la primera fase del retrato fotográfico: el artista fotógrafo. que, como él, «sin o con pocos ingresos .. \'Í\"Ían en
hoteles baratos
Uno de Jos fotógrafos más distinguidos de esa época fue el o en buhardillas del Quanier
latin «despreocupados del mañana•,
dibujante, caricaturista, escritor y aeronauta Félix Tou lachon seducidos por la \"ida libre del artista y
r!' por su marco romántico.
Nadar que abrió en 1853 un taller fotográfico en la rue Samt: La· No había aún luz eléctrica; únicamente unos escasos faroles
zare. Su destino es un ejemplo típico de la aparición de ese pnmer despedían avaros fulgores en esas
caJles del Quartier latin, estrechas,
equipo de artistas fotógrafos. Nació en París en 1820 49 y pasó su mal adoquinadas. Hac.ia
1836, el único medio de comunicación en
primera juventud en Lyon, donde vivía su familia desde ,·arias g�· París e ra el coche ómnibus
; y ni siquiera había más de un centenar
neraciones atrás. Su padre, por tradición familiar, era librero, edt· _
de vehtcul os de ese estilo. En los cafés y lecherías de la rive gauche,
tor e impresor. La familia Tournachon pertenecía a la bur�esía en n ambien
';I te de pequeños funcionarios, obreros, artesanos y es­
intelectual de proYincias. V ida holgadamente, era mon árqu tca Y ludt ntes, Nadar
� traba amistad con algunos miembros de la bo­
tenía influencia en los ambientes de la buena sociedad. Estaba claro hem a
• Y se incorpora a su gmpo.s.� Murger, Champfleury, Delveau Y

36 37
otro!> l>On los mejores amigos de Nadar. En 1843, fundan el •Club Ju�mra no constil�ía .e� sí, desde el punt<:> de vista social, un Lodo
des Buvcurs d'Eau,. (Club de los Bebedores de Agua), donde dis homogeneo. Los 10dJ\'1duos más l•w orectdos de la bohemia, que
.
cuten de l iteratura )' de otros tema!> de ane."'� Junto a ellos, y con­ �asi todos formaban parte de la Jcww fra11ce, rozaban los cuaren­
vertido en uno de ellos, Nadar lleva •la \ ida muy irregular de la
bohemia,.....
�3 menos.
0
' m1cntras que Nadar y l>U� amigos l>olo teman \'cinte años más
El primer grupo e..taba compuc,tu de gent� de los me·
La exbtcncia de la bohemia en medio de la sociedad era, cho:. arll::.ticos que ya habtan llegado v que gozaban de cierto pres­
por esa epoca, un ft:nómeno característico. La indu!>trializacion tigio ) di! cierta reputación . Ca!>i todo"> pe-.aban en la opinión pú­
.
tambicn l>C dejaba l>Cntir en las esferas del arte. Imprimía su huella blica , cJerctan, en tanto que arll!>tas ) e:.ctllorcl>, una influencia
en manifel>tacioncs qué parécton lo más ajeno al desarrollo eco con:.ic:lcrable. Por sus orígenes, pertenect.ln en elevada proporción
nómico, como la literatura. La trao:.[ormación de que fue objeto 3 la gran burguesía, ) desempeñaban un papd importante en de­
la lttcrnturn, !>e hizo notar primero en La prensa. El incremento terminados :.alones. Por el contrario, tuant.lo se trata d�J la capa
de la publicidad, desde entonces prtncipal rccun.o del periódico, mfcrior de la bohemia, 1::� que llevab<t una ' ida \'crdaderamente
v la introduccion del folletín en 1836, fueron los cambios lundamcn­ proletaria. muy poco'> de su-. miembro-. conscgUJan afirmarse ; , e­
Í.alc:. a partir de los cuales se desarrolló una nueva l iteratura In­ nlnn todos de la pequeña burgue'>ia pobre de provincias, del campo,
dustrial. del nncsanado de las grandes ciudacle!-t o. como Nadar, de la bur­
La organi¿ación tlé algunos periodicos, cuyo ejemplo no brucsta urruinada.01
tardaron en l>eguir lo<, demás. de acuerdo con los principios de la Al igual que l>Us amigos, Nadar intento salir adelante \'en­
libre competencia en la economw capitalista, tiene como l'ésultado dicndo artículos y dibujos. Las cosa!> no tardaron en empeorar tanto
inicial la reducción a casi la mitad de los precio!> de suscripción y, pata �� como para la mayoría. No habta encargos suficicntcs que
en conl>cc uenc ia, el triplic:ar el numero de lecLOrcs, permitiendo al bastaran a su subsistencia. Tampoco habta mucho!> periódicos
mismo tiempo un aumento del lormnto. De ese modo, la literatura, para lo:. que pudieran trabajar. E l buen hurgues no quería saber
!>obre todo la de los periódicos, comienza a adquirir un cariz dik­ nada de ese grupo tan mal considerado, y entre los miembros de
rente.'l7 Se vio obligada a plcgarM! al gusto del publico y de In masa la bohemta la palabra burgués era el peor insulto.o2 Se sentían al
de abonados, con objeto de que no disminuyera la afluencia de mnrgen de la �ocicdad, ) realtnéntc lo �staban en razón de su mi­
kctores. Para el cscl'itor, el \·alor Jinero se convertía a menudo t:n sena :.oc1al. Representaban ademá:. una jo\'cn generación que, en
la medida de la mcrcancta literaria, y esta era la que determinaba razon .de �u actllud intelectual debida a su cxbtcncia al maJ·gcn de
su producción literaria. la soctedad y a sus ongenes socialc�. se hallaba en oposicion con la
A partir de aht, la mi�ma posición de los artistas en medio clase burguesa reinante ) con l>Ul> ideas artísticas. La política artís­
de la sociedad burguesa planteaba un nuevo problema. Hasta en ttca del término medio les cortaba toda posibilidad de manifestar
�us ideas, put!s la mayoría de periodicos \' gacetas tenían por lec­
la corte de los monarcas ab olutos, el artista se hallaba en rclacion
rore:; a ese pubhco que de.,pret:iaban.
per!>onal con su cltcnte; por consiguiente su posicion correspondan
más bien a la de un artesano. Esas relncionel> directas entre patrón Con d ptnccl ) la pluma. '-adut patle primero en campaña
l'ontro esos burgueses; >l y en 1848, rorma parte de esos intelectua­
y empleado desap•trccicron con el régimen capitalista. En su lugar .
les que e:xhtben sus :.tmpattas por la Rc\'oluc:ton
apareció, unido a la despersonalización de las relaciones humanas. , y que participan
en ella actl\·amen te. Uno d� sus amtgos más m
el artista libre en un ambiente libre de clientes que, si d artista . timos, en esa epoca,
es Lout-. Blanc.� Durante los años que
no procuraba adaptarl>e al gusto imperante, le mandaban sin re· precedieron a la Revolución
mi lgos al hospital o al deposito de cadáveres.�
aceptó tluacioncs que le procurab
� an unos ingresos seguros. Fu �
'CCJ'Ctano purmanent e de Charle" de Lcsscp' ..
Gracias a la instruccion. democratizada por la revolución ·'' más. tarde' del
di putadu V Grandm, ambos. como
burguesa, el arte dejó de ser el privilegio dt> c.�Jgunos nobles o gran· ·
él, de mentalidad republicana.
Cuando estalló la Re\'oluci
des burguesc� cult ivados. La práctica del arte se había vuelto acci:· on, abandonó su silUación de la noche
a1 t 1 •a
• )' dectC· 1 '6
·
t 1rse a Po!>nania con su amigo Fauchcry, para par-
siblc a todas las clases d� la sociedad. De tal �ircunstancia se derh·ó.
en d seno de la c'>tructura social de los medios intelectuales fran­ �f.
:p�r .c.: n el levantamiento polaco. Durante su viaje a través de
cmi.lnta, tuvo la mala suerte
ceses, una transrormación decisiva. Alrededor dd año 1843, cuatro dé que le detuvieran quizá por ha·

cc.:rse notar
años despucs que la l otograría pasara al dominio publico, aparecio . como revolucionario, y pasó todo el conOicto inLen1ado
en
, .., l!ls lcbc.:n .t>S
por vez primera en Parfs una clase de proletarios in telectuales : la
bohemia. De regreso a París. vueh e a entregarse en cuerpo y alma
Lo que en 1840 se entendía bajo la denominación de bu·
3 13 rllcratura.
Escribe artículos, cuentos, publica dibujos y cari-

38 39
catura�. en 1 849, tunda lA Re�·ue Comique y hace caricaturas hu. "' �• h.tblan, con una ' i\·e¿a imprc�ionantc. La :.upcrioridad est�·
monl>t tc.t� para d /c)ltmal puw nre y para Le Cllmi\·an. Se casa nes rcl>ide en la tmpo1tancta preponderante de la
l. ... de c'::t' tmage
ICu
mu) JO\�n Como ¡,:.tsta ) dc�plllarra mucbü,imo, anda !>ÍCrnpre me. nomt.l las acttludc., dcJ cuerpo .,o1o -.u·h·n
• . para acentuar la
ll!to
udo en dilicultade� matcriale�. Y para colmo ahor.t debe alimcnt,u x rc:sion 'ndar fue el pnrnló!ro en dt.•,t.ubm el ro�tro humano a
tambíen n !>U lamilia. Un tha, que recibe la visita de un amigo, el
e!>cntor t.ba,·ette, adar '>e queja de sus problema!> matl!rialc:..
�� e d• 1 aparato lotografko. E l objethu 'e 'umerge en la misma
11 1umt dnd de la fi..,onom1a. La busquc:d.1 d�.; l\adar no tiende a la

Cha\'l!ttl! le indica que uno de !>U� amigos quien: desprender�c. por
bdle7.n externa del ro!>lro: a:.pua sobre: t odu a q ue resalte la ex
uno� ctentos de trancos, de un equipo completo de fotogralia, y le
prc tón caractc.nsci.ca d" un hombr�,;•: El tctoque, �uc pri\a al ro!>lro
propone que ...e estable/ca como fotografo.... Debe. le d•c.:�. al menos de toda cxpn.:,JOn mtema � lo c.:om •ene en una 1magcn \'ulgar, re·
intentarlo, puc� c... una profe:.ion que e�tá de moda ) promete ex. Jam1dn ) ...m ' ida, pertenece a una época más recten te de la fo to­
ccl entcs n:ndimil•ntos. Nadar, algo perplejo ante semejante pro­ grnfln rara -.:adar, por cntonce!., c1 retoque no t1.:01a más u ti l i dad
pue�ta, !>e rc.,bte de buenas a primeras. Siente, como todos los que Jn de log1ar la dcsaparicion, por ejemplo, de alguna manchita
arttsta� de 'u tiempo, cierta'> pren�nciones contra la lotograiJa.
ncc1d..:ntal. Ya in::.isurcmos m<ts adda n h: .,obre e�a practica del
Dema'>tados elementos '>O�pechoso:., a ojos de los artistas, !>C han
rctoqu�,; ) sobr� el papel qu" de,empl·ño t.'n la c\oludón del gusto
mtroducido \a en c:l ofiCIO de fotografo y lo desprestigian, ¿DcJat
\ t•n el c:tmbiu de clicntc la.
e l arte! ¿Buscar unicamente la forma de ganarse d �ustcnto?
Jiu�, al contl!mplar t:on udmnacion c.,,,� primeras fotogra·
Nadar ' acila Pero poco despue , impulsado por la necesidad, �e
dectdc u adoptar la nue\a profl!... ion. En 1 853, cuando ya han pasado
(m'>, .,e , o., plantea una cue�tion: ¿por que lo' fotogrn(os de en ton·
...e· cun.,•guierun hac.:er tlt! �u apunHo un insnumcnto art1stico?
catorce años th:..,de que la futogrnría ingresara en el dom ini o públi·
co, a �u� treinltl v tres años de edad, abre un estudio d...: fologralíu Put lo QLH. se rdicrl.' a Nadar, hay ()Ul' bu..,car el motivo únicamente
en el ht·�.ho ue que, arttsta hasta l<1 med ula, po"l'la unt\ t.ensibilidad
en t:l 1 1 3 de li.l rue Sain t · Lazare.
Nada•, que conoce a todo el mundo en Pan'> y cuya�
del gu.,to que le ayudaba a ut il iza r en .,u ju..,ta medidtl los procedí·
fotografws no l.trdan en hact:rse célebres, recibe en su CMudio, 111icn1u-. totograficos. Pero lu qul! i mporta, ante todo, es que se
con objeto de fotug1 afian.e, una afluencia de publico, 1.!1 mas 'electo hallab<� unido a sus modelos por r�!l::lclonc.., pcr!.onales v am btosas.
Un mtcn:s mu� personal le ligaba JI ck.., ti no y .1 1 d�c.nrrollo artístico
que pul.'t.la dar'>e en el campo del arte, de la literatura y de la poli
tica. F..n poco., año.,, lk'ga a ser una de las cclcbridadc., p.tri'>ina' de cad.1 uno de el los . Lt� rélacione., entre el lotogsalo " el modelo
Su cstud1o ..e ha comcrtido en el lugar de rcunion de la é l ilc mtl.'· no se \'Clan aún turbadas po1 el problema de los prcr.. sos. La foto­
'tnhn nun no l!ra una mercancta; d 'alor de ..us obra!. no se esta·
lc�tual d" Pan' El pintor Eugcnc Ddacroix. d dibujante GuM<l\c
Dore, el compo'> llOt Giacomo \teycrbeer. el e!.Utlor Champll\:U f), blecm en fundón de la cantidad d�.· bi llete' de banco. Los artbtéi!>
el c t ltilu Samll.: . Beu\c, el poeta Baudelaire, d rc\olm:1ona•io Bn· que.: e dejaban fotografiar habmn acudido a \érle llenos de buena

kunin ' olio' mt11.ho.., grande' personajes de la epoca ac.:uden a 'u \oluntad. Teniendo en cuenta el nhel en que 'e h.lllnba la tecmca,
ca'a páw po,;u,tJ F.l ilparato rc.:produce con una p...:rkccion magb· d cxno dd Jctrato aún dcpcmh.- en gran parte del C!>lucrz.o del
IJ<tl 1.1 geni.llid.1d <.le todo'> lo' ro,tros. Por otr..t parte, le unen .1 l.t propto tuodclu. «El podLr intético tk la c'prcsion arrancada al
lll:l\UII'' lk '>U' modelos relacione'> de ami:.tad e intcrc'c.'' artisticos rnodclo por In pu�c prolongada, c.., l'l mothu prim:ipal que com icrte
.
esa llll.lgCnc!s,
COrTtUnl' ,,1da1, en elcCIU, no ha abandonado ni la JiteratuJa ni la luminosa' dentro de -.u mode,tia, en obra., de un
(.anc.:ttUI.J ' '>Íl!ue c.:ol�tburando con asiduidad c:n diH�r o., perio­ cnc;Lnto profundo y duradero. como el de un retrato bien dibujado
dtco..,. o bscn pintado, y que no poseen la' fotograflas 1ccientes•.
"
La ptlnlc.'J.a cl ién tela del retratista rutografo se rcdut•l Lo, r.:tratos de l\ada1 'on repll.''olnlati\OS del estilo de
la Pflmcra �poLa. Sus obras,
en la burgue"''• \ ..,obre todo entre los artistas y los i ntekctuaks. junto lOn la' de cíl'JIO numero de otroc;
La nctri1 que, cad. fotóg.�fos que traba jaban al mi..,mo
t not:he, ha de aparecer en publico, tampoco duda tiempo quc él y en las mismas
en e:-. poner-.e a 1.- c\.lC la reproducción di.! la plaL·a sensiblo.:. Lo!. :u· �ndl c.:lones, como Carjal , Robinson, Le Gray, l'IC., puetll!n reivin·
1 IC
� tu · para s1 un \alor artJstico, pues -t.orno todo a t l vcrdadcro-
tistos con"l'nten g ustosos en admitir la novedad, pues ''-' '>knten e
mucho meno., ap�.·gado'> a prej uicios y tradiciones de lo qu�,;• suden 011 de�intcrcsadas.
Lo que c::mll'lCIi1a ese nc 1n lmen 1e esa primera
�pu •1 t '" l.
t conciencia proll:sional, la uu,cnci:.a de la bns preten·
é!>lar la!> masa<, de lo pequei 1a burguesía que, en cambio, siemplt.'
empieza mtrando con dcsconfianta los progrc�us dé la téc nica.
�� lll's, lu cultura i ntelectual
de quienes ejerc1an el oficio. Cuando
Ante In' primeras fotografías que Nadar fija sobre stl'• mos lu que representan
para nosotro., lo'> retratos de Baudelaire
que nos han
placa,, In gente 'e quecln ra..,dnada. Son rostros que m iran que , dejado Nadar y Carja t , es d if ici l no e:-.perimentar, por

40 41
Jos fotógrafos, la admiración y la gratitud que se deben a un ar. nuC\'O arte. Firmó con ellos .un contrato según el cual tra-
¡one:. uel
• . 1
o� a fin de ampl tar y meJorar e mvento. Tras a 1gunas
� .
ti�ta. an junt
ba ·an
Sin embargo, esa clase de trabajo presenta un grave in.
c..unvcniente para Nadar. La mayoría de sus amigos dispone de una ,�
�·dns en globos
de
ordinarios,
hélice al que
se hizo
bautizó
construir
con el
un inmenso acros­
nombre de «Le Géant».
to
tillo1 provis . . .
lortuna tan reducida como la de él mismo. Nadar, que realizaba que gractas a esa construcc1on . ha b"1a rea¡ ·tZado un mvento
�� 01113
la mayor parte de esos retratos por amistad, no obtenia a cambio
J � inado a crear época. Todo el
problema aeronáutico se reducía
unos resultados económicos muy apreciables. Se dedica por entero
� r esa, fechas a la dirección; no costaba nada subir unos cientos
al periodismo, cediéndole a su hermano el taller que ahora se en­
�. metros en globo, lo malo era hallarse entonces a merced de
cuentra junto al Panthéon. No obstante, al cabo de un periodo
bastante breve, reincide en la fotografía que al menos le prometía

t das Jas
corriente!. atmosféricas. Nadar estaba convencido de
resuello el problema de la dirección. Todo París se congregó
hab� r
unos ingresos seguros si consentía a plegarse al gusto de una nueva
d 4 ue octubre de 1863, para presenciar la subida de su globo «Le
clientela llegada de ambientes distintos. Génnt».
Comienza entonces una segunda época del estilo fotográ­ EJ intento fracasó. El globo acabó aterrizando en Meaux.
fico. Los fotógrafos se vieron obligados a adaptar su oficio al gusto El 1 8 de octubre repitió su tentativa, llevando consigo a su mujer
de un publico nuevo constituido por l a burguesía rica. , a \'anos amigos. Esta vez, el globo llegó hasta Hannover donde
El retorno de Nadar a la lotogral1a le arrastra a un proceso �tcrri7.ó con tan mala suerte que a punto estuvieron él, su familia
con su hermano Adrien, a causa del apellido Nadar bajo e l que v sus amigos de perecer. Otra \"CZ había fracasado su intento. Sin
uno y otro pretendían ejercer su profesión. Los tribunales le reco­ embargo. volvió a probar fortuna en Bruselas, el próximo mes de
nocieron a él solo el derecho a llevar ese apell:do. El nombre de s(..'ptiembre, y en Lyon un año después. El único resultado claro de
Nadar alcanzó tal celebridad en los medios burgueses que sus ga­ la a\enlura luc que todas sus tentativas habían consumido una
nancias comenzaron a ser considerables. Por cada retrato l e paga­ tortuna inmensa. «Le Géant» le había costado sumas increíble!..
ban un promedio de cien francos· el ejemplar, circunstancia que le Tras un largo proceso, consiguió que sus asociados, los hermanos
permitb emplear toda una nómina de colaboradores. Godard, aceptaran para !.1 la mitad de las perdidas.n Pero de nada
Hacia la misma época, los hermanos Godard, que se ocu­ )e !.ir\ió ese dictamen a la hora de reavivar sus negocio!>. Dcspues
paban del gran problema de la aeronáutica, daban mucho que de tantos desafortunados intentos, volvía a caer en la pobreza,
hablar de sí. Dejaban a todo París boquiabierto cuando subían en abrumado de deudas, sin más recurso para mejorar su situación
un globo de su propia fabricación. Nadar, que se entusiasmaba fá· qu..: volver a la fotografia y dedicarse a ella.
cilmcnte y con una mente fértil en hallazgos, quedó vivamente Si el deslino de Nadar resume la evolución de los artistas
atraído por esas tentativas. Se le ocurrió tomar fotografías en lotógrafos de su tiempo. la vida del pintor Le Gray ilustra así·
globo.(IQ Se entregó con entusiasmo a la realización de esa nuenl mismo el final. Gustavc Le Gray, nacido en París, era alumno del
idea. Los primeros intentos fracasaron en razón de la primaria uo Picot, cuyo taller gozaba de cierta fama bajo la monarquía de
tecnica del aparato -no se hab1a superado aún el procedimiento julio. El tío Picot continuaba la tradición de David, de Gt!rard y
húmedo del colodión- y Nadar tum que adecuar una cámara de Girodet; ocupa un sitio en la pintura ele esa época donde brillan
oscura en la barquilla para poder preparar las placas antes de In los nombres de Alaux, de Steuben, de Vcrnet v de varias de aquellas
!.!:-.posición. A tales dificultades se añad1a la larga duración de los <:el..:bridadcs que colaboraron en la termiñación del paJacio de
momentos de pose, hasta el punto que sólo en primavera de 1856 Vcr:.allcs. Le Grav no encontró en esos círculos artísticos los es­
pudo realizar sus primeras tomas de vistas.7o u�ulos que buséaba, lo cual no ha de sorprendernos pues esos
Esa �:xperiencia produjo un gran revuelo. Se ponían de ;.�r11�tas pertenecían por ddinición al término medio. Jo,·cn aún,
manific�to todas las nuevas posibilidades que abría, parlicularmen· aunqu.c va padre de familia, andaba siempre metido en dificultades
te en e l arte militar. Nadar, que habla sacado una patente de in· matcraalcs y ya no sabia qué hacer para ganar lo necesario. Atra­
vención, recibió más larde, durante el asedio de París por el ejército pad� entre los conflictos artísticos y las dificultades pecuniarias,
.
alemán, el nombramiento de comandante de una compañía dt' ��
�e un• o placer consistía en retirarse a u n pequeño laboratorio que
c_
habta montado junto a su taller, en el camino de ronda de la
aerostatos. Le encomendaron la misión de seguir los movimientos
del enemigo desde la barquilla de un globo que flotaba sobre la
�nt�ada de Clichy. Al igual que muchos pintores de su tiempo, se
place Saint-Pierre, con el encargo de que a ser posible tomara foLo­ 1c dJcaba a operaciones de quí nica, ':[ sobre todo a la búsq eda dt;

grafias.71 No tardó en interesarse por la aerostación hasta el punto
0� colores
fundamentales. La �mvenc16n de la fotografía le mtereso
tnuv pat·ticu
de ponerse en contacto con Jos hermanos Godard para recibir lec· larmentc por su aspecto químico. No tardó en consa-

42 43
d c:úntr"¡\rio. la capacidad de adquisicion de ese pu­
Por
grar todo su tjempo al nue\'o proccuimicnto. Tra!> muchos año:. de
búsqucua, logró inventar el procedimiento seco del colodión qu�: can endeble \umo �rande era su compNnsión del nuc\'o
blico era
desempeñó un papt:l decisivo en la hisLOria de la fotogralla. Y para todos carcctan J� dmero. Le Gra!·· en su �sludio, regalaba
arte. Ca.,¡
terminar, también él, como muchos otros anistas de su tiempo nle sus fotograltas; y no con\'lenc olvtd<u· cuántos cs­
Jtberalmt•
pensó en hacerse fotógrafo, con la esperanza de aumentar sus in: , cuánto trabajo rcpres�ntaba una sola prueba, en eso-.
fuen.o�
po!> de la fotograftn. En la planta baja Jos Bbson
greso:. mediante el ejercicio de esa profesion floreciente. La fanti­ pnml'I'O� tiem
El clc,ado precio que se pedía entonces por cada
lia le animó en c:.c pro}ccto, los amigos le incitaron. Y Le Cra) hac1nn Jo mhmo.
abandonó La pintura para convcrtir-,c en (otografo. Encontró un lo .l'iUStaba al público burguc!> CU) a afluencia hubiese debido
rctr.l
de los lotógrafos. Cuando el prestami!>la
prestamista, un socio acaudalado, el conde de Briges, que le al­ ,t..,('gurnr la e'\istcncia
quiló, en las lindes de París donde hoy se extiende el rico barrio , d socio acaudalado de Le Gray y de los hermanos Bisson \'ieron
de la Madeleine, una casa donde instalarse. Por aquellos tiempos que el nuc\O in\'lmto no prometía gra� cosa, se retiraron En con­
.
el barrio aún daba escasas señah.:s de vida. Como máximo cornan ��:�ucncta Le Gra� ) Jo.; hermanos Btsson, por Jaita de espíritu
por d algunos solitarios paseantes que deambulaban ante las raras \·omcrcial. no lardaron en \'erse obligados a cerrar estudio y
tiendas . Los terreno!> estaban a la \Cota por un bocado de pan. u�nda. El golpe deci�i' o que acabaría arruinándoles del todo fu�
Era poco antes de que París comenzara a extenderse hacia el oeste. la apanctón de Disderi quien, gracias a un nuevo formato de su
El lugar estaba bastante bien elegido, como se demostró a con. in\'t.'ndon, pudo \'cnder �us retratos a un precio cinco Yeces máo;
tinuación. Casi al mismo tiempo, en la misma casa, se establecieron b:trato qm· el que hab1a regido ha�ta entonces. Habin que elegir
otros dos talleres fotográfico!>. En la planta baja los hermanos entre do!) ac utudcs: o 1 rente- a la nueva competencia producir
Bis:.on abrieron una elegante tienda ante la que no tardó e n de­ como Di..:ucri retrato!> en masa y entonces el sello y el aspecto
tenen.c el público para admirar us ht>rmosns fotogralias y sus ntll�tico quedaban relegados a un segundo plano, o ceder el sitio
vistas de la biblioteca del Louvre y de Suiza. Los hermanos Bisson, a una nuc\·a tendencia. Le Gray, para quien la cuestión arti�otica
nacidos en París, el uno en 1 8 1 4 ) �.-1 otro en 1826, eran hijos de uc.,cmpl·ñaba una función capital. no quiso abandonarse a esn
un pintor heráldico. El mayor que, al principio ejercía la profc­ fnbncac10n al por ma,·or•: de modo que no le quedó más remedio
!tión de arquitecto, ingresó en 1838 en el ser\ icio municipal y por qul' liquidar '>U estudio cuanto antes. Desanimado y defraudado.
esa misma época comenzó a ocuparse de Olllmica Llego a sct 'e 1ue a Egipto donde logró obtener una plazn de profesor de
.
alumno de Dumas y de Becqucrcl y, aparte de sus pruebas fotogra· dibujo Agriado, pa�ó sus ultimos año!> en dicho pa1s hasta que IL'
:
lkas, inventó el bronceado v el latonado de la fundición Je hierro 'obten no lo muerte en 1868. De sus imágenes perduran alguna�
. docena!> qu� dcmucstrnn las cualidades artísticas que desarrolló
y de cinc, que más tarde se convirth.:ron en objeto de una explota·
ción industrial remuneradora. El segundo dibujaba y pintaba es· en la foto�ralta. Como arti!>ta auténtico desdeñó por igual la po'lc
cudos de armas, in!>truido en e�o por "U padre. Ambos hermanO!> ' d retoque Su fotogrofta de Napoleón 1 1 1 es un documento ttpico
...e asociaron después para ejercer la degucrrotipia. Al iguol que del carncter �Jet cmpct·ador, y nos ilustra !>Obre su persona mucho
el pintor Le Gray, también encontraron, hacia 1848, un pre!>ta· m<h que el stnlm de retrntos pintodos por esa época.
mista que les facilitó la apertura de un hermoso taller. Se esta· u1 suc1 te de Le Gray dcbta ser la de todos aquello:. pri
meros fotografos para quienes el lado comercial del oficio no
blccicron en la misma ca:.a que Le Gtay, que tenm !>U estudio en el
piso de <trríba. Su tienda causó Sl.'nsación. No cm :.olo el lujo y el
t
Ic.
. ... .
cm �pc uba u� papel importante. Casi todos cayeron aplastado:.
por una mdu�tna que progresaba sin pausas, al tiempo
buen guo;to con que t.� habtan dl.'(;orado lo que atraía al público que crecían
nuc\as capa� socinlc!>. Por lo dcmá<;, muchos otros oficios sufrieron
sino tambtcn el acabado de las obras que e'\pOnían en el c:.capa
rate. No lardó en figurar csn tienda como lugar de reunión c.k
¡u cL:: :.truccton _
o !>lt tran-.formación a manos de esa pujanza in·
l ustnal


mentes preclaras, como cita de nrti!>tas famosos. Sentados en un .
h· nlrc las raras C\Ccpcioncs que no se dejaron desbancar,
gran dh án, los vi�itantes se pasaban las fotograltas de mano en
1' que lluar a Nadar. Cuando
'
mano. Dbcutían, hablaban de nue\OS progrc�o� de la fotografía
Théophilc Gautier, el escritor Louis Cormcntin. Saint-Victor. el
� _ �
OJOs 'l<>(�¡s el número de sus
Disderi hubo logrado aumentar así
clientes. Nadar aceptó el nuC\'O
ormato Y los nuc\'o.., precios. Introdujo en sus obras el retoque
crítico de arte Janin, Gozlan, Méry, Préault, el pintor Delacroíx, para el que u sab
Pcnguilly, los Leleux y muchos más se apiñaban en la liendu de Jo� n ayw 1 nntcs sup1emcntanos.
. . .
El mt!>mo ya sólo se
l.1mua . .¡ ·tt.·tgtr
"'' c:o ba. a � · 1ns. '>C�tuncs
. de pose .\ n recibir tns visitas. Nador
Bisson. Antes de dc!>pcdirse de Jo-. hermano., Bi:.son, tos visita n­ .
rn:n n\tl'l 10. <:n un
""'
les siempre subían a ca�a del retratista Le Grav para que le!> en· hombre rico que podta comprarse casas y te·
os. Pero• desde el punto de \'i'\t::l estético, sus imagcnes pcr-
señara su'> trabajo<; más redcntc!-1.

44 .JS
en una c-.peclc de tens16n religiosa, procurara
tlic.•run cada vc1. mayor intc..•res pues hab1a que �cguir el gusto del si c.ada uno,
st· mtsmo. Todo eso descmb
como · oca en un cuadro
puhli�.:u .,1 �e pretendía c\ itar que djsminu\era la afluencia de eJor de mons-
d r 10 m
dic.·ntc�; c...c gu tu l u c el que le llc\o a mtroducir en su arre la po<.c dc 3¡ menos cinco rndro<. cuadrados donde se apiñan ta!>1
rruo
c.'\:t¡;c.•J-ad.l Solo cn mu' contada" ocasiones traslucen sus 1magcne" personas. co,c cuadro, que le ocupo uno \Cinte.
qumientas
una 1 1 ·d b'
.•lgu de.· c. .,_. calidad que.· antai1o h1c1era de Nadar uno de los mejore...
.
hn audo ho� en e o ' 1 o m1cntras que, en cam 10, las foto
.uti�ta.. loto�rafo., de Francia. �fí� que ... ¡n ieron de boceto� f
iguraran !>lemprc.: cntrc: los docu·
En l'..a primcra cpoca de la fotograha ha.) que añadir el mas conmO\I!durc:. de lo" pnmeros lit!mpos de la foto.
nomh1e de D.l\id Octa\iu.. 11111. Solo cuatro años de.,pues de la
-.ok•mnc.· proc.lamac10n en Francm del imento de la foLOgrafJa -que E J mteresante penodo de la pnmcra fase de la lotograha
aun .,e hallaba en su fase primlli\a de la daguct-rotipia- en 1843 toco a su ltn quince años dcspuc., que sc: publicara la 1m·cncton
c..·l pinto1 H11l con.,igUJo obtener en Inglaterra una!. imágcne� rotO: de •1cpcc. Los ::a
rtistas fotografo.., cedieron su sitio a los fotografos
g1aficas de un::a bcllcza tal que, en \arios aspectos, todana no se ha se com irtieron ellos mismo:. en profesionales para
de ofic1o o
' istu superada. qu�t:nc el tema de las ganancias prc\alccta por encima del de la
Hill nació en Pcrth, E.,cocia, en 1802. Era hijo de librero. allidnd. Pese a sus esfuerzo., por dbtmular las preocupaciones de
�lurio en Edimburgo en 1870. Casi toda su \ida transcurrió en la fndolc económica bajo pretcnsioncs artísticas, la contrO\ersia
tr:.1nquilidad de esa hermosa ciudad. Fue un pintor de mediocre phmtcada desde el nacimiento de la fotografla se mantcnm abierta:
\alor, mu\ aprecmdo no obstante por sus compatriotas Su obra ,e o no un arte la fotografia? Se acentuó más que nunca el debate
.,c compone sobre todo dc pa1sajes románticos al gusto de la obre d1cha cuestión, pero tales d1scus1ones no avudaron en abso­
�:pocu Solo una 'e7, aunque buen::a, se vio llevado :l realizar una luto o mejorar el nhcl del gusto entre la nuc\•a generación de
t"ren de excepcional amplitud. En mayo de 1843, participó en la lotugrnfos.
lu ndacion de la Iglesia lib1·c de Escocia. Dicho cisma dio pie a una El progreso t�cnico no e:. de ningun modo, en SI mismo,
mmen<,a manilcstación que tuvo lugar en el gran hall de Tanficld, un enemigo del arte: al rc\'és, podría secundarlo. Pero dadas la:.
\.'11 Edimburgo. M:.il> de do<,cientos cclcl>iásticos se rcunieron para �·1rcun tnncias, priYó al retrato fotográfico de todo \'alor art1stico
p1odarnar l>U reti rada de.· la 1glcsia presbiteriana ) para fundar durnnlt medio siglo. En \ irtud de las leves de la economm rocio·
·
una comunidad autónoma. Hill recibio el encargo de plnsmar para naliz.ada, el mismo ser humano. con e;u trabajo, deb1a 'Í\'ir cada
'1cmpn.• c�e primer c;modo; por desgracia, era muy mal retratista, \el m.s sometido a Ja máquina. rcnómcno que t::ambién compro­
de modo que se decidió ::a u ar la fotografía. llamo en la historia de la fotografí::a. Esta entra entonce" en una
El procedimiento rutuglafi(O qut< se con0\.1<1 cn lnglatarn nue'a fas<.· que l::a llevará a adquirir los mismos rasgos de la so­
cra l::a calotipta, 1m·entada por el sabio Fox Talbot h::ac1a la misma ciedad
c..•poca que la degucrrotipta. Durante un ' iaje a Italia, Fo' Talbot
habí;.� uuliLado la cámara oscura para facilitarse el dibUJO de lo-.
Jl<lhaie.,, ' ::as1 fue como cavó en la inn!stigación ) luego en el des·
cubrimiento de un procedimiento de ncgath·o en papel 'uelto
tran'-p<�rentc a base de cera. El>O'- negath·os teman la \Cntaja dt..•
permitir mültiplcs pruebas, cosa que no podia obtenerse con la
daguerrotipia.
E"c fue el procedimiento que empleó Hill. El apar::ato que
uuluo era de modelo similar al construido por Dagucrrc; ..u
ObJCli\O era tan dcbil que loe; modelos tenían que posar de tres a
.,e..., mmu tos a pleno sol. Com 1ene obscn ar que Hill ..iemprc o;c
mantuvo fiel a su primer objcti,·o, a pesar de ulleriorc.:c; pcrfcccio
namicntos; sin duda le pareciu que..· la suavidad así obtenida pcr·
mitía un resultado má" artístico. Durante los años que siguieron
a 1843, se consagro por entero a la fotografía. Sus retratos son
admirables, no sólo por el sentido ::artístico que encierra sino
adcnu\s por la ardiente aplicacion de sus modelos; aplicación que
jamás da la impresión de <lrtificiosidad. sino de intens::a naturalidad.

46 47
Alrunos retratos

liir>c:rrealismo en 1843, por David Octavius Hill; cuadto �reculado entre


11!43 ) 1866 a partir de rcttatO\ foto�:�raficos

48 49
r

C.u¡,ll, 1ct1�llo <.le Charles Baudclair� (1859)


Do!> a1 tbta� fotografo�: Nadar, retrato de Gustave Doré ( 1859)
51
50
r

El actor Gucymard El pintor Descamps

Un fotógrafo comercial: Disderi (autorretrato, 1860) 1:.1 saino Orlol::m El escritor Paul d'Ivoi
52 53
La fotografía bajo el Segundo Imperio ( 1 8 5 1 - 1870)

Hacia 1 850, �a evolución social y económica de Francia


sufrió una alteración que repercutió en la manifestación de las nue­
vas necesidades de las capas ascendientes. La política de Napoleón,
en sus inicios, trajo a Francia un período de prosperidad; el em­
perador se había propuesto poner a salvo el orden burgués. In­
dustria y comercio tenían que prosperar. Se otorgaron numerosas
concesiones a los ferrocarriles, el Estado dio subvenciones, el
cn!dito se organizó. Nuevas empresas nacían en todas partes; ere·
dan la riqueza y el lujo de la burguesía. A esos años corresponde
el nacimiento de los grandes almacenes: «Le Bon Marché», «Le
Louvrc», «La Belle Jardiniere». En 1852, la recaudación del u Bon
Marché» no pasaba de 450 000 francos; en 1869, ascendía a 2 1 mí­
lloncs.7J
Los efectos de esa poUtica económica también repercu­
tieron en la pequeña burguesía. Además, la sociedad moderna habí.a
ueado por entonces un gigantesco aparato de funcionarios. Esas
capas burguesas proporcionaron al retrato fotográfico una nueva
clientela. Tras alcanzar la seguridad material. pretendían afirmarse
mediante signos externos. La tarea principal de la fotografía con­
sistía en satisfacer ese afán de representación.
En 1855, la gran Exposición del Palacio de la Industria
mcluía una sección especial de Fotografía, exhibicndola así y por
\ez primera ante un público muy amplio. Dicha exposición suponía
el aviso de su desarrollo industrial. Hasta entonces, la fotografía
no había trascendido más que a un círculo limitado y únicamente
a la éUte de sabios y artistas. El púbUco que escuchara el informe
dt: Arago en la Academia de Ciencias en 1839 procedía sobre rodo
del mundo arlistico y científico. La primera sociedad fotográfica
fue la «Société Héliographique», fundada en 1851 . La asociación

La emperatriz Eugenia (Le Gray, hacia 1860)

55
54
..,e componw �obre todo de sab1o� ) artistas.-� La fotogt.IIIU com<:n·
. .
� acia 1852-1853 hizo !>U i.lparicion en Pans u n hombr
e que
t.ó a penetrar en un \'a-.to pllbltco. Si hasta entonces lo., miembro'> impn amo al desarrollo de la fotografla un cambio deci ivo de
c.h. la elite intdcc:Lual cran ca..,1 lo� umcos en confiar al aparato la orkntacion En e l boule\ard des ltalien'> centro de Paras, un nucYo
rcproduc�ton de su.., rasgo.,, Jo-. re\ dados rcllcjan poco despué-. c-.tud io fotografico abre sus puc• tas, du igido por u n tal Disderi
un cambio c.le fisonomtas. Jl¡¡..,ta entonces, nadie haba3 oído c�c nombre en Pans. Apena<,
En la� e:\po-.icion...:s, el público se apretujaba ante 1.1-. ..e sabia de dónde \COJa. SegUJamcnte procedt3 de ambientes mo­
innumera-. fotog1.tlla.., d..: gente eminente y de cclebridadc..,. Dcbe· dc...to.... No cab1a duda de que sus padres pertenccaan 3 las clases
mo., comp1cnder lo que pa1a esa epoca signikaba l c.:l hc�ho <.1� pobr'-s pues, al decir de sus contcmporanL·os, po-.cta una tn�truc­
ll:n<:t subit.H•lcntc ante la \ ¡..,ta la efigie de personalidades que don muy cscasa."7 Sin embargo estaba dotado de una inteligencia
ha..,ta cntonlc.., .,oJo podaan admirarse de lejos. La e\po-.ición r...:· práct ica � del sentido de la realidad. Con semejante.., facultades, en
\ciaba la e:\t-.tcnll:l de todo un grupo de lotógralos que .,ab1an
esa epoca de pro.,peridad, hubaese podido, con 1gual e-..lto, fabri·
manepr con gu'>to d nue\ o m-.u·umcnto. La mayona hab1an .lpol­ �:11• en lug3r de fotografHlS, <.:ualquicr otro al'lllulo. La rotografla
tado de su<. antcrion·-. oficio., apti tudc� partkul.trmentc propicia..,, lt· pareció un mcclio excelente de ganar dinero. Trabo amistnd con
pue.., en su nwvor p;u te proccdaan c.k t:arreras artí:.tic.;a-. La gl• nte
el dibujante Chandellicr que prl·cisamente acabab�t de heredar una
se ap1ñaba .1nlé la-. lotograllas del e....cultor Adam Salomon que
gt.tn fortuna de un anciano tto, cura de aldea. Oi-.dcri oblu\·o ast
c-..poma pc•..,onalld.lde'> de la pohtaca, las finanLas ) d mundo
el dinero necc ario para establecer un taller de \asta emergadura.
elegante; ante la'> tll' los pinton::-. Adulphe, de 8L-rm··Bl·llc:coUJ t )
Comienza entonces por imponer una nuc\'a dirección a la
Loui" de luc\, c.k lo-. caricatuaislas Nadar. Bc1 tall. C3rjat v tantu'>
c\Oiucaon de la fotograiJa. En realidad, si Oi<;dcri fue quien provocó
mas. Las prderencia-. rec3wn -.obre los grande-. formatos, las loto·
e�c cambio r3dical dentro del oficio fotográfico, se debe ni azar.
gral ias soht.tn all:an1aa ca'>i medio metro de altura, y '>ll rt•allzacion
Lo.., adelantos fundamcnLales que invento ya c'>laban en el aire.
evidenciaba una ext raordinaa ia preocupnción por el acabado . Su
fUI.' el primero en captar, con un instinto muy acertado, las exi­
calidad arli"t ka re..,idía en general en su integridad de todo re­
gencias del momento y los medios de sathfacerlas.
toque. '
Vio que la fotograía, dado su e'cc o de C<>'>tc, sólo resulta­
A la 'e1 qm.· ..,e dc'>pla.r.aba 1..1 clientela, tambi�n los foto­
ha accesible a la pequeña cla'>c de los rico!>. Los altos precios se
gralo" '>Urgaan de ambiente.., dislinto.,. La repentina lleg3da de
debmn e n pane al empleo de grandes formatos ;. en parte al hecho
·.,polcon que, t:l 2 de diciembre de l852 se hacaa proclamar t'nl·
de que la placa metalica no .,e prestaba a la rcproduccion. Las
pel ador de Jo., fran<.e.,�o·s. sinio de ejemplo par3 mucho!>. Tal o
cual que, aun la \ '"pea a, llc\'aban una c.xistcnc.;aa carcntt' de toda pa11itulares dificultades del tratamiento de la'> placas ' el uso de
'>eguridad. hov se 'eaan cna·iquecido-. por lo., juegos tk la Bol'>a gaande.., formatos exigían dema.,iado tkmpo y c..,l uei7Ós. El fotó­
� las cspecubcionc.., Los primcto-. tiempos del lmpcno lueron una gralo .,e \CÍa obligado en con..ecuencin a elc\'at ..,us precio"; como
ed.td de 010 para Ludo.., aquello'> que, dotados de instanto corn�l'· en general trabajaba sin ayuda, le resultaba impo..,•ble suministrar
caal, tras olfatct.lr la -.itut.tciun ' -.in nada que perder, '>UPilTOn ...acar u� pJOducto-. en gran cant idad Di..,den comprc.mdao esta" ddicien­
prO\echo de ese cambio de fortuna. w epoca era exlraordinaria· d," \ comprendió asimismo que el olicao sólo daría resultados a
mente propada pa1..1 todas 13'- iniciata\a., qul' respondil·ran a lo'> condición de ampliar la clientela � de aumentar los enc3rgos de
deseo.., de b cla-.e mctha. retrntos. P...:ro para eso hnbia qut: plegar<,�.: a la., condicione... econo­
Cuando "'-' abre una nue\ a c.urcra, oftecicndo posibilida· ntk<t-. de las masas. TU\O una idca geninl. Rcduca�.;ndo el formato,
de<, de c.:onn•a tir'>c l'l1 una fuente fecunda de ingn·.soc;, e-. normal CJeo t:l retrato tarjeta ele l'isira que corre'>pondaa nproximadamente
\'er, en la oleada de t:ompeaidorcs que irrumpen haca.t ella, la :1 nul·stro actual formato de 6 a
9 cm. Rccmplruó la placa metálica
e-..i tencia tk elem�ruos ajcno... por su origen al nue\o olicio ' stn por d ncgali\o de \ idrio, ya im(.'ntado de..dc hacaa tiempo,
y de
relaciones 'dire<:ta-. lOO el. Má.., abundarán cuanto mcnoa Sl'" In c.,c modo pudo, por 13 quinta pattc del precio habitual, hnccr
un
competencia c-.. igida. El oficio de fotógrafo atraía sobre todo, por cliché ' entregar una docena de copia'>. Di..,dcri pl•da3 \'cinte fran·
los e ca'>O'> lonoumil•nto'> que rt>clamaba. a toda cla"'� de indÍ\ i­ cu� (1ot doce roaogr3fias
cuando hast.l enloncL'" la gente había
duo-. pri\ ado., de b;hl'' segll l<l" 1k �uh-.a...tcncaa, -.al ido'> t.k• la in de P<l"<�do de cim:uenta a cien franco.., po1 una sol:t prueba. Gracias
finiLla ma'>tt de lo� ft u�trado�. e incapnce� . por falta tk cultura, de a c'>c cnmbio radical de formato� y precios,
. Obderi logró la popu­
llegar a e<ll'rera'> amh l'lcvada..,, No obstante, pnra corwertir..,e l'n latadad dcfinili\'a de la fotogrnlín. E:.os retratos que hasta ahora
una cmpre'>n próspel a, l:l folografaa debía ..cguir una.., ' ías de quedaban re'>ermdos a la nobk7a y la burguesía dca, se \'ol\'icron
desarrollo muv distintas. n:l:csibles para quienes \ i\'ian con menos holgura. Por una suma

56 57
F

que no sobrepasaba sus recursos, el pequeño bu�gués ahorrador de sus casas de campo y sus costosas cuadras alimentaban los chis­
. _
podía satisfacer su neces1dad de medirse con los neos. morreos de París.
Disderi comenzaba a crear una auténtica moda del retrato Su caída fue tan rápida como su ascenso. Disderi arruinaba
fotográfico. Una circunstancia singular e inesperada vino a dar el a los artistas fotógralos que no qucrian adaptarse disminuyendo
supremo impulso a esa moda ya extraordinaria. Napoleón III, precios. S,in embargo fue víctima de su propia invención.
al salir hacia Italia a la cabeza de su ejército, el 1 0 de mayo de 1859, En todas las ciudades francesas, y sobre todo en París,
se detuvo ante el establecimiento de Disderi para hacerse una los talleres fotográficos se multiplicaban velozmente. La gente aban.
fotografía mientras el ejército entero, en apretadas filas, arma al donaba los más diversos oficios para adoptar el de fotógrafo que
hombro, le esperaba. De inmediato, el entusiasmo por Disderi no prometía un éxito sin precedentes. La nueva profesión suponía
conoció limites. El mundo entero se enteró de su nombre y empezó una salida para individuos de todo género. Ese, Fortier, es extin­
a visi larle.78 torero; aquél, Tripicr, es hijo llc un leguleyo, y fulano, en fin, es
Las interminables colas de clientes que posaban delante de pasante, probablemente despedido.8l Bastaba con disponer de su­
su objetivo le aportaron millones. El aparato fotográfico había de­ ficiente dinero para abrir un taller y comprar el aparato y demás
mocratizado el retrato de manera definitiva. Ante l a cámara, ar­ utensilios; en aquellos tiempos de prosperidad de la fotografía,
tistas, sabios, hombres de Estado, funcionarios y modestos em­ no er:l difícil encontrar 1:1 suma necesaria.
pleados son todos iguales. El deseo de igualdad y el deseo de re­ La competencia, además, inducía a refinamientos técnicos
presentación de las diversas capas de la burguesía se veían satis­ cada vez mayores; había que atraerse al público por todos los me­
fechas al mismo tiempo. dios. Disderi disfruta de su fama. Al igual que tantos otros 1ue
En 1854 Disderi, buen negociante, hizo patentar su invento llegaron de repente a la fortuna. juega al hombre rico, ocupándose
de la tarjeta de visita.79 Su establecimiento llegó a ser el más im­ más de la especulación de terrenos que de sus negocios. Su repu­
portante de su género, no sólo en París sino en toda Europa. tación \ a disminuyendo gradualmente al tiempo que aumenta e l
Empleaba todo un ejército de colaboradores. Aparte de sus dos dcscontcnto d e sus clientes. Estos, poco a poco, le abandonan por
talleres, uno de los cuales ocupaba dos pisos, instaló además, apro­ otros fotógrafos más concienzudos que, a pesar de la patente sa­
\'echando las circunstancias, una imprenta fotográfica. De este cada por Disderi, Lambicn comienzan a hacer retratos llamados de
modo, podía entregar en cuarenta y ocho horas miles de copias a tarjeta de visita. La lortuna se derrite entre sus manos y de pronto
precios relativamente mínimos. Tomando por regla la fabricación se encuentra tan pobre como cuando inició su c:1rrera. No le queda
di.! mercancías en serie a precios módicos, inauguraba un comercio más remedio que abandonar sus talleres y vender sus bienes. Re­
con colecciones de contemporáneos célebres. El interés le inspiró nuncia a París y se va a la Riviera. En Biarritz, en Mónaco, intenta,
toda clase de hallazgos. Entre otros, propuso la organización de un con su nombre antaño ramoso, crearse una nueva clientela y Lleva
ser\'icio fotográfico en el ejército. E l 1 9 de febrero de 1861, recibió la \ ida de un pobre e insignificante fotógrafo de playas. Final­
del Ministerio de la Guerra la autorización de ejecutar su proyecto. mente se encalla en Niza y ahí, ese hombre que tantos mmones
Desde entonces, cada regimiento tendría su fotógrafo.80 hab1a ganado, lleva una vida miserable, auxiliado por algunos ami­
Sin embargo en esa fase de la organización capitalista, lo gos. Se ha esfumado su gloria, se ha frustrado su carrera. Durante
que favorece el interés particular, también converge en favor de 'liS agitados años de celebridad, arruinó su salud. Muere sordo y
la comunidad. El arte se ve, en la medida de lo posible, populari­ casi ciego en un asilo público de Niza.
zado por la fotografía. Ya comentaremos ese problema más ade­ La necesidad económica de una difusión lo mayor posible
lante. E l teatro, gracias a la publicación de los retratos de sus determinaba el carácter y la importancia social de la fotografía.
actores, se vuelve aún más popular. A pa1·tir de 1855, Disderi E:-.ta se habla \'UClto una gran industria en base a una \'asta clien­
entrevé el enorme interés que ha de suponer la fotografía para el tela. No bastaba, sin embargo, con que la fotografía se adaptara
mundo económico y para toda la vida pública. Presiente el impor­ •' bs exigencias económicas dt! Ja clase burguesa ascendente tam­

tante papel que años más tarde desempeñará en la industria de bién debía adaptarse a su gusto.
telas estampadas y pintadas y en la porcelana, y el valor que en­ El gusto arllstico del público se había cristalizado a traYés
cerrará para arquitectos, médicos, ingenieros, constructores, etc.11 de las exposiciones anuales fundadas por Luis Felipe. El jurado se
Sería difícil calcular el número de millones que pasaron componía de directores de museos, miembros de la academia y afi­
entre sus manos durante esos años de triunfo. Disderi pertenecía cionndos cuyas decisiones se odentaban en el sentido del gobierno.
a esa clase de nuevo rico que, a medida que afluían las riquezas, Dicho jurado rechazaba todo lo que amenazara con romper los
las disipaba a manos llenas. El lujo de su apartamento, la cantidad marcos del catecismo artístico de) momento: así fue como apa1"tó

58 59
las obras de los románticos, con Eugene Delacroix a la cabeza, principios ha de complacer a un cliente de clase media. El público
y las de los paisajistas de toda tendencia. El gusto de Luis Felipe se siente fascinado por lo que cree acabado con esmero, por la
abarcaba todo aquello que pudiera fortalecer el sentimiento nacio­ nitidez d e la pincelada, por el trompe-l'oeil. En general, se interesa
nal, el patriotismo y la veneración de la casa reinante. El fue quien sobre todo por el tema.
hizo adoptar el palacio de Versalles como galería de los fastos Forzosamente la necesidad de gustar rebajaría la calidad
históricos de la nación francesa. En materia de arte, sus gustos y de la expresión en los pintores cuyo arte constituía la base material
su conducta se hallaban dirigidos por la misma política del término de la existencia, obligados a halagar el gusto burgués. <<Lo que de
medio, atemperada, alejada de cualquier extremo, que le guiaba verdad ie gusta, es lo bonito, lo trivial, lo pulcro. La miniatura
en los asuntos de Estado. Era enemigo de cualquier innovación.83 de contornos precisos, la pintura anodina y relamida de tonos
En la pintura histórica, los más brillantes representantes rosados y verdes, la escultura lisa, la fiel imitación de los detalles
eran Paul Delaroche a la cabeza, el pintor de batallas ,Horace diminutos . . . » 84
Vernet, Léon Cogniet y Robert Fleury. Sus obras llenaban las ex­ La gran masa de público que se extasía ante la pintura
posiciones. Eran los puntos de mira del público y el objeto prin­ moderna y exacta del término medio carece de educación. Es cierto
cipal de la crítica. Sus cuadros se distinguen por la falta de todo que el desarrollo económico trae consigo posibilidades de instruc­
rasgo individual. Al contemplar una de sus telas, sea cual sea el ción para las clases inferiores. Sin embargo, la emancipación in­
tema, impresiona ante todo su inmediata inteligibilidad. La obra telectual no anda tan aprisa como la emancipación económica, y el
se da por entero, y en sus mínimos detalles, al espectador. En las francés medio que también quiera poseer obras de arte, debe
composiciones de Léon Cogniet, de Delaroche o de Vernet, el dibujo guiarse, si se trata de un retrato, busto, medallón, cuadro de iglesia
se plega a unas medidas ya fijadas de antemano. El trato del color o sepulcro, de acuerdo con la moda dirigente. Acepta mansamente
encierra parecida intención. TaJ1tO si la pincelada es gruesa o ligera, a los pintores oficialmente reconocidos y consagrados. Por lo tanto,
la intención dominante del pintor consiste en ser verídica. Esos la misma existencia de los pintores depende de su sumisión a la
principios excluyen todos los semitonos. Cuando el pintor del Academia. De ese modo, la masa vive influida en sus gustos por
término medio quiere ser serio, llena el cuadro de accesorios diver­ una institución de Estado que, a su vez, es la expresión de sus
sos. Si quiere ser alegre o brillante, multipllca los colores. Aun así, tendencias.
un exceso de exactitud o de veracidad hubiesen podido alejar al Será precisamente ese público el que forme la clientela
público, pues naturalmente no todos los personajes de la historia más nutrida del fotógrafo. Este, cuyo ascenso responde al mismo
poseen una belleza. Por tal razón, hay que suavizar los gestos proceso que el de su clientela, carece igualment e de educación.
demasiado groseros y embellecer los rostros desagradables. La De modo que no puede hacer más que lo que ya han hecho sus
preocupación del pintor consiste en darle al cuadro una especie de antecesores. Remeda los géneros aceptados. Su única fuerza consis­
mediana verosimilitud. Esa manera de pintar, en su principio, te en trasladar al arte fotográfico los hábitos estéticos que imperan
tiende a adoptar como tipo humano favorito el que predomine en la masa.
entre la clientela. A semejanza del francés medio que, por su El valor del fotógrafo Disderi como hombre de negocios
atuendo, sus modales y sus reglas de buen tono, procura imitar residía en el hecho de que adaptaba su producción, no sólo a la
a la capa dominante, también el pintor intenta evitar en sus telas situación económica de la clientela, sino también a sus condiciones
todo Jo que pudiera chocar con las reglas de decencia de esa clase. intelectuales. Si observamos las innumerables fotografías fabrica­
Ese principio también impera entre los pintores de re­ das por Disderi en el transcurso de su actividad, lo que más nos
tratos. Su concepción estética no es ni realista ni �dealista; no impresionará de esas imágenes, es la absoluta falta de expresión
aceptan la fealdad; no buscan tampoco la expresión de w1 tipo de individual, esa expresión por el contrario tan característica en las
belleza ideal. El pintor reconocido de esa época se halla justo a · obras del artista fotógrafo Nadar. Ante los ojos del espectador
mitad de camino de ambas concepciones: Para él, no hay más desfilan, en interminables hileras, los representantes de todos los
problemas que dar una visión agradable, mediante ciertos artifi­ niveles y de todas las profesiones de la burguesía y, detrás de esas
cios, de cualquier persona por fea que sea. estereotipadas imágenes, las personalidades han desaparecido casi
Así pues, el pintor debe saber elegir el vestuario y dirigir por entero. El arquetipo de una capa social borra al ser individual.
los gestos con destreza. Una técnica gobernada por un deseo mo­ Mientras que los artistas fotógrafos solían situar el rostro como
derado de exactitud, que tienda a efectos agradables, y lo bastante centro de la imagen, ahora el valor recae sobre toda la estatura.
flexible como para adaptarse al gusto de la clientela, es una garan­ Los accesorios que aderezan el retrato distraen al espectador de
tía de éxito. Un retrato cuidadosamente terminado según esos la persona representada.

60 61
Grueso� infolios solícitamente amontonados sobre u11 n• se nota un henchimiento interno, una importancia ingenua y cómi­
me�., ca; ni siquiera la manera que tienen esos burgueses de llevar los
Jador, cuya grácil silueta evoca cualquier cosa.. excepto una
abiertos o cerrados en mgemoso d sorden. lentes escapa a un énfasis y a una dignidad."
de trabajo, y cuadernos :
o a Nuevas técnicas, de modo general, se desarrollan según las
tal es la ambientacion requerida para presentar a un escntor
braw
un sabio. El mismo individuo se \C constreñido a una pose: el necesidades sociales de la época. El burgués, sumamente empeña­
izquierdo apoyado en la mesa (esa actitud es el resultado de pose., do en ofrecer un aspecto agrt1dable, suscita el nacimiento de una
mterminables), los ojos sumidos en la meditación, una pluma de tecnica capaz de eliminar de su imagen todos los detalles molestos
oca en la mano derecha, gestos todos ellos que le com ierten a el que la simple pose no lograba disimular, como eran las pecas, una
mismo en un accesono del taller. El gesto patético de un señor nariz ridícula, las arrugas, etc. E�a t�cnica es el retoque. A la , uelta
gordo y disfrazado que se tuerce los brazos, con un puñal a sus de.: 1860 aparecen los primeros objeti,os anastigmaticos (concreta­
pies, basta para que reconozcamos a un primer tenor de la Opera mente en 1884), que se distinguen por una nitidez desconocida hasta
El nombre, aun célebre, es lo de menos. Lo que salta a la ' ista e� entonces y que favorecían así el desarrollo del retoque. Mientras
el arquetipo de cantante de ópera, tal como lo ven Dbderi y, tra� que el pintor, en el transcurso de su labor, podHt, si lo juzgaba opor­
él, el público. Por lo que hace al pintor, basta con un caballete y tuno, borrar todos los accidentes del rostro, el aparato fotográfico
un pincel. Los pliegues de una larga cortina forman un fondo pinto­ en cambio reflejaba con minuciosiqad y exactitud todos los detalles.
resco. El hombre de Estado sostiene en su mano izquierda un rollo Gracias al retoque, el fotógrafo tenía la facultad de eliminar lo que
de pergamino. Su brazo derecho se apoya en una balaustrada cuya� pudiera desagradar a la clientela.
macizas cunas figuran sus pensamientos cargados de responsabi­ El retoque del ncgatho fue un imento del fotógrafo mu­
lidades. El taller del fotógrafo se convierte así en el almacén de niqués Hampfsü:ingl. En la Exposición de 1855, en Francia, se exhi­
accesorios de un teatro que guarda preparadas, para todo el reper­ bieron por vez primera pruebas retocadas. Hampfsttingl exponía el
torio social. Jas máscaras de sus personajes. mismo retrato sin retocar y retocado, causando sensación. El retO·
Los accesorios característicos de un taller fotográfico de que fue un factor decisi\'o en el desarrollo ulterior de la fotografía.
1865 son la columna, la cortina y el velador. En medio de tal dis­ Supuso asimismo el principio de su decadencia, pues su empleo
posición se coloca apoyado, sentado o erguido, el protagonista de desmedido y abusivo eliminaba todas las cualidades características
la fotografía, de pie, de me dio cuerpo o en busto. El fondo queda de una reproducción fiel, despojando a la fotografta de su valor
ampliado, de acuerdo con el rango social del modelo, mediante c'>cncial.
accesorios simbólicos y pintorescos. Pero antes de llegar a eso, la La anécdota siguiente ilustra de qué modo muchos fotógra­
disposición del taller es incompleta. En 1840 todavta, los primeros fos aplicaban el retoque: «Si alguien trae su fotografía y le hace
pacientes de la fotografía tenían que sentarse justo al lado de la notar al fotógrafo que tiene sesenta y no treinta años, que tiene
ventana, expuesto a un sol ardiente que les empapaba de sudor, arrugas en la frente y pliegues en el mentón, las mejillas chupadas
) debían soportar durante varios minutos los sufrimientos de la ,. una nariz chata que nada tiene que yer con la nariz griega que le
inmO\ilidad. Despues, sin embargo, se in,·emó un aparato llamado han fabricado, seguro que recibirá la siguiente respuesta: ¡Ah'
apoya - cabe:.as, que se adaptaba al cráneo, y una especie de sillon ¡Pero usted quería un retrato que se pareciera! Haberlo dicho.
cte operaciones, im isible al objctiYo, que fijaba por detrá� el cuerpo ¡Cómo íbamos a adivinarlo!•.�
de los pacientes. Así se evitaban, en el largo rato de la pose, los El fotógrafo que juzgaba la estética de su ane con relación
movimientos que hubiesen alterado la imagen. A la magica orden a la de la pintura, creía ser pintoresco cuando, a base de retoques,
del fotógrafo: ..sonría, por favor�, el rostro ya crispado, exhibía creaba figuras lisas y sin sombras.l7 De e-,c modo iba al encuentro
una rígida sonrisa. Con esa sonrisa desaparecía, en casi todas las di.'! gu lo del momento, del gusto del gran publico que prefería Jos
fotograbas, el último contenido individual. Esas imágenes resulta­ cuadros lisos y de contornos bien perfilados del pintor Delarochc,
ban parodias de rostros humanos. en lugar de las armonía tumultuosas de colore� de un Dclacroix.
Las manos desempeñaban una función muy importante. Los principaJes colaboradores del fotografo son en ese
Unos se hacen rcpre�entar con la mano derecha en el pecho; otros instante los retocadores y los pintores especializados. Estos últimos
la apoyan con indolencia en la cintura o la dejan colgando a lo están encargados de dar color a las fotografías, pues las fotografías
largo del muslo. Tal señor juega con la cadena del reloj, tal otro coloreadas se han puesto de moda. Mientras el operador cuidaba
sumerge la mano derecha en el interior del chaleco con ademán de la pose de su modelo, iba tomando someros apuntes como los de
pensativo, imitación de los grandes oradores parlamentarios. En un pasaporte: tez ordinaria, ojos azules o marrones, cabellos cas­
las poses, hasta las más sencillas y más naturales, en apariencia, taños o negros. Días después, el cliente rccibta la fotografía colo-

62 63
rL•adn cnmarc.tda ' regada -.ubre una canulma. \ a� r . 1.1 lutugr aira

estilo como logres? ¿No podna tratar la historia como Paul DeJa.
-.e co ' crua en realidad en un �ucedam:o de la miniatura � del rO<:hl! en su cuadro de l a Muerte cid Duque de Guisa?•.
1e trato al oleo. L>r-.u.:r i, el rrrmcru qu..: adaptó la lotogr;:¡lr,l a la Esta aplicación de lí.! Cotogra!aa no se \JO coronada por
el
mentalid�lu d.: c-.a nuc\ a Llicntcla, fue tambicn el plimcr tcotico c\itu. l.a., tentativas no dc.:jan di! evidenciar, sin embargo, hasta qué
de e-;a cla-.c de lotogr-alra. rn 1 8ó2, publicaba una EHht•tit¡IIC tiC la punto, por esa época, se prc'><.indio del carácter de la fotografía.
Jllwt''�l(1pl1il Ln cketu, e'�;r ibra Di<.dL•ri, el lutogralu podw n­ sucede quc l a exigencia pnmordial del clrentc cuando visita al
prc.•...ar, igual qu<.: el prntor , L'l e'pcctac.uJo natural con MI'> lorma'>, rotogaato consiste en que le halaguen. Por eso Disderi propone:
-.u., ac.c. idcnlc.'' de pcr'>p�<. tÍ\a, uc luL ) de �ombra. Ddrnr.l la., �;ua­ H.t\' que obtener la mayor bcllcta que pueda sugerir el cliente. . .
Jrd;.lue� de una buena fotugralla wn n�uda dd siguiente programa: 1)111! ��.· trate de arte y que el arte bu.,quc l a belleza• . La satisfac­
ciun dé tal c\lgcncia es la causa de quc d fotografo se convierta en
fi<.onom ra agr:.dablc: (! ). un hombre popular y de qué si.' \ a) an enriqueciendo los álbumes
2. i t idet. gc:ncral. fomili.III!S. De ahora en adl'lantc, en las repisas de las chimeneas.
3 La., .,ombra., las medra-,. llntas � Jo, daro-. bien pro- t'll Jo-. \dadores. en las consolns, en la" paredes de los apartamen­
nunciado'>. e-.w-,. ultimo� brillantes. tO'>, sonne bonachon el burguc-. y, a su lado, sus hombre� de Estado
-l Proporcione'> n.tturnlc.•s, prcf'-''idos. '>US sabios. su., actrices. et�; La lotografta \'a no se limita
5. Detalle-. en lo'> o-.curos. .1 un \ :.tlor de docum�..nto· .,c.' lm \ucito .,,mbolo de la democracia.

6. ¡Belkza! • Ser ,L H'l duderamcnte un buen fotografo quien, con su aparato, al


1gu�rl qu�o' 1.:1 pinto r con su pincel, '>epa reflejar la grandeza del bur­
C'>ta enum�:r ación ya demuestra por si solot hao,�a qué pun· gu�., n'"' ido de o�cum
tu Disd�:ri adoptaba la., idc:n� cslct icas vigentes entre Jo., pintores
del tt'ullhw 1111!tlio v como trasplantnba sus concepto:. c�lét icos a
1�\ lotogntlta.
La ,·eruad en la n:prcwnt.lción de los aconl�:Limil'nto-. e'l:­
terno... . d�: mueble� \ a<.�.:e�or io�. rc-.ultaba la c.ondición lumlanH.:n­
tal de un rc trato fott>tylIJico.
¡ r..�: principio oo era otro que d de b
pintur:1 hr-.tonca dL' '-'ntonCL''>. Ddarochc que, duranll..' uno-. \cinte
;�ño,, fu�: d pantor ma-. cclebaauo d�: �u epoca, pr�:paraba �;ada cum­
po-.icion con un �\tremo afan de t:\aclrtud. Su primer bulc.'lo iba
��.·guido d�: un dibujo dt.•tall.u.lo, coloreado a la ncuarda. Con a� uda
dc rnuñc�:o-. de \ e...u o de �;era, equdiaba el agrupamiLntu de.• Jo,
pcr'>onaic.''• la di!>tribucron tk luz ) sombra�. Conocadoo, .lt:tore!'o
figur<tln1n como lo'> per'>ona jl's pnntipa les � calla detall�: dd traj�:,
de J;.¡ di ...po...ición del lugo.1r, quc:daba fijado con una \olurll�ld de.·
e\,tCiitud hi'>tórica.
E'o' mi,mo" principiO" guiaban al fotogralu. ¡\,, e.. comv
Dhdéai impon�: la condicion de que •la actitud c'te en .umoni.t
�.on la edad, la e-.tatUIa, Jo.., hábrlos, las co...tumbrc-. del indi\ ¡.
duo . . . •. El pintor procuraba lhiLLI de -.u pintura una tk'>cripcit)n
<k la hi-.totia. El lutugralu crera en la obligacion de "'-'l�uir al prntot
por é<.a \la. En la f\pu,idun dt!l Palacio de la Jndu-.uia. en 1855 ,
...e podr,m admt r,tr algun.t<. de c.',ó.h fotugrafia.� de J.:!!lltro c.'jcc.ut"das
en I ngl<tlena. Por L'"o Oi.;dc.·ri p1oponía: « E n un inml'n�o taller
pcrlécl�lmenté nrr�:gl.ldo, d lotogru lo, dueño de todo., lu efectos
luminosos, mediante vdos \ n.:flcctorcs, pro\ bto-. dt.• fondos de
tipo, tk decorado'>, �lcce...orio'>, lra iL''>, ¿no podría aca'>o, con modt!los
inteligente., ' bien adic.·,tradoo,, componer cuadrol> de genero, C'iCC·
na., hi.,torica'>? ¿ o podrta busc.:.1 1 el �cntimicmo como S�,;heller, el Mun,icur 1 hiers (Disderi, hacia 1860)

64
Los movimientos y la actitud de los artistas de la época con
r.:spccto a la fotografía

L.a futograft.t, nacu..la de In l'Otlpctacion eJe la ciencia y de


tllh.'\ as rH . 'l:e�idadc� de e\pn:!iiunc... arti-.t icas, 1 u .. •obJetO de violen­
tu-. l r t i g w... en el momclllu Jc ...u apuricton. S<1ber si el aparato fu­
tugt :ll lLO no era ma� que un in"t rumcnw Lecnicu, c.:�pa.l de repro­
ducir la., apariencia� de manera puram�.·nll' meumicn, o .,¡ hab1a
que �.un.,idcrarlo como un autcntil.o mi.!dío de c:\prc!i.ll lma senl.a­
..ion ant.,til.a indi\ idual, c.1ldeuba la., 111L'nlc.., d1·. los artista'>, crni­
Co'> � l utugrnlus. E�a querella, que engendraba at llc:u(o., ) polcmi­
...,., p..·r-.unale,, se dirimió tanto en (o., tallen•.., como ante Jo., tri­
bun.-.h:' La Igle�ia tnmbién tumo pu'>icion; muv ho..,til al principio,
m... píto .1 un perioc.lko alcm.ín el siguiente púrr�llo. •Oul.'r..·r lijar
1 ctl ..·ju... 1 ugan·-. no !tOlo e' una impo�íbilidad, tal 1.0111o ' a han
dcmo,trndo e"\pcricncHl' mu' �;cría... rl.'aliLadtt'> en i\lcmania, !>ino
qu..- c.,... querer linda con L'l .,acrilcgtu. Oto., creo al hombre a :.u
tm.tg�.·n ' ninguna maquina humana put'<.k f1jar la im:lgcn ele Dios;
dcbo..•n,t l railionar c.lc golp� !tUS propio., principio., eternos pa.-a
perm i t i r que un trance' 1.11 Pat t.,, lantara al rnuntlu imcnción tan
tlt<�hollo..·�t•.
l.n tran,fot madon ..o�.tal \ cconomica qu�.· ...e operó en e l
''-"llu Jo. 1 .1 burguc�ta del siglo \1\., I U \ u por con.,l•cucnLJn un des·
pl.�tamt..·ntu de los estados de conciencia. f1 tk,at rollo tic la indus-
11 in, [10\tnlcJo al deSéllTO(Io de (,\ letnica, el progrCl>O tk• las ciencias
<¡111. u·ecta al mismo liempo qw.· 1.1 nece.,idad de inJu'>t rialización,
exi�í•m lorma ... cconomicas racionales. El rc.,ultndo fue una trans­
lnt rn.tdón de la rcpn•semacion que la gl'nte '>e haCHI de la natura­
kta ' ck su-. relacione., n•cíprocn.... Se iban lk.,cubricndo una nue­
\ ,¡ loncienda de la realidad v una arrcdacion desconocida de la
lhlturalet.a; .,u consccUl'llcin cn el nrt1.' lue un impubo hacia la ob·
Coubcrt, U rqwm, el de..,nudu cn la pintura � en lo fotograf1a a me­
jvti\ t<.lad, tmpulso quc corn:,pontk ,
\ In l·-.cncHl de In lotografía.
diado., dl'l -.iglu :\ t \.

67
1 \3 cpoc•l cn�o:lll'ntra \U mejor c..xpresión en la lilu!>ull� PI) dc.l .1par.-tto fotográfico. Solu '>l' pucuc pint,\1 lo que e \C», decla­
,1tila. Se udgc u11.1 exactitud cwnufica, una reproducción licl de lu ' uu <.�·nsuran la irnagsnalion Lomo al �·o no objcll\ o. como
una
n�alidad �.-n la obsa de arh: La c'\.pre!>ión de Taine: •Quiero rcpro t • ntknu.t 'ubjcti\'a .1 la lat..ilic.:.teton Sl·gun c.·llo'i, la actitud
con
duur la-. l"O'>'' corno -.on o comu �cnan, aunque yo no existiera rc,.JWdo a la naturalc7a ha tk '-l r ab'>olut;.unl'lltt' impc.·t-.ona 1 ha�ta
''-' com sute �.-n el ll•atmoth d�.o• una nue,·a e!>h:tica. ·1 pun lu de. que el arli ... t.l deb� wr cap;.11 dt.' pint.u· tlie1. 'eccs se.
E,¡¡ nue\a actitud e.,piritual dc�perto una \Í\3 atención por uidas el rnrsmo cuadro . <.in \adiar v sin que las copias u lteriort!s
1.1 rotogs.lfla. ¿Acaso no se pousa, con ayuda de e�a nuc\a te�.:nsca, hhc.·tan l'll lo que. sea de la copi.1 pr�:ccllént�.o•, La admira�...on que el
1caliL<tr dl' man'-1.1 inmcdiatu la objeti\·idad de la naturakla que <!1 ti'"·' pruksa por la naturalc1a nu tiene Jímit'-'S. P.1ra ellos Courbet
'-''-Íg1a el altl'-ta"J , '\o era la fotogralsa una nuc\-a fotma del <11 te? el mac.,tro que pinta lo objeto., con lormas colore-. tal como
t.>S
Lo., �.odo'u' panitlliiO' de esa teona, que situaban a igual nhel el lo flli',.,('nta la rcal idad.a1 La obra dé arte ha de rno�tr..sr un conte­
apatato lutoga.1lic.:o ) la paleta, dedaraban qUI.:, aun ac.lmiticn_tlu mdo ubjcti\o, obtenido din:ctamcntl' de la natur.1lcza que nos
que IUl'l\l l'l apa1.1 tu el que c:ll.'duara 1 f�togralsa. el u� tu lrt l,liCu mica
� � �
del opc1 adm inl\.'1 \ C illa con 1 uer1.a 51m a lar en la ougmaltd,u.l . l'n St. exucnd�: la consigna: lmrn.u al jo\'\.'11 artista en con­
la compu,ic.:ion ' en ''' ilummaciun dd tema. t.tdo 1nmcdta10 con la naturak1.a, akjadu th: Jo, u'cu1us muscos.
l.a upinion adH·r,a prch.•ndm que la fotogralla pena-. era de las obras de arte sin \ ida. \1 mi smo tiempo qul· lu fotografía,

capa1 �.-omo nh"imo de p1 oporcwnar una labor mel'anaca Qll\.' no n.llt.' b pintura al air'-· libre. Lo., pmtorc'> natur.llbt.ls 1cchazan
tensa mngun.1 .thnid"d cun l'l aa te. el c.Jiilic.l t h·o d�.: arti.,tas. Son pan ton:-. ' n,td.-t m:h. Se con�idcran
1·., '-' ' IUI.'Illt• CJtll' l.t lotogral1a, durante el Mglo " ' · no hu· como <ll'lé�ano., diestros. En �u� planlc:arna�.o•nto-. e., ll't icos , la rcaJi.
bic'\.' llamado wntu la atcndón en los medio:- arlbticu'> -.i 1.1 in d.td optit:a se identifica con la realidad tk In n:.ttlll nlczn. El punto
tluencía c.ll- 1''' lran�>l 01 mat.ion�·� sociales no hubit..•st..· re\ ciado nut.• dé purt id::� es el mismo que en fotugrul li.l , pues pura el fotógrafo,
"'" tclldcnl'ía� en el :.1rte. Fl movimien to social, salido de 1� rl·vo picu-.�mcntc, la realidad de la nalurule1a c., cxat:tamesuc la reali­
ludon de 1848, lll\ o '"inH�mu um1 inlluencia en la producdun n1 dml óptícn de la imagen. El punto \ i... ibh.: l'' .\11 LÍ11h·u dumi11io. Su
lbtk.1 clldw no puede ofrccerl\.' ma� Ul' lo que ve: la imagmacion queda
ton lo� inicios tic k1 lOih:icncia de cla'>\.' de lo!> lt abi.IJ.H.lo J''"''-� �1 lutalmenle
d'-''>terrada: �u t.uca con�iste cn detcrmanar el
re' \ el .1.,1.enso de las t·t�pa' p�.-·queñoburgucsas, '>C lormaha un,t tema, l'n \alorarlo dentro dc:l mejor m•u·�o.u, en do.,.ficar bs reta·
gl•neracion de nrti-.t:.l' qu�o.• figura en lo' inicio-. de una Cl lti�.oa ...ucial wm·., tic �umbra ' l uz, y ah a ...�.. h: rm ina .,u tmb<�¡o Trabajo termi·
lOn.,cient�.o ' ,, en 1835, 1-fc:nn Monnier intentaba. en 1,,., Sc:t'llt'' pu·
nadu aun ante' de qu\.' huya fundon•H.Io el ap•u 110.
pula11·c:,, la tlc'u apciun dt.. una c�actitud en cierto modo lolOlll á ica l
los reaJs.,t� l.'xigaan del pi ntor qu�o.· '-\.' el'lifl'·� �"·' motlcsta·
, taquig1. a. Por t!!>3 misma epoca. l.'n .\fa.
1 1ica de 1,, ' ida butgu�.- ...
mente dc:tr�b di.' !>U c.tballete. F.sa c.•,igcncia cn�.:u�..·ntra su realiza.
dume Bo\'UI\', que .,u,dtu un C'>candalo social. Flaubert, �.:un una
e ton en d taller del fotógrafo. Una \ c.'l. con ,e1Juid.t la imagl.'n, se
franque/.41 implac.tble, t.''-POfll.l la falsedad de la c:\i.,tcnd:.1 llc\,ub
dc!.prendc de su realizado1. El [otógtalo se hulla ligado a una rea­
POI la p�o.·qlJl'ii<l butguc...la Ul! r•U\ muas.
hdall rnu) definida pudi�ndola conl.!gir p c1o no tr -an.,fo•mar. Gra·
llal'i.1 1855, \a '1.' Ji,�.:utra publicam¡;-ntc acen:a de una
1as a 1.1 tecnica de la lotugralsa se de...cubnó pred,•amentl! un
nue\a tcndt.'nlia arll'tic¡1, CU\O nombre era rcali,mo. �1il'ntr,,., la
mundo que, ha-.ta cntoncc,, hab1a pa.,adu dcsapacibido. El apa·
fotografi.t cdeb J.tba 'u ,,d, l'nimicnto en e l marco de la é\pu,irión
n11o e apru,im<.�.ba a la<. n:alidade' cotidsanas del mundo \ isibtc
nundial di.' 1855. mk·nu-:1., el pubhco admiraba c,a., t..Oflla' tan
exacta' dl• la natutak/i.t, l''-t.' mi.,mo publico boicoteaba la pintur<l qu\.' d t•olpe cobraban imponanci<t.
de Jo, ptimcw., rcali.,tas, a pl''-ar de que parecieran manikst.u un 'u cabe duda de que el dogma dc lu... realista' cae en la
orden tk h :ndt ncia., ick'ntica....

c\a¡¡er.tliOn pero la hosttltdad cun qut.• 1.1 uIIÍc;,t � l'l publico aco­
[ n el Salun, nu había ...iuu para un �ourbct tU\'0'> cu.H.IIo-. •c•on -.u, obras contnbuta a esa l'\.tger.K•on Al p1 1llC 1pio, sufrie­
llevaban como fi1 ma· luua bet sin religión ) sin ideal. Pagando de ron .1taque., ,·iruJenlo�. pero luego todo el mundo reconoció y
�u bol-.illu, org,u 1 i1o una �,.•,po-.ición en la avenuc Mon taigsw , cun uccplo l<l nuc\·a lcndcnda de la que 1ucron p1onc.•sO'-.
el '>igui�n tc.· rultalu �.-•n la enu ndn: Realismo. Los rcali.,tas. a pesar de �u prugmrna, �e negaban a consi­
El llh\IIÍiié:o.lo dé la-. tendencias realista� fue l�1 rc\'ista dcr.ll' la fotografía como un arte. Charnpflcury, en un artículo que
l.e Realiwu•, ntyo p1 1 mcr numero apareció en 1 856.�z ap.•r�o.•t:iu en la Rc1'11e tle Pwi,, declt11.1: •Lo que \ cO entra en mi
L.1 l eona <k I.'"Cl' pri meros realistas e� in.-;eparable c.k In c.b1.'1a, baja por mi pluma v :-.e convicr te \.' fl lo que he visto. . Como
estética poo,iti\ jo.,t.1. Su, l'Xigcncias podían derivar de la <.lp<ll llÍon el hombre no \.':-. u na máqu"ina, no puede capl<ll lo' objetos maqui-

68 69
nalmente. El novelista elige, agrupa, distribuye, el daguerrotipo, mode :no? Es la fotografía». Bien entendida, puede ayudar a que
d art1 � ta se alce por e�cima de una copia puramente mecánica de

en cambio, ¿realiza el mismo esfuerzo?».
Por su relación con el movimiento realista o naturalista, Jos objetos; puede servir para orrar los defectos vulgares del arte
el valor y la influencia de la fotografía en el arte sufrieron violenta� �oderno. •Lo. que defi.ne al artista, no � cxclusi �amente el dibujo,
discusiones. Los que, hacia 1850, representaban l a crítica de arte n• el colo :, ru 1a .fidehdad de una cop1a: es la mspiración divina
.
de o ;•gen m m�tenal. El cerebro, y no la mano, es lo que constituy�
oficial, atacaron intensamente a los naturalistas. « E l gusto por el
. d pmtor; el mst:ume mo se limita a obedecer. Reduciendo a la
naturalismo es pernicioso para el arte ele,·ado•, declara el crít1co
nada lo que le es infenor,. La fotografía predestina el arte a nuevos
Delécluze en su artículo sobre la exposición de 1850. La moda del
progr�sos, y conectando de nue\'O al artista con la naturaleza 1
� �
retrato que gozaba cada vez de mayor favor entre el público, fue
pretexto para esa opinión. cEsa moda artística es hoy en día 13 aprox1ma a una fue�te de inspiración cuya fecundidad es infinit •.
prueba del mayor adelanto y la máxima regularidad cultural.• En la � �ct1tudes q�e enfre�taban a Delécluze y Wey, no
.
com·•ene ver un1camente d n·ergencJas personales· indicaban asi­

Pero entonces, según Dclécluzc, ¿a quién le debe el arte la regula­
ridad de su!> progresos? .conviene decirlo, a l a presión cada \'CZ mismo que la estética general se enriquec•a de n e\'OS conceptos,
.
más intensa que desde hace diez años ejercen, sobre la imitación •n:.eparables de. las gr�ndes cornentes intelectuales de la época.
.
en las artes, dos potencias científicas que actúan fatalmente, me Tame, en l a Phtlosoplue de l'art y en el ensayo sobre La Fontaine
refiero al daguerrotipo y a la fotografía, con las que los artistas ya et ses fables, había dado a la estética una dirección totalmente nuc­
v a . « Para comprender una obra de arte, un art isla, un grupo de ar­

no tienen más remedio que contar».94
.
tistas, a y que representarse con exactitud el estado general de
Pese a esa importante confesión, Delécluze se veía obliga­
do, por su posición, a combatir el naturalismo. Pertenecía a un� pcnsam1ento y costumbres a que pcrtenccían.w. Las producciones
honorable y conservadora familia burguesa; su padre era arqut­ de la mente humana, al igual que las de la naturaleza viva sólo se
'

tecto y él mismo había estudiado pintura con David. Sus plantea­ explican a través de su ambiente».�7
mientos se emparentaban con los de la Academia, tan querida por Si n bargo, incluso para la cst�tica positivista, el arte
. _ ��
los medios burgueses conservadores y respetuosos de las tradi- no cónSIStla umcamente en una imitación absoluta de la naturaleza
. .
As• lo demo� tró la posición adquirida con respecto a la fotografía.
ciones.
Oelécluze, en sus críticas del Salón publicadas por el «¿Es algo c1erto desde todos los puntos de vista, y debemos con­
Joumal des Débats, se deslizaba del bello ideal al térmiuo medio. cluir que la imüadón absolutamente exacta es la meta del arte?. . .
Por otro lado y a otro nivel, l a fotografía e s el arte que, sobre u n

Rechazaba la escuela naturalista moderna y siempre que le era
fon o llano, co� lmeas_
posible asimilaba la fotografía a la decadencia que veía en el arte. y tintes, reproduce de forma má� completa,
Esa actitud del septuagenario Delécluze quien, por el hecho de su ' sm error p�sible, el contorno y el modelo del objeto que se ha
.
edad y de la misma naturaleza de sus estudios, no podía simpatiar p:opuesto 1m1� N� �be duda de que la fotografía es para
: la
con la teoría radical de los naturalistas, encontró la oposición de pmtura un auxilJar utJl; a veces se \'C manejada con gusto por
un hombre de treinta y tres años, el crítico_Francis Wey. La dife­ pe�sonas �ultivadas e inteligentes; pero al fin y al cabo, no tiene
la mtencJOn.
rencia de las do. posturas asumidas era expresión directa de unas de compararse con la pintura . . . Tenemos en el Louvre
generaciones diferentes. un cuadro de Denner. Trabajaba con lupa ) tardaba cuatro años
en
h�cer un retrato; nada falta en sus caras, ni la e trias de la piel
En una réplica aparecida bajo el título Du Naturalisme .
m el Jaspeado de los pómulos, ni los puntitos negros diseminado
dans l'art, Francis Wey procuraba, tomando partido a fa,·or de los s
por la nariz, ni el afloramiento azulado de esas venillas microscó­
fotógrafos. demostrar la diferencia entre los verdaderos realistal>
picas que serpentean bajo la epidermis, ni los destellos del ojo
y los simples aprovechados de la moda que Delécluze, convencido
que recogen los objetos vecinos. Uno se queda estupefacto: la ca­
de la pernicio a influencia de la fotografía, confundía con los rea­
beza produce un efecto ilusorio, parece que :.e vaya a salir del
listas. En el sitio concedido a la naturaleza, Francis Wey veía ante
todo un rejuvenecimiento de la pintura que se había estancado �are?; nunca habíamos visto semejante acieno ni semejante pa·
C1enc1a. Pero, en suma, un ancho boceto de Van Dyck posee una
en un punto fijo. « Ese violento retorno a la naturaleza reinserta .
t uerza c•en veces superior, y ni en pintura ni en cualquier otro arte
en el arte unos principios de vida . . . Por otra parte el abuso de la
se conceden premios al trompe - l'oei/» .98
naturaleza resulta mucho menos peligroso que el exceso de lo con­
trario.» Irónicamente decía: «¿Quién es a ojos de los pintores y La gran boga del retrato fotográfico explotado en su ma­
yoría por gentes que sólo buscan enriquecerse lo antes posible,
críticos de la Academia, el primer, el auténtico, el gran culpable?
¿Quién es ese revolucionario, ese implacable nivelador del arte eonsohdaba grandemente la mala reputación de la fotografía en el

70 71
mundo artístico. No siempre era fácil distinguir entre el grupito de gar la \'anidad de un público que no entiende nada de arte y que
fotógrafos conscientes y los demás. Por tal motivo, el juicio de Jos prefiere el trompe - l'oeil. «La inmunda sociedad se abalanzó, como
artistas de esa época solía ser contradictorio. Así, el poeta Lamar­ un solo Narciso, a contemplar su trivial imagen sobre el metal . . .
tine que, en 1858, condenaba la fotografía, «ese invento del azar que El amor de la obscenidad, tan agudo en el corazó.n natural del
jamás será un arte, sino plagio de la naturaleza a través de la .hombre como pueda serlo el amor de sí mismo, no dejó escapar
óptica», mudó de opinión tras haber visto las hermosas pruebas de esa inmejorable ocasión de satisfacerse>>.101 La fotografía le pro­
Adam Saloman que había sido escultor. Instruido por las experien­ curaba a Baudelaire un modo de criticar a un tiempo la decaden­
cias que le había proporcionado la escultura, obtenía unos efectos cia del gusto y las masas, «que se plantan delante de un Ticiano o un
de luz, una plástica y cierta morbidez que prestaban a sus foto· Rafael, uno de esos ya popularizados por el grabado; salen luego
grafías un particular atractivo. Hasta entonces, existía la costum­ satisfechos, diciéndose más de uno: conozco mi museo>>.12o
bre de situar el tema casi siempre a pleno sol, produciéndose asi Baudelaire era un outside1·, un burgués al margen de la bur­
unos contrastes de extrema dureza. Adam Saloman demostraba guesía. Se pasó toda la vida huyendo de esa burguesía que le per­
en sus retratos la importancia capital de una justa aplicación de la seguía bajo el aspecto del prestamista. Odiaba esa sociedad burgue­
luz. El efecto artístico conseguido provocó en Lamartine una ver­ sa que demostraba incapacidad de entenderle, la misma incapaci­
dadera conversión: dad que él tenia en adaptarse. Considerándose un aristócrata, se
«La fotografía, contra la que lancé un anatema, inspirado oponía a las tendencias democráticas de su tiempo, .tendencias que
por el charlatanismo que la deshonra multiplicando las copias, la pretendían poner el arte al alcance de todos. Le parecía que la fo·
fotografía es el fotógrafo. Tras haber admirado los maravillosos tografía favorecía esa evolución. «Algún escriter demócrata habrá
retratos captados de u n rayo de sol por Adam Saloman, ya no afir­ visto en eso la manera barata de propagar entre el pueblo el asco
mamos que se trata de un oficio: se trata de un arte; más que un por la historia y por la pintura, cometiendo así un doble sacrilegio
arte, es el fenómeno solar mediante el cual el artista colabora con e insultando a la vez la divü1a pintura, y el sublime arte de la co­
el sol».99 media.» La industria -y para él la fotografía era una industria­
Los argumentos que en su polémica invocaban Jos artistas no tenía ningún punto común con el arte. La fotografia sólo repre­
del siglo XIX se hallaban muy motivados por la divergencia de ten­ sentaba a ojos de Baudelaire una «invención debida a la mediocri­
dencias artísticas en el mismo seno de la élite intelectual. Por dad de los artistas modernos y el refugio de todos los pintores
ejemplo, el clasicista Ingres condenaba el naturalismo moderno, fracasados». A su juicio el movimiento naturalista era el signo de
porque sólo contaba «el divino arte de los romanos ••. Para Ingres, una decadencia de la pintura. «En aquellos días deplorables, se
académico, la fotografía era despreciable, al igual que esos artislas produjo una nueva industria, que contribuyó no poco a confirmar
modernos, profanadores del «Sagrado templo del arte». La fotogra­ la necedad en su fe y a arruinar lo que de divino podía quedar aún
fía era a sus ojos una manifestación de ese progreso: «Ahora quie­ en el espíritu francés. . . Creo en la naturaleza y sólo creo en la na­
ren mezclar la industria al arte. ¡La industria! ¡No nos interesa! turaleza . . . Creo que el arte es y no puede ser más que la reproduc­
Que se quede en su sitio y que no venga a establecerse en las gradas ción exacta de la naturaleza . . . De este modo, la industria que nos
de nuestra escuela de Apolo, consagrada únicamente a las artes de diera un resultado idéntico a la naturaleza sería el arte absoluto.
Grecia y Roma» .10o Un Dios vengador acogió los deseos de aquella multitud. Daguerr�
No ha de asombrarnos, por consiguiente, que la firma de fue su mesías. Y entonces, dicha multitud se dijo: Puesto que la
Ingres figure en una protesta de artistas que se alzaron contra la fotografía nos da todas las garantías deseables de exactitud (¡eso
fotografía afirmando que nada tenía que ver con el arte. es lo que se creen los muy insensatos!), el arte es la fotografía >>.103
El área de penetración de la fotografía, limitada en prin­ Según él la fotografía ha de regresar a su sitio verdadero
cipio a l?l 01ite intelectual, se extendió hacia 1860 a las amplias que es el de sirvienta de las artes y de los artistas, una simple he­
masas de la burguesía y de la pequeña burguesía. Los primeros par­ rramienta; n i la imprenta, ni la taquigrafía. por ejemplo, crearon
tidarios de la fotografía se convirtieron en sus más furibundos ene­ o produjeron la literatura.
migos. El gusto del público, que ahora constituía el grueso de la Delacroix consideró la fotografía como un auxiliar muy
clientela de la fotografía, la había reducido a un nivel inferior. precioso que podría completar la enseñanza del dibujo; constataba
Bauctclaire opinaba que la fotografía se había Yuelto pre­ que el daguerrotipo debía, en cierta medida, equipararse a un tra­
texto para un cáustico desafío dirigido a «esa clase de mentes no ductor capaz de hacernos penetrar más hondamente en los mis­
instruidas y obtusas que juzgan las cosas únicamente por sus con­ terios de la naturaleza. A pesar de su asombrosa realidad, Ja foto­
tornos». Veía la fotografía como un pro·cedimiento apto para hala- grafía, e n cierto sentido, no es más que un reflejo de la realidad,

72 73
una copia servil a fuerza de exactitud. Declaró a propósito de una rico de tono como de efecto . . . Cuando conozcamos bien ese medio
crítica del libro de Madame Cavé sobre Le Dessin sans Maítre, será muy fácil entonces obtener en breves instantes la imagen má�
quf «en pintura, el e�píri�u es quien h�bla al espíritu, y n� la c i�n­ precisa de cualquier lugar».I06
cia quien habla a la c1enc1a». Esa refleXIón de Madame Cave reaviva El pintor histórico, para quien lo esencial era ante todo
la vieja querella de la letra y del espíritu: es una crítica contra esos la reproducción exacta, debía encontrar en la fotografía el auxiliar
artistas que, en lugar de coger el daguerrotipo como un consejo, ideal. Los pintores del término medio fueron los primeros en poner
como una especie de diccionario, lo convierten en el mismo cuadro. prácticamente en valor la fotografía. El pintor Yvon, por ejemplo,
Creen estar mucho más cerca de la naturaleza cuando, a fuerza alumno de Delaroche, desempeñó bajo el Segundo Imperio un
de trabajos, no han estropeado mucho en su pintura el resultado cierto papel. Debía su reputación al hecho de que cogía las victorias
obtenido primero mecánicamente. Quedan aplastados por la de­ francesas como temas de sus cuadros. Su estilo exacto y conven­
sesperante perfección de ciertos efectos que hallan en la placa de cional, típico de los pintores batallistas de su época, era muy
metal. Cuanto más procuran imitarla, más descubren su debilidad. apreciado por Napoleón III.
Su obra, por lo tanto, no es más que la copia necesariamente fría Un día Yvon decidió reproducir la batalla de Solferino;
de esa copia imperfecta a otros niveles. El artista, en una palabra, quería representar al Emperador a caballo en medio de su estado
se vuelve una máquina uncida a otra máquina» .1o4 mayor. Le parecía imposible pedirle al jefe del Estado el número
Delacroix rechaza la fotografía en tanto que obra de arte, de sesiones necesarias. Acompañado del fotógrafo Bisson, fue a las
lo esencial, desde su punto de vista, no era el parecido exterior, Tullerías, colocó a l Emperador en la pose deseada, le Jadeó la cabeza
sino la intención. El retratista ha de reflejarnos más de lo que es­ e iluminó el conjunto con la luz que quería reproducir. La pintura

tamos acostumbrados a ver. "Examinad Jos retratos hechos al da­ resultante se volvió célebre bajo el nombre de El emperador del
guerrotipo: de cada cien, no hay n i uno que sea soportable, pues, quepis. Ese acontecimiento tuvo un curioso epílogo. El fotógrafo
más que la regularidad de los rasgos, concluía, nos sorprende y Bisson, al comercializar el imperial cliché, alcanzó una gran tirada.
nos encanta la fisonomía que percibimos al primer vistazo, y que Yvon se enfadó y la historia tuvo secuelas judiciales. El pintor
jamás percibirá ningún aparato mecánico».105 El artista, ante todo, pretendía que la fotografía se debía a su sola iniciativa, que él la
debe comprender y reproducir la intencionalidad del hombre u ob­ había montado y que era obra suya desde el punto de vista de re­
jeto que dibuje. producción artística; además había pagado al fotógnifo por su
La crítica de la fotografía por ese artista era la consecuen­ trabajo. y protestaba contra la publicación de la prueba. Su móvil
cia lógica de su actitud y de sus planteamientos artístico generales. verdadero era sin duda el temor a ver su propia obra depreciada;
No obstante, intentaba hacer justicia a las cualidades de la foto­ ¡sería tan fácil, cuando la fotografia se vendiera en serie, advertir
grafía en la que veía algo más que un simple procedimiento nuevo. que el pintor la había copiado al dedillo! El tribunal dictó una
Hasta se interesó particularmente por su evolución y se hizo sentencia favorable al pintor y prohibió la venta de la fotografía.107
miembro de la primera· sociedad fotográfica. Por otra parte Nadar Los gritos de protesta que por esa época alzaban muchos
era uno de sus amigos, de igual modo que también Jo era de Bau­ artistas contra la fotografía respondían, muy a menudo, a causas
delaire sobre quien publicó un libro. interesadas. La placa, en un tiempo sorpr;endentemente breve, ha·
Mientras que la mayor parte de artistas le negaban a la bía conquistado el dominio del retrato. Su competencia, que dejaba
fotografía un valor artístico, esa nueva técnica encantaba a los inermes al grabador y al miniaturista, también resultaba peligrosa
pintores del término medio. Considerando su manera de pintar, se para el pintor retratista. Y eso en una época en que la moda del
entiende porque, precisamente para ellos, l a fotografía es un arte retrato se introducía en todos los ambientes burgueses. El encargo
nuevo, o al menos· un inapreciable auxiliar. Delaroche exclamaba, ele retratos constituía la base principal de los beneficios del pintor.
al ver las primeras fotografías: «A partir de hoy la pintura h a En las exposiciones anuales, la proporción de retratos, en aumento
muerto», y fue el primero que, e n 1839, cuando aún n o había modo en un año para otro, con relación a paisajes y bodegones. revelaba
de juzgar la calidad artística de la fotografía dado lo poco que la tendencia de la época.1os
había, redactó una nota, insistiendo acerca de esa calidad. Declaró A medida que se multiplicaba el retrato, empequeñecían
en una carta a Arago, que éste leyó en la Cámara, «que (en la foto­ sus dimensiones; ya no debía adornar la vasta galería de los ante·
grafía) la naturaleza queda reproducida no sólo con veracidad, pasados sino encontrar sitio en las paredes de los apartamentos
sino además con arte. . . La corrección de las líneas, la precisión de burgueses. Pero el burgués era ahorrador y, cada vez más, se con­
las formas alcanza el nivel más completo posible, y al mismo tiem­ tentaba con la fotografía que, entre otras ventajas, tenía la de u?a
po observamos un modelado amplio, enérgico, y un conjunto tan gran exactitud. Por unos cuantos francos suplementarios, ingemo-

74 75
sos operadores coloreaban la prueba a base de rosas y azules irre­
sistibles y completamente naturales. El artista que vivía del re­
trato, veía cómo disminuían sus encargos de día en día; el gran
culpable era la fotografía y no ha de extrañamos que la mayoríu
de artistas, en especial aquellos de mediano talento, manifestaran
una profunda hostilidad por esa moda que no cesaba de ganar
terreno.

�Aprieta el botón, nosotros nos encargamos de lo demás• (1890)

76
Expansión y decadencia del oficio de fotógrafo
( 1 870-1914)

Casi todos los artistas l e negaron a l a fotografía l a digni­


dad de obra de arte. Diversas consideraciones estéticas al igual
que c.ierta aprensión por la competencia contribuyeron en mucho
a ese juicio. .
Un rasgo esencial de la economía capitalista construida
sobre la idea de competencia, consiste en un esCuerzo de destruc­
ción recíproca y eso por todos los medios. Los fotógrafos, en opo­
sición a los artistas, se mostraban unánimes: la fotografía se rela­
cionaba con el arte y no con la industria; esa manera de ver las
cosas les concedía un mayor crédito entre el público. Pero desde
el momento en que tuvieron que enfrentarse con la competencia
en su propio campo, su posición se modificó y se orientó según
las ventajas que esperaban obtener de las circunstancias. Esas
diversas actitudes dieron pie a múltiples procesos que al debatir si
se trataba de arte o de industria camuflaban en realidad una com­
petencia encarnizada.
Esta competencia empieza con la extensión del oficio de
fotógrafo. En 1864, veinticinco años después de que se divulgara la
fotografía, veinticinco revistas especializadas aparecen en seis
paises distintos.109 Se fundan casi otras tantas sociedades foto­
gráficas que se proponen organizar exposiciones, defender los in­
tereses de sus miembros, crear empresas y vender clichés. Tales
hechos demuestran el impulso que va adquiriendo la fotografía.
Se funda una Oficina Internacional cuyo objetivo principal es el
comercio; todo lo que afecta a la fotografía entra en el cuadro de
actividades de esa Oficina: fabricación de aparatos, de accesorios,
de productos químicos y otros, y especialmente fundación de edi­
ciones y revistas dedicadas a . la fotografía. La Oficina, con sede
en París, intenta convertirse en intermediario entre el fabricante

79
,da juiciosamente sancionado mediante graves ,
y el fotógrafo y entre este último y el público. Una de sus ramas penas de caree!
Ya hacJa · 1 8 J�0 se promulgó una ley que castig
consistía en organiz3r la importación y la exportación. 1862 asiste . aba la venta d f t �

a la creación de la Cámara Sindical de Fotografía.


Aparte del encargo directo del retrato, un importante re­
grafta s obscenas en la plaza pública como deJito de
moral y las buenas costumbres. Esas prime
: :f
ultraj
ras fotografías de
a

curso del taller consiste en la venta de reproducciones de retratos


desnudo que, por orden judicial, quedaron rcleuada «> s a la categona .
de personas o vedettes de la vida pública: se imprimian en for­ de cscanda1o '??
· · bl"ICO y �ontra la que la voz muy respet
ada del
.
nscal pronuncio reprensione� vituperantes, harán
mato tarjeta de visita, muy al uso por entonces. Las revistas ilus­ sonreír a nues­
tradas aún no existían, la gran prensa desconocía el cliché sensa· tros contemporáneos.'1 1 En cuánto� sex-sllops no encont
ramos hoy
cionalista que luego di\'ulgaría La fisonomía de los importantes del fotografías mucho más atre\'Ídas que no turban
la mirada d�.
ningún fiscal.

momento. E e público de 1860 sentía aún un particular interés en
poseer la fotografía de cualquier celebridad. E retrat? de retrati ta fotógrafo cobró un
, ? gran impulso
Pero no todo el mundo puede enorgullecerse de buenas en las ulu_mas decadas del Siglo .xt:-.. En 1891, cxic;ten en
. Francia
relaciones con las élites intelectuales y políticas, que son condición mas de mtl talleres y la fotografía ocupa a más de
medio millón
esencial de semejante comercio, ni tampoco todo el mundo se en­ de personas. E l valor global de la producción se eleva aproxim

damente a treinta millones de francos oro. En
riquece con la simple fabricación del retrato burgués. Por consi­ otros países de
guiente hubo fotógrafos que se limitaron a copiar los retratos con Europa y sobre todo en América,· esa evolución se
intensifica aún
éxito de sus competidores y a obtener beneficios. Dicha práctica más. Pero los progresos técnicos que hicieron posible
el éxito del
dio pie a diversas diligencias judiciales en las que se debatió la rctra�o fotográfico son los mismos que lenLamente lo condena
n a
famosa cuestión de principio: ¿a qué dominio pertenece la fo­ hund! rs�. De hecho, la fotografía se caracteriza esencia
lmente por
tografía? -.u tc�mc� de reproducción mecánica. En lo medida
en que la
máquma 1 ba ocupando un sitio preponderante entre
� f �
En 1860 no existía en Francia ninguna ley especial sobre los medios de
la fotografía. En esa discusión sobre la fotografía considerada o no rod�cc ón de la soci da burguesa, el trabajo manual
. . � y el espí­
J Jtu mdivldu _
al d� los JIDCIOs .
como obra de arte, discusión que enfrentaba violentamente a ar­ de la fotogra fía desaparecfan paulati­
namente para deJar paso a un oficio cada vez más imperso

tista, artesano¡, y literatos, debían terciar al fin Los tribunales. La nal.
postura de los fotógrafos era clara: mientras la defensa, cada vez, A ales de siglo aparecen aparatos de manipulación
. . má�
hacía valer la no asimilación de la fotografía a la obra de arte, la l acll. «Apnete el botón, nos encargamos de lo demás»
fue la cé­
acusación con igual encono afirmaba lo contrario. Las decisiones lebre divisa de Kodak que revolucionaría de arriba

ab jo el ine•·­
'-·ado de l a foto. Cientos de miles de gentes que otrora

de los tribunales suponían un intento de mitigación. En uno de \ isitaban al
fotógra o profesional para retratarse, comenzaron

esos procesos que llegó a ser célebre, el de los fotógrafos Mayer y a fotografiarse
Pierson contra los fotógrafos Bethéder y Schwabbe, que pasó por ellos m1s�os. fotografía aficionada adquiere un gran impulso.
El c?merc10 obuene por tal causa enormes ingreso

\'aria in¡,tancias, finalmen1e se decidió que había que reconocer s. En todos Jos
l a fotograf1a como obra de arte.1 10 barnos u :banos surgen endas fotográficas. La
mayor parte de sus
_
A lo largo del siglo XIX, los tribunales no sólo tuvieron oca­ J? r?ptetanos son retraustas fotógrafos que ya no pueden vivir
sión de estatuir sobre el valor artístico de la fotografía; un cierto un•ca��nte de los e �rgos de retrato!>. Continú
� an ejerciendo su
tipo de fotografía comenzaba a preocupar al Estado en tamo que prof�s•on, pe o el publico no recurre a ellos
� má que en circuns­
guardián de la moral. E l formato tarjeta de visita sen•ía particular­ tanctas especiales, tales como fotos de recién nacidos
. bautizos
mente para poner en circulación ciertas imágenes que no siempre bodas, et�. Sus únicos ingresos seguros on los
nados, unidos a la venta de aparatos y accesor
trabajos de afici O:
parec1an coincidir con las reglas de la decencia burguesa. Algunos ios.
fotógrafos de tercer orden, que no ganaban lo suficiente con el Si el artista fotógrafo aún obtenía en 1855 cien francos
retrato y más dispuestos a respetar las exigencias del comercio que oro por prueba, unas décadas más tarde
esa tarifa se limita a unos
las de la virtud, descubrieron la manera, en poco tiempo, de ama­ \"Cinte francos. A finales de siglo, los grandes
almacenes comienzan
a �roducir fotografías aún más baratas
sar una fortuna �alisfactoria. Era fácil, asimismo, encontrar bas­ y se convierten en una
tantes aficionados a esa clase de productos del objetivo. Así suce· pcltgrosa competencia para el fotógrafo de oficio.
Por si fuera poco,
día que algunos burgueses, y más aún sus retoños, no hacían ascos "1 photomaton, máquina totalmente automática que, en pocos mi­
nu tos, fotografía, revela y realiza
a la idea de llevar sobre el corazón las bellezas de la academia _ varias pruebas sobre papel,
femenina. No obstante, ese género de industria no carecía de ries­ Pnva al fotógrafo profesional de los considerables recursos de las
fotos de identidad.
gos y el descubrimiento de tentativas de ventas de ese estilo se

80 81
En los diez primeros años de la fotografía, cuando sólo dar una nota artística a sus pruebas si borraban lo que justamente
ejercía un restringido número de especialistas y las dificultades es característico de la imagen fotográfica, su nitidez. El estilo
de los procedimientos requerían conocimientos muy particulares, en la pintura desempeñó un importante papel dentro
impresionista
la fotografía parecía, como las artes, envuelta por el misterio de la de es� evolución. Cuanto mayor impresión daba la fotografía de
creación. Más tarde, con la simplificación de los procedimientos ser un sustituto de la pintura, más dispuesto estaba el gran pú­
que permitía que cada individuo se ejerciera fácilmente en ese blico poco cultivado a encontrarla «artística». A fin de acentuar
terreno, la fotografía acabaría perdiendo su prestigio. aún más esos efectos de difuminación, se utilizaba toda clase de
retoques y productos químicos con objeto de lograr distintas tona­
lidades en esas pruebas que hoy llamaríamos no-fotografías. Para
postre presentaban dichas fotografías en macizos marcos de bronce
0 de plata, adornados mediante dibujos tortuosos que pretendían
acentuar aún más su ficticio valor.

La influencia del impresionismo en la fotografía (Puyo, hacia 1900)

Paralelamente a esa evolución se consumó la decadencia


artística del retrato fotográfico. Hacia 1900 su decadencia resultaba
cada vez más evidente. Se vio motivada sobre todo por el hecho
de que el fotógrafo dependía más que nunca del gusto de su clien­
tela y que estaba obligado a trabajar a bajo precio. Por esa época
se inventaron nuevos procedimientos como papeles al carbón, a
la goma, al óleo, al bromo, etc . . . con ayuda de los cuales se pre­
tendía que la fotografía se pareciera cada vez más a la pintura al
óleo, al dibujo, a los aguafuertes, litografías y demás técnicas del
dominio de la pintura. Su principal efecto consiste en reemplazar
la nitidez del objetivo por el difuminado. Los fotógrafos creían

82 83
Zille (Berlín, 1900)
Dos fotógrafos: Atgct (París, 1900)

84 85
-
La fotografía, medio de reproducción de la obra de arte

La polémica suscitada a partir del invento de la fotografía


para decictir si derivaba o no del arte, sólo afectaba a un problema
limitado. Los trastornos que en cambio acarrearía como medio de
reproducción de la obra de arte alcanzarían una repercusión in­
mensa. Hasta entonces, la obra de arte no resultaba visible más
que para contempladores aislados; reproducida en millones de
ejemplares, se volvía accesible a las masas. Esa evolución había
comenzado con el grabado, para luego extenderse a la litografía,
pero sólo con la invención de las técnicas fotográficas perderá
el arte el aura de una creación única.
Si la fotografía ejerció una profunda influencia en la vi­
sión del artista, también cambió además la visión que el hombre
tenía del arte. La manera de fotografiar una escultura o una pin­
tura depende de quién sea el que está detrás del aparato. El en­
cuadre y el enfoque, el acento que da el fotógrafo a los detalles
de un objeto pueden modificar totalmente su apariencia. Las re­
producciones que contemplamos en un libro de arte varían según
a qué escala estén reproducidas. Un detalle desmesuradamente
aumentado falsea la imagen que podamos hacernos del conjunto
de una escultura o una pintura. Una miniatura puede parec'!r tan
grande como la inmensa escultura del David de Miguel Angel en
Florencia. «La reproducción ha creado artes ficticias falseando
sistemáticamente la escala de los objetos, presentando cuños de
i>ellos orientales y de monedas como estampas de columnas, amu­
letos como estatuas», constata Malraux en Le Musée imaginaire
de la sculpture mondiale.
Pese a falsificar una obra de arte en la medida en que sus
dimensiones ya no son claramente reconocibles, la fotografía le ha
prestado el servicio inmenso de sacarla de su aislamiento. Hoy ya

/j�\v OR������I!ARIA
podemos contemplar la reproducción de una obra de arte a domi-

s1
canza aproximadamente los cincuenta mil metros cuadrados por Alemania: 50 millones de habitantes, 88 millones de pos·
año. El catálogo de 1887, de quinientas cincuenta páginas, presen­ tales.
taba miles de reproducciones. La empresa Braun se asegura la Inglaterra: 38,5 millones de habitantes, 14 millones de pos­
venta en exclusiva de las reproducciónes sacadas del museo del tales.
Louvre. Bélgica: 6,5 millones de habitantes, 12 millones de postales.
E l procedimiento del heliograbado, el más antiguo, eje­ Francia: 38 millones de habitantes, 8 millones de postales.
cutado a mano, sólo permitía una tirada de aproximadamente se­
senta pruebas por dia. Poco después el grabado en hueco o roto­ Once años después, en 1910, se calcula en 123 millones e l
grabado a base de linte y tirada mecánicos proporciona de mil número de postales impresas sólo en Francia, y en unos treinta
quinientos a dos mil impresiones por hora. En 1920, con ciento y tres mil el de obreros empleados en esa industria. Hoy se puede
ochema obreros, Braun y Cía. produce centenares de álbumes y cifrar por miles de millones el número de tarjetas postales vendi­
guias y millones de postales en negro y en color, pues a la vulga­ das cada año en el mundo entero.115
rización de las pinturas por imágenes monocromas se superponen Esa afición colectiva por las tarjetas postales que invadie­
las reproducciones en color. A partir de 1930 (viviendo ya la cuarta ron el mundo en pocos años tiene sin duda unos orígenes psicoló­
generación que sucede a Adolphe Braun) comienzan las publica­ gicos. Ado Kyrou da, en su muy hermoso libro L'Age d'Or de la
ciones de Les Maítres, llamadas Musée de Poc11e, con el texto en carte posta/e, una serie de razones que resultan ilivertidas y pers­
tres idiomas, en donde los pintores contemporáneos, Van Gogh, picaces. Le cito: «Al elegir una postal, el comprador se identifica
Gauguin, Bonnard, Matisse, Braque, Picasso, etc. aparecen reve­ un poco con el artista que la ha concebido. Mandar una postal que
lados exclusivamente mediante planchas en color. A esas obras de represente la vista de un paisaje donde uno está, es una afu·mación
iniciación y de biblioteca, hay que añadir la edición y difusión de de las propias posibilidades de poder viajar, y por lo tanto un sím­
facsímiles que poseen una gran calidad y que ponen a l alcance de bolo de su estatuto social. Al .escribir cosas personaJes, sabiendo
todo el mundo los maestros de la pintura, desde sus orígenes conscien te o inconscientemente que cualquiera puede leerlas, uno
hasta nuestros días. Así nace Le Musée chez soi, que permite que se da importancia saliendo del anonimato; de algún modo es como
todos dispongan de una galería particular. Los que no pueden si nos publicaran. Hasta podríamos añadir un cierto exhibicionis·
adqujrir obras originales, y son millones, pueden poseer ahora a mo: el que ama, el que odia, necesita gritar su pasión a la cara del
buen precio reproducciones de una calidad perfecta. mundo entero. Desde hace siglos, los hombres vivían esperando el
Una enorme industria, basada en la reproducción, cobra momento de poder decir abiertamente "te quiero" o "mierda." El
impulso en toda Europa y Norteamérica. Hay impresores de buen é:dto de la tarjeta postal se basa también en el recuerdo que se de­
gusto que sólo reproducen verdaderas obras de a1·te, pero también sea perpetuar, el sueño que se puede adquirir a buen precio, e l vo·
hay un sinfín de editores que se limitan a reproducir obras medio­ yeurismo y todos sus sucedáneos, y finalmente en la pereza, dado
cres que halagan a las masas. La cirra de negocios de esa nueva que una postal se escribe antes que una carta, y la manía del colec­
industria se eleva a miles de millones de francos. cionismo». En efecto, la tarjeta postal llega a ser, desde su aparición,
Otra industria, directamente derivada de la técnica de un tema de colección. Hacia 1900 hubo en Francia 33 revistas pos­
la reproducción fotográfica, es la tarjeta postal. Cogió su impulso talofílicas. También encontramos revistas en Alemania, Italia, Es­
con una ley, promulgada en Alemania en 1865, cuando el ministro tallos Unidos, Japón, etc., que se dirigen a los coleccionistas.
de Correos propuso el uso de postales oficiales. Una ley similar se La influencia del turismo que se propaga cada vez más, fue
promulgó en Francia en 1872. Pero la edad de oro de la tarjeta inmensa en el impulso de la tarjeta postal; Ja publicidad ya se apo·
postal empieza de verdad a partir de 1900. Hasta entonces el pre­ deraba de ella desde buen principio. En los años seseRta se ha im­
cio de una postal era bastante alto, pues los únicos procedimientos preso sólo en Francia casi mil millones de postales. Hoy la mayor
de reproducción que se conocían eran la punta seca, el buril y la parte se imprimen en color.
litografía. Con la invención de la rotocolograría que subdivide en
heliotipia, fotolitografía y fototipia, la postal llega a ser auténtica­
mente popular y su precio de compra estaba al alcance de todos.
Uno de los primeros en lanzar la tarjeta postal turística
con vistas fotográficas se llamaba Fran�ois Boricb. Consiguió una La angustia de una madre (Ernst Haas, 1945) �
fortuna con vistas de su país, Suiza. Hacia 1900 las estadísticas de la 1968 (Gilles Caron) �
producción arrojaban los siguientes resultados: La juventud contra los fusiles (Marc Riboud, Washington, 1967) �
90 91

-
La fotografía de prensa

L.•tLLUaTJt4TIOlif
� - .. ..

Las últimas décadas del siglo >.tx marcan el comienzo de


una nueva era. La industrialización ya muy mecanizada avanza a
pasos gigantescos con la introducción del motor eléctrico. Se am­
pllan mercados. La base de la expansión reposa sobre la facilidad
uc comunicaciones. Graham Bcll inventa el Lclcfono en 1876. En
1 880, la red mundial de ferrocarriles se extiende a lo largo de
371 000 kilómetros. Ese mismo año apnrece por \C7 primera en un
periódico una fotografía reproducida con medio� puramente me­
cánicos. Esa invención posee un alcance revolucionario en la trans­
m•.,ión de acontecimientos.
Hasta entonces, rara vez sallan reproducciones en la pren­
s;t, dado su carácter enteramente arte :10al; rcpo aban obre la téc­
ruca del grabado en madera; hasta las foto �e ' icron reproducidas
por ese medio con la mención •sacado de una fotografaa•. El nuevo
procedimiento de llama lra/{tone en orteaménca > la foto aparece
el 4 de marzo de 1880 en el Darh• Hcra/tl de \Jueva York bajo el
tuulo. Slram_\lown (barracas). E�a tccnaca con i te en reproducir
una fotografía a tra,·é de una pantalla tramada que la di\ ide en
una multitud de puntos. Se pa a luego el cliché a í obtenido a
partar de una fotografía bajo una pren a, al mbmo tiempo que
un tc:xto compue to. Ese procedimiento, considerablemente mejo­
l<tdo hoy en día, es la tipografía.
La mecanizacion de la reproducción, el in\'cnto de la placa
seca al gclatino- bromuro que permite el uso de placas preparada'>
dl antemano { 1871), el perfeccionamiento de loe; objetivo� ( los pri­
meros anastigmáticos se construyen en 1884), la pcl1cula en rollos
( 1884), el perfeccionamiento de la trnnsmisión de una imagen por
tl'!cgrnfía ( J 872) y más tarde por belinografía, abrieron el camino
a In fotografía de prensa.

l.a rotografía entra en la prensa (Una de las primeros fotog rafías publi­
<'ad¡¡� por L'lllustration)

95
94
conside· <;Ultade<, por culpa del calor. L•l atmoslera en �u labora tono ambu­
Cuando surge un in\'cnto, suele pasar un tiempo _
todas sus implica ciones . Hubo l.ull'-' e'> asfr:-.tante. Cuando prl..'para su., plac� -pue:. por esa cpocn
rabie antes de que e comprendan
antes de que este nue\o procedí· un 11aba ¡a co� el coludron hu medo � hay que prepararlo JUSto
de tran.,cu rrir un cuano de siglo _
corriente. Hubo .m h.'" de �u uuhzacron-, ..,uele o�.. un ir que e le sequen aun antes
miento de reproduccrón mccanica rc!>uhara algo
que c.,pcrar a 190-' para que el Dazl.\ Mirror de Inglater ra ilu!)trara de podct in ertarlas en '>U <.amara. El tiempo de pose es de 3 a
unicam cntc con rotogra lta!> ' a 1919 para que ')Olamcnte 20 ..,._•gundo . ' todas la., loto'> deben tirarse bajo un c;ol torrido.
.,u., p"gma"
NC\n de r-.:ue\a York siguiera su ejemplo. Por t>�·...pucs de trc me es de labor cnc<rrntzatla, ,·uehc a Londres con
el lllll\trated Dailr '
que tienen más una... 360 placas. Dicha... imagen._.., .,e limitan a dnr una idea muy
el contrario, los cmanario� y re' islas mensuale
r us edicion es. publica n fotogra fías desde f.tl..,a de 1.1 guerra, pue¡, :.olo 1epre:.cnLan �oldndos bien instalados
tiempo para prepara
debe al hecho d�·l r.r... de la linea de ruego. 1•1 e\pedit:ion de Fcnton había estado
1885. ¡:.,a tardta utilitación de la foto en la prensa se
del periódico. La ltrt
· rltiad�l a coodicion de Qlll' no fotografiara nunca lo-. horrores
?
de que los clichés se �iguen haciendo al margen
a, cu�o c�ito se ba'>a en la a tualidad inmc iata, no puede di 1.1 guerra, para no asustar a la... familia., de los soldado...ll•
pn:n ... � .
dudan en rmerur grandes De la guerra amcril.tn::l que comenzó en 1861, el celebre fo­
c.,perar , lo') propictano., de pcnódrcos
nuc\as maquin as. E n la actualid ad, compro ­ tógt<rlo Mauhcw B. Brady ')e tr�jo mile't de daguctrotipo.... o obs·
.,urna., de dinero para
un hecho similar con la foto en color. Mientra s que las re­ tanli.:, ...u iniciath·a no c'-l.lba fintlnlladi.t como la de Fenton; se
bamos
aun los perió­ hah�<� lan7ado a e:.a a,·entura como ..,, .,e tmtara de una l'mprc-.a co­
' ht.l') publtcan muchas página� en color, son raros
puc� la ma)Or parte de cliches en color nll'rcral para la que, adcmá' de t n \ e r t u todo su dinero, habta tenido
dtco... que hacen lo mhmo,
ta� e<,pccia lizadas . tJlll' pct.!tr capitales prc:.tado�. Su intencion era la de ' �..·nder tales
!)e reali1a n en impren
no foto' de.,pués de la gucrru. Realito su proyecto con ayuda de unos
La introducción de la loro en la prensa es un fenóme
ncia. Cambia la visión de las masas. Ilasta en­ '�·mtc fotógrafos, empleado., por l'l mismo.
de capital importa
acontecimientos Las imágenes c.lc Fen tun, �,;en'>uradas de antemano, dan una
tonel'"· el hombre común sólo podín visualizar los
su pueblo. Con la fol�grafí�, ''"o� de la guerra como si �e tratarn de una jira campestre; en
que ocurt fan a su vera, en su calle.. en
al mundo. Los rostros de los pcr onnJCS pu· unbto las de Brady y su<; colaboradores, entre quienes figuran
..,e abre una ventana
l t nutll\ o·s� tli\·an (pág. J 5 1 l \ lc\,lllder Gardnl..'r, dan por \CZ
hlico.,, lo� acontecimiento., que tienen lugar en el
mi�mo país y �
la mira· P ' " !1er.1 unn ,_dca muy concreta de su horror. Las fotograftas que
allcnck• ¡_.., fronteras se ' uchen familiares. Al abarcnr má
La palabra escrita e abstrac ta, pero la ima­ obtt�..·n�..·n di.' 11erras quemaua... . '-a'a" incendiada�. famrlia') hundí·
da. d mundo e encoge.
' Í \ c. La foto­ da:. � .rbundancia de muerto., 1espondeo a un afán de objetÍ\ idad
gen c., el reflejo concreto del mundo donde cada uno
indi\idual que lOnfierc a e os documento un valor C\Cepcional, sobre todo
gralta mnugura los mas'\ med1a ' i sualcs cuando el retrato
. Al mismo tiempo o;e con· 1 r�·c.:unlamo� que la tccnica rut!tmcntaria di.' la dagucrrottpia (lo
'>C H: .,ub-.titu ido por el retrato colccti\'o
lación. El np.u.llo.., aun pe an kilos, la prcparac10n de las placas ' el penodo
, icrtc en un poderoso medio de propaganda y manipu
es de qui�· de pose :o.on largos) no facilitnba ...u tr abajo.
mundo en imágenes funciona de acuerdo con los intcre
rios de la prensa: la industri a, la finanza, los Sin embargo, la \Cota de la., lotografia., no respondió en
ncs ...on los propieta
gob1crnos. nh:-.oluto n las esperanzas de Brad,, que perdió toda su fortuna en
. .
o fiJar � a .1\l..'ntura. Finalmente tu\ o que ceder esas fotos a su principal
Ya a principios de la fotografía, se había mtentad
aún rudimen­ <U:�rCl'dor, la firma de productos fotografico� que k habla suminis­
:1contccimrcntos públicos en la placa, pero l a técnica
ón de que hubiern trado l'l material. Esta imprimió ' publico esas fotos durante ,ario�
taria .,oto permrua imágenes abladas v a condici
recordar las a,·entura del fotógraf o in· 3no.., p�ro Brady se hab.a arr-uinado.u-
una lut la\orable. Baste
haber Durante la guerra 1ranco pru.,iana de 1870, <;e tOmaron
gl� Rogcr Fenton. e x . abogado ' uno de los primeros en
·
.
co Ct�nto.., de fotografías y, micntra<, duró la brcw cdstcncia · de la Co­
intentado fotografiar una guerra, parn darnos cuenta del gignnte
IIIIHt.t C pag. J I ), �us dcf�n')orc., gu ... t.lhan d�..·jnr..,._. lotografiar en la.,
paso que luego recorrió la fotografía.
En febrero de 1855, Fenton se embarca para fotografiar l<i barrll';lda'>.1 1 Los que fueron idl•nti lkado't a tra'c' de l''a" imügc·
v lleva 1ll'" Poi lo!> policías de Thicr�. mur icron casi todo fu<,ilndos. Fue
guerra de Crimea (pág. 150). Le acompañan cuatro a istentcs
caballos. Ese pesado ve· la plinwr:.1 \"(;'7.. en la hi�toria que In 1 otugt afía sirvió como conficlcn­
con..,igo un gran carruaje tirado por tres
ll' <.k la policía.
hlculo, que había pertenecido a un bodeguero, le servía de dormito·
que embarca es enorme: El mismo año ( 1870) dcst•mbarcó en Nortcam�rica un da·
1 io v de laboratorio a la vez. El material

¡ t reinta y seis cajones, más los arneses de los caballos y su píen��! ttés_<.k_ 21 años, Jacob A. Rii., ( püg. 1 0). Ario., má'\ tarde llego a ser
. drft· Pcnodtstn del Ne11• York Tribwte. Fue el primero en rccurr ir a In
Tras llegar a destino, Fenton comprueba que tendrá muchas

96 C urü�r�l�c:RSI 1ARlA q¡
BtBl OT(C•
fotogrnfta como instrumento de crítica social para ilustrar sus
Nacimiento del fotoperiodismo en Alemania
arttculo� sobre la� mtscrablcs condiciones de ,·ida de los inmigran­
te'> en lo� banios bajo� de Nuc,·a York. Su primer libro, Có1110
\"II'C la otra llltlcld, .:1parece publtcado por Scribner, de NueH\ York,
en 1890, ' cunmuc\c hondamente a la opinion publica. M;,t., adelan­
te, se \era 'l'(.UIH.I<tdo por Ll..\\ ,., \\. Hine (pag. 13i). un wdolo�o
que entre 1908 y 1914 lotografiará niños, tanto durante �u trabaJO
de doce horas por d1a en c;.:lmpus ' fabricas como en la!> u"alubres
, ¡, iendas de lo _,/11111�. c.,a., fotos despiertan La conciencia de los
norteamericano:-. ' \U'>cat;,m un cambio en la legislatura sobre el
trabajo de los mno'> Por 'ez primera, la fotografta actüa c;omo un
arma en 1.1 lucha por d mc,Uiamiento de las condiciones d\.' \ idd
de la capas pub1\.'s de la '>Udcdad.
Jacub A. Rw. ' Le\\ls \\. Hme son aficionados qu\.' u'>an la
foto para dar ma\OI c;rethbiliuad a '>US artículos, pero a pa1111 del
momento en que 1.1 loto C'> objeto de un uso frecuente en la prc;·n­ La tarea de los primeros reporteros fotógr
afos de la ima­
sa, :lptlll'Ct'll lo., primeros reponeros fotógrafos profesionales. No ¡:cn con istia en hacer fotos aisladas
_ para ilustrar una historia.
tardan en adquirir una reputacion deplorable. Para hacer fotos en Ilabra que esperar a que la propia im::�ge
n se convierta en historia
el interio1 , util 11on magnesio en polvo. Produce una luz cegadora que relat� u� acontecimiento en uno serie
de fotos, acompañada de
y al mismo tiempu propaga una humareda ácida y un olo1 nause:l­ un texto hm1tado con frecuencia a meras
frases, para que comience
bundo. Pot c.,�, epoca los ::�parntos loLOgráficos eran aun muy pe­ lu fotografía.
sados. La eiL•cción de fotógrafos reposaba más en su 1 uerza 1 1sicn . La historia d l retrato fotográfico
� se inicia primero en
que en -.u tah.•utu. orprendidu-. por b luz repentina v cegadora, lo., frnncm y luego se exttende al mundo
entero. La historia del foto­
pcr.,una jc..•s •whnn qucdut con la boca abierta o guiñando un ojo period ismo, por el contrario, cobra !>U
impulso en Alemania. Ale­
,. aparc;•c1an l'll po.,tunt., 1 idtculas. El objetivo de tale� lotógraro., mnnia fue el país donde trabajaron los primero!>
_ _ grandes reporteros
bu...caba :mle todu coiiH'J.:IIir u11« foto, cosa que entoncc<, quena lo1ograficos d1gno s de ese nombre, que dieron pres1igio
al oficio.
decir que la imagen u:nta que ser clara y (ácil de rc;>producir. El . Tr-�s la pri�era guerra mundial, pro,oc
ada ) perdida por
::l'pecto de la pcr'>ono retratada preocupaba mucho menos a fo­ Akmanta, e ta atravtesa una gra,-e cri
¡., polltica \ económica. La
togra(o., } redactores. L'l., gente., del mundo ) de la pohuca que 1 República substituye a la Mon::�rqum
del K:user, proclamándose
fu�·ron .,u., primcrn'> 'te tima!> no tardaron en coger manta a e os cr Weimar en noviembre
de 1918. La mayona uel pueblo alemá
n
fotogtalos ) lo'> ue.,pr�·ciaron. Lo periodistas. encargados de rcd::�c a qu1en le habían inculcado durante
_ siglo'> la obediencta a la au­
tar el arttculo, lru)'h.t.lban con uificuhades cuando trataban de;· tm· tondad, no comprende el sistema plural
ista de partidos sobre el
poner al fotógrafo '\mguna de esa-. fotos iba fi�ada por '>U'> au que de cansa una democracia repub
licana. Ven ese sistema como
torc., v el C'itotuto del fotógrafo de pren a rectb1o duranle casi un igno de debilidad que perjud
. ica la autoridad del Gobierno.
medio -.iglo una c.:on'>ideracion inferior, comparable :ti de un im· Lo., '>ocialdemócratas que dirigen la nuc\a
república se ,·en acusa­
pie criado a quien IL· dan ut·dene-., sin poder de iniciall\a. lliw folt:l dos desde u n principio de traicionar
al par • puc ello son quiene
uno mtl'' a rata d\.' reporteros fotógrafos para que la profes1on . nl· h10 de firmar el tratado de Ver
olles. La jo\ en democmcia carece
canlanl un p1e... t ig1o P�.:ro aun ho\ . ese oficio es la mal con.,iderado d fuerza al estar dividido us jefes. El aln izquierda del partido
por mucha g«.•ntc;· , .,u., r�·prc'-ot'tllantc son objeto de dcscunfianta sudaldcmócrata se escinde
y funda el •Spartakusbund•, que fo­
)' de-.dcn. Al ig11al que en lo., primeros dias de su imenciun, la fu· menta una re,·olución en Berlín. El
Gobierno la sofoca con ayuda
togralia otral' n mucha ... pcrl>onas '>in cullura que creen haber en dl la Reichwehr, que no es
otra que el \icjo ejército del Kaiser,
conlrndo en ese oficio fácil de aprender, un medio de ganarse la al mando de oficiales reaccio
. nario!-. Los jefes espartaquistns, Karl
' ida, !>lll que nad<t les haya preparado para ejercerlo. A e!>tas últi· L1cbknccht y Rosa Luxemburgo, muere
n cobardemente asesinados.
mas se añ::�dc;• una nue\'O razn de reporteros, nacida en llalia c;·n lol> l.a alian7.a con el ejército, hostil a los socialis
ta<;, es un error fatal
años cincuenta, lo., ¡w¡wm::�i. Sus éxitos no hacen má'> que numen· del �obierno y más tarde
provocani su cafdo. En 1920 el ejército
tar la depreciocion del oficio. Ya \ol\·cremos sobre el tema. St.: ntcga a combatir un putscll
de dcrccha.s en Berlín; el Gobierno
lo domina con
dificultades. Hitler y el general Ludendorff fomen·

98
99
tan un plll�c/1 en Munich en 1923. Riller sufre detención y condena
i.l yarios años de presidio, aunque unos meses despw.!s recibe el
indLI ItO. Aprovecha ese periodo para escribir su libro Mein Kampf,
qué llegará a ser la biblia de los alemanes. La situación económica
..:'> desastrosa. El tratado de Versallcs exige unas reparaciones de
1.11 amplitud que Alemania no puede cumplirlas. En 1923, las tropas
rranccsas ocupan Rcnania, donde se halla la industria pesada, con
intención de desmantelar las f:.'lbricas. Esa medida supone la ruina
financiera y la inOación; lo� precios no tardan a contarse por bi­
llones. Es frecuente el espectáculo en esa época de cruzarse con
pcr�onas por la calle que llevan un maletín para guardar los abun­
dantes billetes de banco que ya no caben en un biJietero ordinn­
do.11" En 1923, se devalúa el marco. Un billón de rcichsmark cqui­
,,uc a un rcntenmark. El gran capital y lo terratenientes se \'en
menos afectados por dicha mcilida que la media y pequeña bur­
guesías. Pora ésta!> la devaluación significa la ruina. Diez años des­
pués estas clases son las que volarán en masa a [avor de Hitler.
Gracias a la hábil polftica del Ministro de A untos Exteriores, Gus­
ta\ Stre cmann, Alemania ingresa por fin en el seno de la Sociedad
de Naciones y participa en confcrcnl·ias internacionales que rc\isan
el importe de las reparaciones.
La Rcptlblica de Weimar apenas dura quince años. No
obstante, el espíritu liberal que arraiga en Alemania durante ese
breve período, permite un norccimiento extraordinario de las artes
) la� letras. En los afios veinte, toda una pléyade de grandes escrito­
rcs ::.e impone en Alemania. Ln montaiia mágica, de Thomas Mnnn,
aparece en L924. Franz Kaf ka, el escritor más importante en lengua
alemana de esa época, mucre el mismo año en Berlín. Un año des­
pues ::.e publica su obrn pól>tuma, la novela inacabada El proceso,
en dondc ya Sl! describe proféticamente el régimen de terror de
los años treinta. Los nuevos músicos son Alban Berg y Paul Hin­
d�:mith; los directores de orquesta más célebres, Wilbelm Furt­
wangh:r y Bruno Walter. Albert Einstein recibe el premio Nobel
en 1921. Las invel>tigacionc� p icoanalíticas de Sigmund Freud y su
l�'lapia se vuelven mundialmente célebres. Entre los pintores,
fran:r. Marc, Wassily Kandinsky, Paul Klec, Emil Nolde, Kathe
1\.ollwitz y Gcorge Grosz dominan las nuevas tendencias del arte.
Kurt Schwittcrs y Richard Huclsenbeck son los representantes más
notables de Daclá en Alemania. En 1919, el arquitecto Walter Gro­
P•us funda la Baulwus, cuya infiuencia crece de año en año y re­
bu...a las fronteras alemanas. Laszlo Moholy - Nagy que llegará a ser
uno de los maestros de la Bauhatts tendrá un inf1uencia decisiva
en la ( otografia. Ya hablaremos de ello más adelante. Berlín, ca­
pitul de la jo\·cn repüblica, se afirma como el centro de los movi-

Nacimiento de la fotografía cándida (Erich Salomon, conferencia de


La l-lttya, 1930, 1 h de la madrugada)

101
mientos artístico!; e intelectuales. Su teatro alcanza la fama gr.,. lutogrülicn pa �a sacar [otos qu� lut.>go le !..Cn ton
<.;umo prueba dc­
cias a los dircctorc't Max Rcinhardt y Erwin Piscator y a las obro' l.ullc de los tnbunales. Ero la primer<! \e/ en \U \ida
que utlli7..aba
de Bcrtoll Brecht, Ern'tt Toller y Karl Zuckmaycr. Las película, una camara.
mudas de la UFA, dirigida por FrilZ Lang, Emst Lubitsch ) otro., ¿Como se le ocurrió comertlrM! en profe�•onal
de la roto­
talentos. conocen una reputación universal. La prensa, que se habsa rafia? Al>í cuenta sus inicio : Ln domingo, C'>tando vo sentado
nsto severamente ccn'>urada durante los años de la guerra, cobra en la terraza de un restaurante a orillas del Sprct•, est;lló

una (u
un nuC\O impul!.o bajo la república liberal. Ju\a t�rmenta. A- inutos despué:. llego un \ cndeclo
1 de pcriodico.,
En toda la., grande!> ciudades alemanas aparecen re' istas ' l:Onto que el CJclon habm derribado .1rbole
s � qul! una mujet
ilustradas. Las do'> mas importantes son el Berliner /llu.stricrte y h.tbla muerto. Entonces cog1 un t.l:\1 \ a\ i e a un lotogra
fo. Luego
el \1ii11cl111er Jllw.ttterte Prene, que tiran cada una en el momento o l rec1 esos documentos C'(clusl\ O'> .l la ca'a Ullstein . Me du�ron
de u ma,or c'ito c.a'>i dos millones de ejemplares y están al alean· 100. marco . a ca":lbio. Entregue 90 mar�:o,.. al fotogrulo \ pense que
ce de todo el mundo, pues cada ejemplar sólo cuesta 25 pfemug. meJor hub1era s1do que yo m1smo h1ciera las fotogra
flas. Al d1a
Se inicia la edad de oro del periodismo fotográfico y de su fórmula siguiente me compre! una camara•.'·•
modema. Oc �u pjginas de aparecen cada vez más los dibujos De de 1925 aparecen en los pe1aódJCos anuncio
s que elo·
para deJar sitio a la., fotografsas que reOcjan la actualidad. giJn un nuevo apara1o fotogralico:
Loo., fotografo'> que trabajan para esa prensa ya no tienen
nada en común con los de la generación precedente. Son unos
gelltlt!ll/1!11 que por su educ:Jción, su manera de vestirse y de com· FOTOGRAFIAS DE NOCIIE Y DE INTERIOR S l N FLASH
portar!>l'. no \e di,tinguen uc aqul.'llos n quienes deben fotografiar.
Cuando se trata d\.' hace1· lotos en una noche de ópera, o durante �
Snqu� fotos ust� mbmo t:n t•l t t• nt ro d u 1 au te la represcn­
un baile importante, o en �.:ualquier otra manifestación donde hay taclon. ExpostcJone:. de �.:ort.l duradun o in.,tan t•ncas.
(
que Ir de etiqueta, también ellos visten de etiqueta.120 Poseen buenos Con l a cámara ERMANOX, pequcna, de fácíl manejo y
module�. hablan IL•ngun� �xtranjerus y no se diferencian de los roco \ isiblc.U'
dcmá:. a...i ..tcntc:.. IZI fotógrafu no pertenece ya a la clase de em­
pleados ubaltcs no-.. .. ino que él mismo procede de la sociedad Cl anuncio \'a ilustrado con una fotogralin nocturn
a de la ciudad
burguco.,a o de la as istocracia que ha visto menguar su fortuna o c.l� Dn:...dc.
su po·ición poluica, pero que conscn·a su estatuto social. U na c:ímara de ese tipo era un.a g 1 .m nm C<kld. La
Erma·
El m:h celebre de entre esos fotógrafos es el doctor Erich no\D cra pequeña ) ligera e iba pro\ bta de un objcti\
o F : 2 de Ju.
Salomon. Tal como 'a indica su u tu lo, había recibido una educa· mmo..sdad excepcional para su epoca. o ob.,tante, para
consegu i r
cion da ica. Salomon exige que le llamen cHerr Doktor», pues co­ fotu� tomadru. en el interior a u n habaa que recurri
r a placas de
noce la p'tscologia de sw. conciudadanos. \ 1dno, pucs eran mucho ma.. Sl'n'>iblc qul
la' pdllUI.h c\i'ttentcs.
ocido en Berlin en 1886, procede de un medio acomodado A hn de obtener un resultado '!>iltl\factorio,
hab1a que proceder
de banquero'>. \1orisá en 1944 en las cámaras de ga de Ausch\\ ltz. adcmas al revelado de las placas en baño'> eo.,pecia
les. La profundi·
Toda su acti,·idad de fotógrafo se desarrolla en cinco años: 1928- dad del campo era tan limitada que habaa
que calcular las distan­
1933. La gran c:anudad de fotografsas que realizo y Jo, múltiples Cia cnc;i al cent1metro. Pero pe.,c a todas
eo.,a, dihcultades, ,a c;e
temas que cubrio en ese rcuucido período, demuestran su incan· poch.10 hacer fotografta in na h. alomon Sl'ra el primc;o en
sable cnergsa ) 'u gran talento. Salomon cursó estudio de derecho. tentar la C\períencia de fotografiar a !:!ente
..in que e ta se dé
luego fue mo,iliL.tdo en 1914. Durante \arios años \ Í \ i o prisiont:ro �ucnta. Tales imagenes serán \ Í \ a s porque carecerán de pose. Así
de los france!.co.,. Regrcc;ó a Berlín en 1918. La situacion cconómka lm�.:n ta la fotografía •cándida•, la foto
clco.,apcrcib1cla, sacada a lo
de la posguerra no era muy propicia para estableccr�e de abogado. '1''u De esl! modo comienza el fotopcriodbmo
moderno. Ya no será
Su familia, al igual que tantas otras de la clase media, habfa pcr· 1., nuidc/ de In imagen la que marque .,u
valor, ,ino .,u tema y la
dido gran rartc dt· :.u fortuna. Tntcntó ganarse la vida en loo., m: cmocion que suscite.
gocio y luego entró en el departamento de publicidad de 1::1 castl Para pasar desapercibido, el fotógrafo ha de evitar que le
Ullstcin. Una dc Mis tareas consistía en vigilar que se rc�petar:tn \·c�1n y que le oigan. Por consiguicntl!
pre..,cindirá del flash, lo cual
los contratO!!, C!-.tablecidos por campesinos que alquilaban las pa· n�ora Ya es osiblc. Pero Salomon
� advierte que el disparador es
.
dt:ma\lado ru1doso y que
redes de !.US cm ..as para carteles publicitarios. Se suscituron va· su chasquido delatar(t inmediatamente la
ríos procesos y Salomon conseguía que le prestaran una mtlquina Pr"'"lncin del fotógrafo, con que �e
hace wnstruir un disparador

102 103
especial que opera sin ruido. La publicidad de la « Ermanox» pre­
;-
1enga renombre en las artes: Richard Strauss, Toscanini Pau
tendía que se podían hacer fotos en el interior, pero para lun:.;-;­ Casals . . . E n Norteamérica toma fotos de Randolph Hearst, el ey de
guirlo seguía siendo indispensable exponer las placa� entre mc<ho los periódicos norteamericanos, en su propiedad de California.
y un segundo. Por lo tanto hacia falla un trípode, co!>a cng1•1111' Luego, de nuevo e n Berlín, fotografía a Albert Einstein o a literatos
y difícil de ocultar. Además, para vender fotos a la pr<.'n:.a, ._,,¡.� ... como Thomas Mann. En L 9 3 1 , pasados apenas tres años desde su
debían ser únicas y de gran actualidad. Hacia 1 928, cstaha c�lrkta­ debut, publica un álbum de 102 fotografías bajo el título: Contem­
mentc prohibido en Alemania sacar fotos de los tribunales; sin t!lll pordneos célebres fotografiados e11 momentos inesperados. 1?4 En
bargo la primera imagen que Saloman publica el 9 de febrero dl.' un largo prólogo explica sus ideas y su método, válidos aún hoy
1928 en el Berliner Illustrierte está tomada precisamente en un tri­ para un reportero fotógrafo, con excepción de ciertos problemas
bunal. Aparece con el siguiente texto: «Un caso criminal que ha técnicos ya resueltos desde entonces.
dado mucho que hablar estos últimos tiempos. El colegio Krantz «La actividad de un fotógrafo de prensa que quiera ser
ante sus jueces». La fotografía aparece casi difuminada pero es l a más que un artesano, es una lucha continua por su imagen. Del
única foto sacada dw·ante ese proceso sobre e l que la prensa mismo modo que el cazador vive obsesionado por su pasión de
publica un sinfín de artículos, utilizando ese caso para atacar el cazar, igual vive el fotógrafo con la obsesión por la foto única que
sistema educativo y para estigmalizar a la juventud de posguerra. aspira a obtener. Es una batalla continua. Hay que Juchar contra
Al día siguiente de una surprise - parly en la que habían participado lo¡, prejuicios que existen a causa de los fotógrafos que aún trabajan
tres chkos de menos de veinte años y una chica de dieciséis, se con flashcs, pelear contra la administración, los empleados, la po­
descubrieron los cadáveres de dos de los chicos. Se supo que uno licía, los guardianes; contra la luz deficiente y las grandes dificul­
de esos muchachos hallados muertos habia tenido relaciones ínti­ tades que surgen a la hora de hacer fotos de gente que no para
mas con la chica. Acusaron al superviviente, un colegial de 17 años, de moverse. Hay que captarla en el momento preciso, cuando no
de haber asesinado por celos. Fue absuello.123 Años después alcan­ se mueve. También hay que pelear contra el liempo, pues cada
zó una reputación en el mundo ele las letras gracias a sus novelas periódico tiene un deadline al que hay que ant iciparse. Ante todo,
que publicó bajo el seudónimo de Ernest Erich Noth. un reportero fotógrafo debe tener una paciencia infinita, no ponerse
Esa foto «única» le reportó a Saloman una cantidad de nunca nervioso; debe estar al corriente de los acontecimientos y
dinero similar a la que ganaba en UUstein cada mes. Abandona enterarse a tiempo de dónde se desarrollan. Si hace falta, hay que
entonces su empleo para dedicarse exclusivamente a la fotograHa. recurrir a todo tipo de argucias, aunque no siempre salgan bien ...
A raíz de otro proceso, el caso de un criminal, oculta su cámara Cuenta Saloman: «Cuando en \'erano de 1929 llegué a la·
en una caja y el trípode en un chal. Cuatro de sus fotos aparecen primera conferencia de La Haya, me enteré de que los ministros
e n la misma revista y causan ¡,ensación. Henderson, Stresemann, Briand y Wirth y el Ministro de Asuntos
A partir de ese momento aprovecha cualquier suceso para Exteriores belga Hymans se reunían cada tarde a las cuatro en el
hacer fotos. Se convierte en el fotógrafo litular de las grandes con­ balcón del Gran Hotel Scheveningcn. Como no pude obtener el per­
ferencias internacionales. Asiste a sesiones del Reichstag, fotografía miso de hacer fotos de ese balcón desde el interior, no me quedaba
a todas las personalidades importantes de la política y de las artes. más remedio que fotografiar esas conYersaciones desde el exterior.
Se introduce en todas partes. Con ocasión de la firma del pacto El balcón se hallaba a dieciséis metros por encima de un garaje, y
Kellogg en La Haya, comenta: «Ocupé el sitio reservado para un luego ya venían la playa y el mar. Ninguna casa enfrente. Decidí
ministro-polaco que no había venido». E n seguida comprende que alquilar una escalera de incendios, de diecinueve metros de alto.
es más difícil que le expulsen de un sitio qu� n o que le admitan. Me las arreglé para que los cuatro encargados de la escalera me
Para ser un buen reportero fotográfico, hay que tener una pacien­ consiguieran una blusa blanca, un balde y una brocha, con objeto
cia infinita. Apro\'echando una sesión nocturna de los ministros de que la policía holandesa creyera que se trataba de volver a pintar
alemanes y franceses, en la segunda conferencia de La Haya, hace una publicidad. Mi intención era subir basta la punta de la escalera
fotos a las once de la noche y otras de la misma sesión a la una ) , a una distancia de 12 metros, sacar con la mayor rapidez una foto
de la madrugada, cuando algunos de los participantes descabezan de los diplomáticos en aquel balcón histórico. Para mi mayor de­
un sueño. No carecía de humor y esas fotos obtuvieron un éxito t:epción, el jefe del grupo me dijo que primero había que montar
enorme. Fotografía a Lloyd George y a Chamberlain en sus despa­ la escalera y fijarla con cuerdas antes ele que yo pudiera encara­
chos de Londres, saca las primeras fotos de la High Court of Jus· marme. Cuando al fin estuvo armada, su posición era tan tiesa que
tice de Inglaterra. No desdeña el público, y algunas de esas imáge­ me hubiese caído de haber tenido que usar mis dos manos para
nes recuerdan las caricaturas de Daumier. Fotografía todo lo que hacer la foto. De modo que mandé que incUnaran, pero eso resul-

104 105
taba tan arriesgado que Henderson lo advirtio desde la ventana. de la Mü1�clzner 1 llustrierte Presse, llegó a ser en 1930 su redactor
Justo cuando ya estaba subiendo, apareció el jefe de prensa inglé!>. jde. Kurt Korff había inventado la foto <<Ultrasecreta» y <<Única»,
acompañado de un agente secreto, y me pidieron categóricament(.' .1ún en el caso de qu:.:! a veces hubiera que recurrir a astucias que no
que retirara en seguida la escalera. Para evitar un escándalo, me vi !>iempre correspondían a la verdad. Stefan Lorant rechazó categóri­
obligado a consentir. No me quedaba otra solución que fotogra­ camente todas las fotos montadas. Hasta entonces, la prensa ilus·
Jiar la escalera».I25 trada reproducía fotos aisladas. La nueva idea de Lorant tiende
Cuando no hay argucia que le sirva para penetrar en una a estimular reportajes, es decir, a que se cuente una historia me­
!:iala de conferencia, fotografía la antecámara, creando divertida:­ diante una sucesión de imágenes. Bajo su influencia, los fotógrafos
imágenes a base de sombreros y paraguas, o de algún ujier dormido. comienzan a hacer series de fotos sobre u n solo tema que llenaban
Logra sorprender otra vez a los <<Seis Grandes» de esa época: varias páginas de la revista. Fue el primero en concebir la idea de
Briand, Lord Cusbendun, Herman Muller, Scialoja, Hymans y Von que el público no quiere que sólo le informen de los hechos y ges­
Schubert, desayunando juntos en el Hotel Beaurivage de Ginebra. tos de las grandes personalidades, sino que el hombre de la caJie
La foto aparece en septiembre de 1929 en el Berliner Illustrierte se preocupa por temas que se relacionan con su propia vida. Esa
bajo el título: « ¡ U n documento único!». Y en efecto, por esa época idea constituirá años más tarde el gran éxito de la revista LIFE.
era una novedad fotografiar a los grandes, o a los que se tienen A partir de ahora, ya no serán únicamente los grandes del momen­
por tales, en su vida privada. to, los actores célebres u otras personalidades de la vida pública
Aristidc Briand califica a Salomon de <<Doctor Mefistófe­ quienes aparezcan en las revistas, sino que también saldrán temas
les>> a causa de los dos mechones de cabellos ya grisáceos que le referentes a la vida cotidiana de las masas populares. La revista
adornan el cráneo. Todas sus fotografías llevan su firma. Es célebre. ilustrada Uega a ser un símbolo de la mentaJidad liberal de la
E l fotógrafo deja de ser una persona anónima, se convierte, por ¿poca.
el contrario, en una especie de sLar. Las revistas de Alemania y de En torno aJ Dr. Ericb Salomon, que ya tiene 44 años en
Europa se arrebatan sus fotos y las pagan a buen precio. 1930, se forma todo un grupo de jóvenes fotógrafos. Siguen siendo
Publicar fotos de las llamadas <<Secretas» se vuelve uno de unos free - lance, es decir, fotógrafos independientes que conservan
los atractivos de la prensa ilustrada. No obstante, cuando resulta la iniciativa sobre sus temas. Cada una de sus fotos va firmada, lo
verdaderamente imposible hacerlas, se publican fotos <<ultrasecrc­ que prueba la importancia que ya se concede a la individualidad
tas» que responden a un cuidadoso montaje. Bajo el título de <das del fotógrafo. Al igual que Salomon, no sólo son fotógrafos, tam­
primeras fotografías jamás realizadas en las salas de juego del bién redactan sus textos y pies de ilustraciones.'16 En su mayor
Casino de Montecarlo», Salomon publica en abril de 1929 una serie parte proceden de la burguesía y han realizado estudios. Se han
de imágenes, ninguna de las cuales se había visto precedida de inclinado por ese oficio a causa de las dificultades económicas y del
pose. La dirección del Casino no quería permitir en ningún caso paro que aqueja a la Alemania de la posguerra. Algunos de esos
que se sacaran fotografías de las celebridades que jugaban, aunque fotógrafos forman parte de la Agencia Dephot 121 (Deutscher Photo­
permitió que posaran sus empleados en un momentos en que las dieost), que trabaja en estrecha relación con las revistas y sobre
salas de juego aún estaban cerradas. La habilidad de Saloman con­ todo con Stefan Lorant. La agencia es una colmena de talentos.
sistía en dar tanta vida a sus fotos que parecían cogidas a lo vivo. Casi todos sus fotógrafos alcanzarán más tarde la celebridad.
El público no podía distinguir entre lo verdadero y lo falso, y el Uno de los reporteros fotógrafos que pertenece a la Agen­
interés de la revista consistía en imprimir fotos sensacionalistas. cia Dephot es Hans Baumaon. Nacido en 1893 en Friburgo, Bris­
Se fabricaban si hacía falta. gau, hijo de un director de orquesta, comenzó estudiando arte.
El redactor jefe del Berliner lllustrierter, que pertenece Movilizado en 1 9 1 4 , se encuentra al final de la guerra arite el mismo
al grupo de periódicos de la casa Ullstein, era Kurt Korff. Había dilema que afecta a tantos jóvenes cuyas familias se arruinan con
empezado su carrera como botones y debía su ascenso a su infa­ la inflación. Ha de abandonar sus estudios para ganarse la vida. En
lible memoria y a su instinto de periodista. Un día, uno de los 1 926, ingresa como dibujante en el periódico berlinés B. Z. mn
hermanos Ullstein le pidió que le trajera a toda prisa todos los Mittag. Se especializa en dibujos de los grandes acontecimientos
detalles referentes a un desastre marítimo, pero Korff pudo citarle deportivos y suele recurrir a fotografías. Decide convertirse él mis·
de inmediato todos los pormenores con cifras y medidas exactas mo en fotógrafo cuando su periódico empieza, como los demás, a
del barco naufragado. Ullstein se quedó tan impresionado que le dar cada vez mayor importancia a las fotos. Ya de niño sentía cierta
faciJitó un rápido ascenso en su empresa editorial. pasión por la fotografía; su padre le había regalado un aparato
Stefan Lorant, primero director de la oficina berlinesa cuando sólo tenía 10 años.12s Gracias a la Agencia Dephot, conoce a

106 • COPUN!Vt:RSITARIA 101


BIBL C:ll
Stdan Loranl y en 1929 comienza a trabajar para el Mii11clmer mec:-�nismos de prccisión.n: Nació en 1879 y ya de joven se
apasiona
_ bajo el p!.eudónimo de Felix H. Man, a fi n de dil>·
1/fustrierte P re;,c pOI la lot?�ralla. A Barnack le gustaha tl::tr largo-. p<.\seos a pie.
En

�:�da ucaswn
tinguir l>U nuevo olido c.le l>ll anterior profesión de dibujante. El>c s e ll�vaba un aparato del formato 13 x 18, aparato
. que
mbmo ai1o rcttlita el primer reportaje nocturno bajo el titulo: ''n l'mbargo re! utta agobtantc, aparte de qu.: la-. dobles cajas
de
Entre mcdianOLhe v la aurora en el Kurfürstendamm•, la artcna madera aún pesan más. P ra colmo ha de acarrear un
� trípode;
principul de Be1hn. -La re\ bta muniquesa le garantiza un mmimo B.lrnad., poco robusto, �ucna con un aparato que pudiera IIC\'arsc
de JOOO marcol> por me!>,1.!'1 a condición de que d proponga lo!> re­ en d bol�iJio. Durante sus largos aJÍO'> de trabaj:u en la industria
portaje de antemano. El>a suma es muy elevada para su tiempo l>i optica, en Jena, anda obse<;ionado por e-.a idea. Pero sólo cuando
¡;on!.idcramo� que e l -.uddo de un funcionaTio medio se !.ituuba al Ln 1 9 1 1 , llega a director del laboratono de imes ligaciones


de 1
rededor de lo 500 marco'>. Emrc 1929 y 1933, realiza casi 80 repor­ tábricas Lcitz, en \ ' t�lar, que fabnca mJCro<;copJos y prismáticos,
C::
tajes. Fotografla la'!> pbcinas popu1are , los obrero� de lru. fábrica!., llené a l fin la posibJildacl de reaht.ar 'tU'> sueño..,. Construyó una
escena!. de n!Maurantcl>, combates de boxeo, el Lunapark y mucho!. camara fotográfica de tamaño reducido para el que utiliza l a pe­
otros temal> qu.: alectan a la gran multitud que reconoce en Cl>a::. hcula del cinematógrafo de reciente imcnción, siendo la superficie
imágcn.:l> '>U propia ' ida, sus preocupaciones y sus din�rl>iones. �el ncgati\·o fotográfico doble que la de la cinta cinematográfica.
Es uno de los pdm�.:roc; rcpo1teros fotógrafos que desarrollará, en Se trata del formato 24 x 36 mm. Para que la firma Leitz pueda
estrecha colaboracion con Stcfan Loran t , la fórmula modcrna dél Lmpczar a construir sistcmáticam.:ntc c..,a nue\a cámara, habrá
reportuje.•\0 A comh!nwl> ele los años treinta, Lorant envía a Man a que esperar todavía varjos af1os de inveMigaciones. Se presenta al
Roma para que httga un l'l'portajc sobr.: MussoJini (pág. 1 1 6). J 1a'>la publico por \'CZ primera en 1925 bajo d nombre de Leica, aprove­
lhando la Feria [ndustriol de Leipzig, donde causa
cntonccs, sólo se k había visto en fotos con poses grandilocuentes. impacto. E l
Man permanece junto al Duce un día entero, desde las siete de 1� ..tparato v a provisto de u n objetivo 1 : 3,5/50 mm, pero en 1930 ya
sl' \'ende con varios objetivos intercambiables, lo cual amplía
moñona hasta las dil.:z c.l,.; la noche, y hace un reportaje que ha de con­
in�pirar u toda untl generación por la espontanc.:idad de las )má· 'iderablcmcnle sus posibilidades. Ltl cinta utiliznct:-� permite ex·
�en�:.., lomada'> a lo vivo. Man .-;e acuerda y dice: << E l dc::.pacho poner 36 vistas sin recargarla. Es una revolución en el trabajo del
Zt.: Mu.,.,ulini cru inmcn'to, lleno de columnas de mármol y de pila· pro!csional.
res comu la entrada de un mu�eo. Trataba a sus minbtros de lorma La mayor parte de redactores de la prensa ilustrada, acos·
mú<, bien dc�agradabk y con la mdyor desenvoltura. Uno de ello� tumbraclos a dirigirse a los operadores para conseguir fotografías
le 1 ra ju un coa reo voluminoso; algunas cartas llevaban la marca aisladas, no les permiten el uso de la Leica. Entretanto, la técnica
de " importante". 1us�olini obscnó los sobres. Si los encontraba de los nashcs había mejorado bastante ' las cámara<; de gran ta·
intere ante..,, leía l�h cartas. i pensaba lo contrario, echaba las maño p..:-rmiuan sacar copias directas. Ha ta una re\'ista como
cartas al aire ' el m i nistro tema que atraparlas•.01 El reportaje LIFF, fundada en 1936, no qu�na, en ..,u., c.:omienlO'>, que sus fotó­
causo '>cmadon ) le repono a Man 3000 marcos. grafo-. se sin ieran de la Lcica. Thomas Me A\O'f, que formaba
Cuando hojcamo� la� re\istas alemanas de finales de los pi.lrtc del equipo de los primero" fotografos contratados por L/FE.
años \cinté, nos trop.:zamos con nombres hoy célebres. tales como me ha contado las dificultadc que cncontro para imponerla: eMe
Moho!\ . Nag). de l a Baulwu.s, AJfred Eisenstaedt, por entonces habta trmdo una Leica a ra1z dl' un \'iajc a Europa, pero el redac­
fotógrafo principal de la Associated Press en Berlín, André Kertcsz, tor jefe l a consideraba como un juguete poco Sl'rio a causa de
Martín Muncaszi, Germainc Krull y otros más. hoy no tan conocidos, '>U reducido tamaño y me prohibió utilizarla. Apro\cchando una
como Wolfgang Weber, Umbo, exalumno de l a Baulwus, Marian ·C'ccpción oficial en Washington, hice ca"o omi'>o v, bajo las mira­
Sch\\abik, los hermano Gidal, y nombres como Helmut Muller J;¡s � tónitas de mis colegas que operaban con grandes aparatos y
Von Spolinski, Von Blücher, Freiherr Von Bechmann, que delatan nro\ tstos de nashes, saqué toda una !>Cric de fotos. Comparando
su origen aristocrático. Cada uno tenía su especiaJjdad en el re­ ni-; clichés con los de los demás, la dirección admitió que mis fotos
portaje: deportes, teatro, acontecimientos políticos, etc. llnían mucha mayor atmól>fcra y que eran más viva , pues yo no

En 1929, la mayoría de esos reporteros fotógrafos utilizan habta recurrido a tlashes y había fotograliado a la gente sin que
aún una « Ermanox», pero a principios de los años treinta, Salomon, l'�ta se diera cuenta. A partir de e'!c momento, la Leica fue apre­
Man y otros comienzan a usar la Lcica. La invención de esa nueva Ciada en todo su valor y todos los fotógraro� <.iguicron mi cjem­
cámara será In que abra verdaderamente Ja vía del fotoperioclismo pfo,,,ln

moderno. Realicé una experiencia similar. En 1937, Julien Caín, por


La Leica fue inventada 'por Oskar Barnack, especialista en l:nlonces Director de la Biblioteca Nacional, me pidió que foto-

108 109
grafiara todas las bibliotecas de París ( m i primer encargo oficial) La nueva mentalidad democrática que se manifestó
en Ja
para la Expol>icion Uni\·crsal de 1937. Cuando me presenté en la prensa ilustrada alemana, se cerró brutalmente con la llegada
de
acional, el director me declaró al ad,·ertir la pequeña Lcica: •Eso H i t ler. Alemania apenas estaba empelando a recuperarse cuando
no es nada serio, vucl\·a con una cámara profesional de verdad•. estalla la crisis económica en Estados Unidos. El crack de la bolsa
Me echó. TU\ e una idea. Fui al marcllé aux puces y compn! por de Nue\·a York, ese famoso viernes negro de octubre de 1929 tiene
uno!> cincuenta trancos un dejo modelo de madera de formato ¡
gra,·es consecuencias a causa de los multiples capitales nor eame­
1 8 x 24. Esta \CZ, el director quedó satisfecho y coloqué el aparato ricanos invertidos en Alemania. Durante los años que siguen au­
'
sobre un tnpode \Oiuminoso. Con la cabeza oculta bajo un gran menta dramáticamente el paro, de modo que en 1932 se cuenta
paño negro imule ajul>tar el enfoque. El aparato ni siquiera lle· ,asi en seis millones Ja cifra de parados. Su miseria es uno de los
,-aba placal>. Cuando se hubo marchado la autoridad, saque tran· factores decish·os del acceso de Hitler al poder. Con las dificultades
quilamcntc toda una cric de fotos con mi Leica, cogiendo como de la 'ida económica, se radicaliza la \ida política. Ahora los par·
modelos a las \ iejal> ratas de biblioteca sumidas en la lectura. udos, particularmente los nazis y los comunista , hacen alarde de
Como no usaba flashes, pa!>é desapercibido. U n anciano distinguido organizaciones paramilitares. El canciller Brüning ya sólo gobierna
de largol> bigote blancos, que dormía sobre sus libros ronsando mediante decretos de excepción y prácticamente se desentiende del
dulcemente, fue mi primera ' ictima. Un monje Yestido de esta· Parlamento que ya no tiene ningún poder. El 30 de enero de
meña, enfrascado en antiguos infolios, la segunda; y así siguieron 1933, Hindenburg, Presidente del Reich, le encarga a Hitler as­
otros. Gran parte de mis fotos sir\'ieron para el pabel1ón de la c�nd ido a Reichskanzler, que forme nuevo gobierno. La S.A. q ema
_ . .
u'
literatura, en la exposición universal. El reportaje sobre la Bi· pubhcamente en Berhn los hbros de los escritores más conocidos.
bliotcca Nacional apareció en la revista Vu, en su n.o 463 del 27 Alemania se dispone a sumirse en la!> tinieblas y la bruma. Miles
de enero de 1937 bajo el título: Un grand reportage de Vu a la de personas, la élüe intelectual y artística, van a exilarse. Los que
Bibliotlleqtte Natio11a/e: la premiere usine intellectual/e du Mo11de. no lleguen a escapar a tiempo, acabarán encerrados en campos de
La conquista del mercado por Leica se refleja en las cil'ras concentración. La prensa queda amordazada y estrechamente con·
de su producción. En 1927, la firma había sacado J 000 aparatos; trolada. Todos los sospechosos de no admitir las ideas del Tercer
u n año después, 10 000. En 1931, esa ci[ra asciende a 50 000 aparatos Reich pierden sus puestos de trabajo. Igual sut:t te corren los que
v dos años más tarde a 100 000. Hoy en día su producción rebasa no pueden demostrar que son de pura sangre aria. Los redactores
ampliamente el millon. La Leica, constantemente mejorada, logra de las grandes re\·istas se ven substituidos. Kurt Korff huye a Aus­
que el nombre de la firma Leitz sea célebre en el mundo entero. tria y luego se va a Norteamérica, Stefan Lorant no puede e\'itar
Pero la!> imitaciones del aparato se extienden más o menos por que lo encarcelen y sólo debe su libertad, uno meses más tarde,
todas partes. Dcsput!s de la ultima guerra, las firmas japonesas son al hecho de que puede demostrar su origen húngaro. Huye a In­
las que sobre todo le hacen una feroz competencia. glaterra, donde fundará en 1938 el Picture Post, que -desde buen
La fit·ma Lcitz, fundada en la ciudad germana de Wetzlar. pnncipio-- conocerá un éxito enorme. El Dr. Erich Saloman huye
en 1849, e!> una empresa familiar. En 1972, la cuarta generación con su mujer y sus dos hijos a Holanda, donde tiene familia. Como
es la que se encarga de dirigir las fábricas, que producen má!> de C'i judío, morirá exterminado con uno de sus hijo:. diez años más

6000 objetos de mecanismos de alta precisión, compuestos de 70 000 tarde. Casi todos los miembros de la Agencta Dcphot se marchan.
pieza!> diferentes. Los técnicos están altamente especializados y Fclix H. Man, que en el momento de la subida de Hitler se en­
sus sueldos son altos. La fabricación de la caja de la Leica, que cuentra en el extranjero y dado que es un demócrata com·encido.
comprendía más de 700 piezas por sí sola, ya no era rentable. Su decide n o ,·oh·cr más a Alemania. Llegará a ser, con Kurt Hubsch·
precio de ,·enta no sobrepasaba el precio de su fabricación. En 1972 mann, que cambia su nombre por el de Hutton, el colaborador de
la firma Leitz se asocia con el grupo Minolta. Gracias a los bajos Lor�nt L'n Inglaterra. Ina Bandy trabajará para la revista Vu de
salarios pagados en Asia y a la mecanización de la producción, P.uü. Alfrcd Einscnstacdt y Fritz Goro l>C instalan en Norteamérica,

Japón fabricará equipos menos caros. Leitz concluyó asimismo un do ldc formarán parte del grupo de lotógraro:. de LIFE. Andrei
!
acuerdo con la firma Advanced Metals Research de Burlington, E<i· Fnedmann, que había empezado como fotógrafo a la edad de
tados Unidos, y en el dominio de la microscopia electrónica firmó 17 at'\os en la Agencia Dephot, pasa a Francia donde usará el seu­
un tratado de cooperación y copropiedad con la firma suiza Wild 1 dónimo de Capa, bajo el que no tardará en hacerse célebre. En

Heerbrugg.1l4 Hoy las empresas familiares, por poderosas que sean, 1947 fundará la Agencia Magnum.m Todos los que habfan creado
están condenadas al fracaso si no forman parte de trusts, basados en fotopcriodismo moderno en Alemania propagarán sus ideas en

el extranjero y ejercerán una influencia decisiva
la interpenctración de los capitales internacionales. en lo transforma·

1 10 111
ilustrado en Francia, Inglaterra )' Estado-, guerra. Mientras l a población alemana carecerá de alimentos
cton de la prensa ' a él
nunca le faltará nada. Pero, en el momento de los procesos con
Unidos. . . l ra
La elección de redactores de las re\istas aleman
as s" 1os Jeees n�. s, l e detendran Y le condenarán, en 1947, a la pena má-
_ .
d al Tercer Reich. \lma de d1ez anos de rrabaJOS forzados ) a la pérdida de toda su
ba a ahora en criterios exclusi\os dt: fidelida
n lo� organi'>­ fortuna, como beneficiario ttpico del Tercer Reich. El 25 de junio
Solo pueden publicar las fotograf1as que les manda _
s. E l hombre todopo deroso de la prensa 1lustrada de de 1948, esa sentencia sufrirá revisión ante otra cámara de acusa­
mos oficiale
en en Furth. c.i?n y su pen� se verá -:educida a tres años de trabajos [orzados.
los nazis es Heinrich Hoffmann. Había nacido
1885
su familia lle,·a una tienda de rowgra­ 01cha sentencia fue obJeto de una nue,•a casación por vicio de
cerca de Oarmstadt, donde
la edad de años, se establec e por su cuenta en forma, pero luego la cámara de acusación principal de Munich
fla. En 1908, a 23
en Ba\Íl'ra un elevó otra wz su pena a ci.nco años de trabajos forzados, que le
Munich como fotógrafo. A principios de 1919 estalla
que proclam a una Republ ica de los fueron conmutados por el uempo pasado en la cárcel; le retiraron
movimiento revolucionario
Reichsw ehr liquida ese modmi ento tra., una batalla por un período de diez años todos los derechos de reproducción de
So' iets. La
asesinado, lo ">US archivos y le privaron del título de « Herr Pro(essor•. Le con­
sangrienta. Uno de los jefes de la rc,·uelta muere
cierto tiempo reina en Munich la guerra fiscaron toda l a fortuna, e:xceptuando 5000 marcos dejados para
demás huyen. Durante
lloffma nn aprove cha esos meses tumultu osos pa1 a que mantu\'iera a su familia. Finalmente otra cámara de acusa­
ci\ il. Heinric h
del mundo en­ ción decidió borrarle de la lista de criminales de guerra·' le consi­
hacer un sinfm de fotos que vende a los periódicos
tero y gana as1 mucho dinero. Cuando Hitler funda, a finale �t.: deraron únicamente como un simple ejecutor. En 1957 se anulan
mcdta todos los procedimientos seguidos en contra suya. Muere a finales
1919, su partido que, por esa época, sólo se compone de
de periódi cos norteam erica­ de ese año a la edad de 72 años.116 Sin duda alguna Hoffmann fue
docena de afiliados, el poderoso grupo
dólares si logra consegu irle foto� tle uno de los nazis que más provecho material sacó del régimen hit­
nos Hcarst le ofrece 5000
en afiliarse al lcriano.
Hitler. Lloffmann no duda, por obtener esas fotos,
ínl �mos de l � il­ Sus archivos habían quedado confiscados y una parte fue
partido nazi. Acabará siendo uno de los amigos m<\s
en c.!l su conflan za abs oluta se h.ar� fotograhar t r�nsfcrida en 1947 a la Library of Congress de Washington. A co­
lcr. que depositará .
y
mov1m1entos y sus mienzos de los años sesenta, su hijo y heredero que también se
en toda clase de poses: así puede estudJar sus
durante sus dis­ 11:.-�ma Heinrich y que recuerda haberse sentado en las rodillas de
gestos para retener los más \'cntajosos y usarlos
Cuando coge? el en 1933 . ..,era llolfmann Hitler cuando tenía tres años, gana el proceso que había entablado
cursos (pag. 1 15). podc?r
exclu Í\o a para recuperar los derechos de reproducción de la colección de
compañero de primera horn, quien reciba el derecho
año, Holfma nn es nombrado fotografías de su padre, cuyos negativos originales posee, pues las
publicar fotos obre Hitler. E'>e ml'>mo
ag y en se le confier e el utulo de • Herr agenc1as del mundo entero se habían apoderado de las copias para
miembro del Reichst 1938
negocios y explota \Cnderlas en beneficio propio.
Profe sor•. Hoffmann es ante todo hombre de
. una agencia y una El relevo de las revistas alemanas de mentalidad liberal
al máximo la exclusividad de su<; derechos Crea
propag anda nazi se rodea de todo pasó primero a la revista francesa Vu, fundada en 1928 por Lucien

editorial, cuvo objetiv o es la y
serán lo� nicos Vogcl ( 1886-1954 ), editor, periodista, pintor y dibujante de talento.
un estado mayor de fotógrafos. Tales fotógrafos
autorizados a hacer fotos de Hitler y de todos los acontec1m1entos Efectúa sus comienzos en el periodismo en 1906, encargándose de
los periódi cos � revistas han de pasar por él, Y 1� dirección artística de la revista Fémi11a. Unos años después, di­
oficiale s. Todos
inmens a, adquiere ngc Art et Décoration. En 1912 funda la Cazette da Bon Ton y crea
también la prensa mundial. Gana una fortuna
propiedades y una colecció n de pintura . �asa su hija con el Führer otra re\·ista, Le Jardin des Modes.
\·on Sch1rach . Lucien Vogel tenía una gran personaJidad e ideas muy

de la juventud alemana , Baldur . .
una ongmales. Era ombre afable, rubio, con unos ojos azules y lumi­
Cuando estalla la guerra, Hoffmann organiza en Berlín
da de controla r todas las fotos hechas nosos. que refleJab�n un carácter determinado y una amplia ge­
central fotográfica encarga
más apr<; nerosidad. Sus rev1stas de modas se caracterizaban por un gusto
en el frente. E l será quien elija las que le parezcan las
Establec e una verdade ra fa· rc� nado :nuy parisino y por sus ideas liberales. Ya a partir del
piadas para la propaganda alemana. r
contrati pos pnra enviarlo s a toda la prensa con Primer numero de Vu, Vogel rompe con la clásica fórmula de la
brica; manda hacer
s de f� to aislada, tal como la practicaba L'lllustration una de las re­
la obligación de publicarlos. Pero sólo él percibirá Jos derecho ,
�nfis· VIstas más antiguas de Francia. Vogel se rodea de colaboradores
reproducción. Cuando los americanos ocupen Baviera, le �
. No obstante , el ejército america no lo ut11tzará excel entes, escritores y periodistas capaces, como Philippe Sou­
carán los archivos
criminales de Pault, al que en\'iará a Alemania, o Madeleine Jacob, que había
para reconocer entre sus miles y miles de fotos a los

J 13
112
comenzado como �ccrctnria de redacción y que luego fue enviada
especial en Austria, o también la norteamericana Ida Treat, que va
a Asia en rcprcscntacion de Vu. Emplea a los mejores fotógrafos
de la época, entre ello.., a Germaine Krull, André Kertesz, Laurc
Albín . Guillo!, Muncas:li y Capa cuya foto más célebre, represen­
tando a un español republicano que cae alcanzado por una bala, fue
publicado en Vu por \e.t primera en 1936 (pág. 152).
El primer numero aparece el 28 de marzo de 1928. Vogel
lo anuncia a t: •Concebido dentro de una nue\·a mentalidad ) rea­
lizado con nuc\·os recursos, Vu aporta en Francia un nue\'O método:
el reportaje ilustrado mediante informaciones mundiales. . . Desde
cualquier punto donde se produzcan acontecimientos notables,
llegarán a Vu fotos, reseñas y artículos. Vu, de esta manera, pon­
drá al público en contacto con el mundo entero. . . y pondra al al­
cance del ojo (subrayado por nosotros) la \'ida uni\•ersal . .. páginas
repletas de foLOgrafías, que traduzcan por la imagen los aconteci­
mientos políticos franceses y extranjeros . . . sensacionales reporta­
jes ilustrados . . . los descubrimientos más recientes, fotos severa­
mente seleccionadas. . . ».
Ese primer número ya contiene más de 60 fotos. El precio
de venta es de 1 franco SO. Ya en 1931, Vogel concibe grandes nú­
meros especiales que incluyan análisis valientes y perspicaces de
los acontecimientos mundiales. Vu au pays des Soviets aparece
en 1931, igual que L'A111érique lutte, dedicado al New Deal de
Roosevelt; L E11 igme allematzde, en abril de 1932. Este número se
'

compone de 125 páginas y de 438 fotografías. Por vez primera, el


público francés recibe un aviso contra el nazismo. Un número es­
pecial sobre Italia: L'An XI du Fascisme, aparece en 1933; Interro­
gatoire de la Clzine, en mayo de 1934. Pero el tono y los temas de
Vu (simultáneamente Vogel también edita Lu, una especie de
digest de la prensa) no agradan mucho a los accionistas suizos. La
publicidad, que es el sostén material de una revista en la sociedad
capitalista, es mu) reducida, pues Vogel no oculta sus afinidades
con la izquierda que, unida en el frente popular, gana las eleccio­
nes de 1936. La gran industria, suministradora de la publicidad, le
es hostil. Cuando aparece, en otoño de 1936, un número especial
sobre la guerra ci\ il e!>pañola, \ iSt.a desde el lado republicano, el
furor de los accionbtas llega al colmo y obligan a que Vogcl prc·
sente su dimisión. La revista continúa, sin embargo, hasta 1938.
pero su inLerés di!>minuye y pierde gran parte de su clientela.
Cuando Lucicn Vogel muere en 1954, de un ataque en su
mesa de trabajo, Henry Luce, que en 1936 había fundado la revista
norteamericana LIFE, cablegrafía a su familia: «Sin Vu, L!FE no
hubiese visto la luz del día», rindiendo así un postrer homenaje al
hombre que había creado la primera revista moderna en Francia.
basada en la fotografía.
Hitler posa para Ho ·
ffmann a f'm de estud1ar sus poses
más ventajosas
114
115
M

tomicnzo del reportaje sobre Mussolini obra de Felix H. Man que in·
Atruoos reportajes
lluv() en dos generaciones de reporteros fÓtógrnfos

1 16 1 17
TE A
. • • TIIE DEPIESSO
AIW

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��-..----- ______ ...,__.,... ,..
_

�cportaje de LIFE yuxtaponiendo, para venga r a Mrs. Simpson, una


1ma¡cn de la reina Mary e imágenes de miseria acentuadas por el papel
ra"l!ado

119
1 18
THEN TO BLADON
THE PROCESSION MARCHES
THROUGH HISTORY HE HAO M
IIJ ALAN
MOOAEHEAD
H r

El entierro de Church"ll
• totaLmente en color: los gastos le costaron a
L/FE 250.000 dólares

120
121
Mass-media magazines en Estados Unidos

Tres años después de que Hitler tomara el poder en Ale­


mania y después de «poner en cintura» a todas las revistas y al
conjunto de la prensa, aparece en Norteamérica una nueva revista
que llegará a ser el más importante de su género en el mundo. Se
trata de LIFE. El primer número aparece el 23 de noviembre de
1936. Con una tirada inicial de 446 000 ejemplares, rebasa el millón
un año más tarde para alcanzar más de ocho millones en 1972. Su
éxito fue único y su fórmula se vio imitada más o menos por todo
el mundo.
L!FE no era la primera revista norteamericana enteramen­
te compuesta de fotografías. Ya en 1896, el New York Times había
pubücado un suplemento semanal fotográfico. Otros periórucos
habían seguido su ejemplo. Se llamaban Mid- Week Pictorial, Pa-
1/0ranza, Parade, etc., pero ninguno había logrado todavía el éxito
de L!FE.
La idea hacía años que flotaba en el rure y su realización
se consiguió bajo influencias diversas: primero la evolución del
cine. A partir de las primeras décadas del siglo xx, había superado
una fase vodevillesca y cada día atraía a millones de espectadores;
la imagen se vuelve familiar y educa la mirada. El nuevo estilo del
fotoperiodismo introducido por las revistas alemanas a principios
de los años treinta, reanudado más tarde por. Ja revista Vu en Fran­
cia, tuvo una profunda influencia en los creadores de LIFE. Dicho
estilo les sirvió para contar historias a base enteramente de series
de fotos. Las fotografías del Dr. Saloman y de Felix H. Man ya eran
conocidas y habían aparecido en las revistas norteamericanas.
LTFE se atrajo a los excelentes fotógrafos que babian huido del
hitlerismo y buscó el consejo de los excolaboradores de la prensa
ilustrada alemana, como Korff y Szafranski, ambos del Berliner
cLa vida empieza»: primera foto del primer número de LIFE
123
122
Jllust Lerte. Finalmente los progresos de la fotografía, las nuevas �io �cro . I?resbiteriano que había ejercido sus funciones en China
téc·1tcas de impresión, ante todo la del color, así como la transmi­ All � nacto Luce en 1898. Su educación calvinista y puritana, la aus�
sion de fotos por belino, desempeñaron un papel preponderante en �
tcn ad que rode�ba su educación y luego sus estudios en Yale
la creación de la revista fotográfica moderna. Pero uno de los fac­ hnbt �n hecho de el un conservador cuyas ideas se reflejaban e í
tores decisivos de !>U éxito fue el papel omnipotente de la publi­ \!Spíntu de tod�s sus publica�iones. Su \ida, la de un joven po e �;
cidad. que en pocas decadas se com•Jerte en uno de los mayores magnates
En Norteamérica, las re\istas se hallan enteramente fi­ d�. la prensa norteam�ricana, se sitúa dentro de la más pura tradi­
.
nanciadas por la publicidad y sus beneficios dependen de ella. cton norteamencana hberal del primer tercio del siglo Xlx.IJ9
El papel predominante de la publicidad \'a íntimamente ligado a la !=- .
n nO\'lembre de 1 929, funda con su amigo de estudios en
transformación de una Norteamérica agrícola en una nacion in­ Y�le' Bnton Hadden, una sociedad bajo el nombre de TIME Inc.
.
dustrial. Con la invención de nuevas industrias y de métodos de Ehg�ó el nombre TiME una noche leyendo un anuncio publicitario
explotacion rentables, \arios bienes de consumo se estandarizaron del «metro•. Los jó,·enes fundadore , que por entonces tendrían
y produjeron en gran cantidad. La multiplicación de carreteras y alrededor de :einte años, comprueban que no existe ninguna revista
vías férreas creaban una aproximación entre productores y con­ ?
a aptada al �1tmo acele�do del trabajo. La gente ocupada apenas
sumidores. Norteamérica, sin embargo, es u n país inmenso y cada dtspone de t1empo para mformarse. Por lo tanto se tratará de lle­
región posee sus periódicos que se especializan en las noticias lo­ nar esa insuficiencia y crear una revista semanal que informe sobre
cales. Por el contrario las revistas, que sólo aparecen cada semana rodos los acontecimientos de la semana transcurrida. Sus inicios
o cada mes, se distribuyen a través de todo el país, haciéndose as! "on modestos; tienen ·dificultades para encontrar los 85 000 dólares
accesibles a toda la población . Por consiguiente, los anunciantes que les permitan editar TIME cuyo primer número aparece en
tenían un interés muy particular en que su publicidad saUcra en marzo de 1923. El contenido de los primeros números -como la
dichas revistas. revista aún no dispone de una vasta organización de información­
Entre 1939 y 1952, la cifra de anunciantes pasó de 936 �
está cogi o por entero del New York Times y reescrito en u n estilo
a 2538, y la cifra de productos vendidos, gracias a la publicidad, muy particular. Eso por entonces se podfa hacer, pues el Tribunal
de 1659 a 4472.ll7 Semejantes hechos tuvieron una honda influencia Supremo de Justicia había declarado, en un juicio, que las noticias
en el planteamiento de las revistas. Hasta finales del siglo xrx, los que tienen más de veinticuatro horas, ya pertenecen al dominio

!
editores eran los productores exclusivos de su contenido. Gradual­ público.140
mente, abriendo sus publicaciones a la publicidad y al desarrollo TIME a canzó �o éxito norme y en 1936, cuando apare<.i
� ó
.
LIFE, este quedo orgaruzado segun normas parecidas: su redacci

de la sociedad de consumo, sus funciones se fueron transformando. ón
A partir del momento en que la publicidad se convertía en la única s� dividía en d ecisiete departamentos principales:
asuntos domés­
. .
ltcos, �us1ca,
fuente de beneficios, dejaron de interesarse por el lector como lec­ ltbros, naturaleza, deportes, ciencias, moda, artículos,
tor, y comenzaron a pensar en el lector de los anuncios que publi­ e htonal�s , etc. Tales departamentos se hallaban agrupad
� os en divi­
caban sus revbtas. Los editor\!s ,.a no se limitaban a ser los pro­ srones: crne y teatro, por ejemplo, se englobaban dentro
de la rú­
ductores de su propia mercancía, circunstancialmente textos e bnca di\·ersiones; arte y religión, dentro de la de cultura.
etc. Cada
ilustraciones, sino que se voi\'Ían Yendedores de mensajes publi­ d1\ i ión tc�ía a la cabeza un director y un docume
ntali ta de quie­
nes dependtan otros subdire .
citarios. Y de este modo, acabarían siendo parte integrante de todo ctores v documcntali tas Todos los do­
el sistema de marketing en Estados Unidos.us cum�ntalistas (researchers) e n rémenino .
� Los red�ctores que es­
Los anunciantes pagaban el espacio en las revistas en fun· cnblan los textos, fueron eleg�dos preferen
temente entre los jóve­
ción de su tirada. La preocupación de los editores, para aumentar nc<: que salían de las universidades y sobre
todo de Yate donde Luce
beneficios, era aumentar la tirada y a tal fin babia que lograr una había realizado sus estudios. Cada semana,
cada departamento so­
presentación atractiva de las revistas de cara a la multitud de com­ mt.!lta al jefe de división un informe en el
que enumeraba los «re­
.
porraJCS a mano» y los proyectos. El reportaje
pradores. Con la llegado de la televisión esas relaciones habrían a mano ya estaba a
de cambio1·. Ya volveremos sobre el tema. punto en el «banco», es decir, que podfa publicar
se inmediatamente.
En los años sesenta, 14 dólares de cada lOO que ingresaban Pero en la mayoría de casos, esos reportaj
es no se publicaban hasta
en el conjunto de revistas norteamericanas iban a parar a LJFE P<�l>ados �• nos meses o incluso nunca. Otra lista también
era objeto
de estud1o . la de los artículos
que fue lefdo por aproximadamente 40 millones de norteameri­ .
iu tlze works, es decir, los que se es­
taba n realtzando. Cada día
,
canos. el editor jefe elegía algunas páginas
L/FE fue fundado por Henry R. Luce. Era hijo de un mi- Para la 1 . , i.;;ta y las mandaba a la imprent
a. Luego, los días siguien-

124 125
tes, de cara al reportaje ya elegido, seleccionaba el resto de ma­ l�n�horia y el látigo, pero los fotógrafos que trabajaron para él
terial para la semana. Si el artículo principal resultaba un poco sanueron el mayor respeto por sus conocímientos del fotoperiodis­
largo y pesado, como por ejemplo unas memorias o un artículo mo y por la fenilidad de sus ideas.a•z
Cuando había que usar un reportaje, se mandaban
científico buscaba temas más ligeros para darle al número un las fo­

mayor e uilibrio. Si el artículo referente a las actualidades era tograf¡as al di�ector del departamento de arte que estaba encarga­
Jo de compagmarlas y al redactor que deb1a escribir el texto
algo frío, los departamentos de ciencias, de educacion o de reh­ en
gión teman grandes posibilidades de sacar algo de la •ne,·era• de una cantidad de palabras precisada con exactitud. Lo redactaba en
su cbanco• y verlo publicado. Todo ello solía decidirse en pocas un papel amarillo especial que ya Uc\ aba indicado el número de
horas. letras ) líneas que teman que coincidir exactamente con la longitud
El departamento de actualidades estaba encargado de reu- del texto. A continuacion unos documentalistas se encargaban de
nir recortes de periódicos que e\·entualmeme pudieran ocasionar 'erificar cada palabra. Encima de cada palabra verificada si el
un reportaje y entonces los mandaba al departamento intere " ' sentido les parecía correcto, teruan que marcar un punt d
rojo.
Los documentalistas tenían que enviar luego esos recortes de pren­ Luego se copiaban los aruculos en un despacho especial. LIFE
sa al jefe de la oficina de actualidades nacionales o extranjeras empleaba además a varios especialistas: historiadores, médicos,
quien, por su parte, si el tema le parecía interesante, los transmitía psicólogos, educadores, etc. para ,·criticar el contenido de los
inmediatamente a los corresponsales de LIFE esparcidos por el nniculos.
mundo entero. Cuando había que buscar información sobre un Aparte de los fotógrafos, empleados directamente por la
tema definido, se imponía una visita a la «morgue» donde se guar­ redsta, se recurría a los servicios de otros fotógrafos indepen­
daban todos los recortes de prensa y noticias, clasificados en múl­ dientes y a algunas agencias. Lo que posibilitó el gran éxito de
tiples temas.141 LIFE fue la enorme organización de TIME Tnc., la sociedad que
El director del departamento de fotografía se hallaba en cubría todas las empresas de Luce. Conoció una nueva ampliación
contacto con todos los fotógrafos que trabajaban para LIFE. Conf.· durante la úllima guerra cuando se fundó 1'/ME/LIFE Jntematio­
titula el nexo entre ellos y los departamentos editoriales. Distribuít llal, que dispuso de aproximadamentl! 360 oficinas en el mundo en­
los assignment<>, c... dPcir, los rl'!portaje.c; que habla que hacer. ' LI.!ro con 6700 em pleados.
tarea consistfa en guiarlos y en controlar sus trabajos y desplaza­ Henry R. Luce había empezado su carrera de periodista
mientos. Contrataba y despedia. Su posición en el interior de la en 1921 como reportero del Chicago Ne11•s con un sueldo de 1 6 dó­
revista dependía de su capacidad de obtener lo máximo de sus laro:!S por semana. En 1967, podía dc�dc su d�spacho del piso 34
fotógrafos y tenía que ser un buen psicólogo, pues los fotógrafos del Rockfeller Center de Nue\'a York, controlar un vasto imperio
suelen ser gente de temperamento susceptible que vi\"e en continu de publicaciones y empresas que figuraba entre las quinientas ma­
tensión )a que su tarea no es fácil. Casi todos trabajan en circua�.>· )Ores empresas industriales de l':orteamérica. TIME tiraba ahora
tancias diflcile , a menudo muy penosas. Siempre andan limitados má� de 3 millones de ejemplares por semana, LIFE más de 8 millo­
por el tiempo. Han de tener una salud de hierro, mucho valor, nes. Poseía además Sports 11/ustrated y Forttme re\ist.a esta última
reacciones inmediatas y han de saber adaptarse a todas las situa­ �rc.:ada únicamente para los hombres de negocios, tirando en con­
ciones. No cesan de correr riesgos y muchos han pagado con la , ida Junto más de 1 3 millones. Aparte de esas publicaciones, poseía un
su temeridad. Frecuentan gente de todo tipo y han de saber co1 a­ departamento editorial que ,·end1a aproAimadamcnte 17 millones
portarse con holgura, tanto si visitan la corre de un rey como una de libros por año, cinco emisoras de radio y seis de televisión, fá­
.
tribu sah aje. Las relaciones entre director del departamento de bncas de papel, bosques, explotaciones de petróleo en Texas, etc.
fotografía y fotógrafos no suelen ser fáciles pues el uno da las órde· !l�E Inc. ganaba cerca de 1 5 millones de dólares por año y los
nes desde su despacho mientras que los otros actúan sobre el ll'· mgresos personales de Luce se ele\'aban a más de un millón y
rreoo, luchando con dificultades que a menudo resultan iosup�­ cuarto de dólares. Se hallaba en la cumbre de su éxito cuando
rables. murió súbitamente ese mismo año de 1967 a la cdnd de 69 años.w
Uno de los directores del departamento fotográfico que «Para ver la vida, para ver el mundo, ser testigo de los
tuvo una gran influencia en el estilo particular de L/FE era Wilson grandes acontecimientos, observar los rostros de los pobres y los
Hicks. Durante trece años ( 1 937-1950) desempeñó ese cargo y formó gestos de los orgullosos; ver cosas extrañas: máquinas, ejércitos,
a toda una gcncrnción de fotógrafos, muchos de los cuales llegaron m� ltiludes, sombras en la jungla y en la luna; vet· cosas lejanas a
a ser célebres. Su populnridad se veía menoscabada por la frecuente m1l�s de kilómetros, cosas ocultas detrás de las paredes y en las
rudeza con que los trataba. Tenía por principio el método de la habi taciones, cosas que llegarán a ser peligrosas, mujeres, amadas

126 C ORUNIVERSITARIA 127


BIBUOTECA
por los hombres, y muchos niños; ver y tener el placer de ver, ver «Soy un presbiteriano y un capitalista
. . . Estoy en favor de
y asombrarse, ver y enterarse ... Con tales palabras, Henry R. Luce .
Dtos, del part1do republicano

y de la libre empresa. Hemos
introducía el primer número de LIFE.I44 Se componía de noventa inven­
tado TIM , Hadden y yo, y por tal motivo tenem
os derecho a decir
y seis páginas, con un tercio dedicado a la publicidad. La fotografía lo que sera. Contamos la verdad de la mejor maner
a que nos permi­
de la portada era de Margaret Bourke-White, cuyo nombre asociado ten nuestr? saber y nuestras creencias.• IH La verda
a los de Alfred Eisenstacdt, Thomas Me AYoy y Peter Stackpole d, el saber y
las creencms de Henry R. Luce correspondían
a las ideas de la
designaba el team de reponeros fotógrafos empleados por la re­ pequeña capa del gran capital que dirige el
dc�uno de los Estados
vista. La portada representaba una vista del Fort Peck Dam de Unidos. LIFE debía primero aportar dinero; ccunda
Montana, en el Oeste, que daba paso al reportaje principal de ese r luego la po­
htica que le pareciera buena. Luce no lo ocultaba.
número: nueve páginas sobre la ayuda a Jos parados, una de las Por eso, al igual
que l>US antepasados presbiterianos, prctcndul l>Cr
facetas del cw Oeal, que Roose,·elt, presidente entonces de Esta­ un educador de
ma as. El éxito de su re'ista l>e ba�aba en el

dos Unidos, había planeado para combatir la depresión económica. desarrollo de unos
planteamientos psic�l gicos. El hombre l>C mteres
Poco tiempo después, Henry Luce se convertía en uno de sus más . a ante todo por
!ti mtsmo. Las condiciOnes humanas y sociales que
encarnizados adversarios y utilizaba sus páginas para luchar conrra afectan a la
propi� \ida del lector le impresionaran. Cuando
su política. l>On malas, hay que
�ugenrle la esperanza de un futuro mejor. La� nueve

Una sola fotografía llenó la primera página: el nacimiento páginas sobre
el New cal en Montana para lograr que toda una
de un niño, con un tocólogo sosteniendo en sus brazos a un recién . población salga
_
de la mtsena y proporciOnarle trabajo, l>on un acicate
nacido y la frase siguiente: «La vida empieza» (p. 122). Era un juego . Las imá­
g�ncs ?e niño� tocan la cuerda sensible, las fotos
de palabras para introducir ese primer número. El texto seguía así: del presidente
:.nnbohzan la 1magen del padre protector. La
!
«El aparato registra el momento más importante en cualquier vida: vida de las actrices
su principio.» Seguían dos páginas sobre los niños de un colegio y cstrc las de la paptalla demuestra qu�:: el talento y un
trabajo
tenaz StCmpre se ven recompensados; la ciencia
chino de San Francisco; un álbum de fotos sobre el presidente hace milagros. El
éxito de un hombre con una sola pierna satisfac
Franklin Roosevell; cuatro páginas, tres de ellas en colores, sobro e el deseo de sen­
un pintor de moda que se llamaba Curry; cuatro páginas de fotos sacionalismo, las imágenes de Brasil el gusto por
lo cxóLico. Ver
sobre «la mejor artriz del presente»: Heleo Rayes, una de ellas en foLos de una garden-party de aristócratas pone su
vida al alcance
color; dos páginas sobre el Rockefcller Center y su emisora de radio. de todos.
Cinco páginas dedicadas al Brasil, cuatro a Robert Taylor, estrella El mundo que se refleja en LIFE estaba lleno
de luces con
de cine, una página sobre Sarah Bernhardt, dos sobre un nuevo escasas sombras. En suma, era un pseudomundo
que inspiraba
mapa meteorológico mundial. En una página u n hombre de una fnll>as esperanzas a las masas. Pero tambicn es cierto
que LlFE
sola pierna escala la abrupta cresta de una montaña, dos páginas ' ulgarizó las ciencias, abrio \'entanas hacia mundos
por entonces
más sobre la vida en la Unión Soviética, dos páginas sobre un d�sco�ocidos, educó las masas a su modo } contrib
uyó a que se
insecto: la \'iuda negra, y finalmente un reportaje que bajo el título, conoc1era el arte. Se calcula que la re\iSta gastó
más de 30 millones
eL/FE asiste a una fiesta•, exhibe fotos de una garden-party de aris­ d� dólares en reproducciones de obras en color.
. Luce era un pa­
tócratas franceses. tnota ardtcnte: en sus revistas el nacionalismo
norteamericano
Ese primer número ya da el tono de LIFE. Habían hecho tuvo un papel de protagonista. La gran mayoría
de las demás rc\'is­
falta varios meses de trabajo para definir l a línea que agradara al ta<; se fabricaba siguiendo el mismo modelo
, pero lo que daba
mayor número de lectores tanto del Este como del Oeste de Esta· lama \cracidad a LIFE era la utilización
?
masiva de la fotografía.
dos Unidos; despertar su curiosidad, tocar los problemas que les Para el hom re no a\·isado, la fotografía no
puede menlir, por ser
afectaran, sus l>ueños de triunfo, sus preocupaciones sentimentales. la rcproducctón exacta de la vida. Pocas
gemes advierten en efecto
Había que ser popular para hacerse comprender de todos, vulga­ que se puede alterar totalmente su sentido
a través del texto que
rizar las ciencias y las artes. LIFE quería ser una re\'ista destinada la_ acompaña o por su yuxtaposición con otra
imagen. A eso se
a todos los miembros de la familia. Más tarde se añadirían series anade la manera de fotografiar personajes
y acomccimientos. Ya
como «El mundo t'n que vivimos», memorias de celebridades como \olveremos sobre el tema.
las del rey Eduardo que había abdicado para poder casarse con LIFE tuvo un éxito enorme y las masas lo leyeron. Era una
.
Mrs. Simpson. Se publican obras de grandes escritores, como El rcvtsta familiar que no publicaba cosas
escandalosas. No obstante,
viejo y el 1/Wr, de Jlemingwny, así como ensayos sobre las grandes a finales de los años sesenta,
LIFE, igual que otras revistas como
reUgiones del mundo. l.ook o Holiday, se encuentran en dificultades.
De todas las ero·

128
129
presas de TIME lnc., LIFE era la que mayores beneficios había Habían transformado su interior en sala de redacción con mesas
reportado. Ahora acusa pérdidas. cubiertas por máquinas de escribir. U n cómodo laboratorio ocu­
Una de las razones de esa crisis es la inflación: el papel, la paba l a parte delantera del avión, con un sistema eléctrico especial
impresión, los sueldos, los gastos de envío, etc.; en suma, todo lo a su servicio. Asimismo han adecuado una mesa muy grande para
que es necesario para producir una revista ilustrada, se ha encare­

extender las fotos y proceder a l a compaginación, y también cajas
cido considerablemente. Para el año 1971, se calculaba el aumento lum osas que permiten juzgar las fotos en colores por transpa­
de gastos en aproximadamente un 35 °o �on relación al año ante­ rencta después del revelado. Una pequeña biblioteca que contiene
_
rior. Los propietarios de las grandes revtstas norteamencanas to­

los diez volúmenes de las obras de Churchill está a la disposición


maron energicas medidas. LIFE cerró oficinas en Norteam ri�a de los periodistas.
y en el extranjero, redujo el número e sus empleados y supnm �ó El avión había despegado la víspera de Nueva York, llevan­
la edición en castellano que nunca habta compensado. Algo despucs do a bordo 40 miembros de la redacción, entre ellos seis especia­
también se suprimió la edición internacional. Hasta entonces la listas que revelarán los 70 rollos de fotos en color. El avión tardará
revista aseguraba para un tema el b{arzket coverage, es deci:. qu� algo más de ocho horas en hacer el recorrido de 8500 millas que
la documentación y la encuesta se desarrollaba hasta sus mas mt­ separan Londres de Chicago, donde se encuentra la imprenta de
nimos detalles, empleando mucha� veces al menos a una veintena LJFE. La selección de documentos, la compaginación y los textos
de periodistas y fotógrafos y mandándolos adonde fuera necesario. detaUados que les acompañan se preparan durante el viaje. El
Veamos un ejemplo de cómo UFE se aseguraba un blankel COI'e- avión, a fin de evitar v�entos que pudieran retrasarlo, se dirige hacia
rage para realizar un reportaje exclusivo. el Norte y pasa justo por encima del círculo ártico. Se van pre­
. .
El lunes S de febrero de 1965, 35 millones de norteamenca­ parando página tras página y cuando aparece el lago Michigan,
nos (LIFE tiraba por esa época aproximadamente 7 millonc� de a cuyas orillas se encuentra Chicago, el trabajo ya ha terminado.146
ejemplares ) pudieron ver veintidós páginas y media, de ellas veinte Los gastos del reportaje ascienden a 250 000 dólares. «Nues­
en color. sobre los funerales de Winston Churchill ( p . 120). Esa tros lectores son los primeros beneficiados», escribe el editor. «Este
realización necesitó diecisiete fotógrafos y más de cuarenta perio­ prototipo ha demostrado que todos los eslabones de la cadena
distas y técnicos, una docena de motoristas, dos helicópteros y un que van del acontecimiento a su visión por el lector, estaban bien
_
avión DC.8. Dos años antes un documentalista ya había establcctdo trabados. Nos hemos anticipado a las televisiones.» Así pues, ya a
la lista confidencial de todo lo que sucedería a la muerte de Winston principios de 1965, la competencia de la televisión comenzaba a
Churchill: ceremonial, lugar de las ceremonias, recorrido del cor· atosigar a los editores. Unos años después se convierte en realidad.
tejo, emplazamiento del sepulcro y el día de los funerales, qu� tenía Cunde la obligación de reducir considerablemente el número de
un 90 Oo de posibilidades de ser un sábado. Se redactó la hsta de colaboradores. Con esperanza de recuperar la rentabilidad de la
Jos lugares pri\"ados desde donde podrían operar los fotógrafos revista, se efectúan varias experiencias. Por ejemplo se decide dar
de LlFE con plena seguridad, y tan pronto Churchi\1 cayó enlermo,
L/F�
mayor importancia a los textos. Reportajes fotográficos que debían
se procedió a alquilar los puntos indicados. Normal�ente, cubrir 1 2 páginas se ven reducidos a la mitad. E n u n momento
-que aparece los lunes- tiene listos todos sus mater�ales a parttr
_ .
dado, el moralísimo LIFE abandona incluso su línea de conducta
del miércoles por la noche. Se puso en marcha un d1sposnn·o ex­
�a
al publicar reportajes sobre la mafia y la corrupción para ccom­
cepcional para que el número no empezara a imprimirse hasta placer a los jóvenes». Pero los lectores protestaron vivamente y se
noche del sábado y que se distribuyera por da aérea y no por vta
LIFE
renunció a ese género de yellow journalism.
terrestre. Sólo faltaba que el ,·icjo león muriera. Esa crisis parece incomprensible si recordamos que
Tal como estaba previsto, el entierro se celebró d sábado. tiene u n éxito extraordinario ante el público. Sus suscriptores se
Cada fotógrafo se halla en su sitio. Las películas se recogen en cifran ahora en 8,6 millones, un número jamás alcanzado por nin­
cinco puntos: Westminster Hall, Saint-Paul, Trafalgar Square, des­ guna revista ilustrada. Sin embargo, u"n número excesivo de sus­
embarcadero del Támcsis y Blandan, donde se procede a la inhuma­ cripciones puede significar una pérdida, sobre todo en época infla­
nación. Hacía quince días que determinadas ventanas ya estabon cionista, cuando los precios de coste de una revista suben -los
alquiladas en tres casitas que daban al cementerio y 48 horas antes gastos postales habían aumentado un 170 o/o en S años-, mientras
de que se anunciara la prohibición de hacer fotos, tres [otógrafos que los contratos publicitarios que se establecen sobre períodos
ya se hallaban apostados (LlFE no publicará sus fotos.) más o menos largos y que dan vida a la publicación, quedan con·
Unos motoristas llevan los carretes al aeropuerto donde gelados. A todo se añade una crisis de confianza de los anunciantes.
espera un avión alquilado especialmente para esa conúngencia. En 1966, LJFE había vendido 3300 páginas de publicidad

130 131
Dos problemas particulares, los dirigentes de TrME Inc. decidiera
por una suma que se apro,imaba a los 170 millones de dólares. . n, a
páginas por alrededo r 1m de aseg�arse 1a co�tmut. dad de la empresa periodística, poner
año� más tarde, en 1968, sólo 'cndió 2761
_
con una pérdida del 16 °o . En 1969, el .:n marcha diversas rev1stas de ese ltpo. Los lemas propuestos eran­
de 154 millonc� de dólares,
los Salud, Viajes, Alimentación, Cine, Dinero, N iios,
déficit ascendía a 1 0 millones } la pérdida prosiguio durante i cte. En ocrubr�
de 1972 salía la primera de esas re\istas bajo el Ululo de Money
?
años que siguieron.'47 El 31 de octubre de 1970, e l New York Times
publicaba que TJ"1E Tnc. había \'endido once emisoras
de radio
.
En a ril de 1972, cuando Hcdlc} Donovan y And ew �
El Hetskell, los d1rectores di! TIME lnc., anunciaron esa nue\·a revista
, teJe\ isu.>n localé� por la suma de 80,1 millones de dolares.
periódico insi-.tta en el hecho de que se trataba de una cifra asom­ mensual a la prensa, justificaron su publicación por el hecho de que
la mayona de la gente no ab1a ocuparse dl su!> negocios finan­
bro a, puc" los \endcdores se deshactan de empresas que repona­
deros. A l di�igirse a los acci<;mistas, Dono\ an declaraba: •Money
ban btmdidos pMa consen ar otras que perdían dinero como
L/FE
_ .
de TIME Inc. no habían perdido sin no O!> hara neos, nmguna rensta con!>cicnte puede hacer esa pro­
por ejemplo. Lo'> dutgcntc'>
de que la re\ ista ,·ohiera a ser próspera .l" mesa. Pero la lectura de sus número!> �ucesi\'o ayudará a l lector
duda l;.t '
t. '>pcran/a
a que controle mejor sus financias personales. Money empezará con
Una pagma compkta de L/FE a cuatro colores costaba
­ una tirada nacional de 225 000 ejemplares, en su mayor parte pa.
en 1970 alrededor de 64 000 dólares. Con sus numerosos su!>cripto
gados de antemano por suscripciones de 15 dólares anuales. . . »
re!>, la revi!>La reprc.,cntaba 40 millones de lectores. Por igual suma
s La nu�v� revista presenta el mismo rormato que TIME y
un anunciante podta comprar un minuto en uno de los programa .
de la televisión, como Laugh In, que llegaba a 50 contiene 104 pag¡nas, de las que 48 son de publicidad. «Hasta en­
más populares
tonces los consumidores de revistas en Estados Unidos estaban
millones de pen.onas.
El 9 de diciembre de 1972, el 111ternational Herald Tribune acostumbrados a pagar únicamente sumas irrisorias», declaraba
el siguiente titular en su primera página: «LIFE Magazi11e Donovan a los accionistas. «Proponemos a los lectores que paguen
lanzaba
sus­ una parte substancial de los gastos, lo cual permitirá una cierta in­
ha muerto a la edad de 36 años.» TIME Inc. había decidido
la consterna ción en los medios de dependencia financiera con relación a la publicidad.» 149
pender su publicuclón. Cundió
A principios de Jos años setenta, la inflación comenzaba
prensa del mundo entero. Todos los periódicos y todas las tele­
a extt;nderse por Europa y las revistas se vieron aquejadas por
visiones y radios anunciaban In desaparición del semanario llus­
las m1smas razones que las de Norteamérica. En Europa, l a tele­
trado más importante (el último número salió el 28 de diciembre
­ ' ísión también ha llegado a ser un temible competidor, aunque ta
de 1972). Con el final ele LIFE, fenecía toda una época del fotoperio
su­ publicidad todavía se mantenga dentro de unos límites restringidos,
dismo. En la bolsa de Nueva York las acciones de TIME Inc.
t:omo en Francia. Paris/Matclz, la re\ isla francesa más importante,
bieron repentinamente. Desembarazado del déficit de LIFE, el grnn
uraba 1 800 000 ejemplares en 1957. Diez años después, en 1967, su
trust de la edición norteamericana ganaba en confianza y promeua
difusión se reduce a 1 382 000, y en abril de 1972 su tirada no pasa
nuevos beneficio!>.
De de '>US comienzos en los años cuarenta, la televisión va de 8 1 0 722.130
había avanL.ado a pa!>o!> agigantados. En 1949, se contaban en Nor· Paris/Macclz es con Le Fígaro, Tefe Sepr Jours y Maríe-
C!atre, otras dos pequeñas re,·islas, Radio Luxembourg, etc. pro­
.
teamérica 69 emisoras; en 1970, más de 800. Había llegado a ser un
ptedad de Jean Prou\'ost , magnate de la industria textil. Para salvar
rival formidable para las re\ istas. Por muy fugaz que sea la imagen
en l a pequeña pantalla, comunica las noticias a veces en el mismo la re' isra, !>ugiere un cambio de fórmula en su dirección. El obje­
momento en que se producen los hechos. LIFE, en cambio, sólo ti\o de París/Matclz siempre ha apuntado a parecerse a LIFE. Ante
esa crisis, Prouvost se dirige una vez más a Norteamérica. Hace
aparecía una ,·ez por semana y la redacción se limitaba a completar
las actualidadc., y los acontecimientos políticos que ya conocían \Cnir de Nue,•a York a l maquetista del New York Magazine, fun­
millones de telespectadores. Las únicas revistas poco afectadas por dado en 1968 y que tiene UD gran éxito. El rormato se reduce lige­
la crisis son las revistas especializadas, como M. D. (Medica! World ramente. La parte fotográfica ya sólo ocupará el 50 % de Jas pá­
Tribr.me), financiada por el trust omnipotente de Jos productos ginas, mientras que se incrementa la parte rcdaccional. Se crean
nuevas series dirigidas directamente a los franceses, centradas en
farmacéuticos y destinada a Jos médicos, o también aquellas que
las innovaciones técnicas y científicas que tienen una influencia en
se dirigen a una clientela femenina y los sex-magazines, aparte de
las revistas de interés lócal. su vida. Aumentan las páginas dedicadas a los chismorreos de la
Tras varios estudios de mercado que demostraron que las vida parisina. Artículos, llamados sensacionalislas, de las histo­
revistas especializadas se ven mucho menos afectadas por la com· rias que han causado escándalo como la publicación de las fotos
petencia de la telcvi!>ión que no puede dedicar mucho tiempo a los de Jacqucline Kennedy desnuda, o también los detalles sobre la

133
132
historia del Plavbov re,•ista norteamericana más o menos porno­
crráfica darán á P�;is/Mmch un carácter más mordaz. El sema­
fos han reajustado su línea trabajando para l a s editoriales que

� �
ario umenta su precio; la venta de esos primeros números, fór­
buscan fotos aisladas a fm de ilustrar sus publicaciones. Algunos
fotógrafos más se han orientado hacia la televisión especiaUzán­
mula nueva también aumenta a juicio de la redacción. Pero los
'
� �
antiguos creadores de LJFE se n1ant enen esc:épticos. Tamb én ellos
.
dose en documentales. Pero sólo consiguen vender sus películas a
condición de aportar documentos de actualidad excepcional. Un
intentaron en vano salvar su revista Introduciendo nuevas [ormulas. mercado reciente está constituido por las abundantes enciclope­
El éxito de la revista sigue siendo problemático, pues la razón tk
dias, publicadas desde hace unos años en el mundo entero. Sus
la pérdida de interés del público por ese género de publicació�
.
_ d1smmuy. editores han tenido la astula idea de venderlas, cada semana, en
vulgarizadora es la misma que hace que cada ano a el nu­
. fascícul9s que se compran en todos los quioscos al mismo precio
mero de lectores de prensa. A medida que se acelera el ntmo de
que las revistas. A finales de año, e l editor suministra l a encuader­
la vida, disminuye el tiempo de leer. Sef:,>Ún estadísticas oficiales,
nación para los volúmenes. El atractivo de esas enciclopedias
el 85 % de la población francesa se pone al corriente de los aconte­
depende de su presentación, casi enteramente en colores. Su mó­
cimientos a través de la radio y la televisión del Gobierno, o a
dico precio ha llegado a ser posible por el hecho de que aparecen
través de las radios <<periféricas» controladas por el Gobiem0.151
todas en coproducciones, lo cual disminuye considerablemente el
Esos mass-media son ios que, pretendiendo una objetividad y con
costo de su fabricación. Los textos que acompañan las imágenes
unos responsables de emisiones que constantemente se ven cen­
están escritos en un estilo pseudocientífi.co, comprensible para to­
surados u obligados a censurarse ellos mismos, moldean Y mani­
dos. Tienen un gran éxito en la medida en que dan Ja impresión a
pulan la opinión pública en nombre del poder establecido.
los lectores de comprender mejor nuestro mundo y el ambiente
El oficio de reportero fotógrafo queda hondamente afec­
tecnológico cada vez más complejo en que vivimos.
tado por los cambios acaecidos en la prensa ilustrada. El que
quiera conservar esa profesión, ha d� buscar nuevos mercado�.
.
Cierto número de fotógrafos que hab1an trabajado en Norteame­
rica para las grandes revistas nacionales, encuentran trabajo en
las revistas editadas por las corporaciones, tales como I.B.M.,
R.C.A. y otros gigantes de la industria. Esas empresas habían edi­
tado, antaño, informes bastante aburridos y repletos de cifras.
Pero desde hace algunos años, su presentación y su contenido han
variado radicalmente. Se han convertido en l;evistas interesantes
v lujosas, publicadas con gran esmero. Escritores y periodistas fa­
inosos son los autores de sus artículos, mientras que sus reportajes
fotouráficos corren a cargo de grandes fotógrafos muy bien paga­
0
dos. Cientos de revistas de ese género aparecen en Estados Unidos.
Electronic Age, por ejemplo, es una publicación de la R.C.A. (Radio
Corporation of America). La Standard Oil publica una revista bajo
e l nombre de The Lamp. La más hermosa de esas revistas es Think,
publicada por la I.B.M. ( International Business Machines). L':'- ti­
rada de esa revista alcanza aproximadamente los 800 000 eJem­
plares. La mayoría de esas publicaciones se distribuye �ratuita­
mente por simple demanda. Otras hay aún que son órganos rotemos
y sólo se dirigen a los miles de empleados de la empresa. La finali­
dad de tales revistas es hacer propaganda de los productos de la
empresa, aunque a menudo se oculta bajo artículos y reportajes
que no parecen tener relación con ella. Es interesante hacer constar
que las siglas I .B.M. nunca aparecen mencionadas en la revista
Think. En Europa también se publican múltiples revistas de esa
clase, editadas por la industria, como la de la electricidad de
Francia o las que publica la industria farmacéutica. Otros fotógra-

134 135
La toto,rafin. instrumento de lucha. soclnl

ll.m·\a York: familia de inmigrantes (Jessie Tarbox Bcals. 1910)


l 1 .1bn io de niños en la::. minas de carbón de Pcnnsylvnnia (Lcwis W.
lluw, 191 1 )
\t.lm>' di.' un e' esclavo (Jack Dclano, folóKrafo de In Farm Sccurity
Admirll,lration)

136 C ORUNIVERSITARIA 137

BIBL OTECA
El hnmbsc (Wcrncr Bischof) La polución en el Japón ( Eugene Smilh)

138 139
A D O L F - D E R Ü B E R M E N SCH La fotografía, instrumento político

Con In utilizacion corriente de fotos en la prensa, los fo­


tógrafos indepcndit>nles, los qut; no pertenecen a una empresa de
prenl>n, están obligados a pasar por las agencias de fotos, i n termc­
dbrios entre productores y compradores de la imagen.
Una tle las primcrns agencias fue creada en Nortcamérica
por Gcorgc Grantham Bain ( 1865-1944). Et·a periodista y escribía
para rcvistal>. Cogió el hábito de mandar sus artículos acompaña­
dos de rotos, tomadas por el mismo. No Lnrdó en darse cuenta
de que los editores cal>i siempre se quedaban con sus clichés, pero
prescindían de sus arltculos. recibiendo muchos otros sobre el
mismo tema. Em·iar fotos a la prensa era aún un servicio desco­
nocido por cnloncc�. Presintiendo la::. mtC\•as posibilidades que se
.1hno:ln en esa dirección, B::lin runda en 1898 varias agencias, entre
l'lla!o. l a Mvnlauk P/wlv Cu11cern. Para sati.,facer la dem�mda, con­
tratO a f otógrafos prolcsionalcs, uno de ellos Frances Benjamín
Juhn�ton ( 1 864-1952). una de las primeras mujeres fotógrafos
rwrtcamcricana-. que se hicieron un nombre. En el Tercer Congrc­
"0 l ntcrnacional tic Fotografta, en Pans, el año 1900, es la única
dl..'legada femenina y representa a Norteamérica, junto al fotógrafo
1\Hrcd Stieglilz.1;1
El constante aumento de la demanda trae la multiplicación
dt.: ::1gendas de prensa en todos lo patses. Tales agencias incluyen
lo togralo!> l'n Mt nomina o establecen contratos con fotlígrafos
S C H L U C K T G OL D U N O R E D E T B L E C H indcpcndit.:nll'l:>. Por lo general descuentan el 50 °o sobre las ventas,
·' \'ecc!'. m:b, so pretexto de que tienen que repartir su beneficio
..:un una agencia cxtr;mjera. El fotógrafo, que ha corrido todos los
ríc�go!> mntt.:rinlcs, no dispone de medios para controlar la venta

di.' !.ll'> lotos. El>c es el moti\·o -de que Capa fundara en 1947, con
•Adolf, el Sup.:rhombrc». «¡Se traga el oro y C!>Cupc la chatarra!.o (Foto­ .tlgunu-. cump::n'icro..,, In Agencia Magnum.
mon taje dt> John Hcartficld)

140 1-ll
Al [undar la coopcrat iva, c�os fotógrafos no sólo aspiraban la� di�·ersas teJ�,·isiones gubernamentales habrían
. podido utilizar
a explotarse ellos mbmo�. Para quienes formaban parte del grupo las m1smn.., tmage nes para dar de los acontecimientos
versiones
durante los primeros año!> de su existencia: Robert Capa, Henri pcrfectamen L� contradictorias, aunque aparentemente
mu) verí­
Cartier - Brc�!>on , Da\'id Scymour, George Rodger, Wemer Bi.schor, dlcal>, con objeto de poner en guardia al publico comra
. posible�
Ernst Hans, Dcnni� Stock, Kryn Taconis, Brian Brake, Marc Rtboud, n .mtpulac10ncs. Veamos algunol> .:jemplos.
Jnge Morath, Elliot En.\itt, Burton Glinn, Ernst Lessing, Erich Bajo una foro que reprc: en taba un tanque '>O\
iético en
Hartmann, el autor, etc., la fotografta no era solamente una ma­ unn cnlle. Prim�r t �xto: •Despreciando el dt.•rccho de los
pueblos
nera de ganar dtncro. Quen::m expresar, a tra,·és de la imagen, sus .1 dll>poncr de st m1smos, e l Gobierno SO\ ietico
ha cm indo varias
propios ::.�:ntimicnlo!> ' �us ideas sobre los problemas de su época. di\ 1siones blindadas a Budapest para rcprimtr el alz.:tmiento•.
Se­
Eso explica que Capa �e negara a la publicación de un gran repor­ ¡•undo tc\to: • E l pueblo húngaro ha solicitado la a) uda
_ del pueblo
u\ tc..taco. Han llegado ,·arios tanque
taje sobre La ¡m·cmucl mu11dial, en el que habían colaborado todos . so\Íetico., para proteger a los
tos miembro!> del grupo, por el mundo entero, con grandes gastos. trabajadores y restablecer el orden...
El editor que había aceptado esa idea quería imponer cambios que Bnjo·una foto de ]anos Ka<.lar. Primer tC\lO: c Bajo
.. la pro­
hubiesen falseado completamente la intención del reportaje. Hubo tu:cwn de lo� tanques so\'iéticos, el stalinbt a Jano<> Kadar
hn
que esperar ::.ci meses para que al fin se publicara en la re\ ista 101mado nuc,·o Gobierno e instaurado un régimen de terror poli­
Holiday, que aceptó reproducirlo tal como se había concebido. �:wco ... Segundo iexto: « Pero, gracias a las enérgicas medidas
to­
No obstante, pocos son lo� fotógrafos que tengan la po­ madas por el nuevo Gobierno formado por Jnno!> Kadn1·,
sostenido
sibilidad de imponer su� puntos de vista. Bastan a menudo muy p()l la población unánime, se ha sofocado el alzamiento».
pocas cosas para dar a las fotos un sentido diametra�me�te opue�­ Bajo una foto que reprcsentnba a dos jó' en<.:s húngaro
s.
Pnmer.
to al que pretendía el reportero. Pase! por esa expenencta en mts texto: « Pese a la sangrienta represión de la., tropas sovié­
.
ticas, In JLivCntud húngara sigue luchando al grito ck: ¡Antes
comienzos. Antes de In guerra, la compra y venta de títulos en la la
Bolsa de Parls todavíu se realizaba al aire libre, bajo los pórticos. muerte qLIC la esclavitud!» . Segundo texto: « A pesar del llamamie

Un día me dediqu6 a tomar unn serie de fotos de esa ebullición, to hecho por el Gobierno, algunos contrarrcvolucionarios fanáti­
d
cogien o como blanco o un agente de cambio. A ratos sonreía, a to.., b� han negado a deponer la!) m nm::. } pro�igucn una lucha sin
ratos con c�prc ión angu::.tiada, secándose su .�ara redonda, e�­ 1. 'pcranza».

hortaba a la gente con grandes ademanes. Enne esas fotos a dl­ A ratZ de la guerra en Biafra, la re\ i�ta Stem el<.: Alemania
\ersas revistas europeas bajo el anodino título de «Instantánea� Oe,te publicaba en septiembre de 1967 un a1 tículo bajo el título:
en l a Bol a de París•. Poco después, recibí los recortes de un pe­ • L�s mercenarios y su paraíso•, ilustrado con fotogrnfias tomadas,
riódico belga, � cuál no seria mi asombro al descubrir mis fotos e, s1 todas, en l a región de Buka,·u por el fotografo Paul
Ribeau.
. F:l semanario Jerme Afrique, editado en Pans, reproducta unn
bajo un gran titular que decía: •Ab.a en la Bolsa de Pans, algunas
:-il-nana de<>pU¿!> párrafos de dicho arttculo,
acciones alcanlan un precio fabuloso•. Gracias a unos subtítulos al 1gual que una foto­
ingcnio::.os, mi inocente reportaje cogía el sentido de un acontec1· graha que representaba los cuerpos dislocados de do., africanol>
miento financiero. �ti asombro rozó los límites del bochorno cuan­ colgados de un árbol por los brazos. Con una -.emana de inten.·alo
l:-1 mi.,ma fotograf1a había cambindo de te\to.
do descubrí dta más tarde la mismas fotos en u n periódico ale­ Los le<.torcs alema:
e n�·:; habían lc1do: •Soldados dd ejercito nncionnl
roan bajo d utulo, esta \CZ, de c Pánico en la Bolsa �e .Pa�ís, <; congoleño hi­
_ . ivhs unage es � 1crun prisioneros a estos gendarme� katangueños
desmoronan fortuna'>, miles de personas arrumadas• � v los colgaron
de los árboles; hubieran muerto de hambre. Los mercenar
ilustraban perfectamente la desesperación del ,·endedor y l a agita­ ios blan­
c:o� de Schramme les sah·aron la vida•. Los kctore.,
ción del e<,pcculador en trance de arruinarse. Era e\·idente que cada de Jerme Afri­
e t qut: sobre todo los lectores africanos que con�tituycn parte im­

publicación había dado a mis fotos un senti�o. diametral� � �
•· P Itantc de la clientela de ese semanario, leyeron por el contrario:
opuesto, corrc�pondicntc a sus intenciones poüt1cas. La obJCll'
. Los textos que la comentan •Soldados del ejército nacional congolcio
dad de la imagen no es más que ilusión i prbioncro� de los mer­
c�narios».
pueden alterar su significado de cabo a rabo.153
Bajo el título « ¿ I n formación o propaganda? », el se�ana­ El 4 de octubre de 1967, Le Monde publicaba la rúbrica:
de �01 rcsponc.lcncia, La Vérité sur wte plwto COIIf
río L'Expres.o; publicaba en diciembre de 1956 una doble sene rui'Cnsée, una carta
en­ fu mada por Paul Ribeau en la que explica bu:
fotos tomadas en el transcurso del alzamiento húngaro. Docum ((Los hombres col­
el gados de un árbol no son ni soldados
tos id6nticos, pero la redacción se había limitado a cambiar congoleños ni gendarmes
Se trataba de demostrar cóm o �ntangucños. Como es fácil de ,·er en
orden y a modificar el comentario. la fotogrnf1a, uno de los dos

142 1-B
colgadol> viste de civil, con pantalón de tela clara y camisa más �ómo pagar el alquiler ni cómo alimentar a sus familias.
'·Qué iba
oscura. En ese país donde los mercenarios, !os gendarmes katan­ a ser de sus hijos?, me repetían desesperadas.
gueños y los soldados de Mobutu s?n muy s�nsibles al �restigio Por esa misma época estalló el •escándalo Simpson»: el
_
del uniforme, los combatientes no \'IStcn de Cl\'11. En reahdad los rey Eduardo se había enamorado de una norteamericana divorciada.
dos colgados son dos civiles que habían cometido el crimen de ser La prensa entera arremetió contra él. La moral inglesa, aún im­
bovs de los mercenario s. Tratados como "colaborad ores", cayeron pregnada de un rigor victoriano no podía admitir que convirtiera
"
en manos del ejército nacional congoleño que los torturó )' colgó a Mrs. Simpson en una reina. Fue tanto el escándalo que el rey

aún en vida de las rama de una palmera. Lograron liberarse gra­ prefirió abdicar.
cias al rcgre v imprc,·i.,to de los mercenarios. Añado que es mu) Toda Norteamérica se sintió hondamente herida por la
raro que el ejército nacional congoleño se contente �on torturar actitud de la opinión pública inglesa. LIFE publicó mi reportaje
a sus adversario�. La tortura precede al despedazamiento de las bajo el anodino título: Lo que ttll iuglés eutie11de por comarca eu
partes del cuerpo a base de machetazos. A yeces la ejecución va apuros. Junto a mis imágenes de miseria popular, se publicó una
seguida de un banquete de caníbales. No es cosa frecuente, pero página entera ocupada por una foto de la reina Mary con vestido
se han encontrado cerca de Buk:l\ u huesos humanos junto a una ho­ de encajes, cubierta de joyas, un collar de cuatro hileras de perlas
guera. Poseo documentos fotográficos que muestra�. 1� que q�eda al cuello, sosteniendo sobre sus rodillas a uno de sus nietos, y ro­
de hombres, mujerc'> ) niños ejecutados por el eJercno nac10nal deada de las princesas Isabel, la reina actual, y Margaret - Rose,
congoleño. Pues, ¡a) ! , en el Congo actual no respet�n la vid� hu­ encantadoras ambas con sus inmaculados atuendos. La brutalidad
mana. Añado que no soy el autor de los textos de m1 reportaJe fo­ del contraste hacía inútil todo texto y Mrs. Simpson quedaba ven­
LOgrMico que recientemente ha a�arecido en divers�s �ublicacio­ gada a ojos de la Norteamérica liberal.
nes francesas, inglesas, norteamencanas, alemanas, 1tallanas, cte. Veamos otro ejemplo de cómo se puede hacer publicidad
Me soJ'prcndió mucho leer en Jeu11e Afrique el reportaje del pe­ a través de un reportaje sin decir su nombre. En Canadá, el servi­
riódico alemán Stem . » . cio militar no es obligatorio. Para conseguir que chicos y chicas
Otro método de alterar el significado de las fotos es la se animen a alistarse en el ejército, éste düundía durante los años
man.:ra de yuxtaponerla'>. En 1963, LTFE me encargó que hiciera cincuenta una gran publicidad a base de carteles, concebidos todos
un reportaje sobre las cli.\tressed mea� (pág. 1 18 ) en Inglaterra, es dentro de la misma intención: identificar el serYicio militar con el
decir, las «r.:gionc� en apuros», llamadas oficialmente •comarcas turismo: •Alístate en el ejército y conocerás el país». Weekeud Ma­
negras». Esas regione� intensamente industrializadas habían sido gazine, complemento dominical de toda una cadena de periódicos
en el siglo pasado el centro de las industrias más prósperas. Tras canadienses y que tira millones de ejemplares, mandó a Europa
la Primera Guerra Mundial, seguida de una gran crisis, esas re­ a uno de sus mejores periodistas para que redactara el artículo; yo
giones quedaron duramente afectadas. La mayor parte de las em­ estaba encargada de las fotos. Tan pronto llegamos a Zweibruc­
prcsac;, 1undada en el ...iglo XIX, empleaban métodos anticuados y ken, Alemania, donde se hallaba estacionada la base de la R.C.A.F.,
ya no poc.üan soportar la competencia de las fábricas modernas. Los el periodista me aconsejó que visitara los barracones de las mu­
propietarios encontraban más ,-entajoso abandonarlas en lugar <.:hachas. •Miralas bien y elige a la que mejor represente el tipo
de modernizarla-.. Se marchaban de la comarca, pero no así la ideal de la joven canadiense; una muchacha que sea muy nuestra,
población allí arraigada que caía en l a miseria. En 1936, había casi con quien los padres puedan identificar a su hija, los hermanos a
dos millones de parados en Inglaterra. su hermana, etc.»
Cuando llegué a Ncwcastl e - Upon - Tyne, la ciudad entera La joven que mejor pareció corresponder a tales exigen­
estaba en paro. Los arsenales, cuyos edificios se hallaban medio cias se llamaba Sonia Nkhols. Sencilla, risueña, fotogénica, tenía
derrumbados, parecían ruinas de guerra. Por entre el amasijo de los cabellos rubios y los ojos azules. De modo que se convirtió en
herrumbrosos railc-. crecían hierbajos y algunas flores. Tuve la la heroína del reportaje que apareció semanas después en e l Wee­
impresión de estar ' isitando un cementerio. Los subsidios entrega­ kend Magazine bajo el título Airll'omen Overseas. El periodista
dos a los parado� apenas bastaban para impedir que se murieran contaba que Sonia, de veinte años, nacida en Bcrwick, N. S., nunca
de hambre, ellos y sus familias. Fotografié personas miserables, había tenido ocasión de salir de su pueblo natal antes de ingrcsnr
debilitados y en harapos, reducidos a la inacción desde hacía años. en la R.C.A.F. Pero desde que estaba en el cjérci Lo, había recorrido
En Wiuon Park, en la ciudad de Bishop Auckland, mi cámara buena parle de su país, viajado a Alemania, visitado París y Suiza.
captó familias de más de ocho personas que vivían en una sola habi· Antes de que finalizara su alistamiento, conocería sin duda Italia
tación. Los rostros de las mujeres aparecían devastados. No sabían ,. los países escandinavos. En la base, aprendía lenguas extranjeras,

144 145
frecuentaba a la gente del país y salía con camaradas para visitar el mon, no tardaron en hacerse amigos. Por eso Duncan, y sólo Dun­
campo y Jos Jugares de recreo. Hacía deporte en un gimnasio ultra­ can, podía entrar en cualquier circunstancia en la casa de Nixon
_
moderno y nadaba en una hermosa piscina. En su�a. la vtda d� de Miami Beach, con posibilidad de fotografiarlo. Al estudiar esas
_
Sonia se había vuelto apasionante y llena de expenenctas que de fotos, los historiadores sabrán tanto de él, o más, que no consul­
otro modo jamás hubiera conocido. tando toneladas de correspondencia».155 Lo que el crítico no mencio­
. . .
Mis fotos ilustraban ese texto a lo largo de vanas pagmas. naba era que esas cuatro fotos, deliberadamente elegidas por él
Sonia lleYando en brazos el bebé de « Frau Else Gratz en el apar­ para ilustrar su artículo, estaban compensadas en el álbum de Dun­
tamento de esta última», bebiendo cerveza en un «Biergarten» en can por otras fotos de NLxon, mostrándolo en poses favorecedoras.
compañia de camaradas, nadando en la_ piscina, jt�gando al balon­ Un personaje puede resultar simpático, antipático o ridículo según
cesto, paseándose por el campo, estudtando la vtda d� los cam­ sea el ángulo desde el que se le fotografíe. Una fot�grafía del gene­
pesinos, etc. Todas esas fotos eran en negr?, salvo una tmagen en ral De Gaulle desde arriba, le alargaba la nariz, mientras que
que Sonia aparecía conversando con un JOven soldado, sentado desde abajo lo presentaba con una barbilla enorme y despro­
en una camioneta. El texto decía simplemente: «Con A.C.!. Peter visto de frente. El uso de la imagen fotográfica llega a ser un pro­
Colliver' Streetville, Ontari.o, que lleva un sabrejet a la pista». blema ético desde el momento en que puede servir deliberadamente
La foto sugería evidentemente los encuentros qu� Jos jó\:enes pue­ para falsificar los hechos.
den tener en los ejércitos y les incitaban a ensuenos se�t1I?entales. En junio de 1966, París/Match, que por entonces tiraba más
A juzgar por mis falos, tomadas de acuerdo_ con las mdica�10�es de 1 200 000 ejemplares, publicaba en ocho páginas un gran repor­
__
del periodista canadiense, la vida en el eJerctto era una au�enttca taje titulado: «Con los nazis del 66». E n esa época corrían augurios
partida de placer. Yo no habia omitido algunas fotograftas de de éxito del partido de extrema derecha alemán, el N.P.D. (Partido
Sonia trabajando de secretaria, pero el editor había separado esa Nacional Demócrata), en las elecciones provinciales que debían
serie de imágenes. La foto de la portada, en color, mostraba sobre celebrarse un més más tarde. Habían pasado ya veinte años desde
el fondo a.zul del cielo a una Sonia sonriente, de uniforme, ha­ la guerra, pero los franceses seguían traumatizados por las atroci­
ciendo el saludo militar. dades de los nazis, y la existencia de un partido que reagrupara
En Canadá, Sonia fue la celebridad de la semana, recibió un sobre todo a los nostálgicos del Tercer Reich aparecía como una
sinfín de cartas, varias peticiones de matrimonio, y el ejército ca­ amenaza. E l tema se refería por consiguiente a la gran actualidad,
nadiense pudo reclutar a bastante gente. Ese rep�rt�je era lo q�e y la redacción de la revista lo juzgaba tan impo.,rtante que lo anun­
Daniel J. Boorstin denomina un pseudoacontec1m1ento y Soma ciaba en la portada.
una pseudocelebridad, creada por entero al s �rvici� de la causa.15� El reportaje se iniciaba con una página a todo color, que
_
Si se quiere ridiculizar a un personaJe pohttco, b ?st� co�1 representaba a un chico de pie, con el brazal de la cruz gamada
publicar fotos suyas que le desfavorezcan. El hombre mas mtelt­ en su camisa blanca, alzando su vaso hacia otros tres jóvenes. E n
_
gente puede parecer idiota fotografiado con la boca abierta o gui· la pared del fondo, una inmensa bandera nazi. El texto decía: «Nazy­
ñando un ojo. Veamos un ejemplo entre miles. party en Baviera: ellos sacan las reliquias del Reich y, mientras
E n octubre de 1969, el New York Times publicaba en su beben cerveza, cantan en coro Horst Wessel Lied». Las páginas si­
suplemento literario un largo artículo sobre el libro Self ortrait guientes ofrecían algunas imágenes de los habitantes de una aldea
P_
U.S.A., de David Douglas Duncan, uno de los grandes fotografos bávara y de su alcalde; Los pies de ilustración explicaban que se
norteamericanos. Dicho álbum contiene más de 300 fotos, hechos trataba de antiguos nazis, circunstancia que no hubiera podido
durante el congreso de los dos grandes partidos poHticos norte�­ adivinarse por las simples fotos; seguían algunas fotos del funda­
mericanos. Se habían reunido, republicanos por un lado y demo­ dor del nuevo partido y, para terminar, otra imagen - <<impacto», que
cratas por otro, para elegir al hombre que debía presentarse en ocupaba dos páginas, en blanco y negro: jóvenes con el uniforme SS
las próximas elecciones presidenciales. El artículo esta�a ilustrad? y este texto: «En casa de Peter Breuer, un muniqués que posee una
con cuatro fotos de Richard Nixon, candidato del partido repubh· colección de cuatrocientos uniformes SS y SA, un nostálgico del
cano, sacadas de la obra. Se habían elegido las menos favorecedo­ Tercer Reich saluda el busto de Hitler». En Inglaterra, el Daily
ras. Fuera del contexto del libro, le daban un aspecto estúpido Y Express (más de cuatro millones de ejemplares) reproducía pocos
antipático. El comentario del crítico era el siguiente: en este libro días después la primera fotografía impacto, y en la Unión Soviética
«hay quizás una docena de Richard Nixon que, a mi entender, la imagen, pasada por televisión, llegó a un público de 100 millones
nunca habían salido en público, y sin embargo Nixon y Duncan, de espectadores.
tenientes de Marina los dos (durante la guerra) en las islas Salo- Ahora bien, esas dos imágenes eran fraudes. Uno de los

146 /Ü _CORU������I!ARlA 147


redactores de ParisjMatcll las había obtenido alquilando los trajel> por una causa justa censurándose a sí mismos
y sólo fotografiaban
en casa de un prestamista llamado Brcuer. Algunos jóvenes alema­ cl>Ccnas que no resultaran desfavorables a los países
que rt>presen­
nes habían accptnelo posar delante del reportero, con\'cncidos de taban. El procedimiento estándar durantc la segund
a gucrra mun­
que se trataba ele una broma. El grupo de hombres alzando sus (�ial �onsistía en demostrar que nuestra manera
de pelearnos era
\'asos de cen•cza eran los bomberos ele una aldea bá\'ara a quienes hmp1a: las bombas que se iban a pleno sol durante
t-aids diurnos.
el redactor de la re\'ista francesa había pagado un barril de ccr­ Teníamos el derecho a reficjar un poco de sufrim
iento, causado
\Cza. Dicho hombres habían bebido com·encidos de brindar por P?r sus ataques, aunque nunca demasiado, para
no despertar
la amistad franco - alemana. El Gobierno alemán protestó en la p1cdad. En el otro bando se conducían bajo leyes
similares. No
prensa alemana; un sinfín de artículos denunció detalladamente la cncontraréi� ninguna fotografía que muestre a Hitler
inspeccio­
superchería, pero Paris/ Match no llegó a desmentir la noticia y nando las c�ma �as de gas de un campo de concentración.
_ Los japo­
millones de franceses, ingleses y soviéticos deron las fotos, cre­ nescs no \'Ctan tmagene s de lo hombres que murieron aplastados
\Cndo que eran imágenes auténticas. en Pearl Harbour; \'eían las imágenes de su \'ictoria
• a base de fo­
Se pueden falsificar fotos recurriendo únicamente a un tografías aérens. De igual manera nosotros foto rafiamo
cr
., s el foto­
pincel, algunos retoques y unas tijeras. Unos cuantos ejemplos génico campeón de la bomba 'de Hiroshíma•.'!o
de esa clase de falsificación se publicaron en la revista Plzoto en Ese estado mental cambia únicamente cuando la
guerra
junio de 1970. Se trataba en tal caso de. fotos checa� . De u!l� de se vuelve abiertamente impopular. John Morris compt-ueba
que ese
esos documentos había desaparecido, sacandolo del chché ongmal, c�tado de ánimo se manifiesta a partir de la guerra
de Corea «en
Alexandrc Dubcck, caído en desgracia a raíz dP la •normalización•
de Checoslovaquia. Por consiguiente ya no podía aparecer junto al
donde los forógrafos se \'Cían enfrentados a una doble
la de los G.I . norteamericanos que tenía que combatir en

trag dia:
una gue­
presidente Svoboda, respondiendo a Jos saludos de la multitud. rra q u? no entendían la de un pueblo desgarrado por una guerra
. �
Sólo las losas que no se juntan·y el extraño adelantamiento de un fr�lii'ICida ».157 El confitcto alcanza el paroxismo con la guerra
de
edificio delatan la falsificación. La revista indicaba, con ayuda de V1ctnam, lacerando la opinión pública norteamericana
. u fotogra­
dibujos, cómo e había trucado la foto. fla y la tele\'isión desempefiaron un papel capital
a la hora de
Durante las dos guerras mundiales, la prensa alemana, al dcl-.pertar conciencias. En Norteamérica no hay censura
. Durante
1gual que la prensa de los aliados, estaba llena de fotografías tru· la... dos guerras mundiales, los fotógrafos se habían
censurado a sí
cadas. Se publicaban, preferentemente, (otos estimulantes y muy mismo� porque creían que luchaban por una causa
justa. Pero
escogidas. Los censores respectivos no sólo suprimían las que hu­ a mt.!dlda que pasan los años y que la destrucción
del Vietnam
biesen podido perjudicar a la defensa: fábricas camufladas, fortifi­ pot· la a\'iación norteamericana se \'a volviendo cada
vez más terri­
caciones, emplazamientos de baterías, sino también las imágenes ble, mayor es el trastorno de los fotógrafos de prensa
. que operan
que mostraban las destrucciones y sufrimientos causados por sus 111 �/tu. Los que no eran norteam
ericanos tenían aún menos razo­
propios ejércitos en los paí es enemigos. John Morris, que durante nes para creer en esa guerra. Fueron los primeros en
denunciarla
la última guerra era el editor de las fotos de LIFE en Londres, es­ mediante sus imágenes. Las fotos lacerantes que apareci
eron en
cribió en un artfculo publicado en Harper's Maga(.iue en septiem· prensa y revistas, los numerosos álbumes de fotos
que mostraban
bre de 1972: •Los rostro de los que se hallaban seriamente heridos la miseria de las poblaciones civiles, y también
la miseria de los
y Jos muertos eran tabú para que Jos "prójimos" no se sintieran G l . y 1.us sufrimientos en ese pai.s, lograron que el
norteamericano
escandalizados. Finalmente, y esto es capital para comprender cómo '>e ,·oh·iera consciente de la atrocidad de esa guerra
en la que había
se educaba la opinión pública, los fotógrafos no fijaban en sus mtcn·enido su Gobierno e para preser\'ar la principal
fuente mundial
rollos Jos aspectos horribles de la guerra, causados por nuestras Je caucho natural y de estaño y de otras materia
s primas estraté­
armas al adversario. Recuerdo el candor del censor británico cuan· gicas que se encuentran en el sudeste asiático».'ss
do quise enviar (a L/FE) algunas fotos que.mostraban las víctimas
de Jos ataques aéreos sobre Berlín. "Muy interesante", me dijo,
"podrá utilizarlas después de la guerra". No había ningún candor
en el censor, evidentemente, sino la perfecta deliberación de im·
pedir la publicación de fotos que despertaran conciencias y dieran
un cariz impopular a la guerra. No había que exhibir imágenes que
pudieran perjudicar el esfuerzo bélico. El adoctrinamiento de Jos
propios fotógrafos era tan fuerte que estaban persuadidos de luchar

148 I.J9
Fotografías de guerra

La guerra de Crimea: una juerga (Roger Fenlon, 1855)


La guerra de Secesión: la guerra verdadera (Timotby O'Sullivan, Getty­
sburg en 1863)
Los animales mueren igual que los hombres (A.-J. Russell, 1863)

150 151
-.:J..,
___.. .

La guerra civil e!>pañola (Robcrt Capa, 1936) En el ghetto de Varsovia ( 1943)

152 153
La guerra de Vietnam (lluynh Cong, 1972)
155
154
La fotografía y la ley

A todas las dificultades de encontrar empleo se añaden,


para los fotógrafos de prensa, las continuas luchas en defensa de
sus derechos. La ley protege el derecho de reproducción de una
fotograffa, con mayor o menor rigor según sea el país. No existe un
copyright internacional que proteja automáticamente el derecho
sobre una fotografía en el mundo entero. La Convención Interna­
cional del copyright a la que. se suscribieron hasta 1971 sesenta y
dos países, y la URSS desde febrero de 1973, garantiza solamente
la aplicación de la ley a los extranjeros, pero no toma en conside­
ración la del país del fotógrafo.
En Francia, la ley del 1 1 de marzo de 1957 asimila la foto­
grafía a las obras del espíritu y la protege por una duración de
cincuenta años despues de la muerte del autor. A esa duración se
añaden aún ocho años, la duración de las dos guerras mundiales.
En Nortcamérica, un fotógrafo no puede gozar de su de­
recho de exclusividad más que a condición de que, en cada prueba,
figure la mención de rescr\'a, es decir el © seguido del nombre
...._ _
. c.ld autor. La duración de ese derecho alcanza veintiocho años a
contar desde la primera publicación, aunque el autor o sus here·
deros pueden soUcitar el beneficio de un segundo plazo ele vein­
tiocho años. No obstnntc, esa ley será objeto de una próxima re·
' isiún.
En la República Federal Alemana, la ley también es dis­
tinta. Una l olografb queda a ut omút icam c nlc proll!gida por una du­
ración de veintiocho años. a partir del momento en que se toma.
Si se publica, tamb1�n n�cibc protección de ,·cinticinco años a
partir de la primero publicnción. Tras esa fecha, cae en el dominio
público.
Una fotografía discutida (Robert Doisneau, 1958) En la Unión Sodc.!tica, después del decreto del 21 de fe-

jj\, C ORUNIVERSITARIA
156
(!A
J BISL.OTECA
!57
brero de 1973, se aplica el derecho de autor durante toda la vida les perteneciera. La sentencia les fue favorable, pues hay que
del autor más los veinticinco años que siguen a su muerte. No distinguir entre el derecho de reproducción y los gastos de repro­
obstante, la legislación de las Repúblicas federales puede restdn­ ducción. Algunas �gencias venden fotos bajo su propio nombre y
gir el plazo de aplicación del derecho de autor que protege las cobran los beneficios, aunque esas fotos hayan caído en el dominio
obras fotográficas. Aun así esa duración protectora no puede ser público desde hace tiempo. En tal caso las agencias, según la ley,
inferior a diez años a contar de la fecha de primera publicación sólo tienen derecho a que les abonen los gastos de reproducción
por reproducción. Es decir, que si una fotografía se considera de y un beneficio con relación a esos gastos. Mientras los editores,
utilidad pública o de interés cultural, puede publicarse diez años desconocedores de la ley, acepten abonar derechos de reproducción
después de la fecha de su primera publicación, sin pagos por de­ por fotos ya pertenecientes al dominio público, algunas agencias
recho de autor. poco escrupulosas se aprovecharán de la circunstancia.
La situación actual es caótica. Hasta en los países donde Múltiples querellas fueron presentadas por personas foto­
los derechos se hallan claramente definidos por la ley, éstos sufren grafiadas en la calle o en otros sitios considerados públicos, como
una continua ignorancia. E n Francia, por ejemplo, la fotografía restaurantes, teatros, etc. La ley, en efecto, protege el derecho ele
dispone de protección contra todos los fraudes y usos abusivos, la persona. Por el contrario, las personalidades de la vida pública
como los contratipos, la reventa sin autorización, etc. La ley re­ no pueden oponerse a que se publique su imagen. A esa categoría
cuerda expresamente en su artículo 6 que «el autor goza del dere­ pertenecen todos los hombres de Estado y los grandes artistas de
cho a ver respetado su nombre, su calidad y su obra». Pero gran pública notoriedad. ¿ Pero quién decide la importancia de un per­
cantidad de periódicos omiten sistemáticamente, bajo las fotogra­ sonaje? Evidentemente el juez y su interpretación de la ley. Son
fias, el nombre de quienes no son fotógrafos de la casa. Algunos problemas difíciles en materia de jurisprudencia, que además
ofrecen como indemnización un precio que dobla la tarifa en complican sigularmenle el trabajo del reportero fotográfico.
vigor. No es, sin embargo, la vanidad de ver el propio nombre E l fotógrafo Robert Doisneau vio así cómo una de sus
impreso lo que hace que un fotógrafo insista en que se le mencione. fotos era objeto de un uso contradictorio. Para él, los temas más
La omisión abre la puerta a cualquier fraude. Hoy en día, las téc­ fascinantes siempre han sido Jos parisinos. Le gustaba deambular
nicas de reproducción han llegado a tal ptmto de perfección que por las calles y entrar en las tascas. Un dia, en uo pequeño café
se pueden sacar copias de todo. Cuando no hay ninguna indicación de la ruc de Seine, donde suele reunirse con algunos amigos, dis­
del nombre, los que utilizan la foto tampoco se sienten obligados tingue a una muchacha encantadora que está bebiendo un vaso de
a pagar derechos de autor. Resulta, no obstante, que los únicos vino en la barra junto a un señor de cierta edad que la mira con
ingresos del fotógrafo independiente proceden de l a venta del de­ una sonrisa a la vez divertida y golosa. Doisneau les pide permiso
recho de reproducción de sus imágenes. para fotografiarlos. Aceptan. La foto (pág. 156) aparece en la re­
Buen número de periodistas, editores y publicitarios con­ vista Le Point, en un número dedicado a las tascas, ilustrado por
sideran la aportación del fotógrafo a sus publicaciones como cosa las fotografías de Doisneau.l59 Entrega esa foto, entre otras, a su
negligible, aun en el caso de que la utilización de la foto se vuelva agencia.
cada vez más in1portante y provoque un fuerte impacto entre el Cuando los periódicos necesitan imágenes para ilustrar
pttblico. Para explicar este desprecio de los edüores, cabría invo­ un artículo, se dirigen a las agencias. Poco después, esa foto apa­
car una razón psicológica. La imagen se ha desvalorizado desde que rece en un modesto periódico, editado por la liga contra el alco­
cientos de millones de aficionados aprietan el disparador cada día, holismo para ilustrar un artículo sobre la acción malsana de las
sin que importe que en la mayoría de casos sigue existiendo una bebidas alcohólicas. El señor, que es profesor de dibujo, se dis­
gran diferencia entre la calidad de la foto del aficionado y la del gusta: «Me van a tomar por un borracho», se queja al fotógrafo
profesional. que le manifiesta su pesar, diciéndole que. no puede controlar el
A todos esos problemas se ai 'iade la interpretación de Ja uso que se hace de sus fotos. Pero la situación empeora cuando la
ley por los jueces cuando se suscita un juicio. Por ejemplo, ¿es misma foto aparece en una revista de escándalos que la ha contra­
obra del espíritu la reproducción de un cuadro? Un fotógrafo tipado en la revista Le foint, sin permiso ni de la agencia ni del
había publicado la reproducción de un cuadro de maestro con el fotógrafo. E l texto que ahora acompaña esa foto dice: «Prostitu­
permiso de su propietario que lo había comprado en una subasta. ción en los Champs - Elysées». Esta vez el profesor de dibujo reac­
El derecho ele reproducción correspondió al fotógrafo, pero los ciona furibundo e intenta un proceso contra la revista, la agencia
herederos del pintor se opusieron, declarando que eran los únicos y el fotógrafo. E l tribunal condena a la revista a pagar una fuerte
en tener un derecho sobre esa fotografía, aunque el cuadro ya no suma por fraude. También condena a la agencia qut: sin embargo

158 159
no había entregado la foto. E l fotógrafo sale absuelto. El tribunal fotógrafo se quejó de que un periódico hubiera utilizado sus [otos
se limita a considerarle uun artista irresponsable». sin firma y las hubiera revendido a otras publicaciones sin auto­
La historia tiene un epílogo. Un periodista bien pensante, rización ni mención. El Tribunal de Parfs (sentencia del 17 de
corresponsal parbino de un periódico del Midi, publica un artículo mayo de 1969) estimando que el periódico no sólo había vulnerado
en el que cuenta la historia y ataca violentamente aJ fotógrafo re­ los derechos pecuniarios del fotógrafo, sino que además había
prochándole que sea uno de esos que se oculta tras las carlinas ignorado su derecho moral, poniéndole en la imposibilidad de exi­
para hacer fotos escandalosas.II!O Doisneau no es de esos, pero esa gir que se indicara su nombre en ocasión de la nueva reproducción,
.
clac;e de fotógrafos existe, les llaman paparazzi. pronunciÓ una condena.
Múltiples errores se cometen cada día por obra de la
prensa y de los editores en la utilización de fotos que no correspon­
den en absoluto al tema que se quiere ilustrar. Así se dio el caso de
un editor alemán que un día me pidió una foto en color de una
india para la portada de uno de sus libros, sin especificar de qué
clase de india se trataba. Le envié la foto de una mejicana guapi­
sima. Cuál no sería mi asombro cuando vi más tarde esa imagen
en la portada de un libro sobre las Indias. Sin embargo, yo había
indicado claramente que se trataba de una hermosa criatura de
México.
Se entablaron muchos procesos a raíz de querellas entre
fotógrafos y util izadorcs. Veamos algunos ejemplos: una gran fo­
tografía en color, que representaba al general De Gaulle y publi­
cada en Paris/Matclt, fue aprovechada por un dibujante para imi­
tarla y reproducirla en viñetas de oro. Tales viñetas se vendieron
en gran número. Se dictó fraude y todo se resolvió amistosamente
pagando una indemnización al fotógrafo. No hará mucho, LLD fo­
tógrafo vio en televisión la presentación de un álbum para niños
cuya primera página incluía una pintura que reproducía una foto
creada por él. Se hubiese necesitado la autorización del fotógrafo
tanto para esa pintura como para su representación. También este
caso se resol,·ió de forma amistosa. Un gran semanario olddó men­
cionar expresamente el nombre del autor bajo las fotos de un im­
portante reportaje. El Tribunal de Gran Instancia de París (7 de
abril de 1967), considerando que el hecho de colocar el nombre
del fotografo. entre otros nombres de fotógrafos y agencias, al final
del artículo, no permitía identificar exacta y correctamente al
autor de cada uno de los clichés, condenó al semanario. En otro
caso, un cJlcbrc productor utilizó para una película varios cli­
chés, obras de reporteros fotógrafos. sin haber pedido permiso
ni mencionar sus nombres. El Tribunal (juicio del 1 3 de diciembre
de 1968) condenó al productor a pagar notables sumas a Jos fotó­
grafos en concepto de daños e intereses y recordó, al dictar senten­
cia, que los fotógrafos en tanto que autores tenían derecho al res­
peto ele su nombre y que éste debía Jigurar o en el cliché o aña­
dido al reparto. En otro caso, el tribunal reconoció, como una
vulneración a la integridad de la obra y al derecho del autor a que
respeten su nombre, la utilización de fotogralias aéreas en forma
de carteles, sin mentar la procedencia ni el nombre del autor. Otro

160 161
La prensa del escándalo

En los años 50 las re\'istas de escándalos comienzan a vol­


n�rse muy populares en Italia, originando una nuc\'a raza de fotó­
grafos: los paparazzi. Dichos fotógrafos recurren a teleobjetivos
para sorpnmdcr a la gente en su vida pri\·ada. Los teleobjeLivos, que
permiten la aproximación a escenas imposibles de fotografiar de
cerca. alcanzaron un pcrleccionamiento extremo duramc la úJLima
guerra para espiar al enemigo. El ejército alemán los utilizaba, por
ejemplo, para filmar las costas inglesas. La ciencia espacial los
perfeccionó aún más. Federico Fe11ini muestra cómo actúan esos
fotógrafos en su película La dolce viw, que estigmatiza a cierta
sociedad romana, ociosa y depravada. La prensa sensacionalista, la
Regenboge11presse (prensa del arco iris, como se la llama en Ale­
mania, donde causa furor), existe en todos los paises capitalista<>.
En los países socialistas no puede imprimirse, considerada como
inmoral. En Francia también hay periódicos de ese tipo, como
France - Dillla11cile, 1ci- Paris o Noir et Blauc. Esa prensa sólo vive
de historias de amor y chismorreos y constantemente anda necesi­
tada de fotos que paga bien. Los temas de tales artículos son sobre
todo las artistas de cinc, Liz Taylor, Brigitle Bardot, Zsa- Zsa
Gabor, ele., Jos hombres de negocios ricos como Pati11o, el rey del
estaño, o Aristóteles Onassis; las princesas, como Soraya, Marga­
rila de Inglaterra, Gracc Kelly, esposa del príncipe Raioiero, Farah
Diba, y también los playboys. Esos ambientes se hallan continua­
mente vigilados por los paparazzi, apostados ude plantón» día y
noche ante sus casas, los hoteles y las boítes nocturnas de moda,
donde tieneo mejor ocasión de sorprender a sus presas. Esta pren­
sa cuenta con millones de ávidos lectores, mujeres sobre todo.
Conocer las historias de amor y la vida íntima de la gente célebre
y afortunada permüe soñar y olvidar la existencia propia, tan me·

La gran familia de Playboy

J63

diocre a menudo. Esa prensa también desempeña el papel de exu­ a la �xesposa de �;�n preside� te de Estados Unidos,
trágicameme
torio en todo el rencor nacido de las dificultades de la vida, pul!!> fallcctdo, e:a suictente para tmpresionar y armar escándal
f o.
aunque la gente quiera estar informada sobre la vida de esos am­ BaJO la marca «Naturismo», se podían comprar
en los
bientes, los detesta. años treinta revistas llenas de desnudos. Se encontraban en
cual­
En muchos casos, los fotógrafos, especialistas de ese gé­ quier quiosco de periódicos, aunque los vendedores nunca
las
nero de reportajes, hacen sus fotos con el coq�entimiento de las pusieran a la ' ista. ( E n Francia, la reproducción fotográfica
del
pl!rsonas implicadas. Cuando un fotógrafo goza de cierta reputa­ cuerpo desnudo está castigada por la le) si un juez la considera
cion en ese ambiente, suele recibir previo a\·iso de cualquier acon­ i �?ecente.) A �artir de los años cincuenta, con la lenta desapari­
cton de los tabus sexuales, comenzaron a multiplicarse por doquier
tecimiento, un encuentro, una presencia en cierto sitio; esas mis­
varias revistas de ese género. La más célebre, Playboy, se debe a
mas personas, o su agente de publicidad o su encargado de prensa,
Hugh M. Hefner, un norteamericano hijo de predicador, cuando
son quienes le a\ isan. Raros son los famosos que llegan a entablar
tenía 27 años de edad. E l primer número, que apareció en diciem­
proceso. El actor Samy Frey denunció a /ci- París por difamación
bre de 1953, no lle,·aba fecha, pues Hdner no tenía dinero. Había
tras una serie de artículos, ilustrados con fotos, hechas contra su
pedido 1 1 000 dólares prestados y tenía que esperar a que dicho nú­
\ Oiuntad, en las que se le acusaba de «destruir» a B.B.161 Jacqueline
mero se agotara para poder fabricar el scgundo.•6J Ya desde un prin­
Kennedy tu\'O que defenderse en 1971 contra el fotógrafo Ronald
cipio, introdujo la Playmate, reproducción fotográfica de una mu­
E. GaJella, denunciándole ante un tribunal para escapar a la caza
chacha desnuda. Marilyn Monroe· fue la primera de esas bellezas
de que ella y sus hijos eran objeto incensantemente. E n una decla­
y sus formas opulentas inspiraron la selección de todas las chicas
racion ante el juez, su hijo John F. Kennedy, jr., de 1 1 años de
que le sucedieron. Para Hefner, Marilyn representaba «el sexo
edad, afirmó que el fotógrafo Galella u me a�altó, me cortó el camino
natural».
y me descargó los flashes en la cara». « N o me siento segura cuan­
«Si la sucesión de chicas desnudas, publicadas durante los
do lo tengo cerca», insistió su hermana Caroline, de 1 4 años. El fo­
dieciocho años de existencia de Playboy, pudiera transformarse
tógrafo, por su parte, reclamaba a Jacqueline Kennedy y a· tres
en una sola, pesaría once toneladas y media y tendría una altura de
agentes secretos, sus guardaespaldas, la suma de 1 300 000 dólares,
18 105 centímetros•, declaraba A. C. Spectorsky, edi 1or- jefe de
so pretexto de que le impedían ganarse la vida. uNo quiero moles­ Pltlyboy en 1971.'64
tarlos, le explicó al juez, busco imágenes espontáneas, fotos que Playboy sólo se dirige a los hombres y en 1972 éstos llegan
carezcan de pose. Es lo que yo llamo mi modo, "a la paparazzi", de a constituir la cifra de seis millones y medio de lectores. Su gran
hacer fotos,.thl El juez decidió que GalelJa, en lo futuro, debía é:dto consiste en la combinación de dos aspiraciones de las clases
mantenerse a más de 45 metros de la Sra. Onassis y sus hijos. medias americanas: el deseo sexual y el deseo de promoción social.
E n 1972, Jackie Kennedy Onassis fue víctima una vez más Al estudiar Playboy, existe la seguridad de una promoción social
de los paparaz:.i. Playmen, re\'ista erótica italiana para hombres, ::.1 se siguen sus consejos, sobre la manera de vestirse por ejem­
publicó 14 fotos de ella que causaron sensación. Los 750 000 ejem­ plo. Ya en sus comienzos, Playboy sugería a sus lectores que inclu­
plares de ese número se agotaron en 24 horas. Pese a todas las pre­ yeran en su guardarropa al menos de siete a diez camisas «Supo­
cauciones tomada para impedir que los paparazzi se acercaran a niendo que os cambiéis de camisa cada día, práctica que os reco­
la isla Scorpios donde Onassis posee una propiedad inmensa, pro­ mendamos.-.16S En otoño de 1971, los lectores se enteraban de que
tegida por guardianes armados y una flotilla de lanchas, unos fo­ en la moda cel cuero aún es el re\
�'•.
tógrafos \'estidos de submarinistas, provistos de teleobjetivos, Los problemas sexuales tienen su trato en el «Foro de
lograron sorprender a Jackic mientras tomaba sus baños de sol en Playboy», sección dedicada al intercambio de ideas entre lectores
tl·aje de Eva. u ¡ Qué cuerpo más hermoso! ¡Qué mujer tan guapa!•. Y redacción, y que corresponde al consultorio sentimental de las
exclamó la Sra. Tattilo, editora de Playmen, decidiéndose a publi­ revistas femeninas. Respuestas y consejos se dan con ayuda de
car taJes documentos. Esta vez, Jackie ni siquiera se esforzó en •la filosofía de Playboy».
intentar un proceso, pues las fotos aparecieron publicadas de in­ ¿Qué clase de hombre Jee Playboy? Según un reciente
mediato en la prensa de escándalos del mundo entero (salvo en sondeo, el SO o/o de los lectores de Playboy tienen menos de 35 años
Playboy, ¡que las había rechazado ! ) . Incluso ciertas revistas que Y ganan más de J S 000 dólares (cerca del millón de pesetas) al año.
no se consideran publicaciones eróticas o de escándalo, como El 64 % están casados. Los lectores de la revista suelen ser prefe­
Paris Match, apro\·echaron la ocasión. Hoy las revistas están llenas rentemente hombres que se aburren en su hogar o que carecen
de chicas bonitas totalmente desnudas, pero ver con ese atuendo de intereses particulares. La atracción de la revista consiste sobre

164 165

todo en la desemejanza entre su descripción de l a vida y la de sus por l a cantidad de escritores y periodistas célebres que con sus
lectores, pues l a vida que describe Playboy es completamente ima­ textos y entrevistas contribuyen a su publicación, personalidades
ginaria, una singular combinación entre aspiraciones sociales y como Vladimir Nabokov, Jean - Paul Sartre, Alberto Moravia, John
deseos sexuales de la clientela. La publicidad de Playboy es signi­ Kenncth Galbraith, el ilustre economista, exembajador y profesor
ficativa. Muestra preferentemente a jóvenes vestidos con elegancia, de Haxvard, etc. Hasta la Iglesia católica recurre a Playboy para
fotografiados junto a coches potentes o yates, por lo general bajo las hacer proselitismo. En efecto, el padre Joseph Lupa, de Pikesville,
miradas admirativas de chicas bonitas. Maryland, perteneciente a la Orden Católica de los Trinitarios,
puso en 1971 un anuncio de una página entera en la revista (coste:
«Si, el mundo dice sí al oro de Benson y Hedges. 10 000 dólares) para reclutar muchachos «Conscientes de su deber
Y vosotros, ¿ya habéis dicho sí?» social». E l éxito fue <<fantástico, inimaginable».
No hará ni veinte años, el norteamericano medio se hubiera
Esa publicidad por una marca de cigarrillos va ilustrada con una sentido hondamente escandalizado por una revista como Playboy.
foto en color, que representa a un joven de inexpresiva belleza Pero hoy, en la «Sociedad de Plástico», Hugh Hefner está conside­
delante de un juego de ajedrez (símbolo de la inteligencia) mirando rado, con Walt Disney, uno de los «dos grandes empresarios puri­
un paquete de cigarrillos abierto que sostiene en una mano. Una tanos de cultura del siglo XX»,166 mientras que Playboy figura muy
chica se apoya en su hombro y le sigue la mirada. O también esa seriamente entre las revistas de estilo WASP (White Anglo S�'<on
otra fotografía, en la que aparecen los cuerpos desnudos abraza­ Protestant), rundador de Norteamérica e inventor de la ética protes­
dos de un chico y unq. chica ele pecho opulento muy a la vista, que tante. «¿Cómo se las ha arreglado Hefner para que lo metan en el
ilustra una publicidad para una cadena de estéreo (número de mismo cesto que Disney?», se pregunta el circunspecto periódico
enero de 1973). protestante The Christian Century lleno de consternación.167
La atracción de Playboy consiste ante todo en hablar de «Hugh Hefner se ha apoderado de cosas que los puritanos
sexo ilustrando el tema con profusión. El número de enero de 1973 siempre habían imaginado como gozosas aunque sin embargo las
se componía de 260 páginas, de las que 78 correspondían a publi­ hubieran rechazado. Las ha declarado sanas y válidas afirmando
cidad. Entre las ilustraciones había 41 fotos de desnudos, 1 2 dibu­ que representan la libertad y la expresión de uno mismo. Antaño,
jos y caricaturas pornográficas, una colección de dibujos reparti­ cualquiera podía sentirse en falla por el simple hecho de tener un
dos en siete páginas obra del artista Charles Bragg, que ilustraban sexo; hoy, gracias a Hefner, uno se siente en falta si no lo tiene.
el Apocalipsis en un estilo erótico, fotografías de desnudos de una Disney y Hefner representan un mundo cerrado y sin defectos,
película, El sentido de la vida, «con abundancia de carne y de gobernado por una imaginación mecánica y simplista». 16s
fantasía», añadía la redacción, y las célebres bistoTietas eróticas. En Las empresas de Playboy l11c. han fundado muchos nego­
ese número del nuevo año 1973 se reprodujeron las .fotos de las cios: clubs, hoteles, una editorial. Han invertido capital en una
playmates de cada mes del año transcurrido. Bajo cada imagen casa discográfica, financian películas, lanzan ediciones de Playboy
de esas chicas en traje de Eva -algunas también aparecían fotogra­ en Europa. Pero ya hay revistas que, copiando sus fórmulas, han
fiadas �<en civil»- se indicaban los nombres, situaciones y aspira· hecho su aparición: Penthouse en Inglaterra, que también saca
ciones. Así nos enterábamos de que Miss March 1972, EUen Mi­ desde 1971 una edición norteamericana; Playmen en Italia, y Luí
chaels, ha obtenido su título universitario en Arte en el Queens· en Francia. En 1971, dieciocho años después del lanzamiento de
borough CoUege y que de momento ha interrumpido sus estudios. Playboy, Hefner ofrecía un millón de acciones a 25 dólares cada
aLtnque piensa seguir su BA (Bachelor o( Arts): «DO cabe duda de una en bolsa, conservando para sí siete millones. Su fortuna se va­
que acabaré en la enseñanza, explica, pero actualmente me anima loró en casi 164 millones de dólares t69 y, con menos de 50 años,
el propósito de ser modelo en Nueva York . . ». Miss August, Linda
. figura hoy entre la media docena ele multimillonarios norteameri­
Sommers, ha abandonado su trabajo en las tiendas de productos canos selfmademen que sólo deben el éxito a sí mismos.
sanitarios de su suegro en favor de una nueva vocación: aprende el Poco después que acabara la guerra, en 1946, un soldado
oficio de vendedora de terrenos en Chula Vista, California. . . norteamericano asesinó en París a una prostituta tras haber pasa­
Todas las playmates de Playboy proceden d e honorables do la noche con ella. Se habl.ó mucho del caso. Los psiquiatras de­
familias que sin duda no tienen inconveniente en que uno de sus clararon que el joven norteamericano, educado dentro de las tra­
miembros salga fotografiado desnudo y se exponga a las miradas diciones puritanas de su país, había matado para liberarse de sus
de millones de hombres. sentimientos de culpabilidad. E l genio de Hefner, años más tarde,
Hasta qué punto esa revista pasa por respetable, se nota consistió en presentir el final de los tabús sexuales en Norteaméri-

166 167
C ORUNIVERSITARJA
BIBL·OfECA
ca. La fotografía se le antojaba un medio perfecto para manipular Dc:.pucs de dos semanas de rertexión, el jue:t. condenaba
y satisfacer los deseos eróticos de sus contemporáneos, al tiempo al cantante a una multa de 60 000 francos ( JO francos por cartel),
que él mismo se presentaba como el gran moralista de su época. a la compañia que le graba los discos tambic5n a 60 000 francos y

La liberación de los tabús sexuales en Francia no ha recu­ a su agcnlc ele prensa que había planeado esa foto a 30 000 francos,

n·ido a las explosivas (ormas impuestas en los países nórdicos y e!> decir. a una suma global de 150 000 francos, suma considerable

anglosajones, dominados durante siglos por el puritanismo protes­ por haber exhibido un culo desnudo en carteles por las calles de
tante. Los franceses tienen fama de saber hacer el amor y en París."" Hoy, ese cancl se ha vuelto objeto de colección.
Francia nunca se ha creído que el acto sexual fuera un vicio. Por Lo que escandali�ó al juez y a determinados parisinos era
el <.:ontrario. la moral burguesa impera estrictamente dercndida po1· el hecho tlc que se trataba de una lowgrafía. No cabe duda de que
la ley. Exponer públicamente la fotografía de un culo al aire puede un dibujo hubiese pasado más fácilmente, pero el realismo inhe­
costar caro. El cantante pop Michel Polnareff pasó por esa expe­ rente a la foto (el trasero del canlantc se veía mucho más blanco
riencia. que MIS piernas Losladas) había dado mucha mayor agresividad a
Polnareff tenía que dar en 1972 un recital en el Olympia, el e-;t• mensaje publicitario.

mayor music - hall de Par!s. Con su agente de publicidad, imaginó


un cartel, basado en una fotografía. que le representaba con gafas
de l>OI. un sombrero de mujer· de ala ancho y una camisa de encaje
alzada. enseñando su trasero desnudo. Mandó pegar seis mil de
esos cartdes por las calles ele París. Una mitad de parisinos se rió,
la otra mitad se indignó. Un pegador de carteles profesional, Henri
Lariviere, cscandnlizado sin duda por la visión del trasero del can­
tante. lo cubrió con un cuadrado blanco imitando a la lelc,•isión
francesa que usa ese :.igno para avisar a los padres de las películas
consideradas nocivas para la juventud.
Polnareff ruc citado ame el juez y acusado de exhibir un
cat·tcl co11 una fotog1·nfía indecente. El diál ogo entre In auturidad
judicial y el cantante era digno de Courteline. Veamos un pá­
n·aro;
• --

J 1 EZ. - ¿De modo que us.ted quería causar un efL•cto par­


ticular de publicidad a base de escandalizar al buen
burgués?
Pou\,\REFr. - Ni hablar. Era un chiste. Yo lo único que
quería era hacer reir. Hay demasiada morosidad ( tér·
mino utilizado por el cxprimer ministro Jacques Cha·
ban · Delmas para describir la atmósfera opresiva de esa
época en Francia).
Junz.- En suma, cree que ha encontrado un remedio para
todo lo que anda mal.
Pot �.\REI r. - ¿ Por· qué no? La imagen de mi pais no dc­
beria limi tarse a las fuentes de Vcrsalles ni al ca­
mcmbcrL
Jl EZ.- ¿Se considera usted mismo como un monumento
histórico?
PoL:-.:·\REFF. - Las glodas de Francia no pertenecen sola-
mente al pasado.
Jn;z.- Su cartel era indecente.
POL:-.1,\RI!Fl . - Yo me lo figuraba.
J 1 FZ. - Será porque no puede verse a usted mismo.
168
La fotografía, expresión artística

La fotografía ocupa hoy a decenas de miles de fotógrafos


profesionales. Las obras de cierto número emergen por su calidad
documental, su sentido artístico y su espíritu inventivo. Entre Jas
actuales tendencias, cabe distinguir dos grandes corrientes: los
fotógrafos para quienes la imagen es un medio de expresar, a
través de sus propios sentimientos, las preocupaciones de nuestro
tiempo. Se sienten aludidos por Jos problemas humanos y sociales,
viven comprometidos. Para otros la fotografía es un medio de rea­
lizar sus aspiraciones artísticas personales. En ambos casos pue­
den ser creadores o simples artesanos, pero todos ellos son los
descendientes de aquellos que, después de medio siglo de estanca­
miento, han recuperado el prestigio para la fotografía. Aquellos
antepasados fotógrafos están íntimamente ligados a los movimien­
tos artísticos y políticos de los años veinte.
La Gran Guerra había causado profundos trastornos. Tales
trastornos se reflejaban en las tendencias artísticas de la época.
Se produjo una abundancia de nuevas ideas y de movimientos ar­
tísticos a menudo contradictorios. E n Norteamérica, escritores
como Drci:-.cr, Upton Sinclair, Hemingway, S teinbeck. y otros ten­
dían hacia un realismo vigoroso y documental que reflejaban la
crisis de conciencia de esos escritores frente a la brutalidad de la
vida norll'americana. Muchos les reprocharon su estilo « fotográ­
fico». En 1�1 Unión Soviética, había nacido un arte nuevo que influyó
en el cine con la., películas de un Eisenstein y de un Pudovltin. Los
escritores describían la realidad soviética y glorificaban la epopeya
revolucionaria. Se utilizaron fotografías inmediatamente amplia­
das con objeto de fijar para siempre la efigie de los jefes en la
mente. En Francia, el movimiento surrealista relacionaba los he­
chos reales de la vida con las pulsaciones inconscientes. El pintor
Rayograma (Man Rny, 1922)
171
170
Man Ray creó fotografías sin cámara. Producir imágenes reuniendo el f'ilósofo WalLer Benjamín en �u <!nsayo capi1al i>Obre La ubra ti<'
objetos sobre una hoja de papel sensibilizada y luego expuesta a arte en la era de su reproducció11 técnica.'N
la luz, no era una técnica nueva. Man Ray redescubre el procedi­ Moholy - Nagy nació en Hungría en 1 895. Realiza estudios
miento por azar. Bautiza esas fotografías inspirándose en su propio jurídicos que abandona pronto para dedicarse enteramente a la
nombre, llamándolas rayógrafos. Bajo la inHucncia de las teorías pintura .. Se une al movimiento artístico de \'anguardia húngaro
surrealistas, significan para Man Ray una especie de escritura au­ Ma (que quiere decir, Hoy), cuyos objetivos se asemejan a los del
tomática, debida al azar de los objetos.171 grupo francés Espirit Nouveau, en donde Le Corbusier y OzenfanL
A principios de siglo, cuando los periódicos comenzaban revelaron la interdependencia entre la pintura, la escultura y la:.
a publicar algunas fotografías, la gente las recortaba y las pegaba técnica� de la industria moderna. En 1920, Moholy - Nagy llega a
en álbumes. Eran composiciones mecánicas, que no alteraban el Berlín y se une al movimiento dadaísta. Por esa época crea foto­
gramas sin cámaras, desconociendo aún las tentativas de Man Ray.
y
sentido de la fotografía. Los dadaístas practican el collage en los
años veinte mezclando pedazos de fotografías y dibujos. La foto­ Pero si para este úllintO son una escritura automática, para Mohol ­
grafía, separada de su contexto, no supone para ellos más cosa que Nagy La composición del fotograma n:spondc a una reflexión muv
un medio negativo de atacar el arte convencional. Por el contrario, madurada. Cada efecto obedece a un cálculo y no se deja nada át
azar. Su intención persigue alcanzar formas y tonalidades deter­
en el fotomontaje guarda todo su significado. Su inventor, John
minadas, yendo del blanco al negro pasando por todas las gamas
Hcartficld, nació en Alemania en 1891. Se dedica a La pintura. Du­
de los grises intermedios. En 1922, hace una primera exposición de
rante la Gran Guerra, llega a ser un furibundo antimilitarista. A fin
sus pinturas abstractas y de sus fotogramas en la galería de van­
de protestar contra la propaganda oficial de odio desencadenado
guardia «Der Sturm», de Berlín. Waller Gropius, fundador de la
contra los británicos, decide britanizar su nombre: Helmut Herz­
Baultaus, visita la exposición y le invita a que enseñe en su escuela
feld pasa a ser John Heartfield. Se asocia al pintor Georg Grosz,
estatal de Weimar. A partir de la primavera de 1923, será profesor
cuyos agresivos dibujos, de mordaz ironia, estigmatizan la socie­
en la Bauhaus, junto a Paul Klee, Johannes Itten, Oskar Schlemmer
dad burguesa. Crean collages conjuntamente, collages que preten­
y otros artistas. Sus ideas se funden con la mentalidad de la e!.cue­
den combatir la guerra, y luego la República de Weimar, culpable la y tendrán una inOuencia decisiva en el arte moderno.
de haber asfixiado la revolución de noviembre de 1918. A partir de Moholy- Nagy es pintor, escultor, cineasta y fotógrafo. Se
l 920, Heartfield usa exclusivamente la fotografía para desenmas­ interesa particularmente por los problemas de la luz y del color.
cara!· el carácter reaccionario de la clase en el poder. Inventa el Realiza películas experimentales, siendo la más conocida la que
fotomontajc y se denomina a sí mismo 111011/ador, identificándose lleva el significativo título de Espectác111o de ltt<.- negro blanco ­
a los obreros que llevan ropas (sobre todo los mecánicos y electri­ gris. En 1933, tras la llegada del nazismo. emigra a Amsterdam y
dstas), llamadas en alemán Monteura11ziige. Utiliza fotografías luego a Londres, donde prosigue sus experiencias con la película
juiciosamente seleccionadas. Cada imagen posee su propio signifi­ en color, haciendo carteles y películas documentales. Comienza a
cado, pero al yuxtaponerlas, se crea un nuevo significado de con­ experimentar el plexiglás en pinturas de tres dimensiones, a las
junto. Es un proceso dialéctico. John Heartfield se alista en las filas que califica de moduladores del espacio. En 1 937, le ofrecen la di­
de la extrema izquierda. Sus fotomontajes aparecen en portadas de rección de la nueva Baulzaus en Chicago. Su influencia sobre el
libros de las ediciones Malik de Berlín y en carteles de las publica­ movimiento artístico norteamericano es considerable. Construye
ciones obreras. Su efecto reside en la simplicidad de la composi­ estábiles y móviles. Sus experiencias con la luz siguen siendo una
ción que sugiere ideas comprensibles para todos. Entre sus manos, de sus mayores preocupaciones. Muere de leucemia en Chkago
la fotografía se vuelve un arma temible en la lucha de clases.172 en 1946, a los S l años de edad.
El gran teórico de la fotografía, el primero en comprender Tras un siglo de discusiones para saber si b foLOgrafía
las nuevas vías que abría en la creación, fue Lazlo Moholy - Nagy. es un arte, Mohol y - Nagy la sitúa en su auténtico lugar. <<La anti­
En su libro, Pinlura, fotografía, film, publicado en 1925 dentro de gua querella entre artistas y fotógrafos a fin de decidir si la foto- ·

la serie que edita la Bauhaus, describe el camino que emprenderán grafía es un arte, es un problema falso. No se trata de reemplazar
la fotografía y el arte contemporáneo.m Anticipándose en más de la pintura por la fotografía, sino de clarificar las relaciones entre
treinta años a su tiempo, define los movimientos artísticos que la fotografía y la pintura actuales, y evidenciar que el desarrollo
comenzarán a extenderse únicamente durante la segunda mitad de medios técnicos, surgidos de la revolución industrial, ha con­
del siglo xx. Sus conceptos sobre el papel de la fotografía, basados tribuido grandemente en la génesis de nuevas formas dentro de la
en experiencias prácticas, se verán confirmados años después por creación óptica».'7s Hasta entonces, las interpretaciones de la foto-

172 171
grafía se han visto influida� por los planteamientos estéticos y
filosóficos referentes a la pintura. Se trata de reconocer las leyes
partlcuJarcs de la fotograf1o. La luz en st mismo ex'ige que la miren
como creadora de forma�. Si hay que juzgar fotografía y film, ha
de ser de�de eMe ángulo. La Cotografia abre nue,·as pcr�pectiva�
'
desconocidas ha ta entonces, capta los juegos del clziaroscuro, apri­
siona la luL dentro de un peda70 de papel sin interferencia de apa·
rato, descubre la bellc7a de la 1m:1gcn negath-a, etc.
En su libro, lA llliC\'a \'ÍSÍÓil, 1,. que aparece en 1928, Mo.
bol) - ag\- c'plica '>U tcon:l de la graduación de la luz, su descu­
brimiento de angulo-. de ' 1-.ion ) de nue,·as perspcctha que co.
rrespondcn a la tc�nic:a de la� máquinas modernas. La fotografía
produce �u'> propia-. le,e-. ' no depende de las opiniones de los
cntico de arte; '>ll'> 11.!\-e'> con'>tituiran la unica medida válida de
sus futuro� utlOIe!>. Lo que importo es nuestra participación en
nue' a' cxpcriencin' �obre el c'>pacio. Gracias a la fotografía, la
humanidad ha adquirido el poder de percibir su ambiente y su
existencia con nut:\'OS ojo'>. El fotógrafo verdadero tiene una gran
responsabilidad social. lln de trabajar con los medios técnicos que
se hallan a 1>u d ispo�ición. Ese t rabnjo es la reproducción exacta de
los hechos cotidiano�, sin db.Lorsioncs ni ndulteraciones. El v�lor
en [otografía no debe medirse únicamente desde un punto de vbta
estético, �ino por la intensidad humana y social de su representa­
ción óptica. La lotogra!ia no r;ólo es un medio de descubrir la
realidad. L.-. m1turalcta, ' i <,ta por la cámara, es distinta de la na­
turaleí'a \'i ta por el ojo humano. La cámara influye en nuestra
manera de \'cr ) crea la ntte1•a l'i�ión.m
Alguno., teórico., como Me Luhan se han inspirado amplia­
mente en las idea' de Mohol - 'agy y dos generaciones de fotógra­
fos han t rab.qauo bajo '>U influencia, aun desconociendo ..u nom
bre. Al igual que lo descubrimiento de Freud han penetrado en
nue tra co lUmbres de ju1gar determinadas reacciones humanas
-la explicacion de los acto� fallidos nos parece hoy natural-.
también las idea' de Mohoh - Nagy c;c han 'uelto in�eparable de
nuestra manera de ,·cr En 1925, �U'> contemporáneos acogieron su
nue\a ' ision como una utopía. Hoy su lenguaje y sus ideas nos
resullan familia re-. ) e 'en realizados en La manifestaciones del
arte contemporáneo. Si hojeamo1. lai> numerosas re,·istas v :ilbume
fotogrM1co<o del presente, descubrimos con qué ojo profético Mo­
hol y - Nagy llego a prc\'el lo aspecto� extraordinariamente dh·crsi·
ricados de la fotografía de nuestros días.178

fotograma (Moholy-Nagy, 1922)

174 175
En los viajes organizados, está todo previsto: el au tor se
. . La cámara miniatura no es una novedad. La más conocida
detiene en sitios concretos, particularmente en lugares 1milcados
de antemano que pcrmitan haccr fotos. Los turi�ta� tienen el tiem­
la Minox, se fabrica en Alemania desde hace muchos años. Per �
.
J?
po justo de bajar y apretar el cli �parador: c�1 Pans, N<:> t�c- ame;
carrete de tamaño muy reducido no daba resultados excelentes y
sobre todo no existía ninguna película en color apropiada para
en Jerusalén, el Monte de los Olivos; en Eg1pto, las p1�mmdes . . .
formato tan pequci1o, que permitiera obtener pruebas satisfac­
Al día si"uiente tocarán otros monumentos, otros parajeS, otros
l
paises. E turista se ha convertido en objeto tr�n�porlable y su­
.
torias. Los i11\'cst igadores c.:ientíficos de Kodak se pusieron manos
a la obra y rcsoh·icrun el problema. E l carrete creado para l a
miso. E l cuerpo humano, sin embargo, hene sus hmnes y n� puede
cámara de bolsillo permite obtener pruebas e n color sobre papel
absorber en tan poco tiempo tantas impresion�s nuevas sm mez
: tan buenas como las de los carretes d e mayor tamaño. E n 1972,
darlas. Qué importa, de vuelta a casa, revelara la� fotos y !'odra
el 80 o.-o de los carretes adquiridos por los aficionados eran en color
recordar los lugares visitados. Ya no hace falta m1rar. La camara
y se prevé que el color no tardará en reemplazar enteramente al
ve por vosotros.
. . . carrete en blanco y negro.
Hoy, los aficionados llegan a ser legwnes y la 111dustna
La película en color para aficionados es historia reciente.
fotográfica se extiende por doquier. Su ritmo de desarrollo figura

entre los primeros del mundo. En 1 9 2, se calculaba� solo en
_
.
Hasta 1937 no vende Kodak por vez primera el Kodachrome, ni
Agfa el Agfacolor. Muy pocos aficionados los utilizaban por esa
Norteamérica más de 42 millones de aficwnados que habran tirado
época, pues los carretes eran mucho más caros que el carrete en
la increíble cantidad de más de 5 mil millones de fotos. En Fran­
blanco y negro. Había que comprar además un proyector para con­
cia, la cifra de aparatos fotográficos en activo era el mismo �ño de
templarlos, pues se trataba de diapositivas. Las reproducciones
1 O millones de unidades, es decir, que un francés de cada cmco _Y
en color sobre papel costaban un precio exorbitante y sólo se fa­
medio es fotógrafo. Cabe prever que esa afición por la f� tograf1a
bricaban en Norteamérica e Inglaterra. Salvo raras excepciones,
ha de de acentuarse aún más en años venideros. Se est1ma que
los profesionales tampoco fotografiaban en color, pues la mayoría
habrá, en 1980, 300 millones de turistas que circularán por el mun­
de revistas aún no poseía las máquinas necesarias para impri­
do. Necesitarán aparatos fotográficos. Las grandes firm?s de la
. mirlo. Sólo después de la Segunda Guerra Mundial, a finales de los
industria fotográfica multiplican en consecuenc�a sus busqued�s
. años cuarenta, comienzan las revistas a publicar regularmente pá­
para satisfacer la demanda que perm1ta beneficios cada vez mas
ginas en color y el público estimulado demuestra un mayor interés.
elevados.
, . . , En 1949 en Norteamérica, y en 1952 en Francia, Kodak pone a l a
En efecto, durante esa primera década, la tecmca rea1tzo
venta un carrete negativo en color, e l Kodacolor, d e l que s e pueden
espectaculares progresos . En 1963, Kodak, uno de los gigantes de
obtener pruebas satisfactorias y baratas. A partir de ese momento,
la industria fotográfica, sacaba una nueva gama de aparatos, la
. la boga de l a foto en color cobra impulso.
Instamatic. La mayor parte de aficionados para qmenes la foto
El tamaño de la Instamatic de bolsillo es de 1 1 centíme­
110 es ante todo más que un medio de conservar un recuerdo en
tros de largo por 5 centímetros de ancho, con un grosor de 2,5 cen­
imágenes, tanto si se trata de familiares o amigos _como de lugares
tímetros. Sólo pesa 90 gramos. El carrete utilizado es un tercio
visitados, adoptaron esos aparatos, fáciles de mampul�r Y barat�s.
más pequeño que el que emplea en las Instamatic ordinarias. Por
Entre 1963 y 1972, cerca de 60 millones de Instamatic se vendJe­
tanto, en su fabricación entra un 30 O!o menos de material, aunque
ron por todo el mundo. Los aficionados las prefiere� a los apara­
la firma Kodak vende esa película al público por el mismo precio
tos más sofisticados de Alemania y Japón, cuyo preciO resulta mu­
y gana en consecuencia el 30 % de más por cada carrete vendido.
cho más caro. En 1971, sólo se vendió un millón de aparatos japo­
¡Buen negocio! Tan pronto como se anuncian esas cámaras de
neses en Estados Unidos (mientras que los aparatos alemanes no
bolsillo y los beneficios suplementarios que prometen, la bolsa
se venden en absoluto por culpa de su elev�do precio), lo qu; co­
. de Nueva York, barómetro de las empresas industriales norteame­
rresponde únicamente a l 1 0 O!o de la venta global en Norteamenca.
ricanas, reacciona. Durante los primeros meses de 1972, las accio­
En 1972 Kodak dio un nuevo salto adelante, sacando al

mercado una nu va gama de Instamatic de formato tan red�cid�,
nes de Eatsman Kodak suben de 72 a 113,5 enteros.
Kodak también es el único fabricante que puede entregar
que cabe en el bolsillo como �m billetero o_ ':n paquete de c¡garn­
_ ' . las nuevas máquinas necesarias para revelar y obtener las prue­
llos. «Acontecimiento revolucwnano», escnbJna l a rev1sta TIME.
bas del nuevo formato reducido. Unas 650 empresas aproximada­
"Estamos en la era de la fotografía de bolsillo.» l&o Ese formato
mente, sólo en Norteamérica, están obligadas a comprar esas má­
corresponderá a las nuevas necesidades de utilización por parte
_ quinas, y los nuevos proyectores para los aficionados que prefieren
de los aficionados que se desplazan cada vez con menos equipaje.
hacer diapositivas en color también son de fabricación Kodak .

178
179
-

sc nsiblc; a cominuación las dos boj as se aprietan juntas a


s de dólares tk través
En 1 9 7 1 , Kodak vendía alrededor de 3 millone d_e, un par de rodtllos. _ _
Una pequenn
d pod1a pro­ cantidad de Hquid0
mercancías. Tras deducir sus impuestos, la socieda
clamar un beneficio neto de 4 1 9 millone s de dólares. Con los apa­
llende sobre el papel, revc.l�dolo y fiajándolo. La foto
sale del aparato en bre,·es mmutos. En 1950 Land 1· ntroduc1a

�� �:
ac a
polsillo , que han de invadir el mercado mundia l de la foto, · . •
· un
ratos de ��� · 1ema automat1co de tlem o de po�e y en 1963 una pelícuLa
nes de la p en
se espera tnplicar la ganancias. Una de las ambicio �.:n color. E l aparato Polaro1d más reciente se llama SX-70. para
mercad o chino. Acaso no falte mucho para
firma e penetrar en el

11egar a esa camara de pequeño formato, de técnica totalmente


millone � de chino� empuñe n l a lnstam atic de bol illo en •

que 800 nue\a, Land im'irtió 250 millones de dólare� e decir, una suma
n Kodak es el
lugar del pequeño • l ibro rojo». La firma Eastma

.

Unido�; el sup�nor · a 1o� 16 .7.)0 millones de pesetas. Mando lc\'antar nuevas


en Estados
-
mayor productor de carrete s fotográ ficos
· fábncas, de_stmadas a la producción masi\'a de e e aparato. La no­
no es el unico
80 Oo de sus beneficios proceden de su \ enta, pero �
,·cda consiste en que la foto tomada se re,·ela por s1 sola b ·
norteamericano e�
coloso de la indu!>tria fotográfica. Otro gigante
la firma Polaro id.
los OJOS de su autor sin dejar re iduos, cosa importante en nues
_
epoca en que �o de los problemas mas angustiosos de la sociedad
��
ayuda de
Tre� me�e de-.puc� que Kodak anunciara, con de la abundancia es: ¿como deshacerse de los re�iduos?
de su nue\a Instam atic de bolsillo,
una ingente publicidad, la salida En J97 J, l a firma Polarid había \ cndido 504 millones de
tic la firma Polaroi d causaba sensaci ón al
llamada lnstama 20,
<.lólarcs en productos, situándose a�i entre la� empresas industria­
, el SX-70. La
anuncia r, también ella, un nue\·o aparato de bolsillo les que �on mayor rapidez han crecido en Estados Unidos, señal
Polaroid de bolsillo de 1 8 centímetros de largo por
J 1 centimctros _
de su tnunfo. AlgUien que había comprado acciones Polaroid en
y centíme tros de grosor. Pesa alreded or de 600 gra­
de ancho 3 1 938 por 1 .000 dólares, se encuentra hoy en posesión de · 3 575 000
te: las revela
mos pero tiene la vcntajn de no hacer fotos solamen
1
dólares! 182
acabad a en papel. La investig ación de
al instante y saca una prueba
de ciencia, Edwin Ro­ Las firmas Kodak y Polaroid, dos mastodontes de la indus-
ese milagro !:>O aparato se debe a un hombre .
J909. Realiza tna fotográfi�a norteamericana. se hacen una competencia cncarni­
bert Land. Nació en Bric.lgeport, Connec ticut, en
a raíz de un zad a, pero tienen que afrontar juntas una competcnci3 aún más
estudios de Fbica y se habla de él por \'ez primera _
expone una pel1grosa: la de Jos productores de cámaras fotográficas japone­
coloquio en la Universidad de Harvard en 1933, donde _
de luz. Desarro­ sas. Ya al termmar la guerra, Japón se lantó a fondo sobre el mer­
nue,-a teona sobre SU!:> experiencias de polariza ción
lla sus estudios �obre el color. Sus trabajos cientí.fi.co s son tan �
cado e l a foto�afía y del cinc. En meno� de quince años, logró
el título de conq� ustar l a pnmera plaza mundial, del mismo modo que al­
notables que once u ni\ ersidades le han conferido c� nzo la pn_�era plaza en la fabricación de microscopios electró­
nes en
.. Doctor Honoris Causa a y ha recibido múltiples distincio
ncias de polariw ­ mcos, �áqu1�as de coser y motos. En 1972, c:-.istían más de 100
el mundo cntl!ro Como rc,ullad o de sus experie
ones desembo· compamas mponas, especializadas en la producción de aparatos
ción de la luz con nue\·as materias, sus i m·estigaci f?tográficos y accesorios. Entre 1966 } 1970, solamente la produc­
dio el nombr(!
caron en la con trucción de u n nue\'O aparato, al que
Cion de aparatos había subido de 3 254 585 a 5 8 1 3 236. El 56 00 de
de Polaroid. 1 1
de ese !a fabricación total \'a a parar a la e\portauon. Lo-. dientes más
¿Cómo . e le ocurrio la idea de construir u n aparato
a: cUn día, Important �s son K?r t�mérica, sc�uida de cerca por Europa.
género? A Land 11! gusta contar la siguient e anécdot
_
M1les de tecmcos espec1a!Jzado� trabajan en la i m ·estiga-
las ,·acacion c , en 1943, me puse a hacer algunas fotos de
durante _

me pre­ cion Y grandes firmas Jes conceden los créditos necesarios. Con
mi hija Jcnnifc1 que entonces tenía tres años. La niña ·'> uda de ordenadores, elaboran complejos tooms o el futuro obje-
en \'er las fotos ... Land, que se había
guntó cuanto tiempo tardaría
�e 11\'0 de puesta a punto automática.
i nteresado por la fotografía desde su infancia, buscó cómo
en la cámara. Por su parte, esas firmas llevan a cabo entre s1 una com­
podían revelar e imp1 imir las fotos directam ente
necesita p �c�lcia fcroz y con objeto de mantener su competitividad en los
cAl \'Olver del paseo, ya tenía resuelto el problema», pero � _
p l �.:c �os, meJOrar constantemente los producto y finalmente evitar
años para realizar su idea.
En 1947, hace una demostración de su invento ante una
la � _
.
_ _
Ispcr�Ión, asistimos en Japón, igual que en Norteamérica y
_
Eut opa, n fusiOnes de soctedades y a concen traciones industriales
asamblea de hombres de ciencia incrédulos. Un año después, en
donde los grandes absorben a los pequeños. Como el precio de la
1948, se pone a In venta en Norteamérica el primer Polaroid. Ese
modelo aún pesnba dos kilos y producía imágenes en sepia. Cos­
man
? �
de o ra tiende a aumentar constantemente en Japón, los
fabncantes Implantan nuevas fábricas en el extranjero donde la
taba 90 dólares. El principio de dicho aparato es el siguiente: se
mano de sobra sale más barata. Asf es como hnn construido fá-
expone un negativo y luego se pone en contacto con un papel

181
180
bricas en Singapur y Hong-Kong. De momento, las firm�s japone­ rebasa el d una li tografta original. En cada
: _ gran periódico apa­
lo!.
sas habían comenzado en la industria (oto�ráfica c?p•ando recen cspac10s dedtcado� a la lotogralía. El poder
oso New York
aparatos alemanes. Ahora son los chinos qUJene co ·a
� � los apa­ Time:. publica cada domingo una pagina entera en la que
. aparecen
e 1972
ratos japoneses. Una manufactura china, Sea�ll, constgUJo � cntica� obre las e:-.-posicionc!>, la lista de galenas
e indicaciones
prccto que
una copia exacta de la Minolta SRT-10 1 , ,·endida a un sobre la actualidad fotografka. Gran número de re:\
btas especia­
_
desafía cualquier compet�ncia. hUidas aparece cada mes. En 1972, mas de 200 e'tposic
.. .· ioncs foto­
Los aficionados japoneses son lc.!g10n. Contrattamcntc. a
• • .
gráficas !)C inauguraron a tra\cs del país. La Park Bernet
� Gallery
los aficionados occidentales, compran los aparatos más _complejo de Nuc:\'a York, cuyas subastas corresponden en importa
ncia a Jas
al alca ce de todos los bobillos. Once
pues son baratos y casi e!.tán � _ que se celebran en el Hotel Drouot ' l!n el Palais Galliera
de Paiis,
_ salen
periódicos se dedican a la fotografta y d1ez m1l fotógrafos organiza subastas públicas de coleccione:. fotográficas.
Se impri­
cada año con un diploma de las escuelas japonesas.•SJ men catá logos a la manera de las subastas de cuadros o de
libros
Los aparatos fotográfico construidos con ayuda de la raros. En 1970, tres importantc:s subastas alcanzan precios
muy
un altos. En 1971, una subasta sobrl!pasa los 14 millones de francos.
electrónica son cada vez más refinados. Y sin embargo, hasta

niño pued aprender en pocos minutos cómo utiliza�lo. T�do_
se Se trataba de daguerrotipos, foto!. tamaño tarjeta de visita, apara­
camente . Desde el punto de nsta tecm � o. lO!. antiguos y libros. En numc:rosos museos norteamericanos exis­
halla ajustado automáti
del m­
ya nadie puede fallar una foto. Esa es una de las ra�oncs ten importantes colecciones de fotograftas. El Museo de
Arte
. el
menso atractivo de la foto entre las masas. Otra razon es que modc:rno de Nue\'a York dbpone de todo un departamento dedi­
hombre lleva una vida cada \ez más monótona . Vive reglamen tado cado a la fotografia, trazando su historia. Se organizan en él ex­
enos

y dominado por la tecnoestructura que cada vez le per_m ite � posiciones C\'entuales. Cierto número de otros muscos norteame
­
iniciativa. En tiempos del artesanad o, aún tenía la sa ts(acct n de
?
� ricanos siguen el ejemplo:s-�
personal ida y sus aspira iones; hoy, e ta rcd�ctclo a La importancia otorgada <l la imagen se reOcja en la en­
expresar su : �
no sc:: r más que un minusculo engranaJe en una soctedad
cada vez señanza. En 1968 más de mil escuelas y colegios, entre ellos 177
más automatizada. Hacer fotos le da 1� ilusión de �atisface
r su universidades, enseñan fotografía en Estados Unidos. Más de trein­
que explican que tan­

deseo de creación. Ese es uno de los mottvos ta mil estudiantes siguen esos cursos:�s Dicha acti\ idnd se conside­
lar. En
ta gente se :.ienta atraída por la foto y a haga tan popu_ ra como una disciplina que permite obtener diplomas que van del
de aficionad o� y las evtstas d.:

cada país c'<iste un sinfín de clubs � simple certificado a las mayores graduaciones universitarias. Des­
fotografta e cuentan a ciento�. T mc Inc. p�blicó recte.ntemcnte de 1971 existe un doctorado de fotografía en la Uni\'crsidad de
es
toda una serie de libros, con una urada de millones de ejemplar Nue\'a York.
lenguas, que trataban de todos los a pectos
y traducidos a \'arias Cl mo\·imiento cobra cada \CZ mayor amplitud con los
en el
de la fotografía. Están ricamente ilustrados y se ."ende� múltiples álbumes fotograficos publicados cada año por los gran·
hecha por l a mdustna foto­
mundo entero. La enorme publicidad des editores. Los posters fotográficos están de moda. En otoño
sus producto s es una causa mayor de esa de 1972 salieron a la venta más de \ Cinte álbumes que trataban
gráfica para ,·ender


evolución. únicamente de las obras de los grandes de la fotografía, y además
En Norteamérica, la sociedad técnica es la m s �vanzada. gran cantidad de álbumes !.Obre di, crsos tcmas.ISo Algunos editores
Ahí �e inicia, a finales de los años cincuenta, un movtmte�to que
? �
se especializan en Ja presentacion de obras que solo contienen una
cobra impulso entre los aficionados más adelanta os. mpsezan_ a decena de fotos originales. lujosamente publicadas. Su precio
comprar lo� aparatos más perfeccion ados, las Letea, Ntkon F, m­ o cila entre 600 y 1000 dólares. Su edición es de t i rada limitada,
cluso las Hasselblad y las Linhof. Los G. I. que regresan de la gu�­ entre SO y 60 ejemplares. La fotografsa aislada se \'ende en el co­
rra del Vietnam. traen los aparatos japoneses, comprados en Asta mc:rcio de 25 a 250 dólares. E� unu ganga para los fotógrafos pro­
_
a buen precio. Los áticos, las cocheras y los cuartos de bano se fesionales que, gracias a e!...: movimiento, encuentran una nueva
.
transforman en cámar&s oscuras, llenas de costosos mtrumentos. fuente de ingresos. Signo de los tiempos, Time lnc., en su pro­
En todas las grandes ciudades norteamericanas se abren galerías grama de rev istas especiali.mdas, también prepara una revista ex­
que sólo se dedican a la fotografi::l. En 1973, Nueva Yo � k �ucnta clusivamente dedicada a la fotografía, de próxima aparición.1"
,
con 30. Organizan exposiciones y venden fotograflas al pubhco. Se .
Más de diez años dcspw!s que Nortcamérica, el interés por
vuelven más numerosos los coleccionista obra de arte se vende

s. La la fotografía comienza a desbordar el restringido circulo de los
que los jóvene sobre to o no disponen de
a precios tan elevados � fotógr:1fos profesionales europeos. 1'ambién en este caso, hay que
medios para coleccionarlas. En cambto, e l precw de las fotos no atribuir la implantación de dicha moda a los aficionados cada vez

182 183
-

en París, Viena, Ber­ Conclusión


más numerosos. Se abren galerías especiales
Los editore s, hostiles a la idea de publicar álbu­
lín, Londres, etc.
en años anteriores,
mes fotográfico�. por culpa de ventas deficientes
ones únicamente
cambian de opinión. Empiezan a aparecer colecci
dedicadas a la fotogra fía.
ina, la feria
En Colonia, se celebra cada dos años la Photok
ia fotográ fica. Comen zó en 1950. En
más importante de la indu�tr
propor ciones gigante scas. «Llegad os en coche, en tren,
1972 alcanzó
copioso s que re�ullab a
autocar, charter, Jo vi irante fueron tan
cuarto de hotel en Colonia si no se había
impol.ible encontrar un
Miles de visitantes
reservado con ,·arios meses de anticipación.
alreded ores, otros acampan
deben alojarl.e en los pueblo� de los
del Rhin. ¡Qué éxito!», escribe el enviado es­
en camiones a orillal>
pecial del periodi co Le 1
\ olll le, que anda perdido por la inmensidad
se hablan
de la e:-.pol.icion, una ycrdadera Torre de Babel donde
no entiend e. Constat aba: «La fotogra fía y e l
tanta� lengua que
y profesio­
cinc !>On cada ,·ez menos el feudo exclusi,·o d e artistas
devora alegre­
nales. Todo resulta tan fácil que el consumidor
�in darse cuenta. Es una acti· «Lo q ue está en peligro es la palabra impresa, no sola­
mente decenas de met ros de película
mente UFE», exclamó Robcrt Engelkc, uno de los directores de
vidad costosa, para bien de los fabricantes.»
tss

una grnn firma de publ ic idad nortcnmericana en el momento de


conoce1'sc las dificulladcs de la
rcvisto.1B9 Quería decir que la gente
lec cada \'CZ menos desde que esl<in cada vez más solicitados por
lo-. IIHISs media audiovisualc!>.
En el siglo X\ , grnda¡, a Gutenberg, se multiplicaron los
.
hbrol., aunque la lectura -;iguiera limitada a la gente instruida.

1 o� . ha la la geme insu-uida confh:sa que lec menol. porque se
"'L'IliC Lada \cz más �olicit�1da por l•1 imagen. Hal.ta los intelectuales
ma., rclractarios a la telc\ bion no logran rehuirla, puc.:s sul. niños
la reclaman, �intit!ndose humi llados cuando en el colegio l>C dis­
cute '>obre programas que ellos no han \ isto.1�
Durante el Renacimiento, se dec1a de un hombre a\'isado
• t ic 1 e olfato». En la actualidad, de alguien que cst 1 f al corriente

'-l' d1ce que «tiene ,·ista», pues la ' ista e� ho,· el sentido más solí­

Litado. La imagen es de fácil comprcnl.ión ; accesible a todo el


mundo. Su particularidad conl.i�tc en dirigirse a la emoth idad; no
da tkmpo a rcllexionar ni a r;vonar como puedan hacerlo una
lOil\ crsacion o la lectura de un libro. En su inmediatez ¡·csidc su
fucrzn �· también su peligro. La lotografía ha multiplicado la ima­
gen por mile de miles de millones, y para la mayona de la gente
el mundo ya no llega C\'ocado '>ino presentado. La fotogral ia de
Phan T h i Kim Phuc ! p . 1 5-l l . u na niliita de 9 años, duramente que­
mnda por un ataque con napnlm. que 11Uyc junto a otros niños por
ll l l a c.:a rrelera de Vietnam dd Sur, simboliza dolorosamente la
guara. Se publicó en el mu ndo entero y despertó en todas partes
�·1 horror y el odio a la guerra, e\ ocación infinitamcntt.: más in­
ll..'lha que las docena� de paginas q ue hubieran podido escribirse

185
184

...
sobre ese tema. El cfc:cto de la foto fue tal que LIFE Magazine, en
.
� o sólo en los país �s capitali�tas, llamados liberales, existe
su último número del 29 de diciembre de 1972, la reproducía entre conct�ncta de ese pod�r, stno tambtén en los países gobernados
las fotografías más memorables del año. Con objeto de atenuar el por dtctaduras, tanto s1 son de derechas o de izquierdas. La foto­
impacto emotivo LIFE había yuxtapuesto un retrato en color de
? �
grafía del jefe del Estado, exhibida en cortejos y demostraciones
Ja pequeña vietnamita sonriente, explicando que Phan Thi había tt:· presidien o asambleas o adornando Jos despachos oficiales, es pa
nido que pasarse 15 semanas en el hospital para recibir transplan­ unos el sunbolo del padre, para otros el del Gran Hermano orwel·
tes de piel y una terapia física. uPero increíblemente, la guerra no liano. Inspira odio o amor, confianza o miedo. Su valor intrínseco
se había terminado para esa niña, pues aviones del ejército sudviet· reside en su capacidad de despertar emociones.
namüa (el ataque con napalm también se debió a un error de ese En 1976, se celebraron los 150 años de la invención de la
ejército) habían destruido su casa. Pero ésta, añadía UFE, ya se fotografía. He procurado trazar su historia en este libro. Se inició
ha vuelto a reconstruir parcialmente. Se han curado las heridas modestamente como medio de autorrepresentación. Al poco tiem­
de la niña, que va otra vez a la escuela. Sus recuerdos quedan po, se convirtió en una industria omnipotente y tentacular que se
ocultos tras su pequeña sonrisa.» A pesar de esa fotografia tran­ infiltró por todas partes. Como medio de reproducción, la fotogra­
quilizadora, la imagen de Phan Thi Kim Phuc, arrancándose su fía ha democratizado la obra de arte volviéndola accesible a todos.
ropa en !Jamas, y corriendo desnuda por una carretera, se manten· Al mismo tiempo ha cambiado nuestra visión del arte. Usada como
drá grabada para siempre en la memoria de quienes la hayan visto. medio de exteriorización de un afán creador, es algo más que una
AL dirigirse a la sensibilidad, la fotografía está dotada de simple copia de la naturaleza. Pues de lo contrario, las fotos « bue­
una fuerza de persuasión, conscientemente explotada por los que nas» no escasearían tanto. Entre los millones de imágenes publi·
la utilizan como medio de manipulación. En su libro, Confesiones cadas cada día en la prensa y en editoriales, sólo hallamos unas
de un publicitario, David Ogilvy, uno de los representantes más pocas que superen la simple representación. Ha ayudado a que
conocidos de la publicidad norteamericana, recomienda � sus el hombre descubra el mundo desde nuevos ángulos; ha suprimido
colegas que sugiernn a sus clit!ntcs el uso primordial de la foto el espacio. Sin ella, jamás hubiéramos visto la superficie de la luna.
para vender sus productos, pues «representa la realidad, mientras Ha nivelado los conocimientos y por lo tanto ha aproximado a los
que un dibujo es menos creíble•.191 Los cientos de millones de afi­ hombres. Pero también desempeña un papel peligroso como ma·
cionados, consumidores y productores a la vez de la imagen, que nipulaclor para crear necesidades, vender mercancías y modelar
han visto la realidad apretando el disparador y que la recobran pensamientos.
en sus clichés, no dudan de la veracidad de la foto. Para ellos, una La fotografía ha sido el punto de partida de Los mass media
imagen fotográfica es una prueba irrefutable. que hoy desempeñan una función todopoderosa como medio de
Hemos dado varios ejemplos de cómo se puede cambiar, comunicación. Sin ella, no hubiesen ex:istido ni el cine ni la televi­
alterar, hacer decir a una foto lo contrario de lo que originariamen· sión. Mirar cotidianamente la pequeña pantalla se ha vuelto una
te representaba. No obstante, esa credibilidad de la imagen, expe· droga de la que ya no pueden prescindir millones de seres huma·
rimentada por casi todo el mundo, ya que casi todo el mundo es nos. El inventor de Ja fotografía, Nicéphore Niépce, realizó deses­
aficionado, es la que sir\'c de base a su enorme poder y a su masiva perados esfuerzos para imponer su idea. Sólo obtuvo fracasos y
utilización en la publicidad. Los publicitarios emplean a «psicó­ murió en Ja miseria. Hoy, poca es la gente que conozca su nombre,
logos de las profundidades• ( los depllz boys) para estudiar la� pero la fotografía, cuyo alcance él fue el primero en comprender,
reacciones de la persona frente a la publicidad. Saben por el pSi· ha llegado a ser el lenguaje más corriente de nuestra civilización.
coanálisis que el inconsciente se halla poblado de imágenes que
poseen una honda inOuencia en el comportamiento. Algunos de esos
psicólogos habían concebido una publicidad diabólica, intercalar.
C ORUNIVERSITA RlA
Flashes de un trigésimo de segundo fueron insertados en la pro­ BIAL (HECA

yección de películas para elogiar productos. Esas imágenes subli·


minales fueron prohibidas como inmorales pues significaban una
violación de la personalidad humana, similar al detector de meo·
tiras. Si basta un destello de un trigésimo de segundo para influir
en la voluntad de un hombrt:, podemos medir la potencia de la
imagen y concebir lo atractivo de su fuerza para vender biene!>
e ideas.

186 187
189
188
Notas

l. Wilhelm Waetzold: Die Ktmst des Portrlifs. Le.ipzíg, 1908, p. 57.


2. Vida!: •Mémoire de la séance du 15 novembre 1868 de la Société
Statistique de Ma•·seille•. en Bulletiu de la Société Fral1(;aise de Photograpl1ie,
1 8 7 1 , pp. 37-38 y 40.
3 . Vcase Rcné Hennequin: E<lm. Q11e11edey, portraitiste au physio­
notrace, Troyes, 1926.
4. Véase Cromcr: «Le secret du physionotrace " . en Bulleti11 de la so­
ciété archéologique, lliswrique et artistique •Le Vieux Papier•. 26." año, octubre
de 1925.
S. Véase Gabinete de Estampas de la Biblioteca Nacional de Fran­
cia. Pans.
6. Véase Anuncio de Gonord, en Joumalde Pars í , 28 de julio de 1788.

7. Véase Anuncio de Qucncdey, en Joumal de Paris, 2 1 de julio de


1788.
8. Véase Vivarcz: Le PhysiOilOtrace.
9. Véase Joumal de Pari�. 2 1 de julio de 1 788.
1 O. Véase Le Moniteur Ur1iversel, 16 de junio de 1839.
1 J . Jcan Jaures: e Le Rcgnc de Louis-PhilippeD, en Histoire socialiste.
Véanse del autor: Estudios socialistas, Zero, S.A., Madrid 1 ZYX, S.A., Algorla
(Vizcaya), 1970, ) Los ol'fgenes del socialismo alemán, Ediciones de Cuhura
Popular, S.A .. Barcelona, 1967.
1 2 . Véase E. Levasseur: Histoire des c/asses ouvtieres et de !'industrie
en France, Paris, J 903.
1 3 . J. Jaurcs: op. cit.
14. Véase E. Lcvasscur; Hi.stoíre du commerce de la France, París,
191 1 .
1 5 . Véase Karl Marx: El 18 Brumario de /,uis Bonaparce, Ediciones
Aricl, S.A., Ba•·cclona, 1982�.
16. Véase Karl Mannheim: Jdeologie wl(l Utopie, F. Cohcn, Bonn,
1929. Ve•·sión castellana: fdeolol!.fa y utopfa. Introducción a la sociologfa del
comunismo, AguiJar, S.A. de Ediciones, Madrid, 1966; versión catalana: Ideo­
logia i wopia. lntroducci6 a la sociología del comurzisme, Edicions 62, S.A ..
Barcelona, 1987.

191
17. Veasc K. Marx: op. cit. 37. /bid.
18. !bid. 38. Véase Le Feuilleto11 du .siecle, 1839·' Le Feuilleto11 Natio11al 1839·
' '

19. Vcnl>c Se ion de 1839 (Nue,·a Legislaú\·a), París. 1839. !.u Gazette de France, 1839, etc.
20. Véal>c Brbliographie polttrque et parlememaire de.s diputes (Guaa 39. Véase Louis Figuier: La Plrorograplue, e.\pO�IIIOII er hisroire de.s
de los Electores), por uno de lo!> redactores del ¡\-le.ssager, PariS, 1839, p. 145. pnncrpales découvene.s sciettti{iques modenre�. París, 1851
2 1 . Vcal>C Víctor Fouque: La \'erité sur /'invemion de la pltorograplrie. 40. Véase Historique et de.scriptio11 de\ procédé.\ de dagw.:rréorype et
Joseplt-Nicéplrore Nrepce· Sa vre. se) essas, i ses trararu. Chalon-sur-Saone, du diorama, por Daguerre. Paras, 1839.
1867. 4 1 . Véase Ccmptes reudus t� �anu� de l'Académie des Sciences'
22. lbrd. 1839, 2.0 semestre.
23. Carta de Niepcc a Lcmailre del 23 de octubre de 1828. 42. Las pruebas fotogeneas, por p.:rf�'Ctal> que re uhcn, aún dejan
e

24. Veasc Arthur Che\aher: Ewde sur la de et le.s tra1·au.x scientrfi· que dl!scar. !>Obre todo en los retrato:.•, en E. Foucaud Plw�rologe de l'indu.s­
i

que.s de Cltarle.s Cltevalier, Pan.,, 1862 me {ran"arse, París, 18-H. p. 179.


25. El 8 de diciembre de 1827, Niepcc ya había intentado publicar 43. Compte.s rendus des si<wces de tAcadémre des Science.s, 1 839,
su im·ento dirigiéndose a la Ro\'al Societ) de Londres, pero sus esfuerzos re­ p. 560.
sultaron infructuosos. 44. Demiers pe.Jfecrionnemems apportés au daguenéotype, por Gau­
26. Vcase ll>idorc Niepce: llistoire de la décom·erte impropremelll dan ." Ler
csbours, París. 1842.
nommte daguem!Otl'pl', Par!!., 1841. 45. Richard Rudisill: Mirror lmage. Tire lnfluence o{ tlle Daguerreo-
27. La gente !>e ocupa mucho del invento del Sr. Daguerrc y no ha)
e rvpe 011 American Sociely, Unj\'crsit) of Ncw Me>.ico Pre!>:., Albuquerque 1

nada mas divertido que la explicación de ese prodjgio ofrecida con toda l>c· 1971.
riedad por nuesta'OS sabios de salón. El Sr. Daguerre puede quedarse tran­ 46. Véase �alter Benjamín: cPctilc histoíre de lo photographie», en
.
quilo, nadie le quitará su secreto,.. La verdad es que ese descubrimiento re­ Pol!sre el Révolwio11, Editions Denocl, Parls, 1971, aparecido por vez pl'i mera
sulta admirable, pero no entendemos nada de nada, nos lo han explicado de­ en l...r_terarische Welt, n.05 38, 39 y 40, Bcrlln, 193 1 . Vcr�ión castellana en La
masiado.• Lettres parisie111res, 1 2 de enero de 1839, del vizconde de Launais; vbra de arre e11 la era de la reproducció11 mecánictl , Ediciones 3, Buenos Aires,
CEuvre.s compMres de Mme. Émilic de Girardin, t. IV, pp. 289-290. 1968; versión catalana: L'obra d'art a !'�poca ele la �evu reproductlbilitat r�c11ica.
28. Gay-Lussac: Rapport de la séa11ce du 30 juillet 1839 de la Chambre Tres eswdis de sociologia ele l'an, Edicions 62, S.A., Barcelona, 1983.
des Pairs. Hisroriqtte et descriptio11 de� procédés du daguerréorype el dtt diorama, 47. !bid.
por Daguerrc, Poris, 1839. 48. •Por eso cualquier descla!>ado o por clasificar se declaraba fo­
29. Véase Le Momtettr Uni1•erse/, 16 de junio de 1839. tógrafo, pasante que se habla despistado a In hora de ia a cobrar, tenor de
30. Vcase Compre\ rendtts des séarrces de l'Académie de.s Scieucre.\, caf�·concieno que había perdido la partitura. porteao \'ICtima de nostalgia
1839, 2." scmeMrc. arlastica; todos ellos se denominaban i:lrll!>tiCo!.!. V a!>l anu\•eron pintores (rus.
3 1 . Encomramo un ejemplo dd apoyo que apona el Estado a las trodos, escultores fracasados... •. en adnr· Qumrd j'étal\ plrotograplre, París,
imencione nuevas � utiles bajo la forma de subvenciones otorgadas a lo· 1900, p. 195.
ferrocarriles. Ésto., se hallaban concentrados en manos de algunos miembros 49. Nací en las inmediaciones de aquella epoca de inocencia cuan­
e

de la aristOcracra financiera. En las Cámaras \Otaban la autorización de cons­ do un ministro no robaba más de cien mil franco:. , En aquella epoca en que
truir, la duracrón de la conce<;ión los dh idendos que había que distribuir \ re uhaba "dastinguido" entre los pequeño� burguc.,cc; hacer que Jos niños Ue­
las sub\'encionc del Estado No debemos olvidar que precisamente lo:. re­ \ aran luto por el duque de Berry; 'o lo lle\ e •, en 1\ndar: op. cit , pp. 278-28t -
presentantes de la aristocracia financiera poscaan una influencia preponde­ 50. Véase Grand Dtctionnairc du XI.\ srt'cle, de Larous<,e
rante en las Cámaras ' que comenaa a su propio interés la realización de tal� S I. /bid.
proyectos (Debate., Parlamentarios, 1824-1847) 52. Véase E. LeYasseur: La bourgL'OISJC au pou\oar•, en Histoire du
e

32 Joumal Offrcrel de l'lnstmcrion, Informe del l8 de ago lO de 1 839 commerce de la France, París, 191 J .
33. La reunaón «acaba di.' recibir la aprobación de los mas distin­ 53. E l Corsaire-Satal/ agrupó hacaa 1845 u lo pnncipales escritores

guidos sabios que honran a Inglaterra " especialmente de los Sres. Her!>Chcl, de la bohemia. Bajo la djrección de Arsl•ne Hou'>'>Lt\e, ese periódico literario
Robinson, Forbes, Wats, Brasbane•. Compres rendus de.s séances de I'Acad�mie llegó a ser un folleto de la oposición a la \ e.t famo.,o , atacado.
des Sciences. Sesión dd 1 5 de junio de 1839. 54. «La Ycrdad es que. hasta J 848, nue,tro gabinete de trabajo se
34. Compte� re11dus des sl!ances de I'Académie des Scienccs, l. IX. h<�llaba siauado más particularmente en los cafc'i ho,pilalarios po1 donde apa­
pp. 257-266. Sesión del lunes 19 de agosto de 1839. recía la pandilla con feroces apetito:-. a las nuL'VL' de la muilann para no salir
35. •No tardaremos en ver cómo las hermosas estampas que sólo se hasta que dieran medianoche», en Champncurv: Sotwettirs er pourait.� de jeu­
encontraban en los salones de los aficionados ricos, adornarán incluso la hu­ /les.se, p. 122.
milde morada del obrc10 y del ca mpesino. » (La Revue Fram;aise , 1839.) SS. Véase Nadar: Charles Bawlelllire i11ti1111', le ¡mc)te vierge, Parls,
36. Véusc Comptes rend11� des .séa11ces de l'Académie des Scie11ces, 191 1 .
1839. 56. Véase Histoire de Murger puur �erl'ir il. /'hiMoitc de ltl l'mie Boheme

193
192
i buveurs d'eau, París, 1862 (Nadar, Lalioux, Noel). «Bohemia es una
par tros cliché de la avenue du Sois de Boulogne con el aliciente del Arco de Triunfo'
palabra del vocabulario corriente d� 1 840. En el lenguaj e de entonces es la perspectiva de Tern�s, Batignolles y Montmartre», en Nadar: op. cii.
. . _
sinónimo de artista o estudtante, vJvJdor, alegre y despreocupado del mana­ 7 1 . «Están hmchando un globo cautivo y distingo a Nadar muy ata­
na, perezoso y alborotador», en Gabriel Guillemot: Le Boheme, París. 1868. reado, bregando, bajo una gorra de oficial de Marina, en un raglán de corte
pp. 7-8. militar», en Joumal des Goncourt, l. V, sábado 1 9 de noviembre de 1870.
57. «La Literatura industrial llegó a suprimir la critica y a ocupar 72. Véase Nadar: Le Géa111.
la plaza casi sin contradicción y como si fuera la única en existir ... El resul­ 73. Este texto sobre D. O. Hill fue publicado por la autora en la re­
tado fue que en la mayorla de los periódicos, incluso en algunos de los que vista Verve, n.0 5-6, editada por E. Tériade, París, 1 939.
no vacilarían en pasar por puritanos, se produce una serie de abusos y una 74. Véase Lavisse: Histoire de France.
organización puramente mercantil que fomenta la úlcera lite¡;aria circundan­ 75. La sociedad contaba enlre otros a los siguientes miembros: los
te hasta depender de ella.» (Sainte-Beuve: «De la littérature industrielle», en sabios Laborde, Ferdinand de Lasteyrie, el barón Séguier, Becquerel, los pin­
Revue des Deux Mondes, 1 de julio de 1839, pp. 678 y 681. tores Delacroix y Béranger, el escritor Théophile Gautier, etc.
58. «El dinero, el dinero, no habría modo de decir hasta qué punto 76. «7.-Quedarán asimismo excluidas de la exposición todas las
es verdaderamente el nervio y el dios de la literatura actual : podríamos lo­ pmebas coloreadas y todas aquellas que presentaran retoques esenciales cuya
calizar el filón y sus vueltas hasta en detalles muy singulares. Si tal escritor naturaleza modificara el trabajo fotográfico propiamente dicho, en substitu­
hábil posee, a intervalos, un estilo vacuo, hinchado, inagotable. repentina­ ción de un trabajo manual", en Bulle/in de la Socér
i é Fraw;aise de Photographie,
mente cargado de grandes expresiones neológicas o científicas procedentes de 25 de enero de 1 9 1 8 .
no se sabe dónde. es que desde muy temprano se acostumbró a batir sus frases, 77. Véase Nadar; op. cil.
a triplicadas y cuadmplicarlas (pro nummis) incluyendo la menor cantidad 78. !bid., p. 2 1 1 .
de pensamiento posible.» (Sainte-Beuve: «Sur la situation en littérature» , en 79. «Es notoria la popularidad que de golpe le he proporcionado
Revue des deu.x Mondes. 1 843, p. 14.) gracias al invento de la tarjeta de visita que me encargué de patentar en
59. «La bohemia es el aprendizaje de la vida artistica: es el prefacio 1854», en Disderi: L'Art de /.a photographie, París, en casa del autor, 8 boule­
de la academia, del hospital o del depósito de cadáveres», dice Murger. vard des Italiens, 1862, p . 146.
60. A la Je¡,me France pertenecían: Théophile GauLier, Camille Ro- 80. Ren.seig11ements photographiques indispensables d tous, por Dis-
gier, Gérard de Nerval. OUJ·Iiac. Célestin Nanteuil, etc. deri , 1855, p. 146.
..
6 1 . Murger era hijo de u n portero sastre; Champfleury era hi.Jo de 8 1 . Disderi: op. cit. . pp. 150, 152 y 154.
un secretario de ayuntamiento de Laon ; Barbara, hijo del dueño de una tien­ 82. Véase Nadar: op. ci1.
decita de música; Bouvin, hijo de un guarda rural; Delveau, hijo de un cur­ 83. «Alau.x pinta bien, dibuja bien, no es caro y es colorista.» Frase
tidor del faubouxg de Saint-Marcel. y Courbet era hijo de un campesino. pronunciada por Louis-Philippe, cit. por ThéophHe Silvestre en Les Artisres
62. «Entre los artistas, resulta muy distinto: la palabra burgués ya {ram;ais, 1 8 7 8 , p. 4.
no es una denominación, un significado, una calificación; es una injuria, y de 84. Véase Léon Rosenlhal: Du romantisme au réalisme. Essai sur
las más groseras que pueda contener el vocabulario del taller. Un pintorzuelo l'évolution de la pei111ure en Fra.nce de 1830 d 1848, París, 1914.
preferida mil veces que le llamaran con el nombre de los criminales más im­ 85. Víctor foUJ·nel: Ce qu'on voit dans les rues de Paris, Parls, 1858,
portantes, ames que oírse Lratar de burgués», en Henri Monnier: Physiologie pp. 387 y 399.
du bourgeois, París, 1 842, p. 9. 86. Alfred Lichtwark: Die Amatet-l�plzotogmphie, Halle, 1 894.
63. Véase Nadar: Nen-ot ministre (pantomima), L847. 87. «Lo que sobre todo asusta a los burgueses son las sombras del
64. Contado por el hijo de Nadar a la autora. modelo: sólo ven en ellas una negrura que oscurece y entristece el rostro ... No
65. Véase B iographie na1iona/e des contemporains, bajo la dirección quieren medias tintas, sino una encarnación uniformemente blanca como el
de Ernest Glasscr, 1878. correaje de un soldado ¡y delicadamente matizada de rosa en los pómulos!>>,
66. Contado por el hijo de Nadar a la autora. en V. Fournel : op. ci1., p. 390.
67. «Cuando se nos ocurrió la idea de ese Panteón Nadar que debía 8 8 . Disderi: op. cil.
contener en sus cuatro pliegos sucesivos mil retratos: gente de letras, autores 89. !bid.
dramáticos, pintores y escultores, músicos [ ... ] me hallaba en amistosas re­ 90. Jbid.
laciones -intimidad o cordialidad- con todas las ilustraciones de la época» , 9 1 . Véase Leipziger Am.eiger, 1 839.
en Nadar: op. cit., pp. 241-242. 92. � Véase Courbet: Catálogo de la exposición y venta de 38 cuacL:os
68. W. Benjamín: op. cit. y 4 dibujos de la obra de Gustave Courbet publicado por «Le Réalismc».
69. Nadar también fue el primero a quien se le ocurrió la idea de 93. «Courbet, pintor crítico, analftico, sintético y humanitario, es
tomar fotogra(ías con luz artificial, y asi fotografió las catacumbas de Pruis una expresión de la época. Su obra coincide con la filosofía positiva de Au­
en 1 860. gustc Comte, la metaüsica positiva de Vacherot, el de1·echo humano o juslicia
70. «Desde los primeros días de la primavera siguiente -1865- ob­ inmanente del yo ... », en Pierre-Joseph Proudhon: Du prilzcipe de T'arr ét de sa
tuve, al primer ensayo esta vez, con una docena de otros enfoques más, un deslinalion sociale, París, 1 865, p. 287.

194 195
94. Delécluze: folletin del loumal de Débats, 2 1 de marzo de 1 8 5 1 . 1 19. Contado a la autora por su padre.
95. Francis Wey: D u na"turalisme dans l'art; de son príncipe et de ses 120. Contado a la autora po1· Marian Schwabik.
conséquences. Este texto surgió a raíz de un artículo de Delécluze publicado 1 2 1 . Véase Vu, noviembre de 1935.
en La Lamiere, 6 de abril de 1851. 122. Münchner lllustderte Presse, n.0 9, 1925.
96. Hippolyte-Adolphe-Taine: Philosophie de I'Art, p. 7. Versión cas- 123. Véase Wilhelrn Carié: Weltanschauung und Presse Hirschfeld
' '

tellana: Filoso{fa del Arce, Ecütorial Iberia, S.A .. Barcelona. 1 960. Leipzig, 1 93 1 .
97. !bid., p. 10. 124. Véase Erich Salomon: Berühmte Zeitgenossen in unbewachren
98. !bid., pp. 23-24 Augenblicken, J. Engelhorns Nachf, Stuttgart, 1 9 3 1 .
99. A. de Lamartine: Cours familier de lütéra/ure. T. VTI: XXXVJI' en­ 1 2 5 . /bid.
n-etien, Léopold Robert, Parls, 1859, p. 43. 126. Contado a la autora por Marian Schwabik.
1 OO. Véase Ingres: Réponse au rapporz sr�r l'école impériale des Beaux
.­ 127. El fundador de La Agencia Dephot tiene en la actualidad más
Arts, Paris, 1863. de 80 años y vive en Londres. donde creó una agencia de prensa después de
10 1 . Véase Charles Baudelaire: Salon 1859, le public modeme el la la guerra. Su despacho se encuentra en el segundo pjso de una casa del centro
photographie. Véase del autor: El Salón de 1846, femando Torres Editor, Va­ comercial de Londres. La habitación que le sirve de despacho, llena de un
lencia, 1976; Pec¡uefwspoemas en prosa. Los paralsos artificiales, Ecüciones Cá­ amasijo de fotos y papeleo, debe ele parecerse a lo que era la Agencia Dephot
tech·a, S.A., Madrid, 1986, y Curiosidades estéticas, Ediciones Júcar, Madrid, en los años treinta. Llegada a Londres con objeto de entrevistarle, me encontré
1988. a un anciano señor de mirada aguda que no quiso proporcionarme la menor
102. !bid. ·información. Al contrario, me hizo firmar un papel en donde se eslipulaba
103. Jbid. que su nombre no saldría mencionado en este libro. Pero yo tenía el derecho
104. Delacroix: Revue des Deux Mondes, 15 de septiembre de 1850, a designarlo como «el secretario» de la Agencia Dephot. El «Secretario» de­
2 1 ." año, L. VII, p. 1 J44. sempeñó un papel capital en la evolución del fotoperiocüsmo, cuya fórmula
105. /bid. moderna logró realizarse bajo su influencia por obra ele los fotógrafos que
106. Compres rendus des séances de l'Académie des Sciences, t. IX, pertenecían a su agencia, gracias a su olfato de periocüsta. La agencia estuvo
pp. 257-266. Sesión del lunes 19 de agosto de 1839. financiada por Alfred Marx. El «Secretario», por muy genial que fuera, en lo
107. Véase Journal de /'industrie phowgraphique, órgano de la Cá- que se refiere a la estructw·ación de un reportaje, no entendía mucho de ne­
mara Sindical de la Fotografia, enero de 1880. gocios. Algunos de sus mejores fotógrafos tenían que establecer contratos di­
108. Véase Revue des Deux Mondes, 1 de abril de J 8 4 1 . rectos con las revistas para estar seguros de que iban a cobrar. También fue
109. Véase Le Monizeur de la Photographie, 1 de mat-zo de 1864. el «Secretario» quien le dio su primera oportunidad a Robert Capa, formado
J 10. Véase Recueil général des lois et arrets, 1 de octubre de 1863. por él como tantos otros fotógrafos que llegarían a ser céleb1·es.
J 1 1 . Véase Le Moniteur de la Photographie, l de octubre de 1863. 128. Contado a la autora por Felix. H. Man.
1 12 . Para s u obra Le Musée imaginaire de la sculpture rnondiale, An- 129. /bid.
dré Malrau.x me habla encargado que fotografiara una escultura mexicana, 130. Münchner llluslrierte, años 1929-1933.
La Diosa del Mafz. Hice varias fotografías desde cüversos ángulos y luces cam­ 1 3 1 . Entrevista de Felix H . Man en el The Nev.1 York Times, J 4 de
biantes. El resultado fue que la misma escultura aparecía como varias escul­ mayo de 1 9 7 1 .
turas distintas. Era justamente para demostrarle que sus ideas de nuestra vi­ 1 3 2 . Kleine Leica-Chronik. Die Entwickl ung der Leica und des Leica­
sión de la obra de arte cambiada por la foto et·an totalmente exactas. Malraux systems [La evolución de la Lcica y del sistema Leica], Ernst Leitz GmbH
eligió una de las reproducciones para su libro. Pero su elección se hallaba Wetzlar, 11.05 9 1 - 100-92cR.
condicionada por su propio gusto y su modo tan individual de ver esa escul­ 133. Contado a la autora por Thomas Me Avoy, fotógrafo de L/FE.
tura. La reproducción de la obra de arte, por consiguiente, n o sólo está con­ 134. Revista PhoLO, n.0 59, París, 1972.
cücionada por la manera de ver del fotógrafo, sino también por la del que la 135. Véase Gisele Frcund: Le Monde et ma caméra, Denoel, Gonthier,
'mira. (Véase del autor: Las voces del silencio. Visión del ane, Emecé Editores, París, 1970. Véase de la autora: La fotografía y las clases medias en Francia
S.A., Buenos Aires, 19672.) •
du,·ante el siglo x1x. Ensayo de Sociología y de Estética. Editorial Losada, S.A.,
1 13. Un siecle de technique, Etablissement Braun e t Cie, Paris. Buenos Aires, 1972.
1 14. Jbid. 136. Multziger-Archiv, fascículo n." 9/58, J de marzo de J 958.
1 1 5. Ado Kyrou: L'Age d'Or de la carte postale, André Balland, París, 137. Véase Theodorc Peterson: Magazines in the Twentieth Century,
1966. The Universi Ly o[ Ulinois Press, Urbana, 1956.
1 16. Record photographs of the Crimean War, 1855. 138. /bid.
1 1 7. Cuide lo the Special Collectio1'lS ofPrints and Photographs in the 139. Véase Gibbs y Wolcott: TIME, Fortune, L!FE, Luce E. B . White
Library o{Congress, compilada por Paul Vanderbilt, Washington, D.C., 1955, & Katherine White Editor. Coward McCann, Nueva York, 1 9 4 1 .
pp. 19-24. 140. /bid.
1 1 8 . J.-C. GauLrand: « 1 870- 1 8 7 1 . Les Photographes de la Commu­ 1 4 1 . Véase Jeannc Perkins Harman: Sllch Js Life, Tbomas & Crowell
ne», en Cirzé Rev11e, febrero de 1972. Co., Nueva York, S.A.

196 197
142. A raíz de mi primer viaje a Nueva York en 1948, Hicks me re­ FotomontaÍes sobre el perlado 1930-1938, Editorial Gustavo Gilí, S.A., Barce­
cibió con los pies sobre la mesa, el rostro oculto detrás de su periódico y tardó lona, 19762•
cierto rato antes de dignarse a advertir mi presencia, mandándome luego a 173. Véase Lászlo Moholy-Nagy: Painting, Photography, Film, Bau­
los archivos para que trajera todos mis reportajes publicados. Humillad�, de­ haus Book 1 Lund Humphries, Londres, 1969. Traducción del libro original
cidí no volver a vedo más, lo que no fue óbice para que LIFE me publicara aparecido en Munich en 1925 como voL 8 de Jos libros de la Bauhaus.
ou·os reportajes. Véase también Infinity, agosto de 1969. 174. Véase Walter Benjamín, en Poésieet Révolu.tioll, vol. XI, Denoel,
143. Véase John Kobler: Luce. His Time, Life and Fortu.ne, Double- París, 1971 (véase n. 46).
day, Nueva York, 1968. 175. Véase L. Moholy-Nagy: op. cit.
144. LIFE, 23 de noviembre de 1936. 176. Moholy-Nagy, ed. al cuidado de Richard Kostelanetz, Praeger
145. Véase J. Kobler: op. cit. Publishers, Nueva York, 1970. Este libro contiene artículos de Moholy-Nagy
146. LIFE, vol. 58, n.0 S, febrero de 1965. y otros de diversas personalidades sobre él.
147. Paul Wilkes: «Runniag Left to Right», ea The New York Ma- 177. !bid.
gazine, abril de 1970. 178. /bid.
. .
148. Seg( m Television/Radio Age del 1 6 de nov1embre de 1 9�0, Time 179. George Eastman: <<A Brief Biography of the Founder of East­
Inc. vendió sus emisoras de radio y televisión para invertir en los V!deocas- man Kodak Company», en Jmage. The Joumal of Photography of th.e George
settes. Eastman House lnc., 26 de junio de 1972.
149. Press Release de Time Inc., de Hedley Donovan y Andrew Heis­ 180. Véase TIME, 26 de junio de 1972.
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1 SO. Le Monde. 3-4 de diciembre de 1972. tographie, publicación n." 1 1 , 1968.
1 5 1 . Véase Magazine des joumalistes 1•eporters photographes, n.o 23, 1 8 2 . TIME, 26 de junio de 1972.
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Véase también: Congres Intemational de Photographie: proces-verbau.x, Gau­ de la University of Southem, Illinois, 1968.
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Brought Home the Reality?», ea Hwper's Magazine, septiembre de 1972. 1 9 1 . David Ogilvy: Confessio1z of a n Advertising Man, Mayflower­
157. Ibid. Dell, Londres, 1966. Versión castellana: Confesiones de un publicitario, Oikos­
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Arch1vcs Pho ograph1ques: 32. - An:havcs Scuil: 94. -
setas, 1 9 7 1 . � Archives Sirot:


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Véansc también los innumerables álbumes fotográficos de los gran· thcquc Nationale:
des fotógrafos de nuestra época. 2 c, <.1, 32a, 33. - George Eastmon Housc: 175. - Kodak-Pa lhé:
20a, 77. _
Labrnry of Congress, Washington: 10, 136o, b, 137, 151a,
b. _ Roger
Vl?llct: 32b, 66a, 150 - Royal Photographic Socicty: 54. -
: SociétC.: Fran­
Los fotoaOclonados <;':lasc de Photographie: l l a , 82

Véansc, entre otra.,, la!> revistas de fotografía siguientes: Popular Pho­


��soc:iated Press/Huynh Cong: 154/155. - Robcrt Doisneau.
1?6. - Ga.,de Freund: 88a, 88b, 118/119. - Gamm:l/Gillc� Caron:
tography, Modem Photography (Estados Unidos). Camera (Suiza), Photograph� 93a. _
Kcvstone: l �:>a,_ b, 153, 162. - Magnum/Bischof: 138. - Magnum/Ro­
Italiana (Italia), Rn•uc Pho10, Photograplue Now·elle, Le Nouveau Photocim!ma, .
bcrt Capa: 1:>2. - �1agnum/CartJer Brc�son: 176.- \1agnum/Tlaas:
Le Pltotographe, Zoom (Fram:ra), Creati�'t! Camera (Inglaterra), Nul!l•a L.erlle, . 92.­
.Ma�num/Rtboud: 93b, 188. 189. _ Magnum/Salomon: 100. -
Flash Foto, Piloto Visó11,
i Arte Fotográfico (España). etc. J\lagnum/
Smllh: 139.- Man Ray: 170. - Sipahioglu: 169
Con autorización de LIFE MaRa;:.ine, Time rnc.: 1 18. 1 19, 120/
Estudios sociológicos y psicológicos sobre la imagen fotográfica 121, 122. - John Heanfield: 140
� SPADEM 1974: 170
Boorstin, D.-J.: L'lmage, lO 18•, UGE, Paris, 1 9 7 1 .
Bourdicu, Pll Boltanski.R. Castci/J.-C. Chamboredon: U11 an mo\ell, Trabajos fotográficos: Roland Barde! y Fran�oi!> Duffort
essai sur ks usag� sociaux de la plro10graplzie, Édi tions de Minuit. París, 1965.
Kcim, J.-A.. LA Plrotograplrie et l'honune, Cal>terman, París, 1971.
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C ORUNlvERSIfARlA
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de démocratie, Éditions Ouvrlcrcs, Parrs, 1965.
V6asc wmbi6n la revista Cormmmications, Éditions du Seuil, Pads.

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Otros tltulos de la colección:

AUnlveraldad
Fotomontaje Dawn Ades. ISBN: 84-252·1892 6


.l da lbagu6
Por una función critica de la fotografla de prensa Pepe Baeza
FECHA DE VENCIMIENTO ISBN. 84-252-1877-2
SITARIA
CORUNIVER
La fotografla plástica Domfllque Saqué
ISBN. 84-252-1930-2
71I�. , ,.,......
..
Arder en deseos. La concepción de la fotografia Geoffrey Batctlen
ISBN· 84-252-1534.-X

.... rr-..
Un arte medio. Ensayo sobre los usos sociales de la fotografla Pterre Bourdi8U

u �t 'i. LUUI �I/


'"" ___ IS8N 84-252-1943-4

Ensayos VICtor Burgin. ISBN· 84-252·1972·8

Fotografiar del natural Henn Cartier-Bresson


ISBN· 84-252-1514-5

Fuga mexicana Un recorrido por la fotografia en México OIMer Oebroise


ISBN: 84-252-2019-x

fica Joan Fontcuberta


Estética fotográ (ed.)
ISBN: 84-252·1915-9

Fotografía y pintura: ¿dos medios diferentes? Laura González Flores


ISBN 84-252-1998-1

Diálogo con la fotografía Paul HIIVThomas Cooper


ISBN: 84·252-1882-9

Lo fotográfico. Por una teoría de los desplazamientos Rosallnd Krauss


ISBN: 84-252-1891-8

Cine de fotógrafos Margarita Ledo. ISBN: 84-252-2001-7

Fotografía y activismo Jorge Lu1s Marzo (ed.)


ISBN: 84-252-1983-3

Pintura, fotografía. cine y otros escritos sobre fotografía L.ászló Moholy-Nagy


ISBN 84·252-1984·1

Fotografia y antropología Joan Naranp {ed.)


ISBN 84-252-2000-9

Historia de la fotografía Beaumont Newhal


ISBN; 84-252-1883-7

BIBLIOTECA 0006 La certeza vulnerable. Cuerpo y fotografia en el siglo lOO David PéreZ (ed.)
ISBN: 84-252-197.1-d

La confusión de los géneros en fotografla Vslérie Plcauci&'Ptliltppe ArbaizaT (eds.)


ISBN: 84-252-1548-X

Indiferencia y singularidad GlOria Plcazo/Jorge R1balta (eds.)


ISBN: 84·252-1533-1

Efecto real. Debates posmodernos sobre fotografla Jorge Ribalta (ed.)


ISBN: 84-252-1973-6

El peso de la representación John Tagg


ISBN: 84-252-1999-X

El crepúsculo de las máscaras Mlchel Tournier


ISBN: 84-252-1879-9

Poéticas del espacio Steve Yates (ed.)


ISBN: 84-252-1874-8
La fotografla forma parte de la vida cotidiana. Se ha 1ncorporado de tal manera en la
sociedad que nos encontramos con ella en cualqUier rincón de nuestra existencia.
Preside todos los acontecimientos, tanto privados como públicos. Se le otorga un ca­
rácter documental, hasta el punto de que aparece como el procedimiento de repro­
ducción más fiel e imparcial de la vida social. En efecto, la fotograffa, que puede ser
interpretada como elemento de conocimiento y como obra de arte, con frecuencia, a
la vez que información y arte, es un Instrumento de comunicación su¡eto a muchos
avatares y a toda clase de manipulaciones. De ahr que la historia de la totografl8 no
pueda ser ún1camente la historia de una técn1ca.
Glséle Freund (Berlín 1908-París 2000) abandonó Alemania en 1933 y se instaló en
Pans, donde se doctoró en sociología. Su abundante y notable obra como tmc,grafª
retratista de la éhte intelectual europea, as� como su 1mportante refleXIÓn teónca
este mediO, le han procurado prestigiO y fama reconocidos en todo e! mundo.
Puede afirmarse que La fotografia como documento social (Photograph�e et
1974) es. no sólo su trabajo más importante. sino indudablemente el más
profundo, por el tono del análisis de los hechos que nos relata a modo de
ciológica, politica y artística de la fotografia, desde sus hasta nuestros

Editorial Gustavo Gili, SL


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Tel. 93 322 81 61 - Fax 93 322 92 05
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