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¿Existen técnicas para evitar el fracaso? ¿Se puede trabajar una voluntad débil y poco constante?
¿Cómo motivar al estudiante y convencerle del valor que supone el esfuerzo? Existen ciertas
situaciones, conductas, hechos o problemas que, en las distintas etapas, desde la Primaria hasta el
Bachillerato, influyen negativamente en el rendimiento de los estudiantes y pueden conducirles al
abandono o al fracaso, entre ellas están la importancia de dominar la lectura, la escritura y el
cálculo en los años anteriores, la falta de equilibrio afectivo o la falta de madurez del adolescente,
trastornos o déficits atencionales, dificultades del profesorado para realizar su trabajo profesional,
la falta de educación en valores, etc. Las causas del fracaso escolar las podemos agrupar en tres
tipos: las que tienen que ver con el propio estudiante, con el sistema educativo o con
factores socioeconómicos ajenos al sistema educativo. Entre los motivos relacionados con los
estudiantes contamos con los que puedan ser sus necesidades especiales, que les dificultan seguir
ciertas materias, y los que tienen que ver con su motivación. En cuanto a los factores relacionados
con el profesor, están su capacidad para atender a la diversidad o los métodos didácticos que
emplean. En cuanto a los centros, cabe destacar la importancia del clima escolar, así como la
autonomía para gestionarse. Los rasgos del sistema educativo, como financiación, educación más
o menos comprensiva, carrera docente, horarios, etc. también se consideran características
relevantes para explicar el fracaso escolar.
En cuanto a los factores extraescolares, cabe destacar la familia y el mercado de trabajo. La familia
influye al menos de dos formas; por un lado, criando al niño en un medio cultural similar al del
sistema educativo. Por otro lado, con su preocupación y supervisión sobre el trabajo escolar de
sus hijos. El mercado de trabajo puede influir en la medida que hace más atractivo para
los jóvenes no esforzarse en terminar sus estudios, pues saben que podrán encontrar un trabajo
sin necesidad de título.
Los expertos sobre fracaso escolar discuten sobre cuáles de estas causas son más importantes y
cómo se pueden remediar.
El fracaso escolar no sólo es un problema del sistema educativo y, por extensión, de los centros y
de los profesores, sino que implica muy especialmente a las familias y también a la sociedad en su
conjunto.
En la República de Panamá, según las cifras del ministerio de educación (Meduca) en el proceso de
recolección de datos y análisis para determinar el índice de fracasos y la cantidad estudiantes que
debe rehabilitar asignaturas. La matrícula oficial en el año 2014 fue de 700 mil estudiantes, entre
jardines de infancia, primaria, premedia y media.
Según datos oficiales, 18 mil 62 alumnos de premedia y media de las escuelas públicas reprobaron,
principalmente de Panamá Centro, San Miguelito y Panamá Oeste. En premedia fracasaron 13 mil
325 adolescentes.
Finalizado el ciclo escolar 2015, las autoridades educativas estiman que un 5% de los alumnos que
asisten a las escuelas oficiales reprobará el año. La mayoría de ellos son de premedia. A estos 40
mil alumnos se sumarán otros 24 mil (2.5% a 3%) que desertarán del sistema y engrosarán la lista
de jóvenes que ni estudian ni trabajan (‘ninis').
Las cifras preliminares se basan en la experiencia de 2014. A pesar de lo anterior, en el mismo
periodo de tiempo, 38 mil estudiantes que habían abandonado la escuela ingresaron al sistema
educativo, motivados por el subsidio de la ‘Beca Universal' que brinda el gobierno —$270 en
primaria, $360 en premedia y $450 en media— al año.
La mitad de los jóvenes panameños que comienza la secundaria no la termina, cifra que, para el
2014, fue de 13,129 considerados como nuevos ‘ninis', que ya suman 222 mil a nivel nacional.
Por otro lado, el 95% de los jóvenes humildes que culmina su educación media (en 2014 se
graduaron 296,074) se ven forzados a incursionar en un mercado laboral que entre el 2009 y 2014
exigió 45 años de edad y 13.3 años de escolaridad, ‘condenándolos', por ende, a una vida de
informalidad y temporalidad laboral. Son jóvenes vulnerables a iniciar una vida delictiva como
medio de subsistencia.
En contraste, 64% de los jóvenes de clase media y alta ingresa a la universidad antes de cumplir los
25 años.
Los datos anteriores envían un claro mensaje a quienes toman decisiones en el Gobierno: el país
requiere de una transformación del sistema educativo.
La tarea más importante consiste en colocar a la educación como uno de los principales problemas
por resolver; de lo contrario, como advierten los especialistas, tendremos ‘graves problemas'.
el hecho de que un nuevo gobierno asuma el poder no surte ningún efecto sobre los estudiantes
reprobados.
‘No tengo ninguna evidencia que sustente esa información y no coincide con lo que reflejan las
tendencias que será el comportamiento por el rendimiento escolar para este año que finaliza',
puntualizó.
Otros factores
Pero la responsabilidad no recae toda sobre los Gobiernos, sino que la desintegración familiar
también influye en las calificaciones de los estudiantes panameños, de los estudiantes reprobados,
el 60% viene de un seno familiar en donde solo hay una figura principal ya sea la madre o el padre.
De igual forma seindica que el 30% no tienen ninguna figura paterna ni materna, pues viven con
tíos, abuelos o hermanos.
‘Al no tener una figura que los oriente como el papá o la mamá, el estudiante no tendrá un buen
rendimiento académico'
Estadísticas de un conjunto de más de cien estudios ha comparado a estudiantes que han recibido
aprendizaje social y emocional con otros que no lo recibieron. Los datos demuestran unas mejoras
sustanciales en el comportamiento de los estudiantes que sí lo recibieron dentro y fuera del aula.
A lo largo de la vida resultan esenciales una mayor autoconciencia, una mayor capacidad para
dominar las emociones perturbadoras, una mayor sensibilidad frente a las emociones de los
demás y una mejor habilidad interpersonal; pero los cimientos de estas aptitudes se construyen en
la infancia.
La neurociencia nos enseña que el cerebro del niño experimenta un enorme crecimiento y no se
detiene hasta la mitad de la veintena. Los científicos lo denominan neuro plasticidad y significa
que el modelado de los circuitos cerebrales durante este periodo de crecimiento depende, en gran
medida, de las experiencias diarias del niño. En esta etapa, estas influencias ambientales sobre el
crecimiento del cerebro son particularmente poderosas para configurar sus circuitos neuronales
sociales y emocionales.
Cuando los estudiantes no tienen estrategias para disminuir su ansiedad, como es el caso de los
niños con déficit de atención e hiperactividad, no disponen de tanta capacidad de atención para
aprender, para resolver problemas y para comprender nuevos conceptos. En la actualidad los
científicos creen que, si se mejora la atención y la memoria, y también se despeja la mente de la
impulsividad y la angustia, la mente del niño se sitúa en el mejor terreno para el aprendizaje; y
esto es lo que hace el aprendizaje social y emocional.
Contrariamente a lo que se podría pensar, los adolescentes no siempre pasan "por un mal
momento" cuando se ajustan a la pubertad y a los procesos de desarrollo de la adolescencia. De
acuerdo con el trabajo de Conger (1977), existen al menos cinco de dichos procesos para el
adolescente promedio:
El grado de TDAH.
El medio ambiente familiar.
La presencia de otros problemas o trastornos que el adolescente tenga, pueden ser
problemas del aprendizaje, trastornos de la ansiedad, problemas del comportamiento
como el Trastorno de la Oposición o el Trastorno de la Conducta?
Durante la adolescencia, los jóvenes con TDAH tienen varios cambios. Mientras que a un pequeño
grupo de niños aparentemente se les quita el TDAH, la mayoría de ellos continúa teniendo
problemas con la atención, la concentración y el control de sus impulsos. Estos problemas
posiblemente continuarán perjudicándoles su funcionamiento en la escuela y en casa, e
impactándoles negativamente su autoestima y su habilidad de completar varios de los procesos
del desarrollo necesarios en la adolescencia.
Un grupo pequeño de adolescentes con TDAH podrá desarrollar patrones de comportamiento
antisociales, y empezará a abusar drogas incluyendo el alcohol. Los adolescentes con el mayor
riesgo de abuso de drogas son aquellos cuyo TDAH no ha sido tratado adecuadamente. (El
tratamiento tempranero de los niños con TDAH puede tener un efecto directo en el rebajar la
posibilidad de que ellos abusen las drogas cuando sean adolescentes)
No hay que olvidar las repercusiones del déficit de atención del TDAH en los adolescentes/adultos.
Un adolescente con dificultades para mantener la atención, si no ha seguido tratamiento, con
mucha probabilidad habrá fracasado en los estudios aun siendo notablemente inteligente. Este
fracaso, que siempre lleva asociado críticas, "sermones" y reflexiones de los adultos, contribuirá a
disminuir todavía más su autoestima (no hemos de olvidar que la adolescencia es el periodo de la
vida en el que la autoestima está más baja y que es un síntoma destacado en el TDAH en los
adolescentes y adultos).
No podemos dejar de reconocer que como empresas comerciales tienen que acaparar la atención
de los televidentes haciéndose uso de imágenes que despiertan la curiosidad de las personas,
efectos colores, música, etc. Para atraerlos día con día pero habría que señalar que tipo de
mensajes difunden y si son actos para todas las edades. La influencia que este medio tiene se da
en niños/as, adolescentes, adultos; se da en todas las religiones, razas, condiciones sociales, etc.
así que tiene que ser discutido mucho el efecto de persuasión que tiene la televisión sobre todo en
los niños y niñas, la cantidad de horas al día que le dedican, la imitación de conductas aprendidas
por medio de las imágenes que observan, la falta de relación con los demás miembros de la familia
por estar concentrados en la TV. Evidentemente la televisión es causante de daños que van desde
el daño de la vista hasta la deformación de la mente de los televidentes, debido al alto contenido
de sexo y violencia en sus mensajes. La televisión actúa como incitadora al consumismo irracional,
la ruptura de la comunicación en familia entre otras consecuencias negativas. El impacto de la
televisión en la audiencia sostiene que dicho medio ha causado más daños que beneficios.
La verdad que la televisión ha sido una herramienta persuasiva sobre todo en la voluntad de los
niños y niñas pero que a la vez sirve para entretener, socializar, informar y porque no hasta para
difundir conocimientos innovadores a todas las sociedades por medio dela adquisición de
estereotipos que en realidad no son más que conductas aprendidas por los consumidores de este
medio.
http://elfracas.blogspot.com/
https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/tdah-y-adolescencia.html
www.panamaamerica.com.pa/content/panamá-con-bajo-rendimiento-educativo