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El Persa, un gato de temperamento apacible con fama de disfrutar de una ventana soleada pero muestra

repentinos brotes de la energía propia de un gatito.

El Persa de un vistazo

El persa no destaca por realizar mucho ejercicio enérgico, por lo


que es necesario vigilar su peso.

Rango de peso:

Machos: (grandes) > 5 kg 

Hembras: (medianas) 3 - 5 kg

Color de ojos:

Azul, cobrizo, verde, avellana, ojos dispares

Expectativas:

Esperanza de vida: 8 - 11 años 

Necesidad de atención/Socialización: moderada

Tendencia a perder pelo: alta


Pelo:

Longitud: largo

Características: sedoso

Colores: blanco, rojo, crema, negro, azul, chocolate, lila, plateado,


dorado, cameo (chinchilla rojo), concha de tortuga, crema azul,
marrón, calicó, seal (foca)

Patrón: sólido, concha de tortuga, bicolor, tricolor/calicó, tabby


(atigrado), smoke (humo), shaded (sombreado), points (color más
oscuro en los extremos)

Poco alergénico: no

Necesidad de aseo general: alta

Reconocimiento de clubes:

Reconocimiento de asociaciones felinas:

CFA, ACFA , FIFe, TICA 

Frecuencia: común

El persa suele ser un gato de tamaño medio, aunque es enorme y


tiene huesos robustos. Con su gran cantidad de pelo, puede
parecer más grande de lo que es en realidad.

El persa es una raza de aspecto diferente. El cuerpo es corto pero


grueso, con patas gruesas y un cuello corto y grueso. La cola es
corta y las orejas son pequeñas. La cabeza es redonda y tiene
unos ojos redondos y grandes. Si se observa de perfil, su cara es
plana y la nariz cambia de dirección, de manera que lo que se ve
es principalmente la carne colorida de la nariz.

El pelo del persa es grueso, denso y largo. Aunque es fino,


aparenta voluminoso y brillante.

Personalidad

El persa es un gato plácido que muestra brotes de la actividad


propia de un gatito. Estará durmiendo al sol y estallará de repente
corriendo por la habitación y revolcándose.

se estirará a tu lado, dormirá en tu cama y se sentará en tu regazo


cuando le apetezca. No le molestan los cambios de rutina y suele
ser agradable con todos y todo.

Convivencia

Es necesario controlar su alimentación para que se mantenga en


buena forma. Dado que esta raza no tiene fama de realizar mucho
ejercicio enérgico, es necesario vigilar su alimentación y
asegurarse de que practique ejercicio con regularidad. Eso
significa que el persa debe hacer ejercicio para mantenerse en
perfecta forma física. Aunque a los persas les gusta jugar con sus
propietarios y jugarán con juguetes interactivos, perseguirán
pelotas y atacarán ratones de hierba gatera, eso no quita que
puedas tener que insistir para que haga ejercicio a diario.

Es necesario cuidar su pelo a diario. Se debe cepillar y peinar para


evitar la formación de enredos. Además, hay que limpiar su cara
plana con regularidad y cuidado, puesto que suele depositarse
lágrimas en exceso en la cara.
Historia

El persa es una raza de gatos antigua y, como en otras razas


antiguas, su historia es algo confusa. En el siglo XVI había gatos
de pelo largo en Italia. Eran gatos que habían sido importados
desde Asia. En el siglo XVIII, Pietro della Valle introdujo en Italia
un gato de Persia para incorporar al programa de crianza. Aquel
gato bien podía ser un gato conocido en Persia como el "gato de
las arenas", un gato que vivía en el desierto. Aquel gato de las
arenas tenía un pelo lanudo, muy parecido a un estropajo de
acero, que lo protegía del entorno y le permitía vivir en la arena.

Un siglo más tarde, aproximadamente, Nicolas de Pereisc adquirió


algunos gatos de pelo largo. Eran gatos procedentes de Turquía,
que es también el hogar de los Angora turcos, una raza distinta de
gato de pelo largo. En el siglo XIX, los descendientes de aquellos
gatos turcos se cruzaron con algunos de los gatos de Italia, y ese
fue el origen de la raza Persa moderna. Aunque esta raza es
antigua, también es un producto del hombre.

La popularidad de los persas se vio incrementada cuando la reina


Victoria y otros miembros de la realeza se enamoraron de esta
impresionante raza. Se introdujeron en los Estados Unidos a
finales del siglo XIX y no tardaron en ganar adeptos.

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