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Más de 30.

000 toneladas anuales de pescado pasan por Buenaventura para ser


comercializado.

HISTORIA ENTRE EL MAR

Desde las olas del pacífico colombiano y atravesando ese peligroso mundo para
muchos, pero fructífero para otros, Ezequiel Moreno de 60 años y oriundo del
principal puerto marítimo, se enfrenta día a día a horas intensas de pesca, oficio
que tiene como único sustento para su familia de 11 hijos.

Por Camila Asprilla Olaya

A media hora del muelle turìstico de imposibilitaría su trabajo o si por el contrario


Buenaventura, en lancha ràpida, bordeando tendrá una buena faena.
el litoral pacífico y en una ruta salpicada de
espumas, vacíos y bamboleos a 400 caballos El día transcurre normal en la vida de este
de fuerza, empujados por el gran trayecto de pescador, bajo la suave brisa que pasa por el
las aguas, se encuentra Juanchaco, fácil de vasto manglar, que rodea la bahía de
reconocer por el olor a mar en el fondo, el Juanchaco, lugar característico por sus altas
corredor de casas de maderas muy olas y las visitas anuales de las ballenas
precarias, que recorren la playa negra y yubartas. Ezequiel comenta que “cuando los
delicada, junto al agua de color verde y el sol días están buenos salen a faenas de pesca
mañanero que siempre acompaña este lugar. desde la 1 del mediodía hasta las 4pm”.
El mismo lugar que ha sido habitado hace
más de 40 años por un pescador artesanal Hoy en día, realiza la pesca de turismo en su
de tez negra, ojos decaídos que demuestran lancha de veinte pies llamada “La María”.
el cansancio que otorga emprender esta Cuando el cambio climático no incurre
labor por tanto tiempo, rostro arrugado que provocando alteraciones en la temperatura
traen consigo los años de experiencia y esas del agua y las corrientes marinas, Ezequiel
rústicas y gruesas manos con la cual voleaba se dispone a pescar a mar abierto, ya conoce
su canalete desde hace muchos años. el punto específico para lanzar su atarraya, la
que fue obsequiada por su padre desde
Él recuerda cómo desde los nueve años y pequeño, tejida con mil hilos y ya desgastada
bajo la crianza de su padre, le inculcaron el por el constante uso, esta pasó a tener un
oficio de la pesca, en el que se ha mantenido tono oscuro dejando el blanco habitual que lo
en esta ocupación que le ha permitido caracterizaba los primeros días.
obtener ganancias para costear la vida de su
familia de 11 hijos, cada uno de diferentes Por medio de este elemento él atrapa cien
madres. Es así como Ezequiel tiene 11 libras de mariscos al día si tiene una buena
familias para mantener, una vida común para pesca, claro está. En estos se incluyen los
muchos en esta zona del pacífico. diferentes Langostinos, Camarones, Pargo
Rojo, Peluda, Sardina, Atún, entre otros que
Comenzó ejerciendo la pesca deportiva, con hacen parte del catálogo.
el fin de ir experimentando la sensación
suave que deja navegar en el mar, continuo a Para Ezequiel, las horas que pasa en el mar
esto, él se levanta cada mañana y bebe un ya le hacen familiar el olor penetrable del
café recargado para comenzar con su labor. marisco fresco.
Los años de experiencia han logrado que él -Y para usted ¿cómo huele el marisco
con solo observar el estado del mar fresco?
determine si éste está picado, pues -Es algo difícil de describir, pero es una
combinación de agua de mar salada junto a
las algas, que en definidas cuentas ya estoy la fuerza con la que golpeaba èste, emitiendo
acostumbrado a oler desde largas distancias. su sonido. Se trataba de una Ballena Yubarta
que había pasado a centímetros de su
En esta ocasión, debate con uno de sus hijos lancha. “Fui afortunado al presenciar eso
mayores, Yanier Andrés sobre la pesca que desde mi lancha” así lo hace saber el
emprenderían. Por el contrario, el joven de pescador.
25 años, tiene unas manos delicadas y
limpias, que lo diferencian a las de su padre y Continuando con su dìa y después de 1 hora
que le permiten halar del motor de la lancha de pesca, Ezequiel y su hijo no se dan por
que dispone para su aventura en el mar, vencidos, y por última vez deciden pescar
como él la llama. hacia Bahia Malaga, donde hay una
temperatura de 25º y es el hogar de 348 de
Durante meses Ezequiel ha ido preparando a peces òseos. A las 3:30pm ya habían
sus hijos para que aprendan de ese oficio en atrapado en su atarraya 30 Pargos Rojos, los
el que se ha dedicado toda la vida, ganando meten a la lancha y para su sorpresa, pescan
un sueldo que oscila, entre $150.000 a también una Colirubia, pez de un metro y 50
$300.000 semanal. “Mucha gente me kilos, que no se vende en las pesqueras pero
pregunta cómo puedo vivir de esto, pero yo que sì es desgustado por pescadores.
he vivido de esto toda mi vida. Yo soy un
pescador completo, todo es cuestión de “Mi padre no hace nada màs que pescar, eso
sacrificio”, expresa alistando su lancha. ha permitido que lleve el pan a cada hogar”
son las palabras que expresa Yanier en el
Así es como proponen navegar una milla momento que ve la cara de felicidad de su
más a mar adentro en esta jornada de pesca. padre al obtener una buena pesca.
Los días de mayor flujo de este marisco, son
en semana santa, donde el pescado se Ellos finalmente van de regreso al muelle
convierte en el protagonista de los hogares turìstico, lugar en donde se concentran las
bonaverenses. La travesía inicia a las 2pm, màs de 30,000 toneladas anuales de
se siente el movimiento de las olas, huele a pescado, pasando por altos oleajes
sal y el agua está fría cuando cae dentro de ocasionados por el mareteo del paso de El
La María. Para Ezequiel y su hijo el objetivo Tigre que produce brincos en la lancha, una
es pescar un tiburón Tigre de 12 pies que llovizna y diferentes manglares acompañan el
con azar se consigue a 3 millas de la costa recorrido para terminar anclada La Marìa en
del pacífico. el desembarcadero. Para Ezequiel mientras
haya pesca sigue en este oficio.
En el primer intento, observan el punto
específico para lanzar la atarraya, peces de
todos los tamaños se visualizan, en ese
camino tiran piedras para que estos se
muevan en dirección a la red colocada como
trampa. No tienen suerte, y en el tercer
intento lo único que logran pescar son unos
cuantos peces.

Una de las experiencias que vivió Ezequiel,


fue hace un año a mar abierto. Como es
habitual se alistó para comenzar con su
labor, y en esa ocasión salió desde muy
temprano para tener una buena faena.
Pasaron horas en las que se encontró en la
lancha, hasta que un movimiento brusco lo
alertó. Sin susto se inclinó para poder
observar entre el mar qué había ocurrido,
hasta que desde lejos distinguió cómo
aleteaba la cola de un cetáceo de color azul,
las olas del mar se movieron en dimensión a

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