Está en la página 1de 22

INDICE

Cambio climático y sus graves consecuencias.....................................2

Migración y extinción de especies vegetales y animales.......................8

Como se elabora un estudio de impacto ambiental.............................16

Desertificación.....................................................................................20
Cambio climático y sus graves consecuencias.

En la actualidad, estamos empezando a presenciar las primeras consecuencias


del cambio climático. Por ejemplo, es ya bien sabido que con el aumento de la
temperatura se está produciendo un retroceso de los casquetes de hielo polares.
Sin embargo, esto podría ser solamente la punta del iceberg si no actuamos
debidamente. A continuación, valoramos algunas de las consecuencias que puede
tener el cambio climático en el futuro y qué factores están impidiendo que se
avance de forma más decidida hacia una economía más respetuosa con el medio
ambiente y, en última instancia, más sostenible a largo plazo.
Los costes del cambio climático

Los climatólogos están de acuerdo en que los efectos más probables derivados
del calentamiento del planeta incluyen el deshielo de glaciares y casquetes de
hielo polares, la subida del nivel del mar, y desastres meteorológicos más
frecuentes y violentos.

Sin embargo, existen grandes dificultades para estimar con precisión el alcance de
estos efectos, ya que dependerán del grado de adaptación de las economías y la
población al nuevo entorno. Lo que parece claro es que el aumento de la
temperatura incrementará la dureza y recurrencia de eventos extremos (o «de
cola», usando la jerga económica). Se trata de fenómenos meteorológicos
impredecibles, pero de graves consecuencias, como ciclones, huracanes o
inundaciones, cuya probabilidad de materializarse aumentará de forma notable si
no se pone freno al incremento de los gases de efecto invernadero.

Asimismo, es muy complicado estimar con exactitud el impacto económico del


cambio climático. Estos son los principales obstáculos:

• La mencionada dificultad para saber el aumento de la frecuencia de los


fenómenos meteorológicos extremos.

• La estrecha relación entre desarrollo económico y clima. Un aumento de la


temperatura afecta a las economías, por ejemplo, a través del perjuicio económico
que causan los sucesos meteorológicos extremos. Pero cambios en el modelo
productivo y en el crecimiento económico influyen en el nivel de emisiones de
carbono, lo que acaba condicionando la evolución de la temperatura.

• Desconocemos el alcance del cambio tecnológico y en qué medida logrará


mitigar estos riesgos (por ejemplo, se están investigando nuevas vías, más allá de
la reforestación y del aumento de espacios verdes, para reabsorber parte de las
emisiones de carbono).
• ¿Cómo evaluamos las ganancias y pérdidas económicas de aquí a 100 años? La
llamada «tasa de descuento», que intenta medir el grado de solidaridad de las
generaciones actuales con las del futuro, es muy difícil de estimar, ya que
depende de las preferencias del conjunto de la sociedad, que pueden cambiar a lo
largo del tiempo.

• La transición energética generará costes de transición para muchos sectores que


corren el riesgo de quedarse atrás si no se adaptan a una economía con menores
emisiones de gases invernadero. En función de las medidas compensatorias que
se implementen y la velocidad de la transición energética, las empresas se verán
más o menos afectadas.

¿Significan todos estos escollos que no merece la pena estudiar el posible


impacto económico que tendrá de aquí a unos años el cambio climático? Nada
más lejos de la realidad. Entender y cuantificar mejor el impacto del cambio
climático a partir de un análisis coste-beneficio resulta clave para poder hacerse
una idea, por ejemplo, del daño que produce emitir una tonelada adicional de
carbono a la atmósfera. Según el prestigioso economista de Chicago Michael
Greenstone, este es «el número más importante del que nunca hemos oído
hablar» y disponer de una buena estimación ayudaría a que todos
internalizáramos mejor las consecuencias de nuestras decisiones.

De hecho, en los últimos años los análisis del impacto económico del cambio
climático han mejorado de forma notable. En este sentido, destaca el artículo que
en 2018 tres profesores de Stanford publicaron en la revista Nature y en el que
estiman que,2 en un escenario donde se continúen aplicando las políticas
energéticas vigentes en la actualidad, se producirá una reducción del PIB global
de entre el 15% y el 25% en 2100 en relación con un escenario en el que las
temperaturas se mantuvieran en los niveles actuales; la reducción se situaría por
encima del 25% si no se actuase en absoluto (escenario business as
usual).3 Además, estiman que pasar de un escenario con un aumento de 2 ºC a
uno de 1,5 ºC beneficiaría al 90% de la población global en 2100, y permitiría
ahorrar más de 18 billones de euros (cifra que corresponde a una cuarta parte del
PIB global actual). Una de las críticas que ha recibido dicho estudio es que no
tiene en cuenta los costes de transición que implicaría reducir las emisiones. Con
todo, basándose en otros estudios, los autores concluyen que estos costes serían
de una magnitud muy inferior a los beneficios de limitar el calentamiento global.
Además, argumentan que ellos llevan a cabo una estimación conservadora del
impacto económico del cambio climático ya que excluyen del análisis el impacto
de los fenómenos meteorológicos extremos.
Además, querríamos enfatizar que el impacto del cambio climático afecta a todas
las dimensiones de la vida, no solamente a la económica. Es particularmente
llamativo el estudio sobre mortalidad liderado por Greenstone en 2018, 4 según el
cual en un escenario business as usual el cambio climático sería el responsable
de 85 muertes por cada 100.000 habitantes en 2100 (hoy en día, todos los tipos
de cáncer causan 125 muertes por cada 100.000 habitantes), una cifra que han
estimado teniendo en cuenta los costes de adaptación de los humanos a las
nuevas temperaturas y su nivel económico para afrontarlas. Es también
interesante observar que el impacto sería negativo en áreas con temperaturas
altas, y positivo en zonas con temperaturas bajas, 5 tal y como se aprecia en el
gráfico. Finalmente, el Banco Mundial estima que, si no tomamos medidas,
en 2050 los efectos del cambio climático pueden forzar a más de 140 millones de
personas a emigrar, especialmente desde los países más pobres.

Los frenos a actuar contra el cambio climático: ¿qué está fallando?

Si el problema es tan grave, ¿por qué no se han tomado las decisiones adecuadas
todavía? En esta sección, describimos algunos de los factores que dificultan que la
lucha contra el cambio climático avance de forma más decidida:

• Falta de información

En primer lugar, para que los hogares, las empresas y el sector público puedan
tomar las decisiones más acertadas deben disponer de la información más
completa posible. Solo así podrán evaluar correctamente los costes y beneficios
de sus decisiones.

En los inicios de la revolución industrial poco o nada se conocía sobre el impacto


de los gases de efecto invernadero (GEI en adelante). En la actualidad, aunque la
investigación científica sobre las causas del cambio climático y sus consecuencias
sobre la naturaleza y la actividad humana ha avanzado sustancialmente, todavía
hay una parte importante de la población que no es consciente de las
consecuencias de las decisiones que toma. La labor pedagógica de los orígenes
del cambio climático, y sus potenciales consecuencias, sigue siendo
imprescindible.

• Dificultades para incorporar las externalidades

La emisión de GEI que se genera cuando una empresa produce o un ciudadano


consume conlleva unos costes para el conjunto de la sociedad que dicha persona
o empresa no suele tener en cuenta. Esto es lo que, en jerga económica, se llama
una externalidad negativa.

Por el contrario, la inversión en tecnologías y energías sostenibles genera


externalidades positivas. Esto es, más allá del retorno económico directo que
proporciona la propia inversión, se generan unos beneficios para el conjunto de la
sociedad (como, por ejemplo, respirar un aire más limpio) que los inversores no
siempre tienen en cuenta, puesto que no reciben ninguna recompensa económica
por ello.

Por estos motivos, es deseable aplicar mecanismos que faciliten que todos,
individuos y empresas, tengamos en cuenta los efectos indirectos sobre el clima
de las decisiones que tomamos.

• El problema del polizón (free-rider en inglés)


«¿Por qué debo contaminar menos cuando si ya lo hace el resto de los agentes,
yo me puedo beneficiar?». Si todos razonamos de esta manera, no se reducirán
las emisiones de GEI.

• Cortoplacismo

Aun teniendo en cuenta toda la información disponible, y siendo conscientes de


los costes de algunas decisiones, los hogares, empresas y reguladores a veces
toman decisiones que tienen un efecto perjudicial sobre el clima a medio y largo
plazo ya que actúan pensando solo a corto plazo.

En definitiva, el cambio climático causado por la actividad humana es un desafío


crucial para nuestra especie que nos afecta en multitud de ámbitos. No hay
excusas para no afrontarlo con la seriedad y decisión que merece. No podemos
dejar escapar ni un segundo.
Migración y extinción de especies vegetales y animales

Migrar es una de las respuestas que tienen las especies ante los cambios en el
ambiente, incluido el cambio climático. Es una respuesta bastante común, sin
embargo, no es sólo el cambio climático. Tendemos a encontrar la explicación de
los fenómenos echándole la culpa o como una única evidencia a alguno de los
factores, en este caso específico de los osos y de su presencia masiva en Siberia
como consecuencia de cambio climático. Suena atractivo pero puede no ser el
caso. El concepto de cambio global es más apropiado. El cambio global es una
multitud de factores que están provocando un cambio acelerado en los procesos
naturales y que le dan estabilidad al metabolismo de la tierra. Entonces el cambio
climático, por supuesto, es uno de ellos, pero hay otros. Lo importante es entender
las causas del cambio y para conocer, para saber en qué magnitud los diferentes
factores que están actuando, comenta Martínez Meyer.

Este fenómeno de los osos que migran sí puede ser una señal de alerta, pero hay
que entender si este fenómeno es una cosa solamente momentánea o ya es un
proceso sintomático de un cambio ambiental profundo. Si esto es un evento
esporádico que se dio por la conjunción de factores específicos de este momento
y de ese lugar. Por ejemplo, una reducción de focas, por alguna razón que no
sabemos, o es que en realidad que el hábitat ya está tan degradado para los osos
en este caso; entonces sería una alerta, ya no temprana, pero coloca a los osos
como centinelas del cambio climático, ellos son los que están visiblemente
sufriendo las primeras consecuencias en ese lugar, añade el investigador.

El panorama en México

En México, los ambientes naturales que se están viendo más afectados son los de
clima más frío, es decir, las zonas altas de las montañas. Porque la tendencia es
al calentamiento, entonces las zonas frías se reducen, mientras que las zonas
calientes son las que se expanden. Las montañas son particularmente sensibles
pero hay otros ecosistemas que también son muy sensibles, por ejemplo, en
montaña media en las zonas que se llaman como bosques nubosos o bosques
mesófilos de montaña, son ecosistemas muy particulares donde existe la lluvia
horizontal, es decir, la neblina. Todos los días o casi todos los días del año, en las
tardes, hay neblina. Esos bosques también se ven en alto riesgo porque uno de
los efectos del calentamiento global pues es el cambio en los patrones de lluvia y
de humedad, asegura el experto en cambio global.

Martínez Meyer comenta también que estos bosques están perdiendo humedad,
algunos de ellos en México que están distribuidos desde, en las montañas,
Tamaulipas, en Veracruz en el Golfo de México y Jalisco, Nayarit, Oaxaca en
Chiapas por el lado del Pacífico. Estos bosques están muy restringidos en su
extensión territorial, entonces sufren por la reducción de humedad en el ambiente.
Los grupos más sensibles son los anfibios como las salamandras y las ranas,
especies que requieren de alta humedad y ante la reducción se ven muy
afectados.

En las zonas altas, las zonas de alta montaña, las especies que están muy
especializadas a los ambientes alpinos, también, por ejemplo, una especie
carismática y muy conocida que podría estar sufriendo estas consecuencias es el
teporingo, en la zona del centro del país, comenta.

Sobre si hay alguna forma de revertir el problema, el doctor Martínez señala que
no se puede revertir la inercia que ya llevan los procesos de cambio. Tomaría
décadas o siglos en revertir el proceso de calentamiento si es que esa es la causa
de este fenómeno. Lo mismo ocurre con otros factores de degradación del
ambiente; hay los que son más fáciles de atacar, como la deforestación en los
ámbitos terrestres, a través de políticas públicas, de educación ambiental. Una de
las respuestas de las especies cuando hay un cambio ambiental y las condiciones
se vuelven desfavorables en ese sitio es migrar; entonces favorecer ese
movimiento, es una de las estrategias, termina el investigador.

Animales y especies en peligro de extinción

Se calcula que existen unos 30 millones de especies animales y vegetales


distintas en el mundo. De todas ellas, la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (UICN) cifra en 1.000 las que se encuentran en peligro de
extinción y en 17.000 las amenazadas. Para el 2020 la diversidad de especies se
puede haber reducido en un 33%.

Animales y plantas están amenazados por la alteración de los espacios naturales,


que se emplean para construir viviendas, carreteras, etc. La caza deportiva o
comercial y el tráfico ilegal de especies son causas que también hacen peligrar a
la fauna y a la flora. Muchas de nuestras mascotas o plantas son fruto de este
comercio que, según el Fondo Mundial para la Conservación de la
Naturaleza (WWF), produce más de 300 mil euros anuales de beneficio.

WWF asegura que este negocio ilegal es una de las causas principales de pérdida
de biodiversidad en el Planeta. Además, afirma que en la actualidad, unas 700
especies se encuentran en peligro de captura, con un objetivo comercial, en sus
medios naturales. Un estudio realizado junto a Traffic, organización que se
encarga del seguimiento del comercio internacional de especies, pone de
manifiesto el peso de la Unión Europea en este negocio.

Según el WWF, en España se desarrolla más del 30% del comercio ilegal de
animales y plantas protegidos en el mundo y según datos del Consejo General de
Colegios Veterinarios de España, se calcula que en los hogares españoles existen
cerca de 60.000 reptiles y más de 100.000 aves exóticas.
El SEPRONA, Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil
intervino, durante 2001 en Madrid, 39 mamíferos, 65 reptiles, 96 aves y 133 partes
y derivados (piezas de marfil, caparazones de tortuga y caracolas). En 2002,
fueron 11 aves, 6 reptiles y 15 derivados. Además, se encontraron 7 monos
“Tapoin”, uno de ellos muerto, en el fondo de una caja de perro. Según el
SEPRONA, el 70% de los animales con los que se trafica muere durante el viaje.
Cerca de 1.700 agentes de este servicio tratan de frenar este delito haciendo
cumplir la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Este convenio, firmado en Washington, entró
en vigor en julio de 1975 y lo han suscrito más de 145 países. En enero de 1986 el
convenio se firmó en España. A partir de entonces, para poseer un ejemplar de
una especie amenazada es necesario tener un certificado que acredite que
proviene de cría en cautividad. Pero, según WWF, falsificar ese papel no es muy
complicado.

Existen muchas especies en peligro de extinción como caimanes, leopardos,


nutrias, ranas, etc. De entre todas ellas, el tráfico de animales ha incidido de forma
especialmente notable sobre algunas.

RINOCERONTE
El rinoceronte es el animal más afectado, habiéndose reducido su población en un
85 por ciento en los últimos veinte años, según datos del WWF. En la actualidad
quedan poco más de 10.000. Aunque durante muchos siglos los chinos han
transformado los cuernos de rinoceronte en elementos decorativos, es a partir de
los años setenta cuando aumenta la demanda de este material debido a las
propiedades medicinales y afrodisíacas que le atribuyen en Asia. Las
empuñaduras de las tradicionales dagas que los turistas compran en Yemen
también están fabricadas con cuernos de rinocerontes. Este país importó más de
22.000 kilos de cuernos en sólo ocho años.

Con el objetivo de obtener pieles, los tigres estuvieron a punto de extinguirse en


los años sesenta. En la actualidad, esta especie vuelve a estar amenazada por la
explotación de sus productos derivados, después de recuperarse en los años
ochenta gracias al Proyecto Tigre del WWF. La medicina china utiliza sobre todo
los huesos del tigre, aunque atribuyen propiedades terapéuticas a cualquier
órgano de este animal. Además de en este país, los derivados del tigre se
consumen en Taiwán, Corea del Sur e Indochina y se exportan a Hong Kong,
Malasia, Singapur, Tailandia y Estados Unidos.
ELEFANTE AFRICANO

Debido al codiciado marfil de sus colmillos, con los que se fabrican muchos
elementos decorativos, la población de elefante africano se ha reducido a la mitad
en diez años. Según el WWF, en los años 50 se exportaron desde áfrica unas 200
toneladas de marfil, cifra que se elevó a 900 a finales de los años setenta. En los
siguientes veinte años se mantuvo una media de entre 600 y 900 toneladas, pero
se mataron más animales porque, una vez desaparecieron los grandes machos,
con colmillos más grandes, fue necesario matar más individuos para obtener la
misma cantidad de marfil.

Más de 10.000 osos permanecen cautivos en granjas chinas y sus vesículas se


utilizan como afrodisíacos y para tratar algunas enfermedades. Corea del Sur,
Japón, Canadá, Hong Kong, Singapur, China y Rusia son los principales
exportadores y, Corea del Sur, el principal importador.

LINCE IBÉRICO

Una de las especies animales más emblemáticas de la fauna ibérica es el lince


ibérico, Lynx pardinus. En la actualidad, este animal sólo se encuentra en España
y en Portugal.

Hasta los años 50, esta especie estaba presente en todo el país pero, durante la
década siguiente, la población se redujo en gran medida. En 1973, el lince ibérico
fue declarado como especie protegida. Las causas de esta desaparición son la
destrucción de los hábitats naturales propios de este animal, el bosque
mediterráneo, entre los 400 y los 900 metros de altura y alejado de la presencia
humana; la construcción de infraestructuras, carreteras, embalses, ferrocarriles,
etc. y los incendios forestales. A todo ello se han de sumar las prácticas ilegales.

Según las últimas evaluaciones, en España quedan unos 150 ejemplares de lince
ibérico repartidos entre Sierra Morena y el Parque Nacional de Doñana, donde los
miembros del Comité Internacional para la Conservación del Lince Ibérico han
asegurado recientemente que no se puede garantizar que esta especie se salve
de la desaparición.
Por su parte, el jefe de la División de Patrimonio Natural y Diversidad Biológica del
Consejo de Europa, Eladio Fernández, afirmó que en los últimos años se ha
producido un gran descenso en la población de esta especie como consecuencia
de la desaparición de se principal presa, el conejo, que supone el 90 por ciento de
la alimentación del lince.

Fernández también aseguró que se están llevando a cabo todas las medidas
posibles para que la especie sobreviva, como dar de comer a los linces en estado
salvaje.

PLANTAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN


Una de cada diez especies de plantas, de las 250.000 descritas en el mundo, se
encuentra en peligro de extinción. Según un estudio publicado en la revista
“Science”, casi el 50% de todas las especies vegetales del Planeta están en
peligro de llegar a extinguirse.

En Europa, se cifran en 15.000 las que están bajo amenaza. En España, 220
especies corren el riesgo de desaparecer, la mitad de ellas en las Islas Canarias.
La flora de las Canarias posee alrededor de quince mil especies conocidas que
constituyen un reducto de especies muy importante a nivel mundial. Las costas de
las Islas Canarias son ricas en organismos marinos (algas).En la zona que va
hasta los 100 metros de altitud aparecen especies como la tabaiba dulce, tarajales
o cardones. La laurisilva o bosque de laurel es el más característico de las Islas
Canarias y en él se encuentran especies exclusivas como el fayal o el pino
canario. Además, en las zonas de alta montaña se encuentran especies
endémicas como el tajinaste, el alhelí o la violeta del Teide.

Es importante saber cómo y de dónde procede la mascota o planta que


compramos en una tienda o en un mercado. De este modo, además de evitando la
compra de ciertos elementos de decoración, podemos aportar un grano de arena a
la conservación de la biodiversidad de nuestra fauna y flora.
Como se elabora un estudio de impacto ambiental

Qué son los impactos ambientales

Los impactos ambientales se definen como los efectos o consecuencias que


puede generar la actividad antrópica en en los ecosistemas en particular y en el
medio ambiente en general. Prácticamente cualquier actividad tiene algún tipo de
efecto, desde las grandes compañías mineras o agrícolas que modifican vastas
superficies de territorio hasta los excursionistas que van andando tranquilamente
por un sendero.

Ahora bien, no todos los impactos ambientales son iguales, como veremos
seguidamente.

Tipos de impactos ambientales

Por un lado,los impactos en el medio ambiente varían en intensidad: dependiendo


del grado de actividad, de su naturaleza o de cómo se organicen pueden generar
un impacto mayor o menor. No es lo mismo compactar el suelo con tus pisadas
que compactar el suelo para construir un estadio de fútbol.

Por otro lado, no podemos asegurar que los impactos sean negativos en todos los
casos. Así, distinguimos dos tipos de impactos ambientales:

Impactos ambientales negativos: se considera que tienen un efecto pernicioso


sobre el medio ambiente. Son la gran mayoría.

Impactos ambientales positivos: tienen un efecto beneficioso sobre el medio


ambiente. Por ejemplo, algunas empresas comprometidas con el medio ambiente
está empezando a proteger los bosques como medida de compensación de
generación del CO2, lo que tiene un valor añadido.

Esta distinción no siempre es tan clara. Un ejemplo paradigmático serían las


lagunas artificiales en la zona sureste de Madrid (España). La extracción de áridos
en esta zona fue muy intensa durante la segunda mitad del siglo pasado, tanto
que se sobrepasó la cota del nivel freático, por lo que algunas de las balsas que
dejaron quedaron inundadas. Ahora se consideran zonas de alto valor ecológico,
dado que albergan una gran variedad de flora y fauna y se han convertido en
zonas de descanso de aves migratorias. Lo que en principio era un claro ejemplo
de sobreexplotación, con el tiempo se ha convertido en un paraje de alto valor.

Por el contrario, las repoblaciones de bosques en zonas como Galicia, que se


hicieron con árboles de muy rápido crecimiento (Eucaliptos) pero no autóctonos,
han propiciado una pérdida de valor ecológico en la zona.

Se distinguen más clasificaciones de los impactos en el medio ambiente:

 Temporales y permanentes.
 Simples, acumulativos o sinérgicos.
 Recuperables o irrecuperables.
 Reversibles o irreversibles
 Periódicos o irregulares.
 Continuos o discontinuos.

Así, tenemos impactos ambientales, pero en algunos casos evaluarlos


correctamente requiere un esfuerzo muy grande. Para organizar esta tarea,
disponemos de los estudios y las declaraciones de impacto ambiental.

Qué es un estudio de impacto ambiental

Un estudio de impacto ambiental (en España se conoce como EIA, o "Evaluación


de Impacto Ambiental") consiste en la evaluación de un proyecto para determinar
sus posibles impactos ambientales en su entorno. Es en sí mismo un estudio
técnico, objetivo y de carácter multidisciplinar. En muchos casos este estudio
previo al proyecto es un requisito legal para poder llevarlo a cabo, y será la
administración pública quien a partir de él, entre otros requerimientos, lo acepte, lo
rechace o decida modificarlo.

Estas son las partes de un estudio de impacto ambiental que generalmente


podemos encontrar, aunque puede haber alguna menos o incluirse otras, sin
perjuicio de añadir otras que se consideren necesarias:

 Descripción general del proyecto: se incluye su localización, sus objetivos,


un estudio detallado de las actividades, consumo de materiales, suelo
ocupado, etc.
 Exposición de alternativas: se exige estudiar varias alternativas en cuanto a
materiales, procesos, etc. Es obligado además considerar el no realizar el
proyecto.
 Inventario ambiental: espacios naturales, salud humana, biodiversidad,
geodiversidad, suelo y subsuelo, aire, agua, factores climáticos, etc.
 Posibles efectos y valoración de los impactos: evaluación, valoración y
cuantificación de los efectos directos o indirectos previsibles de las
actividades programadas.
 Medidas preventivas y correctoras.
 Programa de vigilancia y de seguimiento ambiental.
 Resumen del estudio y conclusiones.

Cómo hacer un estudio de impacto ambiental - ejemplo sencillo

A la hora de hacer un estudio de impacto ambiental suelen surgir grandes


complicaciones, máxime cuando los proyectos que suelen requerir de estos
estudios incluyen grandes obras. Sin embargo, vamos a explicar un ejemplo
sencillo para que se termine de comprender: un bar cerca de un paraje natural.

 Descripción general del proyecto: establecimiento de provisión y servicio de


bebida y comida.
 Exposición de alternativas: se justifica el proyecto para dar a conocer la
zona protegida. Se han estudiado alternativas como la construcción de
paneles solares y el uso de recipientes compostables.
 Inventario ambiental: espacio natural cercano, consumo de agua y de
electricidad, generación de residuos no peligrosos, emisión de ruidos, uso
del suelo.
 Posibles efectos y valoración de los impactos: una vez mitigados los
impactos, los efectos más perniciosos serían probablemente el ruido y el
consumo de agua.
 Medidas preventivas y correctoras: muy relacionado con las alternativas.
Por ejemplo, para evitar que los residuos compostables lleguen al paraje
natural, se pueden instalar papeleras cerca del recinto.
 Programa de vigilancia y de seguimiento ambiental: en el se incluirá, por
ejemplo, el vaciado y mantenimiento de las papeleras y el control de las
emisiones de ruido y del gasto de agua.
 Resumen del estudio y conclusiones.
Desertificación
La Convención de Lucha contra la Desertificación de las Naciones Unidas ha
definido la desertificación como “el proceso de degradación del suelo resultante de
factores como las variaciones climáticas o las actividades humanas”. La
desertificación es un fenómeno que implica la pérdida de suelos fértiles y la
incapacidad de los ecosistemas de cumplir con su función reguladora para
suministrar bienes y servicios. Las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas
son las consideras más susceptibles de sufrir el efecto de desertificación.

Teniendo en cuenta lo anterior, a nivel europeo, España es el país con más riesgo
de sufrir desertificación: alrededor del 75% del territorio se encuentra en grave
peligro y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible, particularmente en la
vertiente mediterránea, la andaluza y las Islas Canarias. Las previsiones de
cambio climático para España no son positivas y apuntan a que los periodos de
sequía serán cada vez más frecuentes e intensos, lo que agravará los procesos de
desertificación.

¿Qué causa la desertificación?

Se trata de un proceso complejos, y, en términos generales, resulta difícil


determinar un único elemento causante de la desertificación. Es el resultado de la
confluencia de diferentes factores, provocados tanto por el clima como por la
actividad del ser humano. Algunas de las causas más básicas son:

 El clima semiárido, las sequías estacionales, y las lluvias poco constantes.


 Las tierras pobres y la erosión del suelo.
 Los incendios forestales, con la consecuente pérdida de la cubierta forestal.
 Crisis del sector primario, éxodo rural y abandono de terrenos productivos.
 Explotación irresponsable de los recursos hídricos y contaminación de los
acuíferos.
 Crecimiento urbano desordenado, sobre todo en zonas costeras.
 Desertificación y cambio climático
 Cambio climático: calentamiento global y disminución de precipitaciones.

Por otro lado, el cambio climático afecta al contenido orgánico de los suelos
españoles, lo cual provoca una disminución en el carbono que contienen de
manera natural, afectando con ellos a sus propiedades físicas, químicas y
biológicas, en particular en las zonas más húmedas de la parte norte de la
península.

¿Qué soluciones hay contra la desertificación?

 La reforestación y regeneración de las especies arbóreas.


 La mejora de la gestión del agua, a través del ahorro, la reutilización de las
aguas depuradas, el almacenamiento del agua de lluvia, o la desalinización.
 Mantener el suelo mediante el uso de vallas para frenar el avance de las
dunas, y crear barreras arbóreas para proteger frente a la erosión eólica.
 El enriquecimiento y la fertilización del suelo a través de la regeneración de
la cubierta vegetal.
 Permitir el desarrollo de los brotes de especies arbóreas nativas con la
poda selectiva.
CAIXABANK. (30 de abril de 2020) Cambio climático: consecuencias y dificultades
para frenarlo. Obtenido de https://www.caixabankresearch.com/cambio-climatico-
consecuencias-y-dificultades-para-frenarlo

AMBIENTUM. (30 de abril de 2020) Animales y plantas en peligro de extinción.


Obtenido de
https://www.ambientum.com/enciclopedia_medioambiental/natura/animales-y-
plantas-en-peligro-de-extincion.asp

ECOLOGIA VERDE. (30 de abril de 2020) Qué es un estudio de impacto


ambiental. Obtenido de https://www.ecologiaverde.com/que-es-un-estudio-de-
impacto-ambiental-2076.html

AQUAE FUNDACON. (30 de abril de 2020) Desertificación: causas y


consecuencias Obtenido de https://www.fundacionaquae.org/conoces-que-es-la-
desertificacion-sus-causas-y-sus-soluciones/

También podría gustarte