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Algo para analizar (tiempo y espacio):

Se entiende por hombre a aquel ser vivo que tiene una gama de capacidades entre las cuales
está la de razonar toda aquella información que percibe su cerebro. Sin embargo, no hemos
sido capaces de asimilar por completo el entorno en el que vivimos, pues existe una serie de
paradigmas que desde el principio de las sociedades hasta hoy en día ponen a trabajar
nuestro pensamiento.

En nuestro universo existe un orden inquebrantable que se ha ido estudiando y

descubriendo con el paso de los años y con la ayuda de algunas grandiosas mentes que han
dedicado su vida al estudio de estas. Me refiero a las leyes por las cuales se rige la vida y la
existencia en general. Es a partir de aquí donde surgen dos conceptos indispensables para la
evolución humana; les hablo del espacio y del tiempo.

Estos dos han sido estudiados y la esencia de un sin número de experimentos por parte de
las grandes mentes de la historia, pero el análisis no es sinónimo de comprensión. Dos
sencillas palabras le han dado la vuelta al mundo y después de un universo de generaciones
no dejan de ser un enigma.

Comencemos con el tiempo. A este se le define como un continuo no espacial en el que los
eventos se producen en una sucesión aparentemente irreversible que va desde el pasado
hacia el futuro a través del presente. Sin duda alguna el tiempo no es una invención del
hombre ya que su presencia es el punto de partida para la existencia de algo en el espacio.
Sin embargo, el concepto es una etiqueta con la que el humano formo una ciencia de
estudio; la historia.

Mientras tanto, el espacio se define como la extensión infinita del campo tridimensional,
dentro del cual existen las estrellas y las galaxias: el universo. Al igual que nuestro
concepto anterior es estudiada por una ciencia la cual conocemos por geografía.

Algunos grandes de la historia clasifican al tiempo y al espacio como una dimensión

paralela a las 3 que habitamos conscientemente. Hablan de una cuarta dimensión la cual
involucra los dos términos desarrollándose conjuntamente y denotando una dualidad
inseparable, con una posición de relatividad, dinámica y enfocada principalmente al estudio
de procesos y relaciones que ahí se dan, es decir, que los fenómenos que se dan en un
espacio determinado y en un momento determinado son irrepetibles y diferentes.

¿Qué sería de mí sin un cuerpo? ¿Qué sería de mi cuerpo sin un espacio? ¿Qué sería de un
espacio sin el tiempo? ¡Nada caballeros, realmente seriamos nada! Las dualidades en
nuestro mundo son totalmente inevitables y sus dos términos dependientes entre sí; sin
blanco no sabríamos de un negro, sin bien el mal no asecharía, sin tiempo no podríamos
siquiera estudiar al espacio.
El heredero de la geometría euclidiana (Kant) en el siglo XVIII define al espacio como un
orden de existencia de las cosas que se manifiesta en su simultaneidad, mientras que el
tiempo es el orden sucesivo de lo que acontece. Como podemos ver, basa sus conceptos en
la palabra orden, es decir como algo regido y controlado de antemano, y que no se debe
romper, por lo que se concibe como una cosa, ya que se puede ordenar y medir.

Tiempo y espacio son dos categorías básicas de la existencia humana, o bien, de la

existencia en general que por consiguiente se les considera la naturaleza propia. Sin
embargo, la naturaleza no es perfecta. Tanto en el tiempo como en el espacio hay un caos,
un caos que se genera gracias a la presencia de materia y energía, les hablo de una
distorsión la cual observamos en el momento en que nos acercamos a zonas sobrecargadas
magnéticamente como el triángulo de las Bermudas o la zona del silencio. También, se
habla de agujeros negros en el espacio los cuales rebasan la capacidad de estudio en el
humano.

Un grupo de científicos de la NASSA dieron a conocer la teoría que refiere a la formación

de agujeros en el espacio, argumentando que estos se forman, como una pequeña arruga en
nuestra ropa, en el momento en que un planeta gira entorno a su eje y se mueve a la vez
alrededor del sol. Dentro de su teoría explican también como es que funciona lo que
conocemos por fuerza de gravedad. Supongamos que el espacio es una lona tendida en el
aire, ¿Qué sucede si un objeto pesado cae en el centro de esta? Se crea una superficie curva
cuya profundidad va a depender del peso de dicho objeto, de tal manera que si nos
pusiéramos a jugar canicas sobre la lona, estas girarían dentro de la curva ocasionada por el
cuerpo antes mencionado. Pues lo mismo sucede con los planetas, siendo el sol nuestro
objeto más pesado en lo que respecta a la galaxia y los planetas aquellas canicas que giran
en torno al eje el incandescente genera, llegando así a la conclusión de que la gravedad no
es entonces una fuerza, sino una deformación en el espacio.

Este tipo de trabajos no genera la conclusión esperada y solo forma nuevas preguntas,
preguntas cuyas respuestas nos llevarán a seguir desarrollando el pensamiento y el saber
humano, como ha sido siempre en las ciencias, los cuestionamientos, son los que la hacen
avanzar al buscar las respuestas, proceso que no acaba al encontrar una de ellas, pues ésta a
su vez puede ser cuestionada.

“Trabajando por la patria y la humanidad.”

Xalapa, Ver. a 09 de julio de 2010 E∵V∵
Es cuánto.

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Cristian Yair Delgado Corro