Líder y manipulador: La delgada línea.

1. El liderazgo es uno de los temas favoritos dentro de la cultura de los emprendedores. La atención que
genera ha llevado el tema hasta la discusión sobre el riesgo de que el liderazgo degenere en
manipulación.
2. Es intrínseco que al elegir un líder estamos aceptando que piense por nosotros en cierta medida; pero
no le pedimos que piense contra nosotros, no le pedimos que nos manipule. La situación empeora en
la empresa pues en ella no suele ocurrir que uno esté bajo la dirección de líderes elegidos.
3. Al reflexionar sobre el liderazgo y la manipulación, surge el dilema sobre el fin y los medios: a veces
parece que vale todo en las empresas con tal de alcanzar las metas de corto plazo. La tentación de
alcanzar a cualquier precio los objetivos puede volver manipuladores a las personas que ostentan los
puestos directivos.
4. Algunos autores coinciden en que el auténtico líder conquista-trabaja la inteligencia, la voluntad y las
emociones de sus colaboradores, y lo hace sin manipularlos.
5. Otros piensan que el verdadero líder es el que logra que los colaboradores quieran hacer lo que tienen
que hacer, el que consigue que los subordinados obedezcan contentos. Sin duda hay otras formas de
entender el liderazgo pero parece relacionarse estrechamente con la motivación de los subordinados.
6. Desde luego, quizá no todos los profesionales técnicos de nuestro tiempo -la era del saber y el
aprendizaje permanente- estén dispuestos a ceder, siquiera parcialmente, su inteligencia, su voluntad
y sus emociones a supuestos líderes.
7. Puede pensarse que las personas educadas no son manipulables y tenderían al auto liderazgo tras los
resultados encomendados.
8. Parece en suma saludable distinguir bien el mejor liderazgo de la peor manipulación, subrayando
diferencias. Se diría que el líder auténtico, y a diferencia del manipulador, persigue el bien común sobre
el propio; se empareja con la verdad y no la deforma; actúa de modo transparente y no urde en la
sombra.
9. En beneficio de los seguidores, pero también de los mejores líderes, enlistamos algunas características
de los jefes manipuladores:

- Los comentarios motivadores.

- La generación de deudas de gratitud.
- El fomento de la independencia.
- El encasillamiento o etiquetado.
- La imputación urdida.
- Los encargos-trampa.
- Las cortinas de humo.
- El proselitismo.
- La mentira rutinaria.
- La seducción.