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El sueño de Descartes*

Por: Philip J. Davis y Reuben Hersh

El mundo moderno, nuestro mundo de la racionalidad triunfante, comenzó el 10 de


noviembre de 1619 con una revelación y una pesadilla. Ese día, en una morada del Comentado [ac1]: Tesis: La modernidad inició a partir de
villorio bávaro de Ulm, René Descartes, un francés de veintitrés años, tuvo una visión Descartes. (Ver comentario 7, ahí refuerza esta tesis)
mientras se calentaba junto al radiador. No fue una visión de dios, ni de la madre de dios,
ni de carruajes celestiales, ni de la nueva Jerusalén. Fue una visión de la unificación de
Inicitoda la ciencia.
La visión estuvo precedida por un estado de concentración y agitación intensas.
La mente exaltada de Descartes se incendió y halló respuestas a los tremendos problemas
que lo habían estado abrumando por semanas. Fue poseído por un genio y las respuestas
fueron reveladas en una luz deslumbrante y cegadora. Más tarde, cuando exhausto se
metió en la cama, tuvo tres sueños que habían sido anunciados por el genio.
En el primer sueño era azotado por una tempestad y los fantasmas lo
atormentaban. Experimentaba una constante sensación de caída. El viento cesó y se
despertó. En el segundo sueño truenos y centellas invadían su habitación. En el tercer
sueño todo estaba quieto y en calma. Un libro de poesía descansaba sobre la mesa. Lo
abrió al azar y leyó un verso de Ausonio: Quod vitae sectabor iter (¿Qué camino tomaré
en la vida?). Apareció un extraño que le citó el verso Est et non (si y no). Descartes quiso
mostrarle dónde podía encontrarlo en el libro, pero éste desaparecía y reaparecía. Le dijo
al hombre que le mostraría un mejor verso, que comenzaba Quod vitae sectabor iter. En
este punto el hombre, el libro y el sueño entero se disolvieron.
Descartes estaba tan azorado que comenzó a orar. Supuso que sus sueños tenían
un origen sobrenatural. Juró ponerse bajo la protección de la santa virgen y emprender
una peregrinación de Venecia a Nuestra Señora de Loreto viajando a pie y vistiendo las
ropas más humildes que pudiera encontrar. Comentado [ac2]: Inicio de ensayo tipo cuento: hay un
¿Cuál fue la idea que Descartes vio en esa iluminación llameante? Nos dice que el personaje, en un ambiente físico especialmente descrito, se
narran las acciones del personaje… en fin tienen todos los
tercer sueño se refería nada menos que a la unificación e iluminación de toda la ciencia, elementos del cuento en un inicio de ensayo.
incluida la totalidad del conocimiento, mediante un único método: el método de la razón.
Comentado [ac3]: Argumento 1: La modernidad inicia
Pasarían dieciocho años antes de que el mundo tuviera los detalles de la grandiosa porque Descartes plantea el método racional para la búsqueda
visión y de los mirabilis scientiae fundamenta –los fundamentos de una ciencia de la verdad.
maravillosa. Los detalles están contenidos en el celebrado Discurso del método para la
apropiada conducción de la razón y la búsqueda de la verdad en las ciencias. Según
Descartes, su método debería aplicarse cuando se buscara el conocimiento en cualquier
campo científico. El método consiste en: a) aceptar sólo lo que es tan claro para la mente
que excluya toda duda, b) dividir las dificultades grandes en dificultades más pequeñas,
c) argumentar de lo simple a lo complejo, y d) verificar cuando se llega a algo. Comentado [ac4]: Argumento 2: Descripción del método,
Ante todo Descartes era geómetra; decía que tenía el hábito de volver todos los según los autores del ensayo.
problemas hacia la geometría. Lo que da sustancia al método es el uso de las
matemáticas, la ciencia del espacio y de la cantidad, la más simple y segura de las
concepciones de la mente. Comentado [ac5]: Argumento 3: Describen que lo
Cuando estaba en la preparatoria y oí hablar por primera vez de la geometría fundamental del método es el uso de las matemáticas, sobre
todo de la geometría analítica.
analítica –también llamada geometría de coordenadas o geometría cartesiana– pensé que
ofrecía una forma de reducir cualquier problema de geometría a un problema
correspondiente de álgebra. El problema de álgebra se resolvería entonces de manera
simple y automática. El ingenio requerido en la geometría clásica de Euclides sería
eliminado y reemplazado por un procedimiento automático. Estas ideas deben haber
estado flotando por ahí, y yo simplemente las tomé. Incluso se decía que la geometría

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analítica era como un gran molino de carne: se embute el problema, se gira la manivela, y
sale la respuesta.
La verdad no es tan simple. Cualquiera que esté familiarizado con la geometría
analítica, tal como la vemos ahora, no la reconocería en el libro de Descartes. Lo que uno
encuentra en Descartes no es tanto la geometría de coordenadas como la algebrización de
las construcciones con regla y compás. La geometría de coordenadas implica el
emplazamiento de ejes perpendiculares en el plano, la asignación de dos coordenadas (o
direcciones) a cada punto geométrico, y el reemplazo de rectas y curvas por ecuaciones
algebraicas apropiadas. En su forma actual, la geometría cartesiana debe tanto a los
propios contemporáneos y sucesores de Descartes como a él mismo.
Es cierto que, en el sentido de la lógica formal, la geometría analítica es una
máquina para decidir automáticamente la verdad de las afirmaciones geométricas. Alfred
Tarski estableció esto en 1931. El algoritmo de Tarski está presentado en un formato que
no es aplicable a las preguntas geométricas que surgen en la práctica, y es tan complejo
que confundiría a las computadoras modernas. En la práctica, cuando uno trabaja
analíticamente, a menudo debe de ingeniárselas para construir el álgebra y manejar sus
detalles. De lo contrario el álgebra misma puede transformarse en algo tan tremendo que
vicie la supuesta cualidad automática del método. Comentado [ac6]: Experiencias personales
No obstante, por la fiereza y universalidad de su visión, y por la relevancia que su
filosofía da al individuo pensante, es correcto decir que Descartes es el primer hombre
moderno y que nosotros somos cartesianos. Comentado [ac7]: Reafirma la tesis: La modernidad inicia
¿Qué molestaba a Descartes? Paul Valéry, quien estudió a Descartes toda su vida, con Descartes
escribió en sus cuadernos: “Encontrar lo que Descartes quería, lo que le fue posible
desear, lo que anhelaba, aunque sólo fuera a medias. Ese es el fundamento, el punto clave
a clarificar.”
Algunos investigadores piensan que Descartes tuvo que ver con los rosacruces.
Muchos científicos de la época eran miembros de esa hermandad, o al menos habían
estudiado sus doctrinas. También creen que Descartes quería llevar el universalismo
hermético y alquímico de los rosacruces al nivel de precisión racional que encontró en la
deducción matemática. De manera más general se piensa que Descartes encontró que el
conocimiento era una mezcla indiscriminada de hechos y fantasía, de leyendas y rumores,
de sentidos y sinsentidos, de doctrinas y dogmas, de experimentos, conjeturas y
prejuicios, todo imbuido de una metafísica gastada e ineficiente y de procedimientos
caóticos y equivocados. Descartes quería reformar y revolucionar todo esto, barrerlo y
reemplazarlo por un método cierto revelador de la verdad; quería suscribir la nueva
ciencia con una nueva visión y una nueva filosofía de la verdad. A este grandioso
programa dedicó su vida: “Lo pongo por encima de reinos y tronos; la riqueza me parece
nada comparada con él.” Comentado [ac8]: Argumento 3: Era revolucionario, la
Sin rechazar esta historia, yo tengo mi propia fantasía para explicar el programa búsqueda del conocimiento era un amasijo de fantasías,
leyendas, prejuicios, procedimientos caóticos, etc. Él lo
de Descartes. Me gusta pensar que de niño enfrentó cierto problema de matemáticas. reemplazó por un método al que después se le llamaría:
Intentó una y otra cosa con el fin de resolverlo, pero nada funcionó; no pudo resolver el método científico.
problema.
Nada hay de peculiar en esta suposición. Cualquier matemático se atora. Los más
grandes genios matemáticos se han atascado. La prueba de esta aseveración es evidente:
siempre hay por ahí problemas famosos no resueltos. Es irrelevante que algunos de estos
problemas se resuelvan. En cada generación siempre hay algo que los mejores cerebros
no pueden hacer.
Descartes decía que las matemáticas eran cosa de la mente. Ya que sus verdades
proceden de hipótesis seguras a través de los pequeños pasos, igualmente seguros, de la
razón humana, están garantizadas por dios. ¿Por qué debería la mente bloquearse a sí

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misma? Si concibe un problema, igualmente debe revelar la ruta para encontrar su
solución. Comentado [ac9]: Argumento 4: Todos los problemas
Me gusta imaginar que, habiéndose empantanado, una especie de furia cósmica pueden resolverse a través de pequeños pasos: si los
problemas los genera la mente humana ¿por qué no habrían
surgió en el joven Descartes, quien para liberarla ocupó toda su vida en encontrar un de resolverse con las matemáticas inventada también por la
método garantizado para producir respuestas. Como Valéry dijera: “Esto le procuró la mente humana?
victoria más brillante jamás lograda por un hombre cuyo genio se aplicó a reducir la
necesidad del genio.”
La visión de Descartes se convirtió en el nuevo espíritu. Dos generaciones
después el matemático y filósofo Leibnitz hablaba de la característica universalis: el
sueño de un método universal mediante el cual podrían tratarse racional y
sistemáticamente, por computación lógica, todos los problemas humanos, ya fueran de
ciencia, de derecho o de política.
En nuestra generación las visiones de Descartes y de Leibnitz están presentes en
cada acto. Comentado [ac10]: Concluye con cita textual de Valery,
menciona como Leibnitz contribuyó a fortalecer la visión de
Descartes: ambas cambiaron la forma de ver y enfrentar el
mundo.

PHILIP J. DAVIS es doctor en matemáticas por la Universidad de Harvard y profesor de matemáticas


aplicadas en la Universidad e Brown. Ha escrito libros de texto incluyendo interpolation and
approximation y Methods of numerical integration Recibió el premio Chauvenet de la Asociación
Estadounidense de Matemáticas.

REUBEN HERSH es profesor de matemáticas en la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque. Ha


trabajado también como escritor, editor y maquinista. Se doctoró en 1962 en la Universidad de Nueva
York. Ha dado clases en Stanford y en el Cinvestav del IPN. Ganó el premio Chauvenet de matemáticas y
su campo especial de interés son las ecuaciones diferenciales parciales.

*Texto tomado de: Nemesio Chávez Arredondo (comp.). Todo por saber. Ensayos de Cultura a científica.
México, DGDC-UNAM, 2001. pp.25-29

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