Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apócrifos Del NT
Apócrifos Del NT
Nuevo Testamento
http://www.supercable.es/~flor/apocri-
0.htm
Una gran proporción de la literatura apócrifa cae dentro de una de las
formas literarias del NT: evangelios, hechos, epístolas, apocalipsis. Pero a
menudo esta similitud formal va acompañada de una gran diferencia
conceptual. Esto resulta particularmente evidente en los evangelios; tenemos
evangelios sobre la infancia, evangelios sobre la pasión, documentos con
dichos y meditaciones teológicas; pero (si excluimos los evangelios
fragmentarios primitivos, de los que de todos modos tenemos insuficiente
información) es difícil encontrar obras que, como los evangelios canónicos, se
ocupen de las palabras y obras del Señor encarnado. Los documentos que
relatan hechos forman una clase numerosa, y probablemente la más popular,
sin duda por la gran atracción no sectaria de muchos de los relatos. Las
epístolas no son comunes a pesar de que casi todas las obras del NT que a
veces se han considerado seudoepigráficas son epístolas. En cuanto a los
apocalipsis, existían precedentes judíos para atribuirlos a alguna celebridad
del pasado.
Hubo otra clase de literatura que adoptó algunas de las características de
la apócrifa: las disposiciones eclesiásticas de Siria y Egipto. Estas colecciones
de cánones sobre la disciplina y la liturgia en la iglesia, de las cuales
Constituciones apostólicas es la más popular, y que pretenden representar la
práctica apostólica, llegaron por convención a pretender origen apostólico; y la
más audaz, denominada Testamento de nuestro Señor, trata de pasar por un
discurso de Cristo posterior a la resurrección. Quizás la costumbre fue
estimulada por su éxito en la Didascalia del siglo III, y el equívoco sobre la
pretensión de apostolicidad de la Tradición apostólica de Hipólito (dos obras
que fueron muy saqueadas), junto con, en algunos casos, la popularidad del
cuento clementino.
Motivos
Ya en tiempos apostólicos había comenzado la creación de literatura
apócrifa; aparentemente Pablo debe autenticar su firma a causa de
falsificaciones que circulaban (2 Ts. 3.17). En el siglo II la literatura alcanza el
nivel que le corresponde, y a partir de ese momento adquiere un auge
vertiginoso, especialmente en Egipto y Siria. Prosigue hasta la Edad Media
(época en la que todavía se apreciaban las leyendas antiguas) y,
ocasionalmente, a impulso del sentimentalismo o de la simple excentricidad, o
debido a una opinión preconcebida, hasta nuestros propios días. Los
diferentes motivos que hay detrás de esta tendencia se relacionan así con el
curso total de la historia cristiana y subcristiana; pero algunos de los motivos
que influyeron al comienzo son particularmente importantes.