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El material de este curso no necesariamente refleja las opiniones del Peace Operations Training Institute, de los autores
del curso, ni de ningún órgano o filial de Naciones Unidas. Aunque se ha hecho el máximo esfuerzo por verificar su
contenido, el Peace Operations Training Institute y los autores del curso no asumen responsabilidad alguna por los datos
y opiniones que aparecen en él, obtenidos en general de medios públicos y otras fuentes de información independientes.
Si bien este curso se escribió como documento pedagógico y didáctico según la política y doctrina de las Naciones
Unidas, no sienta ni dicta doctrina, algo que solo puede hacerse por medio de documentos oficialmente examinados y
aprobados por la ONU. En algunos casos, se dan opiniones diametralmente opuestas sobre determinados temas para
motivar al alumno a reflexionar, respetando siempre las normas del más libre y genuino interés académico.
Las versiones de este curso que se ofrecen en otras lenguas podrán diferir levemente del texto original en inglés. Los
traductores hacen el máximo esfuerzo por ceñirse fielmente al material original.”
Previniendo la Violencia Contra la
Mujer y La Desigualdad de Género
en el Mantenimiento de Paz
Índice
Prólogo x
Prefacio xii
Sección 2.2 Diferencias entre género y sexo y otras definiciones clave 51
Sección 2.3 Cómo se relacionan los roles de sexo - género con la desigualdad
y la violencia 58
v
PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
vi
PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
Sección 6.4 Terminar con la impunidad por los delitos de violencia sexual en
el conflicto armado 172
vii
PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
viii
PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
Apéndices
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PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
Prólogo
Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a la Cap. (R.) Jennifer Wittwer, CSM, y a la Mag. Megan
Bastick por el curso del Instituto de Formación en Operaciones de Paz Prevención de la violencia contra
la mujer y promoción de la igualdad de género en el mantenimiento de la paz. Anteriormente titulado
Prevención de la violencia contra la mujer y desigualdad de género en el mantenimiento de la paz por la
Dra. AnnJanette Rosga y basado en su obra Women in an Insecure World: Violence against Women – Facts,
Figures and Analysis, editada por Marie Vlachova y Lea Biason y publicada originalmente en 2005 por el
Centro para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF, por las siglas en inglés) de Ginebra, ha sido
actualizado con estadísticas, datos y tendencias actuales relativas a los temas tratados en el curso anterior.
En la lucha histórica en pos de la justicia social y la igualdad, la de las mujeres de todo el mundo
para lograr las mismas libertadas que los hombres es un movimiento que, si bien ha avanzado
mucho, aún le queda un largo camino por recorrer. Fue recién durante los últimos 100 años que
la mayoría de las naciones le han reconocido a la mujer el derecho al voto. Aunque las mujeres han
ganado numerosas batallas legales a nivel nacional y han sido electas a cargos de liderazgo en casi
todos los continentes, es un hecho que a millones de mujeres de todas partes del mundo se las sigue
manteniendo en desventaja en materia de educación, oportunidades, situación jurídica y seguridad.
Desde su fundación en 1945, la Organización de Naciones Unidas viene bregando por el reconocimiento
de la igualdad de todas las personas. Esas palabras están consagradas en el Preámbulo de la Carta de
las Naciones Unidas, “Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, nos proponemos … reafirmar la fe
en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad
de derechos de hombres y mujeres y de los naciones grandes y pequeñas.” Y sin embargo, en las
décadas del 1980 y del 2000, se tomó conocimiento de la lamentable realidad de que pacificadores de
ONU habían usado su posición de confianza y autoridad para explotar a las propias personas a quienes
se les había encomendado proteger. Si bien puede (o puede que no) se haya tratado de pocos casos, de
inmediato se reconoció que la situación era absolutamente inaceptable y que era preciso hacer cambios
efectivos sin demora para asegurar que no se repitieran tales casos de traición a la confianza y el deber.
x
PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
La protección de los derechos de la mujer es un tema tan necesario como difícil. Nos hemos animado
a abordar sin ambages el problema, en un esfuerzo por hacer nuestro humilde aporte a la toma de
conciencia y al logro de una solución. Si a algún estudiante le resultan perturbadores algunos tramos de
este curso, le pedimos disculpas, pero se trata de un tema que es preciso abordar. Y desde luego, todos
reconocemos que los pacificadores pueden llegar a actuar como ejemplo y como referentes en sus propias
comunidades, y también en aquellas donde trabajan en la prevención de la violencia contra la mujer.
–Prof. Dr. Harvey J. Langholtz, Ph.D.
Director Ejecutivo
Instituto para Formación en Operaciones de Paz
xi
PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
Prefacio
El Centro para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF, por su sigla en inglés) de Ginebra
promueve la buena gobernanza y la reforma del sector de la seguridad. El Centro realiza investigación
sobre buenas prácticas, fomenta la elaboración de normas apropiadas a nivel nacional e internacional,
formula recomendaciones en materia de políticas, y presta asesoramiento y lleva adelante programas
de asistencia dentro del país. Buena parte de este esfuerzo se ha centrado en comprender la conexión
que existe entre la desigualdad de género y la violencia contra la mujer y su seguridad, y en especial
en jerarquizar la participación de la mujer en la consolidación de la paz, protegerla de la violencia y
defender sus derechos humanos como condición imprescindible para la paz y la seguridad sostenibles.
En 2005, el DCAF publicó el libro Women in an Insecure World (Las mujeres en un mundo inseguro), un
estudio exhaustivo sobre la violencia contra la mujer en la vida cotidiana durante los conflictos armados y en
escenarios posconflicto. En Women in an Insecure World se traza un mapa del alcance y grado de penetración
de la violencia contra la mujer, se analizan las estrategias para prevenir y hacer frente a esa violencia, y
se destaca el papel clave que desempeña la mujer en los procesos y operaciones de paz. En Women in an
Insecure World se basa la labor permanente del DCAF para proveer al personal y a las instituciones del sector
de la seguridad el conocimiento y las herramientas necesarias para abordar de manera eficaz la violencia
y la discriminación de género. En el presente curso, que también se basa en el mencionado libro, se ha
actualizado el contenido de modo de incluir material, estudios de casos, datos y estadísticas más recientes.
Este curso tiene por finalidad ser de ayuda a los integrantes del personal de mantenimiento de la paz
para que promuevan los derechos humanos y la seguridad de mujeres y niñas. Se hace especial énfasis
en la naturaleza y el alcance de la violencia contra mujeres y niñas, en las conexiones entre la desigualdad
de género y la violencia tanto en el ámbito público como en el doméstico, y a nivel comunitario, nacional,
regional e internacional. El curso cubre además los derechos de la mujer como derechos humanos y los
mandatos internacionales de las Naciones Unidas de dar participación a la mujer en roles claves dentro de
los procesos de construcción y consolidación de la paz en todas las etapas y a todos los niveles jerárquicos.
Consultora Internacional
Septiembre de 2018
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PREVINIENDO LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y
LA DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EL MANTENIMIENTO DE PAZ
Método de estudio
Las siguientes son sugerencias de cómo proceder con este curso. A pesar de que el estudiante
pueda tener métodos alternos que sean efectivos, los siguientes consejos han funcionado para
muchos otros estudiantes.
• Antes de que comience su estudio, primero ojee a través del material del curso en general.
Note los objetivos de las lecciones que le dan una idea de lo que será tratado mientras
procede.
• El material debería ser lógico y directo. En lugar de memorizar detalles individuales, trate de
entender los conceptos y las perspectivas generales con respecto al sistema de las Naciones
Unidas.
• Cuando acabe una lección, tome el Cuestionario Final de la Lección. Si tiene cualquier error,
regrese a la lección y léala de nuevo. Antes de continuar, sea consciente de la discrepancia en
su pensamiento que lo indujo al error.
• Antes de que comience su estudio, primero ojee a través del material del curso en general.
Note los objetivos de las lecciones que le dan una idea de lo que será tratado mientras
procede.
• Su examen será calificado, y si consigue una nota de aprobación de 75% o más alto, se
le premiará con un Certificado de Aprobación. Si su nota es menor a 75%, se le dará una
oportunidad más para tomar una segunda versión del Examen Final del Curso.
• Una nota de que la ortografía está en orden. Este curso ha sido escrito en inglés, de acuerdo a
lo que se utiliza en el Reino Unido.
• foros de alumnos que le permitirán comunicarse con otros alumnos sobre diferentes
cuestiones.
xiii
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
El Contingente médico de Paquistán fue el último personal uniformado en abandonar Liberia antes de que finalizara el mandato de
la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL) el 30 marzo de 2018. En el hospital se prestó atención quirúrgica básica y de
emergencia al personal de la ONU. 26 de enero de 2018. Foto de ONU #749652 por Albert González Farran.
15
LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
derechos humanos y ayuda humanitaria, etc.), a fin de ayudar a sus ciudadanos a desarrollar la
capacidad de construir una paz sostenible en el período inmediatamente posterior a la guerra.1
Admitir el hecho de que “prácticamente la mitad de los países que emergen de conflictos vuelven
a caer en la violencia dentro de los siguientes cinco años” llevó a reconocer que la consolidación de la
paz efectiva en el largo plazo exige más que meramente “impedir que las partes beligerantes dejen
de dispararse la una a la otra”.3 En muchos casos, es preciso brindar asistencia mucho más amplia de
apoyo a la paz. Cuando está generalizada la violencia contra la mujer, y la vida cotidiana se caracteriza
por desigualdades de género extremas, la paz sostenible puede requerir un profundo cambio cultural.
En 2000, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad (MPS)
en uno de sus muchos esfuerzos de mayor alcance por mejorar la capacidad de consolidación de la paz
de la Organización de las Naciones Unidas. La RCS 1325 tiene cuatro componentes fundamentales:
2) Gina Torry, Resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre mujeres, paz y seguridad — informe “Six Years On” (Seis años después) (Nueva York:
Grupo de trabajo de ONG sobre mujeres, paz y seguridad. Octubre de 2006), viii.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
• “Reafirma ... la necesidad de aplicar plenamente las disposiciones del derecho internacional
en materia humanitaria y de derechos humanos que protejan los derechos de mujeres y niñas
durante y después de los conflictos bélicos.”
• Destaca la necesidad de asegurar que las mujeres tengan participación plena e igualitaria a
todos los niveles de la toma de decisiones en asuntos relacionados con la paz y la seguridad, y
señala específicamente la “necesidad de integrar una perspectiva de género a las operaciones
de mantenimiento de la paz” como cuestión “urgente”.
La RCS 1325 se refiere además a una declaración de prensa del presidente del Consejo de Seguridad
del 8 de marzo de 2000, en la que destacaba que “la paz está indisolublemente ligada a la igualdad
entre mujeres y hombres” y exhortaba a impartir “capacitación especializada a todo el personal de
mantenimiento de la paz en protección, necesidades especiales y derechos humanos de mujeres y niños
en situaciones de conflicto armado”.5
El estudiante deberá tomar el presente curso como uno de los muchos esfuerzos por responder a
esa exhortación a ofrecer capacitación especializada en relación con la RCS 1325. En particular, en este
curso se analizarán:
• Los marcos jurídicos y políticos internacionales que se han venido creando durante los últimos
30 años para hacer frente al hecho de que, en la mayoría de las regiones del mundo, las
mujeres suelen no tener igual poder que los hombres en la toma de decisiones, ni tampoco igual
acceso a los recursos.
En este curso se plantea que el problema de la violencia contra la mujer no podrá resolverse
sin modificar el patrón mundial de menor poder y menor control de la mujer sobre los recursos en
comparación con el hombre. Lo mismo vale en el otro sentido: la discriminación contra la mujer — y
su situación de relativa desigualdad con respecto al hombre — no podrá cambiar significativamente sin
abordar los patrones de violencia contra ellas, tanto en la esfera pública como en la privada.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Como se detallará más adelante en el curso (en especial en la lección 6), importantes organizaciones
de derechos humanos del mundo y Estados Miembros de la ONU realizaron y respaldaron este planteo
básico por medio de la ratificación de diversas convenciones y tratados.6 En las lecciones del curso se
definirán los siguientes términos y se explicarán las aseveraciones que aparecen a continuación:
• La violencia de género impone, mantiene y puede ser en sí misma una forma de desigualdad
de género.
En el resto de esta lección se detallará la historia de la RCS 1325, se la ubicará dentro del contexto
histórico del activismo de las mujeres en pos de la paz y los derechos humanos a lo largo del siglo XX, y
se describirá cómo fue cambiando la concepción sobre la mujer en el transcurso del tiempo dentro de la
ONU. Específicamente, se tratará la persistente tensión entre representar a la mujer, por un lado, como
víctima particularmente vulnerable a la violencia masculina, y por otro, como activa, independiente y
poderosa agente de cambio, capaz de participar en nombre de sus pares en asuntos políticos mundiales.
6) “Los derechos humanos de la mujer y la niña son parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales. La participación plena
e igualitaria de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural a nivel nacional, regional e internacional, y la erradicación de toda forma
de discriminación por sexo, son objetivos prioritarios de la comunidad internacional”. Fuente: Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos
(OACDH), “Declaración y programa de acción de Viena”, 25 de junio de 1993, § 1, ¶ 18.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Luego se pasará a describir cómo se manifiesta esta tensión en los derechos humanos internacionales
de la mujer y en la lucha por combatir la violencia contra esta.
En la sección 1.3, “La paradoja de la identidad de la mujer”, se describirá un dilema que se planteará
a lo largo de todo el curso: intentar hacer una generalización sobre las mujeres, cuando no hay ni
siquiera dos exactamente iguales. A ello se suman las diferencias etarias, culturales, de clase social,
religiosas, étnicas, raciales, sexuales, regionales, lingüísticas y tantas otras. El curso se iniciará con un
análisis de este dilema, no para resolverlo — ya que, desafortunadamente, eso no es posible — sino
para llamar la atención del lector sobre los problemas que inevitablemente planteará esta paradoja a lo
largo del resto del curso.
7) Todo sistema social o político en el que el hombre ostente la mayor parte del poder y a la mujer en buena medida se la excluya de este.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
En otras palabras, Woolf pensaba que las ideas de superioridad del hombre con respecto a la
mujer estaban relacionadas con las ideologías nacionalistas de superioridad sobre otras naciones que
imperaban a principios del siglo XX, así como también con la noción de que gastar grandes sumas de
Bineta Diop (left), Enviada Especial de la Unión Africana sobre mujeres, paz y seguridad, y la Secretaria General Adjunta
Amina Mohammed (de frente a la cámara) abandonan la sala tras la reunión del Consejo de Seguridad sobre la paz y la
seguridad en África. 10 de julio de 2018. Foto de ONU #768552 por Manuel Elías.
8) Virginia Woolf, Three Guineas (Tres guineas) (Nueva York: Harvest/HJB Books, 1938), 108, 143.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
dinero y sacrificar innumerables vidas en el combate militar resolvería los problemas internacionales.
Woolf no estaba sola. Durante siglos, la mujer tuvo una presencia significativa en los movimientos
pacifistas y antibélicos, aun cuando las guerras a las que se oponían fueran consideradas guerras
santas por una amplia mayoría, como ocurrió en la Edad Media.9 Más recientemente, los primeros años
del siglo XX fueron testigo de algunas de las mayores protestas no violentas contra el militarismo,
el racismo, el colonialismo, el capitalismo y el sexismo que haya visto el mundo. Aunque en general
fueron olvidadas por las generaciones subsiguientes, hubo grandes manifestaciones de protesta contra
la Primera Guerra Mundial. En este, como en prácticamente todos los movimientos antibélicos, la mujer
ha tenido importante liderazgo y participación. En 1915, en plena Primer Guerra Mundial, dos mil
mujeres convergieron en un congreso antibélico en La Haya. Este encuentro llevó a la creación de la
Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPL o WILPF por su sigla en inglés), que sigue
en actividad hasta nuestros días.
Woolf sostiene que los hombres combaten para “gratificar un instinto sexual” que las mujeres “no
comparten”, y que, en consecuencia, las mujeres son capaces de prevenir la guerra “permaneciendo
fuera” de la sociedad de los hombres. Muchas personas, tanto hombres como mujeres, consideran que la
idea de “encontrar nuevas palabras y crear nuevos métodos” es muy convincente. En muchos sentidos,
se trata de una idea difícil de refutar, dado el predominio de los hombres en los conflictos armados
y los delitos violentos. En diversos puntos del curso, se procurará cuestionar tales generalizaciones
indiscriminadas. Sin embargo, el ideal que describe Woolf de la capacidad especial de la mujer ha
inspirado en buena medida el activismo de las mujeres contra la violencia en todo el mundo. Más aún,
ese ideal ha actuado como poderoso motor en la historia, llevando a la adopción de la RCS 1325 sobre
Mujeres, Paz y Seguridad (MPS).
El Consejo de Seguridad aprobó la resolución 1325 sobre MPS (WPS por su sigla en inglés) el 31
de octubre de 2000. En dicha resolución se reafirma el importante rol de la mujer en la prevención
y resolución de conflictos, las negociaciones de paz, la consolidación de la paz, el mantenimiento de
la paz, la respuesta humanitaria y la reconstrucción posconflicto, y se destaca la importancia de su
participación plena e igualitaria en todos los esfuerzos por mantener y promover la paz y la seguridad.
En la RCS 1325 se exhorta a todos los actores a aumentar la participación de la mujer e incorporar
perspectivas de género a todos los esfuerzos de la ONU en pos de la paz y la seguridad. Se llama además
a todas las partes a que adopten medidas especiales para proteger a mujeres y niñas de la violencia de
género en situaciones de conflicto armado, en especial de la violación y otras formas de abuso sexual.
En la resolución se dan varios importantes mandatos operativos que involucran a los Estados
Miembros y a las entidades del Sistema de ONU. Según la RCS 1325, los Estados Miembros, los
organismos de la ONU y demás actores deberán actuar para garantizar que se tomen en cuenta los
temas de género en todos los aspectos de la prevención de conflictos, el mantenimiento de la paz y la
reconstrucción posconflicto.
Desde que se aprobó la resolución del Consejo de Seguridad 1325, se ha ampliado exponencialmente
el marco normativo tendiente a salvaguardar los derechos de la mujer en situaciones de conflicto y
9) Palmer A. Throop, Criticism of the Crusade: A Study of Public Opinion and Crusade Propaganda (Crítica de la cruzada: estudio de la opinión pública y
la propaganda de la cruzada) (Ámsterdam: N.V. Swets & Zeitlinger, 1940).
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
1889 resolución 1325; pide al Secretario General que presente un informe al Consejo de Seguridad sobre
la participación e inclusión de las mujeres en la consolidación de la paz.
2013 Aborda deficiencias persistentes en la aplicación de la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad;
2122 establece que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son críticos para lograr
la paz y la seguridad internacionales; reconoce los efectos diferenciados de todas las violaciones
de derechos en las mujeres y las niñas durante los conflictos; y pide una aplicación coherente de la
agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad en todo el trabajo del Consejo de Seguridad.
2015 Establece el Grupo Informal de Expertas y Expertos; aborda los obstáculos persistentes en la aplicación,
2242 por ej., las reformas financieras e institucionales; se centra en una mayor integración de las agendas
sobre las mujeres, la paz y la seguridad y la lucha contra el terrorismo y los extremismos violentos;
pide mejores métodos de trabajo del Consejo de Seguridad sobre las mujeres, la paz y la seguridad.
2008 Reconoce la violencia sexual como táctica de guerra y asunto que atañe a la paz y la seguridad
2009 Refuerza las medidas para poner fin a la violencia sexual en los conflictos designando a una o
1888 un Representante Especial del Secretario General y un equipo de expertas y expertos sobre el
estado de derecho y la violencia sexual en los conflictos, aportando conocimientos y mejorando
la coordinación entre las partes interesadas que abordan la violencia sexual en los conflictos.
2013 Se centra en la rendición de cuentas de los autores de violencia sexual en los conflictos;
Fuente: ONU Mujeres, “Resolución del Consejo de Seguridad: mujeres, paz y seguridad”, 2017.
Figura 1-2
10) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 1820 (2008)”, S/RES/1820 (2008), 19 de junio de 2008.
11) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 1888 (2009)”, S/RES/1888 (2009), 30 de septiembre de 2008.
12) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 1889 (2009)”, S/RES/1889 (2009), 5 de octubre de 2009.
13) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 1960 (2010)”, S/RES/1960 (2010), 15 de diciembre de 2010.
14) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 2106 (2013)”, S/RES/2106 (2013), 24 de junio de 2013.
15) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 2122 (2013)”, S/RES/2122 (2013), 18 de octubre de 2013.
16) Consejo de Seguridad de la ONU, “Resolución 2242 (2015)”, S/RES/2242 (2015), 13 de octubre de 2015.
17) Peace Women (Mujeres por la paz), “The Resolutions” (Las resoluciones). Disponible en: <http://www.peacewomen.org/why-WPS/solutions
Resolutons>.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
En virtud de cuatro de estas resoluciones (las 1820, 1888, 1960 y 2106) se exigió la capacitación
de los pacificadores de la ONU en cómo prevenir, reconocer y responder a la violencia sexual; se ordenó
incluir en el régimen de sanciones de la ONU a aquellos que cometan actos de violencia sexual en
conflictos armados; y se creó el cargo de Representante Especial del Secretario General sobre Violencia
sexual en conflictos.18
¿Qué quiere decir todo esto? Para el final de esta lección — y, por cierto, para el final del presente
curso — usted tendrá una idea mucho más clara de lo que significa “tomar en cuenta los temas de
género”. Al final de la lección aparecerá una enumeración de las implicancias reales de la “integración de
género”. Es importante señalar que la RCS 1325 impulsa una agenda de la mujer, y también una agenda
de género, al promover esfuerzos más sostenibles en pos de la paz y la seguridad.
Algo importante a recordar: es tomando en cuenta los temas de género, o integrando el género
a las operaciones de mantenimiento de la paz, que será más eficaz la protección de los derechos de
mujeres y niñas, incluida la prevención de la violencia.
Vista de la mesa de honor durante la sesión inaugural de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, realizada en Beijing. Hace uso de la
palabra la Secretaria General de la Conferencia Gertrude Mongella (a la izquierda, en el podio). 4 de septiembre de 1995. Foto de
ONU #181184 por Milton Grant.
18) ONU Mujeres, Prevenir el conflicto, transformar la justicia, asegurar la paz: Estudio global sobre la implementación de la resolución del Consejo de
Seguridad 1325 (Nueva York: Naciones Unidas, 2015), 30.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Cómo fue cambiando en el transcurso del tiempo la concepción sobre la mujer en los
Existe mucha literatura sobre los vínculos de las mujeres con los procesos de paz desde que
fue creada la ONU en 1945.19 En virtud de la Carta de las Naciones Unidas y del artículo 25 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, se reconoce y afirma desde hace más de medio siglo
la igualdad formal entre la mujer y el hombre. Sin embargo, en ese período de la historia, eran muy
pocas las mujeres que participaban al más alto nivel de toma de decisiones en gobiernos nacionales u
organizaciones internacionales.20
Por muchos años, la “igualdad” formal entre la mujer y el hombre plasmada “en papel” en las
recomendaciones, decisiones y normas de la ONU implicaba de hecho que se suponía que la mujer tenía
las mismas necesidades e inquietudes que el hombre.
En el transcurso de las luchas de descolonización de la década del 1960, las mujeres hicieron enormes
aportes y sacrificios en los países que combatían por la liberación nacional, aun cuando sus derechos no
fueran contemplados en la agenda de las conferencias internacionales ni de la Asamblea General. Sin
embargo, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres fue pasando a ser un tema controversial en
el Consejo de Administración Fiduciaria de la ONU, en debates internacionales que se realizaron en otros
lugares y dentro del marco de algunas campañas nacionales. Lenta y silenciosamente fue surgiendo
una gran red de grupos y organizaciones, cuya misión fue promover el concepto de igualdad de género
con sentido, y persuadir a los gobiernos de que, en la economía y la sociedad, a la mujer no se la
considerara como mera receptora de ayuda, sino como participante activa en los procesos de desarrollo
y de paz. Muchas de las naciones que recién se habían independizado reconocieron e incorporaron
cláusulas de igualdad de género a sus cartas constitucionales. La I Conferencia Mundial de la ONU sobre
la Mujer, realizada en 1975, y el documento que surgió de esta, “El plan de acción de México”, llamaron
a una mayor representación femenina en las discusiones internacionales sobre temas relativos a la paz
y la seguridad.
Los acontecimientos de la década de 1985 a 1999 llevaron a que se centrara más la atención en
el problema de la violencia contra mujeres, haciendo que se las volviera a considerar como víctimas.
Sin embargo, en los documentos que fue emitiendo la ONU, se siguió haciendo énfasis en este punto
esencial: la igualdad política y económica de la mujer con respecto al hombre, en especial la activa
participación de la mujer en la toma de decisiones a todos los niveles, junto al desarrollo mundial
sostenible, son condiciones necesarias para poder alcanzar la paz.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Para el año 1995, en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, se relacionó
nuevamente a la mujer con ciertos tipos de vulnerabilidad especial a la violencia, así como también a
iniciativas de paz. Sin embargo, en esa oportunidad se exigió más directa y concretamente que más
mujeres ocuparan altos cargos de toma de decisiones en materia de paz y seguridad.
La intensidad y el grado de violencia ejercido contra mujeres permitieron a los defensores ganar
terreno en su nombre — es decir, en el de las mujeres definidas como población necesitada de protección
especial. Sin embargo, fue difícil cambiar el hecho de que en buena medida faltaban las mujeres en
las discusiones sobre los medios para alcanzar la paz y la seguridad. Se seguía considerando más a la
mujer más como víctima pasiva que como agente activa capaz de participar directamente en la toma de
decisiones sobre resolución de conflictos y consolidación de la paz.
Durante una revisión exhaustiva de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones
Unidas, realizada en Windhoek, Namibia en 2000, los participantes desarrollaron una nueva estrategia
tendiente a promover la inclusión y participación de la mujer en las operaciones de paz de la Organización.
Se la conoce como Declaración de Windhoek y Plan de acción de Namibia sobre integración de una
perspectiva de género a las operaciones multidimensionales de apoyo a la paz.21
El activismo que surgió a partir de Windhoek se fusionó con otras campañas de defensores de los
derechos de la mujer iniciadas en la primavera de 1999 (las cuales se describen en detalle en la lección
10). En definitiva, ello llevó a que varias organizaciones se reunieran y lograran ejercer la presión
necesaria para que se redactara, y con el tiempo se aprobara, la Resolución del Consejo de Seguridad
RCS 1325. En esa resolución sobre Mujeres, Paz y Seguridad (MPS) se abordan las inquietudes
especiales de la mujer como víctima del conflicto armado, y se exhorta a los signatarios a hacer cumplir
los derechos de la mujer vigentes y a asegurar la incorporación plena e igualitaria de esta a todos los
niveles de toma de decisiones, en cargos relacionados con los temas de la paz y la seguridad. Así, en
la resolución se describe a la mujer como necesitada de protección, pero también como valiosa fuente
de temple y sabiduría a la hora de dar solución a situaciones que ponen en riesgo la paz y la seguridad
de todos.
A pesar de este resonante éxito, la RCS 1325 y sus defensores se enfrentan a dos dilemas. El
primero se refiere a todos los tratados y resoluciones de la ONU, dilema conocido como “los límites de la
aspiración”. El segundo se pasará a describir como “la paradoja de la identidad de la mujer”.
En un informe de 2006 emitido por una coalición de organizaciones conocida como Grupo de trabajo
de organizaciones no gubernamentales sobre Mujeres, Paz y Seguridad, se evaluó la RCS 1325 seis
años después (Six years on en inglés), en relación con la labor de la Comisión de consolidación de la
paz (CCP). La CCP fue creada para “asesorar y proponer estrategias integradas de consolidación de la
paz, desarrollo y reconstrucción para los países que emergían de conflictos violentos”, con la obligación
específica de implementar la RCS 1325 en “el logro de la paz y el desarrollo duraderos”.22 En el informe
Six Years On se concluyó que:
21) Asamblea General y Consejo de Seguridad de la ONU, “Declaración de Windhoek en el 10º aniversario del Grupo de asistencia de las Naciones Unidas
a la transición”, A/55/138–S/2000/693, 14 de julio de 2000.
22) Torry, Resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre mujeres, paz y seguridad — informe “Six Years On”, carátula.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Dado este historial de activismo, defensa y compromiso de la Organización de las Naciones Unidas, y
para conmemorar en 2015 el 15º aniversario de la aprobación de la RCS 1325, el Consejo de Seguridad
aprobó la resolución 2122 (2013), por la que se solicitaba al Secretario General que realizara una
revisión exhaustiva de la implementación de la RCS 1325. En dicha revisión se detectaron lagunas,
obstáculos, tendencias y prioridades en materia de acción. Dicho estudio — Prevenir los conflictos,
transformar la justicia, asegurar la paz: estudio global sobre la implementación de la resolución 1325 del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (que aquí llamaremos el Estudio global) — fue realizado
en 2015 en el contexto de un mundo cambiante y de la fluctuante dinámica de la paz y la seguridad.
En el Estudio global se reafirmó con pruebas contundentes lo que originalmente había reconocido el
Consejo de Seguridad: la importancia de dar participación a la mujer en la paz. Se demostró que la
participación e inclusión de la mujer tornaban más eficaz la asistencia humanitaria, reforzaban los
esfuerzos de protección de los pacificadores, contribuían a llevar a buen puerto las conversaciones de
paz y a lograr una la paz sostenible, aceleraban la recuperación económica y ayudaban a contrarrestar
el extremismo violento. Este estudio y un creciente caudal de evidencia tornaron aún más urgente y
necesario implementar la RCS 1325.
En el estudio se agregaron dos importantes elementos para impulsar esta agenda. Se compilaron
múltiples ejemplos de buenas prácticas. Además, se analizaron minuciosamente la implementación e
imposición, y los incentivos y medidas de rendición de cuentas que faltaban para obligar a los actores a
cumplir con esas normas y honrar sus promesas. Lo que surge de esas ideas es un mapa de ruta claro
y ambicioso para el avance de la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad. En el prólogo del estudio, la
Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, expresaba:
23) Torry, Resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre mujeres, paz y seguridad — informe “Six Years On”, ix.
24) ONU Mujeres, Prevenir conflictos, transformar la justicia, asegurar la paz, 5.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Esos dos ejemplos no implican que no se haya implementado para nada la RCS 1325; de ninguna
manera es así, como se verá en la siguiente sección. En efecto, en el Estudio global se realizó una
criteriosa evaluación de los importantes logros alcanzados a la fecha y se trazó un mapa de ruta para
la acción futura en materia de implementación. Sin embargo, sí es cierto que seguirá habiendo muchas
barreras de inercia institucional y falta de voluntad política que deberán sortearse para honrar llevar a
la práctica los ideales consagrados en la RCS 1325. Esto no ocurre exclusivamente en lo relativo a los
derechos de la mujer. Muchos de los ideales expresados en las leyes de derechos humanos y el derecho
humanitario pierden contundencia cuando pasan de las palabras a la implementación práctica. Pero
esto se ha dado a lo largo de la historia con todos los grandes avances sociales: los ideales preceden
su ejecución, a veces por décadas o aun siglos. El presente curso ha sido diseñado para ayudarlo a
impulsar el proceso de aplicación operativa de la RCS 1325.
El Consejo de Seguridad organizó un debate abierto de todo un día sobre mujeres, paz y seguridad, a fin de evaluar la implementación
de la Resolución 1325. La RCS 1325, adoptada el 31 de octubre de 2000, fue la primera resolución del Consejo de Seguridad en
abordar el desproporcionado y singular impacto del conflicto armado en la mujer. Alaa Murabit (en primer plano), de la organización
no gubernamental (ONG) Voz de las mujeres libias, durante el debate. 13 de octubre de 2015. Foto de ONU #649144 por Amanda
Voisard.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Sin embargo, el Estudio global señalado más arriba se basó en la premisa de que las mujeres
no son un grupo homogéneo y reconoció que el sexo es simplemente un eje de diferencia que se
intersecta con muchas otras formas de identidad y experiencia. La nacionalidad, la etnia, la orientación
política y religiosa, la casta, el origen, el estado civil, la discapacidad, la edad, la orientación sexual y la
identidad y expresión de género, todas estas y otras son factores importantes a la hora de determinar
las experiencias vividas por mujeres en situaciones de conflicto y recuperación.26
Dado que no hay manera de evitar generalizar sobre las mujeres en un curso sobre la protección de
sus derechos humanos en el conflicto armado y el mantenimiento de la paz, en la presente introducción
simplemente se llama la atención sobre los mencionados riesgos inherentes a tales generalizaciones.
El ex Secretario General Kofi Annan hizo los siguientes comentarios en su declaración de 2002 ante
el Consejo de Seguridad:
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Se podría alegar que esta declaración contiene imágenes estereotipadas de la mujer como víctima,
así como también de la mujer como especialmente idónea para contribuir a la consolidación de la paz.
En primer lugar, el ex Secretario General dice que las mujeres sufren horribles padecimientos a raíz del
conflicto armado, aún más que los hombres por las desigualdades de género sistémicas que se agravan
por las condiciones de la guerra. En segundo lugar, por esa misma razón, se debe dar a la mujer plena
participación y voz en los procesos de construcción de la paz. Es ella “la clave para la solución de los
conflictos”.
Aseverar que la mujer es objeto de victimización no pone en tela de juicio los roles de género de
muchas sociedades, porque encaja bien con los estereotipos de relativa debilidad o vulnerabilidad de
la mujer a la violencia del hombre. Por otra parte, nos trae a la mente la imagen del hombre en su rol
estereotípico de protector, o bien nos recuerda el otro rol estereotípico del hombre como victimizador.
Sin embargo, si bien puede no socavar los estereotipos decir que las mujeres padecen, en muchos
contextos cuesta exigir que se aborde ese sufrimiento como problema urgente con consecuencias
mundiales de importancia crítica.
Aquí no se trata de que la mujer sea victimizada o vulnerable por la debilidad inherente al sexo
femenino, sino de que los sistemas socialmente organizados de desigualdad de género agravan
notablemente la vulnerabilidad de la mujer. En otras palabras, la mayor vulnerabilidad de la mujer, en
27) Naciones Unidas, “Declaración del Secretario General ante el Consejo de Seguridad sobre mujeres, paz y seguridad”, Informe de prensa, 2002.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
El segundo punto de la mencionada cita del ex Secretario General señala la lucha por lograr que
se perciba a las mujeres como agentes o actores — como poderosas personas individuales o grupos
de personas capaces de cambiar los sistemas sociales y crear políticas que lleguen a transformar la
naturaleza de la seguridad y de la resolución de conflictos. La historia de la limitada representación de
la mujer en cargos de poder dentro de los gobiernos del mundo, de sus más poderosas instituciones
económicas, jurídicas y políticas, y de la propia Organización de las Naciones Unidas es prueba
contundente de que la igualdad de género plasmada en la ley es solo el comienzo. La verdadera igualdad
de género requerirá un importante cambio institucional.
Es por esas razones que los defensores creyeron que era necesaria una resolución como la RCS 1325,
aun los que temían que reafirmara las ideas estereotípicas sobre la mujer como víctima o como más
pacífica. A la vez, en el presente curso se corre el riesgo de generalizar sobre la mujer, en primer lugar,
porque la investigación ha demostrado que la violencia alcanza su máxima expresión en condiciones de
desigualdad; en segundo lugar, como se verá en lecciones subsiguientes, la violencia de género puede
estar vinculada a patrones sistémicos de desigualdad entre hombres y mujeres, aun en contextos sociales
y culturales muy diferentes entre sí en otros aspectos. Los Estados Miembros de las Naciones Unidas han
reconocido este hecho y respaldado varias medidas tendientes a eliminar la discriminación de género y
reducir, prevenir y castigar la violencia contra la mujer. La RCS 1325 es la resolución más pertinente para
los pacificadores en tal sentido, y es por ese motivo que es con esta que se inicia este curso.
Sobre todo, la aprobación de la SCR 1325 constituye al menos una victoria parcial en la lucha por
lograr que internacionalmente se reconozcan, por un lado, la conexión entre la desigualdad de género y
la violencia, y por otro, la de las desigualdades de género específicas por las cuales la mujer se ha visto
excluida de los procesos de consolidación de la paz.
Aun así, en el Estudio global se reconoce que, si bien el marco de MPS se centra en las mujeres
como víctimas (en la mayoría de los casos, de violencia sexual), también cumple la misión de promover
a las mujeres como poderosas protagonistas de su tiempo. Las mujeres son líderes políticas y religiosas,
funcionarias públicas, negociadoras de paz y actores clave en la organización de su comunidad.
Aunque estas son una poderosa fuerza para la paz, también es cierto que actúan en grupos armados y
grupos terroristas. Los esfuerzos posteriores a 2015 por implementar la RCS 1325 tienen por finalidad
reconocer la diversidad de las experiencias y perspectivas de las mujeres en las sociedades en conflicto
y posconflicto.28
28) ONU Mujeres, Prevenir el conflicto, transformar la justicia, asegurar la paz, 34.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
En el informe se pasan luego a enumerar los siguientes contextos específicos en los cuales “es de
vital importancia” prestar atención a los temas de género:
• Análisis político;
• Operaciones militares;
• Asistencia electoral;
• Información pública;
• Informes detallados de rutina en los que se haga el seguimiento del avance en la integración
de perspectivas de género, se indique el número de las mujeres que intervienen en todos los
aspectos de la misión y a qué niveles lo hacen.
Volviendo a la pregunta planteada previamente en esta lección: ¿Qué quieren decir en realidad
frases tales como “atención a cuestiones de género” o “incorporación de perspectivas de género”? En la
lección 2 se tratará en detalle el término “género”, pero por ahora, existe una respuesta preliminar en
la definición de integración de género de la ONU. En la política oficial de la ONU se define la integración
de género como:
29) Del Informe del Secretario General sobre requisitos en materia de recursos para implementar el informe del Grupo independiente de alto nivel sobre
operaciones de paz de las Naciones Unidas, 27 de octubre de 2000 (A/55/507/Add.1), citado en UNIFEM, “Resolución del Consejo de Seguridad 1325
con notas aclaratorias y explicaciones”, 6–7.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
• Integrar una dimensión de género a todas las actividades importantes de una misión; y
En 2019, en las operaciones de paz se debe implementar la RCS 1325 en todos los aspectos del
mantenimiento de la paz. Estos pueden consistir en asociaciones internacionales, regionales y nacionales
externas; estado de derecho; instituciones nacionales y procesos políticos; reforma del sector de la
seguridad; justicia y establecimientos correccionales; desarme, desmovilización y reintegración; y
30) Oficina del Asesor Especial del Secretario General sobre temas de género y promoción de la mujer (OSAGI), “Integración de género; panorama
general” (Nueva York: Naciones Unidas, 2002).
31) “La primera unidad policial india formada exclusivamente por oficiales mujeres culminó su Misión de ONU y ahora regresa a casa”, India Times, 17 de
febrero de 2016.
32) Bangladesh desplegó de 2010 a 2018 en Haití una unidad policial formada exclusivamente por oficiales mujeres.
33) ONU Mujeres, Prevenir el conflicto, transformar la justicia, asegurar la paz, 143.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
acción antiminas. En particular, las funciones de protección tales como Policía de ONU, ejército, derechos
humanos, protección de civiles, prevención de la violencia sexual y de género (VSG), VIH/SIDA y
prevención de la explotación y el abuso sexuales (EAS), así como las de apoyo y otras deben asegurar
la redacción de disposiciones apropiadas y el diseño de políticas con sensibilidad de género en toda su
labor. También se deben aplicar análisis y enfoque de género. Para respaldar esta labor, se destacan
asesoras de género a todas las misiones multidimensionales de mantenimiento de la paz, a fin de que
apoyen la integración de perspectivas de género a todas las actividades de mantenimiento de la paz.34
En el mandato de una misión se establecen el tipo y alcance de las actividades de la misión. Según
este enfoque, el mandato de una operación de paz incluye temas de género en la misma medida en
que se los incluye en la ayuda humanitaria, la protección infantil, el análisis político, y las cuestiones
militares o de derechos humanos. La ONU ha impartido importante orientación a las misiones sobre
cómo integrar el género a las actividades de mantenimiento de la paz, así como también sobre cómo
identificar al personal clave y los cargos que desempeña para asistir a los jefes de misión en tal sentido.
Si bien la integración de género no depende del sexo del jefe de misión (HOM), resulta alentador que,
a 2018, hay una Jefe de Misión mujer, la Teniente General Kristin Lund, de Noruega, quien dirige la
Organización de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua (ONUVT o UNTSO por su sigla en
inglés). Previamente, Kristin Lund fue además, de 2014 a 2016, jefe de misión (HOM) y Comandante de
la Fuerza de las Naciones Unidas de Pacificación en Chipre (UNFICYP).
• A enero de 2019, había cuatro Representantes Especiales del Secretario General (RESG)
mujeres:
• Virginia Gamba, RESG para los Niños y el conflicto armado (desde abril de 2017);36
• Pramila Patten, RESG para la Violencia sexual en el conflicto armado (desde abril de 2017);37 y
• Marta Santos Pais, RESG sobre Violencia contra niños (desde mayo de 2009).38
El tema del liderazgo es importante a la luz de la Estrategia del Secretario General de paridad de
género en todo el sistema, publicada en 2017, que apunta a aumentar la representación femenina a
todos los niveles del Sistema de la ONU, incluidas las misiones de mantenimiento de la paz. Si bien
se trata fundamentalmente de un derecho, la paridad de género es cada vez más necesaria para la
eficiencia, el impacto y la credibilidad de la ONU. Tanto en el sector público como en el privado, existe
una correlación directa entre una mayor diversidad e importantes mejoras en la efectividad y eficiencia
operativas. Esto adquiere particular relevancia si se considera que a la ONU se le pide hacer más
con menos, aumentando a la vez la eficacia en todos los frentes. En los tres pilares, queda claro el
impacto de una fuerza laboral inclusiva en la capacidad de la ONU de cumplir su mandado. En el campo
34) Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, “Operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas con sensibilidad de
género”, 2018.
35) División de población de ECOSOC de ONU, “El Secretario General designa a Louise Arbour, de Canadá, como Representante Especial para la Migración
Internacional”, 9 de marzo de 2017. Disponible en: <http://www.un.org/en/ development/desa/population/migration/partners/srsg.shtml>.
36) Oficina de la ONU de la Representante Especial del Secretario General para los Niños en el conflicto armado, “La Representante Especial del Secretario
General para los Niños en el conflicto armado, Leila Zerrougui, concluye su primera visita a Myanmar”, 16 de julio de 2017.
37) Oficina de la ONU de la Representante Especial del Secretario General para la Violencia en conflictos armadas, “Acerca de la Representante Especial”.
Disponible en: <http://www.un.org/sexualviolenceinconflict/about-us/about-the-srsg/>.
38) Representante del Secretario General de la ONU sobre Violencia contra niños, “Marta Santos Pais: Biografía”. Disponible en: <https://
violenceagainstchildren.un.org/content/marta-santos-pais>.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
del desarrollo, la investigación demuestra que con la incorporación de más mujeres al personal, se
liberarían billones de dólares para las economías en desarrollo. En el campo de los derechos humanos,
no existe mecanismo mayor de protección de los derechos de la mujer que el empoderamiento. En el
campo de la paz y la seguridad, la significativa participación de la mujer tiene un impacto directo en la
sostenibilidad de la paz, aseveración que ahora es cuantificable.39
Por otra parte, cuando se han incorporado al mandato herramientas de integración de género y
se las ha apoyado firmemente por medio de vínculos con las comunidades de mujeres locales, los
resultados han sido alentadores. Un ejemplo de ello proviene de Burundi:
Sin duda, las bases sentadas por años de activismo en Burundi antes de que se iniciara la ONUB
facilitaron en gran medida, tanto la decisión de incluir la igualdad de género en el mandato de la ONUB,
como la prolífica interacción de la misión con organizaciones de mujeres. Cuatro años antes, a pesar
de haber sido excluidas de las negociaciones de paz formales de Arusha, mujeres y organizaciones
femeninas ya estaban abogando firmemente por la inclusión de sus inquietudes en el proceso de paz. El
constante activismo de grupos de mujeres de Burundi llevó a que en la nueva constitución se exigiera
que el 30% de todos los cargos de gobierno fueran asignados a mujeres, y en las elecciones de 2005
les fue asignada una proporción aún mayor. Reafirmando aún más esos precedentes positivos, “[en]
un discurso del 20 de septiembre de 2006, el Presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, exhortó a la
[Comisión de consolidación de la paz] y al Sistema de la ONU a establecer como prioridad la igualdad de
género, destacando que su gobierno lo consideraba crucial para mitigar la pobreza”, y evitar así volver
a caer en la violencia.41
misión
El segundo enfoque para implementar la RCS 1325 comienza por abordar las cuestiones de género
en la fase inicial de una misión (es decir, durante la evaluación de necesidades, planificación de las
operaciones y elaboración de políticas). Una vez que está en curso la misión, se incorporan perspectivas
de género a los instrumentos que se emplean para apoyar la implementación de las operaciones en el
terreno, tales como directrices, códigos de conducta y normas de comportamiento. Al final, se incluirá el
género en el sistema de monitoreo y elaboración de informes en la medida en que se lo haya integrado
39) Naciones Unidas, “Estrategia de paridad de género para todo el Sistema”, 2017, 2.
40) Torry, Resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre mujeres, paz y seguridad — Informe “Six Years On”, 39.
41) Gina Torry, Resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre Mujeres, paz y seguridad — Informe “Six Years On” (Nueva York: Grupo de trabajo de
ONG sobre mujeres, paz y seguridad), 39, citando la RCS 1545. S/RES/1545, 2004.
35
LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
a lo largo de la misión. Este último requisito se menciona específicamente en la RCS 1325; la situación
de la elaboración de informes fue considerada nada satisfactoria en 2000, y la implementación de la
resolución no puede evaluarse sin comprender mejor los diferentes tipos de impacto de los conflictos
armados en hombres y mujeres, y evaluar el desempeño de las misiones.
En 2003, la entonces Oficina del asesor Especial sobre temas de género y promoción de la mujer
(integrada a ONU Mujeres)42 realizó un estudio de 264 informes del Secretario General al Consejo
de Seguridad correspondientes al período enero 2000–septiembre 2003. El estudio tuvo por finalidad
analizar hasta qué punto se incluían perspectivas de género en los informes, tal como se requería en
virtud de los diversos documentos oficiales, en particular la RCS 1325. Dicho análisis reveló que solo
en el 18% de los informes se hacía referencia importante a inquietudes de género, en el 15% se hacía
mínima referencia, y en el 67%, solo una o ninguna mención sobre la mujer o los temas de género. La
amplia mayoría de los informes en los que se hacía referencia a inquietudes de género mencionaban
el impacto del conflicto en mujeres y niñas como víctimas — no como posibles protagonistas de la
reconciliación, consolidación de la paz y reconstrucción posconflicto.43
En 2017, el Secretario General señaló en su informe anual sobre Mujeres, Paz y Seguridad (MPS)
que, si bien era crucial para el Consejo de Seguridad mantenerse centrado en la agenda de MPS, seguía
habiendo incongruencias y se seguía pasando por alto la igualdad de género y los temas de MPS en las
crisis que se desataban o agravaban, o bien cuando se discutían el combate al terrorismo o el despliegue
de tropas.44 En este informe se destacó que, en 2016, el Secretario General había enviado al Consejo de
Seguridad 154 informes, y que tanto en los 38 informes periódicos sobre operaciones de mantenimiento
de la paz como en los 26 informes periódicos sobre misiones políticas especiales se hacía referencia a
MPS. Si bien eso demostró algún avance, el Secretario General exhortó a sus Representantes Especiales
y a los directores de entidades de la ONU a que profundizaran sus esfuerzos por mejorar la calidad de
los análisis de género y del conflicto en sus informes al Consejo de Seguridad.45
Este enfoque es el que más se ha adoptado al implementar la RCS 1325. La ONU hace uso de por lo
menos dos tipos de cargos de experto en género en las misiones: asesoras de género y puntos focales
de género. Ambos roles son muy ventajosos para la integración de perspectivas de género a todos los
componentes del trabajo de una misión de mantenimiento de la paz, incluidos el ejército, la policía y
los componentes civiles. Brindan una capacidad necesaria a la que puede recurrir la dirección de la
misión, incluidos los comandantes de las fuerzas, los comisionados de policía, los jefes de sección y los
integrantes del personal, a fin de facilitar la integración de género a sus planes de trabajo y actividades
laborales.
42) El 2 de julio de 2010, la Asamblea General creó la Entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer (ONU
Mujeres), combinando y transfiriendo a esta los mandates y funciones existentes de la Oficina del Asesor Especial en Temas de Género y Promoción
de la Mujer (OSAGI) y la División para la Promoción de la Mujer de la Secretaría (DAW), así como también los del Fondo de Desarrollo de las Naciones
Unidas para la Mujer (UNIFEM) y del Instituto Internacional de Investigación y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW). Se preveía que
la nueva organización funcionara como secretaría y que además realizara actividades operativas a nivel del país. ONU Mujeres entró en funciones el
1 de enero de 2011.
43) Oficina del Asesor Especial en temas de género y promoción de la mujer, “Análisis del contenido de género de los informes del Secretario General al
Consejo de Seguridad (enero 2000 – septiembre 2003)”, 7 de octubre de 2003.
44) Consejo de Seguridad de la ONU, “Informe del Secretario General sobre mujeres, paz y seguridad”, S/2017/861, octubre de 2017, 25.
45) Consejo de Seguridad de la ONU, “Informe del Secretario General sobre mujeres, paz y seguridad”, 25.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Las asesoras de género son destacadas a todas las misiones multidimensionales de mantenimiento
de la paz para supervisar la integración de género prevista en las resoluciones del Consejo de Seguridad
sobre Mujeres, Paz y Seguridad (MPS). Las asesoras de género aseguran que se incluyan las opiniones,
necesidades y prioridades de mujeres y niñas en todas las áreas del mantenimiento de la paz, a fin de
promover su participación política y garantizar que se las proteja de la violencia sexual y de género. La
labor de las asesoras de género consiste en:
• Apoyar a las mujeres locales para que participen en los procesos de paz;
• Coordinar los esfuerzos por proteger a mujeres y niñas de la violencia sexual y de género;
• Contribuir a la generación de capacidades entre los socios nacionales y locales (por ejemplo, la
sociedad civil, el gobierno), trabajando con los componentes de la misión;
46) Naciones Unidas, “Promoción de la mujer, la paz y la seguridad”. Disponible en: <https://peacekeeping.un.org/en/ empowering-women>.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
• Asegurar que todos los componentes de la misión efectivamente integren la igualdad de género
a sus áreas de trabajo; y
• Capacitar a todos los componentes de la misión para que estén mejor preparados para abordar
los temas de género.47
Ha habido un avance concreto en los esfuerzos por integrar una perspectiva de género a las
operaciones de paz de la ONU. En 2000, solo la Misión de Administración Provisional de las Naciones
Unidas en Kosovo (UNMIK) y la Administración de Transición de Naciones Unidas en Timor Oriental
(UNTAET) contaban con asesores en género, y solo un quinto de todas las operaciones de paz tenían una
Unidad de género especializada que en general constaba de un único oficial recientemente designado
para ocupar lo que entonces era un cargo recién creado. Ahora, todas las misiones multidimensionales
de mantenimiento de la paz cuentan con unidades de género y, además, asesores en materia de
protección de la mujer (WPA) — mandatados por primera vez en 2009 en virtud de la resolución del
Consejo de Seguridad 1888.48
A los países que presentan evidencia de violencia sexual relacionada con el conflicto armado,
se envían asesores en materia de protección de la mujer (WPA) además de asesoras de género,
desempeñando aquellos y estos roles complementarios. Los WPA centran específicamente sus esfuerzos
en considerar seriamente el problema de la violencia sexual relacionada con el conflicto (VSC) en las
actividades de las misiones de mantenimiento de la paz, entre otras cosas, monitoreando, analizando
y elaborando informes sobre violencia sexual, y abogando y exhortando a las partes en conflicto a que
cumplan su obligación de prevenir y hacer frente a la VSC. La protección de mujeres y niñas en estas
situaciones se contempla en las actividades de Protección de civiles (POC) y en la incorporación de una
perspectiva de género a todos los estamentos de los esfuerzos de la misión en materia de POC. Sus
responsabilidades son:
• Dialogar con todas las partes del conflicto, a fin de lograr que se comprometan a prevenir y
asegurar el llamado a la responsabilidad de quienes intervengan en incidentes y patrones de VSC;
47) DOMP/DAAT, Estrategia de género de futuro 2014–2018 (Nueva York: Naciones Unidas, 2014), 8.
48) ONU Mujeres, Prevenir el conflicto, transformar la justicia, asegurar la paz: Estudio global sobre la implementación de la Resolución del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas 1325, 144.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
El Departamento de Operaciones de Paz de la ONU (DOP o DPO por su sigla en inglés), antes
llamado Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, y el Departamento de Apoyo a
las Actividades en el Terreno (DAAT o DFS por su sigla en inglés),50 cuentan con un contingente de
70 expertos en género con dedicación exclusiva y un mecanismo de punto focal de género en las
operaciones de mantenimiento de la paz y en el cuartel general de la ONU. Al 31 de diciembre de
2016, ocho de las 16 misiones de mantenimiento de la paz tenían Unidades de género dirigidas por
asesoras de género bajo las órdenes del Representante Especial del Secretario General (RESG) o del
jefe de misión (HOM), y dos contaban con puntos focales de género. Por otra parte, en 2016 había 23
asesoras de género con dedicación exclusiva en ocho de las 12 misiones en el terreno dirigidas por el
Departamento de Asuntos Políticos (DAP), y dos asesoras de género actuaban en las oficinas de los
enviados especiales del Secretario General. Hubo un importante aumento del número total de puntos
focales de género en las misiones políticas especiales, pasando de 39 en 2015 a 50 en 2016.51
Se pueden citar varios ejemplos de trabajo y logros de las asesoras de género y las unidades de
género. En la Misión de la Organización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
(MONUC), el asesor de género principal desarrolló una estrategia de doble vertiente para asegurar que se
integrara una perspectiva de género a las políticas y los programas de la misión, y para interactuar con
las organizaciones de la sociedad civil, en especial los grupos de mujeres.52 En la UNTAET, la unidad de
género asistió a la Red de mujeres de Timor Oriental a implementar la Plataforma de Acción de Beijing
(ver la lección 6). En Sierra Leona, la asesora de género fue asignada a la Unidad de derechos humanos
por medio de un acuerdo entre el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (DOMP)53 y
la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). Ella creó
una Fuerza de tarea femenina para la Comisión por la verdad y la reconciliación, a fin de prestar especial
atención a la violencia de género durante el conflicto armado. Además, investigó los abusos sexuales
relacionados con la guerra con organizaciones no gubernamentales (ONG) dedicadas a promover y
proteger los derechos de la mujer en sociedades posconflicto.
Más recientemente, el asesor de género de Sudán del Sur implementó programas de capacitación
para las integrantes del ejército sudsudanés. En Darfur, la Unidad de género estableció Comités de
RCS 1325, a fin de monitorear cómo honraban los gobiernos los compromisos asumidos en virtud de
la RCS 1325, y asegurar que se incluyeran las experiencias de las mujeres en las iniciativas de paz y
seguridad. En la República Centroafricana (RCA), las asesoras de género identificaron las necesidades
de protección de las excombatientes y presentaron iniciativas para animarlas a adquirir habilidades
que les permitieran generar ingresos, preparándolas para la inserción laboral y evitando que volvieran
a tomar las armas. En Haití, la estación radial de la misión, MINUSTAH FM, tuvo un programa semanal
49) DOMP/DAAT, Estrategia de género de futuro 2014–2018 (Nueva York: Naciones Unidas, 2014), 8.
50) Como parte de la reestructura de la Organización que se inicia el 1 de enero de 2019, el Departamento de Apoyo a las Actividades en el Terreno
(DAAT) pasó a ser el Departamento de Apoyo Operativo (DAO).
51) Consejo de Seguridad de ONU “Informe del Secretario General sobre mujeres, paz y seguridad”, 22–23.
52) Ver “República Democrática del Congo – Mandato y objetivos de la Oficina de género”, lección 10.
53) El Departamento de operaciones de mantenimiento de la paz (DOMP o DPKO por su sigla en inglés) fue reorganizado, pasando a ser el Departamento
de operaciones de paz (DOP o DPO), 1 de enero de 2019.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Magda Abdallah Ibrahim Ahmed, Funcionaria de cuestiones de género de la Operación híbrida de Naciones Unidas-
Unión Africana en Darfur (UNAMID), se reúne con miembros de la organización femenina de beneficencia Um Sheger
en el mercado de El Fasher, Darfur del Norte. Las integrantes de esta organización, que forma parte de la Red de
Asociaciones de Mujeres para el Desarrollo, fabrican y venden objetos de cerámica tradicionales. 5 de marzo de 2014.
Foto de ONU #581923 por Albert González Farran.
54) Naciones Unidas, “Promover a la mujer, la paz y la seguridad”, 2018. Disponible en: <https://peacekeeping.un.org/en/promoting-women-peace-and-
security>.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
En este punto, uno inmediatamente se enfrenta a la paradoja de la identidad. ¿Será que todas
las mujeres responden a un tipo de formación electoral y todos los hombres a otra? ¿Son todas las
mujeres las responsables exclusivas del cuidado de los niños en esta comunidad? ¿Son las mujeres
las únicas personas con necesidades en materia de seguridad física? Empezar por plantearse estos
tipos de preguntas sobre el género es un primer paso de importancia crucial. El siguiente ejemplo de
Malí, aunque de algunos años atrás, ilustra de manera excelente cuánto se gana incluyendo atención
exhaustiva a las mujeres en un programa de desarme. Dado que estos programas tienen que ver con
armas — típicamente asociadas con los hombres — a lo largo de la historia se los ha diseñado pensando
solo en estos.
Este caso de estudio demuestra cuán limitados e ineficaces han sido esos tipos de diseño, y cuánto
más efectivos pueden llegar a ser si se toma en cuenta a la mujer. Al mismo tiempo, el estudio revela
los riesgos de suponer que todas las mujeres son iguales.
En la presente lección y en este curso, se sugieren los siguientes lineamientos generales para
repensar la integración de género y la implementación de la RCS 1325:
55) Torry, Resolución del Consejo de Seguridad 1325 sobre mujeres, paz y seguridad — informe Six Years On”, 18.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
• Integración de género significa, en primer lugar, pensar en la mujer. En segundo lugar, significa
pensar en la mujer y el hombre considerando las relaciones entre una y otro — cómo una
sociedad organiza sus roles de género para el relacionamiento de mujeres y hombres. En tercer
lugar, significa pensar en cómo todo lo que se haga podrá afectar a uno y otro grupo de manera
distinta, y en cómo podrá afectar la dinámica vincular entre ambos.
• Integración de género significa crear el más amplio espacio posible para que mujeres y hombres
tengan igual acceso a los recursos y al poder, y para que tengan el mismo grado de participación
en las decisiones.
• Integración de género puede querer decir hacer las cosas de manera diferente, para que más
tipos de personas puedan participar. Puede significar tratar a veces a mujeres y hombres por
separado, y a veces, juntos.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
43
LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Mujeres pertenecientes a los grupos étnicos Songhai y Bella comparten un rato ameno a la hora del té Gao, Malí.
Integrantes de diversos grupos étnicos regularmente trabajan juntas y se reúnen en la región de Gao, demostrando
que es posible la coexistencia pacífica y la reconciliación en Malí. 5 de diciembre de 2014. Foto de ONU #616839 por
Marco Dormino.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Fuente: M. Vlachová y L. Biason (editores.), Women in an Insecure World: Violence against women — facts, figures and analysis
(Las mujeres en un mundo inseguro: la violencia contra la mujer — hechos, cifras y análisis), Ginebra, 2005, 198.
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
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LECCIÓN 1 | Introducción a la Resolución del Consejo de Seguridad 1325 y a la agenda de mujeres, paz y seguridad
Respuestas »
1. A - Verdadera, B - Falsa, C - Verdadera, D - Falsa
2. (1) El reconocimiento/la inquietud de que en los conflictos armados se apunta y se afecta desproporcionadamente a los civiles — en especial a
mujeres y niños; dice que ello es importante para la sostenibilidad de los esfuerzos por la paz y la reconciliación en todo el mundo. (2) Llama a la
plena implementación de todas las leyes internacionales de derechos humanos y humanitarias por las que se protege a mujeres y niñas durante y
después del conflicto. (3) Llama a la participación plena e igualitaria de la mujer a todos los niveles de la toma de decisiones en asuntos relativos a
la paz y la seguridad; dice que es urgente la integración de género a las operaciones de mantenimiento de la paz (OMP). (4) Llama a la integración
de una perspectiva de género a todas las operaciones de mantenimiento de la paz.
3. A
4. C
5. Incluir herramientas de integración de género en el mandato de la misión; integrar el género a todas las actividades de la misión; enviar expertos
en género a las misiones.
6. Asesoras de género: Incorporar inquietudes de género a todas las actividades de la misión; Crear conciencia e impartir capacitación sobre temas
de género a todo el personal; Capacitar al personal militar y civil en temas de género; Empoderar a las mujeres locales para incrementar su
participación en los procesos de paz. Los puntos focales de género: Mejorar el equilibrio de género en las operaciones de mantenimiento de la paz;
Trabajar en temas relativos al personal, tales como contratación, promociones, discriminación en materia de empleo y acoso sexual.
7. D
8. A
47
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
Sexo y género: definiciones y
2 teorías
Aún no se ha
alcanzado la meta de
lograr plena igualdad
de género en todo el
mundo.
Sección 2.1 Introducción • Explicar los siguientes términos: sexo, género, tercer
violencia de género.
48
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Un votante del campamento de personas internamente desplazadas (PID) de ZamZam, Darfur del Norte, emite su voto el primer día de
las elecciones nacionales de Sudán. 11 de abril de 2010. Foto de ONU #43385 por Albert González Farran.
49
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Durante el siglo XX, se fue tomando conciencia del concepto de género — es decir, la definición cultural y el
conjunto de suposiciones sobre lo que significa ser mujer, hombre, niña o niño dentro del contexto de determinada
cultura. Durante los últimos años del siglo XX, se fueron aceptando y respetando otras categorías y definiciones de
sexo y género, además de las definiciones tradicionales. Ciertamente se llegó a aceptar y reconocer que la mujer
era absolutamente idónea para actuar a los más altos niveles de gobierno. Para principios del siglo XXI, habían
sido electas mujeres como presidentes y primeras ministras de naciones de África, Asia, Europa y América del Sur.
Algunos ejemplos recientes son las primeras ministras de Estonia, Islandia, Nueva Zelanda, Perú, Serbia, Taiwán y el
Hoy sería fácil para nosotros pasar por alto la visión y determinación de mujeres — y algunos hombres — que
reconocieron que era inaceptable todo lo que no fuera igualdad de género plena. También nos sería fácil llamarnos
a engaño y dejarnos seducir por la tranquilizadora idea de que hoy existe la igualdad de género universal. Como se
demostrará en la presente lección, no es fácil responder a la cuestión del género de una persona ni a las expectativas
culturales de la sociedad en función del género, ni tampoco hallarles una solución definitiva.
Esencialmente, la discriminación de género o de sexo se basa en una ideología que niega que las personas
de todos los géneros valgan igual. Fue esa aceptación de un estado de “desigualdad” lo que tuvieron que superar
las mujeres durante sus luchas por la igualdad. La desigualdad y la violencia van de la mano. Los seres en general
no aceptan por su propia voluntad las condiciones de desigualdad. Así, para imponer condiciones de desigualdad,
suele usarse una combinación de violencia e ideología. La ideología es un sistema de ideas que forma la base de
determinada teoría de la sociedad. Una ideología que apoya la desigualdad justifica la distribución desigual del poder
o de los recursos alegando diferencias naturales o biológicas entre un grupo dominante y un grupo subordinado. Por
ejemplo, los propietarios de esclavos históricamente han justificado la esclavitud con ideologías de que las personas
a quienes esclavizan pertenecen a una raza inferior de la humanidad. En la medida en que el grupo subordinado
cree en esa ideología, suelen ser innecesarias la violencia o la fuerza para mantener la desigualdad, ya que es poco
probable que el grupo subordinado se resista a lo que parece basarse en “el orden natural de las cosas”.
En cambio cuando fracasa la ideología, suelen tomar su lugar o complementarla la violencia y la fuerza. La
afirmación de que hay diferencias naturales entre mujeres y hombres justificó la desigualdad de género de diversas
maneras en el transcurso del tiempo y en diferentes lugares del mundo. Los Estados Unidos y otros países europeos
y no europeos le negaron a la mujer el derecho a votar hasta principios o aun mediados del siglo XX. En particular,
cuando las mujeres protestaron por ser excluidas del voto en el Reino Unido, muchas de ellas fueron llevadas
a prisión. Para protestar por esa medida, varias mujeres iniciaron huelgas de hambre. Cuando pareció que las
“sufragistas” — como se las llamó — se estaban ganando la simpatía de la gente, el gobierno británico promulgó una
ley por la cual se permitía liberar a aquellas mujeres cuya huelga de hambre estuviera poniendo en riesgo su salud.
Una vez que estas se recuperaran en libertad, el gobierno podría volver a arrestarlas.
En el Reino Unido, con el tiempo y muy poco a poco, las mujeres fueron logrando el derecho a votar. El estallido de
la Primera Guerra Mundial trajo, como suelen hacerlo las guerras, un período en el que forzosamente se desdibujaron
los roles de género (ver la lección 9). Muchos hombres estaban ausentes por el servicio militar, y muchas mujeres
debieron asumir su lugar, quedando claro que las estas perfectamente podían hacer tareas que previamente se
creía que eran demasiado difíciles para ellas. Esto llevó a que en 1918 se concediera el derecho a sufragar (votar) a
aquellas mujeres que cumplieran con determinados requisitos, tales como poseer bienes, estar casadas con titulares
de bienes y contar con educación universitaria. No fue hasta 1928 que las mujeres lograron tener derecho pleno al
voto al igual que los hombres en el Reino Unido, y aun hasta 1990 en otras regiones de Europa.
50
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Alumnas de una escuela de parteras de El Fasher, Darfur del Norte, participan en una marcha organizada por la Operación híbrida de
Naciones Unidas-Unión Africana en Darfur (UNAMID) como parte de su campaña “16 días de activismo contra la violencia de género”.
5 de diciembre de 2013. Foto de ONU #573415 por Albert González Farran.
En la presente lección se analizará el saber científico sobre las diferencias entre los sexos. Se mostrará que,
si bien todas las sociedades de las que se tiene conocimiento tienen ideologías sobre las diferencias sexuales, las
creencias que tiene cada sociedad sobre lo que es natural para la mujer y para el hombre han variado ampliamente
con el transcurso del tiempo y en las diversas culturas. Se tratarán además las varias formas en que se aprenden
las diferencias de sexo y género; cómo se imponen esas diferencias cuando se las resiste; y cómo sin embargo sí
cambian en determinadas circunstancias. Por último, se volverá a analizar cómo se relacionan las ideologías sobre la
en la mayoría de las culturas, para cuando llegamos a la edad adulta damos por sentadas las diferencias de sexo y
género como obvias, naturales y eternas. Sin embargo, cada uno de nosotros ha tenido que aprender cómo ser una
mujer o un hombre “como debe ser” en nuestra(s) cultura(s), al igual que tuvimos que aprender cómo ser una niña
o un niño al crecer. Las niñas podrán aprender a ayudar a sus hermanas y a su madre a cocinar, mientras que los
varones podrán ir con su padre a lugares que están fuera del hogar. A niñas y varones se les suelen ofrecer tipos de
juguetes distintos para jugar, y se les suelen asignar tipos de tareas distintas para ayudar con los quehaceres de la
familia.
Si usted está al cuidado de niños, puede que esté más familiarizado con este hecho, ya que es probable que esos
niños le hayan preguntado sobre las diferencias entre niñas y varones. Quizás usted le haya enseñado a un niño que
es y no es apropiado que hagan niñas y varones dentro de su sociedad. Con frecuencia, la primera pregunta que se
51
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
A los niños suele tratárselos diferente según su sexo desde el propio momento en que nacen. En efecto, con
las nuevas tecnologías que permiten identificar el sexo del feto antes del nacimiento, el tratamiento diferencial — y
Como parecen indicar los ejemplos anteriores, hay varias maneras distintas de distinguir lo femenino de lo
masculino y los matices intermedios: los genitales, los órganos reproductivos, las formas de actuar y los tipos de
tareas que una cultura asigna a cada sexo/género. Es por ese motivo que es importante definir algunos términos.
En español, “sexo” típicamente se refiere a aquellas características biológicas diferenciales entre mujeres y
hombres: diferencias genéticas; hormonas; órganos reproductivos; genitales externos; y lo que se conoce como
“caracteres sexuales secundarios”, tales como patrones de crecimiento del cabello y el vello, tonos de voz, distribución
de la masa muscular, etc. “Género”, en cambio, se refiere a cosas tales como formas de actuar, actitudes, estilos
emocionales, tipos de personalidad, formas de pensar y responsabilidades que las diversas sociedades consideran
apropiadas para mujeres y hombres en función del período de la historia, la ubicación geográfica y las tradiciones. Se
ha demostrado que las diferencias de género difieren según la época y el lugar, mientras que las diferencias sexuales
tienden a ser más similares y estables en todas las culturas y épocas históricas.
Por mucho tiempo se pensó que las diferencias sexuales eran fijas y que se determinaban en la concepción.
Sin embargo, la forma en las personas manejen físicamente a un bebé puede afectar el equilibrio de sus hormonas
sexuales (tales como testosterona, estrógeno, etc., que ambos sexos tienen en diferente proporción). La relación entre
la biología y la cultura es mucho más dinámica e interactiva que lo que parecía indicar la investigación. Ahora sabemos
que los factores ambientales pueden llegar a modificar elementos tanto sexuales como de género; que la biología
también moldea la cultura; y que estamos muy lejos de comprender cabalmente la complejidad de esas interacciones.
Femineidad y masculinidad1
La femineidad y la masculinidad son características, hábitos, rasgos, formas de actuar, formas de pensar,
creencias y maneras de plantarse en el mundo que comúnmente se cree que corresponden respectivamente a
las mujeres y a los hombres dentro de determinada sociedad. En algunas tradiciones intelectuales occidentales
históricamente se caracterizaba a los hombres como lógicos, mientras que a las mujeres se las caracterizaba como
intuitivas.
Características de sexo »
• Diferencias genéticas
• Hormonas
• Órganos reproductivos
• Genitales
• “Características sexuales
secundarias”
1) Ampliado y adaptado de Reid Smith, “After Hours: Decision-Making among Clients of Female Sex-Workers in Phnom Penh, Cambodia” (Fuera de horas
de trabajo: toma de decisiones de clientes de trabajadoras sexuales en Phnom Penh, Camboya) - Family Health International, 2006.
52
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Dentro de cada sociedad, hay una gama de maneras de ser apropiadamente femenina y apropiadamente
masculino. Casi siempre hay múltiples femineidades y masculinidades. Las reglas de su sociedad en materia de
género irán variando según la situación. Por ejemplo, si las condiciones económicas determinan que un padre no
pueda ganar lo suficiente para mantener a su familia, puede que se flexibilice la regla social que condena a las
mujeres que trabajan fuera del hogar, para que la madre pueda contribuir a los ingresos de la familia. De manera
similar, esa familia puede modificar las reglas que condenan a los hombres por realizar ciertas tareas tales como
Características de género »
• Conductas
• Actitudes
• Estilos emocionales y de
comunicación
• Tipos de personalidad
Es igualmente posible que integrantes de la familia no estén de acuerdo con las reglas y surja un conflicto sobre
qué reglas seguir y cuáles contravenir. Por ejemplo, las adolescentes pueden cuestionar las reglas de género que
restringen sus actividades fuera de casa, mientras que sus hermanos varones sí pueden salir.
Sin embargo, por lo general existen límites a las reglas — cosas que de no se tolerarán en ninguna circunstancia,
y cosas con las que prácticamente todos estarán de acuerdo, y que si no lo están, no lo dicen. Estas son las que
podríamos llamar reglas dominantes o hegemónicas. Son las reglas que todos respetan o dan por sentadas. Son las
más difíciles de percibir como reglas, porque parecen ser “lo normal”. Cuando se violan esas normas, la situación
puede resultar sumamente estresante para todos los involucrados; a menudo, las situaciones de conflicto armado
generan condiciones en las cuales es imposible no violar esas normas. El consecuente estrés puede llevar a la
violencia.
Las reglas sobre la femineidad y la masculinidad suelen ser algunas de las más profundamente arraigadas y e
53
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
A los efectos de esta lección, lo importante es que se trata de reglas. Por más que parezcan permanentes,
inevitables y naturales, cambian con el tiempo y de un lugar a otro, y varían dentro de toda sociedad.
Roles de sexo3
Los roles de sexo son simplemente los roles sociales y profesionales dentro de una sociedad que comúnmente
se le asignan a un sexo o al otro. Por ejemplo, en general, en el mundo se considera que los roles de “oficial de
policía”, “soldado” y “pacificador” son roles del sexo masculino. Cocinar y limpiar suelen percibirse como parte del rol
de sexo de la mujer, mientras que pescar, típicamente del hombre. Tomando este curso, usted estará contribuyendo
activamente a cambiar esta historia (aun si es hombre), porque reconsiderará qué quiere decir ser pacificador desde
el punto de vista del género. En las operaciones de paz de la ONU en curso (a abril de 2018), el 3,99% del personal
militar y el 1,07% de los oficiales de policía son mujeres.4 Es de esperar que ese número siga creciendo, en línea con
los objetivos de la ONU de alcanzar para 2020 un 15% de representación femenina entre los observadores militares,
Como los géneros, las masculinidades y las femineidades, los roles de sexo van cambiando en el transcurso del
tiempo, en el espacio y dentro de las sociedades. Además, regularmente se los pone en tela de juicio dentro de las
familias y las comunidades. Los roles de sexo pueden variar en función de casta, clase, raza, grupo étnico o religioso,
edad, pertenencia a tribu o clan, educación, región, historia familiar y otros factores sociales e individuales. Aun
con esa variación, siguen existiendo en muchas sociedades patrones profundamente arraigados de discriminación
y violencia contra mujeres y niñas. En muchos casos existe también violencia de género específica contra niños
varones y hombres. Esa violencia puede jugar un importante papel en perpetuar las divisiones tajantes entre los
54
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
¿Es posible no ser ni masculino ni femenino? ¿Ser masculino y femenino? En muchas culturas del mundo hay un
tercer sexo o género, si no más. Antes de analizar el género dentro del contexto de la cultura, es importante conocer
algunos términos.
Intersexual
El término “intersexual” se refiere al hecho de tener órganos o características sexuales tanto femeninas como
masculinas.5 A veces también se usa el término “hermafrodita”, el cual solía limitarse a aquellos casos en los cuales los
genitales externos tenían características tanto femeninas como masculinas. Los estudios revelan que en cerca del 2% de
los nacimientos con vida (aproximadamente 80.000 por año) los bebés presentan algún grado de ambigüedad sexual,
ya sea de los genitales externos y/o de los órganos reproductivos internos.6 Puede además haber mezclas de indicadores
sexuales genéticos y hormonales. Es decir, una persona puede tener cromosomas masculinos, pero algunos o todos los
órganos sexuales femeninos, o vice versa.7 Salvo pocas excepciones, el criterio médico generalmente aceptado en la
mayoría de los lugares ha sido “corregir” quirúrgicamente a aquellos bebés visiblemente intersexuales de nacimiento. Sin
embargo, en los últimos tiempos los movimientos sociales han procurado cambiar esta práctica — ya sea para permitir al
niño elegir su sexo cuando sea suficientemente grande para hacerlo, o bien permitirle vivir una vida intersexual.
Transgénero
“Transgénero” es un término que describe la identificación de una persona con un sexo distinto al de su
nacimiento y al que le corresponde según la percepción de los demás. Es decir, desde el punto de vista biológico,
las personas transgéneros generalmente son del sexo femenino o del masculino, pero viven y se expresan de otra
manera. Pueden vivir como personas del sexo opuesto, o bien presentarse como sin sexo o de sexo ambiguo. No
debe confundirse transgénero con orientación sexual u homosexualidad. La identidad de género en las personas
transgénero puede o no tener que ver con el sexo de las aquellas por las que sienten atracción.
Identidad de género
La “identidad de género” describe el género que uno percibe tener, la categoría de género con la cual uno se
identifica (es decir, si se siente mujer, hombre o algo menos convencional). El término puede describir también el
género que los demás asignan a una persona en función de cómo perciben los indicadores externos de género, tales
como el peinado, la ropa, el lenguaje o forma corporal, los patrones de lenguaje y la entonación oral.
Orientación sexual
La “orientación sexual” se refiere a lo que atrae sexualmente a una persona, usualmente en relación con el sexo/
género de aquellos por quienes se siente atraída. Las orientaciones sexuales que más comúnmente se describen son
hacia personas del sexo opuesto (heterosexual), del mismo sexo (homosexual [gay o lesbiana]), ambas (bisexual) o
ninguna (asexual). Los términos “preferencia sexual” e “identidad sexual” suelen usarse para dar a entender cosas
similares; sin embargo, el término “preferencia sexual” es típicamente usado por quienes creen que hasta cierto
punto es abierto o puede variar el objeto de la atracción sexual, por oposición a quienes creen que está determinado
por la biología y que no cambia ni puede cambiar. Al igual que “identidad de género”, “identidad sexual” implica sobre
5) El vocablo árabe “khuntha” (literalmente, “hermafrodita”) se refiere a los seres humanos físicamente intersexuales.
6) Anne Fausto-Sterling, “The Five Sexes: Why Male and Female are not Enough” en Rosenblum, Karen E. y Toni-Michelle C. Travis, The Meaning of
Difference: American Constructions of Race, Sex and Gender, Social Class, and Sexual Orientation (2ª edición, St. Louis: McGraw-Hill, 2000), 87–91.
7) Para leer más sobre la ciencia de la diferenciación, ver Anne Fausto-Sterling, Sexing the Body: Gender Politics and the Construction of Sexuality,
(Nueva York: Basic Books, 2000).
55
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Quizás sea simplificar demasiado poner juntas en una categoría lo que en esencia son diferentes identidades de
género y orientaciones sexuales, pero es común el término “LGBT” (sigla de lesbiana, gay, bisexual y transgénero/
transexual). Si bien en el presente curso se estudia la protección de los derechos de la mujer en el conflicto armado
y el mantenimiento de la paz, que incluye la prevención de la violencia contra la mujer, en un sentido más amplio
incluye la prevención de la violencia contra toda persona por su sexualidad o género, y ciertamente la de la violencia
contra personas LGBT. Esto claramente entra en juego cuando se integra el género (en todas sus formas) a todas las
Los actos de violencia y otras formas de abuso de los derechos humanos suelen utilizarse para hacer cumplir las
normas de género. Ello se torna especialmente evidente cuando se apunta a personas que no encajan en la norma de los
dos sexos (femenino/masculino), o bien se considera que de alguna manera contravienen la norma de la heterosexualidad.8
Se han registrado casos de arresto, agresión física y maltrato a 44 integrantes de una organización LGBT por parte
de la policía de Zimbabue. En los Estados Unidos, 16 personas gay y transgénero fueron presuntamente objeto de
confinamiento en solitario, tortura y maltrato, incluido ataque sexual, mientras estaban detenidas en instalaciones para
inmigrantes. Se denunció que una mujer fue arrestada en Bangladesh por ser lesbiana, y que luego la policía la golpeó
y violó mientras estaba detenida. En Egipto, se denunció que cuatro personas arrestadas por su presunta orientación
sexual e identidad de género fueron objeto de ataque sexual por parte de otros presos durante su detención.9
La identidad homosexual suele ser considerada otra forma de violación de la norma de género y penada por la
ley en muchos países. Por ejemplo, en 2016 se ejecutó a un adolescente condenado en 2015 en Irán por su conducta
En Uganda, las personas condenadas por el “delito” de homosexualidad pueden llegar a sufrir hasta 7 años
de prisión.11 El gobierno de Uganda ha aplicado esto como forma de reprimir a los activistas, aun cuando estos no
8) Rebecca L. Stotzer, “Gender Identity and Hate Crimes: Violence Against Transgender People in Los Angeles County” (Identidad de género y
delitos de odio: violencia contra personas transexuales en el condado de Los Angeles) Sexuality Research & Social Policy, 2008, 43–52; Radhika
Coomaraswamy, “Informe de la Relatora Especial de la ONU sobre violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, prácticas culturales en
la familia que conllevan violencia contra la mujer”, E/CN.4/2002/83, § 102; Amnistía Internacional, “Crímenes de odio, conspiración del silencio:
tortura y maltrato por identidad sexual”, 2001; Katherine M. Franke, “What’s Wrong with Sexual Harassment?” (¿Qué hay de malo en el acoso
sexual?), Stanford Law Review, 1997, 691–772; Observatorio de Derechos Humanos, “Odio en los halls. Violencia y discriminación contra estudiantes
lesbianas, gay, bisexuales y transgénero en los centros educativos estadounidenses”, 2001; Gary David Comstock, “Violence against Lesbians and
Gay Men” (Violencia contra lesbianas y gays), Columbia University Press, 1991.
9) Asamblea General de la ONU, “Informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”, A/HRC/29/23, mayo
de 2015.
10) Benjamin Weinthal, “Irán ejecuta a adolescente gay en violación del derecho internacional”, The Jerusalem Post, 4 de agosto de 2016.
11) Amnistía Internacional, “Los derechos sexuales son derechos humanos. Defender a las mujeres que defienden derechos”, ACT 77/036/2005, 6
de diciembre de 2005; Amnistía Internacional, “Crímenes de odio, conspiración del silencio: tortura y maltrato por identidad de género”, ACT
40/016/2001, 21 de junio de 2001.
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LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
El gobierno ugandés se ha mantenido firme en esta postura, promulgando en 2014 una Ley anti-homosexualidad,
Hay solo algunos ejemplos de entre muchos de métodos que usan diversas sociedades para hacer cumplir
las normas de género y sexualidad, ya sea de manera oficial o no oficial. Toda desviación de la norma cultural
de heterosexualidad o de las normas de la sociedad que limitan las expresiones de identidad de género a las que
corresponden a las dos categorías sexuales biológicas de masculino o femenino “puede causar temor y odio, llevando
a actos de violencia, amenaza de violencia y daño psicológico. Esa violencia, profundamente arraigada en rígidas
concepciones de masculinidad y femineidad, se da a muchos niveles, desde el tormento y acoso cotidiano en las
Según un informe de 2002 de la Relatora Especial de la ONU sobre violencia contra la mujer, Radhika
Coomaraswamy:
12) Amnistía Internacional, “Los derechos sexuales son derechos humanos. Defender a las mujeres que defienden derechos”, ACT 77/036/2005, de
diciembre de 2005.
13) BBC News, “Tribunal de Uganda anula ley anti-homosexualidad”, 1 de agosto de 2014.
14) El informe de 2005 de la Relatora Especial de la ONU sobre violencia contra la mujer incluyó información sobre mujeres lesbianas “a quienes se
apuntaba para violarlas específicamente por su orientación sexual, para que el agresor “probara la condición de mujer” [de la víctima].” Yakin Erturk,
“Informe de la Relatora Especial sobre violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias: implicancias de la violencia contra la mujer en el VIH/
SIDA”, 2005.
15) Susana T. Fried, “Controlling women’s sexuality, sustaining dominant culture(s), legitimizing gender-based violence: the case for due diligence”.
Trabajo aún no publicado en el que se parafrasea a Radhika Coomaraswamy, “Informe de la Relatora Especial de la ONU sobre violencia contra la
mujer, sus causas y consecuencias, prácticas culturales en la familia que conllevan violencia contra la mujer”, E/CN.4/2002/83, 31 de enero de 2002.
57
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Esa violencia no apunta exclusivamente a las mujeres. En su informe, Coomaraswamy señala además:
Estos ejemplos ilustran cómo determinada sociedad define e impone categorías “normales” de sexo y género.
Como señalaba el sociólogo francés Emile Durkheim a fines del siglo XIX, las sociedades transmiten normas a sus
integrantes marcando lo que es “patológico” o “desviado”.17 Suele dirigirse el máximo grado de violencia a aquello
que la sociedad percibe como más temible o amenazador para las normas sociales.
tipo de situaciones que parecen no tener nada que ver con el sexo o el género. Tal vez la forma en que aprendamos
a leer (quién nos enseñe, en qué lugares) — o aun que aprendamos a leer o no — dependerá de si somos niñas o
varones. Si usted se inscribió en este curso, aprendió a leer — posiblemente en más de un idioma. Por ende, lo más
probable es que usted haya tenido amplio acceso a educación formal. Considere sus experiencias en la escuela al
crecer. ¿Concurrió a una escuela de alumnos solo de su mismo sexo o de ambos sexos? ¿Recuerda usted si, en lo
relativo a la educación, niñas y varones eran tratados de manera similar o diferente en su sociedad? ¿En qué sentido?
Con este ejercicio nos proponemos demostrar que buena parte de lo que aprendemos sobre cómo interactuar
con los demás en diversos escenarios no llega a nosotros de manera explícita. Si bien puede que a usted le den
instrucciones explícitas sobre cómo comportarse en clase cuando está hablando la maestra o el profesor, en la
16) Susana T. Fried, “Two steps forward, one step back: LGBT and sexual rights activism”, marzo de 2006.
17) Emile Durkheim, “Las reglas del método sociológico”, traducido por W. D. Halls (Nueva York: The Free Press, 1982 [1895]).
18) Los ejercicios de esta sección son adaptados de Smith, “After Hours”.
58
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
mayoría de los casos aprendemos esas cosas simplemente observando lo que hacen los demás e imitando su forma
de actuar. Aprendemos a hacer lo “correcto” recibiendo gratificaciones implícitas: no nos castigan; nos va bien en la
escuela. Observamos que a otros que hacen “mal” las cosas les imponen sanciones. El alumno que conversa cuando
está hablando la maestra o el profesor, no presta atención, se pone a pelear con otro o sale del salón en la mitad de
la clase usualmente recibe una amonestación o alguna sanción. Observamos eso y aprendemos implícitamente a no
hacerlo nosotros.
La socialización de género funciona igual. Casi todo lo que aprendemos sobre cómo ser mujer u hombre se
aprende, no de manera explícita, sino implícita. Se va reafirmando en nuestra vida cotidiana, observando los premios
y castigos que reciben los demás por su conducta de género apropiada o inapropiada.
En sentido general, a menos que pertenezcan a una sociedad con opción de tercer género, varones y niñas
crecen en grupos sociales en los cuales aprenden a comportarse como niñas o como varones, y en los cuales sus
pares y las personas en posición de autoridad les enseñan a comportarse según lo que se percibe como normas
apropiadas de género. En otras palabras, aprender las cosas que deben hacer, así como también las cosas que deben
evitar hacer. Si bien buena parte de ese aprendizaje se da de manera implícita, también están las lecciones explícitas
que nos imparten maestros, padres, líderes religiosos y otras personas en posición de autoridad sobre cómo ser una
“buena chica” o un “buen varón”. Esas lecciones suelen darse por la negativa: “los varones no deben limpiar”, “las
Numerosos han sostenido que el deseo de mantener a la mujer dentro de los roles tradicionales del sexo femenino
determinó que se la sometiera a gran violencia — ya sea a nivel individual, familiar, cultural o nacional. Cada acto de
violencia presenta características individuales y no es nada bueno generalizar sobre los diferentes tipos de violencia que
se han ejercido en el transcurso del tiempo y en diversos lugares, pero existe evidencia para apoyar tales aseveraciones.
Independientemente de las intenciones que tenga alguien para cometer actos de violencia, cuando se la ejerce contra
aquellas mujeres que de algún modo contravienen los roles de sexo tradicionales, esta reafirma esos roles.
El argumento de que hombres y mujeres naturalmente difieren entre sí se relaciona con la desigualdad de sexo/
género y la violencia de dos maneras fundamentales. En primer lugar, ese argumento suele propiciar y justificar
arreglos sociales desfavorables para la mujer. En segundo lugar, con el argumento de la naturaleza biológica del
»» Ejemplo 1:
• La conexión con la desigualdad/la injusticia: Este argumento suele asociarse a arreglos sociales
según los cuales los hombres y los niños varones son considerados más valiosos que las mujeres y
las niñas. Por ejemplo, en parte porque se cree que los varones son más fuertes, puede suponerse
que aportarán más bienes a la familia. Por ende, se los podrá favorecer criándolos con más o mejores
alimentos, o enviándolos a la escuela mientras las niñas se quedan en casa. Las ideas sobre la debilidad
relativa de las niñas podrían corresponderse con la percepción de que tienden a ser una carga para los
19) Si bien en algunos sentidos y en ciertas situaciones este argumento se ajusta a la verdad — por ejemplo, los hombres promedialmente tienen más
masa muscular total que el promedio de las mujeres — en muchos sentidos y situaciones, es falso. Piense en la fuerza física que se requiere para
llevar adelante el embarazo y soportar el parto. Además, cuando las mujeres realizan las mismas actividades físicas que los hombres, desarrollan
fuerza y habilidades similares.
59
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
recursos de la familia. El bienintencionado deseo “Que seas madre de cien hijos varones” lleva implícita
e involuntariamente la idea de que los bebés valen más que las bebés y, al mismo tiempo, de que la
• La conexión con la violencia: Esas percepciones y creencias pueden llevar directamente a respaldar
prácticas tales como el aborto selectivo y el infanticidio femenino. (Ver estadísticas de estas prácticas
en la lección 3.) Pueden además llevar a apoyar la violencia y la discriminación contra aquellas mujeres
que eligen no casarse, no tener hijos, o bien que solo dan a luz hijas.
»» Ejemplo 2:
• El argumento de la “diferencia”: La mujer es más emotiva que el hombre y, por tanto, más apta
para criar a los hijos y hacer las tareas del hogar que implican cuidar y atender. El hombre es más
racional que la mujer y, por tanto, más apto para manejar el dinero y aportar el sustento económico
usado — y en muchos países aún se usan — para justificar leyes que privan a las mujeres del derecho
a la propiedad y a la herencia. Tienden además a respaldar arreglos sociales que confinan a la mujer a
tareas domésticas, dando a los hombres más libertad de movimiento en espacios públicos y más acceso
al trabajo remunerado fuera del hogar. Ambos fenómenos (que se analizarán en más profundidad en
la lección 8) determinan niveles sistemáticamente mayores de pobreza entre las mujeres y, a menudo,
• La conexión con la violencia: La dependencia financiera de la mujer respecto del hombre suele
mantenerla atrapada en situaciones de violencia doméstica de las que habría podido liberarse si
los arreglos sociales le hubieran permitido conseguir su propio sustento económico. Más aún, las
sociedades, familias e individuos usan el argumento de que, “por su naturaleza”, la mujer debe casarse,
Muchos reconocen que la mujer no tiene el mismo status socioeconómico que el hombre en el mundo desarrollado
o en vías de desarrollo. En todas partes persisten brechas de género en cuanto a oportunidades económicas. Estas
incluyen acceso, propiedad y control de los recursos públicos y privados (por ejemplo, tierras, dinero, crédito, etc.),
la mujer para aseverar que no es capaz de manejar el dinero ni de trabajar eficazmente en el competitivo mundo
público de las finanzas.20 Antes de los estudios que echaron por tierra con ese argumento (y de los que demostraron
tanto habilidades intelectuales comparables como igual vulnerabilidad a emociones y las fluctuaciones hormonales
entre hombres y mujeres), ese tipo de aseveraciones estuvieron también ligadas a la capacidad biológica de la mujer
de tener hijos.
20) Darwin llegó a la conclusión de que las diferencias entre seres humanos masculinos y femeninos eran tan enormes que le sorprendía que seres tan
distintos pertenecieran a la misma especie”. Paul Julius Moebius, “La debilidad mental fisiológica de la mujer”, Psiquiatra y neurólogo, 1901.
60
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Niños de una escuela de Bangui participan en una clase sobre violencia de género dirigida por oficiales de la Policía de ONU (UNPOL)
que actúan en la Misión integrada de las Naciones Unidas de Estabilización en la República Centroafricana (MINUSCA). 23 de octubre
de 2017. Foto de ONU #739287 por Eskinder Debebe.
En la mayoría de las naciones del mundo, las mujeres que trabajan en empleos remunerados perciben salarios
más bajos que los hombres por empleos comparables con similares requisitos en materia de cualificación. Además,
social y educacionalmente se las suele impulsar a dedicarse a actividades laborales o profesionales con más bajos
niveles de remuneración. A lo largo de la historia, se sintió con más fuerza el argumento de la incapacidad física de
la mujer para trabajar cuando aumentó la competencia por conseguir empleo en las economías industrializadas. Por
ejemplo, en los Estados Unidos, públicamente se reconoció más la capacidad de la mujer para hacer trabajos iguales
a los del hombre cuando hubo falta de mano de obra. Esto se hizo más evidente cuando muchos hombres fueron
a combatir en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Las mujeres reemplazaron a los hombres en trabajos antes
considerados exclusivamente masculinos, tales como los de la industria manufacturera, el sector de la construcción,
emblema de esa fuerte capacidad de “poder hacer”. Por el contrario, en tiempos de exceso de mano de obra, tales
como al volver los soldados de la Segunda Guerra Mundial, la atención pública se centro en la supuesta fragilidad
física y mental de la mujer y en su “natural” amor por todo lo doméstico, como cocinar y limpiar.
Los estudios revelan que en los países en vías de desarrollo, las mujeres pasan aproximadamente el 44% de
su tiempo trabajando fuera del mercado remunerado, en comparación con el 15% de los hombres.21 Los hombres
podrían hacer trabajos relacionados con cultivo de productos básicos, cuidado y labor voluntaria en la comunidad.
Sin embargo, se suele usar el argumento de las diferencias fundamentales entre hombres y mujeres para sostener
que esas tareas deberían estar principalmente a cargo de las mujeres. Por ejemplo, un estudio del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre los programas de microfinanzas de Myanmar reveló que “las
relaciones de género que imperan [en la vida de las aldeas rurales] … imponen una estricta división del trabajo entre
los esposos que trabajan fuera del hogar para el sustento de la familia, y las esposas que trabajan dentro del hogar,
21) Organización Internacional del Trabajo, “La mujer en el trabajo”, 2016, xv.
22) Esto fue a pesar del hecho de que las mujeres de Myanmar desde hace muchos años tienen derecho a la herencia, a la propiedad y al divorcio. Según
el estudio, en la práctica, solo han podido acceder a esos derechos las mujeres de alta clase social residentes en las zonas urbanas. Reid Smith,
“A Hen is Crowing: A gender impact study of two UNDP Myanmar community development programs” (Una gallina cacarea: estudio del impacto de
género de dos programas de desarrollo comunitario del PNUD en Myanmar, 4 de julio de 2006, 6.
61
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Toda vez que se ponen en tela de juicio los roles de género dentro de una sociedad, puede desencadenarse la
violencia. En el mencionado estudio de Myanmar, fue el menosprecio de otros hombres lo que permitió mantener las
normas de género entre los sexos; esto a veces llevaba a los maridos a castigar físicamente a sus mujeres cuando
En parte, la desigualdad de género propicia la violencia contra la mujer, porque los seres humanos sometidos
a condiciones injustas tenderán a resistirse a estas, y la reacción más frecuente será la violencia. En parte, las
quienes son privados de poder.24 En muchos casos, el hecho de ser privadas de poder puede hacerlas parecer menos
“humanas” y más disponibles como objetivos “legítimos” o aceptables de violencia, en particular en aquellas naciones
cuyas leyes tratan la violencia contra la mujer como delito menor. Por último, los sistemas de desigualdad de género
pueden generar condiciones en las cuales el hombre se sienta con derecho a ejercer violencia contra la mujer.
Las condiciones de esclavitud — en las que un ser humano es propietario de otro — deshumanizan al esclavo y
hacen que el amo se sienta con derecho a tratar al esclavo con absoluta impunidad. Las condiciones de desigualdad
que son prácticamente de esclavitud pueden generar una dinámica “colonial” similar para quienes viven dentro
de sus estructuras. Por más que no estemos de acuerdo con estas, pueden influir en nosotros. Las estructuras
más amplias en cuyo diseño no participamos pueden afectar hondamente nuestras relaciones recíprocas, aun si
justificarla
Hay una segunda forma en que el argumento de las diferencias sexuales entre mujeres y hombres suele asociarse a
la violencia, y en particular, a la violencia hacia la mujer. En todas las sociedades humanas en las que se la ha estudiado,
se ha observado que los hombres cometen más actos de violencia que las mujeres.25 Se han hecho muchos esfuerzos
por descubrir una causa biológica que explique ese hecho — algo biológico en la masculinidad que lleva al hombre a ser
agresivo. Como se analizará en más profundidad en la lección 4, existen algunas conexiones entre los rasgos biológicos
masculinos y la conducta agresiva. Sin embargo, la ciencia no ha validado ninguna explicación de la violencia que se
funde exclusivamente en la diferencia biológica de sexo. Es decir, la diferencia de sexo por sí misma no ha explicado la
violencia del hombre. Hay demasiadas variables que complican el panorama. Sin embargo, se repite una y otra vez la
creencia de que los hombres son por naturaleza más violentos. A veces se lo expresa de un modo menos directo y se lo
entrelaza con más argumentos generales sobre las diferencias de sexo como los que se pasan a describir:
62
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
»» Ejemplo 1:
que el hombre manifieste su fuerza por medio de la violencia, y en especial que haga uso de la
• La conexión con la desigualdad/la injusticia: Este mismo argumento sobre la fuerza y la debilidad
relativa del hombre y la mujer suele repetirse una y otra vez para alegar que “mujeres y niños” (como
si fueran lo mismo) necesitan protección. Esto implica que la mujer no es capaz de protegerse y es
en cierto modo menos plenamente adulta que el hombre. Muchos países usan tales argumentos para
justificar la legislación “protectora” que limita la libertad de movimiento de la mujer con la honrosa
excusa de mantenerla a salvo. Por ejemplo, en Afganistán, los talibanes que ostentaban el poder no
permitían a las mujeres trasladarse de un lugar a otro en público sin un acompañante masculino.
• La conexión con la violencia: Estos argumentos no solo implican que el hombre es capaz y
responsable de proteger a mujeres y niños, sino también que es del hombre que se debe proteger a
mujeres y niños. El propio argumento de la diferencia entre la fuerza masculina y la debilidad femenina
que respalda la honrosa imagen del hombre como protector, se asocia igualmente a la imagen del
hombre como un ser fuera de control que comete actos de violencia. Así, la supuesta “atemporalidad”
e inherente naturalidad de las diferencias biológicas de sexo y la violencia dan a entender que la
violencia masculina también parece ser atemporal, inherente, natural e inevitable. Trazar imágenes
más complejas y precisas de hombres y mujeres como personas capaces de actuar de manera violenta
y pacífica en diferentes circunstancias nos permitirían ver la violencia como menos inevitable.
»» Ejemplo 2:
• El argumento de la “diferencia”: El hombre es por naturaleza más violento que la mujer. Es incapaz de
• Conexión con la desigualdad/la injusticia: De manera similar al ejemplo dado más arriba, se
esgrimen este tipo de argumentos para respaldar toda clase de restricciones a la libertad de la mujer
con la honrosa excusa de “protegerla” contra la violencia descontrolada del hombre, aunque sin
restringir la libertad de este. Se insiste en usar este argumento, por más que los hombres también
sean víctimas de la violencia masculina (y los niños sean victimizados por adultos de ambos sexos).
Por otro lado, este tipo de “argumento de la diferencia” puede servir también para justificar arreglos
sociales que son injustos para con los hombres. Por ejemplo, la conscripción militar de los hombres
(y exclusivamente de estos en la mayoría de los países que tienen servicio militar obligatorio)27 está
esencialmente ligada al argumento de las diferencias biológicas entre mujeres y hombres por el cual
se asocia a los hombres con la violencia. Es importante señalar que esto está cambiando a medida que
los países buscan maneras de asegurar la igualdad entre mujeres y hombres en relación con el servicio
militar. A 2016, ya cuatro países tenían servicio militar obligatorio para mujeres y hombres: Israel,
Noruega, la República Democrática Popular de Corea y Bolivia.28 A partir de enero de 2018, Suecia
reinstauró el servicio militar obligatorio para mujeres y hombres. Esto se agrega al servicio voluntario
26) Obsérvese cómo este argumento contradice el argumento anterior de que la mujer es emotiva y el hombre es racional. La ira y la violencia de este
no suelen percibirse como “emocionales”, aunque la ira ciertamente es una emoción, y la incapacidad de controlar la manifestación de la ira en la
violencia perfectamente puede considerarse irracional.
27) A 2018, solo 26 países tenían servicio militar obligatorio: <https://www.worldatlas.com/articles/countries-with-mandatory-military-service.html>.
28) Entidad, “4 países con Servicio Militar Obligatorio para hombres y mujeres”, 19 de septiembre de 2016. Disponible en: <https://www.entitymag.
com/4-countries-mandatory- military-service-men-women/>.
63
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
que prestan mujeres en la mayoría de las fuerzas armadas de los países miembros de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de los Estados Miembros de la ONU, y al cambiante rol de los
• Conexión con la violencia: El hecho de que tantos hombres sean criados creyendo que son por naturaleza
más violentos que las mujeres puede llevar a las sociedades, las familias y las personas a excusar la
violencia masculina cuando esta se manifiesta. La expresión “al fin y al cabo, los hombres son así” refleja
este tipo de actitud para con la conducta masculina que de otro modo sería socialmente inaceptable.
Es importante recordar que, en toda sociedad, hay hombres que se niegan a usar la violencia en sus familias
y comunidades. Como se señalaba en la lección 1, los hombres han integrado y dirigido importantes movimientos
antibélicos en todas las épocas de la historia. El grado al que las sociedades celebran o condenan la violencia del
adaptación existentes y desarrollar otros nuevos. La mujer suele asumir nuevos roles en la familia y la comunidad,
roles que pueden poner en tela de juicio y llevar a redefinir la imagen que se tiene de ella y los límites que le imponía
la sociedad. Por ejemplo, la mujer puede verse obligada a trabajar fuera del hogar para conseguir el sustento de su
familia, o puede tomar decisiones importantes para el hogar. Antes del conflicto, el hombre era quien principalmente
Si bien podemos considerar que son avances positivos los cambios de roles de género, muchos de estos pueden
revertirse cuando el conflicto armado llega a su fin. Puede que los hombres regreses y pretendan asumir los roles
que desempeñaban antes de la guerra, o que la comunidad quiera que las cosas “vuelvan a la normalidad”.
Una de las formas más impactantes en que pueden cambiar los roles de género en tiempos de conflicto armado
es la toma de las armas por las propias mujeres. Como se mencionaba en la lección 1, según los roles de género
estereotípicos, solo los hombres pueden integrarse a las fuerzas armadas, mientras que las mujeres cuidan de
los soldados y de los familiares que no están en el frente. Las mujeres tradicionalmente cuidan a los soldados
curándoles las heridas o atendiendo sus necesidades (suministro de alimentos y diversos otros servicios). Según los
estereotipos, los hombres aparecen como agresores y violentos, y las mujeres, como víctimas indefensas y pasivas.
En consecuencia, se prevé como lo más común que los hombres promuevan ideologías nacionalistas o belicistas, y
29) CICR, “Serie radial sobre la gente en la guerra: las mujeres y la guerra”, marzo de 2000.
64
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Esas normas de género — socialmente creadas y a menudo manipuladas por ideologías políticas — moldean
la conducta de hombres y mujeres. Sin embargo, la flexibilidad de los roles de género se torna más evidente en
circunstancias extremas como la guerra. Esa flexibilidad puede verse tanto en los conflictos del pasado como en los
recientes. Durante la Segunda Guerra Mundial, en muchos países las mujeres trabajaron en fábricas de armamento
y participaron directamente en el frente de lucha. Desde entonces, estas vienen integrándose cada vez con más
Hay numerosas pruebas a lo largo de la historia que contradicen los argumentos de que las mujeres son pacíficas
por naturaleza, o de que solo los hombres apoyan el nacionalismo y la guerra. Hubo mujeres que activamente
apoyaron ideologías agresivas tales como las de los nazis antes y durante la Segunda Guerra Mundial, los partidos
comunistas del Bloque del Este durante la Guerra Fría, y los movimientos nacionalistas que surgieron tras la
desintegración de Yugoslavia. En la década del 1970, fueron en su mayoría mujeres de la clase media chilena las
que apoyaron el régimen de Augusto Pinochet. Durante el conflicto en Irlanda del Norte, mujeres de ambos bandos
Hubo mujeres que actuaron en instituciones tan represivas y genocidas como los campos de exterminio nazis
y los gulags soviéticos. Fotografías e investigaciones revelaron que oficiales del ejército estadounidense estuvieron
involucradas a todo nivel en el escándalo de Abu Ghraib en Irak, que incluyó posar sobre los cuerpos desnudos de
prisioneros de guerra iraquíes torturados. Las “Viudas Negras” de los grupos terroristas de Chechenia dan aún más
pruebas de la capacidad de las mujeres de participar en actos de extrema violencia, al igual que las que tuvieron
Hay pocas fuerzas armadas en el mundo de las que estén ausentes las mujeres, y estas integran algunas
fuerzas regulares/convencionales y paramilitares. Han sido activas combatientes de fuerzas guerrilleras y han
mayor ejército guerrillero de América Latina, un tercio del personal eran Mujeres van a pie a un pozo comunitario
para llevar agua potable, en las cercanías
mujeres. Hubo mujeres que lucharon en grupos de oposición armados en
de Garva, Camerún septentrional. 1 de
Ecuador, Guatemala, la India (Nagaland), Indonesia (Aceh), Irak, Kosovo, enero de 1977. Foto de ONU #55481 por
El terrorismo suicida es una forma relativamente nueva del uso directo de la violencia por parte de mujeres.
Aunque los palestinos vienen luchando con las fuerzas israelíes desde hace tres décadas, la primera atacante suicida
apareció recién en 2002, cuando una paramédica voluntaria de un puesto de ambulancias detonó explosivos en una
calle de Jerusalem, matando a un hombre de 81 años e hiriendo a otras 100 personas. Desde entonces ha habido
atacantes suicidad mujeres en los Tigres de Tamil, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, la Brigada de Mártires
Riyad Salikhin chechena, el Talibán y, más recientemente, el Estado Islámico de Irak y el Levante.
65
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Celebración del Día Internacional de la Mujer en el Centro cultural Nyakuron de Yuba, Sudán del Sur. Organizada por el Ministerio de
género, infancia y bienestar social, el evento se llevó a cabo bajo el lema “Compromiso sudsudanés de poner fin al matrimonio infantil”
y el lema global “Compromiso con la paridad”, que llama a lograr paridad de género para el año 2030. 8 de marzo de 2016. Foto de
ONU #666582 por J.C. McIlwaine.
Como se señala en la lección 3, el status de las mujeres como combatientes de tropas, incluidas soldados de
primera línea, ha sido un tema controversial en los debates sobre el reclutamiento militar y retención de mujeres
en algunos países miembros de la OTAN.30 En las fuerzas armadas de la OTAN, solo el 6,3% de las mujeres soldado
ocupan cargos en áreas operativas.31 Las principales áreas en las que actúan mujeres en las fuerzas armadas de
los países miembros de la OTAN son las llamadas “Otras” (incluidos, por ejemplo, Ministerio de Defensa, Estado
general, apoyo operativo, control aéreo, policía militar, misiles y artillería antiaérea, Brigada química, Unidades de
protección medioambiental, atletismo, combate terrestre y combate naval), Atención médica, Logística, Infantería y
Comunicaciones.32Figure 2-133
En virtud de una decisión adoptada en 1999, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea otorgó poderes a cada una
de las naciones de la UE para que determinaran de manera independiente cómo manejar la cuestión de excluir a las
mujeres de las unidades de combate. Es por ello que existen grandes diferencias entre los países de la Unión Europea
en cuanto al porcentaje de mujeres que actúan en puestos de combate. En general, las mujeres siguen actuando
predominantemente en funciones no relacionadas directamente con el frente de lucha, pero las fuerzas armadas están
30) Este curso se centra en abordar los temas de la violencia contra la mujer y la importancia de la igualdad de género en las zonas de conflicto armado
donde actúa la ONU, pero por otro lado incluye estadísticas y material relativo a la participación y representación de la mujer en las fuerzas armadas
de los países miembros de la OTAN. Ello se debe a que la ONU no recopila esa información. La finalidad de utilizar estadísticas de la OTAN — y conste
que todos los países miembros de la OTAN son también Estados Miembros de la ONU — es llamar la atención a los niveles de representación de la
mujer y a los cambios que se van operando en los roles de la mujer en las fuerzas armadas y las operaciones de mantenimiento de la paz.
31) Organización del Tratado del Atlántico Norte, “Resumen de los Informes Nacionales de las Naciones miembros y socias de la OTAN al Comité de
perspectivas de género de la OTAN”, 2015.
32) OTAN, “Resumen de los Informes Nacionales de las Naciones miembros y socias de la OTAN al Comité de perspectivas de género de la OTAN”.
33) Based on Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), “Resumen de los Informes nacionales presentados ante el Comité de perspectivas de
género de la OTAN por las naciones miembros y las naciones socias de la OTAN”, 2016.
66
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
abriendo cada vez más las unidades de combate también a las mujeres. En las Fuerzas Armadas Británicas, el 70% de
los cargos del ejército, el 73% de los de la Marina y el 96% de los de la Real Fuerza Aérea están abiertos a mujeres. Sin
Algunos países han dejado de imponer restricciones. A las mujeres de las Fuerzas Armadas Canadienses (CAF)
se les permitió integrarse al combate armado en 1990, y su representación en este pasó de menos del 1% en
1989-1990 al 4,1% en febrero de 2017.34 A enero de 2016, el ejército de los Estados Unidos abrió todas las áreas y
los puestos de trabajo a las mujeres.35 De manera similar, Australia, país socio de la OTAN, retiró en 2011 todas las
exclusiones previas de género de los roles de combate. A partir de 2012, a las mujeres que ya estaban actuando se
les dio la oportunidad de pasar a puestos de combate. En enero de 2016, se reclutó a mujeres directamente para
esos puestos. Por otra parte, todos los países de la OTAN, salvo Francia y Turquía, han abierto a las mujeres puestos
en submarinos. Lo mismo ocurre con Japón y Ucrania, países socios de la OTAN. En Turquía y el Reino Unido, a las
Figura 2-133
Si durante el conflicto armado pueden ponerse en tela de juicio y suspenderse las barreras de género, la guerra
puede tener también el efecto opuesto. Los roles de género tradicionales pueden volverse aún más rígidos en tiempos
de conflicto armado. Ello suele darse particularmente si el conflicto implica prácticas culturalmente discriminatorias,
genocidas o de limpieza étnica. Todo grupo que sienta que está siendo atacado tenderá a intensificar sus actividades
tradicionales para proteger su legado cultural y retener cierta estabilidad y familiaridad en tiempos de caos. Dado
que se suele considerar que las mujeres simbolizan preciados rasgos culturales, sobre estas puede recaer buena
parte del peso de este mayor énfasis en la tradición. Durante la guerra en Sierra Leona, por ejemplo, se registraron
más casos de niñas sometidas a circuncisión femenina como parte de ritos de transición tradicionales.
34) Gobierno de Canadá, “La mujer en las Fuerzas Armadas Canadienses”, 7 de marzo de 2018.
35) Departamento de Defensa de los Estados Unidos, “Carter abre a las mujeres todos los puestos y ocupaciones”, 3 de diciembre de 2015.
36) OTAN, “Repaso de la RCS 1325”, 1 de junio de 2015.
67
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
La pobreza e inseguridad que trae la guerra aumenta también la tendencia a obligar a las niñas a contraer
matrimonio a edad temprana, como forma de garantizar la protección de las hijas en familias que ya tienen
dificultades de sustento. Por ejemplo, en Afganistán históricamente se han arreglado matrimonios. Dado que más de
30 años de guerra habían afectado gravemente la capacidad de autosustento de los afganos, los padres o tutores a
menudo decidían obligar a las niñas a su cargo a casarse a edades más tempranas como táctica de supervivencia,
de modo de asegurar que estas contaran con la protección de un hombre. Además, casar a las niñas a edades más
tempranas les alivianaba la carga de tener que proveerles alimento y vivienda por mucho tiempo.
género, ya sea directa o indirectamente. Pueden, por extensión, propiciar o apoyar la violencia contra la mujer.
Lo hacen justificando la permanencia de arreglos sociales y económicos con los cuales se insiste en establecer
roles separados para hombres y mujeres que a su vez limitan el acceso de la mujer al poder y a los recursos. Los
argumentos sobre las diferencias de sexo/género perpetúan además los mitos sobre la inevitabilidad de la violencia
masculina.
No tiene por qué funcionar así la idea de que mujeres y hombres son distintos — es decir, admitir la diferencia
no necesariamente lleva a la injusticia, la desigualdad y la violencia (como se verá en la lección 3). Sin embargo,
sigue siendo cierto que, históricamente, se ha esgrimido el argumento de la diferencia entre los sexos para justificar
Los roles de género son conductas que se aprenden dentro de un contexto cultural. Estos varían ampliamente
entre las diversas culturas y pueden incluir, no solo el femenino y el masculino, sino también otras categorías
culturalmente aceptadas. De todos modos, los argumentos de la diferencia entre los sexos pueden llevar a que
68
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
mujeres y hombres tengan status y oportunidades desiguales, y en algunos casos, sentar las bases de la violencia
contra la mujer y otras personas. A lo largo de los últimos 100 años, se han abandonado por lo menos algunas de
las suposiciones que vinculaban el sexo de un individuo con su status dentro de la sociedad. Hoy en día, las mujeres
se han ganado el derecho al voto y actúan como jefes de estado, científicas, líderes militares, astronautas y otras
69
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Ejercicios escritos »
Escriba el primer recuerdo que viene a su mente de la socialización sexual/de género suya o de otro niño. Para
muchas personas, este recuerdo se asocia a que le dijeron cómo no ser varón o niña (por ejemplo, “los varones no
lloran”, “los varones no usan saris”, “las niñas no pegan”, “las niñas no juegan al fútbol”, etc.).
¿Cómo se sintió? ¿Cuáles fueron las razones, si las hubo, que dieron origen a esta regla sobre por qué los
varones y las niñas son distintos, o por qué podían o no podían hacer determinadas cosas? ¿La regla tenía sentido
Tómese un par de minutos para escribir dos listas de atributos que su sociedad asocia con los títulos “masculino”
y “femenino”.
• ¿Con qué frecuencia se sorprendió diciéndose “depende”? ¿Dependió de quién era el o la que creía, percibía
o describía? ¿La situación en la cual algún hombre o alguna mujer se comportan de determinada manera?
¿Otros factores?
• ¿Estarían de acuerdo las personas de su aldea, pueblo, ciudad o país con su caracterización de la
masculinidad o de la femineidad?
Piense en imágenes o esculturas muy antiguas que ha visto que muestran a las mujeres y a los hombres de su
sociedad.
Piense en historias que ha leído de la gente de su sociedad. ¿Los hombres hacían cosas distintas a las que hacen
ahora? ¿Las mujeres hacían cosas distintas a las que hacen ahora?
• Enumere tres formas en que han cambiado las expectativas con respecto a las mujeres de su sociedad en
el transcurso del tiempo (“En aquellos tiempos, se esperaba que las mujeres…”; “En la actualidad, se espera
• Enumere tres formas en que han cambiado las expectativas con respecto a los hombres de su sociedad en
70
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Ejercicios escritos »
• Enumere tres cosas para hombres y tres cosas para mujeres que son distintas en las zonas rurales en
• ¿Cómo se lo enseñaron?
• ¿Quién cree usted que decidió que esta era la mejor forma de comportarse los niños cuando está hablando
un maestro o profesor?
• ¿Qué más podrían estar haciendo los alumnos durante la clase del maestro o profesor?
• Describa a un alumno que conozca o recuerde que no aprendió bien la lección de cómo comportarse durante
71
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Ejercicios escritos »
cumplimos con las expectativas de género y en qué no. Inevitablemente, cumplimos con algunas de las expectativas
• Indique tres cosas de usted en las que cumple con las expectativas de género “apropiadas” de su sociedad.
• Indique una o dos cosas de usted en las que no cumple con las expectativas de género “apropiadas” de su
sociedad. ¿Ha hecho algo usted para cambiar esas cosas de usted? De ser así, ¿qué hizo y por qué? En caso
contrario, ¿por qué no hizo nada? En cualquier caso, ¿qué consecuencias tuvo su actitud?
• ¿Hay integrantes de su familia o de su comunidad que no han cumplido con las expectativas de género
imperantes? ¿Qué les ha pasado? ¿Alguno de ellos han cumplido con las expectativas de género, pero lo han
72
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
persona del tercer género que difiere de su B. Cuando la persona elige una identidad de
C. todo rol que desempeña un homosexual en C. Cuando la persona alcanza alguno de los hitos
73
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
8. Para cada uno de los ítems siguientes, identifique si se lo describe mejor como
característica relacionada con el sexo o característica relacionada con el género.
(Suponga que esta lista proviene de una sociedad que cree que hombres y mujeres
difieren en función de cada una de estas características.)
74
LECCIÓN 2 | Sexo y género: definiciones y teorías
Columna A Columna B
1. Identidad de género A. Ambigüedad sexual biológica — tener órganos o
características tanto masculinos como femeninos (antes
llamado “hermafrodita”)
2. Orientación sexual B. Perteneciente biológicamente a una categoría sexual, pero
sintiéndose del sexo opuesto, asexual o de género ambiguo
3. Intersexual C. El género al que uno siente que pertenece; la categoría de
género con la que uno se identifica
4. Transgénero D. Por quién se siente atraída sexualmente una persona,
usualmente con referencia al sexo/género del objeto de esa
atracción. (Algunos ejemplos son heterosexual, homosexual,
gay, lesbiana, bisexual y asexual)
Respuestas »
1. B
2. A
3. C
5. D
6. B
75
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
3 Igualdad de género
¿Cuándo deberían
importarle a usted las
diferencias de sexo/
género en una operación
de mantenimiento de la
paz?
locales parecen entrar en conflicto con • Enumerar directrices para tomar en cuenta las
la igualdad de género cuestiones de género durante una misión de
mantenimiento de la paz.
Sección 3.6 Conclusión
76
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Manifestantes marchan en Nueva York por la igualdad de género y los derechos de las mujeres el Día Internacional de la Mujer. 8 de
marzo de 2015. Foto de ONU #624923 por Devra Berkowitz.
77
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Por otro lado, tampoco es cierto que el sexo sea irrelevante por completo. Dado que son principalmente
los hombres quienes conducen vehículos en ese país, puede que no sea tan fácil contratar a mujeres
para que lo hagan, ni que ese acto no traiga aparejadas consecuencias. Puede que no resulte fácil
contratar mujeres porque es probable que haya muy pocas que sepan manejar. Uno aprende a manejar
si le enseñan a hacerlo y tiene oportunidad de practicar. Aun si las mujeres saben manejar, puede que
no se presenten a puestos de choferes en la ONU, porque puede haber prejuicios y estigmas que les
impidan hacerlo. Puede que la gente se haga la idea de que una mujer que maneja no podrá casarse,
es estéril, le está robando el trabajo a un hombre, está abandonando a su familia o simplemente está
violando algún tabú. Conducir puede implicar estar sola en un vehículo con hombres, lo cual también
puede ser considerado tabú en esa sociedad. Puede que tenga que ir a zonas del país adonde a las
mujeres se les aconseja no ir.
Por todos esos motivos y más, contratar a una mujer chofer en un país donde las mujeres rara vez
conducen — aun si es posible — acarrea consecuencias distintas a las de contratar a un hombre. Puede
llegar a tomarse como falta de sensibilidad de la ONU a las costumbres y cultura locales. Por otro lado,
también puede llegar a traer consecuencias positivas, al demostrar a las mujeres que la ONU no las
discrimina y que ahora cuentan con nuevas opciones.
A esta altura, usted ya ha estudiado la lección 1 sobre la RCS 1325 y reconoce cuánto énfasis se
hace en esa resolución en tomar en cuenta las cuestiones de género. Sabe que, sea donde sea que
lo lleve su misión de mantenimiento de la paz, deberá considerar el tema del género. Ha estudiado
además la lección 2, en la que se definen los términos “sexo” y “género” y se ponen en tela de juicio las
ideas sobre las diferencias tajantes ente los dos (y solo dos) sexos. Los hombres, las mujeres y otros
puede que no sean tan predeciblemente distintos a fin de cuentas, o, si lo son, sus diferencias son tanto
culturales como biológicas, y tenderán a variar en función de la cultura y el contexto.
Pero entonces, ¿cómo se hace para “tomar en cuenta las cuestiones de género” cuando hasta
los propios significados de sexo y género pueden ser completamente distintos en diferentes lugares
y momentos de la historia? ¿Cuándo son reales las diferencias de sexo/género? ¿Cuándo deberían
importarle las diferencias reales de sexo/género en una misión de mantenimiento de la paz? En esta
1) DOMP/DAAT (DPKO/DFS por sus siglas en inglés), Gender Responsive United Nations Peacekeeping Operations (Operaciones de mantenimiento de la
paz de las Naciones Unidas con perspectiva de género), febrero de 2018, 2.
78
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
lección se tratarán estas inquietudes y se analizarán tres pares de conceptos o criterios opuestos,
relacionados entre sí.
El tercer par lleva los dos primeros a la arena práctica con un análisis de la integración de género en
un escenario posconflicto. Como comúnmente ocurre cuando aplicamos valores abstractos a situaciones
concretas, en algunos casos puede parecer que es imposible respetar ambos valores, porque respetar
uno implica actuar de tal manera que se viola el otro. A veces, puede que esos valores se contradigan
mutuamente. No siendo posible dar “recetas” generales sobre cómo resolver el problema en cada
situación, en la lección se dará un ejemplo específico para mostrar cómo abordaron los actores el
problema en otra situación posconflicto.
Por último, la lección 3 culminará con algunas preguntas a considerar y directrices que se le sugieren
cuando se plantee cómo instrumentar el propósito de la RCS 1325 de tomar en cuenta el género. Podrá
combinarlas con las preguntas y directrices que se dan en la lección 5, en la que se explorará en más
profundidad el problema de las diferencias culturales.
En la política de 2006 Política para todo el sistema de las Naciones Unidas sobre igualdad de género
y empoderamiento de la mujer, se reafirmaba:
2) Instituto Europeo para la Igualdad de Género, “Integración de género: conceptos y definiciones”, 2018. Disponible en: <http://eige.europa.eu/
gender-mainstreaming/ concepts-and-definitions>.
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LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Integrante de la Unidad de policía formada (UPF) china destacada a la UNMIL conduce durante un patrullaje
de largo alcance a Tubmanburg, el último que realizó el contingente antes de retirarse. 1 de febrero de
2018. Foto de ONU #750372 por Albert González Farran.
“La igualdad de género, centrada en los derechos humanos, es tanto un objetivo de desarrollo en
sí mismo como un factor crucial para lograr el desarrollo sostenible. Subyace a uno de los principios
rectores de la Agenda 2030 para el desarrollo — el concepto de ‘no dejar a nadie atrás’.”5
80
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Conducir es tener movilidad y libertad para trasladarse dentro de un espacio mayor que sin vehículo.
(La habilidad para conducir no sirve de gran cosa si no se cuenta con un vehículo que se pueda manejar.)
Teóricamente, si todas las mujeres de una sociedad tuvieran choferes hombres que las llevaran adonde
quisieran ir cuando lo desearan, sería menor la desigualdad — y por ende, la injusticia en potencia — de
no tener derecho a conducir. Sin embargo, se podría alegar que la exigencia de recurrir a servicios de
terceros seguirá limitando la libertad de movimiento de la mujer.
En la mayoría de los casos en los cuales las mujeres no conducen vehículos, los hombres sí lo
hacen. Es este un ejemplo de desigualdad. La desigualdad puede ser una forma de injusticia. Por tanto,
una situación en la que se permite manejar a los hombres pero no a las mujeres meramente por su
diferencia de sexo es discriminatoria. En esta, la mujer hasta cierto punto depende del hombre para
tener libertad de movimiento. Puede tratarse además de una situación que involucre prejuicio — otro
posible elemento de discriminación enumerado en la definición que dimos más arriba.
¿En qué sentido es perjudicial no permitir manejar a las mujeres? La raíz de los términos “prejuicio”
y “perjudicial” es “juzgar por adelantado”. En algunos lugares, a las mujeres no se les permite conducir
por la creencia absolutamente errónea de que son biológicamente menos capaces de conducir bien
que los hombres. Puede que algunas mujeres sean malas conductoras, pero también pueden serlo los
hombres. Prejuzgar la habilidad para conducir de todas las mujeres basándose en las creencias sobre
su sexo, o aun en la evidencia de que algunas mujeres son malas conductoras, es perjudicial (“pre-
judicial”) y, por ende, discriminatorio.
¿Puede existir la discriminación sin distinción de categorías? ¿Se podría discriminar a una persona
solo por sus rasgos o características? Posiblemente. A veces, la gente usa así el término discriminación.
Por ejemplo, puede decir “Me siento discriminada”, queriendo decir que cree estar siendo tratada
injustamente o prejuzgada de forma negativa no necesariamente por pertenecer a determinado grupo
o categoría de personas. Alguien podría decir “Sé que me discriminaron. Me negaron un empleo porque
al entrevistador le llegó el rumor de que siempre llego tarde al trabajo.” En este ejemplo no se usa
correctamente el término discriminación, tal como se lo define en el presente curso.
En este curso, discriminación siempre se refiere a un trato negativo que involucra categorías de
personas o de cosas, y específicamente la discriminación basada en las categorías de sexo y/o género.
Esto nos lleva al término opuesto de nuestro par: distinción. No se pueden hablar de categorías sin
distinguir unas de las otras.6
81
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
“En todo lo que uno hace, uno tiene dos repertorios completos
de formas de actuar, uno para las interacciones con mujeres
y otro para las interacciones con hombres. Saludar, contar
cuentos, dar y recibir órdenes, negociar, demostrar deferencia
o dominio, animar, desafiar, pedir información: uno hace todas
estas cosas de manera distinta según que el interlocutor sea del
sexo masculino o femenino.”7
Por ejemplo, identificar el sexo de un hijo para darle nombre a la criatura es distinguir por sexo;
no es en sí discriminatorio. Sin embargo, si todos los nombres para los varones fueran negativos, pero
todos los nombres para las niñas fueran positivos, entonces sí podríamos decir que hubo discriminación
contra los varones cuando se dio nombres a los niños según el sexo.
Distinguir fetos o bebés por su sexo dentro de un contexto de discriminación ya instalada contra las
niñas puede hacer que sea difícil diferenciar distinción de discriminación. Identificar el sexo para realizar
aborto o infanticidio selectivo es profundamente discriminatorio. Es utilizar la distinción de sexos para
determinar si a una criatura se le permitirá o no vivir.
El enfoque de la uniformidad
Cuando las instituciones se proponen desarrollar políticas que generan igualdad, habitualmente
lo hacen para reducir o eliminar patrones de discriminación previos. Suelen comenzar por procurar
minimizar el impacto de la diferencia, a fin de tratar a todos por igual.
7) Marilyn Frye, La política de la realidad: ensayos de teoría feminista (Nueva York: Crossing Press, 1983), 20.
8) Frye, La política de la realidad, 20.
82
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Para obtener más información sobre este tema, ver la lección 8 de este curso.
Fuente: Women in an Insecure World: Violence against Women, Facts, Figures and Analysis (Las mujeres en un mundo
inseguro: la violencia contra la mujer, hechos, cifras y análisis), Centro para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas
de Ginebra, 2007.
De su propia experiencia de vida, seguramente sabe que, por más que se haga toda clase de
esfuerzos, no es nada fácil tratar a todos por igual. Las personas son seres individuales; no hay dos
exactamente iguales. Hasta los gemelos idénticos criados dentro de la misma familia irán desarrollando
personalidades diferentes, habilidades diferentes, fortalezas diferentes y debilidades diferentes. Si
usted tiene hijos, sabe lo difícil que es tratarlos igual todo el tiempo. Sin embargo, puede que sea eso lo
que le reclamen; quieren el mismo número de regalos, los mismos privilegios, la misma manifestación
de cariño y dedicación de tiempo.
Pero ¿qué es “lo mismo”? Si un niño tiene 12 años de edad y otro, cinco, ¿les da los mismos regalos?
¿Qué pasa si tienen edades similares, pero uno es mucho más alto que el otro y hay requisitos de altura
para determinados juguetes o actividades? ¿Les da regalos distintos? ¿Qué pasa si a uno le da regalos
más costosos? ¿El otro se siente menospreciado?
Dado que la discriminación requiere distinguir grupos de personas en función de algún criterio
(como sexo, raza, casta, religión o nacionalidad), en las políticas antidiscriminatorias se podría tratar
de eliminar las distinciones basadas en esos criterios. Un ejemplo de tal estrategia es instaurar políticas
por las que se prohíba recabar datos sobre el estado civil en los formularios de solicitud de empleo.
En algunos lugares donde históricamente se ha discriminado a los candidatos casados (porque los
empleadores suponen que tendrán hijos y estarán menos dispuestos a aceptar un empleo en otra
ubicación o a trabajar en horario extendido), las políticas tendientes a subsanar tal discriminación
prohíben a los empleadores preguntar si un solicitante de empleo es casado.9
Sin embargo, hay otras distinciones que no pueden eliminarse de esa manera. Algunas distinciones
83
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
se basan en rasgos visibles tales como el color de la piel u otras características físicas. Para tales
distinciones, otra estrategia tendiente a subsanar la discriminación es crear políticas en las que se
procure minimizar los efectos negativos de las distinciones (o diferencias) para el grupo que se ha visto
perjudicado por estas. Por ejemplo, la histórica decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos
sobre el caso Brown c/ Consejo de Educación de Topeka puso fin a la segregación legal en las escuelas
públicas. Antes, los alumnos blancos y los alumnos negros concurrían a centros de enseñanza distintos.
En las políticas antidiscriminatorias desarrolladas tras este histórico caso judicial se estableció que las
autoridades escolares no podrían considerar la raza al decidir si admitir o no a un alumno. No se lo
expresó como “Ustedes no podrán preguntar por la diferencia racial” o “Ustedes no podrán advertir o
registrar la diferencia racial”, sino como “Ustedes no podrán usar la diferencia racial como razón para no
admitir a un alumno en su escuela”.
Sin embargo, usted seguramente sabe que decirle a la gente que no discrimine no implica que deje
de existir la discriminación. Decirle hoy a la gente que una característica es irrelevante cuando está
habituada a considerar muy significativa y hasta decisiva esa característica no siempre basta ni funciona
en los hechos para lograr el cambio social.
El enfoque de la diferencia
84
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
conducir que dimos al principio. Tomemos el caso de la justificación del Departamento de Operaciones
de Paz (DOP) para aumentar la participación de la mujer en el mantenimiento de la paz: la evidencia
parece indicar que la mera presencia de mujeres en una misión hace que disminuya la explotación sexual
de mujeres y niños del lugar por parte de los efectivos hombres de la misión. No hay nada biológico en
la mujer ni el hombre que haga que este se comporte mejor en presencia de aquella. Este fenómeno
es pura y exclusivamente resultado de poderosas fuerzas sociales y culturales. Sin embargo, ignorar
tales efectos sociales — indirectamente resultantes de la diferencia sexual real — sería insensato. Es
por ello que el DOP ha decidido sabiamente tomar medidas para aumentar el número de mujeres en sus
misiones de mantenimiento de la paz (ver la lección 7).
El “dilema de la diferencia”
La Prof. Martha Minow, erudita jurídica estadounidense, empleó la frase “dilema de la diferencia”
para describir la difícil situación que crean las historias de discriminación: parecen forzarnos a elegir
entre dos opciones igualmente indeseables. Subsanar la discriminación tratando “igual” a todos implica
el riesgo de ignorar que las diferencias sí importan.
EL DILEMA DE LA DIFERENCIA:
Dos abordajes en materia de políticas tendientes a eliminar la discriminación, en los que se intenta
minimizar la significación de la diferencia
Igualdad formal Igualdad sustantiva
Los efectos de la discriminación en el transcurso del Conlleva el riesgo de dar a entender a todos
tiempo (diferencias creadas socialmente, pero reales) los grupos que el “trato especial” equivale a
también son ignorados, con lo cual, de hecho, se inferioridad y desigualdad, ya que es al grupo
perpetúa la discriminación. previamente discriminado que debe dársele un trato
diferente/”especial” para “nivelarlo” con el “patrón” (el
grupo previamente dominante).
Cuadro 3-1
85
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Poner las cosas en su lugar reconociendo la relevancia de las diferencias conlleva varios riesgos.
En primer lugar, podría perpetuar las diferencias que no deberían haber existido para empezar. Por
ejemplo, haciendo que solo hombres manejen porque contratar mujeres sería demasiado complicado
y disruptivo, la ONU estaría incurriendo en discriminación contra las mujeres en ese país. En segundo
lugar, se corre el riesgo de mantener los estereotipos sobre el grupo objeto de la discriminación. Por
ejemplo, la idea de que la mujer en cierto modo se comporta mejor que el hombre y mejorará la
conducta de este en una misión de mantenimiento de la paz mantiene los estereotipos sobre el hombre
y la mujer. Si bien el estereotipo sobre la mujer (que se comporta mejor) parece positivo, implícitamente
transmite otro mensaje: que la mujer no es tan buena para los desafíos de manejar cosas tales como
la guerra y la violencia. Es difícil armonizar la imagen de una mujer sensible y recatada que contendrá
a las víctimas de ataque sexual con la del soldado fornido y realista dispuesto a imponer el estado de
derecho recurriendo si es necesario a actos violentos autorizados por la ONU.
En tercer lugar, y lo que es más importante, con el enfoque de la diferencia solemos dejar sin
cuestionar la “norma” que tomamos como patrón de referencia. En la mayoría de los casos, la “norma”
sigue siendo la del grupo históricamente responsable de discriminar al grupo subordinado. Por ende,
“reconocer la relevancia de la diferencia” y crear mecanismos de trato especial para asegurar la igualdad,
si bien puede que sea eficaz en el corto plazo, implica perder la oportunidad de repensar la propia
“norma”. Este punto tendrá más sentido después de leer los ejemplos siguientes.
Para ilustrar más este dilema, consideremos el ejemplo de las mujeres en la milicia. A lo largo de
la mayor parte de la historia, la guerra era cuestión de fuerza individual y de capacidad de enfrentarse
cuerpo a cuerpo con el enemigo y matarlo. En tal sentido, las fuerzas armadas de prácticamente todas
las naciones del mundo eran exclusiva o predominantemente masculinas. Si bien se abrían llamados
para mujeres en tiempos de guerra o cuando no alcanzaban los reclutas hombres, siempre habían
existido restricciones a los tipos de tareas que podían cumplir las mujeres en las fuerzas armadas.
¿Es relevante la diferencia de sexo para actuar en el ejército? Mucha gente cree que sí. Sin embargo,
con el transcurso del tiempo, y en especial en los últimos años, cada vez más mujeres han reclamado
y logrado que se la admita en la milicia, aun en unidades de las que se la había excluido por completo,
tales como las fuerzas de primera línea de combate. Poco a poco, estas mujeres han logrado hasta
cierto punto ser admitidas, en especial en Canadá, los Estados Unidos y los países europeos, por más
que sigua habiendo grandes diferencias entre estos últimos.
Aun así, las mujeres son minoría en la mayoría de las fuerzas en las que actúan. El porcentaje
promedio de mujeres en funciones en las fuerzas armadas de los países miembros de la OTAN era del
10,9% en 2016. Ese año, el 96,5% de los países miembros de la OTAN tenían abiertos a las mujeres
todos los puestos militares en las fuerzas armadas — un 11,9% más que el año anterior y un 26% más
que en 2014. Hay algunos importantes ejemplos recientes de mujeres que han asumido roles de los
cuales antes habían sido excluidas:
• Almirante Michelle Howard, Marina de los Estados Unidos: En 2014, la Almirante Howard fue la
primera almirante con 4 estrellas en asumir funciones como subjefe de operaciones navales. Fue
la primera mujer negra en alcanzar el rango de almirante con dos estrellas, así como también
86
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
la primera graduada de la Academia Naval de los Estados Unidos promovida a oficial jefe. El 12
de marzo de 1999 asumió el mando del USS Rushmore (LSD 47), convirtiéndose en la primera
mujer afroamericana en comandar un buque de la marina de guerra estadounidense. En 2016,
pasó a ser la primera mujer en asumir el mando del Comando de las Fuerzas Conjuntas Aliadas
de la OTAN en Nápoles y de las Fuerzas Navales de los Estados Unidos en Europa-África.
• General de División Kristin Lund, Ejército Noruego: En 2014, la Gral. Lung se convirtió en la
primera mujer en dirigir una Fuerza de Mantenimiento de la Paz de la ONU. Fue designada
Comandante de la Fuerza de la UNFICYP el 12 de mayo de 2014. En 2017, el Secretario General
nombró a Lund Jefe de Misión (HOM) y Jefe del Estado Mayor de la ONUVT.
• Teniente General Christine Whitecross, Fuerza Aérea Canadiense (CAF): La Tte. Gral. Whitecross
asumió el mando del Colegio de Defensa de la OTAN en Roma en 2016, siendo la primera mujer
en asumir la dirección del colegio en sus 65 años de historia.
• Brigadier General Giselle Wilz, Ejército de los Estados Unidos: La Brig. Gral. Wilz fue designada
Comandante del Cuartel General de la OTAN en Sarajevo, siendo la primera mujer en ocupar
ese puesto.
El tema de si es relevante el sexo para actuar en la milicia y, por tanto, si se justifica excluir a las
mujeres de determinadas unidades, es por demás polémico. Hay amplio desacuerdo sobre el particular,
dadas las enormes diferencias entre los países en cuanto a si pueden actuar las mujeres en la milicia y,
de ser así, dónde.
Si se quisiera eliminar la discriminación por sexo en la milicia, ¿cómo serían dos políticas distintas en
materia de discriminación según el “enfoque de la uniformidad” y el “enfoque de la diferencia”? ¿Cuáles
serían las ventajas y desventajas de cada uno? ¿Cómo se manifestaría el “dilema de la diferencia”?
Por ejemplo, digamos que la altura mínima requerida es 175 cm. Si bien muchas mujeres cumplirán
con ese requisito, serán menos que los hombres. Por ende, el cambio de política no subsanó la
discriminación contra la mujer. Con el enfoque de la uniformidad aplicado así, se pasaría por alto la
diferencia real que sí importa.
87
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Hay otro aspecto de este enfoque con el que se pasarían por alto diferencias relevantes. Sin abordar
el hecho de que los servicios militares han sido históricamente masculinos, limitarse a cambiar los
requisitos de sexo implica no tomar en cuenta las diferencias culturales. Aplicar este cambio de política
de manera aislada, sin otros cambios educativos complementarios, significaría ignorar la larga historia
de masculinidad. Eso es lo que ha pasado en algunas milicias modernas. Las fuerzas armadas nacionales
admitieron el ingreso de cada vez más mujeres, incluso a algunas unidades de combate, sin contar con
la aceptación plena de algunos de sus integrantes. Parecen persistir patrones de socialización masculina
profundamente arraigados, incluida la creencia de que la milicia no es lugar para la mujer, al igual que
actitudes o hábitos de tratarla como objeto sexual. Otras mujeres, tanto dentro como fuera de las
fuerzas armadas, pueden enterarse de esas experiencias y actitudes, y así cundir el desaliento a la hora
de alistarse. Este es un ejemplo de cómo, con el “enfoque de uniformidad” o de “igualdad formal” por sí
mismo para abordar la discriminación, no se toma en cuenta hasta qué punto la presencia de mujeres
en las fuerzas armadas se ve afectada por las diferencias reales (ya sea biológicas o socioculturales)
entre estas y sus pares hombres.
Al abordar la histórica discriminación por sexo en las milicias modernas, diversas fuerzas armadas
no utilizan un enfoque de igualdad formal estricto — por lo menos en cuanto a los requisitos físicos.
Por ejemplo, en el cuadro 3-2 se muestra que en cada división de las fuerzas armadas de los Estados
Unidos, varían levemente los requisitos para la prueba de aptitud física para mujeres y hombres y para
cada grupo etario.
88
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Este enfoque aborda la primera desventaja del ejemplo anterior. Reconoce algunas diferencias
físicas que existen promedialmente entre hombres y mujeres, y ajusta los requisitos de la prueba de
aptitud física de modo de contemplar esas diferencias. Se trata de ajustes leves, con lo cual también
se reconoce que las mujeres pueden alcanzar niveles comparables de aptitud y potencia en relación
con los hombres. Schilling señala que, si bien los estándares difieren, determinan un nivel de aptitud
comparable. Este punto parece quedar por el camino en quienes proponen pruebas físicas “iguales”
o “neutras en cuanto al género” como medida de igualdad entre los sexos y sostienen que con las
diferencias se bajan los estándares de aptitud física. La polémica en relación con este tema de ninguna
manera ha terminado.11
Las desventajas de este enfoque son tres, como se muestra en el cuadro que aparece más abajo.
En primer lugar, se corre el riesgo de perpetuar los estereotipos asociados con la diferencia de sexo.
Aunque son leves las variaciones de los requisitos de esas pruebas de aptitud física, siempre habrá
gente que sentirá que eso demuestra que la milicia no es para la mujer, porque esta es “más débil que
el hombre”. Algunos sentirán que sí importa la diferencia entre la flexión de brazos de 70 segundos y las
20 dominadas (pull-ups), y que dejar pasar a las mujeres con prácticamente la mitad de lagartijas que
se exigen a los hombres no es ni cerca comparable como demostración de fuerza o aptitud física. Este
método de asegurar “igualdad sustantiva” por medio de un trato diferente o, como algunos lo llamarán,
“especial” para las mujeres conlleva el riesgo de perpetuar la discriminación al parecer reafirmar los
estereotipos de la fuerza del hombre superior y la debilidad de la mujer inferior.
Con este método tendiente a revertir la discriminación, se pierde además la gran oportunidad de
revisar las normas según las cuales se hacen las distinciones para empezar. Al dejar (supuestamente
incambiados) los requisitos para la prueba de aptitud física de los hombres, el ejército estadounidense
convirtió los parámetros corporales específicos del hombre en una norma que deberá flexibilizarse para
las mujeres o en un estándar al que estas deberán ceñirse. Otro enfoque podría consistir en revisar
los requisitos generales de aptitud física y preguntar si tienen sentido las normas existentes tanto para
hombres como para mujeres. Dejar la norma masculina implica suponer que la de soldado sigue siendo
una ocupación para la cual el principal requisito es la fuerza física.
Dados los avances tecnológicos de los últimos 20 años y los cambios masivos en la operativa de
la guerra, esa suposición es problemática. Otras capacidades pueden ser tanto o más importantes que
la de hacer 100 abdominales. El creciente número de mujeres (y hombres) que ingresan a las fuerzas
armadas podría dar la oportunidad de rever si los militares deberían considerar requisitos físicos (y
otros) diferentes.
Una segunda presunción que sugiere ese ejemplo es que la uniformidad es necesaria para que
el ejército sea eficaz. Podría tener más sentido desarrollar una serie de pruebas de aptitud física en
función de las tareas que se requieren en las diferentes funciones.
El tema aquí no es que no haya políticas antidiscriminatorias efectivas, sino más bien que los
enfoques predominantes de “uniformidad” y “diferencia” tienen cada uno sus respectivas fortalezas
y debilidades. En todo caso, las ventajas y desventajas de los diversos enfoques deberán sopesarse
tomando en cuenta los requerimientos de la situación, los actores y el contexto.
89
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Cuadro 3-2
• ¿Ambos enfoques implican supuestos que tal vez no deberían darse por sentados?
• El mandato de incluir a mujeres en este proceso, programa, política, etc., ¿nos da oportunidad
de repensar con creatividad cómo se han hecho las cosas hasta ahora? De ser así, ¿podemos
90
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
percepción de que estos objetivos están en oposición puede desorientar, ya que existen diferentes
perspectivas dentro de las propias culturas locales. Las personas y grupos trabajan por la igualdad de
género dentro de la mayoría de las comunidades de todo el mundo. Las principales religiones del mundo
tienen en su historia tradiciones de igualdad de género, por más que algunas de esas tradiciones hayan
sido reprimidas en diferentes épocas y lugares.
Si bien puede haber resistencia local a los esfuerzos por hacer frente a la desigualdad de género en
aquellos lugares donde la desigualdad es la norma, es importante recordar que en el seno de todas las
culturas también hay diversidad. Parte importante de promover los objetivos previstos en la RCS 1325
es dar espacio a la voz de las diversas mujeres de toda comunidad donde usted actúe.
Sin embargo, queda igualmente claro que esa GAU hizo todo lo posible y más por consultar y coordinar
en estrecha colaboración con pobladores locales y sectores de la sociedad civil todos los aspectos de su
labor. Si la GAU hubiera actuado sin tomar en cuenta todas las prácticas y los valores culturales locales,
no se habrían logrado los notables niveles de éxito de la misión en cuanto a impulsar la representación
de la mujer en la dirección política y la fuerza policial, así como también en institucionalizar políticas y
procedimientos tendientes a mejorar la atención policial a mujeres y niñas víctimas de violencia. Esto
demuestra la importancia crucial de trabajar codo a codo con las comunidades locales para promover
la igualdad de género y reducir la violencia contra la mujer. Esto vale para cualquier aspecto de las
operaciones de paz de la ONU, pero muy especialmente para aquellas que impliquen esfuerzos por
cambiar las normas de desigualdad de género.
91
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
La unidad de asuntos de género (GAU) centró sus esfuerzos en dos estrategias. La primera
fue aumentar el número de mujeres que participaran en los organismos gubernamentales
y administrativos de Timor Oriental. Junto al Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas
para la Mujer (UNIFEM), la misión de la UNTAET organizó talleres y sesiones de capacitación
en habilidades políticas y técnicas para posibles candidatas. Además, la UNTAET estableció
cuotas, prestó apoyo de los medios a las mujeres, creó redes entre las organizaciones
femeninas y abogó por la inclusión de las inquietudes de las mujeres en los diálogos de los
partidos. Entre otros logros notables, estos esfuerzos llevaron a que en 2001, las mujeres
ocuparan el 27% del total de bancas de la Asamblea Constituyente (el parlamento de Timor
Oriental), se designara a mujeres en altos cargos ministeriales, y se incluyeran los derechos
de la mujer y la prohibición de la discriminación de género en la constitución del país.
La segunda estrategia consistió en lanzar una importante campaña de dos años contra la
violencia doméstica junto al Fondo de población de las Naciones Unidas (FPNU). La incidencia
de la violencia doméstica en Timor Oriental había alcanzado niveles alarmantes durante las
prolongadas guerras civiles. En la campaña se promovió una mayor toma de conciencia a
través de los medios y se capacitó a diversos profesionales sobre cómo detectar y tratar la
violencia doméstica.
92
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Fuente: Adaptada de Lea Biason, Martin Bohnstedt y Nadine Puechguirbal, Women in an Insecure World (Las mujeres en un mundo inseguro),
“Cuadro 3.2: Integración de género: experiencia desde el terreno”, 252.
Vista de casas en el distrito de Dili, Becora, donde realizó patrullajes el contingente portugués de la UNTAET. 1
de marzo de 2000. Foto de ONU #36578 por Eskinder Debebe.
93
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Eso no quiere decir que mujeres y hombres siempre tengan diferentes ideas, experiencias, prácticas,
fortalezas, debilidades, habilidades o características relevantes para lo que usted esté considerando con
perspectiva de género. Simplemente significa que es bastante probable que existan tales diferencias,
y que usted deberá considerar cuáles pueden ser y asegurarse de haber creado mecanismos para
garantizar participación y acceso igualitarios, independientemente del género.
Un último ejemplo muestra, por un lado, lo fácil que puede ser, y por otro, lo fácil que puedes salir
mal. Una agencia de la ONU que trabaja en el Sudeste asiático se propuso desarrollar un programa
de microfinanciamiento tendiente a “impulsar el empoderamiento de la mujer”. El programa requería
reuniones regulares con integrantes de la comunidad para discutir cómo se reuniría y manejaría el dinero.
El staff de la agencia quedó anonadado cuando solo asistieron hombres a la reunión. Al preguntarles,
le manifestaron: “las mujeres de nuestra comunidad no se sienten cómodas hablando en público”. Se
explicó su ausencia por la tradición y cultura del lugar. Esto desalentó al personal y lo impulsó a tratar
de trazar un cuidadoso plan para abordar y con el tiempo cambiar esas normas culturales.
En algún momento del proceso, un integrante del staff habló con una mujer de la comunidad Le
mencionó lo de la incomodidad de las mujeres de hablar en público y cómo había obstaculizado del
programa de microfinanciamiento porque ninguna mujer asistía a las reuniones. La mujer le dijo que
en efecto era cierto que las mujeres no estaban habituadas a participar en actividades públicas y que la
mayoría de ellas tenían temor de hablar en público, pero que el problema no era ese en realidad. Pasó
a explicarle que se habían programado las reuniones a la misma hora que las tareas de recolección de
agua. Dado que recoger agua del pozo local era una tarea que estaba a cargo de las mujeres en esa
comunidad, para ellas era imposible asistir a las reuniones. La mujer le dijo al integrante del staff que
creía que por lo menos doce mujeres podrían concurrir si se las programaba a otra hora. Le dijo además
que asistirían muchas más si se organizaban reuniones separadas para mujeres y hombres. Si bien las
mujeres tenían cierto temor de hablar en público, eso solo ocurría en presencia de hombres.
No deja de sorprender que esta agencia haya pasado por alto considerar aspectos tan básicos de la
vida de las mujeres cuando estaba implementando un programa para impulsar su empoderamiento. Sin
embargo, este es el tipo de cosas que comprometen el éxito de los programas todo el tiempo.
94
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Damos aquí algunas directrices y preguntas muy básicas y sencillas a recordar al considerar la
cuestión de género:
1) Le valdrá la pena tomarse el tiempo de averiguar cómo es la vida de las mujeres en la comunidad
donde usted actúe.
2) Recuerde que no todas las mujeres tienen hijos, no todas están casadas y no todas tienen la
misma clase de intereses. Por tanto, será igualmente importante descubrir qué otros tipos de grupos
sociales existen en las comunidades donde usted actúe.
• ¿Hay grupos sociales u organizaciones integrados por personas de ambos sexos? ¿Qué hacen y
cómo es la dinámica de género dentro de estos?
• ¿Las mujeres de edad más avanzada tienden reunirse en grupos en algún lugar? ¿Las jóvenes o
adolescentes? ¿Las no casadas? ¿Las mujeres soldados o excombatientes? ¿Los grupos de otras
ocupaciones? ¿Las minorías sexuales u otros grupos minoritarios?
• ¿Cómo afectan otras divisiones sociales importantes de esta comunidad la dinámica de género
(por ejemplo, raza, color, casta, tribu, ingresos, cuna, etnia)?
• ¿Ya han iniciado grupos locales actividades de resolución del conflicto o de consolidación de la
paz? ¿Cómo podrá apoyarlos su misión?
3) Tal vez pueda coordinar para reunirse con los subgrupos más representativos para saber más
sobre sus experiencias, ideas y necesidades. Averigüe cuáles son sus principales inquietudes.
Por último, considerar la cuestión de género implica también averiguar cómo afecta la dinámica
de género a los hombres de las comunidades donde usted actúe. Formularles a los diferentes grupos
de hombres el mismo tipo de preguntas que se sugieren más arriba para los de mujeres podría ser
igualmente útil y llevar eventualmente a asegurar que sean aceptadas y respetadas todas las actividades
que emprenda su misión. Implica además averiguar si hombres y mujeres trabajan juntos en diferentes
grupos en distintas circunstancias y, de ser así, cómo lo hacen.
95
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Ejercicios escritos »
La próxima vez que se tome un respiro de su trabajo en este curso, pruebe las observaciones que
se sugieren en la cita de la Dra. Frye que aparece más arriba.
Vaya a algún lugar donde tenga que saludar a alguien. Salúdelo normalmente y póngase a conversar
con esa persona. Mientras lo haga, preste especial atención a cosas tales como:
• ¿Con qué frecuencia y por cuánto tiempo hacen contacto visual y lo mantienen?
• ¿Hacen contacto físico? De ser así, ¿con qué frecuencia, en qué partes del cuerpo y de qué
manera?
• ¿A qué distancia está parado o sentado el uno del otro? ¿Cómo está ubicado usted en relación
con el otro, más arriba o más abajo? ¿Alguno de ustedes se inclina o hunde la cabeza, o bien
cruza las manos de una manera especial?
• ¿Cómo suenan sus voces? ¿Hablan ustedes en tono de voz alto, bajo o variable? ¿Con voz suave
o fuerte?
Si usted no cree que hubo en ese intercambio ningún comportamiento diferencial (o significativo)
en función de sexo/género, ¿cree usted que se debe a que la Dra. Frye estaba equivocada? ¿Exageró
ella su caso o se equivocó por completo? ¿En qué sentido?
Si su intercambio fue con una persona del sexo opuesto y había claras diferencias entre los dos
en su forma de comportarse, ¿qué habría pasado si alguno de ustedes se hubiera comportado como
alguien del otro sexo?
¿Cómo cree usted que habría reaccionado la otra persona? ¿Cómo se habría sentido usted? ¿Habría
sentido la reacción de la otra persona como distinción, o más bien como discriminación hacia usted?
¿En qué sentido y por qué?
96
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Ejercicios escritos »
Si usted tiene hermanos, probablemente recuerde al menos una vez en que alguna diferencia entre
usted y un hermano lo hizo sentir que lo estaban tratando mejor o peor que él. Si usted es hijo único,
puede que haya vivido ese tipo de experiencia con algún compañero de escuela o algún amigo. Trate
de recordar esa instancia y escriba una breve descripción de lo que pasó, respondiendo las siguientes
preguntas:
• ¿Tuvo relación con alguna característica específica que difería, o que decían que difería, entre
ustedes? ¿Las edades? ¿El sexo? ¿Las habilidades? ¿Los intereses o deseos que supuestamente
no compartían?
• De ser así, ¿hasta qué punto eran reales esas diferencias? ¿Verdaderamente tenían distintas
habilidades, intereses, deseos o capacidades?
• ¿Hasta qué punto eran significativas o relevantes esas diferencias? Es decir, ¿le pareció que tuvo
sentido la explicación o la justificación? ¿Existió una conexión coherente entre la razón que le
dieron y el trato diferente que recibió?
97
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Ejercicios escritos »
Ahora considere otras experiencias en las que recuerde haber recibido un trato igual al de un
hermano, compañero de escuela o amigo. Si le es posible, trate de recordar ejemplos con la misma
persona sobre la que escribió en el ejercicio anterior. Aún si no se trata de la misma persona, trate de
dar al menos dos ejemplos:
• Uno en el que usted recibió el mismo trato que alguien que era levemente diferente a usted
(por ejemplo, a los dos les regalaron cuadernos, aunque uno de ustedes sabía escribir, y el otro,
todavía no).
• Otro en el cual usted recibió un trato diferente (un regalo o premio distinto), pero no sintió que
fuera injusto. Tal vez a uno de ustedes le permitieron acompañar a su padre en un viaje, y al
otro, cuidar de un animal como privilegio o responsabilidad especial. El ejemplo deberá ser uno
en el cual, aunque los beneficios fueron diferentes, tuvieron igual valor, y para usted, fueron
tratados de manera igualitaria.
Pregúntese si sintió que fue mejor o peor una experiencia o la otra. De ser así, ¿por qué? ¿Tuvo algo
que ver con que el trato que recibió fue el mismo o “distinto pero igual”?
Escriba una nota breve para usted mismo en la cual (a efectos del resto de la sección), el primer
ejemplo probablemente sea similar a lo que se describe como “igualdad formal”, mientras que el
segundo ejemplo probablemente se asemeje a lo que se denomina “igualdad sustantiva”.
98
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
B. En la mayoría de los países, las mujeres B. Con el “enfoque de la igualdad” para minimizar
tienden a vivir más que los hombres. los efectos discriminatorios, se establecen
C. Los hombres ganan más que las igualdad formal entre las personas
A. Solo las mujeres pueden dar a luz hijos C. requisitos de aptitud física levemente
diferentes para hombres y mujeres
B. Las niñas deberían tener nombres femeninos
y los varones deberían tener nombres D. reglas por las que se exonera a las mujeres
99
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
100
LECCIÓN 3 | Igualdad de género
Respuestas »
1. i, i, ii
2. C
3. D
5. C
6. B
7. A
8. C
9. B
101
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
Violencia: definiciones, causas y
4 teorías
El problema de la violencia
contra la mujer no podrá
resolverse sin abordar los
patrones mundiales de
desigualdad de género.
102
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Niña en el Centro médico para de madres e hijos de Mogadiscio, Somalia, durante una visita de Zainab Bangura, Representante
Especial del Secretario General (SRSG) sobre violencia sexual en conflictos armados. La SRSG recorrió también campamentos de
personas internamente desplazadas (PID) y refugios de mujeres como parte de su visita a ese país. 2 de abril 2013. Foto de ONU
#546718 por Tobin Jones.
103
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Si usted actúa en una operación de paz, fue destacado a un lugar que ha sufrido los efectos de la
violencia. Puede que parezca innecesario dedicar una lección a cómo definir la violencia, cuyos efectos
seguramente estará viendo. Sin embargo, los tipos de violencia obvios — tales como las heridas de
guerra — son solo una forma de violencia dentro de un amplio espectro de actos, circunstancias y hasta
omisiones que pueden considerarse violentas.
La violencia contra la mujer adopta muchas formas diferentes, algunas de las cuales se tratarán en
más profundidad más adelante. No toda la violencia adopta la forma de una lesión física obvia y directa.
En lugar de usar una única palabra, “violencia”, para describir todas las modalidades de daño que sufren
las mujeres, será útil introducir un vocabulario más específico. Los términos que se presentarán en la
próxima sección servirán para describir con más exactitud los diferentes tipos de daños relacionados
con la desigualdad de género. Esos términos descriptivos más específicos le permitirán comprender en
toda su complejidad las causas de la violencia en la vida cotidiana. Como señala ONU Mujeres:
Al leer, recuerde que el propósito de esta lección es proveerle información de base a partir de la cual
articular la relación entre el género y la violencia, de tal manera que le resulte útil y eficaz en su labor
en las operaciones de apoyo a la paz.
Considere los tres escenarios siguientes y pregúntese a medida que va leyendo sobre cada uno:
“¿Aquí se describe algo violento? De ser así, ¿qué hace que sea violento? ¿En qué consiste el acto o
situación específica de violencia?”
104
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
1. Una pareja casada con dos hijos decide no tener más hijos.
Por otro lado, la madre del hombre lo está presionando para
que tenga más, porque su sociedad valora mucho a los niños
y así mejorará el status social de la familia. El hombre acepta
a regañadientes y decide dejar de usar preservativo cuando
tiene sexo con su mujer. Esta se resiste — no quiere correr el
riesgo de quedar embarazada. Él la presiona pero no la daña
físicamente. Ella termina por ceder.
¿Por qué podría importar si usted define lo que está pasando en cada uno de esos escenarios como
violento? Es común el desacuerdo en cuanto a qué constituye violencia en general, así como también en
cuanto a qué constituye violencia contra la mujer. Habrá muchos puntos de vista sobre este tema entre
los integrantes de cualquier comunidad en la que usted actúe. En la segunda mitad del presente curso,
donde se aborda principalmente la violencia contra la mujer, puede que usted no esté de acuerdo con
cómo se caracterizan ciertas prácticas, o con el argumento de que los arreglos desiguales de género
están necesariamente relacionados con la violencia.
Reconociendo que tales desacuerdos son inevitables, en esta lección nos proponemos ayudarlo
de dos maneras. En primer lugar, si bien en el curso a menudo se hace referencia a la “violencia
105
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
contra la mujer” o a “violencia de género” en general, es importante recordar que la violencia adopta
diferentes formas y tiene diferentes definiciones. Los tipos más obvios de daño físico (tales como las
heridas de guerra) no suelen dar lugar a desacuerdo. Otros tipos de acciones — como algunas de las
que se plantean en los escenarios descritos más arriba — son más polémicas. Los desacuerdos sobre
si una práctica es o no violenta pueden a veces llevar a acaloradas discusiones y a confusión. Llevan a
acaloradas discusiones porque las personas suelen usar la misma palabra (violencia) para referirse a
cosas distintas. En la medida en que los participantes puedan especificar con qué están en desacuerdo,
el intercambio será más productivo para todos. Los enfoques con respecto a la violencia y el vocabulario
adicional que se presentará aquí (por ejemplo, “violencia estructural”, “violencia cultural”) aportarán
herramientas útiles para explorar las diversas perspectivas sobre los temas más polémicos.
Este curso se limita a explicar la relación entre la desigualdad de género y la violencia. Sin embargo,
las múltiples formas de violencia implican diversas explicaciones y, en la mayoría de los casos, la
combinación de una serie de condiciones genera violencia. En esta lección se le dará una breve reseña
de las teorías que explican la violencia en general, para que usted las considere junto o en contraste con
el argumento central del curso de que la violencia contra la mujer está relacionada con la desigualdad
de género. Si bien la reseña no es para nada completa, le dará un pantallazo general sobre los otros
tipos de teorías que se plantean para explicar las diversas formas de violencia, y algunas de las
pruebas científicas de más peso a favor y en contra de estas. Ello le permitirá evaluar algunas de las
aseveraciones que se harán en las últimas lecciones del curso; le dará además algunas ideas sobre
cómo profundizar en el tema.
Es importante señalar que la ONU considera la violencia contra mujeres y niñas un grave problema
sanitario y de derechos humanos. En la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la
mujer”, aprobada en 1993 por la Asamblea General de la ONU, se define la violencia contra la mujer
como “cualesquiera actos de violencia de género que determinen o pueda llegar a determinar daño o
padecimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, incluidas la amenaza de cometer tales actos, la
coacción o la privación de libertad arbitraria, ya sea en el ámbito público o en la vida privada”. Abarca,
pero no se limita a lo siguiente:
106
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Cuadro 4-1
Para entender qué causa la violencia, es preciso saber primero qué es la violencia. ¿Qué tipos de
prácticas, actos o situaciones son violentas (independientemente del género)? Hay diversos tipos de
actos que podrían ser violentos según la perspectiva que adoptemos.
Para mayor claridad, será útil dividir las definiciones de violencia en dos categorías: restrictiva y
amplia.
3) Organización Mundial de la Salud, “Violencia contra la mujer: definición y alcance del problema”, julio de 1997.
107
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Con una definición restrictiva de violencia directa, se llegaría a la conclusión de que solo en el
escenario 2 de la sección 4.2 hay violencia. La única violencia de ese escenario sería la propia lapidación
de la mujer por su presunta homosexualidad.
Las definiciones amplias de violencia son aquellas que incluyen una gama más amplia de actos,
procesos y situaciones, y también omisiones. (Por ejemplo, definir el no intervenir para impedir actos
de genocidio como acto de violencia.) Con definiciones amplias, en los tres escenarios del ejemplo hay
violencia. En la mayoría de las teorías sobre la violencia que se analizan en esta lección se emplean
definiciones amplias de violencia.
Con una definición amplia de violencia que incluye presión social, en el escenario 1 también se daría
una instancia de violencia en que la madre, el hombre y la esposa fueron víctimas de la presión social
que se ejercía en las familias para que tuvieran más de dos hijos.
Es importante entender y articular las relaciones entre el género, la mujer y la violencia, de tal
manera que resulte útil y eficaz para el trabajo en una operación de apoyo a la paz, en particular en lo
que tiene que ver con las decisiones y medidas tendientes a prevenir y responder a la violencia contra
la mujer, y a salvaguardar sus derechos.
Definir algo como violento habitualmente le asigna un valor negativo; suele ser el primer paso
para tratar de frenar o eliminar esa práctica. Definir actos o procesos como violentos eleva el grado de
urgencia e importancia implícita en estos y suele dar idea de los tipos de acciones (u omisiones) que
deberán implementarse para hacerles frente. Con una definición de violencia que incluya la presión
social para el escenario 1, sería necesario actuar para reducir o erradicar la presión social sobre la
madre, el hombre y la esposa de que un matrimonio debe tener más de dos hijos. En cambio, con una
definición restrictiva, limitada a la violencia directa (lesión física intencional), no se requeriría hacer
nada porque no parecería haber violencia para empezar.
Es importante pensar muy bien las definiciones de violencia, porque tienen tremendo poder:
determinan qué percibimos como violencia y si respondemos a esta como tal. Si bien se dispone
de definiciones de violencia aisladas, aparecen también de manera implícita o explícita en las
explicaciones — o causas — de la violencia. Naturalmente, varían según la definición de violencia que
uno esté tratando de explicar. Si está explicando un acto interpersonal de lesión física, la gama de
108
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
explicaciones diferirá de las que se den para explicar una manifestación de protesta contra la guerra o
el no intervenir en un genocidio. El gran número de teorías sobre las causas de la violencia tiene que
ver con los muchos tipos de fenómenos sociales calificados como “violencia”, y también con las muchas
definiciones de violencia que emplean esas teorías.
En el diseño de los programas (dentro del contexto de una operación de paz) se deberán tomar en
cuenta estos factores para evaluar mejor las probabilidades de que alguna mujer o niña sufra violencia
en determinada situación.4
Cuadro 4-2
Figura 4-1
Por sobre este Modelo Ecológico, hay tres teorías sobre la violencia que pueden aplicarse a las
definiciones restrictivas y amplias de violencia; la biopsicológica, la política y la sociocultural.
Biopsicológica
Las teorías biopsicológicas sugieren la existencia de una relación interactiva entre la conducta
violenta y el cerebro. En este campo, algunos investigadores estudian los efectos de determinados tipos
de lesiones cerebrales en la capacidad para controlar los impulsos agresivos. La siquiatra Sandra Bloom
y el psicólogo Michael Reichert argumentan que la exposición a situaciones de violencia traumáticas
109
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
altera la fisiología del cerebro, el cual potros componentes químicos), se alterará de forma permanente
el patrón neural del cerebro de las víctimas, de tal manera que tendrán una reacción desmedida a
determinados estímulos. Tales personas podrán volverse fácilmente irritables, impulsivas y agresivas.
Según estos investigadores, los cambios fisiológicos del cerebro inducidos por la exposición a la violencia
pueden determinar que las víctimas tiendan a ser ellas mismas violentas.
Llevando su teoría más allá de este hecho particular sobre la química del cerebro, Bloom y Reichert
argumentan que la violencia interpersonal puede correlacionarse con el trauma. Desde luego, las
correlaciones no son lo mismo que las causas, y hay muchas víctimas de situaciones traumáticas que
luego no cometen ellas mismas actos de violencia. No obstante, las pruebas que vinculan los cambios
fisiológicos con los traumas son contundentes y dan fundamento biológico a la idea de que la violencia
engendra más violencia. Sin embargo, es de señalar que la teoría se limita a definir la violencia en
términos de actos y relaciones interpersonales.
La mayoría de los estudios biológicos que se han realizado hasta la fecha atribuyen este patrón
de violencia a una combinación de hormonas (por ejemplo, la testosterona) y neurotransmisores (por
ejemplo, la serotonina) cuyo tenor es distinto en hombres y mujeres. Si bien la testosterona está
presente tanto en hombres como en mujeres, se la suele llamar “la hormona sexual masculina” porque
los hombres tienden a tener mucho más altas concentraciones de esta que las mujeres. Se dice que
la testosterona “propicia y estimula reacciones agresivas a estímulos ambientales”, mientras que el
estrógeno y la progesterona (llamadas “hormonas sexuales femeninas” porque están presentes en
concentraciones más altas en las mujeres) inhiben tales reacciones.
La edad pasa a ser un factor en la biología de la violencia, en la medida que esas diferencias van
cambiando a lo largo de la vida. James Gilligan, un sociólogo que ha pasado más de 25 años trabajando
con criminales violentos en los Estados Unidos, ofrece una tabla comparativa que muestra cómo
funciona. Comparar el índice promedio de probabilidades de que un hombre cometa un asesinato a lo
largo de su vida con el nivel promedio de testosterona que circula en su sangre revela una asombrosa
similitud entre los dos: hay relativamente bajos índices de ambos antes de la pubertad, luego un brusco
y pronunciado aumento en ambos en la pubertad, se mantienen altos durante la adolescencia y los
primeros años de la edad adulta, y descienden de manera gradual pero sostenida a partir de la mediana
edad. Cuesta creer que esta similitud sea mera coincidencia. Existe además evidencia creciente de que la
serotonina neurotransmisora es otro inhibidor biológico de la conducta violenta — tanto homicida como
suicida. Puede que influya que, promedialmente, los hombres tengan niveles más bajos de serotonina
que las mujeres.
Sin embargo, como ocurre con otras causas biológicas o psicológicas de la conducta violenta que se
plantean, con tales determinantes individuales no se logra explicar la variación entre las culturas y las
innumerables excepciones a las aparentes reglas sobre las diferencias sexuales y la violencia. Si solo los
factores biológicos humanos determinaran violencia, no habría variación entre culturas ni excepciones
a la regla del hombre agresivo y la mujer pacífica. A la mayoría de nosotros nos vendrán a la mente
notables excepciones.
110
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Tras estudiar los datos disponibles en apoyo de las teorías biológicas de la violencia, la conclusión
de Gilligan es que:
Con este enfoque se hace que confluyan la biología y el entorno (social o cultural), de tal manera de
reconocer el rol de la biología, pero también las variaciones sociales y culturales.
Política
En su libro Feminism is for Everybody: Passionate Politics (El feminismo es para todos: política
apasionada), la académica feminista bell hooks sostiene:
Las teorías de la violencia que la vinculan con las relaciones de poder se conocen como “teorías
políticas” de la violencia; explican las causas de la violencia como relaciones políticas. Las relaciones
políticas son las que tienen que ver con cómo son gobernadas las sociedades y cómo se relacionan las
personas con el status y la autoridad.
Explicar la violencia contra la mujer con una teoría política de la violencia es plantear que, cambiando
las formas de gobierno de las propias sociedades, se podrá reducir la violencia contra la mujer. Cuando
los Estados Miembros de la ONU suscriben y ratifican tratados internacionales por los que se proclaman
la igualdad de la mujer respecto del hombre y los derechos fundamentales de la mujer, indirectamente
están ratificando a la vez su apoyo a esta teoría de la violencia. Están exhortando a los gobiernos del
mundo a modificar sus leyes y estructuras sociales para asegurar la igualdad de la mujer y, al hacerlo,
están afirmando que la desigualdad de la mujer es causa importante de la violencia contra esta.
En la cita anterior de bell hooks se usan términos tales como “cultura de dominación”, “partes
dominantes” y “estructuras jerárquicas” que sugieren que hasta las agresiones violentas entre miembros
de la familia implican más que daño físico e intención individual, como se afirmaría en virtud de las
definiciones restrictivas de la violencia directa. Esas palabras apuntan a que se entiende la violencia
como algo relacionado con el poder. El sociólogo C. Wright Mills una vez planteó que “Todo lo político
es una lucha por el poder; su expresión última es la violencia”. Esta ecuación de violencia con poder es
común. Hasta parece subyacer a la cita de Hooks cuando dice que “las partes dominantes mantienen el
poder mediante la amenaza … [de] castigo abusivo”. Es la interpretación que da por sentada la mayoría
5) bell hooks, Feminism is for Everybody: Passionate Politics (Cambridge, MA: South End Press, 2000), 64. bell hooks no escribe su nombre con
mayúscula inicial.
111
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
de la genta en la relación entre el poder y la violencia: que la violencia es la manifestación más extrema
y rigurosa del propio poder.
Muchos teóricos de la política equiparan el poder político con la efectiva organización de la violencia.
En efecto, un elemento de la definición de un Estado que funciona es que su gobierno posee el monopolio
del uso de la fuerza dentro de los límites de su territorio. Por ejemplo, un país es considerado un Estado
fracasado cuando múltiples fuerzas armadas rivales causan el pánico dentro de su territorio, o cuando
no es capaz de controlar o responder eficazmente a la violencia ejercida por sus ciudadanos. Un Estado
exitoso es aquel cuyo pueblo le otorga poder para que sea el único que ejerza fuerza legítima. La
mayoría de quienes vivimos en países con gobiernos que funcionan aceptamos, y hasta esperamos,
que estos incorporen fuerzas policiales y milicia con facultades para hacer uso de la violencia a fin
de mantener el orden y protegernos. La mayoría de nosotros percibe la posibilidad de tal uso de la
violencia como legítimo, por más que no esté de acuerdo con que sea necesario o aceptable usarla
en determinadas circunstancias. Por otro lado, tendemos a entender que es ilícita y pasible de castigo
penal la violencia directa ejercida por actores no estatales (personas que no sean oficiales de policía ni
soldados que estén actuando en cumplimiento de su deber).
En abierto contraste con esta formulación estándar de la violencia como “expresión última de poder”,
la teórica de la política Hannah Arendt argumentó lo contrario: “la violencia surge cuando está en riesgo
el poder”. La tesis de Arendt encontró fuerte sustento en su propia crianza y experiencia de vida bajo
dos regímenes totalitarios — los de Stalin y Hitler. Deseó distinguir los diferentes tipos de gobierno,
el totalitario y el democrático. Los regímenes totalitarios y dictatoriales requieren sometimiento total
al Estado; ese sometimiento es (por lo menos en parte) impuesto por medio del uso y la amenaza de
violencia. En lugar de percibir la violencia como forma extrema de poder, Arendt argumentó que la
violencia se torna más necesaria cuando el poder se está debilitando o está ausente.
En un influyente y extenso ensayo titulado On Violence (Sobre la violencia), Arendt planteó una
teoría de poder democrático descrita como “la capacidad humana de actuar de manera concertada”.
En otras palabras, Arendt concibió el poder como algo distinto a cualidades tales como la fuerza y el
control. Tal como lo define Arendt, el poder, a diferencia de la fuerza y el control, nunca puede ser
propiedad de una persona, ya que pertenece exclusivamente a grupos. La única manera en que una
persona puede ejercer el poder es estar “en el poder”, lo cual significa “haber sido investida de poder
por cierto número de personas para que actúe en su nombre”. Sin embargo, una persona en el poder
puede detentar autoridad, pero solo cuando se la otorgan otros; la autoridad es “el derecho a mandar
… y ser obedecido … Su sello es la absoluta legitimación por parte de aquellos a quienes se les pide que
obedezcan; no se necesitan ni coacción ni persuasión.”
Así, planteaba Arendt en su ensayo, toda vez que alguien o algo hace uso de la violencia, demuestra
que ha perdido la autoridad legítima para ejercer el poder en nombre de otros y, por definición, está
actuando sin el consentimiento de quienes gobierna. La violencia no es en sí misma poder. Es más bien
algo parecido a una herramienta, según Arendt. Es un sustituto del poder porque, como cualquier otra
herramienta, simplemente multiplica la fuerza natural.
Imagine el ejemplo de una oficial del ejército al mando de sus tropas o de un profesor al frente
de su clase. En ambos casos, aquellos sobre quienes ella o él ejerce autoridad (soldados y alumnos,
respectivamente) son muchos más. Solos, usando la fuerza o la violencia, ninguno de los dos podría
112
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
pretender gobernar o controlar los actos del grupo. Si usted alguna vez ha estado en una situación en
la cual debía ejercer autoridad sobre otros y ha empezado a sentir que estaba perdiendo el control,
comprenderá perfectamente este ejemplo. Los oficiales subalternos pueden mostrar actitudes de falta
de respeto por su comandante; los alumnos pueden ponerse a conversar en lugar de prestarle atención
a su profesor. Arendt lo describe muy bien cuando dice: “Mantener la posición de autoridad requiere
respeto por la persona o el cargo. Por tanto, el mayor enemigo de la autoridad es el desprecio, y la
manera más segura de socavarla es la risa.”
Un ejemplo de esta relación entre la violencia y el poder es el arresto en abril de 2007 de las
activistas iraníes por los derechos de la mujer Nahid Keshavarz y Mahboubeh Hossein Zadeh. Fueron
recluidas en el pabellón de mujeres de la prisión de Evin, en Irán. Keshavarz y Zadeh participaban
activamente en un movimiento para reunir firmas para la “Campaña de un millón de firmas”, con la que
se reclamaban cambios a las leyes que las activistas consideraban discriminatorias contra las mujeres
en Irán. A Keshavarz y Zadeh se las acusó de “poner en riesgo la seguridad nacional” y se las mantuvo
cautivas por más de dos semanas, hasta que una campaña mundial para presionar al gobierno logró
que las liberaran.
En palabras de Arendt, el hecho de que el gobierno haya sentido necesidad de ejercer fuerza en
respuesta a los esfuerzos de esas ciudadanas por cambiar las leyes de su país es un ejemplo de poder
en peligro. Puede decirse que suprimir la libertad de movimiento de las personas apresándolas es una
forma de violencia directa. De hecho, la violencia (arresto y prisión) se impuso cuando estuvo en peligro
la capacidad del grupo (el gobierno iraní) de actuar de manera concertada (seguir sin interrupciones
ni cuestionamientos detentando autoridad para determinar las leyes que rigen los derechos de la
mujer). Que el gobierno deseó transmitir que las manifestaciones ponían en peligro su poder queda
demostrado con los cargos de “poner en riesgo la seguridad nacional”. El gobierno iraní sostuvo que la
seguridad de la nación iraní estaba siendo amenazada por las mujeres al organizarse en pos de leyes
no discriminatorias. Por ende, en esta instancia, desafiar la desigualdad de género llevó directamente a
que el Estado ejerciera la fuerza.
Tal como las plantean Mills y Arendt, ambas relaciones entre la violencia y el poder implícitamente
traen a la mente situaciones en las que hay dos grupos de actores. Por un lado, están los que detentan
el poder y hacen uso de la violencia. Por otro, están las víctimas de ese primer grupo — las que están
sujetas al poder y sufren la violencia. Dicho de otra manera, los dos modelos sugieren roles solo para
los actores (los que actúan) y los que son objeto de la acción.
Sociocultural
Como lo sugiere el nombre, las teorías socioculturales de la violencia vinculan la violencia con las
dimensiones sociales y culturales de la vida. Las explicaciones sociales de la violencia podrían centrarse
en la competencia por recursos escasos o en el conflicto entre dos grupos sociales. Las teorías culturales
podrían hacer énfasis en el significado que tienen determinadas formas de violencia dentro de una
sociedad, describiendo la violencia como una suerte de juego serio o como la liberación ritualizada de la
tensión que se ha ido acumulando.
En esta sección se considerará la teoría de la violencia articulada por el académico noruego Johan
Galtung, pionero de los estudios sobre la paz y el conflicto. Galtung es muy conocido y a menudo los
académicos citan sus reflexiones, pero su trabajo suele ser ignorado o desconocido por los pacificadores
113
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
y los diplomáticos. Las teorías de Galtung, tal como las plantea en su libro Theory and Methods of
Social Research (Teoría y métodos de investigación social), publicado en 1967, contienen referencias
concretas a muchas otras teorías socioculturales de la violencia, y proveen un marco útil para analizar
la violencia contra la mujer más adelante en este curso.
En la teoría de la violencia de Galtung se usa una definición amplia, en la que se articulan las
sub-definiciones de violencia estructural y violencia cultural con la de violencia directa. La definición
de violencia de Galtung es probablemente la más amplia que pueda usarse; considera la violencia
como “insultos evitables a las necesidades humanas básicas, y más generalmente a la vida, haciendo
descender el nivel real de satisfacción de las necesidades por debajo de lo que es potencialmente
posible”.
Para Galtung, la violencia estructural se da por cómo las estructuras sociales o las instituciones
impiden a las personas satisfacer sus necesidades básicas. Se trata de una definición extremadamente
amplia de la violencia e incluye sistemas institucionalizados de desigualdad, tales como racismo,
sexismo, nacionalismo, clasismo y etnocentrismo, así como también pobreza, suministro inadecuado
de agua y atención médica insuficiente. Para Galtung, la violencia directa está ligada a la violencia
estructural en que esta puede llevar al conflicto y luego a la violencia directa, ya sea dentro de la familia
o en forma de crímenes de odio, genocidio o guerra.
6) Johan Galtung, “Cultural Violence” (Violencia cultural), Journal of Peace Research (Revista de investigación sobre la paz), agosto de 1990, 291.
114
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Según Galtung, tanto la violencia directa como la estructural llevan a que no se puedan satisfacer
necesidades básicas. Cuando cualquiera de estas estalla súbitamente, podemos hablar de una situación
traumática. Su fundamento es simple: la violencia engendra violencia.
Este tipo de explicación de la violencia está ampliamente difundida y es común a muchas teorías
sociológicas y psicológicas de la violencia. Lo que es específico del argumento de Galtung y de otras
teorías similares de la violencia cultural es el planteo de que existen relaciones claras y directas entre
cómo organizan las sociedades sus sistemas de significación cultural, y el grado y tipo de violencia que
se da en esas sociedades. Por ejemplo, el concepto de violencia cultural puede resultar útil para pensar
en actos complejos y violentos tales como la violación en la guerra. Nos permite identificar cómo un
violador puede sentirse él mismo víctima de violencia (de la fuerza que siente que le exige cometer el
acto y la amenaza implícita en su existencia), aun mientras está violando a una mujer. Este concepto
nos abre la posibilidad de hablar sobre su victimización por medio de normas culturales de masculinidad
y ejercicio de la función de soldado, sin equiparar su vivencia al daño que su acto de violencia directa
causa a la mujer.
Alcance
Durante los últimos 25 años, la comunidad internacional se ha pronunciado cada vez con más
claridad, definiendo la violencia contra la mujer y describiendo el alcance de esa violencia. Las naciones
del mundo han reconocido que la mujer es vulnerable a violencia que puede ser física, sexual, psicológica
o socioeconómica, o bien perpetrada en ámbitos privados (tales como el hogar) o públicos (entre ellos,
el lugar de trabajo y los centro de estudios). La comunidad internacional ha señalado además que el
Estado podría a veces legitimar tal violencia, ya sea activamente (es decir, con leyes que permiten la
violación dentro del matrimonio, o con crueles castigos a mujeres por delitos que se cree afectan el
“honor” del hombre), o bien por inacción (no castigando la violencia doméstica o perpetuando ideas
de que el hombre es más valioso que la mujer). La violencia del Estado comprende actos de agresión
a manos de personas asociadas al gobierno, por ejemplo, policías, guardias de prisión, guardias de
campamentos de refugiados, oficiales de frontera.
La violencia contra la mujer puede corresponder a varias categorías amplias, muchas de estas
comunes a determinados escenarios, países o regiones. Puede adoptar la forma de violencia física,
sexual, emocional y económica. Algunas de las formas comunes son la violencia doméstica y de pareja,
la violencia sexual (incluida la violación), el acoso sexual y, en el período siguiente a los conflictos
armados y a las situaciones de emergencia, la explotación sexual, la trata de blancas y prácticas crueles
tales como la mutilación genital/circuncisión femenina (MGF/EGF) y el matrimonio forzado e infantil.
7) Galtung, “Cultural Violence” (Violencia cultural), 295.
115
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Algunas de las formas menos documentadas son los crímenes de honor, el femicidio, la selección de
sexo prenatal, el infanticidio femenino, el abuso económico, la violencia política, el abuso a las ancianas,
la violencia relacionada con la dote y el ataque con ácido. Quienes cometen estos tipos de actos de
violencia pueden ser el Estado y sus representantes, familiares directos (incluido el cónyuge), amigos,
pareja u otros allegados, y desconocidos.8
Mujeres y niñas son además especialmente vulnerables a la violencia sexual, la cual a menudo
sufren en la “seguridad” de su hogar. Algunos estudios nacionales revelan que hasta un 70% de las
mujeres son víctimas de violencia física y/o sexual a manos de su pareja a lo largo de su vida. Alrededor
de 120 millones de niñas en todo el mundo (poco más de una de cada diez) han sido forzadas a tener
relaciones o realizar otros actos sexuales en algún momento de su vida. Por lejos, quienes más cometen
actos de violencia sexual contra jóvenes y niñas son los cónyuges o ex cónyuges, parejas o novios.9
Cerca de un tercio (30%) de todas las mujeres que han estado en una relación sufre violencia física
o sexual a manos de su pareja. Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la
incidencia de la violencia de pareja llega al 23,2% en los países de altos niveles de ingresos, al 24,6%
en la región del Pacífico Occidental, al 37% en la del Mediterráneo Oriental y al 37,7% en el Sudeste
Asiático.
Mundialmente, del total de asesinatos de mujeres, los cometidos por la pareja alcanzan el 38%.
Además de la violencia de pareja, el 7% de las mujeres del mundo denuncian haber sido atacadas
sexualmente por alguien que no era su pareja, aunque son más limitados los datos disponibles sobre
este tipo de ataques. En su gran mayoría, los actos de violencia de pareja o de violencia sexual que
cometen los hombres tienen por víctimas a mujeres.10
Tras el ataque sexual, las niñas pueden sufrir aún más victimización en el hogar y en su comunidad.
Las comunidades suelen condenar moralmente a las niñas si las expectativas culturales o religiosas
locales atribuyen a ellas la responsabilidad por haber sido atacadas. Muchas sociedades dan gran valor
a las niñas que permanecen vírgenes, ya que se considera valdrán más en los intercambios que se
hagan cuando se las case. En tales circunstancias, a las niñas les quedan muy pocas opciones, por lo
cual son presa fácil de la explotación por medio de la prostitución, la esclavitud, el trabajo infantil y la
trata.
A lo largo de su vida, niñas y mujeres siguen corriendo el riesgo de sufrir violencia de género. En los
lugares de trabajo, las mujeres enfrentan otras formas de abuso y discriminación que van desde el acoso
sexual y la paga desigual, a pocos beneficios por maternidad, todo lo cual aumenta su vulnerabilidad a
la pobreza y, por ende, a condiciones que las hacen más vulnerables a sufrir violencia y salud precaria.
El conflicto armado, en especial dentro de los Estados, es lo que quizás haya llamado más la
atención al tema de la violencia de género en los últimos años. Aunque últimamente ha aumentado la
victimización de mujeres en los conflictos bélicos, también ha aumentado la participación de estas en
las guerras como integrantes de fuerzas o grupos armados. Por ejemplo, en las guerras revolucionarias
o contrainsurgencias, que a menudo se dieron en el Hemisferio Sur, cada vez más mujeres actuaron en
las fuerzas armadas, aunque en algunos casos no voluntariamente sino por coacción.
116
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
En algunos conflictos, los grupos armados apuntan a la victimización de mujeres y niñas como
táctica calculada para desestabilizar a la sociedad y obtener ventajas políticas, militares o económicas.
Algunas de las manifestaciones más chocantes de ello se dieron en los conflictos de Ruanda y la ex
Yugoslavia. Se estima que entre 250.000 y 500.000 mujeres fueron violadas durante el genocidio de
Ruanda de 1994. La violencia sexual fue un rasgo característico de la guerra civil que se prolongó
durante 14 años en Liberia. Durante el conflicto de principios de la década del 1990 en Bosnia, se
estima que fueron violadas entre 20.000 y 50.000 mujeres.11
En los conflictos, se ha forzado a reclutas a cometer actos tan atroces como violar a familiares
para cortar sus lazos con la comunidad y ligarlos al grupo armado. Algunos grupos utilizan prácticas
de violación en grupo para generar cohesión dentro de las unidades e incrementar su tolerancia a la
violencia. Esos grupos perpetúan la idea de que “los varones son varones” y reafirman las creencias de
que el saqueo y el vandalismo son parte inevitable de la guerra, y de que la violación es una gratificación
de guerra. Existe evidencia además de que se ha ejercido violencia sexual en mujeres/niñas detenidas
para obligarlas a revelar información.
La violación de mujeres con el deliberado propósito de infectarlas de HIV/SIDA agregó otra atroz
dimensión a esta forma de crimen de guerra. Aun cuando la infección no sea el propósito deliberado,
suele aparecer a raíz de la violación. El índice de infección por VIH/SIDA aumenta notablemente en los
escenarios de conflicto armado — clara consecuencia de utilizar la violación como arma de guerra.
Mujeres y niñas que huyen de conflictos armados son mayoría entre los refugiados y personas
internamente desplazadas del mundo. Vivir en esas condiciones inseguras las torna más vulnerables
al acoso y al ataque sexual. Aun algunos de sus supuestos protectores — pacificadores y trabajadores
humanitarios — han sido a veces sus victimarios (ver la lección 9).
Otro efecto secundario del conflicto armado es la trata de personas para usarlas como mano de
obra, prostitutas o esclavas. El tráfico de niños y niñas para usarlos como soldados ha sido un fenómeno
de gran repercusión en algunas regiones tales como la del río Mano de Liberia, Guinea y Sierra Leona,
y la de los Grandes Lagos de África.
Causas de raíz
¿La violencia contra la mujer encuentra sus raíces en la violencia inherente al hombre y la
naturaleza pacífica de la mujer? Las explicaciones tradicionales de la violencia de género suelen atribuir
la responsabilidad a los hombres, quienes ostentan un control desproporcionado de las instituciones
políticas con facultades para crear milicias y hacer la guerra. Por ende, no es poco común oír decir
que los instigadores de las guerras son los hombres, que son “naturalmente agresivos” y trabajan en
sistemas dominados por hombres. Tales argumentos vienen acompañados por la contrapartida: las
mujeres son “pacíficas”; aborrecen la violencia y no buscan conquistar a otros.
Aun quienes no creen que son biológicas e inherentes las tendencias de los sexos a la agresión o
al pacifismo, pueden de todos modos argumentar que, por razones culturales, son los hombres los que
militarizan a la sociedad y que son las mujeres las que tienen el máximo potencial para traer la paz al
11) Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas: UNiTE para terminar con la violencia contra la mujer. “Violencia contra la mujer: la
situación”, DPI/2546A, Noviembre de 2011.
117
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Mortalidad infantil »
Se reconoce ahora en todo el mundo que la lucha de la mujer
por sobrevivir se inicia en una etapa muy temprana de su ciclo
de vida. Ello puede apreciarse en el índice de mortalidad de
las niñas de 1 a 4 años de edad, que en algunos lugares es
mucho más alto que el de los varones del mismo grupo etario.
Hay países donde a las niñas sistemáticamente se las mata
de hambre, se les niega atención médica y son abandonadas
por sus familias debido a que culturalmente se prefiere a
los varones. En algunas regiones, es probable que este sea
un factor determinante del desequilibrio demográfico entre
hombres y mujeres.
mundo. En general, quienes abogan por una mayor participación de la mujer en los procesos de paz y
la gobernanza se basan en esa suposición. Sostienen que las mujeres en posiciones de poder político es
menos probable que elijan estrategias militaristas para solucionar los problemas, y que habría menos
118
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
119
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
9. Para cada una de las situaciones siguientes, indique si se la describe mejor como
violencia directa, violencia cultural o violencia estructural.
10. Combine cada uno de los niveles del Modelo ecológico para comprender la violencia
de la columna A con los factores de riesgo asociados de la columna B.
Columna A Columna B
1. A nivel de la sociedad A. Conflicto conyugal; control de los bienes y de la toma de
decisiones de la familia por parte del hombre; disparidades de
edad y nivel educativo entre los cónyuges
2. A nivel individual B. Falta de oportunidades económicas para los hombres;
influencia negativa de sus pares de la sociedad; y aislamiento
de las mujeres de su familia y sus pares
3. A nivel de la comunidad C. Presenciar violencia conyugal o sufrir abuso en la niñez;
tener un padre ausente o que lo rechace; y abuso de
sustancias
4. A nivel de las relaciones D. Normas sociales que otorgan o toleran el control de la
conducta de la mujer por parte del hombre; aceptación de la
violencia como método de resolución de conflictos; conceptos
de masculinidad ligados al dominio, el honor o la agresión; y
roles de género rígidos
120
LECCIÓN 4 | Violencia: definiciones, causas y teorías
Respuestas »
1. D
2. La violencia hacia una persona por su género y por las expectativas sobre su rol en una sociedad o cultura.
3. Matrimonio infantil; mutilación genital femenina; abuso físico, sexual y psicológico; incesto, prostitución infantil y
pornografía.
6. C
7. Que la fisiología del cerebro se altera por la exposición a situaciones violentas traumáticas y que, a su vez, produce
reacciones anormalmente violentas a estímulos que de otro modo no ocurrirían.
8. A
9. Violencia directa: B; E;
Violencia cultural: A; C;
Violencia estructural: D; F
121
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
122
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Mujeres baten palmas al ritmo de la música en una celebración del Día Internacional de la Mujer organizada por el Ministerio de
condición y derechos de la mujer en Puerto Príncipe. 8 de marzo de 2010. Foto de ONU #430491 por Sophia Paris.
123
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Se trata de lecciones de importancia crucial para los pacificadores: aprender a ver las cosas desde el
punto de vista del otro, evitar juzgar al otro y respetar otras culturas. A esta suerte de apertura mental
a las culturas de otras personas podemos llamarle “relativismo cultural”.
En su acepción más amplia, el relativismo cultural se refiere a una actitud o filosofía de que todas
las culturas son iguales y de que todos los valores y prácticas son relativos a las culturas específicas de
las que surgen o están relacionados con estas. Por tanto, primero se los deberá entender y evaluar en
el marco de sus contextos culturales.1
Independientemente de si las prácticas de una persona sean culturales y en qué sentido, ¿está
bien exigirle que las cambie? De ser así, ¿cuándo está bien y cómo debería hacerse? Como se señalaba
anteriormente, en las clases sobre diferencia y sensibilidad cultural se suele destacar la importancia de
respetar las prácticas de la gente de una cultura distinta a la propia, y de no interferir en estas.
No cuesta tanto respetar otras culturas cuando las diferencias son, por ejemplo, cómo se alimentan,
cómo se visten o caminan o qué hacen con cada mano. Tal vez usted haya caído en algún malentendido
cultural de esos que se dan cuando uno se enfrenta a una nueva cultura: hace algo inocente que
para los del lugar es ofensivo. Por lo general, con una disculpa suele bastar para subsanar ese tipo de
errores. La gente comprende esas diferencias culturales.
¿Pero qué pasa si la diferencia cultural que enfrenta implica herir a alguien? Si alguien está siendo
herido, ¿cómo sabe usted si lo que le está causando dolor es cultural? ¿Debería importar? De ser así,
¿en qué sentido? De no ser así, ¿por qué?
Quizás sea útil considerar varios escenarios que pueden o no implicar claramente una diferencia
cultural, porque pueden surgir dilemas en los que se deberá determinar si intervenir o no para proteger
al otro del daño, aun dentro de una misma cultura. Ese tipo de dilemas puede surgir, por ejemplo, en
relación con el cuidado de los niños. En algunas culturas, jamás se vería apalear o dar una golpiza a
un niño. En algunas culturas se prohíbe golpear a los niños con el mismo nivel de severidad con que en
otras se prohíbe la homosexualidad. En otras, puede haber una amplia gama de prácticas aceptables en
materia de cuidado infantil.
Algunos definen la violencia en función de si el acto es o no legítimo. En una sociedad que en general
percibe la violencia como ilegítima, un acto que es legítimo (o lícito) no se calificará como violento sino
como enérgico o letal (por ejemplo, “inyección letal” para la pena de muerte). Por otro lado, si el acto
es ilícito o si la persona que define el acto lo considera ilegítimo, es más probable que lo califique como
violento.
Este mismo principio — que la definición de un acto tiene que ver con si quien lo define lo considera
o no legítimo — se aplica a términos tales como “derechos humanos y cultura”, “práctica cultural”,
“tradicional”, “religiosa”, etc. Más aún, tiene que ver con el significado del término en cuestión para el
público al que va dirigida la definición. Por ejemplo, llamar a algo práctica tradicional cuando se está con
1) “Una definición simplificada de cultura sería: sistema de significados, creencias, valores y comportamientos implícitos y explícitos compartidos por los
integrantes de un grupo o comunidad, por medio de los cuales se interpreta y lleva a cabo la experiencia. La cultura determina cómo actuamos, cómo
nos relacionamos con los demás y cómo pensamos e interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor.” Naciones Unidas, “Módulo 5B de capacitación
genérica estándar de la ONU: conciencia cultural”.
124
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
jefes tribales que aprecian mucho las prácticas tradicionales es calificarlo como legítimo, y hasta bueno.
Llamar a lo mismo práctica tradicional en un salón lleno de adolescentes de una zona urbana puede dar
la idea de que es ilegítima, anticuada y mala.
Por ende, en buena medida, el poder de los términos y de sus definiciones dependen
por lo menos de:
• la identidad de quien los define (¿Se trata de una persona o de una institución? ¿Qué grado de
autoridad y poder tiene quien define? ¿Sobre quién?);
Por ejemplo, en el Reino Unido (como en muchos otros países), no es poco común (por más que sea
un delito) la violencia contra la mujer por parte de la pareja, el esposo u otro familiar directo. Antes de
que se organizaran campañas para ponerle fin, la violencia contra la mujer en el hogar no tenía nombre
específico. Ahora, en acciones tales como la “Campaña de tolerancia cero”,3 creada en 1992 y aún en
marcha, se definen tales prácticas como “violencia doméstica” ilegítima.4 Así, las campañas contribuyen
a que un amplio público de residentes del Reino Unido reconsidere y cambie sus ideas sobre la violencia
contra la mujer en el hogar.
125
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
126
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
• Los chicos y las chicas consideran el sexo forzado más aceptable que pegar;
• Más de la mitad de los jóvenes creen que las mujeres provocan la violencia en
algunas situaciones (por ejemplo, por cómo se visten, por flirtear); y
Para obtener más información y ver ejemplos de pósters de Tolerancia Cero, visite el sitio web <http://www.
zerotolerance.org.uk>.
En este caso, desde luego, los actores — tanto quienes cometen actos de violencia como quienes
son víctimas de esa violencia — también forman parte del público al que va dirigida esa nueva definición
por la que se califica de ilegítimos e inaceptables actos que antes se consideraban normales o tolerables.
Puede que al principio estén o no de acuerdo con esas nuevas definiciones. Con el tiempo, algunos
llegarán a aceptarlas, y algunos no.
127
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
En los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE), el 43% de las mujeres han
sufrido alguna vez en su vida alguna forma de violencia psicológica por parte de su
pareja. Según algunas estimaciones, de todas las mujeres que fueron víctimas de
homicidio en todo el mundo en 2012, cerca de la mitad fueron asesinadas por su pareja
o por familiares cercanos, en comparación con menos del 6% de los hombres durante el
mismo año. Unos 120 millones de niñas de todas partes del mundo (poco más de 1 de
cada 10) han sido forzadas a tener relaciones u otros actos sexuales en algún momento
de su vida. Por lejos, quienes más cometen actos de violencia sexual contra las jóvenes
son sus cónyuges o ex cónyuges, parejas o ex parejas, y novios o ex novios.i
En los Estados Unidos, más de una de cada tres mujeres y más de uno de cada cuatro
hombres han sido objeto alguna vez en su vida de violación, violencia física y/o acoso
por parte de su pareja. En el 74% de la totalidad de asesinatos y suicidios intervino
la pareja actual o pasada (cónyuge, pareja de hecho, ex cónyuge o novio/novia). De
estos, el 96% se trató de mujeres asesinadas por su pareja. La violencia interpersonal
es la principal causa de homicidios de mujeres y de muertes por lesiones durante el
embarazo.
El porcentaje de mujeres que consideran que tienen mala salud mental es casi tres
veces más alto entre aquellas con historial de violencia que las que no lo tienen.ii
128
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
i) ONU Mujeres, “Facts and figures: Ending violence against women” (Hechos y cifras: poner fin a la violencia contra la mujer), agosto
de 2018. Disponible en: <http://www.unwomen.org/en/what-we-do/ending-violence-against-women/ facts-and-figures>.
ii) Psychological Association (Asociación Estadounidense de Psicología), “Intimate Partner Violence” (Violencia de pareja), 2018.
Disponible en: <http://www.apa.org/topics/violence/partner.aspx>.
iii) Our Watch, “Facts and Figures” (Hechos y cifras). Disponible en: <https://www.ourwatch.org.au/Understanding-Violence/Facts-and-
figures>.
Cuando los actores o el público están en desacuerdo con quienes definen un término: el
Cuando los grupos de defensa de los derechos humanos internacionales de la mujer comenzaron a
luchar contra las prácticas de excisión de los genitales de las niñas, especialmente comunes en varios
países de África, hubo intensos debates sobre cómo llamar a esas prácticas. Algunos se resistían a
aceptar la frase “mutilación genital femenina” (MGF), porque el término “mutilación” tiene una fuerte
connotación negativa. Pocos términos podrían expresar más vívidamente el concepto de que esa práctica
es ilegítima.
Quienes se oponían al uso de un lenguaje tan negativo preferían frases más neutras tales como
“cirugía genital femenina”. Los defensores del término mutilación genital femenina (MGF) respondieron
que “cirugía” implicaba demasiada legitimidad, como si se tratara de un procedimiento quirúrgico
necesario realizado por médicos en un hospital, por el bien de una paciente. En algunas culturas se
podrán considerar profesionales de la salud a quienes realizan lo que aquí llamaremos “excisión genital
femenina” (EGF). Esta se realiza en muy diversas condiciones, desde relativamente seguras e higiénicas
a extremadamente riesgosas para la salud de la niña o de la mujer. Era problemático dar con un único
término que sirviera para múltiples tipos de prácticas realizadas por diferentes razones, en diferentes
culturas y en condiciones tan diversas.
Otro término para la práctica de alterar quirúrgicamente los genitales, “circuncisión”, hace aún más
evidente el poder de las definiciones y del lenguaje. “Circuncisión” es un término que se emplea para
describir la alteración de los genitales tanto masculinos como femeninos.5 En muchas de las culturas que
5) En los varones, la circuncisión es un procedimiento más uniforme en el que se remueve parte del prepucio. Puede hacerse a cualquier edad. En
algunos países (en especial en Estados Unidos) se realiza casi exclusivamente poco después del nacimiento; en otros, como ocurre con la EGF, en la
pubertad, o bien entre los 4 y los 16 años de edad.
129
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
practican la escisión genital femenina (EGF), también se circuncida a los niños varones. En otros países,
en particular en los Estados Unidos, la circuncisión de niños varones es una práctica de rutina, mientras
que la de niñas, por más acotado que sea el procedimiento, es ilegal.6 Para lograr que se priorizara la
escisión genital femenina (EGF) como problema de derechos humanos de la comunidad mundial, muchos
de quienes se oponían a la práctica consideraron que era necesario hacer una distinción lingüística
tajante entre las prácticas de alteración de los genitales de los niños varones y las de las niñas. Así,
“circuncisión” femenina, al igual que “cirugía” y “escisión”, dieron paso al término “mutilación”.
Tiene sentido esta insistencia en separar las prácticas de circuncisión femenina de la masculina.
La gama más amplia de prácticas que intervienen en la alteración de los genitales femeninos incluyen
infibulación y otros procedimientos muy riesgosos que pueden llegar a poner en riesgo la vida. Quienes
apoyan la circuncisión masculina sostienen que se trata de un procedimiento relativamente indoloro
e inocuo que brinda algunos beneficios a la salud. Aunque es motivo de debate, ninguno de los tipos
de circuncisión masculina que se realizan masivamente hoy en día implican riesgo de muerte, grave
debilitamiento ni riesgo de infertilidad para el niño, como sí lo son prácticas ampliamente difundidas de
escisión genital femenina (EGF).
Al menos 200 millones de mujeres y niñas que viven hoy han sido sometidas a mutilación
genital femenina (MGF) en los 30 países con datos estadísticos de la prevalencia de esta
práctica. En la mayoría esos países, la mayoría sufrieron ablación antes de los 5 años de
edad.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 6.000 niñas por día
(más de 2 millones por año) son objeto de MGF. La OMS ha hecho una clasificación y
determinado cuatro tipos de MGF:
• Tipo II: Resección parcial o total del clítoris y de los labios menores.
• Tipo IV: Todo otro procedimiento lesivo de los genitales femeninos, a saber,
perforación o incisión del clítoris y/o de los labios; estiramiento del clítoris y/o de los
labios; cauterización del clítoris y tejido circundante.
130
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Las razones por las cuales se realiza la mutilación genital femenina varían de una región
a otra, y también en el transcurso del tiempo, e incluyen una combinación de factores
socioculturales que pesan dentro de las familias y las comunidades. Las razones que se
citan con más frecuencia son:
• La MGF suele ser considerada parte necesaria de criar a una niña y una manera de
prepararla para la adultez y el matrimonio.
• Las creencias sobre lo que se considera conducta sexual aceptable a menudo impulsan
a realizar la MGF. Se procura garantizar la virginidad previa al matrimonio y la fidelidad
en este. En muchas comunidades se cree que la MGF debilita la líbido de la mujer y
que, en consecuencia, la ayuda a resistirse a mantener relaciones sexuales fuera del
matrimonio. Cuando se sutura o estrecha la abertura vaginal (tipo III), se prevé que
el temor a que se abra, con el consecuente dolor físico, y a que ello se descubra,
disuadirá aún más a las mujeres con este tipo de MGF de involucrarse en relaciones
sexuales extramatrimoniales.
• La MGF tiende a hacerse más cuando se cree que aumenta las posibilidades de dar a
la hija en matrimonio.
• Se la asocia con los ideales culturales de femineidad y recato, que incluyen la noción
de que las niñas son bellas y puras una vez que se les quitan las partes del cuerpo
consideradas impuras, poco femeninas o masculinas.
131
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
• Los líderes religiosos adoptan diversas posiciones con respecto a la MGF: algunos
la promueven, otros la consideran irrelevante para la religión y otros bregan por su
eliminación.
• La mayoría de las sociedades en las que se realiza MGF la consideran una tradición
cultural, lo cual suele ser un argumento para seguir haciéndola.
Fuente: Organización Mundial de la Salud, “Mutilación genital femenina”, 2018. Disponible en: <http://www.who.int/news-room/fact-
sheets/detail/female-genital-mutilation>.
Niños en un lugar de recolección de agua del emplazamiento 1 para la protección de civiles de Yuba, Sudán. 4 de mayo de
2018. Foto de ONU #761273 por Nektarios Markogiannis.
132
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
“Detener la mutilación genital femenina es desde hace años una prioridad mundial.
Pero Anne Soy, de la BBC, ha venido dialogando con un grupo de mujeres de Kenia que
defienden la MGF, como se la suele llamar. Asistió a una asamblea a la que concurrieron
más de mil mujeres de ocho clanes pertenecientes a la tribu Maasai de Kenia.
Dijeron que nadie las consultaba aun cuando el país estaba creando leyes por las que
se prohibía la ablación, y que por ello se sentían discriminadas y necesitaban que se las
escuchara’ –comenta Soy.
En 2001, Kenia promulgó una ley declarando delito la mutilación genital femenina, en
especial en niñas menores de 18 años de edad. Entró en vigor en 2011.
La asamblea de las mujeres Maasai fue parte de una serie de encuentros que surgieron
tras un caso judicial en el que se llevo a juicio a los padres de una niña que fue
circuncidada y murió a raíz de ello. Las mujeres dijeron a Soy que la práctica les ha sido
legada de generaciones anteriores y no ven ninguna razón para detenerla. Alegan además
que a los hombres también se los circuncida, práctica que ha sido promovida porque
puede llegar a reducir la incidencia del VIH/SIDA.
Soy plantea que, para las mujeres Maasai, la MGF es un importante rito de pasaje de una
etapa a otra de la vida. –Marca el momento en que una niña deja de ser niña y pasa a
ser mujer. Para ellas, si una joven no está circuncidada, no es mujer y no está apta para
cumplir con ciertas tradiciones –dice.
Soy señala un estudio realizado en 2009 que reveló que 7 de cada 10 niñas Maasai son
sometidas a MGF. Dice que las pocas mujeres Maasai que han abandonado esa práctica
han sido objeto de rechazo por parte de la comunidad.
Soy cuenta que la primera vez que pensó en contar esta historia, tuvo temor, porque
proviene de una comunidad étnica que tradicionalmente viene practicando la ablación. –Sé
por mi propia cultura que a una mujer que no ha sido circuncidada se la considera niña,
por oposición a una que sí lo ha sido. Creí que eso sería una barrera –dice."
Fuente: <https://www.pri.org/stories/2014-07-02/why-do-these-women-kenya-support-female-genital-mutilation>.
133
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
134
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Global Citizen informó que en 2018, Ellen Johnson Sirleaf, la presidente saliente de
Liberia, firmó un decreto ejecutivo por el que se declaró ilegal la mutilación genital
femenina —“largamente esperada victoria para las mujeres del país del África
Occidental.”iv Según UNICEF, cerca de la mitad de las mujeres y niñas de Liberia han
sido sometidas a MGF, siendo desproporcionalmente afectadas por esta práctica las
mujeres y niñas de las clases socioeconómicas más bajas.
Aunque el proyecto de ley de MGF solo protege a las niñas menores de 18 años, “el
decreto de Sirleaf representa una batalla que costó mucho ganar y que sienta las bases
para una legislación futura más contundente.”vi
iv) Global Citizen, “La primera presidente mujer de África prohíbe la MGF el último día de su mandato”, 22 de enero de 2018
Disponible en: <https://www.globalcitizen.org/en/content/liberia-sirleaf-fgm-ban-womens-rights-equality/>.
v) Global Citizen, “La primera presidente mujer de África prohíbe la MGF el último día de su mandato”.
vi) Global Citizen, “La primera presidente mujer de África prohíbe la MGF el último día de su mandato”.
Como ocurre con la EGF, la circuncisión masculina es una práctica cultural, religiosa o tradicional. Es
un ritual de gran significación para muchas comunidades judías, y también para algunas comunidades
musulmanas. Sin embargo, es también un procedimiento que se realiza en buena medida por razones
estéticas. La gran mayoría de los niños varones que nacen en los Estados Unidos son circuncidados poco
después de nacer. Por ende, a muchos estadounidenses les parece extraño o desagradable ver penes no
circuncidados (al igual que a muchos provenientes de naciones africanas donde la EGF es una práctica
de rutina les parecen desagradables los genitales “sin excisión”).
Sin embargo, las tradiciones, las culturas y los valores estéticos pueden cambiar, y de hecho
cambian. La circuncisión masculina ha caído en descrédito en muchos países donde antes era una
práctica muy extendida:
135
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Víctimas de la violencia entre tribus reciben atención en un hospital de Akobo, Sudán. La violencia intertribal aumentó
vertiginosamente en el estado de Jonglei, donde cientos de civiles murieron en una serie de graves enfrentamientos.
14 de mayo de 2009. Foto de ONU #395913 por Tim McKulka.
Considere cómo se trata la muerte violenta de mujeres en las discusiones y los documentos sobre
los derechos humanos de la mujer. En los cuadros siguientes se presenta una selección de estadísticas
sobre el número de mujeres asesinadas por familiares cercanos o por la pareja (usualmente el esposo
o novio), o bien por desconocidos por ningún motivo aparente a no ser que la víctima fuera mujer. En
la inmensa mayoría de los documentos e informes sobre derechos humanos en los que se describen los
primeros dos tipos de asesinatos, se describen esos incidentes como “crímenes de honor”, “crímenes
por la dote” o “quema de la esposa”, y se los categoriza como “prácticas tradicionales [o culturales]
dañinas”. En cambio al tercer tipo habitualmente se lo llama “asesinato”, “homicidio”, “violencia
7) Dena S. Davis, “Male and Female Genital Alteration: A Collision Course with the Law?” (Alteración genital masculina y femenina: ¿en conflicto con la
ley?), Health Matrix: Journal of Law-Medicine, tomo 11, verano de 2001.
136
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
doméstica” o “asesinatos en serie”. Nada en esta forma de expresión indica que haya nada de cultural
en esa clase de violencia.
¿Cómo se explica esto? Por ejemplo, las estadísticas criminales de diferentes culturas muestran
que, hasta hace muy poco, los asesinatos en serie eran un fenómeno que se daba casi exclusivamente
en naciones desarrolladas (por ejemplo, en Bélgica, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos,
etc.). Aunque mujeres y niñas no son las únicas víctimas de la violencia doméstica ni de los asesinatos
en serie, ni tampoco son hombres los únicos que los cometen, se justifica prestar especial atención a la
muerte de mujeres en el hogar y en los asesinatos en serie por dos razones fundamentales: En primer
lugar, la relativamente menor vulnerabilidad de las mujeres al asesinato en general (en la mayoría de
las sociedades occidentales, solo entre un cuarto y un tercio de las víctimas de asesinato son mujeres)
hace que los asesinatos en serie y en el hogar figuren de manera desproporcionada como causas de
muerte de mujeres.
En segundo lugar, cuando tanto quienes asesinan en el hogar como quienes lo hacen en serie
apuntan a víctimas del sexo opuesto, en la inmensa mayoría de los casos se trata de hombres que
atacan a mujeres. Estos crímenes y delitos conexos, tales como la violación y la tortura sexual, tienden
a conllevar una poderosa carga de misoginia u odio hacia la mujer en general. Dado que estos actos
reflejan una hostilidad más amplia hacia la mujer, causan en la población femenina de las sociedades
desarrolladas una sensación de miedo que va más allá del que puedan justificar las mediciones
estadísticas por sí solas. A consecuencia de los propios crímenes y delitos, y de cómo los amplifican los
medios, las mujeres de las naciones desarrolladas le temen a la violencia a manos del hombre mucho
más de los que los hombres le temen a la violencia a manos de otros hombres o de mujeres, por más
que los hombres también puedan ser víctimas de homicidio en el hogar y de asesinatos seriales. Se
podría decir que estos son fenómenos culturales que inspiran miedo y afectan la libertad de movimiento
de las mujeres en ámbitos públicos, mientras que la violencia doméstica tiende a poner en riesgo la
salud y la seguridad de la mujer en el hogar.
Las muertes de mujeres por la dote ocurren cuando son asesinadas o llevadas a cometer
suicidio por el sistemático acoso y tortura de sus esposos y familiares políticos en un
esfuerzo por obtener una dote mayor. En algunas naciones, a las mujeres puede dárseles
muerte porque la familia del cónyuge considera que la dote o la riqueza que aporta al
matrimonio es insuficiente y eso constituye una afrenta al honor de la familia. Según
UNICEF, 5.000 mujeres pierden la vida cada año en la India a causa de muertes por la
dote. Aunque estas normalmente no se registran como asesinatos por honor, presentan
un patrón similar. Más aún, muchas formas “comunes” de violencia doméstica contra las
mujeres, sean o no de consecuencias fatales, tienen que ver con que se considera que
han transgredido lo que el hombre siente como honor personal. Esto a menudo lo torna
patológicamente posesivo y celoso, al punto de llegar a asesinar a su pareja y a sus
familiares cercanos.
137
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Las muertes por la dote se dan en Australia, Bangladesh, India, Irán y Paquistán. En
2010, India informó que el número de muertes por la dote había alcanzado la cifra
récord de 8.391, es decir, 1,4 por cada 100.000 mujeres. La Dirección nacional de
registro de delitos informa que se registraron aproximadamente 8.331 casos de muertes
por la dote en la India en 2011.vii Considerando su población, Paquistán tiene el más
elevado índice de muertes por la dote, a saber, 2,45 por cada 100.000 mujeres o 2.000
por año. En 2013, Bangladesh informó que 4.470 mujeres habían sido víctimas de
violencia relacionada con la dote durante un período de 10 meses, lo que equivale cada
año a 7,2 recién casadas por cada 100.000 mujeres bengalíes.
vii) ONU Mujeres, “Confrontando la violencia relacionada con la dote en la India: la justicia centra su atención en las mujeres”, 24
de diciembre 2012. Disponible en: <http://www.unwomen.org/en/news/stories/2012/12/confronting-dowry-related-violence-in-
india-women-at-the-center-of-justice>.
viii) Juliette Terzieff, “Pakistan’s Fiery Shame: Women Die in Stove Deaths” (El bochorno de Paquistán: mujeres mueren víctimas de
muerte en el horno), Women’s eNews, 27 de octubre de 2002. Disponible en: <https://womensenews.org/2002/10/pakistans-
fiery-shame-women-die-stove-deaths/>.
Según Uma Narayan, catedrática de filosofía de Vassar College, Estados Unidos, la llamada práctica
cultural/tradicional de “crimen por la dote” es en realidad un fenómeno de la época moderna. Aunque
lo de la dote es práctica tradicional en algunas comunidades, Narayan rastrea el origen de la epidemia
de asesinatos relacionados con la dote y lo encuentra en la década del 1970, con el desarrollo de una
economía de mercado y su expansión asociada a la cultura del consumo.8 Describir esos asesinatos
como expresión de la cultura o la tradición aporta poco y nada para explicarlos, sostiene Narayan.
Plantea en cambio que tales crímenes se consideran “la forma más extrema de violencia doméstica que
puede darse en la India (donde con demasiada frecuencia se recurre a la quema con fuego)”.
Empleando la definición de violencia cultural de Johan Galtung (ver la lección 4), la violencia doméstica
en todas partes es una forma de violencia directa legitimada o justificada por la aceptación cultural
generalizada de la violencia contra familiares cercanos. Si esa violencia apunta desproporcionadamente
a la mujer, como ocurre en todos los países que recaban datos estadísticos sobre violencia doméstica,
entonces Galtung plantearía además que en la cultura de esos países está arraigada la suposición de
8) Uma Narayan, Dislocating Cultures: Identities, Traditions, and Third World Feminism (Nueva York, NY: Routledge, 1997), 85–109.
138
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
que la mujer tiene un grado inferior de humanidad. Muchos estudiosos de la violencia contra la mujer
coinciden en que esta, por lo menos en parte, es propiciada y perpetuada por las creencias culturales
en el status inferior de la mujer con respecto al hombre. Tanto en las naciones desarrolladas como
en las en vías de desarrollo, existen ejemplos de asesinatos de mujeres perpetrados por hombres en
nombre del honor patriarcal, así como también de sistemas de justicia penal indulgentes con aquellos
hombres que han cometido actos de violencia contra mujeres por manchar su honor con algún acto
desobediencia o adulterio.
Las muertes por honor son asesinatos que se cometen en defensa de lo que se considera
el honor individual, familiar o de la comunidad. En el caso de las muertes por honor de
mujeres y jovencitas, se suele considerar que la víctima se ha comportado de manera
sexualmente inmoral, indigna o provocativa. La conducta “inmoral” puede adoptar la
forma de infidelidad matrimonial, negarse a someterse a un matrimonio arreglado, pedir
el divorcio, coquetear o recibir llamadas telefónicas de hombres, no servir una comida a
tiempo o “permitirse” ser violada. En un caso que tuvo gran repercusión, una mujer fue
degollada porque un admirador acordó dedicarle una canción en la radio.
Como ilustran esos ejemplos, las muertes de mujeres y jovencitas por honor reflejan
tradiciones patriarcales que perduran. Paradójicamente, se percibe a las mujeres, “por
un lado, como frágiles criaturas que necesitan protección, y por el otro, como malvadas
Jetzabeles de quienes necesita protegerse la sociedad”, según la periodista canadiense.ix
Según la tradición patriarcal, dado que el hombre es el único protector de la mujer, debe
tener sobre esta control absoluto. Si se viola su protección, pierde el honor porque no ha
sido capaz de protegerla.
Algunos países de Oriente Medio y América Latina institucionalizan la “defensa del honor”
en los tribunales de justicia, permitiendo a padres y esposos salir impunes de cargos de
asesinatos. En 12 países latinoamericanos, se exime de responsabilidad a un violador
si ofrece casarse con la víctima y ella acepta. La familia de la víctima con frecuencia la
presiona para que se case con el violador, con lo cual creen que se restituirá el honor a
la familia.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) estima que 5.000 mujeres son
asesinadas anualmente en crímenes de honor en todo el mundo, incluidos, entre otros,
Bangladesh, Brasil, Ecuador, Egipto, India, Israel, Jordania, Marruecos, Paquistán,
Suecia, Turquía, Uganda y el Reino Unido. La Policía cree que puede que en el Reino
Unido llegue a haber cada año 12 asesinatos por honor.
ix) Sally Armstrong, “Honour’s Victims” (Víctimas del honor), Chatelaine, marzo de 2000.
139
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
La cuestión sigue siendo: ¿por qué se insiste en calificar como “culturales” algunas formas de
violencia hacia la mujer cuando a otras formas se las llama “asesinato”? ¿Qué pasaría si llamáramos al
asesinato en serie “práctica tradicional dañina” o fruto de creencias culturales profundamente arraigadas
sobre la mujer? ¿Percibiríamos de otra manera los crímenes por la dote si se les llamara simplemente
asesinato u homicidio? ¿Por qué no se llama a todos los asesinatos de mujeres por celos o amor propio
crímenes de honor? Y, si vamos al caso, ¿por qué los crímenes de honor de hombres por hombres —
tales como los que se cometen por venganza o vendetta — no se consideran violencia de género? Las
respuestas a estas preguntas están estrechamente entrelazadas con la política en materia de asignar
denominaciones.
En Australia, promedialmente una mujer es asesinada cada semana por su pareja actual
o ex pareja.xi De los 260 casos de homicidios ocurridos en el período 2007-2008 en
Australia, la mayoría (52%) fueron catalogados como homicidios domésticos en los que
una o más víctimas tenían relación de familia o de pareja con el matador. 31% fueron
causados por la pareja. El 55% de las víctimas mujeres de homicidio fueron asesinadas
por su pareja, en comparación con el 11% de víctimas hombres de homicidio. La gran
mayoría de los casos se registraron dentro de la población originaria; una de cada cinco
víctimas (el 20%) fueron mujeres nativas, como también lo fueron uno de cada cuatro
matadores (24%). La mayoría de los homicidios cometidos en Australia (70%) durante
el período 2007–2008 se produjeron en alguna residencia, casi siempre, en la de la
víctima (53%). Una gran proporción de los homicidios domésticos (84%) se produjeron
en ubicaciones residenciales; de ahí que el escenario más probable de homicidio de una
mujer australiana sea su propia casa, a manos de su pareja.xii
x) Ayuda en homicidio por violencia doméstica, “Estadísticas de violencia doméstica”, 2018. Disponible en: <http://
domesticviolencehomicidehelp.com/statistics/>.
xi) Our Watch, “Facts and Figures” (Hechos y cifras). Disponible en: <https://www.ourwatch.org.au/Understanding-Violence/Facts-
and-figures>.
xii) Parlamento de Australia, “Domestic violence in Australia—an overview of the issues” (Violencia doméstica en Australia –
perspectiva general sobre el tema), 22 de noviembre de 2011.
140
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Los crímenes seriales de mujeres, aunque mucho menos frecuentes que los asesinatos
domésticos, han influido en cómo viven su vida las mujeres en el mundo desarrollado
y el mundo en vías de desarrollo. A fines del siglo XIX, “Jack el destripador” asoló las
calles del barrio pobre londinense de Whitechapel, dando origen a una tendencia, el
asesinato en serie de prostitutas, que se mantiene hasta nuestros días. Durante el
siglo XX, muchos asesinos seriales acecharon a mujeres en los Estados Unidos, entre
ellos Ted Bundy, Richard Ramírez, Gary Ridgeway y Richard Speck. Otras sociedades
desarrolladas, tanto capitalistas como comunistas, han conocido asesinos seriales de
mujeres, entre estas Alemania (Bruno Ludke asesinó a por lo menos 80 mujeres de 1928
a 1943), Polonia (Lucian Staniak mató a 20 mujeres en la década de 1960) y Francia
(Thierry Paulin y Jean-Thierry Mathurin tuvieron por víctimas a ancianas parisienses
entre 1984 y 1987).
La historia de los derechos humanos internacionales suele contarse por “generaciones”. En esta,
los derechos de primera generación son los que tienen que ver con la propiedad, la seguridad física
(derecho a no ser torturado, derecho a no ser injustamente encarcelado, etc.) y la participación política
(libertad de reunión, etc.). En su mayoría (aunque no exclusivamente), se los denomina “derechos
negativos”, porque describen cosas que los gobiernos no están autorizados a hacerles a los ciudadanos.
En efecto, en virtud de los derechos de primera generación, los Estados no pueden torturar ni apresar
a sus ciudadanos sin juicio, ni negarle a una persona el derecho de una persona a participar en la vida
cívica y política. Tales derechos se asocian histórica y culturalmente a las declaraciones de derechos de
Francia y Estados Unidos. Se basan en la concepción de que las personas tienen el derecho fundamental
e inalienable a ser independientes unas de otras y de toda afiliación u obligación que tengan como
grupo. Esas declaraciones surgieron de contextos culturales en los que quienes definían esos derechos
sentían que era importante liberarse de regímenes religiosos y políticos opresivos. El Pacto Internacional
141
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
de Derechos Civiles y Políticos de la ONU (ICCPR por su sigla en inglés), que entró en vigor en 1976,
consagra esos derechos de primera generación.
Los derechos de segunda generación son los que se refieren a temas económicos tales como el
derecho a la atención médica, la educación, la vivienda, el alimento y el agua limpia. Estos se plasman en
el Pacto Internacional de la ONU sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR), que entró
en vigencia en 1976. A veces se los llama “derechos positivos”, porque suelen referirse a obligaciones
de los Estados de tomar medidas efectivas para asegurar que sus ciudadanos accedan a beneficios
tales como atención médica adecuada, educación, alimento, refugio, etc. En lugar de simplemente
abstenerse de hacer algo, como pasa con los derechos negativos, los derechos positivos exigen a los
Estados hacer algo.
Debido a las disparidades mundiales entre los países en cuanto a la riqueza y los recursos, ha
variado significativamente el grado de apoyo prestado por las diversas naciones a los diferentes tipos
de derechos humanos. Por ejemplo, las naciones más pobres del sur se han mostrado más interesadas
en presionar para que se adopten medidas tendientes a asegurar el respeto mundial por los derechos
económicos, ya que la desigualdad económica global determina que para los países en vías de desarrollo
sea difícil adquirir los recursos necesarios para garantizar otros derechos (tales como a la atención
médica, al agua limpia y a la educación). Las naciones económicamente menos poderosas, a veces
criticadas por no proteger los derechos civiles y políticos, en algunos casos han llamado la atención a
los derechos económicos, porque las naciones más ricas son vulnerables a críticas a este respecto. Por
ejemplo, Estados Unidos no da a sus ciudadanos derecho universal a la vivienda, y muchas ciudades
estadounidenses tienen graves problemas con las personas sin techo.
Los derechos de tercera generación son los derechos ambientales, el derecho a la autodeterminación
de las naciones y los pueblos, y los derechos de las minorías originarias. Esta generación de derechos
surgió en parte de los muchos movimientos anticolonialistas del hemisferio sur, pero además ha ido más
allá del pos-colonialismo para incluir diversos movimientos de lucha contra el racismo y las persecuciones
en masa.
142
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Los conflictos por los derechos humanos implican historias de colonialismo por lo menos de
dos maneras. En primer lugar, si bien el concepto de estándares generales mínimos que rigen el
comportamiento y trato para con las demás personas se ve en todas las sociedades humanas, la
articulación de esos estándares en el lenguaje de los derechos individuales es particularmente potente
en las naciones de Europa Occidental y en sus colonias. Irónicamente, muchas de las leyes que protegen
los derechos individuales surgieron de naciones que, al mismo tiempo, tenían leyes que permitían la
esclavitud; la colonización y sometimiento de otros pueblos; y el trato desigual a los ciudadanos en
función de raza, sexo, riqueza, religión u otros parámetros sociales. Esa historia ha llevado a que
muchos en el mundo no confíen en la sinceridad, potencia y legitimidad de las normas de derechos
humanos que consideran tienen origen espurio.
En segundo lugar, las inequidades actuales y permanente entre las naciones más y menos
económicamente desarrolladas del mundo pueden a veces reafirmar tal desconfianza. Por ejemplo,
eso puede ocurrir si los ciudadanos de una nación más pobre sienten que las naciones más ricas están
usando un asunto de derechos humanos para justificar negarles imperiosa ayuda económica. Como
se señalaba anteriormente, hubo ejemplos de ello en relación con la práctica de la mutilación genital
femenina en muchos lugares. Poco antes de que entrara en vigor en 1999 la prohibición de la MGF en
Senegal:
Cuando los derechos humanos parecen ser meras armas que esgrimen las naciones de gran poderío
contra sus vecinas menos poderosas, los derechos humanos pierden valor como lenguaje para ayudar
a mejorar la vida de los pueblos.
Dado que encuentran eco en grandes verdades históricas (como el colonialismo), y también en
grandes verdades actuales (como las diferencias reales de poderío económico), instancias como esas
tienden a borrar o suprimir verdades más complejas — como el hecho de que hay amplia oposición a la
mutilación genital femenina (MGF) dentro de muchas de las culturas que la practican.
Desafortunadamente, la repetición de esta versión por demás simplificada del debate “relativismo
cultural versus derechos humanos” a menudo pasa a ser un debate “Occidente versus el resto”. Uno
de los peores efectos de este debate estereotipado es que da la idea de que los derechos humanos son
propiedad de Occidente, y que la cultura es propiedad del resto. Rara vez la realidad se acerca a esta
dicotomía simplista.
9) Davis, “Male and Female Genital Alteration: A Collision Course with the Law?” (Alteración genital masculina y femenina: ¿en conflicto con la ley?).
143
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
El relativismo cultural es un punto de partida fundamental en los encuentros entre culturas: nos
exige empezar por respetar, considerar cuidadosamente y hacer el máximo esfuerzo por comprender
las culturas y perspectivas del otro — quizás muy especialmente cuando al principio nos parezcan
aberrantes.
No nos exige renunciar a nuestra capacidad de reflexión comparativa crítica ni posicionar las
perspectivas de determinada cultura por encima de las de otra porque esa cultura es más local. El
relativismo cultural no implica que una perspectiva cultural necesariamente se valorará más que la
norma en materia de derechos humanos o con exclusión de esta. Al considerar la relación entre los
planteos basados en la cultura y los derechos universales, debemos preguntar: ¿Es válido decir que
existen derechos humanos universales despojados de toda connotación cultural?
La respuesta a esta pregunta dependerá de qué se quiera decir con “universales”. La Asamblea
General de la ONU aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) el 10
de diciembre de 1984. El poder de la DUDH es ser, por definición, universal; ser “un estándar de logro
común a todos los pueblos y todas las naciones”. Existen además acuerdos regionales sobre derechos
humanos, entre ellos la Convención Europea de Derechos Humanos de 1950, la Convención Americana
sobre de Derechos Humanos de 1969 y la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos de
1981.
Por otra parte, mucho antes de la creación de la ONU y aun en ausencia de leyes codificadas por
escrito, todas las sociedades del mundo tenían estándares mínimos de trato a las demás personas.
Aunque no los llamaban “derechos humanos”, tales estándares de cuidado y obligación para con el
prójimo razonablemente podrían considerarse similares en espíritu y efecto a los derechos humanos de
hoy en día.
En ese sentido, los derechos humanos son universales. Sin embargo, universal no quiere decir
despojado de la cultura. Todo acuerdo en materia de derechos humanos surgió de determinado momento
histórico, lugar y contexto cultural. Los instrumentos que lograron amplio consenso, como los que se
mencionaban más arriba, en el transcurso del tiempo han sido adaptados en mayor o menor grado en
cuanto a su redacción, negociación y subsiguiente interpretación por el Comité de Derechos Humanos
y otros organismos de la ONU. La adaptación se da a muchos niveles del proceso por el cual una idea
o borrador sobre derechos humanos se convierte en un cuerpo legal internacionalmente aceptado,
interpretado y aplicado. Con respecto a la ONU, la experta en derechos humanos Elisabeth Reichert
señala:
144
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Declaración universal
de los derechos
humanos »
Lea la totalidad de la Declaración
de los derechos humanos en línea
en: <www.un.org/en/universal-
declaration-human-rights/>.
Por ende, resulta en cierto modo desconcertante que se diga que los debates sobre derechos
humanos son debates entre normas culturales y normas universales. Sería más acertado decir que se
trata de debates entre conjuntos de normas culturales que compiten entre sí.
En su carácter de pacificador de ONU, la población nativa del país donde actúe podrá considerarlo
representante de su país de origen y también percibirlo como representante de “Occidente”. Si bien es
cierto que las operaciones de paz pueden no tener como propósito deliberado cambiar la cultura de los
países donde se despliegan, los pacificadores en muchos casos tendrán cierto grado de influencia en
la cultura de su comunidad anfitriona. Como sabe por su propia experiencia de vida, no existe ninguna
cultura que sea única, homogénea y fija. En esta era de la globalización, las culturas son crisoles y están
en constante interacción y cambio. Es parte importante de la “cultura de la ONU” respetar, alimentar
y apoyar una amplia diversidad de culturas en el mundo, de ahí la existencia de agencias como la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y de tratados
como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR por su sigla en
inglés).
10) Elisabeth Reichert, Understanding Human Rights: An Exercise Book (Comprender los derechos humanos: libro de ejercicios) (Thousand Oaks,
California: SAGE Publications, 2006), 103.
145
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Para poder hacer tales evaluaciones, inevitablemente es preciso aprender más sobre las culturas
donde se está llevando a cabo una operación de apoyo a la paz. Además, es preciso lidiar con cuestiones
relativas a diferencias culturales que van mucho más allá de adaptarse a probar platos con sabor
extraño o recordar qué mano dar.
¿Los pacificadores están para cambiar la cultura? Sí y no. Sí, en la medida que procuren llevar la
mejor vida posible (lo cual puede implicar modificar algunos aspectos de sus prácticas culturales o de
su propia cultura). Sí, en la medida que procuren mejorar las condiciones de la gente de los lugares
donde actúen; ello a veces implicará hacer frente a prácticas culturales dañinas. No, si cambiar la
cultura significa tratar de uniformizarla con todas las demás. No, si cambiar la cultura significa imponer
normas — o aun leyes — sin la sensibilidad necesaria para considerar todos los efectos que esas normas
y leyes puedan tener.
A continuación hay una serie de preguntas y directrices para identificar, evaluar y resolver situaciones
en las cuales parece haber conflictos entre conjuntos de normas culturales, religiosas, jurídicas y de
derechos humanos.11
Preguntas
Directrices
146
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Analice quién tiene el poder para determinar o cambiar la norma cultural. ¿Quién creó la
norma? ¿Tuvieron las personas a quienes afecta la norma la posibilidad de hacer oír su voz al decidirse
si aplicar a ellas la norma? De no ser así, ¿por qué no? De ser así, ¿se les dio plena libertad para hacer
oír su voz? ¿Se han presentado y considerado otras opciones por parte de todos los involucrados?
¿Ha habido alguna clase de proceso democrático en la creación y mantenimiento de la norma cultural
en cuestión? De no ser así, ¿ha habido buenas razones para justificar la ausencia de un proceso
democrático? ¿Cuáles son? ¿Lo convencen esas razones? ¿Por qué o por qué no?
147
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Ejercicios escritos »
Imagine dos escenarios y escriba sus reacciones a cada uno. Este será un buen ejercicio para
discutir con otras personas en línea, si tiene acceso a internet.
Escenario 1: Usted es vecino de una familia en la cual uno de los padres regularmente castiga
a los hijos pegándoles, siendo que usted se opone a cualquier clase de violencia en la crianza de los
hijos. Un día, oye gritar desgarradoramente al hijo menor. Sale corriendo de la casa y usted ve que no
lleva puesta camisa y que le sangra la espalda por estar siendo azotado con un cinturón. Su padre o
madre corre tras él y lo arrastra nuevamente al interior de la casa (mientras el niño sigue gritando y
llorando). Eso a usted lo perturba. ¿Interviene? De ser así, ¿cómo? ¿Qué hace? ¿Qué dice? ¿Cuándo?
¿Da intervención a otras personas? ¿Por qué o por qué no? Si decide no intervenir, ¿por qué no lo hacer?
¿Hay circunstancias en las que usted intervendría? De ser así, ¿en qué circunstancias lo haría? De no
ser así, ¿por qué no?
• usted supiera que el padre o madre responsable del castigo fue (o no fue) criado también de
esa manera?
• muchas personas que profesaran la religión de los padres apoyaran (o no) esta manera de criar
a los hijos?
• usted supiera que la policía (o algún organismo de protección infantil) tomaría (o no) en serio
su denuncia y reaccionaría (o no) a esta como delito?
• usted fuera hombre o mujer? ¿Si su vecino o vecina fuera del mismo sexo o del sexo opuesto?
Escenario 2: Usted es un padre o madre que cree que, cuando es muy importante que los hijos
aprendan determinadas lecciones, solo lo harán de verdad por medio del castigo físico. En especial,
usted cree que, dado que los hombres se convertirán en hombres que a menudo estarán expuestos a
gran violencia, el hecho de que sus hijos varones aprendan a tolerar la violencia suya podrá hacer la
diferencia entre la vida y la muerte. A usted no le gusta herir a sus hijos varones, pero cree necesario
enseñarles y prepararlos para ser hombres. Un día, su vecino, a quien no conoce demasiado bien, viene
a su casa en medio de una lección que usted está tratando de darle a su hijo menor. Este vecino le
está pidiendo a gritos que deje de pegarle a su hijo y amenazándolo con llamar a la policía. A usted le
molesta. ¿Cómo reacciona?
• el vecino hablara con usted para comentarle sus inquietudes en otro momento?
148
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Ejercicios escritos »
Ejercicio escrito 5-A (continua)
• muchas personas que profesaran su religión apoyaran (o no) esta manera de criar a los hijos?
• usted creyera que la policía (o algún organismo de protección infantil) tomaría en serio (o tal
vez no) la denuncia de su vecino y reaccionaría (o no) a su acto como un delito?
• usted fuera hombre o mujer? ¿Si su vecino o vecina fuera del mismo sexo que usted o del sexo
opuesto?
La mayoría de la gente pertenece a más de una cultura. Hay culturas étnicas, religiosas, ocupacionales,
organizacionales, lingüísticas, de género, regionales, nacionales, urbanas, de casta y de grupos etarios.
Identifique tres culturas a las cuales pertenece (por ejemplo: militar, musulmana, masculina; o de ONU,
hispanoparlante, de jugadores de fútbol).
Describa una característica y una práctica para cada una de las culturas:
Considere cada una de las características y cada una de las prácticas. Pregúntese:
• ¿Todos los que integran esta cultura comparten esta característica o realizan esta práctica?
• ¿Los líderes oficiales de cada uno de estos grupos (si los hay) identifican esta característica o
práctica como central para la identidad de la cultura? ¿Es tan importante para el o los líderes
como lo es para usted?
Cuando las personas hablan sobre (o en nombre de) cada uno de los grupos culturales a los que
pertenece usted, ¿siempre está de acuerdo con ellas? ¿Cuándo y en qué condiciones se siente usted
identificado con determinado grupo cultural? ¿Cuándo y en qué condiciones se siente separado de este?
149
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
150
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
MGF/EGF, loso ciudadanos de las culturas que D. abandonar nuestra capacidad de reflexión
a si aceptarla o rechazarla.
151
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
10. Combine cada “generación de derechos” de la columna A con el tipo de derechos que
incluye de la columna B.
Columna A Columna B
1. Derechos de primera A. Derechos relativos a temas socioeconómicos tales como el derecho a la atención
generación médica, la educación, la vivienda, el alimento y el agua limpia. Cosas que debe hacer el
gobierno o “derechos positivos”.
2. Derechos de B. Derechos relativos a la propiedad, la seguridad física y la participación política tales
segunda generación como derecho a no ser sometido a tortura, libertad de expresión, etc. Cosas que el
gobierno no está autorizado a hacer o “derechos negativos”.
3. Derechos de tercera C. Derechos relativos al medio ambiente, derecho a la autodeterminación de las
generación naciones y los pueblos, derechos de las minorías originarias, incluidos loso movimientos
contra el racismo.
152
LECCIÓN 5 | Cultura versus derechos
Respuestas »
1. D
2. B
3. D
5. D
7. C
8. B
9. A
153
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
Los derechos de la mujer son
6 derechos humanos
Sección 6.3 Historia de la violencia contra la mujer en • Identificar los principales documentos jurídicos
los derechos humanos internacionales y políticos relativos a los derechos humanos
154
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Un integrante del grupo de teatro Grace Land actúa durante la celebración del Día Internacional de la Mujer en el complejo deportivo
Samuel Kanyon Doe de Monrovia, Liberia. 8 de marzo de 2018. Foto de ONU #753574 por Albert González Farran.
155
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
que las personas votaran, arrestarlas o torturarlas por su actividad política — no abordaba aspectos
tales como la violencia por parte de actores no estatales1 o el no asegurar alimentación suficiente para
que las personas tuvieran la energía necesaria para poder intervenir en la vida cívica y política.
El reconocimiento de tales limitaciones llevó, entre otros, al desarrollo de los “derechos de segunda
generación” (por ejemplo, derechos económicos, sociales y culturales). Sin embargo, más importante
aún fue que la creciente participación de mujeres de todas partes del mundo en el movimiento en defensa
de los derechos humanos internacionales comenzó a cambiar el propio significado de la universalidad.
Para tratar de hacer frente a las exclusiones incorporadas a los primeros modelos de los llamados
derechos humanos “universales”, grupos excluidos tales como los esclavos, las mujeres, los pobres,
los pueblos de las ex colonias y las minorías raciales, religiosas y étnicas tendieron a adoptar una de
2) Ver Olympe de Gouges, Los derechos de la mujer y de la ciudadana (1791). En 1774, De Gouges había escrito también L’Esclavage des Nègres
(La esclavitud de los negros), una obra antiesclavista. Sin embargo, en parte por tu tema polémico y en parte porque la autora era mujer, la
obra no fue publicada hasta los albores de la Revolución Francesa, en 1789. De Gouges fue ejecutada por medio de la guillotina en 1793 por su
apasionada defensa de los derechos humanos y su activismo contra la injusticia. Ver también Mary Wollstonecraft, Vindication of the Rights of Woman
(Reivindicación de los derechos de la mujer) (1792).
156
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
las siguientes dos estrategias básicas o ambas. La primera, que podría llamarse estrategia de adición,
era procurar agregar a excluidos al grupo dominante, de modo que las reglas del grupo dominante
alcanzaran a más personas. La segunda podría llamarse estrategia de transformación. En esta (que
puede incluir agregar a excluidos pero con un alcance no tan limitado), el esfuerzo central es cambiar las
reglas, normas y definiciones utilizadas por el grupo dominante. El objetivo es transformar la definición
de lo que se considera normal o lícito para empezar.
En la historia de los movimientos femeninos por los derechos humanos internacionales, con
frecuencia se ha llamado “acción afirmativa” a la estrategia de adición, en tanto que el término
“integración de género” parece describir algo más cercano a la estrategia de transformación. Estas
no son ni mutuamente excluyentes ni totalmente independientes una de otra. Sin embargo, sí tienen
diferentes tácticas y efectos, por lo cual tiene sentido analizarlas aquí por separado.
Acción afirmativa
Con el enfoque de acción afirmativa respecto de los derechos humanos de la mujer, se hace énfasis
en la importancia de la representación igualitaria de la mujer en todos los aspectos de la vida pública:
gobierno, diseño de políticas, altos cargos en empresas e instituciones económico-financieras y en
organizaciones no gubernamentales (ONG) clave. Quienes apoyan la acción afirmativa creen que, por
lo menos, la presencia de más mujeres en cargos políticos hará que sea más difícil ignorar a la mujer y
los temas que le conciernen.
En Sudáfrica, la política del Congreso Nacional Africano (ANC) establece una representación
femenina del 35% en la política, y con el tiempo se pretende llegar al 50%. Sudáfrica constantemente
se esfuerza por mejorar la representación y el liderazgo de las mujeres.
La mujer y la política »
Algunos países han adoptado medidas para asegurar que aumente la representación
política de la mujer en la política. La proporción de legisladoras nacionales fue
aumentando lentamente, pasando del 11,3% en 1995 al 22,8% a junio de 2016. Sigue
habiendo grandes variaciones en los porcentajes promedio de mujeres parlamentarias
en cada región. A junio de 2017, estos eran: países nórdicos, 41,7%; las Américas,
28,1%; Europa, incluyendo los países nórdicos, 26,5%; Europa, excluyendo los países
nórdicos, 25,3%; África subsahariana, 23,6%; Asia, 19.4%; países árabes, 17,4%; y
región del Pacífico, 17.4%.i
157
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
i) Cámara única, cámara baja y alta combinadas. ONU Mujeres, “Hechos y cifras: liderazgo y participación política”, julio de 2017
Disponible en: <http://www.unwomen.org/en/what-we-do/leadership-and-political-participation/facts-and-figures>.
ii) ONU Mujeres, “Hechos y cifras: liderazgo y participación política”, julio de 2017.
Una tropa sudafricana de la Operación híbrida de Naciones Unidas-Unión Africana en Darfur (UNAMID) en Kutum, Darfur del Norte,
durante las celebraciones con las que se conmemora en Sudáfrica el Día Nacional de la Mujer. Aïchatou Mindaoudou, Representante
Especial Adjunta para la UNAMID, viajó a Kutum para asistir a las festividades y visitó la maternidad de un hospital local. 8 de agosto
de 2011. Foto de ONU #482403 por Albert González Farran.
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LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
En los años previos a las elecciones de 1994, las activistas formaron la influyente
Coalición Nacional de Mujeres integrada por mujeres de todas las razas, clases sociales
y posturas políticas. Habiendo observado desmoronarse otros movimientos de liberación
femenina cuando comenzaron las conversaciones de paz en otros países, las mujeres
sudafricanas se propusieron firmemente asegurar su lugar en los equipos oficiales
de negociación. Advirtiendo que tenían una oportunidad histórica de aportar a la
reconciliación participando en la redacción de la nueva constitución, la coalición movilizó
amplio apoyo político, incluido el de las organizaciones de mujeres de las fuerzas
vivas sudafricanas, y comenzó a abogar por incluir a las mujeres en los equipos de
negociación, a fin de lograr una representación política más proporcional.
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LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
La estrategia de la acción afirmativa se basa en el supuesto de que, con mujeres en altos cargos
políticos y de toma de decisiones, se impulsarán medidas políticas y sociales tendientes a combatir la
violencia de género y otras formas de discriminación contra la mujer. Se supone que las líderes tendrán
presentes los intereses de las mujeres y adoptarán decisiones en materia de política contemplando los
intereses de sus pares. Se supone además que la gran mayoría de las mujeres comparten intereses
e inquietudes suficientemente similares como para hacer que su mayor poder en materia de toma de
decisiones resulte ventajoso para todas.
Integración de género
Con el enfoque de integración de género se apunta a que todos analicen el género y no se lo perciba
como un tema que cae exclusivamente dentro del dominio de las mujeres. Desde la década de 1990, ha
aumentado significativamente el número de Ministerios de Género o de la Mujer, en especial tras la IV
Conferencia de la Mujer realizada en Beijing (que trataremos en más profundidad más adelante). Como
se describía en la lección 1, la integración de género requiere que todos los empleados, tanto hombres
como mujeres, consideren cuestiones tales como las siguientes:
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LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Foto de ONU #46611 por P. Mugabane. iii) Enlaces de género por igualdad y justicia, “SADC Gender Barometer Data Portal”
(Portalde datos del barómetro de género de la Comunidad de desarrollo sudafricano),
2017. Disponible en: <http://genderlinks.org.za/gender-links-community/sadc-
gender-barometer-data-portal/>.
• ¿Cómo podría un procedimiento o política afectar de manera diferente a las personas en función
de su género? ¿Es deseable ese impacto (por ejemplo, ¿compensa las desigualdades de género?)
o contribuye a acentuar la desigualdad de género de alguna forma no deseable?
Como señalábamos más arriba, esos abordajes a la integración de género y a la acción afirmativa
no son mutuamente excluyentes; se apoyan y sostienen el uno al otro. La integración de género es, en
sí misma, una estrategia que puede en definitiva llevar a una mayor representación de la mujer en la
política y en los cargos de toma de decisiones. A su vez, la acción afirmativa puede facilitar y propiciar
la integración de género en aquellas organizaciones habituadas a que sean hombres los que exclusiva
o predominantemente tomen las decisiones. Cuando se instrumenta de manera eficaz la integración de
género, el resultado suele ser que se reconoce la necesidad de incluir a más mujeres en posiciones clave
y de toma de decisiones. Del mismo modo, cuando se incluye a más mujeres en cargos clave y de toma
de decisiones, suele volverse más fácil atender con eficacia a cuestiones sobre integración de género,
porque contar con mujeres aporta una gama más amplia de perspectivas en la materia.
161
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Combinando ambos enfoques en los esfuerzos por mejorar la respuesta de los derechos humanos
internacionales a la violencia contra la mujer, los defensores (tanto mujeres como hombres) de los
derechos humanos de la mujer han logrado varias victorias clave. Movimientos internacionales de
defensa de los derechos humanos de la mujer lograron identificar la violencia contra la mujer como un
problema que interfiere con la capacidad de la mujer de ejercer todos sus derechos: civiles, políticos,
sociales, culturales y económicos. Han demostrado que esa violencia se da tanto en público como en
privado, que la ejercen tanto el Estado como actores no estatales, y que, independientemente de quién
la ejerza, el Estado tiene la obligación de asegurar que esa violencia no interfiera en los derechos de la
mujer. En otras palabras, no es suficiente que el Estado se limite a abstenerse de violar los derechos
humanos; los Estados deben además tomar medidas efectivas para respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de sus pueblos. Ello implica promulgar leyes que dejen bien en claro a los ciudadanos
que no se tolerará la violencia contra la mujer. Implica
hacer cumplir las leyes y tomar las medidas necesarias
para que los ciudadanos entiendan que no saldrán
impunes si violan la ley. Implica además hacer que toda
la legislación del Estado garantice la igualdad entre los
sexos, ya que con el trato discriminatorio hacia la mujer,
el Estado da a entender a los ciudadanos que ella vale
menos que el hombre y que, por ende, es aceptable
cuidarla y respetarla menos.
En su intento por subsanar los males perpetuados por el modelo de un “hombre (titular de derechos)
universal” que excluía a tanta gente, diversos grupos terminaron divididos y en lucha unos contra otros.
La historia de los movimientos de liberación de los siglos XIX y XX es la de grupos que intentaron
ampliar la categoría “universal” para incluirse en esta. En el caso de los derechos de la mujer, las
primeras activistas también tendieron a casarse con propietarios o a conseguir otras fuentes de ingresos
que les permitieran no tener que ser trabajadoras asalariadas. Con esa actitud, no contemplaron las
inquietudes más apremiantes de las mujeres pobres.
162
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
A lo largo de toda la historia de los derechos de la mujer, los derechos civiles, los movimientos
anticolonialistas y otras luchas por la liberación, los esfuerzos por poner sobre el tapete las exclusiones
incorporadas a las reglas de los grupos dominantes han terminado estableciendo sus propias exclusiones.
A medida que feministas de distintos niveles económicos, razas, países y culturas se fueron enfrentando
unas a otras y fueron trabajando juntas, empezaron a darse cuenta de que no existe una visión global,
una perspectiva completa que las contemple bien a todas. Solo hay modelos imperfectos en los que
se procura combinar tantas perspectivas como sea posible, así como también modelos creados con
la flexibilidad necesaria para admitir cambios cuando se identifican exclusiones opresivas. Es por ello
que es tan importante que usted incluya toda una gama de perspectivas en todo proceso de toma de
decisión importante que emprenda como parte de una operación de apoyo a la paz.
ONU Mujeres organizó un evento bajo el lema “Las mujeres en un mundo laboral cambiante: planeta 50-50 para 2030”, en
conmemoración del Día Internacional de la Mujer, con la actuación de la cantante Jayna Brown. 8 de marzo de 2017. Foto de
ONU #716423 por Mark Garten.
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LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
En varios documentos jurídicos aprobados en las décadas de 1950 y 1960, en los que se afirmaba
la igualdad de derechos de la mujer en aspectos políticos, sociales y económicos específicos de su vida,
se desarrolló este principio de no discriminación. Por ejemplo, en la Convención sobre los derechos
políticos de la mujer, aprobada en 1954, se reafirmó el derecho de la mujer a votar y a ocupar cargos
públicos. Además, con la aprobación de la Convención contra la discriminación en la educación en 1962,
se reafirmaron los derechos de la mujer a la educación y se exhortó a darle educación primaria gratuita
y obligatoria, y acceso a educación secundaria y superior. Desde 1919, la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) ha venido elaborando un conjunto de normas que regulan las condiciones de trabajo
de la mujer, tales como garantía de iguales salarios, protección del trabajo nocturno y de sustancias
nocivas, y beneficios por maternidad.3 En virtud de la Convención sobre la nacionalidad de la mujer
casada de 1958 y de la Convención sobre el consentimiento para casarse, la edad mínima y el registro
de matrimonios de 1962, se garantizaron los derechos de la mujer en el seno de la familia. El Convenio
para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena de 1949 protegió a
la mujer de formas específicas de explotación tales como la esclavitud y la prostitución. En 1966, con la
aprobación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR) y del Pacto
Internacional de derechos civiles y políticos (ICCPR), se reafirmó el principio de no discriminación por
sexo.
A partir de 1975, la ONU desarrolló un enfoque más holístico para tratar los derechos de la mujer.
Se reconoció cada vez más que el status secundario de la mujer en los ámbitos político, económico,
social y cultural interfería en su participación plena en la sociedad. En la I Conferencia Mundial de la
Mujer de la ONU, realizada en México en 1975, se formuló una estrategia tendiente a entrelazar los tres
conceptos de igualdad, desarrollo y paz. Luego se siguió esa estrategia durante la Década de la Mujer
(1975–1985) de la ONU. Se entendió entonces que la capacidad de la mujer de ejercer plenamente
sus derechos dependía de esos tres factores: igualdad con el hombre, desarrollo de su sociedad y
condiciones de paz. Con la articulación de esa estrategia se reconoció que la mujer no podía defender
3) Por ejemplo, la OIT elaboró el Convenio (Nº 3) sobre protección de la maternidad (1919), el Convenio Nº 45 sobre trabajo subterráneo de mujeres
en minas de todo tipo (1937, enmendado en 1952), el Convenio sobre trabajo nocturno (de la mujer) (enmendado en 1948), el Protocolo de 1990
del Convenio sobre trabajo nocturno (de la mujer) (1948), el Convenio sobre igualdad de remuneración (1951) y el Convenio sobre trabajadores con
responsabilidades familiares (1981).
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LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
sus derechos en el vacío; el derecho al voto valdría poco y nada si la mujer no podía salir de su casa por
malnutrición o miedo a la violencia. La tríada de igualdad, desarrollo y paz siguió siendo el marco para
evaluar el avance hacia la igualdad en las subsiguientes conferencias internacionales de la mujer (tales
como la de Copenhague de 1980, la de Nairobi de 1985, la de Beijing de 1995 y las evaluaciones pos-
Beijing de la ONU llevadas a cabo en Nueva York en 2000 y 2005).
Como parte de este enfoque más holístico, los derechos de la mujer, que hasta entonces habían
estado dispersos en una multitud de convenios separados, se reunieron en un único documento cuya
finalidad fue cubrir todos los aspectos de la discriminación en la vida de las mujeres. Se trató de la
Convención sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW por su sigla
en inglés). Su aprobación en 1979 por parte de la Asamblea General de la ONU fue todo un hito. En esta
se exhortó a los Estados a reconocer los aportes económicos y sociales de la mujer a la sociedad, y se
denunció la discriminación contra la mujer como obstáculo para su plena participación en la sociedad y
para el desarrollo de las familias y las comunidades.
La CEDAW es el documento jurídico internacional de más amplio alcance de todos sobre la mujer.
Abarca la erradicación de la discriminación en la vida política, la educación, el empleo, el acceso al
crédito financiero, la salud, la familia y otros aspectos de la vida económica y social. Además, propone
cambiar toda norma o estereotipo cultural que propugne la inferioridad de la mujer, e incluye medidas
para reprimir la prostitución y la trata.
Por la firma y ratificación de esta convención, los Estados signatarios asumen el compromiso de
implementar la CEDAW. Para ello, deben cambiar sus leyes y promulgar nuevas leyes si es necesario.
165
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Para la década de 1980, si bien la comunidad internacional había reunido un conjunto muy
importante de documentos normativos por los que se reducía la discriminación de jure (ante la ley), la
desigualdad de facto (de hecho) seguía existiendo en las sociedades. Fue por ello que las estrategias
internacionales pasaron a centrarse en cómo eliminar la discriminación de facto. Ello implicó hacer
énfasis en buscar maneras de cambiar la imagen que se tenía de la mujer en aquellas sociedades donde
persistía la desigualdad. Los estudios sobre desigualdad revelaron un vínculo entre esta y creencias
profundamente arraigadas sobre diferencias fundamentales entre la mujer y el hombre y, a su vez,
con prácticas ancestrales de organizar las sociedades asignando diferentes roles sociales. Según esos
arreglos, los roles que desempeñaba la mujer eran sistemáticamente menos valorados y le otorgaban
menos poder para acceder al control de los recursos y las políticas. La historia y las creencias eran
mucho más poderosas que cualquier cambio jurídico de jure que exhortara a la igualdad de género y
a poner fin a la discriminación. Para lograr un cambio real, sería preciso abordar los estereotipos de
género creados por la sociedad.
En la Conferencia mundial realizada en Nairobi de 1985 para evaluar los logros de la Década de la
Mujer, los Estados Miembros de la ONU acordaron la Estrategia de Nairobi orientada hacia el futuro. En
el documento se reafirmó la igualdad de género como objetivo internacionalmente acordado. Se declaró
además que igualdad significaba no solo igualdad jurídica de la mujer con el hombre, sino también
iguales responsabilidades en la sociedad e iguales oportunidades de gozar de sus derechos y desarrollar
sus talentos y habilidades.4
La de 1990 bien podría llamarse “la década de la violencia” en lo que tiene que ver con los derechos
humanos de la mujer en el plano internacional. La década se caracterizó por la creciente toma de
conciencia mundial de que la violencia contra la mujer en sus múltiples formas puede ser el más grave
impedimento para el goce de sus derechos, y por los esfuerzos realizados para hacer frente a esa
realidad. Así fue que, en ese período, un concepto más amplio de los derechos de la mujer se centró
en la violencia contra la mujer. En las conferencias y resoluciones sobre derechos humanos auspiciadas
4) F. Verucci, “Los derechos de la mujer en las convenciones internacionales, su integración a los mecanismos de derechos humanos”, en F. Tabak (ed.),
Nuevas alternativas para viejos desafíos, 48.
166
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
por la ONU, se respondió a ese hecho condenando la violencia contra la mujer y creando medidas de
protección.
Lo más importante es que, sin llegar a dar una lista exhaustiva, se pasó a describir de manera más
específica el alcance de las formas de violencia contra la mujer. Abarcaba los actos de violencia en el
seno de la familia tales como golpiza, abuso sexual, violencia por la dote, violación conyugal, mutilación
genital femenina y otras crueles prácticas tradicionales, violencia no conyugal y violencia relacionada
con la explotación. Se apuntó además a los actos de violencia en la comunidad tales como violación,
abuso sexual, acoso sexual e intimidación en el lugar de trabajo o en centros educativos, trata y
prostitución forzada. Por último, se incluyó la violencia perpetrada y tolerada por el Estado.
167
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
En la “Declaración sobre la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer” se hacía énfasis en
el deber de los Estados de prevenir, investigar y castigar tales delitos en virtud de un principio conocido
como de diligencia debida, y evitar que se vuelvan a cometer por medio de leyes con sensibilidad de
género y procedimientos tendientes a vigilar el cumplimiento de estas. En este último requisito se tomó
en cuenta la experiencia de muchas víctimas — especialmente de violencia sexual — que volvían a
ser victimizadas cuando la denunciaban. Por ejemplo, una mujer víctima de violación podía ser luego
sometida a un interrogatorio violento y humillante sobre su forma de vestir y sus experiencias sexuales
anteriores.
En 1994, la Comisión de derechos humanos mandató a una Relatora Especial sobre Violencia contra
la mujer para que estudiara las causas de raíz y las consecuencias de la violencia contra la mujer.
La Relatora Especial reúne ahora información de gobiernos, organizaciones intergubernamentales y
organizaciones no gubernamentales (ONG), y formula recomendaciones sobre posibles medidas para
erradicar la violencia contra la mujer. La Comisión aprobó varias resoluciones por las que se condena
la violencia contra la mujer, se denuncia el tráfico de mujeres y niñas, y se exhorta a la igualdad de
género, incluida la plena integración de los derechos de la mujer a los mecanismos de vigilancia de los
derechos humanos de las Naciones Unidas.
Fue también en 1993 que en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos realizada en Viena se
reconocieron de manera contundente los derechos de la mujer como derechos humanos. A pesar de
los avances logrados con la Declaración sobre la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer
(CEDAW) y la Estrategia orientada hacia el futuro, hasta ese momento buena parte del trabajo realizado
en nombre de los derechos humanos de la mujer se había dado en una suerte de universo paralelo junto
a derechos humanos internacionales tradicionales. Aunque se habían integrado los derechos humanos
al ámbito jurídico y la retórica, la propia estructura institucional de la ONU seguía tratando los derechos
humanos de la mujer como algo separado y distinto a los derechos humanos en general.
168
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
constituirá en un obstáculo para lograr tanto la igualdad como el desarrollo. El Secretario General Boutros
Boutros-Ghali declaró que la igualdad seguiría siendo esquiva mientras persistiera la discriminación, y
exhortó a los Estados a asumir el firme compromiso de hacer realidad la igualdad.8
A partir de las Estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro, la Plataforma de acción de Beijing
priorizó 12 áreas de importancia crítica: la pobreza, la educación, la salud, la violencia contra la mujer,
el conflicto armado, las estructuras económicas, el poder compartido y la toma de decisiones, los
mecanismos para promover el progreso de la mujer, los derechos humanos, los medios de comunicación,
el medio ambiente y las niñas. La identificación de las niñas como área de importancia crítica fue
novedosa. Respondió al hecho de que cuando se consideran los derechos del niño, a veces no se presta
la debida atención a las violaciones de derechos que sufren exclusiva o desproporcionadamente las
niñas. Enfatizando las necesidades de las niñas, los defensores de sus derechos esperaban combatir la
actitud sesgada de muchas sociedades con respecto a estas a muy temprana edad — lo cual a su vez
les quita oportunidades de desarrollarse. Esto formó parte de los esfuerzos de la Plataforma de acción
de Beijing por seguir abordando el abuso a la mujer con un enfoque holístico: atendiendo a la violencia
que enfrentan las niñas, se podrían ir desarmando los patrones de violencia que afectan a las mujeres
a lo largo de toda su vida.
La Plataforma de acción de Beijing puso además sobre el tapete temas previamente considerados
tabú, tales como el abuso doméstico y sexual, la violación, el embarazo forzado, la esclavitud sexual, el
rol de los materiales degradantes o pornográficos en los actos de violencia contra la mujer, los derechos
a la sexualidad y la discriminación por orientación sexual. Dio un mejor marco global para avanzar hacia
la igualdad de género y empoderar a la mujer, al exigir a los Estados, organizaciones internacionales y
organizaciones no gubernamentales (ONG) que integraran el género a todos sus programas y políticas.
En otras palabras, incorporó una estrategia de transformación al enfoque de adición (exigir acción
afirmativa) planteado en la Declaración sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la
mujer (CEDAW).
Con respecto a la violencia contra la mujer, se establecieron tres objetivos estratégicos: adoptar
medidas integradas para prevenir y eliminar la violencia; estudiar las causas y consecuencias de la
violencia y la eficacia de las medidas preventivas; y eliminar la trata y asistir a las víctimas de ese
tráfico. Respaldando la Plataforma de acción de Beijing, los Estados asumieron el compromiso de:
8) Comunicado de prensa de ONU, “Declaración del Secretario General para la IV Conferencia Mundial de la Mujer”, WOM/BEI/8, 3 de septiembre de
1995.
169
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
En 1999, como forma de señalar la gravedad del problema de la violencia contra la mujer, la
Asamblea General declaró el 25 de noviembre Día internacional de erradicación de la violencia contra la
mujer, honrando a quienes han sufrido o sufren violencia y destinando ese día para que la comunidad
internacional evalúe los avances y reafirme el compromiso de eliminar la violencia de género.
Entre 2008 y 2013, el Consejo de Seguridad aprobó cuatro resoluciones relacionadas con la violencia
sexual en el conflicto armado como riesgo para la paz y la seguridad internacionales, y creó el cargo
de Representante Especial del Secretario General sobre Violencia sexual en el conflicto armado. La
Asamblea General, el Consejo de Derechos Humanos, el G8 y otros foros and aprobado resoluciones y
declaraciones centradas en temas similares.11
En 2014, el Reino Unido fue sede de la Cumbre mundial para poner fin a la violencia sexual en el
conflicto armado.12 Presidieron la Cumbre el Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido y Angelina
Jolie, Enviada Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Fue este el mayor encuentro internacional de la historia sobre el tema. En la Cumbre se acordaron
medidas prácticas para hacer frente a la impunidad por el uso de la violación como arma de guerra y
12) Reino Unido, “Cumbre mundial para poner fin a la violencia sexual en el conflicto armado”, junio de 2014.
170
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
William Hague (a la izquierda), Secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, y Zainab Hawa Bangura, Representante
Especial del Secretario General sobre Violencia de Género en Conflictos Armados, informan a los corresponsales tras una
asamblea en la que 113 naciones respaldaron una declaración para poner fin a la violencia sexual en conflictos armados.
24 de septiembre de 2013. Foto de ONU #562524 por Amanda Voisard.
comenzar a cambiar las actitudes mundiales hacia esos delitos. Durante el encuentro, hubo más de
175 actos públicos en Londres y una cadena de eventos que se desarrollaron a lo largo de 84 horas en
todas partes del mundo. Convergieron en la Cumbre más de 120 naciones; 70 Ministros de Asuntos
Exteriores; más de 100 organizaciones no gubernamentales (ONG); 900 expertos en salud, leyes,
defensa y áreas académicas; y numerosas sobrevivientes.
Documentos clave
13) Reino Unido, “Declaración de compromiso a poner fin a la violencia sexual en el conflicto armado”.
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LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
El Derecho internacional humanitario (DIH) protege a las personas que no están participando en las
hostilidades o ya no lo están haciendo. Sus reglas brindan protección tanto a hombres como a mujeres,
sean combatientes, fuera de combate (combatientes capturados, incluidos los enfermos y los heridos)
o civiles. El DIH regula también los medios y métodos de guerra. Exige a las partes de un conflicto
armado distinguir en todo momento a civiles de combatientes y no dirigir ataques a civiles ni bienes de
la población civil. Además, contiene disposiciones específicas tendientes a proteger a las mujeres de los
efectos de las hostilidades y del abuso en el conflicto armado.
172
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Internacional
Los recientes avances, tanto a nivel nacional como internacional, en el enjuiciamiento a los
responsables de crímenes de guerra han sido de gran importancia en la lucha contra la impunidad por
los delitos de violencia sexual en la guerra.
Dichos Tribunales Penales Internacionales (TPIY y TPIR) han condenado a personas de violación
y otras formas de violencia sexual como delitos de guerra, crímenes de lesa humanidad y actos de
genocidio, y han sido cruciales para que en el derecho internacional se reconocieran e interpretaran
173
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
como delitos las diferentes formas de violencia sexual en los conflictos armados. La llamada “condena
de Foca” del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) fue la primera acusación criminal
internacional en la que se identificó la violación como tortura y se consideraron trato inhumano otras
formas de violencia sexual (tales como la desnudez forzada y la esclavitud sexual).15 El Tribunal Penal
Internacional para Ruando (TPIR) reconoció que la violación y la violencia sexual podían utilizarse como
instrumento de genocidio. Al condenar a Jean-Paul Akayesu, expresó:
El uso de la violencia sexual en tiempos de guerra, ya sea como método de guerra o por cualquier
otra razón, es reconocido ahora como grave violación del derecho internacional humanitario (DIH).
En 1998, en la ciudad de Roma, la experiencia de los tribunales ad hoc contribuyó al acuerdo para
crear la Corte Penal Internacional (CPI). 138 países han suscrito el Estatuto de Roma de la CPI, en
tanto solo 123 lo han ratificado, con lo cual confirman que están dispuestos a recurrir a la CPI en sus
Estados. De esos 123 Países que han ratificado el Estatuto de Roma, 33 son africanos, 19 son de la
región de Asia-Pacífico, 18 son de Europa Oriental, 28 son de Latinoamérica y el Caribe, y 25 son de
Europa Occidental y otros países. Algunas naciones, tales como Estados Unidos y la Federación Rusa,
son signatarias pero no han ratificado el Estatuto.17
Por otra parte, la Corte Penal Internacional marca todo un hito al integrar inquietudes de género a
la justicia internacional por medio de un gran número de disposiciones. En primer lugar, en el artículo
36, inciso 8, trata el equilibrio de género entre los jueces, ya que exige “representación justa de jueces
mujeres y hombres” que posean “conocimientos jurídicos especializados en temas específicos, entre
ellos, sin carácter restrictivo, la violencia contra mujeres y niños.” Esas condiciones se aplican también
al personal de la Fiscalía y del Registro. Además, basándose en las experiencias del Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) y del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), la
Corte Penal Internacional (CPI) ha incluido procedimientos con sensibilidad de género tendientes a
asegurar que las víctimas de violencia sexual sean protegidas y tratadas con atención especial a sus
necesidades. Por ejemplo, se creó dentro del registro una Unidad de víctimas y testigos, en la que se
aplican medidas de protección y mecanismos de seguridad, entre ellos, asesoramiento y otras formas
174
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Si bien claramente existen marcos para asegurar justicia por delitos de violencia sexual y de
género (VSG), aún falta mucho para lograr que funcionen correctamente en los hechos. La Corte
Penal Internacional (CPI) ha hecho acusaciones de delitos de género en 6 de los 9 casos que se están
investigando, y en 14 de los 19 casos relacionados con genocidio, crímenes de lesa humanidad y
crímenes de guerra. Sin embargo, en las tres sentencias emitidas por la corte hasta 2014, no hubo
ni una sola condena por delitos de género. A fin de abordar este tema, en 2014 la Fiscalía emitió una
Política sobre delitos sexuales y de género, en la que reafirmó su compromiso de llevar esos delitos a la
justicia. Dicha Política marcó un cambio importante en los métodos de la Fiscalía. En efecto, al adoptar
un enfoque con sensibilidad de género, se podrá juzgar toda la gama de delitos sexuales y de violencia
de género que se cometan.18
La Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) imparte capacitación en combate a la violencia sexual
y de género a residentes de un emplazamiento de Protección de civiles en Yuba. La capacitación está
a cargo del equipo de Protección de género, infantil y de personas vulnerables de la Policía de ONU
(UNPOL), en coordinación con la División de derechos humanos y la Unidad de protección infantil de la
UNMISS. 12 de mayo de 2016. Foto de ONU #677238 por J.C. McIlwaine.
18) ONU Mujeres, Prevenir el conflicto, transformar la justicia, asegurar la paz: estudio mundial sobre la implementación de la resolución del Consejo de
Seguridad 1325 (Nueva York: Naciones Unidas, 2015).
175
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Con la llegada del siglo XXI, surgen nuevas situaciones de enorme gravedad que afectan el goce de
los derechos de la mujer. Se trata del tráfico sin precedentes de mujeres y niños, la incidencia de las
violaciones de los derechos de la mujer en la pandemia de VIH/SIDA, la feminización de la pobreza, las
amenazas a los derechos reproductivos de la mujer y el impacto de género de la degradación del medio
ambiente.
Entre los obstáculos para el pleno goce de sus derechos, los Estados han señalado además la baja
participación de mujeres a niveles de toma de decisiones, la persistencia de actitudes estereotípicas y
prácticas discriminatorias, y la segregación laboral. Sigue habiendo en todos los países violencia contra
la mujer, en especial en el ámbito doméstico. La raza o la casta suelen exacerbar esas situaciones, y
las mujeres de color y de las castas más bajas tienen más probabilidades de caer en la pobreza. Los
altos índices de mortalidad materna, en especial en África, Asia y Latinoamérica, son claros ejemplos
de las dificultades para acceder a atención médica. Debido a la globalización, el tráfico de personas ha
aumentado exponencialmente durante la última década, siendo las mujeres y los niños las principales
víctimas. Hay trata de personas y alta incidencia de VIH/SIDA en países de África, Latinoamérica y
Europa Central y del Este. Además, la legislación discriminatoria de muchos países sigue impidiendo
el pleno goce de los derechos políticos, civiles, económicos y sociales de la mujer. Por último, muchos
Estados denuncian que no se aplican las políticas y leyes que han sido aprobadas. Con frecuencia ocurre
que las instituciones tienen directrices vagas o deficientes sobre cómo implementar las leyes y políticas,
y no cuentan con suficiente capacidad ni conocimiento sobre cómo hacerlo.
En 2000 y 2005, la Comisión sobre la situación de la mujer de la ONU dio la oportunidad de hacer
un balance de la implementación de la Plataforma de acción de Beijing. En un amplio debate, se hizo
una evaluación crítica de los logros de los gobiernos y se señalaron los obstáculos que existen para la
implementación de los mecanismos jurídicos y convenciones internacionales sobre los derechos de la
mujer.21 Algunos de los logros han sido mejoras en la educación, disminución de la pobreza, avances
en materia sanitaria, situación social y jurídica, y participación y representación de la mujer. También
se ha avanzado en la recolección de datos que prueban las diferencias de género. Combatir la violencia
contra la mujer ha pasado a ser una prioridad clave en la mayoría de los países. Estos procuran hacer
frente al problema por medio de profundos cambios legislativos; planes de acción; medidas de apoyo a
las víctimas; instancias de toma de conciencia; medidas educativas y de sensibilización; capacitación;
21) La Comisión sobre la situación de la mujer es el principal órgano intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad
de género y el empoderamiento de la mujer.
176
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
y enjuiciamiento, castigo y rehabilitación a quienes cometen los actos de violencia contra la mujer. Un
punto de capital importancia es que la gente considera cada vez más el rol que juegan los hombres y
niños varones en la prevención de la violencia. Los gobiernos también han adoptado varias estrategias
de alcance nacional, regional e internacional tendientes a combatir la trata.
Si miramos hacia atrás, hemos recorrido un largo camino en la lucha por la igualdad de los derechos
de la mujer. No se puede negar que las normas sobre los derechos de la mujer han quedado ahora
explícitamente establecidas en el derecho internacional de los derechos humanos. Se trata de valiosas
disposiciones jurídicas a ser usadas como directrices por gobiernos e instituciones internacionales;
como instrumentos para que la sociedad civil haga oír su voz y ejerza presión en los gobiernos para
que cumplan con los compromisos asumidos; o bien como herramientas de cambio de la sociedad en
su conjunto.
177
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Ejercicios escritos »
Ese fenómeno es también una de las causas por las cuales los grupos oprimidos terminan divididos,
aunque pareciera que deberían compartir perspectivas y trabajar mancomunadamente. En el intento
por convencer a quienes concentran gran parte de los derechos y recursos de que compartir no
significa que quienes ostentan actualmente el poder terminarán sin nada, los grupos oprimidos tratan
de:
Imagine usted que su hijo llega de la escuela y le dice que unos niños se han adueñado de toda la
parte del patio donde se puede jugar al fútbol. Se niegan a dejarlo a él ni a ningún otro niño de la
escuela jugar allí.
Los niños del grupo que se ha adueñado del área de juego hablan todos el mismo idioma, todos
tienen alrededor de 12 años de edad, todos provienen de barrios acomodados. Su hijo también habla
el mismo idioma, al igual que varios de sus amigos, pero un poco menores (de aproximadamente 10
años de edad) y provienen de un barrio un poco más pobre. Su hijo le pide que le aconseje qué hacer.
¿Cuál de las siguientes opciones le recomienda y por qué? (Si no le parece buena ninguna de estas,
¿qué otra opción le sugeriría, o qué haría, y por qué?)
178
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Ejercicios escritos »
Desde luego, hay muchas opciones posibles. La primera y la tercera son algunas de las formas más
sencillas y rápidas de abordar la situación. En la historia de los conflictos sociales del mundo por los
derechos y los recursos, son las opciones que con frecuencia se han elegido precisamente por esa
razón. A menudo, transar excluyendo a otros o recurrir a la violencia para lograr los propios fines
parece ser la mejor opción desde el punto de vista estratégico.
El grupo que ostenta el control hace lo necesario para asegurar que estas opciones parezcan ser las
únicas posibles en determinado momento o en determinado contexto, haciendo parecer que buscar
alternativas más inclusivas o menos violentas tendrá costos demasiado altos.
¿Ha visto usted estos desplegar estos patrones de juego en su experiencia de trabajo en operaciones
de ONU en apoyo a la paz? De ser así, ¿cómo se dieron? ¿Cómo se resolvieron al final? ¿Qué haría
distinto o qué consejo diferente daría usted ahora que tiene más conocimientos y más experiencia?
179
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
separadas víctima
C. se permite la discriminación de la mujer C. A los testigos hombres se les cree más que a
180
LECCIÓN 6 | Los derechos de la mujer son derechos humanos
Respuestas » 6. C
7. D
1. A
8. A
2. B
9. A - Verdadera, B - Falsa, C -
3. D
Verdadera, D - Verdadera
4. A
10. C
5. D
181
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
Violencia, explotación y abuso
7 sexuales
En esta lección se
definen los principales
tipos de violencia,
explotación y abuso
sexuales y se describe su
prevalencia y efectos.
182
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
En un taller de un día sobre Explotación y abuso sexuales (EAS), organizado por el Consejo Nacional de Bienestar Infantil de Jartum,
Sudán, un participante muestra una copia del artículo del Daily Telegraph sobre explotación y abuso sexuales (EAS) presuntamente
cometido en Darfur del Sur por personal de Naciones Unidas. 18 de enero de 2007. Foto de ONU #138056 por Fred Noy.
183
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
No obstante, la violencia sexual por parte de pacificadores es solamente una de las formas de
violencia sexual que ocurren en todo el mundo. En esta lección se definirán los principales tipos de
violencia, explotación y abuso sexuales y se describirán su prevalencia y efectos. Analizaremos lo que
se sabe sobre los perpetradores de violencia, explotación y abuso sexuales, así como las condiciones en
que es más probable que ocurra. En esta lección también se explorará en detalle la dinámica del poder,
la desigualdad de género y la coerción que acompañan a las agresiones sexuales. La lección finalizará
con un ejercicio que invitará a considerar formas eficaces de responder ante un incidente de violencia
sexual y coerción.
En agosto de 1986, Graça Machel, experta designada por el Secretario General y ex ministra de
educación de Mozambique, presentó a la Asamblea General un informe sobre el impacto de la guerra
en niñas y niños. Este informe fue uno de los primeros en plantear el tema de la explotación sexual
infantil durante las misiones de mantenimiento de la paz. En 1999, Kathryn Bolkovac, que trabajaba
como monitor de la Policía de ONU, denunció que los oficiales de policía de la ONU pagaban a prostitutas
y participaban en la trata de mujeres jóvenes de Europa Oriental como esclavas sexuales. En febrero
de 2002, llegó a conocimiento del público un informe de ACNUR y Save the Children que detallaba
acusaciones de explotación y abuso sexuales de refugiados en Guinea, Liberia y Sierra Leona.2
En octubre de 2002, la ONU enfrentó una serie de acusaciones de explotación y abuso sexuales
contra pacificadores y personal abocado a tareas humanitarias por parte de mujeres desplazadas y
refugiadas en África Occidental.3 Esta situación permitió a la organización tomar cuenta de las debilidades
del sistema, tanto en cuanto a prevención, detección y monitoreo de la violencia de género cometida
por su personal, como a falta de mecanismos y recursos para que las víctimas puedan hacer denuncias.
La Oficina de Servicios de Supervisión Interna de ONU publicó un informe sobre las acusaciones de
explotación y abuso sexuales de refugiadas por parte de trabajadores de ayuda humanitaria, entre ellos
trabajadores de ayuda humanitaria y pacificadores de ONU en África Occidental.
1) Esta sección se basa en el curso “Perspectivas de Género en Operaciones de Paz de la Naciones Unidas” de la profesora Ximena Jiménez del Instituto
de Formación en Operaciones de Paz.
2) Elsa Buchanan, “UN Peacekeeping: Allegations of sexual exploitation and abuse — a 20 year history of shame” (Mantenimiento de la paz de ONU:
acusaciones de explotación y abuso sexuales — 20 años de vergüenza), International Business Times, 7 de marzo de 2016.
3) A fines de noviembre de 2001, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) solicitó a la Oficina de Servicios
de Supervisión Interna (OSSI) que revisara las acusaciones de explotación sexual de mujeres refugiadas por parte de trabajadores de ayuda
humanitaria nacionales e internacionales, específicamente con respecto a pacificadores y personal de las Naciones Unidas y de organizaciones no
gubernamentales (ONG) en tres países de África Occidental: Guinea, Liberia y Sierra Leona. La acusación de explotación generalizada surgió a partir
de un informe realizado por dos consultores a quienes ACNUR y Save the Children (Reino Unido) habían encargado analizar la cuestión de explotación
sexual y violencia en las comunidades de refugiados de los tres países.
4) Naciones Unidas, Secretaría, Boletín del Secretario General: Medidas especiales de protección contra la explotación y el abuso sexuales, ST/
SGB/2003/13, 9 de octubre de 2003. Véase el apéndice D.
184
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
En el Boletín del Secretario General: Promoción de la igualdad de trato para hombres y mujeres
en la Secretaría y prevención del hostigamiento sexual, y en la instrucción administrativa conexa se
establecieron las políticas y los procedimientos aplicables a los casos de hostigamiento sexual que
ocurrieran en la Secretaría de las Naciones Unidas.5
5) El documento ST/SGB/253 ha sido reemplazado por el documento ST/SGB/2008/5, Boletín del Secretario General: Prohibición de la discriminación,
el acoso, incluido el acoso sexual y el abuso de poder. Véase el apéndice E.
6) Buchanan, “UN Peacekeeping: Allegations of sexual exploitation and abuse — a 20 year history of shame”.
7) Buchanan, “UN Peacekeeping: Allegations of sexual exploitation and abuse — a 20 year history of shame”.
8) El Secretario General Kofi Annan dijo: “Invité a Su Alteza Real, Príncipe Zeid Ra’ad Zeid Al-Hussein, Representante Permanente de un importante
contribuyente de efectivos militares y de policía, y antiguo funcionario civil de mantenimiento de la paz, a asesorarme y ayudarme a solucionar
este grave problema. Cuando el Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz me pidió que presentara un informe amplio con
recomendaciones sobre la explotación y el abuso sexuales por personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, solicité al Príncipe Zeid
que se encargase de elaborarlo.”
185
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
El 31 de mayo de 2005, el Consejo de Seguridad celebró su primera reunión pública sobre explotación
y abuso sexuales (EAS) en las operaciones de mantenimiento de la paz, y condenó “en los términos más
enérgicos todos los actos de abuso y explotación sexuales cometidos por personal de las operaciones
de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”. En la declaración presidencial, el Consejo
reconoció la responsabilidad compartida del Secretario General y de todos los Estados Miembros de
adoptar todas las medidas a su alcance para impedir la explotación y el abuso sexuales, a fin de
asegurar el cumplimiento de las normas de conducta de las Naciones Unidas en tal sentido.
Desde entonces, ha habido varias denuncias e incidentes clave relacionados con pacificadores
y personal de asistencia humanitaria, y se han adoptado numerosas medidas para hacer frente al
problema:
• En 2006, una investigación de la BBC reveló que niños habían sido víctimas de violación y
prostitución por parte de pacificadores de las Naciones Unidas en Haití y Liberia.
• En 2012, un tribunal militar de Pakistán condenó a integrantes de las fuerzas de paz de la ONU
de ese país por abusos sexuales cometidos en Haití, y ordenó su repatriación y encarcelación;
integrantes de las fuerzas de paz de la ONU de Uruguay fueron acusados de coerción tras ser
denunciados por abuso sexual en Haití; y tres integrantes de la Misión de Estabilización de las
Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) también fueron repatriados tras un juicio militar por el
abuso sexual de un joven haitiano de 14 años.
• Integrantes del personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas de Chad fueron
acusados de violación en grupo en el norte de Malí en 2013.
186
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
• Francia inició una investigación sobre presuntos abusos a niños cometidos por sus contingentes
en la República Centroafricana en 2015.
• En el informe del Secretario General del año 2015: Medidas especiales de protección contra
explotación y abuso sexuales, se describe el cumplimiento de un programa de acción mejorado
de dos años de duración, para combatir la explotación y el abuso sexuales, uno de cuyos
aspectos clave fue el nombramiento de un equipo de expertos para evaluar el modo en que
cuatro misiones estaban abordando la cuestión. El informe hace hincapié en las medidas que
se están adoptando para fortalecer la respuesta de la Organización a la explotación y el abuso
sexuales en cuanto a prevención, aplicación y medidas correctivas. “El Secretario General sigue
siendo plenamente consciente de que una sola denuncia fundada por un caso de explotación
o abuso sexuales relacionado con cualquier miembro del personal de las Naciones Unidas es
demasiado. Los casos de abuso sexual, como los que implican actividades sexuales con un
menor o relaciones sexuales forzadas, son especialmente flagrantes.”
• En junio de 2015, un Grupo Independiente de Alto Nivel sobre las Operaciones de Paz de la
ONU recomendó nuevas medidas tales como imponer sanciones más severas a personas y
países contribuyentes de tropas cuando existan pruebas fidedignas de abusos, y no otorgar
autorización para aportar contingentes a las misiones de las Naciones Unidas a gobiernos
cuyas fuerzas figuren en las listas de los informes anuales del Secretario General sobre los
niños y los conflictos armados, y sobre violencia sexual relacionada con los conflictos, mientras
permanezcan en esas listas.
187
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Ante todo, el personal debe crear una cultura y un ambiente en las operaciones de mantenimiento
de la paz que impidan la explotación y el abuso sexuales. Para lograr esta cultura, es necesario que el
Departamento de Operaciones de Paz y los Estados Miembros actúen de forma conjunta.
La sección 3 del Boletín del Secretario General de 2003: Medidas especiales de protección contra
la explotación y el abuso sexuales, lleva el título: “Prohibición de cometer actos de explotación y abuso
sexuales”.10 Según esta sección, la explotación y el abuso sexuales violan normas universalmente
reconocidas y siempre han representado un comportamiento inaceptable. Tal conducta se prohíbe en el
Reglamento y el Estatuto del Personal de las Naciones Unidas.
Con objeto de proteger plenamente a las poblaciones más vulnerables, en especial a mujeres y
niños, se promulgan las siguientes normas concretas (que reiteran las obligaciones generales previstas
en el Reglamento y el Estatuto del Personal de las Naciones Unidas):
• La explotación y el abuso sexuales constituyen faltas graves de conducta y son, por tanto,
causales de adopción de medidas disciplinarias, incluida la destitución sumaria;
• Las actividades sexuales llevadas a cabo con niños (es decir, con personas menores de 18 años)
están prohibidas, independientemente de la edad fijada localmente para alcanzar la mayoría de
edad o la edad de consentimiento. No puede aducirse como defensa una estimación errónea de
la edad de un niño;
• El intercambio de dinero, empleos, bienes o servicios por sexo, incluidos los favores sexuales u
otras formas de comportamiento humillantes, degradantes o explotadoras, está prohibido. Esto
incluye cualquier prestación de asistencia que se esté obligado a proporcionar a beneficiarios de
asistencia;
• Las relaciones sexuales entre funcionarios de las Naciones Unidas y los beneficiarios de asistencia,
habida cuenta de que se basan en una dinámica de poder inherentemente desigual, socavan
la credibilidad e integridad de la labor de las Naciones Unidas, por lo que están firmemente
desaconsejadas;
Las normas enunciadas anteriormente no constituyen una lista exhaustiva. Otros tipos de
comportamiento de explotación o abuso sexuales pueden ser motivo de adopción de medidas
disciplinarias, incluida la destitución sumaria, de conformidad con lo dispuesto en el Reglamento y el
Estatuto del Personal de las Naciones Unidas.
En febrero de 2017, el Secretario General publicó su informe anual en el que presentó su estrategia
188
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
para mejorar el enfoque que aplica la Organización en todo el sistema para prevenir la explotación y los
abusos sexuales, y responder a los casos existentes. La estrategia se centró en cuatro esferas de acción
principales: dar prioridad a las víctimas, poner fin a la impunidad, fomentar la interacción con la sociedad
civil y los asociados externos, y mejorar las comunicaciones estratégicas en aras de la concienciación
y la transparencia. En el informe se aportan detalles de su decisión de nombrar Defensores de los
Derechos de las Víctimas en la sede, y también en las siguientes misiones: Misión Multidimensional
Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA), Misión
de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), Misión de
Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) y Misión de las Naciones Unidas en Sudán
del Sur (UNMISS). El Secretario General señaló:
El Boletín de 2003 define la “explotación sexual” como “todo abuso cometido o amenaza de abuso en
una situación de vulnerabilidad, de relación de fuerza desigual o de confianza, con propósitos sexuales,
a los efectos, aunque sin estar exclusivamente limitado a ellos, de aprovecharse material, social o
políticamente de la explotación sexual de otra persona”. De modo análogo, la expresión “abuso sexual”
se define como “toda intrusión física cometida o amenaza de intrusión física de carácter sexual, ya sea
por la fuerza, en condiciones de desigualdad o con coacción”. Tanto la explotación sexual como el abuso
sexual son formas de violencia sexual.
El Boletín reitera que la explotación y el abuso sexuales constituyen faltas graves de conducta y son,
por tanto, motivo para la adopción de medidas disciplinarias, incluida la destitución sumaria. El Boletín
establece claramente que el personal de las Naciones Unidas no puede llevar a cabo actividades sexuales
con personas menores de 18 años de edad, independientemente de la edad fijada localmente en el país
para alcanzar la edad de consentimiento sexual, y que no puede aducirse como defensa una estimación
11) Naciones Unidas. Asamblea General, Informe del Secretario General sobre Medidas especiales de protección contra la explotación y los abusos
sexuales: un nuevo enfoque, A/71/818, 28 de febrero de 2017.
12) Buchanan, “UN Peacekeeping: Allegations of sexual exploitation and abuse — a 20 year history of shame”.
189
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
“[El] Consejo condenó en los términos más enérgicos todos los actos de abuso y explotación
sexuales cometidos por pacificadores, y reiteró la importancia de asegurar que se los
investigara y castigara como corresponde. ... Sin embargo, se infirió que, dada la aparente
prevalencia de la explotación, tanto por parte de personal civil como militar, es probable que
los niveles de abuso hayan sido más graves de lo que previamente se creyó.”ii
i) Naciones Unidas, “Disertación de Jean-Marie Guénhenno, Secretario General Adjunto para Operaciones de Paz, ante el Comité Especial
sobre Operaciones de Mantenimiento de la Paz”, 4 de abril de 2005. Disponible en: <http://iilj.org/wp-content/uploads/2016/08/USG-
Peacekeeping-report-to-Special-Committee-on-Peacekeeping-Operations.pdf>.
ii) Naciones Unidas, “El Consejo de Seguridad condena “en los términos más enérgicos” todos los actos de abuso y explotación sexuales por
parte de personal de Mantenimiento de la Paz de ONU”, 31 de mayo de 2005. Disponible en: <https://www.un.org/press/en/2005/sc8400.
doc.htm>.
errónea de la edad de un menor. El Boletín se aplica a todos los funcionarios de las Naciones Unidas
(incluidos los funcionarios de órganos, fondos y programas); todos los funcionarios de asociados que
celebren contratos con las Naciones Unidas (incluidos funcionarios de ONG, consultores, contratistas,
jornaleros, pasantes, etc.); y todo el personal uniformado (incluidos policía civil y observadores militares).
Como sugieren las definiciones, la coerción puede transformar cualquier acto sexual en violencia
sexual. Muchas personas confunden erróneamente la coerción con la violencia física como los golpes,
puñetazos, el uso de armas, etc. La coerción también puede ser de índole psicológica. Intimidar, asustar
o amenazar a alguien, por ejemplo, sugiriendo que se le puede infligir daño físico si no cumple con
los deseos sexuales de otra persona, o extorsionar a alguien mediante amenaza de perjudicar su
reputación, su empleo o sus perspectivas económicas, son todas formas de coerción. Ni siquiera es
necesario que la consecuencia con la que se le amenaza sea real. Si la persona a la que se dirige la
coerción tiene razón para temer consecuencias reales, esa persona está sufriendo coerción. Si una
persona usa la coerción para hacer que otra acepte o realice actos sexuales, esa persona comete
violencia sexual. Finalmente, también se ejerce violencia sexual si la persona a la que está dirigido el
acto sexual no puede dar libremente su consentimiento, por ejemplo, si se encuentra bajo el efecto de
drogas, está intoxicada, dormida, tiene una discapacidad intelectual o por alguna otra razón no le es
posible entender cabalmente la situación.
La siguiente lista detalla algunas formas específicas que puede adoptar la violencia sexual:13
13) Centro Nacional de Recursos sobre la Violencia Sexual (National Sexual Violence Resource Center), “Perspectivas Globales de la Violencia Sexual:
Conclusiones del Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud de 2002”de la Organización Mundial de la Salud, 2004.
190
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
• Denegación del derecho a hacer uso de anticonceptivos u otras medidas de protección contra
las enfermedades de transmisión sexual (ETS);
• Aborto forzado;
• Actos violentos contra la integridad sexual de las mujeres, como la mutilación genital y las
inspecciones obligatorias para comprobar la virginidad; y
La violencia sexual se puede usar como instrumento para castigar a personas por lo que se percibe
como violaciones de normas sociales o códigos religiosos, éticos o morales. Aunque el acto en sí pueda
ser (o parezca ser) sexual, el “objetivo subyacente es una expresión de poder y dominio sobre la
persona agredida”.16
Aquí sería útil recordar lo explicado en la lección 4 sobre la relación entre el poder y la violencia.
No se trata solamente de que el objetivo y los efectos de la violencia sexual sean, en muchos casos,
demostrar poder y dominio sobre la persona agredida (su familia o los miembros de su comunidad). A
menudo, la mera presencia de la desigualdad de poder tiene el potencial de facilitar todo lo que abarca
desde el acoso sexual en el lugar de trabajo, las relaciones sexuales entre amantes que comienzan de
forma consensuada pero después se vuelven coercitivas, hasta la violación por parte de desconocidos y
el uso de la violación, la fecundación forzada y la infección deliberada con VIH como armas de guerra.
14) Organización Mundial de la Salud, “Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, Ginebra”, 2002, 149.
15) La ONU define el “acoso sexual” como“avances sexuales inoportunos, solicitud de favores sexuales y otra conducta verbal o física de naturaleza
sexual, cuando interfiere con el trabajo, se plantea como una condición de empleo o crea un ambiente de trabajo intimidante, hostil u ofensivo”.
Secretaría de la ONU, Procedimientos aplicables en casos de hostigamiento sexual, ST/AI/379, 29 de octubre de 1992.
16) Organización Mundial de la Salud, “Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, Ginebra”, 5.
191
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Virtualmente cualquier persona puede cometer violencia sexual, explotación y abuso. Pero, en general,
aquellos que tienen más poder son mucho más proclives a ser perpetradores, y quienes tienen menos
poder son mucho más vulnerables a convertirse en víctimas. Las personas que trabajan en las fuerzas de
mantenimiento de la paz, la policía civil y otras operaciones de mantenimiento de la paz casi siempre tendrán
más poder que las personas a quienes deben proteger y asistir, y a menudo tendrán poder sobre ellas.
Esta percepción se debe al menos en parte a un fenómeno psicosocial por el cual los seres humanos
a menudo no son tan conscientes de su poder como lo son de su falta de poder. Normalmente tenemos la
tendencia a no ser conscientes de nuestra propia capacidad para cumplir nuestros deseos sin interrupción
ni impedimento. Es mucho más probable que notemos, recordemos y nos sintamos afectados de forma
duradera por experiencias en las que se nos impidió hacer cosas que queríamos hacer. Por ende, hasta
los funcionarios policiales y los soldados muchas veces se ven a sí mismos como carentes de poder. Esto
es así, aunque la mayoría de los ciudadanos los consideren relativamente poderosos (y en una situación
posconflicto, pueden creer también que son aterradores).
La violación es muchas veces en lo primero que pensamos cuando escuchamos la frase “violencia
sexual”. Se refiere a alguien que fuerza a otra persona a mantener relaciones sexuales. En diferentes
jurisdicciones el término se define de diferentes formas. En ocasiones el delito se limita a la penetración
forzada de la vagina o el ano por un pene, o a veces a la penetración forzada de la vagina o el ano con
un objeto. De acuerdo con algunos códigos jurídicos, puede también incluir el sexo oral. El elemento
clave es que implica el uso de violencia o la amenaza de violencia por parte de una persona contra otra
para mantener relaciones sexuales contra su voluntad y sin su consentimiento.
17) En esta lección, se emplea de forma reiterada el pronombre masculino para designar a los perpetradores y el pronombre femenino para designar a las
víctimas. Esto no es porque las mujeres nunca cometan actos de violencia sexual, ni porque los hombres y los niños varones nunca sean víctimas de
la misma. Se debe al hecho de que, habida cuenta de que la abrumadora mayoría de los casos de hecho involucran a perpetradores de sexo masculino
y víctimas de sexo femenino, la práctica usual contraria de usar pronombres neutrales o equivalentes en materia de género constituirían una grave
tergiversación de la realidad.
192
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
En Camboya, los hombres jóvenes a veces llevan a cabo una práctica denominada bauk (violación en
grupo), principalmente contra mujeres que son prostitutas o son consideradas promiscuas sexualmente.
Según un investigador de CARE International, Tong Soprach, el bauk ocurre en general con trabajadoras
sexuales después de que un joven (o dos jóvenes) negocia(n) un precio con la trabajadora sexual o
solicitan a una mujer tener relaciones sexuales, y hacen arreglos para encontrarse en un lugar para
mantener relaciones sexuales. Entonces llevan a la mujer a un hotel o una casa de huéspedes donde
un grupo numeroso de hombres jóvenes esperan (o llegan inmediatamente después). Los jóvenes
obligan a la mujer a mantener relaciones sexuales con ellos sin su permiso y muchas veces usando la
violencia.18
En un grupo de discusión con varones jóvenes en otro estudio de la OMS, la mayoría de los
integrantes del grupo admitieron haber participado en la práctica del bauk. Un participante describió su
experiencia:
Soprach concluyó que “los perpetradores no perciben que sus acciones sean lo suficientemente
vergonzosas como para que valga la pena esconderlas”, y señaló que esto era una generalización que
se podría extender a la cuestión de la violación en general en Camboya, habida cuenta de que tiene
que ver con las relaciones entre hombres y mujeres. Soprach señala además que, “[El] concepto de
consentimiento sexual [es] una idea que, en buena medida, todavía sigue estando ausente del lenguaje
de … los hombres.” Esta observación es similar a lo que se señala en el informe de otra organización, en
este caso sobre el sexo marital:
Sexo de supervivencia
18) Tong Soprach, GANG RAPE: The Perspective of Moto-Taxi Drivers across Cambodia (La perspectiva de los moto-taxistas de toda Camboya), Playing
Safe Project (Proyecto Jugar Seguro), CARE International en Cambodia & Gender and Development for Cambodia (Camboya, género y desarrollo),
2004.
19) Wilkinson, A Model for Adolescent-friendly Sexual and Reproductive Health Services in Cambodia (Modelo de servicios de salud sexual y reproductiva
apropiado para adolescentes en Camboya) (OMS: Phnom Penh, 2003), 17.
20) Katarina Hammarberg, “Rape: Attitudes and Solutions in Cambodia” (Violación: actitudes y soluciones en Camboya) (ADHOC, Dan Church Aid: Phnom
Penh, 2004), 9.
193
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Este relato describe un fenómeno llamado sexo por “obligación” o de “supervivencia”. Puede darse en
muchos de los contextos en los que hay operaciones de mantenimiento de la paz en curso, porque surge
en particular cuando coexiste la pobreza con un grado considerable de riqueza. Aunque el personal de las
fuerzas de paz y el personal asociado no se consideren ricos en sus países de origen, los salarios de las
Naciones Unidas normalmente los hacen ricos en comparación con las comunidades en las que actúan.
¿Qué tiene de malo tener relaciones sexuales con alguien que tiene hambre y darle a esa persona
comida a cambio? Para empezar, en el ejemplo anterior, la persona que ofrece cambiar sexo por comida
es menor de 18 años de edad, y por lo tanto es una niña según el límite de edad que establece la
Convención sobre los Derechos del Niño. Mantener relaciones sexuales con un menor viola las normas
de la ONU y posiblemente la legislación local. Tal vez usted provenga de un país donde las niñas pueden
casarse a los 14 o a los 16 años. Quizás encuentre que esta definición de la niñez es irrazonable.
¿Qué pasaría si la persona que ofrece sexo a cambio de comida es una mujer adulta? ¿No es ella libre
de decidir qué hacer con su propio cuerpo? Después de todo, ¿no es ese uno de los argumentos que
esgrimen los defensores de los derechos de la mujer?
La respuesta más fácil a estas preguntas es que lo que usted pueda creer sobre cualquiera de estas
cuestiones es irrelevante: la ley es la ley, y las normas de las Naciones Unidas son las normas de las Naciones
Unidas. Como funcionario de las Naciones Unidas, sus obligaciones y responsabilidades serán claras y no
opcionales. Usted tendrá el deber de proteger y habrá aprendido sobre ello en la capacitación para su puesto.
También habrá recibido capacitación sobre los tipos de actividades que están prohibidas para todos los
funcionarios de las Naciones Unidas que participen en operaciones de mantenimiento de la paz, como cualquier
tipo de actividad sexual con personas menores de 18 años de edad y el intercambio de dinero, empleos,
bienes o servicios por sexo. Incluso las relaciones sexuales consensuadas entre adultos entre personal de las
Naciones Unidas y quienes se benefician de la asistencia de las Naciones Unidas y otras formas de asistencia
humanitaria, si bien no están prohibidas en todos los casos, están enérgicamente desaconsejadas. Esto es por
las mismas razones que se describen anteriormente: las operaciones humanitarias y de mantenimiento de la
paz tienen lugar en contextos de gran pobreza, desesperación y en situaciones traumáticas. Por definición,
los trabajadores de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas y otras organizaciones tendrán acceso a
muchísimo más poder y recursos que quienes reciben la ayuda, así es que sería difícil, si no imposible,
establecer y mantener relaciones que no sean de explotación, aun con las mejores intenciones.
• Podrá ver o escuchar que otros violan las normas de las Naciones Unidas sobre la conducta
sexual.
21) D. Otto, “Making sense of zero tolerance policies in peacekeeping sexual economies” en Sexuality and the Law, Munro, V. y Stychin, C. eds.,
(Abingdon: Routledge-Cavendish, 2007), 259-282.
194
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Una oficial de la Unidad de personas vulnerables de la Policía Nacional de Timor Oriental (izq.) y una oficial tailandesa de la
Policía de ONU (der.) visitan a la familia de una víctima de violación, una joven que ahora es madre de un bebé de 7 meses. 16
de diciembre de 2009. Foto de ONU #424433 por Martine Perret.
• Podrá verse enfrentado a la decisión de violar o no algunas de estas normas usted mismo.
• Podrá escuchar conversaciones de colegas o miembros de las comunidades a las que sirve que
expresan su descontento con las normas de las Naciones Unidas.
Por ende, puede ser útil aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre cómo podrá enfrentar
estas situaciones si surgen.
Trata de personas
La trata (normalmente) de mujeres y niños con fines de explotación sexual es en sí misma una
forma de violencia sexual, ya que supone forzar a las personas a tener relaciones sexuales contra su
voluntad, y consiste en una serie de actividades a través de las cuales se expone a las víctimas al riesgo
de sufrir múltiples formas de agresión sexual. Según el Protocolo de Palermo para prevenir, reprimir y
sancionar la trata de personas, la trata de personas significa:
195
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
El Protocolo también define el término “explotación” que incluirá, “como mínimo, explotación de
la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o
prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre o extracción de órganos”.22
Las víctimas de trata para fines de explotación sexual muchas veces son violadas o agredidas de
otras formas como parte del proceso de asegurar su sometimiento en el trayecto hacia el destino donde
se las forzará a trabajar en el comercio sexual. También a menudo son objeto de violencia sexual
durante su trabajo en el comercio sexual.
Al igual que el sexo de supervivencia, la trata para toda forma de explotación laboral se vuelve
posible y prospera en condiciones de extrema pobreza y es propiciada por la desigualdad entre naciones.
Cuando la economía de una nación o región es mucho más sólida que la de otra nación o región vecina,
las condiciones son propicias para la trata y el tráfico ilícito de migrantes, dado que los ciudadanos del
lugar más pobre creen que escapar a áreas de mayor seguridad económica, o participar en actividades
ilícitas, les dará un mayor acceso a recursos.
La trata es incluso más prevalente en condiciones de conflicto y crisis, porque las personas están tan
desesperadas por escapar del hambre, la pobreza y la violencia, que asumen riesgos que normalmente
serían impensables. Si existe alguna esperanza de mejorar las condiciones que están atravesando, las
posibles víctimas:
• Pueden aceptar “ofertas de trabajo” en otro país sin saber o entender cabalmente las
circunstancias;
• Pueden aceptar trabajar en un prostíbulo en otro país durante un tiempo, pensando que podrán
escapar una vez que lleguen, o creen que podrán controlar las condiciones de su trabajo si no
fuera así;
• Pueden encontrarse en situaciones en las que son más vulnerables a ser secuestradas para
trabajar en el comercio sexual, por ejemplo, si las sacan de sus casas y las separan de su
familia y su comunidad.
Los posibles perpetradores y cómplices, tanto hombres como mujeres, por desesperación económica
o simplemente por un sentimiento de desesperanza o de que las reglas ya no importan, pueden estar
dispuestos a realizar actividades que saben que son ilícitas, como por ejemplo:
• Convencer a sus amigas o familiares mujeres de que se vayan con personas de las que saben, o
sospechan, que están involucradas en explotación (sexual o de otro tipo) o en grupos de crimen
organizado a cambio de un pago; o
• “Mirar hacia otro lado” si están en posición de prohibir o denunciar actividades relacionadas con
la trata, a cambio de un soborno, sexo, o alguna otra remuneración.
22) ONU Asamblea General, “Informe del Comité Especial encargado de Elaborar una Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional sobre
la labor de sus períodos de sesiones 1º a 11º”, A/55/383, 2 de noviembre de 2000.
196
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
La desigualdad de género sistémica hace que mujeres y niñas sean especialmente vulnerables a
la trata con fines de explotación sexual, por al menos dos razones. En primer lugar, como se señalaba
anteriormente, la desigualdad de género en sí misma puede ser una forma de violencia sexual de
índole cultural en que las mujeres son percibidas como propiedad sexual de los hombres, y venderlas
sexualmente a otros en un sistema de trata no violaría de forma sustancial ese aspecto de las normas
culturales. Segundo, la desigualdad de género facilita enormemente la violencia sexual directa en el
marco de la trata por las mismas razones que lo hace en otros ámbitos. Cuando las niñas y las mujeres
no son percibidas como totalmente iguales a los hombres y los niños varones, lastimarlas es más fácil,
porque hacerlo es, en menor medida, un tabú social, y el hecho de que su valor e importancia sean
inferiores también les da un acceso más limitado a recursos con los que protegerse.
Prostitución/trabajo sexual
Las mujeres que trabajan en el comercio sexual tienen un riesgo especialmente grave de ser objeto
de violación y otras formas de violencia sexual. Este riesgo mayor se debe en parte a que los hombres
que compran el sexo, como han hecho un pago, pueden considerarse con derecho a hacer cualquier cosa
que deseen a las mujeres a las que pagaron. También, se debe en parte a que las trabajadoras sexuales
normalmente se consideran de nivel social inferior, a menudo porque la prostitución es una actividad
ilícita y porque con frecuencia es la pobreza (y la creencia de que pueden ganar una remuneración
relativamente mayor en este trabajo) lo que conduce a las mujeres a esta profesión. En los casos en que
se trata de una actividad ilícita, la prostitución aumenta la vulnerabilidad de las trabajadoras sexuales
porque se las percibe como objetivo de violencia más seguro, habida cuenta de que los perpetradores
creen que es poco probable que las prostitutas llamen a la policía ya que ellas mismas pueden ser
arrestadas por llevar a cabo una actividad ilícita.
¿Es la prostitución, por su propia naturaleza, una forma de violencia sexual? Diferentes personas
tienen diferentes formas de responder esta pregunta. Algunas personas sostienen que los servicios
sexuales se deben ver como similares a otros tipos de servicios humanos, como los servicios alimenticios,
los masajes, la acupuntura, etc., y que se debería eliminar la estigmatización de estos servicios y, por
ende, legalizarlos. Desde este punto de vista (a veces denominado enfoque reglamentista), cambiar
la forma en que la sociedad percibe la prostitución disminuiría los problemas que muchas veces trae
aparejados, como la discriminación contra las trabajadoras sexuales y el riesgo mayor de violencia
sexual y enfermedades de transmisión sexual, como el VIH, que ellas deben enfrentar en el trabajo.
Otros aspectos del enfoque reglamentista (aunque no todos los reglamentistas están de acuerdo)
incluyen el argumento de que la prostitución podría ser una profesión liberadora para las mujeres. Una
profesión en la que las mujeres podrían verdaderamente controlar y sacar partido de su sexualidad,
y habida cuenta de las historias de control masculino de la sexualidad femenina en todas partes del
mundo, podría ser un avance para la libertad de la mujer. No obstante, esto solamente sería así si la
profesión pudiera hacerse más segura y saludable, y si las mujeres tuvieran acceso razonable a formas
de trabajo alternativas que tuvieran remuneraciones igualmente redituables.
Mientras el trabajo sexual comercial siga siendo ilícito en la mayoría de los lugares, sea uno de los
pocos tipos de empleo disponibles en estas zonas, o exista junto a una relativa falta de empleos para
mujeres por los que se pague una remuneración que permita la subsistencia, es imposible sostener que
197
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
las mujeres que trabajan voluntariamente en el comercio sexual lo hagan en condiciones de libertad
total. Muchos reglamentistas señalarían que lo mismo podría decirse de los hombres y mujeres que
eligen empleos que los colocan en situaciones con alto riesgo de sufrir enfermedades o lesiones,
como el trabajo de los migrantes ilegales en granjas que usan plaguicidas químicos peligrosos, en las
cuadrillas de construcción, en embarcaciones de pesca en alta mar, los mineros o los trabajadores de
otras profesiones peligrosas. Cuando las condiciones económicas son tales que las personas se sienten
forzadas a aceptar empleos que implican violar la ley y que las ponen en alto riesgo de ser objeto de
violencia, inevitablemente surgen cuestiones relacionadas con la coerción y la explotación.
En claro contraste con la perspectiva reglamentista sobre la prostitución, los abolicionistas creen que
toda prostitución es, por definición, una forma de explotación y perjudicial para las mujeres. Algunos
incluso sostienen que la prostitución es siempre y en todos los casos una forma de violencia contra las
mujeres. Desde este punto de vista, la comercialización del sexo y el cuerpo de las mujeres es una
violación fundamental de la dignidad humana. Según los abolicionistas, la única forma de eliminar
la violencia contra las mujeres y hacer frente a la desigualdad de género es abolir completamente
la prostitución. Para esto sería necesario lograr la criminalización universal de la prostitución y una
sustancial mejora de los mecanismos que existen para arrestar, procesar y castigar a quienes contratan
los servicios o lucran con actividades sexuales comerciales.
Más allá de cuál sea su opinión sobre la prostitución, es probable que sus diferentes formas existan
de forma generalizada en las áreas que rodean las operaciones de mantenimiento de la paz. Para los
fines de este curso, hay cuatro puntos esenciales que se deben destacar. En primer lugar, el Boletín del
Secretario General prohíbe ofrecer dinero, empleo, bienes o servicios a cambio de relaciones sexuales.
Esto incluye la utilización de los servicios prestados por prostitutas.
En segundo lugar, en un escenario posconflicto, hay una probabilidad abrumadora de que toda
actividad sexual comercial en el área sea alguna forma explotación, y que esté precedida o acompañada
por alguna forma de violencia o trauma para las mujeres y niñas involucradas. En los contextos
posconflicto, las mujeres no pueden decidir dedicarse a una ocupación relacionada con el comercio
sexual sin sentirse de algún modo coaccionadas a tomar esa decisión. (Por definición, las niñas menores
de 18 años de edad legalmente no pueden dar su consentimiento para el trabajo sexual comercial.)
Aunque la violencia, el trauma y la coerción no sean visibles para usted, esto no significa que no
estén presentes. Los propietarios de establecimientos de comercio sexual y, por cierto, las propias
trabajadoras sexuales tienen una fuerte motivación económica y legal para ocultar todas las pruebas de
violencia, trauma y coerción.
En tercer lugar, en caso que usted decidiera adquirir los servicios de una prostituta en violación
de todas las leyes y de todas las normas de las Naciones Unidas, de su país y del país anfitrión, debe
saber lo siguiente: no le será posible determinar si una trabajadora sexual/prostituta ha sido objeto de
trata o no. Este dato se basa en un número considerable de investigaciones, entre las que se cuentan
entrevistas con policía civil y personal de mantenimiento de la paz.
Las víctimas de trata no necesariamente aparentan haber sufrido lesiones o estar traumatizadas.
Pueden estar limpias y tener un aspecto saludable. Incluso es posible que parezca que disfrutan trabajar
donde lo hacen. Pueden tener historias convincentes de por qué están allí y de cómo ese trabajo es
bueno para ellas. Pueden decir que pueden ir y venir con libertad cuando lo deseen. También pueden ser
198
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
ellos, y es posible que ellos le digan que es cercano a la principal terminal de ómnibus de la ciudad de Phayao,
en el norte de Tailandia. 1 de enero de 2001. Foto de ONU #20008
seguro y que las mujeres no han sido objeto de
por Shehzad Noorani.
trata. Ninguno de estos hechos prueba que las
trabajadoras sexuales estén trabajando de forma voluntaria. Igualmente es posible que sean víctimas
de trata. Usted no tendrá forma de saberlo con seguridad. Si son víctimas de trata y usted adquiere
sus servicios (o conoce a funcionarios de la ONU que lo hacen y no los denuncia), no solamente usted
estará violando las normas de las Naciones Unidas y otras normas sobre comportamiento sexual, sino
que también podrá ser cómplice de la delincuencia organizada transnacional y podrá ser pasible de
acciones penales.
En cuarto lugar, aunque usted se sienta confiado de que una mujer no es víctima de trata, es
importante recordar que usted de todas formas está en un contexto de desigualdad extrema, tanto en
materia económica como de poder, un contexto plagado de traumas y violencia reciente. Bajo estas
condiciones, una buena guía ética podría ser preguntarse, “¿Qué seguridad puedo tener de que lo que
aparenta ser prostitución aquí no es solo otra forma de sexo de supervivencia?”
199
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
la violencia sexual sea más probable en un momento y un lugar determinados. Es probable que siempre
haya una combinación de factores estructurales, institucionales, individuales, culturales y situacionales
en juego. Esto no significa que un perpetrador dado tenga todos estos factores en mente cuando lleva
a cabo un acto de violencia sexual. Por el contrario, significa que todo acto de violencia sexual surge
de una complicada red de factores que, si se hubieran combinado o entrecruzado de forma diferente,
podrían haber producido resultados muy distintos.
Condiciones culturales
Las condiciones culturales en este caso se refieren a los tipos de significados que se asignan a los
hombres, las mujeres, el sexo y los roles de género en una sociedad determinada, y sus relaciones
conocidas o hipotéticas con la violencia sexual. Un examen exhaustivo de la investigación que existe a
nivel mundial excedería con creces el alcance de este curso, pero una pequeña muestra nos proveerá
un pantallazo de las conclusiones que surgen de los estudios realizados en diferentes partes del mundo.
• A menudo las mujeres dicen “No” al sexo cuando quieren decir “Sí”;
• Las mujeres que son violadas muchas veces se lo buscan (quieren ser violadas);
• Es aceptable que un joven/hombre haga que una joven/mujer mantenga relaciones sexuales
con él si ella ha coqueteado con él o lo ha alentado.
Estas frases fueron adaptadas de dos encuestas diferentes que se llevaron a cabo en Australia en
1995 y 2001 para evaluar el grado en que los hombres y jóvenes australianos estaban de acuerdo con
actitudes que propician la violencia sexual. Cabe destacar que estas actitudes siguen existiendo.
Un estudio del comportamiento sexual entre efectivos del servicio militar de Camboya que se llevó
a cabo en 200224 mostró que los soldados de sexo masculino tienen las siguientes creencias sobre el
género y la sexualidad:
23) Donald C. Gibbons, “Forcible Rape and Sexual Violence” (Violación forzada y violencia sexual), Crime and Delinquency, agosto de 1984, 251-269.
24) Ian Ramage, “Strong Fighting: Sexual Behavior and HIV/AIDS in the Cambodian Uniformed Services”, Family Health International/IMPACT Camboya,
diciembre de 2002.
200
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Estas creencias contribuyen al uso generalizado de los servicios de trabajadoras sexuales y funcionan
en cierto grado como los “mitos de la violación”, en cuanto a que la violencia contra las prostitutas
(por ejemplo, la práctica del bauk que se describía anteriormente) es común y está facilitada por la
separación cultural de las mujeres en dos categorías: esposas y prostitutas. Las esposas se consideran
conservadoras del punto de vista sexual y físicamente delicadas, en tanto que las prostitutas están
disponibles como desahogo para la sexualidad contenida de los hombres (cuya expresión agresiva se
considera necesaria para su masculinidad). Como dijo un funcionario policial cuando hablaba sobre
cómo debe tratar a su esposa de forma diferente que a las trabajadoras sexuales:
¿Qué significa el honor masculino? Seguramente, el honor masculino por sí solo no puede ser la
causa de la violencia sexual. Cuando los estudios de violencia sexual encuentran vínculos entre culturas
con altos índices de esta forma de violencia e ideologías sobre el honor y las prerrogativas masculinas,
se refieren a interpretaciones del honor masculino en las que el honor depende de relaciones particulares
con las mujeres y la femineidad.25 Estas interpretaciones del honor masculino normalmente suponen:
• La virginidad de las mujeres se considera una propiedad de los hombres que debe ser
resguardada, y las mujeres que no son vírgenes se consideran menos valiosas.
• La sexualidad de las mujeres en general se considera propiedad en primer lugar de los miembros
masculinos de su familia y después de su esposo; la violación se considera un delito perpetrado
contra estos miembros masculinos de la familia, no como un delito contra una mujer.
• Se entiende que los hombres tienen derecho a acceso sexual relativamente libre al cuerpo de
las mujeres, o existe una doble moral, en que se permite a los hombres mucha más libertad
sexual que a las mujeres.
25) Centro Nacional de Recursos sobre la Violencia Sexual (National Sexual Violence Resource Centre), “Perspectivas globales de la violencias sexual:
Conclusiones del Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud”, 2004.
201
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
El PNUD asiste a mujeres víctimas de abuso de sus derechos humanos, otorgándoles micropréstamos o “capital semilla”, de
modo que puedan crear pequeños emprendimientos que les permitan sentar las bases sólidas y responsables de un futuro
independiente en Kigoma, Tanzania. Janet Roukwakwa (der.), ex trabajadora sexual, atiende a clientes en su restaurante. La
Sra. Roukwakwa emplea a otras ex trabajadoras sexuales en su bar y restaurante, sacándolas de la prostitución y dándoles una
mejor oportunidad en la vida. 22 de junio de 2006. Foto de ONU #138762 por Evan Schneider.
Michael Flood, sociólogo australiano que ha escrito extensamente sobre la cuestión de la violencia
masculina, señaló que “El deporte es un ámbito importante donde se enseñan a los niños y a los
hombres los valores clave asociados con la masculinidad dominante, como la competitividad extrema,
la agresión y la dominación”. Destaca que otros rasgos de la cultura deportiva, como el alto valor que
se asigna a la capacidad de soportar el dolor y el sufrimiento, puede tener un efecto colateral negativo:
enseñar a los hombres y a los niños que la violencia es normal.
202
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
armadas vinculó las relaciones heterosexuales frecuentes con trabajadoras sexuales comerciales y el
comportamiento sexual de riesgo en relación con el VIH, con la masculinidad dominante, e incluso
directamente con la violencia sexual.27
Se ha constatado que la violencia sexual es mucho más prevalente en sociedades con altos grados
de desigualdad de género, independientemente del nivel de desarrollo económico. En sociedades con
niveles elevados de violencia sexual, las mujeres informan que tienen más miedo que los hombres, y
menos probabilidades de salir a espacios públicos una vez que anochece.
Por ejemplo, un estudio de 1981 de la antropóloga estadounidense Peggy Reeves Sanday revisó las
conclusiones de más de 150 sociedades no industrializadas diferentes, algunas de las cuales registraban
altos índices de violaciones y otras muy pocas o ninguna violación. Concluyó que la “violación es parte
de una configuración cultural que incluye la violencia interpersonal, el dominio masculino y la separación
sexual”; es decir, separación de los sexos en distintas esferas sociales.
Una investigación de 2004 buscó actualizar y complementar los datos de Sanday mediante un
estudio de países industrializados de Europa y América del Norte. Combinó datos transnacionales de
estadísticas de la ONU sobre la situación económica y ocupacional de las mujeres con datos sobre
violencia sexual de la encuesta International Crime Victims Survey y encontró que:
203
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Figura 7-1
En este informe, elaborado por la OMS, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres,
y el Consejo Sudafricano de Investigación Médica, se presenta el primer estudio sistemático
y el primer resumen de los datos científicos sobre la prevalencia de dos formas de violencia
contra la mujer: la violencia ejercida por la pareja (violencia de pareja) y la violencia sexual
ejercida por alguien que no es la pareja (violencia sexual no de pareja). Se muestran por
primera vez estimaciones globales y regionales integradas, las cuales se obtuvieron utilizando
datos demográficos de todo el mundo que fueron compilados de manera sistemática.
• En total, el 35% de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia física y/o sexual
de pareja, o violencia sexual no de pareja. Si bien existen muchas otras formas de
204
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
• En todo el mundo, el 38% de los asesinatos de mujeres son cometidos por su pareja;
• Las mujeres que han sido sometidas a abuso físico o sexual por su pareja registran
índices más altos de varios importantes problemas de salud. Por ejemplo, tiene 16%
más de probabilidades de tener bebés de bajo peso al nacer; el doble de probabilidades
de abortar; casi el doble de probabilidades de sufrir depresión; y, en algunas regiones,
1,5 más probabilidades de contraer VIH en comparación con aquellas mujeres que no
han sufrido violencia de pareja; y
• En todo el mundo, el 7% de las mujeres han sido atacadas sexualmente por alguien
que no era su pareja. Hay menos datos disponibles sobre los efectos de la violencia
sexual no de pareja en la salud. Sin embargo, la evidencia que sí existe revela que
las mujeres que han sufrido esta forma de violencia tienen 2,3 más probabilidades de
caer en el alcoholismo y 2,6 más probabilidades de sufrir depresión o ansiedad.
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Departamento de Salud Reproductiva e Investigación, Escuela de Higiene
y Medicina Tropical de Londres, Consejo Sudafricano de Investigación Médica, “Estimaciones globales y regionales de
violencia contra mujeres: prevalencia y efectos en la salud de la violencia de pareja y la violencia sexual no de pareja”.
La artista de origen liberiano Jerrilyn Mulbah canta ante un público de unas 20.000 personas en un concierto que
marca el final de la primera fase de la campaña “Detener las violaciones”, dirigida por el gobierno de Liberia y
otras entidades asociadas. 28 de junio de 2008. Foto de ONU #182689 por Christopher Herwig.
205
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
• El 91% de las víctimas de violación y ataque sexual son del sexo femenino, y el 9%,
del sexo masculino.
• 1 de cada 4 niñas y 1 de cada 6 varones serán objeto de abuso sexual antes de cumplir
los 18 años de edad.
• Un 12,3% de las mujeres tenían no más de 10 años de edad cuando fueron violadas
o abusadas por primera vez, y un 30% lo fueron entre los 11 y los 17 años de edad.
• Un 27,8% de los hombres tenían no más de 10 años de edad cuando fueron violados/
abusados por primera vez.
• Más de un tercio de las mujeres que denuncian haber sido violadas antes de los 18
años de edad sufren violación también de adultas.
• El 96% de quienes abusan de niños son del sexo masculino, y el 76,8% de quienes
abusan sexualmente de niños son adultos.
• La edad promedio a la que las niñas caen por primera vez víctimas de la prostitución
es de 12 a 14 años, y la edad promedio de los varones es de 11 a 13 años.
Fuente: Centro Nacional de Recursos sobre Violencia Sexual, “Estadísticas de violencia sexual”, 2015.
206
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Estos estudios se centran solamente en la violencia sexual contra las mujeres. Hay también
cantidades significativas de hombres y niños que son víctimas de violencia sexual, aunque este problema
no es tan estudiado. Pero al igual que con la violencia sexual contra mujeres y niñas, los perpetradores
de violencia sexual contra hombre y niños son, en una abrumadora mayoría, hombres. Esto parece ser
incluso más cierto en lo que respecta a la violencia sexual que a la violencia física en general.
La pobreza es otra característica estructural de las sociedades que propicia la violencia sexual. Como
se mencionaba anteriormente, la pobreza aumenta más el riesgo de violencia sexual para personas en
los grupos socioeconómicos más bajos, porque puede forzarlas a recurrir a la prostitución o al “sexo
de supervivencia” para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y vivienda. Dedicarse a la
prostitución aumenta considerablemente la vulnerabilidad a la violencia sexual.
El sistema jurídico de una sociedad puede ser otro rasgo institucional adicional que aumenta la
probabilidad de violencia sexual y explotación, por ejemplo, si incluye normas que:
• Otorgan menos derecho a las mujeres que a los hombres a los recursos económicos y de otra índole;
• Tratan el matrimonio como un contrato implícito que otorga a los hombres acceso sexual
permanente e ilimitado a sus esposas, en la medida en que la ley no contempla la violación y la
agresión sexual entre cónyuges como delitos;
• Tratan la violencia sexual perpetrada por hombres como delitos menores con penas triviales,
o crean condiciones en las que es casi imposible del punto de vista legal para las víctimas de
violencia sexual probar que han sufrido un daño; o
• Permiten, e incluso alientan, la violencia sexual como pena por supuestas violaciones de las
normas de género.
Las sociedades que históricamente han tenido leyes de esta índole, aunque los tribunales y
legislaturas las hayan anulado, muchas veces continúan con las ideologías del pasado de otras formas.
Es posible que las reformas de las leyes no se apliquen en la práctica; es posible que la policía, los
jueces y el personal del sistema de justicia penal se apeguen a las leyes antiguas de forma encubierta.
Finalmente, las sociedades que están en estado de guerra o en conflicto tienen índices mucho
mayores de violencia sexual que las que están en paz.
30) Yodanis, “Gender Inequality, Violence against Women, and Fear: A Cross-National Test of the Feminist Theory of Violence against Women”.
207
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Condiciones individuales
Las condiciones a nivel individual se refieren a aquellos factores que pueden cambiar de una situación
a otra, o de una persona a otra. Incluyen variables como el consumo de alcohol, el perfil psicológico de
los perpetradores, los rasgos específicos de las relaciones entre el perpetrador y la víctima y factores
situacionales como el horario, la ubicación y el entorno.
Consumo de alcohol
El alcohol por sí solo no causa el comportamiento violento, pero disminuye las inhibiciones que
podrían impedir que el bebedor se comportara de formas que en otros casos no haría. También
altera la capacidad de discernimiento. En muchos contextos, el alcohol está culturalmente asociado
con la sexualidad; por eso, muchos hombres pueden considerar que beber es un preludio para el
sexo y creen que, si sus parejas no dan su consentimiento voluntariamente para mantener relaciones
sexuales, tienen permitido coaccionar a sus parejas a mantener relaciones sexuales. Muchos estudios
han mostrado que existe una estrecha correlación entre el consumo de alcohol y lo que se denomina
“violación por parte de conocidos” o “violación en las citas amorosas” (se consume alcohol en el 75%
de los casos). Estas son violaciones cometidas por hombres contra mujeres (u hombres) con quienes
tienen citas amorosas. A veces ocurren porque los perpetradores interpretan erróneamente las señales
de sus parejas (interpretan disposición para mantener relaciones sexuales cuando no la hay o cuando
sus parejas ofrecen resistencia) y después ignoran las señales para detenerse. En otras ocasiones, son
el resultado de que los perpetradores incurran de forma consciente y deliberada en comportamiento
sexual agresivo contra la voluntad de sus parejas. No obstante, muchas agresiones sexuales ocurren sin
que exista consumo de alcohol, por lo que el alcohol actúa, como máximo, como facilitador.
Muchos estudios psicológicos han estudiado a hombres que están en prisión, comparando a aquellos
que fueron arrestados por violación con quienes están en prisión por delitos que no son de índole sexual.
Si bien estos estudios observaron diferencias en las actitudes hacia las mujeres y los roles de género,
no hay datos confiables que hayan mostrado diferencias significativas en los tipos de personalidad o
los perfiles psicológicos de los violadores en relación con los no violadores. Casi un cuarto de siglo
atrás, el sociólogo estadounidense Neil Malamuth señalaba que “los sondeos psicológicos de violadores
conocidos en general no han podido encontrar pruebas psicológicas que diferencien a esas personas de
las personas ‘normales’, y los resultados de estudios realizados con estudiantes universitarios de sexo
masculino indican que el 35% de los estudiantes se consideraban capaces de cometer violación.”31
208
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
El informe menciona además como un factor de riesgo individual de índole psicológica “la falta
de inhibiciones que supriman las asociaciones entre el sexo y la agresión”. Si se tienen en cuenta las
asociaciones generalizadas entre el sexo y la agresión incorporadas, por ejemplo, en las producciones
cinematográficas de Hollywood que se distribuyen mundialmente, podría decirse que es en este
momento una necesidad internacional que los hombres, individualmente, desarrollen inhibiciones de
esta índole, como forma de evitar una erotización de la violencia en sus propias vidas.
En algunos casos individuales, se ha establecido una correlación entre las acciones violentas
y otros actos impulsivos, como la agresión sexual, y las lesiones cerebrales o antecedentes
de trauma infantil. Se ha demostrado que la violencia y el trauma producen cambios en los
neurotransmisores — sustancias que afectan la función cerebral — y en los niveles hormonales. Como
se explicaba en la lección 4, algunos estudios han encontrado vínculos entre la hormona testosterona
y el comportamiento agresivo, aunque no está claro si existe una relación causal entre ambos ni se
ha comprobado el orden en el que se presentan. Es decir, si el aumento de los niveles de testosterona
precede a la agresión, o la agresión precipita una suba de los niveles de testosterona.
Como las historias de trauma y lesión cerebral a menudo involucran el abuso por parte de miembros
de la familia, puede ser muy difícil para los investigadores diferenciar entre los efectos biológicos que
llevan a un comportamiento violento en personas traumatizadas y los “efectos familiares”. Como se
mencionaba anteriormente, existen vínculos comprobados entre el abuso infantil y la violencia en la
edad adulta: los reclusos violentos en la cárcel tienen más probabilidad de haber sido objeto de violencia
cuando eran niños que los reclusos no violentos, y los niños que están expuestos a la violencia en sus
familias cuando están creciendo tienen más probabilidades que los niños de hogares no violentos de
tener relaciones violentas cuando son adultos.
32) Janet Meyer, “Brief Summary of the Root Causes of Sexual Assault”, 22 de noviembre de 2000.
209
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
concluyeron que la violación, en particular, es un acto motivado más por emociones como la ira, la
vergüenza y el odio que por el deseo sexual. Esto, por supuesto, depende del contexto y el propósito de
la violación u otros actos de violencia sexual. Habida cuenta de las múltiples formas que puede adoptar
la violencia sexual, es difícil trazar generalizaciones fiables sobre el variado conjunto de situaciones que
pueden estar incidiendo en un acto determinado. No obstante, la investigación efectivamente indica que
la “asociación con pares agresivos sexualmente” es un comportamiento que aumenta el riesgo de que
los hombres cometan actos de violencia sexual.
Familia residente en un asentamiento urbano de Sonagachi. 20 de junio de 2010. Foto de ONU #451906 por Kibae Park.
210
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Para entender las consecuencias de las violaciones y otras formas de violencia sexual en tiempos
de guerra, es esencial reconocer que la respuesta de la víctima no se produce ante una única violación
aislada que ocurre en una sociedad relativamente estable. En ese contexto, se podría esperar al menos
cierto grado de acceso a servicios médicos y jurídicos y apoyo de la comunidad y de la familia. En el
contexto de un conflicto armado, la violencia sexual puede tener repercusiones sociales, culturales,
domésticas, físicas y psicológicas aún más graves.
En UNMIL, la policía civil de la ONU designó a un oficial de trata de personas con un equipo de siete
efectivos. El equipo realizó redadas en clubes nocturnos y rescató a mujeres y niñas que habían sido
objeto de trata. No obstante, las mujeres que decidieron testificar contra los traficantes no recibieron
protección o asistencia posteriores en lo que respecta a refugio temporal o repatriación. Estas mujeres
fueron entregadas a ONG locales que no tenían recursos suficientes para darles apoyo o protección.34
La operación militar de la Unión Europea en la República Democrática del Congo (Operación EUFOR
RD Congo)35 colaboró con organizaciones locales de mujeres para mejorar su respuesta ante la violencia
sexual. Las organizaciones locales proporcionaron información sobre a quién se debía contactar toda
vez que EUFOR se enfrentara a casos de violencia sexual, a fin de instrumentar mecanismos para que
las víctimas recibieran apoyo psicosocial, médico y jurídico.36
Más recientemente, la ONU y la OTAN promulgaron directivas para ayudar a identificar medidas
para dar a apoyo a las actividades de prevención. En 2010, la ONU publicó nuevas directivas: Cómo
33) Veprore Shehu, Directora ejecutiva de Medica Kosova, Comunicación con Megan Bastick del DCAF, 14 de mayo de 2007.
34) Refugees International Bulletin, “Liberia: UNMIL’s Crackdown on Trafficking Puts Women at Risk”, 10 de mayo de 2004.
35) La Operación militar de la Unión Europea en la República Democrática del Congo (EUFOR RD Congo) no era estrictamente una misión de mantenimiento
de la paz sino una operación militar en apoyo de la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo,
MONUC. EUFOR RD Congo, fue un mandato de la resolución 1671 del Consejo de Seguridad y concluyó el 30 de noviembre de 2006. No obstante,
muchas de las lecciones de EUFOR RD Congo son aplicables de muchas formas a las misiones de mantenimiento de la paz.
36) Centro Operativo de la Unión Europea, “Informe final sobre el Trabajo de Género dentro de la EUFOR República Democrática del Congo”, 15 de
diciembre 2006.
211
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
abordar la violencia sexual relacionada con los conflictos: un inventario analítico de prácticas para el
mantenimiento de la paz.37 Esta guía reúne mejores prácticas y elementos innovadores para conseguir
que los pacificadores puedan ofrecer una respuesta más eficaz a las inquietudes de las mujeres en
materia de seguridad. Desde patrullas de protección para las recolectoras de leña en Darfur, hasta
la creación de escoltas los días de mercado, patrullas nocturnas y sistemas de alerta temprana en
la República Democrática del Congo, el documento enumera los esfuerzos directos e indirectos que
se realizan para combatir la violencia sexual durante la guerra y en períodos posteriores. Si bien el
enfoque principal de esta publicación se centra en los métodos prácticos con los cuales los responsables
(hombres y mujeres) de mantener la paz, ya sean civiles, policías o militares, pueden prevenir la
violencia sexual, también forma parte de una agenda más amplia que tiene como objetivo mejorar las
capacidades de los pacificadores a la hora de proteger a la población civil de forma eficaz.
En 2011, la Oficina del Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia Sexual en
los Conflictos publicó la Nota de orientación provisional sobre la aplicación de la Resolución 1960 (2010)
del Consejo de Seguridad sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad (Violencia Sexual en los Conflictos).38
El propósito de esta nota fue proporcionar información y orientación provisional para la implementación
de los principales elementos operativos de la Resolución 1960 del Consejo de Seguridad, a saber:
• Compromisos que deben asumir las partes en conflicto para prevenir y responder a la violencia
sexual.
En junio de 2015, la OTAN adoptó las Directrices Militares sobre Prevención y Respuesta a la
Violencia Sexual y por Razón de Género relacionada con los Conflictos,39 por las cuales se exige a los
países de la OTAN apoyar los esfuerzos de la ONU para responder a esta cuestión.
Estos ejemplos apuntan a algunos de los retos y oportunidades que usted podrá encontrar durante
las actividades de mantenimiento de la paz, a fin de responder a la violencia sexual en las comunidades
en las que trabaje. Como pacificador, deberá estar alerta a la posibilidad de que las personas con las
que trabaje puedan haber sido víctimas de violencia sexual. También es importante la capacitación
para reconocer y responder a los síntomas de trauma, y actuar de forma de proteger a las personas
para que no sufran nuevas experiencias traumáticas. Este abordaje afectará todos los aspectos de
su interacción con la comunidad, inclusive los protocolos que reglamentan la conducta durante los
registros, en los puntos de control y en los procesos de consulta. La sensibilidad a la violencia sexual
es esencial para garantizar el buen relacionamiento entre el personal de mantenimiento de la paz y
las comunidades anfitrionas, y el cumplimiento cabal de los mandatos de mantenimiento de la paz.
También deberá familiarizarse con las principales directivas y normas que respaldan los esfuerzos para
prevenir y responder a la violencia sexual en los conflictos.
37) ONU Mujeres, “Cómo abordar la violencia sexual relacionada con los conflictos: un inventario analítico de prácticas para el mantenimiento de la paz”,
2010.
38) Oficina del Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia Sexual en los Conflictos, Nota de orientación provisional sobre la
aplicación de la Resolución 1960 (2010) del Consejo de Seguridad sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad (Violencia Sexual en los Conflictos), julio
de 2011.
39) OTAN, Directrices Militares sobre la Prevención y la Respuesta a la Violencia Sexual y por Razón de Género relacionada con los Conflictos, 1 de junio
de 2015.
212
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Iniciativas para prevenir y sancionar a los pacificadores que cometan actos de violencia
sexual
Los países contribuyentes de tropas y personal policial, y las misiones de mantenimiento de la paz
han reconocido que una mayor presencia de mujeres en las operaciones de mantenimiento de la paz
mejora el comportamiento dentro de la misión.40 El Comité Especial sobre Operaciones de Mantenimiento
de la Paz de la ONU (C-34) señaló que aumentar la participación de las mujeres en las operaciones de
mantenimiento de la paz es:
En efecto, la investigación sugiere que la presencia de mujeres tiene un efecto positivo en las
facetas negativas de la cultura militar o machista, de forma tal que se produce con menos frecuencia
la explotación sexual de mujeres y niños.42 Por consiguiente, las iniciativas por parte de los Estados
de incrementar el despliegue de mujeres para las misiones de mantenimiento de la paz son parte de
una estrategia integral tendiente a prevenir la violencia sexual por parte de miembros del personal de
mantenimiento de la paz.
40) Departamento de operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (DOMP), “Enhancing the Operational Impact of Peacekeeping
Operations: Gender Balance in Military and Police Services Deployed to UN Peacekeeping Missions. Background Paper”, 29 de marzo de 2006.
41) Asamblea General de la ONU, “Informe del Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y su Grupo de Trabajo sobre la continuación
del período de sesiones de 2005”, A/59/19/Add.1, 11 de abril de 2005.
42) K.H. Karame, “Summary Findings of Research on Female Peacekeepers”, 2003.
43) Naciones Unidas, “Resumen de contribuciones de contingentes a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU detalladas por misión, puesto
y género”, 30 de abril de 2018.
213
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
operaciones de mantenimiento de la paz.44 A partir de 2017, el DOMP comenzó a aplicar una serie de
medidas temporales especiales para incentivar a los países contribuyentes de tropas a alcanzar estas
metas. La Conferencia de Ministros de Defensa sobre el Mantenimiento de la Paz de la ONU que se llevó
a cabo en Vancouver, Canadá en noviembre de 2017 acogió favorablemente esta iniciativa del DOMP,
y la mayoría de los países contribuyentes de tropas que asistieron a la reunión se comprometieron a
asumir una serie de iniciativas en apoyo al reclutamiento y retención de mujeres en las fuerzas armadas
y policiales nacionales.
Cada escenario posconflicto tendrá sus propias historias en relación con la violencia sexual y
presentará riesgos persistentes de violencia, explotación y abuso. El personal de mantenimiento de la
paz y el resto del personal de las misiones deberán consultar a los residentes y a otras instituciones de
ayuda humanitaria que trabajen en el área, a fin de identificar las actividades y lugares que incrementen
más la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a la violencia sexual.
Un estudiante que asista a este curso podría terminar esta lección con la conclusión errada de que
las nociones principales que se presentaron fueron las siguientes:
• El poder es siempre, y únicamente, algo malo. Solamente se puede abusar o hacer un mal uso
del poder, y uno debería renegar o desasociarse de él siempre que sea posible.
• Los entornos predominantemente masculinos, como los deportes, o las profesiones como la
policía y el ejército, son las peores instituciones masculinas. Fomentan solamente cualidades
peligrosas como el dominio masculino, la falta de respeto por las mujeres y las tendencias
agresivas y violentas.
Ante esto, no es extraño que los estudiantes de sexo masculino, en particular, lleguen a la conclusión
de que no tienen esperanza de prevenir o responder a la violencia sexual contra las mujeres. Muchas
veces, esta es la clase de mensaje que los hombres se llevan de los cursos sobre violencia sexual y
violencia contra las mujeres. Por ende, cabe destacar aquí que ninguna de las afirmaciones anteriores
pretende ser el mensaje de este curso. Aunque la investigación ha demostrado que existe una correlación
entre ciertos tipos de modelos dominantes y agresivos del poder masculino que tienden a ser altamente
valorados en culturas deportivas de alta exigencia física y profesiones con predominio masculino como la
policía y el ejército, estos ambientes también fomentan atributos positivos. En ocasiones, las cualidades
que pueden abusarse y usarse para justificar la violencia son las mismas que les permiten a los hombres
y a las mujeres resistir y rechazar eficazmente los comportamientos violentos.
44) El Departamento de operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (DOMP) fue reorganizado, y se creó el Departamento de
operaciones de paz de las Naciones Unidas (DOP) el 1 de enero de 2019.
214
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
El conflicto de 1992 entre los grupos étnicos Ingush y Osset llevó a la limpieza étnica y a la devastadora destrucción de viviendas.
Esta mujer está sentada en su casa, la cual presenta graves daños causados por la balacera. 1 de enero de 1997. Foto de ONU
#75189 por ACNUR/T. Bolstad.
Por ejemplo, tanto los deportes agresivos y altamente competitivos como la cultura policial y militar
desarrollan cualidades tales como la fortaleza física, la perseverancia ante la adversidad, el trabajo en equipo (y
ceder ante el liderazgo de otro cuando hacerlo beneficia la tarea que se tiene entre manos), el comportamiento
respetuoso en general, y el respeto por la equidad y las reglas que se traduce en general en el respeto
por el estado de derecho. Sobre todo, estas culturas fomentan el coraje, y es necesario tener muchísimo
coraje para resistir otras normas sociales menos positivas, como aquellas que denigran a las mujeres. El
valor que se otorga en estos entornos a la obediencia representa a la vez una fortaleza y una debilidad. Se
necesita tener gran coraje para violar la norma de obediencia a fin de tomar decisiones independientes cuando
uno se da cuenta de que sus pares o las figuras de autoridad están haciendo un mal uso de la autoridad.
Afortunadamente, una de las cualidades más valiosas de la masculinidad en su máxima expresión, — y aquí
cabe recordar la diferencia entre el sexo y el género para destacar que las mujeres también pueden ser
excelentes en estas habilidades masculinas — es el ejercicio valeroso e independiente del pensamiento crítico.
215
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
• Uno de cada seis australianos estuvo de acuerdo en que las mujeres dicen “no” cuando
quieren decir “sí”.
• Uno de cada 10 apoyó la opinión de que, si una mujer no se resiste físicamente, incluso
si protesta verbalmente, entonces no es realmente una violación.
• Un poco más (12%) estuvo de acuerdo en que si una mujer va sola a una habitación con
un hombre en una fiesta, es su culpa si es violada.
• Más de uno de cada tres (38 por ciento) australianos sostuvo la actitud de que, muchas
veces, las mujeres que dicen que fueron violadas habían llevado al hombre y luego se
arrepintieron.
Estos resultados revelan una comprensión muy pobre del consentimiento sexual entre una
minoría considerable de la comunidad australiana. Las personas más jóvenes de 16 a 25 años
generalmente tenían actitudes más pobres sobre la agresión sexual. Esto es particularmente
alarmante ya que este grupo de edad también está sobrerrepresentado entre las víctimas y los
perpetradores. Con una de cada cinco mujeres que sufren violencia sexual desde los 15 años,
no cabe duda de que Australia tiene un largo camino por recorrer para superar este problema.
Fuente: Victoria Health, Australia, “Encuesta 2013 sobre actitudes nacionales comunitarias hacia la violencia contra las
mujeres” (NCAS).
216
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
La Comisión de Mujeres para Mujeres y Niños Refugiados informó que los patrullajes en
áreas de recolección de leña resultaron sumamente efectivos. Las lecciones aprendidas
a partir de estos patrullajes pueden permitir orientar estrategias para proteger a
mujeres y niñas de la violencia sexual en otros escenarios de mantenimiento de la paz.
La Comisión de Mujeres para Mujeres y Niños Refugiados destacaron el importante
papel que desempeñaron para el éxito de los patrullajes en áreas de recolección de
leña en Darfur, entre otros: los “Comités de patrullaje de recolección de leña”, formados
por referentes de los grupos participantes (tales como referentes mujeres de Personas
Internamente Desplazadas [PID]); los representantes de las fuerzas de patrullaje
(de ser posible, mujeres); y la entidad intermediaria (por ejemplo, alguna agencia de
ONU u ONG). Estos fueron cruciales para generar confianza entre las participantes y
quienes realizaban los patrullajes. Los comités deberán trabajar mancomunadamente
para elaborar directrices en cuanto al horario, frecuencia, selección de ruta, distancia y
detalles de cómo se realizarán los patrullajes; y reunirse regularmente para tratar todo
problema o inquietud que surja durante estos.
Se deberán aclarar el rol de las fuerzas de seguridad del gobierno del país anfitrión (en
emplazamientos de refugiados) y el de las fuerzas de seguridad del gobierno local (en
emplazamientos de PID) antes del inicio de los patrullajes.
En caso necesario, un traductor (de ser posible, del sexo femenino) deberá acompañar
a todas las patrullas, para permitir la comunicación entre las participantes y quienes
realizan el patrullaje.
217
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
i) Comisión de Mujeres para Mujeres y Niños Refugiados, “Encontrar árboles en el desierto: recolección de leña para el fuego y alternativas
en Darfur”, marzo de 2006; Comité Inter-Agencia Interino, “Directrices para las intervenciones de violencia de género en escenarios
de crisis humanitarias”, septiembre de 2005.
218
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Ejercicios escritos »
Ejercicio escrito 7-A: Deber de atender
Imagine que usted es un hombre que está trabajando en o en las proximidades de un campamento
de refugiados gestionado por ACNUR, el cual se ha establecido a causa de un conflicto en una zona
cercana. En el campamento, las condiciones en el campamento son difíciles y hay pobreza extrema.
Muchas agencias están tratando de prestar ayuda, pero esta no es suficiente para satisfacer las
necesidades. La gente está pasando hambre.
Hace más de 4 meses que usted está en esta misión. Siente que está ayudando al menos un poco,
pero a la vez espera con ansias volver a casa. Sin embargo, por las noches, está cansado, solo y
aburrido. Si se lo permiten su religión y su salud, a veces se toma unos tragos para pasar el rato, o
juega a las cartas con otros integrantes del personal.
Usted sabe que otros hombres van a bares donde están con prostitutas. No ha ido con ellos porque
eso va contra las reglas y porque teme contraer VIH. Quizás sea casado y esté tratando de serle fiel
a su esposa. También sabe que a veces, por la noche, vienen mujeres y niñas a las barracas donde
duermen los hombres, y que algunos tienen sexo con ellas.
Una noche, cuando todo está desierto, una de estas mujeres viene a su puerta o a su carpa. Le dice
que tiene tres hijos que se están muriendo de hambre. Uno de ellos está enfermo y ella necesita
dinero para pagarle al médico. Hay una doctora de ACNUR, pero solo viene cada dos semanas, y eso
es mucho esperar. La mujer puede pagarle a alguien para que consiga que un médico local se traslade
al campamento, pero no tiene cómo acceder a dinero en efectivo. Los refugiados simplemente no
tienen cómo conseguir trabajo en este momento. Usted sabe que todo lo que ella dice es realmente
así y le da muchísima pena.
Podría darle algo de dinero, pero corre el riesgo de que todo el mundo se entere de que usted regala
dinero. Podría hablar con alguien de ACNUR sobre la situación de la mujer, pero también sabe que los
recursos son escasos y que lo más probable es que no haya gran cosa que pueda hacer nadie más por
ella.
Usted no ha tenido sexo por mucho tiempo, mucho más del que acostumbraba a estar sin sexo. Se
ha aburrido de masturbarse, o quizás venga de un país o una cultura en la que se considera que
solo se masturban los niños y eso a usted le da vergüenza. Si usted proviene de ese tipo de país o
cultura, puede que también crea que debe descargar su semen al menos una vez por semana para
mantenerse saludable. Puede que sienta que se va a enfermar de no tener sexo por tanto tiempo. Aun
si sabe que se trata de una superstición sin fundamento científico, puede que de todos modos abrigue
temor o ansiedad por este tema que no puede ignorar.
219
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Ejercicios escritos »
Hay aquí una mujer ofreciéndole sexo. No hay nadie en la vuelta. Nadie más que usted y ella lo
sabrán. No hay duda de que ella está genuinamente necesitada. ¿No sería una buena cosa ayudarla?
¿Sería tan malo tener sexo con una mujer en esta situación? Usted piensa — Los que establecen la
regla por la que se lo prohíbe, ¿no son gente de Nueva York o Ginebra que no tiene ni idea de cómo es
estar en el terreno?
Al reflexionar sobre esta pregunta, tómese el tiempo necesario para anotar algunas de las ideas que le
vienen a la mente en respuesta a las siguientes preguntas complementarias:
• ¿Cómo podrían aplicarse a esta situación las siguientes disposiciones de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos (DUDH)?
–– Artículo 25.1: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado para su salud y
bienestar, y para la salud y el bienestar de su familia, incluidos alimento, ropa, vivienda,
atención médica y servicios sociales esenciales; tiene derecho a la seguridad en caso de
desempleo, enfermedad, discapacidad, viudez, ancianidad u otras formas de imposibilidad
de autosustentarse en circunstancias que estén más allá de su control.
–– Artículo 25.2: Las madres y los niños tienen derecho a atención y asistencia especiales.
• ¿Qué quiere decir para usted el “deber de atender” en esta situación? ¿Cómo puede usted
cumplir mejor con ese deber?
• En un sentido más general, ¿qué significa “deber de atender” en una situación en la que el propio
empleador que le asignó este deber no le ha provisto los medios para prestar esa atención?
Alimentar a la gente está “fuera de su mandato”, pero las organizaciones cuyo mandato sí lo
es no han sido capaces de cumplir con ese mandato por causas que van mucho más allá de
cualquier cosa que usted pueda controlar. Usted no es más que una persona en una situación
inmensamente más grande, a quien una mujer desesperada se le ofrece. La ONU no le dio
un monto de dinero con el cual alimentar a las personas que aparecieran pidiendo comida;
entonces, ¿que quiere decir en realidad “deber de atender” en circunstancias de recursos tan
insuficientes con los que ayudar a las personas que a uno se le ha encomendado cuidar?
• ¿Qué le haría a esta mujer tener sexo con ella? Aun si usted es amable, aun si a usted el sexo le
parece disfrutable y cree que también es disfrutable para ella, ¿cómo cree usted que se sentiría
alguien, no solo física, sino espiritualmente, por haber recibido ayuda, pero solo a condición
de tener sexo? ¿Es eso violencia? De ser así, ¿es cultural, institucional o directa? ¿Es violencia
psicológica o espiritual?
• Tal vez crea usted que el sexo podría ayudarla a sentirse mejor en lugar de herirla. Quizás
piense que el acto de intercambiar un servicio por ayuda sería mejor para el amor propio de
una mujer que recibir una limosna. A fin de cuentas, la prostitución es un trabajo para muchas
mujeres (y algunos hombres). ¿No es de hecho una forma de empleo?
220
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Ejercicios escritos »
Si usted cree que podría ser cierto algo de lo que leyó más arriba (y aun si no lo cree), hágase las
siguientes preguntas:
Por último, considere el hecho de que, al tomar esta decisión sobre si tener o no sexo con un extraño,
ese extraño podría violarlo. Si usted es un hombre pensando en tener sexo con una mujer para
obtener alimento o dinero, le costaría imaginar esta última posibilidad. Suponga que la mujer que
estuviera en posesión de los recursos tuviera a algunos hombres ayudándola. Imagine que usted
tuviera que tener sexo con la mujer frente a cuatro o cinco hombres uniformados del país de ella, que
ellos también decidieran participar y que la cosa pudiera ponerse violenta. ¿En qué medida influye
esto en su decisión, si es que influye?
221
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Ejercicios escritos »
Ejercicio escrito 7-B: ¿Mitos o verdades?
¿Cuántos de los “mitos de violación” mencionados más arriba le pareció a usted que tenía algo de
verdad? ¿Existen otras creencias sobre las mujeres (o los hombres) y el sexo de las que ha tomado
conocimiento y que suenan similares o relacionadas con estos? Creencias tales como que:
• Los hombres tienen que tener sexo con frecuencia. Si no lo hacen, eso quiere decir que:
–– se van a enfermar;
–– se pondrán violentos; y
• El sexo con la esposa es completamente distinto al sexo con otras mujeres, y un hombre
normal necesita ambos; en cambio la mujer solo debe tener sexo con su marido.
• Uno puede ser bruto y hasta violento en el sexo con prostitutas, porque están acostumbradas a
tener ese tipo de sexo. Algunas hasta lo disfrutan.
Si usted está de acuerdo con alguna de estas aseveraciones, escriba ahora qué lo lleva a pensar que
son ciertas. ¿Qué pruebas tiene? ¿Ha visto en películas o en la televisión algo que con el mensaje que
transmite reflejara esas aseveraciones? ¿Se las ha oído hacer a amigos o familiares cercanos? ¿Alguna
mujer con quien usted ha estado se las ha hecho o parecido demostrárselas?
¿Hasta qué punto le parece que esas pruebas son confiables cuando las coteja con la información
de la que ha tomado conocimiento aquí o en otras fuentes sobre la violencia sexual que sufren las
mujeres? ¿Está usted convencido de que las aseveraciones que aparecen más arriba son mitos? Si no
lo está, ¿por qué?
222
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Ejercicios escritos »
Ejercicio escrito 7-C: ¿Cómo puede aplicarse para bien el poder y/o el
dominio masculino en la sociedad?
Imagine que usted es un soldado que trabaja en el patrullaje de una zona fronteriza. Acaba de
designarse como su supervisor de turno a un nuevo comandante a quien usted no conocía en persona,
pero sí de nombre por su buena reputación con sus superiores. Los dos están de guardia por la noche.
Al cabo de varias semanas, cerca del final del turno, detectan a varias personas que están acarreando
pesados paquetes y tratando de cruzar ilegalmente la frontera. Todos logran escapar, pero una se
cae en la huida y ambos están capturándola. Su supervisor levanta a la mujer y le dice — No tengas
miedo; no vamos a hacerte daño. Solo vamos a cobrarte un impuestito de piel. Si vienes con nosotros
a la caseta de guardia, lo arreglamos esta noche y te dejamos ir en la mañana.
Su supervisor le hace una sonrisita cómplice, le hace una señal con la cabeza para que entre primero
a la caseta de guardia y va detrás de usted y de la mujer. Queda claro que quiere que usted la viole
primero.
¿Qué hace usted? Al reflexionar cómo responder a esta pregunta, considere lo siguiente:
• Trate de imaginar cómo se sentiría usted en esta situación. ¿Qué pensamientos y emociones le
vienen a la mente? ¿Qué le dice su instinto que haría usted en una situación así? ¿Qué tipo de
obligaciones encontradas podría estar sintiendo en esta escena?
• ¿Quién le viene a la mente cuando piensa en este ejercicio? ¿Imagina qué harían amigos o
colegas suyos? ¿Le vienen a la mente personas a quienes admira? De ser así, ¿qué pensarían
ellas de usted si usted decidiera actuar de determinada manera? ¿Quiénes son esas personas
y qué papel han desempeñado en su vida? ¿En qué medida influye en su comportamiento con
respecto a las mujeres en general lo que le hace sentir la opinión que ellos tienen de usted?
¿Con respecto a la violencia? ¿Con respecto al sexo?
• ¿Cuáles son las obligaciones que debe asumir usted en virtud del Boletín del Secretario General?
• ¿Qué recursos positivos le han aportado como hombre sus experiencias, capacitación y
socialización, de las que puede valerse aquí para impedir que se dé violencia sexual?
223
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
1. Según las normas de la ONU, las 4. Para cada respuesta, indique si la frase
actividades sexuales con un niño o una es VERDADERA o FALSA. “La coerción”
niña menor de 18 años de edad durante puede transformar cualquier acto sexual
una misión es _____. en violencia sexual. La coerción _____.
A. permisible si localmente la edad de A. es un tipo de violencia física
consentimiento es menor de 18 años de edad. B. no puede ocurrir entre un hombre y su esposa
B. una falta de conducta grave y pasible de C. significa extorsionar a alguien o amenazar
medidas disciplinarias a alguien con perder el trabajo para que
C. permisible si él o ella dan su consentimiento mantenga relaciones sexuales con usted
D. permisible si los padres del niño o la niña lo D. puede adoptar formas físicas o psicológicas,
saben y lo aceptan como atemorizar o intimidar a alguien
224
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
225
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Columna A Columna B
1. Explotación sexual A. La captación, el transporte, el traslado, la acogida o
la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al
uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, el
fraude, el engaño, el abuso de poder o de una situación
de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que
tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.
2. Abuso sexual B. Toda intrusión física cometida o amenaza de intrusión física
de carácter sexual, ya sea por la fuerza, en condiciones de
desigualdad o con coacción.
3. Violencia sexual C. Todo abuso cometido o amenaza de abuso en una
situación de vulnerabilidad, de relación de fuerza desigual o
de confianza, con propósitos sexuales, a los efectos, aunque
sin estar exclusivamente limitado a ellos, de aprovecharse
material, social o políticamente de la explotación sexual de
otra persona.
4. Trata de personas D. Incluye la “explotación sexual” el “abuso sexual” y el
matrimonio forzado, el aborto forzado, la prostitución forzada
y la trata.
226
LECCIÓN 7 | Violencia, explotación y abuso sexuales
Respuestas»
1. B
2. A
3. B
5. D
6. B
8. D
9. A
227
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
8 Violencia institucional
Violencia institucional
es otra forma de decir
violencia estructural.
228
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
El Secretario General António Guterres viajó a Bangladesh para llamar la atención sobre la tragedia de cerca de 1 millón de refugiados
rohingya forzados a abandonar sus hogares en Myanmar. Mientras estuvo allí, se trasladó al distrito de Cox’s Bazar para visitar a las
comunidades de refugiados rohingya y a los trabajadores humanitarios, y para abogar por un mayor apoyo de donantes. Acompañaron
a Guterres en el viaje Jim Yong Kim, Presidente del Grupo del Banco Mundial, y Filippo Grandi, Alto Comisionado de ONU para los
Refugiados. Refugiados en el Campamento de refugiados rohingya Kutupalong, en Cox’s Bazar. 2 de julio de 2018. Foto de ONU
#77524 por K. M. Asad.
229
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
todas las formas de violencia institucional, pero sí presentaremos datos sobre algunas de sus formas
más graves y generalizadas: el infanticidio femenino, el “déficit de mujeres”, la mortalidad materna y
las persistentes desigualdades socioeconómicas.
El análisis de las instituciones genericidas puede ser de gran importancia para comprender la
victimización de las mujeres en todo el mundo a lo largo de la historia. En los casos de genocidio
político-militar u otras atrocidades en gran escala, suelen ser los hombres — en especial los que están
en edad de combatir — los que son asesinados selectivamente, como ocurrió en Bangladesh en 1971
o en Srebrenica en 1995. Aunque las mujeres con frecuencia están expuestas a ataques sexuales y
otros tipos de violencia durante los conflictos militares, no las asesinan en gran número, porque son
mujeres. Es lo contrario de lo que ocurre con los hombres, que son asesinados por ser hombres. En
buena medida, ello se debe a la división del trabajo característica de la mayoría de las sociedades, que
asignan a estos la acción en combate y la milicia.
La notable disparidad entre el número de niñas que nacen y el de varones da una idea de la
incidencia del aborto selectivo. A 2014, se estimaba que nacían en el mundo 107 varones por cada 100
niñas. En Singapur y Taiwán había 107 varones por cada 100 niñas, y en China, 115 varones por cada
230
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
100 niñas.3 En 2018, datos de la India mostraban solo 946 niñas por cada 1.000 varones, mejor que las
933 del año 2001.4 Sin embargo, según el censo de 1901 en la India, había 972 niñas por cada 1.000
varones. Interpretando las cifras de los censos del último siglo, el comisionado de censos de la India
estableció que se había llegado a matar a 25 millones de fetos y bebés del sexo femenino antes, durante
o después de nacer en el país. Una investigación realizada en 2006 parece sugerir que la incidencia de la
muerte selectiva de fetos del sexo femenino es aún mayor, ya que revela que nacen menos niñas como
segundo o tercer hijo en familias que aún no han tenido un hijo varón:
Los investigadores consideraron que “la explicación más plausible de las bajas proporciones de
niñas con respecto a varones declaradas al nacimiento es la determinación prenatal del sexo seguida de
aborto selectivo.”6
231
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Proporción de sexos en la población total, por país. El rojo representa más mujeres; el azul, más hombres que el promedio
mundial de 1,01 hombres/mujeres. Compartido por Nay T. Diniz bajo licencia CC BY-SA 3.0. 20 de agosto de 2013. Disponible
en:<https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_sex_ratio#/media/File:Sex_ratio_total_population_per_country_
smooth_2.png>.
Figura 8-1
a incursionar en otros países para encontrar mercadería. Regularmente hay denuncias de raptos de
mujeres en lugares tales como la región septentrional de Vietnam para satisfacer la demanda.”7
Fuerzas económicas y culturales impulsan la preferencia por los hijos varones y los consecuentes
infanticidios y abortos selectivos femeninos. Las familias tradicionales del sudeste asiático esperan que
el hijo varón perciba ingresos, herede bienes, viva con sus padres y se ocupe de ellos. En cuanto a la hija
mujer, la familia de la novia debe pagarle dote a la familia del novio, contrayendo a menudo importantes
deudas. Sin embargo, se ha observado que el aborto de fetos femeninos tiene más incidencia en algunas
de los Estados más ricos, y también de los más pobres de la región. No se puede explicar esta práctica
exclusivamente por los niveles de ingresos, los antecedentes religiosos, el crecimiento económico, la
disponibilidad de recursos médicos o la educación de las niñas.
La respuesta de los gobiernos al infanticidio femenino y al aborto selectivo debe ser contundente
e integral, incluidas mejores políticas de planificación familiar y pensiones, leyes que impidan a los
médicos informar a los padres el sexo del hijo, y enjuiciamiento a los médicos que realicen abortos
selectivos en función del sexo. En India y China se ha prohibido el uso de ecógrafos para detectar
el sexo. En las campañas públicas se proclama que “las hijas son nuestro orgullo” y que “es ilícito el
feticidio femenino”. Sin embargo, quienes llevan adelante las campañas en la India sostienen que, tras
la fachada de clínicas de fertilidad aparentemente legítimas, se esconde una multimillonaria industria
de determinación de sexo. En marzo de 2006, por primera vez un médico de la India y su asistente
fueron condenados a prisión por revelar el sexo de un feto femenino y luego aceptar abortarlo. Tanto
los activistas como los médicos reconocen que podría llevar décadas cambiar las actitudes para con las
niñas y poner fin a la práctica del aborto selectivo.
7) Jonathan Manthorpe, “China combate el comercio de esclavas: el infanticidio femenino impulsa el comercio de esposas”, Vancouver Sun, 11 de enero
de 1999.
232
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
India y el “sexicidio” »
India ha adoptado una contundente postura
para abordar el “sexicidio” y el infanticidio
femenino. En un artículo de la Associated
Press, el entonces Primer Ministro Manmohan
Singh se declaró en contra del “sexicidio” y
del infanticidio femenino diciendo: “Digo esto
como orgulloso padre de tres hijas. Deseo a
todas las niñas de nuestro país lo que deseo
para mis propias hijas.”i
Foto de ONU #511854 por Mark Garten. aborted fetuses shameful” (Primer Ministro de India califica de
bochornosos los fetos abortados), 28 de abril de 2008.
El “déficit de mujeres”
La economista y premio Nobel Amartya Sen acuñó el término “mujeres desaparecidas” para describir
el gran número de mujeres del mundo que no están vivas por negligencia y discriminación, incluido el
aborto selectivo de fetos femeninos. Estimó que 107 millones de mujeres están “desaparecidas” en todo
el mundo.8
233
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
En un documento presentado en 2014 por la Campaña mundial por la educación (CME) al Comité
de CEDAW para la versión preliminar de la Recomendación general sobre el derecho de niñas/mujeres
a la educación, se señalaba:
234
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
En el África subsahariana, por ejemplo, el mayor número de jóvenes mujeres con educación
secundaria ha llevado a una drástica reducción de los índices de infección por VIH. Las mujeres
educadas tienen menos hijos y menos probabilidades de morir durante el embarazo y el parto. Además,
ganan salarios mucho más altos, impulsando las economías de los países que invierten en este recurso
tan fundamental. Uno de tales países es Bangladesh, donde los esfuerzos combinados del gobierno
y organizaciones no gubernamentales (ONG) por promover el acceso a la educación y la equidad en
materia educativa ha llevado a elevar del 13% al 56% la inscripción de niñas en educación secundaria
en un lapso de 10 años.
Mortalidad materna
Según la OMS:
El alto número de muertes maternas refleja las inequidades en el acceso a atención médica y
pone sobre el tapete la brecha entre los ricos y los pobres en muchas partes del mundo. Casi todas
las muertes maternas (el 99%) se producen en países en vías de desarrollo; más de la mitad ocurren
en el África subsahariana, y casi un tercio en Asia meridional. En 2015, la proporción de muertes
maternas en los países en vías de desarrollo fue de 239 por cada 100.000 nacimientos con vida, en
contraste con 12 por cada 100.000 nacimientos con vida en los países desarrollados. Es máximo el
riesgo de mortalidad materna en las adolescentes de menos de 15 años de edad, y las complicaciones
del embarazo y el parto son las causas principales de muerte de adolescentes en los países en vías
de desarrollo. En promedio, las mujeres de estos países tienen muchos más embarazos que las de los
países desarrollados, y corren más riesgo de morir por el embarazo durante su vida. El riesgo de muerte
11) Organización Mundial de la Salud (OMS), “Estadísticas y sistemas de información sanitarios: índice de mortalidad materna (por cada 100.000
nacimientos con vida), 2018. Disponible en: <http://www.who.int/healthinfo/statistics/indmaternalmortality/en/>.
12) Organización Mundial de la Salud, “Mortalidad materna”, 2018. Disponible en: <http://www.who.int/en/news-room/fact-sheets/detail/maternal-
mortality>.
235
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
materna de una mujer durante su vida — la probabilidad de que una joven de 15 años llegue a morir
en el embarazo o el parto — es de una en 4.900 en los países desarrollados, por oposición a 180 en los
países en vías de desarrollo. En los países considerados Estados frágiles, el riesgo es de 1 en 54; esto
demuestra las consecuencias del colapso de los sistemas de salud.13
Hay más estadísticas disponibles de mortalidad materna en las Tendencias en mortalidad materna:
1990 a 2015, en las cuales se incluyen cifras estimativas de la OMS, UNICEF, el FPNU, el Grupo del
Banco Mundial y la División de Población de las Naciones Unidas.14
Por más masivos y horripilantes que sean, ¿se deberían considerar en realidad “genericidas” estos
patrones de muerte cuando otra persona no causa la causa directamente? ¿Hasta qué punto son
importantes a los efectos de la definición de violencia institucional o estructural factores tales como
la intención de alguien de causar daño a quienes terminan muriendo? ¿Con qué grado de precisión se
deben establecer las responsabilidades? ¿Hasta qué punto es importante la proximidad en el tiempo?
¿Qué efectos tiene llamarles “genericidas” a tales patrones, por oposición a “de salud pública” o “de
emergencia humanitaria”?
Mortalidad materna »
Unas 830 mujeres mueren cada día por causas relacionadas con el embarazo y el parto.
• El 99% de todas las muertes maternas se dan en los países en vías de desarrollo.
• La mortalidad materna tiene mayor incidencia entre las mujeres que viven en
zonas rurales y comunidades pobres.
• Las adolescentes corren mayor riesgo que otras mujeres de sufrir complicaciones
y muerte por embarazo.
• La atención especializada durante y después del parto puede salvar la vida tanto
de la madre como del recién nacido.
236
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
que, de manera similar, sea inaceptable evitar la responsabilidad por los efectos desproporcionadamente
violentos que tienen en las mujeres sus decisiones en materia de políticas.
• ¿Son posibles las políticas alternativas? La respuesta a esta pregunta será controversial. Dar
prioridad a gastos en servicios sociales tales como salud materna y educación universal para
todos los niños y niñas por sobre, por ejemplo, gastos militares o inversiones en diversos
sectores de actividad implica tomar decisiones sobre temas altamente politizados tales como la
posición geopolítica de una nación y otros factores que sus líderes consideran importantes para
asegurar su futuro.
• ¿Se eligen una y otra vez políticas que se sabe producen efectos destructivos en mujeres y
niñas, perpetuando así las altas tasas de muerte y enfermedad femenina?
Si el gobierno y las autoridades rechazan alternativas a las políticas nocivas y gastan los recursos
necesarios para prevenir la violencia institucional y genericida en otros rubros de manera moralmente
temeraria, bien se puede suponer que hay intención genericida. Si pueden considerarse genericidas
las cerca de 600.000 muertes maternas y los millones de problemas de salud conexos que sufren las
mujeres cada año, entonces la causa principal es la falta de protección física y garantías de salud que
requieren estas, muy especialmente un entorno seguro e higiénico para dar a luz. UNICEF señala:
237
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
El conocido ejemplo de Cuba demuestra que aun países en vías de desarrollo pueden realizar
grandes transformaciones en lo relativo a la salud de la mujer, incluida la mortalidad materna. Tras
la revolución de 1959, el país instauró políticas tendientes a ampliar la infraestructura sanitaria más
allá de las ciudades. Los índices de mortalidad materna muestran un impacto particularmente notable.
Hoy, casi todas las madres cubanas dan a luz en hospitales con personal capacitado para manejar
cualquier tipo de complicaciones. Para 1996, en medio de una década de reducción de gastos y difíciles
condiciones económicas, el índice de mortalidad materna era de 2,4 por cada 10.000 nacimientos,
apenas superior a los de Norteamérica.
Durante la sesión de 2015 de la Asamblea General de la ONU, el entonces Secretario General Ban
Ki-moon lanzó la “Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente 2016–2030”.
Se trata de un mapa de ruta para la agenda pos 2015, tal como se la describe en los Objetivos de
desarrollo sostenible, cuya finalidad es poner fin a todas las muertes prevenibles de mujeres, niños y
adolescentes, y generar un entorno en el cual esos grupos no solo sobrevivan, sino que se desarrollen
plenamente y vean transformados su entorno, su salud y su bienestar.
Como parte de la Estrategia mundial y el objetivo de poner fin a la mortalidad materna previsible,
la OMS está trabajando con entidades asociadas, con miras a:
• Abordar las desigualdades de acceso a los servicios de atención reproductiva, materna y del
recién nacido, y de calidad de tales servicios de atención médica;
15) P. Adamson, “Comentario: falla de imaginación”, The Progress of Nations (El progreso de las naciones), 1996.
16) A menos que se indique otra divisa, todos los montos de dinero se expresan en dólares estadounidenses (USD).
238
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
• Abordar todas las causas de la mortalidad materna, la morbilidad reproductiva y materna, y las
discapacidades conexas;
• Fortalecer los sistemas de salud, de modo de recabar datos de alta calidad que permitan atender
las necesidades y prioridades de mujeres y niñas; y
En el mundo, más de 2,700 millones de personas viven con menos de USD 2,50 por día, y más
de 1.200 millones se encuentran en situación de extrema pobreza (menos de USD 1,25 por día).18 Sin
embargo, la pobreza no es solo cuestión de escasos ingresos. En la Plataforma de acción de Beijing de
1955 se señala:
En todas estas manifestaciones de la pobreza, a las mujeres sistemáticamente tiende a irles peor
que a los hombres. En algunas sociedades se acostumbra a que mujeres y niñas coman las sobras que
dejen los hombres y niños varones después de comer. La mayoría de las mujeres no tiene derechos
jurídicos ni tradicionales a la tierra ni a otros bienes. Les resulta difícil acceder a préstamos o al crédito
porque no cuentan con garantía. Por otra parte, es menos probable que las mujeres cuenten con
los recursos necesarios para desempeñar con éxito una actividad, incluidos capacitación, tiempo e
información sobre los mercados. De ahí que se concentren en ocupaciones informales, inseguras y
de baja remuneración. En algunas sociedades, si se disuelve un matrimonio o una hija disgusta a sus
padres, es ella la que debe abandonar su casa porque no tiene derechos de propiedad ni de residencia,
239
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
independientemente del aporte que haya hecho a la familia. Sin opciones alternativas de sustento, las
mujeres corren más riesgo de sufrir violencia directa. Por ejemplo, pueden verse forzadas a caer en
situaciones de esclavitud, prostitución, migración ilegal o casamiento con hombres que abusan de ellas.
Una vez que han caído en situación de violencia doméstica, muchas mujeres quedan cautivas, porque
dependen para sobrevivir de quienes las han explotado, esclavizado o abusado.
Aunque la educación puede ser una vía para salir de la pobreza, dos tercios de los niños que
están fuera del sistema escolar son niñas. Muchas de ellas están en la casa haciendo tareas del hogar
y cuidando de otros niños. A veces, eso simplemente se debe a los roles de género a los que está
habituada la familia, pero también puede ocurrir que no vayan a la escuela por la violencia de género.
Los padres pueden decidir no mandarlas por su seguridad física, ya sea en el camino o dentro del propio
centro escolar, donde maestros hombres y alumnos varones pueden abusar de ellas.
En el transcurso del tiempo, la comunidad internacional que trabaja por el desarrollo ha venido
diseñando diversos enfoques para abordar las inequidades socioeconómicas entre hombres y
mujeres. Estos muchas veces apuntan a empoderar a la mujer. Programas con resultados limitados
o contradictorios han llevado a reconocer que, aunque la vulnerabilidad económica de las mujeres sin
duda contribuye a su desamparo en general, con solo mejorar su situación económica no necesaria ni
automáticamente se las empoderará en todos los demás aspectos. Por ejemplo, en algunos casos, los
intentos directos de mejorar los niveles de ingresos de las mujeres sin abordar cómo afectarían los
roles de género de las familias las han expuesto a violencia física por parte del hombre. Por tanto, no es
suficiente con atender las necesidades básicas de la mujer.
Las organizaciones que trabajan por el desarrollo utilizan la expresión empoderamiento de la mujer
para describir uno de los objetivos clave de los programas de combate a la pobreza femenina, pero
¿qué significa el concepto? Como lo destaca la economista Amartya Sen, las mujeres no son meramente
“receptoras pasiva de asistencia social, sino agentes activos de cambio — promotoras dinámicas de la
transformación social.”19 En general, actualmente se considera que el empoderamiento de la mujer es
multidimensional, y que está formado por componentes cognitivos, económicos, políticos, psicológicos
y físicos que interactúan entre sí:
19) Amartya Sen, Development as Freedom (El desarrollo como libertad) (Nueva York: Anchor Books, 1999).
240
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Cuadro 8-1
Como se señalaba al inicio de la lección 2, generalmente se reconoce que en ninguna región del
mundo las mujeres son iguales a los hombres en cuanto a poderes ni a derechos socioeconómicos.
¿Por qué son ellas mucho más vulnerables a la pobreza? Un punto de partida útil para comprender las
experiencias socioeconómicas disímiles de mujeres y hombres es qué posiciones ocupan en la división
sexual del trabajo en muchas sociedades, y cómo emplean su tiempo en actividades de mercado y no
de mercado. Las mujeres en general cumplen múltiples roles simultáneos que suelen ser poco valorados
o no remunerados, tales como cocinar, limpiar y cuidar de los hijos. Sus actividades se desarrollan tanto
en la esfera productiva (generadora de ingresos) como en la reproductiva, mientras que las actividades
de los hombres tienden a centrarse en la esfera productiva.
Cuando las mujeres logran hacerse de trabajo productivo remunerado para el mercado, suelen re-
cibir remuneraciones inferiores a las de los hombres para empleos similares con iguales requisitos de
cualificación. En los países en vías de desarrollo, las mujeres reciben promedialmente solo el 70% de lo
que reciben los hombres de salario; y las diferencias en la educación y el trabajo pueden explicar solo
un quinto de esa disparidad salarial. Las mujeres enfrentan discriminación en los mercados laborales,
ya que con frecuencia se las fuerza a elegir ocupaciones “femeninas” o básicas de baja remuneración.
Los estudios muestran que las mujeres pasan aproximadamente dos tercios de su tiempo en tareas
no de mercado, por oposición a los hombres, que dedican a estas menos de un cuarto de su tiempo. En
principio, los hombres podrían realizar tareas de cuidado y comunitarias, así como también el tipo de
trabajo productivo mal pago necesario para alimentar a su familia (como lo suelen hacer las mujeres).
Sin embargo, en muchas sociedades se perciben estas tareas como principalmente femeninas.20
La mayor parte del trabajo que se realiza en la esfera de la reproducción social, es decir, tener y
criar hijos, no es comercializable. Quienes actúan en esta esfera, mayormente mujeres, no suelen recibir
remuneración alguna por ese trabajo. Por ende, la mayor contribución económica de las mujeres sigue
241
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Trabajo remunerado y no remunerado (minutos por día) de hombres y mujeres, por país
Figura 8-220
siendo no valorada, no reconocida y no remunerada por el sistema económico actual, que principalmente
valora el trabajo por su valor en el mercado. Las tareas de cuidado son notoriamente omitidas en los
PBI de la mayoría de los países, o todos, aunque ninguno podría sobrevivir económicamente si no se
reprodujera continuamente su mano de obra.
Por esos motivos, las mujeres tienden a tener menos posibilidades de generar ingresos regulares.
En comparación con los hombres, esto las expone a mayor riesgo de caer en la pobreza. Una serie
de mecanismos institucionales mantiene esta forma de violencia estructural contra las mujeres. En la
mayoría de las sociedades, las mujeres tienen bajísima representación en el gobierno, y en muchas,
tienen además baja representación en los órganos de toma de decisiones o simplemente están excluidas
de estos.
242
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Según algunos estudios prospectivos, habrá una creciente “feminización de la migración”, similar a
la tendencia mundial de feminización de la pobreza. Esta probabilidad hace que tenga mucho sentido
prestar más atención a la protección a las trabajadoras migrantes (en especial a las de bajos ingresos),
ya que corren más riesgo de ser víctimas de violencia y discriminación que los migrantes hombres y las
trabajadoras nativas.22
Figura 8-322
21) Departamento de asuntos económicos y sociales de las Naciones Unidas, “Informe 2015 sobre migración internacional”, ST/ESA/SER.A/375, 2016.
22) Base de “Informe 2015 sobre migración internacional”, ST/ESA/SER.A/375, 2016.
243
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Grecia y Chipre Filipinas, Sri Lanka, Somalia, Etiopía, Polonia, Albania, Bulgaria
España Marruecos, República Dominicana, Perú, Guatemala
Estados Unidos México, América Central, Filipinas, el Caribe
Canadá América Central, Sri Lanka, Filipinas
Hong Kong Filipinas, Tailandia
Singapur Filipinas, Sri Lanka
Malasia Filipinas
Japón Filipinas
Tailandia Camboya, Vietnam, Laos, China, Birmania
Pakistán e India Bangladesh
Turquía Rumania
Pakistán India, Sri Lanka
Sri Lanka India
Fuente: B. Erenreich y A. R. Hochschild (editores), La mujer mundial: niñeras, empleadas domésticas y trabajadoras sexuales en la
nueva economía (Londres: Granta Book, 2003), 276–280.
Cuadro 8-2
Si bien de ninguna manera se puede decir que las trabajadoras migrantes forman un grupo
homogéneo, se distinguen determinados perfiles comunes (características que suelen aparecer juntas):
• La mujer que busca una vida mejor, más independiente y satisfactoria, donde tenga más control
sobre su actividad laboral o profesional, y donde pueda empoderarse con experiencias que le
sirvan para forjarse un futuro más seguro;
• La hija obediente que los padres envían al exterior para la supervivencia o el bienestar económico
de la familia;
• La joven o mujer ilícitamente captada para trabajar en el exterior (usualmente vendida, raptad
y/o engañada), quien con frecuencia, pero no exclusivamente, acaba en prostíbulos o trabajo
doméstico esclavo.
Considerando el origen y destino de las trabajadoras migrantes, las principales rutas van desde los
países en vías de desarrollo a los países desarrollados.
Las trabajadoras migrantes deciden trasladarse a otro país atraídas por promesas de una mejor
situación económica y mejores perspectivas profesionales. Hay mujeres a quienes la migración les
resulta una experiencia positiva. Si bien puede que ganen menos que los migrantes hombres y que
solo tengan acceso a trabajos “en negro”, muchas pueden mejorar su situación económica de su
244
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Cuadro 8-3
245
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Situación de la mujer »
En todas las manifestaciones de la pobreza, a las mujeres tiende a irles peor que a los
hombres:
Cerca de dos tercios de los 781 millones de adultos analfabetos del mundo son mujeres
(proporción que se ha mantenido durante las dos últimas décadas), y prácticamente
todas ellas viven en países en vías de desarrollo.ii
246
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
En el sur de Asia, más del 80% de las mujeres que tienen empleos no relacionados
con la agricultura trabajan en el sector informal; en el África subsahariana, el 74%;
y en Latinoamérica y el Caribe, el 54%. En las zonas rurales, muchas mujeres viven
de la agricultura en pequeña escala, que es casi siempre informal y a menudo no
remunerada.v
A 2013, el 49,1% de las trabajadoras del mundo tenían empleo poco seguro, con
frecuencia sin el amparo de la legislación laboral, en comparación con el 46,9% de los
hombres. Las mujeres tenían muchas más probabilidades que los hombres de tener
poca seguridad laboral en Asia oriental (50,3% contra 42,3%), el sudeste asiático y la
región del Pacífico (63,1% contra 56,0%), el sur de Asia (80,9% contra 74,4%), África
septentrional (54,7% contra 30,2%), Medio Oriente (33,2% contra 23,7%) y África
subsahariana (aprox. 85,5% contra 70,5%).vi
Las mujeres poseen menos del 20% de las tierras del mundo. Según una encuesta
realizada por la Organización para la Alimentación y la Agricultura en 34 países, el
porcentaje es mucho más bajo, llegando en realidad a solo el 10%. Más de 400 millones
de mujeres trabajan la tierra y producen la mayor parte de los alimentos del planeta, y
sin embargo las agricultoras no tienen iguales derechos a acceder a la propiedad de la
tierra en más de 90 países.vii
247
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
A 2017, había 32 directoras ejecutivas (CEO) en la lista Fortune 500 de las mayores
empresas del mundo, lo cual quiere decir que el 6,4% de las más grandes compañías
estadounidenses (por sus ganancias) eran dirigidas por mujeres. Se trató de la más alta
proporción de directoras ejecutivas en los 63 años de historia de Fortune 500.ix
En todo el mundo, el 22,8% de los miembros del parlamento son mujeres. A octubre
de 2017, 11 mujeres eran jefes de estado y 12 eran jefes de gobierno. A enero de
2017, solo un 18,3% de los secretarios de estado eran mujeres; las carteras que más
comúnmente ocupan las ministras son la de Medio ambiente, recursos naturales y
energía, seguida por las de áreas sociales tales como Asuntos sociales, Educación y
Familia. En 2017, la participación femenina a nivel ministerial fue del 18,3% de todos los
cargos.x
A julio de 2016, las mujeres desempeñaban solo el 9% de los más altos cargos
gerenciales y el 21% de los cargos de dirección en el Sistema de las Naciones Unidas,
pero ocupaban el 48% de los puestos de jóvenes profesionales en el servicio civil.xi
familia. Proveer ingresos al núcleo familiar puede hacer que la mujer mejore su status, tenga más
poder en la toma de decisiones y logre más independencia dentro de la familia.
Las mujeres representan poco menos de la mitad de todos los migrantes internacionales del mundo.
A nivel global, la proporción de mujeres pasó del 49% en 2000 al 48% en 2015. Esta disminución se
debió en buena medida a la creciente proporción de migrantes hombres en países de altos ingresos
no pertenecientes a la OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico). Entre 2000
y 2015, la proporción de mujeres migrantes en esos países pasó del 45% al 40%. La proporción de
mujeres migrantes también disminuyó en los países de ingresos medios. En cambio en los países de
altos ingresos de la OCDE, dicha proporción aumentó levemente durante el mismo período, pasando del
51% al 52%.23
248
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), el 75% de todas
las mujeres con VIH del mundo viven en el África subsahariana. Más de una de cada cinco mujeres
embarazadas tienen VIH, y el índice de infección de las mujeres es por lo menos 1,3 veces mayor al
de los hombres en la mayoría de los países de la región. El índice más alto se da en los jóvenes de 15
y 24 años de edad; las mujeres tienen tres veces más de probabilidades de tener VIH que sus pares
hombres. Se han atribuido estas diferencias a varios factores, tales como el hecho biológico de que, en
general, el VIH se transmite más fácilmente de hombres a mujeres. Además, la actividad sexual suele
comenzar antes en la mujer y las jóvenes tienden a tener sexo con hombres mayores (los cuales es
más probable que ya estén infectados por el VIH por haber tenido encuentros sexuales anteriores). Sin
embargo, la incidencia del VIH varía considerablemente dentro del continente africano — de menos del
1% en Mauritania a casi el 40% en Botsuana y Suazilandia.
249
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
La violencia contra la mujer es también una consecuencia del VIH/SIDA. Cuando una mujer le dice
a su esposo que es VIH positiva, él puede abandonarla por el estigma que la enfermedad trae a la
familia. Las clínicas ginecológicas suelen hacerles pruebas de VIH a las embarazadas; de ahí que a estas
sea más probable que se las diagnostique que a sus parejas hombres. Es por ello que erróneamente
se las acusa de ser las responsables de diseminar el VIH y se las suele condenar al ostracismo en sus
comunidades. (Aunque las mujeres pueden transmitir el virus, es mucho más fácil y por lejos más
común la transmisión del hombre a la mujer por medio del contacto sexual.) El temor al rechazo, la
estigmatización, la violencia y el abuso impide a muchas mujeres ser asistidas por los servicios de
asesoramiento y estudios de VIH; revelar su condición de portadora del VIH; hacer uso de los programas
de prevención del VIH para mujeres embarazadas, madres e hijos; o tener prácticas sexuales más
seguras. Las mujeres VIH positivas que son obligadas a abandonar su hogar o se divorcian deben
entonces enfrentar la dura realidad de muy pocas opciones de autosustento. Pueden terminar en “sexo
de supervivencia” o ejercer como prostitutas. Según cifras estimativas del gobierno ruandés, el 51% de
las trabajadoras sexuales tienen VIH.24
Por otra parte, las mujeres tienen acceso desigual a tratamiento médico, por lo cual son tratadas
menos mujeres VIH positivas. Además, puede que no logren acceder a atención médica si sus parejas
controlan los recursos financieros o de transporte de la familia, si no pueden salir del trabajo o si no
pueden dejar solos a quienes están a su cuidado para trasladarse a una clínica u hospital.
Si se pretende que den resultado las actividades de prevención del VIH, se deberán hacer
paralelamente otros esfuerzos por enfrentar y reducir la violencia contra mujeres y niñas. De manera
similar, en tales programas se deberán abordar las conexiones entre el género, la desigualdad
socioeconómica y la vulnerabilidad al VIH. Se deberá hacer mucho más por asegurar el sustento en el
largo plazo de mujeres y niñas, en especial las que vivan en familias con mujeres como jefas de hogar,
si se pretende que puedan protegerse del VIH y lidiar con el impacto de la enfermedad.
250
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Quizás más que en ninguna otra lección del curso, en esta se analizó hasta qué punto han penetrado
las desigualdades de género en estructuras de la sociedad tales como la educación, la banca, el derecho
de propiedad, las prácticas matrimoniales, las prácticas en materia de divorcio y custodia de los hijos,
y las prácticas cotidianas de la vida familiar. Cuando usted trate de “tomar en cuenta el género” en el
terreno, será imprescindible que considere en qué medida las desigualdades de género institucionales
afectarán sus políticas y procedimientos, y en qué medida podrán estos comenzar a subsanarlas.
En 2015, se estimaba que en todo el mundo 17,8 millones de mujeres (de 15 o más
años de edad) vivían con VIH, el 51% del total de adultos que vivían con la enfermedad.
Las mujeres jóvenes y las adolescentes de 15 a 24 años son las más afectadas. En 2015,
se estimaba que 2,3 millones de chicas adolescentes y jóvenes de todo el mundo vivían
con VIH, siendo el 60% de todas las personas de ese grupo etario con la enfermedad.
En 2015, del total de 1,9 millón de adultos (de 15 años o más) de todo el mundo que
recientemente habían contraído el VIH, 900.000 (el 47%) eran mujeres.
El 58% de las nuevas infecciones por VIH entre los jóvenes de 15 a 24 años afectaba a
chicas jóvenes y adolescentes.
Hay importantes diferencias regionales, tanto en los nuevos casos de infección por VIH
en mujeres como en la proporción de mujeres (de 15 años o más) que viven con VIH,
en comparación con los hombres, y la brecha es aún más notable entre las y los jóvenes
(de entre 15 y 24 años):
251
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
• En Europa oriental y Asia central, las mujeres representaban el 31% del total de
adultos recientemente infectados por VIH; sin embargo, entre los jóvenes de 15 a
24 años de edad, ese porcentaje se elevaba al 46%.
Según datos aportados por 30 países, la incidencia del VIH entre mujeres que se
inyectan drogas era del 13% contra el 9% entre los hombres que se las inyectan.xii
xii) ONU Mujeres, “Lo que hacemos: Hechos y cifras de VIH”, 2018. Disponible en: <http://www.unwomen.org/en/what-we-do/hiv-
and-aids>.
252
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
B. Nunca pueden castigarse porque son C. que la pobreza las impulsa a emigrar
demasiado difíciles de detectar D. que corren más riesgo de caer en la
C. suelen darse en familias pobres, no en esclavitud y la explotación sexual tras
familias pudientes abandonar su hogar
253
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
254
LECCIÓN 8 | Violencia institucional
Respuestas »
1. C
2. B
4. D
5. B, D, F
6. C
7. A
8. C
9. B
10. A
255
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
Violencia relacionada con el
9 conflicto armado y la crisis
La vulnerabilidad en tiempos
de guerra puede definirse
mejor como la combinación
de los riesgos que implica y la
capacidad de manejar el estrés
y las situaciones impactantes
y traumáticas, sin llegar a
sufrir daño físico, emocional o
económico de largo plazo.
Foto de ONU #726719 por Mark Garten.
256
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Una víctima de violencia entre tribus recibe tratamiento en un hospital de Akobo, Sudán. La violencia intertribal ha aumentado
enormemente en el estado de Jonglei, donde cientos de civiles han muerto en una serie de feroces enfrentamientos. 14 de mayo de
2009. Foto de ONU #395914 por Tim McKulka.
257
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Si las mujeres ya son víctimas de discriminación en tiempos de paz, podrán sufrir aún más a raíz de
la marginación, la pobreza y el dolor que causa el conflicto, y asumir una carga mayor de responsabilidad
como esposas, madres o hijas. La discriminación suele debilitar la capacidad de sobrevivir a una crisis,
porque limita el acceso a ingresos, bienes, recursos, mercados, información, educación y vínculos
sociales que ayudan a sobrevivir en tiempos de gran zozobra y estrés.
En esta lección se analizarán algunas de las principales formas de violencia de género que afectan a
las mujeres no combatientes en el conflicto armado y los escenarios posconflicto. Se analizará también
cómo afecta el conflicto armado los roles de género dentro de la comunidad. Además de describir los
peligros que enfrentan las mujeres, en esta lección nos proponemos presentar la compleja dinámica
de género que puede darse en los lugares donde se realizan operaciones de apoyo a la paz, donde los
roles de género pueden haberse visto significativamente alterados. Paradójicamente, el conflicto y la
crisis pueden generar oportunidades únicas para que las mujeres adquieran habilidades y experiencia
en nuevas posiciones sociales de responsabilidad. Sin embargo, esos mismos aportes a la sociedad las
exponen a más riesgo de violencia. Aquellos integrantes de la comunidad que se sienten amenazados
por la activa participación de mujeres en actividades públicas, desafiando las normas tradicionales de
género previas a la guerra, pueden llegar a cometer actos de violencia contra esas mujeres. Comprender
las complejidades de esa dinámica social le permitirá asistir a las comunidades en las que actúe.
Los conflictos armados tienden a exacerbar las desigualdades y los patrones de discriminación
preexistentes que afectan desproporcionadamente a las mujeres, entre ellos, la marginación, la pobreza
y el sufrimiento. Aunque el impacto del conflicto armado en las mujeres varía considerablemente en
función del contexto y de cada mujer, se pueden identificar algunos rasgos comunes. El conflicto armado
suele conllevar violencia sexual generalizada contra mujeres. Les impone a estas una carga más pesada
de lo habitual, al tener que asegurar su supervivencia y cuidar de los niños y los ancianos. Por último,
la guerra plantea singulares desafíos a las mujeres que deciden tomar las armas.
Conflictos recientes han demostrado a las claras que se apuntó sistemática y específicamente a
mujeres para cometer actos de violencia sexual. La violación, el ataque sexual, la prostitución forzada, la
esclavitud sexual, el embarazo forzado y otras formas de violencia sexual han sido un rasgo permanente
de esos conflictos, como lo han sido a lo largo de la historia de la guerra. El conflicto armado puede venir
acompañado además de un aumento de la trata: para usarlas como combatientes, obligarlas a prostituirse
o someterlas a otras formas de esclavitud. Las niñas son vulnerables además al alistamiento como niñas
soldados y al rapto por parte de grupos armados para usarlas como esclavas sexuales y domésticas.
1) Maria de Bruyn, Violence, pregnancy and abortion. Issues of women’s rights and public health (Violencia, embarazo y aborto. Problemas relativos a
los derechos de la mujer y la salud pública), (Chapel Hill, Carolina del Norte: IPAS, 2003), 20.
258
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
La violencia sexual es un arma que se esgrime en la guerra contra hombres y mujeres, niños
y niñas. Sin embargo, por diversas razones, mujeres y niñas corren más riesgo de sufrir violencia
sexual en situaciones de conflicto armado, y se sabe más sobre los riesgos que enfrentan. Como se
mencionaba en la lección 7, mujeres y niñas corren más riesgo de sufrir violencia sexual porque la
sexualidad femenina está intrínsecamente ligada a las desigualdades de género en la mayoría de las
sociedades del planeta. La violencia sexual puede ser uno de los mecanismos por medio de los cuales
se refuerza el temor de la mujer al hombre y su dependencia de este, en especial en contextos de
importante disparidad económica entre mujeres y hombres. Por otra parte, en las sociedades que creen
que el honor del hombre depende del control de la sexualidad de la mujer (esposa, hijas, hermanas,
etc.), la violencia contra mujeres en la guerra puede considerarse una manera eficaz de herir, no solo
a las mujeres, sino también a los hombres. De manera similar, en aquellos países donde se considera a
la mujer símbolo de la patria o de una cultura (como madre de sus hijos), la violencia sexual contra la
mujer puede ser un ataque simbólico a la nación o a la cultura.
La violencia sexual es además una forma de violencia particularmente íntima — y por ende, para
muchos, especialmente dolorosa o humillante. Esto es así independientemente de que las víctimas sean
mujeres u hombres. Dado que la mayoría de quienes cometen actos de violencia sexual son hombres
y que en la mayoría de las sociedades hay alguna forma de tabú cultural contra la homosexualidad,
cuando las víctimas de violencia sexual son hombres, lo más probable es que se sientan profundamente
humillados y no la denuncien.2
Sin embargo, según un informe de 2014 del experto Chris Dolan, solo entre 1998 y 2008 se
registraron instancias de violencia sexual contra hombres en 25 países azotados por conflictos.3 Desde
entonces, ha habido más denuncias provenientes de las principales zonas de conflicto de estos tiempos,
entre ellas, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Libia y la República Árabe
Siria. En 2013, el Consejo de Seguridad reconoció por primera vez a hombres y niños varones como
víctimas de violencia sexual, por medio de la resolución RCS 2106.
Ese tipo de violencia se da en todas las guerras. En los estudios en los que se han reunido datos
sobre violencia sexual de hombres a hombres, ha quedado más que claro que trágicamente común. Sin
embargo, también queda claro que mujeres y niñas corren mucho más riesgo de sufrir esa forma de
violencia.
No basta con entender la violencia sexual exclusivamente como violación. La violencia sexual abarca
también la prostitución forzada, la esclavitud sexual, el embarazo forzado, la maternidad forzada, el
aborto forzado, la esterilización forzada, el ataque sexual, el cacheo corporal y el examen médico
inapropiado. Durante el sondeo “Gente en guerra” realizado en 1999 por el Comité Internacional de
la Cruz Roja, uno de cada nueve entrevistados informó que conocía a alguien que había sido víctima
de violación, y casi el mismo número informó que conocía a alguien que había sido objeto de ataque
sexual.
2) Con frecuencia participan mujeres organizando y ordenando violencia sexual en la trata y los conflictos armados, pero es mucho menos común
que participen directamente en tal tipo de violencia. Por ejemplo, Ruanda dio al mundo la primera mujer jamás enjuiciada por genocidio: Pauline
Nyiramasuhuko. Ex asistente social y Ministra Nacional de Asuntos Familiares y de la Mujer, durante el genocidio de 1994 perpetrado por los hutus
contra los tutsis, Nyiramasuhuko se convirtió en activa promotora del régimen hutu, emitiendo por la radio mensajes de odio contra los tutsis. Luego
pasó directamente a la acción como comandante militar, ordenando a los soldados de la organización paramilitar Interahamwe que mataran y violaran
a mujeres tutsi. Peter Landesman, “A Woman’s Work” (Obra de una mujer), revista del New York Times, 15 de septiembre de 2002.
3) Chris Dolan, “Into the Mainstream: Addressing Sexual Violence against Men and Boys in Conflict.” (Problemática de interés general: abordaje de la
violencia contra hombres y niños varones en los conflictos). Informe para el taller organizado por el Overseas Development Institute, Londres, 14 de
mayo de 2014, 2014, 1.
259
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Mujeres recogen agua de un pozo en el asentamiento Yida, estado de Unity, en la región septentrional de Sudán
del Sur. 12 de marzo de 2013. Foto de ONU #544746 por Martine Perret.
Sin embargo, la violación es una práctica particularmente común en los conflictos armados. Conflictos
recientes han demostrado a las claras que, en tiempos de guerra, se apunta sistemática y específicamente
a las mujeres para cometer actos de violación. Este método de guerra se emplea por muchas razones:
para embarazar a la fuerza a las mujeres y así modificar la composición demográfica de una zona; para
obligar a una población a huir; para quebrar la resistencia de una persona que está siendo interrogada; y
por muchas otras razones más complejas que la de infligir una herida directa. En las últimas décadas, el
VIH/SIDA ha agregado una dimensión particularmente letal al daño que causa la violencia sexual.
4) Elisabeth Rehn y Ellen Johnson Sirleaf, Women, War, Peace: The Independent Assessment on the Impact of Armed Conflict on Women and Women’s
Role in Peace-Building (La mujer, la guerra, la paz: evaluación independiente del impacto del conflicto armado en la mujer y su rol en la consolidación
de la paz) (Nueva York: UNIFEM, 2002), 19.
260
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
En toda población de refugiados, aproximadamente el 50% son mujeres y niñas. Los refugiados
son aquellos que han cruzado una frontera internacional, mientras que las personas internamente
desplazadas (PID) permanecen en su país de origen. Los estados tienen la responsabilidad jurídica
de velar por las mujeres refugiadas e internamente desplazadas, y aquellos que albergan cantidades
desproporcionadas de refugiados dependen de la asistencia de otros Estados.
Las mujeres refugiadas e internamente desplazadas son objeto de violencia de género tanto directa
como en sentido amplio. Corren mucho más riesgo de sufrir violencia sexual, rapto, explotación, pobreza
y enfermedad. Además, son discriminadas en los sistemas de otorgamiento de status de refugiado, ya
que en estos se tiende a priorizar la actividad pública y política tradicionalmente asociada a los hombres.
Dado que la persecución de género en sí misma no es motivo para reclamar protección en virtud de la
Convención de Ginebra, redactada antes de que el derecho internacional reconociera los derechos de la
mujer como aspecto fundamental, es menos probable que las mujeres obtengan status de refugiadas
en los países a los que huyen. El desmoronamiento de los valores sociales que se da a raíz del éxodo
tiende además a aumentar la violencia intrafamiliar, y a ello se suma que las mujeres se tornan más
vulnerables a más violencia fuera de la familia cuando deja de existir la protección tradicional de la
comunidad.
El Convenio de Estambul de 2011 del Consejo de Europa es un ejemplo de protocolos más recientes,
en los que se reconoce la violencia de género contra la mujer como una forma de persecución al evaluar
las solicitudes de status de refugiada.5
Como todas las demás formas de violencia de género, la violencia que sufren las mujeres refugiadas
y desplazadas adopta formas específicas. En las siguientes secciones se analizarán los tipos de violencia
que es probable que enfrenten las mujeres en las múltiples etapas de la migración forzada.
5) Consejo de Europa, Consejo de la Convención europea sobre prevención de la violencia contra la mujer y la violencia doméstica, y lucha contra estas,
1 de agosto de 2014.
6) ACNUR, “Directrices sobre protección internacional: persecución por motivos de género en el contexto del artículo 1A(2) de la Convención de 1951
y/o su protocolo de 1967 relativo al status de los refugiados”, HCR/GIP/02/01, 7 de mayo de 2002.
7) Parlamento Europeo, “Aspectos de género de la migración y el asilo en la Unión Europea (UE): panorama general”, marzo de 2016.
261
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Causas de la huida
La gente abandona sus hogares por muchas razones, pero la mayoría de estas tienen su origen en
situaciones de turbulencia política y conflicto armado. El colapso del gobierno, así como también de
la autoridad local, comunitaria y familiar, lleva a que dejen de existir las estructuras que garantizan
la seguridad de las personas. Eso genera miedo e inseguridad, e impulsa a la gente a huir. También
inciden temas económicos. El conflicto impide a las personas ir a trabajar y proveer ingresos y alimento
a sus familias. Puede que cierren las escuelas, y que los niños deban permanecer en su casa, con la
consiguiente necesidad de cuidar de ellos todo el tiempo. Puede que se devalúe la moneda a raíz del
conflicto. Aun si no se siente directamente amenazada por la violencia, puede que la gente necesite huir
a un lugar donde reine más seguridad económica.
Durante el conflicto armado, las mujeres se tornan más vulnerables cuando colapsa la sociedad.
Puede que huyan de situaciones traumáticas tales como la violación o la violencia contra familiares
cercanos hombres. Puede que se haya dañado su casa, o bien que se hayan destruido elementos de
infraestructura imprescindibles para el suministro de calor, agua o luz eléctrica.
Para las mujeres y niñas refugiadas e internamente desplazadas, la violencia e inseguridad que
las fuerza a abandonar su hogar o su patria es solo el comienzo. Irse es riesgoso porque el lugar
de destino — ya sean campamentos o zonas urbanas, viviendas abandonadas, o casas de amigos o
familiares — puede exponerlas a riesgos aún mayores de violencia, rapto, explotación, pobreza
y enfermedad. Grupo militares o rebeldes, guardias de frontera o hasta la comunidad local pueden
victimizar a mujeres y niñas cuando tratan de cruzar una frontera o salir de un lugar poco seguro.
Las mujeres que pierden a sus esposos jefes de hogar u otros familiares cercanos son especialmente
vulnerables al abuso, ya que, sin la protección de una figura masculina, otros pueden sentirse libres
para atacarlas.
Las mujeres desplazadas y sus familias suelen tener que ir de un lugar a otro para encontrar
protección adecuada. En consecuencia, con frecuencia deben desplazarse en múltiples ocasiones,
cayendo en una espiral de inseguridad y pobreza. Así surgen nuevas amenazas a su seguridad. Mujeres
y niñas son forzados a ofrecer “sexo de supervivencia” en las rutas de migración, prestando servicios
sexuales para poder seguir su camino, conseguir pase seguro para ellas o sus familias, u obtener la
documentación necesaria u otra forma de asistencia. Se trata de un círculo del que es difícil escapar y
que las lleva a aún más necesidad de protección.
También pueden verse limitadas las opciones de cuándo y cómo huir, porque las mujeres suelen
carecer de lo que necesitan para viajar, como documentación (cédula de identidad, pasaporte, certificado
de nacimiento), dinero para pagar el transporte, conocimientos básicos de lectoescritura y acceso a
información. La falta de control sobre cuándo y cómo huir las torna aún más vulnerables al abuso y la
explotación.
Al llegar
Cuando mujeres y niñas refugiadas e internamente desplazadas arriban al lugar de destino (por
ejemplo, un campamento de tránsito o un centro de recepción) siguen expuestas a riesgos de abuso,
262
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
explotación, violencia, rapto y acoso sexual. También puede aumentar la violencia doméstica. Un
informe de Europol de 2016 reveló que el 90% de los migrantes que llegan a la Unión Europea (UE)
recurren a contrabandistas para llegar a destino.8 Las presiones, incertidumbre y humillaciones que
implica la huida, junto al alojamiento inadecuado, la falta de seguridad, la mala alimentación y otros
problemas que suelen enfrentarse en los campamentos, pueden agravar las situaciones estresantes que
ya se vivían en el ámbito doméstico. Cuando aumenta el sentimiento de impotencia de los hombres,
pueden compensarlo o manifestarlo agrediendo a sus familiares.
Las refugiadas que emigran a zonas urbanas pueden correr más riesgo, porque para agencias de
asistencia tales como ACNUR, es más difícil identificarlas. Las poblaciones locales suelen discriminarlas
y abusar de las refugiadas de las zonas urbanas. Además, las instituciones, los tribunales judiciales,
la policía y las organizaciones de derechos humanos del país anfitrión suelen no dar prioridad a los
refugiados o ser reacios a prestarles apoyo por temor a que el país se convierta en imán para refugiados.
Puede que tampoco deseen que la población local perciba que ponen las necesidades de los refugiados
por encima de las de sus propios ciudadanos.
Las mujeres internamente desplazadas enfrentan muchos de los mismos problemas que las
refugiadas. Sus gobiernos suelen no estar dispuestos a prestarles servicios ni protección, ya sea
porque las mujeres pertenecen a determinados grupos sociales o étnicos, o simplemente porque no
las consideran prioridad a efectos del apoyo. El gobierno de Sierra Leona, por ejemplo, clasificó a
las personas internamente desplazadas que vivían en el Campamento Grafton, cerca de la ciudad de
Freetown, como “personas sin hogar”. Los residentes del campamento eran en su inmensa mayoría
mujeres jefes de hogar y sus hijos. Como la población del campamento había sido clasificada como sin
hogar y no internamente desplazada, no estuvo contemplada en los presupuestos ni en los programas
del Gobierno ni de las agencias internacionales de asistencia humanitaria.
Lecturas adicionales »
Se creado varios instrumentos, directrices,
normas, convenciones y protocolos en virtud
del derecho internacional, a fin de garantizar
la adecuada protección de las mujeres
refugiadas y que solicitan asilo. Se dispone de
una lista del material más reciente (a 2016)
y conocido en: <http://www.europarl.europa.
eu/RegData/etudes/STUD/2016/556929/
IPOL_STU(2016)556929_EN.pdf>.
263
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Para atender de manera más precisa la protección y las necesidades de las refugiadas, ACNUR elaboró
la Política sobre refugiadas, directrices sobre protección de refugiadas y directrices para la prevención y
respuesta a la violencia sexual y de género contra las refugiadas, las que regresan y las internamente
desplazadas, y sigue mejorando la integración de género (y edad) en sus actividades de asistencia y
protección. En las directrices se incluyen recomendaciones sobre el diseño de los campamentos y se
destaca la importancia de la participación de mujeres en la toma de decisiones relativas a los campamentos,
a fin de promover la seguridad de mujeres y niñas refugiadas. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados (ACNUR) destaca la importancia de dar participación a las refugiadas en todas las
decisiones que afecten su vida, señalando que la participación promueve la protección.
Al volver a casa
La situación insegura de las mujeres refugiadas y desplazadas no necesariamente mejora una vez que
el conflicto llega a su fin y ellas regresan a casa. Hay muchos ejemplos de aumento de la violencia contra
mujeres en situaciones pos conflicto, en especial cuando los hombres desmovilizados no se integran
plenamente a la comunidad y se sienten aburridos, traumados, impotentes, enojados o extremadamente
estresados. En Bosnia, por ejemplo, la incidencia del abuso del alcohol en los hombres aumentó después
de la guerra, al igual que la violencia doméstica. Además, aunque la guerra oficialmente pueda haber
llegado a su fin, un gobierno inestable puede no ser capaz de proteger a sus ciudadanos, o puede no
existir suficiente compromiso de la comunidad o de las fuerzas policiales de proteger a las mujeres,
porque no consideran que la violencia hacia la mujer sea un delito que tenga sentido prevenir o castigar.
Puede que las mujeres refugiadas o internamente desplazadas que deseen regresar al hogar no
puedan o no quieran hacerlo por varias razones. Puede que algunas sientan que seguirían estando
en peligro si regresan. El no tener posesión ni acceso a bienes, entre ellos tierras y vivienda, también
puede ser un obstáculo. Las leyes y prácticas en materia herencia de muchos países no permiten a las
mujeres heredar tierras; en consecuencia, una viuda puede no tener una casa adonde regresar. El cierre
de una frontera también puede impedir a las mujeres regresar si no tienen los documentos de identidad
que se requieren para cruzarla o si existe riesgo de ser objeto de rapto o trata en el camino.
Algunas mujeres pueden no tener más remedio que enfrentar tales riesgos. En las familias con jefe
de hogar hombre, son estos quienes suelen tomar las decisiones sobre si regresar o no. Pueden no
considerar los posibles riesgos que ello implica para las mujeres y las niñas de su familia, o pueden no
considerarlos razón suficiente para demorar la vuelta a casa.
Por otro lado, la experiencia como refugiadas puede ser positiva para las mujeres si adquieren
habilidades y otras formas de empoderamiento. En un ejemplo de las décadas de 1980 y 1990, la ONU
y organizaciones femeninas capacitaron a mujeres guatemaltecas de campamentos de refugiados de
México sobre sus derechos y sobre cómo hacer frente a la discriminación de género. Las actitudes
de esas mujeres, que antes habían estado confinadas en su casa, cambiaron cuando comenzaron a
reconocer las ventajas de aprender a leer y escribir y de la educación. Existe evidencia de que las
generaciones más jóvenes que vivían en los campamentos, así como sus madres, volvieron a casa
decididas a impulsar más oportunidades de educación. De manera similar, se les abrieron puertas a
refugiadas de El Salvador que habían estado residiendo en campamentos de refugiados en Honduras.
Estas mujeres, cuyos roles se limitaban a tareas domésticas y de huerta, aprendieron a leer y adquirieron
habilidades no tradicionales en atención primaria de la salud y planificación familiar.
264
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
En muchos casos, las mujeres que regresan contribuyen a la reconstrucción, porque tienen
niveles más altos de educación y habilidades, tales como las niñas y mujeres afganas que fueron
capacitadas durante su estancia en campamentos de refugiados paquistaníes. Las propias refugiadas
crearon un Departamento de bienestar de la mujer y un centro de recursos femeninos, a efectos de
impartir alfabetización, información sanitaria y oficios a las refugiadas afganas de Paquistán y a las que
regresaban a Afganistán. Esas organizaciones se están ampliando en Afganistán y, en consecuencia,
están contribuyendo a la reconstrucción del país.
9) UNIFEM, Getting it Right, Doing it Right: Gender and Disarmament, Demobilisation and Reintegration (Acertar, hacerlo bien: género y desarme,
desmovilización y reintegración) (Nueva York: UNIFEM, 2004).
10) El sexismo es la creencia abierta o implícita, respaldada por el poder institucional, de que un sexo es superior al otro en uno o más aspectos,
exclusivamente en función de la diferencia sexual o del supuesto de que las perspectivas de un solo sexo pueden ser sinónimo de las perspectivas
humanas en general. En cambio la ceguera de género es el no percibir que el género puede importar en determinadas circunstancias, o no reconocer
la posible importancia del género.
265
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
más por jefes militares y rebeldes, líderes religiosos y tradicionales igualmente sexistas o ciegos
de género (por lo general, aunque no siempre, hombres), interesados en hacerse del poder y
retenerlo en el período pos conflicto.
• Falta de participación igualitaria: Las mujeres suelen no tener iguales oportunidades de participar
a todos los niveles de los procesos de democratización. Esto comienza con la elección de los
integrantes de los equipos de mediación y negociación, y con la designación de órganos de
gobierno provisional y de transición. También se da al nombrar personal para cargos jerárquicos
de responsabilidad en las operaciones de paz.
• Lagunas de comunicación entre los sectores formal e informal: Estas llevan a no tomar en
cuenta los roles y los conocimientos de las mujeres. Los líderes del sector formal son
predominantemente hombres, en tanto hay más líderes mujeres en el sector informal.
Desmovilización
Se deben instrumentar lo antes posible, tras el cese de hostilidades, programas que atiendan
las necesidades de los combatientes, porque la presencia de soldados armados y con experiencia
representa una grave amenaza a la preservación de la paz. Sin embargo, se debe entender el desarme,
desmovilización y reintegración (DDR) como un proceso integral que permita, no solo reducir el número
de combatientes tras la guerra, sino promover una verdadera transformación social.
En la desmovilización se procura minimizar o, de ser posible, desmantelar por completo las fuerzas
armadas (gubernamentales e irregulares/guerrilleras), a fin de reducir el número de integrantes de las
fuerzas armadas y prevenir el pasaje de combatientes entrenados como mercenarios a conflictos vecinos.
Eso típicamente se logra, reuniendo, acogiendo y desarmando a los combatientes, y ofreciéndoles
alguna forma de compensación u otra ayuda para animarlos a volver a la vida civil.
266
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Quienes planifican la mayoría de las operaciones contemporáneas prestan cada vez más atención
a diferenciar a los combatientes por sexo y edad, y destacar sus diferentes necesidades físicas y
psicológicas. Reflexionan cada vez más sobre los desafíos que plantean los niños soldados, incluidas las
niñas, un campo en el cual la sensibilidad de género también se ha venido manifestando de manera más
clara. Tras la aprobación de la RCS 1325, y a raíz del permanente activismo de las mujeres en pos de
contribuir a la consolidación de la paz, mujeres y niñas soldados están ahora oficialmente en la agenda
de planificación de la desmovilización. Sin embargo, sigue habiendo algunas significativas omisiones
en cuanto a las necesidades especiales de las ex combatientes, y eso impone una pesada carga a las
mujeres en el período pos conflicto.
El primer desafío que enfrentan las ex combatientes es que, por más que no siempre se lo manifieste
abiertamente, avergüenzan a sus comunidades después de la guerra. Las sociedades suelen hacer
grandes esfuerzos por olvidar el impacto de la guerra en los roles de género. En Zimbabue, en populares
imágenes publicadas tras la guerra de liberación, se reafirmaba la creencia de que la contribución más
valiosa que habían hecho las mujeres había sido en su papel de esposas y madres. Cuando en Eritrea,
Nicaragua y Sierra Leona pos conflicto, las mujeres desafiaron los esfuerzos por que volvieran a su rol
de subordinación al hombre, fueron condenadas por la sociedad, y las que habían sido combatientes
activas pasaron a ser objeto de vergüenza.11 En Namibia, la ex combatiente Teckla Shikola señaló:
Desarme
Los procesos de desarme pueden tener diferente impacto en mujeres y hombres. La entrega voluntaria
de armas pequeñas y ligeras (APL) es de especial importancia para las mujeres no combatientes que
corren riesgo de ser atacadas con armas pequeñas en el hogar. Tradicionalmente se ha asociado a los
hombres con la posesión y promoción de armas pequeñas. Son muchos más los hombres que resultan
heridos o muertos con armas de fuego que las mujeres. Estas pueden ser excluidas de los procesos de
DDR porque no tienen armas que entregar, o bien porque no pueden aprobar una prueba de manejo
del arma para proceder a la desmovilización. Los ex soldados (tanto mujeres como hombres) pueden
sentirse poco seguros sin sus armas por una serie de complejas razones, y pueden mostrarse reacios a
entregarlas. Puede que entreguen su segunda o tercera mejor arma y escondan las demás, con lo cual
muchas de las armas no se recogerán durante los programas de entrega voluntaria.
11) Elise Fredrikke Barth, “La paz y el desencanto: reintegración de las mujeres soldado a las sociedades pos conflicto: estudio comparativo de África”
(Oslo: Prio, 2002.).
12) Teckla Shikola, “Dejamos atrás los zapatos” en M. Turshen y C. Twagiramariya (eds), What Women Do in Wartime: Gender and Conflict in Africa (Lo
que hacen las mujeres en tiempos de guerra: género y conflicto en África) (Londres y Nueva York: Zed Books, 1998), 150–162.
267
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
solo corren riesgo de enfrentar violencia doméstica mortal, sino que también se tornan más vulnerables
mientras realizan sus tareas cotidianas. Pueden tener que cargar con la responsabilidad adicional de
cuidar de quienes han sido heridos o quedado discapacitados por armas de fuego, y a menudo terminan
siendo la única fuente de sustento de su núcleo familiar.
Las mujeres que más se ven afectadas por las armas suelen tener las mejores ideas en materia
de incentivos para retirar las armas pequeñas y ligeras de la comunidad. Trabajando codo a codo con
personal capacitado, puede desempeñar un papel importante en convencer a las personas de entregar
sus armas. El programa de recolección “Armas por desarrollo” del PNUD en Albania tuvo éxito en
buena medida por la participación de mujeres que, con el apoyo de UNIFEM, fueron capacitadas en
algunos aspectos de las medidas de control de armas, y luego enviadas para apoyar actividades de
concientización sobre APL en sus comunidades durante el proceso de amnistía y recolección. En la ciudad
de Gramsch, las mujeres fueron puerta a puerta informando sobre el peligro de las armas pequeñas
y ligeras (APL) bajo el lema “Un arma menos, ¡una chance más!” En Elbasan, donde las autoridades
recolectaron 2.332 armas y 1.801 toneladas de municiones, y en Dibër, donde fueron entregadas 2.407
armas y 855 toneladas de municiones, las mujeres desempeñaron un importante papel, en especial
convenciendo a familiares de que entregaran voluntariamente sus armas ilegales.
Como ocurre con los hombres, las mujeres necesitan de preinscripción en el desarme, desmovilización y
reintegración (DDR) en el puesto del hospital militar
ser educadas y animadas a buscar alternativas no
Al-Askaryia, el único puesto de las DAF que inscribe a
violentas para lograr mejorar la seguridad humana. En candidatas mujeres. 13 de diciembre de 2006. Foto
el distrito de Tirana, Albania, asociaciones femeninas de ONU #135242 por Fred Noy.
13) Binta Mansaray, “Women Against Weapons: A Leading Role for Women in Disarmament” (Mujeres contra las armas: el rol protagónico de las mujeres
en el desarme), en Anatole Ayissi y Robin Edward Poulton (eds), Bound to Co-operate: Conflict, Peace and People in Sierra Leone (Deber de cooperar:
el conflict, la paz y el pueblo de Sierra Leona), (Ginebra: UNIDIR, 2000), 139–158.
14) Joshua Goldstein, War and Gender (La guerra y el género) (Cambridge y Nueva York: Cambridge University Press, 2001), 82.
268
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Asistentes a un seminario internacional para compartir la experiencia de Costa de Marfil en desarme, desmovilización
y reintegración (DDR) realizaron una visita de campo a la ciudad de Bouaké, para ver evidencia concreta de desarme,
resocialización, capacitación y reinserción de excombatientes. 6 de noviembre de 2014. Foto de ONU #612744 por Abdul
Fatai.
distribuyeron cuestionarios sobre el tema del microdesarme, los cuales les permitieron comprender la
complejidad de las reacciones de las mujeres con respecto a las armas:
Como lo demuestran estos ejemplos, el proceso de microdesarme tiene muchos aspectos. Los medios
de comunicación, las escuelas y la sociedad en general pueden jugar un papel importante en apoyo de
las campañas de concientización, sosteniendo que las armas no necesariamente dan seguridad. A lo
largo de todo el proceso de recolección de APL llevado a cabo en Albania, los medios desempeñaron un
rol sumamente significativo. La Operación Cosecha esencial, una misión desplegada por la OTAN para
desarmar a grupos étnicos albanos en Macedonia, fue respaldada por anuncios de empresas públicas
en radio y televisión, muchos de los cuales apuntaron a la mujer y a la seguridad en el hogar. En Rio de
Janeiro, Brasil, un popular teleteatro incluyó en su trama el problema de los efectos de la tenencia sin
control de armas pequeñas y ligeras (ALP) en la vida de las personas.
15) Rehn y Sirleaf, Women, War, Peace (La mujer, la guerra, la paz), 119.
269
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Cuando se procura desmilitarizar a una sociedad reintegrando a sus soldados, se debe tener
especial cuidado de no excluir ni ignorar las necesidades de las combatientes. En la sociedad en
proceso de reconstrucción, aquellas mujeres que han participado activamente en el combate tienen
más probabilidades de ser marginadas. A diferencia de lo que ocurre con los combatientes hombres, a
menudo a las mujeres desmovilizadas se les niega la promoción o directamente se las expulsa, se las
excluye de las nuevas estructuras políticas, se les niega acceso a reconversión laboral o a la tierra, se
las ignora en las organizaciones de veteranos de guerra y se las mira con temor o recelo cuando tratan
de retomar su vida de antes de la guerra.
A raíz de sus experiencias en el combate, todos los ex combatientes pueden tener necesidades
especiales en materia de atención médica, tanto física como mental. Según los resultados de
investigaciones recientes, las ex combatientes pueden tener aún más necesidades, por haber sufrido
violencia sexual a manos de sus pares o de sus superiores.
El Centro Nacional para el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) del Departamento de Asuntos
de Veteranos de Guerra de los Estados Unidos explica los factores de estrés que pueden enfrentar
las mujeres como combatientes: “Un número creciente de mujeres están actuando en la milicia
estadounidense. En 2008, 11 de cada 100 veteranos (el 11%) de las operaciones militares en Afganistán
e Irak eran mujeres. Se prevé que esos números seguirán en ascenso. De hecho, las mujeres son el
grupo de veteranos de guerra de más acelerado crecimiento.”
Un informe de 2003 del Departamento de Defensa de los Estados Unidos reveló que cerca de un tercio
de un grupo testigo de ex combatientes que concurrieron a centros de atención médica para veteranos
de guerra manifestaron haber sufrido violación o intento de violación durante su misión. De ese grupo, el
37% dijo que habían sido violadas múltiples veces, y el 14% denunció haber sufrido violación colectiva.
Un pequeño estudio financiado por el Departamento de asuntos de veteranos de guerra tras la Guerra
del Golfo da cuenta de que tanto el acoso como el ataque sexual aumentan en tiempos de guerra. Los
investigadores que llevaron a cabo el estudio estudiaron también la incidencia de síntomas de trastorno
de estrés postraumático (TEPT), y observaron que las mujeres que habían padecido ataque sexual tenían
más probabilidades de sufrir TEPT que las que vivían la experiencia del combate.16 El Centro Nacional para
el TEPT del Departamento de Asuntos de Veteranos de Guerra de los Estados Unidos informa:
16) Sara Corbett, “The Women’s War” (La guerra de las mujeres), Revista del New York Times, 18 de marzo de 2007, 45.
270
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
También es importante recordar que no todas las mujeres que participan en la guerra lo hacen como
combatientes. En la planificación de los procesos de DDR, quienes diseñan e implementan los programas
deben abordar no solo las necesidades de las ex combatientes, sino también las de aquellas que cumplieron
otros roles de apoyo, tales como porteras, cocineras o esposas de combatientes (incluidas las raptadas y las
viudas). Las mujeres y niñas asociadas a las fuerzas de combate no siempre están oficialmente casadas con
combatientes, por lo cual pueden ser difíciles de identificar o ser vulnerables de otras maneras.
Se puede aprender una valiosa lección de las agencias especializadas en asistir a los refugiados y
a las personas internamente desplazadas. Descubrieron que es mucho más probable que las mujeres
hablen con asistentes mujeres cuando necesitan tratar problemas de salud íntimos. Este conocimiento
debería aplicarse también a las combatientes; si no se sienten seguras o bienvenidas en un proceso de
DDR, es probable que se autodesmovilicen, es decir, desaparezcan de la vista sin aprovechar ninguno de
los servicios de reintegración. Si bien algunos pueden argumentar que las mujeres deberían poder optar
por renunciar a la desmovilización formal y a las oportunidades de reintegración, el hacerlo las excluirá
de formas de asistencia inmediata tales como atención médica y cursos de reinserción laboral, así como
también de beneficios de largo plazo tales como recontratación en fuerzas de seguridad alternativas,
mayor participación política y acceso a oportunidades de ingresos económicos alternativas. Es probable
que sea limitada su capacidad de autoreintegración, y que terminen sin hogar, solas y sin seguridad
laboral. La capacitación de asistentes de campo femeninas cuyo rol sea entrevistar a las combatientes y
demás para identificar a quienes recibirán asistencia en el DDR permitirá evitar ese tipo de situaciones.
Para que tenga éxito la reintegración las mujeres de las comunidades de acogida, así como también
las ex combatientes, necesitan apoyo. Suelen ser las mujeres de las comunidades de acogida las jueces
más severas de las mujeres que regresan, así es que se deberá prestar mucha atención a tender
puentes y redes entre las mujeres de estos grupos tan distintos. Los responsables de la planificación de
los programas deberán tomar en cuenta que las mujeres asociadas a las fuerzas de lucha pueden tener
muy diversas necesidades. Las ex combatientes y las no combatientes pueden querer elegir opciones
distintas en el período pos conflicto. Si bien algunas podrán desear volver a su hogar original, otras
podrán decidir mudarse a una nueva ubicación geográfica, con o sin su pareja.
17) Departamento de Asuntos de Veteranos de Guerra de los Estados Unidos, “Estrés postraumático en veteranas de guerra”, 13 de agosto de 2015.
271
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
La desmovilización y la reintegración forman solo una parte de la tarea más amplia de desmilitarizar
a la sociedad, pero representan una oportunidad de hacer más que gestionar la transición del personal a
roles de no combatientes después de la guerra. La desmovilización y reintegración, y los desafíos de más
largo aliento del desarme también pueden pasar a ser parte del movimiento más amplio en pos de patrones
sociales más justos y, por tanto, más compatibles con la preservación de la paz después de la guerra.
• Falta de protección del estado de la milicia desmovilizada (o aún en lucha), los rebeldes y sus
simpatizantes;
En zonas donde se han colocado minas durante conflictos pasados, uno de los aspectos
fundamentales de los procesos de desarme es el desminado y la toma de conciencia
sobre los riesgos de las minas terrestres. Las mujeres desempeñan un importante
papel en los programas de Educación sobre los riesgos de las minas (MRE), porque
son particularmente eficaces en hacer tomar conciencia de las minas a sus familias y a
su comunidad. Las organizaciones de acción antiminas han reclutado tanto a hombres
como a mujeres como profesores de MRE, pero en ciertos contextos, tales como
Afganistán y Kosovo, era esencial contar principalmente con profesoras, a fin de apuntar
específicamente a las mujeres de las comunidades afectadas.
En la década del 1990, el Grupo asesor antiminas, una ONG internacional de acción
antiminas, reclutó por primera vez a mujeres de Camboya como desactivadoras de
minas. Como jefes de hogar y principales proveedoras de sus familias, las mujeres
se sintieron muy motivadas a realizar esta actividad para que sus comunidades y sus
familias estuvieran más seguras. Otras organizaciones antiminas siguieron el ejemplo,
reclutando y entrenando a mujeres desactivadoras de minas en Bosnia-Herzegovina,
Kosovo y otros países contaminados de minas y restos de explosivos de guerra.
272
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
• Poca capacidad y escaso interés de los gobiernos en investigar y castigar a quienes cometen
actos de violencia;
• Poca voluntad de la comunidad internacional de ejercer presión en los gobiernos locales para
que investiguen y castiguen a los criminales.
Los gobiernos dan cada vez mayor prioridad a la reforma del sector de la seguridad (RSS) y esta
aparece con más frecuencia en la agenda de las comunidades de desarrollo internacional, paz y seguridad.
La RSS da la posibilidad de transformar las políticas, las instituciones y los programas de seguridad,
generando oportunidades de integrar los temas de género. Se está reconociendo que la integración
de los temas de género es, no ya un ejercicio de corrección política, sino la clave para lograr eficacia
operativa, compromiso de la comunidad local y fortalecimiento de la vigilancia. Por ejemplo, aumentar
la contratación de personal femenino, prevenir las violaciones de los derechos humanos y colaborar
con organizaciones de mujeres contribuye a crear un sector de la seguridad eficiente, responsable y
participativo que responde a las necesidades específicas de hombres, mujeres, niñas y niños.18
18) Kristen Valasek, “La reforma del sector de la seguridad y el género”, Kit de herramientas de género y reforma del sector de la seguridad, Megan
Bastick y Kristen Valasek (eds.) (Ginebra: DCAF, OSCE/ODIHR, UN-INSTRAW, 2008), p. 1.
Arma de juguete en el predio del emplazamiento de Protección de civiles (POC) de la Misión de ONU en Sudán
del Sur (UNMISS), ubicado en el distrito de Tomping, Yuba. 3 de diciembre 2014. Foto de ONU #614686 por
J.C. McIlwaine.
273
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Sin embargo, las mujeres igual pueden sufrir violencia en los escenarios pos-conflicto, por ejemplo,
como reclutas del ejército y la policía. En Afganistán, las mujeres representan en la actualidad el 1,4%
de las Fuerzas de Defensa Nacional y las Fuerzas de Seguridad afganas. Según un plan de seguridad
estadounidense aprobado en 2015, para 2025 se habrán incorporado 5.000 mujeres al Ejército
Nacional afgano, y 10.000 actuarán en la Policía Nacional afgana.19 Jawad Zawulistani explicaba en The
Diplomat, “Sin embargo, hay simultáneamente otros obstáculos que será preciso sortear. La sensación
de inseguridad de las mujeres en el ámbito público en general y, en particular, en las instituciones
dominadas por hombres; las normas patriarcales tradicionales; la falta o inoperancia de los mecanismos
de apoyo para las víctimas de violencia y acoso; y el hecho de que la burocracia misógina afgana impide
a las mujeres asumir plenamente el rol que tan imperiosamente necesitan desempeñar en la sociedad
afgana.”20
Eliminar la discriminación y otras violaciones de los derechos humanos por parte del personal del
sector de la seguridad no solo constituye una obligación en virtud del derecho internacional, sino que
además genera instituciones de seguridad más confiables y eficaces.21
19) Departamento de Defensa de los Estados Unidos, “Mejora de la seguridad y la estabilidad en Afganistán”, diciembre de 2015.
20) Jawad Zawulistani, “Una batalla a varios frentes: mujeres afganas en las fuerzas de seguridad”, The Diplomat, 30 de abril de 2018.
21) Valasek, “La reforma del sector de la seguridad y el género”.
274
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Ejercicios escritos »
Quizás más que en otras lecciones de este curso, en esta lección se trata directamente la “paradoja de
la identidad” con la que se lo inició. Para refrescarle la memoria, esa paradoja se refiere al problema
de hasta qué punto tiene sentido generalizar, identificando al as mujeres como grupo en sí mismo,
ya sea para decir “la mujer es más pacífica que el hombre”, “la mujer es especialmente vulnerable en
tiempos y lugares de conflicto armado” o “la mujer puede ser soldado, o genocida, exactamente al
igual que puede serlo el hombre”.
La cita siguiente está grabada en un panel de cristal ubicado en la terraza superior del Memorial de la
Mujer en el Servicio Militar de Estados Unidas, en Washington, D.C.:
• ¿Existen otras cualidades — cualidades que sí tienen algo que ver con el género, que son
de vital importancia en los cargos militares y que se han omitido en esta cita? De ser así,
¿cuáles son? Por ejemplo, ¿por qué tantos ejércitos del mundo excluirían a las mujeres del
servicio en los submarinos? (¿Y por qué Noruega optaría por no hacerlo?)
• ¿Cómo compatibiliza usted el hecho de que en buena parte de esta lección se analice en
qué sentido pueden ser especialmente vulnerables las mujeres en situaciones de conflicto
armado y escenarios pos-conflicto, con el hecho de que tantas mujeres se conviertan ellas
mismas en combatientes?
• ¿Se contradicen entre sí las diferentes secciones, llevando a pensar que puede que
algo no encaje en lo que se sostiene en una o más de las secciones?
275
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Ejercicios escritos »
Enumere algunas de las formas en que las armas pequeñas y livianas (APL) afectan de manera
distinta a hombres y mujeres en esta comunidad.
Enumere algunas de las formas en que las APL afectan a ambos de manera similar.
Enumere otras importantes variables que afectan la relación de hombres y mujeres con las APL (por
ejemplo, edad, status de combatiente, grupo étnico, etc.) y describa cómo influye cada uno de esos
factores en su proceso de planificación.
Dé por lo menos un ejemplo específico de cómo algún factor de cada una de esas listas podría influir
en su plan de desarme y toma de conciencia de APL.
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LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
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LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
5. ¿Cuál de las siguientes es una razón por 8. En los escenarios pos-conflicto, las
la cual las fuerzas “rebeldes” decidirían mujeres son particularmente vulnerables
incluir a mujeres en el combate? a _____.
A. Para dar a los hombres que están en A. la falta de protección del Estado de la milicia
el combate acceso fácil a mujeres con desmovilizada (o aún en la lucha), los
propósitos sexuales rebeldes y sus simpatizantes
B. Para demostrar que pretenden promover la B. la poca capacidad y el escaso interés de los
liberación de la mujer gobiernos en investigar y castigar a quienes
C. Para mostrar la utilidad de la menor talla y la cometen actos de violencia
flexibilidad de las mujeres en el combate C. lagunas del derecho penal; disposiciones
D. Para aprovechar la noción de que los ineficaces de la policía para la presentación
hombres son reacios a dispararles a las y procesamiento de denuncias de
mujeres y que, por tanto, es menos probable violencia sexual; instalaciones médicas
que sean matadas en el combate poco preparadas para realizar estudios y
tratamientos médicos
6. Qué es la “ceguera de género”? D. Todo lo anterior
A. La creencia de que hombres y mujeres han
logrado la igualdad 9. Quienes planifican, diseñan e
implementan los procesos de DDR
B. La creencia de que hombres y mujeres
deben procurar identificar y atender las
jamás podrán lograr la igualdad necesidades de _____.
C. El no percibir la importancia del género
A. todos los combatientes que sigan
D. El no distinguir los diferentes roles de género
representando un riesgo para la seguridad
B. todas las personas que puedan entregar una
7. ¿Cuál de las siguientes aseveraciones
describe con precisión las opiniones de pistola
las mujeres sobre las armas pequeñas y C. todas las personas que se presenten para
ligeras (APL)? registrarse como combatientes
A. Algunas mujeres se oponen a las ALP, D. Todas las ex combatientes y mujeres
mientras que otras participan en el asociadas a las fuerzas de lucha, incluidas
contrabando y el almacenamiento de armas las que hayan sido porteras, cocineras o
B. Dado que mujeres y niños son las más “esposas”
comúnmente victimizadas por esas armas,
todas las mujeres se oponen a las ALP
C. Dado que las mujeres son particularmente
vulnerables a los ataques tanto dentro como
fuera del hogar, todas ellas contrabandean
y almacenan armas para garantizar su
seguridad
D. Dado que las mujeres no ocupan cargos de
gobierno o de diseño de políticas relativas a
las ALP, sigue sin conocerse en absoluto su
opinión sobre esas armas
278
LECCIÓN 9 | Violencia relacionada con el conflicto armado y la crisis
Respuestas »
1. D
3. C
5. B
6. C
7. A
8. D
9. D
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PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
LECCIÓN
Rol de la mujer en la
10 consolidación de la paz
280
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
La Secretaria General Adjunta Amina Mohammed (centro) habla con David Shearer (der.), Representante Especial del Secretario
General para Sudán del Sur y Jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), luego de llegar con su delegación
a Yuba. La Sra. Mohammed estuvo en el país para promover la importancia de la mujer en la prevención de conflictos, la consolidación
de la paz y el desarrollo. 3 de julio de 2018. Foto de ONU #767987 por Nektarios Markogiannis.
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LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
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LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
Las tres citas con las que iniciamos esta sección dan idea de parte de la complejidad de este
mandato. La activista guatemalteca Sandra Morán mencionaba cómo ha estado ausente la voz de
la mujer en los espacios de toma de decisiones sobre programas y políticas que afectan su vida, y
que contribuyen a crear situaciones que propician la violencia contra esta. La escritora Valerie Morgan
señalaba que no todas las mujeres son pacíficas y que tampoco se debería excluir a los hombres del
proceso de consolidación de la paz con las mujeres. Si bien las mujeres pueden haber creado poderosas
herramientas de consolidación de la paz, nos recuerda que habrá que ver si mujeres y hombres
mancomunadamente sabrán utilizarlas de manera sabia y eficaz. Por último, la cita del arzobispo
Desmond Tutu nos recuerda que el género no es el único factor que importa en los esfuerzos de
reconciliación pos-conflicto, ya que se deberán tomar en cuenta los antecedentes históricos, la cultura y
el contexto específico del lugar para poder forjar una paz duradera. En el caso de Sudáfrica, las mujeres
desempeñaron un papel fundamental estableciendo la mundialmente famosa Comisión por la Verdad y
la Reconciliación, y modificando sus estructuras cuando quedó claro que no atendían las necesidades de
todas las mujeres que deseaban prestar testimonio ante esta.
Como se mencionaba en la lección 1, el tema de fondo de la RCS 1325 fue reconocer que, dado
que son mujeres la mitad de la sociedad y estas suelen ser particularmente vulnerables en situaciones
de conflicto armado, no se logrará una solución de largo plazo verdaderamente exitosa hasta que
participen mujeres a todos los niveles de toma de decisiones, planificación e implementación de los
esfuerzos por construir y consolidar la paz. En este curso se va más allá de ese argumento. Se plantea
que la violencia, la guerra y el conflicto tienen en sí mismos matices de género, es decir, que pueden
operar de manera diferente en mujeres y hombres. Suelen tener distintos efectos, distintos orígenes
y distintas manifestaciones en función del género; e implican como elemento central una dinámica de
género en toda sociedad. Es por esa razón (tanto o más que por los riesgos que enfrenta la mujer en la
guerra) que las soluciones plasmadas en programas de construcción de la paz y de consolidación de la
paz no serán plenamente eficaces mientras no contemplen la cuestión del género.
En esta lección se darán varios ejemplos de actividades de consolidación de la paz en las que
se lleva el género a un primer plano. En la mayoría de esos ejemplos se destacarán las acciones de
mujeres, no porque solo las mujeres puedan consolidar la paz con sensibilidad de género ni porque la
consolidación de la paz con sensibilidad de género solo aborde o involucre las inquietudes de la mujer.
Nada de eso. En esos ejemplos se destaca el enorme peso de representación de las mujeres como
víctimas que se plantea en el curso y en todas partes. La historia de la victimización de las mujeres es
bastante conocida. Lamentablemente, las historias de mujeres en resistencia contra los abusos de sus
derechos y contra contra mujeres, y también contra hombres; prestando declaración en público y en
privado, a veces a riesgo de ser estigmatizadas por la sociedad o aun de perder la vida; participando
en proyectos de escribir sus memorias; realizando denuncias basadas en su propia investigación; y
283
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
actuando como destacadas integrantes de comisiones por la paz y la reconciliación en Argentina, Perú,
Sierra Leona y Sudáfrica — de hecho, en la mayoría de las comisiones por la paz del planeta.
284
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
En 1989, destacadas activistas israelíes y palestinas por la paz convergieron en Bruselas. Con ese
encuentro se inició un diálogo permanente que llevó a fundar en 1994 el Enlace Jerusalem, formado
por dos organizaciones de mujeres: la Bat Shalom del lado israelí, y el Centro Jerusalem para la Mujer
del lado palestino. Cuando estalló la Segunda Intifada, muchos creyeron que marcaría el fin de esos
esfuerzos mancomunados de paz. Organizaciones no gubernamentales (ONG) palestinas decidieron
suspender sus proyectos conjuntos con israelíes, en especial los proyectos “de pueblo a pueblo” y todo
programa que llevara a la normalización.
Sin embargo, las mujeres no se rindieron. A fines de septiembre de 2000, nueve organizaciones
femeninas de paz israelíes formaron la Coalición de Mujeres por la Paz y lanzaron una serie de acciones
no violentas, algunas de estas de desobediencia civil. La integraba, entre otras, Bat Shalom, el grupo
de mujeres por la paz comprometido con poner fin a la ocupación y establecer un Estado Palestino. Ese
grupo y otros se mantuvieron en contacto con mujeres palestinas. Así fue posible organizar acciones
tales como una manifestación realizada en diciembre de 2001, en que 5.000 mujeres israelíes y
palestinas marcharon juntas desde el lado israelí de Jerusalem al lado palestino llevando pancartas que
decían: “La ocupación nos está matando a todos” y “Nos negamos a ser enemigos”.
La aprobación unánime de la RCS 1325 por parte del Consejo de Seguridad en octubre de 2000
fue el resultado de todo un año de extraordinarios esfuerzos de mujeres de todo el mundo. Solo 17
meses antes, en mayo de 1999, había tenido lugar en Londres una conferencia llamada “La mujer,
el conflicto violento y la consolidación de la paz; perspectivas mundiales”. Había sido organizada por
International Alert, el Centro de Estudios de Defensa del King’s College, y el Consejo para la promoción
de la comprensión árabe-británica.1 En esa conferencia convergieron mujeres provenientes de diversos
escenarios de conflicto y pos-conflicto, y participantes de organizaciones femeninas, a fin de compartir
sus experiencias del conflicto armado y sus agendas de consolidación de la paz.
1) International Alert es una organización no gubernamental internacional con sede en Londres, dedicada a la prevención, el manejo y la transformación
sin violencia de los conflictos violentos. IA trabaja a nivel nacional, regional y mundial para consolidar la paz sostenible. Hay más información en:
<http://www.international-alert.org>.
285
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
Mujeres de negro »
• Poner fin a la impunidad para asegurar el resarcimiento por los delitos cometidos contra
mujeres; y
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LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
Shadia Marhaban, Presidente de la Liga de mujeres de Aceh (LINA), habla a los reporteros tras participar en
una reunión informal del Consejo de Seguridad (conocida como “fórmula Arria”) sobre el rol de la mujer en la
mediación y resolución de conflictos, realizada en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. 8 de marzo
de 2012. Foto de ONU #507643 por Eskinder Debebe.
Hacia fines de mayo de ese mismo año, con el apoyo de más de 200 organizaciones de todo el
mundo, International Alert lanzó la campaña mundial “Mujeres construyendo la paz: del consejo de la
aldea a la mesa de negociación”. La campaña tuvo cuatro objetivos estratégicos:
• Premio de la paz — lanzar junto a UNIFEM el primer Premio de la Paz del Milenio para
promover y destacar los esfuerzos de consolidación de la paz de las mujeres y su contribución a
la prevención de conflictos y a la transformación.
• Educación popular — crear una serie de productos sencillos de usar que transmitan los
mensajes de la campaña y aseguran la aceptación y la legitimidad de las organizaciones de
mujeres de todo el mundo.
El objetivo principal de la campaña fue instar al Consejo de Seguridad a aprobar una resolución a la
cual se incorporaran esos cinco reclamos, y exigir a loso Estados Miembros de la ONU y de la comunidad
internacional en general que implementara tal resolución con sensibilidad de género. Se esperaba
que ese instrumento de política motivara a todos los actores pertinentes a considerar e incorporar las
necesidades de las mujeres a las políticas, al diseño de programas y a las prácticas nacionales.
287
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
En la campaña se apuntó al Consejo de Seguridad como objetivo clave, porque su función principal
es mantener la paz y la seguridad internacionales. Además, el Consejo de Seguridad estaba ampliando
gradualmente su mandato, como lo demostraban sus debates sobre temas tales como la protección de
civiles, los niños y el conflicto armado, y la epidemia de VIH/SIDA. Al mismo tiempo, el Sistema de ONU
estaba preparándose para su revisión quinquenal de la Plataforma de Acción de Beijing (Beijing+5).
Pareció ser un momento oportuno para resaltar los temas de la mujer, la paz y la seguridad e introducirlos
en la agenda global.
Sin embargo, había una serie de complicaciones. La reunión del Consejo de Seguridad se realizaría
en poco más de un año, y lograr que aprobara una resolución dentro de un plazo de 12 meses era todo
un desafío. El personal de la campaña de International Alert era consciente de que una iniciativa de tal
trascendencia no llegaría a buen puerto si el esfuerzo lo emprendía una organización por sí sola. Por el
contrario, las iniciativas de defensa de derechos de alcance mundial requieren trabajo en colaboración a
múltiples niveles y alianzas estratégicas.
En la campaña “Mujeres construyendo la paz” se desplegaron diversas tácticas para alcanzar los
objetivos trazados, entre ellas, entablar diálogos sobre políticas, hacer campañas en el ámbito local y
mundial, y llevar adelante investigación en materia de políticas, lo cual llevó a formular recomendaciones
específicas, crear conciencia, compartir recursos y hacer uso estratégico del apalancamiento. Una serie
de consultas con organizaciones de mujeres de todo el mundo generó una amplia base de apoyo entre
los grupos locales e internacionales de mujeres. A nivel mundial, la campaña movilizó a organizaciones
no gubernamentales (ONG) de fuerzas vivas centradas en la mujer y la consolidación de la paz, las
cuales impulsaron los esfuerzos a nivel local, regional e internacional.
Se formó un Grupo de trabajo sobre mujeres, paz y seguridad de una ONG para ejercer presión
ante la Misión Permanente de Namibia, que en ese momento presidía el Consejo de Seguridad, a fin de
incluir el tema de la mujer, la paz y la seguridad en la agenda de la reunión del Consejo de Seguridad
de octubre de 2000. Con el apoyo de UNIFEM (ahora ONU Mujeres) y de Namibia, la resolución,
previamente redactada por el Grupo de trabajo de la ONG, fue revisada de modo que su nueva versión
fuera aceptable para los Estados Miembros. La resolución así redactada se presentó ante el Consejo de
Seguridad el 24 de octubre de 2000 para ser sometida a discusión y debate. Representantes mujeres de
países en conflicto, entre ellos Guatemala, Sierra Leona, Somalia y Zambia, participaron en un debate
abierto en el Consejo de Seguridad, para prestar testimonio de las experiencias de mujeres y niñas en
escenarios de conflicto y pos-conflicto, y esbozar los esfuerzos en pos de la consolidación de la paz de
mujeres de todo el mundo.
La campaña “Mujeres construyendo la paz” logró además otros dos importantes objetivos. En 2001,
conjuntamente con UNIFEM, la campaña lanzó por primera vez en la historia el Premio de la Paz del
Milenio para Mujeres. Desde entonces, esa distinción viene siendo otorgada a organizaciones de mujeres
de las regiones de Asia-Pacífico, América del Sur, los Grandes Lagos de África y Asia Meridional y África
Occidental. Así se ha puesto de relieve el perfil de determinadas mujeres y de sus organizaciones, y se
288
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
les ha otorgado cierto grado de protección contra la violencia y el acoso por parte de diversos actores
beligerantes dentro de su contexto.
El trabajo de la campaña con la ONU, y en especial el que llevan adelante los Estados Miembros de
la Unión Europea (UE), fue de enorme significación y en buena medida llevó a que en noviembre de
2000, el Parlamente Europeo aprobara una Resolución sobre aspectos de género de la resolución de
conflictos y la consolidación de la paz. En esa resolución se formularon a los Estados de la UE una serie
de recomendaciones específicas relativas a:
• La protección de las poblaciones afectadas por la guerra (por ejemplo, integrando perspectivas
de género a la planificación de los campamentos de refugiados);
En muchos sentidos, la campaña fue enormemente exitosa. Dio nueva esperanza y nuevas
oportunidades a las mujeres que deseaban hacer oír su voz en la urgente tares de consolidar la paz. En
el Día Internacional de la Mujer del año 2001, para demostrar el apoyo permanente de las fuerzas vivas
a la campaña, sus organizadoras hicieron circular una petición mundial dirigida al Secretario General, en
la que se lo urgía a implementar de los cinco reclamos originales de las participantes de la conferencia
de Londres. La petición, que llevó más de 100.000 firmas, le fue presentada formalmente a Angela
King, Asesora Especial del Secretario General sobre Temas de Género y Avance de la Mujer. Eso generó
aún más visibilidad y apoyo para las mujeres, y a la vez dio más legitimidad y credibilidad a la campaña
en los círculos de diseño de políticas.
289
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
Sin embargo, aunque la RCS 1325 es sin duda un avance para la mujer, se debe hacer mucho
más para que se cumpla en la práctica el compromiso político que en esta se proclama. La comunidad
internacional ha manifestado su voluntad política de proveer un marco para la participación de
mujeres en los procesos de paz e integrar sus perspectivas a las políticas que se elaboren. Aún falta
institucionalizar esa voluntad, plasmándola en planes y procedimientos de implementación a todo nivel,
que abarquen todo el sistema. De lo contrario, se corre el riesgo de que sea más retórico que real el
llamado a promover la participación de la mujer, integrar la cuestión de género y prevenir la violencia
de género expresado en la RCS 1325.
El proyecto Bangwe es una iniciativa de características únicas inspirada en una costumbre de las
comunidades de los Grandes Lagos de África. En muchas de las sociedades de esa región, que por lo
demás están bajo férreo control de los hombres, la tradición local asigna a las mujeres la tarea de
mediar en los conflictos que surgen en las familias y las comunidades. Valiéndose de esa tradición, el
proyecto Bangwe reúne a las mujeres (en su mayoría de Burundi, la República Democrática del Congo y
Ruanda), a fin de utilizar sus habilidades de negociación en los procesos de paz. Se ilustra la costumbre
bangwe con el ejemplo de dos hermanos hombres que se enfrentan violentamente por una parcela de
tierra en una aldea de Burundi. Sus familiares mujeres tendrían derecho a ubicarse de pie entre los
hermanos gritando “bangwe”, deteniendo así la pelea y obligándolos a resolver pacíficamente la disputa.
Por otra parte, el proyecto promueve la toma de conciencia sobre prácticas ancestrales de resolución
no violenta de conflictos, en especial las que ponen de relieve el rol positivo que pueden desempeñar
las mujeres como moderadoras y responsables de toma de decisiones. Se ha establecido un comité de
apoyo en Ginebra, a fin de garantizar el éxito del proyecto. Ese comité está formado por representantes
de ONG internacionales e integrantes de asociaciones suizas. Anualmente organiza conferencias,
seminarios e instancias de capacitación con destacadas portavoces de cada uno de los tres países
como invitadas. El comité de apoyo organiza además una conferencia regional y múltiples jornadas
de capacitación en África, en estrecha colaboración con la red Bangwe local. Desde 1998, este comité
se ha convertido en el organismo bajo cuya égida funcionan diversas organizaciones de mujeres de
Burundi, Ruanda y ciertas regiones de la República Democrática del Congo, en especial Bukavu, Goma
y Kisangani.
En los distritos ruandeses de Gisenyi y Ruhengeri, por ejemplo, se ha lanzado un proyecto por y
para jóvenes, en el cual se promueve la paz y la no violencia por medio de la interpretación de canciones
en dialecto Kinyarwanda en los clubes juveniles. El comité nacional Bangwe de Burundi organizó un
concurso de ensayos para alumnas de escuelas secundarias de las provincias de Bujumbura. En sus
290
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
ensayos, las niñas escribieron sobre sus héroes y heroínas que arriesgaron su vida para salvar a los
demás en tiempos de conflicto en el lugar. Las lecciones aprendidas a partir del proyecto Bangwe fueron
presentadas luego en talleres organizados en Goma, la República Democrática del Congo, y más tarde
en la conferencia panafricana sobre “Principios africanos de resolución de conflictos y reconciliación”,
realizada en Adís Abeba, Etiopía.
Quizás el programa más trascendente del proyecto Bangwe hasta la fecha ha sido la organización
de reuniones regionales de capacitación para mujeres de los tres países de la región de los Grandes
Lagos. Todas esas conferencias han compartido el tema común “Mujeres, paz y no violencia”, y han
dado la posibilidad a mujeres de países vecinos de intercambiar sus experiencias en iniciativas de paz y
en resolver los problemas de violencia en la vida cotidiana. Por otra parte, han provisto una plataforma
desde la cual exhortar a los gobiernos y a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos
por consolidar la paz en la región. En el taller de Goma, realizado en octubre de 2002, se aprobó un
Programa de acción para Bangwe, a fin de organizar una conferencia internacional bienal que propiciara
la creación de redes más amplias y el abordaje de más diversos aspectos de la consolidación de la
paz, tales como la reconciliación y la recuperación de las situaciones traumáticas. El proyecto Bangwe
ha sido ampliamente reconocido, no solo por su valioso aporte a las comunidades de la región de los
Grandes Lagos, sino también como modelo para toda la comunidad internacional.
Desde los últimos años de la década de 1960 hasta la firma del Acuerdo de Paz del Viernes Santo
en 1998, Irlanda del Norte se debatió en oleadas recurrentes de violencia política conocidas como
“the Troubles” (los disturbios). Tales enfrentamientos estallaron fundamentalmente entre las fuerzas
paramilitares nacionalistas (principalmente católicas) y los unionistas (principalmente protestantes) por
el status de Irlanda del Norte como parte del Reino Unido, y porque la minoría nacionalista se sentía
dominada por la mayoría unionista de Irlanda del Norte. El Ejército Republicano Irlandés nacionalista
luchó por cerca de 30 años por crear una República Irlandesa unificada, libre del dominio británico de
Irlanda del Norte. Más de 3.000 personas perdieron la vida en the Troubles, de los cuales más del 90%
fueron hombres, y en su mayoría jóvenes.
Las mujeres de Irlanda del Norte sufrieron directa e indirectamente a causa de la violencia. Aunque
en número relativamente pequeño, también fueron muertas, heridas y apresadas como combatientes
y objetivos políticos. Dado que buena parte de los bombardeos de los primeros años de the Troubles
fueron indiscriminados, las mujeres se convirtieron tanto en víctimas como en sobrevivientes. En mayor
medida, las mujeres sufrieron el impacto de la violencia en su condición de madres, esposas, novias
y hermanas. Además, quedaron atrapadas en el conflicto político. Sin embargo, independientemente
de la diversidad de las perspectivas y lealtades políticas, muchas mujeres de zonas urbanas, obreras y
rurales pobres compartieron la lucha por la mera supervivencia y por vivir el “minuto a minuto” durante
los años en que reinó la violencia.
Fueran republicanas o lealistas, las historias de las mujeres fueron historias de lucha social y
económica. Debían encontrar la manera de visitar a sus familiares hombres en prisión sin dejar de
cumplir con las exigencias de cuidar de sus hijos, y a veces eran arrastradas a protestas callejeras y
confrontaciones con las fuerzas de seguridad. Otras mujeres — familiares de los numerosos civiles o
291
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
integrantes de fuerzas de seguridad muertos o heridos en the Troubles — se sentían humilladas por
recibir escaso apoyo monetario o social — y aún menos reconocimiento — cuando perdían a sus seres
queridos en el conflicto.
Entretanto, los líderes políticos y paramilitares de Irlanda del Norte eran en su inmensa mayoría
hombres. Las mujeres ocupaban muy escasas posiciones de poder para tomar decisiones relativas a la
conducción, persistencia o resolución de the Troubles. Esto no quiere decir que, de haber sido electas
a cargos políticos, las mujeres necesariamente habrían logrado poner fin antes a los enfrentamientos
por el mero hecho de ser mujeres; muchas ciertamente desempeñaron un importante papel en que
siguieran. Sin embargo, era impactante la ausencia de mujeres en posiciones de poder, y llevó muchos
años preparar el terreno para que estas lograran lanzar en 1996 la notable Coalición de Mujeres de
Irlanda del Norte, un partido político que dio voz a mujeres de orientación feminista que abogaban por
la comunicación entre unionistas, nacionalistas y otros sectores de la comunidad en favor de la paz.
En muchos sentidos, la preparación del terreno se inició en 1975 con el Movimiento por los derechos
de las mujeres de Irlanda del Norte. En este movimiento se promovió la organización de la comunidad y
la formación de grupos femeninos de autoayuda, entre ellos centros de atención infantil, asesoramiento
y oportunidades educativas. En 1979, mujeres lideraron la iniciativa de crear de una organización de
donantes independientes para el desarrollo de la comunidad llamada Fundación Comunitaria por Irlanda
del Norte. Esta ha prestado asistencia financiera a grupos comunitarios que trabajan tanto dentro
como entre las comunidades. Fue la principal fuente de apoyo de numerosas iniciativas, incluidas las
siguientes:
• Iniciativa del Día de la Información de la Mujer de 1981, que convocó a mujeres de todos los
grupos y centros femeninos de Belfast a reunirse mensualmente durante una mañana para
discutir inquietudes comunes. Más de 200 mujeres asistían regularmente a los encuentros del Día
de la Información, que se realizaban alternadamente en comunidades católicas y protestantes.
Si bien en las reuniones ellas rara vez discutían temas políticos polémicos, desafiaban los
estereotipos sobre la mujer en las respectivas comunidades e intercambiaban informalmente
opiniones políticas y experiencias al margen de los encuentros.
• Serie de conferencias de mujeres de Irlanda del Norte que dieron a estas un espacio para
compartir experiencias y un medio para hacer oír su voz. Las inquietudes manifestadas en esas
conferencias no se centraban exclusivamente en the Troubles, sino también en la violencia
doméstica en el hogar, la falta de cuidado infantil económicamente accesible, los problemas de
salud femeninos y las desigualdades económicas que afectaban a las mujeres. Las conferencias
reunieron a grupos de mujeres locales que habían editado libros de poemas de su autoría,
ejercido presión ante las autoridades para que se aprobaran leyes de divorcio más de avanzada,
e impulsado iniciativas de capacitación y desarrollo personal.
• Curso de capacitación “La mujer en la política”, elaborado para promover la efectiva participación
política de la mujer en el partido de su elección. Además, fondos de la Unión Europea impulsaron
a las mujeres a instrumentar una serie de programas de intercambio entre comunidades y
también transfronterizo con Irlanda del Norte.
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LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
• Caral Ni Chuilin, una mujer que había estado en prisión, organizó el primer Centro de ex
prisioneras republicanas. Identificó las dificultades psicológicas y materiales de las ex prisioneras
y sus familias, en especial en los casos de privación de libertad prolongada. Durante el período
1996-2003, comenzaron a funcionar unos 60 grupos de autoayuda de ex prisioneras, tanto en
áreas lealistas como en zonas republicanas. Esos grupos brindaron contención, impartieron
educación y capacitación, y prestaron apoyo y asesoramiento. Por algunos años, la Fundación
comunitaria reunió a esos grupos de ex prisioneras para que mantuvieran discusiones políticas
sobre el proceso de paz en curso y avanzaran hacia la reconciliación.
Si bien todas las mujeres de Irlanda del Norte han vivido en una sociedad insegura, las de las zonas
más pobres son las que más han sentido los efectos de la inseguridad; esas comunidades han sufrido
desproporcionadamente la violencia, lo cual explica por qué tantas iniciativas locales de autoayuda se
hayan gestado allí. Las mujeres han liderado esos emprendimientos, en especial cuando se requería
trabajo voluntario. Lo que más las impulsaba a aunar esfuerzos era la preocupación por sus familias y
por las necesidades de su comunidad.
Sin embargo, a las mujeres les fue quedando cada vez más claro que tendrían que apelar a los
responsables del diseño de políticas y al sistema político para que verdaderamente se prestara atención
y se suministraran recursos para atender las necesidades locales. Se dieron cuenta de que con la
autoayuda y el voluntariado a nivel comunitario no se lograría gran cosa. Fue reconociendo esta realidad
que las activistas convergieron con el advenimiento del proceso de paz en otoño de 1994 (tras el cese
de fuego de los grupos paramilitares), a fin de plantear seriamente iniciativas de consolidación de la
paz de largo plazo. Fue también reconociendo esa realidad, y con el desarrollo de habilidades y de la
comunidad que habían promovido los grupos de autoayuda, que nació en 1996 el primer partido político
de mujeres: la Coalición de Mujeres de Irlanda del Norte. Esta coalición logró acceder a integrar las
conversaciones de paz y siguió contando con representantes electas hasta 2005.
293
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
En los dos últimos ejemplos de esta lección se abordan esos supuestos de una manera que desafía
la esencia de los estereotipos sobre la mujer. El primer ejemplo se refiere a una organización de Rusia
cuyo nombre, Madres de soldados, puede llevar a la idea errónea de que se limita a llamar a la piedad
pública por el sufrimiento de las mujeres, a fin de lograr sus objetivos de consolidación de la paz. Sin
embargo, como se detallará en la sección, esta organización de madres se ha posicionado de una
manera totalmente diferente. En el segundo ejemplo se reúnen en realidad una serie de experiencias
de mujeres que actúan como pacificadoras y en otros roles dentro de operación de apoyo a la paz.
Se describe la RCS 1325 en acción y se dan pruebas concretas de cómo se está (y aún no se está)
implementando la integración de género en el terreno.
Con esa estrategia se han logrado resultados significativos. En 1989, Madres de soldados lograron
cambiar el reglamento del servicio militar del estado, de tal manera que a unos 200.000 estudiantes
que se los había obligado a incorporarse a las fuerzas armadas al cabo de su primer año de estudios
universitarios se les permitió volver a sus respectivas escuelas y facultades. En 1990, en un decreto
presidencial ruso se implementaron las propuestas formuladas por Madres de soldados sobre la
democratización del servicio miliar. Durante el mismo año, Madres de soldados organizó su primer
foro público, en el que anunció sus objetivos estratégicos para la agenda de derechos humanos. Estos
incluyeron el avance de la reforma militar democrática y la abolición del servicio militar obligatorio.
Hay en la actualidad unos 300 comités de Madres de soldados en diversas ciudades, pueblos y
aldeas de todo el país, para proteger a personas cuyos derechos han sido vulnerados durante o después
del servicio militar. Luego de que el colapso de la Unión Soviética hundió a las fuerzas armadas rusas
en una profunda crisis, aumentaron exponencialmente las violaciones de derechos humanos en el país.
Los comités de Madres de soldados tienen a su cargo reunir los reclamos individuales de violaciones
de derechos humanos en la esfera miliar, que más tarde utilizan como pruebas para respaldar sus
propuestas de reforma efectiva de la milicia.
Cuando comenzó la Primera Guerra chechena en 1994, el Comité de Madres de soldados fue la primera
organización no gubernamental (ONG) de Rusia en formular una declaración oficial contra la guerra.
294
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
Madres de soldados reclamó el inmediato retiro de las fuerzas armadas de Chechenia y declaró la guerra
ilegítima, ilícita y criminal. Madres de soldados trabajó a varios frentes. En la zona de conflicto, luchó
por proteger los derechos humanos de los civiles pacifistas, ayudó en los intercambios de prisioneros de
guerra y organizó búsquedas de hijos desaparecidos en territorio checheno. Simultáneamente, organizó
una campaña de alcance nacional contra la guerra. Madres de soldados protegió además a aquellos
soldados que se negaron a participar en las actividades del Estado y de los órganos militares, y prestó
ayuda a los prisioneros de guerra y a sus familiares.
Cuando la guerra llegó a su fin, Madres de soldados propusieron en la Duma (asamblea rusa con
funciones legislativas y de asesoramiento) una amnistía por actos cometidos durante el conflicto tanto
por combatientes chechenos como por militares rusos. En los hechos, se convirtió en el centro de todas
las actividades anti bélicas de Rusia. Otras organizaciones no gubernamentales (ONG) y gobiernos
democráticos del mundo apoyaron la tarea pacífica de Madres de soldados, lo cual llevó a que la
organización recibiera cuatro distinciones internacionales y una nominación al Premio Nobel de la Paz
en 1996.
Con el tiempo, la Unión de comités de madres de soldados fue creciendo hasta convertirse en
la mayor organización no gubernamental de mujeres de Rusia, capaz de influir en la política militar
del Estado. Aunque los organismos estatales y militares no siempre estuvieron de acuerdo con las
propuestas de la ONG, advirtieron que a esa altura era políticamente imposible ignorar los reclamos del
grupo o subestimar sus logros. De hecho, durante los Foros cívicos de toda Rusia realizados en 2000 y
2003, el Estado invitó a Madres de soldados para que actuaran como principal negociadora entre este y
los elementos de la sociedad civil que trataban la reforma de la política militar y la defensa.
2) Definida por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) en 1997 y tratada en las lecciones 1 y 6.
295
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
A abril de 2018, eran mujeres el 3,99% del personal en funciones militares en las operaciones de
paz, y el 10,7% en funciones de policía civil (como oficiales de policía). En cuanto al personal civil, de
los 16.507 civiles que trabajaban en misiones de mantenimiento de la paz, el 22% eran mujeres, según
datos de 2017.3
En ese encuentro ministerial, Canadá lanzó la Iniciativa Elsie para Mujeres en Operaciones
de Paz, cuya finalidad es trabajar mancomunadamente con la ONU y otros Estados Miembros en la
instrumentación de nuevos enfoques con los que abordar los desafíos y obstáculos que enfrenta la
mujer para tener una participación significativa en las operaciones de paz. Como se explicaba en el
portal de noticias de Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, con la Iniciativa Elsie:
• Se diseñará apoyo de asistencia técnica a la medida para los países que aporten pacificadores,
a fin de asegurar que existan condiciones apropiadas para el despliegue de mujeres.
• Se asistirá a las misiones de ONU designadas, a fin de que sean más capaces de apoyar y
aprovechar la creciente participación de mujeres en las operaciones de paz. Canadá hará un
aporte de CA$ 6 millones a tal fin.
• Se creará un fondo global para apoyar el despliegue de mujeres como pacificadoras. Canadá
proveerá CA$ 15 millones para establecer ese fondo.
296
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
• Se monitoreará y evaluará el avance de la Iniciativa Elsie, de modo de ajustarla toda vez que
sea necesario, y así construir una sólida base de pruebas para el desarrollo de un enfoque más
integral que pueda ser plenamente integrado dentro del sistema de mantenimiento de la paz
de ONU.”5
El valor agregado de la presencia de mujeres en las misiones de mantenimiento de la paz tiene dos
vertientes. Por un lado, la presencia de un equipo internacional de hombres y mujeres de diferentes
antecedentes culturales trabajando juntos da un ejemplo positivo para la población local. Al describir su
experiencia en el Grupo de Asistencia de Transición de las Naciones Unidas en Namibia, una pacificadora
comentaba:
Vista panorámica de Moscú, Rusia, con el río Moscova. 22 de abril de 2011. Foto de ONU #471265 por Paulo Filgueiras.
5) Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, “La Iniciativa Elsie para Mujeres en Operaciones de Paz”, 15 de noviembre de 2017.
6) Louise Olsson y Torunn L. Tryggestad, Women and International Peacekeeping (Las mujeres y el mantenimiento de la paz internacional) (Londres:
Frank Cass Publishers, 2001), 103.
297
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
Por otro, la evidencia demuestra que las pacificadoras logran un mejor acercamiento a las poblaciones
locales y optimizan el proceso de fortalecimiento de la confianza entre la misión y las comunidades
locales.
En un entorno pos-conflicto, el rol de la policía civil es crucial para crear un ambiente en el que
las mujeres de lugar se sientan lo suficientemente seguras como para participar en los procesos de
reconstrucción de su sociedad. La policía civil desempeña un papel importante fortaleciendo el estado
de derecho, capacitando y reconstruyendo las fuerzas policiales locales, reinstaurando sistemas de
justicia capaces de rendir cuentas de su accionar, y combatiendo la trata de mujeres y niñas. En aquellos
entornos donde las mujeres del lugar han sido víctimas de violencia sexual a manos de la milicia o de
grupos militares, puede que se sientan más cómodas hablando con otras mujeres que con hombres
uniformados. Como les confió una mujer congoleña a funcionarias de UNIFEM que la entrevistaron:
La Sección de Asesoramiento en
Materia de Género se esfuerza por
contribuir a integrar los temas de
género a la labor y las actividades
cotidianas del personal civil, policial y
militar de la Misión, en todas las áreas
y a todos los niveles. Para conocer
más sobre su trabajo, visite: <https://
monusco.unmissions.org/en/gender-
office-mandates-and-objectives>.
298
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
299
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
300
LECCIÓN 10 | Rol de la mujer en la consolidación de la paz
7. Indique si cada una de las siguientes son 9. “Mujeres de negro” es/son _____.
VERDADERAS o FALSAS como formas de
A. un movimiento guerrillero femenino de la
apoyar el activismo de las mujeres por la
región oriental de la República Democrática
paz.
del Congo
A. Pedir a las mujeres que planteen soluciones
B. un movimiento de mujeres de Norteamérica
para todos los problemas del mundo
y Europa que protesta contra la guerra en
B. Desarrollar las habilidades que ya poseen
África y Medio Oriente
las mujeres en materia de resolución de
C. Mujeres que han perdido hijos en conflictos
conflictos, mediación y otros mecanismos no
armados
violentos de solución de hostilidades entre
D. un movimiento mundial de mujeres
grupos
comprometidas con la paz y en lucha contra
C. Dar a las activistas acceso a los responsables
la guerra y otras formas de violencia
de la toma de decisiones
D. Proveer financiamiento a las organizaciones 10. ¿Cuál es el nombre de la iniciativa
de mujeres por la paz canadiense anunciada en noviembre
de 2017, tendiente a apoyar los
8. ¿Cuál de estos países presidía el Consejo esfuerzos de la ONU por aumentar la
de Seguridad cuando se aprobó la RCS participación de militares mujeres en el
1325? mantenimiento de la paz?
A. Australia
B. México
C. Namibia
D. Suecia
Respuestas »
1. B
2. D
3. B
4. A
5. C
6. C
8. C
9. D
301
PREVENTING VIOLENCE AGAINST WOMEN AND PROMOTING GENDER EQUALITY IN PEACEKEEPING
302
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
OHCHR Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos
humanos (OACNUDH)
303
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
UNHCR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
304
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
US Estados Unidos
305
PREVENTING VIOLENCE AGAINST WOMEN AND PROMOTING GENDER EQUALITY IN PEACEKEEPING
Base de Mapa de mantenimiento de la paz de la ONU de la Sección Cartográfica de la ONU, octobre 2019: <www.
un.org/Depts/Cartographic/map/dpko/P_K_O.pdf>.
306
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite <https://undocs.org/S/RES/1325(2000)>.
307
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
El Consejo de Seguridad,
Reafirmando su compromiso respecto de la aplicación cabal y permanente de
las resoluciones 1325 (2000), 1612 (2005) y 1674 (2006) y recordando las
declaraciones de su Presidencia de 31 de octubre de 2001 (S/PRST/2001/31), 31 de
octubre de 2002 (S/PRST/2002/32), 28 de octubre de 2004 (S/PRST/2004/40), 27 de
octubre de 2005 (S/PRST/2005/52), 8 de noviembre de 2006 (S/PRST/2006/42),
7 de marzo de 2007 (S/PRST/2007/5) y 24 de octubre de 2007 (S/PRST/2007/40),
Guiándose por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas,
Reafirmando también la determinación expresada en el Documento Final de la
Cumbre 2005 de eliminar todas las formas de violencia contra la mujer y la niña,
entre otros medios, poniendo fin a la impunidad y asegurando la protección de la
población civil, en particular de las mujeres y niñas, en los conflictos armados y
después de éstos, de conformidad con las obligaciones que imponen a los Estados el
derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos
humanos,
Recordando los compromisos enunciados en la Declaración y la Plataforma de
Acción de Beijing (A/52/231), así como los contenidos en el documento final del
vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General titulado
“La mujer en el año 2000: igualdad entre los géneros, desarrollo y paz para el
siglo XXI” (A/S-23/10/Rev.1), especialmente los relativos a la violencia sexual y a
las mujeres en situaciones de conflicto armado,
Reafirmando también las obligaciones de los Estados partes en la Convención
Internacional sobre todas las formas de discriminación contra la mujer y su
Protocolo Facultativo, la Convención sobre los Derechos del Niño y su Protocolo
Facultativo, e instando a los Estados que aún no lo hayan hecho a que consideren la
posibilidad de ratificarlos o de adherirse a ellos,
Observando que los civiles constituyen la gran mayoría de las personas
afectadas negativamente por los conflictos armados, que las mujeres y las niñas son
especialmente objeto de actos de violencia sexual, incluso como táctica de guerra
destinada a humillar, dominar, atemorizar, dispersar o reasentar por la fuerza a
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite <https://undocs.org/S/RES/1820(2008)>.
308
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite: <https://undocs.org/S/RES/1888(2009)>.
309
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite: <https://undocs.org/S/RES/1889(2009)>.
310
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite: <https://undocs.org/S/RES/1960(2010)>.
311
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite: <https://undocs.org/S/RES/2106(2013)>.
312
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite: <https://undocs.org/S/RES/2122(2013)>.
313
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo, visite: <http://undocs.org/S/RES/2242(2015)>.
314
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo (en inglés), visite: <http://www.un.org/en/ga/search/
view_doc.asp?symbol=st/sgb/2003/13>.
315
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
Lecturas adicionales »
Para leer el documento completo (en inglés), visite: <http://www.un.org/en/ga/search/
view_doc.asp?symbol=st/sgb/2008/5>.
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PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
En 2018, al cabo de 37 años de actuación, se retiró de la Fuerza de Defensa Australiana (ADF), y cuenta
con vasta experiencia en reforma cultural, gestión estratégica de recursos humanos, igualdad de género e
implementación de la agenda de la mujer, la paz y la seguridad (MPS). Wittwer fue la primera oficial de la
Fuerza de Defensa Australiana en ser destacada en 2013 a Afganistán como asesora en temas de género.
Más adelante, tuvo a su cargo instrumentar el plan de acción nacional australiano sobre mujeres, paz y
seguridad dentro de la Fuerza de Defensa Australiana, y en sus últimos años en la ADF fue destacada en
comisión a la sección de paz y seguridad de ONU Mujeres en Nueva York como oficial militar de enlace y
experta en mantenimiento de la paz y explotación y abuso sexuales. En tal carácter, apoyó los esfuerzos
realizados a nivel nacional por promover la participación de la mujer en el sector de la seguridad y la
defensa.
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PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LOS ESCENARIOS DE CONFLICTO Y MANTENIMIENTO DE LA PAZ
La Mag. Bastick es Licenciada en Derecho por la Universidad de Nueva Gales del Sur y Magíster en
Derecho Internacional por la Universidad de Cambridge. En la actualidad, como parte de los estudios de
doctorado que está cursando en la Universidad de Edimburgo, está realizando una investigación sobre
las respuestas de las fuerzas armadas a la violencia sexual en escenarios de conflicto bélico.
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Instrucciones para el Examen de Fin de Curso
Formato y material
El Examen de Fin de Curso es una prueba de múltiple opción a la que se accede desde el Salón de
Clase Virtual. La mayoría de los exámenes consisten en 50 preguntas. Para cada pregunta, al estudiante
se le dan cuatro opciones (A, B, C y D), de las cuales solo una es correcta. El examen cubre el material
de todas las lecciones del curso y puede incluir además la información que aparece en los anexos y
apéndices. No se incluirá en la prueba el contenido del video.
No hay límite de tiempo para el examen. Ello permite al alumno leer y estudiar detalladamente las
preguntas y consultar el texto del curso. Además, si no puede hacer todo el examen de una vez, puede
guardarlo y volver a este sin que se lo califique. El botón “Save” (Guardar) se encuentra en la parte
inferior del examen, junto al botón “Submit my answers” (Enviar mis respuestas). Al hacer clic en el
botón “Submit my answers” (Enviar mis respuestas), pondrá fin al examen.
Calificaciones de aprobación
Para aprobar el examen, se requiere un puntaje del 75% o más. Se otorgará un Certificado de
Culminación electrónico a aquellos estudiantes que hayan aprobado el examen. Un puntaje inferior
al 75% es calificación de reprobación. A aquellos estudiantes que hayan obtenido una calificación de
reprobación, se les suministrará una segunda versión alternativa del examen que también podrá ser
completada sin límite de tiempo. A los estudiantes que aprueben la segunda versión del examen se les
otorgará un Certificado de Culminación del Curso.
319