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Trabajo 2 de Analisis Financiero
Trabajo 2 de Analisis Financiero
Sección: B
Unidad l
Facilitador: Participantes:
INTRODUCCIÓN
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1. CONCEPTO DE ESTADO
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humana suficiente en sí, con gobierno propio e independiente,
supremo en su orden. Se diferencia de otros términos de parecida
índole, como el de "sociedad", porque ésta admite otras
caracterizaciones fuera de la sociedad política y porque no toda
sociedad política es Estado. También se distingue de la nación."
Es justamente por esto que Kelsen, uno de los grandes teóricos del
Estado moderno afirma que “ El Estado tiene como elementos
constitutivos esenciales el poder público, el territorio y el pueblo"
Méndez y Molinero expresaron que para que exista un Estado deben
cumplirse dos componentes fundamentales, el territorio o el control
de un espacio determinado y la sociedad, una comunidad
políticamente organizada.
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ordenamiento jurídico, el territorio delimitado, un aparato de gobierno
y una población que resida en los límites establecidos.
Idealismo
El idealismo
Es una corriente que se caracteriza por interpretar el mundo como
algo dual, de esta manera se accede a las ideas a través del
conocimiento y de la sensibilidad. El idealismo sostiene que la
realidad es subjetiva, es decir, se fundamenta en la forma o idea. El
idealismo se contrapone al realismo.
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Se considera a Platón como el padre del idealismo y le siguieron
Descarte, Hegel, Fichte, Kant.
Realismo
El realismo es una corriente filosófica cuya posición es reconocer que
la realidad se percibe a través de la experiencia para poder ser
entendida en sí misma. Aristóteles y Santo Tomás de Aquino fueron
sus principales exponentes.
El escepticismo
Es una corriente filosófica que defiende que lo importante es la
felicidad del espíritu, la paz interior. Por tanto, expone que no se debe
pretender alcanzar los conocimientos absolutos, ya que, ni la razón ni
los sentidos son fiables.
Dogmatismo
El dogmatismo es una corriente que da por supuesto la posibilidad y
la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto. En esta corriente,
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el conocimiento es la capacidad que posee el individuo para
interpretar la realidad.
El racionalismo
Es una corriente filosófica que resalta a la razón como la fuente del
conocimiento, en tanto, se opone al empirismo. Es decir, los
individuos poseen un conocimiento e ideas anteriores e
independientes a la experiencia.
Empirismo
El empirismo es la corriente filosófica que se contrapone al
racionalismo. Se basa en que el conocimiento y la formación de ideas
se fundamentan, justifican y sostienen de la experiencia sensible. Es
decir, la experiencia es la base de todo conocimiento.
Criticismo
Se conoce como criticismo a la teoría del conocimiento propuesta por
Emmanuel Kant, la cual consiste en indagar dónde están los límites
del conocimiento. La propuesta de Kant se basa en que cuando se
genera un conocimiento, éste trae conocimientos o elementos que
son anteriores al resultado de la investigación.
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Es una teoría que propone estudiar las formas de conocimiento
anteriores que han hecho posible el conocimiento nuevo. Es decir,
busca una respuesta a la forma por la cual se llega a un conocimiento
final.
Positivismo
El positivismo
Es una corriente filosófica propuesta por el pensador Augusto Comte
y John Stuart Mill a principios del siglo XIX. El del positivismo se basa
en la idea de centrarse en la ciencia objetiva y las leyes de la
investigación.
Pragmatismo
El pragmatismo es un movimiento filosófico que se originó y
desarrolló entre Estados Unidos e Inglaterra. Sus principales
exponentes fueron William James y John Dewey.
Marxismo
El marxismo es un conjunto de teorías, ideas y conceptos que poseen
un fondo ideológico, político y económico que deriva de las
propuestas y doctrinas formuladas por Karl Marx y Friedrich Engels.
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Por tanto, es una corriente filosófica que ha sido empleada en la base
de ideologías como el comunismo y el socialismo.
Existencialismo
El existencialismo se refiere a la existencia como algo equiparable a
la realidad. Es una de las corrientes filosóficas más importantes del
siglo XX, sus exponentes fueron Jean-Paul Sartre, Albert Camus, entre
otros.
Estado Democráticos
Los ciudadanos eligen a sus líderes, quienes están en el poder
durante un período de tiempo determinado. Esta elección de
mandatario puede ser directa o indirecta, pero siempre responde a la
voluntad del pueblo en elecciones libres. Si es que no se trata de una
monarquía, dicho Estado es una República.
Democracias directas
En el caso de las democracias directas, se vota por quién será el
primer mandatario que suele llevar el nombre de Presidente. Si bien
pueden existir otros poderes del Estado, estos son independientes
entre sí.
Democracias indirectas
En las indirectas, que generalmente son democracias parlamentarias,
las personas votan para elegir miembros del Congreso. El partido o
coalición que haya obtenido más escaños, determina quién será el
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primer mandatario que gobierna bajo el nombre de Primer Ministro,
aunque hay países en que se utilizan otras denominaciones.
Monarquía constitucional
En una monarquía constitucional existe la figura del monarca, pero
esta es más bien decorativa y no tiene injerencia sobre las decisiones
de Gobierno o quién ejercerá el poder, el cual se determina en
elecciones libres.
Estados no democráticos
En los Estados no democráticos los ciudadanos no eligen
directamente a todas sus autoridades o a quienes están encargados
de nominarlas, por lo que no hay una democracia plena, eso no
significa siempre la existencia de una dictadura
Tiranía
El Estado está en manos de una persona o grupo de personas que no
fueron electas democráticamente o según lo que dice la constitución,
ejerciendo el poder de manera dictatorial y sin respeto por los
derechos básicos de los ciudadanos.
Monarquía absoluta
El Estado está en manos del rey, el cual se determina según un orden
de sucesión que está determinado por la constitución. Los ciudadanos
son súbditos del monarca de turno, el cual tiene poder absoluto.
Monarquía semi constitucional
El Gobierno está en manos de mandatario electo por los ciudadanos,
aunque igualmente existe un monarca con un poder reducido, pero
que puede tener una pequeña injerencia en las decisiones que guían
el destino de dicho Estado.
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Los Estados pueden envolver a un territorio completo y, las
decisiones se toman por poderes centrales los cuales son electos. Si
bien pueden existir autoridades regionales, estas son designadas o,
de ser electas sin un poder muy limitado.
Confederado
El Estado se divide en regiones, provincias o estados con un gobierno
propio que les da cierta autonomía por lo que el poder es
descentralizado. Igualmente las decisiones más importantes las toma
un Gobierno central.
Compuestos
Varios Estados o confederaciones independientes, se unen para
formar un Estado más grande y poderoso, ya sea por razones
económicas, de organización o protección, entre otras. Cada
confederación o estado tiene un alto nivel de autonomía, siendo casi
independientes y capaces de tomar decisiones. Existe un gobierno
central, ya sea democrático o no, que tiene poderes sobre todos,
aunque estos son más reducidos que en el caso de los unitarios o
confederados.
Estado de derecho
Es un concepto con dos componentes; por un lado el Estado como
poder político concentrado, y por otro el derecho como conjunto de
normas. El Estado de derecho es un poder limitado por el derecho. En
el Estado absolutista, el soberano es el rey, él es el poder que está
por encima de todos, es el que unifica todas las funciones del poder
político y no admite límite ni contrapeso ni crítica. Para limitar al
Estado absolutista va surgiendo el Estado de derecho. En el Estado
absolutista el poder se instituye desde arriba, no surge del pueblo,
sino del poder mismo, es un poder único sin divisiones ni
separaciones, es un poder que inunda a la sociedad, que la domina y
la avasalla; el individuo carece de fuerza frente a ese poder.
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Para limitar el poder absoluto del soberano se va desarrollando la
idea del Estado de derecho, entonces surgen conceptos como la
división o separación de poderes. Aparece el parlamento, que genera
un contrapeso al monarca absoluto, y los tribunales van adquiriendo
autonomía frente al soberano y surge el concepto de la soberanía
popular, es decir, el pueblo como soberano, no el monarca y el de los
derechos humanos como reivindicación jurídica de los individuos
frente al poder del Estado. La democracia forma parte de esta
evolución buscando la legitimación del poder por el ciudadano,
materializando así la soberanía del pueblo.
El estado de derecho entonces nada tiene que ver con las triquiñuelas
de abogados gansteriles, con las formas que encuentra un individuo
en la ley para hacerse de propiedades ajenas, tampoco tiene que ver
con los vericuetos que encuentra un asesino para evitar el castigo de
la sociedad.
3. ELEMENTOS DE ESTADO
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Puesto que el Estado es una estructura político-jurídica, en su
integración concurren una serie de elementos que le dan forma y
características propias, estos elementos son los siguientes:
Población:
Podemos decir que Población, es la sociedad humana y jurídicamente
organizada que le da base de sustentación al Estado, es decir es la
razón de ser de la existencia del Estado; entonces entendemos como
población, al número de hombres y mujeres que componen un
Estado.
Pueblo: Este es un concepto más restringido, ya que se refiere a la
parte de la población que tiene el ejercicio de los derechos políticos.
Otro concepto de Pueblo se podría conceptuar como un conjunto
indeterminado de personas asentadas en un lugar determinado que,
vinculadas entre sí por algunos lazos, poseen generalmente un
destino común.
Nación:
Conjunto de hombres que habitan generalmente un mismo territorio y
tiene cierta unidad de raza, lengua y religión que les crea
aspiraciones, tradiciones y recuerdos comunes, todo lo cual
caracteriza un querer vivir colectivo.
Territorio.
El territorio, el espacio físico en donde los individuos conviven en
sociedad, constituye uno de los elementos esenciales del Estado. El
territorio es necesario para que el estado realice sus funciones y
cumpla sus fines. El territorio es fuente de recursos, ámbito de
desarrollo de actividades, hábitat de la población y se proyecta como
parte del ecosistema terrestre.
Poder Político.
El poder estatal es aquella facultad política correspondiente a los
poderes públicos y que consiste en la capacidad de dirección superior
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de todos los asuntos que se incluyen en el ámbito político de un
sistema en particular. Este poder estatal puede observarse desde
distintas perspectivas
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El segundo párrafo va dirigido a las metas perseguidas, que es el
objeto de la Constitución que se presenta, estimándose al efecto, que
hay un fin supremo que es el de “refundar la República”, para
establecer una nueva sociedad. Es importante el uso del verbo
refundar, por cuanto el mismo revela el espíritu de los constituyentes.
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Se nos asegura el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura y a la
educación. Siendo ésta última sin restar importancia a todas las
demás, un motor fundamental en el progreso de nuestro país.
En el tercer párrafo se hace referencia a la vía mediante la cual se
logró la formulación de un nuevo texto constitucional, indicándose
que deriva del poder originario del pueblo, representado por la
Asamblea Nacional Constituyente que se constituyó, mediante “el
voto libre, en un referendo democrático”.
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HISTÓRICOS
Objetivo Histórico No. 1: Defender, expandir y consolidar el
bien más preciado que hemos reconquistado después de 200
años: la independencia nacional
La defensa de la soberanía es el gran logro histórico de esta fase del
Plan de la Patria. El Comandante Chávez nos advertía que es la
independencia el gran valor histórico de la etapa bicentenario. Ha
sido la contradicción fundamental de estos cinco años sostenidos de
agresión contra la Revolución. En este sentido, la soberanía se
mantiene como gran Objetivo Histórico, al tiempo que asume la
dimensión fundamental de gestar independencia del aparato
económico productivo y procesos de blindaje ante cualquier agresión
imperial. De manera notoria, se incorpora un objetivo asociado a la
descolonización, así como otro referido a los delitos y formas de la
guerra económica, de agresión a la moneda, como modalidades de
injerencia sobre la República.
Así, se incorporan las estrategias para el blindaje y defensa de la
República, del sistema económico y financiero, de nuestra moneda,
las capacidades logísticas, de distribución y de abastecimiento, para
garantizar las libertades económicas del pueblo, la contraofensiva de
la guerra económica y la responsabilidad de los autores de crímenes
de la guerra económica. De la misma forma, se continúa
desarrollando la soberanía alimentaria como un desafío central para
la independencia, con un enfoque agroecológico y eco socialista,
profundizando el combate frontal al latifundio e incorporando el
fortalecimiento de capacidades de monitoreo y seguimiento.
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El Plan de la Patria 2025 tiene como premisa la construcción de una
sociedad igualitaria y justa, el desarrollo pleno de la democracia en
todas las dimensiones. Destacan de manera especial los mecanismos
de protección social del Pueblo, el sistema de misiones y grandes
misiones, la atención de
Plan de la Patria 2025
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organizado en la planificación, acción, gestión, seguimiento y control
de la gestión conjunta pueblo-Gobierno.
En este objetivo histórico se abre un espacio especial al enfoque de
inclusión, incorporando a la perspectiva de respeto y celebración de
la diversidad y la pluralidad, el desarrollo del feminismo, de los
aportes de los pueblos indígenas, afrodescendientes, la juventud,
para la construcción de una sociedad más humana, impregnada de
los valores, la ética y los modos de hacer de nuestro pueblo, para la
construcción del socialismo bolivariano.
Finalmente, se incorporan dos temas de importancia estratégica: el
sistema de apropiación y distribución de excedentes, a efectos de
garantizar la justicia y reducción de desigualdades de forma
estructural, y el desarrollo de la economía del mantenimiento, como
una visión económica y cultural enfocada en la coyuntura, pero con
sentido estratégico para construir el pos rentismo bajo la máxima de
hacer más con menos y mejor.
Gran Objetivo Histórico N° 3: Convertir a Venezuela en un país
potencia en lo social, lo económico y lo político, dentro de la
gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que
garantice la conformación de una zona de paz en Nuestra
América
Se asume como un elemento de desafío central. Se trata del
desarrollo de la Agenda Económica Bolivariana y su siembra en el
territorio, desde la identidad de cada región, para el desarrollo de las
fuerzas productivas, así como la generación de un nuevo sistema
logístico, de distribución, precios, lógica del sistema de divisas, así
como –de forma especial– el desarrollo de los motores productivos.
Asimismo, las formas de gobierno económico devenidas del desarrollo
de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, como tema estructural
del país. En este mismo orden, motores industriales como el militar y
el rol energético son profundizados en la visión integral del modelo
económico. De la misma forma, se adecua el sistema regional,
subregional y urbano-regional, así como la infraestructura y servicios,
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como soportes del sistema productivo. La organización del espacio
económico, las regiones y distritos motores son asumidos como
herramientas cruciales para definir una estructura descolonizada del
espacio y sembrar la Agenda Económica Bolivariana. De la misma
forma, el desarrollo de vectores fundamentales como la
especialización del sistema técnico y universitario. Surge un nuevo
objetivo nacional asociado a la juventud, sus enormes potencialidades
y espacio en el modelo económico y espacial del país, en particular
con el direccionamiento del bono demográfico: la juventud como un
motor central del desarrollo del país potencia.
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orientar nuevas rutas de logística e insumos, así como la
diversificación de los mercados. Se hace especial énfasis en el
relacionamiento estratégico con países no hostiles para la sustitución
de importaciones, así como el desarrollo soberano del sistema
productivo. Se asume el rol específico vinculado a la tecnología, los
nuevos esquemas de relacionamiento, en el marco de la ruptura de
amarras en todas las dimensiones de la sociedad.
Gran Objetivo Histórico N° 5: Contribuir con la preservación
de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana
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hay vivienda ecosocialista sin hábitat; se trata de las variables de
diseño con fuentes alternas de energía, eficientes, asociadas a la
geohistoria, tradiciones y costumbres. Se trata de una apuesta de la
ciudad socialista, como fase de desarrollo a partir de los avances
obtenidos en estos años, y el proceso efectivo de reurbanización
nacional que adelanta la Revolución, ahora orientado a nuevas
dinámicas económicas y el bono demográfico. Son estos los
elementos estructurales de una nueva arquitectura del país.
NACIONALES
1.1. Garantizar la continuidad, profundización y consolidación de la
Revolución Bolivariana en el desarrollo integral de la democracia en
sus cinco dimensiones: económica, política, social, cultural y espacial.
1.2. Consolidar la defensa y soberanía en la preservación y uso de los
recursos naturales estratégicos, con especial énfasis en los
hidrocarburíferos, mineros y acuíferos, entre otros.
1.3. Garantizar el manejo soberano del ingreso de la República y la
reinversión de los excedentes nacionales, tanto públicos como
privados, a efectos de garantizar los principios sociales de equidad y
desarrollo nacional.
1.4. Lograr la soberanía alimentaria para garantizar el sagrado
derecho a la alimentación de nuestro pueblo.
1.5. Afirmar la identidad, la soberanía cognitiva y la conciencia
histórico-cultural del pueblo venezolano, para favorecer la
descolonización del pensamiento y del poder.
1.6. Desarrollar las capacidades científico-tecnológicas que hagan
viable, potencien y blinden la protección y atención de las
necesidades del pueblo y el desarrollo del país potencia.
1.7. Fortalecer el poder defensivo nacional, así como la unión cívico-
militar, para proteger y garantizar la independencia, la soberanía y la
paz nacional, asegurando la defensa integral de la patria.
1.8. Adecuar el aparato económico productivo, la infraestructura y los
servicios del Estado, incrementando la capacidad de respuesta a las
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necesidades del pueblo ante posibles estados de excepción en el
marco de la defensa integral de la nación.
1.9. Blindar a la República contra los actos y delitos de guerra
económica, tanto internos como externos, que afecten el sistema
económico financiero, capacidades logísticas y de distribución,
ataques contra la moneda, así como las libertades económicas del
Pueblo.
2.1. Generar las bases económicas y materiales para la transición
humanamente gratificante hacia el socialismo, transformando la
cultura rentista petrolera en un modelo económico productivo
incluyente, eficiente y justo, liberando las fuerzas productivas, a
efectos de satisfacer las necesidades de nuestra población y el país
potencia.
2.2. Garantizar la inclusión plena y protagónica de todos los sectores
de la sociedad en el desarrollo integral de la democracia en sus cinco
dimensiones.
2.3. Construir una sociedad igualitaria y justa, garantizando la
protección social del pueblo.
2.4. Transformar el sistema de distribución y apropiación de
excedentes, que permita una justa distribución de la riqueza y la
reducción de las desigualdades.
2.5. Consolidar y expandir el Poder Popular como componente
estructural de una verdadera democracia socialista, a todos los
niveles y como componente sustancial de todo el Estado y proceso
revolucionario, a efectos de garantizar la irreversibilidad del proyecto
bolivariano para la felicidad plena del pueblo.
2.6. Gestar el proceso de descolonización ético, moral y espiritual de
la sociedad, a partir de la construcción de los valores liberadores del
socialismo.
2.7. Lograr la irrupción definitiva del nuevo Estado popular y
revolucionario, para el desarrollo integral de la democracia en sus
cinco dimensiones.
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2.8. Desarrollar la doctrina de la economía del mantenimiento, como
filosofía de Estado en la administración, gestión y cultura
institucional, a efectos de maximizar el aprovechamiento de los
recursos e impulsar la especialización y generación de un nuevo
vector productivo. La economía del mantenimiento debe regir en el
Estado como esquema estructural del Plan de la Patria en el tránsito
al pos rentismo petrolero.
3.1. Desarrollar el poderío económico con base en el
aprovechamiento óptimo de las potencialidades que ofrecen nuestros
recursos, mediante la construcción de un nuevo sistema productivo,
sistema logístico y de distribución, lógica de precios y metabolismo
del capital, así como maximizar el desarrollo e integración de cadenas
productivas nacionales y regionales, bajo la premisa de la
interdependencia y creación de valor.
3.2. Profundizar la construcción de una nueva geopolítica nacional,
empleando como elementos estructurantes la regionalización
sistémica, geo histórica y funcional, el sistema urbano-regional y la
infraestructura, servicios y movilidad en el desarrollo de la dimensión
espacial del socialismo.
3.3. Aprovechar el potencial histórico de la juventud con el
direccionamiento sectorial y espacial del bono demográfico en la
nueva matriz productiva nacional y, en especial, mediante el
desarrollo del conocimiento y la tecnología en el proceso de
sustitución de importaciones.
3.4. Consolidar el papel de Venezuela como potencia energética
mundial y aprovechar el potencial energético para el desarrollo de
procesos de generación de valor intensivos en energía.
3.5. Ampliar y consolidar el poderío militar y de defensa de la Patria,
los equilibrios regionales para la paz, así como la lucha contra las
guerras convencionales y no convencionales que pretenden agredir al
Pueblo venezolano.
4.1. Continuar desempeñando un papel protagónico en la
construcción de la unión latinoamericana y caribeña.
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4.2. Afianzar la identidad nacional y nuestroamericana.
4.3. Continuar impulsando el desarrollo de un mundo multicéntrico y
pluripolar, sin dominación imperial y con respeto a la
autodeterminación de los pueblos.
4.4. Continuar desmontando el sistema neocolonial de dominación
imperial en todas las dimensiones de existencia de la sociedad.
4.5. Afianzar el proceso de ruptura de amarras del imperialismo y
blindaje económico del país, reconfigurando el sistema financiero,
comercial y logístico internacional de la República.
5.1. Construir e impulsar el modelo histórico social ecosocialista,
fundamentado en el respeto a los derechos de la Madre Tierra y del
vivir bien de nuestro pueblo, desarrollando el principio de la unidad
dentro de la diversidad, la visión integral y sistémica, la participación
popular, el rol del Estado Nación, la incorporación de tecnologías y
formas de organización de la producción, distribución y consumo, que
apunten al aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los
recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.
5.2. Proteger y defender la soberanía permanente del Estado sobre su
patrimonio y riquezas naturales para el beneficio supremo de nuestro
Pueblo, que será su principal garante, así como una contribución a la
vida en el planeta.
5.3. Defender y proteger el patrimonio histórico y cultural venezolano
y nuestroamericano.
5.4. Contribuir a la conformación de un gran movimiento mundial
para contener las causas y reparar los efectos del cambio climático
que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador.
5.5. Construir un modelo de ciudades, urbanismos y edificaciones
ecosocialistas, en consonancia con las variables geográficas,
tradiciones y costumbres, dignos y eficientes para el desarrollo del
buen vivir.
ESTRATÉGICOS
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GENERALES
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al Estado venezolano hasta 1989. El Pacto incluyó los siguientes
elementos:
1. desarrollo económico nacional dirigido por el Estado, y orientado a
la diversificación productiva y al crecimiento del mercado interno;
2. desarrollo social, mediante mecanismos de redistribución de la
renta derivada de la exportación de hidrocarburos, a fin de incentivar
el crecimiento del mercado interno y garantizar la legitimidad política
del sistema y
3. Alternabilidad democrática con base en un sistema de partidos
políticos capaces de canalizar las demandas de los agentes sociales
organizados.
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para el financiamiento de las exportaciones de café y cacao,
estableció dos líneas de crédito: una para los «pequeños»
productores (también llamados campesinos), destinada
prioritariamente a los beneficiarios de la Reforma Agraria (los
llamados campesinos reformados) y otra para los productores
«medianos» y «grandes» (también llamados empresariales). En 1961,
debido a la complejidad de sus intervenciones, el BAP creó una
Gerencia de Mercadeo que posteriormente se convertiría en la
empresa ADAGRO (Almacenes y Servicios para el Agro). En 1969, las
necesidades de crecimiento del pujante sector de productores
«empresariales» (los grandes y medianos agricultores) condujo a que
la Gerencia de Crédito Empresarial del BAP se convirtiera en Banco de
Desarrollo Agropecuario (BANDAGRO) y que, en 1971, la Gerencia de
Mercadeo se convirtiera en Corporación de Mercadeo Agrícola (CMA).
Continuaba así el proceso de incremento de la heterogeneidad de
agencias y de diversificación de competencias del sector público
agrícola. En las décadas del 70 y el 80 el programa de reforma
agraria iniciado en 1960 experimentó una nueva transformación. A
mediados de los años 60 la política de dotación de tierras
prácticamente se había paralizado. Por otra parte, era evidente que
tanto la producción como los ingresos del «sub-sector re- formado»
(los supuestos beneficiarios del programa), permanecían estancados.
Pero, por otra parte,
la producción del sector «empresarial» era suficiente para abastecer
la demanda alimentaria nacional. Bajo el auspicio de las agencias
multilaterales de desarrollo, particularmente del Banco Inter-
americano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial, el gobierno
nacional elaboró su propia versión del Desarrollo Rural Integrado
(DRI), programa mediante el cual se buscaba fortalecer la economía
de los pequeños productores a fin de satisfacer una creciente
demanda de alimentos. Demanda que, bajo las condiciones macro-
económicas del período, no podía ser resuelta por los grandes y
media- nos productores empresariales. Comenzó así en 1971el
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programa PRIDA (programa de reforma agraria integral), que se
extendió hasta 1976, y que durante la década del 80fue rebautizado
como ARDI. Durante este período la Fundación para la Capacitación e
Investigación en Reforma Agraria (CIARA), creada en los años 60 para
la capacitación de los funcionarios de la reforma agraria, asumió
nuevas funciones: la organización y la capacitación de los productores
campesinos. Y en 1975, el BAP fue transformado en Instituto de
Crédito Agropecuario (ICAP), a fin de administrar la cartera crediticia
del «sub-sector» campesino. En conformidad con lo establecido en la
Ley de Reforma Agraria, la Ley que creó al ICAP fijó en 3% la tasa de
interés máxima que se podía cobrar a los «pequeños» productores
agropecuarios. Se consolidaba así la división del sector agrícola en
dos sub-sectores sociales: el «campesino» atendido prioritariamente
por el IAN, CIARA e ICAP y el «empresarial», atendido prioritariamente
por MAC y BANDAGRO. Entre 1971 y 1973 una serie de factores
climáticos adversos puso de manifiesto, por primera vez, las
limitaciones de las políticas proteccionistas e intervencionistas
implementadas durante la década del 60, particularmente en la
producción de cereales y oleaginosas de ciclo corto. Por una parte,
estos cultivos manifestaban una tendencia decreciente de los
rendimientos físicos que el incremento en el uso de fertilizantes a
bajo costo no había logrado contrarrestar. Por otra parte, la política
de precios mínimos garantizados había erosionado la rentabilidad de
estos cultivos como resultado de haber mantenido prácticamente
congelados los precios agrícolas mientras los precios de los insumos
experimentaban un lento pero constante crecimiento. Todo esto
agravado por una tendencia constante a la sobrevaluación de la tasa
de cambio, como consecuencia de la paridad fija 4,30 por dólar, lo
cual incidía en una estructura de costos de producción muy
superiores a los existentes en los mercados internacionales. En estas
circunstancias, la política de precios mínimos tendía en la práctica a
convertirse en una política de precios máximos y la política de
financiamiento en una política de subsidios con cargo a los ingresos
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petroleros del Estado. La respuesta del Estado fue la creación, en
1974, de una nueva entidad financiera pública: el Fondo de Crédito
Agropecuario (FCA), encargado de la administración de un fondo
especial para el financiamiento del capital fijo que requería la
recapitalización de las empresas agropecuarias. Las tendencias hacia
la descapitalización de la mayoría de los productores agropecuarios
no era, sin embargo, una situación coyuntural, sino que reflejaba las
condiciones del entorno macroeconómico nacional e internacional que
limitaban un crecimiento sostenido y autofinanciado del sector. Esto
se vio de manifiesto con posterioridad a 1979, cuando el creciente
déficit fiscal del Estado, tuvo como consecuencia el inicio de
crecientes restricciones de los aportes presupuestarios del Estado
tanto para el mantenimiento de la compleja red de agencias públicas
del sector como para el finan- cimiento de la producción a nivel de
finca. Otro factor que condicionaba la ingente crisis del sector
agropecuario nacional era su inserción en circuitos agroalimentarios
cada vez más oligopsónicos. Las políticas proteccionistas, de precios
y de subsidios, al otorgar progresivamente el control de los mercados
a las empresas de alimentos, habían tendido a consolidar estructuras
de mercado oligopsónicas en la industria manufacturera y estructuras
atomizadas y competitivas en la producción de insumos agrícolas. Los
conflictos entre las industrias procesadoras y los agricultores se
hacían cada vez más frecuentes. El Estado intentaba mediar entre las
partes a través de políticas de concertación con las que se lograban
determinar precios «administrados» que generalmente no dejaban
satisfechas a ninguna de las partes en conflicto. Las empresas
agroindustriales y agrocomerciales eran obligadas a comprar una
cosecha nacional a precios más altos que los precios internacionales.
Los agricultores porque tenían que vender su producción a precios
que, la mayoría de las veces, apenas compensaban sus crecientes
costos de producción. Durante la década de los 80 los programas
«heterodoxos» de estabilización y ajuste establecieron un nuevo
entorno macroeconómico a las políticas sectoriales. Con posterioridad
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a 1982, la crisis de la deuda dio inicio a una serie de programas de
estabilización y ajustes que determinaron un cambio radical en el
entorno económico y político que había caracterizado a todo el
período.
E L P ROY E C T O D E L A C O P R E (1984-1988)
El proyecto de reforma del Estado que con el tiempo llegaría a ser
llamado «el proyecto de la COPRE» (Comisión Presidencial para la
Reforma del Estado) fue en sus inicios formulado conceptual y
doctrinariamente por una débilmente articulada coalición de un grupo
de empresarios privados orientado hacia la «modernización» del
Estado y la «apertura de la economía» y por algunos funcionarios
oficiales. Pudiéramos identificar esta iniciativa como la versión
«desde arriba» de un proyecto endógeno» de reforma del Estado. Por
otra parte, «desde abajo», comenzó a gestarse una igualmente débil
coalición de sectores populares, pequeños capitales confinados
nacionalmente, y elites provinciales, a medida que avanzaban las
reformas, que con el tiempo optaron por formular un proyecto de
reforma «alternativo». Ya en 1972, Pedro Tinoco, un banquero e
ideólogo de los grandes conglomerados empresariales del país, había
comenzado a cuestionar la falta de eficiencia del sector público y a
demandar la «modernización» tanto de las agencias del Estado como
de sus empresas productivas y de servicios. Apelan- do a la noción de
«modernización», como idea fuerza del discurso, lo que el proyecto
«Tinoco» en realidad reclamaba era la necesidad de infundir la
«lógica del mercado» en el funcionamiento del Estado, y más
específicamente de las empresas paraestatales. No se planteaban
aún otras reformas como la privatización de las empresas públicas o
la descentralización de funciones desde el gobierno central a los
estados y municipios. Con el tiempo, desde otros grupos
empresariales del país, surgieron nuevas versiones «endógenas» del
proyecto «neoliberal» de reforma, como las del Grupo Roraima, pero
aún no se habían creado las condiciones políticas para que estos
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proyectos fueran adoptados por los gobiernos de turno ni legitimados
ante sus electores. A partir de 1983, luego de la devaluación del
bolívar, comenzaron a ser incorporadas al naciente proyecto de
reforma demandas adicionales a fin de disminuir el papel del Estado
en la economía mediante la descentralización y la privatización de
algunas de sus funciones. Simultáneamente, no sólo desde los grupos
empresariales sino también desde los gremios profesionales y los
medios intelectuales, se intensificaron las críticas a un sistema
político que gradualmente perdía legitimidad. Esta primera etapa del
proyecto culminó en 1984 con la creación por decreto presidencial de
la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE). Es
interesante destacar que su primer presidente fue el entonces
Senador por el estado Táchira Ramón J. Velásquez, nombrado en
1992 presidente interino de la República por la Corte Suprema de
Justicia que enjuició al presidente Pérez. No es un azar que fuera,
Ramón J. Velásquez, un parlamentario de la provincia, quien desde el
gobierno central buscara reforzar los componentes de
descentralización y democratización de la reforma. En 1986 la COPRE
propuso tres principales cambios institucionales: la elección directa
de gobernadores, el fortalecimiento de la autonomía municipal, y la
creación del cargo de alcalde por elecciones populares. En 1987 la
COPRE propuso también el fortalecimiento de los gobiernos estadales
como centros de administración y planificación.
En 1988 la COPRE formuló, y el Congreso aprobó, dos importantes
leyes que pronto se convirtieron en el marco jurídico de la reforma: la
Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de
Competencias del Poder Público (en lo sucesivo LOD) y la Ley
Orgánica del Régimen Municipal (en lo sucesivo LORM).
En 1982 cayeron los ingresos petroleros y el gobierno se vio
incapacitado para cancelar el servicio de los intereses de la deuda
externa. La fuga de capitales y la reducción de las reservas en divisas
inter- nacionales puso en peligro la estabilidad del gobierno. En
febrero de 1983, el gobierno decretó la devaluación en un 170% de la
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tasa de cambio, y la liberación de precios de algunos productos de
consumo masivo. Había comenzado el período de ajustes
estructurales en Venezuela. Entre 1983 y 1988 se diseñaron varios
planes de ajuste. El esfuerzo de todos, sin embargo, consistió en
adoptar medidas de austeridad en el gasto público y políticas
deflacionarias. Entre 1984 y 1986 se sucedieron diferentes
devaluaciones y se apeló al control de cambio. En 1984 el gobierno
intentó revitalizar al sector agrícola mediante una política de
incentivos: fue el llamado «milagro agrícola». En el marco de un
paquete de ajuste estructural «heterodoxo», es decir sin contar con el
beneplácito de las agencias multilaterales, el gobierno decidió una
política agrícola que contaba con los siguientes instrumentos: el
contingentamiento de las importaciones con base en la adquisición de
las cosechas nacionales en forma directa, el otorgamiento de
intereses preferencia- les por parte de la banca oficial a los
productores, la fijación de los precios internos a niveles muy
superiores a los de los mercados internacionales y el crecimiento de
la inversión pública en infraestructura en el medio rural. Por otra
parte, amparado en una política de controles de cambio y cambios
diferenciales (RECADI), el gobierno decidió también subsidiar la
importación de los principales renglones alimentarios (azúcar, trigo,
soya, leche, aceites comestibles) a fin de aminorar el impacto del
ajuste en los estratos de población de menores recursos. Como
resultado de estas políticas, el sector agrícola creció a una tasa
promedio anual de 6,3% entre 1984 y 1988mientras el resto de la
economía crecía a una tasa de 4,2%anual.
En 1986 comenzó el proceso de renegociación de la deuda externa. El
alto volumen de reservas en divisas extranjeras por el Banco Central,
otorgaba al Estado considerables márgenes de maniobra en la
negociación, por lo que se firmó un acuerdo con los principales
acreedores sin tener que acudir al Fondo Monetario Internacional
(FMI). Paralelamente, el gobierno venezolano también participaba con
otros gobiernos latinoamericanos en los intentos de constituir un
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«cartel de deudores» a fin de fortalecer su capacidad de negociación
frente al cartel informal integra- do por la comunidad financiera
internacional, las agencias multilaterales y los gobiernos de los
principales países industrializados. No obstante, la estrategia del
cartel de deudores no funcionó, por lo que el 16 de febrero de 1989,
poco después de que Carlos Andrés Pérez asumiera la Presidencia, los
bancos internacionales se negaron a otorgar nuevos préstamos al
gobierno venezolano, a menos que éste accediera a firmar un
acuerdo de ajuste «ortodoxo» con el FMI.
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del sector que habían surgido como consecuencia de la Ley de
Reforma Agraria de 1960.
La crisis del sistema político de Estado democrático centralizado de
partidos que en las dos primeras décadas de la democracia (1960-
1970) había contribuido a consolidar el régimen democrático, pero
que en las últimas dos décadas (1980-1990) había sido un
instrumento conspirativo contra la propia democracia, por tanto,
exigía su transformación en un sistema político de Estado
democrático descentralizado y participativo. La incomprensión del
liderazgo partidista en haber entendido la crisis y en haber asumido el
cambio político, condujo inevitablemente al proceso constituyente de
1999, derivado del triunfo electoral del Presidente Hugo Chávez Frías
en diciembre de 1998, quien, además, había enarbolado la bandera
del cambio político y de la convocatoria a una Asamblea Nacional
Constituyente. Ese proceso debía haber asumido el proceso de
reforma del Estado en los aspectos señalados de sistema de gobierno
democrático, forma de Estado descentralizado y separación de
poderes con pesos, contrapesos y controles recíprocos. Sin embargo,
concluido el proceso constituyente de 1999 con la publicación de la
nueva Constitución (30-12-99) elaborada por la Asamblea Nacional
Constituyente que había sido electa el 25 de julio de 1999, como
consecuencia de un referendo consultivo que le dio origen (25-04-99),
se puede constatar que en Venezuela, si bien se produjo una
importante reforma constitucional, no se produjo reforma del Estado
alguna. Nada de lo que había que cambiar en el sistema político fue
cambiado; no hubo, por tanto, una reforma del Estado, y más bien el
resultado constitucional del proceso constituyente, fue la acentuación
de los aspectos más negativos del sistema. Sin duda, en 1999 se
produjo un cambio político sin procedentes en la historia política del
país desde los años cuarenta, en el sentido de que aparecieron
nuevos partidos políticos, habiendo sido materialmente barridos los
partidos tradicionales, los cuales asumieron el poder con carácter
casi monopólico. Un nuevo liderazgo político se entronizó en todos los
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niveles del Poder, habiendo quedado desplazado el liderazgo
partidista y no partidista anterior. Además, se produjeron importantes
cambios y reformas constitucionales como, por ejemplo, la separación
pentapartita del Poder Público, la eliminación del Senado como parte
del Poder Legislativo Nacional, la consagración de la reelección
presidencial, la creación de la figura del Vicepresidente de la
República, la creación del Defensor del Pueblo, y la
constitucionalizacion de los tratados internacionales sobre derechos
humanos. Sin embargo, ninguna de esas reformas produjeron una
reforma del Estado, es decir, del sistema político de Estado
democrático centralizado representativo de partidos.
La personalidad jurídica del Estado, está constituida por el conjunto de cualidades que
identifican a la persona del Estado como ente individual, como organismo autónomo y
dotado de soberanía, con poder de imperio sobre todo lo que está bajo su dominio. Se
siente identificado el elemento fundamental de conciencia estatal, característica de su
contenido social y político, que en rasgos generales se evidencia por la posición que
asume frente a los entes que conforman su estructura organizativa y frente a otros
Estados, bien identificada por el contenido de su política exterior. La personalidad del
estado está también representada por la aptitud que éste posea para ser sujeto de
derechos, es el sustento de la existencia del Derecho Público, el espíritu de su objeto. El
Código Civil Venezolano, en su artículo 19 nos dice: “Son personas jurídicas y por lo
tanto capaces de obligaciones y derechos: 1. La Nación y las entidades políticas que la
componen…”. Dentro de la clasificación de las personas jurídicas encontramos que el
Estado es una persona jurídica política. Esta acepción nos lleva a considerar que el
estado Democrático, como entidad política, en heredera del Estado Liberal. Así,
entendemos que el liberalismo se caracteriza por ser una concepción individualista para
la cual el individuo constituye la verdadera esencia. El supuesto principal concibe que
los valores individuales son superiores a los colectivos. Es pues el individuo quien
decide su destino a través de las instituciones.
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CONCLUSIÓN
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