> SIGLO X XI
MAYO 2 02 0
OZZARD-LOW:
Piano Sonata No.2. Sonata: In
Opposition. Andrew Zolinsky, piano
Elisabeth Smalt, viola
KAIROS 0015067 (1 CD)
La música de Patrick Ozzard-Low (1958) es la de
un desconocido. Ni Google ni YouTube ayudan a
paliar la sensación de estar ante un extraviado
contemporáneo. Este disco constituye la primera
oportunidad de asomarnos al quehacer de un
compositor que estudió con Bill Hopkins y
Michael Finnissy. Y no es baladí que invoquemos
aquí a sus maestros, porque la gramática de
Ozzard-Low es irremediablemente británica.
No está lejos de los complejos entramados de
Finnissy como tampoco del trascendentalismo
abstracto de un Brian Ferneyhough, aunque su
estética está menos armada.
Por amplitud y durante todo el primer
movimiento la extraña (veremos la razón) Sonata
para piano nº 2 hace pensar en el tótem
modernista de su modelo, la Sonata de Jean
Barraqué. Ozzard-Low es un compositor
regresivo que repiensa el serialismo a través de
un procedimiento que denomina campos de
acordes. Y la Sonata, que arranca en parcos
racimos puntillistas, evoluciona luego hacia una
asunción del método que hace pensar en Elliott
Carter para, finalmente, ir deshilachándose.
La emancipación de la disonancia
schoenbergiana a la inversa. Es así que el lenguaje
cambia, el aparente consenso se diluye, y el tono
se vuelve calmado, evocándose la eufonía. Igual
de extensa y ambiciosa es la Sonata: In Opposition,
para viola sola. Escrita, según explica el autor en
las notas del disco, en un comprometido
momento personal, la música evoluciona
impregnada de esa conflictividad, polarizándose
entre tensiones antagonistas y una densidad
armónica neoexpresionista que convierte la
extensa audición en un asunto extenuante.
Tanto el pianista Andrew Zolinsky como
la violista Elisabeth Smalt sirven a estos
pentagramas con idéntica adhesión y
compromiso, el mismo que se le exige al
auditor. No es esta una música fundamental,
pero la propuesta de Ozzard-Low es honesta.
Ismael G. Cabral
SIRA HERNÁNDEZ:
Iniciación a la sombra. Terra Santa -
Ci sono angeli nel cielo. Fantasía para
piano (Per cucire le ferite). Don’t forget
about that. Sira Hernández, piano
NAXOS 8.579072 (1 CD)
Compositora de objetos musicales no (del
todo) identificados y bravísima pianista, Sira
Hernández explora los mundos más bellos, los
que no existen, con sus paisajes acaso hostiles o
salvajes, intocados; crea un space opera lleno de
imaginación, una reflexión sobre el deseo
infinito y, ¿quién sabe?, sobre la inmortalidad
del arte. Vive, sin embargo, esta paradoja
humana según la cual no se puede llegar a ser
uno mismo sino bajo la influencia de los
demás.
¿Influencias o evocaciones? en estas obras,
Sira Hernández me evoca a dos compositores:
Dane Rudhyar, padre de La Monte Young y de
Henry Cowell, no por su empleo de la
disonancia ni por su éxtasis scriabinesco, sino
por su manera de tratar el teclado,
modelándolo como arcilla y, quizá, de utilizar
el piano como una incitación a la meditación;
Galina Ustvolskaya, no por sus contrastes entre
“los bárbaros fortissimi, los martillazos de los
clusters que contrastan con agónicos silencios”
sino por su violencia, aquí filtrada, que produce
una suerte de Caos calmo, citando el título del
libro de Sandro Veronesi, otra posible
evocación, en particular de su Fantasía para
piano (Per cucire le ferite): pienso en el
protagonista de la novela y de la película, no-
héroe devastado (por un drama), que se dedica
a no hacer nada, es decir, observar el mundo y
esperar a que el dolor desaparezca, rodeado por
la sensualidad de la playa veraniega con sus olas
altas, fuertes y peligrosas.
En realidad, las fuentes, influencias o
inspiraciones, son otras, como lo indica
sabiamente Juan Francisco de Dios Hernández
en el libreto: Iniciación a la sombra parte de la
palabra del poeta manchego Ángel Crespo;
Terra Santa se basa en el libro epónimo de Alda
Merini; Fantasía integra el proyecto de Sara
Conforti en contra de la violencia de género y
Don’t forget about that está dedicada a Primo Levi.
Pierre Élie Mamou
> ÓPERA
LEONCAVALLO:
Pagliacci. A. Villari, V. Sepe, D. Cecconi,
L. Kim, M. Mezzaro. Coro y O. del Maggio
Musicale Fiorentino. D. musical: Varlerio
Galli. D. de escena: Luigi di Gangi y Ugo
Giacomazzi. DYNAMIC 37863 (1 DVD)
Entrega que completa una trilogía florentina,
integrada por la inevitable Cavalleria y Un mari a
la porte de Offenbach, ya publicadas por
Dynamic. Los mismos di Gangi y Giacomazzi
realizan un conveniente trabajo de
caracterización y de directrices escénicas en las
que no faltan originalidades, como los niños
del coro en el prólogo, cuya mayor justificación
parece ser lo bien que se lo pasan los citados.
Lo más logrado aparece después: sin apenas
decorados (los esenciales están sumergidos en
una lúgubre oscuridad), la acción,
modernizada con respecto al original
leoncavalliano se centra en los solistas
minuciosamente manejados en su doble
función de la vida real y la de la comedia.
El vestuario de Agnese Rabatti se adapta al
concepto.
Villari es un spinto al que le han precedido
trabajos muy interesantes, como Alfidór de
La donna serpente o Torbeno de I Shardana;
responde sin problemas a las expectativas del
tradicional Canio: sólido, seguro, intenso…
Ceconi va mejorando y exhibiendo unos
buenos recursos baritonales a medida que la
voz se va calentado, aprovechando los amplios
momentos melódicos y las frases precisas,
cortas, las propias del género. Sepe, voz si no
demasiado destacada, sí rica en sonoridad, con
capacidad de registros, atenta a la dicción
(estamos en verismo), extrayendo del personaje
el jugo previsto en todas las variadas
oportunidades (aria, dúos, escena de la
comedia), con un físico que además ayuda a tan
positivos resultados. El Silvio de Kim está a la
altura del cometido en medios y canto.
Mezzaro se hace notar en sus intervenciones y
saca adelante su estupenda serenata. Una
lectura sin nombres mediáticos, pero capaz de
dar a la obra el necesario contenido. Ampara el
eficacísimo impulso que sube desde el foso,
pues hay una rigurosa batuta.
Fernando Fraga
SCHERZO 61