> SIGLO X X
JU NI O 20 2 1
VIVIER:
Lonely Child. Shiraz. Pulau Dewata.
Love Songs. Zipangu. Katrie Baerts.
Akiko Okabe. Holst-Sinfonietta. Dir.:
Klaus Simon. WDR Sinfonieorchester.
Director: Bas Wiegers. BASTILLE 13 (1 CD)
El despliegue editorial de cada nueva
producción de Bastille Musique no se parece a
ningún otro: discos protegidos en cajas de
cartón, papel seda, libreto profuso, detalles de
partituras y álbumes fotográficos del
compositor y de la grabación. Esta es la
segunda referencia que el sello alemán dedica al
malogrado músico canadiense Claude Vivier
(1948-1983), tras la recuperación de su ópera
Kopernikus con la que se inauguró el label. Y es,
ya, una de las tres más importantes para
conocer el legado del compositor (hablaríamos
de Reeinbert de Leeuw en Philips y de Peter
Rundel en Kairos para completar la tríada).
Volverse un convencido del compositor
pasa simplemente por escuchar la primera
pista, Lonely Child (1980). La suya es “una música
que se mueve entre los antiguos modos
eclesiásticos, el esoterismo filosófico de
Scriabin, el trascendentalismo de Stockhausen,
la potencia rítmica de Varèse, la coloración
instrumental de Messiaen, el exotismo de
Oriente y el análisis espectral del sonido de
Scelsi”, escribe Francisco Ramos en La música
del siglo XX (Turner). Todo ello se comprueba en
la potencia expresiva de la mencionada Lonely
Child, pero también en la repiqueteante,
alucinada, Shiraz (1977) —una de sus escasas
obras para piano solo— o en la hiriente y
honda Zipangu (1983). Pulau Dewata (1977)
impone a su tono pintoresquista una
exploración tímbrica y rítmica apabullante;
mientras que Love Songs (1977) nos coloca ante
el Vivier más indagativo (con las voces), sin
perder de vista la sostenida tensión y una idea
de trascendencia que nunca abandona, pero
jamás molesta.
Las versiones son, todas ellas, de
referencia. Saldrán creyentes.
Ismael G. Cabral
YUN:
Obras para violonchelo. Adele Bitter,
violonchelo. Holger Groschopp, piano
CYBELE 011 (4 SACD)
Desde su fallecimiento en 1995, el compositor
coreano Isang Yun no ha desaparecido de una
escena internacional que vivió, entre un gran
revuelo público, el inusitado secuestro que, en
plena Guerra Fría, lo retuvo en Corea del Sur
entre 1967 y 1969 hasta su vuelta a Alemania
tras largas presiones internacionales. No se
trata tan solo de una dolorosa anécdota, sino de
una muestra de la pertenencia de Yun a dos
mundos —el asiático de nacimiento y
formación y el europeo de trayectoria— que se
conjugan en los cuatro discos de esta
penúltima entrega de la serie Künstler in
Gespräch del sello Cybele, tanto en el programa
seleccionado como en las extensas entrevistas y
fragmentos de conferencias del compositor
incluidas en ella, complementadas con una
larga conversación entre Mirjam Wiesemann,
directora de la serie, y el pianista Holger
Groschopp, alumno de Yun.
Es el violonchelo un instrumento muy
ligado a la carrera del compositor, quien fue su
intérprete habitual durante la década de 1940 e
inicios de la siguiente. De ese conocimiento
íntimo dan testimonio obras solistas como
Glissées (1970), que no desdeña la
‘orientalización’ del timbre del instrumento, o
los Sieben Etüden (1993), exploración de gestos
técnicos y expresivos del violonchelo. Más allá
de estas páginas, el repertorio permite un
recorrido suficiente, e interpretado sin mácula,
por el catálogo de Yun, en composiciones
puramente pianísticas —los Fünf Stücken (1958),
de raigambre dodecafónica, o el muy virtuoso
Interludium A (1982)—, en la adaptación para
piano del bronco y contrastante Shao Yang Yin
(1966) y en dúos como Nore (1964/68),
expansivo en la línea melódica, o el tardío
Espace I (1992), fluida reelaboración de una
cierta atmósfera impresionista también
presente en los arreglos para violonchelo y
piano de Duo (1984) e Intermezzo (1988).
Germán Gan Quesada
PARIS
Obras de Chausson, Prokofiev y
Rautavaara. Hilary Hahn, violín.
Orquesta Filarmónica de Radio Francia
Director: Mikko Franck
DG 4839847 (1 CD)
La reconocida violinista Hilary Hahn
confecciona en este disco un París emocional
en el que hilvana vivencias y recuerdos propios
con partituras que, de forma directa o
indirecta, tienen que ver con la ciudad del Sena.
Se abre el recorrido con el bellísimo Poème de
Chausson, dedicado al gran Eugène Ysaye, a la
sazón maestro del profesor de Hahn. Y es
precisamente ese aspecto emocional y
ensoñador el que domina la interpretación de
esta obra. La inmensa melancolía que lo
sobrevuela todo es transmitida con una gran
delicadeza, aunque en ocasiones echamos de
menos un poco más de rebelión y de garra.
Hahn encuentra en cambio el tono
perfecto en el Concierto nº 1 de Prokofiev, obra
estrenada en 1923 en París por Marcel Darrieux
bajo la batuta de Koussevitzky y que no obtuvo
el beneplácito inmediato del público. La
estadounidense despliega a lo largo de los tres
movimientos de esta difícil partitura no sólo
todo su potencial técnico, sino una amplia
gama de matices caracteriológicos que van de
lo más etéreo a lo más exaltado, y lo más
enérgico y da una auténtica lección de
interpretación.
Se cierra el disco con dos obras del finés
Rautavaara halladas tras su muerte por Mikko
Franck, director de la Orquesta Filarmónica de
Radio Francia. Toda una serie de pistas llevan a
deducir que estaban pensadas para ser estrenadas
por Hahn y dicha orquesta, y de ahí la inclusión
en este CD. No desvelaremos aquí el misterio de
este emotivo encaje de bolillos, pero sí diremos
que vale la pena descubrir esta Sérenade pour mon
amour, llena de un profundo lirismo, y la Sérénade
pour la vie, sorprendentemente vital para haber
sido escrita por un hombre largamente
octogenario. La implicación artística y
emocional de Hahn, Franck y su fantástica
orquesta es absoluta y el homenaje al
compositor, a la altura de las expectativas.
Ana García Urcola
SCHERZO 63